NACIONALIDAD Y CIUDADANIA
1. LA NACIONALIDAD
El concepto de nacionalidad nos dice que es el vínculo de orden jurídico que
pone en relación a las personas con el Estado. Esta relación indica que existe
una reciprocidad entre ambos, ya que las personas integran al Estado
territorial porque ocupan su espacio geográfico, entonces, el Estado
organizado les debe asistencia, protección y tutela, reclamando, a su vez,
deberes y obligaciones que la Constitución les exige.
En nuestro caso, tenemos una nacionalidad, la nacionalidad peruana que se
extiende a todos los que habitamos el territorio de la patria en sus diversas
áreas y medios de costa, sierra y selva, sin distinción de credo, raza, posición
económica y estatus social. Herederos de quienes, antes que nosotros,
trajinaron y trabajaron este amado suelo y, ahora, con una fe puesta en el
porvenir. Pero, aún más, la nacionalidad peruana también se extiende a todos
aquellos que habiendo nacido aquí han salido del territorio, por diversas
razones, y se encuentran en el extranjero sin haber renunciado a la paternidad
de este suelo que los vio nacer. Ellos, pues, como nosotros, aquí, tienen el
vínculo de nuestra nacionalidad. También lo son los nacidos en el exterior
pero inscritos en consulado peruano.
2. LA NACIONALIDAD Y LA CONSTITUCIÓN
Según nuestra Constitución vigente de 1993, en su Art. 52, establece que:
"Son peruanos por nacimiento los nacidos en el territorio de la
República. También lo son los nacidos en el exterior de padre y madre
peruanos, inscritos en el registro correspondiente durante su minoría
de edad. Son asimismo peruanos los que adquieren la nacionalidad por
naturalización o por opción, siempre que tengan residencia en el Perú".
El art. 53 agrega:
"La ley regula las formas en que se adquiere o recupera la nacionalidad.
La nacionalidad peruana no se pierde, salvo por renuncia expresa ante
autoridad peruana".
3. LA CIUDADANIA:
Ciudadanía es la categoría que adquiere la persona, en su desarrollo
evolutivo dentro de la sociedad, al adquirir edad suficiente para establecer
vínculo político con el Estado y reconocerle el goce de derechos y
obligaciones que la ley le señala. Al ser ciudadanos tenemos la plena facultad
de participar en la vida política de la nación, en sus decisiones sobre su
marcha interna, la defensa de la soberanía y, sobre todo, en los sufragios
para elegir a quienes, democráticamente, nos habrán de gobernar.
4. ADQUISICION DE LA CIUDADANIA
La Constitución Política de 1993, en su Art.30 establece que:
"Son ciudadanos los peruanos mayores de dieciocho años. Para el
ejercicio de la ciudadanía se requiere la inscripción electoral".
De esto se desprende que para ser ciudadanos se es necesario:
 Haber cumplido dieciocho años de edad.
 Haber realizado la inscripción electoral.
 Poseer y portar la Libreta Electoral.
Esto lo señala la Constitución, pero creemos que, además de estos requisitos
de orden formal, la ciudadanía como categoría superior de la evolución psico-
social humana, requiere de la comprensión e identificación de lo nuestro,
tener la capacidad necesaria y suficiente para tomar las decisiones más
adecuadas en bien de la Nación y, sobre todo, tener conciencia de nuestros
deberes y obligaciones para el desarrollo en convivencia dentro del contexto
social. Por esto decimos que no basta con portar la Libreta Electoral que nos
acredita como ciudadanos y nos identifica en nuestra filiación, sino saber ser
ciudadanos con responsabilidad plena en el ejercicio conductual de la Nación.
5. SUSPENSION DE LA CIUDADANIA
El Art. 33 de la Constitución señala que el ejercicio de la ciudadanía se
suspende por:
a) Resolución judicial de interdicción: La interdicción civil es el estado en
que se encuentra una persona por mandato judicial, en virtud de lo cual está
impedida, total o parcialmente, de ejercitar ciertos derechos. En esta situación
no puede hacer valer sus derechos ciudadanos.
b)Por sentencia con pena privativa de la libertad: Estas sentencias son
dadas por los tribunales de la República en las que se establece la
responsabilidad penal de las personas y, por lo tanto, se les recluye en las
cárceles, privándoseles de la libertad. Mientras dure esta situación la
ciudadanía queda suspendida
c) Por sentencia con inhabilitación de los derechos políticos: Este tipo de
sentencias es una modalidad que aplican los tribunales de la República y
cuando así actúan sancionan a las personas suspendiéndoles sus derechos
políticos como ciudadanos.
El Art. 34 de la Constitución restringe el derecho de la ciudadanía a las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, cuando especifica sus miembros
en actividad no pueden elegir ni ser elegidos.
6. LOS DERECHOS CIUDADANOS
Es el conjunto de facultades que permiten al ciudadano participar en la vida
política de la Nación. Nuestra Constitución en su Art. 31 estable que:
"Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos
mediante referéndum; iniciativa legislativa; remoción o revocación de
autoridades y demanda de rendición de cuentas. Tienen también el
derecho a ser elegidos y de elegir libremente a sus representantes, de
acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por ley
orgánica. Más adelante señala que tienen derecho al voto los
ciudadanos en goce de su capacidad civil".
Veamos en qué consisten cada uno de estos derechos.
a. Participación en los asuntos públicos mediante referéndum: En curso
anterior hemos establecido que el referéndum es la consulta que se hace al
pueblo, sobre asuntos de interés común. De esta manera el ciudadano
ejercita el voto para aprobar o desaprobar algunas medidas o disposiciones
dadas o impartidas por el Estado. De esta manera lo apoya o determina su
enmienda para el mejor ejercicio del gobierno.
Son susceptibles de ser sometidas a referéndum, según el Art. 32 de la
Constitución:
 La reforma total o parcial de la Constitución.
 La aprobación de normas con rango de ley.
 Las ordenanzas municipales.
 Las materias relativas al proceso de descentralización.
b. Iniciativa Legislativa: Es el derecho que, constitucionalmente, se le
confiere al ciudadano para presentar y proponer, individual o colectivamente,
proyectos de ley para buscar el mejor desarrollo local, regional y nacional. Es
una facultad que recién ha sido incorporada en la Constitución de 1993,
anteriormente a ello solo lo hacían los congresistas, la Corte Suprema, el
Jurado Nacional de Elecciones y el poder Ejecutivo.
c. A Remoción y Revocación de autoridades: Remover es cambiar, revocar
es quitar el mandato. En este sentido las autoridades elegidas por voto
popular, o designadas por el Estado, tienen la misión de obrar con justicia,
buscando el bienestar, la paz y el progreso social. Cuando esto no sucede y
se presentan autoridades retrógradas, autoritarias, personalistas que
obstaculizan el desarrollo, entonces, los ciudadanos tienen el derecho de
renovarlas y revocarles el mandato.
d. A demandar la rendición de cuentas: A través de este derecho, los
ciudadanos pueden solicitar a las autoridades diversa información sobre la
forma cómo desarrollan sus actividades; de qué manera han aplicado o
aplican el presupuesto asignado a su función y la forma cómo cumplen su
gestión y misión encomendada por el gobierno. Esto es de suma importancia
porque así la ciudadanía se da cuenta si cuenta con autoridades idóneas o si
no responden a las expectativas del pueblo.
e. A ser elegidos y elegir a sus representantes: De acuerdo a este derecho
político, todo ciudadano puede ser candidato y ser elegido, sea en elecciones
generales de representantes a Congreso, o en comicios municipales.
Igualmente, están facultados para elegir a quienes en su representación
pueden ejercer actos de gobierno nacional o local. Es un derecho
importantísimo en el ejercicio de la vida ciudadana y en la materialización de
la vida democrática de un país.
f. Derecho al voto: El derecho al voto es la facultad que tienen todos los
ciudadanos en goce de su capacidad civil (no inhabilitados), a participar en
comicios de toda índole (referéndum, elecciones generales, municipales), con
absoluta libertad, en pleno ejercicio de su convicción y sin presión de alguna
especie. Lógicamente ejercitan el voto los ciudadanos que han cumplido
dieciocho años de edad, gozan de capacidad civil, están inscritos en el
Sistema Electoral, poseen su Libreta Electoral y no son miembros activos de
las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
Además, el voto es personal, igual, libre, secreto y obligatorio hasta los
setenta años. Es facultativo después de esta edad. Esto significa que:
 El voto es individual, no puede transferirse ni darse por delegación.
 La igualdad consiste en que todos los ciudadanos tienen la misma
oportunidad de ejercerlo sin distinción ni discriminación alguna.
 El voto es libre puesto que se ejercita sin presión alguna y por propia
decisión.
 Es secreto ya que se realiza dentro de una cámara secreta y sólo con
conocimiento de quien sufraga.
 La obligatoriedad del voto radica en el compromiso que se asume de
acudir a los actos de sufragio para contribuir con los fines del Estado y del
ejercicio de la democracia.
7. LOS DEBERES CIUDADANOS
Así como el ejercicio de la ciudadanía reclama derechos que el Estado debe
cumplir, así también, el Estado exige deberes que todos estamos en la
obligación de realizar para contribuir, de esta manera, a los distintos fines que
él persigue. Derechos y deberes son caras de una misma moneda que
acarrean reciprocidad, de tal modo que no podemos exigir, si antes no damos
ni colaboramos.
Si queremos una Nación evolucionada, progresista y desarrollada, tenemos
que cumplir con nuestros deberes, no esperar que se nos implanten
sanciones y se nos aplique categóricamente la ley. Debemos tener y crear
conciencia en la ciudadanía la que debe asumir su responsabilidad; no eludir
compromisos con el Estado; no dar cabida, ni caer en situaciones que nos
lleven a evadir estas obligaciones, puesto que tenemos que pensar que el
Estado necesita de nuestro concurso para poder realizarse y otorgamos los
beneficios que nos corresponden para que, así podamos desenvolvemos
dentro de una sociedad con bienestar.
Entre los deberes políticos del ciudadano se cuentan:
a) Honrar a la Patria y defender los intereses de la Nación: Honrar a la
patria es recordar, cívicamente, a nuestros héroes; aquellos personajes que
con su acción, su trabajo y su entereza moral dedicaron sus vidas por a
grandeza nacional; ellos se constituyen en ejemplos a seguir por las
juventudes de todos los tiempos y por los ciudadanos donde quiera que la
circunstancia los encuentre. Por ello, una frase muy simple, pero de gran
contenido afirma: "La Patria se honra en sus héroes".
De otro lado constituimos una integridad territorial, con riquezas, recursos y
patrimonio, cuya soberanía estamos en la obligación de defender ante
cualquier eventualidad, sea por agresión externa o por intentos de
desestabilización interna. Son los intereses nacionales que nos pertenecen y
de los cuales, también, formamos parte; su soberanía es y debe ser intangible
y nuestro compromiso ineludible es defenderlos.
b)Vivir pacíficamente respetando los derechos de los demás: Vivir
pacíficamente significa desenvolvernos dentro del seno de la sociedad en un
clima de tranquilidad, sin acudir a la violencia, menos al abuso. Debemos
tener en cuenta, siempre, la presencia de los demás a quienes no debemos
molestar ni inquietar con nuestras actitudes. Conviene tener en cuenta que
nuestros derechos terminan allí donde empiezan los derechos de nuestros
semejantes, por eso mismo, debemos buscar el desenvolvimiento en armonía
como basamento para un desarrollo en humana convivencia.
c) Respetar el mandato constitucional y el orden jurídico: En este
aspecto, siendo la Constitución la Carta Fundamental que rige, manda y
ordena la vida ciudadana, ella debe ser cumplida, respetada y defendida en
todos sus fueros, pues así podremos desarrollamos dentro de un ambiente
de justicia, paz y libertad. Esto se hace extensivo al orden jurídico,
representado por las diversas leyes que norman la acción ciudadana y a las
cuales debemos acatar, cumplir y respetar en todos sus alcances.
d)Contribuir al bienestar general: El cumplimiento de este deber se realiza
mediante el trabajo, a través del cual satisfacemos nuestras necesidades; él
nos proporciona los medios para desarrollamos en sociedad, sin apremios ni
inquietudes. No se debe escatimar el esfuerzo en el trabajo para ponerlo al
servicio de la colectividad a fin de propender al bienestar general.
e) Deber de tributar: Este deber nos exige cumplir con nuestras obligaciones
de pago de impuestos por los servicios que el Estado nos presta en los
diversos ramos de la actividad como la salud, educación, correos y
telecomunicaciones, seguridad social, etc. puesto que estos tributos sirven
para el mantenimiento y mejoramiento de ellos. No debemos tratar de
eludirlos, ni hacemos merecedores de aquella frase cáustica y denigratoria de
hacemos "Pepe, el vivo" y dejar que otros tributen en tanto que nosotros
disfrutamos de lo que le corresponde al Estado. Es ineludible crear conciencia
de este deber, puesto que allí radica la captación de recursos para poder
realizar muchos de los fines que el Estado se propone.
Deber de sufragar: El sufragio es la emisión del voto. El voto, ya lo hemos
establecido en los derechos políticos del ciudadano, es la facultad que
tenemos de elegir de manera consciente, libre y responsable a. las
autoridades que habrán de gobernamos sea en el ámbito local, regional o a
nivel de representantes al Congreso Nacional. Si queremos, evidentemente,
una representatividad que traduzca y defienda nuestros intereses y
materialice nuestras esperanzas, tenemos la obligación de acudir a las urnas
para sufragar y, con ello, validar nuestra decisión democrática de contar con
gobernantes idóneos que respondan a nuestras justas expectativas en la
conducción y realización del gobierno.