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Maltratador Sistemático

Maltratador Cíclico

Maltratador Circunstancial

Sólo los dos primeros tipos representan lo que realmente constituye un Maltratador. El último tipo
representa a cualquier persona, entidad, grupo, asociación, etc. que en un momento dado
maltrata, pero que no tiene por qué tratarse realmente de un Maltratador.
Maltratador Sistemático

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima en forma continua, sin
intervalos, y normalmente sin dar muestras de arrepentimiento, lo que implica un perfil psicológico
enfermo o patológico claramente clasificable como "grave". Su conducta responde principalmente
a sus propias características mentales, pero mucho menos a circunstancias socioambientales
situadas en el presente.
Maltratador Cíclico

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima por ciclos, períodos o
temporadas, tras los cuales sí suele ser capaz de dar muestras de arrepentimiento, lo que
implica un perfil psicológico enfermo o patológico de menor gravedad (dado que da un margen
de racionalidad). Su conducta también responde principalmente a sus propias características
mentales, y en menor medida a circunstancias socioambientales situadas en el presente.
Maltratador Circunstancial

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima sólo bajo una determinada
circunstancia, ámbito o contexto específico, tras el cual no sólo es capaz de dar muestras de
arrepentimiento, sino que además es capaz de abandonar definitivamente su conducta por
voluntad propia o por imperativo casual (desaparición de la circunstancia que lo ha favorecido).
Ello implica un perfil psicológico no necesariamente enfermo o patológico, y que sus acciones
responden principalmente a las circunstancias socioambientales presentes, y no tanto a sus
características mentales. De descubrirse éstas últimas, ya no se tratará de un Maltratador
Circunstancial, sino de un Maltratador Cíclico o Sistemático.
Tanto el Maltratador Sistemático como el Maltratador Cíclico actúan motivados por una
estructura psicológica que, a diferencia con la del Maltratador Circunstancial, les impulsa a
buscar, esperar y/o favorecer ellos mismos las circunstancias apropiadas para ejercer su
Maltrato.

Estos tienen una necesidad interna, subjetiva y/o personal de provocar sufrimiento, y son
conscientes de ello, pero -salvo durante las pausas del Maltratador Cíclico- ello no les importa
en absoluto, les da igual, y no suelen dar muestras de arrepentimiento a menos que lo consideren
conveniente para alcanzar sus fines o aquello que les motiva a ejercer el Maltrato.

La estructura mental de estos tipos de Maltratador les otorga una particular percepción de la
realidad que les obliga a actuar como si el fin siempre justificara los medios, a pesar de que
sepan que no siempre debe ser así. Actúan como si pensaran que la realidad es otra o, incluso,
como si pensaran que determinadas realidades directamente no existieran o carecieran de total
importancia. En definitiva, actúan como si las razones y los sentimientos de los demás no
importaran en absoluto.

Tal actitud en parte es una simulación, dado que saben y son perfectamente capaces de
comprender lo que hacen, pero, por otra parte, implica un defecto emocional muy grave que
les impide percibir adecuadamente el aspecto emocional de la vida, permaneciendo siempre en
un nivel muy elemental, superficial o primario. Pueden sentir placer y dolor, reir y llorar, pero, en
cuanto a sentimientos o emociones más profundas, ello será siempre pobre, frío y efímero (de
corta duración) y estará siempre referido a sí mismos, enfocado de manera egocéntrica y
egoísta.

Tanto el Maltratador Sistemático como el Maltratador Cíclico serían el equivalente a una


persona con las aptitudes intelectuales reducidas, pero a nivel de los sentimientos, es decir, una
persona con un reducida Inteligencia Emocional. Así como las personas con Síndrome de
Down suelen presentar una emotividad exacerbada que en contraste con sus carencias
intelectuales, estos tipos de Maltratador suelen presentar una inteligencia aparentemente
superior a la media, en contraste a sus graves carencias emocionales, en parte debido a que,
precisamente, una mayor frialdad emocional -lo que socialmente se conoce como "actuar en
frío"- siempre permite un mejor desempeño de la inteligencia (de lo "racional", no de lo
"razonable"), independientemente del verdadero C.I. En otras palabras, un Maltratador con un
C.I. mediocre siempre aparentará mayor inteligencia gracias a su frialdad y demás defectos
emocionales.
Por otra parte, el Maltratador Circunstancial siempre actúa motivado principalmente por el
contexto, es decir, por presiones de Terceros o por influencias socioculturales, sin que sea
necesariamente poseedor de una estructura mental enferma. No busca, espera y/o favorece la
circunstancia apropiada. Al finalizar la misma, puede suponerse que ya no necesitará una
Víctima (aunque debería determinarse claramente la verdadera causa de su Maltrato).

La existencia del Maltratador Circunstancial puede explicarse (pero no justificarse) en que todo
ser humano tiene un límite frente a las múltiples presiones impuestas por su entorno personal,
independientemente de sus propias frustraciones o defectos personales.

Por ejemplo, es el caso de aquellos soldados o militares que, motivados por el contexto de una
guerra, por presiones de sus superiores o, incluso, por la ausencia de valores morales, en un
momento dado llegan a maltratar a prisioneros o a personas inocentes. Diferente es el caso de
los soldados o militares que maltratan de manera cíclica o sistemática amparándose en su
posición superior de poder.

Adicionalmente, debe desmitificarse la idea de que un Maltratador es una persona


desagradable y que actúa en forma desagradable todo el tiempo y en todo contexto. Por el
contrario, un Maltratador suele ser una persona muy agradable y simpática de cara a las
personas ajenas a su relación con la Víctima.

De la misma manera que cualquier otra clase de persona, ningún Maltratador Psíquico lo es
todo el tiempo. Además, todo Maltratador tendrá el control de la situación, siempre y cuando
permita que las tensiones que provoca no sobrepasen el límite de lo tolerable por su Víctima.
Aún el Maltratador más violento y desagradable es capaz de tener comportamientos sanos y/o
normales, incluso, dentro de su relación con la Víctima, por lo que debe comprenderse que ello
es justamente de lo que se vale para confundir, no parecer tan indeseable y así retener a la
misma.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé


mirando cómo sufre el bueno de una película, y a
continuación destruir sin piedad
los sentimientos de su Víctima.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé frente a


su confesor religioso -y mostrarse seriamente
arrepentido- y, a continuación regresar a su trabajo o a
su casa y volver a maltratar a su Víctima habitual
o a otra nueva.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé ante el


fiscal que le acusa y, tras ser absuelto, volver a maltratar
sin piedad a la misma
o a otra Víctima.

Clasificación Según la Presencia o Ausencia


de Conductas Típicas de un Maltratador
/ Según la Presencia o Ausencia
de Maltrato Psíquico Directamente Observable
Maltratador Manifiesto

Maltratador Latente

Maltratador En Stand By

Maltratador Manifiesto

Es aquel que, en el momento presente o época actual, ejerce cualquier clase de Maltrato
Psíquico, o bien de forma Cíclica, o bien Sistemática, o lo ha ejercido hasta pocos días o
semanas atrás. Es un Maltratador "en activo".

Maltratador Latente

Es aquel que, en el momento presente o de su evaluación, demuestra características de la


personalidad típicas de un Maltratador, pero no se sabe si ya ha ejercido o ejercerá cualquier
clase de Maltrato Psíquico, es decir, no se sabe si existen antecedentes de un comportamiento
maltratador (en cuanto a conductas observables) ni si los habrá.

Maltratador En Stand By

Es aquel que, en el momento presente o época actual, no ejerce ninguna clase de Maltrato
Psíquico, pero sí presenta las características propias de un Maltratador y, especialmente, los
antecedentes de un comportamiento maltratador (en cuanto a conductas observables).

Maltratador En Stand By se diferencia de Maltratador Latente en que el éste último sólo


demuestra características de la personalidad típicas de un Maltratador, pero, el primero, además
de eso, se ha comportado en el pasado como tal (aunque no en el presente ni recientemente). Un
Maltratador Latente puede no haber ejercido nunca Maltrato, ni se sabe si lo ejercerá, mientras
que con el Maltratador En Stand By, se sabe con seguridad que ya lo ha ejercido, sólo que
últimamente no.

El Maltratador En Stand By es, por ejemplo, aquel que, durante la fase de ausencia y aparente
remisión total del Maltrato dentro de un Maltrato Cíclico, se comporta como si no fuera un
Maltratador o como si hubiera dejado de serlo para siempre.

Esta clase de Maltratador, además de alternar su Maltrato con la misma Víctima, puede,
dependiendo de cada caso, alternar entre diferentes Víctimas. Por ej. Cuando, tras ser
abandonado por su última Víctima, el Maltratador se ve obligado a aparcar o posponer el
Maltrato hasta hallar una nueva Víctima.

Clasificación Según la Presencia o Ausencia


de Enfermedad Mental En General
Tomando como criterio básico la presencia o ausencia de enfermedad mental, podemos clasificar
a los Maltratadores en tres tipos básicos:
Maltratador Con Trastorno Mental

Maltratador Con Rasgos de Trastorno

Maltratador Mentalmente Sano

Los dos primeros tipos están diferenciados por una cuestión de grado. En ellos existe una mayor
o menor necesidad interna por ejercer el Maltrato o que les impulsa a ejercerlo de manera directa
o indirecta. Abarca desde personas neuróticas hasta verdaderos psicópatas, locos, etc.

Evidentemente, esta clasificación deja entrever que todo grado de enfermedad o trastorno
mental implica una consecuencia maltratadora, pero no dice nada acerca de la conciencia,
culpabilidad o responsabilidad de los hechos, lo cual sería un tema aparte.

El Maltratador Mentalmente Sano es a lo sumo un Maltratador Circunstancial, es decir, un


Maltratador motivado únicamente por una circunstancia o casualidad y que, al desaparecer la
misma o -incluso- al volver a aparecer, no repite su Maltrato. No existe una cualidad personal que
favorezca el Maltrato, más que la simple falibilidad humana. Estrictamente, el Maltratador
Mentalmente Sano no es un Maltratador.

El Maltratador Con Rasgos de Trastorno se trata de todo Maltratador cuyo perfil psicológico no
llega a cumplir las características mínimas de un trastorno mental, pero sí uno o más rasgos
psicopatológicos que implican o derivan en el Maltrato hacia otra persona. Este Maltratador es
una persona mentalmente sana, pero que padece algún tipo de problema psicológico (pasajero o
no). Por ejemplo, alguien al que simplemente la Víctima le ha caído mal, alguien que siente celos
o envidia de la Víctima, o simplemente alguien que es particularmente infeliz.

Clasificación Según la Presencia o Ausencia


de Enfermedad Mental Específica
(Típicamente Propia del Maltratador)
En base a los trastornos mentales que con mayor frecuencia e intensidad implican Maltrato
Psíquico, aquí establecemos otra tipología básica de Maltratador:
Maltratador Perverso (en Sentido Amplio)
Maltratador Antisocial
Maltratador Psicópata

Maltratador Narcisista-Perverso o Perverso en Sentido Narcisista


Maltratador Narcisista
Maltratador Paranoide

Maltratador Obsesivo, Neurótico Obsesivo u Obsesivo-Compulsivo

Maltratador Pasivo-Agresivo

Maltratador Sádico

Maltratador Por Abuso de Substancias

A continuación se describen los tipos de enfermedad mental más habituales y que mejor
representan a los Maltratadores más graves y peligrosos.
Perfil Psicológico del Maltratador Perverso (en sentido amplio)

El término "perverso" es genéricamente utilizado en psiquiatría, psicología y psicoanálisis para


referirse a una de las tres estructuras posibles de la personalidad, siendo las dos restantes la
neurosis y la psicosis (conocida ésta como "locura"). La perversión y la psicosis se consideran
siempre patológicas. La neurosis, depende de cada caso.

Mientras que el neurótico percibe ciertos aspectos de la realidad en forma distorsionada y el


psicótico (o "loco") directamente no los percibe, el perverso hace como si dichos aspectos no
existiesen. Por lo tanto, un perverso no está loco sino que sabe perfectamente lo que hace, sólo
que le da igual: Sabe cuáles pueden ser las consecuencias de sus actos, pero actúa como si no
lo supiera o le importara. Sabe que está haciendo daño, pero actúa como si no lo estuviera
haciendo.

Mientras que el neurótico es capaz de sentirse culpable o de dar muestras de remordimiento o


arrepentimiento debido a que sabe lo que ha hecho, el psicótico y el perverso son incapaces de
ello, pero el primero por no saber lo que ha hecho y el segundo por hacer como si no lo supiera.

En un Maltratador Perverso (en Sentido Amplio) puede encontrarse de manera excluyente uno
de los tres siguientes tipos.

Perfil Psicológico del Maltratador Antisocial

Se trata de un tipo de Maltratador Perverso que corresponde al perfil psicológico del trastorno
mental conocido como "Trastorno Antisocial de la Personalidad".

Las características del Maltratador Antisocial según el manual de clasificación de trastornos


mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (D.S.M.-IV) son:
Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás
que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los
siguientes ítems:
- fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que
respecta al comportamiento legal, como lo indica el
perpetrar repetidamente actos que son motivo de
detención.
- deshonestidad, indicada por mentir repetidamente,
utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio
personal o por placer.
- impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

- irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas


repetidas o agresiones.

- Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los


demás.

- irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad


de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo
de obligaciones económicas.

- falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o


la justificación del haber dañado, maltratado o robado a
otros.
El sujeto tiene al menos 18 años.
Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15
años.
F. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso
de una esquizofrenia o un episodio maníaco.
Aunque este tipo de persona comparte un perfil muy próximo al del más popularmente conocido
como "psicópata", les diferencia un mayor nivel de gravedad de éste, así como un historial
delictivo no necesariamente presente en el mismo.
Perfil Psicológico del Maltratador Psicópata

Denominamos Maltratador Psicópata a aquel cuyo perfil psicológico coincide con el del trastorno
mental conocido como Psicopatía.

El Maltratador Psicópata es el Maltratador Perverso más grave de los tres tipos mencionados,
así como el Maltratador más peligroso de todos y el más difícil de descubrir o identificar. Se
considera que el trastorno mental del Maltratador Psicópata es el único que no puede curarse:
Un Psicópata no podría cambiarse. Hasta el presente no existe ningún tipo de técnica, método,
fármaco o tratamiento psiquiátrico y/o psicológico posible para curar o hacer cambiar de manera
positiva a un psicópata. Sólo durante su adolescencia, por no estar la personalidad totalmente
formada, puede llegar a realizarse una psicoterapia con éxito. Ya en la adultez, es casi imposible.
El Maltratador Psicópata puede afirmarse que actualmente está condenado a serlo el resto de
su vida, o hasta que nuevos conocimientos terapéuticos demuestren lo contrario.

Por otra parte, debe acabarse con el mito de que todo psicópata es un psicópata asesino: En
realidad, todo psicópata es un Maltratador Psíquico, pero sólo en muy pocos casos un
psicópata llegará a convertirse en un asesino. A pesar de lo que muestra el cine y demás
medios de comunicación, muy pocos psicópatas llegan a matar. El porcentaje de psicópatas que
llegan a asesinar a sus Víctimas en realidad resulta drásticamente bajo en comparación con el de
psicópatas que jamás lo llegan a hacer. Estos resultan muchísimos más, pero no debe bajarse la
guardia por ello, sino que se debe tener la conciencia del gravísimo peligro psíquico y de todo
tipo que implica un psicópata, aunque no asesine.

Además, en caso de identificar a un psicópata, la Víctima o posible Víctima debe evitarle a toda
costa, ya que no existe manera de saber a qué lado de dicho porcentaje pertenecerá éste en
particular, y en última instancia el riesgo de sufrir graves consecuencias físicas y/o psíquicas es
máximo.

Por supuesto, cabe esperar que el psicópata no permita o se resista a que se le evite, pero la
única defensa posible ante un psicópata es huir de él cuanto antes.

En definitiva, la psicopatía se considera el peor y más grave de todos los trastornos mentales y,
lamentablemente, hoy día se considera también el trastorno mental más frecuente de todos.

En cuanto al otro mito popular de que los psicópatas son "muy inteligentes" -como sugiere el
famoso caso de "Anibal Lecter" en la película "El Silencio de los Corderos"-, puede
considerarse así a nivel de su conducta, pero no a nivel de sus procesos mentales. Todo
psicópata, sea cual sea su verdadera inteligencia, juega con las ventajas que confiere el poseer
una personalidad fría, despiadada, despojada de ansiedad y sentimientos, y con años de mucha
práctica. De esta manera, todo psicópata tiene el camino despejado para elucubrar sus planes
con absoluta calma y tranquilidad, hasta donde su experiencia y su estructura mental enferma le
permitan, obteniendo resultados que a las personas normales pueden resultar sorprendentes.

La aparente inteligencia del psicópata es poco más que la de cualquier profesional con talento y
dedicación.

Por otra parte, si medimos la inteligencia como "Inteligencia Emocional", un psicópata es un


deficiente mental. Evidentemente, su comportamiento hacia los demás, e incluso hacia sí
mismo, puede fácilmente apreciarse como muy poco inteligente.

Perfil Psicológico del Maltratador Narcisista-Perverso o Perverso (en sentido narcisista)

Se trata de un tipo de Maltratador Perverso relativamente menos grave que el Maltratador


Psicópata, pero que comparte muchas características de estos y que por ello debe considerarse
altamente peligroso. Aunque todavía no se ha clasificado como trastorno en los manuales de
clasificación internacionales, se trata de sujetos ampliamente conocidos y estudiados, con la
particularidad de poseer una estructura de personalidad narcisista que ha derivado en perversa,
lo que da denominación a este tipo de Maltratador como "Narcisista-Perverso".
Ver Estructura de la Personalidad Narcisista
En términos generales, el Maltratador Narcisista-Perverso es una persona que necesita atacar
u odiar a otra persona con la finalidad de no darse cuenta de sus propios defectos o problemas
internos.

¿Por qué alguien no querría o podría darse cuenta de sus propios defectos? ¿Por qué ello le
resultaría tan importante?

Justamente, su marcada necesidad de odiar o atacar guarda una estrecha proporción con la
magnitud de los defectos personales que tiene o cree tener. Cuanto mayor sea su defecto, mayor
la necesidad de no verlo y de que sea el otro quien lo tiene.

Por otra parte, así como no soporta lo malo en sí mismo, tampoco soporta lo bueno en los demás,
y por ello también su agresividad. No se puede decir que el perverso niegue la existencia de un
defecto o problema, pero necesita situarlo en cualquier parte menos en sí mismo, o de lo contrario
ello podría darle la para él catastrófica sensación de que no es tan perfecto como necesita a toda
costa creer.

Consecuentemente, el Maltratador Narcisista-Perverso necesita evitar toda responsabilidad


de sus acciones, para asegurarse que sus posibles consecuencias negativas no repercutan
sobre él. Para ello, por ejemplo, es habitual que intente culpabilizar en la medida de lo posible a la
Víctima de la manera más exclusiva posible, en relación a cualquier tema que se trate e que
implique la más mínima responsabilidad del primero.

Adicionalmente, suele compartir el perfil del Trastorno Paranoide de la Personalidad.


Ver Trastorno Paranoide de la Personalidad
Perfil Psicológico del Maltratador Narcisista

Se trata de un tipo de Maltratador no clasificable como Perverso, pero que presenta el perfil de
un Trastorno Narcisista de la Personalidad tal como se describe a continuación. El Trastorno
Narcisista de la Personalidad, según el manual de clasificación de trastornos mentales de la
Asociación Americana de Psiquiatría (D.S.M.-IV), presenta al menos cinco de los siguientes
ítems:
A. Tiene una idea grandiosa de la propia importancia.
B. Tiene fantasías de éxito ilimitado y de poder.
C. Se considera especial y único.
D. Tiene una necesidad excesiva de ser admirado.
E. Piensa que se le debe todo.
F. Explota al otro en sus relaciones interpersonales.
G. Carece de empatía (entendida como la capacidad de ponerse en el lugar
de los demás y comprender sus sentimientos).
H. Tiene envidia a menudo de los demás.
I. Tiene actitudes y comportamientos arrogantes.
Volver a Maltratador Narcisista-Perverso
El Maltratador Narcisista puede no llegar a funcionar o actuar como lo hace un perverso, pero,
dadas las características personales mencionadas, resulta evidente que su comportamiento
siempre implicará para quien le acompañe un Maltrato Psíquico.

Perfil Psicológico del Maltratador Paranoide

Se trata de un tipo de Maltratador que comparte el perfil o muchas características de un


Trastorno Paranoide de la Personalidad.
El Maltratador Paranoide es aquella persona que se destaca principalmente por poseer un
exagerado sentido de la suspicacia, desconfiando de las verdaderas intenciones de las
personas, sospechando acerca de todo (suelen ser muy celosos), despreciando a las personas,
interpretando acontecimientos neutros como si fueran adversos o potencialmente peligrosos,
sintiéndose rechazado con gran facilidad, todo ello enmarcado dentro de una personalidad rígida,
agresiva y con aires de superioridad.

Para el Maltratador Paranoide, todo -su Víctima y el mundo- es susceptible de duda y de


sospecha, todo es potencialmente maligno, negativo o dañino, todo se debe a intenciones
malévolas, ocultas y retorcidas, y a quien no comparta su particular visión del mundo le
considerará su enemigo o –como mínimo- un "ingenuo" o "ignorante".

Curiosamemente, un rasgo que delata a este tipo de Maltratador es su constante verbalización


de palabras como "confianza", "traición", "complots", "envidia", "ingenuidad", etc., así como
de las temáticas relacionadas con las mismas.

Por otro lado, siempre atribuyen sus propios defectos a los demás, para así evitar sentir lo malo o
lo imperfecto en sí mismos. Esto les lleva a poseer una visión de la vida altamente polarizada,
sin lugar a matices. Todo es blanco o es negro, todos son amigos o enemigos, buenos o
malos, tontos o inteligentes.

A su vez, una persona así, indefectiblemente, se autocondena a padecer un constante e intenso


miedo (que nunca reconoce) y, en consecuencia, a atacar para defenderse de los supuestos
ataques de los demás e, incluso, para anticiparse a los mismos. Adicionalmente, ello también
lleva a este tipo de personas a situarse como Víctimas, por y para considerar al otro como
"malvado", como poseedor de todo lo malo, y así no sentirse mal o culpables.
Volver a Maltratador Narcisista-Perverso
Maltratador Obsesivo, Neurótico Obsesivo u Obsesivo-Compulsivo

Es aquel que concuerda con las características del carácter conocido como "obsesivo" o
"neurótico obsesivo", o con la descripción del Trastorno Obsesivo-Compulsivo que hacen los
manuales de trastornos mentales.

Principalmente, el tipo de Maltratador con estas cualidades centra toda su vida y a quienes le
rodean (si es que éstos se lo permiten) alrededor de cuatro temas:

o El orden.
o La limpieza (o higiene).
o Sus propios pensamientos.
o La moralidad (las normas, las obligaciones, lo que está bien y lo que está mal,
etc.).

Suele tratarse de personas excesivamente pulcras, limpias, ordenadas, cerebrales y preocupadas


por todo tipo de cuestiones morales. Su comportamiento a menudo pasa desapercibido o, incluso,
llega a ser admirado y recompensado en ciertos ámbitos -como el laboral o el militar-, donde
algunas de sus ventajas se requieren, pero en muchos otros ámbitos tales conductas resultan
completamente inútiles, ineficaces, inapropiadas, contraproducentes y nada adaptativas.

El Maltratador Obsesivo suele ser una persona muy poco flexible y difícil de tratar, con actitudes
muy autoritarias y un excesivo racionalismo que le impide comprender los sentimientos y
necesidades de los demás. Su manera de relacionarse con las personas suele ser muy pobre y
deficiente.

Una parte de su agresividad es debida a una acumulación de frustaciones originada en la rígida


moralidad que se autoimpone y en la omisión de sus propios sentimientos y necesidades,
que acaba estallando en repentinos estallidos de violencia física y/o verbal.

La otra parte de su agresividad surge ante la negativa de los demás a cumplir con las pautas de
orden, higiene y moral que intenta imponerle, lo cual ya constituye de por sí un claro factor
maltratador: El Maltratador Obsesivo obligará o intentará forzar a la Víctima a imitar su
extravagante estilo de vida, independientemente de la voluntad de ésta.

Su aparente sentido de lo racional y de la verdad suele resultar muy convincente, mostrando una
gran seguridad y firmeza en sus aseveraciones. Son personas que parecen saberlo todo, por lo
que cualquier Víctima se verá fácilmente abrumada y desorientada al comprobar siempre
rechazadas sus propias razones y necesidades.

Sin embargo, tal aparente omnisciencia no se trata más que de un momentáneo reflejo de un
obsesivo esfuerzo por ordenarlo todo y tenerlo todo en perfecto orden y control. En realidad se
trata de personas en permanente conflicto con sus propios pensamientos, plagadas de
dudas y marcadas contradicciones, y por ello muy inseguras: La aparente seguridad que
parecen mostrar en un momento dado, fácilmente se desmorona al entrar en contradicción con
sus propios sentimientos e ideas, y, especialmente, con los hechos de la realidad.

Perfil Psicológico del Maltratador Pasivo-Agresivo

Se trata de un tipo de Maltratador que comparte el perfil –o muchas características- de un


Trastorno Pasivo-Agresivo de la Personalidad.

Se trata de personas que, de manera análoga a los de tipo perverso (aunque no son perversos),
aparentan una absoluta inocencia e incapacidad para cometer cualquier acto de tipo agresivo.

Sin embargo, como el nombre del trastorno lo sugiere, su agresividad se descubre a través de
una conducta pasiva que -al contrario de lo que pueda parecer- puede considerarse involuntaria
a nivel consciente, pero que en realidad obedece a una clara intencionalidad inconsciente
según se deduce de las circunstancias en que suceden los hechos, así como de un adecuado
análisis de las mismas.
Volver a Maltratador Narcisista-Perverso
Perfil Psicológico del Maltratador Sádico

Son personas cuyo Maltrato no se halla motivado por las razones de autoimportancia, miedos,
etc. de los tipos anteriores, sino más bien por el particular e intenso placer que les provoca el
hecho de hacer daño psíquico y/o físico a una o más personas.

Como su motivación primordial no es más que esa, suelen buscar a Víctimas Masoquistas que
les complementen de manera voluntaria, es decir, por consentimiento mutuo (las cuales hay que
decir que a su vez también suelen buscarles).

Perfil Psicológico del Maltratador Por Abuso de Substancias

Se trata de Maltratadores Cíclicos motivados básicamente por su dependencia al consumo de


sustancias adictivas. El Maltrato suele suceder durante el síndrome de abstinencia, es decir,
cuando la necesidad de volver a consumir aparece, pero también en momentos anteriores y
posteriores, ya que toda la estructura de la personalidad del drogodependiente se halla afectada o
alterada.

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