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conducta
Por David Aparicio
¿Puedes enumerar los errores que tiene este cuadro de economía de fichas?
Compartelos en los comentarios de más abajo
Error 2: El objetivo inicial es muy grande
Si el objetivo inicial es, por ejemplo, no tener ninguna rabieta, es casi seguro
que el niño fallará. Primero porque la mayoría de los niños tiene
ocasionalmente una rabieta, así que el objetivo de no tener pataletas, es
virtualmente imposible de cumplir. Cuando los padres planean objetivos para
la conducta del niño que no reflejan precisamente lo que el niño es capaz de
acuerdo a su edad de desarrollo, todos los involucrados se sentirán frustrados
y el cuadro de conducta será abandonado.
Segundo, elegir objetivos modestos ayudará a incrementar la probabilidad de
lograrlos, ya que lograr pequeños objetivos crea momentos de éxito que
permiten desarrollar objetivos más grandes.
En el ejemplo anterior, el conocimiento de los padres sobre cuáles son los
disparadores comunes de las rabietas, les permite seleccionar un disparador
específico para enfocarse y trabajarlo en el cuadro de economía de fichas.
Error 3: Mantener el cuadro es una tarea demasiado complicada para los
padres
Los padres de los niños desafiantes a menudo se sienten agotados. Y se
pueden sentir muy saturados solamente con la idea de añadir otra tarea a su
complicado horario. Por eso, es crucial que la economía de fichas sea
construida de una manera que permita a los padres sentir que pueden
mantenerlo. Muchos cuadros de conducta fallan porque los padres pierden la
motivación de mantenerlos. Es fácil perder la motivación con la economía de
fichas, ya que los cambios de conducta no ocurren de un dia para otro. Por ello
es importante explicarle a los padres que esto toma tiempo y que los cambios
de conducta no ocurren de manera lineal. Osea, un día el niño puede
comportarse perfectamente y al día siguiente puede presentarse una conducta
problemática (¡si que me ha pasado!). Por eso es importante que el cuadro de
economía de fichas se mantenga simple.
En el ejemplo, los padres solamente necesitaban el cuadro de conducta cuando
el niño tenía que vestirse para ir a la escuela, así que durante los fines de
semana no tenían que utilizarlo. El Dr. Kazdin dice que el cuadro de conducta
puede ser efectivo incluso si sólo se usa uno o dos días por semana de manera
consistente en vez de usarlo inconsistentemente todos los días.
Error 4: Los premios son muy difíciles o muy fáciles de obtener
La selección de recompensas es una parte importante a la hora de construir un
programa de economía de fichas. Los premios deben ser pequeños, pero
deseables para el niño. Deben exigir que el niño se esfuerce para ganarlos,
especialmente al inicio, pero lo suficientemente bajo para que en un día
exitoso el niño pueda lograr los puntos necesarios para obtener la recompensa.
Así, mientras el programa va desarrollándose, se deberán agregar más
recompensas deseables que requieran acumular puntos para que sean
intercambiados.
No deben usarse recompensas que requieran más de unos días de ahorro para
ser intercambiadas, ya que debilitan el vínculo entre la conducta deseada y la
recompensa.Adicionalmente, el Dr. Kazdin recomienda tener un “Gran
premio” dentro del programa, donde todos los puntos ganados (incluso
aquellos que fueron gastados en las recompensas más pequeñas) son tomados
en cuenta y son sumados para alcanzarlo.
El gran premio debe ser deseado y debe poder ganarse en un mínimo de dos
semanas (con un puntaje perfecto en el cuadro), pero es probable que tome un
poco más de tiempo, porque como dijimos anteriormente, el cambio de
conducta no es lineal.
Error 5: Al niño no se la dan oportunidades de ser recompensado por
practicar
La mayoría de los padres no incluyen oportunidades de practicar en sus
cuadros de conducta. Dr. Kazdin remarca la importancia de recompensar la
práctica ya que es un ingrediente clave en un programa exitoso de cuadro de
conducta. Relacionado con el ejemplo anterior, la práctica podría consistir en
que el niño se ponga la pijama con la ayuda de los papás y luego volverse a
poner la ropa de día. Si esta práctica se completa exitosamente, el niño podrá
ganarse dos puntos por una práctica exitosa (por día) y dos puntos por hacer la
conducta, en este caso, alistarse para la escuela.
Me gusta mucho el libro de Kazdin porque está redactado de una manera muy
sencilla y entendible, y porque cada intervención y técnica no está basada en
su opinión o creencia personal sino en los años de investigación dedicados a la
intervención conductual. Y puede ser un valioso recurso, especialmente si
tienes hijos, o trabajas con niños o adolescentes.
Puedes obtenerlo aquí: The Kazdin Method for Parenting the Defiant Child