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“En la ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires, a los días del mes

de marzo del año dos mil catorce, se reúnen en Acuerdo Ordinario los
señores Jueces de la Sala Tercera de la Excma. Cámara de Apelación en
lo Civil y Comercial de Mercedes de la Provincia de Buenos Aires,
doctores CARLOS ALBERTO VIOLINI y LUIS MARIA NOLFI, con la
presencia del Secretario actuante, para dictar sentencia en el Expte. nº
2.398 en los autos: “FERNANDEZ PEDRO ANTONIO C/ BONOMINI ANTONIO
MARCOS ARMANDO S/ USUCAPION”.
La Cámara resolvió votar las siguientes cuestiones de acuerdo con los
artículos 168 de la Constitución y 266 del Código Procesal.
PRIMERA: ¿Es justa la sentencia interlocutoria apelada de fs. 24/26?.-
SEGUNDA: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?.-
Practicado el sorteo de ley dio el siguiente resultado para la votación:
Luis María Nolfi y Carlos Alberto Violini.
VOTACIÓN:
A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, el señor Juez doctor Luis María
Nolfi dijo:
I. En sentencia interlocutoria de fs. 24/26 el Sr. Juez a quo resolvió
desestimar el planteo de inconstitucionalidad de los arts. 1 y 2 de la ley
13.951.-
Para ello, esencialmente, consideró por un lado el carácter de
contradictorio del presente proceso en el que resultaría admisible la
figura del allanamiento, pues no aparecen en juego derechos privados no
renunciables o cuestiones que interesen al orden publico. Ello con cita de
un fallo de antigua data de la Sala I de esta Excma. Cámara Dptal.
II. El recurrente de fs. 52 se agravia de la referida sentencia a fs. 54/57.-
Arguye imposibilidad legal de que este tipo de procesos concluyan por
transacción, conciliación y/ allanamiento, por estar en juego normas de
orden publico, por lo que devendría inejecutable una posible convención
en etapa de mediación. Por ello solicita la revocación del fallo en crisis y
la declaración de inconstitucionalidad de los arts. 1 y 2 de la ley 13.591.-
A fs. 61/62 dictaminó en autos el Sr. Fiscal Adjunto de Cámara, propicia
rechazar el planteo de la parte actora desde que, esencialmente, no
considera justificado recurrir a la medida extrema de declaración de
inconstitucionalidad desde que sin perjuicio de la incompatibilidad de la
mediación y el proceso de usucapión, aquella, de arrojar resultado
positivo podrá ser utilizado como un elemento de juicio más entre los que
conforman el entremado de pruebas a partir del cual el Juez formará su
convicción.-
III. Si bien es cierto que: “El control judicial de constitucionalidad, y la
eventual declaración de inconstitucionalidad de una norma o acto, es un
deber (u obligación) que implícitamente impone la constitución formal a
todos los tribunales del poder judicial cuando ejercen su función de
administrar justicia, o cuando deben cumplir dicha norma o dicho acto”
(Manual de la Constitución Reformada- Germán J. Bidart Campos T° I p.
338). Ello implica que el sistema de control en nuestro derecho
constitucional (federal y provincial) en cuanto al órgano que lo ejerce se
denomina “sistema jurisdiccional difuso” por que todos los jueces pueden
llevarlo a cabo.-
No es menos cierto que el indicar expresamente los derechos que se
entienden vulnerados por las normas atacadas es un requisito que debe
cumplirse en todo planteo de inconstitucionalidad, así lo entendió la
Suprema Corte cuando dijera: “La impugnación de inconstitucionalidad
debe ser suficiente, es decir, debe indicar de qué modo la norma
impugnada habría quebrantado los derechos constitucionales cuya tutela
se procura y en caso de deficiencia argumental, esta no puede ser
suplida por el Tribunal y debe rechazarse el planteo”. (SCBA, B 49340 S
12-8-1986, AyS 1986-II, 395 – DJBA 131, 405).-
Asimismo, en igual sentido, pueden colectarse reseñas del máximo
Tribunal local tales como: “El Tribunal ha considerado indispensable
precisar de qué modo la norma impugnada ha quebrantado o quebrantará
las garantías constitucionales cuya tutela se procura e impuesto, a la
vez, que exista una relación directa entre aquélla y éstas. También ha
exigido que la actora acredite que el ejercicio de alguno de los derechos
constitucionales se halla afectado debido a la aplicación de la ley cuya
constitucionalidad se controvierte, o demuestre de qué manera y con qué
alcance la norma produce una afectación a una garantía constitucional.
Tales pautas interpretativas encuentran su razón de ser en la necesidad
de circunscribir la labor judicial a la resolución de contiendas, evitando
desbordes que al contravenir la manda del art. 171 de la Constitución
provincial, la sitúen más cerca de la función consultiva que dentro de la
propiamente jurisdiccional”. (SCBA, I 2223 S 4-6-2008, Voto Juez SORIA.
“Medipharma S.A. c/ Municipalidad de Lomas de Zamora s/
Inconstitucionalidad decretos”).-
“La declaración de inconstitucionalidad tiene lugar cuando la aplicación
de la norma al asunto particular es contraria a los principios, derechos y
garantías consagrados por la Constitución (“unconstitutional statute as
applied“), supuesto en el cual los efectos del pronunciamiento no operan
más allá de la contienda. Como suele decirse: “…los tribunales no son…
comisiones asignadas para emitir un juzgamiento (general) sobre la
validez de las leyes…”. Sus decisiones se justifican en la necesidad de
reconocer derechos entre los litigantes que se encuentran frente al
órgano judicial”. (SCBA, I 2162 S 23-12-2003, LL 2004, C-1084).-
Asimismo harto sabido la declaración de inconstitucionalidad de una
norma jerárquica legal es un acto de suma gravedad institucional,
constituyendo la mas delicada de las funciones suceptible de
encomendarse a un tribunal de justicia. De ahí que debe ser considerada
como ultima ratio del orden jurídico y solo practicable como razón
ineludible (ver: Morello y Ot. en “Códigos…” T° II-A.p.587).-
Es doctrina tan antigua como pacífica de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, que la validez de los actos del Estado se presume, añadiendo
que la declaración de inconstitucionalidad es una decisión final y
extrema, que los jueces sólo pueden tomar cuando llegan al absoluto
convencimiento de que no existe otra vía para evitar la lesión de un
derecho, procurando el mismo resultado por la vía de la interpretación y
armonización de las normas en juego. Es decir que el magistrado sólo
acudirá a este remedio como última “ratio” de su poder o energía
constitucional. Reiterando estos conceptos, el máximo Tribunal federal
declaró que la declaración de inconstitucionalidad es un acto de suma
gravedad institucional, que debe ser considerado como última “ratio” del
orden jurídico (CSJN 19/9/89 J.A. 1990-II, pág.307). Por otra parte,
también ha resuelto la Corte Suprema de Justicia que los Tribunales
deben ejercer la facultad en cuestión en causas de carácter contencioso
(CSJN fallos 306:1125), es decir, aquellas en las que se persigue en
concreto la determinación del derecho debatido entre partes adversas.
La función del Poder Judicial no es, entonces, la de ejercer un control
abstracto de constitucionalidad, sino la de proteger derechos
individuales que se encuentran afectados o amenazados (CSJN 18/10/88,
J.A. 1990-II, pág.596/7). Finalmente, cabe recordar que el interesado en la
declaración de inconstitucionalidad de una norma, según lo ha decidido
el superior Tribunal federal, debe demostrar claramente de qué manera
ésta contraría la Constitución Nacional, causándole de ese modo un
gravamen (CSJN fallos 307-2:1983).-
Lo cierto es que, en la especie, a la hora de formularse el planteo de
inconstitucionalidad el demandado ni siquiera ha hecho mención de cual
derecho constitucional (propio) se encontraría vulnerado, no obstante lo
cual se advierte que la norma cuya tacha de inconstitucionalidad se
pretende -que estatuye el régimen de mediación obligatoria en el ámbito
local- no resulta de aplicación al presente proceso, en lo que
corresponderá modificar la resolución en crisis, pues de lo contrario se
conmina a la accionante a transitar un camino que resulta inerte lo que
no es dable entender sea el espíritu de la norma ni la intención del
legislador.-
Digo que la mediación resultaría un transito abstracto en la cuestión,
pues la índole de la materia del presente proceso excluye que el mismo
pueda concluir por transacción, conciliación y/o allanamiento.-
Se ha definido al derecho real diciendo que es un derecho absoluto, de
contenido patrimonial, cuyas normas, sustancialmente de orden público,
establecen entre una persona (sujeto activo) y una cosa determinada
(objeto) una relación inmediata que, previa publicidad, obliga a la
sociedad (sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto contrario
al mismo (obligación negativa), naciendo para el caso de violación una
acción real y que otorga a sus titulares las ventajas inherentes al ius
persequendi y al ius preferendi.-
El aspecto de “orden público” de los derechos reales, hace referencia, por
un lado, al número cerrado -numerus clausus- de derechos reales creados
por ley -de ahí su limitación nacional: art. 75, inc. 12, Const. Nacional-
(Código Civil: dominio, condominio, usufructo, uso y habitación,
servidumbre activa, hipoteca, prenda, anticresis; Ley 25.509 (Adla, LXII-A,
18): Superficie Forestal; Ley N° 13.512 de Propiedad Horizontal, Adla, VIII-
254) y, por el otro, a que los privados, cuando constituyan derechos
reales, no deben apartarse de las normas que los regulan, es decir, a la
tipicidad legal (Salvat Raymundo M., Argañaras Manuel, “Tratado,
Derechos Reales, t. I, nº 7 p. 6).-
Siguiendo tales conceptos es que se ha dicho que la estructura reglada
por nuestro ordenamiento positivo para la adquisición del derecho real de
dominio de bienes inmuebles que tiene por causa fáctica la posesión
continuada de veinte años cuenta con requisitos que no pueden ser
suplidos por la libertad convencional de los litigantes, desde que la
convención no constituye ninguno de los modos tasados previstos por la
ley (art. 2524, Cód. Civ.).-
Así es que algún autor ha concluido en que : “Los motivos antedichos que
impiden a la judicatura aprobar un acuerdo de partes en el juicio de
usucapión, tornan, asimismo, errónea la disposición procesal local que
somete a la mediación -medio alternativo de solución de conflictos- las
controversias que giran alrededor de la usucapión, puesto que nada
podrá acordarse válidamente en esa instancia extrajudicial entre los
involucrados y, si así sucede, no resulta viable legalmente su inscripción
en el Registro de la Propiedad inmueble pertinente (arts. 2 y 3, Ley N°
17.801) como modo de adquirir el dominio, ni tampoco podrá recibir
posterior homologación judicial a los mismos efectos, de manera que
disposiciones rituales de ese tenor facilitan la confusión, retardan el
ejercicio de la acción -entorpeciendo el acceso a la justicia- y generan
gastos innecesarios -los honorarios de la mediación- a los justiciables,
consecuencias indeseables que vulneran los derechos constitucionales
de peticionar a las autoridades y al debido proceso adjetivo (arts. 14 y 18,
Const. Nacional). (Usucapión. Sentencia homologatoria y mediación,
Galimberti, Héctor Rubén; Publicado en: Sup. Act. 02/12/2010 , 1. La Ley
On Line).-
Con estas máximas y principios es que corresponde analizar el texto de
la norma 13.951, de allí extraigo que cuando la misma en su art. 4º
establece las excepciones al régimen y en su inciso 12 refiere
expresamente a “Causas que tramiten ante los Juzgados de Paz
Letrados” en el mismo, y de conformidad a lo normado en el art. 61 ley
5827 ap. II inc. h, se encuentra comprendida la materia del presente
proceso, de allí su inaplicabilidad.-
IV. Por ello propongo, revocar la sentencia interlocutoria apelada de fs.
24/26, dejando establecido que el régimen de la ley 13.951 no es
aplicable al presente proceso; sin costas de Alzada por no mediar
contradictor vencido en la presente contienda (art. 68, 69 y ccs. del
ritual).-
A esta primera cuestión:
VOTO POR LA NEGATIVA.
A LA MISMA PRIMERA CUESTIÓN: El señor juez Dr. Carlos Alberto Violini,
dio su voto en el mismo sentido.-
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, el señor Juez doctor Luis María
Nolfi dijo:
En mérito al resultado de la votación que antecede, el pronunciamiento
que corresponde dictar es:
Revocar la sentencia interlocutoria apelada de fs. 24/26, dejando
establecido que el régimen de la ley 13.951 no es aplicable al presente
proceso; sin costas de Alzada.-
ASÍ LO VOTO
A LA MISMA SEGUNDA CUESTIÓN: El Sr. Juez Dr. Carlos Alberto Violini,
aduciendo análogas razones, dio su voto en el mismo sentido.
Con lo que se dio por terminado el acuerdo, dictándose la siguiente
SENTENCIA:

Mercedes, de marzo de 2014.-


Y VISTOS:
CONSIDERANDO:
Que en el acuerdo que precede, en virtud de las citas legales,
jurisprudenciales y doctrinales ha quedado establecido que la sentencia
apelada no es justa.-
POR ELLO y demás fundamentos consignados en el acuerdo que
precede SE RESUELVE:
Revocar la sentencia interlocutoria apelada de fs. 24/26, dejando
establecido que el régimen de la ley 13.951 no es aplicable al presente
proceso; sin costas de Alzada.-“

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