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Email: chocherita7@gmail.com
Introduccion:
En el presente ensayo se busca platear – o mejor dicho – ubicar el papel, rol y deber que tiene un
cristiano en la política actual y puesto que el cristiano como persona se desarrolla en un ámbito
social (sociedad), que tiene leyes para el bien común (política) en la que el participa (democracia).
Desarrollo:
1. ¿Qué es un cristiano?
El hombre ha sido creado por Dios como unidad de alma y cuerpo – “corpore et anima unus”- , por lo cual
la persona – incluido el cuerpo – esta confiada enteramente a si misma, y es en la unidad de alma y cuerpo
en cuanto a doctrina social de la iglesia, esto nos indica la unidad indisoluble de cada persona, por lo cual
el crsitiano entra en esta definición, siendo su fe la creencia en Cristo Jesus y todo lo que esto implica, por
lo cual no podemos separar e la persona en un ámbito racional o incluso corporal en cuanto se relaciona en
una sociedad, sino que debe actuar como unidad, y como toda persona, pero con la firme convicción de sus
2. La política:
Toda sociedad necesita mantener un orden, para esto se requiere un sistema de gobierno que busque el bien
común, como no todas las personas pueden gobernar – pero si buscan el bien común – se necesitan lideres
que guien a la sociedad en y por el bien de todos los que participan de ella.
a) En el contexto del compromiso político del fiel laico, requiere un cuidado particular, la preparación
para el ejercicio del poder, que los creyentes deben asumir, especialmente cuando sus
conciudadanos confían este encargo, según las reglas democráticas; esto es: que los cristianos tienen
participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernantes, o bien la de
sustituirlos oportunamente de manera pacifica, y rechazan los grupos ocultos de poder que buscan
debe asumir el carácter de servicio, se ha de desarrollar siempre en el ámbito de la ley moral para
lograr el bien ccomun, quien ejerce la autoridad política debe hacer converger las energías de todos
los ciudadanos hacia este objetivo, no de forma autoritaria, sino valiéndose de la fuerza moral
b) El fiel laico esta llamado a identificar, en las situaciones políticas concretas, las acciones realmente
posibles para poner en practica los principios y valores morales propios de la vida social. Ello exige
instrumentos adecuados; la reflexión sistematica sobre la realidad, a la luz del mensaje inmutable
embargo, no se les debe atribuir nunca un valor absoluto, porque ningún problema puede ser resuelto
de modo definitivo, a esto se añade: la fe nunca ha pretendido encerrar los contenidos socio-politicos
en un esquema rigido, consciente de que la dimesion histórica en la que el hombre vive, impone
del sistema democatico, que hoy muchos consideran en una perspectiva agnóstica y relativista, que
lleva a ver la verdad como un producto determinado por la mayoría y condicionado por los
científica o las opciones económicas que repercuten en la vida de los mas pobres o en realidades
que remiten las exigencias morales fundamentales e irrenunciables, como el carácter sagrado de la
vida, la indisolubilidad del matrimonio, la promoción de la familia fundada sobre un hombre y una
mujer.
En esta situación resultan útiles algunos criterios fundamentales: la distinción y a la vez la conexión entre
el orden legal y el orden moral; la fidelidad a la propia identidad y, al mismo tiempo, la disponibilidad al
dialogo con todos; la necesidad de que el juicio y el compromiso social del cristiano hagan referencia a la
triple e inseparable fidelidad a los valores naturales, respetando la legitima autonomía de las realidades
temporales, a los valores morales, promoviendo la conciencia de la intrínseca dimensión ética de los
problemas sociales y políticos, y a los valores sobrenaturales, realizando su misión con el espíritu del
Evangelio de Jesucristo.
Conclusión:
La persona humana es una unidad de alma y cuerpo, al gozar de su libertad religiosa, la creencia
que cada uno adopte se adhiere al modo de vida, que implica una participación en el sitema político
– democracia – y por lo tanto con el compromiso y según lo que esta creencia implique – derechos
y deberes dentro de la iglesia – la persona tiene una plena y activa participación, buscando el bien
común sin que afecte los valores naturales de cada sociedad-estado que además van a la par con
los valores morales del cristiano y que en eso las leyes no pueden modificar el ser del estado, eso
seria no querer ver, asumir y participar en la realidad política, social y humana que conforma
nuestro mundo.
Bibliografía:
Congregación para la doctrina de la fe, nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al