Sei sulla pagina 1di 6

INTRODUCCIÓN:

La placenta humana, como órgano de relación estrecha entre el feto y su madre,


comienza a formarse en la segunda semana, y evoluciona hasta el tercer-cuarto mes,
cuando ya está totalmente formada y diferenciada, aunque sufre algunos cambios
menores hasta el término del embarazo.
La implantación es el primer estadio en el desarrollo de la placenta. En la mayoría de
los casos ocurre una muy cercana relación entre el trofoblasto embrionario y las células
del endometrio. El cigoto, en estado de blastocito, se adosa a la capa funcional
del útero, el endometrio, que para entonces ha sufrido modificaciones histológicas a
causa de los cambios hormonales del embarazo. La progesterona, por ejemplo,
favorece que las glándulas del endometrio se vuelvan voluminosas y se llenen de
secreciones ricas en glucógeno, que las células del estroma uterino se vuelvan más
grandes y las arterias más tortuosas y amplias en sus extensiones.
La implantación del embrión humano se lleva a cabo por la acción erosiva
del sincitiotrofoblasto,9 un grupo de células que rodean parte del blastocito. La actividad
de ciertas proteinasas, factores de crecimiento, citocinas, leucocitos uterinos y la
tensión de oxígeno han sido implicadas como reguladores importantes de la invasión
del trofoblasto al endotelio materno. Esta destrucción del endometrio hace que el
embrión entre en contacto con arteriolas y vénulas que viertan sangre materna a la
cavidad de la implantación, llamado espacio intervelloso. La invasión endovascular y el
desplazamiento del endotelio materno es seguido por un remodelaje y dilatación
vascular que favorece la perfusión materna a los espacios intervellosos. El mesodermo
del blastocito es el que dará origen a las células del estroma y de los vasos de la
placenta

OBJETIVOS:
- Explicar el término decidua, mencionar sus tipos.
- Reconocer la importancia de la membrana placentaria
MARCO TEÓRICO
Hacia el comienzo del segundo mes, el trofoblasto se caracteriza por abundantes
vellosidades secundarias y terciarias que le dan aspecto radiado. Las vellosidades están
ancladas en el mesodermo de la lámina coriónica y se unen periféricamente a la decidua
materna por medio de la envoltura citotrofoblástica externa. La superficie de las
vellosidades está formada por el sincitio, que descansa sobre una capa de células
citotrofoblásticas, las cuales, a su vez, cubren la parte central del mesodermo
vascularizado. El sistema capilar que se desarrolla en el centro de los troncos de las
vellosidades pronto se pone en contacto con los capilares de la lámina coriónica y del
pedículo de fijación, lo cual da origen al sistema vascular extraembrionario. En los
meses siguientes, de las vellosidades de anclaje salen abundantes prolongaciones
pequeñas que se dirigen hacia los espacios intervelIosos o lacunares circundantes.
Estas vellosidades neoformadas al principio son primitivas, pero hacia el comienzo del
cuarto mes las células citotrofoblásticas desaparecen, lo mismo que algunas de las
células de tejido conectivo. Entonces, las únicas capas que separan las circulaciones
materna y fetal son el sincitio y la pared endotelial de los vasos sanguíneos. Con
frecuencia, el sincitio se adelgaza y grandes segmentos que poseen varios núcleos
pueden desprenderse y llegar a los lagos sanguíneos intervellosos. Estos segmentos,
llamados nudos sincitiales, entran en la circulación materna y por lo común degeneran
sin causar síntoma alguno. La desaparición de las células citotrofoblásticas avanza
desde las vellosidades menores hasta las mayores y aunque siempre persisten algunas
en las vellosidades más grandes, éstas no participan del intercambio entre las dos
circulaciones.
Corion frondoso y decidua basal
En las primeras semanas de desarrollo, las vellosidades cubren toda la superficie del
corion. A medida que avanza la gestación, las vellosidades del polo embrionario siguen
creciendo y expandiéndose, lo cual da origen al corion frondoso; las del polo
abembrionario o vegetativo degeneran y hacia el tercer mes esta porción del corion es
lisa y se llama corion leve o calvo. La diferencia entre el polo embrionario y el polo
abembrionario del corion se manifiesta también en la estructura de la decidua, que es la
capa funcional del endometrio que se desprende durante el parto. La decidua que cubre
el corion frondoso, llamada decidua basal, consiste en una capa compacta de células
voluminosas, las células deciduales, con abundantes lípidos y glucógeno. Esta capa, la
lámina decidual, está íntimamente unida al corion. La capa de decidua sobre el polo
abembrionario se denomina decidua capsular. Con el crecimiento de la vesícula
coriónica esta capa se expande y degenera. En una etapa ulterior, el corion leve se pone
en contacto con la pared uterina (deciua parietal), en el lado opuesto del útero, y las dos
capas se fusionan, quedando obliterada la cavidad uterina. En consecuencia, la única
porción del corion que participa de los procesos de intercambio es el corion frondoso
que, junto con la decidua basal, forma la placenta. De igual modo, la fusión del amnios
y el corion para formar la membrana amniocoriónica oblitera la cavidad coriónica. Ésta
es la membrana que se rompe cuando se inicia el trabajo de parto.
Placenta a término
La placenta de término es discoide, tiene un diámetro de 1 a 25 cm y aproximadamente
3 cm de espesor, y pesa alrededor de 500 a 600 gramos. En el momento del nacimiento
se desprende de la pared uterina y unos 30 minutos después del parto es expulsada de
la cavidad del útero. Al observar la placenta después del nacimiento, por el lado materno
se advierten con claridad de 15 a 20 zonas algo salientes, los cotiledones, cubiertos por
una delgada capa de decidua basal. Los surcos que separan a los cotiledones son
formados por los tabiques deciduales. Gran parte de la decidua queda temporariamente
en el útero y es expulsada junto con el sangrado uterino subsecuente. La superficie fetal
de la placenta está cubierta por completo por la lámina corióniea. Se observan arterias
y venas de grueso calibre, los vasos coriónicos, que convergen hacia el cordón
umbilical. A su vez, el carian está cubierto por el amnios. La inserción del cordón
umbilical suele ser excéntrica y a veces hasta marginal. Sin embargo, es raro que se
inserte en la membrana coriónica por fuera de la placenta (inserción velamentosa).
Estructura de la placenta
Hacia el comienzo del cuarto mes, la placenta posee dos componentes: una porción
fetal, formada por el corion frondoso, y una porción materna constituida por la decidua
basal.
En el lado fetal, la placenta está rodeada por la lámina coriónica; en el lado materno, por
la decidua basal, cuya lámina decidual es la porción más íntimamente incorporada en la
placenta. En la llamada zona de unión se entremezclan las células del trofoblasto y
deciduales. Esta zona se caracteriza por células gigantes deciduales y sincitiales y
porque posee abundante material extracelular amorfo. En este momento, la mayor parte
de las células citotrofoblásticas han degenerado.
Entre las láminas coriónica y decidual están los espacios intervellosos ocupados por
sangre materna. Éstos provienen de las lagunas del sincitiotrofoblasto y están revestidos
por sincitio de origen fetal. Las vellosidades arborescentes se desarrollan en los lagos
sanguíneos intervellosos. En el curso del cuarto y quinto mes, la decidua forma varios
tabiques deciduales, que sobresalen en los espacios intervellosos pero no llegan a la
lámina coriónica. Estos tabiques poseen un núcleo central de tejido materno, pero su
superficie está cubierta por una capa de células sincitiales, de manera que en todo
momento hay una capa sincitial separando la sangre materna que se encuentra en los
lagos intervellosos del tejido fetal de las vellosidades. Como consecuencia de la
formación de estos tabiques, la placenta queda dividida en varios compartimientos o
cotiledones. Dado que los tabiques deciduales no llegan a la lámina coriónica, se
mantiene el contacto entre los espacios intervellosos en los diversos cotiledones.
Preguntas:
1. ¿Qué es la decidua? Tipos
La palabra decidua viene del latín “deciduus”, que significa caída o derrame. Se usa el
término decidua para nombrar la recubierta uterina (endometrio) específicamente
durante la gestación, el cual da origen a la porción materna de la placenta.
Tipos:
Decidua basal. Es la que cubre al corion frondoso. Consiste en una placa compacta de
células voluminosas con abundantes lípidos y glucógeno, es la parte subyacente a los
productos de la concepción y forma el componente materno de la placenta.
Decidua capsular. Es la que cubre al huevo implantado posteriormente embrión y está
en contacto con el corion liso, es la porción superficial al producto de la concepción. Con
el aumento del volumen de la vesícula coriónica esta capa se estira y degenera.
Decidua parietal. Está en relación con el resto de la pared uterina y recubre al útero.

2. ¿Qué funciones tiene el sincitiotrofoblasto y el citotrofoblasto?


El sincitiotrofoblasto, es una masa multinucleada que absorbe nutrientes y produce
gonadotrofina coriónica que mantiene al cuerpo lúteo. Capa encargada de erosionar el
endometrio. Este se llena de sangre materna, que es fundamental para la alimentación
del embrión en los primeros días de gestación.
El citiotrofoblasto, es una capa interna con capacidad de división, forma las
vellosidades coriales hacia los tejidos maternos formando la coraza citotrofobastica.

3. ¿Qué hormonas produce la placenta?


La placenta produce progesterona, hormonas estrogénicas como el estradiol, también
produce gonadotrofina coriónica humana, Otra hormona elaborada por la placenta es la
somatomamotrofina.

4. ¿Qué características tiene la placa corial?


Es la parte de la placenta que da lugar a vellosidades coriónicas, que se fijan al útero
durante los primeros estadios de la formación de la placenta. Está constituida por el
epitelio amniótica y una membrana conjuntiva. Corresponde a la cara fetal de la
placenta.

5. ¿Qué importancia tiene la membrana placentaria?


La membrana placentaria a menudo se llama barrera placentaria, nombre éste
inadecuado puesto que actúa como barrera solo cuando la molécula tiene determinadas
dimensiones, configuración y carga (ejemplo heparina). Esta mal llamada barrera
placentaria, además de separar las circulaciones materna y fetal, controla la
transferencia placentaria y evita el paso indiscriminado de moléculas, que en la mujer a
término la regulación de dicha transferencia se realiza en el sincitio y en el endotelio del
capilar fetal. Las membranas sincitiocapilares son áreas que carecen de
microvellosidades por lo tanto además de aumentar la superficie para la difusión, su
función principal es participar en los procesos de formación de vesículas con el find e
facilitar a excreción fetal o la endocitosis.

6. ¿Qué son las vellosidades primarias, secundarias y terciarias?


Vellosidad primaria: Aparece al inicio de la tercera semana del desarrollo embrionario
y es producto de una diferenciación del citotrofoblasto en prolongaciones dirigidas a la
capa sincitial. Su núcleo es citotrofoblástico y está cubierto por una capa de sincitio.
Vellosidad secundaria: Es una evolución de la vellosidad primaria: las células
mesodérmicas penetran en el núcleo de las vellosidades primarias y crecen en dirección
de la decidua. Resultando así un núcleo mesodérmico cubierto por una capa de células
citotrofoblásticas y a su vez rodeada por una capa de sincitiotrofoblasto.
Vellosidad terciaria o vellosidad placentaria definitiva: Aparece al final de la tercera
semana por un cambio de las vellosidades secundarias: Las células mesodérmicas
centrales se diferencian en células sanguíneas y en pequeños vasos sanguíneos
formando el sistema capilar velloso cuyos capilares se pondrán en contacto con los
capilares que se desarrollan en el mesodermo de la lámina coriónica y el pedículo de
fijación. Así queda constituida la vellosidad terciaria por: Centro mesodérmico con
capilares y vénulas, alcunas células citotrofoblásticas y una capa sincitial.
CONCLUSIONES:

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Langman, Sadler- Embriología Médica, 13° Edición. Del tercer mes de


nacimiento Feto y placenta, Ed. Lippincott Williams & Wilkins.
- Moore, Persuad, Torchia Embriología Clínica, 9° Edición.Placenta y
membranas fetales, Ed. Elsevier

Potrebbero piacerti anche