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Maltratador Cíclico
Maltratador Circunstancial
Sólo los dos primeros tipos representan lo que realmente constituye un Maltratador. El último tipo
representa a cualquier persona, entidad, grupo, asociación, etc. que en un momento dado
maltrata, pero que no tiene por qué tratarse realmente de un Maltratador.
Maltratador Sistemático
Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima en forma continua, sin
intervalos, y normalmente sin dar muestras de arrepentimiento, lo que implica un perfil psicológico
enfermo o patológico claramente clasificable como "grave". Su conducta responde principalmente
a sus propias características mentales, pero mucho menos a circunstancias socioambientales
situadas en el presente.
Maltratador Cíclico
Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima por ciclos, períodos o
temporadas, tras los cuales sí suele ser capaz de dar muestras de arrepentimiento, lo que
implica un perfil psicológico enfermo o patológico de menor gravedad (dado que da un margen
de racionalidad). Su conducta también responde principalmente a sus propias características
mentales, y en menor medida a circunstancias socioambientales situadas en el presente.
Maltratador Circunstancial
Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima sólo bajo una determinada
circunstancia, ámbito o contexto específico, tras el cual no sólo es capaz de dar muestras de
arrepentimiento, sino que además es capaz de abandonar definitivamente su conducta por
voluntad propia o por imperativo casual (desaparición de la circunstancia que lo ha favorecido).
Ello implica un perfil psicológico no necesariamente enfermo o patológico, y que sus acciones
responden principalmente a las circunstancias socioambientales presentes, y no tanto a sus
características mentales. De descubrirse éstas últimas, ya no se tratará de un Maltratador
Circunstancial, sino de un Maltratador Cíclico o Sistemático.
Tanto el Maltratador Sistemático como el Maltratador Cíclico actúan motivados por una
estructura psicológica que, a diferencia con la del Maltratador Circunstancial, les impulsa a
buscar, esperar y/o favorecer ellos mismos las circunstancias apropiadas para ejercer su
Maltrato.
Estos tienen una necesidad interna, subjetiva y/o personal de provocar sufrimiento, y son
conscientes de ello, pero -salvo durante las pausas del Maltratador Cíclico- ello no les importa
en absoluto, les da igual, y no suelen dar muestras de arrepentimiento a menos que lo consideren
conveniente para alcanzar sus fines o aquello que les motiva a ejercer el Maltrato.
La estructura mental de estos tipos de Maltratador les otorga una particular percepción de la
realidad que les obliga a actuar como si el fin siempre justificara los medios, a pesar de que
sepan que no siempre debe ser así. Actúan como si pensaran que la realidad es otra o, incluso,
como si pensaran que determinadas realidades directamente no existieran o carecieran de total
importancia. En definitiva, actúan como si las razones y los sentimientos de los demás no
importaran en absoluto.
Tal actitud en parte es una simulación, dado que saben y son perfectamente capaces de
comprender lo que hacen, pero, por otra parte, implica un defecto emocional muy grave que
les impide percibir adecuadamente el aspecto emocional de la vida, permaneciendo siempre en
un nivel muy elemental, superficial o primario. Pueden sentir placer y dolor, reir y llorar, pero, en
cuanto a sentimientos o emociones más profundas, ello será siempre pobre, frío y efímero (de
corta duración) y estará siempre referido a sí mismos, enfocado de manera egocéntrica y
egoísta.
La existencia del Maltratador Circunstancial puede explicarse (pero no justificarse) en que todo
ser humano tiene un límite frente a las múltiples presiones impuestas por su entorno personal,
independientemente de sus propias frustraciones o defectos personales.
Por ejemplo, es el caso de aquellos soldados o militares que, motivados por el contexto de una
guerra, por presiones de sus superiores o, incluso, por la ausencia de valores morales, en un
momento dado llegan a maltratar a prisioneros o a personas inocentes. Diferente es el caso de
los soldados o militares que maltratan de manera cíclica o sistemática amparándose en su
posición superior de poder.
De la misma manera que cualquier otra clase de persona, ningún Maltratador Psíquico lo es
todo el tiempo. Además, todo Maltratador tendrá el control de la situación, siempre y cuando
permita que las tensiones que provoca no sobrepasen el límite de lo tolerable por su Víctima.
Aún el Maltratador más violento y desagradable es capaz de tener comportamientos sanos y/o
normales, incluso, dentro de su relación con la Víctima, por lo que debe comprenderse que ello
es justamente de lo que se vale para confundir, no parecer tan indeseable y así retener a la
misma.
Maltratador Latente
Maltratador En Stand By
Maltratador Manifiesto
Es aquel que, en el momento presente o época actual, ejerce cualquier clase de Maltrato
Psíquico, o bien de forma Cíclica, o bien Sistemática, o lo ha ejercido hasta pocos días o
semanas atrás. Es un Maltratador "en activo".
Maltratador Latente
Maltratador En Stand By
Es aquel que, en el momento presente o época actual, no ejerce ninguna clase de Maltrato
Psíquico, pero sí presenta las características propias de un Maltratador y, especialmente, los
antecedentes de un comportamiento maltratador (en cuanto a conductas observables).
El Maltratador En Stand By es, por ejemplo, aquel que, durante la fase de ausencia y aparente
remisión total del Maltrato dentro de un Maltrato Cíclico, se comporta como si no fuera un
Maltratador o como si hubiera dejado de serlo para siempre.
Esta clase de Maltratador, además de alternar su Maltrato con la misma Víctima, puede,
dependiendo de cada caso, alternar entre diferentes Víctimas. Por ej. Cuando, tras ser
abandonado por su última Víctima, el Maltratador se ve obligado a aparcar o posponer el
Maltrato hasta hallar una nueva Víctima.
Los dos primeros tipos están diferenciados por una cuestión de grado. En ellos existe una mayor
o menor necesidad interna por ejercer el Maltrato o que les impulsa a ejercerlo de manera directa
o indirecta. Abarca desde personas neuróticas hasta verdaderos psicópatas, locos, etc.
Evidentemente, esta clasificación deja entrever que todo grado de enfermedad o trastorno
mental implica una consecuencia maltratadora, pero no dice nada acerca de la conciencia,
culpabilidad o responsabilidad de los hechos, lo cual sería un tema aparte.
El Maltratador Con Rasgos de Trastorno se trata de todo Maltratador cuyo perfil psicológico no
llega a cumplir las características mínimas de un trastorno mental, pero sí uno o más rasgos
psicopatológicos que implican o derivan en el Maltrato hacia otra persona. Este Maltratador es
una persona mentalmente sana, pero que padece algún tipo de problema psicológico (pasajero o
no). Por ejemplo, alguien al que simplemente la Víctima le ha caído mal, alguien que siente celos
o envidia de la Víctima, o simplemente alguien que es particularmente infeliz.
Maltratador Pasivo-Agresivo
Maltratador Sádico
A continuación se describen los tipos de enfermedad mental más habituales y que mejor
representan a los Maltratadores más graves y peligrosos.
Perfil Psicológico del Maltratador Perverso (en sentido amplio)
En un Maltratador Perverso (en Sentido Amplio) puede encontrarse de manera excluyente uno
de los tres siguientes tipos.
Se trata de un tipo de Maltratador Perverso que corresponde al perfil psicológico del trastorno
mental conocido como "Trastorno Antisocial de la Personalidad".
Denominamos Maltratador Psicópata a aquel cuyo perfil psicológico coincide con el del trastorno
mental conocido como Psicopatía.
El Maltratador Psicópata es el Maltratador Perverso más grave de los tres tipos mencionados,
así como el Maltratador más peligroso de todos y el más difícil de descubrir o identificar. Se
considera que el trastorno mental del Maltratador Psicópata es el único que no puede curarse:
Un Psicópata no podría cambiarse. Hasta el presente no existe ningún tipo de técnica, método,
fármaco o tratamiento psiquiátrico y/o psicológico posible para curar o hacer cambiar de manera
positiva a un psicópata. Sólo durante su adolescencia, por no estar la personalidad totalmente
formada, puede llegar a realizarse una psicoterapia con éxito. Ya en la adultez, es casi imposible.
El Maltratador Psicópata puede afirmarse que actualmente está condenado a serlo el resto de
su vida, o hasta que nuevos conocimientos terapéuticos demuestren lo contrario.
Por otra parte, debe acabarse con el mito de que todo psicópata es un psicópata asesino: En
realidad, todo psicópata es un Maltratador Psíquico, pero sólo en muy pocos casos un
psicópata llegará a convertirse en un asesino. A pesar de lo que muestra el cine y demás
medios de comunicación, muy pocos psicópatas llegan a matar. El porcentaje de psicópatas que
llegan a asesinar a sus Víctimas en realidad resulta drásticamente bajo en comparación con el de
psicópatas que jamás lo llegan a hacer. Estos resultan muchísimos más, pero no debe bajarse la
guardia por ello, sino que se debe tener la conciencia del gravísimo peligro psíquico y de todo
tipo que implica un psicópata, aunque no asesine.
Además, en caso de identificar a un psicópata, la Víctima o posible Víctima debe evitarle a toda
costa, ya que no existe manera de saber a qué lado de dicho porcentaje pertenecerá éste en
particular, y en última instancia el riesgo de sufrir graves consecuencias físicas y/o psíquicas es
máximo.
Por supuesto, cabe esperar que el psicópata no permita o se resista a que se le evite, pero la
única defensa posible ante un psicópata es huir de él cuanto antes.
En definitiva, la psicopatía se considera el peor y más grave de todos los trastornos mentales y,
lamentablemente, hoy día se considera también el trastorno mental más frecuente de todos.
En cuanto al otro mito popular de que los psicópatas son "muy inteligentes" -como sugiere el
famoso caso de "Anibal Lecter" en la película "El Silencio de los Corderos"-, puede
considerarse así a nivel de su conducta, pero no a nivel de sus procesos mentales. Todo
psicópata, sea cual sea su verdadera inteligencia, juega con las ventajas que confiere el poseer
una personalidad fría, despiadada, despojada de ansiedad y sentimientos, y con años de mucha
práctica. De esta manera, todo psicópata tiene el camino despejado para elucubrar sus planes
con absoluta calma y tranquilidad, hasta donde su experiencia y su estructura mental enferma le
permitan, obteniendo resultados que a las personas normales pueden resultar sorprendentes.
La aparente inteligencia del psicópata es poco más que la de cualquier profesional con talento y
dedicación.
¿Por qué alguien no querría o podría darse cuenta de sus propios defectos? ¿Por qué ello le
resultaría tan importante?
Justamente, su marcada necesidad de odiar o atacar guarda una estrecha proporción con la
magnitud de los defectos personales que tiene o cree tener. Cuanto mayor sea su defecto, mayor
la necesidad de no verlo y de que sea el otro quien lo tiene.
Por otra parte, así como no soporta lo malo en sí mismo, tampoco soporta lo bueno en los demás,
y por ello también su agresividad. No se puede decir que el perverso niegue la existencia de un
defecto o problema, pero necesita situarlo en cualquier parte menos en sí mismo, o de lo contrario
ello podría darle la para él catastrófica sensación de que no es tan perfecto como necesita a toda
costa creer.
Se trata de un tipo de Maltratador no clasificable como Perverso, pero que presenta el perfil de
un Trastorno Narcisista de la Personalidad tal como se describe a continuación. El Trastorno
Narcisista de la Personalidad, según el manual de clasificación de trastornos mentales de la
Asociación Americana de Psiquiatría (D.S.M.-IV), presenta al menos cinco de los siguientes
ítems:
A. Tiene una idea grandiosa de la propia importancia.
B. Tiene fantasías de éxito ilimitado y de poder.
C. Se considera especial y único.
D. Tiene una necesidad excesiva de ser admirado.
E. Piensa que se le debe todo.
F. Explota al otro en sus relaciones interpersonales.
G. Carece de empatía (entendida como la capacidad de ponerse en el lugar
de los demás y comprender sus sentimientos).
H. Tiene envidia a menudo de los demás.
I. Tiene actitudes y comportamientos arrogantes.
Volver a Maltratador Narcisista-Perverso
El Maltratador Narcisista puede no llegar a funcionar o actuar como lo hace un perverso, pero,
dadas las características personales mencionadas, resulta evidente que su comportamiento
siempre implicará para quien le acompañe un Maltrato Psíquico.
Por otro lado, siempre atribuyen sus propios defectos a los demás, para así evitar sentir lo malo o
lo imperfecto en sí mismos. Esto les lleva a poseer una visión de la vida altamente polarizada,
sin lugar a matices. Todo es blanco o es negro, todos son amigos o enemigos, buenos o
malos, tontos o inteligentes.
Es aquel que concuerda con las características del carácter conocido como "obsesivo" o
"neurótico obsesivo", o con la descripción del Trastorno Obsesivo-Compulsivo que hacen los
manuales de trastornos mentales.
Principalmente, el tipo de Maltratador con estas cualidades centra toda su vida y a quienes le
rodean (si es que éstos se lo permiten) alrededor de cuatro temas:
o El orden.
o La limpieza (o higiene).
o Sus propios pensamientos.
o La moralidad (las normas, las obligaciones, lo que está bien y lo que está mal,
etc.).
El Maltratador Obsesivo suele ser una persona muy poco flexible y difícil de tratar, con actitudes
muy autoritarias y un excesivo racionalismo que le impide comprender los sentimientos y
necesidades de los demás. Su manera de relacionarse con las personas suele ser muy pobre y
deficiente.
La otra parte de su agresividad surge ante la negativa de los demás a cumplir con las pautas de
orden, higiene y moral que intenta imponerle, lo cual ya constituye de por sí un claro factor
maltratador: El Maltratador Obsesivo obligará o intentará forzar a la Víctima a imitar su
extravagante estilo de vida, independientemente de la voluntad de ésta.
Su aparente sentido de lo racional y de la verdad suele resultar muy convincente, mostrando una
gran seguridad y firmeza en sus aseveraciones. Son personas que parecen saberlo todo, por lo
que cualquier Víctima se verá fácilmente abrumada y desorientada al comprobar siempre
rechazadas sus propias razones y necesidades.
Sin embargo, tal aparente omnisciencia no se trata más que de un momentáneo reflejo de un
obsesivo esfuerzo por ordenarlo todo y tenerlo todo en perfecto orden y control. En realidad se
trata de personas en permanente conflicto con sus propios pensamientos, plagadas de
dudas y marcadas contradicciones, y por ello muy inseguras: La aparente seguridad que
parecen mostrar en un momento dado, fácilmente se desmorona al entrar en contradicción con
sus propios sentimientos e ideas, y, especialmente, con los hechos de la realidad.
Se trata de personas que, de manera análoga a los de tipo perverso (aunque no son perversos),
aparentan una absoluta inocencia e incapacidad para cometer cualquier acto de tipo agresivo.
Sin embargo, como el nombre del trastorno lo sugiere, su agresividad se descubre a través de
una conducta pasiva que -al contrario de lo que pueda parecer- puede considerarse involuntaria
a nivel consciente, pero que en realidad obedece a una clara intencionalidad inconsciente
según se deduce de las circunstancias en que suceden los hechos, así como de un adecuado
análisis de las mismas.
Volver a Maltratador Narcisista-Perverso
Perfil Psicológico del Maltratador Sádico
Son personas cuyo Maltrato no se halla motivado por las razones de autoimportancia, miedos,
etc. de los tipos anteriores, sino más bien por el particular e intenso placer que les provoca el
hecho de hacer daño psíquico y/o físico a una o más personas.
Como su motivación primordial no es más que esa, suelen buscar a Víctimas Masoquistas que
les complementen de manera voluntaria, es decir, por consentimiento mutuo (las cuales hay que
decir que a su vez también suelen buscarles).