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Sistema de Organización de Significado Personal, Apego y


Esquemas Maladaptativos Tempranos y su consideración en
psicoterapia cognitiva con niños, niñas y adolescentes.

Mónica Viviana Díaz Garcés1


Mario Andrés Escudero2
Martha Juliana Villegas Moreno3

Resumen

El presente artículo de revisión se desarrolló desde el modelo post-racionalista de

psicoterapia cognitiva, enmarcado en dos teorías, la primera de la Organización De

Significado Personal definida por Vittorio Guidano y la segunda los Esquemas

Maladaptativos Tempranos definidos por Jeffrey Young. Se analizan estas dos teorías a

partir del sustento que logra darse desde los planteamientos de la teoría de los vínculos

de apego planteados por John Bowlby, de forma tal que se describe la estructura

individual en el proceso de identidad, de acuerdo a la construcción de la Organización de

Significado Personal y los Esquemas Maladaptativos Tempranos. Finalmente se pretende

resaltar la relación y la importancia que tienen estos planteamientos en la intervención

1 Estudiante de Especialización en Psicología Clínica con énfasis en psicoterapia con niños y adolescentes.
Universidad Católica de Pereira. Correo: moni.diazgarces1988@gmail.com.
2 Estudiante de Especialización en Psicología Clínica con énfasis en psicoterapia con niños y adolescentes.

Universidad Católica de Pereira. Correo: mandreses13@gmail.com.


3 Asesora de artículo de revisión. Psicóloga. Especialista en Bioética. Magíster en Intervención en

Psicología Clínica y Salud. Docente del programa de psicología en la Universidad Católica de Pereira.
Correo: martha.villegas@ucp.edu.co
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psicoterapéutica con niños y adolescentes, con el fin de enriquecer la praxis del psicólogo

clínico en los procesos de evaluación e intervención presentando una nueva propuesta

para la comprensión de los procesos psicológicos.

Palabras claves: Psicoterapia Cognitiva, Modelo Post-Racionalista, Organización De

Significado Personal, Teoría del Apego, Esquemas Maladaptativos Tempranos,

Construcción De Identidad.

Abstract

This review article was developed from the postracionalista model of cognitive

psychotherapy, framed on two theories, the first organization of personal meaning

defined by Vittorio Guidano and the second early maladaptive schemes defined by

Jeffrey Young. these two theories are discussed reciprocity there with attachment bonds

raised by John Bowlby, so that the individual structure described in the process of

identity, according to the construction of the Organization of Personal Meaning and

maladaptive schemas early. Finally it aims to highlight the relationship and the

importance of these approaches psychotherapeutic intervention with children and

adolescents in order to enrich the practice of clinical psychologist at times of evaluation

by submitting a new approach to the understanding of psychological phenomena.

Keywords: Cognitive Psychotherapy, postracionalista Model, Personal Meaning

Organization, Addiction, early maladaptive schemes, Construction of Identity.


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Introducción

El concepto de Sistema de Organización de Significado Personal introducido

por Vittorio Guidano (1987), es sin duda uno de los aportes más significativos en el

campo de la psicología cognitiva recientemente, dado que busca dar un sustento científico

al proceso de construcción de sí mismo, dando prevalencia a los fenómenos emocionales

los cuales dotan de sentido y significado las experiencias del sujeto a lo largo de su

existencia. Guidano retoma de diferentes disciplinas y teorías científicas (física cuántica,

las neurociencias, teoría de los sistemas y de la evolución de las especies) y de las ciencias

sociales (autores como Varela, Maturana entre otros) para plantear en la terapia cognitiva

un modelo dinámico (enfoque “procesal”) (Nardi, 2006), o procesal – sistémico y

constructivista (Nardi y Moltedo, 2009).

En el desarrollo del planteamiento del modelo, Guidano destaca la importancia

de aspectos como el apego y el vínculo en la construcción de significado personal y la

manera cómo éstos van dotando de sentido la existencia, generando una manera

significativa y particular de asumirla; es así como desde “una postura comportamental

pasa a una postura cognitivo – conductual y termina en una post-racional, pasando de

una concepción representacional del conocimiento a una autorreferencial.” (Moltedo,

2008 p. 79). Es desde los primeros meses de vida, en la relación con la figura cuidadora

y gracias a la constancia y repetición de determinadas respuestas del ambiente las que irán

facilitando la construcción de unos esquemas ideo-afectivos (Nardi, 2006) y de allí la


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organización de significados que el individuo da a esa experiencia. Por lo tanto, lo

novedoso de la propuesta de Guidano y otros autores que posteriormente retomaron su

obra, es ver la construcción del sujeto en proceso y no como algo acabado y definido, no

con esquemas preestablecidos sino en constante validación con el significado de su

experiencia.

En el desarrollo del presente artículo interesa el proceso de organización de

significado personal que se da en la infancia y la adolescencia, objeto de interés de nuestra

especialización; buscando comprender la manera como se da este proceso de

organización y su repercusión en la consolidación de su personalidad, pero más aún, las

implicaciones en el ejercicio profesional del psicólogo clínico cognitivo en el proceso de

atención de éstos. Ya el mismo Guidano propone en sus planteamientos una

reconsideración y/o resignficación de los modelos explicativos de lo psicopatológico y

del papel del terapeuta desde esta perspectiva.

Para finalizar, queremos tratar de esbozar la importancia y la aplicabilidad de

estos conceptos de sistema de organización de significado personal en la psicoterapia

cognitiva, no solo develando el rol para el terapeuta sino para ampliar las consideraciones

y los modos de actuación en la psicoterapia con niños, niñas y adolescentes, dado que

consideramos su alta pertinencia para el trabajo con éstos ya que para los niños, niñas y

adolescentes es más fácil reconocer, expresar y significar su sentir que hacer elaboraciones
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lógico formales de pensamiento explicativo comprensivo de su acontecer. En general,

estos planteamientos post-racionalistas nos permiten ir pasando de un modelo

nosológico a uno develador de sentido y construccionista, donde el mismo paciente tiene

alternativas de resignificación de sus organizaciones personales.

Para lograr los objetivos en el desarrollo del artículo se han tenido en cuenta

diferentes procesos como la búsqueda de referentes en libros e información mediante la

consulta de bases de datos de revistas científicas; posteriormente, se seleccionaron los

artículos y se hizo la discusión acerca de los mismos. Los descriptores o palabras claves

para esta indagación fueron: modelo psicoterapéutico post-racionalista, organización de

significado personal, esquemas maladaptativos temprano, teoría del apego, psicoterapias

cognitivas, construcción de identidad y personalidad; permitiendo dar respuesta a la

hipótesis formulada.

A qué se refiere el sistema de organización de significado personal

El concepto de Organización de Significado Personal (O.S.P.) propuesto por

Vittorio Guidano es sin lugar a duda uno de los aportes más significativos y

revolucionarios recientemente en el marco de la Terapia Cognitivo, dado que “pone

como fundamento de la Organización de Significado Personal el dominio emotivo, como

aspecto que más que cualquier otro, da el sentido de unicidad personal y continuidad

histórica que nos caracteriza como seres humanos” (Arciero et al.,2005 como se citó en
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Moltedo, 2008 p. 79) y es desde estos planteamientos que surge un nuevo paradigma en

la terapia cognitiva y es el denominado “post-racionalista”.

Pero para comprender este concepto más fácilmente es necesario discernir sobre

el concepto y toda la propuesta de Guidano, Liotti, Nardi, Moltedo y otros. Por ejemplo,

Oneto & Moltedo proponen que “El significado personal representa el modo en el cual

un sistema organiza todas las posibles modalidades de su domino emotivo en una

configuración de conjunto, de tal modo de proporcionarle una percepción estable y

definida de Sí mismo y del mundo. Una configuración unitaria de esquemas en la cual se

basa el sentido de continuidad, de permanencia y de unicidad.”. (2002, p. 2). Y Nardi y

Moltedo (2009) serán más explícitos al ampliar dicho concepto afirmando que “la

posibilidad que tiene cada individuo de efectuar un ensamblaje específico de los procesos

cognitivos, está ligada a la modalidad constante de ordenar la propia experiencia, a tal

punto que esta modalidad representa una especie de marco de referencia general dentro

del cual son asimilados, decodificados y reordenados de manera subjetiva todos los

eventos vividos en el curso de la vida” (p. 52).

Es así como para “Guidano lo importante es la construcción de la experiencia

a partir de la emoción. Es desde la organización constante de la realidad, de lo que le

rodea y de lo que significa para el individuo lo que irá constituyéndose en esquemas

organizados. (Oneto & Moltedo 2002).


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De esta manera, será necesario pensar que existen tantos mundos posibles como

cuántos sujetos hayan, es decir no hay unicidad objetiva de realidad de la que podamos

partir o generalizar, por ejemplo en psicoterapia, sino que será necesario partir de la

construcción de cada sujeto que dota de sentido y significado su propia realidad y visión

de mundo. “Es así como un mismo evento, una misma frase o una misma circunstancia

pueden ser vistas y vividas de manera profundamente distintas y pueden dar lugar a

reacciones emotivas particulares y diferenciadas según el sujeto que las vive” (Oneto &

Moltedo 2002, p. 2).

Este sistema de ordenamiento de la experiencia particular se da de manera única

y personal a lo largo del ciclo vital y con predominio del componente emocional desde

estadíos tempranos del desarrollo dado que para Guidano y Liotti, acorde con Leventhal

(1979) “las reacciones emotivas preceden la emergencia del lenguaje y surgen de la

relación de apego, junto con ciertas características temperamentales, formando parte de

la constitución de una identidad personal desde las primeras fases del desarrollo”

(Moltedo, 2008, p. 70). O como ampliaría Nardi (2006) es el apego el que desempeña un

rol fundamental desde su componente genético y comportamental de base instintiva.

Este planteamiento, es sin lugar a dudas, clave en la comprensión del comportamiento

infantil, en la psicoeducación como estrategia de prevención y fundamental en los

procesos de atención psicológica con niños y adolescentes.


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Finalmente, el concepto de organización de significado persona de Guidano pone

en evidencia la naturaleza evolutiva y procesal-sistémica de la personalidad, centrándose

en ella como proceso y no como estructura, concibiéndola como el “específico

ensamblaje de los procesos ideo-afectivos que le permite a cada individuo mantener su

sentido de unicidad personal y de continuidad histórica, no obstante, las numerosas

transformaciones que se experimentan en el ciclo de vida” (Nardi, 2006, p. 51). Pues,

pese al constante proceso de transformación personal a partir de las experiencias vividas

a lo largo de la vida, se conserva la coherencia interna, indispensable para mantener un

sentido de identidad, gracias a los procesos autopoiéticos y autorreferenciales (Oneto &

Moltedo, 2002).

En el progreso del modelo propuesto por Guidano y otros, se plantea, desde fases

muy tempranas del desarrollo, que el reconocimiento de situaciones específicas lleva al

sujeto a formarse unas “escenas nucleares” que se vuelven base para significar nuevas

experiencias y su sí mismo. Esta manera de interpretar las experiencias se da en dos vías,

un foco de atención interna (inward), que parte de su activación corporal y de los

significados dados previamente a situaciones similares gracias a que son predictibles y

constantes para el sujeto; y otro foco de atención externo (outward), que se activa según

la percepción o evaluación que haga del ambiente, de las exigencias y de la variabilidad

que tengan las situaciones para el sujeto (Nardi, Bellantuono y Moltedo, 2010).
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Junto a estos planteamientos se explica la importancia del apego en la

conformación de las organizaciones de significado personal ya que dirá Moltedo “es en

la ontogénesis que se efectúa al interior de la estructura provista por la relación vincular

primaria de apego que se produce tanto la diferenciación emotiva como el desarrollo

cognitivo. (2008, p. 76).

La importancia del apego, el vínculo y los esquemas cognitivos en el sistema de

organización de significado personal

La relación entre el desarrollo emocional, los vínculos afectivos tempranos, los

tipos de apego y los procesos cognitivos, cobran gran importancia en el desarrollo infantil

anticipando la forma de regulación de las emociones y la posibilidad de generar

asociaciones cognitivas nuevas a través del procesamiento de información.

En este sentido los avances teóricos han girado en torno a los paradigmas

cognitivos que han permitido al modelo de la terapia cognitiva introducir un

planteamiento con relación al modo de procesar la información y de relacionarse con el

entorno; en el cual cada persona desarrolla un perfil cognitivo, como mencionan Beck y

Freeman (1992) y Clark y Beck (1997):

La descripción del perfil cognitivo incluye categorías de análisis como esquemas

o creencias centrales con relación a sí mismo y a los demás, formas de

procesamiento de la información, pensamientos automatizados o productos, y


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estrategias de afrontamiento. Los perfiles cognitivos describen de manera más

estructurada la constelación de creencias y actitudes, afectos y estrategias de cada

tipo de perfil sobre la base de rasgos típicos cognitivos, afectivos y conductuales.

El perfil cognitivo comprende las creencias representativas con relación a sí

mismo (Autoesquemas) y con relación a los demás, la identificación de las

principales amenazas percibidas y las estrategias interpersonales (Henao López,

G. 2008, p. 56).

Esta dimensión cognitiva del sujeto caracteriza la información autorreferente y

los estilos de personalidad, que se observan en torno a la relación de la persona con los

demás; de esta forma afrontar acontecimientos personalmente significativos activa los

procesos cognitivos arcaicos, determinando el modo en el que la persona interpreta los

acontecimientos de la vida y cómo siente con respecto a ellos.

La visión integradora del planteamiento teórico del modelo post-racionalista

implica el aspecto emocional, intersubjetivo y la experiencia de una forma trascendente

en la construcción de sí mismo; frente a teorías más racionales de los seres humanos que

tienen como primacía las ideas o creencias irracionales; de esta forma inician los modelos

que buscan optimizar la terapia cognitiva de Beck (citado en Young, 2001), retomando

elementos de la teoría del apego de John Bowlby (1969), el modelo complejo centrado
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en esquemas de Jeffrey Young (1993) y continuando con la terapia procesal sistémica de

Guidano (1995).

Ampliando lo referido anteriormente, “la teoría del apego fue desarrollada por

John Bowlby, quien asegura que el vínculo temprano que un ser humano tenga en su

infancia –más precisamente en sus primeros tres años de vida– con su figura de apego

marcará unas fuertes tendencias en la manera en que este se vinculará posteriormente en

su vida adulta” (Álvarez-Posada, J. 2011. p, 141).

De esta manera, Bowlby (1989) propone que el establecimiento de las conductas

de apego se determinan en el proceso de vinculación, durante las relaciones tempranas

emocionalmente estrechas, las cuales interfieren tanto en el desarrollo psicológico como

social del individuo “desde una perspectiva evolucionista un mecanismo central que

promueve la supervivencia del infante es el mantenimiento de la proximidad de las figuras

de apego” (López, C & Ramírez, M. 2005. p, 20). Por lo tanto, el apego tiene unos

elementos específicos a resaltar como que la relación emocional se genera de forma

perdurable; permite la construcción de aspectos cognitivos y emocionales de protección

y satisfacción, por lo tanto, la pérdida o amenaza de pérdida de la persona, evoca

ansiedad.

El apego es un proceso de autorreferencia que se va construyendo a partir de la

relación con el otro; así el niño elabora su propia autoimagen la cual orienta y coordina
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los procesos emocionales y cognitivos hasta que el niño logra percibirse a sí mismo

(Guidano, 2001) de este modo encabeza el desarrollo y mantenimiento de la identidad

personal.

De acuerdo a los estudios observacionales realizados con Mary Ainsworth

(1989), se identificaron tres estilos o patrones de apego: Inseguro-evitativo, Apego seguro

e inseguro-ambivalente; posteriormente Mary Main (1995) describe un patrón de apego

Desorganizado-desorientado (López, C. y Ramírez, M. 2005).

El estilo de apego desempeña un rol fundamental en la formación de la

Organización de Significado Personal, ya que refleja la organización emocional cuando

el niño establece el sistema de proximidad con la figura significativa, lo cual es una base

para el establecimiento de la identidad.

Como menciona John Bowlby:

En lo que se refiere a tomar la decisión de realizar determinadas acciones y no

otras, pienso que el sistema de apego aprovecha las representaciones simbólicas o

modelos de funcionamiento-que ya están conservadas y a disposición del sistema-

de la figura de apego, del medio ambiente en general y del self. La existencia de

estos sistemas cognitivos y de su utilización por parte del sistema de apego nos

explica hasta qué punto son las experiencias del niño con sus figuras de apego las
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que influyen de modo muy concreto en las pautas de apego que este desarrollará.

(Bowlby, 1998, p. 488).

Desde otra postura Jeffrey Young (1993), aborda el tema emocional de una

forma diferente, refiriéndose a que “algunas emociones se activarán gracias a los procesos

de la razón, a partir de conclusiones e inferencias que no siempre pasan por la conciencia

(pensamientos automáticos). Sin embargo, habría otra manera de entender por qué se

activan emociones tan fuertes como las que están relacionadas a los esquemas

maladaptativos tempranos” (Álvarez-Posada, J. 2011, p. 143). Partiendo de una noción

constructivista de que los seres humanos construyen la realidad a partir de la organización

perceptual, por ello busca la coherencia y consistencia respecto al ambiente y los patrones

preaprendidos tempranamente.

Young (1993) propuso que los esquemas maladaptativos tempranos se definen

como: “creencias extremadamente estables y duraderas que se desarrollan durante la

infancia y se elaboran a lo largo de toda la vida y sirven como determinantes del

procesamiento de experiencias posteriores” (Londoño, L. Aguirre, D., Naranjo, S y

Echeverri, V. 2012. p, 161). Es así como agrupa los esquemas en un sistema de

clasificación por dominios, de la siguiente forma:

Dominio de desconexión y rechazo, los esquemas que conforman este dominio

son: Abandono/inestabilidad, desconfianza/abuso, deprivación emocional,


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defectuosidad/vergüenza y aislamiento social/alienación; Dominio de autonomía

y desempeño deteriorados, los esquemas que conforman este dominio son los

siguientes: dependencia/incompetencia, vulnerabilidad al daño o a la enfermedad,

entrampamiento emocional y fracaso; Dominio de límites insuficientes, los

esquemas de derecho/grandiosidad y autocontrol insuficiente /autodisciplina;

Dominio de orientación hacia los otros, los esquemas pertenecientes a este

dominio son: subyugación, autosacrificio y búsqueda de

aprobación/reconocimiento y Dominio de sobrevigilancia e inhibición, los

esquemas que conforman este dominio son: negatividad/pesimismo, inhibición

emocional, estándares implacables/ hipercrítica y condena (Sierra, A, Cortés, A &

García, D. 2012, pp. 28-29).

Young (1993) manifiesta que el origen de los esquemas desadaptativos radica en

las relaciones tempranas disfuncionales con padres y amigos y el funcionamiento

interpersonal en el desarrollo del sujeto, que se adhieren según las experiencias vividas.

Igualmente plantea “que los esquemas son la secuencia de una interacción entre unas

necesidades emocionales centrales no satisfechas en la infancia, experiencias tempranas

y el temperamento innato del niño” (Rodríguez, 2009, p. 62).

Se considera que Young (1993) conceptualiza la teoría de los esquemas

maladaptativos tempranos incluyendo elementos de otras perspectivas teóricas como la


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teoría del apego de John Bowlby, con una tendencia muy marcada en la forma en que el

sujeto se relacionaría el resto de su vida; posteriormente Guidano 1995, expresa que a

partir de las experiencias tempranas con las figuras de apego, los seres humanos

construyen activamente su realidad personal y para ello propone cuatro formas de

Organización de Significado Personal, postulando las estructuras de significado personal

Depresiva Fóbica, Obsesiva y Desórdenes Alimenticios Psicogénicos (DAP) (Balbi,

1994; Guidano, 1994 citado en Florez, L., Giuliani, M & Giulio, M. 2012. p, 6).

Finalmente, Guidano (1995) integra la teoría del apego planteando que la

construcción de cada Organización de Significado Personal tiene relación con los

patrones vinculares familiares, ya que a partir de estos se forman vínculos afectivos en

las relaciones tempranas, lo cual se comienza a percibir con el sistema interno de apego

del sujeto, que elabora una visión de sí mismo desde la infancia. Es allí, donde tienen su

origen las creencias y su propia representación de la realidad, la manera de ordenar el

mundo.

El individuo interpreta las situaciones externas de acuerdo al significado de sí

mismo y de esta manera crea una identidad personal a través de la cual conoce su lugar

en el mundo, como un proceso intersubjetivo de ensamblaje de esquemas emocionales y

creencias nucleares, lo cual da a entender que las relaciones afectivas determina el tipo y

la calidad de las emociones que el niño experimentará, por lo tanto “El vínculo es una
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coordinación sensomotora afectiva y es por definición una experiencia intersubjetiva

regulada por las emociones” (Oneto, L. & Moltedo, A. 2002. p, 4).

Proceso de construcción de la organización de significado personal en la

infancia y la adolescencia

Ahora, se hace necesario comprender de manera un poco más detallada la forma

como se va dando este proceso de organización personal desde la infancia y en la

adolescencia para más adelante poder comprender las implicaciones que en psicoterapia

ha de tener esta categoría de análisis propuesta.

Nardi, Bellantuono y Moltedo (2010) acerca de la construcción de las “escenas

nucleares” y de la configuración de las organizaciones de significado personal explican

que “la constancia y predictibilidad de los comportamientos del cuidador y de sus

expresiones emocionales le permiten al niño una precoz decodificación de activaciones

semejantes en sí mismo. Por ejemplo, el sujeto comienza a percibir en qué situaciones se

siente seguro o en peligro, protegido o solo y, por lo tanto, decodifica por sus activaciones

internas lo que sucede en el ambiente que le rodea” (p. 65). De esta manera, el niño va

configurando un repertorio de experiencias con las cuales posteriormente irá explicando

su realidad y ser en medio de ella. El mismo Guidano (1997) dirá que “los

acontecimientos en los primeros dos, tres años de vida, cuando el pensamiento racional,

lógico está muy poco desarrollado, los acontecimientos más importantes en términos de
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secuencia de eventos de la trama narrativa empiezan a especificar las tonalidades

emocionales que más sobresalen en el contexto de pertenencia del niño” (p. 16). Es

importante recalcar que no son secuencias lógicas sino emocionales en la interacción con

el otro a partir de las cuales el niño va organizando su experiencia y su individuación.

En el proceso de desarrollo del individuo y de consolidación de su identidad

personal se van estructurando categorías básicas y recurrentes de significado personal,

que permitirán al sujeto organizar y estructurar la realidad manteniendo un sentido de

continuidad y con una percepción de sí mismo y el mundo (Guidano 1994 citado en

Criado, 2014 y Ruiz, 2007) A través de dos procesos dinámicos y dialécticos: la estabilidad

y el cambio, a estos procesos “corresponden las características de cierre organizacional y

de apertura estructural propias de cada organización de significado personal” (Nardi,

2006, p. 52) que posibilitan en el individuo la configuración de una identidad coherente

y estable en el tiempo, pero a la vez con la posibilidad de adaptarse.

Es así entonces, cómo a partir de las organizaciones de significado personal se va

construyendo lo que Guidano (1995) denomina el Self. En la posibilidad de interacción

con el otro, de anticipar sus posibles reacciones y de leerse en él es lo que permite que

surja un sentido de identidad personal, “sin esta característica de vernos desde afuera o

con los ojos de otro, ningún ser humano podría ser capaz de crear una imagen consciente

de sí mismo con la cual poder evaluar y anticipar cómo sus acciones serán percibidas por
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los otros” (Ruiz, 2003 citado en Criado, 2014, p. 27). Esta identidad personal será una

búsqueda constante a lo largo de nuestro ciclo vital justificada por “una necesidad de

mantener una autoestima aceptable que nos haga sentir legitimados, aceptados y queridos

por los otros. Esto es relevante porque es la necesidad de mantener una autoestima

aceptable, la que permite regular todos los procesos de autoconciencia” (Criado, 2014, p.

29).

La organización de significado personal como modelo explicativo de la

psicopatología

El cambio paradigmático introducido por Guidano (1995) con su postura

postracionalista implica no solamente una nueva comprensión del fenómeno psicológico

sino también de sus alteraciones; es así como este autor replantea la psicopatología

tradicional y propone “una nosografía procesal y sobre todo explicativa. Vale decir una

nosografía que explique la relación entre el síntoma y la organización que la produce, el

síntoma forma parte de la coherencia interna de la organización” (Ruiz, A 2007, p. 8).

Cada significado personal puede tener diferentes modalidades de procesamiento

de la experiencia y esto puede dar origen a procesos psicopatológicos en cuanto a

procesos menos flexibles, más concretos, menos generativos e incluso con una posible

disminución significativa de la capacidad de integración (Ruiz, 2007). Desde un punto de

vista post-racionalista, lo que se trata como normal, neurótico o psicótico, no es un


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contenido de conocimiento en sí mismo, sino que es la modalidad de procesarlo (Ibidem,

p. 8).

En esta óptica, la psicopatología debe ser vista como una ciencia del significado

personal: el estudio de cómo este sentimiento de nosotros mismos toma forma y

se estructura en la primera infancia y en la niñez, de cómo se articula y se diferencia

en el tiempo y en la observación, lo que acontece cuando se enfrenta a particulares

eventos críticos, experimenta un quiebre o un brusco cambio de su propio sentido

de sí mismo. Y si tal quiebre produce o instaura un síntoma, como una manera de

explicarse y de recomponer una discontinuidad percibida. (Oneto, L. & Moltedo,

A. 2002, p. 9).

De este modo la Organización de Significado Personal desarrolla un camino

evolutivo específico en relación con patrones vinculares familiares (apego) y se relaciona

directamente con los esquemas maladaptativos tempranos de acuerdo al contenido; es así

como se puede encontrar que el dominio esquemático que más caracteriza a la OSP

depresiva es el de Desconexión y Rechazo. Este dominio incluye los esquemas de

Abandono/Inestabilidad, Desconfianza/Abuso, Deprivación emocional,

Defectuosidad/Vergüenza y el de Aislamiento social/Alienación (León, Salazar y Puerta,

2013, pp. 116-117). Igualmente, en esta área se pueden describir los niños con patrones

de un tipo de vínculo de apego evitativo, inhibido y cuidadores compulsivos.


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En la OSP Fóbica se describe niños que presentan patrones de apego coercitivos.

Estas categorías se dividen entre coercitivos activos, aquellos que producto de la atención

dada, presentan un alto sentido de ser querido, por lo tanto nunca aceptan bajar de

categoría, contrario a los coercitivos pasivos, quienes no viven formas de exploración o

experiencias de autonomía (Guidano, 2001, pp. 72-73) esta situación de vinculo se

centraliza en el miedo y la estrategia utilizada es de controlar, en este sentido puede estar

caracterizado por un dominio esquemático de Autonomía y Desempeño deficientes,

incluyendo esquemas de Dependencia/Incompetencia, Vulnerabilidad,

Enmarañamiento y Fracaso.

De acuerdo a la OSP Obsesiva se configura con un tipo de apego ambivalente,

que deviene de una estructura familiar donde se perciben las explicaciones de forma

antagónicas, los niños pueden generar tipos de vínculos compulsivos complacientes y

cuidadores compulsivos, lo cual quiere decir que puede ser una mezcla entre tipo de

apego evitativo y ambivalente, lo cual denota que puede estar caracterizada por el

dominio de Tendencia al Otro, con los siguientes esquemas: Subyugación, Autosacrificio

y Búsqueda de Aprobación o Reconocimiento.

Por último, la OSP de los Trastornos Alimentarios Psicógenos o Dápicos se

caracteriza por el desarrollo de vínculos familiares con patrón de apego evitativo

compulsivo complaciente, es decir “es un niño que logra tener un acceso emocional de
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sus padres de forma estable y segura, en la medida en que a cada momento corresponde

a las expectativas de ellos, de esta forma se establece la construcción de la identidad de sí

mismo sobre criterios externos” (Guidano, 2011, p. 83). Los criterios de juicio y las

expectativas de los otros, caracteriza a los desórdenes alimentarios, en este sentido el

dominio esquemático que más se puede desarrollar es el de Sobrevigilancia e Inhibición,

incluyendo los esquemas Negatividad/Pesimismo, Control Exceso/ Inhibición, Normas

Inalcanzables y Condena.

La intervención psicoterapéutica de los sistemas de significación personal

Consideramos que el presente artículo adquiere principal relevancia en este

apartado en cuanto buscamos su aplicabilidad en procesos psicoterapéuticos con niños y

adolescentes, destacando no solo su novedad e importancia, sino y sobre todo su utilidad.

Por ello, recapitulando lo dicho a lo largo del presente escrito , destacamos la importancia

de tener presente en psicoterapia que el niño va construyendo el concepto de sí mismo a

través de la información que recibe de su entorno y de su interacción con éste. Por eso

es importante poder reconocer lo que piensa, siente sobre sí mismo y la imagen que va

construyendo de sí mismo a partir de la manera como organiza y significa su experiencia;

organización basada en el tipo de apego establecido con sus figuras vinculares. De esta

forma:
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“El enfoque post-racionalista tiene el objetivo de aumentar el conocimiento que

el paciente tiene de sus reglas de funcionamiento. Y en este sentido hablamos de

aumentar la "conciencia de sí mismo", es decir la conciencia del modo en el cual

la persona funciona al ordenar la experiencia, poner en secuencia eventos

significativos, y explicarlos. Busca, además, cómo mejorar la comprensión en el

paciente, para que él esté en condiciones de reorganizar su experiencia personal”

(Ruiz, A. 2007, p. 9).f

Esto implica en psicoterapia la necesidad de valorar lo que le sucede al sujeto en

términos procesales e históricos (Castrillón, 2011), tratar de identificar las organizaciones

de significado personal y los esquemas maladaptativos implementados y llevar a que

emerjan nuevas tonalidades emocionales que favorezcan la construcción del equilibrio y

una mayor comprensión en el paciente de la manera cómo organiza su experiencia y lo

lleve a resignificarlas, o como diría Ruiz (2007) “la única posibilidad de cambio, entonces,

es hacer que la persona pueda experimentar en la situación terapéutica nuevas tonalidades

o instancias emotivas, que tendrán que ser integradas, elaboradas y procesadas al interior

de la autopercepción originaria con la cual estamos trabajando” (p. 11).

En este proceso de cambio es de suma importancia el nivel de involucramiento

emotivo tanto del paciente como del terapeuta ya que será lo que facilitará que se den

procesos autorreferenciales en el consultante (Ruiz, 2007).


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Una propuesta metodológica para hacer psicoterapia desde este enfoque es el

propuesto por Castrillón (2011) quien sugiere que en primer lugar se reconstruya el

presente (dimensión de vida actual), es donde se inició el desequilibrio hasta la fecha

actual; en segundo lugar hacer una reconstrucción del estilo afectivo; es decir reconstruir

toda su carrera afectiva/sentimental desde las relaciones afectivas significativas (figuras

de apego) y por último encontramos la reconstrucción de la historia de desarrollo que va

desde la infancia y niñez preescolar (0-6 años), hasta la adolescencia tardía y juventud(15-

20 años) (2011, p. 3). Para ello y con base en la propuesta de terapia de Guidano (2007)

se sugiere la escenificación de situaciones (a través del juego, de la fábula, de la narrativa,

de títeres, entre otras) que permitan generar la emotividad en el niño necesaria para re-

construir su estilo afectivo, la identificación de las figuras de apego y su tipo de

relacionamiento con éstas. También, se propone la exploración con el niño de sus figuras

vinculares e involucrarlas en las escenificaciones propuestas, donde se representen

situaciones pasadas o posibles que propicien en sí mismas el cambio deseado o esperado,

en parte por la presentación en vivo de repertorio de posibilidades de relacionamiento y

con ellas de organización de significado personal.

Discusión

Una vez hecha la revisión de las diferentes fuentes referenciales y construido el

presente artículo consideramos importante recalcar la prevalencia que el modelo

postracionalista da a los fenómenos emocionales sobre los cognitivos, pero en ningún


24

momento los rechaza o relega, sino que explica cómo en el proceso filogenético y

ontogenético cobran mayor preponderancia y dotan de sentido el proceso de

individuación y construcción de la subjetividad.

Entonces, es así como podemos comprender la manera como se da el proceso

de estructuración individual desde la significación sucesiva que da el sujeto a vivencias

emocionales con las cuales interpreta la realidad que vive tanto interna como externa a él

y es en ese proceso de significación personal que va construyendo su propia realidad. La

organización que hace de estos es la que permite la consolidación de una identidad pero

la flexibilidad y capacidad de adaptación a cambios vitales son las que permiten ver un

individuo en constante construcción.

De acuerdo a lo mencionado, se podría pensar que existe una correlación teórica

entre los conceptos de las teorías de Guidano, Young y Bowlby, ya que la Organización

de Significado Personal parte que la organización está conformada por esquemas ideo-

afectivos y una auto-organización y los patrones de apego influyen en la construcción de

un particular tipo de sentido de sí mismo. Los moduladores emocionales desarrollan el

sentido de sí mismo de una manera específica y se organizan para mantener la coherencia

interna, durante todo el ciclo de vida individual. Existen situaciones en las que estas se

pueden desequilibrar originando trastornos psicopatológicos.


25

La relación de los planteamientos de estos autores nos permite ampliar las

posibilidades de comprensión en psicoterapia de la manera como el niño, niña o

adolescente consultante ha construido su malestar y de esta misma manera ayudarle a

resignificar el sentido que le otorga a su experiencia y contribuir en un mayor bienestar

psicológico. Es en la reconstrucción de escenas nucleares, en la comprensión de la

manera cómo él o ella las ha asumido y significado, en el relacionamiento con sus figuras

vinculares de apego y la organización que hace o ha hecho de dichas significaciones será

la forma como se podrá ayudar a alcanzar dicho objetivo de cambio. Esto a través de lo

propuesto anteriormente en el proceso terapéutico para el trabajo con niños y

adolescentes, las escenificaciones con o sin las figuras vinculares donde se puedan

representar situaciones nucleares y propiciar una nueva organización de significado

personal.

Conclusiones

Se está frente a una terapia del sentir que lleva implícita e inmersa los cambios

en el pensar, pero más que buscar distorsiones en la construcción de las ideas, buscar

dinamizar cambios en la manera como se perciben las cosas que vivencia el sujeto en la

relación temprana con sus figuras de apego y desde ahí en adelante con situaciones o

personas significativas. A diferencia de otros enfoques psicológicos en los que la figura

vincular tiene principal relevancia, en este modelo post-racionalista se da en la medida en


26

que es el individuo el que construye su realidad, ese otro es un pretexto, pero a la vez una

posibilidad de ser.

Después de hacer un recorrido y un análisis de la relación entre los vínculos de

apego, los esquemas maladaptativos tempranos y las organizaciones de significado

personal, se puede observar que establecemos un diálogo, una correlación analítica entre

estos postulados. En base a que los esquemas son creencias que ordenan el lenguaje y los

diálogos internos del sujeto a partir del desarrollo cognitivo, se caracterizan las

organizaciones de significado personal, las cuales se construyen a partir de tonalidades

emocionales, permitiendo buscar la coherencia en la continuidad del sentido de sí-mismo.

Por ello, su actuación va mucho más allá de los cambios o reestructuración de los

pensamientos irracionales, posterior a una activación emocional experiencial en el

proceso de intervención y relación terapéutica, para generar una reorganización.

Nuevamente hacer énfasis en la aplicabilidad y pertinencia de esta propuesta en

la psicoterapia con niños y adolescentes dado que se facilita el enganche terapéutico, la

contemplación de lo patológico como proceso de deconstrucción – reconstrucción de

significados personales y de sentires. Es reconocer y la validar la experiencia y el sentido

de vida que da el sujeto a su existencia independiente del ciclo vital en el que se encuentre.

En la medida en que más investigaciones permitan relacionar lo observado entre

los tipos de apego, los modelos de esquemas maladaptativos tempranos y su inclusión en


27

la organización de significado personal, se podrá realizar un análisis de prevalencias que

puedan ser indicadores para el sujeto en la intervención clínica, esto presenta por objetivo

desarrollar nuevas investigaciones con el fin de relacionar la construcción emocional

desde la psicoterapia postracionalista, que sería de gran valor para la psicología del

desarrollo.

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