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Sobre el concepto de ‘patrimonio cultural’


Por Diana Ramos el 29 octubre, 2016 @DivagaDia José Antonio Mondragón:
“Pretendemos que la ciudad se
contagie de arte emergente”
Frecuentemente somos testigos de nuevas declaraciones patrimoniales que se 5 mayo, 2017

justi5can unilateralmente bajo la premisa “para resguardar una parte del pasado
de la sociedad”. Esta declaración de intereses nos relata que determinados
Interview à José Sarzi Amade :
bienes, materiales y/o inmateriales sufren un proceso de transformación, es
l’évangélisation de l’ancien
decir, un bien común se convierte en patrimonio cultural. Royaume du Congo et le récit
du Capucin italien Girolamo
Debemos entender que esta transformación no es más que una consecuencia Merolla da Sorrento
recurrente de las nuevas concepciones y funciones sobre los objetos. Para poder
5 mayo, 2017
comprender en profundidad estos procesos comenzaremos a descifrar el mundo
del patrimonio cultural, concepto amplio y a veces ambiguo.
Presentada la tercera edición
Recuperar el pasado en el presente para el futuro. Esta declaración de intereses de la Feria Art & Breakfast en la
aparece frecuentemente cuando se trae a colación en cualquier contexto de la vida ciudad de los museos
5 mayo, 2017
moderna las cuestiones que rodean a los objetos del pasado. Constantemente se
habla de “no perder”, “el conservar”, “el preservar el pasado”, como una constante en
nuestra vida cotidiana. Aparece como una realidad inminente y como un deber que El tiempo profundo. Una
reNexión sobre un concepto
implica y alcanza a toda la sociedad, tal cual si fuera una obligación intransigente, a la
fundamental en geología
cual nos aferramos con gran fervor. Esa sensación compartida colectivamente que
5 mayo, 2017
conlleva a resguardar nuestro pasado como si este nos diera forma y sustancia en el
presente, y como si esta fuera necesaria para conservar nuestra integridad en el
futuro. Introduzca qué buscar...

Patrimonio y cultura son dos conceptos que en los últimos años parecen estar en
boga. Si hacemos una primera aproximación veremos que la primera definición y
CONSULTE LOS NÚMEROS PUBLICADOS
aplicación del término patrimonio aparece en el campo jurídico y económico,
refiriéndose a la herencia de bienes que recibe una persona por línea ascendente[1]. 2017 ▼ >
El concepto de aplicación jurista concentra la idea de que existe un cúmulo de bienes
Ene Feb Mar Abr
que por sucesión directa recibe una persona. Entonces, en términos generales, el
concepto de patrimonio implica que: 1- existe un bien, y que 2- ese bien se hereda.
May Jun Jul Ago
Por otro lado la cultura, puede ser entendida como “(…) el conjunto de símbolos,
valores, actitudes, habilidades, conocimientos, significados, formas de comunicación
y organización sociales y bienes materiales que hacen posible la vida de una sociedad Sep Oct Nov Dic
determinada y le permiten transformarse y reproducirse como tal de una generación
a la siguiente (…)” (Bolfy, 2001:81). Este concepto puede ser entendido y aplicado en
dos sentidos: como la totalidad de la creación humana o como una forma particular
de ser de una sociedad determinada, en tal sentido se habla de la identidad[2]
cultural (Bolfy, 2001).

Con el paso del tiempo el concepto de patrimonio se ha extrapolado y se ha aplicado


para dar explicación a otros fenómenos en otras disciplinas. Tal es el caso de su
utilización en las ciencias sociales modernas, en donde aparece el término
patrimonio cultural. La definición de patrimonio extrapolada a este campo no ha
perdido su esencia básica, seguimos hablando de la herencia de bienes, pero como
señala Davallon, “La primera oposición en la noción de patrimonio puede encontrarse
en su definición legal y económica, en lugar de en su definición cultural: entre
patrimonio significando el cumulo de bienes o propiedades heredados por una
persona, las cuales es libre de vender o trasmitir, y patrimonio significando esas
cosas culturales o naturales que pertenecen a una comunidad entera” (Davallon, Seguir a @revistamito 2.014 seguidores
2014:47).

Monasterio de Poblet. Declarado en 1991 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


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Con esto entendemos que, dentro de la concepción de patrimonio cultural, los bienes
y la herencia, contraen otros significados e implicaciones. Por lo tanto el patrimonio
cultural es un cúmulo de bienes culturales que se heredan en colectividad. O bien, Contactar
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acercándonos más a la conjunción de ambos conceptos (patrimonio + cultura),
podríamos decir que el patrimonio cultural son “(…) aquellos productos culturales Sé el primero de tus amigos en indicar que te
tangibles o intangibles que tienen un valor excepcional para una colectividad social gusta.

determinada y que forma parte fundamental de su identidad cultural” (Bolfy, 2001:


82).

La aparición y aplicación del concepto de patrimonio cultural aparece en la


constitución de un nuevo paradigma mundial o como señala Ariño en la “primera
modernidad la cual generó la mirada patrimonial en la cultura” (2012: 209). Es decir
que, la conjunción y relación de los conceptos cultura y patrimonio son la
consecuencia, a grandes rasgos, de procesos históricos y sociales que se gestan
durante el siglo XIX y ven la luz en el siglo XX: la constitución de los Estados, la
aparición de un nuevo sistema económico mundial y el desarrollo de los países
modernos dentro del contexto de la incipiente globalización.

El fenómeno de la globalización trajo como consecuencia una homogenización de la


vida cultural. Esto provoco, de manera generalizada, la desaparición de la tradición,
es decir, los objetos y prácticas perdieron todo tipo de vinculación con la vida
cotidiana y dejaron de funcionar como una forma de reproducción social o de SUSCRÍBASE AL NEWSLETTER
conexión con el pasado (Ariño, 2012).
Nombre:
Frente a este proceso las sociedades experimentaron una inicial desaparición de sus
fronteras culturales. Esto supuso para muchos Estados y sociedades una
Apellidos:
problemática emergente en donde debían de redefinirse culturalmente, dejando bien
claro que era lo que los definía y diferenciaba, encerrando dentro de sus límites
Correo electrónico:
culturales sus elementos más representativos. Así, comienza a configurarse esa
“mirada patrimonial sobre la cultura” (Ariño, 2012) y aparece en escena el concepto
de patrimonio cultural para asegurar esa cohesión social y continuidad temporal de Enviar

una sociedad.

Esta mirada se construye en y por la modernidad estableciendo un “(…) nuevo campo


de significación que se organiza en torno a la valoración social de los objetos y
prácticas como expresiones testimoniales (…)” (Ariño, 2012). Esto implica una toma
de conciencia de la distancia temporal entre presente y pasado; una nueva
interpretación de los objetos y prácticas como bienes colectivos, frágiles y perennes,
que poseen un gran valor y deben ser resguardados.

La importancia de la preservación de los objetos y prácticas de una sociedad radica


en que estos portan información sobre su cultura. Para poder explicarlo con más
claridad me serviré de la arqueología como ejemplo.

Cuando un arqueólogo investiga una sociedad extinta lo hace a través de los restos
materiales que esta sociedad ha dejado. Los objetos encontrados son la única
evidencia de que esta sociedad existió, y es a través de estos que el arqueólogo
interpreta e intenta reconstruir la cultura y los modos de vida de una sociedad. Por lo
tanto, la única evidencia del pasado son los objetos, y el arqueólogo, tal cual si estos
fueran un texto encriptado pretende descifrar los mensajes que transportan. Analizar
los objetos de una sociedad nos dará algunas pautas para descubrir el sistema de
creencias, los conocimientos científicos, los valores estéticos, etc. con los cuales esta
sociedad veía e interpretaba el mundo, así como echar luz sobre algunos Mito | Revista Cultural
acontecimientos históricos.
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En consecuencia, del pasado solo quedan los objetos. Los restos materiales son
testigos y contenedores de cultura y transmiten mensajes o ideas que aporta
información valiosa para reconstruir la historia de una sociedad (Ballart y Juan, 2001).
Los objetos históricos son aquellos que resultan útiles para reconstruir la historia de
un lugar, pero también aquellos que son de utilidad para recordar sus momentos
destacados, aunque no sean útiles para la historia (Muñoz, 2003).

Tribunal de las Aguas en Valencia. En 2009 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
por la UNESCO.

Cuando una sociedad moderna comprende esto, se predispone a resguardar aquellos


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objetos que han dejado sus antepasados porque considera que la supervivencia de seguir funcionando como hasta ahora. Puede
estos es primordial para comprender su historia y forman parte de su identidad. Esto donar una pequeña cantidad de forma segura.
quiere decir que, determinados elementos culturales están asociados a una
determinada identidad, y que, determinada identidad se define y se reconoce a través
de determinados elementos culturales adquiriendo “un carácter sacralizado y,
aparentemente, esencial e inmutable” (Prats, 1998: 64). De esta manera,
determinados objetos y practicas se reconocen como bienes culturales, los cuales
concentran un alto valor para una sociedad, es decir, asumen valores simbólicos que
sintetizan el perfil de la cultura a la que pertenecen (Tugores y Planas, 2006).

Los bienes culturales pueden asumir diferentes y simultáneos tipos de valor, tanto
tangibles como intangibles. Los valores que sintetizan pueden estar relacionados con
su valor de uso, afín con la capacidad del patrimonio cultural de satisfacer alguna Mito | Revista
Cultural
necesidad determinada o con la capacidad de transmitir información. Así mismo, by revistamito.com
pueden ser reconocidos por su valor materia, siendo valorado por su función, su
forma o composición material. Otros bienes asumen un valor histórico, es decir, Leer revista
aportar conocimiento histórico. También pueden asumir un valor emotivo porque
ETIQUETAS
pueden contraer una carga sensible y movilizar sentimientos y emociones. Pero sobre
todo asumen valores simbólicos, porque representan, evocan y transmiten ideas.
AGENDA ARTE CINE EXPOSICIÓN
(Fontal, 2003).
FOTOGRAFÍA LIBROS MADRID MUJER
En conclusión, el patrimonio cultural es una categoría de clasificación de objetos
MÉXICO MÚSICA PINTURA POESÍA
socialmente construida, es decir que, la patrimonialidad no proviene de las
características intrínsecas de los objetos sino de las consideraciones e intereses que TEATRO VALENCIA
tengan los sujetos sobre estos (Tugores y Planas, 2006). La selección de esos bienes
culturales que formen parte del patrimonio cultural está condicionada por el valor y
reconocimiento que le otorgue la sociedad en un contexto determinado. Que un bien
obtenga ese reconocimiento implica que, a través de un proceso social, ese bien ha
sufrido una valoración simbólica y que se considera esencial su herencia, su
protección y su conservación. (Ariño, 2012). En otras palabras, “(…) patrimonio
cultural, entendido como todo aquello que socialmente se considera digno de
conservación independientemente de su interés utilitario” (Prats, 1998:63).

En esa “primera modernidad”, el patrimonio cultural funciona como punto de


referencia y diferenciación; y constituye una forma de autodefinición e identificación
dinámica. Para que una sociedad mantenga ese punto de referencia y esa constante
definición y diferenciación con otras sociedades, se aferra a sus elementos culturales
(tangibles y/o intangibles), los produce y los reproduce, pero sobre todo busca
preservarlos y heredarlos a lo largo del tiempo.

Esta constante intención de preservar los bienes culturales de una sociedad,


desarrolló una necesidad intrínseca de institucionalizar dichas intenciones de
protección. Durante el siglo XX se canalizan estos propósitos instaurando un sistema
que regula legislativamente todo lo relacionado a este ámbito, proliferan los museos,
los expertos en la materia y los ordenamientos legales. Podemos decir que el sistema
de protección patrimonial, tal como lo conocemos en la actualidad, resulta de la
institucionalización de las intenciones de preservación de los bienes culturales de una
sociedad, motivado históricamente por la delimitación y redefinición cultural
intrínseca frente a al nuevo contexto mundial.

Hasta el momento, queda claro que el concepto de patrimonio cultural, y que la


mayoría de los autores que intentan definirlo y trabajan con él, coinciden en que el
patrimonio cultural no tiene existencia social en sí mismo, sino que es una
construcción social que se materializa a través de una selección y concentración de
bienes culturales[3] (Prats, 1998; Tugores y Planas, 2006; Hernández I Martí, 2008;
Ariño, 2012; García Cuetos, 2012; Davallon, 2014).

Así mismo, debemos entender que la interpretación del patrimonio cultural es


dinámica, ya que depende de la construcción social, de la interpretación y de la
definición que hace una sociedad de él en un tiempo y un contexto determinado. Esto
queda evidenciado por las nuevas dimensiones que abarca el patrimonio cultural
como consecuencia directa de la globalización en la postmodernidad, haciendo que
este concepto trasmutase considerablemente.

La globalización, entendida por la mayoría de científicos sociales, como la


homogenización de los modos de vida y una progresiva unificación planetaria entra
en contraposición a una nueva interpretación que declara que la misma provocó
“(…) la producción de nuevas formas de heterogeneidad y pluralismo que resulta de
la emergencia de identidades transnacionales a través de procesos de etnogénesis o
radicalización de perfiles de identidad ya existentes (…)” (Segato, 1998: 2).
Esta interpretación de la globalización pone en tela de juicio la “aldea global” dando a
entender que las identidades locales resurgen con más fuerza. La definición de
patrimonio cultural busca ajustarse a los cambios sociales de los nuevos procesos
identitarios, así como, resolver las nuevas problemáticas culturales a nivel mundial.

Es por ello que, en la “segunda modernidad” (Ariño, 2012), observamos una gran
complejización del concepto de patrimonio cultural, radicalizándose los procesos
anteriores, produciéndose una patrimonialización de la cultura, “(…) es decir, la
expansión de esa sensibilidad particular respecto al pasado mediante una ampliación
prácticamente ilimitada del repertorio patrimonial y una proliferación y pluralización
de los sujetos que lo activan, llegando a convertirse en un movimiento cívico.”(Ariño,
2012).

Muchos autores coinciden en que la complejización del concepto de patrimonio


cultural radica en la ampliación de su significado o de su campo semántico
(Santamarina, et al, 2008; Ariño 2012; Hernández I Martí, 2008; Prats, 1998). Esto
quiere decir que, el concepto de patrimonio cultural amplía sus contenidos, y que,
prácticamente cualquier elemento cultural tiene el potencial o puede llegar a ser
reconocido como patrimonio. Lo que observamos aquí es casi una superposición de
significado entre patrimonio y cultura, en donde los límites entre ambos conceptos
comienzan a superponerse. A su vez el fenómeno de la patrimonialización comienza
a tener fuertes connotaciones identitarias y se integran en su gestión nuevos agentes
e instituciones.

Esta complejización la podemos observar en la proliferación de numerosas


instituciones que legislan el ámbito patrimonial en diferentes niveles. En los últimos
años han surgido numerosos organismos internacionales, nacionales, locales; tanto
públicos como privados; encargados de la delimitación, jurisdicción y gestión de
todas las facetas que abarca el patrimonio cultural.

Pero lo más notorio es la aparición de nuevas instituciones locales dedicadas a la


gestión, rehabilitación, conservación y puesta en valor del patrimonio, así como a la
recuperación de tradiciones y modos de vida, en las cuales se involucran nuevos
agentes políticos y económicos. También proliferan nuevas definiciones y categorías
de clasificación del patrimonio cultural, abarcando exponencialmente casi todas las
esferas de la vida cultural de una sociedad.

Zona arqueológica de Chan Chan, Perú. Este sitio fue declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO en
1986 | Véronique Debord-Lazaro

Si tenemos que sintetizar de algún modo cuales son los nuevos procesos que se
integran y que han llevado a la ampliación de la concepción del patrimonio cultural
en la posmodernidad, debemos decir que esta complejización y extensión de sus
contenidos se debe a que comienzan a redefinirse, configurarse, interrelacionarse y
superponerse varias de sus dimensiones, y también, que aparecen en escena nuevos
agentes activadores.

Con esto quiero decir que sus dimensiones fundamentales: identitaria, política y
económica están totalmente imbricadas. Su dimensión identitaria se refiere a que el
patrimonio puede nuclear una identidad y que a su vez esta se vea representada
simbólicamente en un elemento patrimonial. La dimensión política relacionada con el
poder, es la juega el papel activador y legitimador de una determinada identidad y de
los discursos sobre los elementos patrimoniales. Además los agentes políticos son
quienes normalizan, institucionalizan, racionalizan, median y eligen que elementos
culturales son consideramos patrimonio. Y en su dimensión económica, y bajo las
alas del capitalismo, el patrimonio cultural representa un recurso económico, tasable,
escaso y consumible. Esto queda totalmente representado a través del uso que da el
turismo del patrimonio cultural como recurso y producto mercantilizado
(Santamarina, et al, 2008).

En relación a la ampliación de los agentes activadores, encontraremos que no solo el


Estado es el principal activador del patrimonio cultural, sino que otros organismos,
asociaciones e instituciones comienzan a formar parte del juego activador. Desde lo
más global, como puede ser la UNESCO, hasta el sector empresario y comercial,
pasando por la sociedad civil representada por pequeños grupos locales (Hernández I
Martí, 2008).

Resumiendo, la capacidad simbólica del patrimonio hace que se contengan en él


fuertes connotaciones ideológicas, las cuales quedan encapsuladas, representadas y
utilizadas por la sociedad para contrarrestar esa pérdida de objetos y prácticas
culturales como consecuencia de la posmodernidad y todo lo que esta implica.

Por todo lo dicho, la definición más actualizada y acorde de patrimonio cultural, debe
ser deducida como “(…) una construcción social, entendida ésta como la selección
simbólica, subjetiva, procesual y reflexiva de elementos culturales (del pasado) que,
mediante mecanismos de mediación, conflicto, diálogo y negociación donde
participan diversos agentes sociales, son reciclados, adaptados, refuncionalizados,
redituados, revitalizados, reconstruidos o reinventados en un contexto de
modernidad. Tales elementos culturales se transforman en una representación
selectiva que se articula a través de un discurso sobre los valores patrimoniales, y que
se concreta o fija en forma de bien cultural valioso que expresa la identidad histórico-
cultural de una comunidad, sirve a la legitimación de las estructuras de poder y
permite la reproducción de los mecanismos de mercado.” (Hernández I Martí, 2008:
27).

Portada: Arte rupestre en la Patagonia, Ea. La María, Argentina © Diana Ramos

Para saber más:

ARIÑO VILLARROYA, A. (2012): “La patrimonialización de la cultura y sus paradojas postmodernas”,


en Antropología: horizontes patrimoniales. Valencia, Tirant Humanidades; pp. 209-227.

BALLART HERNÁNDEZ, J. y J. JUAN I TRESSERRAS, (2001), Gestión del patrimonio cultural.


Barcelona, Ed. Ariel, S.A.

BOLFY, C. (2001): “Patrimonio cultural nacional: el marco jurídico y conceptual”, DERECHO Y


CULTURA, 4: 79-107.

DAVALLON, J. (2014): “El juego de la patrimonialización”, en Construyendo el patrimonio cultural y


natural. Valencia, Ed. Germania, pp. 47: 76.

FONTAL, O. (2003), La educación patrimonial teoría y práctica en el aula, el museo e internet.


Gijón, Ediciones Trea.

GARCÍA CUETOS, Mº P. (2012), El patrimonio cultural. Conceptos básicos. Zaragoza, Prensas


Universitarias Zaragoza.

HERNÁNDEZ I MARTI, G.M. (2008): “Un zombi de la modernidad: el patrimonio cultural y sus
límites”, La Torre del Virrey. Revista de estudios culturales, 5: 27-38.

MUÑOZ, S. (2003), Teoría contemporánea de la Restauración. Madrid, Síntesis.

PRATS, LL. (1998): “El concepto de patrimonio cultural”, POLÍTICA Y SOCIEDAD, 27: 63-76, Madrid.

SANTAMARINA, ET AL, (2008): “El patrimonio etnológico e identidades en España”, Revista de


Antropología Experimental– Universidad de Jaén, 15: 207-223.

SEGATO, R. (1998): “Alteridades Históricas/Identidades Políticas: Una crítica a las certezas del
pluralismo global”, SERIE ANTROPOLOGÍA – Universidad de Brasilia, 234: 2-28.

TUGORES, F. y PLANAS, (2006), Introducción al patrimonio cultural. Gijón, Ediciones Trea.


[1] Según definición de patrimonio en la RAE.

[2] Entendiéndose identidad como una referencia común de valores presentes generados en la esfera de
una comunidad y valores pasados identificados en la autenticidad de un objeto (Tugores y Planas, 2006).

[3] Tanto materiales como inmateriales.

¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO?

RAMOS, DIANA: «Sobre el concepto de ‘patrimonio cultural’». Publicado el 29 de octubre de 2016 en


Mito | Revista Cultural, nº.38 – URL: http://revistamito.com/concepto-patrimonio-cultural/

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DIANA RAMOS

Antropóloga por la Universidad Nacional de La Plata y Gestora Cultural por


la Universidad de Valencia. Ha participado en numerosas campañas
arqueológicas y proyectos culturales. Amante de la arqueología, la etnografía
y los museos.

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