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Universidad Central del Ecuador

Teoría Sociológica 1

Hugo Montalvo
1ro Sociología
23 de noviembre de 2017

REFLEXIÓN SOBRE EL DOCUMENTAL “ESTE MALDITO PAÍS”


(Juan Martín Cueva, 2008)

El documental nos muestra, a través de entrevistas que abarcan desde migrantes radicados en
España hasta reconocidos intelectuales, cómo nos reconocemos quienes nacimos, vivimos o
somos parte de algún modo de lo que llamamos Ecuador. Desde los primeros minutos se ve
claramente que el factor medular al momento de definirnos como ecuatorianos es el concepto
de raza, perteneciente, según Comte, a los estados del pensamiento humano anteriores al
positivo. Esta idea, que hasta nuestros días nos condena a ser “inferiores” a los blancos, nos
fue impuesta a raíz de la conquista, inicialmente acompañada de justificaciones religiosas —un
estado teológico más o menos monoteísta—, para, a través de siglos de sometimiento, pasar a
formar parte de nuestro sentido común. Al respecto son dignas de mención son las biografías
de Lourdes Tibán, que cuenta crudamente su origen humilde, los abusos de que fue objeto su
abuela por parte del patrón mestizo, y lo duro que le resultó estudiar por el hecho de ser
indígena; el testimonio de la japonesa Ayako —en quien no se percibe, por cierto, rasgos de
racismo contra los ecuatorianos— y su esposo Héctor, a quienes el registro civil impidió
registrar los nombres japonés y quichua de su hija, pero, como comentan ellos y nos muestra
el director, no tiene problemas para aceptar nombres “gringos”.

Pero la discriminación racial, como afirma Jorgenrique Adoum, es más bien una manifestación
del no reconocimiento del “otro”, del irrespeto a quien nos parece diferente, por eso también
son sus protagonistas las mujeres, los extranjeros y los homosexuales, como Nathalie, de
origen libanés, cuya madre vivió en carne propia la violencia y abusos de su propia familia, o
Cosme, quien valientemente en lugar de optar por la victimización, se reconoce indio, vago,
puta.

Volviendo a Comte y sus tres estados, resulta evidente que las opiniones y reflexiones de los
entrevistados sólo pueden tener lugar en una sociedad en la que predomina el pensamiento
positivo. “Este maldito país” nos muestra la extraordinaria labor de observación sistemática
efectuada por los realizadores, y enfatizada por los entrevistados, incluso por aquéllos que no
cuentan con una formación académica.

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