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Presentado por:
Grupo 7
Nicolás Rivera Blanco
Daniel F. Rodriguez Ramirez
Kevin A. Tami Torres
Henry F. Velandia Larrotta
Presentado a:
Ing. Guillermo Ávila Álvarez
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1. INTRODUCCIÓN
En el ejercicio de la ingeniería civil, surgen problemas de diversa índole que son abordados por
las áreas del conocimiento que se desglosan de la misma. En este orden de ideas, en lo
referente a la geotecnia, el estudio de los suelos y su comportamiento mecánico e hidráulico a
lo largo del tiempo, es imprescindible para el análisis y diseño de proyectos. Lo anterior, dentro
del marco que cubre cimentaciones, asentamientos, excavaciones y taludes.
2. OBJETIVOS
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3. MARCO TEÓRICO
Cuando un suelo se somete a un incremento de carga -que en ingeniería civil sería traducido
como la construcción de una estructura- se produce un incremento en la presión intersticial,
debida a la incapacidad del agua de asumir esfuerzos cortantes. Con el transcurso del tiempo,
el agua fluye de forma unidimensional (verticalmente) en función de la saturación del suelo, su
permeabilidad, las propiedades del fluido, y la naturaleza de su drenaje. Debido a lo anterior, se
da una reacomodación de las partículas, que resulta en una disminución de la relación de
vacíos. Lo anterior se ve asociado a deformaciones plásticas -que son de sumo interés para la
geotecnia- y elásticas -que son cortas debido a las magnitudes de la carga-.
En cuanto al flujo de agua hacia el exterior del estrato de suelo de interés, es posible aseverar
que genera una disminución en la presión de poros de exceso, y consecuentemente, un
incremento en el esfuerzo efectivo. Por otro lado, es importante resaltar el papel de la longitud
de drenaje, debido a que esta determina los puntos que liberarán primero su presión intersticial.
Asimismo, es pertinente considerar la granulometría del suelo, debido a que los gruesos suelen
drenar rápidamente el agua, por lo que las deformaciones (conocidas como asentamientos) se
darán en mayor parte, en un periodo relativamente corto. Por otro lado, el ínfimo valor del
coeficiente de permeabilidad de los finos, hace que este proceso de disminución de volumen se
de en un mayor lapso de tiempo.
Donde
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En estas ecuaciones, “ T v ” se define como el factor tiempo, “ C v ” es el coeficiente de
consolidación, y “ av ” es el coeficiente de compresibilidad.
Figura 1. Coeficiente de compresibilidad volumétrica. F igura 2. Coeficiente de compresibilidad.
Elaboración propia. Elaboración propia.
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deformación, con la finalidad de graficar el comportamiento de la masa de suelo. El presente
laboratorio desarrolla lo mencionado, regido por la normativa INV E-151-13, que a su vez,
retoma elementos de la ASTM D2435.
Tabla 1. Características de la muestra de interés. Elaboración propia.
Una vez registrado lo anterior, se puede proceder con el desarrollo del ensayo. Con este fin, se
necesitan varios materiales, que son: consolidómetro, deformímetro, equipo de carga,
cronómetro, equipo para moldeo de la muestra.
Entre los componentes del consolidómetro, se destacan un anillo de bronce, que confina
lateralmente la muestra, otorgándole su carácter de drenaje unidimensional; dos piedras
porosas, de sección circular y que permiten el flujo de agua hacia el exterior de la muestra; y un
pistón de carga, cuya función es transmitir el esfuerzo total desde el equipo de carga, hacia el
espécimen de forma axial. La figura 3 detalla los componentes de este aparato.
Después de asegurar la muestra al interior del anillo, esta pasa a ser sometida a un proceso de
saturación, en el cual se deja reposar la muestra durante 24 horas con un suministro constante
de agua. Lo anterior, con el objeto de lograr que el agua invada todos los poros de la muestra,
eliminando el volumen de aire al interior de esta, ya que el objeto del ensayo es lograr la
reducción del volumen únicamente por el proceso de expulsión de agua.
Finalmente, con la muestra asegurada al interior del anillo y un valor de saturación del 100%,
esta es asegurada dentro del equipo de carga, que funciona mediante un brazo de carga, que
multiplica por un factor predefinido de 8, la carga aplicada sobre el brazo. Lo anterior quiere
decir que, al aplicar una carga unitaria de 1 kg, sobre la muestra se aplicará un valor
equivalente de 8 kg. A continuación se muestra el montaje realizado en el laboratorio.
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Figura 5. Montaje de consolidómetro en equipo de carga con deformímetro. Fuente: propia.
La carga se aplicó de tal forma que la relación de incremento de carga (RIC) fuese de 1. Esto
implica que la carga aplicada correspondía al doble de la situada anteriormente en el equipo de
carga; iniciando con un valor de 4 kg. Posteriormente, el periodo de descarga se dio
disminuyendo a la mitad la carga existente, finalizando con un salto de 8 kg a 0 kg en el último
proceso; garantizando que la muestra volvió a la condición inicial de esfuerzos. Para cada
incremento de carga, se realizó la lectura de deformación de la muestra (en este caso el
cambio de altura, ya que la deformación sólo se presenta axialmente) en diferentes periodos de
tiempo, con ayuda de un deformímetro analógico instalado sobre el disco superior del anillo.
Este indicaba el valor de deformación con una precisión de 1x104 in .
Figura 6. Detalle del deformímetro usado en el ensayo. Fuente: propia
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Posteriormente, se desmontó la muestra del anillo y se tomaron los valores de peso necesarios
para calcular la humedad final de la muestra; propiedad clave para los cálculos que se
desarrollarán posteriormente. La Figura 7 detalla parte de la realización de lo mencionado.
Figura 7. Peso del recipiente, junto a la muestra seca. Fuente: propia
Tabla 3. Datos obtenidos de humedad al final del ensayo. Elaboración propia
5. RESULTADOS
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Tabla 4. Datos de deformación experimental obtenidos durante el ensayo. Elaboración propia.
Existen 2 métodos gráficos para determinar el valor del coeficiente de consolidación -también
es posible hallar ese valor mediante un método matemático, pero en éste caso se optó por usar
el método gráfico debido a que la cantidad de datos registrados ofrecía un acercamiento más
real al comportamiento original del suelo-. Estos métodos corresponden al propuesto por
Casagrande, basado en graficar deformación vs logaritmo del tiempo, conociendo valores
iniciales de esfuerzo y de incremento de esfuerzo; y el método de Taylor, que compara la
deformación contra la raíz del tiempo, y se fundamenta en hallar el tiempo para una
consolidación del 90%, valor con el cual es posible determinar el valor de C v . A continuación
se exponen ambos métodos gráficos y la solución por el método de Taylor.
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5.2.1 Gráficas de deformación unitaria axial contra la raíz cuadrada del tiempo
Figura 8. Curva de consolidación para 0,5 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 9. Curva de consolidación para 1 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 10. Curva de consolidación para 2 kg (Carga). Fuente: propia.
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Curva de Consolidación 4,0 kg
Figura 11. Curva de consolidación para 4 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 12. Curva de consolidación para 8 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 13. Curva de consolidación para 16 kg (Carga). Fuente: propia.
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Curva de Consolidación 32,0 kg
Figura 14. Curva de consolidación para 32 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 15. Curva de consolidación para 16 kg (Descarga). Fuente: propia.
Figura 16. Curva de consolidación para 8 kg (Descarga). Fuente: propia.
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Curva de Consolidación 0,0 kg Descarga Final
Figura 17. Curva de consolidación para 0 kg (Descarga). Fuente: propia.
Tabla 5. Cálculo del coeficiente de consolidación para cada intervalo de carga. Elaboración propia.
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● Curvas deformación-logaritmo de tiempo (Método de Casagrande)
A continuación se anexan las gráficas de deformación con respecto al logaritmo del tiempo.
Figura 18. Curva de consolidación para 0.5 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 19. Curva de consolidación para 1 kg (Carga). Fuente: propia.
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Curva de consolidación 2,0 kg
Figura 20. Curva de consolidación para 2 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 21. Curva de consolidación para 4 kg (Carga). Fuente: propia
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Curva de consolidación 8,0 kg
Figura 22. Curva de consolidación para 8 kg (Carga). Fuente: propia.
Figura 23. Curva de consolidación para 16 kg (Carga). Fuente: propia.
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Curva de consolidación 32,0 kg
Figura 24. Curva de consolidación para 32 kg (Carga). Fuente: propia.
Descarga
Figura 25. Curva de consolidación para 16 kg (Descarga). Fuente: propia.
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Curva de consolidación 8,0 kg
Figura 26. Curva de consolidación para 8 kg (Descarga). Fuente: propia.
Figura 27. Curva de consolidación para 0 kg (Descarga). Fuente: propia.
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5.2.2 Curva de compresibilidad (relación de vacíos versus esfuerzo axial)
Como primera medida, se hallaron los esfuerzos efectivos verticales para cada incremento de
carga, de acuerdo a lo evidenciado en la Figura 28.
En esta, la fuerza aplicada será el peso añadido en kilogramos por el factor multiplicador del
brazo (8) por el valor de la gravedad; obteniendo la fuerza real, aplicada en N. La masa del
aparato que descansa sobre el espécimen según los datos proporcionados por el laboratorio y
aproximado a 0,01 es de 0,43 kg; el área promedio del espécimen es de 32,39 cm2.
La masa húmeda en recipiente fue de 148,40 g, el valor de la masa seca en recipiente fue de
109,55 g, y la masa del recipiente era de 43,64 g.
Ahora con la humedad final, se calculó la relación de vacíos final al terminar el ensayo a partir
de la siguiente ecuación:
wf Gs
ef = S
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Teniendo en cuenta que la muestra estaba saturada, se trabaja con S=1, Wf=0,589
previamente calculado y la gravedad específica Gs se halló mediante la fórmula mostrada a
continuación, arrojando un valor de 2,64
Ws
Gs = V s*γw
Por tanto la relación de vacíos final (e final) es de 1,56.
Se encontró la siguiente relación para calcular el e de cada incremento de la siguiente manera:
e = VV vs = Hv
Hs
H v = eHs
Teniendo en cuenta que
H = Hv + Hs
H = eHs + Hs
ef = e0 − ΔH/Hs
e0 = ef + ΔH/Hs
Iniciando con la relación de vacíos final, y teniendo en cuenta que cada relación de vacíos
inicial corresponde al valor final del anterior incremento de carga, se calculó la relación de
vacíos para cada incremento.
Tabla 6. Comparación entre la relación de vacíos promedio y su respectivo valor de esfuerzo efectivo.
Elaboración propia
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Para realizar la curva de compresibilidad se siguieron los siguientes pasos:
● Se identificó el punto de mayor curvatura y se trazó una tangente.
● En el punto de mayor curvatura se trazó una línea horizontal.
● En el tramo final de la curva de compresión virgen se trazó una tangente.
● Se procedió a trazar una bisectriz entre la línea trazada en los dos primeros
pasos de los anteriormente mencionados.
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RSC = 1 Suelo normalmente consolidado
RSC > 1 Suelo sobreconsolidado
RSC = 1, 1836
Suelo sobreconsolidado
Este valor, como se muestra en la Figura 2, se obtuvo mediante el análisis gráfico de la relación
de vacíos vs el esfuerzo efectivo vertical, y permite conocer qué tan compresible es el suelo. En
este caso la pendiente no es tan pronunciada, lo que indica que si se busca reducir la relación
de vacíos de la masa de suelos (reducción de vacíos por expulsión de agua) debe aplicarse un
incremento significativo en el esfuerzo vertical efectivo; lo cual puede ser un indicio de que el
suelo puede presentar niveles de asentamiento bajos por consolidación con magnitudes de
carga que ya ha experimentado. La ecuacion y grafica que describen este comportamiento se
encuentran a continuación.
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Figura 30. Cálculo del coeficiente de compresibilidad. Fuente: Elaboración propia.
Este coeficiente refiere a la capacidad que tiene el suelo de ser comprimido, por unidad de
volumen del mismo. Puede inferirse gráficamente, a partir de una relación entre la deformación
unitaria y el esfuerzo vertical efectivo (como resulta evidente en la Figura 1), o puede calcularse
según lo expreso en la ecuación (5).
De acuerdo con Berry (1998), el valor de k puede determinarse mediante la siguiente relación:
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6. ANÁLISIS DE RESULTADOS
Sin embargo, esto no significa que deba excluirse el desarrollo matemático aquí evidenciado,
debido a que los procesos de correlación no son más que referencias para poder verificar lo
obtenido por el método estandarizado. Así, para el caso de las arcillas típicas de Bogotá,
Montaña (2013) encontró, con un rigor alto, una serie de correlaciones, que se muestran a
continuación.
Respecto al índice de compresión virgen y el límite líquido, en su trabajo encontró que se veían
relacionados por C C = 0, 0116 (LL − 10) . Sin embargo, al encontrar varias correlaciones en la
literatura, llegó a un valor promedio de C C = 0, 0099 (LL + 12) . Al contrastar este índice con la
humedad natural, encontró que C C = 0, 0207 (wn − 34, 95) ; en este caso no encontró una función
promedio, debido a una gran variabilidad de los datos, que no le permitían ser relacionados con
las arcillas capitalinas. Por otra parte, al relacionar este mismo índice con la relación de vacíos
inicial, encontró que C C = 0, 8144 (eo − 1, 16) . Para el caso de este laboratorio, utilizar esta
ecuación resultaría en un valor de 0,87, que al compararse con el encontrado de 0,72, denota
condiciones distintas en el terreno, así como la subjetividad del tratamiento gráfico que se
emplea para la inferencia de estos valores.
Por otro lado, referente al coeficiente de expansión, Montaña encontró las siguientes
correlaciones. C e = 0, 0028 (LL − 97) ; C e = 0, 0021 (wn − 19) ; C e = 0, 0807 (eo − 0, 75) . Respecto a
lo último, con la relación de vacíos inicial de este laboratorio de 2,23 se encuentra un
coeficiente de expansión de 0,1194. Este valor no resulta muy distinto a aquel encontrado en
este trabajo, con un valor de 0,1006.
Teniendo en cuenta lo anterior, y conociendo que las correlaciones no son más que datos de
referencia que no denotan las condiciones reales del suelo de interés, hubiese sido de interés
contar con los valores de límite líquido (LL) y humedad natural inicial de la muestra. De esta
forma, se podría contar con un respaldo que podría dar indicios sobre la veracidad y la
precisión de los datos.
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7. CONCLUSIONES
8. REFERENCIAS
Berry, P., Reid, D. (1996). Mecánica de suelos. (1a ed.). (B. Caicedo H., Trad.). México:
McGraw-Hill.
Bowles, J. (1981). Manual de laboratorio de suelos en ingeniería civil. (1a ed.). (A. Arrieta G.,
Trad.). México: McGraw-Hill.
Juárez, E., Rico, A. (2005). Mecánica de suelos. (Tomo 1, 3a ed.). México: Limusa.
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