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INDICE
9 RELIGIOSIDAD Y SECULARIZACl6N
157 DOS SIGLOS ENTRE DOS SIGLOS
197 IDENTIDAD, (IN)DEPENDENClA Y CRISIS
,1 DEF-GHI4
I Religiosidad y Secularización
-1

DISCURSO RELIGIOSO V SECULARIZACiÓN


EN AMÉRICA LATINA:
UNA HIPÓTESIS POSMODERNA
-
por Juan Eduardo Bonnin

Seguir "discutiendo" con las teorías de la secularización que se formularon


hace un siglo es como exigir a Shakespeare que despierte a Julieta unos minu-
tos más temprano. Así como la muerte trágica era fundamental para el funcio-
namiento del drama shakespereano en el siglo XVI, el anuncio del fin de la reli-
gión fue necesario para el desarrollo de los estados nación, la autonomización
)I del arte y la ciencia y el funcionamiento de la política moderna. En el mejorde
! 11 los casos, podemos despotricar contra Max Weber con la seguridad de queno
:/! se va a tomar el trabajo de respondernos.
¡I Lasformas contemporáneas -que tienen ya más de treinta años- de lateo-
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, 1 ría de la secularización suenan inevitablemente voluntaristas. Su última ver-
sión, Le désenchantement du monde (1985), de Marcel Gauchet, argumenta que
11
desde el siglo XVIII hemos asistido a una secularización de las ideas religiosas
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en ideologías, De esta manera, la religión como creencia personal sobrevive
: I[ pero ya no estructura la vida social ni funciona como principio de legitimidad,
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Devenido en historiador, afirma que desde los años setenta (del siglo XX)"nos
i 1,
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hemos visto sustraídos, sin advertirlo, de la órbita de lo divino" (La religiondans
: 1; la démocratie, Gallimard, 2000). En esos mismos años, los años de la revolución
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islámica en Irán y reislamización del oriente cercano, los años en que lasguerri-
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. l' llas latinoamericanas incluían capellanes que dictaban misa en la selva,había
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ya un "retorno" de lo religioso al ámbito público, no estructurando la sociedad
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-porque ya no había grandes relatos que la estructurasen- sino dando sentido_
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a grupos y comunidades de prácticas. ¿Qué significaron estas discursividades
'11 I
: 1 políticas altamente estructuradas en torno a principios religiosos? Persiaeraun
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'I! país moderno; no se puede interpretar la sucesión de Ayatollahs iraníescomo
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; 1I una dinastía de líderes tribales en una sociedad indiferenciada. Nicaragua,por
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4 : i: el contrario, se modernizó con la revolución sandinista, fuertemente cristiana
I ¡; tanto en sus contenidos como en la pertenencia de sus actores y en el imagina-
rio que la legitimó.
No son, seguramente, las "falencias" de las teorías de la secularización;fue-
ron teorías modernas efectivas para comprender modernidades centrales.Cuan,
do las sociedades cambian, es necesario cambiar también las teorías. Lasmiradas
que buscan retornos o reconfiguraciones de lo religioso no son sino teologíasde
la secularización: postulan la existencia de una esencia de lo religioso quemuta
a través de los siglos, Asistimos a cambios globales de las sociedades y enellosse
generan formas de lo religioso que tienen también rasgos y funciones propias.
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,1' En el caso de América Latina, las estrechas relaciones entre religión y políti-
,
I !i ca no dejan a la primera, como hubiera querido Gauchet, en el lugar subsidiario
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, de una "ideología religiosa" en competencia con otras, sino, en muchoscasos
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~ :1 como condición de funcionamiento e incluso de éxito para la segunda. Pero,asi
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comocambian 105 modos de constitución y significación incluyeron en todos 105 casos actores religiosos -rnayor-
delo social, también lo polí~ico admite nuevas formas y mente obispos, pero también pastores y rabinos- que,
dinámicas.Y el lugar del discurso religioso es, entonces, desde perspectivas distintas, abogaban por la reconcilia-
consecuentementedistinto. ción nacional: sinónimo de "juicio y castigo" o de "amnis-
tía", el efecto que lograron fue el de reafirmar el lugar de
DISCURSOPOLíTICO Y DISCURSO RELIGIOSO: UN ANACRONISMO lo religioso como dador de legitimidad política. El alcance
de esta legitimidad fue doble: por una parte, aseguró la
¿Cómopodemos caracterizar las relaciones entre dis- gobernabilidad hacia dentro de las fronteras nacionales,
cursopolítico y discurso religioso -vgr. "católico"- en la negociando con los diferentes sectores en conflicto; por
AméricaLatina del siglo XX? Siguiendo a Émile Poulat, el otra parte, formuló un modelo haciafuera, transnacional,
últimotercio del siglo XIX dio impulso a un contra-ataque de gestión legítima de las transiciones democráticas.
delcatolicismo hacia el ámbito de la esfera pública. En-
frentándosesimultáneamente al socialismo y al libera- DISCURSOS POLíTICO-RELIGIOSOS CONTEMPORÁNEOS EN AMÉ-

. lismo,el nuevo actor católico busca definir en términos RICA LATINA

religiososla modernidad, sin eludiría ni negaría, lleva En este marco, los principales locutores potíttcos lati-
consigoun ethos integral que persigue la reunificación de noamericanos contemporáneos construyen un discurso
lasesferasescindidas de la experiencia. Especialmente a politico-religioso. Abrevando sobre todo en. las tradiciones
partirde la crisis del imaginario liberal de fines de los años católicas posconciliares, apelando a 105 imaginarios y re-
veintey comienzos de los treinta, el integralismo católico pertorios simbólicos del cristianismo Hberacionista, desde
diseminacuadros formados en las esferas política, econó- las campañas electorales hasta el texto constitucional, des-
micaycultural, particularmente en América Latina, donde de las entrevistas informales hasta los discursos de toma
proveyódejustificaciones ideológicas a 105 grupos más di- de posesión del cargo están permeados por una red de sen-
símiles,desde las organizaciones armadas hasta 105 elen- tidos claramente religiosa y discretamente delimitable.
cosmilitares, pasando por los sectores económicos que, Una de las características sobresalientes de esta dis-
entretanto,se beneficiaban. cursividad es su fuerte identificación institucional, sus-
Lastraumáticas transiciones a la democracia estuvie- tentada por los diversos presidentes de la región que
rontambién tuteladas por este imaginario católico que reclaman una identificación con la verdadera Iglesia ("...
vinculabareligión y política, identidad confesional y per- de Cristo", "...de 105 pobres", etc.). Esto no 105 coloca en el
tenencianacional como un todo complejo en el seno del ámbito general de la religión, ni siquiera en el del cristia-
cuallos sujetos podían, finalmente, encontrar sentido. En nismo, sino específica mente en la esfera católica.
elsenode la teoría de Gauchet, el catolicismo integral fue En primer lugar, se ubican en continuidad con una tra-
uncontra-ataque de lo religioso por dejar de ser una ideo- dición de discursos autorizados del magisterio católico.
logíayvolver a ser un principio estructurante de lo social. Rafael Correa, por ejemplo, propone una encíclica católi-
Enconsecuencia, podemos leer los discursos político-reli- ca como argumento de autoridad para fundar su política
giososcomo un intento de hegemonización de lo religioso económica: "[cjorno dice la encíclica Laborem Exercens de
sobreel ámbito público: proyectarse desde el Estado hacia Juan Pablo 11, el trabajo humano no es un factor más de
todala sociedad -distinción moderna que, como condi- producción, sino el fin mismo de la producción" (Rafael
ciónparavincularlos orgánicamente, los separa de forma Correa, Discurso de Asunción, 15/1/2007).
taxativaen base a límites bien definidos. Los ejes son los mismos en otros discursos: la "doctri-
Unejemplo global de esta dinámica es el de 105 discur- na social de la Iglesia", la "opción preferencial por 105 po-
sossobre la reconciliación nacional. Nacidos directamen- bres", el Documento de Puebla (11 CELAM, 1979), la Teología
tede la teología católica y estimulados como dimensión de la Liberación:
simbólicadel papado de Juan Pablo 11, se difundieron por
todoel globo, desde Argentina a Sudáfrica y Sierra Leo- Pensabaen aquellos rostros de Puebla del '79, que nos in-
na,como espacios de negociación de las transiciones a la terpelan, rostros que nos desafían (...) opté preferentemente

democracia.Las "Comisiones de verdad y reconciliación" por aquellos que la historia ha arrojado en los marginales
UEF-GHI4
Religiosidad y Secularización

escenarios de la exclusión y la miseria. Cuando encontré las Juro delante de esta Constitución, de esta maravillosa Cons-
palabras de muchos teólogos de América Latina, de Leonar- titución, juro delante de usted, juro por Dios, por el Dios de
do Boff y de Gutiérrez, y de tantos otros, percibí claramente mis padres (...) Juro por Cristo, el más grande socialista de la
que era esa la Iglesia destinada a nutrir la esperanza (Fer- historia (Hugo Chávez, Juramento en la asunción de la pre-
nando Lugo, Discurso de asunción, 15/08/2008) sidencia, 11/01/2007)

En los casos de Morales, Chávez, Lugo, Correa y Cristina Un último elemento que se encuentra también presen-
Fernández, la activa oposición de los obispos locales llevó a te en estos discursos políticos latinoamericanos contempo-
la adopción de un discurso en el que emergen tópicos apa- ráneos se vincula con las religiones autóctonas americanas,
rentemente anticlericales. Sin embargo, llevan el conflicto que adquieren entonces un lugar de mayor centralidad.
político al ámbito religioso, entablando una lucha por fijar Probablemente quien haya explotado más esta dimensión
los contenidos de la "auténtica", la "verdadera" Iglesia. En sea el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien realizó una
este sentido, cabría hablar más de un clericalismo de iz- ceremonia religiosa Aymara para su asunción presidencial.
quierda en estos discursos políticos contemporáneos: Al mismo tiempo, sin embargo, ha mantenido la enseñan-
za religiosa en las escuelas públicas y participado en deba-
en Bolivia aparecieron nuevos enemigos, ya no sólo la pren- tes acerca del celibato como un fiel católico más:
sa de la derecha, sino grupos de la Iglesia Católica, los jerar-
cas de la Iglesia Católica que son enemigos de las transfor-
50y católico pero también respeto la religión originaria. Am-
maciones pacificas (...) quiero decirles como se grita perma-
bas creencias convivieron históricamente, por lo que no hay
nentemente 'otro mundo es posible', yo quiero decirles otra
una intención del Gobierno de eliminar la Religión como
fe, otra religión, otra iglesia también es posible hermanas y
materia del curriculum escolar (Evo Morales, 28/06/2006)
hermanos (Evo Morales, Foro Social Mundial, 29/01/2009)
En el caso de Ecuador, la nueva Constitución, sancio-
En segundo lugar, el fuerte mesianismo carismático nada el 24 de julio de 2008, parte en su preámbulo de la
que imbuyólos discursos de campaña y asunción de la invocación religiosa:
generación de presidentes que, en los años 2000, enfren-
taron: sociedades devastadas por el neoliberalismo de la CELEBRANDO a la naturaleza, la Pacha Mama, de la que so-
década anterior les permitió apoyarse con mayor fuerza mas parte y que es vital para nuestra existencia,

en figuras modélicas: Bolívar, Perón, Haya de la Torre, etc. INVOCANDO el nombre de Dios y reconociendo nuestrasdi-
En este sentido, el catolicismo posee un vasto repertorio versas formas de religiosidad y espiritualidad (...)

de figuras que van desde los sacerdotes asesinados por DECIDIMOS CONSTRUIR una nueva forma de convivencia
las diferentes dictaduras hasta el propio Cristo: ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para
alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay (Constitución del
Ecuador, Preámbulo, 24/07/2008)
Por eso digo agradezcámosle a Dios, a Carlos Mugica y a
los que como él dieron su vida para que nunca más en la
Argentina ningún argentino ni argentina pueda ser per-
Este Sumak Kawsay, también presentado por Evo Mo-
seguido por lo que dice o por lo que piensa, o por donde
rales como objetivo programático de su gobierno, forma
milita (Cristina Fernández de Kirchner, Homenaje a Car-
los Mugica, 11/05/2010)
parte del repertorio indigenista de la segunda y la tercera
generación de la Teología de la liberación, la misma que
Entonces yo aprendí a amar a Cristo y lo amo, y Cristo se apropió del Documento de Puebla y que ha formado
para mí es el símbolo supremo del revolucionario, del nuevos cuadros político-religiosos en América Latina.
que da la vida por amor a los demás, de que va a la cruz,
al máximo sacrificio por los más humildes, por los más
DISCURSOS: ENTRE LA POLíTICA MODERNA Y LAS RELIGIONESDE
débiles, por los más pobres, por los más desamparados.
LA POSMODERNIDAD
Cristo redentor, atormentado, traicionado, vilipendiado,
crucificado y resucitado. A Cristo como símbolo revolucio- Gran parte de estas intervenciones se observan en acon-
nario dedico siempre mis palabras, mi inspiración, que es tecimientos clave, no solamente textos aislados o circuns-
la inspiración de la patria profunda, del pueblo profundo tanciales, sino en los discursos de asunción al cargo, fórmu-
(Hugo Chávez, Discurso de Asunción, 10/01/2007)
las de juramento, foros internacionales; es decir, en textos
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programáticos
que están destinados a semiotizar la acción legitimidad que votos en los residentes en el extranjero.
politicarealizada y futura. En tal sentido, este discurso reli- Pero, al hacer esto, entran en conflicto con el discurso po-
giosono se presenta, como esperaríamos con Gauchet, en lítico moderno, que quiere que esta población vuelva al
Iostérminos
de una ideología en competencia con otras, sino territorio del Estado-nación.
comounterreno compartido, un presupuesto identitario so- En este contexto, el discurso religioso es sumamente
breelcualsefunda la legitimidad de las acciones realizadas y efectivo para ganar las elecciones, puesto que realiza una
seconstruyen
criterios para orientar acciones futuras. destinación potencialmente universal, interpelando en la
¿Setrata de las viejas relaciones modernas entre "re- diferencia. La Pacha Mama en la nueva constitución ecua-
ligión"y "política"? ¿Es,entonces,la continuidad del inte- toriana, 105 ritos aymara en la asunción de Evo Morales,
gralismocatólico por otros medios? las invocaciones a Dios (quienquiera que sea), no son -no
Poruna parte, podríamos responder afirmativamen- necesariamente- un nuevo integralismo, porque se su-
te ambas preguntas. Efectivamente, son discursos cle- man en la diferencia: son discursos religiosos no proseli-
ricales(del signo que fuere), que atribuyen legitimidad tistas, no excluyentes.
almagisterio católico, proyectan sobre el ámbito de la Ahora bien, no debemos perder de vista los límites
acciónpública los valores y figuras del cristianismo y del discurso religioso: la lógica práctica de la política de
presuponenla identidad religiosa como dimensión co- las élites sigue siendo la de la modernidad de los.estados
múnde la ciudadanía. Nación y los sectores sociales bien definidos en pugna.
Porotra parte, sin embargo, el contexto en el que se pro- Desde este punto de vista, al no delimitar con claridad a
ducenestos discursos ha cambiado: una reconfiguración los amigos de los enemigos, los actores políticos pueden
simbólicadel sistema de partidos, una circulación global sin perder el impulso ganado en las elecciones en un ejercicio
precedentes
de los discursos por medio de las nuevas tecno- ambiguo del poder de gobierno.
logíasde información y comunicación, desplazamientos de Chávez, Correa, Fernández de Kirchner, Morales lo tienen
poblaciónpor la región que ya no son minorías de inmigran- claro, y gobiernan incluyendo las referencias religiosas en un
tessinocomunidades diaspóricas en movimiento. repertorio que parece infinito de imágenes y tropos toma-
Lasemigraciones ecuatoriana y paraguaya, por ejem- dos de las tradiciones discursivas más variadas para instalar,
plo,necesitan de un discurso que legitime su vida fuera paradójicamente, la relación amigo-enemigo de la política
delpaís. El discurso religioso católico lo permite, porque tradicional. Lugo, por otra parte, parece no llegar nunca a
estransnacional por definición, y tanto Lugo como Correa este punto, y corre el riesgo de perder en la política moderna
han sabido explotarlo, cosechando de este modo más lo que ganó con el discurso religioso de la posmodernidad.

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