La poética del espacio

“El futuro es espacio,

espacio color de tierra,
color de nube,
color de agua, de aire,
espacio negro para muchos sueños,
espacio blanco para toda la nieve,
para toda la música.”
Pablo Neruda1

Leer el texto ha sido muy benéfico y disfrutable, las imágenes que obtuve al
leerlo, las referencias que se mostraron, el volver a leer un párrafo o una idea para
entender, comprender o asimilar el texto. Es un libro complicado de leer, para mí lo
fue así, me generó interés pero también me confundía con muchos conceptos y
una vasta información sobre un tema, muchas veces tuve que regresarme a leer
párrafos completos, sufría de distracciones y me sentí perdida, como muchas
ocasiones en clase, la lectura del libro me permitió acercarme al concepto de
claridad, tanto en mi lectura como en clase, reconozco que aún tengo que afianzar
el concepto de espacio tanto en mi percepción, en mi cuerpo y en mi aprendizaje,
creo que a veces me hace falta ir más allá de lo que mis ojos pueden mirar.

Durante mi lectura me percaté de la aparición del concepto de

Fenomenología2, una palabra que se repetía constantemente, lo había leído y
escuchado en otras ocasiones pero no llegaba a comprender del todo, para
aclarar más mi aprendizaje con respecto a la lectura y profundizar me dirigí al
diccionario de la Real Academia Española, es una rama de la filosofía que estudia
la teoría de los fenómenos o de lo que se aparece, y sus diferentes formas de
manifestación, utilizando la intuición y captando la esencia, va más allá de la
1 Neruda Pablo. El futuro es espacio
2 RAE http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=fenomenolog%C3%ADa
experiencia viviente, incluso ha sido un tema que siempre me ha interesado, he
oído de la fenomenología del espíritu, del relajo, del amor y de aquellos conceptos
abstractos que es difícil de entender, escribo sobre esto porque la lectura es un
texto filosófico más allá de conceptos triviales y vánales, la forma en el que el
autor lo maneja es más que poético, creo yo que incluso, va más allá de lo
espiritual. Para mí también el texto me remonta a una forma de habitar el mundo,
el de hacer de mi vida una poética, encontrarme con mi espacio y el espacio en su
totalidad, una integración.

El texto también es una invitación a la creatividad, a la imaginación, a

buscar referencias para nuestros trabajos como creadores y coreógrafos,
Bachelard para ampliar su análisis y explicación, tuvo como referencias: poemas,
textos, literatura, música, pintura, todo aquello que expandiera la imaginación y las
diferentes formas de manifestaciones y posibilidades de crear y de accionar. Me
parece que el libro es un análisis, una investigación y un recital poético; es
profundo en el manejo de conceptos, de ideas y de herramientas creadoras e
imaginativas, la lectura me invita a realizar una mezcla entre conceptos científicos,
la experiencia y un lenguaje poético para la creación.

Bachelard al inició de su texto nos introduce el término Topofilia, y me

pareció curioso el notar que dentro de mi experiencia personal ese concepto ha
estado destinado (por llamarle así) a adentrarme en su investigación, recordé que
gracias a una muy buena amiga psicóloga social me introdujo en ese tema y me
pareció interesante el integrarlo a mi carrera anterior, así que investigue y leí un
poco de lo que Yory 3 escribe con respecto a: topofilia, ciudad y territorio;
posteriormente, leí un poco de la publicación de Yi-Fu Tuan 4 con respecto al
entorno en el que describe a la Topofilia¸ como aquel lazo afectivo que se crea
entre las personas y el lugar (espacio) y que se convierte en una herramienta de

3 Yory C. (2003)
4 Tuan Y. (2007) p. 13
experiencia personal vivida. Menciono lo anterior porque el texto de Bachelard me
remontó a esta experiencia personal, el cuál es parte de mi investigación teórica
sobre la danza y paisaje, que posteriormente al adentrarme más en la lectura y en
los diferentes capítulos me doy cuenta que tienen más en común mi carrera
anterior especializada en lo forestal con la danza de lo que pensaba.

Me parece importante la relación que mantiene con el sueño, y la

ensoñación, ese proceso en que algo se anhela, se aspira, se persigue, se lucha,
una motivación, algo que sin duda se queda en mí como experiencia, el motivo, lo
que me hace entrar en acción, me lleva al espacio, me hace moverme. El cuerpo
como mi casa, mi nido, mi refugio, mi concha, mis rincones más íntimos, la
inmensidad del espacio, y mi inmensidad.

El recuerdo de la casa añorada, una casa que provee calor, infancia que se
esconde entre los rincones más finos del hogar, un albergue que protege al
soñador, al que anhela y desea con firmeza una hazaña o proeza. Un escondite
maternal, familiar, pienso que también se encarga de limitar, no necesariamente
en lo negativo, limita para que no exista la dispersión; la casa también es la
encargada de albergar a los seres protectores, brinda esa sensación de
tranquilidad y paz, no solo enfatiza la casa como un lugar físico, también un
espacio que aloja moradas primitivas que se engendran en la memoria, recordé mi
proceso terapéutico con mi psicoterapeuta Tesi, sus regresiones a esos recuerdos,
ahora entiendo que eso también es espacio, regrese a esa morada primitiva que
fue el vientre materno, una memoria corporal para el movimiento. Uno de mis
espacios íntimos es mi habitación, decorado con frases y colores, mi resguardo en
noches de frío y tardes de soledad, ahí guardo momentos de mi adolescencia, y
algunas experiencias con drogas. Me atrae como la psicología hace énfasis en la
casa como un constructo mental y emocional, los miedos se engendran en el
sótano y el desván se edifica para el soñador, el espacio de mi ser inconsciente.
“Estamos hipnotizados por la soledad, hipnotizados por la mirada de la casa
solitaria”.5

El invierno es nombrado en “casa y universo”, a mí el invierno me genera

melancolía, no me gusta el frío me pone de malas pero me hace recordar que sin
él, la primavera no existiría, como dice el texto “pone edad en los recuerdos” P. 55.
Pasamos de lo íntimo a lo universal, de refugio a fortaleza, un hogar que se
encargará de vencer miedos. Mis tempestades, mi cuerpo como mi hogar que
sobrepasa huracanes, que los convierte en movimiento y que me permite
compartírselo al otro. La geometría del espacio y en esencial de la casa, su fuerte
geometría nos da un resguardo. En el texto con los poemas que él cita, hace
referencia a que no existe representación sino una vivencia que lleva a habitar el
universo.

Los cajones al igual que el texto, son una herramienta para clasificar,
ordenar y guardar. Clasificar esos recuerdos, memorias y sueños, guardarlos para
un día ocuparlos si es necesario. El armario, los cajones, y el cofre albergan a la
vida psicológica secreta, estos cajones no se abren a cualquiera, el movimiento no
se abre a cualquiera, los secretos se guardan en los pequeños cofres del cuerpo,
un cofre dentro de mi cuerpo es mi espalda y mi columna, guarda secretos,
confidencias que unos pocos saben.

“Yo vine a compartir con quien haya entendido, que la pelea empieza por el
nido” Ana Tijoux (2014), esa frase siempre la recordaba cuando leía el capítulo del
nido, fue mi tema a tratar, no lo pensé mucho, me movió desde que empecé a leer
las primeras frases y he pensado que un nido, no es solo un hogar, es más que un
refugio que te permite mover, que ínsita a volar. Los nidos no son solo de aves,
pero no dejaba de pensar en ellas cuando leía el texto, el nido permite volar
sabiendo que uno vuelve pero no siendo el mismo, al igual que las tortugas
regresan a poner huevos a la misma playa donde nacieron. Un nido corporal que
se teje y se relaciona con mi ser, mi refugio. Para completar mi ejercicio
coreográfico vi vídeos con respecto a nidos y su construcción, observé el de un

5 Bachelard G. (200) p. 52
colibrí, el ave utiliza su cuerpo para engendrar su nido, así yo con mi cuerpo
genero mi nido para gestar mi creatividad, que a veces siento, que está dormida.
Descubrir mi nido corporal, descubrirme como parte de mi propio refugio, huir de
mí, huir de mi miedo pero a la vez refugiarme de ese miedo, apropiarme del miedo
y de mí para alzar el vuelo. Ese refugio primitivo, que empieza con la locura
amorosa, prosigue con mi enramado corporal (el contenedor), que esconde a mi
ser alado, a esa pequeña ave que pretende deshojar el nido.

Al igual que el nido, la concha sirve de refugio, pero sin contenido pierde
mucho sentido, una concha vacía es una concha no habitada, un contenedor que
es más sólido y de característica dura, nos ofrece fuerza y velocidad de quien lo
habita, justo en esta parte es donde hice mi separación del espacio personal, a un
espacio en la totalidad y en la integración de más de dos cuerpos juntos, y objetos.

Lo especial de la redondez, la forma sagrada de un círculo, una forma

redonda que protege, que comunica y que es parte de los rituales, genera
comunidad y empatía con el grupo, la corporalidad se modifica para estar con el
otro y con el espacio, es sin duda una de las mejores formas geométricas que nos
permiten estar con el otro, concentrar la energía y generar flujo.

Las referencias más utilizadas por Bachelard fueron dos de mis escritores
favoritos Edgar Allan Poe y Rainer María Rilke, al momento de mirar sus nombres
me dirigí a mi librero y volví a leer, “Cartas a un joven poeta” de Rilke en esos
momentos pasaba por una crisis de “falta” de creatividad y volver a esa lectura me
recordó que solo hay que dejar fluir a la imaginación y al ser.

No busque de momento las respuestas que necesita. No le pueden ser dadas,

porque usted no sabría vivirlas aún –y se trata precisamente de vivirlo todo-. Viva
usted ahora sus preguntas.6

6 Rilke R. p. 14
 Tantas frases que me gustaron, era imposible resumir, y menos quería
reescribir lo que el autor ya había mencionado, lo ligue a mis experiencias
personales y a lo aprendido en clase, tuve que hacer una selección de lo que
quería redactar, fue lo más importante para mí, no demerito los demás temas, pero
el libro es tan extenso y tan rico en información que quisiera escribir más, pero hay
un momento para todo, hoy pude llegar hasta aquí dejando en mi mente y en mi
cuerpo el aprendizaje, las formas de crear y de accionar dentro del espacio en la
totalidad o en lo particular, el texto es una ayuda para las distintas posibilidades
que el creador puede manejar con solo imaginar, con la imagen, el libro es una
buena herramienta del como uno puede utilizar diferentes referencias para lograr
un ejercicio creativo corporal. La lectura me hizo dar cuenta que me hace falta
explorar el espacio en su totalidad, estoy un tanto acostumbrada a referirme al
espacio personal, debo de trabajar más en las diferentes posibilidades del
espacio.

Literatura consultada

- Bachelard G. (2000) La poética del espacio, Fondo de Cultura

Económica, 4ta reimpresión. Argentina.
- Yory c. (2003) TESIS DOCTORAL TOPOFILIA, CIUDAD Y
TERRITORIO UNA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA DE DESARROLLO
URBANO PARTICIPATIVO CON DIMENSIÓN SUSTENTABLE PARA
 LAS GRANDES METRÓPOLIS DE AMÉRICA LATINA EN EL
CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN “El caso de la ciudad de Bogotá”,
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
- Tuan Y. (2007) Topofilia. Un estudio de las percepciones, actitudes y
valores sobre el entorno. Melusina. España.
- Rilke R. Cartas a un joven poeta.