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DOLOR DE ESPECIE BY HUGO EDGAR RUIZ MONROY

DOLOR Y SUFRIMIENTO DE ESPECIE


Para poder hacernos a una idea, –más o menos clara- acerca del dolor, y del
sufrimiento que experimenta un ser humano; es necesario interpretar el saber
antropológico al que ha sido expuesto, el acercamiento a este universo emo-
cional; podría de alguna forma darnos una respuesta, y en ese orden; descubri-
ríamos; que tanto lo disfruta, o que tanto lo lesiona.
El dolor y el sufrimiento que más atormenta a la cognición; está en la crisis de
fe, detonada por la culpa; heredada de la norma evangélica, convirtiéndose las
más de las veces; en el principal desajuste conductual, y motivacional de la
especie.
“Buscad el sufrimiento en vuestras emociones, y celebrad las posesiones así;
sean de otro”
El dolor y el sufrimiento hacen parte de la evolución del cerebro; sin ellos, la
enseñanza y la axiología resultaría ser insustanciales; no tendrían razón las
ideologías, ni los proyectos a futuro.
“El ser humano ha buscado las causas del sufrimiento; desde que tuvo memo-
ria, y gran parte de ese sufrimiento hallado en la memoria; es por el dolor que
producen las pasiones; que no dejan progresar a nadie”
“Y si encontrare el motivo del dolor, y del sufrimiento; hallaría más motivos para
azotarse; la felicidad, y la abundancia; serian el horrendo motivo”
“El sufrimiento y dolor más vil, y miserable; esta en desconocer los logros aje-
nos, ¡oh! cuanto dolor y sufrimiento; produce semejante bajeza”
“Y si descubriere un solo ser; que no haya sido asaltado por el dolor, y el sufri-
miento, ciertamente he de deciros que un ser tal; no ha de ser un organismo
vivo, el dolor, y sufrimiento de vuestros hermanos de evolución; es legítimo”
“Utilizad vuestro cerebro de forma decorosa; y recordad que; todos los adefe-
sios que veis en vuestros hermanos; son el reflejo de vuestra persona; hallareis
la felicidad en el decoro”
El dolor es horrendo, no obstante; puede ser satisfactorio aún que produzca así
mismo; sufrimiento, además, en muchos casos; el dolor se suele disfrutar, em-
pero, es el sufrimiento el que carcome los cimientos de la cognición; en ese
estado la razón termina siendo la primera afectada; porque la mayor tortura
auto infringida psicológicamente es el sufrimiento, y el temor culposo que acusa
a la pobre condición humana; aún, en ausencia del dolor.
El dolor es un mecanismo de defensa, el sufrimiento; es un mecanismo de
agresión poderosamente persuasivo y destructivo; lo peor es que, puede ser
cultural, hay hombres y mujeres culturalmente enfermos; por ello sufrientes, y
de esta bajeza; algunos derivar su sustento, se reproducen sin control, invaden
los espacios, manipulan la fe, y extorsionan a los estados.
La adaptación al medio que nos rodea es exigente, y sufriente, no obstante; no
debe producir malestar; debemos adaptarnos permanentemente, en esa medi-
da podemos reevaluar el concepto de sufrimiento, y no agotamos la emociona-
lidad, claro que también; es cuestión de educación, gran porte de las frustra-
ciones que nos asisten son inducidas culturalmente.

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El miedo al disfrute, a la abundancia, a vivir bien; lesiona horriblemente las


emociones, y cargan al ser humano de culpa, en el fondo la especie disfruta del
dolor y del sufrimiento que produce la miseria, “sufrid hoy en la tierra, y goza-
reis mañana en el paraíso” este adefesio parece fijado en los genes.
A claro que; ignoramos, un componente evolutivo -un cerebro que sabe; hace-,
el miedo a -saber; hacer-, aterra y produce sufrimiento, además, en el -saber;
hacer-, está implícito el sentido de responsabilidad, y voluntad; el cual ignora-
mos, y preferimos hacernos colectivos, y así; terminamos sufriendo todos por
aquel o aquella que se -destaca, sabe y hace-
“Oh cuanto sufrimiento han de padecer todos aquellos que se destacan; en al-
go positivo para la especie; he de decirles, gracias por ser sobresalientes, y
demostrar que, -saber hacer- es posible; y además, rentable”
Amable lector; gran parte del dolor, y sufrimiento que padece la especie; es
inducido por las normas evangélicas; siendo estas cuales fueren, niegan rotun-
damente el disfrute al ser humano, y lo hacen esclavo de lo que no existe, y lo
hacen culpable de lo que no ha hecho; incluso desde antes de nacer, es una
forma de gobierno espartano que la especie aprendió a disfrutar.
“Nada le hace mayor daño a las sociedades; que las ideologías derretidas en el
tiempo; ni siquiera el terrorismo resulta tan feroz”
La selección natural eliminara al sufriente; e indicará qué espécimen es el más
apto; no hemos de olvidar que evolucionamos, también, ideológicamente, es-
tamos en los tiempos de la fe; perversa, y hoy; las exigencias son de espacio, y
territorio, reventamos el planeta por el número. El sufriente y menesteroso; está
violando alguna estructura natural, y en ese estado; el dolor y el sufrimiento son
inevitables.
Suena terrible; pero tenemos que hablar muy pronto del estado ingente de la
especie, no es una realidad estática; si no que aumenta permanentemente, y
esto; solo produce dolor, y sufrimiento en nuestra especie, la presión demográ-
fica que soporta el planeta; está en sus límites. Hemos de ir hacia unas normas
pacíficas, respetuosas de cada ser humano y de su espacio vital; empero, for-
mémonos en normas que nos permitan; sobrevivir sin sobre saltos, y que cada
ser humano tenga la posibilidad de disfrutar el hecho de estar vivo, no destine-
mos nuestros niños y niñas al dolor, y al sufrimiento que generan las carencias,
en fin. Hagamos algo; es un pedido honesto, por el futuro de la especie.
Una cultura es entendida por completo; solo cuando se descubre el impacto
que producen en ellas las tradiciones trascendentales que la soportan, ninguna
conducta puede estar al margen de esta influencia tan poderosa, de ahí; po-
demos deducir, que las estimula, que las anula, que las hace reactivas. Las
ideas son poderosas, desarrollar un nuevo orden no resulta fácil, tampoco difí-
cil; hemos de rescatar todas las ideas que resulten inteligibles a toda la espe-
cie; la permanencia de las costumbres culturales son definitivas; como también,
lo ha de ser, el control reproductivo de la especie en todas las culturas; desde
hoy, y para siempre, he ahí; las raíces del nacionalismo que en muchos casos
resultan favorables; liberándolo desde luego de la falacia de la culpa, y asig-
nándole nuevas ocupaciones de reordenamiento global, empero, no podemos
quedarnos solo en razonamientos; hay que actuar.

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Pensar produce sufrimiento, y puede llegar a convertirse en dolor, -el numero-;


está induciendo sufrimiento a nivel global, debemos establecer nuevas cone-
xiones, nuevas ideas, además, las inducciones ideológicas aceleradas de hoy;
son el verdadero sufrimiento que no permite resolver la situación individual; no
permiten la adaptación, no permiten evadir el sufrimiento. No se me llame terro-
rista si afirmo que, el crecimiento sin control de la población; está produciendo
sufrimiento en todo el orbe, y muy pronto en el tiempo; se podrá convertir en el
verdadero dolor, y el verdadero sufrimiento de la especie sapiens, sapiens.
“Nada le produce mayor dolor, y sufrimiento al hombre; que la necesidad apre-
miante de conseguir para la compra, y para ostentar”
“La reproducción excesiva de la especie; arruina los estados, cual fueren; es-
tos, empero, lo peor no es eso, lo peor es que; se constriñen todos los espacios
que resultan vitales para los estados”
“Las dadivas destruyen la voluntad, y hacen de los hombres seres menestero-
sos, inmundos; desconocedores del precio, y valor de las cosas”
El exceso de privilegios o la carencia de ellos; alteran, y enceguecen las emo-
ciones y hacen explosivas a las sociedades. El sapiens, sapiens se cargó de
culpa; cuando descubrió que sabía, cuando descubrió la posibilidad de crear;
se aterro, se cargó de miedo, y temor cuando se descubrió único; se hizo su-
friente por ello, en esa condición; bueno es tener un protector. La cognición
desdé sus inicios ha necesitado de guía, con este precepto; resulta fácil extrac-
tar la idea de Dios, ningún hombre ha tenido el privilegio de hablar con Dios; le
habla a Dios, la dificultad está; en lo que espera de él, y lo peor no es eso; lo
peor es que; se sienta a esperar lo que nadie le debe.
El cerebro humano es el único órgano que dispone de energía extra; potencia-
da por las reacciones químicas del mismo organismo, cuando se agota la ener-
gía; el cerebro entra en economía; en esa fase, se detona la energía extra, la
chispa divina; es en este estado de recarga energética cuando aparecen las
epifanías; se encienden de nuevo las luces; se accede sin más al paraíso, y
aparecen las deidades que no son otra cosa que el eco esquizofrénico; media-
do por un estado alterado de conciencia y una norma evangélica siendo esta
cual fuere, y es esto lo que hace de cualquier engendro; un elegido o una ele-
gida; hueros and bufos.
No tenemos mediana idea de lo que se puede hallar en el cerebro, seguimos
sintiendo temor, y nos supone trabajo extra; incursionar en nuevas ideas, em-
pero, necesitamos de ideas que puedan ser herramientas de gestión legítimas,
modificar la norma evangélica, a nivel global; resultara un dispositivo de control
benéfico para toda la humanidad presente, y lo que resultara más importante
para la humanidad del futuro, hemos de ser formadores de opinión nuevos, y
por ende; reformadores de la cultura humana.
Y vuestro señor hablo:
“Ciertamente aquellos que se reproducen como plaga, y no cumplen el decreto
del nuevo orden; tendrán tormento doloroso, además, la hambruna, la pobreza,
y el azote del estado serán legítimos, y si fueren creyentes; no les aprovechara

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la fe, ni la plegaria les vendrá bien; porque para vuestro señor, más vale un
hombre trabajando que cien-mil arrodillados rezando”
“Y se apartara el dolor de todos aquellos que comulguen con el nuevo orden,
habrá paz, y abundancia para todos los pueblos de la tierra, no se forzara a
ningún hombre a que sea creyente; bastara con que obedezca la norma para
ser hijo del padre, y habitar en sus mansiones”
“No tendré por elegido a ningún ser que haya atormentado a sus hermanos de
especie; de la forma que haya sido. No aparezco en las visiones de estos en-
gendros; luego cualquier elección va por cuenta propia. Pobre de aquel que
aún sabiendo; desperdicia su peculio, y ciertamente he de deciros que en el
único lugar donde vuestro señor manda, y tiene efecto; es en el cielo”
“Todo aquel árbol que se reproduce sin control; aún siendo su fruto bueno, ha
de ser cortado, y echado a la hoguera”
“Cuidad del agua y del medio ambiente criaturas primitivas, e inmundas; porque
no están lejanos del día en que beberán aguas infectas. Odiosas y abomina-
bles; todas las criaturas que desconozca estos preceptos, y que además, con
discursos arrogantes y mentirosos se sustenten, se harán inmundas a los ojos
del padre, el tormento no se hará esperar”
Y esto es lo prescrito:
“Todo aquel ser que respete las prescripciones del nuevo orden; tendrá abun-
dancia, y será tenido como piadoso; porque todos sus actos beneficiaran a la
humanidad, y no ha de temer el día de su partida; la humanidad entera le des-
pedirá, y vuestro señor le recibirá; sin preguntas, sin juicios”
“Todo aquel árbol que nazca torcido, y que por torcido no se reproduzca; será
tenido como bueno en el nuevo orden, ¡oh! cuanta misericordia hallaras en el
quirófano, en el padre, en el nuevo orden”.
“Entre vosotros no hay enviados; solo son hombres que hacen de vuestro se-
ñor una persona, vuestro señor es un recurso hallado en vuestro cerebro, ha-
ced buen uso de él, no lo hagáis responsable de vuestra conducta y miseria”
“El dolor y el sufrimiento asiste a todo aquel engendro; que dice amar a Dios, y
odia a sus hermanos de especie, fatuo, ridículo, pútrido and cochino, Dios se
halla en cada uno; y además, no tiene elegidos”
“Y se sacudirá el mundo por la cantidad de gentes, todas prestas al mal, a la
corrupción y al pillaje; serán dejados de lado, atormentados por su miseria y
sus faltas, su refugio será la hoguera, y de dentro de ellos surgirán las maravi-
llas; hombres y mujeres sin perfección; pero con para la compra; serán ellos, y
sus hijos los seleccionados, ¡oh! cuanta misericordia hallaras en tu señor; se
bueno, y muere a tiempo; la recompensa no se hará esperar; el cielo aguarda”
“Se dirá a voz en cuello; autorizada por el nuevo orden, ¡habitantes de pan-gea!
os ha venido la verdad procedente de quien está en buena dirección; parad la
reproducción, y no atormentéis más a vuestros hermanos; por que el crecimien-
to ingente; solo produce dolor, sufrimiento, y miseria”

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“En el cielo hay déficit de almas, y si fueren todos desalmados; los actos atro-
ces, la corrupción, la reproducción sin control, el terrorismo, en fin, serán coti-
dianos; se harán normales, serán elevados a la condición de virtud, y no faltara
quien, o quienes con palabra zalamera; aseguren que estos adefesios son in-
herentes a la especie, y además, mandatos divinos”
“Oh santidades y patriarcas de la tierra; deberéis hablar a la especie con la
verdad; o ya no seréis más santidades; ni patriarcas, así es la gracia de vuestro
señor”
“La gracia de vuestro señor no tiene límites, somos criaturas inmundas; pero
afortunadas, tenemos un Dios con infinita gracia, y esta gracia; nos permite
odiar, calumniar, envidiar, difamar, robar y hasta matar a nuestros hermanos de
especie; en el buen nombre del señor resulta bueno, Dios es coherencia dice el
hampa, y amen. ¡Oh! cuanto dolor, miseria y sufrimiento espera por los engen-
dros pútridos; que hablan de la gente del mundo; como sino vivieran en él,
cuánto daño hace la fe perversa; a la especie”
“Ningún ser cargara el fardo de otro, si agobiado por el peso pide auxilio; nadie
le llevara nada aún que aquel a quien llame sea a su propia madre; (dirán las
madres con enconado acento, cuando parí; este pútrido engendro) nadie se
ocupara de nadie, y no has de pedir ayuda porque vuestro señor no ayuda a
nadie, y menos a engendros que se reproducen sin control, sin norma y sin pa-
ra la compra, ya estáis informado; la gracia de vuestro señor no tiene límites, y
además, has de saber qué; vuestro señor, solo se haya en el interior de vuestro
cerebro”
“Bienaventurados todos a aquellos que tiene la fortuna para vivir en sendos
paraísos, todo se les ve hermoso, todo les funciona, ¡oh! gentes esplendidas; el
mundo y sus paraísos; están hechos para vuestras personas”
Herencia histórica
Hinduismo; el hinduismo sostiene que, la existencia misma es necesariamen-
te dolorosa.
El sufrimiento desaparece cuando desaparece la existencia, cada ser sufre se-
gún y por las consecuencias de sus acciones, sin descontar la idea del karma
que se rige por la ley de la causalidad (toda causa genera un efecto, y éste, a
su vez, se convierte en una nueva causa) Las acciones convenientes; aquellas
que nos ayudan a liberarnos; tienen consecuencias positivas en nuestra exis-
tencia actual, y futura. Las malas acciones nos encadenan a las existencias,
porque refuerzan la mentira, la maldad, y los malos deseos, además, tie-
nen consecuencias negativas; tanto en nuestra vida actual como en las vidas
futuras.
De esta forma; nuestro sufrimiento presente, es consecuencia de nuestras ac-
ciones anteriores, –mea culpa-
Budismo; en el budismo encontramos que, la experiencia del dolor; es la clave
de su propuesta filosófica.

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Buda apela a la medicina de su época, y dice, para alcanzar la (curación-


salvación), es necesario ser consciente de la enfermedad, de no hacerlo; el mal
continúa creciendo, es así, como el dolor; se sitúa en el budismo.
El dinero, la salud y el amor son realidades pasajeras, y no son consistentes
con las experiencias de enfermedad, vejez y muerte, los mismos momentos de
placer, alegría, abundancia, paz, etc., no son más que dolores bonitos, en con-
secuencia no somos plenamente felices nunca, siempre estamos enfermos y
sufrimos todo el tiempo, -esa es la primera verdad-
Para curar al enfermo hay que conocer la causa de la enfermedad, la causa
del dolor es el deseo, empero; claro que con esto; el Buda no se refiere a los
pequeños deseos de la vida cotidiana, sino al –deseo- que mueve nuestra exis-
tencia, -esa es la segunda verdad-
Siempre estamos buscando que las posesiones nos den la paz definitiva; que
la fama, el dinero, el buen nombre, el cuerpo sano, la belleza; nos calme el de-
seo, y ninguna de esas realidades puede hacerlo; no porque no se quiera; solo
es que no pueden, todo es limitado en este mundo; nada dura para siempre,
sin embargo; el fin del sufrimiento es posible; el buda lo alcanzo y puede ense-
ñar a otros a alcanzarlo, -esa es la tercera verdad-
Escapamos del dolor momentáneamente, con nuestra ignorancia nos equivo-
camos al elegir el camino, y le pedimos a la vida aquello que jamás nos podrá
dar, entonces, y en esa forma es que nuestra insatisfacción actual, y nuestra
infelicidad; son eternas, y lo peor no es eso, lo peor es que somos los directa-
mente responsables, es decir, tenemos la infinita culpa, empero, la correcta
visión del mundo, la meditación y el desprendimiento de lo superfluo; pueden
liberarnos, -esa es la cuarta verdad- y como si fuera poco; estamos atrapados
en un sinfín de existencias.
La propuesta del budismo es superar el sufrimiento; desde la raíz, (¿?)
Para el budismo, no es necesario creer en un Dios creador para alcanzar el
Nirvana, lo que no significa que niegue su existencia, simplemente cree que;
descubrir o discutir sobre Dios, si existe o no, sobre sus cualidades, sobre su
nombre, no ayuda necesariamente a la liberación del sufrimiento, la propuesta
es recorrer el camino divino, y no discutir sobre lo que lo rodea; igual seria dis-
cutir sobre cuatro Dioses; uno o ninguno, el budismo invita a tener una infinita
compasión con el sufrimiento de todos los seres vivos, y su fin es liberarlos de-
finitivamente del sufrimiento.
La razón del sufrimiento es una mera cuestión mental, según palabras del pro-
pio Buda, "el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional", de igual forma po-
demos afirmar que, "todos los estados sufrientes, siendo cual fuere la etiología;
encuentran su origen en la mente, la mente es el fundamento de la razón; no
obstante, hay creaciones mentales que no tienen razón”. El sufrimiento tiene
que ver con la auto-conmiseración de cada cual, también; está en la que se
desea proyectar y el beneficio a lograr. El sufrimiento tiene que ver con la diso-
nancia cognitiva; es decir, no queremos darnos cuenta de lo que hacemos, el
odio, la envidia, la corrupción, todo acto indecoroso pasa factura, y lo peor no
es eso, lo peor es que hace sufrir inocentes.

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El sufrimiento y la miseria a la que nos vemos abocados por nuestra propia


elección; son adefesios que elegimos libremente, y por supuesto; como al ce-
rebro le encanta la lastima; sufrimos, y a eso le sumamos una herencia emo-
cional de –culpa- cedida generosamente por la norma evangélica, la crianza y
la cultura.
Estos bufos recursos emocionales; nos hacen temer o despreciar el disfrute, he
ahí; el hombre sufriente, y menesteroso por naturaleza, y mandato divino.
“Nada le produce mayor placer al ser humano; que disfrutar el hecho de estar
vivo; empero, adaptado a la realidad que le asiste, y asido a la verdad de desa-
parecer con bienes, o sin ellos; por siempre jamás”
“Bienaventurados los saludables, fuertes y prósperos; el cielo espera por sus
huesos, habitarán palacios y mansiones; en cuyos lugares esta proscrita la las-
tima, y aquel que no lo merezca no estará; así de simple es la verdad”
“Oh cuanto sufrimiento hay en la desnudes, y en el hambre de los hijos -no los
tengáis; insensatos, bellacos and bellacas- y así, eliminareis en parte el sufri-
miento hallado en la miseria de vuestros hijos”
“Será bienaventurado todo aquel que descubra la felicidad existente en la fe,
controlada por esa razón que nos aleja de los condicionamientos negativos, y
nos aproxima a descubrir nuevos valores, y a la consecución de objetivos meri-
torios and asequibles”
“Bien aventurados todos aquellos que no lleguen a nacer; se mantendrán lejos
del pecado, del hambre, de la miseria, del delito, de la envidia y demás adefe-
sios. Planificad criaturas primitivas e inmundas; os ordena Dios, y dejad que
vuestros hijos permanezcan en el paraíso; he ahí la gracia de vuestro señor.
“¡Oh! cuan misericordioso ha de ser el padre con el bellaco que escribe estas
líneas; además, el tormento no le será ajeno; pútrido engendro; el infierno es-
pera por su alma, abominable para el cielo resulta un ser así, y si fuere docente
peor; cuan terrible ha de ser el juicio final”
Podría decirse que las antropologías (Asiáticas, Indias, Africanas) son muy bri-
llantes, y si se quiere; eruditas, empero; son terribles para la pobre condición
humana; porque siempre están en búsqueda de respuestas, y manifestaciones
que no existen, empero, estas antropologías; le han dado forma a los estados
mentales, y geopolíticos, y son, si se quiere; los paliativos de la miseria y del
exceso poblacional, además, así funciona la cognición, el día que podamos
liberarnos de estas historias emocionales; seremos pos humanidad, y nos en-
caminaremos hacia un nuevo orden mundial. No tenemos necesariamente que
desconocer estas historias emocionales; solo hemos de actualizarlas, y poner-
las verdaderamente al servicio del estado, y de la especie; donde la idea emo-
cional de Dios; sea –casa- y el estado como consecuencia lógica; sea –estado-
Y no menos podemos decir de la religión abrahanica: (Islam, Judaísmo, Cris-
tianismo), las cuales conforman la tradición religiosa actual en accidente. Se
reconocen en ellas la misma tradición, y las tres; son aún que de formas diver-
sas; monoteístas, adoradoras de un Dios único. Son especialmente sensi-
bles con el tema del sufrimiento y el dolor, en ellas encontramos, con palabras
de más o palabras de menos; preguntas como estas: ¿porque Dios bueno y
salvador permite el sufrimiento humano?, ¿qué sentido puede tener para Dios

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el sufrimiento humano? si se formula la pregunta en términos actuales seria


así, ¿paraqué permite Dios el sufrimiento humano?, y la respuesta es la misma
en las tres religiones; el sufrimiento, corresponde con los misterios de Dios, y
pare de contar, y como si fuera poco; existe un paraíso para elegidos los cuales
han de ser muy pocos, ni siquiera un infante que nace muerto se salva; porque
si nació muerto es por algo, por –culpa-
Que tan perversa y sádica ha de haber sido la vida con los bellacos que inven-
taron estas historias emocionales, tan terribles, y abominables para la especie,
de haber sido lo contrario; la especie viviría en estados vitales muy próximos a
paraísos, serían muy pocos, y todos además, tendrían la infinita propensión a
disfrutar el hecho de estar vivos, y santas pascuas.
Para el cerebro humano las alucinaciones de tipo religioso son normales; la
razón es simple; la individualidad impresiona la cognición, de ahí resulta fácil
que personas sin antecedentes religiosos; accedan a ellas, luego Dios, es la
impronta que fundamental la idea; sin que eso signifique una realidad demos-
trable, son los vericuetos de la evolución del cerebro; es la idea que ilumina, y
concibe; es por eso que, Dios, resulta obvio en todas las culturas; sin ese pre-
cepto resultaría difícil que el cerebro accediera a la proyección, es el (big-bang)
evolutivo del cerebro humano. Todo ser humano; motivado por una norma
evangélica siendo esta cual fuere; tiende a ser receptivo de las ideas trascen-
dentales, y de las experiencias paranormales, además, la afinidad con Dios, no
está en la norma, está en el cerebro como parte de su evolución. Si decidimos
creer, o no creer en Dios, no corresponde con una riña, ni con una rebeldía, es
más bien; una elección reflexiva individual. El nuevo orden ha de fundamentar
la idea, empero; ha de ser con diferente contenido, y es eso lo que nos permiti-
rá; preservarnos como especie, la preservación de la especie; no está en los
laboratorios; esta en las ideas, y en los compromisos.
Empero, sobre pongámonos, y acedamos a nuevas ideas; mas de acuerdo es-
tas con los tiempos actuales; en los cuales, todos esos adefesios que llamamos
imperfecciones; nos pusieron al borde del abismo, y no hay Dios, ni Demonio;
que nos salve de la catástrofe ambiental, desapareceremos igual que desapa-
rece el gusano; una vez que devora el pútrido cadáver.
El cambio climático, la reproducción sin control, la falta de espacios y la pobre-
za; producirán -pánico de especie- y será la perturbación más difícil de afrontar;
en la especie, no disponemos de fórmulas; ni reales, ni mágicas para tratarlo.
El sufrimiento humano, ya sabemos; corresponde con el temor al disfrute, y a el
dolor que produce la felicidad; sentimientos enraizados en el colectivo humano;
por –culpa- y viene siendo la herencia malsana de la cognición, toda vez que;
la cultura humana tiende a ser sufriente históricamente, y además, menestero-
sa, y es sencillo extractar esta idea; el cerebro no puede reconocer la auto-
propulsión, ni la autonomía, alguien más ha de reconocerla; nada le hace más
daño a la cognición humana que el ejemplo de las masas; que se reproducen
sin control, y esperan sentadas lo que nadie les debe, es de esa forma que,
nunca tenemos lo que queremos, empero; tampoco queremos lo que tenemos,
el exceso de población lleva a la ruina a los estados, cuando un estado no
puede suplir las necesidades de su creciente población; no puede competir ni
concertar en un nuevo orden; porque debe suplir las necesidades de su excesi-
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va población sufriente; promovida por sus propios profetas, liberemos al hom-


bre de dolor, sufrimiento y culpa, reorientémoslo; aún podemos.
En las culturas tiene buena cabida; el dolor, el sufrimiento, y la culpa; somos
imperfectos; en esa condición, sufrientes por antonomasia; por eso morimos y
espiamos culpas, y además, estamos sometidos a condena, así funciona la
conciencia humana; abstraída por la norma evangélica, solo las deidades tie-
nen derecho al disfrute eterno sin sacrificios; solo la cochina envidia las ator-
mentan, los hombres; si debemos sacrificarnos por cuanto bellaco y bellaca
decidan hacer nada de su vida y reproducirse además, sin misericordia; es legí-
timo, y conveniente salvar su descendencia; son hijos de Dios; no de la tierra.
Muy pronto en el tiempo hemos de salvar a los hijos de la tierra; empero, han
de estar ligados a través de relaciones trascendentales a los estados que con-
forman sus territorios; porque muy pronto, no bastaran los haberes, ni los dog-
mas, ni el número, ni las nacionalidades; sino las habilidades y el compromiso
sustancial de los habitantes de los nuevos territorios para sobrevivir, y competir
en el nuevo orden. Se hallaran espacios vitales que conformaran nuevos esta-
dos; sin quien los parasite; por que dicha condición, será abominable en el
nuevo orden, y será legitimo ayudar a los sufrientes y menesterosos; a encon-
trar el paraíso.
Nada será más importante que los espacios vitales que conforman los estados,
y cada territorio, cada espacio provechoso será por si solo; la riqueza de los
estados; así mismo, se conformaran las nuevas nacionalidades, y las deidades
tendrán; el tamaño, la forma y color que decidamos.
“Pueblos de la tierra, será bienaventurado todo aquel estado que se ocupe de
su población menesterosa, y numerosa, y dentro de las ocupaciones de los
estados; estará el enviarles al paraíso, sin preguntas, sin juicios, sin misericor-
dia, ¡oh! cuanta bondad, y dignidad hallareis en el padre; marchad por ella”
A todas las culturas nos enseñaron a parir, y a rezar; empero, no a planificar la
familia, el futuro laboral, académico y tampoco descubrimos nuestras limitacio-
nes geográficas y mucho menos las estrategias halladas en estas.
La reproducción de la especie; se la dejamos a textos, y leyendas que nada
tienen de científicas; por eso son vigentes siempre, aún hoy; resulta terrible
cuestionarlas.
Nos amparamos en unas normas evangélicas que nada tienen que ver con la
evolución de las sociedades, y los factores psicosociales que las asisten, em-
pero; si nos cargaron de pecado, culpa y condenas eternas.
Hoy la sensación de sufrimiento, y dolor se incrementaron, el estado ingente de
la especie, y el consumo; se convirtieron en la mayor fuente de inestabilidad
emocional, necesitamos del uso de la razón práctica; hoy el sufrimiento, y el
dolor; son cuestiones meramente económicas, la falta de recursos, como; el
agua, los espacios, la vivienda, el trabajo, el éxito, la posibilidad de ascenso
social; son negadas a una inmensa mayoría, y la razón es simple; no hay re-
cursos para tanta gente, esto suena feroz; pero es así, y punto.

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Todo lo esperado es negado, y lo obtenido; no resulta suficiente, aun así; hay


esperanza de un futuro mejor para la especie, es importante una nueva norma
a nivel global que nos conduzca al éxito.
Se hace imperativo crear una cultura que una todas las culturas; rescatando de
ellas el discurso antropológico que les de identidad. Una reforma de las institu-
ciones que dirigen los estados trascendentales de la especie; pueden conducir
a tiempos más loables, y a territorios más estables, además, podemos estabili-
zar las emociones humanas que resultan en estos tiempos; tan propensas al
odio, a la corrupción, al delito, al terrorismo, es el concepto de justicia ambiguo
el que detona la inestabilidad emocional; en toda la especie, además, de la
norma evangélica derretida en el tiempo, a mayor número; mayor perversidad,
mayor pobreza, y necesidad en todo el orbe. Si en el mundo entero existe la
imposibilidad de suministrarle a la especie los elementos básicos; por lo me-
nos, propongamos un límite a la procreación. Fórmenos e informemos a nues-
tras jóvenes generaciones de la catástrofe global que estamos enfrentando,
garanticémosles el éxito a todos aquellos que decidan concursar en un nuevo
orden. Como miembro de la especie; sé que, a todos nos asiste alguna forma
de fe, y la voluntad que nos asiste es incuestionable, estos dos elementos son,
y resultaran aún más; muy poderosos para la cognición humana, en fin.
Hagamos uso de formadores de opinión nuevos, por fortuna existen gentes
honestas de probada reputación en todas las culturas; esos hombres, y muje-
res probas; garantizaran el éxito de la nueva empresa en que hemos de em-
barcar; a la especie. La colectividad humana necesita de guía, de discurso
nuevo, practico, utilicemos las ideas, y que sea el instinto colectivo el que las
materialice, por fortuna nuestro cerebro evoluciono bajo esa contingencia.
“La sociedad actual; no está para estoicismo, ni para normas evangélicas de-
rretidas en el tiempo, y mucho más bizarro resulta el pecado que nos asiste
como apéndice actitudinal, hoy es la practicidad, desde todos los rincones sur-
ge la pregunta; -para que me sirve saber lo que se-”
Sé que existe toda una serie de factores o detonantes; que acarrean inestabili-
dad social, y emocional en el orbe, empero, en este caso; veo si ninguna arro-
gancia; lo que se podría clasificar como detonantes de una nueva patología
social, los factores que potencian la desestabilización social a la que asistimos;
se pueden contener, en fin.

La difusión de estos factores ha sido un proceso nefasto, lento pero indefecti-


ble; que se ha venido generalizando a nivel global desde los años (80), nunca
hubo tanta competencia, tanta población, tanta necesidad de suministros, tanto
consumo, tanta pobreza, tanta gente sin para la compra, y con la globalización
nivelamos las coincidencias, incursionamos e inventamos nuevas necesidades,
transformamos los gustos, trastocamos las creencias, redefinimos las caracte-
rísticas y aumentamos las necesidades de la especie, y lo peor no es eso; lo
peor es que, nadie habla del destino de la especie; ha de ser por el miedo que
producen las normas evangélicas. Yo sé que, en el fondo; todos sabemos que
no podemos seguir reproduciéndonos sin control, esto lo deben saber todos los
políticos, las santidades y los patriarcas del mundo, y son precisamente las
santidades y los patriarcas; quienes son los llamados a reformar el contenido
trascendental, y político de la especie, en fin, y no peco de ingenuo; al asegurar

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DOLOR DE ESPECIE BY HUGO EDGAR RUIZ MONROY

que la cognición no funciona sin fe, aprovechemos esa condición trascendental,


y propongamos cambios políticos a nivel global.

El impacto sobre el mundo es -el deseo- de todos los miembros de la especie y


es legítimo, ¿quién soy en el mundo?, ¿a qué tengo derecho? y todo aquel
que no puede materializar sus sueños; se hace solidario neurótico de causas
que ni siquiera conoce; o puede definir, en este último conjunto de seres hu-
manos, encontramos una gran variedad, y además, poco tienen en común; qui-
zás lo único que pudieran tener en común seria la depresión de especie; que
poco a poco; se va generalizando por la pérdida de los valores básicos, y los
conceptos individuales de derecho.

El mundo está en peligro, los problemas de cada país han de ser solucionados
dentro de sus fronteras; todos los estados, deben formarse e informarse sobre
las necesidades del mundo actual, el crecimiento excesivo de la población; le-
siona los estados, lesiona el mundo, y ante la imposibilidad de mejoras en la
calidad de vida de los ciudadanos planetarios; debemos someternos al poder, y
a nuevas normas, en fin.

El dolor y el sufrimiento; son el daño colateral de la pobreza, no existe modelo


terapéutico alguno, que; elimine el dolor, y el sufrimiento que produce la caren-
cia, cuanta frustración sienten los padres al ver a su hijo desatendido, y caren-
te, huérfano de futuro, es por eso; -amable lector- que; le invito a evitar los hi-
jos, y así; elimina de tajo estas dolencias, en fin. Las probabilidades de éxito
que tenemos la inmensa mayoría de personas; son limitadas, y las más de las
veces resultan nulas, y esas probabilidades que resultan tan “alentadoras”; las
heredan nuestros hijos e hijas; siendo de la latitud que fueren.

“Querido Dios, no me des hijos; dame dinero, mucho dinero y la habilidad de


reproducirlo sin esforzarme demasiado, empero, que nadie se entere; porque
me matan, y que ojala sea prontito porque ya ando en los trece años, y no he
disfrutado un solo día de mi vida”

Las alteraciones cerebrales se dan indiscutiblemente, es decir, la relación entre


el dolor, y el sufrimiento dado por la pobreza; son reales en nuestra especie, y
por tanto, pueden llegar a desarrollar nuevas y peligrosas patologías diagnósti-
cas, y además, estos trastornos no los sana la psicoterapia, ni se sanan con
oraciones; los sanan los suministros, en fin.

La humanidad entera debe adoptar el concepto de futuro; el futuro existe, em-


pero; hemos de planificarlo sabiendo que no es un soporte fijo, ni definitivo;
sino que siempre existen las posibilidades, no obstante, el futuro; depende de
las decisiones que adoptemos hoy. Las responsabilidades son el producto in-
discutible de las decisiones. Adelantémonos un poco en el tiempo, tomemos
todo aquello que aún podemos llamar bueno, y sobre esa base; creemos una
nueva antropología que una a toda la especie, si desaparece la razón; desapa-
rece el interés y las deidades.

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DOLOR DE ESPECIE BY HUGO EDGAR RUIZ MONROY

“Oda a los niños y niñas simples del futuro; que por obligación, y amor a la fa-
milia humana; han de ser convertidos en príncipes y princesas; en cuyas ma-
nos estará, el futuro como especie”

Nada le produce mayor dolor, y sufrimiento al género humano; que las caren-
cias a las que sometemos a nuestros niños y niñas.

Las nuevas formas laborales, habitacionales, consumistas y reproductivas; han


de ser cuestiones políticas tangibles, y globales.

“Oda a mis hermanos, y hermanas de especie; que nacerán en (50) años; de-
lante de estas fechas, y que ojala, para ese entonces; las personas que vivimos
hoy, fuésemos recordadas como responsables”

“Y si fuere eliminado todo el dolor, y todo el sufrimiento en la especie; cierta-


mente la especie; seria eliminada de la faz de la tierra”

Nada garantiza la supervivencia de la especie más que el control social de las


tecnologías, la reforma a la norma evangélica en el orbe, el control de la pobla-
ción y su estado ingente, la atención al medio ambiente, además, definir espa-
cios vitales en todo el planeta será una cuestión de emergencia, será vital. Difí-
cil será lograr estos tópicos; si seguimos siendo humanidad; hemos de ser
posthumanidad, se avecinan tiempos de catástrofe planetaria, y en ese estado;
será legitimo intervenir el cerebro humano con la tecnología.

El mundo de hoy en adelante será para la; posthumanidad, este término nos
permitirá hacernos a nuevas normas; sin que terminen convirtiéndose en detri-
mento; muy por el contrario, ayudara a paliar la nueva moral y el nuevo orden
político global. Con la humanidad ha de terminar el fardo primitivo de la moral
vigente; hemos de hacerlo, es una exigencia de especie.

“Ciertamente he de deciros que; el hombre, procede de África, y es allí donde


se hallará; el último sobreviviente”

Hemos de cuidar las comunidades primitivas; es allí donde serán hallados; los
últimos sobrevivientes de la especie, no hemos de esperar mucho; solo son
(80) años; en poco más, o en poco menos, y santas pascuas.

Sinceramente

(HERM)

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BIBLIOGRAFIA

Alzados en almas (HERM)

Psicobioetica (la ética de la especie) (HERM)

Humanismo y terrorismo (HERM)

HUGO EDGAR RUIZ MONROY

Terapeuta psicosocial

Psicoterapeuta

Docente

Bogotá Colombia

Octubre (2016)- marzo (2017)

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