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CASTIGO FÍSICO A LOS HIJOS

MARTHA NIDIA SOTO MONTERO


LUZ NELLY SILVA ALMONACID

PEDAGOGIA MUSICAL

MIRNA BONILLA

CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA


SEPTIEMBRE 2018
CASTIGO FÍSICO A LOS HIJOS

Este texto trata del castigo físico en menores de edad, es la forma de corrección de una
mala conducta de forma violenta o agresiva, por lo tanto puede afectar el estado mental
del niño causándole traumas o problemas psicológicos, esto causaría que entre en
depresión o en agresividad hacia sus congéneres afectando su estado emocional y su
comportamiento social.

Dado que, los tiempos ya no son los mismos y han cambiado por la influencia de
diversos factores que afectan la crianza y por ende a las familias, tales como, la
economía, el mal uso de la tecnología, la falta de tiempo de los padres para compartir
con sus hijos, la necesidad de los padres y madres de trabajar para conseguir los
recursos de sostenimiento familiar, son unas de las muchas causas que afectan la
corrección y la buena crianza de los niños, todo esto influyendo de manera significativa
en el estado mental y su desarrollo psicológico, al no tener un buen control de lo que
mira, oye y hace. Al no tener la presencia constante de sus padres o de un adulto
responsable, el niño pasa el tiempo observando en su celular, computador o en la
televisión una gran variedad de violencia, programas poco educativos e incluso con
acceso a cualquier página en internet, sustituyendo el amor paternal por el
entretenimiento inadecuado, los niños comienzan a manifestar malas acciones por la
información adquirida y para la cual, no tuvieron la orientación necesaria para que les
enseñara que es lo bueno y que es lo malo.

Cuando cometen errores necesitan ser corregidos por sus acciones y lo más
recomendable es usar la psicología con ellos a través del dialogo, de forma que los
oriente, los motive, y les haga comprender su falta. No se debe reprender o castigar de
forma violenta, pues, puede afectarse su estado emocional y su comportamiento
social, ya que pueden interpretar esta acción como algún tipo de venganza de su padre
o madre para con ellos. En casos graves la persona castigada va a comparar la
realidad con la ficción adquirida en los medios informativos y de esa forma, pueden
iniciar un ciclo donde el niño interiorice esta forma de agresión como algo normal y siga
este patrón de violencia, como es el pan diario de nuestra sociedad. Para evitar este
ciclo de violencia debe comenzarse por desarraigar estos malos hábitos de corrección,
utilizando el dialogo al interior de la familia, como también en los diferentes escenarios
públicos y a través de los programas educativos que se trasmiten por los medios
audiovisuales, como una política de estado, dirigida a todos los estamentos sociales
para que coadyuven con las buenas prácticas para cambiar el comportamiento social
de agresión y de maltrato físico y psicológico presentes en nuestras comunidades.

Sin embargo, nuestras generaciones a pesar de las formas de castigo y de maltrato


físico a que nos veíamos abocados por parte de nuestros padres y personas
encargadas de nuestro cuidado no produjeron secuelas o traumas tan marcados, como
los que hoy producen este tipo de castigo en nuestros hijos, no se desarrollaban
conductas anti sociales, no se presentaban síntomas de depresión tan elevados o
trauma alguno, debido a que los padres estaban más presentes en nuestras vidas, no
se tenía tanta influencia de amistades con malas costumbres y de los medios de
comunicación e información, se compartía más con los amigos físicamente, había más
recreación, no se vivía pegado a una pantalla o expuesto a las redes sociales sin
ningún control. Esto generaba un estado mental más sano y placentero provocando
que el niño se desahogara y superara las situaciones complicadas que hubiese vivido
en su hogar.

Cabe concluir que la corrección con maltrato o violencia no es buena práctica, porque
afecta de manera significativa el desarrollo emocional y psicosocial del individuo,
llevándolo a que en un futuro manifieste las conductas adquiridas durante su infancia,
convirtiéndolo en un individuo maltratador. En consecuencia, si los padres rodeamos
de amor, comprensión, dedicamos más tiempo a nuestros hijos, inculcamos valores y
tenemos un control adecuado de lo que hacen durante su tiempo libre no será
necesario reprenderlos porque no adquirirían malos hábitos y de esta manera,
podríamos tener una sociedad más equilibrada, respetuosa y pacífica.
Bibliografía:

https://prezi.com/i9lcyg0bd2rf/el-castigo-fisico-a-los-hijos-los-corrige-o-los-trauma/

https://www.taringa.net/posts/humor/18609963/El-castigo-fisico-a-los-hijos-los-corrige-
o-los-trauma.html

http://www.vanguardia.com/entretenimiento/galeria/346480-la-crianza-tradicional-vs-la-
moderna

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