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Jueces 2:6-3:6

De infidelidad a la ignorancia

En esta mañana damos seguimiento a nuestra serie en el libro


de jueces, donde estamos hablando de la fidelidad al Señor, en
contraste con la tendencia que existe en cada uno de nosotros
a la infidelidad. Este libro fue escrito para que veamos cómo
podemos ser infieles a Él, quien siempre es fiel a Su pueblo, y
poder aprender cómo podemos con los recursos de la gracia
andar de una manera que le agrada, que es fiel en lo que nos
pide.
Hoy en el calendario que seguimos es el día de los padres,
todos sabemos, espero que sí, que es una fecha comercial más
que cualquier otra cosa. Pero damos gracias a Dios por la
paternidad, que procede de Dios, Dios es nuestro Padre
celestial, y nosotros solo podemos ser buenos padres, cuando
aprendemos con Dios lo que es ser padre, y cuál es la función
y deber de padre.
Nuestro texto en esta mañana toca de una manera especial a
la paternidad, o a la familia como un todo. Por eso quisiera
empezar con algunas preguntas:
¿Qué es lo que estás enseñado a tus hijos y que esperas que
nunca lo olviden? Si pudieras mirar hacia unos 20 o 30 años
para adelante, ¿qué es lo que les estás enseñado a tus hijos
que esperas que todavía estén involucrados en hacerlo por el
resto de sus vidas?
Para algunos las respuestas podrían ser:
- Amables y respetuosos
- Trabajadores y honestos
- Humildes y educados
- Ayuden a los que tengan necesidad
¿Cómo debería responder un creyente? ¿Qué debería esperar
un creyente que sus hijos siguieran haciendo más que cualquier
otra cosa todos los días de sus vidas?
Lo que más debería anhelar un creyente para sus hijos, más
que cualquiera otra cosa, es que ellos conozcan y amen a Jesús
por sobre todo lo demás. Que nunca se olviden de Su glorioso
evangelio y de cómo el evangelio afecta cada área de sus vidas.
Una lección clara en este pasaje que podemos aprender es que
muchas cosas pueden cambiar de una generación a otra. Esta
es una verdad que vamos a aprender esta mañana. Una
generación puede servir a Dios, amarlo por todo lo que Él es y
por Sus obras, pero la próxima generación puede abandonarlo
y hacer lo malo ante Sus ojos y adorar a los ídolos, ignorando
a su Creador en todo su camino.
El sermón anterior miramos Jueces 1:1-2:5, y aprendimos que
uno puede pasar de la obediencia, a la obediencia parcial
llegando a una total desobediencia. A menudo puede ser solo
cosas sutiles que no creemos que sean tan importantes; pero
los pequeños compromisos (descuidos) siempre conducen a
problemas mucho más grandes.
Espero que haya servido de alerta para nosotros, pues el
caminar con Dios es marcado por una vida de compromiso,
donde se espera fidelidad.
Como dije antes a los hermanos Jueces tiene dos
introducciones, y dos conclusiones, aquí vendría a ser la
segunda introducción, la primera es del cap. 1:1 al 2:5 y la
segunda es el texto que hemos leído de 2:6 a 3:6. Así como en
la primera comienza con la muerte de Josué, la segunda
también mencionará la muerte de Josué siervo de Dios, pero
ahora el texto enfocará a la segunda generación, es decir la
generación que nace en Canaán, mostrando que la actitud de
ellos se repetirá como un ciclo en la vida del pueblo de Dios.
En esta segunda sección que introduce el libro vamos a ver una
generación fiel, una generación infiel, un Dios fiel, y el juicio de
Dios para corregir la infidelidad de Su pueblo.

1- Una generación fiel – 6-9


El autor hace el vínculo histórico entre lo que pasó en los días
de Josué con lo que sucedió en sus días. (Jos. 24:28-31)
“Entonces Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad. Y
sucedió que después de estas cosas Josué, hijo de Nun, siervo
del SEÑOR, murió a la edad de ciento diez años. Y lo sepultaron
en la tierra de su heredad, en Timnat-sera, que está en la
región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. Y sirvió
Israel al SEÑOR todos los días de Josué y todos los días de los
ancianos que sobrevivieron a Josué y que habían conocido
todas las obras que el SEÑOR había hecho por Israel.”
O sea, comienza narrando a una generación que fue fiel al
Señor (la expresión que contrastará la fidelidad con la
infidelidad es: Israel sirvió al Señor (2:7) x abandonaron al
Señor (2:12). Esta fue una generación que anduvo en los
caminos del Señor como Josué y los ancianos que los guiaban
hicieron.
El relato bíblico nos dice que la fidelidad del pueblo era movida
por una relación cercana y personal (conocer) que ellos
tenían con Jehová. Ellos habían sido testigos de la gran obra
que El Señor había hecho por ellos.
Esta generación había escuchado y aprendido que Dios había
sacado a sus padres de la esclavitud de Egipto con manos
fuerte y brazo poderoso, que Dios les había prometido una
tierra como herencia, habían escuchado y aprendido que Dios
se había manifestado en medio de sus padres, dándoles una
ley, y que Dios había habitado en medio de ellos en Su
tabernáculo. Pero también había escuchado y aprendido que
sus padres no estaban con ellos, o no habían entrado con ellos
en la tierra porque fueron desobedientes e incrédulos para con
las palabras del Señor.
Pero ellos, la generación que entra en la tierra bajo el liderazgo
de Josué habían visto Dios hacer lo imposible delante de sus
ojos. Habían visto Dios abrir las aguas del rio Jordán. Habían
visto las paredes de Jericó caer al piso. Habían visto enormes
piedras de granizo volar desde el cielo en la batalla. Habían
visto Dios enviar avispas expulsando a sus enemigos. Habían
observado una ciudad tras otra, pueblo tras pueblo, reyes tras
reyes cayendo ante el poder de Su Dios. Durante
aproximadamente 40 años, Josué dirigió a Israel como su
general. Era fuerte y valiente (Jos. 1:7), cuidadoso de hacer
todo lo que Dios había ordenado, y los hombres que le servían
eran igualmente fieles. Aunque sus padres habían demostrado
ser infieles y habían muerto en el desierto, estos niños
aprendieron a ser una generación fiel.
Cuando murió Josué, registrado aquí por tercera vez, es
enterrado en la ciudad que le fue asignada debido a su
fidelidad. (el único de los líderes que entró y fue enterrado allí).
Aplic.: No le faltó al pueblo de Dios, razones para confiar, para
obedecer y serle fiel a Dios. La mano de Dios estuvo con ellos,
sobre ellos, en el pasado, en el presente y estaría en el futuro.
Lo único que le puede ofrecer a Dios su pueblo frente a Su
gracia, misericordia y cuidado es un corazón dedicado y
obediente. Servir al Señor todos los días de nuestras vidas y
guiar a la generación siguiente a hacer lo mismo, porque esta
es Su voluntad, para Su pueblo.
Murieron (pasamos) – otra generación (advertencia) 2 o 3ª
generación de fieles a desconocimiento
¿Creen que esto nos podría pasar a nosotros? ¿Lo que le paso
a ellos podría pasarnos a nosotros? Tan poco tiempo…
¿Cuánto nos importa el conocimiento de Dios?
2- Una generación infiel – 10-15
A partir del v. 10 encontramos una narración triste que revela
el comportamiento del pueblo de Dios que se repite a lo largo
de la historia. Aquí el autor introduce el ciclo de jueces, algo
que revela la pecaminosidad, la infidelidad, y la tendencia de
nuestros corazones. Es una alerta, una advertencia, para
cuidarnos a nosotros mismos, pero también a cuidar a la
generación que nos sigue a nosotros, es decir nuestros hijos, o
los más jóvenes.
El v. 10 es clave para entender el texto y todo el libro de jueces,
bien como para entender como caemos en el ciclo de jueces.
Después de la muerte de… se levantó otra generación. Es
interesante que no dice se levantó otro pueblo, ellos
continuaban a ser el pueblo escogido de Dios, el pueblo que
estaba bajo el pacto de Dios, y por eso Dios en Su gracia
levantará jueces y enviará juicio para corregirlos.
Pero el texto dice que esta generación no conocía: ¿A quién y
a qué? Al Señor y la obra que Él había hecho por Israel.
Tenemos que entender que el verbo conocer aquí, que es yada
en hebreo (‫ ידע‬yada`) tiene varios significados (saber algo, saber
cómo, percibir, reconocer, admitir, confesar, tener una relación
intima o personal), por eso es importante aclarar que lo que le
falto a esta generación no fue información sobre Dios, o sobre
las obras de Dios, sino que lo que le faltó es una relación
personal, cercana, de confianza y sumisión a Dios.
Cuando el pueblo de Dios no anda en sus caminos y no es
obediente a Su palabra no tardará a hacer lo malo ante sus
ojos y caer en idolatría. (no por falta de información)
Lo que le sucede a esta generación nos hace pensar primero
que había una responsabilidad de la generación anterior para
con esta, es decir, en Deut. 6:1-12, 20-25, Dios había
ordenado al pueblo que siempre les enseñara a sus hijos, a los
más jóvenes, a respecto de Su persona y de Sus obras.
Pero era más que transmisión de conocimiento, sino más bien
que la vida de los padres fuera un estímulo para ellos.
Antes de instruirlos en lo que debían hacer en la tierra que Dios
les daría, Dios les dijo que es lo que debían hacer en sus
hogares.
Aplic… - Enseñe a tus hijos a no valorar a Dios y a las cosas de
Dios y mañana amargaras en verlos haciendo peor de lo que
hiciste.
No lo traiga a la iglesia, enséñele que venir a la casa de Dios
puede ser sustituido por estar en casa. Estoy desanimado, no
me siento bien, tengo dolor de cabeza, me duele el dedo
meñique, etc… Pongas excusas y ellos aprenderán muy fácil.
Siempre tendrás buenas excusas… para no tener que lidiar con
nuestra infidelidad.
Mis hijos a veces piensan equivocadamente que ellos tienen
que hacer las cosas que decimos que tienen que hacer porque
son hijos de pastor, de misioneros. A veces algunas personas
en la iglesia piensan que ellos tienen que hacer porque son
hijos, ellos tienen que hacer lo que Dios quiere, porque Dios ha
determinado. Lo ordena.

Los padres fueron responsables de garantizar que la Ley de


Dios se mantuviera durante al menos tres generaciones: la
suya, la de sus hijos y la de sus nietos. Y la Ley fue diseñada
para hacer más que solo proteger al pueblo de Dios de los
males de la idolatría; también fue diseñado para que crezcan,
tengan grandes familias y disfruten de la tierra mientras adoran
a Dios como Él había ordenado. Esta no era responsabilidad de
la niñera, de la maestra del club feliz o escuela dominical, del
pastor sino de los padres.
La falta de padres piadosos, no la falta de un pastor / líder
piadoso, es lo que llevó Israel a la idolatría.

Pero hay también una responsabilidad que pesa sobre cada


generación en obedecer a Dios. Con todo no escucharon, se
prostituyeron, se postraron, se apartaron pronto del camino en
que sus padres habían andado en obediencia a los
mandamientos del SEÑOR; no hicieron como sus padres.
(Jdg 2:17 LBA)
¿Por qué no anduvieron en los caminos de sus padres?
Porque quisieron hacer las cosas como bien les parecía a sus
ojos. (baal y Astarot dioses de la imaginación humana,
permisivos y que estimulaban las pasiones humanas)
El abandono a Dios era consecuencia de lo que vimos en el cap.
1, la obediencia parcial, la convivencia con los incrédulos, el
deseo de hacer las cosas que ellos hacían y como ellos hacían.
Está bien toda esta historia de Dios, yo creo, pero no seamos
tan estrictos. Mis padres fueron muy estrictos, pero los tiempos
son otros, mira que Baal y Astarot hacen bien a su gente, ellos
son prósperos en sus cosechas, tienen una vida placentera. Sus
dioses son más flexibles, te permiten hacer cosas que El Dios
de mis padres no permite.

Aplic. - Los hijos de creyentes deben darle gracias a Dios por


haber sacado sus padres de Egipto, de que ellos les hayan
enseñados con todas sus luchas el camino del Señor. Deben
clamar a Dios que les convierta sus corazones, y que les ayude
a ser una generación fiel y obediente a Su palabra. La fe de los
padres es transmitida a los hijos por la enseñanza, pero es Dios
quien les aplica a sus corazones.
Lo peor que le puede pasar a un hijo de creyente, es después
de haber aprendido todo a respecto de Dios, es no conocer a
Dios, no tener una relación personal con Él. Clame a Dios que
te de la gracia de creer en Él y de andar en Sus caminos, que
Dios te libre de caer en la idolatría y de afrontar con Su ira.

3- Un Dios fiel a pesar de Su pueblo infiel – 16-18


En este libro vemos como Dios en Su gracia y misericordia
rescatará a su pueblo de un desastre tras otro, por medio de
los jueces. También el libro nos muestra de manera clara y real
cuan feo y despreciable es el pecado humano, tanto del pueblo
de Dios (Israel) como de los paganos que los rodean y viven
en medio de ellos (los cananeos).
La fidelidad y gracia de Dios preservará a su pueblo a pesar de
su atracción por el paganismo y los librará de sus enemigos a
pesar de su pecado y de su lucha en permanecer fiel a Él. Dios
envió jueces a Israel. Por lo tanto, aunque los Jueces describen
gráficamente el pecado de Israel y sus consecuencias, el libro
de Jueces es, en última instancia, la historia de la gracia de
Dios. Jesucristo
Dios salvará a Su pueblo a pesar de su pecado, y a parte de
sus obras o méritos.
El papel del juez era rescatar a Israel y liberar a la nación de
las calamidades que sobrevienen a la gente como una
consecuencia de su pecado. Mientras los jueces rescatan
repetidamente a Israel de los ejércitos cananeos, debemos
tener en cuenta que no hacen nada para solucionar el problema
real de Israel, su pecado.
Algo que se destaca es que el pueblo amaba más a su pecado
que a Dios.
Aplic. – ¿Cuan agradecido estamos con Dios por Su fidelidad y
compasión para con nosotros? ¿Y cuanto esto nos motiva a una
vida fiel a Él?

4- Un Dios amoroso que corrige a Su pueblo – 19-3:6


Los jueces sobre quién hablaremos en este libro, tendrán la
bendición de Dios para cumplir el propósito de Dios de rescatar
a Israel de la crisis que Dios mismo, de hecho, derrocó a la
nación. Dios puede hacer esto porque él es el juez supremo de
hombres y naciones. Si Dios permitió que los enemigos de
Israel saquearan su pueblo era porque los israelitas habían
abandonado y quebrantado el pacto.
El pueblo de Israel solo puede culparse a sí mismo por su gran
angustia. Dios da testimonio contra Israel de que habían
quebrantado el pacto y habían pecado contra Él. Debido a la
justa ira del Señor (La ira de Dios no es igual a la ira de
nosotros los pecadores) dejará de luchar por su pueblo. Si el
pueblo de Israel está tan interesado en ser como los Cananeos,
entonces tendrán los Cananeos por vecinos. Dios no les dará la
victoria sobre ellos, sino que permitirá la permanencia de ellos
para probarlos.
En este punto, el autor de los jueces ahora nos da una
importante explicación de por qué el Señor permite que estas
cosas le sucedan a Israel. En los versículos 1-2 del capítulo 3
Los israelitas no habían seguido el camino del Señor. Ellos
dieron la espalda a Dios y lo abandonaron.
Aquí está el pueblo de Israel, ahora adorando a los Baales y a
Astarot, en vano esperan que estas invenciones de la
imaginación humana pecaminosa de alguna manera les
proporciona prosperidad, fertilidad y paz. En lugar de confiar
en Dios ¿quién es el creador y sustentador de todas las cosas,
y que había jurado en su juramento de pacto dar a su pueblo
todos estas cosas y más, si solo obedecieran los términos del
pacto, los israelitas se inclinaban ante "dioses" paganos,
desafiando a Dios a derrocar las maldiciones del pacto. Dios
permitirá que tal pecado coseche la consecuencia apropiada. Si
son los "dioses" paganos lo que quieren los israelitas, entonces
obtendrán sus "dioses" paganos.
La ironía en todo esto es que cuanto más los israelitas buscan
volverse como los cananeos a su alrededor, haciendo lo que
bien parece ante sus propios ojos, más los cananeos se
aprovecharán de los israelitas.
Pero esto también es parte de los propósitos redentores de
Dios.
Aplic. - La ira de Dios nos muestra que nos ama lo suficiente
como para buscarnos, entrenarnos y discipular como un Padre
debería. En la generación de Josué algunos padres no
entrenaron a sus hijos a luchar contra el pecado, por lo que
Dios se convirtió en el entrenador. Dios está usando estos ciclos
para probar corazones y entrenar a nuevas generaciones de
personas para luchar contra sus pecados y para que le sean
fiel. Dios es un Padre amoroso para su pueblo. Un padre
amoroso y solícito disciplina a sus hijos. A veces, es necesario
un castigo juicioso, un dolor temporal o un rastro intencional
para prevenir o advertir sobre una ira mayor, más larga y más
dolorosa en el camino.

Conclusión:
Hechos 13:17-23, 38-39
La era de los jueces revela nuestra incapacidad de vencer el
pecado por nuestros medios y fuerzas. El pecado humano debe
ser sometido a un Rey todopoderoso que puede gobernar sobre
el corazón humano. Tan importante como el rey David fue para
la historia de Israel y para restaurar la paz de Israel después
de los días terribles de los jueces, el propio testimonio de David
es que es uno más grande que él vendría, ese Salvador a quien
Dios prometió a Israel, el único que hará la voluntad de Dios y
salvará a su pueblo. En efecto, Dios se compadeció de Israel y
les envió jueces para rescatarlos de los cananeos. Y porque
Dios tuvo compasión de nosotros, él nos ha enviado al rey
prometido, Jesucristo. Este rey murió por nuestros pecados,
fue resucitado de los muertos para nuestra justificación. Este
rey envía a su bendito Espíritu Santo a nuestros corazones para
hacer lo que los jueces, sacerdotes y levitas nunca podrían
hacerlo, rescatarnos de algo mucho peor que los cananeos.
Jesús vino a liberarnos de la culpa y del poder de nuestro
pecado. Porque Dios tuvo compasión por nuestro luchar con el
pecado, él envió a Jesucristo, que vino a salvarnos de nuestros
pecados. ¡Amén!

La idolatría no es solo cuando uno se va de los caminos de Dios,


sino también cuando uno mezcla las cosas de Dios.
los siguientes pasos... (1) El pueblo peca contra Dios; (2) Dios
juzga a Su pueblo; (3) El pueblo clama al Señor; (4) Dios
levanta a un juez; (5) Periodo de paz donde Israel se entrega
y sirve al Señor.

La dejadez (negligencia) hace mucho más daño que la


persecución. La persecución trajo muchas bajas a la iglesia,
pero la dejadez hizo mayor daño que la persecución. El daño
que se hace de adentro es siempre peor que el daño que se
hace de afuera.

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