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LITERATURA Y LINGÜÍSTICA
LA PROCRASTINACION
Las personas suelen quejarse que no les alcanza el tiempo, inclusive llegan a decir
“si el día tuviera más horas terminaría con todo”, pero no se hacen la pregunta ¿Por
qué dejamos las cosas para última hora?
Dejar todo para última hora no es solo una cualidad de los jóvenes, sino una
característica de la sociedad, por ser bombardeados con distracciones todo el
tiempo y es por ello que aplazan asuntos pendientes siendo esto normal para ellos.
No hay persona que en algún momento de su vida no haya dejado las cosas para
hacerlas después, o que sistemáticamente empiece a postergarlas por otras más
entretenidas y menos relevantes
Todos tenemos veinticuatro horas para realizar las actividades que generara un
beneficio personal, pero si decidimos subestimar este tiempo realizando funciones
que nos reduce las horas no esperemos al final del día haber hecho algo productivo.
La persona que deja las cosas para realizarlas a última hora se le llama
“PROCRASTINADOR”, este no carece de autoconfianza, es más, la sensación de
autocontrol y seguridad lo convence de que necesitara unos pocos días, horas o
minutos para cumplir las tareas que se le encomiende.
Llegado el día y momento de realizar dicha tarea en las pocas horas que le queda,
esta se pone realmente difícil, porque ya sea que falte materiales, más información
y lo más importante “TIEMPO”, es tiempo que desperdicio realizando otras
actividades que no ayudaban con su tarea, ese tiempo que ahora desea con tantas
ansias que vuelva, ya no lo recuperara y su tarea no la cumplirá o si logra acabarla,
esta será incompleta e inservible.
Es por ello, para que logremos culminar nuestras tareas y realizar otras actividades
es necesario organizarnos, esto con un horario estableciendo horas que abarcaran
lo más importante y lo que sobre para actividades de relajación.