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El presente está penetrado por una filosofía pragmatista, una cultura de medios, que reduce el
pensamiento a su eventual utilidad sobre un escenario.
Clase – 12/07
La idea de perspectiva.
El Espectador contempla, teoriza, busca la verdad, busca la postrimería, esto es, frente a los medios, se
interesa por los fines. Esta es la actitud contraria de la que se exige en la política de su tiempo, penetrada
por la búsqueda de los medios, del útil
Espíritu -> Dimensión cultivada del hombre. La política es una actividad espiritual secundaria.
Ortega pone en conexión la verdad con la veracidad. La veracidad significa, en este fragmento, la
búsqueda de la verdad.
El ser de las cosas se le da a un alma especular y serena. El sentido de especular aquí significa ver, esto
es, ver el ser de las cosas. Sereno quiere decir en un alma cuya sentimentalidad y/o afectividad no esté
perturbada por emociones que no llevan hacia el ser de las cosas.
Distinción entre la vida en tanto espontaneidad (pre-reflexiva) y la vida en tanto pensamiento del
pensamiento, teórica y especulativa.
El espectador se opone a las dos posiciones dominantes: escepticismo y racionalismo. El primero afirma
que el único punto de vista es el individual, que no admite como verdadero, negando así la posibilidad de
verdad. El segundo apunta a la búsqueda de un punto supraindividual.
Ortega no admite ninguna de las dos actitudes anteriores por negar la falsedad del punto individual. En
efecto, admite y valora el punto individual como punto de partida epistemológico. El español continúa
citando a Leibniz (Ir a la Teodicea, parágrafo 147; Monadología, parágrafo 57).
Ortega procede a presentar la perspectiva primaria de la vida, esto es, la perspectiva vital. La perspectiva
está configurada por distintos elementos o distintas dimensiones: retina, corazón, visión, intelecto y
valoración. En primer lugar, estarían los sentidos corporales, resumidos en retina y visión. En segundo
lugar, la dimensión sentimental, que marca las tendencias afectivas del hombre (corazón). En cuarto
lugar, tenemos la dimensión axiológica (al que Ortega nombra “estimativa”).
Luego, Ortega se traslada al plano de la perspectiva primaria, esto es, del teorizador, contemplador o
filósofo. En esta, todas las dimensiones de la perspectiva estarán regidas por una legalidad bastante
estricta, a la cual el hombre regular no está sometido.