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El término periódico es otro término importante que tiene que ser expuesto, ya que éste se refiere a
la clase de flujo no-estacionario en el cuál éste oscila en torno a una media estacionaria (Cengel y
Cimbala, 2012).
Durante el flujo estacionario, las propiedades del fluido pueden cambiar de punto a punto de dentro
de un equipo, pero en cualquier punto fijo permanecen constantes; por estas razones el volumen,
masa y energía total de un equipo de flujo estacionario o sección de flujo permanecen constantes en
operación estacionaria. Las condiciones de flujo estacionario se logran aproximarse en equipos de
operación continua (turbinas, bombas, condensadores, calderas e intercambiadores de calor). Los
equipos cíclicos no satisfacen las condiciones del flujo estacionario debido a que el flujo en sus
entradas y salidas es pulsante y no estacionario, pese a ello sus propiedades varían en el tiempo de
forma periódica por lo que se puede analizar como un flujo estacionario, a partir del uso de los
valores de las propiedades promediados respecto al tiempo (Cengel y Cimbala, 2012).
Por lo tanto es indispensable determinar si para solucionar un problema será necesario estudiar las
características del flujo estacionario promediadas respecto al tiempo para un análisis no tan
detallada, si se desea lo contrario se deberá realizar un análisis del flujo no-estacionario. Entonces si
se desea conocer las propiedades del campo total de flujo o bien del flujo estacionario (coeficiente
de arrastre promediado respecto al tiempo, velocidad media y los campos de presión) bastara con
una descripción promediada respecto al tiempo; en casos contrarios si el interés se centra en los
detalles acerca del campo de flujo no-estacionario (vibraciones inducidas por el flujo, fluctuaciones
de la presión no-estacionarias, ondas sonoras emitidas) será insuficiente una descripción
promediada respecto al tiempo (Cengel y Cimbala, 2012).
Ilustración 1.Estela oscilante de un
cuerpo aerodinámico de parte
posterior embotada a un número de
Mach de 0.6. Fotografía a) Muestra
una imagen instantánea lo cual
sugiere un estudio de flujo no-
estacionario, b) Muestra una
imagen promediada respecto al
tiempo, lo que siguiere un estudio
de flujo estacionario. Mecánica de
fluidos: Fundamentos y aplicaciones
(p.13), por Cengel & Cimbala, 2012,
México: MaGraw Hill. Derechos
reservados de autor.
FLUJO LAMINAR
Existen flujos suaves y ordenados en tanto que otros son caóticos. El movimiento intensamente
ordenado de un fluido, caracterizado por capas no-alteradas de éste se conoce como flujo laminar de
líneas de corriente o viscoso (Cengel y Cimbala, 2012). “La palabra laminar proviene del
movimiento de partículas juntas adyacentes del fluido en laminas” (Cengel y Cimbala, 2012, p.11),
por lo que el fluido parece moverse debido al deslizamiento de láminas de espesor infinitesimal
sobre láminas adyacentes, con el movimiento relativo de partículas de fluido ocurriendo a escala
molecular, por consecuente las partículas se mueven sobre trayectorias o líneas de corriente
definidas y observables (Franzini y Finnemore, 1999, p.66). El flujo de los fluidos viscosos (aceites
a bajas velocidades) por lo general es laminar (Cengel y Cimbala, 2012).
El arrastre es un efecto indeseable, pero en algunos casos el arrastre produce un efecto muy
benéfico y se intenta maximizarlo. Un fluido en reposo ejerce solo fuerza de presión normal sobre
la superficie de un cuerpo sumergido en él, por otro lado un fluido en movimiento también ejerce
fuerzas de corte tangenciales a la superficie causa de la condición no-deslizamiento provocada por
efectos viscosos. Ambas fuerzas tienen componentes en la dirección del flujo, por ende la fuerza de
arrastre se debe a la presión y fuerzas de corte en dirección de flujo. Los componentes de la presión
y fuerzas corte en la dirección normal al flujo tienden a mover el cuerpo en dicha dirección, su
suma se llama sustentación (Cengel y Cimbala, 2012).
Para flujos bidimensionales, la resultante de la presión y fuerzas de corte esta en dos componentes:
Para flujos tridimensionales, también existe una fuerza lateral en dirección ortogonal a la fuerza
arrastre y sustentación, que tiende a mover el cuerpo en esa dirección. Las fuerzas de fluido también
generan momentos.
En dirección del flujo fuerza de arrastre momento de balanceo
En dirección normal al flujo fuerza de sustentación momento de guiñada
En dirección ortogonal al arrastre y sustentación fuerza lateral momento de
cabeceo
Para cuerpo con simetría respecto al plano sustentación-arrastre, la fuerza lateral, momento de
guiñada y balanceo, promediados en tiempo son cero cuando las fuerzas del fluido están alineadas
con el cuerpo, permaneciendo fuerzas de arrastre y sustentación y momento de cabeceo. Para
cuerpos asimétricos alineados al flujo, permanece solo la fuerza de arrastre (Cengel y Cimbala,
2012).
Las fuerzas de arrastre y sustentación dependen de la densidad 𝜌 del fluido, velocidad de corriente
arriba 𝑉; tamaño, forma y orientación del cuerpo por mencionar algunas. Debido a la diversidad de
situaciones es necesario trabajar con parámetros adimensionales que representen las características
de sustentación y arrastre de un cuerpo. Tales parámetros son el coeficiente de arrastre 𝐶𝐷 y
coeficiente de sustentación 𝐶𝐿 (Cengel y Cimbala, 2012).
o Ecuaciones
𝐹𝐷
𝐶𝐷 =
1 2
2 𝜌𝑉 𝐴
𝐹𝐿
𝐶𝐿 =
1 2
2 𝜌𝑉 𝐴
Donde 𝐴 es el área frontal del cuerpo (área proyectada sobre un plano normal a la dirección del
flujo), para perfiles aerodinámicos 𝐴 se toma como el área de planta; 𝐹𝐷 es la fuerza de arrastre y
1
𝐹𝐿 la fuerza de sustentación; el término 2 𝜌𝑉 2 𝐴 representa la presión dinámica. Los coeficientes
arrastre y sustentación están en función de la forma del cuerpo, pero en algunos casos también
dependen del número de Reynolds y de la rugosidad de la superficie. Los coeficientes de arrastre y
sustentación locales varían a lo largo de la superficie, resultado de los cambios en la capa de límite
de velocidad en dirección del flujo. Si existe un interés en las fuerzas de arrastre y sustentación para
toda la superficie pueden determinarse por medio del coeficiente promedio de arrastre y
sustentación, permitiendo generar relaciones entre los coeficientes arrastre y sustentación locales
como un promedio el cual se identifican con el subíndice 𝑥, cuando estas relaciones se hacen
presentes para una superficie de longitud 𝐿 (Cengel y Cimbala, 2012).
Los coeficientes promedio de arrastre y sustentación para toda la superficie se obtienen mediante las
siguientes ecuaciones:
1 𝐿
𝐶𝐷 = ∫ 𝐶𝐷,𝑥 𝑑𝑥
𝐿 0
1 𝐿
𝐶𝐿 = ∫ 𝐶𝐷,𝑥 𝑑𝑥
𝐿 0
REFERENCIAS
Cengel, Y., & Cimbala, J. (2012). Introducción y conceptos básicos. En Mecánica de Fluidos:
Fundamentos y aplicaciones, 2nd ed., (p.11). México: McGraw Hill.
Cengel, Y., & Cimbala, J. (2012). Flujo externo: arrastre y sustentación. En Mecánica de Fluidos:
Fundamentos y aplicaciones (pp.584-589). México: McGraw Hill.
Cengel, Y., & Cimbala, J. (2012). Introducción y conceptos básicos. En Mecánica de Fluidos:
Fundamentos y aplicaciones (pp.11-13). México: McGraw Hill.
Franzini, J., & Finnemore, E. (1999). Principios básicos del flujo fluido. En Mecánica de Fluidos
con aplicaciones en ingeniería (p.66). España: McGraw Hill.