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Genetistas conductuales intentan entender los determinantes genéticos y ambientales de la personalidad, ya que ha sido un tema de
discusión durante décadas. Pero se llega a que el desarrollo de la personalidad es siempre una función de la interacción de los genes
con el ambiente, no hay naturaleza sin instrucción ni instrucción sin naturaleza.
2. Gemelos idénticos (MZ, del mismo óvulo) y fraternales (DZ, distinto óvulo, pero parecidos genéticamente):
o MZ tienen genes idénticos, cualquier diferencia es por el ambiente
o DZ tienen genes parecidos, pero no idénticos, tienen condiciones ambientales en común que genera cierto control
o Se puede evaluar efecto del ambiente en el mismo genotipo, y diferentes genotipos que están influenciados por
ambientes iguales o similares.
3. Estudios de adopción: Posible estudiar semejanzas de hijos adoptados con sus padres biológicos, que no les han influidos
ambientalmente, y la semejanza con los padres adoptativos con quienes no comparten genes.
4. Heredabilidad: (Conclusiones inadecuadas) La valoración de la heredabilidad es la parte de la desviación observada en las
puntuaciones que puede ser atribuida a factores genéticos. Ej.: Refleja hasta qué punto las diferencias de las características de
las plantas pueden atribuirse a factores genéticos. Es un dato estadístico de población que varía con la característica medida.
También está la sugerencia de que si una característica tiene un rasgo heredado, no puede ser cambiado, esto es falso porque
sí puede ser cambiado por el ambiente.
Instrucción de la personalidad
Efectos del ambiente en la personalidad. Genetistas conductuales evalúan características debida a la herencia además de evaluar la
parte que es debida a los tipos de ambientes.
1. Ambientes compartidos: Por ejemplo, los compartidos por hermanos como resultado de crecer en la misma familia.
2. Ambientes no compartidos: Por ejemplo, los ambientes que no son compartidos por los hermanos que crecen en la misma
familia.
Las experiencias compartidas como miembros de la misma familia no son tan importantes como los efectos de los ambientes no
compartidos. Estudios demuestran que un 40% de la variación en la personalidad es debida a factores genéticos, un 35% a las
experiencias no compartidas, un 5% a las experiencias ambientales compartidas y un 20% tuvo errores de medición.
También es importante ver dentro de ambientes compartidos en la familia las diferencias en el trato paternal real y la importancia de
las diferencias percibidas. Hay una gran variedad de posibles casos donde haya ambientes no compartidos que determinen la
personalidad de hermanos, como, por ejemplo, estudiar en colegios distintos. También hay que notar que los encuentros al azar
desempeñan un papel muy grande en el desarrollo de la personalidad (ej.: que alguien haya tenido un accidente y el otro no, que a uno
le haya tocado un buen profesor, etc.).
Una experiencia ambiental puede no resultar en un rasgo de la personalidad compartido si esta experiencia está actuando sobre
diferencias ya existentes.