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Elías y la oración Intercesora

Yanina Di Natale
24/11/2001

"Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que
no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio
lluvia, y la tierra produjo su fruto."
Santiago 5:17, 18.
Este versículo dice que Elías era hombre "Sujeto a pasiones semejantes a las nuestras", ¿Qué
quiere decir esto? Que se enfrentaba con debilidades, temores, alegría, desanimo, etc. Estuvo
sujeto a las mismas sensaciones y flaquezas que todos experimentamos.
Pero este hombre de Dios, oró fervientemente para que no lloviese y no llovió por tres años y
seis meses, oró nuevamente y hubo lluvia.
Si nos fijamos en la última afirmación del versículo anterior: "La oración eficaz del justo
puede mucho", no habla de unos pocos, ni que sea un privilegio de los apóstoles o profetas..
TODOS los creyentes pueden orar unos por otros (v.16) con grandes resultados. En estos
versículos de Santiago se ilustra la oración efectiva con el ejemplo en que menciona a Elías.
Muchas veces, nos sentimos sin capacidad para orar por otros, por que vemos nuestras propias
debilidades, pero fíjate en el ejemplo que mencionamos, todos estamos expuestos a debilidades,
necesidades y flaquezas, pero grande es Dios quien obra y no nosotros. Nuestro orar cuando se
llena del Espíritu Santo hace que SUCEDAN cosas. Cuando vayas delante de Dios con
peticiones por otros, acércate a Él con este sentir, sabiendo que nuestras oraciones son efectivas,
por que así lo declara la palabra de Dios, nuestro deber es confiar y creerlo de todo corazón, ¡por
que así es!
Veamos un poco acerca de Elías:
Elías ora y anuncia la sequía.
"Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios
de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi
palabra"
1° Reyes 17:1
Aquí vemos a Elías declarándole lo que habría de acontecer al Rey Acab, (quien fue el peor de
los reyes de Israel, había adoptado las prácticas de inmoralidad e idolatría de su esposa Jezabel,
por lo cual, inclinó al pueblo a la adoración a baal, dios falso).
Elías oró para que la lluvia cese y así fue (Sgo5:17). Entendemos más en profundidad el
significado de esto, cuando recordamos que los que adoraban a baal creían que este dios
controlaba las lluvias. Así que, podemos ver que Elías atacó directamente al baalismo y desafió a
su dios, proclamando que era Jehová quien tenía el control sobre las lluvias, sobre la naturaleza.
Esto fue también una lucha espiritual en contra el paganismo y la idolatría.
Tenemos al Dios que tiene todo bajo su control y dominio; es ante Él que venimos a clamar y a
presentar en oración los pedidos. Nuestras oraciones, muchas veces, representan un potente
peligro para los planes que el enemigo tenía resueltos para dicha situación. Presentamos los
pedidos ante Dios, y se ve amenazado por eso. Por tal razón, es que el Apóstol Pablo nos dice:
"...Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios..."
(Efesios 6:10,11) "Por que no tenemos lucha contra carne y sangre...". Nuestras oraciones causan
efecto en el área espiritual.
Cuando pedimos, por ejemplo, por una situación adversa, por una sanidad, por obstáculos o
situaciones de desánimo, estamos yendo en contra de lo que el enemigo había resuelto hacer,
pero clamando a Dios para que revierta la situación y cumpla su voluntad. ¿Puedes ver lo
importante y hermoso del ministerio de oración? Oramos así, "Padre que se haga tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra". Cuando oramos en favor de otros para que se haga
la voluntad de Dios, estamos pidiendo que Dios tome el control sobre determinadas situaciones y
sobre las vidas. La oración hace que las cosas sucedan, y quien ora es instrumento de Dios para
que los cambios se produzcan.
Elías clama por lluvia.
"Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose entierra, puso su rostro entre las
rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió y miró, y dijo: No
hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces." (1° Reyes 18:42). Esto era para ver si
había indicios de lluvia, y el criado de Elías fue y miró siete veces.
Elías clamó una, dos, tres veces y a la séptima el siervo que estaba con él le dijo: "Yo veo una
pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar..." (1° Reyes
18:44). Elías clamó a Dios y clamó. Mandó a su siervo para que fuera a ver si había una señal de
lluvia siete veces, y no se desanimó cuando este venía sin noticias. Luego, fue suficiente al ver a
lo lejos una nubecita para que se sintiera victorioso.
Se puede aprender mucho acerca de la oración observando a Elías.
1. Aunque hayamos recibido la promesa de la provisión de Dios, no debemos dejar de orar
para que esta se cumpla (v.41).
2. Nos enteramos como oraba al leer: "postrándose en tierra, puso su rostro entre las
rodillas" (v. 42).
3. Vemos la importancia de perseverar en oración, cuando comprobamos que oró siete veces
(v. 43)
4. Comprendemos lo indispensable de la fe, al darnos cuenta que Elías creyó que su oración
sería respondida antes de que llegara la respuesta.(v. 44, 45)
En Santiago 5: 17-18 podemos ver que la oración de un cristiano puede ser tan efectiva como la
de Elías. Nuestra oracione en Fe y bajo la dirección del Espíritu Santo, es poderosa, efectiva y da
resultados asombrosos. Orando, eres parte de lo que Dios quiere hacer en la vida de las personas,
de la iglesia y del mundo.

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