Hoy en día la mayoría de gente colombiana pierde el valor de la palabra verdad, se pierde

la noción de lograr entrar en su yo y escuchar la conciencia, ya no es importante

preguntarnos un porque, un cómo o un para que, actualmente cada uno piensa en sí
mismo y en como desbancar o pisotear al otro.
Simplemente podríamos recuperar todo con tener una verdad moral perfecta y recordar
que Dios tiene una verdad teológica en donde ve todo y sabe realmente todo, pero para
eso debemos esforzarnos y lograr recuperar la imaginación, la dicción y la acción, donde
nos va a llevar a pensar, decir, desear, decidir y hacer en una posición entre el bien y el
mal, dejar de ocultar una maldad o falsedad con una falsa verdad, lograr pensar y actuar
con razón antes de juzgar, lograr unir la razón con la fe y lo más importante unir nuestro
cosmos con nuestro ser humano y al mismo tiempo unirnos con Dios.

La verdad no es algo externo al hombre:

Es una realidad viviente y actuante en el interior.

“En el hombre interior habita la verdad... A la verdad no se llega pensando o discurriendo,

sino que ella misma se manifiesta a los que la desean” (La verdadera religión 39,72).

No debemos olvidar nuestra inteligencia y lograr escrutar nuestra mente para conocernos
a sí mismos, en dimensiones cognitivas, afectivas y relacionales

Y por ultimo no debemos olvidar nuestra libertad, debemos partir que la libertad es un
valor divino, en donde cada persona se debe hacer responsable de sus actos y acciones,
cuando encontremos a Dios nos vamos a dar cuenta que vamos a ser unos seres libres y
completos de razón y fe con fundamento de amor y el bien…

La verdad esta en el momento que encontremos la unión entre la razón, la fe, la ética, la sumemos
a Dios y sumemos a nuestro cosmos con nuestro ser humano…