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MERCADO DE DERIVADOS

INTRODUCCIÓN

Las opciones y los futuros financieros están presentes en la vida diaria de los individuos
y las empresas, que frecuentemente realizan y valoran intuitivamente este tipo de
contratos. Así, ejemplos habituales de este tipo de contratos es la firma de un contrato
de suministro periódico de materias primas por parte de una empresa donde se pacta el
precio para las diferentes entregas, la firma del contrato de compraventa de una vivienda
donde se pacta un precio diferido, o la suscripción de un seguro sobre un coche o una
casa. El objetivo final de muchos de estos contratos es la gestión del riesgo o su
cobertura. Aun así, hay agentes en el mercado que realizan este tipo de contratos con
el objetivo de especular mediante la asunción de riesgos.
1.1. CONCEPTO

Los productos derivados son instrumentos financieros cuyo valor deriva de la evolución
de los precios de otros activos denominados subyacentes. Los subyacentes utilizados
pueden ser: acciones, cestas de acciones, deuda, divisas, tipos de interés, materias
primas o incluso riesgos de crédito. Definimos las transacciones económicas como
acuerdos de intercambio entre dos partes, con carácter firme u opcional, mediante los
que se compromete la entrega de un activo a cambio del pago de una cantidad o precio:
al contado: el intercambio se realiza cuando se formaliza el contrato a plazo o “producto
derivado”: el intercambio tiene lugar en un momento posterior a la formalización del
contrato. Un derivado es un contrato cuyos términos se fijan hoy, pero la entrega del
bien y la diferencia con el contado es que la transacción se hace en una fecha futura.
Un producto derivado es aquel cuyo valor se deriva del precio de un activo (acción,
bono, divisa, mercadería), previamente definido, denominado activo subyacente, pero
que, al tratarse de compromisos de intercambio en una fecha futura, en su inversión no
es preciso el pago del principal. Como al contratarlo no es preciso el pago del principal,
se produce un:

EFECTO APALANCAMIENTO que convierte a los derivados en herramientas eficientes


para la gestión del riesgo.

 Los productos derivados permiten comprar y vender el riesgo asociado a un


activo subyacente sin modificar la posición en dicho activo.
 Toda decisión de Inversión / Financiación suponen posiciones de riesgo, que
puede ser trasmitido mediante la utilización de derivados.

En la gestión financiera supone la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre


-no sabemos lo que ocurrirá en el futuro y, por tanto, asumiendo riesgos. Frente a estos
riesgos se pude adoptar las siguientes decisiones:

 No hacer nada - especulación pasiva.


 Anticiparse al futuro - necesidad de nuevas herramientas financieras que
faciliten:
» Eliminar riesgos- cobertura
» Asumir riesgos - especulación
» La incertidumbre acerca como se moverá el precio del activo (riesgo de
precio) afecta tanto al poseedor del activo puesto que un descenso de su
precio le produce perdidas, como al que va a comprar ese activo en futuro
y su precio evoluciona al alza, y por tanto tendrá que pagar más por el
que si lo hubiese adquirido con anterioridad.

1.2. ORIGEN DE LOS MERCADOS DERIVADOS

La idea de acordar una compraventa que se materializara en un momento posterior del


tiempo tiene su origen en el comercio. Así, en el siglo XVII, en Holanda se negociaban
contratos derivados cuyo activo eran los bulbos de tulipanes. En Japón surgieron los
primeros mercados organizados para negociar contratos sobre la entrega futura de arroz
(activo subyacente). El hecho de conocer cuál sería el precio a recibir o pagar por una
cosecha les generaba tanto al productor como al comprador afrontar el futuro con mayor
tranquilidad. En el siglo XIX nace en Chicago el primer mercado de derivados moderno,
donde se negocian contratos sobre materias primas (maíz) y en 1973 se crea el primer
derivado financiero sobre tipos de cambio.

Posteriormente, se crearon Mercados de Derivados en los principales mercados


financieros mundiales (Chicago, Londres y New York), donde se negocian derivados
sobre materias primas (commodities) y activos financieros (tipos de cambio, acciones).

Los países que disponen de mercados financieros desarrollados, han creado mercados
de productos derivados en donde se negocian contratos de: futuros sobre tipos de
interés, divisas e índices bursátiles y contratos de opciones sobre: divisas, tipos de
interés, índices bursátiles, acciones y contratos de futuros.

La historia marca el origen de los mercados de futuros y opciones financieros en la


ciudad de Chicago, considerado el centro financiero más importante en lo que a
productos derivados se refiere. Este mercado empezó desde finales del siglo XIX con
los agricultores al tener la necesidad de asegurar el precio de sus cosechas. En la
década de los ochenta, aproximadamente diez sitos después de su creación en Estados
Unidos, los contratos de futuros y opciones financieros llegan a Europa, constituyéndose
gradualmente mercados de derivados en los siguientes países:

 Holanda BOE (European Options Exchange) 1978.


 Reino Unido LIFFE (London International Financial Futures Exchange) 1978.
 Francia MATIF (Marché a Terme International de France) 1985.
 Suiza SOFFEX (Swiss Financial Futures Exchange) 1988.
 Alemania DTB (Deutsche Terminbourse) 1990.
 Italia MIF (Mercato Italiano Futures) 1993.
Otros países como: Suecia, Bélgica, Noruega, Irlanda, Dinamarca, Finlandia y Austria
también cuentan con mercados organizados de productos derivados, mientras que
Portugal está en periodo de pruebas, hallándose en una fase de proyecto muy
avanzado, que sin duda le llevará al inicio de la actividad negociadora en breve.

Otros países que disponen de mercados de futuros y opciones son Japón, Canadá,
Brasil, Singapur. Hong Kong y Australia. Un rasgo característico en todos los países que
han implantado mercados de productos derivados ha sido el éxito en cuanto a los
volúmenes de contratación se refiere. Han crecido espectacularmente, superando en
muchas ocasiones a los volúmenes de contratación de los respectivos productos
subyacentes que se negocian al contado, considerando que éstos también han
experimentado considerables Incrementos en sus volúmenes de negociación.

2.1. LONDON INTERNATIONAL FINANCIAL FUTURES AND OPTIONS


EXCHANGE (LIFFE)

La bolsa internacional de futuros y opciones financieras, de Londres inició sus


operaciones en 1978. Desde entonces, ha procurado la estandarización de los
productos que negocia, además de la constante búsqueda del diseño de nuevos
productos y de la innovación tecnológica. Esto ha redundado en un crecimiento superior
al 40% anual, que le ha permitido tener el sitial que hoy ostenta en el mercado bursátil
mundial. LIFFE es la segunda bolsa de futuros y opciones en el ámbito mundial.
Además, domina algunos productos particulares en Europa. Por ejemplo, al año 1999
absorbe el 90% del comercio europeo de contratos futuros sobre tasas de interés a corto
plazo, y el 99% de las transacciones con Euromark (el más popular de los contratos
sobre tasa de interés de corto plazo). LIFFE es un mercado internacional, pues solo el
22% de sus 215 miembros son del Reino Unido. El resto son instituciones que tienen su
sede en el resto de Europa, Estados Unidos, Japón y otros países, lo que amplía en
mucho la variedad de la oferta, con lo que supera a muchas otras bolsas.

En LIFFE se comercian contratos de futuros en bonos de gobierno, tasas de interés e


índices variados en marcos alemanes, euros, liras, libras esterlinas, francos suizos,
yenes y dólares.

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