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La cara oculta de los gimnasios

¿De verdad creen que para estar en forma o mejorar el rendimiento físico es necesario gastarse
el dinero en complementos enriquecidos?

Hace poco tiempo los gimnasios eran lugares donde solo se iba a hacer deporte. Hoy muchos se
han convertido en tiendas especializadas en la distribución de suplementos enriquecidos en
diferentes moléculas. Me refiero a sustancias que se añaden a bebidas, barritas energéticas,
viales, botes de comprimidos, cápsulas, jarabes, etc. Según su publicidad, estos productos
ayudan al deportista a mejorar tanto la eficiencia como la capacidad de rendimiento, a reducir el
proceso de recuperación del ejercicio, a mejorar su figura, etc. Veamos cuáles lo cumplen y
cuáles no.

Una de las moléculas más de moda es la L-Carnitina, una amina cuaternaria sintetizada en el
hígado, los riñones y el cerebro a partir de dos aminoácidos esenciales, la lisina y la metionina.
Hay que recordar que los aminoácidos son moléculas que forman el esqueleto de las proteínas y
las aminas son compuestos químicos orgánicos que se consideran derivados del amoníaco. Tras
analizar minuciosamente los informes aportados por las distintas casas que comercializan L-
Carnitina, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha rechazado que la amina cuaternaria
ayude a una recuperación más rápida de la fatiga muscular después del ejercicio, o a reparar el
tejido muscular esquelético, o a aumentar la capacidad de resistencia, o a mantener normal la
concentración de colesterol LDL en la sangre. Tampoco contribuye a la espermatogénesis
normal... ni a nada.

Uno de los golpes más fuertes ha sido el proporcionado por la UE a los famosos hidrolizados de
caseína (fosfoproteína presente en la leche y en algunos de sus derivados), uno de los productos
dietéticos que más cuota de mercado tienen actualmente entre los culturistas. Debido al gran
valor biológico de la caseína, muchas empresas la comercializan en forma de hidrolizada para
aumentar la rapidez de absorción de sus aminoácidos y acelerar lo antes posible la síntesis
proteica. El panel de expertos de la UE ha hecho público que estos productos no ayudan ni en el
crecimiento ni el mantenimiento de la masa muscular, ni al aumento de la capacidad de
resistencia ni aceleran la recuperación de la fatiga muscular después del ejercicio... y, por
supuesto, no se permite que se comercialice ningún producto en cuya publicidad se haga alguna
alusión a estos 'supuestos' beneficios.

Tampoco han salido bien parados de las evaluaciones de la UE los suplementos de muchos
aminoácidos. Un ejemplo es L-Glutamina, un aminoácido biosintetizado por el hígado y los
pulmones y que es utilizado desde hace tiempo como suplemento dietético para que los
músculos ejercitados no bajen de volumen. Tradicionalmente este compuesto ha sido empleado
por deportistas de musculación para 'llenar sus depósitos', ya que el esfuerzo anaeróbico
desgasta las reservas naturales de glutamina en los músculos. Pues bien, tras evaluar una gran
cantidad de estudios presentados por las compañías que comercializan la L-Glutamina como
suplemento dietético para deportistas, la UE ha dictaminado que este aminoácido no solamente
no beneficia al músculo, tampoco favorece la mejora de una amplia gama de habilidades
cognitivas, intestinales, condiciones inmunológicas y energéticas.

Otro aminoácido importante es la tirosina, uno de los 20 aminoácidos que forman las proteínas y
clasificado como no esencial en los mamíferos ya que su síntesis se produce a partir de la
hidroxilación de otro aminoácido, la fenilalanina. En su forma L, la tirosina ha sido recomendada
no solamente para incrementar el rendimiento deportivo sino también para tratamientos
depresivos, dietéticos, párkinson, albinismo y otras patologías. Sin embargo, este aminoácido no
ha evidenciado ningún efecto cuando se ha añadido a suplementos.

Tampoco la famosa ribosa, ese monosacárido de cinco átomos de carbono de gran importancia
para los seres vivos al ser componente de moléculas tan importantes como el ácido ribonucleico,
nucleótidos y ATP (la molécula energética por excelencia), se ha librado de la quema. Aunque
hay estudios que dicen demostrar que los suplementos de ribosa aumentan los niveles de ATP e
incrementan el rendimiento físico, eso no es correcto. Tampoco promueve una recuperación más
rápida de la fatiga muscular después del ejercicio.

A pesar de lo expuesto, sí que existen productos con moléculas químicas en su composición que
han demostrado su eficacia para mejorar la práctica deportiva.

Un ejemplo son algunas bebidas a base de hidratos de carbono y electrolitos que «mejoran la
absorción de agua durante el ejercicio físico» y «pueden contribuir al mantenimiento del
rendimiento prolongado durante ejercicios de larga duración». Los expertos advierten de que
solamente está demostrada la eficacia de aquellas bebidas que: I) contengan de 8 a 35 kcal por
100 ml procedentes de hidratos de carbono; II) el 75% de la energía debe proceder de hidratos
de carbono de alto índice glucémico; III) proporcionen entre 46 y 115 mg de sodio por 100 ml, y
IV) tengan una osmolalidad (una forma de medir la concentración de un compuesto)
comprendida entre 200 y 330 mOsm/kg agua.
Una molécula que sí ha demostrado eficacia es la creatina, un ácido orgánico nitrogenado que se
encuentra en los músculos y células nerviosas de algunos organismos vivos. Es un derivado de
los aminoácidos muy parecido a ellos en cuanto a su estructura molecular. Se sintetiza de forma
natural en el hígado, el páncreas y en los riñones a partir de aminoácidos como la arginina, la
glicina y la metionina a razón de un gramo de creatina por día. Pues bien, hay evidencias
científicas de la utilidad de la creatina para «aumentar el rendimiento físico durante el ejercicio
repetido breve y de alta intensidad», pero no para el aumento de la resistencia. También puede
aumentar, en determinadas condiciones, el efecto del entrenamiento de resistencia sobre la
fuerza muscular en los adultos mayores de 55 años. Eso sí, hay que dejar claro que los beneficios
de la suplementación en la fuerza medida son pequeños y que la carne roja y el pescado azul son
también buenas fuentes de creatina.

Estimados lectores, tras todo lo que hoy les he contado, ¿de verdad creen que para estar en
forma o mejorar el rendimiento físico es necesario gastarse el dinero en este tipo de
complementos?

JOSÉ MANUEL LÓPEZ NICOLÁS

23 enero 2017

http://www.laverdad.es/ababol/ciencia/201701/21/cara-oculta-gimnasios-20170121011902-
v.html

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