El yogur es el resultado de la fermentación de la leche gracias a la ayuda de unas
bacterias lácticas no patógenas. Donde el trabajo de estas bacterias es devorar la lactosa (azúcar) contenida en la leche y sintetizarla en forma de ácido láctico. Este ácido láctico es el que le da al yogur ese sabor característico ácido, y además provoca que la leche se cuaje. Se debe de utilizar leche en polvo porque es lo que hace que le dé más consistencia, que sea más espeso, pero va a depender del gusto de la persona que lo va a degustar. Pero entre más leche en polvo se agregue al preparado más firme y duro resultara el yogurt. El hecho de tener más horas fermentando el yogur sirve para que más microorganismos (bacterias) crezcan y transformen la lactosa, aunque las proteínas ya han cuajado. Cuando está muchas horas va apareciendo un residuo de agua que también es un subproducto de la fermentación. Si está demasiadas horas o demasiado caliente entonces el fermento muere por falta de alimento pues ya no le queda lactosa, o por ambiente inadecuado. El yogurt debe de permanecer tapado para mantener la temperatura ideal, ya que esto fomentara su fermentación para la incubación y así las bacterias acidas intervengan. Hacer yogur casero es muy sencillo y nos va a proporcionar un ahorro de energía, de recursos materiales y de dinero y por otra parte además podemos comérnoslo fresco y obtener todos sus beneficios que aporta para nuestra salud.
“INFORMACIÓN NUTRIMENTAL DEL YOGURT CASERO”
Es una buena fuente de: Calcio Magnesio Fósforo (Que son los minerales más importantes para nuestros huesos) Disminuye la proporción de colesterol que contiene la leche. “BENEFICIOS DEL YOGURT CASERO” Algunas personas intolerantes a la lactosa pueden llegar a comerse un yogur sin problemas, ya que este hace más digestiva la leche. En el interior de este producto, hay más de 100 millones de bacterias vivas con una enorme cantidad de vitaminas del grupo B preparadas para ayudarnos a combatir las infecciones. Ayuda a estabilizar la flora del intestino y los microorganismos del sistema digestivo, ya que sus bacterias convierten el azúcar de la leche (la lactosa) en ácido láctico, el cual imposibilita el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino provenientes de la descomposición de los alimentos. Facilita la asimilación de nutrientes, favorece la absorción de las grasas, combate las diarreas y el estreñimiento, disminuye el colesterol y reduce los efectos negativos de los antibióticos. Contiene minerales indispensables para mantener sanos nuestros huesos. “BACTERIAS QUE PARTICIPAN EN LA ELABORACIÓN DEL YOGURT CASERO”
Que son los responsables de la fermentación de la leche. Las bacterias comienzan
su trabajo en el momento que las añadimos a la leche. La actividad de las bacterias aumenta si la leche está a una temperatura templada de 45°C y siempre hemos de tener en cuenta que por encima de 50ºC se mueren. Cuánto más tiempo estén fermentando a una temperatura óptima, más lactosa devorarán, más ácido láctico producirán y más se reproducirán. El yogurt por lo regular se deja fermentar durante 12 horas a 45°C.