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SALAMANDRA

INTERVENCIÓN SURREALISTA - IMAGINACIÓN INSURGENTE - CRÍTICA DE LA VIDA COTIDIANA.

17-18 2008

flNDICE

 LA NOCHE EN BLANCO, LA VIDA EN NEGRO Y EL RÉGIMEN DE LA MOVILIZACIÓN TOTAL Grupo Surrealista de Madrid 3
 CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO Emilio Santiago 6
© SALAMANDRA
GRUPO SURREALISTA DE MADRID  ENCANTO, HECHIZO, TRUCO Luís Navarro 13

 ASí NOS QUIEREN VER José Manuel Rojo 19


Edita:
EDICIONES DE LA TORRE MAGNÉTICA  EL TIEMPO MUERTO Antonio Ramírez 27
Torrecilla del Leal, 21, 1º izq.
 EL HOLOGRAMA OMNíMODO Jesús García Rodríguez 31
28012 Madrid.
Depósito Legal: M-34655-1995  EL ASALTO AL JUEGO Jorge Montero y Federico Corriente 36

Edición técnica y maquetación:  POEMAS Carlos Trujillano 44


JULIO MONTEVERDE
Composicón de cubierta:  VIRAJES Pepe Arias 48
YOLANDA LÓPEZ
 EL SUEÑO ES REALIDAD Julio Monteverde 50
Sobre diseño original de:
ZAMBUCHO EDICIONES  MAGMA Noé Ortega 53
Imprime:
GRÁFICAS LIZARRA  HACIA UNA EXPERIENCIA COLECTIVA DEL DORMIR NO ENAJENADO Vicente Gutiérrez 59
Se sugiere la reproducción total o
parcial de los contenidos de esta  ¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE? Ignacio Castro 65
publicación citando fuente.
 POEMAS Noé Ortega 73
 POEMAS Manuel Crespo 75

1 S a l a m a n d r a 17- 18
flNDICE

 ¡MÁS REALIDAD!
 PERSISTENCIA DE H Eugenio Castro, Inés Mendoza, Noé Ortega 78
 DOMINGO 28 DE OCTUBRE Andrés Devesa 80
 LA REALIDAD HORADADA Lurdes Martínez 82
 EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO Silvia Guiard 84
 ENCUESTA SOBRE LA POESÍA POR TODOS LOS MEDIOS Grupo Surrealista de Madrid 93
 LABORATORIO DE LO IMAGINARIIO (INTRODUCCIÓN) Grupo Surrealista de Madrid 121
 CóMO NACIÓ EL JEMU Katerina Pinosova 123
 EL OBJETO SUSTANCIADO Eugenio Castro 126
 MÁS TARDE, ELLOS VIENEN... Leticia Vera 128
 CELEBRACIÓN Vicente Gutiérrez 130
 CANTO DE LA MIGRACIÓN Jesús García Rodríguez 132
 LOS TRASTOS ARRUMBADOS Eugenio Castro 134
 DESUSOS Javier Gálvez 141
 LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS Huérfanos Salvajes 144
 LA NUEVA ARGONÁUTICA Franklin Rosemont 150
 INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES Merl 157
 ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946 Michael Löwy 162

 RECOMPONER LA SUBVERSIÓN Pepe Arias 167

 ENCARNACIÓN DE LA LLAMA Julio Monteverde 170

 ENCUESTA SOBRE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES Grupo Surrealista de Madrid 173

DEFENSA DE LA INACTUALIDAD

- Ana-crónicas:  GHERASIM LUCA, EL INVENTOR DE TODO Vicente Gutiérrez 188

 UNICA ZURN O LA DIALÉCTICA DE LA LOCURA Guillermo Castellano 190

 EGRÉGORES O LA VIDA DE LAS CIVILIZACIONES José Manuel Rojo 192

 UN DÍA TODAS LAS ZANAHORIAS DEL MUNDO SERÁN NUESTRAS Andrés Devesa 194

- Exenciones:  PEGARLE FUEGO A LA REALIDAD ENTERA Zumbidos 196

 MOTINES QUE HACEN ESTALLAR UN TREN... Colectivo La Felguera 196


 ENSUCIAR EL TRABAJO PARA LIMPIAR LA VIDA L@s Loc@s de la línea 5 198
 CARTA AL DIRECTOR DEL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO ESTEBAN
VICENTE Y AL COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN "VASOS COMUNICANTES" Grupo Surrealista de Madrid 199

 SOBRE MAPAS DE ESTRELLA DE DIEGO Xesús González Gómez 200

S a l a m a n d r a 17 - 18 2
LA NOCHE EN BLANCO, LA VIDA EN NEGRO Y EL RÉGIMEN DE LA MOVILIZACIÓN TOTAL
Grupo Surrealista de Madrid

L a Noche en Blanco, la vida en negro


y el régimen de la movilización total
G r u po Surre alis ta d e M a dri d

P uede que el planeta se despeñe a un ritmo uniforme


y científicamente acelerado, y que la existencia haya
caído bajo la penumbra de la monotonía acondicionada,
movilización total y obligatoria, que consiste en que, auto-
móvil mediante y cada vez a más largas distancias, corramos
de una mercancía a otra en pos del movimiento perpetuo del
pero hay que reconocer al menos una cosa: que el poder consumo, conduciendo o siendo conducidos, en el metro y en
mata, pero no miente. Ni engaña a nadie, más allá del que el autobús, del trabajo malamente remunerado que llaman
finge que sigue engañado. Pues lo que la dominación hace, “profesión”, al trabajo costosísimo que compramos al precio
lo hace con luz y taquígrafos, aunque a veces el brillo de sus de nuestra vida interior y que llamamos “tiempo libre”.
focos deslumbre a primera vista cegando al espectador alu-
Nada hay de casual por tanto en que el Día sin Coches
cinado que cree ver castillos en el aire y tierras de la leche y
coincida con la Noche en Blanco, ese otro buen ejemplo de la
la miel. Sin duda de eso se trata, pero la perturbación visual
agitación y propaganda de la economía, y no sólo porque el
dura el instante que dura la más mínima reflexión, cuando
mismo aprendiz de diablo cojuelo esté tras la organización
esta se decide a tomar distancia atravesando al otro lado del
de ambos eventos. En efecto, en una época en la que se
espejismo. Entonces el deslumbramiento se hace diáfano,
intenta por todos los medios que la creatividad de cada indi-
y el espectáculo realidad. Porque si puede haber exceso de
viduo, ese mensaje interior que es (o era) el vehículo mismo
información y ruido mediático, si la iluminación del plató
de la revelación para cada hombre y mujer, desaparezca por
es demasiado intensa por exceso o por defecto, lo que en
fin en el basurero económico, en un tiempo en el que el ocio
ningún caso existe es la ocultación, ya que el poder está tan
programado formatea los imaginarios, y los entretenimientos
convencido de su victoria y se ha envanecido tanto, que no le
imbéciles pretenden taponar la sensibilidad para que por ella
importa enseñar sus cartas y pregonar su juego. Propiamente
no corra el viento tormentoso de la experiencia poética, la
hablando, no hay trileros porque no hay trampa, ni cartón, ni
publicidad de la Noche en Blanco se limita a levantar acta y
mesa, ni cubiletes. Y si hay primos es porque quieren serlo.
proclamar sin tapujos una defunción de la imaginación que
Es esta curiosa transparencia informativa la que explica, el poder pretende definitiva: “La noche en blanco eres tú.
por ejemplo, que el alcalde Ruiz Gallardón, campeón invicto Queremos que dejes de ser espectador y te unas a nosotros
del automóvil-rey y de la lepra urbanística, se atenga a la convirtiéndote, por una noche, en artista, copartícipe, obra
verdad más escrupulosa sin mentir ni buscar excusas cuando, de arte (…) No te quedes sentado, no te conformes con
al contestar a las patéticas “críticas” del Foro por la Movilidad mirar y ¡participa!” Muchas gracias, pero cuando se nos
Sostenible de Madrid con motivo de la “celebración” del Día azuza a que nos convirtamos “por una noche” en artista,
sin Coches, dice que “creemos en una idea de movilidad apli- es decir, en la única figura social que según la ideología
cable a todo el año. No somos partidarios de las medidas de burguesa puede y tiene permiso para sentir e imaginar de
un día”. Es cierto, en cuanto que todo el año se nos aplica la forma distinta y original, y de manifestarlo libremente, es

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LA NOCHE EN BLANCO, LA VIDA EN NEGRO Y EL RÉGIMEN DE LA MOVILIZACIÓN TOTAL
Grupo Surrealista de Madrid

que el resto del año no lo somos, ni debemos serlo, ya que artista que la alimenta y justifica: la prolongación por otros
nuestro papel es obedecer y asentir como el espectador que medios de la misma opresión en y por el trabajo, de la misma
efectivamente nunca querrán que dejemos de ser.1 Por eso vida cotidiana degradada que ya disfrutamos: explotación
la Noche en Blanco es el reverso lógico de la vida en negro, descarada, cadena de montaje, actitudes maquinales, expe-
una no tendría sentido ni función sin la otra pues su miseria riencias de concurso televisivo, ocurrencias insípidas como
es tan idéntica como complementaria, al igual que, en la sucedáneo de la imaginación, complacencia en la sumisión
Edad Media, la transgresión reglamentada del carnaval o la digna del perro de Pavlov. Como esto no tiene nada que ver
Fiesta de los Tontos, donde el mendigo se convertía en rey con el libre ejercicio de la inspiración poética, soberanía,
por un día, era la contrapartida del orden feudal que reinaba deseo y exuberancia vital del ser humano que demasiadas
implacable el resto del año. veces se ha confundido con el Arte, la Literatura y las pom-
pas y glorias de la cultura subvencionada,2 sólo podemos
Por otra parte, ¿en qué consisten esas actividades maravi-
decir que revienten los artistas, los que se creen tales y los
llosas que lograrán que nos sintamos reyes de la inspiración,
que quieren serlo. Sin embargo, con ser ya muy malo todo
artistas por un día? Según Family Garden, proyectado por un
lo que hemos apuntado, hay otro aspecto de la Noche en
tal Ron Haselden, se trata de convertir “el Edificio España,
Blanco que alcanza las latitudes infames de lo peor. Nos
de la Plaza de España, en un tapiz lumínico, en un inmen-
referimos a su carácter totalitario, pues no se trata de una
so lienzo que traducirá mediante colores en las ventanas
propuesta, sino de una orden. Una orden que nos conmina a
dibujos hechos por niños”, gracias a la colaboración de los
movilizarnos durante toda la noche y por todo Madrid como
aspirantes a la gloria creativa; para llevar a la práctica tan
insomnes malditos, para lo que el mismo ayuntamiento que
excitante acción, “durante los 45 minutos que dure la activi-
prohíbe el botellón y las fiestas populares con la excusa de la
dad, cada voluntario se convertirá en el responsable de uno
seguridad pública y el sueño de los vecinos, pone esta vez las
de los 480 focos que están situados en el edificio, uno por
calles patas arriba y todos los medios de transporte para que
cada ventana (…) cada minuto tendrán que ir cambiando
no decaiga su fiesta. Y para que la noche se haga día, el día
los filtros de luz según la escaleta de luces y horas que les
artificial del trabajo y de la mercancía, ya que el espectáculo,
darán a la entrada del edificio. El momento del cambio lo
para ser total, necesita que nada se quede quieto, ensimis-
marcará un bip que suene en la radio que también les darán
mado en su propio vértigo, como no tolera las regiones oscu-
a la entrada, junto a unos guantes para no quemarse con
ras del inconsciente insondable, el ensoñamiento gratuito o
los focos, un chaleco reflectante y un casco”. Apasionante.
el deseo imprevisible: esta y no otra es la razón por la que la
La otra gran oferta participativa es cortesía del colectivo
industria cultural y los laboratorios de Frankestein ansían su
(sus iniciales ya lo dicen todo) Kaskaden Kondensator: “una
colonización y manipulación final y definitiva, a mayor gloria
instalación viviente, en apariencia, una discoteca tradicional,
del capitalismo de espíritu, para mayor desgracia de la liber-
con su Dj, sus luces, su música... todo movido por la energía
tad. Para ese fin la noche sobra, pues es el hábitat natural
que producen voluntarios montados en bicicletas estáticas.
del sueño, del amor y de la conjura, y es contra la noche que
Tus piernas y tu pedaleo serán las que animen la discoteca,
se proyecta el insomnio obligatorio de la Noche en Blanco.
las que proporcionen la energía necesaria para que no decai-
Un insomnio, en fin, que replica los síntomas compulsivos del
ga la fiesta”. Fantástico. Por poner un último ejemplo, pero
resto de manías del consumo de masas, pues ya nos aclaran
estos abundan: “en el Cine Capitol, y hasta las 3, Be a Star le
que “para evitar la frustración de no llegar a todo, se han
ayudará a recrear el glamour de Hollywood, bajando de una
creado minifestivales para que el público pueda diseñarse
limusina y pisando la alfombra roja entre fans y una lluvia
su propia noche”. Esa frustración de no llegar a todo, cuando
de flashes”. Sin comentarios.
ese todo es la nada de la mercancía, es la mejor definición
En resumen, la idea de experiencia creativa que tiene la miserabilista de este sistema y de este estilo de vida. Es el
Noche en Blanco es tan lamentable como el concepto de himno de la movilización total. Es nuestro enemigo.

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LA NOCHE EN BLANCO, LA VIDA EN NEGRO Y EL RÉGIMEN DE LA MOVILIZACIÓN TOTAL
Grupo Surrealista de Madrid

En nombre del sueño, de la imaginación y del amor, no Negro, que proponía tomar la calle “para mostrar nuestra ira” en
visitéis la Noche en Blanco. “una noche de lucha en el corazón de esta ciudad, convocada
sin un centro, desde la periferia, abierta, libre y rebelde”. Ni que
A no ser para sabotearla. decir tiene que decidimos unirnos a esta convocatoria partici-
pando tanto en sus actos como en su espíritu, y por esta razón el
Pues si todas las noches son negras, que esta también lo sea.
texto circuló firmado con la patente de corso del Observatorio del
Sonambulismo Contemporáneo.

GRUPO SURREALISTA DE MADRID* NOTAS

1. Con un lenguaje deliciosamente policial y clínico, The Art Palace


exige a los que “quieran ser artistas” el siguiente requisito: “los inte-
PEPE ARIAS, EUGENIO CASTRO, MANUEL CRESPO, JAVIER GÁLVEZ,
resados deberán firmar una declaración jurada que certifique que
JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ, VICENTE GUTIÉRREZ, LURDES MARTÍNEZ,
no son artistas y que nunca han hecho una obra de arte con actitud
JULIO MONTEVERDE, NOÉ ORTEGA, ANTONIO RAMÍREZ, JOSÉ MANUEL
consciente de artista”. Una vez documentados, ¡Quiero ser artista!
ROJO, MARÍA SANTANA, ÁNGEL ZAPATA.
pretende ofrecer “a miles de personas la opción a un cambio de
estatus, invitándoles a abandonar una postura meramente contem-
plativa y rehabilitarse para la actividad artística”. Legalidad, papeles,
* Como se sabe, la Noche en Blanco es un batiburrillo de actividades
estatus, rehabilitación: toda la ignominia de nuestra época, y del arte
artístico-lúdicas organizadas por el Ayuntamiento de Madrid desde
que quiere representarla, parece concentrarse en estas palabras.
2006 en una sola noche con el fin, según las “reglas” de las Noches
Blancas Europa, de “privilegiar la creación contemporánea en todas 2. Bastaría con repasar la lista de las empresas y bancos que sub-
sus formas (…) escenificar el espacio público en todos sus aspectos vencionan la Noche en Blanco para aborrecerla. Sin embargo, son
(…) permitir a las ciudades reflexionar sobre la evolución actual
muy pocos, y desde luego ninguno entre los artistas “críticos” que
de las noches urbanas (…) favorecer el intercambio entre el centro
se mueren por participar en ella, los que se les ocurre leer seme-
de las ciudades y los barrios periféricos”, etc, es decir, realizar una
jante letra pequeña, que en todo caso no dejaría de ser un leve
política de propaganda del liberalismo ilustrado, y estimular los
contratiempo, una nimia contradicción sin la menor importancia.
usos y costumbres del espectáculo y la ciudad-mercancía-souvenir.
En nuestra opinión, en cambio, es la piedra de toque que revela si
Ya en la primera Noche en Blanco el Grupo Surrealista de Madrid
alguno de estos proyectos merece o no mínimamente la pena. En
había pensado la conveniencia de algún tipo de sabotaje, proyecto
que se concretó en la edición del sábado 22 de septiembre del este sentido, una iniciativa como Atmósfera, que propone recrear
año pasado con la redacción de La Noche en Blanco…, con el fin una nube alrededor de la Puerta de Alcalá “con la ayuda de un
de distribuirlo como panfleto entre los clientes de tan señalado recipiente colocado a 20 metros de altura”, pierde cualquier valor
bodrio. Esta iniciativa coincidió con otra de carácter anónima simbólico, onírico o poético que pudiera tener. Para nosotros es y
que se difundió tanto en la calle como por Internet, La Noche en sólo puede ser una nube de mal agüero.

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CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

C arta sobre las malas previsiones del tiempo


Por un discurso del deseo ante el advenimiento del colapso industrial
Emilio S an ti a g o

T odos los que aspiramos a organizar la sociedad de una


forma que permita una vida más plena tenemos pen-
diente una discusión y un reto estratégico que podríamos
juego muy serio, nos va la vida en ello (quizá, y esto es lo
terrible, puede que no sólo alegóricamente).

Estamos entonces ante el desafío de medir, nada menos,


perfilar de la siguiente forma:
que nuestra viabilidad histórica. A continuación se exponen
a) Nos encontramos en el umbral histórico de un cambio en algunas líneas de reflexión a profundizar colectivamente:
las condiciones materiales tan enorme que inutilizará todo
REDIAGNÓSTICO DEL CAPITALISMO (TENDENCIAS DEL PROCESO)
utillaje teórico cuya renovación no sea capaz de operar en
el nuevo escenario. Los proyectos políticos y sus corrientes teóricas/prácticas
no flotan autosuficientes, vienen configurados por las
b) Existe un vacío peligrosísimo en los intentos de dar una
condiciones materiales de posibilidad de cada época. El
respuesta emancipatoria a este escenario, pues desde nues-
proyecto político manejado por el surrealismo o la IS (la
tras coordenadas, que podríamos llamar, simplificando, del
subversión total, la revolución de la vida) fue posible como
deseo como motivación revolucionaria,1 se ha descuidado
un todavía-no blochiano en un contexto en el que las
mucho el tema, mientras que el monopolio de las respuestas
condiciones materiales permitían pensar factible y univer-
viene ejerciéndose desde las posiciones de la neosupervi-
salizable tanto la abundancia (prerrequisito para superar la
vencia (específicamente desde corrientes antiindustriales,
supervivencia mercantil en el comunismo) como el acceso
aunque no sólo ellos). Y siendo honestos, como nosotros
a la vía histórica (prerrequisito para superar el Estado en
consideramos las coordenadas de la revolución del deseo,
la hiperpolítica de los consejos obreros). El cambio en las
al menos en nuestro contexto, las únicas auténticamente
condiciones materiales transforma de manera pareja las
emancipatorias, no podemos dejar que los antiindustriales
condiciones de posibilidad de cada momento histórico. Lo
se lleven el gato del imaginario revolucionario futuro y su
primero que debemos percibir es que, a pesar de que bajo
experimentación al agua. En otras palabras, dejar pasar
el espectáculo casi nadie podamos saber nada de ninguna
esta reflexión supone dar por correcta la tesis de Jean-Marc
cosa, aún poseemos un uso de la inteligencia suficiente para
Mandosio cuando afirma que el ciclo revolucionario, tal y
sospechar que se está gestando una enorme mutación en las
como lo entendemos, está históricamente clausurado de
condiciones materiales implícitas en el capitalismo actual.
forma irreversible.
Este cambio está señalado desde muchos frentes: el tan
c) Relacionado lo anterior, en tanto que la teoría crítica y cacareado calentamiento global, preñado de un sinnúmero
la emancipación no son un pasatiempo intelectual sino un de supuestos desastres naturales (supuestos pues todos los

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CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

desastres naturales poseen una causalidad social innegable); terrible, aunque algunos grupos logren construir alguna
el desarrollo de las tecnologías informáticas, que sirve de balsa comunitaria de supervivencia. Subyacente a este mal
plataforma para procesos tan dispares como la también augurio encontramos el cenit de producción de petróleo, que
muy manida economía casino o, según las tesis de moda es una de las claves de nuestro tiempo. El desconocimiento
(profundamente discutibles) de Negri y Hardt, para crear las y el silencio que existe a su alrededor prueban dos cosas:
bases del comunismo y la democracia directa a través de las por un lado su tremenda importancia. Se trata del tema
prácticas laborales altamente cooperativas implicadas en central que se maneja en las agencias de inteligencia de los
la explotación del trabajo inmaterial; los fenómenos de la principales estados del mundo y la transparencia al respecto
nocividad estudiados por la Encyclopédie des Nuisances como podría ser políticamente peligrosa. Por otro lado la impoten-
el retorno en forma de polución de una realidad acumulativa cia del capitalismo para pensarse a sí mismo, provocada por
ajena a lo útil, el ecocidio y la destrucción/manipulación la creciente especialización y fragmentación del trabajo.
peligrosa de la biodiversidad, visible no sólo en los ecosis-
Hasta un punto que no llegamos a comprender, todas las
temas sino también en la degradación de nuestra propia
posibilidades de la vida social moderna-industrial (incluidos
reserva genética (infertilidad progresiva)… son múltiples las
sus intentos de liberación) son dependientes de una alta
señales de cambio, interpretadas con alarma o con optimis- disponibilidad energética, históricamente posibilitada por
mo según distintas perspectivas. la burbuja de combustibles fósiles de nuestro planeta. El
Prestemos atención, por ejemplo, a una sola variable de modelo industrial históricamente triunfante hasta hacerse
este cambio en las condiciones materiales: la cuestión ener- hegemónico en el conjunto del planeta es un modelo basado
gética (cenit del petróleo) y, específicamente, una de sus específicamente en el petróleo, que ha permitido una red de
implicaciones (la producción industrial de alimentos), pues transportes internacional muy eficiente y, más importante,
la cuestión energética abarca muchos campos (descenso de una altísima productividad agrícola, capaz de sustentar y
la capacidad de abastecimiento eléctrico, carestía de materia concentrar en ciudades volúmenes de población inmensos.3
prima para plásticos, hundimiento del sistema internacional Ahora una perogrullada: cuando esta burbuja termine,
de transportes, tensiones sociales consecuentes, tanto a nivel cuando se agote el petróleo, todo el andamiaje que ha sido
interno de cada Estado como geopolíticamente).2 Lo impor- posible gracias a él se desplomará a no ser que una nueva
tante de la cuestión energética es que trastoca lo que podría fuente de alta disponibilidad energética la sustituya. Añadir
denominarse plazos del diagnóstico: superficialmente es una a este cuello de botella un poco obvio cuatro cosas no tan
obvias: 1) La alternativa de alta disponibilidad energética al
idea casi popular que el capitalismo se autodestruirá a largo
petróleo no existe.4 2) Con un modelo capitalista que necesita
plazo, pero profundizar en lo que está pasando significa
estructuralmente el crecimiento, los problemas comenzarán
descubrir que los largos plazos se vuelven fechas concretas
no con el agotamiento, sino con el declive. 3) El declive mun-
a la vuelta de la esquina. Aunque puede sonar a milenarismo
dial (cenit del petróleo) está previsto, según predicciones
barato o a algo increíble (en la acepción más sencilla de
geológicas que se han demostrado fiables localmente, para
la palabra: no creer), el sistema industrial (más allá de la
el arco temporal 2010-2026, según se escuche a las corrien-
polémica sobre su nocividad intrínseca o neutralidad de la
tes geológicas pesimistas u optimistas. 4) Con ausencia
máquina) se encuentra en un callejón sin salida que le hace
de combustibles fósiles se ha calculado5 que el equilibrio
tener los días contados. Cuando decimos los días contados
demográfico en el mundo podría reajustarse alrededor de los
nos referimos a un arco temporal en el que cualquier persona
1500-2000 millones de personas. Echemos las cuentas para
viva con menos de 50 años va a participar, al menos, en las
ver cuántos sobramos.6
fases iníciales del colapso. Y un colapso no revolucionario
sino producido por lo incontrolado de sus propias dinámicas En resumen, es muy probable que el cenit del petróleo sea
traerá irremediablemente un escenario de naufragio social el punto de implosión del capitalismo (imposibilidad física de

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CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

crecimiento económico) y, si no lo impedimos a través de un de gravedad la transformación de la vida cotidiana en algo


aterrizaje planificado, que sólo puede darse revolucionaria- pasionalmente superior). Por ello otra tarea urgente de la
mente, será el punto de colapso del sistema industrial. Y esto teoría crítica es confeccionar una respuesta potente a las
no debería celebrarse en abstracto, ni siquiera por los más propuestas políticas de la neosupervivencia.
acérrimos defensores del antiindustrialismo, en tanto que
TRITURACIÓN CRÍTICA DE LA NEOSUPERVIVENCIA
hayan llegado al antiindustrialismo por la vía de la crítica a
la vida alienada. Aunque el mundo industrial sea en sí mismo De antemano, debe reconocerse a los círculos antiindustria-
alienante, el derrumbe del mundo industrial (es decir, no les aportaciones importantes a la lucha contra la alienación
revolucionario) no tiene por qué suponer ninguna esperanza humana, especialmente en tres líneas: la capacidad de mirar
de desalienación; conllevará seguramente, tras un periodo de a los ojos a uno de los problemas objetivos de nuestra época
reajuste traumático y cruel, comparable a la época dorada de a través de los sucesivos velos del espectáculo, la denuncia
los terrores industriales, la reformulación de un nuevo tipo de la visión simplista e ingenua que desde la teoría crítica
de alienación. se ha tenido al respecto de la tecnología (ciertamente, capaz
de generar sus propias dinámicas), y el intento de poner en
Aquellos que tentamos la poesía como práctica social práctica algún tipo de solución vivencial antiindustrial, bien
unificada, y por ello nos reclamamos revolucionarios, no de forma individual ermitaña bien de manera comunitaria.
podemos mantener diagnósticos desfasados sobre lo social
ni tampoco acomodarnos en una especie de síndrome de Asumiendo esas contribuciones, consideramos que algu-
Casandra que se contente con anunciar al mundo la inmi- nos de los puntos por los que debemos desmontar los argu-
nencia del desastre regodeándose en la incomprensión que mentos de la neosupervivencia son los que siguen:
suscita. Aunque tengamos la lucidez, esta no sirve de nada 1) Sin querer entrar en una olimpiada de erudición histo-
si no conseguimos sacarle utilidad: evidentemente, evitar el riográfica, el revisionismo histórico medievalista manejado
colapso irreversiblemente traumático del mundo industrial por los antiindustriales, por ejemplo Los amigos de Ludd, es
será contra el ciclo del valor o no será. Pero no basta con profundamente rebatible en muchas de sus afirmaciones.
percibir. La inminente reconfiguración material del mundo Que el campesinado tenga algo que ver con la libertad es
debe suponernos un reto vivencial, teórico y político de algo que ha sido desmentido con rotundidad; del mismo
primera magnitud. Y quizá más a nosotros que a nadie, pues modo es difícil congelar el Medievo, hacer de él un escenario
somos nosotros quienes aspiramos no sólo a “emanciparnos estático, segregarlo de su propio proceso interno de comple-
de las bases materiales de la verdad invertida” sino también jización creciente: porque no podemos olvidar que los lodos
a organizar lo social alrededor de las más altas experiencias industriales vienen de los polvos medievales (históricamente
humanas concebibles: el deseo, el juego, el sueño, el amor, nunca se producen hiatos absolutos). Decir, no obstante,
la fantasía, la poesía, lo maravilloso y, quizá, las pasiones que esta mirada al pasado no tiene por qué ser del todo
nuevas que aún estén por experimentar. Sirviéndonos de carente de valor, en tanto que mirada que busca opciones
la manida pero vigente fórmula vaneigemniana, el partido de combate y supervivencia al desastre industrial. Pero sólo
de la vida no puede entregar al partido de la supervivencia una cosmovisión ideológica rancia podría reducirse a esta
(aunque se diga revolucionario) la reflexión y la práctica mirada hacia atrás en base a una oposición dicotómica y
actualizada, es decir, la reflexión y la práctica a la altura maniquea mundo industrial/preindustrial. Un proyecto social
de los problemas de la época, o no al menos sin presentar postindustrial (en un sentido emancipador) no debe bus-
a combate una alternativa revolucionaria real (y sonará car inspiración sólo en las supuestas antípodas del mundo
pretencioso, pero no nos queda más remedio que rechazar industrial (su pasado) sino también, y quizá sobretodo, en
—negar su carga revolucionaria— por insuficiente o equívo- sus márgenes contemporáneos, sus defectos, sus anomalías,
co todo aquel programa político que no tenga como centro sus excepciones, sus capas finas. Al igual que Los amigos de

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CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

Ludd rescatan de la Edad Media prácticas e ideas válidas incontrolada cuya génesis es la forma mercancía. Desviando
prescindiendo del ropaje ideológico-teológico medieval y las la célebre tesis situacionista: los antiindustriales quieren
relaciones de poder feudal que las envolvían, puede ser muy suprimir la técnica sin realizarla mientras que el movimiento
interesante aprender algunas lecciones de las experiencias obrero clásico ha procurado realizar la técnica sin suprimirla.
técnicas y prácticas de Cuba y Corea del Norte, más allá de Ambos pueden entenderse como aspectos inseparables del
nuestro desprecio por la clase burocrática que las gobierna proyecto revolucionario de superación de la técnica, en tanto
y el modelo industrial que sigue vigente allí en forma de que instrumento social producido por la sociedad capitalista
espectáculo concentrado. Al fin y al cabo, a estas alturas de y retroalimentador de la misma.
urbanización, el parecido de familia del escenario de crisis
3) Que se admita que en un campo de concentración resulta
de la mayoría de las personas del mundo será mucho más
difícil soñar es distinto a decir que resulta inoportuno o, peor
próximo a Pyongyang que a la Sierra del Cabo de Gata.
aún, que resulta contraproducente. Tener la inteligencia para
2) Mientras que la teoría crítica tradicional ha sido bene- aceptar las limitaciones del mundo no implica padecer la
volente con la máquina, la crítica antiindustrial ha puesto tontería de no discutir los límites. Reconocemos la necesidad
su acento en la alienación intrínseca de la tecnología ecológica y emancipadora de frenar el descarrilamiento de
como fuerza social. Denunció por ejemplo Kaczynski, con la economía escindida y todo el andamiaje industrial inútil
su idea del colapso del proceso de poder, que la progresiva que su escisión está generando, pero no por ello estamos
mecanización de la actividad humana en la civilización dispuestos a renunciar al fundamento mismo de la vida, que
tecnoindustrial está banalizando esta actividad hasta vol- siempre ha sido un encaminamiento, un deseo, un ir más
verla psicológicamente nociva. Desde nuestra perspectiva allá. La principal línea de fisura que debemos combatir de los
Kaczynski apunta a un problema real, pero desde un ángulo planteamientos antiindustriales es su formulación valorati-
muy escorado. Resulta evidente que este modo de organizar va, paradójicamente no tan distinta a las primeras ideologías
lo social degrada el movimiento de intencionalidad, la propia industriales: la humanización por el trabajo, el rechazo a
estructura de la vida como apertura a lo externo. La sociedad lo sobreabundante, al exceso, a lo placentero, al lujo (todo
del espectáculo, como pasividad instaurada, es también una esto entendido no en su escuálida forma espectacular, sino
abulia social. Por ello, en una primera capa, nuestra revuelta como experiencias quizá más humildes –jugar con un niño
es una revuelta por y de la intensidad, una revuelta de la es un lujo- pero mucho más hondas). Ellos no sólo recono-
vida humana, en su acepción radical y primera, contra su cen y revalúan la nueva alienación necesaria (hasta este
vegetalización. Pero frente a lo defendido por Kaczynski, esta punto podemos llegar a un acuerdo); ellos la celebran (aquí
degradación de la vida-voluntad no tiene su origen en la nuestro antagonismo más irreducible)7: frente a este tipo
sustracción de competencias humanas por parte de la técni- de planteamientos afirmamos tajantemente que el amor,
ca, al menos no sólo en esta sustracción. El análisis se queda el deseo, el juego, la poesía… es aquello por lo que merece
cojo sin incluir la supeditación de la vida social (incluida la la pena subsistir en este mundo. Ello debe encaminarnos a
tecnología) al ciclo mercantil. Así podríamos decir que en el una práctica social que, sin poner el mundo que le sirve de
debate entre tecnófobos y críticos de la mercancía ambos soporte en peligro, no evite tampoco su ejercicio (ni bajo la
llevan razón y ambos se equivocan. Del mismo modo que alienación técnica del espectáculo ni bajo la alienación del
los antiindustriales han señalado, con acierto, que la técnica ascetismo antiindustrial).
genera sus propias dinámicas sociales incontrolables, dejan-
LIMPIANDO NUESTRO ARMARIO
do en evidencia la inocencia peligrosa que el movimiento
obrero ha tenido defendiendo la neutralidad de la máquina, Nuestra propuesta de mantener una valoración del deseo
no deja de ser cierto que la máquina y la técnica están frente a una coyuntura histórica que impondrá crecien-
atravesadas por la distorsión de la acumulación capitalista temente la necesidad como clima social parece la típica

9 S a l a m a n d r a 17- 18
CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

abstracción bienintencionada pero irresoluble. Esta con- a) En parte sorprende, en parte no (pues es el pan de cada
tradicción puede comenzar a resolverse desprendiéndonos día del espectáculo), la ignorancia generalizada en nuestros
nosotros, los portadores del discurso del deseo, de algunos ambientes sobre algunos asuntos, como, y es un ejemplo,
de nuestros delirios, que, si bien han podido y pueden jugar el cenit de producción de petróleo. Aterra pensar que otras
un papel estimulante esencial, implicarían en su supuesta cuestiones importantes seguramente se nos escapen de las
realización práctica, innegablemente, el mantenimiento y manos. Consideramos ante esto que nuestra liberación pasa,
el refuerzo de la alienación. Sería inteligente abrir un pro- entre otras prácticas pero irremediablemente, por arrebatar
ceso de limpieza de estas ideas en tanto que proyectos a a los especialistas este tipo de conocimientos sobre el estado
realizar históricamente (no en tanto que juegos imaginarios de las cosas del mundo que, sin nuestra síntesis revoluciona-
que tienen todo el valor por sí mismos). Nos referimos, por ria, en caso de que logren solventar la infracomunicación en
ejemplo, a una idea demasiado sofisticada de la superación el que son producidos, sólo sirven a la gestión de desastres
del arte. La construcción de situaciones en el sentido que del poder (y por tanto al endurecimiento de la alienación).
es planteada en los primeros números-años de la I.S, con Creemos por tanto que la teoría crítica debe encargarse,
su complejísima cobertura técnica y su derroche material además de sus cometidos habituales (desenmascaramiento
implícito,8 debe entrar a formar parte de un catálogo his- de alienaciones invisibles, ejercicio histórico, debates orga-
tórico de lo utópico maravilloso, como la alquimia, la Nova nizativos, etc), de una especie de trabajo sucio que parece
Atlantis de Bacon o los falansterios. Quizá la superación del sencillo pero que el espectáculo ha vuelto complicadísimo:
arte posible, en un futuro, esté más próxima al juego popular la percepción actualizada del mundo, capaz de calibrar las
que a las concepciones situacionistas. Seguramente muchas cuestiones urgentes y los verdaderos desafíos. Necesitamos
de nuestras proyecciones sobre lo que ha de ser una sociedad una plataforma de aprendizaje mutuo que nos permita salir
liberada tienen que pasar por un filtro parecido, una cierta de las celdas de nuestros encasillamientos profesionales y
desintoxicación de omnipotencia maquinal-industrial, una también subversivos (situacionistas, surrealistas, anarquis-
lección de humildad. Con esto queremos decir que el deseo, tas, etc), una plataforma capaz de poner al servicio de la
la vida, el juego y sus ambiciones no son categorías esencia- práctica revolucionaria no sólo ya ideas o deseos de libertad,
les, son relacionales: están supeditadas a las posibilidades de sino también los datos técnicos que una intervención certera
cada época. Desviando a Eliade, todo acto humano es sus- en la realidad tiene que tener en cuenta.
ceptible de convertirse en maravilloso. Por tanto, en cuanto b) Compartimos con los antiindustriales un error teóri-
que el modo de producción industrial contiene verdaderas co/práctico nefasto: una fetichización del concepto de
potencialidades para nuestro proyecto, una vez liberado de fetichismo, tan omnipresente en nuestros razonamientos.
la distorsión mercantil, esta liberación de la economía debe Aquellos que nos consideramos en la línea de Marx que
seguir siendo el punto de enfoque de nuestra lucha, pero merece la pena (la que centra su análisis en el fetichismo de
manteniendo una mirada cauta, sospechando que quizá ya la mercancía y el problema de la alienación) siempre hemos
se han “podrido los frutos de la economía política”. En el pecado de cierta incomprensión respecto a este concepto,
caso de que así sea, nuestra tarea debe ir encaminada al que ha generado lo que podríamos llamar una noción de
desmantelaje reencantado del mundo industrial. fetichismo dura, extrema, falsa. A saber, la reificación está
cerrada, la alienación, como algo establecido, se reproduce
NOTAS PARA UNA REFORMULACIÓN COLECTIVA DEL PROYECTO REVOLUCIONARIO
a sí misma. De ahí se deriva que sólo algún tipo de externo
La reformulación del proyecto revolucionario tiene, además a la alienación pueda romper el fetichismo (el Partido en el
de las mencionadas, otras muchas tareas pendientes. A caso de Lukács, que es el más paradigmático). Esta visión
continuación dos de ellas, relacionadas en parte con la pro- debe entenderse como la última vuelta de tuerca que anula
blemática expuesta: la lección más importante del fetichismo: que es un proceso

S a l a m a n d r a 17 - 18 10
CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

en disputa constante, en renacimiento continuo, una ten- la vida para unirse al partido de la neosupervivencia. Estos
sión, que no existen categorías ni de pensamiento ni sociales últimos nos llevan años de ventaja y cerrarse a la relación
objetivas sino luchas por objetivarlas, que no existe ninguna crítico-dialéctica con ellos implicará posiblemente perder el
certeza ni pesimista ni optimista, solo la incertidumbre y hilo de nuestro tiempo, un tiempo que se avecina amargo.
un horizonte de combates múltiple en distintas escalas. La Redes de ayuda mutua, aprendizajes útiles, prácticas de
enorme capacidad del espectáculo para construir un real y autoabastecimiento… Hay mucha gente en pequeños grupos
mostrarlo como lo real provoca que, quien más quien menos, ensayando soluciones prácticas a los problemas que vendrán.
todos poseamos una vivencia espectacular del espectáculo, No es tontería abrir los ojos y aprender un poco, para estar
más opresiva y asfixiante de lo que realmente es. Le damos preparados y cuando llegue el momento no limitarnos a
terreno al enemigo. Esto late debajo de todos esos análisis mantenernos con vida, sino volver a intentar empujar la vida
tan catastrofistas respecto a la acción política que circulan hacia al borde de lo posible.
por los ambientes revolucionarios. Uno de los desafíos más
importantes que se nos presentan es concebir una teoría
EMILIO SANTIAGO
y una práctica capaz de dar cuenta que la lucha contra el
capital por una vida más apasionante es permanente, cons-
tante pero discontinua, contradictoria, inclausurable por NOTAS
definición. Y en este sentido, profundizar en la cuestión de
1. Podemos distinguir fundamentalmente tres motivaciones revo-
las fuerzas potencialmente resistentes a la alienación, ahon-
lucionarias que generan tres posicionamientos subversivos dis-
dar en el trabajo teórico de las reservas atávicas. Porque de
tintos: el problema de la supervivencia, el problema de la vida y
hecho nos rebelamos, fortalecer esta rebeldía que atraviesa
el problema de los valores. El problema de la supervivencia fue
la vida cotidiana pasa por responder a la pregunta ¿por qué
planteado por el primer movimiento obrero, que entendía la revo-
podemos rebelarnos? lución social como la herramienta para garantizar su reproducción
c) Dado el contexto que se avecina, quizá esta vez sí resulte como fuerza de trabajo en una época en la que las relaciones
de explotación capitalistas no la garantizaban en absoluto (pan,
acertado distinguir dos ámbitos de acción no necesariamen-
trabajo, salud, educación…). El problema de la vida, como cues-
te complementarios: uno revolucionario (en las prácticas y
tionamiento de las condiciones completas de existencia ligadas
los debates en los que nos hemos manejado habitualmente)
a la civilización burguesa mercantil, es distinguible de forma
y otro comunitario (que afronte con una estrategia la posi-
pionera ya en el romanticismo. Los hijos del romanticismo y las
bilidad de una supervivencia base en los distintos escenarios
“vanguardias clásicas” (Rimbaud, Dadá, el surrealismo histórico) lo
posibles). heredaron y lo reformularon con un alcance progresivamente más
En definitiva, nuestro discurso está ante el desafío de adap- hondo. Finalmente, se hizo práctica de masas en los círculos más
indomables del movimiento obrero de los treinta gloriosos, cuando
tarse. Esta adaptación ha de desarrollarse bajo el signo de lo
el problema de la supervivencia quedó localmente subsanado en
positivo, de lo afirmativo, en lo concreto, aunque ello ocurra
Europa por el welfare, reapareciendo por ello el absurdo y la noci-
en los niveles más pequeños de la potencialidad operatoria
vidad de la vida moderna supeditada a la tumoración económica
(no se trata de denunciar el fetichismo sino de desmontarlo
capitalista (liberación y realización del deseo, revolución de la vida
vivencialmente; rebautizar cosas o estar atento por la calle
cotidiana, superación del arte…). El problema de los valores, como
para encontrar objetos, ahí es donde tenemos la mayor de rechazo ético a la desigualdad (valor justicia) y como apelación a
nuestras fuerzas). Adaptarse o adoptar un inmovilismo poco la autonomía (valor libertad), puede rastrearse ya en la base de
inteligente, bien bajo la postura de aquellos que deciden las denominadas religiones incruentas, trasplantándose al mundo
abandonarse al presente para disfrutar los pocos privilegios moderno tras un proceso de secularización e incorporándose a sus
de placer que el capitalismo aún es capaz de ofrecer o bien distintas tradiciones. El movimiento obrero la hace suya ya desde los
la de aquellos que desertan del partido revolucionario de llamados socialistas utópicos, resulta sustento de todo anarquismo

11 S a l a m a n d r a 17- 18
CARTA SOBRE LAS MALAS PREVISIONES DEL TIEMPO
Emilio Santiago

y, a pesar de sus pretensiones de cientificidad, articula buena parte 6. Un último dato: este escenario madmaxiano no es meramente
de la weltanschauung marxista. Las tres posturas persisten actual- hipotético. Existen ya dos casos históricos de naciones industri-
mente, con diferentes combinaciones entre sí. ales colapsadas por una crisis energética: Cuba y Corea del Norte,

2. Sólo una mirada superficial al entramado geopolítico de nues- colonias del imperio soviético absolutamente dependientes de

tros días podría servir para un necesario e interesante análisis de las exportaciones petrolíferas de la metrópoli. Con la caída del
cómo las “falsas luchas espectaculares entre formas rivales de capitalismo de Estado en Moscú y desamparadas por los bloque-
poder separado son al mismo tiempo reales en cuanto expresan el os comerciales internacionales, ambas “repúblicas democráticas”
desarrollo desigual y conflictivo del sistema” y es, a través de estas padecieron una severa restricción petrolífera en los años 90. En
luchas intestinas, como la lógica de la mercancía va a desgarrarse Cuba la crisis alimentaria se saldó con cerca de 7000 muertos por
a sí misma. Desde los años 70 debe leerse el devenir político inter- malnutrición según cifras oficiales (y ya sabemos que esto de las
nacional en clave de recursos energéticos: el boicot del año 1973, cifras oficiales en el espectáculo concentrado es un chiste bastante
guerras en el Golfo Pérsico (la primera y la segunda), revolución en macabro). Si el caso cubano aterra, el norcoreano sobrepasa:
Irán, Al Qaeda y el proyecto salafista, tensiones en Venezuela, el 3.000.000 de muertos por malnutrición entre los años 93 y 95.
problema chechenio… comprendiendo la inminencia del cenit del Véase Aprendiendo la lección de la experiencia; las crisis agrícolas en
petróleo todo empieza a casar como un puzzle. Por eso la invasión Corea del Norte y Cuba de Dale Allen Pfeiffer, publicado en el número
de Irak y las crecientes tensiones con Irán. Estados Unidos no está
de 2003 de From the Wilderness y traducido por Pedro A. Prieto para
desangrándose en Bagdad por un exceso de codicia imperialista o
www.crisisenegetica.org.
una cuestión arbitraria. Con una producción de petróleo propio que
a día de hoy está a niveles de los años cuarenta y bajando, Estados 7. Siguiendo con Kaczynski. Él opera con una noción esencialista
Unidos se juega en Oriente Medio su supervivencia como potencia y de ser humano que, combinado con sus coordenadas regidas por
en última instancia la continuidad de un modo de vida: la sociedad el principio de escasez, lo define como homo agricolae, ligado
de consumo. constitutivamente a la sentencia postedénica del “ganarás el pan

3. De una forma más directa: antes de 1910 se obtenía de la con el sudor de tu frente”: la satisfacción de necesidades medi-
agricultura más calorías de las invertidas en la producción (Harris, ante el esfuerzo del trabajo es lo que nos hace hombres. De aquí
Antropología Cultural, pág. 122); hoy en EEUU se necesitan 10 Kcal. su apología del campo de las necesidades primarias maslowianas
de energía de combustibles fósiles para producir una Kcal. de ali- (alimentación, seguridad, cobijo), y su desprecio a lo que llama
mento (Dale Allen Pfeiffer, Comiendo combustibles fósiles, artículo necesidades secundarias, que resultarían deshumanizantes y social-
publicado en From The Wilderness, 2003, traducido al español por mente desestabilizadoras. En resumen, el proyecto de Unabomber
Ricardo Jiménez y publicado en www.crisisenegetica.org. parece no ser más que una mezcla de calvinismo secularizado y la
tenebrosa campesinización de los Jemeres Rojos, forzada esta vez
4. A este nivel de consumo: las energías renovables están comen-
no por el partido sino por la vanguardia descentralizada.
zando a alcanzar su límite físico de rendimiento –agotamiento de
los campos eólicos de nivel 6 en la Península Ibérica por ejemplo-; 8. Helicópteros y explosiones al servicio de la situación construida,
el cenit del uranio se alcanzará sobre el año 2060; la fusión nuclear laberintos, las maquetas de Constant, “el universo en un saco para
es constantemente aplazada por problemas de ingeniería probable- los consejos obreros”. No sólo durante la primera etapa de la I.S se
mente irresolubles; el hidrógeno es un vector energético, no una
alentó un proyecto político cimentado en una especie de cornucopia
fuente de energía. Pero insistimos y es lo importante: a este nivel
técnica, sino que esto fue definitorio de los situacionistas hasta las
de consumo.
tesis de disolución, donde por primera vez consideraron la cuestión
5. Dale Allen Pfeiffer, (op. cit.) ecológica.

S a l a m a n d r a 17 - 18 12
ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

E ncanto, hechizo, truco


Sobre el destino de la Magia en la época Tecnológica
Luis N ava rro

A Jonás, para que siga creyendo en la magia

C uando ponemos en relación conceptos como Magia


y Tecnología percibimos de inmediato una suerte de
choque o polarización violenta. En el mejor de los casos,
ese conjunto de herramientas y aplicaciones del que el
hombre se sirve en su praxis vital y ha acabado por generar
un entorno artificial fuera del cual resulta difícil imaginarse
tras reconocer un ámbito común de aplicación en nuestra su supervivencia, asociada a múltiples ortopedias. Por otro
capacidad operativa sobre los fenómenos, situamos una y lado, la tecnología ha impuesto un modo único de concebir
otra en los extremos inconciliables de una misma línea con- y enfrentarse al mundo caracterizado por la instrumentaliza-
tinua. Cuando carecemos de una explicación satisfactoria ción y el control, constituyéndose en la medida de todas las
acerca de un determinado fenómeno, bien porque nuestro cosas. Por consiguiente, no resulta extraño que en muchas
nivel de conocimientos no abarca todavía sus dinámicas ocasiones se conciba a la magia, ya que no como un territo-
o porque contradice abiertamente nuestra percepción del rio maldito dejado en manos de los locos o los románticos,
mundo, lo relegamos al ámbito del pensamiento mágico, como una suerte de tecnología del asombro, es decir, como
con la esperanza de que, con la expansión y acumulación un conjunto de técnicas, también, capaces de producir en un
del saber, acabará encontrando algún día su lugar en la espectador que las desconoce ese ‘rapto’, esa perturbación
región siempre creciente del conocimiento científico. Si el del ánimo unida a la suspensión de los criterios que rigen
interrogante persiste, si se resiste a obedecer ninguna ley nuestra percepción, propia de los fenómenos a los que tradi-
conocida que nos permita domesticarlo, simplemente se cionalmente se reconocía la condición de ‘mágicos’.
expulsa fuera del paradigma, se le desprestigia, se tacha a
La asimilación del término ‘tecnología’ a las diferentes
quienes lo sostienen de místicos u oscurantistas. Del mismo
‘técnicas’ en su uso cotidiano, la adopción generalizada e
modo, quienes se niegan a rendirse al poder tecnológico
indiscutida de un “modo técnico” de encarar el mundo, en
triunfante refugiándose en la radicalidad del misterio, en la
base al cual priman los medios inmediatos sobre los fines
imposibilidad de fundamentación, en la inaccesibilidad del
últimos y la dominación de sus objetos sobre su asimilación
‘noumeno’ o simple y llanamente en la ceguera de la fe, estos
comprensiva, ciegan la percepción de la tecnología como
rechazan de forma reactiva cualquier intento de la tecnolo-
una ideología que ha asumido las mismas funciones que
gía de profanar con sus focos y sus ruidosas herramientas el
antiguamente ejerciera el pensamiento mágico o religioso. El
dulce sueño de la noche de los tiempos. Los ánimos pueden
problema no surge cuando reunimos las diferentes técnicas
llegar a encresparse.
en un solo concepto para hablar de ellas en sentido gené-
Lo común es que este choque se resuelva hoy sobre el rico, sino cuando este sentido genérico se convierte en una
terreno de lo tecnológico, puesto que éste es el paradigma entidad autónoma y empieza a actuar por su cuenta, como
ideológico que se impone. La tecnología ha dejado de ser un Todo completamente distinto a la suma de sus partes.

13 S a l a m a n d r a 17- 18
ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

Entonces, ya no es que tal o cual técnica venga a resolver tal mágica, si no hubiésemos expulsado de ella toda capacidad
o cual problema, como podría ser la lucha contra el cáncer para el asombro y la extrañeza. En realidad no “utilizamos
o la velocidad de mi navegador, sino que es la tecnología la técnicas”, sino que efectuamos rituales de efecto seguro
que nos saca de dicho atolladero. Y cuando lo hace, se atri- (excepto cuando se cruza algún cable): el botón es el abraca-
buye a sí misma la capacidad de hacer milagros, de realizar dabra, la fórmula mágica que permite la acción a distancia,
utopías, de ‘salvarnos’. la aparición, el más allá. Los números de teléfono son caba-
lismos secretos que hay que conocer y combinar para con-
El prestigio creciente que ha asumido lo tecnológico en la tactar con la persona adecuada. Existe un no-lugar donde
configuración del mundo ha reducido considerablemente la puedo desarrollar una vida paralela, sin los defectos y limi-
presencia o la percepción de elementos mágicos o maravi- taciones que me impone mi cuerpo. Pero pocos de nosotros
llosos, dado que si la tecnología nos refiere inmediatamente podríamos dar una explicación satisfactoria y comprensible
a cosas, instrumentos concretos y procesos que todos para cualquiera de qué es lo que realmente sucede. De ahí
experimentamos a cada instante con la mayor naturalidad, que, cuando nuestros “objetos mágicos” se averían, nos sin-
la magia nos proyecta sobre hechos misteriosos, objetos tamos tan expuestos y consultemos al técnico con la misma
inciertos, experiencias irrepetibles, lo que las hace esencial- disposición que al chamán. Ninguna alegoría resulta tan
mente discutibles. La técnica es comprobadamente precisa; ilustradora al respecto como aquella “bola de cristal” ante la
la magia es nebulosa por definición. Damos el título de cual nos sentábamos en nuestra infancia, que no era sino la
‘mágica’ a cualquier ruptura del orden natural de las cosas pantalla mediática que “todo lo controla”, pero que podía ser
según es conocido en un momento determinado, ya medie asaltada en cualquier momento por la bruja Avería.
en ella la intervención de poderes o seres sobrenaturales o
Todo esto resulta posible porque, en última instancia,
simplemente la operatividad de un mago, y se haga o no con
hemos desarrollado una “fe ciega” en la tecnología. Y es
algún objeto. Cuando un procedimiento mágico alcanza de
desde esta confianza en algo que nos resulta tan familiar,
forma invariable un propósito establecido previamente pasa
a formar parte, como técnica, del corpus de la tecnología, pero que desconocemos en última instancia, desde donde
aún cuando no pueda darse la fundamentación última de exhortamos a la magia a que revele sus cartas, a que esfume
por qué sucede así. el hálito de misterio y entre, con más o menos trucaje, en el
suelo firme y tranquilizador de lo tecnológico. Vivimos una
Lo que a simple vista llama la atención de esta concepción
época que ha relegado la experiencia mágica al terreno de
de lo mágico es su relación dialéctica con el ámbito de la
la ficción, cuando no de la pura y llana prestidigitación. La
tecnología. Ésta integra cuanto la magia deja escapar de su
alcance. Lejos de repudiarse, ambas esferas se complementan magia, concebida como insuficiencia de lo tecnológico, ter-
mutuamente, pues todo aquello que permanece desconocido minará por desaparecer cuando la tecnología acierte a cerrar
e inexplicado por la ciencia es reconocido como ‘magia’, y el círculo de conocimiento y acción. En realidad ya ha des-
el campo de ésta adelgaza, por decirlo así, a medida que la aparecido, toda vez que se le reconoce una existencia vicaria
tecnología le va ganando terreno. Un fenómeno resulta ser destinada a no sobrevivir, y toda vez que en el fondo, aunque
mágico o tecnológico según la aprehensión que puedo hacer no acertemos a designarlo, sabemos que siempre “hay truco”.
de él. Habrá hechos que mi idiosincrasia me hará interpre- En la época tecnológica nadie resulta tan ingenuo de conce-
tar como mágicos mientras que cualquier otro forzará una der todavía una existencia positiva a la magia, por más que
explicación científica de los mismos, por improbable que
sobre su comportamiento sigan rigiendo patrones mágicos
pueda parecer.
incuestionados. Y esta tendencia a obedecer patrones mági-
Lo cierto es que habitamos de forma natural un contexto cos de forma automática no decrece, sino que se amplía a
tecnológico con una mentalidad que podría calificarse de medida que la tecnología se hace más pregnante.

S a l a m a n d r a 17 - 18 14
ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

Debió haber algún momento en que toda situación huma- en manos de brujos y emperadores, en los rituales vudú o en
na se producía en un medio que podríamos calificar como las misas satánicas. Aparece aquí la figura del mediador, de
‘mágico’. La mirada del niño, el modo en que éste experimen- alguien que conoce las “ciencias ocultas” o mantiene una
ta y se explica el mundo, actualiza esta misma estructura. Al relación privilegiada con los seres de otro mundo, ya sean
no disponer todavía de criterios firmes y regulares sobre los dioses o propiedades magnéticas. Llamaré hechizo a esta
que asentar los contenidos de su experiencia, todo se pre- forma desencantada de experiencia mágica para distinguirla
senta ante la conciencia del niño como maravilla, escapando de la anterior, aunque la palabra hechizo se utiliza a menudo
constantemente al nexo causal y a sus frágiles esquemas. como sinónimo de ‘encantamiento’. También suele atribuirse
Y la explicación de todo debe siempre buscarse en ‘otro’ este vocablo a cierto estado de posesión amorosa que podría
mundo, ya que ni siquiera hay uno que le sirva de contorno. tener cabida dentro de este encuadre. El hechizo, ya se apoye
Llamaré encanto a esta experiencia inocente a la que todo en poderes diabólicos, magnéticos o sexuales, se diferencia
le habla, y lo hace en un lenguaje que precisa ser construido radicalmente del encanto por cuanto supone un conocimien-
sobre el terreno, por más que seamos conscientes de que to previo que permanece oculto a la mayoría, y por cuanto
no todas sus manifestaciones resultan ser encantadoras. busca producir un efecto favorable a los intereses de alguien.
Pueden ser terribles, como corresponde a una conciencia Su fin es la dominación, ya sea de la mayoría ignorante por
desnuda expuesta a tantos peligros y contradicciones sin el parte de la minoría iniciada, ya sea de la naturaleza que no
apoyo de un cifrado previo. Lo característico de este tipo de se pliega a mis deseos.
experiencia, incluso en sus expresiones más diabólicas, es
que es fundacional y reveladora: fundacional porque funda Existe cierta continuidad entre el anhelo de poder de esta
el encuentro de la conciencia con sus objetos, y reveladora mentalidad mágica desencantada, empeñada en forzar el
por cuanto suele ilustrar el significado de este encuentro, decurso natural de las cosas y las personas, y el milagro
atendiendo a la construcción de un sentido que sigue siendo realizado de la tecnología, hasta el punto de que cabría decir
provisional todavía, pero perentorio. Por otra parte, no existe que ésta ha absorbido toda nuestra capacidad de asombro y
en el encanto, tal y como aquí lo estamos representando, un de creencia. El “hilo rojo” de dicha continuidad se manifiesta
agente manipulador de los fenómenos o de la conciencia que ya en la Europa Moderna con la teoría y la práctica de los
los experimenta. No existe el mago, ni el chamán. Todavía magos naturalistas del Renacimiento: Paracelso, Agrippa,
no existe tampoco el sacerdote. Todo sucede como si el azar Ramon Llull o el propio Roger Bacon, a quien se reconoce la
fuese cobrando forma por sí mismo y conformando al mismo paternidad del método científico. Aun cuando estos magos
tiempo la conciencia de quien lo sufre de forma irrevocable. cifraban todavía su capacidad para intervenir en los acon-
tecimientos, dominándolos, en el conocimiento y obediencia
Cuando ‘este mundo’ empieza a perfilarse, a definir sus
de la leyes de la naturaleza, reclamaban ya para su actividad
límites, a desvelar un rostro desencantado sometido a nor-
el estatus científico, toda vez que, como señalaba Della Porta
mas y resistencias, surge en el sujeto de la experiencia la
en su escrito canónico Magia Naturalis (1558), no necesita-
necesidad o el sueño de romper su lógica, de trascender, de
ban recurrir a la acción de seres o potencias sobrenaturales
producir milagros y maravillas en un sentido que le permita
para producir resultados que, para una conciencia moderna
operar sobre él y dominarlo. En el fondo de este tipo de
todavía en ciernes, podían pasar aún por maravillosos.
conciencia subyace la idea de que quien ha sido capaz de
crear el mundo a partir de su experiencia será también capaz Con todo, no renunciaban al aura mistérica del mago, por-
de recrearlo a su antojo. La magia, esa apertura inocente al tador de conocimientos no accesibles a todos y de poderes
mundo y sus fenómenos, se tiñe de intención. Se tiñe de especiales “sobre las energías y facultades de la naturaleza”,
blanco, en la práctica de los chamanes y de los curanderos, imagen que contaba con una amplia tradición en la línea
en los ritos de fertilidad y de exorcismo; se tiñe de negro, del neoplatonismo y que se remonta hasta los presocráticos,

15 S a l a m a n d r a 17- 18
ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

cuando todavía no se ha producido la división entre esferas en la referencia a los poderes ocultos que invisten al inicia-
del conocimiento y el filósofo debía ser a la vez matemático, do, existe ya el germen de una ciencia vertida por completo
físico, moralista y transmisor del principio fundamentador hacia su dimensión práctica, empeñada en dominar intere-
de las cosas. Tal es el caso de Empédocles, más conocido en sadamente el curso de las cosas y las personas.
su época como taumaturgo que como filósofo natural, o de
Pitágoras, quien además de realizar aportaciones definitivas La tecnología se ha vuelto capaz de producir efectos con
a las matemáticas desarrolló toda una doctrina mística los que no soñaban nuestros antepasados más crédulos,
sobre los números de la que se convirtió en su principal aquellos que leían a Julio Verne y cifraban en el proyecto
profeta y sacerdote. Mil años después el propio Newton, que de Ilustración, extendido a todos los campos, la esperanza
estableció las bases de la mecánica moderna y se atribuyó de una mayoría de edad y de una liberación para el género
el descubrimiento de la ley de la gravedad, realizó profundas humano. Liberación del miedo y la superstición, de la domi-
y convencidas investigaciones en campos tan dudosos como nación del hombre por el hombre, de las enfermedades de
la transmutación alquímica de los elementos y la búsqueda la carne y de la inmensidad sobrecogedora del mundo. Es
del elixir de la vida, y dio en un primer momento una expli- discutible que la tecnología, como marco de referencia en el
cación animista de su famoso principio gravitatorio no muy que vivimos, haya aportado grandes avances en todos estos
distinta de la del referido Empédocles, quien habló del amor campos. Como los caducos dioses, no sólo se ha convertido
y el odio entre los cuerpos celestes como motor fundamental en el vehículo de toda esperanza: también ha sabido infundir
del movimiento y responsable de la consistencia del mundo miedo y respeto con su capacidad definitiva de destrucción.
material. Ha sabido convivir y adaptarse al modo de pensamiento
mágico basado en el hechizo: uno puede hallar en internet
Cierto que, en general, nos estamos refiriendo a una época
aplicaciones para consultar el I-Ching o los signos rúnicos, y
en que los condicionantes religiosos para el conocimiento
crecen por doquier las utopías apocalípticas, cargadas ahora
eran todavía muy fuertes. Si la ciencia se desarrollaba, lo
de una estética de ciencia-ficción. Lejos de democratizarse,
hacía dentro de una imagen del mundo fuertemente marca-
la tecnología no ha dejado de desarrollar innovaciones que
da por creencias de este orden, y la tentación de hacerlo al
multiplican sus capacidades de un año para otro, distribu-
margen de ellas era fuertemente reprimida, como supieron
yéndose desigualmente entre las poblaciones en función de
bien Galileo o Bruno. Cierto, también, que la ciencia moder-
intereses muy marcados. Y a medida que somos liberados de
na no ha desarrollado todavía en torno a sí una tecnología.
las antiguas infecciones, emergen nuevas alergias, inmuno-
Aunque existen las técnicas, todavía no se ha conformado
deficiencias, enfermedades misteriosas en las que muchos
una ideología tecnológica, que no queda establecida como
cifran el tránsito evolutivo que está por suceder. Los cientí-
marco absoluto de referencia hasta bien entrado el siglo XX,
ficos más avanzados, obligados a enfrentarse a los límites de
una vez completado el proceso de secularización ilustrado.
su campo específico de conocimiento, reconocen problemas
Es cuando la ciencia despliega todo su poder durante los
irresolubles de fundamentación que les obligan a ceñirse a
enfrentamientos bélicos que jalonan el pasado siglo cuando
una especie de behaviorismo tecnológico: somos capaces de
la tecnología se hace reconocer como ideología de nuestro
formular cómo funcionan las cosas, pero no de decir lo que
tiempo. Pero la ciencia como idea y su método se abren paso
son, ni por qué funcionan así. A medida que crece el radio
en Europa, en un primer momento, con el puro propósito de
de nuestro conocimiento se engrandece el círculo de nuestra
conocer (no de dominar el mundo) y las técnicas, en cuanto
ignorancia.
aplicación del método científico, se desenvuelven dentro
de los límites piadosos de la obediencia a las leyes de la Pese a ello, seguimos esperando todo de la Tecnología,
naturaleza, y a ser posible sin chocar de frente con el mundo de la Trinidad Sagrada conformada según los sabios por la
sobrenatural. Pero en esta visión naturalista de la magia, y Biotecnología, la Nanotecnología y la Infotecnología, que

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ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

abanderan el futuro cambio de paradigma. Soñamos ser la fragmentación del conocimiento, los cambios de para-
inmortales gracias a la tecnología, y hay quien dice que esto digma, la renuncia a la metafísica, y todo su desciframiento
empezará a ser posible cuando todos podamos guardar en nos abandona a un abismo de sentido, a una desmotivación
nuestro congelador un tarrito de células madre. Pero ¿de qué total. Nuestra experiencia del mundo pudiera estar atrave-
me sirve remediar mi desgaste celular si cualquiera puede sando por un proceso que Walter Benjamin analizó a pro-
acabar conmigo con el último ingenio desintegrador de pósito de la incidencia de la reproductibilidad técnica en la
moléculas para robarme la cartera? ¿O cuando puedo pere- recepción de las obras de arte, una suerte de desauratización
cer joven y sin culpa en una incursión bélica o un atentado de consecuencias ambiguas. Hablaríamos, entonces, de una
terrorista llevado a cabo gracias a las últimas tecnologías? desauratización del mundo en base a la experiencia tecnoló-
gica que tenemos de él.
La tecnología, como ideología que afirma que no habrá
problema que no encuentre su solución técnica (ni, implí- Benjamin define el aura, a propósito de la contemplación
citamente, ningún horror imaginable sin una expresión de las obras de arte, como “manifestación irrepetible de una
factible), se ha hecho depositaria de la Buena Nueva y del lejanía, por cercana que pueda hallarse”. Su caída, relaciona-
Juicio Final. Pero no sin que para ello haya sufrido nuestra da con la aparición de técnicas de reproducción de imágenes
experiencia un cierto desecamiento de la ilusión, relegada cada vez más sofisticadas, venía a suponer la pérdida del
ritualmente al ámbito escénico como ilusionismo, ya que valor cultural de la obra de arte, de su profundidad y de su
comprendemos que, en el fondo, todo obedece a un sencillo engarce con la tradición (es decir, gran parte de su sentido)
truco. Somos capaces de contemplar sin conmovernos los en favor de su mero valor exhibitivo. Benjamin se esforzaba
espectáculos más asombrosos; nos confiamos sin reserva, por enumerar los aspectos positivos del proceso, dado su
con sonrisas impostadas, a los Poderes Supremos; la belleza carácter inevitable: la autonomía de la obra respecto de su
asalta en cascada nuestros sentidos hasta perder su sentido; contexto de producción, la accesibilidad de las masas y su
el horror, que no nos mata, nos alimenta (no sentimos ya consiguiente democratización, la constatación de una nueva
aquel escalofrío). Y hemos obviado a la esperanza porque dimensión social para el arte que se sobreponía a su antigua
suponemos, de antemano, el futuro. Hemos aprendido a dimensión religiosa y autoritaria… Pero, en última instancia,
decepcionarnos antes que a ilusionarnos. La maravilla cruza toda la obra de Benjamin constituye una llamada de aten-
ante nuestros ojos a toda velocidad, sin dejar posos ni estela. ción acerca de la necesidad de reencantar la experiencia, sea
Cuando todo resulta factible, cuando basta soñar algo para a través de estrategias alegóricas que llenen el vacío dejado
que el mercado lo ponga ante tus ojos en tres dimensiones, por el símbolo, sea a través de un tipo de iluminación profana
resulta difícil detenerse en el encanto del descubrimiento. que no aspira ya a la revelación de la totalidad, sino que se
ajusta a la naturaleza fragmentaria y dislocada de nuestra
percepción moderna.
La magia no existe, pero la tecnología promete mucho más.
Pero hay algo que queda por el camino en ese tránsito Lo que una desauratización tal comportaría en relación
del encantamiento al hechizo y de éste al truco, algo que con nuestra experiencia del mundo sería algo mucho más
tenemos que rebuscar en la mirada del niño o, si somos aún grave. En el supuesto de que pudiese llevarse a cabo com-
capaces, en aquella experiencia originaria que daba forma pletamente supondría la pérdida de profundidad de toda
a nuestro mundo con sus tabús y sus mitos. Es algo que experiencia, arrastraría consigo las fuerzas de la imaginación
todavía nos asalta, como si no reconociese su exilio, cuando e implicaría la renuncia a toda construcción posible de un
lo hace también la incertidumbre o cuando por cualquier sentido que no viniese dado exteriormente. La restauración
motivo se nos rompen los esquemas. Esfinges del camino del encanto de nuestra experiencia del mundo se convierte
que, pese a tantas y tan concretas respuestas, nos descubren en una labor tanto más urgente cuanto más improbable
desnudos, improvisados, locos. La modernidad ha disparado parece. Improbable porque no puede pasar por encima de un

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ENCANTO, HECHIZO, TRUCO
Luis Navarro

modo de vida tecnológico que ha impuesto su norma como Pero quizá se nos pasa por alto un problema de naturaleza
condición de vida, ni puede recaer en la forma desprestigiada más radical, un problema de fondo que permite que afloren
del hechizo, cuyas manifestaciones degradadas se imponen los demás y produce la impotencia para afrontarlos: la pér-
hoy a la conciencia como publicidad, mercancía o nuevas dida de autenticidad de nuestra experiencia anegada en el
tecnologías. En definitiva, no puede asumir ningún tipo de flujo de simulacros, la eliminación perfecta de un “mundo
regresión, ni vivir en un estancamiento que la amenaza de real” sobre el que posar los pies, el desprestigio de lo mara-
forma definitiva. villoso y el reinado suplantador de lo insólito, la atomización
de la imaginación en miles de fantasías recurrentes, sin
La crisis total, anunciada desde hace meses por las fuerzas capacidad operativa, que resultarán muy útiles a la hora de
vivas de la economía, desde hace años por ciertos visionarios clasificar las frustraciones, la ausencia de discursos integra-
con puntos de vista radicales, puede acabar manifestándose dores que doten de sentido nuestro bregar cotidiano. Ésta es
como una crisis más honda de conciencia que dispare un la situación que hace de la rebelión en el plano sensible una
cambio cultural. Unos y otros saben, aplicando a ello su cuestión radical, y ya no un añadido colorista sustentado por
conocimiento científico o su intuición, que no se trata de vanguardias periféricas, en el fondo satisfechas de su papel,
una crisis del modelo, sino de una crisis de modelo. No es porque están satisfechas de lo demás.
un proyectil desbocado ni un loco suelto: algo falla en los
La reivindicación de la ampliación de la experiencia, de
cimientos del edificio. Nuestra concepción del mundo, los
su apertura ingenua a lo maravilloso posible, ya no se alza
fundamentos de nuestra experiencia, el valor y el sentido de
contra el aburrimiento condicionado ni se regodea en su
las cosas habrán de ser revisados. Cuando ya nadie renie-
creatividad mesiánica: es cuestión de vida o muerte cambiar
ga del desarrollo tecnológico, que ha imprimido a nuestro
los modos de relación entre individuos, y de éstos con el
mundo la velocidad que nos impide bajarnos de él, parece
mundo. El deseo ignorado se ha vuelto necesidad.
que todos los grandes problemas hunden sus raíces en ese
mismo desarrollo: agotamiento de los recursos energéticos,
calentamiento, dispersión de artefactos destructivos que
LUIS NAVARRO
convierten a los ejércitos en cínicos “misioneros de la paz”...

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

A sí nos quieren ver


Reflexiones en frío y en caliente sobre el antifascismo
José M an u el Rojo

E l goteo cada vez más grueso de agresiones fascistas por


todo el país, y en especial el cruel asesinato de Carlos
Palomino a manos de un nazi (y militar por más señas)
respuesta al asesinato de Carlos y a otros hechos similares,
aunque sólo sea como una señal de aviso que se envía a los
fascistas y al Estado que los tolera y utiliza.
cuando se dirigía a participar en una manifestación con-
Dicho esto, todo indica que tal reacción lógica e inevitable
tra Democracia Nacional en el distrito madrileño de Usera
se ha convertido en el imán movilizador y la gran bandera
el 11 de noviembre del año pasado, ha provocado y sigue
de los grupos y colectivos que se consideran revolucionarios,
provocando una oleada de indignación tan sólo equipara-
lo que ha tenido consecuencias no siempre positivas sobre
ble a la reacción pasional de la calle, no sólo en Madrid,
las que vale la pena reflexionar si se quiere ir un poco más
sino por todas partes. Esta reacción en carne viva de los
allá de los “instintos naturales”, única forma de impedir
“instintos naturales de la rabia, la venganza y el dolor de
que tanto la muerte como el dolor y la pena hayan sido en
perder a un compa”,1 que debe entenderse en un contexto
vano. En concreto, sobre la función y el funcionamiento del
en el que llovía, llueve y lloverá sobre mojado, no puede sino
antifascismo y de las formas y métodos de su combate, y de
congratularnos, pues en efecto había muchos motivos para
la repercusión de esos métodos en la sociedad en general,
“agradecer a toda la gente que ha participado durante estas
especialmente en el resto de la clase (o masa) a la que se
dos últimas semanas en la infinidad de convocatorias (…), a
supone pertenecemos. Pues se supone también que nuestra
todxs lxs compas del Estado que han demostrado que todos
lucha no se da en el vacío, ni es un hobbie o manía personal,
somos uno y que el Apoyo Mutuo es una realidad”.2 Tanto
sino que se inscribe en un contexto mucho más amplio que
más cuando se recuerda las condiciones muy difíciles en que
le acoge y le da sentido, que le debería acoger y dar sentido,
se desenvolvieron algunas de esas manifestaciones, como la
si es que es mínimamente cierta esa guerra social de la que
tensa concentración del 17 de noviembre en la Puerta del
tanto hablamos y tanta abstracción hacemos a veces en
Sol, o la del sábado siguiente en Atocha que consiguió burlar
nuestro pensamiento crítico y en nuestros actos concretos.
a la policía llegando hasta Legazpi. Imposible, humanamente
imposible por otro lado mantenerse al margen de provoca- En tal debate, amargo y delicado pero ineludible, habría
ciones con un simbolismo tan perverso y flagrante como el que empezar con una banalidad de base que no lo es tanto:
mitin de Nación y Revolución en la Plaza Tirso de Molina, que, como afirmaba con lucidez una hoja repartida en una
en plena frontera de Lavapiés. Resulta lógico, por tanto, manifestación en Valencia, esta “es una lucha parcial de
que varias de estas protestas desembocaran en verdaderas una mucho más global”, por lo que “concentrando todos
revueltas, lo que en sí mismo no es precisamente malo; muy los esfuerzos en el antifascismo se cae en un círculo vicioso
al contrario, lo peor es que no hubiera pasado nada como de acción-represión del que es difícil salir, cuando no en

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

acciones meramente simbólicas o folklóricas (…) y por otro y social.3 Porque sería vivir una absurda ilusión ideológica
lado suele derivar en un sinfin de peleas callejeras de dudosa creer que las “peleas callejeras” contra los neonazis actuales
efectividad ´política´”. Entendámonos bien: la lucha antifas- reviven las refriegas del Milán de 1921, del Berlín de 1933,
cista es obligada en cuanto que las organizaciones (o sectas) o de la Barcelona de 1936, cuando el fascismo no sólo era
que se reclaman del fascismo ejercen una violencia intole- un temible esbirro al servicio del capital, sino un verdadero
rable e intentan manipular las tensiones de la inmigración movimiento de masas que con su propio programa y su
y la frustración de algunos jóvenes despistados, por lo que dinamismo demoníaco superó la maldad capitalista, con-
es más que legítimo que se emprenda un combate teórico y duciendo a la especie humana a un nivel de degradación
práctico contra ellos, cuando no una pura y simple autode- aún mayor. Quizás por esta razón, al chocar una y mil veces
fensa que no precisa de más justificaciones. Pero habría que con grupúsculos esqueléticos que no tienen apenas apoyo
tomar conciencia, en el caso de que no se haya hecho, de la social, y son interpretados por la sociedad como bandas de
distancia oceánica que media entre esta lucha y la guerra psicópatas indeseables que se mueven entre el gamberrismo
contra el fascismo realmente existente hoy en día, es decir, hooligan y el frikismo político, se corre el peligro de que nos
el que se expresa triunfante por medio de la economía, el convirtamos en lo mismo; que al dar prioridad, y concentrar
espectáculo y la vida artificializada: guerra que se plantea todos nuestros esfuerzos de una manera desmesurada y
entre el capital y el trabajo, entre el poder y la libertad, entre pública en el combate contra grupos que son políticamente
la mercancía y el mundo, entre la pantalla y lo sensible, entre marginales, caigamos en la misma marginalidad política,
el urbanismo depredador y la naturaleza mutilada, entre la en el mismo vacío ensimismado que desde dentro es todo y
técnica vampírica y la autonomía de la persona. Guerra total desde fuera nada, la nada política, la insignificancia social
y proteica que sin embargo no pasa hoy por hoy por los y la ininteligibilidad intelectual y emocional que condena a
grupos fascistas, fenómeno repugnante y sangriento pero la indiferencia, mezclada de miedo y desprecio, a las peleas
residual, incapaz de seducir con su magia caducada y sus entre tribus urbanas, rockers y mods, latin-kings y ñetas,
rituales pasados de moda en un mundo entretenido por los fachas y antifas.
milagros de la ciencia (ficción) y los pasatiempos autistas A esta indiferencia se puede responder, como hacía el
del ocio dirigido, e innecesario por esto mismo para la domi- pretendiente Carlos VII cuando le informaban de una nueva
nación excepto en momentos puntuales o desbordes atroces derrota, que no importa, contestando al desprecio pequeño
que bastan, eso sí, para ponerles en su sitio como medida burgués con la soberbia del que ya está en la otra dimensión
puramente profiláctica. Pero hay que repetir que un reality de la revolución social y no necesita por tanto a la sociedad.
show, un evento deportivo, un concierto de rock, el lanza- Pero, como no somos precisamente carlistas, ni sabemos
miento de un nuevo automóvil o de un juego de ordenador, en qué dimensión estamos o dejamos de estar, más que
la inauguración de otro museo de arte contemporáneo, el nada porque últimamente las dimensiones (tiempo, espacio,
anuncio a bombo y platillo del penúltimo descubrimiento de muerte, vida, verdad, mentira, deseo, manipulación) ya no
la ingeniería genética, la publicidad omnipresente…son infi- son lo que eran, tenemos que decir que a nosotros sí que
nitamente más útiles al capitalismo, y son más representa- nos importa, y mucho, porque de ese eco que llega desde o a
tivos de su razón y deriva totalitarias, que todos los partidos través del espejo depende que un movimiento revolucionario
de la extrema derecha española, europea y mundial. sea eso, revolucionario, y no un simple reflejo de las pasiones
individuales de resentimiento y rabia que se traducen en la
Por eso, y aunque suene duro, lo peor de la lucha antifas-
acción inmediata.4
cista tal y como está planteada, y tal y como (corríjaseme
si me equivoco) es vivida por muchos de sus militantes, En este sentido, y con el máximo respeto pero hablando
es que supone un clon degradado, una representación del claro porque no nos queda más remedio: no puede sino
antifascismo histórico sin su verdadera sustancia política inquietar que la noticia del asesinato de un joven de 16 años

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

haya generado un impacto social tan pequeño y tan poco del trabajo, los sueldos miserables, las mercancías adictivas
duradero, y un respaldo a las movilizaciones antifascistas o el timo inaudito de la vivienda, suenan muchas veces a
tan escaso, tanto en el momento caliente como en los home- mecánico, ritual, aprendido, y hasta alejado de la experien-
najes más fríos que han venido después, fuera de nuestro cia real, con nombres y apellidos, del que vive en la primera
círculo acostumbrado, especialmente si lo comparamos con persona de la confusión, el desaliento y la ira tal explotación,
otros asesinatos y otras provocaciones, origen, ellas sí, de sin recurrir a la ideología como método de consolación y
una conmoción general y de una repulsa visceral y activa manual de supervivencia trucada. Como si se aparentara que
indudables.5 Por otro lado, ¿ha existido un interés real en no hay vasos comunicantes entre la conciencia radical y la
ampliar esas protestas más allá de los sectores (juveniles) existencia miserable y mediocre que es la nuestra en su casi
que ya participan en ellas? ¿Se ha apelado con sinceridad, totalidad, aunque convenimos que no totalmente; como si
comprensión y generosidad a las amas de casa, a los trabaja- por ejemplo fuera mejor no hablar, pues da vergüenza y al fin
dores grises y vulgares, a los vecinos del 5º, en una palabra, a y al cabo es un asunto reformista, del trabajo mondo y liron-
la gente normal que nos rodea en nuestros barrios, institutos do que finalmente nos hemos tragado, pues en efecto somos
y centros de trabajo? Es cierto que se hicieron asambleas proletarios y no burgueses, y tragar es lo propio del proleta-
abiertas en las que participaron asociaciones de vecinos, rio aunque también lo sea vomitar y morder. Sobre todo, se
y que generalizar siempre es injusto y desacertado, pero, trataría de no actuar como revolucionarios en este campo ni
visto lo visto, las tácticas adoptadas que impedían cualquier en ninguno que se le parezca, si para ello hay que bajar del
alianza, los discursos autoreferenciales por no decir secta- pedestal y hablar con los otros, pues ya se sabe que están
rios, las bravatas innecesarias…la respuesta parece ser no. alienados y sin duda engrosan el franquismo sociológico.
Que no nos extrañe entonces que, en justa correspondencia,
Puede que esta ruptura sea más ficticia que real si se ana-
lo que llamamos “sociedad”, o “clase trabajadora”, entes sin
lizara con rigor la vida de cada cual, pero el aislamiento por
duda cada vez más abstractos y patéticos pero no del todo
desgracia es cierto y cada vez mayor. Sin embargo, tampoco
inexistentes, nos respondan con la misma moneda de indi-
es esta la cuestión. Porque debajo de las toneladas de apatía
ferencia y desprecio, masajeados además como están por un
rumiante, debajo de las aguas abisales del conformismo
sistema de acondicionamiento mediático que tiene todo el
ideológico, la lucha continúa y el conflicto sigue vivo: en el
interés en que esto sea así para siempre jamás.6
trabajo mal hecho, en la tensión con el jefe, en las huelgas
Quizás el problema de fondo es que, en gran parte al de ciertos sectores que ya no son tan amables y no dudan
menos, el ambiente “radical” o “revolucionario” se considera en ensuciar esto o romper aquello, en la desesperación, en
a sí mismo, lo reconozca o no, extraño a una sociedad a la el aburrimiento. Malestar difuminado que a veces estalla
que tacha (seguramente con mucha razón) como cobarde, irracionalmente (dicen) en el vagón de metro porque se para,
sumisa y en definitiva colaboracionista de la dominación. o en el barrio porque quieren poner parkings o parquímetros
Por eso desde esta óptica hipertrofiada, revolucionario sería o no dejan hacer botellón, conflictos parciales, humildes y
aquel que ha roto con sus semejantes podridos y se aísla de hasta ridículos cuando la opresión asciende al mismo ritmo
ellos tanto o más que se enfrenta con el poder que a todos que se hunde la naturaleza en el pozo sin fondo del desa-
oprime. Pues aunque siempre existen las debidas excepcio- rrollismo, pero conflictos que informan de una (micro)guerra
nes, parece como si el “movimiento revolucionario” y los social que prosigue por otros medios, los que malamente
variopintos proletarios de carne y hueso vivieran en univer- encuentra la masa de mónadas en la que nos hemos con-
sos paralelos que nunca se tocan ni se mezclan, y como si vertido, a la espera de reencontrar los viejos y buenos de
esa escisión se repitiera a su vez en la vida del que combate antaño.7 Y hay que insistir en que si no fuera así, entonces
este sistema. Quizás por esta razón, las propuestas que el no hay lucha entre explotadores y explotados ni subversión
medio radical articula acerca del baile de San Vito del paro y ni revolución ni nada a lo que encomendarse, con lo que

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

nuestra actividad se reduciría a un juego, o una afición, o la meramente defensiva: la de malgastarlas. Quizás sea esa
una solución individual respetable pero inocua. Como no lo la verdadera función de los grupúsculos fascistas, hipnotizar
es, será porque debe existir ese combate más amplio del que y atraer a una lucha estéril a los grupos y colectivos que más
surge y en el que se inscribe, quiéralo o no, bien o mal, con en serio se toman la liquidación social, para que descarguen
mayor o menor claridad teórica y acierto práctico. Sólo que, toda su energía fulgurante como se descarga la electricidad
para que lo mejor suceda a lo menos bien, se debería procu- del rayo en la tierra baldía, haciendo del fascismo no ya la
rar que esas luchas, las suyas y las nuestras, las espontáneas espada o el látigo de la economía, sino tan sólo su vulgar
y las especializadas, las de denominación de origen radical y pararrayos. Como decía una vieja canción casi olvidada, “te
las que carecen hasta de nombre, se hagan más conscientes van a colgar la nueva moda, así te quieren ver, así te quieren
de sí mismas, esto es, conscientes para todos. ver, y a ti que no te importa”. Así nos quieren ver, pero ya
hemos dicho que a nosotros sí que nos importa.
Para ello no es necesario, todo lo contrario, rebajar la (pre-
sunta) radicalidad de los planteamientos, ni de resignarse En este sentido, si tuvo alguna importancia la célebre alga-
con la prosa reformista de las reivindicaciones de la supervi- rada del año pasado en Alcorcón, y sí la tuvo en tanto que
vencia olvidando la poesía revolucionaria del ir a por toda la conflicto paradigmático y fuente de lecciones, fue justamen-
verdadera vida,8 ni de ser amables ni dialogantes para “caer te esta: que nació de los fantasmas y las paradojas desagra-
bien” a gente que no necesita amigos, sino en todo caso dables que surgen de la nueva tectónica de placas sociales
compañeros de lucha, pues es el aislamiento, y la sensación y psicológicas originada por los movimientos del mercado,
de derrota individual y colectiva que lo genera y viceversa, la inmigración obligatoria y la guerra de todos contra todos
el que explica muchas veces que ni haya compañerismo, ni por la nada, conflicto corriente donde los haya en el sentido
haya lucha. La cuestión está, una vez más, en que el combate de que afecta a todos y no a los únicos, conflicto que nace
sea verdaderamente real, es decir, que afecte a la realidad pues de lo común y no de la ideología; que supo realizar la
que nos aplasta como aplasta al resto de congéneres: que crítica del fascismo en la calle, desligándose tajantemente
contenga en sí y que movilice, en una época de ficciones y tanto de las tentaciones racistas como de la “protección” del
sucedáneos, la mayor realidad (que no realismo) posible e Estado; que se contagió a otros sectores y a otras edades,
imposible. Hoy por hoy, lo que llamamos antifascismo no lo trascendiendo sus propios límites de pelea insignificante
tiene, o no en el grado suficiente.9 Seguramente por eso no entre adolescentes para politizarse como revuelta de barrio
suelen ser los propios vecinos de los barrios “amenazados” obrero contra todo aquel, mafioso o fascista, que intentara
por el fascismo los que nutren las manifestaciones antifas- imponerse; y que así fue entendida por muchos de sus veci-
cistas, sino militantes llegados de otros sitios, lo que debe- nos, haciendo renacer la vieja idea o mito de la comunidad
ría hacer reflexionar si no se estará cayendo en una pose obrera.12 Y si bien esa idea de comunidad es irreal, aparte
“vanguardista”, “militar” o (si lo anterior resulta demasiado de insuficiente y equívoca como ya lo era en su momento de
duro e injusto) al menos separada, al pretender “defender” al esplendor, hoy resulta imprescindible recrear una realidad
“barrio obrero” o a “los inmigrantes” de un peligro que estos análoga entre los proletarios del producto interior bruto y los
ni sienten ni padecen, y por lo tanto se abstienen en su gran importados, so pena de que sucumbamos todos al problema
mayoría, volviendo a hacer las honrosísimas excepciones, de insoluble de la convivencia entre las masas de mil orígenes y
cerrar filas con aquellos que tienden a hablar y actuar en su culturas que se ven obligadas a arrejuntarse, muy a su pesar
nombre.10 De esta manera, concentrar toda la energía y la porque casi nadie emigra por gusto, en los almacenes de
rabia en un combate en el que no se tiene la iniciativa ni en mano de obra barata y consumo estabulado que interesan
los tiempos elegidos ni en los medios utilizados, sino que se a la economía. Insoluble, bajo el capitalismo que ha hecho
responde como un acto reflejo a cada maniobra que se le posible tal acumulación, que la gestiona y que la necesi-
ocurre al enemigo,11 sólo puede tener una utilidad, aparte de ta exactamente tal y como es, como revoltijo formado por

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

individuos aislados que se aferran a sus señas identitarias atomización democrática”. Esa comunidad electiva, que la
porque no tienen nada más. Como explicaba ¿Quién espía miseria de la ideología de la diversidad no alcanza a vislum-
los juegos de los niños?, “la aculturación radical de todos los brar, sólo puede surgir de ese “proyecto de lucha más amplio,
recién llegados, y su asimilación inmediata por la cultura capaz de unificar a españoles e inmigrantes” del que hablaba
anfitriona, se muestra como un imposible”, por lo que la “Maroto del Ojo”, pero para ello no se puede ir a remolque de
dominación tiene que resignarse a “una salida más realista, las luchas en las que nos quieren ver, imponiendo al contra-
que es sellar cada identidad cultural como un comparti- rio una agenda propia con necesidades y deseos que nazcan
miento estanco, erigiéndose el Estado como único árbitro y del principio de realidad que realmente nos destruye, y no de
mediador entre ellas”. Siendo esto verdad, habría que ir más la ideología, entendiendo que es justamente de ahí de donde
lejos y presumir que la dominación no desea tal aculturación, nace también el principio de placer que a veces vivimos y por
y que esa “utopía ultraderechista” sólo se la creen, en todo el que queremos vivir, sí, nosotros los utopistas, atravesados
caso, las franjas más rancias y/o enajenadas de la clase por un hambre insaciable de realidad y de sueño.
dominante y (ay) de la dominada, sirviendo cuando hace
Es evidente que entre esas luchas necesarias, por poner
falta como propaganda electoral y pretexto seguritario.13
Porque lo decisivo es ahorrar costes y prefabricar el caos en unos pocos ejemplos que no son de modo alguno un catálo-

las “sociedades que han perdido para siempre toda homoge- go, estarán el sabotaje de la pulsión consumista que empieza
neidad cultural, que se encuentran fraccionada en múltiples por uno mismo, el desenmascaramiento razonado y umoroso
identidades hasta niveles nunca antes conocidos”. Y de eso de la dictadura de lo nuevo y de las maravillas de la tecno-
se trata, de que no renazca reconocimiento mutuo alguno, ciencia, la intolerancia explosiva ante la soberbia del patrón
no vaya a ser que de ahí se rearme también una nueva idea y la anestesia del sindicato, el valor para saltar por encima
de comunidad y hasta de cultura de clase que se enfrente del diálogo de sordos mirando de frente a los otros, la resis-
tanto a la descomposición digital del espectáculo como a los tencia fanática a que se pierda por completo la ciudad o el
compartimientos estancos de la identidad cultural. pueblo de nuestra infancia, la exaltación incondicional del
amor en un mundo que adora la prostitución, o la sabiduría
Por esta razón, para ganar la batalla final a los fascistas, y
para dar la espalda a los mass-media y a los profesionales
por encima de ellos al capital que crea y administra la “crisis
del consenso prescindiendo así de intermediarios y adorme-
de la inmigración”, hay que ir más allá del antifascismo que
cedores cuando el conflicto (cualquier conflicto) estalla, y se
se limita al saludable pero insuficiente correctivo físico para
asoma la tentación inútil del pragmatismo, la negociación
ser capaces de reinventar un egrégoro, esto es, una comuni-
y la “sensibilización de la opinión pública”. Pero tampo-
dad no sólo de solidaridad y de lucha sino también afectiva,
co deberían faltar otras causas irredentas y otros frentes
que se proponga descongelar el aislamiento programado que
bélicos, mucho menos obvios pero igualmente decisivos, en
hace añicos las relaciones sociales de lo que antiguamente
los que todavía se entra en liza para buscar y encontrar los
fue una clase (y clase revolucionaria), y derrotar en su propio
yacimientos de lo maravilloso allí donde la economía ase-
terreno emocional a la repulsiva y fraudulenta “comunidad
nacional” en la que se apoya el fascismo puro y duro, light gura que no los hay, a no ser como mercancía: en la propia
o transgénico.14 Como decía Bataille hace ya 70 años, “me vida, en la experiencia sensible, justo donde, como dicen
resulta agradable oponer claramente el principio de comu- y hacen los Huérfanos Salvajes, se ilumina el camino que
nidad electiva al de comunidad tradicional [léase francesa, o lleva a la “autoformulación de una mitología comunitaria
española, o lo-que-sea], a la que pertenezco de hecho, pero calibrada según nuestras auténticas subjetividades”. Porque
de la que quiero desolidarizarme, y, con la misma claridad, el verdadero fascismo se alimenta no sólo de alienación y
a los principios del individualismo que desembocan en la miedo, sino también de monotonía, embotamiento, soledad

23 S a l a m a n d r a 17- 18
ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

y tristeza; porque la reparación de los vasos comunicantes, y te un buen síntoma: como reconocía un comentario anónimo en
la reconciliación de las diferencias por la que la masa podría Klinamen, “una manifestación tan anunciada y con un fin, digamos,
no muy sesgado ideológicamente, con esta afluencia da muchísimo
cuajar de nuevo en clase, son también a ese precio.
que pensar”. Mal.

6. En la manifestación citada del 11 de mayo, el ejemplo emocio-


JOSE MANUEL ROJO nante de unos pocos vecinos aplaudiendo desde la ventana a los
manifestantes no podía borrar el vacío del barrio de Usera, sordo
NOTAS y ciego a la protesta y cerrado a cal y canto como cualquier otra
1.24N. Con todas las de perder, vencimos, comunicado sobre los mañana de domingo.
acontecimientos publicado en Klinamen.
7. Entre tantos defectos, se puede reconocer un mérito siquiera
2. Ibíd. en potencia a este tipo de disturbios y protestas: desencadenar
“cambios en quienes son sus protagonistas, y la fuerza de la puesta
3. Y ni siquiera en los años 30 ese antifascismo tan añorado era
en práctica de la desobediencia” (Pierre Loeb, Motines que hacen
perfecto, pues son de sobra conocidas las limitaciones defensivas
estallar un tren o trenes que estallan en un motín).
y reformistas de un frentepopulismo infiltrado además por los
estalinistas. 8. “Precisamente lo que quieren los campesinos es soñar”, decía en
1936 la Ponencia del Congreso Confederal de Zaragoza de la CNT.
4. Hay que insistir en que no se habla de una cuestión moral, pues
Los campesinos, y todos los demás, aunque muchos se hayan olvida-
queda fuera de toda duda la sinceridad y justificación de esas
do, no sepan cómo hacerlo, o no se atrevan a vivir su sueño.
pasiones y acciones, en cuanto que nacen de una represión a todos
los niveles que a algunos individuos, quizás los más valientes o des- 9. Aclaremos de nuevo y por si acaso que sería una estupidez
esperados o sensibles, se les hace inaguantable. Pero esto no explica insostenible, y una ofensa inadmisible para los agraviados por
todo, ni es coartada para cualquier cosa. la violencia neonazi, decir que la acción antifascista carece de
importancia y de todo sustrato real. Especialmente cuando se la
5. Por limitarnos a Madrid, y sin remontarse porque no procede a
compara con otros “movimientos” tan virtuales e inofensivos como
las durísimas y multitudinarias movilizaciones de los barrios obreros
el sarampión tercer-republicano que le ha dado últimamente a
contra Fuerza Nueva durante la transición, recordemos que unas
algunos “radicales”.
7000 personas acudieron a la manifestación de la Coordinadora
Antifascista el 21 de noviembre de 1994 en protesta por el ase- 10. “Ni sienten ni padecen”, en concreto los inmigrantes, en la forma
sinato de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez, después (y en espectacular de la que hablamos, pues otra cosa muy distinta son
contra) de la teledirigida el día anterior por la partitocracia, que las vejaciones y agresiones diarias que genera el racismo larvado de
reunió por otro lado a unas 10.000. En cambio, en la concentración una sociedad que ha asimilado muchas cosas del fascismo sin nece-
de Sol del 17 de noviembre participarían 500 personas, que subie- sidad de enfundarse sus camisas de colores. Por cierto que de estos
ron a unos dos mil en la manifestación del sábado 24 para bajar peligros saben y prefieren defenderse ellos solos, como lo demues-
a menos de mil en la del 12 de enero de este año en el Barrio del tran los disturbios de la Cañada Real, el penúltimo incendio de las
Pilar, en respuesta por el atentado sufrido por el Centro Cultural La banlieus francesas, o la organización, también en Francia durante
Piluca (aunque en contrapartida hubo una buena representación los años 70 y 80, de grupos de autodefensa de jóvenes inmigrantes
de los simples vecinos). Es verdad que los tiempos han cambiado de segunda generación, árabes, negros, portugueses o…españoles,
(a peor), que a veces la cualidad es más decisiva que la cantidad, contra los ataques de los skin-heads del Front National. Pero quien
y que la prohibición legal y el terrorismo mediático que pesaban paseara la tarde del viernes 29 de febrero por la Plaza de Lavapiés,
sobre las manifestaciones del 17 y del 24 de noviembre explica se encontró con el ambiente habitual de familias magrebíes cogidas
muchas cosas, y dice también mucho sobre los que hicieron acto de la mano, latinos compartiendo un trago en un banco, y turistas
de presencia (en la segunda de ellas, el solo hecho de la ruptura del de lo multicultural repantigados en las terrazas de los bares, escena
bloqueo policial logrando el objetivo de llegar a Legazpi vale por muy alejada del clima de pánico y guerra que describían comuni-
todos y cada uno de los desfiles ciudadanistas). Sin embargo, estos cados como 29F Nos hemos encontrado, ahora la autoorganización.
matices no pueden convertirse en excusas que oculten lo evidente, En ese texto se reconocía que la contramanifestación agrupó “entre
y en este sentido, el que la manifestación en homenaje a Carlos del trescientas y cuatrocientas antifascistas entre las que se podían ver
11 de mayo reuniera solamente a 400 personas no fue precisamen- jóvenes de diferentes etnias”, lo que es verdad y desde luego muy

S a l a m a n d r a 17 - 18 24
ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

alentador, y un buen fruto de la labor de información que se hizo que se acusaba entre otras cosas de “privatizar” en beneficio propio
durante esa semana entre los colectivos inmigrantes, pero también unas canchas de baloncesto. Los manifestantes no los encontraron,
muy alejado de las miles de personas que habrían salido a la calle, pero sí a la policía antidisturbios, y sobre la marcha decidieron
en Lavapiés, si realmente hubiera existido una amenaza escuadrista. cambiar un objetivo por otro, dando un tinte de revuelta inesperada
Permítaseme a este respecto relatar una anécdota muy ilustrativa a un suceso de por sí equívoco. A partir de ahí se puso en marcha
vivida en primera persona: en la calle Jesús y María, después de una el guión habitual: el revuelo mediático, la intoxicación informativa
carga policial, arden algunas barricadas que varios jóvenes siguen que se apuntó entusiasta a la tesis del racismo, la llamada a la ciu-
alimentando arrojando al fuego todo lo que encuentran. En ese dadanía para que no se difunda por España la lepra lepenista…y en
momento, un chaval de rasgos asiáticos de unos 12 años, paquistaní consecuencia, la irrupción de las fuerzas del orden y su pax demo-
o indio (sólo les diferencia la maldita religión), sale de su casa y mira cratica, impuesta curiosamente a golpe de prohibición de las mani-
asombrado las hogueras y la basura esparcida por la calle, pregun- festaciones y protestas que los colectivos antifascistas acertaron a
tándome por qué esos jóvenes “están rompiendo y ensuciando el organizar, junto con otras medidas más contundentes, para desac-
barrio”. Ante mi explicación de que es para evitar la “invasión” de tivar las maniobras de la ultraderecha que creía estar ante un nuevo
los nazis, me pregunta candoroso que quienes o qué son esos nazis. El Ejido. Como demostraba desde dentro y con todo lujo de detalles
Y ante mi nueva (y seguramente torpe) explicación sobre “el peligro el texto ¿Quién espía los juegos de los niños?, firmado por unos
pardo”, el chaval se encoge de hombros y se marcha tranquilamente misteriosos “Maroto del Ojo”, “el estallido de racismo no ha tenido
por donde le da la gana. Sin comentarios. lugar porque lo impedía una cultura antifascista hegemónica entre
los jóvenes de Alcorcón”. En efecto, la reivindicación del carácter
11. Se reconocerá que durante estos últimos meses se ha estado
obrero y antifascista de Alcorcón fue constante en la mayoría de
actuando a contrapelo de cada nuevo disparate propagandístico
de la ultraderecha, entrando al trapo sin medir si valía la pena o los comunicados y declaraciones que equiparaban a mafias y fas-
no, proporcionándoles una visibilidad pública que no tenían, y a cistas en el mismo efecto nocivo sobre la convivencia, apelándose
un precio demasiado caro. En cuanto a los medios, deberíamos ser en cambio a la solidaridad y defensa de esas raíces. Así se pudo leer
capaces de concedernos el lujo de explorar ciertas tácticas aparte en Klinamen mensajes sobre los “lazos identitarios profundamente
de la clásica manifestación y del enfrentamiento violento, sin des- ligados a un imaginario colectivo difuso de barrio obrero”, y sobre
cartar empero a estos. Puesto que el fascismo no es sino imagen cómo “la gente del barrio bajó de las casas a participar y a ver, a
y símbolo, y más el residual del siglo XXI, ¿no sería conveniente jugar y a reconocer en la policía al enemigo y en la prensa a los
hundir esa línea de flotación mediante el ridículo más inmisericor- manipuladores, a los buitres (…) la gente del barrio, nuestras viejas
de? La siguiente idea no es mía, y las habrá mejores, pero no me incluidas, y se veía cuando nos invitaban a café en los bares o nos
parece despreciable al menos como hipótesis de trabajo: quizás la daban noticias”. Es cierto que la comunidad que se decía defender
mejor respuesta a la manifestación de Nación y Revolución en Tirso no es sino un fantasma desvaído a punto de desintegrarse, pero al
de Molina hubiera sido redecorar la plaza con enormes fotografías hablar de “barrio obrero”, de “pueblo claramente de izquierdas y
de Hitler con sus poses más grotescas, mientras que desde algunos luchador”, los jóvenes alcorconeros, y otros muchos que en ellos
altavoces convenientemente situados, los rebuznos estridentes del se vieron reflejados, estaban realizando un acto de resistencia en el
Führer recibirían a sus nuevos creyentes…como lo haría el olor plano de la conciencia y de lo imaginario, pues la desposesión que
repulsivo de docenas y docenas de huevos podridos y de bolsas nos reduce a cosas inservibles pasa también por ahí, y por ahí debe
de carne descompuesta. De esta manera quedaría al descubierto ser igualmente combatida. Y estos planos alguna relación tienen
el verdadero hocico que estos grupos esconden tras su maquillaje con la acción práctica cuando la dominación se empeña en ahogar
“democrático”, y su putrefacción congénita (si semejante esceno- ese “imaginario colectivo difuso”, y en cuanto que fue en nombre
grafía resultara demasiado indigesta, se puede sustituir sin demérito de ese recuerdo y ese mito que valió la pena salir a la calle para
por los carteles y discursos del Charles Chaplin de El gran dictador, enfrentarse a las mafias, a los fascistas y a la policía.
así como por un buen arsenal de bombas fétidas).
13. La repulsiva política de Berlusconi es a este respecto muy revela-
12. Como se recordará, el sábado 20 de enero de 2007 se produjo dora: se ha azuzado el racismo interclasista que corrompe por igual a
una pelea una pelea entre un grupo de latinoamericanos que se burgueses de la Padania y al lumpen napolitano, se ha tomado como
definían como latin-kings, y otro formado por “indígenas” y algunos chivo expiatorio a los gitanos seguramente porque son irreductibles
latinos. Al día siguiente, una manifestación de varios cientos de al trabajo asalariado, pero...el ministro Maroni ya ha matizado que
jóvenes (incluidos inmigrantes y miembros de grupos antifascistas no se va a expulsar a los ilegales útiles del servicio doméstico, pues
y anarquistas) recorrió Alcorcón en busca de los latin-kings, a los “Italia viviría un drama socioasistencial”. ¿Alguien se imagina a las

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ASÍ NOS QUIEREN VER
José Manuel Rojo

SS de Himmler haciendo una excepción así con los judíos? Esta es la la realidad, que no sólo no tenía por qué respaldar siempre al inte-
pequeña diferencia entre el racismo genuino y el posmoderno, que rés económico, sino que llegaba a contradecirlo si su delirio así lo
no persigue la pureza de sangre sino desviar la atención del desastre imponía, como Hitler cuando ordena, al final de la guerra, aniquilar
institucional hacia quien es más débil, hacer imposible la alianza de todo el tejido industrial y las infraestructuras de Alemania, incendio
la mano de obra propia y la foránea enfrentándolas por las migajas del Walhalla productivista que muy difícilmente complacería a su
(como decía una napolitana del barrio de Ponticelli, “ha estallado la burguesía. Porque si el fascismo (y el estalinismo con sus respectivas
guerra entre los pobres, nosotros damos bastante asco como para variantes) y la economía son totalitarismos que aspiran a diseñar,
que vengan éstos, que todavía dan más”), y regular y disciplinar a dirigir, controlar y seducir al individuo desde la cuna hasta la tumba,
estos últimos a base de expulsiones, represión y terror. Pero este y coinciden ambos en servirse de las herramientas implacables de la
ejemplo permite apreciar asimismo las diferencias sustanciales que técnica y de la burocracia estatal, la naturaleza de su movilización
existen entre fascismos, democracias burguesas y dictaduras mili- total es bien distinta: el primero desea hechizar a las masas movili-
tares “clásicas”, reflexión oportuna dada la polémica (y confusión) zándolas para llenar la calle con sus desfiles, la segunda moviliza a
que tal tema levanta, como lo hizo en el reciente debate sobre las mercancías para que llenen la calle hechizando a las masas. Esta
“Fascismo, antifascismo y lucha de clases” organizado por Klinamen rivalidad por la conciencia, la imaginación y la sensibilidad explicaría
el 24 de Mayo en el CSO La Casika de Móstoles. Porque no sólo de la las reticencias y contradicciones de los jerarcas fascistas respecto al
correcta identificación del fascismo depende el acierto de la estrate- consumo y el ocio dirigido, que fomentaban para ganarse el apoyo
gia antifascista, como allí se dijo, sino también la credibilidad hacia popular, pero temían y denunciaban como “aburguesamiento”, como
afuera del discurso revolucionario. En efecto, si se insiste en que la publicidad intrusa que al ofrecer las fantasías del cine, la música o la
represión del tinglado juancarlista es exactamente igual que la de moda competía por las subjetividades y amenazaba con desconectar
Franco, y que el régimen de este era idéntico al de Hitler o Mussolini, la propaganda castrense y austera del Credere-Obbedire-Combatiere.
es muy posible que la respuesta sea el estupor y el rechazo, en Porque si el fascismo no soporta una voz distinta a la suya sea en la
especial entre los que vivieron la dictadura franquista en vivo y en esfera que sea, en cambio la economía sí, y por eso no sólo las tolera
directo, o que simplemente tienen un conocimiento suficiente de la sino que las estimula y si hace falta, las inventa. Y esa es la distancia
historia del siglo XX. Y lo malo de las exageraciones es que causan última que separa su alienación de la fascista, independientemente
un perjuicio irreversible, arrojando el descrédito general y la duda de que las dos se mezclen en el espectáculo integrado, y de que este
metódica sobre el resto de denuncias, reivindicaciones y propuestas se endurezca en los tiempos tormentosos que vivimos y que nos
que ese discurso enarbola en cualquier otro ámbito de la realidad. esperan: reconocer esa distancia es comprender mejor al enemigo, y
Por eso, y sin entrar a fondo en una discusión inagotable, hay que saber a qué nos enfrentamos ayudará sin duda a derrotarlo
insistir en que la mera existencia de coacción, violencia, tortura, 14. Para “segar la hierba bajo los pies del fascismo” primero hay que
alienación, etc, no es una prerrogativa del fascismo en sí, sino un tomárselo en serio, atreviéndonos a desentrañar el fragmento de ver-
rasgo constitutivo de cualquier poder que se precie, desde las ciu- dad que ha secuestrado y del que ha extraído sus mayores energías,
dades-estado sumerias a la democracia liberal o el socialismo real, única baza que todavía hoy le da fuerza y, quien sabe, alguna posibi-
pasando por los emperadores divinizados de China o el Incaico, las lidad de resurrección. Nos referimos al mito de la comunidad orgánica
monarquías absolutas del Antiguo Régimen, o la teocracia islámica premoderna amenazada por el liberalismo en la que las diferencias de
de los bellos días del Califato Perfecto. Otra cosa es que cada uno clase se subsumirían en una sola hermandad, hasta tal punto de que
de estos modelos autoritarios haya utilizado distintas formas de dejarían de percibirse como contradictorias. No hace falta insistir en la
opresión, y en dosis diferentes según la intensidad de la resistencia falsedad escandalosa de tal espantajo, en cómo enmascara la lucha
que encuentre. Por eso, como se afirmó también en la reunión antes de clases que se agazapa en toda comunidad por muy “orgánica” que
citada, denunciar esta o aquella ley o actuación gubernamental finja ser, y en cómo, en fin, su realización pasó y pasaría por una locu-
como fascista, es dar por supuesto que hay alguna ley o algún ra totalitaria basada en el exterminio de los agentes contaminantes.
gobierno que no lo es: significa cortarnos las alas y disparar a los Pero aunque fatal, la anti-utopía fascista señala con su zarpa negra
pies. Por último, sería oportuno aclarar que el fascismo histórico no una realidad, la ausencia de comunidad en la que vivimos, y la anomia
fue sólo un garrote (vil) del capital para amedrentar a los obreros o social y existencial que tal ausencia genera en la olla a presión del
domar la crisis económica, aunque objetivamente desempeñara a la capitalismo desbocado. Es cuestión de los revolucionarios, es cuestión
perfección estos papeles. No, más allá de las amistades peligrosas revolucionaria, imaginar, experimentar y consolidar su propio mito
y las alianzas ambiguas, el fascismo fue la apoteosis de una fe colectivo, que encontrará su verdad y su poesía de la unión de todos
ideológica, verdadero triunfo de la voluntad sobre el ser humano y los esclavos que hoy se sienten distintos y solos.

S a l a m a n d r a 17 - 18 26
EL TIEMPO MUERTO
Antonio Ramírez

E l tiempo muerto
A n tonio Ramírez

Cuando los muertos, alegremente,


salen de las fábricas
el tiempo se los traga
sin más…
(Extraído de una canción de Soul Bisontes)

L ejos de idealismos vanos y normalmente interesados,


tenemos que seguir considerando el trabajo como una
de las principales lacras de la civilización humana. Aún en
que terminan convirtiendo al trabajador en un ser inservible
para la verdadera vida, aunque perfecto para el simulacro
donde debe sobrevivir.
Occidente, donde aparentemente1 ya no existen formas des-
Así pues, si bien existe todo un complejo sistema dispuesto
caradas de extrema explotación cercanas a la esclavitud, el
para ello, es con el trabajo como más eficientemente se ori-
trabajo sigue siendo como un veneno que recorre la sociedad
gina en la clase trabajadora una continuada escisión de los
enfermando y debilitando lo mejor que pueda tener. Quizás,
resortes de su interioridad; exponiéndola al continuo agobio
en este caso, pudiéramos hablar de “esclavitud consentida”.
de una realidad exterior que nada sabe de la imaginación, el
Es un hecho que los avances en la situación de los obreros deseo o cualquier cosa que no sea el grosero materialismo
que acaecieron a lo largo del pasado siglo llevan un buen de la urgente necesidad, se promueven comportamientos
tiempo siendo neutralizados por las políticas neoliberales, cada vez más prediseñados y miserabilistas, los cuales se
con el resultado de una patente degradación en sus condi- activan y potencian a través de la basura que los medios
ciones laborales, pero eso nunca cambió para algunos tipos de comunicación de masas extienden hasta el infinito en
de fábricas y talleres, así como en la construcción, que de el imaginario colectivo. De esta manera, el movimiento
ningún modo han dejado de ser ocupaciones muy duras y obrero se ha visto mermado de una considerable cantidad
peligrosas durante todo este tiempo. Aunque sea aceptado de espíritus despiertos, malográndose el esfuerzo de muchas
con resignación (e incluso con orgullo por parte de algunos generaciones anteriores. Mientras tanto, la convivencia en
ingenuos), el salario que se obtiene de un trabajo de este los lugares de trabajo se va convirtiendo, cada vez más, en
tipo no compensa ni de lejos el sacrificio llevado a cabo por una mera sombra del viejo sueño de la solidaridad obrera,
el obrero. No obstante, habría que señalar que las penurias tanto que, pese al discurso de algunos ilusos, sólo hace falta
y el desgaste físico que el trabajador sufre a lo largo de los examinar un poco su día a día para comprobar hasta qué
años sólo significan una parte de sus muchas dificultades. punto la idea del trabajador como sujeto revolucionario ha
Si bien los sindicatos no tienen nada que decir al respecto, trascendido lo utópico para entrar plenamente en la mera
el trabajo está igualmente relacionado con una sistemática quimera. Sigue vigente, por tanto, quizás más que nunca,
erosión de las potencialidades del espíritu, pues más allá de una necesaria toma de conciencia de sus miserias por parte
los obvios intereses económicos que motivan la explotación de la clase trabajadora. Por ello, tras más de 50 años de ser
hay también una intención de adiestrar al individuo a través escritas, cobran actualidad palabras como estas:

de la precariedad, la inseguridad, el alargamiento de la jor- La lucha del proletariado por el socialismo no es simplemente
nada, la flexibilidad, la reducción de salarios y otros abusos una lucha contra enemigos externos, los capitalistas y los buró-

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EL TIEMPO MUERTO
Antonio Ramírez

cratas, es igualmente, e incluso más, una lucha del proletariado Julio de 2001. El calor es insoportable dentro del taller, en
contra si mismo, una lucha de la conciencia, de la solidaridad, de todos lados se amontonan muebles acabados listos para ser
pasión creadora, de la iniciativa, contra la oscuridad, la mistifi- enviados al barnizador y posteriormente a su destino definiti-
cación, la apatía, el desaliento, el individualismo que la vida en vo: un hotel en construcciòn en Sudamérica. Se ocasiona una
la sociedad capitalista suscita renovadamente en el corazón de trifulca entre dos compañeros que va subiendo de intensidad
los obreros.2 poco a poco, imprevisiblemente y sin razón alguna, uno de ellos
Ahora bien, en este contexto de alienación y agresión decide arrojar un cubo de agua sobre su contendiente. Como
es lógico que la desesperación se abra camino por donde una reacción en cadena aparecen más cubos y se organiza
pueda; es por tanto inevitable que surjan algunas situaciones una auténtica batalla acuática. La consecuencia es diversión,
extraordinarias que rompan de golpe esta dinámica, situa- un considerable alivio del calor y que muchos muebles que
ciones que normalmente tienen un carácter efímero, pero estaban acabados resulten dañados con el agua (la madera se
hincha por irrupción de la humedad).
que no por ello debemos evitar tenerlas en cuenta como
semillas de un impulso más amplio hacia la rebelión. No nos Agosto de 2001. Una cuadrilla de carpinteros se encargan de
referimos a conflictos y movimientos reivindicativos que son colocar una gran tarima de madera a una novedad del parque
más o menos asumidos por el sistema y obviamente cana- de atracciones de Sevilla. El trabajo se realiza a pleno sol ya que
lizados por los sindicatos, como por ejemplo pueden ser las la empresa constructora no ha dispuesto un techado para los
protestas para conseguir mejoras salariales o por la amenaza obreros. Alrededor de la zona acotada por la obra la actividad
de despido. Más bien se trata de acciones que normalmente del parque de atracciones continúa con normal intensidad, los
no se considerarían especialmente subversivas desde un visitantes son muy numerosos en esa fecha. Tras la pausa de la
punto de vista radical. De hecho ocurren tan cotidianamente comida los siete componentes de la cuadrilla deciden, pese a
que se han desvestido de todo sentido político. Sin embargo, que aun quedan tres horas de jornada laboral, pasarse al otro
creo que en realidad podrían interpretarse como una especie lado de la valla y explorar gratuitamente la oferta del parque.
de sabotaje no tan evidente como la destrucción intenciona- Nadie les presta demasiada atención, aunque van vestidos con
da de maquinaria o la paralización de la producción a través ropa de trabajo (bastante sucia en algunos casos). Usan varias
de la acción de piquetes; o al menos no tiene una naturaleza atracciones y acaban ocupando las dos últimas filas de un
utilitaria tan precisa y se vale de medios igualmente escurri- vagón de agua. Les hacen una foto cayendo en picado.
dizos e imprevisibles.
Diciembre de 2002. Un grupo de carpinteros de un taller de
Para ilustrar aquello a lo que me refiero, ofrezco a Sevilla efectúan la reforma de un hotel de lujo en Laussanne
continuación una serie de ejemplos reales recopilados en (Suiza), se encuentran allí subcontratados por otra empresa
un momento dado de mi experiencia en el oficio de la y su situación en ese país es irregular. Llevan allí un par de
carpintería: semanas y durante ese periodo han surgido gran cantidad de
problemas con el encargado de la obra. Un día, tras terminar
Junio de 2001. Dos trabajadores montan el portaje de un cha-
let a las afueras de Sevilla. El edificio es de lujo y cuenta además la jornada, se dirigen juntos (son ocho incluido el encargado)

con un jardín bastante grande y una piscina. En un momento al hotel donde se hospedan cuando de pronto se pone a llover
dado los dueños del chalet y el encargado de la reforma se tie- intensamente. Los obreros deciden, en parte para protegerse,
nen que ausentar dejando solos a los dos carpinteros. Durante en parte para incordiar, coger un gran plástico que había en
la hora siguiente éstos prefieren estar bañándose en la piscina una cuba de basura y envolverse bajo él: todos debajo toman
que seguir con el trabajo. Cuando salen del agua descubren que la forma de un gran gusano. Acto seguido comienzan a correr
la han dejado bastante sucia e invierten otra buena cantidad cuesta abajo por una calle muy empinada gritando a una sola
de tiempo en limpiar el rastro de serrín y polvo.. voz: “¡Que vienen los españoles! !Que vienen los españoles!”,

S a l a m a n d r a 17 - 18 28
EL TIEMPO MUERTO
Antonio Ramírez

para vergüenza del encargado y espanto de los numerosos muy análoga a la que los niños suelen mostrar en sus juegos
viandantes que pasaban por allí. y travesuras, pues de la misma manera que el niño se burla
del adulto que le cuida y educa, el obrero lo hace de quien
Si bien estos son ejemplos que retratan lo que a la ligera
le mantiene de una forma manifiestamente paternalista. El
podrían tomarse como meras gamberradas, analizados en
obrero se convierte así, para la mentalidad propia del patrón,
profundidad comprobamos que son comportamientos que
en un ser egoísta y traicionero, pues a diferencia del funcio-
resultan inadmisibles dentro de la dinámica normal del
nario que incurre en pereza, dejadez o negligencia en su tra-
trabajo y su entorno. Si embargo este tipo de situaciones
bajo (hecho que es prácticamente aceptado por la sociedad
suelen ocurrir muy a menudo. El hecho es que pese a su
para quien ha logrado acceder a ese estatus privilegiado) el
situación intensamente alienante, o por ello precisamente,
obrero que rompe con sus obli-
el trabajador manual demuestra
gaciones lo hace a sabiendas de
una tendencia más pronunciada,
que quebranta seriamente unas
respecto a otro tipo de trabaja-
normas fuertemente vinculantes
dores, a incurrir en este tipo de
para su clase social: se le paga
faltas graves según el código
por su tiempo, así pues, cada
laboral. No es tan raro que una
minuto que robe a su jornada
simple broma entre compañe-
laboral será una traición al pues-
ros se convierta en un tumulto
to que se le concedió con tanta
difícil de controlar, o que una
amabilidad por parte de los que
razón tan simple como el abu-
están por encima de él. Cuando
rrimiento o el calor excesivo
un trabajador no cumple su fun-
engendre unas circunstancias
ción por estar incapacitado se
que por momentos tomen la
convierte en un ser innecesa-
forma de una pequeña rebelión,
rio y pasa a ser más o menos
quebrantando así la normalidad
mantenido por la sociedad, pero
miserable del trabajo y abriendo
cuando lo hace de forma abierta
una brecha en el tiempo crono-
y sin más aparente razón que
metrado. Allí donde antes había
su capricho entonces entra en
un acatamiento de la autoridad
una zona incierta de la realidad
del patrón y las exigencias de la
social que es colindante con lo
producción ahora encontramos
delictivo y merece el desprecio
comportamientos que conectan
de los que le rodean. Su irregula-
directamente con aspectos de la Nuestro colaborador Antonio Ramírez en horas de trabajo
ridad asusta a la sociedad.
vida que arremeten frontalmen-
te contra la alienación del trabajo. El problema es que estas En fin, podríamos interpretar estas acciones de muchas
experiencias tienen normalmente una limitada repercusión maneras, pero lo que no podemos extraer de ellas es algo
en el individuo y la interpretación de su situación vital. Son, parecido a un programa revolucionario. Son, en todo caso,
por decirlo de alguna manera, sabotajes no llevados a sus muestras de la necesidad de encontrar retazos de vitalidad
últimas consecuencias, ya que no suele haber una cognición en un espacio muerto como es el lugar de trabajo, y así
clara del poder transformador de este tipo de situaciones por tenemos que verlas: gemas de realidad que un grupo de indi-
parte de quien las vive, si bien eso no evita que se efectúen viduos construyen, aunque de forma muy efímera. Durante
con auténtica pasión y en ocasiones sean de una crueldad los momentos que duran el trabajador puede llegar a ser

29 S a l a m a n d r a 17- 18
EL TIEMPO MUERTO
Antonio Ramírez

consciente de su íntima voluntad de ser libre, incluso puede NOTAS


llegar a intuir las posibilidades de alterar el funcionamiento
1. En apariencia, porque no es que no existan en los países occiden-
de la sociedad, pero en la práctica poco puede hacer si esta
tales trabajos que puedan incluirse en la plena esclavitud, ya que
toma de conciencia se difumina en la desesperación coti-
éstos se esconden a la mirada pública porque hay una legislación
diana vivida individualmente. Pero mientras, hasta que esta
que lo pena (los talleres clandestinos con mano de obra inmigrante,
toma de conciencia no dé el salto a lo colectivo, sirven como
por ejemplo). No ocurre así en muchos países asiáticos o de Oriente
valiosos experimentos, rituales de iniciación en una realidad
Medio donde el trabajo infantil y otros terribles abusos son abierta-
más allá del límite y que son efectuados en el mismo vientre
mente admitidos por la sociedad.
del Leviatán que supone el trabajo.
2. Cornelius Castoriadis: La experiencia del movimiento obrero. Vol.1,
ANTONIO RAMÍREZ
Tusquets Editor, 1979.

S a l a m a n d r a 17 - 18 30
EL HOLOGRAMA OMNÍMODO
Jesús García Rodríguez

E l holograma omnímodo
Sobre el valor teológico y simbólico del dinero dentro del capitalismo
J e s ú s G arc í a Ro d r í g u e z

1. TRES MOMENTOS CUMBRE DEL CAPITALISMO COMO incoherencia y escaso convencimiento por el capitalismo
RELIGIÓN: desde finales del siglo anterior.

a) La Gaya Ciencia: Liquidación del cristianismo. En el año b) Auschwitz-Birkenau, Dachau, Mauthausen…: Liquidación
1886, cuatro años más tarde de la primera edición de su del humanismo. Desde el año 1934 hasta el año 1945
libro La Gaya Ciencia (Die fröhliche Wissenschaft”), Friedrich funcionaron en Europa numerosos campos o almacenes de
Nietzsche añade un quinto libro a los cuatro de que constaba concentración (Konzentrationslager). Dichos campos fueron
la obra. En esos años, el capitalismo comienza a crear las el intento más radical, dentro de una economía capitalista,
primeras gigantescas fortunas transnacionales, a través de de aplicar las leyes del marketing, de la producción en masa
diversos monopolios y oligopolios industriales y bancarios, y, y de la plusvalía a la explotación de la vida y la muerte de
apoyado en el imperialismo inglés, a asentarse y a mostrar seres humanos, considerados como producto o mercancía.
su cara más triunfante. Podemos decir que el capitalismo Se trataba de una racionalización absoluta de los procesos
vive uno de sus momentos culminantes. El primer texto de exterminio. El capitalismo, en su inserción en la práctica,
del quinto libro es el conocidísimo y citadísimo aforismo había dado aquí un salto cualitativo, al considerar a pri-
343, que dice así: «El suceso más importante de los últimos sioneros de guerra y a ciudadanos en general como objeto
tiempos, que ‘Dios ha muerto’, que la fe en el dios cristiano de operaciones económicas e industriales, y al aplicar los
ha perdido toda credibilidad, comienza a arrojar sus prime- principios de contabilidad y gestión de empresa al exter-
ras sombras sobre Europa.». Es, como se sabe, la primera minio de personas. De un plumazo, el régimen capitalista
constatación del comienzo de la evacuación del concepto nazi había terminado con la idea de cualquier posibilidad
de Dios dentro de la sociedad capitalista occidental. Dios es de un humanismo dentro del capitalismo. Rudolf Hess, que
considerado un producto muerto, inservible, del que ya no diseñó y dirigió Auschwitz-Birkenau, y que se encargó de
puede obtenerse ningún beneficio. El vacío creado por este la administración de los asesinatos en masa de la llamada
concepto dentro de la metafísica y la ontología occidental “solución final”, es decir, un tecnócrata del capitalismo,
fue substituido por el concepto de “hombre” o de “existencia detalló con profundo orgullo profesional, durante los jui-
humana”: se retoma la larga tradición humanista y sus con- cios de Nuremberg, la brillante concepción y el impecable
cepto básicos se mantienen, ligeramente remozados, dentro funcionamiento del campo de concentración y exterminio.1
de una serie de corrientes incipiente o eminentemente laicas Desde el punto de vista de la gestión económica, el funcio-
o ateas (proto-existencialismo, neopositivismo, fenomenolo- namiento de los Lager fue intachable. El capitalismo había
gía, etc.). El texto de Nietzsche anuncia por tanto el triunfo demostrado que su dinámica de consecución y gestión de
del humanismo ateo sobre el teísmo arrastrado con bastante beneficios estaba muy por encima de cualquier humanismo,

31 S a l a m a n d r a 17- 18
EL HOLOGRAMA OMNÍMODO
Jesús García Rodríguez

que su ética del dinero y de la ganancia estaba por encima solamente, como cree Weber, como una condición para
de cualquier otra concepción ética pretérita. la formación de una religión, sino como un fenómeno
esencialmente religioso— podría conducir todavía hoy a la
c) El “fin de la historia”y el comienzo de la teología del
locura de una polémica universal".3 Benjamin afirma que el
dinero. En 1992, Francis Fukuyama, un politólogo neoliberal
capitalismo es una religión cultual, en la que sólo hay rito o
y neoconservador norteamericano de origen japonés, muy
culto (la praxis económica) y no dogma (ideología). Este culto
influido por Hegel, o más bien por alguno de sus intérpretes
es permanente, no tiene fin ni conoce tregua ni descanso. Y
tardíos, y muy afín a ciertos sectores económicos norteame-
por último, este rito no tiene como objetivo la redención
ricanos, publicaba el libro “El fin de la historia y el último
o expiación de una culpa, sino la culpa misma: “una
hombre”. En él se defiende la idea de que la democracia libe-
monstruosa conciencia culpable que no conoce redención
ral capitalista – la defendida por los sectores conservadores
se transforma en culto, no para expiar en él su culpa, sino
de Estados Unidos – es el punto final, necesario e irreversible
para volverla universal… y para capturar finalmente al propio
de una evolución histórica ineluctable cuyos jalones fun-
Dios en la culpa”. Benjamin es el primero en ver el carácter
damentales han sido liberalismo-totalitarismo-democracia
de verdadera religión del capitalismo como praxis, y en
liberal. Independientemente de la ceguera de Fukuyama ante
comprender su verdadero alcance.
el hecho de que la democracia liberal también puede seguir
siendo un totalitarismo, su tesis fundamental, que da lugar No obstante, Benjamin no es capaz de ver, aún, que el
al llamado “pensamiento único” que impera en la posmoder- capitalismo no es sólo rito, sino que es también capaz de
nidad, y que no hace sino reflejar el funcionamiento real de construir teología a partir de ese rito. Sin duda la base
las cosas dentro del sistema capitalista moderno, es que las de la religión del dinero es la transacción económica —el
ideologías ya no son necesarias y han sido substituidas por rito—, pero para que ello acceda a la categoría de religión
procesos económicos. Fukuyama afirma creer en el humanis- es necesario que algo —en este caso el dinero— ocupe el
mo y en los derechos humanos, cosa absurda y en completa lugar ontológico y metafísico dejado por dios y el hombre en
contradicción con sus tesis y con su defensa de la Guerra de la filosofía occidental. No obstante, Benjamin sí ve clara la
Irak en la época de Clinton. Luego veremos que se mueve, al relación entre dinero y mito, y de ella podría deducirse cómo
hablar así, dentro de los valores nominales del capitalismo, y por qué el dinero “pudo atraer hacia sí tantos elementos
no de sus valores reales: esto es propio de los sectores más míticos del cristianismo, para construir su propio mito".4
radicales del capitalismo extremo. En todo caso, el libro de Queda claro en la exposición de Benjamin que el capitalismo
Fukuyama deja camino expedito al capitalismo para erigirse toma elementos del cristianismo pero acaba convirtiéndose
en concepción dominante en todos los aspectos de la vida, en una religión propia y autónoma.5
por encima de cualquier otra concepción ética, religiosa o
3. EL VALOR DEL DINERO: EL DINERO COMO SUPREMO VALOR.
filosófica.
Como vemos, la praxis continuada de la economía capitalista
2. WALTER BENJAMIN: EL CAPITALISMO COMO RELIGIÓN.
en formas cada vez más extremas y globales conduce
En 1921, Walter Benjamin escribe un pequeño esbozo que a una progresiva teologización del dinero como valor
titula Kapitalismus als Religion.2 Este brillante opúsculo, absoluto del que dependen los demás valores. El dinero es
no publicado en vida, y de carácter esquemático, comienza en sí un concepto tan abstracto, tan volátil, tan etéreo y
dejando clara su tesis: “En el capitalismo puede reconocerse tan evasivo como el de dios:6 se trata de la construcción
una religión, es decir, el capitalismo sirve esencialmente para simbólica esencial del capitalismo, que con el tiempo se ha
apaciguar las mismas ansiedades, tormentos e inquietudes hipostatizado hasta convertirse en el bien supremo. El dinero
para los que las llamadas religiones ofrecían antaño ayuda. no es en realidad de nadie: no es poseído, como en principio
La prueba de la estructura religiosa del capitalismo —no podría parecer, sino que posee. En última instancia, lo posee

S a l a m a n d r a 17 - 18 32
EL HOLOGRAMA OMNÍMODO
Jesús García Rodríguez

o puede poseerlo todo, incluidas las existencias humanas: del poder del dios del dinero sobre las relaciones humanas.
en su nombre se promueven guerras que, si es el nuevo dios, Del mismo modo que el Espíritu Santo planea sobre
no podemos menos que llamar guerras sagradas o santas. todo acto de religión cristiana, la prostitución, emisario
En principio, pareciera que hacemos un uso activo de él. En o paráclito del dios del dinero, planea sobre todas y cada
la práctica, es el dinero el que, mediante sus complejísimas, una de las transacciones humanas, públicas o privadas.
incomprensibles y caprichosas oscilaciones, hace uso de Es, por decirlo así, la encarnación del dios en la tierra, su
nosotros y de nuestras vidas, día a día y minuto a minuto. realización carnal y concreta. El capitalismo como religión,
Esa es precisamente la función y la preeminencia de los decía Benjamin, y al contrario que la religión que le vio
dioses en toda religión: hacer uso de sus criaturas y controlar nacer, el cristianismo, no cesa de producir culpa o deuda
todos y cada uno de sus actos. (Schuld en alemán) (“es, probablemente, el primer caso de
un culto no expiante, sino culpabilizante”). Culpa y deuda
En esta nueva religión o teocracia del dinero, ya no
son la misma palabra en alemán, y en efecto, la deuda es
son necesarios los creyentes. Estos son substituidos por
la forma de interiorizar las relaciones monetarias entre
consumidores, es decir: comulgantes activos con su dios,
personas, físicas o jurídicas. La deuda o culpa es la base de
crean o no en él; como ya vio Benjamin, el rito substituye
la nueva moral del dinero, la moral impuesta por ese nuevo
al dogma en esta religión universal del dinero. Dicho de otro
dios de rostro desconocido cuyas Doce Tablas se multiplican
modo: el rito (la transacción económica, epifanía total que
en millones y millones de variopintos balances de cuentas a
pone de manifiesto al dios supremo del dinero) absorbe y
lo largo y ancho del mundo. A toda acción, por tanto, sigue
devora completamente a cualquier dogma o creencia, se
una deuda: he hecho esto, me debes esto, es decir: he hecho
superpone a ellos hasta hacerlos desaparecer. El dinero es
esto, me tienes que dar esto, esto vale esto (en efectivo o
depositario de las emociones de sus fieles-consumidores:
cash). La deuda (es decir, la culpa) es por tanto la piedra
esperanza, cariño, odio, deseo, todas estos sentimientos se
angular del rito capitalista, una religión que, como ya vimos,
dirigen al dinero como deidad abstracta y al mismo tiempo
impone el rito como dogma, su dogma es solamente rito
concretísima del capitalismo. El acto de la compra y la
(praxis económica). En palabras de Benjamin: “Precisamente
venta es la verdadera eucaristía de esta religión ritual. En
porque tiende con todas sus fuerzas no a la redención, sino
él el dios del dinero se hace presente y se revela como tal
a la culpa; no a la esperanza, sino a la desesperación, el
dios. Y todo dios, dentro de una religión, tiene intérpretes
capitalismo como religión no mira a la transformación del
de su abstrusa, incomprensible y caprichosa voluntad. El
mundo, sino a su destrucción”.
dinero, siempre irracional e imprevisible en sus oscilaciones,
tiene intérpretes en las Bolsas, donde se analizan sus La religión del capitalismo no necesita de escatología:
casi ininteligibles fluctuaciones. Pues el dinero, verdadero ella misma es pura escatología. El capitalismo promete,
holograma omnímodo, como toda deidad, vive en la perpetua constante y permanentemente, el paraíso aquí y ahora; sus
paradoja de que es omnipresente y al mismo tiempo como creyentes-consumidores pueden disponer de las bondades y
diría Heráclito ama esconderse. Son estos corredores de bendiciones de ese Paraíso en todo momento, las 24 horas
bolsa o brokers, junto con macroeconomistas, ministros del día. El dinero, como dios supremo, es el catalizador de esa
de economía y otros diversos profetas, quienes ponen en entrada triunfal en el Paraíso en la tierra. Del mismo modo,
palabras inteligibles esa voluntad esquiva del dios del los que carecen de dinero, los que se han apartado de la
capitalismo. senda del dios, reciben su castigo inmediato en ese infierno
en vida que es la miseria.
Sin duda, este dios impone la prostitución como forma
políticamente correcta y universal de relación entre sus El dinero es por tanto, hoy en día, el dios y la religión de
fieles. La prostitución, dentro del capitalismo, no es una miles de millones de personas a lo largo y ancho de todo
excepción, sino un modelo y una norma. Es la actualización el mundo.7 Es por tanto la verdadera “religión universal”,

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EL HOLOGRAMA OMNÍMODO
Jesús García Rodríguez

y su poder es tal que las demás religiones se subordinan a las de nuestra sociedad. Es evidente que sólo mediante la
él. Dicho de otra manera: dentro del capitalismo no puede liberación de esa creación simbólica podría abrirse una grieta
existir religión alguna que no sea la del dinero, cualquier otra definitiva dentro del capitalismo como religión, como sistema
será excluida del ámbito de los valores reales y postergada al imperante y como forma de vida. Pero ¿es eso posible?
de los valores nominales.
El caso de una sociedad sin dinero se nos presenta a la
4. VALORES NOMINALES Y VALORES REALES DEL CAPITALISMO. imaginación y al deseo como una utopía absoluta, y acaso
absolutamente inalcanzable. Ello es debido a que nuestras
Dentro del capitalismo podemos distinguir unos valores
vidas están tan traspasadas e impregnadas de dinero en
nominales, es decir, el conjunto de valores heredados
todas y cada una de sus acciones que somos quizá incapaces
de ideologías anteriores —cristianismo, humanismo,
de imaginar una vida y una sociedad sin él. Por decirlo así:
etc.— que únicamente sirven para embellecer o suavizar
la prostitución se ha banalizado hasta el punto de ser ya
determinados valores o prácticas que podemos llamar duras
parte esencial de nuestras vidas. ¿Cómo se viviría en una
o fundacionales, y los valores reales, es decir, aquellos que
sociedad sin dinero? ¿Seríamos capaces de vivir? Este tipo de
funcionan en la práctica. Por ejemplo, una guerra cuyos
interrogantes son seguramente semejantes a los que algún
fines son simplemente el expolio de determinados recursos
ser humano de la Edad Media se plantearía con respecto
en un determinado territorio (explotación, valor real),
a una existencia sin el Dios cristiano. Lo cierto es que ya
es embellecida como defensa de valores democráticos o
han existido sociedades sin dinero, y por supuesto, ya han
humanitarios (valores nominales). La dialéctica entre valores
existido sociedades no capitalistas. Este hecho tan sencillo
nominales y valores reales otorga un dinamismo y una
—que es y ha sido posible otro tipo de sociedad— nos resulta
flexibilidad extremas al capitalismo: le permite ocultar su
casi imposible de aceptar a un nivel subjetivo, es decir, de
aspecto más descarnado y esconderlo bajo una cara amable.
las creencias. Sin embargo, las creencias cambian y pueden
Esto tiene una ventaja esencial a la hora de manipular a las
cambiar, y el primer paso, en este caso, sería comprender
masas, que generalmente mantienen o son educadas en los
(comprender de verdad, con total consciencia del hecho) que
valores nominales del capitalismo, no en sus valores reales,
el dinero no es más que algo así como un holograma creado
o mejor dicho: son educadas para dar preeminencia a los
por nosotros mismos y que hemos convertido a ese holograma
valores nominales sobre los valores reales. Esto permite a
en un dios, y las funestas consecuencias que ello trae.
los ejecutores del capitalismo (propietarios de los medios de
producción) gestionar en solitario la puesta en práctica de Sin embargo, más preocupante aún es el hecho de si es
esos valores reales del capitalismo (búsqueda del beneficio y posible, a nivel de las condiciones objetivas, acabar con esta
de la plusvalía, explotación de la mano de obra, predominio teocracia del dinero. Ello implicaría desmontar toda una serie
del capital sobre el trabajo). También permite la existencia de estructuras reales y de formas de relación completamente
de otras religiones dentro del capitalismo, cuya función ya enquistadas en nuestra sociedad, de las que el dinero es el
es sólo la de controlar y domesticar a las masas, pues el cemento básico. Desde mi punto de vista, el primer paso sería
sistema de creencias, como sabemos, está completamente ver al holograma como holograma y nada más, y no permitir
imbuido por el culto y la adoración al dinero, y eso tanto en que él y los valores reales que trae consigo se impongan en
los capitalistas como en el resto de la población, a la que nuestra vida diaria. Desmontando y desvelando determinadas
podemos llamar capitalistas pasivos. actitudes básicas del capitalismo —consumismo, explotación,
búsqueda despiadada del beneficio, primacía de lo objetivo
5. ¿HACIA UNA SOCIEDAD SIN CAPITALISMO?
(el capital) sobre lo subjetivo, de la idea (el dinero) sobre
El ser humano vive siempre bajo la opresión de sus la realidad— y comprendiendo que el capitalismo es sólo
propias creaciones simbólicas. El dinero es sin duda la más un episodio histórico, y no la culminación de la historia
omnipresente, omnipotente, omnisciente y acuciante de y la sociedad perfecta, como propugnan sus defensores,

S a l a m a n d r a 17 - 18 34
EL HOLOGRAMA OMNÍMODO
Jesús García Rodríguez

podríamos llegar a un liberador “Geld ist tot” (el dinero ha NOTAS


muerto), como paralelo al “Gott ist tot” con que comenzaba
1. Ver al respecto el interesante libro de James A. Owen Nuremberg:
este trabajo. A partir de esa demolición, es la imaginación
el mayor suicidio de la historia, Editorial Crítica, Barcelona 2007.
creadora, es decir, la poesía, quien ha de crear otras formas
de relación y otros moldes de sociedad en los que convivir de 2. Utilizo la edición alemana en: Benjamin, Walter: Gesammelte
manera más vivible y menos miserable. Schriften , editado por Rolf Tiedemann y Hermann Schweppenhäuser,
editorial Suhrkamp: Frankfurt am Main 1985, páginas 100-103. Las
Se trata esta de una operación para la que no podemos traducciones del alemán son mías.
esperar cirujano: cada uno ha de operarse a sí mismo
3. Íbidem, pág. 100.
primero. Y la operación consiste, básicamente, en abandonar
el patrón del dinero, la adoración religiosa del dinero en 4. Íbidem, pág. 102.
todas y cada uno de sus mezquinas manifestaciones, ese
5. Benjamin afirma, en clara oposición a la tesis de Weber sobre
patrón de la codicia, de la avaricia, del deseo de acumulación,
la influencia del calvinismo en la construcción del capitalismo: "El
de la ambición y del afán adquisitivo. Una vez abandonado,
cristianismo de la época de la Reforma no ha favorecido el surgi-
basta con observar qué sucede, qué sucede en la vida de
miento del capitalismo, sino que se ha transformado en capitalis-
cada uno, observar cómo florece por sí sola esa hermosa flor
mo”, íbidem, pág. 102.
ajena a toda la vileza y la descomposición que trae consigo
la avidez incontrolada del dinero, primero, como digo, 6. “El dinero, constituyéndose en fuente única e inagotable de sen-
en la vida individual de cada uno, luego en comunidades tido asimila los determinantes formales de los modos de pensar de

pequeñas, que unan a personas que realmente deseen vivir la tradición, transforma el sentido en una abstracción matemática
y pone a su servicio las estructuras del entender y del percibir” (Luis
una existencia distinta a la que la esclavitud al capital
Navarro, Fogonazos, Salamandra, nº 8-9).
(llamada capitalismo) quiere condenarles, y finalmente en
comunidades mayores capaces de funcionar con otro tipo de 7. Luis Navarro habla con brillantez del “monoteísmo nihilista del
base para sus relaciones humanas. capital” (Luis Navarro, Fogonazos, Salamandra nº 8-9).

JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ

35 S a l a m a n d r a 17- 18
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

E l asalto al juego
Jorg e Mon tero y Fed eri co C orri en te

S i bien los juegos han acompañado a la humanidad a lo


largo de toda su historia, el sometimiento del mundo a
la lógica de la mercancía acarreó un asalto sin precedentes
a la que queda confinado el juego, con lo que da comienzo
una separación entre la cultura de la minoría aristocrática y
la cultura popular.
contra todo tipo de actividades lúdicas y festivas. Muchas
Durante siglos, en toda Europa siguieron celebrándose las
de ellas se vieron abocadas a la extinción pura y simple,
mismas fiestas y costumbres paganas, especialmente entre
mientras otras lograban sobrevivir en tanto que pasatiempos
las clases populares. Este es el caso del carnaval, fiesta que
semiclandestinos o arrinconadas como reminiscencias del
guarda ciertas semejanzas con las antiguas Saturnales y
pasado. En cualquier caso, la dimensión lúdica de la vida
que en la Edad Media era la celebración más importante del
social, que en épocas anteriores desempeñó un papel funda-
año. El carnaval, que tenía una duración de tres meses y se
mental en la existencia de las comunidades humanas, se vio
alterada y suprimida como nunca antes. prolongaba desde las Navidades a la Cuaresma, era el tiempo
de la fiesta, del juego y de la liberación de las restricciones.
Algo muy parecido —y no es en modo alguno coinci- Suponía una especie de obra colectiva de teatro celebrada
dencia— ha sucedido con las festividades. Las grandes en toda la ciudad, transformada en un escenario en el que
celebraciones de los pueblos no civilizados, las fiestas de la se suspendían temporalmente las relaciones jerárquicas, se
Antigüedad clásica o el carnaval medieval, que constituían infringían las normas, se volatilizaban las prohibiciones y se
momentos esenciales en la vida de esas comunidades, han permitían todos los excesos.
quedado reducidas en nuestros días a una festividad banal y
pseudo-transgresora, que no sólo no produce una cancela- Con la Reforma, la Contrarreforma y el consiguiente des-
ción temporal del mundo cotidiano, sino que es la prolonga- plome de la unidad católica en la segunda mitad del siglo
ción de éste por otros medios. XVII, se produce un declinar tanto de esta fiesta como del
resto de diversiones, juegos y bailes populares. Muchas fies-
Las celebraciones de los pueblos antiguos tenían un carác-
tas se prohíben y dejan de tolerarse, y aunque el carnaval no
ter unitario, por lo que a los cultos serios les sucedían otros
desaparece, comienza a institucionalizarse y a privatizarse,
más desenfadados, en los que los dioses se convertían en
convirtiéndose en una fiesta oficial que habita el suntuoso
objetos de burla y chanza. Con la gradual desaparición de
espacio de los palacios, de los templos y de las cortes, y que
la comunidad arcaica y la aparición de la sociedad de clases
tiene mucho de pompa y de postín, pero muy poco ya de
y del Estado, esta concepción unitaria del mundo va eclip-
fiesta pública y popular.
sándose y aparece la escisión entre lo serio y lo cómico, que
da paso a la contraposición entre una esfera de lo sagrado, Comienza así un lento proceso de asedio, persecución y
en la que se alojará al atletismo ritual, y una esfera profana prohibición de aquellas festividades y diversiones del pueblo

S a l a m a n d r a 17 - 18 36
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

llano —que con cada vez más frecuencia serán ocasión de miento de las jerarquías, es más importante que los resulta-
alborotos, desórdenes y enfrentamientos directos con la dos materiales del intercambio. Los intercambios materiales
autoridad— cuya ausencia de límites y normas supone un no son la «razón de ser» del lazo social: la finalidad de éstos
obstáculo para la consolidación de un poder que pretende es producir un «vínculo de amistad» entre los individuos
controlar y vigilar como nunca antes a sus súbditos. y los grupos, al margen de cualquier hipotética utilidad
«económica». No tienen por objeto producir resultados obje-
El siglo XVIII será testigo del ascenso al poder de la bur-
tivos cuantificables ni subjetividad solipsista, sino todo lo
guesía, y con ello de un progresivo declinar de la fiesta,
contrario: representan la forma de un juego supremo de la
que se encamina a pasos agigantados hacia su ruina, lo que
comunidad, a través del cual ésta funda la comunicación en
llegará a su apoteosis en el siglo XIX con la consagración de
su seno y con el exterior.
los ideales de la producción y del utilitarismo en la nueva
sociedad industrial, en cuyo seno apenas habrá lugar para El desafío es el momento esencial de este vasto juego del
los juegos y las diversiones. Resulta de lo más revelador reconocimiento y de la igualdad. A través del intercambio,
que fuera precisamente en este período cuando se colo- los indígenas melanesios establecen en primer lugar la des-
nizaran multitud de juegos tradicionales para reformarlos igualdad mediante el don de obertura, con el fin de incitar
y convertirlos en deportes. En el transcurso del siglo XX, la a continuación a la igualdad mediante la reciprocidad. El
evolución subsiguiente hacia el denominado deporte de propósito del regalo de apertura es aumentar el prestigio, el
masas o deporte-espectáculo ofrece una confirmación no honor y la fama del dador, y la finalidad de la contrapartida
menos evidente de la naturaleza profunda de la sociedad es responder al desafío. Cada parte sitúa a la otra en la
contemporánea. En la actualidad puede decirse sin exage- obligación de corresponder, una vez establecido el prestigio
rar que el deporte ha dejado de ser un espejo en el que se de la que ha tomado la iniciativa; de esta manera, entre
refleja la sociedad contemporánea para convertirse en uno ambas partes se establece una relación estrecha en la que
de sus principales ejes vertebradores: ya no es la sociedad cada una compite por ser la más generosa, por dar más de
la que constituye el deporte, sino éste el que constituye la lo que recibe.
sociedad. El deporte es la teoría general de este mundo, su
lógica popular, su entusiasmo, su complemento trivial, su En el sistema de la mercancía sucede exactamente lo con-
léxico general de consolación y justificación: es el espíritu trario: todos los individuos son formalmente iguales, y todas
de un mundo sin espíritu. las mercancías se equiparan a través del dinero, para acceder
finalmente a la desigualdad en el salario y en el consumo.
El dinero es aquí la deidad suprema a cuya mayor gloria y
Según el antropólogo Bronislaw Malinowski, en las llamadas reconocimiento se sacrifica el prestigio de toda mercancía
sociedades del «don» melanesias la vida social gira en torno particular —comprendidas ahí las humanas— y a la que los
al intercambio kula, es decir, en torno al «dar y recibir» rega- seres humanos han de servir rebajándose a sí mismos para
los. La práctica del kula no es una transacción comercial ni rebajar y eliminar al competidor.
una especie de trueque, pues el intercambio de presentes
Entre los melanesios la igualdad no es un principio abs-
nunca puede ser simultáneo, ni pueden intercambiarse los
tracto, sino el resultado de una operación práctica que vuel-
regalos después de negociarse su valor o intentar establecer
ve a ponerse en juego sin cesar mediante la puja recíproca.
una equivalencia entre éstos.
El indígena melanesio fundamenta su existencia en tanto
El intercambio, pues, nunca es equilibrado ni debe serlo: que ser humano a través de esa reciprocidad. Reconocer
siempre tiene que haber alguien que quede en deuda, con el la humanidad del otro arriesgando la propia es un juego
fin de que la relación se mantenga. El mantenimiento de las peligroso (cuando menos, delicado y precario) que puede
relaciones sociales, que a menudo coincide con el estableci- degenerar en confrontaciones violentas y poner en peligro

37 S a l a m a n d r a 17- 18
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

la propia existencia. Bajo el principio del intercambio no se procedencia— todo conspira para alejarlos cada vez más de
considera que el devenir esté constituido de antemano en lo estos.
esencial y sea libre en los detalles, sino que se entiende como
En el juego, dado que el resultado «material» no es lo deci-
una apuesta y un riesgo continuos.
sivo, ambas partes pueden ser perfectamente desiguales y
estar constituidas de modo accidental, como también puede
darse el caso de una persona o grupo de personas que desa-
La inmensa mayoría de los historiadores del deporte, lejos
fíe a todas las demás. En el deporte, por el contrario, siempre
de arrojar luz sobre los vínculos entre el pasado y el presente,
tenemos dos partes «iguales» que luchan por la producción
han distorsionado aquél y oscurecido lo que constituye la
de un resultado «justo», y reglas que pretenden establecer y
especificidad de éste. Al descubrir los «deportes» anteriores
garantizar el equilibrio que conduce a ese resultado justo.
al siglo XVIII, hallaron abundantes fuentes acerca de las
festividades populares, las combinaron con pasatiempos La etimología inglesa confirma perfectamente esta dis-
nobiliarios como la caza y con las formas de entrenamien- tinción: game es el juego cuya verificación organizan las
to militar y finalmente, como propina, añadieron algunos reglas, y play el juego libre sin ellas. El punto de partida del
juegos infantiles. En lugar de una historia de la festividad juego es un desequilibrio fundamental, y no se trata de una
—que es de lo que realmente hablan las fuentes— estos his- deficiencia, sino de la esencia misma de éste.
toriadores, al ver en multitud de juegos antiguos embriones
En el juego pueden existir reglas, pero éstas no pueden
elementales cuya evolución «necesaria» desembocaba en el
adquirir una objetividad autónoma frente a los jugadores.
deporte moderno (como si éste no fuese sino la prolongación
El juego sin límites permite jugar con las reglas —que no
«natural» de antiguos juegos y pasatiempos populares) han
son fijas y pueden cambiar durante la duración del mismo—,
contribuido a consagrar una entidad mitológica bautizada
incumplirlas, e incluso jugar a hacer trampas —al contrario
con el monstruoso apelativo de «deporte primitivo». Ellos sí
que en el deporte, en el que están mal vistas, no tienen
que son primitivos. Cuando el único criterio que ha de satis-
cabida y deben ser suprimidas— y de esta forma crear un
facer una modalidad lúdica o atlética para ser clasificada
nuevo juego.
como «deporte» es el de ser una actividad corporal «competi-
tiva» y estar formalmente orientada hacia la obtención de un El marco social del juego es la festividad. El esparcimiento
resultado, resulta tarea fácil proyectar la tenebrosa sombra y el juego físicos giran en torno al disfrute de la propia cor-
de la prehistoria deportiva contemporánea sobre todo el poralidad, la toma de contacto con la ajena y con el entorno
pasado lúdico-festivo de la humanidad. natural. En el deporte, por el contrario, si bien dichos aspec-
tos pueden hacer aparición esporádicamente, todo conspira
Lo cierto es que la institución e implantación progresiva para eliminarlos o, cuando menos, para estandarizarlos
del deporte, desde mediados del siglo XIX en adelante, fue por completo. En el juego no sólo se produce un resultado
inseparable de un proceso paralelo de supresión social del objetivo o la afirmación del ego subjetivo, sino también el
juego y de perversión de la noción misma de este, con- encuentro con el otro, encuentro que no hay por qué con-
firmación adicional, por si falta hiciera, de la profunda cebir necesariamente en términos idílicos, ya que también
incompatibilidad existente entre ambos. El deporte supone queda abierta la posibilidad del desencuentro con todas sus
el sometimiento a un conjunto de normas inviolables que consecuencias.
adquieren una existencia autónoma, mientras que en el A la encorsetada «seriedad» del deporte, con sus rimbom-
juego tal grado de rigidez y de rigor es inconcebible. A pesar bantes y solemnes ceremonias pseudofestivas, se opone la
de que la mayoría de los deportes modernos se autodefinan dinámica expansiva del juego y de la fiesta, sin límites defi-
como juegos —de los que no dejan de reivindicar su supuesta nidos de espacio ni de tiempo. Por lo demás, la erradicación

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EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

progresiva de la festividad por obra de la disciplinaridad más centralizados, encargados de establecer e introducir
deportiva no podía por menos que desembocar en un vigo- paulatinamente un conjunto de normas universales basadas
roso retorno de lo reprimido, como ponen de manifiesto las en una gran variedad de categorías, pesos, medidas y cla-
derivaciones vandálicas del moderno espectáculo deportivo. sificaciones de obligado cumplimiento, con el objetivo de
La pasión de jugar, destruida, renace como juego de la des- que cada disciplina pueda regirse por normas idénticas en
trucción pasional. cualquier parte del mundo, cuya aplicación y vigilancia se
encomienda a los árbitros, en tanto que jueces representan-
El deporte es portador de toda una serie de características
tes de la ley y el orden deportivos.
ligadas a la sociedad moderna: reglamentación, especializa-
ción, competición, maximización de los resultados y de los Por último, a medida que se difunde y adquiere una mayor
rendimientos. El resultado del movimiento, la regla, el instru- trascendencia social y económica, el deporte comporta no
mento: todos tienen en común la impresión de objetividad sólo la profesionalización y especialización de los jugadores,
que desprenden y el finalismo productivo que los impregna. sino la transformación de éstos en engranajes intercambia-
Lo que producen el deporte y la educación física son ren- bles de la megaindustria deportiva, en vedettes condenadas
dimientos y récords, es decir, datos computables, cosas, no no a jugar, y ni siquiera a ganar, sino ante todo a generar
relaciones entre personas. ganancias; como consecuencia del carácter mercantil y
espectacular del deporte, se limitan cada vez más la iniciati-
Para empezar, en el encuentro deportivo tanto el tiempo va y autonomía de los jugadores —convertidos en auténticos
como el espacio (ambos delimitados y estandarizados) ocu- soportes publicitarios— y se les somete a constantes presio-
pan un lugar preponderante. El tiempo y el espacio lo son nes para optimizar los rendimientos y los resultados.
todo, el deportista nada. El tiempo desempeña el papel de un
adversario abstracto, de un rival al que también es necesario
vencer. Así, al marcar el comienzo y el final, el reloj —por no Buena parte de los «críticos» contemporáneos del deporte
hablar ya de los cronómetros— adquiere un protagonismo. —que se sitúan así en el mismo terreno que sus apologistas—
El espacio, a su vez, se constituye en un lugar de juego logran la proeza de conjugar una impugnación aparatosa de
restringido y limitado. Las competiciones pasan a celebrarse fenómenos presentes en las actividades lúdico-atléticas de
en espacios especializados para cada modalidad, lo que dará todo tiempo y lugar con la hazaña suplementaria de pasar
lugar a la proliferación de instalaciones, gimnasios y terrenos por alto la contribución histórica específica de la sociedad
deportivos. contemporánea a la degradación del juego. Tras la denun-
cia urbi et orbe, equívoca y abusivamente restrictiva según
En lo que se refiere a su entramado institucional, el deporte
la cual espectáculo, violencia y competitividad despiadada
moderno se organiza con arreglo al ideal democrático de la
constituirían rasgos exclusivos de nuestro tiempo, se obvia la
igualdad de oportunidades, que responde a las aspiraciones raíz fundamental de la decadencia contemporánea del juego,
teóricamente igualitarias de una sociedad jerarquizada que a saber, la proletarización del trabajo y de la vida cotidiana,
materializa en la práctica las desigualdades. La implantación manantial originario e inagotable del que fluyen todas las
de este ideal lleva aparejado el enfrentamiento en igualdad modalidades de la moderna «evasión» mercantilizada. La
de condiciones como base de la competición deportiva, para destrucción del impulso lúdico deriva de aquí, y no de una
lo cual se establecen normas comunes que limiten estricta- presunta subordinación «instrumental» y «desnaturalizada»
mente el número de participantes y garanticen la igualdad —y por tanto contingente— a objetivos como la obtención de
numérica de los equipos, de modo que resulten cualitativa y beneficios, el fomento del espíritu patriótico, la «formación
cuantitativamente comparables. del carácter» o el cuidado de la salud.

En tanto que mediación principal para el logro de esta Los elementos objetivos de la actividad lúdico-competi-
meta, se fundan por doquier clubes y asociaciones cada vez tiva, tales como la celebración de la victoria y del vencedor

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EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

(la cual no conduce de forma automática a la obsesión Lo que explica el prurito reformador de cierto tipo de
moderna por el rendimiento) la adquisición mimética de la críticas de la «pasividad» y la frustración engendradas por el
técnica corporal (que tampoco tiene por qué ser idéntica a espectáculo deportivo, (cuyos autores nunca pierden ocasión
las normas deportivo-gimnásticas de ejecución), el acuerdo de solicitar una mayor «participación» de homo spectator
en torno a un lugar de encuentro (que no siempre fue la en la actividad deportiva) es la soterrada convicción de que
instalación deportiva moderna) tienen hondas raíces en la en realidad la excelencia sí se alcanza a expensas de los
historia cultural de la humanidad, a las que la lógica del demás, la identificación más o menos inconsciente de la
capital imprime una dinámica fetichista propia. El deporte competición con el deseo de aniquilar al adversario y, sobre
no consiste ni en el ejercicio corporal ni en la competición todo, el temor de que más allá de cierto punto la rivalidad
atlética haga entrar en juego la cólera interior «que el hom-
como tales, sino en el sometimiento de éstos a un patrón
bre contemporáneo se esfuerza tan desesperadamente por
productivo y a una demanda social muy específicos.
dominar».
Los certámenes atléticos de la Antigüedad clásica griega
brindaban un contrapunto dramático a la realidad y consti-
tuían una exaltación de la misma; no pretendían en modo Llegados a este punto, se impone concluir con un exa-
alguno ofrecer una válvula de escape frente a las rutinas men más minucioso de la clase de vínculo social del que el
y las servidumbres de la cotidianidad. Los participantes deporte es embajador y vehículo privilegiado. Las relaciones
tampoco se limitaban a competir entre sí, sino que a la vez que se establecen en una sociedad basada en el intercambio
tomaban parte en una ceremonia de reafirmación de los mercantil generalizado no pueden tener otro fundamento a
valores compartidos por una comunidad restringida pero priori que la indiferencia mutua, pues aquí el lazo efectivo
real, representada por un público de entusiastas versados de los individuos con la generalidad de la vida social no es
en las reglas del evento y el significado ritual que subyacía otro que esa «fuerza galvanoquímica de la sociedad» (Marx),
al mismo. el dinero, lo que supone que el nexo real de la dependen-
cia mutua sea, a su vez, independiente de sus portadores
En ese sentido, equiparar los rituales de la Antigüedad con concretos, cada uno de los cuales lleva, por así decirlo, su
el espectáculo moderno, por más que puedan hallarse ele- relación con la sociedad y con el prójimo en el bolsillo. De
mentos anticipadores de éste en aquellos, supone hacer abs- ahí que la sociedad moderna suponga no sólo el colmo de
tracción de una diferencia fundamental: la presencia de un la separación entre la vida individual y la vida genérica, sino
público ávido al mismo tiempo de formas triviales de recreo también, y como corolario obligado, el apogeo de las formas
y de sensaciones fuertes, despojado tanto de las condiciones ideológicas a través de las cuales la sociedad en conjunto
precisas para gozar de una hipotética dimensión estético- rehuye la conciencia de tal situación.
cultural del deporte como de las necesarias para contribuir
La subjetividad moderna es, en efecto, un incesante ir y
a ella (aún en el caso irreal de que quisiera) y sumido en un venir entre la exaltación de la pseudo-soberanía del indivi-
estado anímico cuyos principales ingredientes, de acuerdo duo y su inmersión en una manada informe. En el ámbito del
con Huizinga, son una mezcla de «adolescencia y barbarie». universo mercantil sólo se concibe al individuo como átomo
La inevitable colonización del «ocio» por la «ética del solipsista aislado y enfrentado a un entorno hostil, o redu-
entretenimiento» ha derribado las ancestrales barreras exis- cido a la condición de anónimo engranaje de un «equipo». O
bien el individuo es el centro del universo y la sociedad un
tentes entre la magia ritual del juego y la realidad más o
elemento accesorio, o la sociedad lo es todo y el individuo
menos sórdida de la que servía de escapatoria. Sólo cuando
una simple pieza.
el juego acaba por valorarse principalmente como forma de
evasión pierde toda capacidad de trasladar —tanto al jugador Paradójicamente, es este aumento de la distancia real
como al espectador— más allá de la experiencia cotidiana. entre individuos lo que suscita la necesidad de escenificar su

S a l a m a n d r a 17 - 18 40
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

pseudonegación. Se fomenta así una confraternización per- brutalidad física, pero sin que los juegos se confundieran con la
vertida cuya dimensión «social» no es otra que el «marchar política ni fueran motivo de odio entre colectividades.
todos juntos» del espíritu de hinchada, y cuya dimensión
Orwell, que a las observaciones anteriores añade que el com-
«personal» queda perfectamente expresada en este pasaje de
portamiento «deportivo» realmente significativo no es tanto
la Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer:
el de la competencia despiadada entre los jugadores como
A fin de disimular la incómoda distancia entre individuos, se el de un público para el que el honor y la dignidad de «su»
llaman «Bob» y «Harry» unos a otros, en tanto que miembros bando llegan a depender de una actividad tan trivial como
intercambiables de un equipo. Esta práctica reduce las relaciones patear un balón y correr tras él, logra identificar de forma
entre seres humanos al compañerismo de la comunidad deportiva minuciosa y exacta varias determinaciones de este «nacio-
y es una defensa contra el género verdadero de relaciones. nalismo», pero su concepto se le escapa. No obstante, una
En uno de los contados pronunciamientos inequívocamen- observación más detenida de dichas determinaciones nos
te críticos con respecto al deporte salido de la pluma de mostrará que corresponden punto por punto a la privación
un intelectual del siglo XX, The Sporting Spirit («El espíritu de humanidad consustancial a la modernidad industrial o
deportivo»), George Orwell enlaza la moderna obsesión por —dicho a la vez de forma más exacta y sin concesión alguna
el deporte con lo que él opta por designar con el calificativo, a vulgares materialismos de cuño laborista— con los infaus-
harto deficitario, de «nacionalismo». En un artículo escrito tos efectos del fetichismo de la mercancía, la dominación de
dos meses antes («Notas sobre nacionalismo»), a la vez que la sociedad por «cosas suprasensibles aunque sensibles».
admitía su incapacidad para dar con una denominación La identificación con una comunidad abstracta en tér-
satisfactoria, precisaba que dicha patología no es en modo minos de «prestigio competitivo» supone por definición la
alguno privativa de quienes sumergen su propia individua- existencia de uno o más adversarios igualmente abstractos
lidad en la exaltación de una «nación», etnia o «cultura» frente a los cuales afirmar ésta, y no es, por tanto, sino una
cualquiera, y que es perfectamente extensible a toda forma proyección de la «guerra de todos contra todos», la reafir-
análoga de relación abstracta sustentada en otro tipo de mación colectiva del aislamiento del individuo despojado de
identidades, como la religión o la clase social. He aquí el toda inserción comunitaria efectiva. De ahí, por otra parte,
diagnóstico que ofrece Orwell en «El espíritu deportivo»: la fuerza de atracción —de otro modo incomprensible— que
No caben demasiadas dudas de que todo ello está ligado al auge ejerce el placer sustitutivo de la inmersión en una multitud,
del nacionalismo, es decir, a la desquiciada costumbre moderna experimentada como ruptura ilusoria con la realidad coti-
de identificarse con grandes entidades de poder y verlo todo en diana y que, como cualquier otro acto cabal de consumo,
función del prestigio competitivo. Además, es más probable que deja insatisfecha la necesidad a la que se dirige y exige ser
los juegos organizados prosperen en comunidades urbanas donde repetido de forma obsesiva para llegar siempre al mismo
el ser humano medio lleva una existencia sedentaria o al menos resultado: la decepción.
recluida, y no tiene excesivas ocasiones de ejercer labores crea-
tivas. En una comunidad rural, un muchacho o un hombre elimi- Si a ello añadimos la escasez artificial de actividades crea-
nan gran parte de sus energías sobrantes caminando, nadando, tivas, el ansia por escapar de la monotonía de la cotidianidad
lanzando bolas de nieve, escalando árboles, montando a caballo y y la consiguiente avidez de experimentar sensaciones fuer-
por medio de diversos deportes en los que figura la crueldad ejer- tes, obtendremos el retrato robot de las principales carencias
cida contra los animales, como la pesca, las peleas de gallos y la socio-individuales fabricadas en masa por el moderno orden
caza de ratas con hurones. En una gran ciudad, si uno quiere dar industrial.
salida a su fuerza física o a sus impulsos sádicos, tiene que tomar
parte en actividades colectivas. Los juegos se toman en serio en De esta miseria fundamental se sigue que el «nacionalista»
Londres o Nueva York, al igual que sucedía en Roma y Bizancio; orwelliano sólo entenderá las relaciones humanas —tanto
en la Edad Media se jugaba, y probablemente con considerable con sus correligionarios como con sus «adversarios»— en

41 S a l a m a n d r a 17- 18
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

términos de victorias, derrotas, seducciones y humillaciones, nada importa, que es preciso «desdramatizar» toda situación
de poder y de jerarquía, en una palabra, como política, cuyo susceptible de evolucionar hacia un conflicto real y que hay
fundamento no es otro que la ausencia de comunidad. La que «tomarse las cosas con deportividad» (salvo, claro está,
política moderna, pues, síntesis incongruente de la ficción cuando el poder decrete expresamente lo contrario). Es obvio
pseudo-universalista de la presunta «esfera pública» burgue- que estos juegos de poder, a la vez que exorcizan el poder
sa con el materialismo sórdido y atomista de la esfera pri- disolvente y crítico del juego, contribuyen a minar la «facul-
vada, en la que rigen la concurrencia y la ley del más fuerte, tad de encuentro» de cada cual y reemplazarla por un hecho
es el vínculo abstracto y el modo de abordar las relaciones alucinatorio social: la falsa conciencia del encuentro, la «ilu-
sociales inherente al ser social capitalizado. sión del encuentro». En resumidas cuentas: la mercancía y el
espectáculo nos han empobrecido hasta tal punto que somos
En semejante marco, por otra parte, la sociabilidad genui-
incapaces de comprender y de jugar a otros «juegos» que los
na no puede por menos que ser perseguida como amenaza
que han sido moldeados por las necesidades del intercambio
a la cohesión social, pues ésta última se sustenta precisa-
de mercancías y por las diversas especializaciones profesio-
mente socavando las condiciones del mutuo reconocimiento
nales surgidas en torno a él.
y de la relación con el prójimo, para transferirlas al Estado,
a la Nación o al Club; en definitiva, a la representación del La actual «ética de la diversión» no es, pues, más que la
poder, sea cual sea. La servidumbre a la que nos reduce la prolongación de la vieja ética del trabajo por otros medios.
sociedad contemporánea no nos lleva, pues, a buscar en Carece de todo sentido, en tal caso, abogar por la conver-
primera instancia el reconocimiento de nuestros semejantes, sión del trabajo en «juego» en el sentido de los pasatiempos
sino la de aquello que nos domina, con lo que la comunidad banales alentados por la sociedad existente, la cual se ha
se convierte en un ideal cada vez más abstracto que lleva a encargado ya de transformar la inmensa mayoría de ocu-
cada cual a buscar desesperadamente, en el aislamiento al paciones remuneradas —no menos que la formación que
que ha sido arrojado, aquello de lo que ha sido privado: el conduce al desempeño de las mismas— en bromas de pésimo
sentido de los demás. gusto. La resolución de la contradicción actual entre «trabajo
y ocio» o «producción y consumo» no puede, pues, asumir la
Y es en este punto preciso donde el espectáculo deportivo forma de una opción unilateral a favor de la antítesis del tra-
adquiere una presencia cada vez mayor: como forma de bajo, ni consistir tampoco, como proponía Huizinga, en una
adhesión espontánea a lo existente, como célula elemental restauración de sus «justas» proporciones respectivas, inex-
y escuela de socialización capitalista. La ideología pseudolú- plicablemente perdidas sin que se sepa muy bien por qué.
dica del espectáculo moderno y la «deportivización» de toda
Si la civilización burguesa ha engendrado el deporte, una
la existencia social cumplen la tarea, efectivamente vital, de
perversión y represión del instinto lúdico, es porque dicha
disimular cuanto sea posible la atmósfera autista y maqui-
sociedad no es otra cosa que un universo pervertido y repre-
nal en la que transcurre la «lucha por la supervivencia» y la
sor que reduce al ser humano a la condición de espectador
monstruosa realidad de una sociedad caracterizada por la
del juego alienado de sus propias potencias, en engranaje de
ausencia de relaciones humanas.
un juego cuyo sentido se le escapa. Impugnar el deporte, ese
La «deportivización» de la cotidianidad y del lenguaje se juego ilusorio, es exigir que se haga realidad un juego en el
traduce en la proliferación de «juegos de poder» que, en que la humanidad pueda desplegar sin trabas sus facultades.
el terreno de las relaciones intersubjetivas, compensan y Quienes se ven privados de todo, y ante todo de las condi-
disimulan la impotencia general y el aislamiento del hombre ciones y capacidades para dar salida a sus propias inclina-
moderno y suponen la continuación de la «guerra de todos ciones lúdicas, tendrán que privarse también de toda ilusión
contra todos» bajo las modalidades pervertidas que admite sobre el juego y renunciar a todos los juegos que requieran
la civilización. La regla suprema de dichos «juegos» es que ilusiones, pues nos aproximamos a marchas forzadas a un

S a l a m a n d r a 17 - 18 42
EL ASALTO AL JUEGO
Jorge Montero y Federico Corriente

punto en que será condición sine qua non no sólo para hacer duos. Su institución, por tanto, esencialmente lúdica, es la
de la existencia humana un juego apasionante, sino pura de las condiciones materiales de esta asociación: hacer de
y simplemente para asegurar la propia supervivencia de la las condiciones existentes condiciones para la asociación.
especie. Y la historia, evidentemente, está llena de ingratitud para

El juego de la emancipación humana se distingue de quienes no saben jugar.*


cualquier actividad anterior por tener en su punto de mira
el sustrato alienado sobre el que ha reposado toda forma
de relación social existente hasta la fecha y abordar las JORGE MONTERO Y FEDERICO CORRIENTE
presentes y futuras de modo consciente, sobre la base de las
creaciones anteriores de la humanidad, pero despojándolas
de su carácter «natural» y preestablecido para someterlas * «El asalto al juego» es la introducción de un libro dedica-
al poder creador de los individuos asociados. Lo que crea el do a este tema titulado La deportivización del mundo, que
juego emancipado es precisamente la base real para hacer será editado por Pepitas de Calabaza en el plazo de este
imposible cuanto existe independientemente de los indivi- mismo año.

43 S a l a m a n d r a 17- 18
poesfla

Poemas
C a r l o s Tr u j i l l a n o

Juan Carlos Martín, Carlos Trujillano, el hombre desdoblado, en verdad desdoblado sin que él hubiera dado nunca muestras de
esa escisión, bajo su ejemplar sobriedad, su proverbial temple y su deliberada ponderación. Él da forma y pone nombre, para
siempre, a una estrella muy roja en el firmamento del dolor. Con éste nos ha tatuado a algunos. Esa será la señal de nuestra
empatía con él.
Él es también el hombre que al caminar labra constelaciones en el suelo y siembra las especies de flores más bellas, de luz y de
tristeza. Y ha abierto un surco como una herida que será marca de su presencia en quienes le amamos; en verdad eso le debe-
mos, un gesto de amor que corresponda al que sólo él sabía donar con la sonrisa más contenida, con la furia más contenida,
con su extremadamente melancólico deleite, como sólo un dandi es capaz de experimentar, como sólo un dandi proletario sabe
gozar y sufrir. Su fraternidad ya fecunda nuestro futuro. Que ese futuro ilumine su memoria, sólo esto cabe.

Eugenio Castro
El orgullo de una respiración en la tarde asediada
los ojos volcados como vasos de ira
la inclinación a horadar ciegamente
en la encía sangrienta del sol

Ahora que el vino rojo satura tristes odres


y la tripulación es devorada por el sueño de enormes alas
estoy oyendo los pasos obstinados del loco sobre cubierta
su respiración caliente como un mugido
la fiebre y una pierna lo sostienen
mientras consulta la cartografía de sus nervios

Su destino es muy cierto, mas su rumbo es oscuro


oscuro como esas aguas semejantes a espejos
donde un rostro náufrago pregunta por sí mismo
en las frondas sumergidas
que son sus mismos gritos o sus cabellos silenciosos.

Ha venido de lejos
Ha venido muy de lejos
Sus azorados pies le han traído
describiendo breves círculos
preguntando por el nombre del dios de este lugar.

Pero los montes tienen los labios calcinados.

S a l a m a n d r a 17 - 18 44
POEMAS
Carlos Trujillano

poesfla
La llamarada extinta del dragón del verano traza su imposible urdimbre en el cielo. Pinceladas de un artífice
demente, vuelos de bandadas que han perdido el norte, cicatrices sangrientas como latigazos sobre la piel del
aire que se desploma mordiéndose los labios de riguroso silencio.
La diosa magnética eleva su rostro tras la loma redondeada e incita a rodar peligrosamente hacia el laberinto
de calles, hacia el teatro de rostros.
Vístete y descuélgate de los últimos tejados, con tu gesto felino y tus ojos de contenido furor semejantes a un
carbunclo, para seguir la dirección sonámbula de tus deseos. Manos en los bolsillos y porte de puñal templado
sobre el yunque de la siesta, hiende el aire, joven amanerado silbando tu ritmo sinuoso.
Baja hasta el sexo de la ciudad. Ahora que poco a poco van encendiéndose las luces allá abajo como en un
silencioso cortejo de medusas. Deja atrás los corazones exhaustos de los viejos goteando sus aceitosas pala-
bras y los gritos de los niños haciendo méritos a la luna y baja... La ciudad te tiende sus puentes y sus músicas
desatadas. Acaso unos bellos ojos de mujer sabrán descubrir tu sed de hilo rojo.

No duermo. Horas de la resaca en que las garras del océano arañan las espaldas del mar
ahora lejano y sin embargo resonante. Hay una cabeza que se obstina como una torre en
recordar y luchar contra las puertas que cierran el paisaje, contra los lapsos en que los
párpados olvidan.
No duermo. Estoy sembrado de tesoros y cristales. Hay una larga veta que se desprende de
mí y se hace pájaro que repasa sus dominios ya sin aspereza. Si el cuerpo no pesara, si no
crujieran los huesos, si no estuviéramos clavados a esta proa inexorable, si un fuego íntimo
nos abrasara de pronto para iluminarlo todo.
No duermo. No duermo. Sostengo mi cabeza sobre el haz de las aguas mientras el abismo
me seduce entreabriendo sus teatros.
He mirado las mil formas que la vida adopta en su alucinación fantástica. Me he asomado a
los puentes aéreos como pestañas de mujer, he penetrado en grutas que manaban una sangre
milenaria. He caminado ebrio por los bosques de esplendor y he sido dichoso como un niño que
interpreta sus juegos, irrazonable como un hombre herido por el súbito relámpago.
No duermo. Tengo una camisa de musgo inconsolable.

45 S a l a m a n d r a 17- 18
POEMAS
Carlos Trujillano
poesfla

No hay espuma que respirar


No hay calles navegables,

Vertiendo un líquido espeso por cinco dedos


sin más afán que un naufragio y sus trazos tristísimos
¿con qué barro amasarás la redención de mañana
hasta tener la fiebre del cielo de mercurio?

Rodar no es tan sencillo


tiene sus crepitaciones tras ventanas marchitas
como dejarse caer de la duna de oculto corazón
que nunca adopta la forma de un desnudo querido.

Y sin embargo, sigue este sabueso infatigable


rastreando las huellas
entre dos luces que jamás se hallan y se acoplan
dos rostros que se defienden con uñas tan distintas:
el día y su idioma de mercadería
la noche y su liturgia bajo piedras y labios.

Deshoras de la luna que acerca su mejilla de hielo. ¿Aún hay músicas o es tan sólo el eco del verano aferrán-
dose a las esquinas como un viento borracho? Hay un hombre cuyo ojo gira interminablemente como un faro,
un hombre que viene de lejos con sus huesos teñidos de azul y la silueta de las islas grabada en el envés de
su sonrisa.
Aprendió algo de la lentitud de los labios del mar, de su juego solitario de naipes en blanco. Supo también de
la fiebre de las montañas de oro que cada mañana le incitaban desnudándose en la lejanía.
Ahora ha regresado y ya está frente al muro de las sombras intentando hacer arder su memoria antes de que
olvide el irrepetible sortilegio.

S a l a m a n d r a 17 - 18 46
POEMAS
Carlos Trujillano

poesfla
Tersa es la noche como una garganta
mientras ofrezco mi pecho a los astros
y alguien canta con trémula voz felina.

En las ventanas iluminadas un teatro de sombras.

Noche que querría interminable


mientras súbitamente se incendia la cabellera
del penúltimo fósforo en las manos del ahogado
ahora que el piano con titubeantes pasos
se inclina a orinar dulcemente en la penumbra.

Tersa es la noche como seda y espalda


que rasgan al pasar los automóviles
dejando tras de sí la silueta incandescente del silencio desnudo.

Ahora es el violín con manos enguantadas


quien nos solicita el corazón como quien pide suelto
mientras baila el perro oculto entre los árboles
y una pareja de borrado rostro jadea desde hace siglos
disputándose el pájaro nocturno
de las furiosas migraciones.

Tersa noche sostenida en lo alto


por torres iluminadas, por el fúlgido plumaje del saxo
como un cuerpo que penosamente respirara
al borde de la muerte.

Al borde de la noche con sus ojos de níquel


monedas que ruedan ciegas hacia las alcantarillas
manos cortadas que caen a lo largo de la espera
manos cortadas que escriben sobre la cornisa de la desesperación
y que terminan por saltar al vacío terso, sí, tan terso, de la noche.
CARLOS TRUJILLANO

Todos los poemas pertenecen al libro, inédito, Hipnagogia.

47 S a l a m a n d r a 17- 18
poesfla

Virajes
Pep e A ri a s

HORIZONTE
La playa se extendía sobre mis pies, se movía y yo permanecía frenado ante su movi-
miento. La arena, de textura fina, se metía entre mis dedos. El mar, continente azul con
el tanque de viento de la brisa, golpeaba mi rostro y no dejaba de hacerlo, con persis-
tencia, intentando crear en mí una sensación de plenitud infinita. No había gente a mi
alrededor, me entristecí por ello hasta que vi a una niña pequeña jugando con la arena
creando castillos para princesas falsas.
Posé mi cuerpo en una toalla color naranja, desteñida por el sol de tantas tardes tirado
en este mismo arenal. El castillo de la falsa princesa ya tenía dos torres de arena mojada
que ella creía indestructible. La marea subía paulatinamente.
Las olas golpeaban las peñas y creaban una imagen dignísima de ser fotografiada. La
espesura de alguna nube cargada me hizo recordar que estábamos en octubre, y que
seguramente la niña fuese la hija de algún vecino de este pueblo.
Al observar su pequeño cuerpo regreso a mi infancia donde yo era también una pequeña
niña que hacía castillos de arena sola en la inmensidad de la soledad perpetua. Quizá
fuese ella o quizá no existamos ninguno de los dos. Sólo puedo contemplar la tercera
torre del castillo de la princesa fea.
El agua del mar enfurecida entra por encima de sus barreras militares y lo hace de forma
veloz. La niña que no quería ser princesa no lucha para que su obra desaparezca. Se
sumerge en el agua del océano y se aleja chapoteando y desaparece en el horizonte.
Yo también quise hacerlo de niño como ella, desaparecer en el mar; a veces me iba lejos
pero regresaba al escuchar las voces de mis padres que hablaban sobre un peligro inexistente
para un niño. Hoy lamento no haberme ido tan lejos como ella.

SEXO
Voy a hablar de la persona que más he querido en mi vida. La conozco desde hace
tiempo, estos días pensaba que la había perdido. Me encontraba con ella en mi cama,
en los cajones de mi estudio cuando los abría y encontraba recuerdos, en el armario
donde guardo mi ropa, aunque ella no está. Temí tanto perderla para siempre que acabé
haciéndole daño. No hay momento más triste en el mundo que hacer llorar a quien
amas. Ese día quieres escaparte del mundo, irte lejos, sumergirte si te hace falta en alco-
hol. Yo creo que ella me quiere. Ella también cree quererme aunque se vea con otro.

S a l a m a n d r a 17 - 18 48
VIRAJES
Pepe Arias

poesfla
Ver su foto me hace reír de alegría, sus ojos son enormes y su nariz también. Ella cree
que me río de ella. Yo sé que nunca podría hacerlo.
Buscamos con nuestras manos lo desconocido y encontramos todo el erotismo del
mundo. No podría describirlo. Era todo tan nuevo para mí que hasta temblaba cuando
rozaba mi piel. Me sentía muy a gusto acariciando su sexo mientras observaba sus gran-
des ojos brillantes, sus ganas de seguir viviendo, las ganas que tenía de disfrutar.
Si no sueño cada noche con ella es que mi subconsciente está muerto. La quiero tanto
que jamás me atrevería a hacerla llorar aunque ya lo haya hecho. Tampoco quiero llorar
pero seguramente lo haga, al fin y al cabo una distancia inhumana separa nuestros
cuerpos e impide que disfrutemos del sexo diario, incontrolado y maravilloso que antaño
poseímos.
FINISTERRE
Tengo que recordar un sueño para liberarme de él después de cuatro años. Necesito
pensarlo para matarlo de alguna manera. Una noche soñé que me suicidaba, y me gustó.
Me pareció tan bella esa muerte porque era morir viviendo. Despertaba exaltado, con
ganas de vivir, recorrer todas las calles por pequeñas que sean, jugar con los niños que
corretean por los jardines…
Mi final idílico también es en una playa. Estoy desnudo.
Estoy triste por la soledad del arenal. Es de noche y no se ven las estrellas, ni la luna,
nada. No hay luz, que está muerta en la totalidad de la noche.
Comienzo a caminar y descubro la resaca de las olas en mis pies mientras que pequeñas
conchas se me clavan. El dolor es mínimo y continúo andando. El agua fría llega a mi
pene, me siento mal, pero continúo andando, peregrinando hacia el final. Mi cuerpo
desnudo se cubre de agua hasta el cuello. La medalla que tenía colgada a éste se me
desprende y cae al fondo del arenal como si se tratase de auténtico plomo, observo su
caída mientras camino. Entierro mis pies en la arena para que la fuerza del mar no me
eleve a la superficie. No sé flotar, quiero no saber nadar. Las olas pasan por encima de mi
cabeza y yo las veo pasar desde abajo. Soy feliz y disfruto mientras me quedo sin aire...
De un salto salgo de mi cama y comienzo a vivir.

PEPE ARIAS

49 S a l a m a n d r a 17- 18
EL SUEÑO ES REALIDAD
Julio Monteverde

E l sueño es realidad
J u lio Mon teverd e

E n principio, no es posible tener nostalgia más que de lo


que se ha conocido. Sólo el espacio vacío que ha dejado
lo que en una ocasión fue en nosotros puede crear, con su
Pero en este tema el determinismo se muestra incapaz
de acaparar todo el espacio de la reflexión. Ya que la pre-
gunta es: ¿Por qué tenemos nostalgia de una unidad que no
ausencia, la necesidad de colmarse en el recuerdo. Y si bien conocemos y que en última instancia nos lleva a lanzarnos
es cierto que esta relación, desde el punto de vista de los a la búsqueda de una fusión, tan paradójica como se quiera,
hechos, permite al hombre proyectar sus deseos desde el no ya sólo con otros seres en la experiencia del amor, sino,
pasado al presente inmediato, y plantear un futuro en la en su versión más radical, con el mundo entero en su giro?
esperanza, es justo concebir que la nostalgia debe tener, de ¿Cómo es posible que el hombre sienta que existe en él un
un modo u otro, algún asidero para manifestarse, un gramo vacío provocado por la sensación de unidad con su entorno,
de realidad sin el que no es posible su existencia. por una fusión en la que el ser no perdería su determinación
pero alcanzaría a traspasar o a mezclarse con otros seres,
Si concedemos esto, resultará bien extraño comprobar con los mismos objetos? Se me permitirá que, puestos a
cómo el hombre posee esa brutal nostalgia de la unidad.1 buscar, plantee una posible respuesta no en dirección hacia
Cómo en su fuero interno se concibe incompleto, como si una un arriba algo más que improbable, sino hacia abajo y hacia
pieza le faltara y le hubiera dejado un frío espacio de ausencia el fondo.
irremediable. El límite corporal del ser humano parece aprisio-
narle de forma fatal. Y en ese límite, que es en último término
epidérmico, el hombre se despeña al vacío, desde el acanti- Es posible que cualquiera de nosotros, durante la experiencia
lado que nos separa del afuera, que separa los cuerpos de los del sueño, se haya visto sorprendido en más de una ocasión
otros cuerpos, de los objetos y los pensamientos. Este espacio por una palabra, por una frase dicha por otra persona que
es interminable ya que no hay posibilidad de franquearlo. nos deja una onda impresión. Con frecuencia son simples
Trabajamos en base a conjeturas, proyecciones y movimientos ocurrencias, en otras ocasiones son sentencias a las que
simpáticos. Y así, las experiencias que nos unen, todas las intuimos una extraña importancia. Pero el caso es que estas
experiencias que nos juntan o nos producen una ilusión más o frases sorprenden mucho más al soñador cuando este toma
menos fuerte de fusión, poseen siempre una intensidad emo- conciencia de que aquello no ha salido de otro sitio que de
cional desproporcionada para con sus resultados reales. su propia cabeza. Son nuestras pero no lo son. Hemos soña-

S a l a m a n d r a 17 - 18 50
EL SUEÑO ES REALIDAD
Julio Monteverde

do, y de una forma u otra aquello que es nosotros nos ha dónde están verdaderamente nuestros bordes, hasta dónde
dado algo que, en principio, parecía provenir directamente se extienden nuestros dominios.
de un afuera. Las músicas que escuchamos, los seres que
Aquí todo salta en pedazos y se vuelve a unir en un
poseemos, los paisajes que recorremos, los mensajes que
mundo absolutamente profundo. Un mundo refundido en
recibimos.
nosotros se nos aparece cada noche y nos deja en el alma
Es de esta forma como en el sueño se eliminan todos los la sensación de haber visto, puesto que hemos visto.4 Es la
límites: el mundo entero es nosotros. Es así como poseemos nostalgia insensata de que la unidad es experimentable, no
una experiencia, tibia o cercana, de lo que es o puede ser ya en un plano metafísico y trascendental, en una intuición
la unidad. No hay afuera, todo está en un mismo sitio que mental en la que el adagio milenario todo es uno, fácilmente
ya no es dentro pues ese término ha perdido finalmente su comprensible intelectualmente, vendría a confirmar nuestras
sentido. Es nuestro mundo completo y en última instancia suposiciones, sino en un plano perfectamente inmanente
no hay nada que nos sea ajeno.2 El sueño, en este plano, y, en último término, real. La diferencia cualitativa entre
resulta ser una experiencia sensible, y esta experiencia es los recuerdos que atesoramos provenientes de los sueños y
posible entenderla como un espacio en el que todas las los que atesoramos en la vigilia es, a mi entender, bastante
barreras se han derrumbado, o que no se han derrumbado discutible. Se puede conceder que los recuerdos de la vigilia
porque directamente nunca existieron más que en la trama. poseen una mayor intensidad, una mayor presencia, pero
Un espacio en el que la revancha por las decepciones de la esto no elimina que los recuerdos del sueño existan y nos
infancia, ese tiempo en el que el hombre empieza a conocer, dejen la sugerencia de una vida que hemos vivido en otro
de la forma más dura concebible, que existe un límite en él, plano. Pues ¿lo vivimos o lo soñamos? Sí, siempre lo vivi-
un confín en el que sus deseos no alcanzan en la realidad, y mos, sólo que de un modo particular. La gradación es una
que en último término el mundo existe también fuera de él y gradación ficticia, pues el problema está mal planteado. El
lo condiciona, que esas decepciones, decía, son sobrepasadas dualismo sueño-vigilia, en el que sólo uno, siempre la vigilia,
y convertidas en nada. tendría por fuerza que vencer al otro carece de sentido últi-
mo. Pues no se trata de vencer, sino de estar en disposición
Pues los sueños, nos guste o no, son realidad. Son reales
de vivir todas las posibilidades.
en cuanto suceden. Y no sólo por eso, sino porque repre-
sentan una de las experiencias más intensas con las que En esta búsqueda, por otra parte, de poco nos servirán las
el hombre puede encontrarse en su vida. Vivimos en los posibles connotaciones latentes de los sueños, la explicación
sueños.3 Incluso yendo más allá, vivimos en los sueños en de los motivos que llevan a un ser humano a representarse
un mundo cuya unidad de hecho, una unidad que sólo se a sí mismo en tal o cual situación. En la creación de los
da en la vigilia en los primeros estados de la infancia, muy sueños, nuestro inconsciente rompe todas las barreras, y
tempranamente y siempre en permanente confusión, es per- poco importan ya las supuestas razones que hemos tenido
fectamente desconcertante. Nada en ellos no es ajeno. Todo para salir volando o para cambiarle la cara a la persona
es nosotros y nosotros es todo. Los sueños pueden ser enten- que amamos. La experiencia de la que hablo se produce de
didos como una experiencia límite en la que el ser avanza modo superficial pero constitutivo, siempre en el contenido
hasta los parajes más inhóspitos de la existencia. No hay manifiesto. Por eso es incluso menos especulativa que la
restricciones. Cuando los niños mueren a nuestras manos y anterior escrutación de las posibles razones, siempre oscu-
ni siquiera sentimos la más mínima culpabilidad es entonces ras, que se esconden en tal o cual imagen onírica. Se trata,
la libertad, la experiencia ardiente la que nos es concedida y por otra parte, de una experiencia que se da de modo no
que experimentamos. Somos instruidos en nuestro territorio excluyente. Esto es, la fuerza del sueño reside en que es poli-
por ellos, que somos nosotros. Doblemente nos muestran un mórfico y actúa en diferentes planos de forma simultánea.
mundo unificado en nuestro deseos y, a la vez, nos muestran Una experiencia de tanta riqueza psíquica es prácticamente

51 S a l a m a n d r a 17- 18
EL SUEÑO ES REALIDAD
Julio Monteverde

irreducible a un solo sentido, y ni siquiera Freud ha logrado por ello deja de tener sus proyecciones en nuestro conoci-
convencernos de que el verdadero sentido de los sueños está miento. Los soñadores conocen bien el poder de todos estos
en su contenido latente, que le otorgaría una finalidad y de fenómenos de la existencia paralela (el sueño es un arsenal),
este modo una tarea que cumplir. Demasiadas variables para y sus consecuencias, no ya las motivaciones, sobre nuestros
que al final únicamente interesen los rendimientos. Los sue- actos, continúan conformando uno de los grandes espacios
ños son mucho más que una simple descarga y las puertas vacíos del estudio del hombre y lo que le rodea.
permanecerán abiertas se atraviesen o no.

Llegados a este punto, puede asaltarnos una duda razona- JULIO MONTEVERDE
ble. Si la nostalgia de la unidad tiene su origen en los sueños,
¿supondría esto que su cumplimiento estaría vedado para
NOTAS
la vigilia? La manía romántica consistió, en este punto, en
establecer un conducto subterráneo en el que la experiencia 1. Un concepto éste, el de la nostalgia de la unidad, que será, por
onírica pondría en contacto con estados precedentes del ejemplo, una de las bases sobre las que Georges Bataille levantará
alma.5 A mi entender, esta falla de la nostalgia no represen- su libro El Erotismo (Editorial Mateu, Barcelona, 1971) y desde el
taría más que una pérdida de cosas ya perdidas. Si se puede cual yo parto.

entender que todo es uno, pero no en referencia a un más


2. O, como afirmaba el surrealista rumano Luca Trost: "El sueño no
allá en el que se cumpliera finalmente, sino ya de hecho, la es ni una forma narrativa del deseo ni una segunda vida. Es, para
circunstancia de que la experiencia onírica sea en último ser exactos, la imagen real de la vida, pero concentrada y replegada
término intrascendente, en mi opinión no le resta ni un ápice sobre sí misma". Citado en Petre Raileanu: Gherasim Luca, Oxus,
de su poder para la experiencia cercana y última del ser París, 2004.
humano, sino muy al contrario, la revitaliza como fenómeno
de la realidad. Pues la unidad seguirá existiendo aun sin los 3. De hecho, podría decirse que somos criados por ellos.

sueños, aun sin nosotros, pero es gracias a los sueños que 4. Una experiencia tan esencialmente poética como la paramnesia,
podemos comprenderla no ya de un modo intelectual, sino que fue uno de los métodos experimentados sistemáticamente por
de un modo cercano, ardiente. grupos poéticos como el Grand Jeu, y que se concreta en la sensa-
ción de haber visto algo con anterioridad, sin que nos sea posible
De este modo la experiencia de la unidad en el sueño
reconocer cuándo ni dónde, y aún más allá, cuando se tiene la férrea
resulta ser una experiencia de capital importancia para el
convicción de que es imposible que hayamos visto o sentido eso en
estudio de las relaciones que el ser humano establece con
algún tiempo o lugar de nuestra vida despierta, es una sensación
sus límites. Es ahí donde el espíritu ha aprendido a verse
que merece ser concebida como hija primogénita del sueño.
como no-limitado, o al menos uno de los sitios en donde
ha podido vislumbrarlo, y esta relación, que se proyecta de 5. Para una explicación más extensa, ver Albert Béguin: El alma
manera no controlada sobre la vigilia, de forma instintiva, no romántica y los sueños, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1993.

S a l a m a n d r a 17 - 18 52
MAGMA
Noé Ortega

M agma
Lugares poéticos, subconsciente y vulcanismo en la ciudad mercancía

N oé O r teg a

L a ciudad necesita ser vivida para evitar su muerte.


Maniatada por la economía, la urbe convertida en mer-
cancía va camino de convertirse en el más inhabitable de
La ciudad de Santander es especialmente fecunda en lo que
podría denominarse como “zonas defectuosas”. Se trata
de recodos que se benefician de la propia configuración
los entornos. El espacio se configura siguiendo los designios geográfica de la ciudad para mantenerse completamente al
de la dictadura de la economía, y el urbanismo en todos sus margen del flujo usual de la realidad controlada. Así, supo-
aspectos no hace sino fijar en el terreno estos designios, nen escollos incómodos para el urbanismo oficial, que no ha
subyugando la ciudad a sus fines bajo la máscara de la fun- podido “resolverlos” por el momento. De esta forma quedan
cionalidad. Este proceso pasa necesariamente por la anula- apartados en la oscuridad hasta nueva orden, ocultos en
ción de la autenticidad de cada lugar, por la negación de su pleno tejido urbano, invisibles en el mismo margen de las
memoria. Negación que se lleva a cabo no mediante la erra- zonas transitadas.
dicación de esta memoria —que es imposible— ni mediante La causa de la abundancia de tales lugares no es otra
una negación explícita —que sería inefectiva porque haría que el difícil terreno sobre el que se encuentra asentada la
visible su afirmación— sino mediante el enterramiento de la ciudad, con varias y acusadas elevaciones que la recorren
memoria propia del lugar bajo capas artificiales que la sepul- longitudinalmente. Uno de los resultados directos de estas
tan. Una vez conseguido, se convierte en un emplazamiento elevaciones es el aislamiento de las zonas inclinadas, por las
sometido. La desvitalización de los lugares controlados que resulta difícil transitar, a la par que favorecen la caída
avanza pareja a la palidez de la vida en ellos. El ritmo vital hacia la zona céntrica longitudinal que atraviesa toda la
en las ciudades está impuesto por el tiempo espectacular, y ciudad desde un extremo hasta el otro, bordeando la penín-
el silencio no parece existir más que como otro de los bienes sula y llegando hasta la última de las playas. Se trata del
tasables de la industria del confort. eje urbano a lo largo del cual se disponen todos los edificios
gubernamentales, bancos, centros culturales y comercios.
Sin embargo, existen lugares donde el silencio no se ha
La escasez de zonas abiertas a los lados del eje atrapa a los
desnudado todavía, espacios en los que es posible encontrar
habitantes en esta gran tubería de desagüe, y les precipita
un punto íntimo de fusión con el exterior y hundirse así en
en una huída hacia delante, con pocas posibilidades para
la lentitud del relámpago fundido.
detenerse a vivir la ciudad con detenimiento.

Una de las zonas en pendiente más interesantes se encuen-


tra en la zona que desciende desde la calle General Dávila

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MAGMA
Noé Ortega

hasta la calle Santa Lucía. Los edificios se encaraman a la desnivel, oculta por zarzas, hiedra y demás vegetación. Había
ladera de forma apretada, y por doquier se pueden encontrar un camino minúsculo, y a los lados varias cajas ordenadas
viejas escaleras estrechas y largas que unen las calles y for- cubiertas con plásticos, además de algún plato con restos
man un entrelazado de atajos para evitar el largo rodeo que de comida. Miré el interior de las cajas: estaban vacías, pero
supone descender siguiendo las vías asfaltadas. Además, en tenían el aspecto de estar habitadas regularmente por algún
determinadas zonas se encuentran casas de aspecto ruinoso, tipo de animal. De pronto me di cuenta de que frente a mí,
desde algunas pequeñas construcciones hasta las mansiones al final del camino y escondido entre las ortigas, había un
abandonadas que están siendo paulatinamente reconstruidas gato. Tomé varias fotografías de este indescifrable lugar en
en la bajada de Menéndez Pelayo. Precisamente en esta zona el que alguien había dedicado sus esfuerzos a construir un
se encuentran las que, en mi opinión, constituyen las escale- hogar oculto para los gatos. Continué el camino y tomé tam-
ras más enigmáticas de toda la ciudad. No son tan estrechas bién alguna fotografía del arco y el murete que flanquean
y sinuosas como otras de la zona, e incluso cuentan con una la entrada a las escaleras desde la parte inferior. Al llegar a
hilera de setos a los lados por estar situadas al lado de unos casa y ver las fotografías de nuevo, me fijé en que sobre las
edificios residenciales relativamente nuevos. Tardé mucho piedras del arco hay numerosas pintadas. Entonces apareció
tiempo en fijarme en ellas, a pesar de que se encuentran al ante mis ojos algo que terminó de rubricar el tatuaje del
lado de una calle por la que transito con bastante frecuencia. misterio: en la parte superior derecha del arco, con pintura
Descienden en zigzag. La presencia de varios árboles en las roja, alguien ha escrito “Noe”, y en la parte inferior, con la
zonas de tierra que franquean las escaleras dificulta la visión. misma pintura, “Los gatos”.
Van a dar a una pequeña zona verde aislada, rodeada por dos
muros, un seto, hortensias y numerosos avellanos. A partir de La presencia de animales en libertad en estos parajes
ahí, el camino continúa ligeramente curvado hacia delante, arrinconados no es ni mucho menos circunstancial. Hay
rodeando los árboles, y posteriormente termina descendien- otras escaleras especialmente inquietantes que van a dar a
do hasta desembocar en un arco al lado de una mansión, la calle Macías Picavea, al lado de las cuales se encuentra un
ya en la calle principal. El silencio en la zona aislada entre gran árbol que con frecuencia sirve de cobijo a varios gatos
ambos descensos es total. Todo parece estar imbuido en una negros. Si el urbanismo ejecutado por la economía es un
atemporalidad que resulta sumamente inquietante. La pri- enemigo de la vida en la ciudad, lo es para todos los tipos de
mera vez que llegué a este lugar, me topé con un grupo de vida. Incluso se podría afirmar que es un enemigo especial-
diez o quince gatos negros, la mayoría muy pequeños, que se mente para la vida animal, ya que, a diferencia de las per-
encontraban allí descansando y jugando entre las hortensias. sonas, los animales no son útiles por no ser susceptibles de
La visión fue deslumbrante, y el lugar me causó un fuerte entrar en la cadena del consumo como agentes activos —de
sentimiento de extrañeza, a la vez de una impresión muy nuevo, sólo tienen cabida como otro de los bienes tasables
fuerte de encontrarme sumergido en un mundo totalmente de la industria del confort. Así, el instinto de supervivencia
ajeno a la ciudad que se extiende alrededor. Recientemente de los animales no domesticados los conduce en muchas
volví a visitar este lugar. Al principio no encontré ningún ocasiones a estos lugares privilegiados mucho antes de que
gato, aunque el ambiente continuaba fuertemente iman- puedan ser descubiertos por cualquiera de nosotros.
tado. Permanecí allí. Me fijé en que a la derecha, detrás
de los avellanos, había un fuerte desnivel sostenido por un
muro vertical. Debajo estaba siendo reconstruida una de las Existen lugares plenamente visibles en el centro de la ciudad
antiguas mansiones. En un lateral, entre los árboles, adiviné que resultan brillantes para el espíritu de una forma parti-
un recoveco escondido entre la espesura. Me interné por cular. Están dotados de una fuerte gravedad que nos atrae
él, y una vez allí me encontré con unos pequeños peldaños hacia ellos y es capaz de atraparnos en su órbita transparen-
que permitían el acceso a una reducida zona justo antes del te. La mayoría de las veces esta atracción resulta imposible

S a l a m a n d r a 17 - 18 54
MAGMA
Noé Ortega

de explicar en términos racionales. A veces se trata de un carga poética. Los mismos lugares que, imantados por una
influjo espontáneo entre la materialidad del lugar y el sub- misma fuerza que en ocasiones puede ser común, coinci-
consciente. En otras ocasiones, la atracción puede ser fruto den de forma augural en la cartografía de los sueños. Sin
de una serie de hallazgos de diversa intensidad que hayan embargo, no haré mención explícita aquí a algunos sueños
tenido lugar en determinada zona. Es importante mencio- con “ciudades-collage”, ya que su intensidad se adivina sin
nar que esta zona, si bien tiene una coherencia geográfica, ambigüedad, sino de otros sueños que establecen relaciones
subconscientemente ocupa coordenadas que no tienen por con la ciudad de forma más silenciosa y profunda.
qué guardar una relación estrecha con las coordenadas
En el transcurso de un día normal, hace ya algunos
materiales. Es decir: lugares separados físicamente en la ciu-
meses, encontré un dibujo tra-
dad pueden atraer nuestro deseo
con una fuerza que surge de zado con tiza en el pavimento
un centro de gravedad común, de una zona eminentemente
que ocupa para ambos lugares céntrica. Parecía un juego de
las mismas coordenadas en el niños. Había siete casillas, y en
plano subconsciente. Por ello, cada una de ellas una pala-
la complejidad para determi- bra escrita, de forma que, de
nar la causa por la que ciertos arriba abajo y de izquierda a
lugares producen un sentimien- derecha, se había conformado
to de fascinación tan acusado la siguiente secuencia: “piano
puede acrecentarse mucho. Esta
/ muda ropa / lugar / animal
característica aparece en otra
/ apellido / nombre / s”. Entre
faceta del plano subconsciente
todas estas palabras, la primera
que resulta del máximo interés.
en la que fijé la atención fue
Se trata del sueño y de su papel
“muda ropa”, que me sorprendió
en la vivencia de la ciudad. O
más bien, cómo la ciudad pro- de inmediato. Días después soñé
duce un reencantamiento en el que, mientras caminaba por la
subconsciente, modificando la ciudad, me encontraba con un
percepción subjetiva que de ella edificio en llamas. Alrededor
se tiene, y tocando puntos tan había muchos bomberos tratan-
sensibles que puede surgir rein- do urgentemente de apagarlo.
ventada de mil formas posibles No lo consiguieron, y el fuego se
en el interior del sueño, poten- extendió al edificio colindante. Después, el incendio se pro-
ciándose así aún más su posterior vivencia durante la vigilia. pagó a lo largo de toda la calle. Era de noche, y la visión de
Hay un sueño que, hasta donde llega mi conocimiento,
los edificios ardiendo resultaba sobrecogedora. Un hombre
considero que se da con bastante frecuencia: el sueño en el
que pasaba por allí se detuvo y se dirigió a mí diciéndome
que aparecen “ciudades-collage”, ciudades inventadas bajo
que era mejor que todos aquellos edificios ardieran, porque
las exigencias del deseo, conformadas a partir de elementos
de esa forma se podría reconstruir la ciudad desde cero. Al
procedentes de diversas localizaciones. Estos elementos no
despertar, caí en la cuenta de que el foco desde el que se
son elegidos en absoluto al azar. Por el contrario, se trata
precisamente de esos lugares cuyas antorchas brillan en extendió el incendio era precisamente el edificio más próxi-
el subconsciente urbano con una fuerza proporcional a su mo al dibujo de tiza que encontré días antes. Así, me quedó

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MAGMA
Noé Ortega

subjetivamente corroborada la capacidad que tienen ciertos Hay otra plaza que desde pequeño ha ejercido en mí una
hallazgos de despertar el deseo de revuelta y de aniquilación fuerte fascinación: la plaza de México. Puedo encontrar tres
de lo establecido, para poder construir sobre las cenizas. factores que influyen sin duda en esta fascinación, aunque
Aquel lugar adquirió de inmediato propiedades maravillosas a todas luces son incapaces de justificarla por completo en
para mí. El principio de la luz se encuentra en las ruinas de toda su profundidad. En primer lugar, la escultura de un
la ciudad. águila poderosa que corona el centro de la plaza. Desde mi
infancia, este ha sido invariablemente mi animal predilecto.
Hace tiempo soñé que un grupo heterogéneo de personas
En segundo lugar, la circunstancia de que la plaza suele
entrábamos a un bar del centro de Santander. Me llamó estar desierta a las horas en las que la he visitado en los
la atención el hecho de que últimos años. Y en tercer lugar,
estaba iluminado por completo la configuración del pavimento,
con luces verdes, porque sabía que pretende imitar la estética
que en realidad no es así. En un azteca, pero que en la práctica
momento dado, mi compañera termina conformando un suge-
me dijo que necesitaba algo, de rente laberinto en el suelo de
forma sumamente urgente. Se la plaza. El águila está situada
trataba de una necesidad impe- sobre tres hombres, en una esce-
na de gran tensión y violencia.
riosa. Entonces salí, y al hacerlo
Hasta hace poco tiempo siempre
me di cuenta de que ya no nos
había pensado que los tres hom-
encontrábamos en la ciudad,
bres trataban de aferrarla. Sin
sino en un pequeño y solita-
embargo, recientemente tuve la
rio bar de carretera. Entonces
ocasión de leer que la escultura
pude verme a mí mismo a gran representa a las tres principa-
distancia, corriendo a toda velo- les etnias mexicanas (indígena,
cidad por la carretera, entre el blanca y mestiza) liberando al
mar y las montañas. La vista era unísono al águila, lo cual supuso
magnífica, un terreno salvaje una verdadera sorpresa para mí.
completamente abierto. En un Por otra parte, otra relación más
momento dado, me di cuenta compleja entre los elementos de
de que no sabía hacia dónde la plaza me trajo a la mente
me dirigía, pero no me impor- el laberinto de Creta y las alas
construidas por su creador para
tó y continué corriendo. El bar
volar hacia su libertad.
en cuestión se llama “Los girasoles”, nombre que siempre
me ha fascinado. Se encuentra en la esquina de una plaza El hallazgo del estado real del águila constituyó un
mínima detrás del ayuntamiento, en un emplazamiento que, destello en mi visión del lugar, y precipitó una serie de
por algún motivo que desconozco, me resulta especialmen- descubrimientos acerca de la profundidad de mi relación
te atrayente y acogedor para el espíritu. El sueño puso de individual con estos dos enclaves de la ciudad. Encontré que
manifiesto de forma explícita que este enclave supone para ambas plazas tienen algún punto en común que merece la
mi subconsciente un espacio abierto donde es posible liberar pena mencionar. Están situadas respectivamente al lado de
y satisfacer las pulsiones más íntimas. los dos mercados más importantes de la ciudad (el Mercado

S a l a m a n d r a 17 - 18 56
MAGMA
Noé Ortega

de la Esperanza y el Mercado de México). Más allá de esta tación aparezca el agua. Mi signo lunar es leo. Leo es un
circunstancia, se puede constatar que la referencia solar es signo de fuego. Aire y fuego, águila y sol. Dos plazas unidas
predominante en ellas. En el primer caso, “Los girasoles” no por un hilo de oro.
deja lugar a dudas. El nombre del que para mí es el lugar
Todos los lugares desencadenantes de estas experiencias
central de aquella plazoleta lleva a cabo un alineamiento
en la ciudad tienen en común una posibilidad latente de
simbólico del emplazamiento con el sol. En el segundo
apertura, de ensanchamiento de la realidad para dar cabida
caso, el elemento central es el águila. La primera frase de la
a las necesidades más profundas de liberación del espíritu y
entrada que dedica Cirlot a este ave en su “Diccionario de
de comunión íntima con la exterioridad. En ellos, el subcons-
símbolos” dice así: «Símbolo de la altura, del espíritu identi-
ciente se encuentra a flor de piel.
ficado con el sol, y del principio
Son lugares donde el relato lógi-
espiritual». Y más adelante: «se
co oficial impuesto sobre ellos
considera como esencialmen-
por las necesidades del poder
te luminosa y participa de los
económico no ha logrado impo-
elementos aire y fuego». Por lo
nerse por completo a la memoria
tanto, es obvio que en este caso
subconsciente propia. Es muy
también existe una clara incli-
posible que la fuerza que nos
nación solar. En esta plaza hay
atrae hacia ellos sea precisamen-
otro elemento que, si bien es
te aquello que tiembla debajo del
periférico, desempeña un papel
relato oficial.
significativo. Se trata del ele-
mento central de una rotonda Una de las zonas más enrareci-
situada en las inmediaciones de das de Santander es Puertochico,
la plaza, frente a la salida. Es donde todos los veleros y yates
una esfera celeste con los doce se apilan en el puerto, que da la
signos del zodíaco dispuestos impresión de ser un cementerio
a su alrededor a lo largo de un convertido en escaparate. Allí,
disco periférico. El disco está en el paseo que transcurre a su
inclinado, y su punto álgido está lado, pueden descubrirse en el
orientado en dirección al águila. suelo numerosas manchas que
Esta dirección corresponde en se disponen asombrosamente en
el disco al signo de acuario. forma de nuevas constelaciones
Los mitos relacionados con la configuradas al azar esparcidas
constelación del águila y con a lo largo y ancho de este reco-
la de acuario están estrechamente relacionados, girando rrido. Esto es así debido a que hay manchas gruesas que
ambos en torno a la figura de Ganímedes. En esta línea, y forman puntos, unidas entre sí por hilos más finos. Es nece-
continuando con la misma entrada del águila, Cirlot afirma sario prestar atención, ya que son difícilmente visibles para
que «la constelación del águila se halla situada encima del un transeúnte no atento. Estas constelaciones constituyen
hombre con la vasija de acuario y éste la sigue en su marcha tatuajes maravillosos en la piel de este lugar aparentemente
de tal forma que parece ligado a ella». Este hecho tiene una desvitalizado.
importancia subjetiva de primera magnitud. Mi signo del
Londres es el paradigma de la ciudad controlada. Las
zodiaco es acuario. Mi signo ascendente también es acuario.
cámaras de seguridad proliferan por doquier, de forma que
Acuario es un signo de aire, a pesar de que en su represen-

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MAGMA
Noé Ortega

el paso de un habitante “normal” durante el transcurso de lugar parece y lo que en realidad es. Esto constituye precisa-
un día en esta aglomeración urbana es grabado al menos mente lo que separa la ciudad deseada de la ciudad amorda-
por ocho cámaras, según un estudio reciente. La pulcritud y zada. Para encontrarlo, es preciso buscar el subconsciente de
la asepsia no descansan. Y sin embargo allí, en plena plaza la ciudad, y establecer con su materialidad una relación que
de la catedral de St. Paul, se encuentra enterrada la semilla se encuentre en sintonía con sus necesidades más internas.
de la aurora. A lo largo de uno de los laterales curvados se Con frecuencia estas necesidades se encuentran sepultadas,
disponen cinco pilares cilíndricos, sobre cada uno de los pero existen lugares que aún no han sucumbido: puntos
cuales se apoya una cabeza tallada en la piedra. Todas ellas neurálgicos que actúan de forma análoga a las fisuras de la
miran hacia el centro de la plaza, en actitud casi marcial. tierra por las que el magma emerge a la superficie, comu-
Todas, salvo una cabeza enigmática, ausente: una cabeza nicando el exterior con los niveles profundos de la tierra
durmiente, cuyos párpados cerrados resisten todos los asal- mediante el grito mineral de los volcanes.
tos y conservan el poder incendiario del sueño hasta que la
semilla germine en medio del fuego.
NOÉ ORTEGA
En todos estos casos, hay algo que se deja entrever: un
cierto brillo que trasluce una discordancia entre lo que el

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HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

H acia una experiencia colectiva del dormir no enajenado


Vi cen te G u tiérrez

El hombre civilizado presta muy poca atención mientras duerme al pensamiento que puede desenvolverse en
sus sueños. La sociedad occidental está harta de guerras, crímenes y conflictos económicos desgastantes, psi-
cosis, neurosis y enfermedades físicas de origen psíquico. Los Senoi hicieron de sus sueños el foco principal de
sus intereses sociales e intelectuales, resolvieron los problemas de la violencia, de los conflictos económicos
destructivos, eliminaron completamente las psicosis, las neurosis y las enfermedades psicosomáticas.
Kilton Stewart
El poeta del futuro superará la deprimente idea del divorcio irreparable entre acción y sueño.
André Breton

E s innegable que la vida cotidiana se enriquecería en


gran medida si se lograse integrar en ella todo lo relaci-
onado con el sueño. El motivo principal reside en la relación
Otro obstáculo que impide una experimentación plena ya fue
señalado por André Breton y tiene que ver con la culpabilidad
en el sueño. Existe la creencia de que hay algo en los sueños
existente entre los sueños y algo tan esencial para el ser que debemos esconder a toda costa, lo que los confina, en
humano como el deseo de libertad. Porque el sueño acapara la mayoría de los casos, al terreno estrictamente individual.
más de la cuarta parte de nuestra vida y a veces más de la Breton lo denominó: el muro de la vida privada. Y en este
tercera, y sin embargo el tiempo que se invierte en el dormir, sentido no dudó en criticar el temor pudoroso del mismísimo
para la dominación actual, es y debe seguir siendo un tiempo Freud a la hora de escribir acerca de sus propios sueños, por
muerto. A mi entender, esta represión del impulso onírico es miedo quizá a ser objeto de perversas interpretaciones. Ese
una mutilación en toda regla. La cuestión del soñar debe pues muro nos impide, entre otras cosas, compartir los sueños y
ser tomada seriamente. Claro que encontramos numerosos dar el salto a la experiencia colectiva del soñar. Los sueños
obstáculos a la hora de afrontar tal cuestión. A pesar de las pasan a formar parte de la vida íntima. Pero el gran obstá-
investigaciones realizadas durante estos dos últimos siglos, culo que frena toda posible experimentación es sin duda el
la cantidad de cosas que seguimos desconociendo acerca de principio de realidad: la existencia del trabajo asalariado,
los sueños es inmensa. Por si esto fuera poco nos enfren- que ocupa casi toda la existencia de los individuos.
tamos también a la lamentable confusión que revolotea en A mi entender, no hay fenómeno más misterioso, más
torno al término “soñar”. Sus connotaciones son diversas y intenso que el del sueño. En esos agujeros olvidados de la
en algunos casos antagónicas. Hay una especie de tendencia vida vive la vida. En ellos, hay un más allá en el que puede
a relacionar el fenómeno onírico con el soñar ilusorio que caber el universo entero en sus estadios pasado, presente y
se produce durante la vigilia. Y aquí no puede nacer más futuro. También es evidente que en ellos generamos un modo
que una contaminación entre dos modos de ser: entre la distinto de pensar. Pero podemos ir aún más allá; Lawrence
imaginación desencadenada en los sueños y el pensamiento Lessing sugirió que existe un nivel más profundo de actividad
ilusorio fomentado, por ejemplo, desde los medios de comu- onírica dentro del llamado sueño profundo en el que aflora
nicación. No olvidemos que una de las numerosas estrategias un nuevo pensamiento, de índole más abstracta, diferente
de la dominación ha consistido en sustituir el pensamiento del que aparece en los periodos REM durante el sueño ligero
imaginativo por históricas formas concretas de ilusión, supe- y, por supuesto, diferente también del pensamiento, llamé-
ditando pues, el uso de la imaginación al uso de la ilusión. mosle, “convencional". Los psicoanalistas, por ejemplo, ven

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HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

en el sueño una regresión protectora a un estado que puede Los hombres no viven sus propios sueños; no duermen para
dar lugar a un tipo de pensamiento poético que recupere la soñar sino para descansar. Y esto ocurre porque a muchos
inocencia inicial y provoque una extrañeza aún más acusada no les queda más remedio que ajustarse a los horarios prees-
de los sentidos. Por si esto fuera poco, en el sueño, el individuo tablecidos por el control sobre el trabajo social. Y mientras
adopta una relación distinta para con los demás; se desarrolla duermen no viven; descansan. Duermen enajenados. Es bien
una relación entre individuos en la que no intervienen las sabido que el dormir enajenado tiene unas potentes restric-
formas convencionalizadas de la moral y la estética. ciones impuestas sobre la libido. El dormir enajenado es la
ausencia de gratificación, de autoconocimiento, la negación
Sin embargo, en nuestra civilización los sueños solamente
más grotesca del principio del placer. De este modo el
ejercen acción en un terreno evaporadizo. El hombre ha
tiempo del dormir, que ocupa gran parte del tiempo de vida
supeditado sus sueños al descanso. Esta es la devaluación de
individual, es un tiempo vacío. El dormir es arrinconado a
la actividad onírica. Por desgracia, en nuestras sociedades el
la noche y es desviado para que los sueños actúen de una
cuerpo ya no extrae su valor de ser portador de los sueños. Y manera socialmente inútil. Este subyugamiento, por medio
sin sueños no hay gratificación integral en la experiencia de de los horarios generalizados que impone la sociedad del
la vida. Es indudable que el modo de vida actual arrastra trabajo, cubre de una manera más completa el conjunto de
consigo una separación brutal entre el sueño y la vigilia; la sociedad. Todo lo relacionado con los impulsos más fun-
se ignora la sedimentación que se produce en nuestro damentales, entre ellos el de deseo de revuelta, es arrojado
inconsciente. Y aquellos que plantean una distribución del a ese tiempo vacío del dormir para que el inconsciente lo
dormir diferente a la comúnmente aceptada son rechazados, mastique y lo diluya hasta hacerlo desaparecer. El cuerpo
o aceptados pero a nivel patológico. Lo verdaderamente y la mente son reducidos a meros instrumentos del dormir
nocivo en este proceso de devaluación no es sólo que se enajenado. Gracias a ese control básico del sueño el dormir
destruya la ancestral relación que fusionaba sueño y vigilia, es hoy en día una mera relajación pasiva y una recarga de
sino que, paralelamente a esa disminución de las posibili- energía para el trabajo.
dades del espíritu, degrada en nosotros lo que se conside-
raba como característica de lo humano: el deseo de libertad. Afortunadamente no todas las formas y modos del
Surrealistas como Gherasim Luca o André Breton han sido dormir son irreconciliables con el principio de placer. La
algunos de los pocos en plantearse este hecho, a mi modo de alteración de la distribución del tiempo del dormir puede
ver, crucial. Breton lo hacía en estos términos: “no podemos potenciar considerablemente el flujo de los sueños. Incluso
desinteresarnos de la manera en que reacciona el espíritu en las relaciones humanas relacionadas con el dormir (sueños
el sueño, aunque no sea más que para deducir de ella una colectivos o puesta en común de los mismos, por ejemplo)
conciencia más completa y más precisa de su libertad” y se pueden proveer de una considerable descarga de impulsos
detiene ahí antes de insistir en la necesidad de alcanzar ”un de componente libidinal, pasional o eróticos. Para ello he
introducido la noción de un dormir no enajenado. Pero ¿en
conocimiento mayor de las aspiraciones fundamentales del
qué consiste este dormir no enajenado? Una forma de mate-
que sueña al mismo tiempo que una apreciación más justa
rializar ese nuevo dormir es el de la alteración de las horas
de sus necesidades inmediatas”.1 Ciertamente, el inconsci-
del descanso. Se trata de una redistribución de las horas
ente conoce mejor que el consciente la búsqueda de valores
del dormir bien diferente, que se adapte a las exigencias
esenciales para alcanzar la libertad. Y esta es otra de las
corporales y psicológicas de cada individuo. Este cambio en
virtudes propia de los sueños, tal vez la más poderosa, que el
la rutina diaria puede presentase como brusco o progresivo,
sistema de dominación destruye con más perversidad.
discontinuo o persistente; la gran diversidad de disposiciones
La situación actual es lamentable; la mayoría de la gente y de reacciones en relación con una alteración de tal enver-
nunca se ha planteado el problema de la desonirización de gadura dependerá mucho de las características psíquicas y
nuestras sociedades. Además, existe un desinterés generali- fisiológicas de cada individuo. El doctor M. Eck afirma que
zado para con esos sueños que son recordados al despertar. “existe una disciplina de la duración del sueño, y es cierto

S a l a m a n d r a 17 - 18 60
HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

que la regularidad en el número de estas horas de sueño y en sueños que aparecen en las fases intermedias del descanso y
los horarios para acostarse y levantarse forma parte de una por otro lado, al estar obligado a madrugar y acudir cuanto
educación de la voluntad (…) esta disciplina es, a menudo, antes a su puesto de trabajo, olvide ese último sueño que
más una baza forzada, que la expresión de una libertad”.2 Lo interrumpe el despertador, desvaneciéndose sin más. Antes
que viene a decir que la organización represiva de los sueños incluso de la llegada de la civilización industrial, la técnica
se debe a factores que no son inherentes a la naturaleza de de la manipulación en masa ya tuvo que desarrollar una
los sueños sino que son producto de las específicas condici- industria del descanso que controlara directamente el tiem-
ones históricas bajo las que se desarrollan.3 po del dormir. Y actualmente, esa organización represiva del
descanso es ya indispensable para prolongar la dominación
Puesto que la historia de la civilización occidental es la
actual. El Estado ha tomado la tarea de reforzar tales con-
historia de la industrialización total, el colofón de esta his-
troles porque sin esta organización represiva, el durmiente
toria aberrante la hemos alcanzado ya y es la desonirización
podría sentirse dueño de sí mismo, y también dueño de su
total de los instantes vividos. Los hombres deberían volver a tiempo. Y tal vez, impulsado por un conocimiento más amplio
experimentar sus sueños —como han hecho y hacen ciertas de las potencialidades de liberación de la realidad del dormir
sociedades tribales— después de haberlos arrinconado artifi- y por la energía desencadenada en tal experimentación, éste
cialmente en su inconsciente. Buen ejemplo es el de la tribu atentaría contra sus propias limitaciones externas y lucharía
de los Senoi, en Malasia, para quienes los sueños eran el por abarcar un campo todavía más amplio de relaciones
lugar privilegiado de acceso a lo real. Toda su existencia indi- existenciales, haciendo explotar las actuaciones represivas
vidual y comunitaria giraba en torno a la experiencia onírica, de la dominación. Las prácticas relacionadas con el dormir
que era un aspecto prominente de la educación de los niños podrían convertirse en un gran obstáculo para la producción
y un conocimiento corriente para todos los adultos. Para y por tanto para la perpetuación de la dominación. Estamos
ellos, la puesta en común de los sueños era un aspecto más pues, ante un conflicto de índole biológica y de índole social
de la educación y del trato social cotidiano. Discutian y ana- entre el principio de placer y el principio de realidad, entre
lizaban los sueños de todos los miembros de la comunidad el soñar y el trabajar.
en consejo. Mediante esa integración del fenómeno onírico
en la sociedad, los Senoi llegaron a un avanzado estado de La cuestión de los sueños debe resolverse entonces desde
cooperación e integración social y física en el que los sueños dos niveles bien diferentes, pero sometidos a interacción: el
eran tratados como réplicas psicológicas del entorno socio- nivel biológico filogenético y el nivel sociológico. No se trata
físico.4 No dejo de imaginar las ventajas de aplicar este tipo tan sólo de su puesta en común, sino de integrarlos en la vida
de métodos y de relaciones interpersonales tan asombrosos social y que pasen a formar parte de esos vínculos afectivos
en nuestra sociedad. Se trata pues de intervenir en la trama y emocionales que ejercemos hacia las personas con las que
de la vida social. Y por desgracia la vida social se encuentra convivimos. Tampoco se trata de reducir o prolongar las horas
del sueño, sino de acomodarlas a las exigencias individuales,
llena de represiones.
secuenciando periodos alternativos de sueño y vigilia. Se
En efecto, la atenuación e invisibilización de los fenóme- reconoce incluso en la comunidad científica que las adapta-
nos oníricos pertenecen a ese cimiento básico de la repre- ciones individuales son innumerables. Por otro lado, tampoco
sión, con lo que el progreso normal hacia la fusión de vigilia hay datos científicos que nos permitan concluir sobre la
y sueño ha sido saboteado de tal manera que los sentimien- duración ideal del dormir; sucede que hay individuos a los
tos, emociones e impulsos instintivos se ejercen tan sólo en que les es suficiente con dormir pocas horas; otros individuos,
la vigilia. Porque la organización de la civilización requiere en cambio, requieren de mucho más tiempo. Incluso esa
de una estricta organización del tiempo del dormir de los duración varía en función de la estación, estados de ánimo,
individuos que la integran, especialmente de la clase traba- alimentación, temperatura… Por esta razón, “no es una exi-
jadora. Y la distribución de las horas del descanso imperantes gencia natural el hecho de que estos ritmos de sueño nos ale-
provoca que, por un lado el durmiente se desentienda de los jen del estado consciente a las mismas horas todos los días,

61 S a l a m a n d r a 17- 18
HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

al caer la noche, por lo general (...) cada ser viviente adquiere sueño)”.6 Desde siempre me he planteado la posibilidad de
el ritmo nicteneral del sueño mediante una adaptación de las estudiar el proceso onírico que contínúa, aunque debilitado,
exigencias psicológicas a las necesidades sociales”.5 Uno se en el proceso del despertar. Estoy hablando del ensueño.
sorprende al ver lo distantes que se hallan esas necesidades Me propuse estudiar en mis propias carnes el mecanismo
sociales de las verdaderas necesidades del individuo. orgánico que está detrás de este fenómeno para ponerlo al
servicio del principio del placer.
Iniciemos o no ese camino de autobúsqueda, nos encon-
tramos ya inmersos en un modo de vida impuesto, pero tam- Teniendo en cuenta que hay un marcado ritmo biológico
bién sometido a cambios. Ya el mismo sistema de domina- determinado que incluso prosigue de algún modo al tiempo
ción, ayudado por nuestra indiferencia, nos marca el camino de vigilia, me planteé la posibilidad de aprovechar estas
a seguir y aporta sus propias “adecuaciones”; es curioso que fases naturales del sueño con el fin de fusionar sueño y vigi-
los únicos estudios que plantean adecuaciones del sueño lia e iniciar un proceso de expansión interna que ensanchara
son los que realizan determinadas empresas para adaptar los límites de la vida al de las necesidades subjetivas más
los cambios de turno de determinados trabajos. Desde estas fundamentales.7 Ahora bien, ¿cómo se podría materializar
empresas se advierte que el dormir debe hacerse en cantidad esa fusión de forma concreta? Dentro de estos ciclos se
suficiente, pero con el único fin de que ese descanso sea útil va del sueño profundo al sueño ligero de forma intermi-
de cara a proporcionar una relajación y un descanso eficaces tente. Considerando que dormimos una media de 8 horas
que preparen para el trabajo. Y muestran especial interés por noche y la duración de cada uno de esos ciclos —en los
en estudiar qué horarios o formas de vida desorganizan la que se generan los sueños— es de hora y media, tendríamos
cadencia del sueño del trabajador de forma menos agresiva, la estimación de unos 4 sueños por noche. Pero el ritmo de
para que éste no engendre fatiga nerviosa, por ejemplo. vida impuesto por la sociedad del trabajo nos obliga a per-
Estos nuevos esclavistas son conscientes que alteraciones de manecer dormidos durante todo ese proceso, con lo que todo
este tipo provocan a su vez la transformación del propio ser ese material onírico es condenado al olvido. Ahora bien, si el
del durmiente; bien para hacerlo aún más sumiso, bien para sueño ligero es el que nos prepara para despertar, tal vez sea
desencadenar en él un proceso de liberación interior. ese el terreno propicio para provocar tal fusión. En estas sub-
fases podríamos autoprovocarnos un despertar paulatino, no
A propósito de las relaciones entre sueño y vigilia he teni-
brusco y realizar un subrayado del sueño, incluso podríamos
do experiencias conmovedoras estos últimos meses: cambios
transformarlo en un sueño lúcido con el que poder jugar. Y
drásticos de horario y en la duración de los sueños, repercu-
dar el salto, tras un breve periodo de tiempo en estado de
siones del cambio de alimentación en el ritmo del sueño, la
semisueño, al siguiente sueño profundo. Claro que para ello
construcción de mapas psicogeográficos oníricos, desperta-
habría que ejercitarse. El durmiente se hallaría inmerso en
res provocados... Los resultados han sido asombrosos. A con-
una dinámica que alternaría sueño y vigilia de forma más
tinuación describiré una serie de experiencias que tienen que
continuada, estableciendo un diálogo directo y profundo
ver con las alteraciones de las costumbres del descanso, con
con su inconsciente. El durmiente podría prolongar cada
el fin de convertir al sueño en una experiencia integral de
subdespertar a su antojo, pues podría resultar indispensable
libertad y gratificación. Traigo aquí una cita de André Breton
prolongar una velada en aras de un disfrute más exhaustivo
que no me cansaré de repetir: “parece que no podemos
y esclarecedor de determinados sueños.
hacer nada mejor que experimentar en nosotros mismos el
método en cuestión, a fin de asegurarnos que el ser sensible De modo que elaboré una estrategia para “cazar” mis pro-
inmediato que tenemos incesantemente a la vista y que es pios sueños, calculando la duración de los intervalos implica-
nosotros, somos capaces por dicho método de pasar a ese dos en su aparición. Primero planifiqué un nuevo horario: las
mismo ser mejor conocido en su realidad, es decir, ya no 24 horas del día quedaban divididas en 2 grandes bloques;
como ser inmediato, sino en varias de sus nuevas relaciones cada bloque consistiría en 3 subciclos de 2 horas destinadas
esenciales (unidad de la esencia humana y del fenómeno del al dormir, entre estos ciclos de sueño, insertaría subfases de

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HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

1 hora que comenzarían con despertares ligeros provocados, Sin embargo, antes de tener que interrumpir la experiencia,
durante los cuales procedería al subrayado del sueño en un sí que noté cómo mi organismo se iba adaptando al nuevo
estado intermedio entre vigilia y sueño (con su consiguiente ritmo. Prolongué este nuevo modo de dormir durante tres
anotación inmediata). Tras estas 8 primeras horas habría semanas, tiempo suficiente para apreciar las enormes ven-
un despertar fuerte, este despertar se prolongaría durante tajas de su aplicación real.
4 horas, que se aprovechará para almorzar. Tras esta fase
Con relación a la posibilidad de experimentar sueños
volveríamos a repetir otro segundo bloque de 8 horas similar
mutuos me detendré, a modo de ejemplo, en la siguiente
al anterior. Tras este segundo bloque daría paso a una fase
anécdota: una noche, mi amiga y yo nos habíamos echado
de vigilia de unas 3 horas en la que volver a almorzar.
a la cama, desnudos, felices y cansados de haber hecho el
En un principio se trataba de una propuesta teórica provi- amor efusivamente momentos antes, a eso de la 1:20 (según
sional, pero no tardé en llevarla a la práctica. Elegí el verano anotaciones hechas en mi informe) Días antes, había estado
de 2007, ya que había decidido no trabajar durante ese largo ya practicando el despertar provocado sistemático, con lo que
periodo. Por fortuna, tuve la ocasión de pernoctar durante llevaba ya varias noches despertándome repetidas veces, sin
un periodo largo de días en casa de una amiga, quien aceptó ayuda de despertador. Aquella noche, a eso de las 3:35, me
participar en tales experiencias. Es bien sabido que no sólo despertó la intensidad provocada por el siguiente sueño:
el cambio de horarios, sino el cambio de lugar fomenta con-
siderablemente la aparición de sueños. Cada subciclo de dor- Caminaba de noche, por la calle Tetuán de Santander. Me
mir lo realizaba en lugares diferentes de la casa: unas veces aproximaba a la boca del túnel que conecta Puerto Chico
en el sofá del salón, otras en el dormitorio de ella, otras en con Los Castros. Ante mí, tenía la gran boca del túnel, y a mi
la cama de invitados… lo que influyó considerablemente. izquierda la carretera. Los arbustos cercanos no me dejaban
Tengo que reconocer que fui algo desordenado a la hora de ver bien la carretera, pero aprecié la parte de un coche; la parte
cumplir con los horarios marcados, no sólo por la pereza; de la ventanilla, donde una mujer joven apoyaba su cabeza en
también me vi en la obligación de hacer diversas adaptacio- el cristal y dormía. Sonaba un tema de Rita Mitsouko. Cuando
nes, en función de reacciones imprevistas de mi propio orga- el coche avanzó y salvó la zona del arbolado me sorprendió el
nismo. La primera fase la inicié a eso de las 12 de la noche. hecho de que sólo existiera la puerta color gris metalizado del
Curiosamente algunos de los 3 subdespertares provocados coche, lo demás —incluido la mujer— había desparecido. Sólo
no coincidieron con la aparición de sueños. De hecho, hubo quedaba esa puerta, que flotaba y seguía el curso de la carre-
dos despertares que sí coincidieron con la aparición de un tera a gran velocidad. Me giré y la observé asombrado.
sueño y que se produjeron sin la ayuda externa del desper- Después me interné en una urbanización cercana, próxima
tador, quizá causado por la sugestión de verme incluido en al pub Tempus. Atravesé una cancela metálica y vi un soportal.
un experimento. Estos dos despertares no coincidieron con el
Antes de doblar la esquina que da a la puerta del portal, intuyo
horario programado, sino que se produjeron tras unos lapsos
la presencia de un hombre sospechoso. Al dar dos pasos más
de tiempo de dos horas o dos horas y media. Al tercer día
veo que es un hombre de barba, que tiene extrañas manchas
de estar realizando estas experiencias, tuve la sorpresa de
negras en la cara. Va vestido con camisa y pantalones vaque-
comprobar cómo era capaz de despertarme sucesivamente
ros. De pronto, eleva las manos con intención de agredirme. En
sin la ayuda del despertador. Había conseguido acomodar al
ese instante trato de girar para huir de él, pero hay unas rejas
organismo a esos tres subdespertares. Por otro lado, encon-
enormes que me lo impiden.
tré diferencias entre el bloque nocturno y el bloque diurno.
Durante el primero me era más fácil reconciliar el sueño. Por Me desperté. El sueño, en este caso desagradable, me llenó
el contrario, en el segundo bloque, hubo rachas de más de 2 de un sentimiento de miedo extremo. Elevó incluso mi tem-
horas en las que no podía dormir. Relacioné este hecho con peratura corporal. Mi amiga se despertó, me miró adormeci-
la fuerte acomodación que supone haber estado toda la vida da y volvió a dormirse. Durante la noche me desperté en dos
destinando el día para la vigilia y la noche para el dormir. ocasiones más, pero esos despertares no coincidieron con

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HACIA UNA EXPERIENCIA DEL DORMIR NO ENAJENADO
Vicente Gutiérrez

ningún sueño. A la mañana siguiente, mientras desayunába- 2. M. Eck, P. Laget, P. Lechat: El sueño. Colección Vivir es saber, Vol
mos y sin yo decirla nada acerca de este sueño, ella me narra, 29 (2ª serie), Aymá S. A. Editora, Barcelona, 1964, pp. 17.
de forma totalmente espontánea, un sueño que ha tenido 3. En nuestro pasado prehistórico el ritmo del dormir era bien dis-
esa misma noche: tinto, seguramente en ciclos de menor duración. El sueño era una
preparación para adaptarse a una situación de peligro y existían
En su sueño, aparecíamos ella y yo, entrando en su portal.
mecanismos para distinguir los estímulos que nos alertaban de peli-
Subimos las escaleras y al llegar a la puerta de su casa, antes gros externos. En la civilización actual esos peligros son inexistentes
de abrir la puerta, ella percibe la presencia de otra persona. Se o muy infrecuentes, de modo que la corteza del cerebro ignora todas
gira y ve que en el rellano posterior, hacia arriba, hay alguien esas impresiones sensoriales que ya no están asociadas a un estado
que nos espera. de alerta y que son la inmensa mayoría. Por su parte, las exigencias
laborales de nuestra sociedad contribuyen a que el dormir dure más
¿Cómo describir el estado de ánimo que aquel hecho infun-
horas que en la antigüedad, y se realice en una sóla fase. Pero no
dió en mí? Soñar algo similar despertó en mí la curiosidad
hay datos científicos que aseguren la necesidad biológica de distri-
por ese personaje del que comencé a hacer un seguimiento.
buir las horas del descanso como hacemos cotidianamente.
En este sentido me voy a permitir contar un sueño posterior,
4. Kilton Stewart: Dream Theory in Malaya, publicado en Charles T. Tart,
que tuve algunos días después, en aquel mismo dormitorio:
Altered States of Consciousness, Doubleday & Co., Nueva York, 1969.
No sabría precisar si este sueño lo tuve con los ojos abiertos o 5 Norman Mackenzie: Los sueños, Luis de Caralt Editor, S. A.,
cerrados. En cualquier caso estaba orientado hacia la puerta Barcelona, 1966. p. 13-14.
del dormitorio. La veía perfectamente. Estaba entornada. De 6. André Breton: Los vasos comunicantes, Ediciones Siruela, Madrid,
repente vi entrar a un hombre, de aspecto similar al descrito 2005. p. 25.
en el otro sueño, pero vestido con ropa deportiva. Sin decir
7. El profesor Nelson advirtió que la cantidad de sueños variaba
nada se lanzó sobre mí. Me desperté. Creí abrir los ojos, aunque con los cambios de estado físicos, especialmente alteraciones en la
como digo, puede que ya los tuviera abiertos. En ese despertar presión de la sangre, del pulso y de la respiración. Sugirió que en
aprecié, a pesar de ser de noche, la puerta, en la misma posición el soñar habría un ritmo definido que formaba parte de un proceso
en la que había estado en mi sueño. psicobiológico. Llegó a demostrar que en la edad adulta, el ritmo
básico del sueño tiene un ciclo de unos 90 minutos. El primer sueño
Podría poner más ejemplos pero prefiero no alargarme.
aparece tras 90 minutos de haberse dormido y esto sucede porque
Creo que ha quedado claro el tipo de experimentación que
cuando se está a punto de despertar el organismo segrega sustan-
propongo. Las conclusiones a las que he llegado han sido
cias bioquímicas que lo preparan para tal despertar, despertar que
diversas. En líneas generales diría: integrar los sueños en la
no se llega a producir debido a los horarios del descanso estable-
vida diurna provoca una intensificación de las emociones y
cidos en nuestra civilización. Los estudios aseguran que este sueño
sentimientos que no suele darse en la vigilia; los conflictos dura lo que el cuerpo tarda en eliminar esas sustancias preparato-
personales se resuelven más fácilmente habiendo accedido rias, unos 10 minutos. Tras ese periodo el durmiente vuelve a entrar
al inconsciente y enfrentándose a ellos de forma directa; se en un segundo ciclo de sueño profundo, hasta que el organismo
alcanza un estado de libertad muy gratificante que pide ser vuelve a prepararse para otro posible despertar. Los demás sueños
experimentado en la vigilia; potencia la aparición de sueños se presentan durante la noche en intervalos similares, aunque van
en serie y a nivel colectivo sueños mutuos, advirtiéndose un siendo más breves. El hecho de que los sueños más próximos a la
mayor fortalecimiento de las relaciones con los demás tanto mitad del dormir duren más, puede ser provocado por el hecho de
en la confianza, los sentimientos o la solidaridad. que al organismo le resulte más difícil eliminar esas sustancias que
segrega el cerebro. Eso explica que éstos suelan ser los sueños más
VICENTE GUTIÉRREZ intensos. Pero por lo general, tendemos a recordar el último sueño.
NOTAS Y hemos asumido como normal el hecho de abandonar el resto. De
1. André Breton: Los vasos comunicantes, Ediciones Siruela, Madrid, hecho ni siquiera los llegamos a olvidar, ya que en la mayoría de los
2005. p. 24 y 25. casos nunca se depositaron en nuestra consciencia.

S a l a m a n d r a 17 - 18 64
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

?
S ueñan nuestros edificios
con la muerte del hombre?
(El temor inconsciente de la arquitectura)
I gn a c io C a s t ro

D e alguna manera, en función del determinismo extremo


al que estamos sujetos, toda crítica moderna ha de
invocar lo inconsciente, lo latente. Pueden imaginarse que
Además, de modo paralelo, tanto en los edificios públicos
como en los privados, la vanguardia de nuestras construc-
ciones actuales ha desplegado un acoso a la irregularidad
el título de este texto alude a la novela de Philip K. Dick terrenal que no tiene precedentes. Estamos rodeados de
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Remite, en cual- una histérica hipocondría frente a lo irregular, obsesionados
quier caso, a varios niveles de nuestros miedos. En primer con emplear un lenguaje correcto, hacer edificios inteligen-
lugar, al temor de que nuestras complejas creaciones se tes, copiar la realidad en un orden numérico, mantener el
rebelen algún día contra nosotros. Pero también a la espe- cuerpo en forma, cuidar las manchas en la piel, combatir la
ranza vaga de que nuestras criaturas técnicas, generadas desigualdad de los sexos, perseguir la inmigración irregular,
por lo más “alto” de nuestra invención, sean tan sofisticadas preservarnos frente a la inestabilidad climática... Todo lo
que algún día, para mayor gloria nuestra, puedan llegar a exterior es un peligro, fuente de riesgo. Como ninguna de
rivalizar con nosotros y disputarnos la hegemonía. Esto nos nuestras superestructuras, más aún en función de su visible
obligaría a darle un giro final a nuestra evolución, abando- carácter público, la arquitectura difícilmente podría dejar
nando definitivamente nuestro destino —cosa que tal vez de reflejar esta genérica mentalidad preventiva. Se trata de
siempre hemos deseado— en manos de seres superiores. una aversión postmoderna a la irregularidad de las formas
Es posible que, desde los años cincuenta, toda la mitología terrenales que supera con creces el sueño geométrico de la
extraterrestre especule con esa posibilidad. En cierto modo, modernidad, que al fin y al cabo todavía era dual y tolerante
las construcciones de las últimas décadas, esos colosales con un resto exterior, en este caso, con la arquitectónica de
y luminosos edificios de Dubai, París, Shangai o Chicago, la misma tierra.
hiperreales en su tamaño volátil, se erigen en guardianes
La arquitectura dedica parte de su fuerza a extender la
de nuestro sueño. ¿El sueño de que nuestras más complejas
sospecha sobre las formas naturales del habitar. Quiero
criaturas nos ayuden a despegar de la tierra?: así al menos
decir, contra la posibilidad extrema, que sin embargo la
presenta Hannah Arendt la episteme oculta de la carrera
arquitectura siempre ha atendido de modo intermitente,
espacial en La condición humana.1 Aparentemente, la furia
de que sea la propia intemperie de vivir la que levante las
de esa carrera ha decrecido, pero tal vez porque su meta de
primeras líneas de protección para el hombre.
ingravidez se ha logrado entre nosotros, poblando el entorno
de esta curvatura de escape, estas estructuras y vectores que No hay sin embargo, no tiene por qué haber ninguna
huyen de la vieja tara de pesar en la tierra. nostalgia de las formas del pasado en un discurso crítico así.

65 S a l a m a n d r a 17- 18
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

Aunque sí, a diferencia de la línea principal en Koolhaas y Y es conveniente destacar que ella todavía no había
otros arquitectos actuales, una nostalgia de lo abierto que asistido, dado que entonces sólo se estaba ensayando el
las ruinas del pasado sugieren, de la indefinición que nuestra modelo, a la plenitud de este despliegue espacial de nuestra
espectacular postmodernidad intenta excluir por todos los arquitectura pública, estos impresionantes edificios que
medios.2 Tal vez necesitamos siempre una distancia desér- con una extraña frecuencia semejan vehículos planetarios
tica, una nostalgia de aquello que muestra en sus grietas de despegue. Vivimos en un escenario de vectores lanzados
la huella de una intemperie que ha marcado el pasado, los que invitan a habitar la velocidad, como si la huida de toda
bajíos de todo presente. Los puentes radiantes de Calatrava, sede fuera la nueva “morada”. Hoy el poder arquitectónico
las ciudades azules de Iñaki Ábalos son temibles si no se parece simplemente ignorar el ethos de lo que se dice morar,
acompañan de las ironías pesimistas de Fernández Alba. el “aquí y ahora” de la existencia.4 La velocidad es nuestra
idea fija, dice Rilke en una de sus maravillosas cartas sobre
Intentaremos, pues, abrir grietas, las de la duda, en estas
Cézanne. Tal parece que corremos para darle la razón. Si lo
curvadas, puritanas y luminosas superficies que nos rodean
inconsciente era un espacio de latencia ahistórico, por cuan-
en la gran urbe. Para ello vamos a servirnos de la vaga
to no pertenecía al poder de la época ni de los hombres, toda
referencia de cuatro imaginarias excursiones locales, con-
la actual imaginería urbana excluye tal espacio de encuentro
trapunteadas a su vez con una antropología que toma dis-
en la medida en que la comunicación prohíbe la desco-
tintos puntos de partida imaginarios. Se trataría de un viaje
nexión, que haya nada latente... salvo que sea terrorista. Si
“rumano” a la escenografía de la terminal T-4 del aeropuerto
el inconsciente era un resto psíquico del pasado primitivo
de Barajas; una excursión “neoyorquina” a la ampliación del
del hombre, un resultado de lo reprimido en el hombre por
Prado por Rafael Moneo; una excursión “gallega” al edificio
la civilización, ahora el poder no debe ser represivo y todo
de viviendas de San Chinarro y una visita “madrileña” a la
malestar debe superarse en la interactividad global.
ampliación del Museo Reina Sofía hecha por Jean Nouvel.
Las cuatro excursiones, tan imaginarias como reales, estarían Mientras tanto debemos seguir con este despliegue aéreo,
guiadas por un obsesivo imperativo: pensar desde lo más casi líquido, de nuestras construcciones. Pronto comprobare-
atrasado de nosotros mismos, desde un subdesarrollo —una mos una especie de obscenidad de lo visible, una “tolerancia
“subnormalidad”— que consideramos fundamental para la cero” hacia todo lo que pueda haber de invisible en nuestros
crítica en un mundo cuya normalización ha llegado a ser, lugares, como si nuestra cultura padeciera de fe en cualquier
como se dice, global. existencia que no esté acotada, comprobada, medida espec-
tacularmente. En la época digital de los soportes “inmateria-
1. TRASCENDENCIA MINIMALISTA les”, cada vez hay menos margen para las inmaterialidades
de la vida corriente.
Al comienzo de La condición humana Arendt recuerda que el
despliegue espacial de las potencias mundiales en liza, EEUU Cabe ahora una pregunta un poco brutal: ¿los arquitectos,
y la URSS, parece expresar una voluntad titánica de escape. como los políticos globales, ejercen su poder sobrevolando lo
La pensadora presenta, como un motivo unificador de las local, sobrevolando las zonas de catástrofe? ¿Igual que Bush
dos potencias en el mundo moderno, una “doble huida” de sobrevolaba en el Air Force One las marismas que dejó tras
la Tierra al Espacio y del Mundo al Yo. Arendt advierte al de sí el huracán Katrina? ¿Igual que Al Gore sobrevuela la
mismo tiempo, siguiendo de lejos las enseñanzas de Freud, tierra para demostrar el cambio climático? Es difícil no aso-
el peligro letal que entraña este intento masivo de escapar ciar la multimillonaria fuerza civil de la nueva arquitectura
de la condición mortal. Para empezar, tal intento supone que orgánica y aérea a la fuerza militar de las nuevas armas con
las democracias occidentales serán crecientemente dirigidas las que, desde el aire, dominamos a los pueblos atrasados,
por una élite que, literalmente, no habla ningún lenguaje los que permanecen confundidos con la tierra. ¿Se limitó el
natural conocido.3 equipo de Philip Johnson a otra cosa que sobrevolar Madrid,

S a l a m a n d r a 17 - 18 66
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

sin pisarlo, para diseñar las llamadas Torres Kio? Y este la ópera de Sidney, el Guggenheim de Bilbao o las torres
esquema neocolonial, nos tememos, se repite con demasiada Petronas de Kuala Lumpur. El exterior de las construcciones
frecuencia. Por lo que sabemos, también en el diseño por se parece cada día más a una pantalla plana que prescinde
Eisenman de la santiaguesa Cidade da Cultura. de cualquier solidez, de la pesadez y fijeza de lo elemental
o limitado. Si algún material elemental aparece es como
Nos rodean formas blandas, flexibles, que imitan al mismo
adorno integrado en una edificación que en su conjunto ha
sujeto maleable que somos nosotros, materia prima del
de ser rabiosamente diáfana, sintética. En nuestros edificios
sector terciario. Grandes edificios coloreados y complejos,
se trata casi siempre de una superficie dinámica en ebulli-
disimulando su aire imperial como si fueran juguetes o golo-
ción, que destella y emite continuamente. La exterioridad es
sinas. ¿El perfil casi siempre agresivo de nuestros edificios
total, hasta el punto de que del exterior no se puede deducir
incluyen ya el bombardeo de lo no espectacular, lo atrasado,
ningún interior.
lo simplemente terrestre, los edificios polvorientos de Irak,
las chozas de Sudán, las cuevas de Afganistán? Una vez más, Koolhaas recuerda que incluso lo mutante de la escala,
la intemperie reprimida como mortal aquí tendrá que insta- bella por su tamaño “inmoral”, hace casi innecesario la for-
larse allí como letal. A la vista de estas soberbias construc- mación humanista del arquitecto y su intento de darle forma
ciones habría que inventar una tristeza que los envuelva, una al edificio. Cualquier forma va a ser bella a esa escala irreal,
nueva pobreza de la experiencia para que estos edificios no casi extraterrestre, publicitaria de otro mundo. Otro mundo
es posible, el que nunca llega, y vivimos en función de él,
sean indirectamente asesinos, cómplices del crimen masivo
igual que dentro de un anuncio. Buscamos huir de aquí, de
del que habla Lorca en Poeta en Nueva York.
allí, de donde sea, cualquier locus real que nos invite a habi-
2. LUCES PERPETUAS tar lo mortal, a convertir la muerte en morada. Esto, que es
el abecé de lo que se llama existencia, hoy nos mataría. ¿Está
Pasemos ahora al aspecto de las fachadas. El exterior de libre de este simple imperativo de huida la arquitectura?
cualquier edificio siempre ha sido significativo, una acu- Flotar, el parpadeo de las pantallas, la circulación perpetua,
mulación de señales culturales y políticas conectadas a los la comunicación sin fin. Nuestros edificios reverberan, haga
mitos de una época. Ahora sin embargo, a diferencia de o no haga sol.
ayer, no subsiste apenas ninguna fachada maciza, inerte,
extática. Todo está plegado al maximalismo de un poder Edificamos ilusiones. En el fondo, necesitamos que una
masa de desharrapados arribe sin cesar a nuestras opulentas
flexible, minimalista en su retórica. En una década a la que
costas. Ahora bien, el madrileño viaducto de Bailén ha de
le repugna el humo, como signo de un resto, todo lo sólido se
ser protegido con mamparas para que la gente no se arroje
desvanece en el aire, en destellos de lejanía. El mensaje es el
al vacío. ¿Alguien se ha tomado la molestia de asomarse a
medio, por eso los contenidos informativos se simplifican. La
la estadística de suicidios, de depresiones, de misteriosas
arquitectura es espectáculo: ¿por eso todas las estructuras
desapariciones? Igual que una masa de ciudadanos-lem-
se adelgazan? Siguiendo la línea de una “liquidación” que, no
mings huyen de la ciudad los fines de semana, una masa de
sin cierta ambivalencia, ya anunciaba Marx en el Manifiesto, humanos occidentales quiere huir de esta vida para siempre.
las construcciones actuales han de ser llamativamente lumi- Esas placas de cristal blindado del puente madrileño son
nosas, incansablemente expresivas, expansivas, significantes. toda una metáfora de la digitalizada lámina de protección
Lo que publicitan es la potencia de la fluidez, prometiendo —la imagen, la publicidad, el consumo— que debemos poner
que la comunicación jamás se detendrá. La luz, el perfil frac- por doquier entre nosotros y la existencia. La complejidad,
tal, los materiales reflectantes, el tamaño mutante (según su espectáculo incluso brutal, nos protege de una simpli-
Koolhaas): todo ello conspira para que el edificio sea espec- cidad para la que ya no estamos preparados. Necesitamos
tacular, de cerca y a distancia. Esta vocación de impacto y protección, preservar nuestra burbuja artificial, pues el aire
ligereza se manifiesta en construcciones tan distintas como libre nos mataría.

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¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

Queda entonces otra cuestión más turbia, más directa- sobre el adentro, sobre un interior que pueda ser secreto, no
mente política. ¿Cómo soportar el infierno de coerciones en directamente comunicable? Como nuestras admiradas top-
que hemos convertido la protectora vida social, la asfixiante model, los nuevos edificios son portadores de una anorexia
red de obligaciones que nos cercan? La arquitectura se que parece prometer que no hay nada de alma, un interior
sumerge así en una lógica, extremadamente simple, que que repose y permanezca secreto, que se limite a residir en
hace necesaria una ficción fantástica que prolongue en el la tierra mortal. Debido a esta falta de fe en el núcleo de
ocio la ferocidad del tejido neoindustrial. ¿El espectáculo la existencia, todo ha de estar a la vista, en la superficie de
como una práctica brutal que compensa en el ocio la bru- exposición, a la luz del público mundial que viaja y lee revis-
talidad de la esclavitud laboral?: no parece una perspectiva tas de arquitectura en los aviones. Como tantas veces en las
demasiado halagüeña. La cultura del entretenimiento que manifestaciones públicas del poder, las realizaciones de la
hoy lo inunda todo, desde la información más seria hasta arquitectura moderna funcionan más, incluso en su eficacia
el arte más radical, busca que nada exterior —que al ser local, desde la imagen y publicidad externa que emiten, que
simplemente mortal, sería letal— se cuele en la vida de los por su resolución local de un problema de uso real. ¿No es
hombres, perturbe el blindaje del orden productivo. Así, la cierto que el Guggenheim de Bilbao es un genial recurso
ficción, de la cual forma parte intrínseca la arquitectura, de la sociedad vasca para cambiar la imagen de una región
complementa y oculta la feroz pragmática diaria. y ligarla al destello del aluminio y el titanio, a la ligereza
y velocidad de la expansión terciaria, que además no crea
La sociedad es asfixiante, por eso, para que la gente no
muertos? Es curioso que jamás haya sido blanco de ETA. ¿Tal
explote, la liberación ociosa ha de ser explosiva. Edificando
vez porque nació con la explosión incorporada en su estruc-
ilusiones. Nuestras vidas son miserables, normalizadas por
tura flamígera, en la expansión terciaria que genera?
un sinfín de reglas —políticas, laborales, fiscales, circulato-
rias— que no tienen precedentes. Están divorciadas además El minimalismo esquemático de algunos elementos parcia-
de cualquier reposo, de una independencia primaria, por una les, incluso en una estructura total que puede tener un aire
mediación social y técnica que ha llegado a ser omnipre- de juguete, parece estar puesto al servicio del maximalismo
sente. El mensaje es el medio porque el contenido único de de la expansión, del impacto, de la circulación. Las paredes
la comunicación es su omnipotencia, esto es, la prohibición reflectantes, las formas inestables, el perfil complejo. Todo
de desconectar. Así, cuando visitamos los museos o los en el nuevo edificio parece estar atravesado por la velocidad,
aeropuertos los edificios nos han de prometer un estallido, el tránsito, la comunicación, la “libertad de expresión”. Y
un fantástico vuelo. ¿Hacia dónde? No es tal vez pecar de en efecto, en el interior del edificio todo transita: pasillos,
maldad ligar esta fantasía espectacular del ocio, que nada pantallas, salas, información, transeúntes.
tiene que ver con nuestras vidas ultranormalizadas, con lo
La velocidad, su tensión, su esbeltez, esta cura de adel-
que Marx llamaba ideología, la función básica de “falsear”
gazamiento que puebla nuestras construcciones, sólo tiene
nuestras condiciones reales de vida, de ocultar la infraes-
esta meta: desactivar el reposo allí donde pueda producirse,
tructura que día a día pisamos. ¿La arquitectura es, como el
quiero decir, el “sentido de la tierra” (Nietzsche), el daimon
mito entero de la tecnología que la sirve, el nuevo opio del
de lo extático. La pura y simple existencia mortal es el fan-
pueblo?
tasma, lo real, el nuevo “espectro” que hoy recorre los bajos
del turbocapitalismo (de ahí todos los temores, esta intermi-
3. VELOCIDAD SIN DESTINO
nable lista de enemigos que nos acosa desde la exterioridad
Como si no creyeran en lo que se llama habitar, existir, y del habitar: el último es el cambio climático). El poder-surf
necesitasen un continuo reconocimiento de la opinión públi- que sucede en el tiempo al poder represivo de antaño, este
ca, nuestros últimos edificios pugnan por “salir del armario”. poder que funciona con una geometría flexible y superando
¿Buscan una expansión externa que elimine toda pregunta la coacción de los espacios cerrados, ha de mantener una

S a l a m a n d r a 17 - 18 68
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

tolerancia cero hacia lo extático, hacia el tiempo muerto no concluir que la histeria actual con la inestabilidad climá-
donde puedan susurrar las sombras del habitar.5 ¿La tierra tica obedece a esta misma intolerancia hacia lo no regulado,
misma debe cambiar, su clima debe cambiar para que no lo que funcione sin programa conocido.
haya un referente extático, exterior a nuestra religión de
Del psicoanálisis sabemos que lo mortal reprimido en la
la movilidad? De ahí la idea de que todos nuestros obje-
cultura retorna como algo letal en lo real. De hecho, este
tos, todos nuestros templos privilegiados —aeropuertos,
acoso al que la curvatura muscular de nuestra edificación
museos, centros comerciales y de ocio—, emitan destellos
las 24 horas del día. Incluso de noche y cerrados nuestros somete a cualquier ámbito de sombra, produce a su vez una
edificios deben velar para que la noche, el silencio, el rumor peligrosa “zona cero” perpetuamente latente. El presenti-
del reposo no se cuele por los intersticios. Los haces de luz miento de que va a ocurrir algo carga esos lugares desérti-
perforan la noche igual que la tecnología atraviesa el cuerpo cos: sótanos, pasillos, salas vacías, columnas, aparcamientos
del hombre o el núcleo de la materia. De parte a parte debe inmensos. Lo que se revela en parte de la actual fotografía
reinar el poder escrutador de lo técnico, metáfora misma del urbana es el terror de lo durmiente, el monstruo neutro que
imperio social. parece latir tras la geometría despiadada de nuestros gran-
des espacios. El vacío cría monstruos porque, aunque esté
Frente a la Cultura de ayer, que según Freud estaba
lleno de reglas, carece de una vía de comunicación con la
habitada por un malestar latente, un resto de lo reprimido,
sombra de la singularidad. Por lo tanto, todo se deforma en
la Comunicación de hoy ha de estar limpia de malestar, ha
él y crece amorfo, sin ley. De algún modo, el género de terror
de que blanquear cualquier malestar en un destello sin fin,
que nos envuelve tiene razón.
una curvatura sin fin, una complejidad si fin. Si pensamos
en cómo se ocupan actualmente los solares vacíos, cómo Cuando Gus van Sant intenta captar en Elephant (2004) la
se rellenan de logos los huecos urbanos y se eliminan los atmósfera que rodea al joven torpe o discreto que mañana
lugares de cualquier parada, no es difícil deducir cuál es será un mass killer, lo hace filmando largos pasillos silen-
nuestra ideología, aunque carezca de lo que propiamente se ciosos, estudiantes estereotipados que acosan a los lentos,
llamaban “ideas”. Incluso la aversión instintiva de nuestros
grandes salas vacías llenas de ecos, aglomeraciones de
escenarios postmodernos al tabaco, a la lentitud del humo y
gente, reuniones estúpidas, jóvenes tímidos que sufren el
al espacio de conversación que genera, es difícil de separar
estruendo... No hay elevación sin un sótano correspondiente,
de esta aversión a la detención, al tiempo muerto donde
no hay despegue sin una sombra de accidente potencial
puedan encontrase mensajes no codificados. Un puritanismo
que lo acompañe. Las premoniciones del 11 de septiembre
maximalista guía el minimalismo existencial, deconstruc-
parecen darle la razón a esa idea de que es la propia edifi-
tivo, de nuestras construcciones. La luz despiadada de la
cación, en su tamaño mutante, la que llama a la catástrofe.
geometría, la estructura inteligente persigue cualquier zona
Igual que la velocidad del avión multiplica el impacto con
de sombra, de atraso, de solidez elemental. La incesante emi-
sión especular de destellos esconde un puritanismo fúnebre. el más pequeño obstáculo, la lógica expansiva de los edifi-
Hay razones para creer, en contra de lo que pensamos, que cios, cuando se junta con un pequeño pinchazo, produce un
se da en la lógica social postmoderna una intolerancia hacia efecto multiplicado. La misma lógica de la expansión que
la exterioridad terrenal mayor todavía que la propia de la sostiene al edificio se convierte en una trampa letal cuan-
modernidad. Se trata sólo de nuestra vieja obsesión por la do en ella penetra un virus. Si un pequeño hacker filipino,
recta, por la geometría que salve la irregularidad terrenal, recuerda Baudrillard, logra crear un daño masivo con el virus
interrumpida continuamente con cambios de dirección. El I Love You, así las Torres Gemelas parecen secundar el choque
imperativo es mantener el diseño global de una deconstruc- de los aviones, obedecer a su señal. Como si cada atentado
ción de cualquier exterioridad referencial. Es difícil también supusiera una segunda explosión sobre la primera, sobre

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¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

la “bomba informática” que ha generado cualquier figura configuración casi espontánea del nuevo espacio. Además,
espectacular de nuestra edificación. 6 tal como se ve en la terminal T-4, si el tamaño descomu-
nal no se acompañase de una multiplicación compleja de
4. CONTROL señales, ofertas, obstáculos y detalles, el conjunto tendría
Nacida de una primera explosión vinculada a la potencia el aspecto opresivo de un contenedor vacío, un hangar de
desintegradora y reintegradora de la informática, el edificio aviones. Así pues, la multiplicación de logos, lo que llamamos
de la T-4 espera una segunda explosión. Cada ángulo está cultura del entretenimiento es el relleno natural del vacío
dinamizado con logos, formas orgánicas de la estructura, masivo, del nihilismo programado.
elementos tensados, metáforas de proyectil o ala. Todo ¿De qué se trata en estos escenarios, centros comerciales,
simula la potencia del vuelo, del movimiento. Hasta las luces museos o aeropuertos? De diseñar una arquitectura en la
han de ser indirectas, para que no haya ningún punto fijo que sea difícil que el hombre de a pie, con sus instrumentos
en el que apoyarse. Digamos que el conjunto de elementos intuitivos, se baste para desenvolverse y hacer un mapa
se reparte entre dos modelos: el muscular y el anoréxico. Si suficiente del terreno que transita. En efecto, si la gente
la forma de las columnas, las instalaciones o los tensores
viese el terreno donde pisa sentiría miedo, pues sentiría el
no recuerda a un avión, a una figura poderosa de despegue,
vacío que pisa, donde late un peligro amorfo. Abigarrado de
tiene sin embargo una apariencia minimalista, transparen-
logos y restos, el espacio postmoderno está carcomido por la
te, anoréxica. No es extraño entonces que se imponga esa
deconstrucción para lograr el efecto edificante de la aglome-
especie de jadeo obligatorio, ese estrés que es condición
ración espectacular donde no puedes decidir nada, hacerte
del consumo: 15 m. a la puerta 5, 20 m. a la puerta 7. Está
responsable de nada. Esa complejidad tiene la función de
prohibido el reposo, que nos roce el aliento de lo latente, que
sólo permitir atender a ofertas y señales, de seguir órdenes.
por lo demás es universal en este escenario. Además, el que
Igual en la arquitectura: el minimalismo de la simplicidad
reposa no consume. Así que todo debe estar protegido por el
sólo se entrega tras una infinita mediación donde el ciuda-
modelo del estrés. Sumemos estos elementos a otro bastan-
dano corriente —y a veces el arquitecto— no pinta nada. La
te significativo: la ausencia casi total de bancos, asientos,
complejidad de la ingeniería urbana —las leyes, las normas,
lugares o esquinas donde pararse... salvo para los fumadores
la informática, la opinión— envuelve incluso el sueño del
apestados o las salas Vip de los viajeros de la clase Business.
arquitecto, sus dibujos, su estética, su intención. De ahí esa
Así pues, los humanos están empujados a la carrera para no
“ponzoñosa” mezcla de impotencia y omnipotencia de la que
detenerse a pensar, para que no se hagan preguntas incó-
habla Koolhaas.
modas. Por ejemplo: “¿Qué hago aquí?”. Sería espectacular
una performance de alguien parado, pensando, con un gesto
5. EXIT
congelado. 7
Precisamente porque la arquitectura contemporánea no deja
Si nuestras construcciones reflejan un divorcio generaliza-
de llevar al límite nuestra aversión postmoderna contra la
do de cualquier duración o permanencia, de cualquier simili-
ley de la finitud, contra un bien que sólo consista en el mal
tud con la orientación terrenal, es en función de un objetivo
invertido, por eso mismo es necesario acompañarla hasta
político de ocultar y controlar. En conjunto —igual que el
el final. Es preciso llevar hasta el final el desamparo para
medio es el mensaje— la simulación sigue la potencia de la
encontrar, en el cabo de nuestra ambición espectacular, un
separación, aunque aquí y allá se adorne con copias más o
indicio de vuelta.
menos analógicas de las formas orgánicas de la naturaleza.
La dimensión aplastante, la ruptura de líneas, la multiplica- Hablamos, en suma, de desactivar la religión de la velo-
ción de niveles, la huida de la continuidad, la complejidad cidad dentro de la religión del reposo. Que lo espectacular
entreverada, la desorientación programada, constituye la subsista como un juguete de lo pequeño, la infancia que

S a l a m a n d r a 17 - 18 70
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

tutea a la muerte. Bajo la religión de lo visible, la religión que no sea visible nunca nuestra profunda unidad frente a
de lo espectral. Hablamos de “deconstruir” la trascendencia lo “asocial” de la existencia. Estamos rodeados de un relevo
apolínea de los espacios diáfanos con una nueva relación de escándalo y normalización, de Ello y Superyó, de decons-
con la ruina, un poco a la manera de lo que intenta cierta trucción y restauración —el juego de izquierda y derecha, de
poética contemporánea que va de Aleksandr Sokurov a Nick Europa y EEUU— que impide la distancia crítica en Occidente,
Cave, de Bill Viola a Peter Handke. aquello que permitiría comprender a las otras culturas que
nos temen o nos odian. Esa alternancia incansable inyecta
Y esto también para prevenir, para adelantarse a ese acci-
interpasividad en el individuo y permite “puentear” el yo, el
dente potencial, ese peligro específico que acompaña fatal-
eje inconsciente de la decisión autónoma.
mente a cada nueva invención. Convertir nuestra maldición
en la primera pared, la primera casa. Entre otros, Paul Virilio Estamos muy lejos de esta dialéctica imperial que debe
ha hablado de la urgencia de emprender una dramaturgia impedir que el hombre común decida y se limite a ser
del presente que muestre la alteridad que generamos, la espectador de las manifestaciones de poder que la nueva
negatividad que acompaña a nuestro despegue. élite elucubra en sus despachos de lujo. En este sentido, la
arquitectura actual, por “compleja” que sea su presentación,
La doble apuesta, pues, de favorecer la tensión global de debe caer bajo la crítica del más común de los sentidos. El
nuestros edificios y el cuidado extremo de lo minúsculo, la sentido, el de la exterioridad, el de la simple existencia mor-
atención taoísta al registro del silencio, eso que hace a las tal, no deja de tener relación con una idea antropológica de
otras culturas —la islámica, la eslava, la china— superiores la cultura que tiene la obligación de tomar en pie de igual-
a nuestro nihilismo de origen judeo-cristiano. Tenemos dad muy diversas normativas culturales, incluso las ajenas a
dos manos, dos hemisferios cerebrales, una tradición muy la nuestra. Todas ellas son estúpidamente “relativas” frente
compleja, así que no existe el problema. Todo estriba en a un absoluto que se fuga de cualquier solución histórica
qué lado gobierna. En este punto creemos necesario invertir que pretenda apresarlo. La historia, incluida esta historia
un emblema que se ha empleado en otros ámbitos: actuar fractal de las formas imperiales, representa sólo el conjunto
globalmente para pensar localmente, fieles a la ley de la de condiciones negativas que permiten la aparición de algo
singularidad, al aquí y ahora de la existencia. Todo ello para nuevo, algo que jamás pertenecerá a la historia. En contra
que el tiempo del acontecimiento envuelva al tiempo espec- de lo que pensamos desde el fin de la historia, la naturaleza
tacular de la cronología, para que la existencia envuelva al no es lo contrario a la historia, otro determinismo simétrico
estruendo de la historia. En suma, se trata de que la vida que se nos contrapone, sino el trabajo incesante de la exte-
común rodee los dictámenes de las nuevas élites. No nos rioridad, la corrosión interna que padece toda configuración
parece poco, desde el punto de vista de la arquitectura y la histórica.
política, mantener filosóficamente esta primacía ontológica
Es preciso tomar a la poesía como la primera arquitec-
de lo pequeño, aquello que vive en una relación afirmativa
tura, la única ciencia posible del ser único. Y esto implica
con la muerte y bebe en la finitud real.
lo que podríamos llamar una estrategia de la debilidad:
¿Una estrategia apocalíptica integrada en los escenarios acompañar la deriva de los objetos actuales para inyectarles
espectaculares? Sí, pero el mayor obstáculo para esto es continuamente el virus de la grieta, la duda, la sombra, la
que hoy no sea prácticamente visible el integrismo global, limitación que es imprescindible para que el mundo vuelva a
postideológico, de nuestra democracia sustantiva. Hace ser humano. Desde su territorio hablamos y a ellos querría-
tiempo que funciona demasiado bien en Occidente un com- mos rendir un pequeño homenaje. Ante todo es pertinente
plot intelectual frente a eso real que siempre ocurre “por esta pregunta: ¿qué es una arquitectura que no nos prepara
fuera”. Precisamente lo que llamamos alternancia, el juego para la muerte? Quizás sea saludable, también por amor a la
de conservadores y progresistas, tiene la función perversa de arquitectura, mantener una pregunta así en el aire.

71 S a l a m a n d r a 17- 18
¿SUEÑAN NUESTROS EDIFICIOS CON LA MUERTE DEL HOMBRE?
Ignacio Castro

Resucitar un nuevo romanticismo de lo inmóvil, la lumino- 3. Hannah Arendt, La condición humana, op. cit., p. 16.
sa ambigüedad que tutea a la muerte, pero un romanticismo
4. “Mientras la OMA (Oficina para la Arquitectura Metropolitana)
que mantenga el pacto con el diablo de este despliegue
se entregaba a la práctica, Koolhaas desarrolló su teoría de la
global que tan bien se encarna en la mole de los últimos
Grandeza. ‘A pesar de lo estúpido de su nombre, la Grandeza es un
edificios, esas cuatro torres que “rompen la niebla” en la
dominio teórico en este fin de siècle’, escribió en 1994. ‘En un pai-
antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Conseguir que
saje de desorden, descomposición, disociación, rechazo, la atracción
lo espectacular sea un juguete en manos de lo pequeño, si
de la Grandeza es su potencial para reconstruir el Todo, resucitar lo
se quiere, que lo analógico envuelva al despliegue digital. Real, reinventar lo colectivo, reivindicar la máxima posibilidad”. Con
Analógico de lo para siempre minoritario, la singularidad esta grandiosa retórica, ‘la coexistencia con el núcleo histórico’ [de
sin equivalencia. La alternativa es reinventar una tecnología París, Koolhaas habla de Euralille] ya no era una prioridad: Koolhaas
para pararnos, un reconocimiento de la singularidad de lo elevó la Grandeza a ‘la única arquitectura que puede sobrevivir,
extático que evite que lo que no circula se haga terrorista. incluso explotar, la situación ahora global de tabula rasa’. En efecto,
Envolver la pulcritud, el aislamiento digital con la común era manhattanismo sin Manhattan: lo mismo que el bloque de ras-
soledad de lo analógico. cacielos se concentraba en un único edificio, estas nuevas megaes-
tructuras permitirían una gran variedad de programas, y no estarían
Hace tiempo que esta tarea ingente se definió de manera
constreñidos por ninguna retícula. ‘La Grandeza ya no forma parte
extremadamente sencilla: Pensar en lo que hacemos. Todo
de ningún tejido urbano’; más bien, como Euralille, podría servir
está bien con tal de que el pensamiento envuelva a la prag-
como su propia miniciudad. ‘Esta arquitectura se relaciona con la
mática de lo técnico. Todo está bien con tal de que seamos
fuerza de la Grosstadt como un navegante con las olas’, escribió
capaces de pensar en lo que hacemos. Ahora bien, ¿pensa-
Koolhaas a propósito del Manhattan de los rascacielos en Delirious
mos, lo hacemos?
New York”. Hal Foster, “Arquitectura e imperio”, Diseño y delito,
IGNACIO CASTRO REY Akal, Madrid, 2004, p. 51.

5. Gilles Deleuze, “Post-scriptum sobre las sociedades de control”,

NOTAS Conversaciones, Pre-Textos, Valencia, 1996 (2ª ed.), pp. 278-282.

1. Hannah Arendt, La condición humana, Paidós, Barcelona, 1998, 6. Paul Virilio, “Nueva York delira”, Un paisaje de acontecimientos,
pp. 13-15. Paidós, Barcelona, 1997, pp. 53-58. Jean Baudrillard, “El espíritu del
terrorismo”, Power Inferno, Arena, Madrid, 2003, p. 11.
2. No se trata de imitar el pasado, decía Adorno, sino de intentar
seguir su sueño tal como se nos transmite en la distancia. M. 7. Sobre el inmediato beneficio, ontológico y cognitivo, de atrever-
Horkheimer y Th. W. Adorno: Dialéctica de la Ilustración. Fragmentos se a pararse, a detenerse, ver Michel Houellebecq: El mundo como
filosóficos, Trotta, Madrid, 1997 (2ª ed.), p. 21. supermercado, Anagrama, Barcelona, 2005, p. 72.

S a l a m a n d r a 17 - 18 72
poesfla
Poemas
N oé O r teg a

La noche masticó ortigas,


perforó con sus dardos La sal horada la piedra,

la lengua de los bosques. alumbra un túnel blanco


para alcanzar la raíz de los rebaños.
Las pupilas crecían en los jardines
y en lo alto, almidonado, El invierno se apodera
un halcón sobrevivía a los chubascos. de los ojos y la lana.

La noche sólo bailaba hielo, Rasga las sábanas tardías


no hilos, no enjambres: un colmillo de aguanieve.
bailaba hielo sobre los humedales.

Su corazón entregado
Mujer tímida como las hayas,
a un tigre de espuma.
escondida como el polen
en el dedal de la tormenta.

Veo ánades morados


La mordedura gemela abre una brecha, en la orilla de tus uñas,
propaga el veneno en la miel del desfiladero. veo tus cabellos como cañas,
tu melena sumergida
Nidos engarzados a la bisutería del vértigo. en el río sin rostros ni salmones.

Las águilas sumergen sus alas Adivino tus juncos mojados,


en la destilación de los frutos transparentes. tú anfibia,
tú alimento, almohada,
piel en que la luz
vierte sus avellanas.

Sea tu labio en archipiélago


mientras el viento incendia las mecedoras.

73 S a l a m a n d r a 17- 18
POEMAS
Noé Ortega
poesfla

Sucedió el llanto.
Pulmones nublados de harina,
Sucedió el llanto
cosidos como un pez a los ciruelos.
sobre los huesos
de la vendimia.
Los azulejos y los bosques,
el ganado y el mercurio,
Talismán del color del homicidio
las abejas y las uvas.
y de la aurora,
talismán perdido para siempre
Todo lo que puede beberse
en las pupilas de los cormoranes.
tras el sonido de una tarántula.

Aves que anidáis en el iris del asfalto,


pájaros que remontáis el vuelo
Ella bebe pueblos como niebla, desde el neón de las mareas:
anuncia la lluvia sobre los dulces
y los escorpiones. habéis visto naufragar las esmeraldas,
habéis llorado la desaparición de los olivos.
Una moneda de tierra sobre sus pechos
indica su predilección por las acacias. Vuestra es la sustancia que colma
el látex boreal de cada cáliz,
Amazona del espliego, vuestra la pluma que se hincha
canta racimos y traza caballos, dentro de cada cerradura.
descubre su rostro
para que sea lavado por la llama. Ahora atravesáis las llamas de plata
que el viento enciende en sus anillos.

Noche sellada en el vértigo:


las alas son espejos.
NOÉ ORTEGA

S a l a m a n d r a 17 - 18 74
Poemas

poesfla
M an u el Cres po

Acepté el espejo, tendido con mano firme. Miré dentro de él. Vi un pinar y los colores metálicos de
las moscas. A lo lejos, un niño celebraba a solas su cumpleaños bajo un claro de luna.
Acepté las muñecas desnudas, extraídas misteriosamente de un saco negro.
Acepté la arena de sus zapatos, algunos jirones de pelo negro. Que me hicieran sangrar sus pupilas.
Emprendimos camino con dificultad.
Casi era primavera. La noche se desprendió.
Las nubes descendieron hasta tocar nuestras cabezas.

El viento empujaba los pinos. Las nubes de arena arañaban las mejillas. Los arbustos negaban acom-
pasados. Las olas subieron y bajaron, borrando los caminos hacia el horizonte. Los pájaros estaban
vacíos. Las palmeras gemían. De los guijarros y las conchas, de los pedazos de madera empapada y
los cristales pulidos surgió una melodía disonante cuyos alfileres poblaron el espacio.
Pisé las flores, abiertas como cuentos para niños.
Entonces la playa se desplomó.
Vi un pez rojo que yacía destripado.

Nubes voraces emitidas por un pensamiento relampaguean y fulgen las escorias. Se dirigen al futuro,
que se edifica al compás de voces cantarinas. La cabeza en el sueño de una noche lúgubre, alcoholi-
zada, en la que sólo piensa una boca a la que nadie se toma la molestia de amordazar.
El aire se entumece ante el ruido, y del interior de las paredes escapan miles de pétalos y plumas
que caen en los charcos lánguidamente, igual que los niños muertos por congelación.
Hay chispas entre ambos. Formas pulcras y lentas. Choque de riberas. Guijarros incandescentes. Una
calle estrecha y al final una plaza con un corazón secreto.
Anduvimos largo rato en un tiempo antiguo.
De repente, nuestras manos se convirtieron en alas.

75 S a l a m a n d r a 17- 18
POEMAS
Manuel Crespo
poesfla

Queda el polvo imperturbable que cobija mis días. Bajo su capa fina mis hijos azulean de frío.
No hay otra herencia que la belleza hecha cenizas, ni más ganancia que la sed que nada va a saciar.
La claridad fue efímera: destello destinado al olvido, tal vez por descender del grito de los pájaros caídos de su lecho.
Lo que sucedió queda en desorden: muta al abandonar la boca y se destroza como los juguetes muy usados.
Quedan las preguntas, la espera vacilante, las pisadas cerca de la voz, el fugaz instante que prometía.
No hay asidero, ni auxilio entre estas ruinas.
Esto he aprendido.

Otra vez la pendiente, los escalones, la asepsia de los interiores adinerados donde busco salvarme de días segmentados.
La tarde es fresca y de colores claros. Hay irritación alrededor nuestro, en las máquinas sin estilo y en los sandwiches
desechos. Las cosas proclaman su necedad y ya no nos basta con el esfuerzo de quebrarlas con los ojos, romper sus hilos
con la boca, porque nos hemos ido petrificando y convirtiéndonos en esquemas.
Luego el parque sombreado, y en un banco sucio, una conversación nacida de la penumbra y de los pájaros que pían iracundos.
Otra vez prestidigitación en vez de magia. Momentos que se resuelven en nada. Otra despedida, esta vez para siempre.

Demasiado tiempo me confundí con otro. Alguien de otra época; un ser voraz y viscoso en cuya piel no me
repugnaba estar de noche, al cerrar los ojos.
Mi dentadura se reflejaba en los estanques si me inclinaba a beber. Sabía que me desmoronaría si miraba a los
árboles del margen del camino; así que nombraba todo cuanto veía para absorberlo.
No había nadie, ni siquiera junto a las brasas.
Trasportaba sólo aquel mundo. Era una carga demasiado grande, por eso, me deshice de aquello para que se
pudriera en la sombra.

MANUEL CRESPO

S a l a m a n d r a 17 - 18 76
-

!
Más Realidad!
Emblemas de la magia cotidiana
PERSISTENCIA DE H
Eugenio Castro, Inés Mendoza, Noé Ortega

P ersistencia de H:
Un golpe de dados jamás abolirá el azar
E u g enio C a s t ro, N oé O r teg a , Inés M en doza

E l jueves 2 de noviembre de 2006, Noé Ortega me remite


desde Santander el siguiente correo:
El jueves 3 de mayo de 2007, recibo este correo de la misma persona:

Hace un mes (8 de marzo) encontré algo curioso. En una de las


Te envío una fotografía-regalo. Es del sábado pasado (28 de calles principales de Santander están reformando una sucursal
octubre). Había empezado a leer H, libro que sigo leyendo con de Caja Cantabria. El cristal está cubierto en su interior por una
toda la intensidad. Fui a un bar donde había quedado con pátina de pintura blanca, como es habitual en estos casos. Sin
algunos amigos. Había un cubilete de dados encima de la mesa. embargo, encontré una gran H rallada sobre la pintura, con un
Mientras hablábamos, un amigo que estaba sentado a mi dere- signo ‘+’ dibujado encima, de forma que se podía ver a través
cha preguntó si alguien tenía un mechero, porque el cubilete de ella. Me he fijado en muchas letras H desde que leí tus textos
tus textos, pero ésta me impresionó por su singularidad. La
estaba ajado y quería quemarlo y soldarlo. Entonces lo cogí y
fotografié una noche y ahí quedó. Pensé en enviártela pero me
lo mire. No me pareció que la fisura fuese un impedimento para
demoré en otras cuestiones.
jugar, así que después de agitar los dados durante un rato largo
hice una tirada y, mientras el cubilete aún tapaba los dados Este fin de semana pasé por allí con la idea de tomar una
(antes de desvelar el resultado de la tirada), advertí en la parte fotografía de día, de forma que se viera mejor que las que ya
externa del culo del cubilete una H rayada sobre la superficie. tenía sacadas. Mi sorpresa fue mayúscula al ver que todo el
Dejé el cubilete en la mesa, en esa posición, sin levantarlo, y me cristal seguía exactamente igual, salvo la H, que había sido
quedé mirando. Tomé algunas fotografías, que ahora te envío. borrada. Sólo quedaba el signo ‘+’, que se encontraba en su
estado original sobre el borrón.
Me costó que la H se distinguiera bien en la fotografía por
culpa del flash y la luz. Sin embargo, es importante señalar que, Te envío las fotografías. Llamo la atención sobre el hecho
de la pátina de pintura blanca, la H, y la H borrada mediante
en realidad, la H estaba perfectamente marcada y era visible
la eliminación del blanco, dejando lugar a una transparencia
de forma clara y nítida. En la fotografía también se aprecia la
que no es otra cosa que la presencia velada de la H, la persis-
fisura del cubilete, abajo a la izquierda.
tencia de su fantasma, reafirmada de forma enigmática por la
Al recibir este presente, de manera inmediata se me impuso permanencia del signo de la suma: concatenación copulativa
la célebre frase de Mallarmé, Un golpe de dados jamás abo- de los hechos.
lirá el azar. Me pareció que algo así se confirmaba ante este EUGENIO CASTRO Y NOÉ ORTEGA
hecho prodigioso.

S a l a m a n d r a 17 - 18 78
PERSISTENCIA DE H
Eugenio Castro, Inés Mendoza, Noé Ortega

SUEÑO DE H sueño), vi sobre la cabeza de un compañero del colectivo


al que llamaré V, un bocadillo como el de los cómics en el
La tarde del sábado 16 de febrero de 2007 yo leía el libro
que aparecía una parrilla. V se despertó y se lamentó de no
titulado “H”, de Eugenio Castro.
recordar su sueño. Yo le dije: “sé lo que has soñado”, y él me
Desde hacía un mes, los miembros del colectivo al que preguntó dos veces: “¿qué he soñado?”, usando un tono de
pertenezco nos habíamos propuesto anotar los sueños indi- voz que me llamó la atención. Yo le respondí: “has soñado
viduales para contarlos en una reunión que se celebraría esa con una parrilla”, y ahí acabó el sueño.
misma semana.
Cuando desperté en la vida real (en la vigilia), seguía en
Por esos días yo reflexionaba sobre la relación entre lo el sofá y tenía “H” entre las manos. Recordé que tenía que
maravilloso y lo cotidiano, y la lectura de “H” respondió de llamar a M., compañera de mi amigo V., pero ella no con-
modo casi exacto a varias preguntas relacionadas con el azar testaba y le telefonee a él, que estaba dando un paseo en
objetivo. En la tarde a la que me refiero, terminé de leer el bicicleta. Le conté a V que acababa de soñar con él y que
libro y me quedé dormida. en el sueño yo sabía lo que él había soñado. Mi amigo se
rió y me preguntó: “¿Qué he soñado?”, exactamente con
Soñé que los miembros del grupo al que pertenezco
el mismo tono y palabras que había usado en mi sueño y,
estábamos celebrando un juego-sesión de sueño colectivo.
también, como en mi sueño, dos veces. Yo le respondí que
El juego consistía en dormir juntos y contarnos los sueños
en mi sueño había soñado que él soñaba con una parrilla. V
al despertar. Íbamos vestidos con trajes negros de fiesta y
me respondió que, efectivamente, la noche anterior había
estábamos sentados en círculo en la arena o en una expla-
soñado con una parrilla.
nada verde, durmiendo. Empezaba a amanecer y uno por
INÉS MENDOZA
uno fuimos despertando. Cuando desperté yo (dentro del

Había un cubilite de dados...

79 S a l a m a n d r a 17- 18
DOMINGO 29 DE OCTUBRE
Andrés Devesa

D omingo 29 de octubre
A n drés D eves a

H ace un día espléndido en Madrid. Luce el sol y la tem-


peratura es más propia de una tarde de verano que de
finales del mes de octubre. El Paseo del Prado está repleto
tableros de libros colocados fuera de la caseta y se pone a
mirar el mostrador, curioseando entre los libros hasta al fin
decidirse por un par de ellos. Cuando me los paga observo
de gente paseando. Trabajo en una de las casetas de libros que hay algo extraño en ella. Habla muy despacio, como si le
situadas junto al Jardín Botánico y esta tarde el único puesto fuese difícil comunicarse. Parece tener algún tipo de trastor-
de libros abierto es el mío, por lo que concentro todas las no o problema mental. Continúa mirando libros y su actitud
miradas, preguntas, ventas e incluso las fotografías de los empieza a llamarme la atención. Parece desorientada, como
turistas. Una tarde realmente hermosa, pero mi estado de perdida, dudando a cada paso que da moviéndose delante de
ánimo no se corresponde con esta postal. Después de unos mi caseta. Hay un momento en que parece que va a mar-
días en los que había dejado aparcado en algún cajón esos charse, dejando allí sus bolsas. Estoy a punto de decirle que
sentimientos de dolor y desazón, ahora volvían con más se las olvida, pero me callo. Ella gira sobre sí misma, vuelve,
fuerza. S no ha contestado a los mensajes que le escribí en se acerca al tablero junto al que había dejado las bolsas.
las últimas semanas. Pensé que había empezado a superar su Las observa. Parece dudar si cogerlas. Observo perplejo sus
pérdida, pero su silencio me atraviesa el corazón, me recuer- movimientos y un sentimiento de desazón me empieza a
da cuanto la echo de menos. El mundo me parece sombrío recorrer el cuerpo, me pone nervioso. Entro en la caseta a
y hostil sin ella a mi lado. Vuelvo a cuestionármelo todo. colocar unos libros pensando que son alucinaciones mías.
Como si nada hubiese cambiado después de que ella pasara No fueron más que unos segundos, pero, cuando levanto la
por mi vida, como si no hubiese merecido la pena. Otra vez cabeza, ha desaparecido y sin embargo allí siguen sus bolsas
el eterno pesimista. A veces estos pensamientos llegan a y el bolsito. Salgo fuera y miro alrededor. No está. Trato de
dominarme, envolviéndome, cegándome, haciéndome rodar distinguirla entre la gente que se agolpa a la entrada del
por el más árido de los abismos. A veces son más fuertes que museo del Prado. No la veo. Empiezo a sentirme culpable.
las ganas de vivir. Debí decirle que se dejaba sus cosas la primera vez que
pareció marcharse dejándolas allí.
Hundido en la desesperación me encuentro cuando la veo
aparecer. En un principio nada me llama la atención en ella, Pienso en la situación. De algún modo ella quería dejar las
salvo, quizás, el pañuelo azul que lleva en la cabeza y que le bolsas allí, las abandonó y yo lo sabía y por eso no le dije
da un curioso aire de campesina. No sabría decir qué edad nada. Pero, si quería dejarlas allí, ¿por qué no me pidió que se
tiene pues su pelo blanco contrasta con su rostro juvenil; las guardase? No puede ser, no tiene sentido, simplemente se
podría tener treinta o cincuenta años, imposible saberlo. las debió olvidar. Pero, ¿y ahora?, ¿se daría cuenta?, ¿volvería
Deja varias bolsas con libros y un bolso junto a uno de los a por ellas? Las recojo y las meto en la caseta. Sigo mirando

S a l a m a n d r a 17 - 18 80
DOMINGO 29 DE OCTUBRE
Andrés Devesa

por si acaso pudiese verla. Llamo a mi jefe y le cuento lo observado esa reacción al vender un libro. Es como una niña
que ha ocurrido. Lo mejor será guardarlas por si vuelve y si que ha encontrado su muñeca preferida. Me paro a pensar.
no mirar en el bolso por si hubiese un número de teléfono, Su rostro, eso es lo que la hace tan particular, parece el de
una dirección. Pasa el tiempo y cada vez estoy más aturdido. una niña, pero, sin embargo, también encierra una sabiduría
Decido abrir el bolso. Es un completo caos: una biografía de de anciana, esa que tenían nuestras abuelas cuando nos
Napoleón, una prenda que parece un chandal, numerosos contaban cuentos a la luz de la lumbre, en aquellos veranos
papeles, billetes de lotería, caramelos y un billete de ida y pasados en el pueblo que vio nacer a nuestros padres. Un
vuelta Pamplona-Madrid para esa misma tarde. Recuerdo extraño sentimiento de alegría mezclado con cierto desaso-
que me había comentado que era de fuera de Madrid. siego comienza a atraparme. Parece personificar la bondad
Sin ese billete no podrá regresar a su casa, al menos hoy. y la inocencia en estado puro, pero también la sabiduría y
Empiezo a desesperarme. ¿Por qué ha dejado allí algo tan hasta la cordura, aunque muchos pensarían que está loca,
importante sin preocuparse lo más mínimo? Cierro el bolso, pero para mí, desde luego, no lo está. Tras seguir durante un
desconcertado, sin querer invadir su intimidad más de lo que rato delante de mi caseta, comienza a recoger sus bolsas.
ya lo he hecho. Tiene que volver, me digo. Debía estar algo Yo la miro intrigado. Parece como si no quisiera marcharse.
desorientada y se ha olvidado —¿y si su problema fuese que Vuelve a dejar las bolsas, las recoloca, se queda parada,
tiene alzheimer?—. Mejor esperar, seguro que vuelve. pensativa. Finalmente vuelve a cogerlas y comienza a andar.
Me adelanto, quiero despedirme de ella, desearle un buen
Son las cinco y cuarto de la tarde cuando, de pronto, la
viaje. De nuevo soy incapaz de articular palabra. Sólo puedo
encuentro frente a mi caseta, mirándome con una tímida
observar cómo se marcha lentamente. Ella vuelve la cabeza
sonrisa, sin decir nada. Salgo apresuradamente y a trompi-
y sonríe ligeramente. Desaparece.
cones le digo que se había olvidado sus cosas, que se las he
guardado, que no sabía qué hacer. Trato, en cierto modo, de Tras su marcha quedo totalmente absorto en mis pen-
justificarme, porque sigo pensando que fue culpa mía, que me samientos, pero todos los dolores han desaparecido, al
di cuenta de que se las dejaba y no se lo dije. Ella me da las menos por esta tarde. Pienso en ella. Dejó sus cosas allí sin
gracias y me dice que sabía que se las había dejado allí, que preocuparse lo más mínimo por lo que pudiese ser de ellas,
simplemente vio el Jardín Botánico y que le apeteció entrar simplemente por el placer de contemplar la belleza del Jardín
a verlo. Quedo desconcertado. Las dejó allí intencionalmente, Botánico. No le preocupaba si podría o no regresar a casa,
yo estaba en lo cierto. Dejó todas sus cosas, su bolso con el no le preocupaba que pudiesen robarle el bolso con el billete
billete de vuelta a su casa, sin importarle lo más mínimo lo de regreso. Sólo le preocupaba vivir, disfrutar al máximo de
que pudiese ocurrir, simplemente porque quería pasear un aquella tarde. El pasado y el futuro desaparecieron por un
rato por el Jardín Botánico. En Pamplona no tenemos cosas instante para ella y sólo quedó el presente, un presente lleno
así, me dice. Sigue hablando y me comenta que tiene que de magia entre árboles centenarios y flores exóticas. Pienso
coger el autobús para volver a Pamplona esa noche, pero no en el pasado, en los dulces recuerdos compartidos con S,
sabe cuál es la estación, cree que es Avenida de América, yo y en mi incierto futuro sin ella, pero una sonrisa se asoma
le digo que es esa estación, ella no me pregunta por qué sé a mi rostro después del paso de esa extraña mujer por mi
desde qué estación debe tomar el autobús. Le indico cómo puesto de libros. Abandonarlo todo por un simple paseo, por
llegar en metro hasta allí. Sigue mirando libros. Compra un disfrutar de una tarde hermosa, sí, la vida, a pesar de todo
par más. Uno de ellos es La vida cotidiana en la Guerra Civil. puede ser maravillosa, en cada rincón podemos encontrar un
Me dice que lo estaba buscando desde hacía tiempo, que lo motivo para seguir sonriendo. Cierro la caseta y me marcho
vio un día en la biblioteca pero que no recordaba ni el título a casa. Me queda mucho por vivir, afortunadamente.
ni el autor. Sus ojos se iluminan cuando habla y sonríe, como
si hubiese encontrado un maravilloso tesoro. Pocas veces he ANDRÉS DEVESA

81 S a l a m a n d r a 17- 18
LA REALIDAD HORADADA
Lurdes Martínez

L a realidad horadada
Lurd es M a r tín ez

E s un día soleado y ventoso del mes de mayo. Salgo de


mi casa y bajo por la calle donde vivo hacia una glorieta
próxima. Camino con cierta prisa, pues he de resolver algu-
rición. Recuerdo entonces que mientras miraba la primera
postal una vez recogida del pavimento, pasaba muy cerca de
mí un grupo de adolescentes —hay un instituto de secunda-
nos asuntos cotidianos antes de acudir a una cita con mi ria muy próximo—. Pienso entonces en la posibilidad de que
amigo Eugenio Castro. Llevo andado apenas un trecho desde aquellos hayan podido llevársela, aunque tengo la impresión
mi portal cuando veo tiradas en la acera unas postales que de que no ha habido tiempo material para ello. Una sensa-
llaman mi atención. En un primer golpe de vista percibo dos ción de enfado e irritación se apodera entonces de mí, pues
tarjetas postales idénticas que muestran, en blanco y negro, me atraía mucho la idea de poseer esas dos tarjetas postales
una vista panorámica de la parte vieja o del casco histórico en apariencia idénticas. Busco de nuevo, pero mis pesquisas
de una ciudad. Ambas parecen estar perforadas por un tala- no dan fruto. Como no veo nada a mi alrededor que indique
dro o instrumento similar. el paradero de la postal, decido seguir mi camino. Guardo la
tarjeta que he recogido en el bolsillo de mi chaqueta.
Inmediatamente me detengo, con la intención de recoger las
postales del suelo. Acto seguido me agacho y recojo una de Aproximadamente una hora más tarde hago el mismo
ellas. Mis primeras impresiones se ven confirmadas una vez recorrido desde de mi casa hacia la glorieta, pero esta vez
que puedo contemplar la postal de cerca: efectivamente, la acompañada de mi amigo Eugenio Castro que ha pasado
imagen muestra un imponente puente de piedra sobre un río por mi portal a recogerme. Según nos acercamos al lugar
cuyas barandas están coronadas por estatuas y rematando del encuentro con las postales, recuerdo el acontecimiento
uno de sus extremos se alza una torre cuyo perfil caracterís- y, un tanto agitada, le cuento a mi acompañante lo ocurri-
tico enseguida identifico, emocionada, con el puente Carlos do, sacando al mismo tiempo la postal de mi bolsillo para
de Praga. Es una ciudad que he visitado en varias ocasiones, mostrársela. No he terminado el relato, cuando él, en un
en diferentes circunstancias, y que me ha cautivado. Como tono muy tranquilo y con absoluta naturalidad, señalando
me había parecido a primera vista, la postal está horadada, con su mano hacia el suelo justo delante de nuestros pies y
tiene unas curiosas perforaciones que aumentan su atractivo exactamente en el mismo lugar donde apenas un rato antes
y su enigma. yo había visto las tarjetas postales, me muestra la postal
ausente. Mi amigo la recoge y la comparamos con la que
Me dispongo a recoger la segunda tarjeta postal, que se halla
yo tengo: no hay duda, son idénticas, absolutamente todo
un poco retirada de la primera —apenas medio metro— pero
coincide, incluso la disposición de las perforaciones. Es su
es al agacharme de nuevo cuando compruebo que ha des-
gemela, su doble.
aparecido. Miro alrededor y nada, no hay rastro de ella.
Apenas han transcurrido unos segundos entre uno y otro Finalmente, al escribir el relato del encuentro advierto la
gesto. Me quedo por tanto asombrada de la súbita desapa- fecha en que se produjo: el día cinco del mes de mayo.

S a l a m a n d r a 17 - 18 82
LA REALIDAD HORADADA
Lurdes Martínez

...Unas postales que llaman mi atención

Es su gemela, su doble
LURDES MARTÍNEZ

83 S a l a m a n d r a 17- 18
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

E n torno y a través de Tierra adentro


Silvi a G ui ard

V oy a hablar aquí del año 1990, de algunos sucesos


que entonces acompañaron la escritura de “Tierra
Adentro”1, y que al mismo tiempo, por haber tenido lugar
había sufrido dos abortos espontáneos. En el 90 me tocaba,
pues, deambular por los pasillos de los hospitales y las obras
sociales o hastiarme en sus salas de espera. Por las noches
mayormente en mi ámbito de trabajo —una escuela prima- soñaba recurrentemente con angustiosas escaleras: a veces
ria— implican mi relación con la infancia. estaba a punto de perder el equilibrio, a veces me sofocaba
en largas escaleras caracol que se estrechaban cada vez más.
No se trata quizás de sucesos extraordinarios, pero lo
De día, una persistente confusión temporal me impedía saber
fueron a su modo para mí: por momentos, algunos elemen-
tos del mundo exterior coincidieron con imágenes, ideas la fecha exacta (en la escuela, debía consultar ese dato con

o temas que internamente me ocupaban. Fue una serie de mis pequeños alumnos o bien, para su hilaridad, atrasaba o

pequeños fulgores que, si por un lado tuvieron la virtud de adelantaba permanentemente el calendario).

ponerme, digamos, anímicamente en vilo, en un estado de Sin embargo, fue un año fértil, en el que me dediqué
expectación y de disponibilidad singular, por el otro —o por sobre todo a reescribir “Tierra Adentro” cuya primera versión,
ello mismo— se convirtieron en mojones que me permitieron mucho más breve, era de 1986. En el 90 me proponía sobre
transitar lo que alguna vez llamé para mí misma “el año del todo expandir y profundizar el acercamiento entre Calfucurá
laberinto” —un año iniciado en un particular estado de ago- y Lautréamont que, tal como había sido primeramente
tamiento y aturdimiento.
escrito, me parecía poco consistente. Así es que me dediqué
CONTEXTO sobre todo, aunque no exclusivamente, a revisar vida y obra
de ambos personajes.
Este aturdimiento era el resultado de conmociones orgánicas
y emocionales recientemente vividas. Aunque, desde el 87, Por otro lado, a raíz de los sucesos del 89, me había visto
mi compañero de entonces y yo coincidíamos en el deseo tomada por asalto por otros “materiales”, también escritos
de tener un hijo, todo contradecía su realización: en el 88 en el 86 y reunidos bajo el nombre de “La capa azul”. Se
había enfermado, siendo dos veces hospitalizada; en el 89 trataba de una suerte de entretejido de sueños, recuerdos

S a l a m a n d r a 17 - 18 84
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

infantiles, poemas, collages y hechos de azar, una de cuyas —Hay uno, cordobés, creo que sí somos parientes. La familia
imágenes primeras era la de un bebé cayendo de mis brazos al de mi marido es de Córdoba…
agua. El signo característico de “La capa azul” era (es) el de
Aquí mi interés se torna más serio. Es en la provincia
suscitar en mí la hiperexcitabilidad del poder de asociación,
argentina de Córdoba donde se habían instalado un tío y
generando una espiral imparable de significados interre-
tres primos de Isidore, y es allí donde los últimos descen-
lacionados. En ella, pasado, presente y futuro parecieran
dientes de la familia fueron localizados en 1946 por Enrique
entremezclarse, al punto que inventé para referirme a ese
Pichon-Rivière —cuyos trabajos sobre Lautréamont son una
fenómeno el término de crononiromancia. En el 90 comencé
de las fuentes que en esos días estoy utilizando.3 Le explico
asimismo a considerar estos materiales como un “campo
entonces someramente a M de quién hablo. No sabe nada al
de imágenes en movimiento”, expresión tomada del poeta
respecto, pero va a averiguar.
Miguel Ángel Bustos2, a quien también leí con intensidad a
comienzos de ese año. Le pregunto el nombre de su marido: —Francisco— me
dice. Es el nombre del padre de Isidore.
FIN DEL VERANO
Dos días después, voy caminando por el patio cuando M me
En marzo retornamos a la escuela. Me toca compartir una
llama con gran excitación desde adentro de un aula:
mesa de examen con una colega nueva allí. Una mujer de
cierta edad, a quien llamaré M., por la que siento a priori —¡Silvia! ¡Vení, vení, tengo que contarte! Le pregunté a
bastante antipatía. Pertenece a una agrupación gremial mi marido: sí, es pariente de ese poeta, ¡pero no quiere ni
que traicionó en el 88 una importantísima huelga nacional nombrarlo! Parece que era tío de mi suegro, y que todavía
docente. Se dice además que en su anterior escuela le pegó hay una herencia por cobrar en Uruguay, pero cada vez
a un alumno, pero que sus contactos políticos la protegieron que intentan tramitarla, algo pasa, alguien de la familia se
del escándalo. muere…

Durante el examen, constato su absoluta ignorancia de la —¡Ah! ¡Hay como una maldición!— intervengo yo, que por
matemática más elemental. supuesto me arrepiento inmediatamente de haber pronun-
ciado esa palabra. Pero la acotación de M igualmente me
Al momento de firmar el acta, me sorprende su apellido de
sorprende:
casada, que hasta entonces desconocía: Ducasse.
—Sí, una maldición, ¡como la de las pirámides...!
Es la primera vez que encuentro a alguien con semejante
apellido y el contraste con el personaje que tengo enfrente ¡Las pirámides! Es justamente en el hotel de Las Pirámides,
es tan flagrante que, más por burla que por otra cosa, pre- de Montevideo, donde, aún teniendo casa propia, vivió los
gunto: últimos años de su vida el padre de Isidore…

—¡Ducasse! ¿Algún parentesco con el artista? Como no quiero asustar a M, que se muestra tan excitada,
no hago más comentarios y decido esperar un poco antes de
No sé por qué digo “artista” en lugar de “poeta”, pero esto
volver a preguntarle algo.
da lugar a una réplica desopilante:
Al día siguiente, alguien se acerca a la escuela a pedirme
—¿El cantante de tangos?
prestado un cierto manual escolar. Hay dos ediciones del
—¡No! –me río— ¿qué cantante de tangos? mismo, por lo que pregunto:

85 S a l a m a n d r a 17- 18
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

—¿Tapa negra o tapa blanca? cubre”, o: “tú niña-ángel serás para siempre: ‘la piedra azul que
engendra signos en los intervalos de oro’ ”, o: “Llegó una mujer
No tengo ese libro, pero me comprometo a averiguar quién
(…) Un manto de pluma y oro, una piedra azul sobre el pecho y
lo tiene y podría prestarlo. En los días que siguen transmito
los pies desnudos eran su vestido”— todo ello parece agitarse
yo misma esa pregunta a varias personas y cada vez la répli-
en mí como un verdadero “campo de imágenes en movimien-
ca es la misma:
to”,4 cuando se repite, una y otra vez, ese galope:
—¿Tapa negra o tapa blanca?
—¿Tapa negra o tapa blanca?
—¿Tapa negra o tapa blanca?
Y ese galope va a desembocar en otro, más asombroso
No puedo evitar entonces que la repetición de esa pregun- aún. Porque cuando finalmente me dicen quién tiene el libro
ta se convierta para mí en una fórmula rítmica y misteriosa y buscado, resulta que es una ex alumna que ya no viene a
comience a cargarse de resonancias: tapa negra o tapa blan- la escuela. Habría que comunicarse con ella, pero no tiene
ca, tapa negra o tapa blanca… capa negra o capa blanca… teléfono.
¿no hay un galope allí? ¿No traen estas palabras el eco de
—¿Vive lejos?— pregunto.
aquellas que, escritas en el 86, estoy corrigiendo ahora: “Que
se me deje ver entonces que se acercan, galopando juntos (…) —Sí, algo lejos. En Flores, en la calle Bacacay.
estos dos bárbaros jinetes gigantescos, el uno con su grito de ¡Bacacay! Vaya sonido de galope… ¡Bacacay, en el barrio de
guerra, el otro con su terrible capa negra”? Capa negra o capa Flores! Pero es en la calle Bacacay… de Montevideo, donde
blanca… pero blanca se convierte en azul... ¿No es el otro tenía la casa de su propiedad el padre de Lautréamont…
jinete Calfucurá, la “piedra azul”? ¿No es su piedra—talismán algunos dicen incluso, que fue allí, en esa casa, en esa calle,
azul su protección, su auténtica capa azul? ¿Y no es azul la Bacacay, donde nació Isidore.
otra capa que para mí se agita en esos días? Un mes antes,
mientras acampaba en el sur, a la orilla de un lago, yo había
creído descubrir el origen de aquella “capa azul” de mis Pocos días después, las clases ya han comenzado. Me toca
sueños del 86 a partir de un nuevo sueño en el que me veía este año —por primera vez, y la decisión no es mía— traba-
identificada con “la dormeuse” de Toyen. Sí, en mis recuer- jar en 4º grado (niños de 8—9 años). Uno de los puntos del
dos, esa niña vestía capa azul… De regreso en Buenos Aires programa, que yo convertiré en esencial, es el de los pueblos
había constatado sin embargo que esa “capa” o “vestido” no originarios del actual territorio argentino. Decido pedir a los
era azul, sino blanco, pero que en otro cuadro de Toyen, de alumnos distintos títulos de una excelente colección de rela-
la misma fecha (1937) y titulado Rêve, sí aparece un vestido tos indígenas (mitos, leyendas, cuentos) narrados para niños.
Voy yo personalmente a buscar esos libros a la editorial y,
hecho de bruma azul… “la dentellada azul de mi vestido / se
cuando los tengo conmigo, no puedo dejar de considerar lo
esparce como bruma sobre el mundo”, había escrito yo en
siguiente: así como el azar hace aparecer cerca de mí en
el primer poema de “La capa azul”, y en otro: “¿han visto?
esos días palabras e imágenes vinculadas con la biografía
¿alguien ha visto / el cucurucho blanco que me forma?”
de Lautréamont, yo misma me he visto llevada a elegir, por
Por lo tanto: capa blanca = capa azul. su excelencia, estos libros cuyo autor, el antropólogo Miguel
Ángel Palermo, es a su vez autor del trabajo gracias al cual
Por lo tanto, Maldoror, Calfucurá, Toyen, la capa azul del puedo reconstruir en “Tierra Adentro” el retrato de Calfucurá.
sueño —y aún Bustos cuando escribe: “Lenta surge en mí una Es como si los dos personajes que me ocupan se empeñaran
niña de suaves ojos verdes. Un vestido de terciopelo azul la en tornarse presentes a mi alrededor…

S a l a m a n d r a 17 - 18 86
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

El mismo día, al llegar a casa de regreso de la editorial, quie- Pero deja de venir y no volveré a verla hasta fin de año.
ro releer el libro de Pichon-Rivière, ya que le pregunté a M
La agitación o el revoloteo de la capa negra o azul en
algunos datos sobre la familia de su esposo y me propongo
torno mío se aquietan, parecen detenerse aquí.
cotejarlos con los de la familia de Isidore. Pero no consigo
encontrar el libro. Mientras lo busco por todos lados, suena Sin embargo, es sólo para dar lugar a una relación más
el teléfono. La voz de un hombre mayor pregunta por Miguel profunda, más consistente, entre el mundo de “Tierra
Ángel. Le digo que está equivocado. Vuelve a llamar. Adentro” y mi actividad cotidiana, es decir, mi tarea en la
escuela.
Al día siguiente, se repite dos veces el mismo llamado. Le
digo al hombre que no vive allí ningún Miguel Ángel y me
discute:
Debo entonces explayarme algo sobre esa dicha tarea. He
—¡No es posible! Él mismo me dio su número de teléfono. dividido al curso en pequeños grupos, cada uno de los cuales

—Pero ¿qué Miguel Ángel busca usted? tiene un título distinto de la colección antes mencionada
(cada título reúne cuentos de un pueblo diferente). A lo largo
—¡Miguel Ángel, el muchacho del puesto de flores! del año, vamos leyendo rotativamente un cuento de cada
Nada más conmovedor para mí que esa respuesta. libro. A su vez, cada grupo debe investigar sobre el pueblo
que le toca y presentarlo a los demás. La típica clase espe-
De los dos Miguel Ángel que en esos días me ocupan, “el
cial, en la que pueden utilizar dramatizaciones, disfraces,
muchacho del puesto de flores” no puede ser sino Bustos.
láminas, objetos, etc. Pero la consigna en este caso es hablar
Bustos, el poeta que se inspiraba en los códices de los en primera persona del plural (“nosotros, los mapuches”,
antiguos mexicanos —códices en los que la palabra, y más o “nosotros, los tobas” hacemos tal o cual cosa). Me daré
aún la palabra poética, es representada por flores surgiendo cuenta del grado de identificación que esto suscita en los
de la boca. chicos el día en que los vea, en el recreo, jugando al fútbol
“mapuches contra guaraníes”.
Bustos, que revive la caída de Tenochtitlán y evoca los
antiguos poemas apareciendo, cargados de nostalgia, en el Por otro lado, realizo en esta primera parte del año diver-
sueño de Marina, Malinche: “¿Volveré alguna vez a la tierra sas actividades o juegos de estimulación de la imaginación
de la flor y el canto?” y la escritura. Entre otras cosas, se me ocurre proyectarles

Y este Miguel Ángel, o el otro, cuando revive a su vez los unas diapositivas de cuadros de Josefina Quesada –antigua

cuentos, la palabra (“flor y canto”) de los pueblos de esta compañera del grupo surrealista. Son pocas, pero el efecto

parte de América, o cuando reconstruye para mí la leyenda es impresionante. Los colores intensos, el universo bullente
de Calfucurá, me están señalando un mismo rumbo: Tierra de imágenes de estas obras generan una adhesión inmediata
Adentro.5 y física en los chicos, al punto que cada nueva imagen pro-
yectada suscita una espontánea exclamación y/o aclamación
OTOÑO—INVIERNO
colectiva. La propuesta es poner un título a cada cuadro,
M se ausenta de la escuela. A mi pregunta sobre si sería posi- y escribir sobre el que prefieran. Y es allí cuando aparece
ble entrevistar a su marido me había contestado que no, que de nuevo Maldoror: uno de los cuadros era, para Josefina,
de ningún modo, que él no quería ni hablar de ese pariente un retrato suyo. Dos niñas lo eligen para escribir: Florencia
maldito. Iba a preguntarle a la cuñada. habla de “una planta rara que crece en el desierto” y María

87 S a l a m a n d r a 17- 18
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

Marta describe, en un magnífico poema que lamentable- veces una situación o una manera de escribir es replicada,
mente perdí, un “remolino maligno” que atraviesa pueblos, retomada, continuada por otros, etc.
campos y ciudades destruyendo todo a su paso.
Pero… esa pequeña comunidad en la que lo cotidiano y lo
imaginario se entremezclan, esas interrelaciones trenzadas
en el mundo de los hechos con la materia de los sueños
PRIMAVERA
—relaciones de una índole que no sólo no he experimentado
A partir de septiembre, propongo a los chicos que cada antes en ningún otro curso sino tampoco en ningún otro
uno, en un cuaderno o una carpeta especial, haga “su grupo humano salvo… en el grupo surrealista— ¿no con-
libro”, reuniendo lo que le guste de lo que hasta entonces forman en el pequeño espacio que ocupamos un encantado
haya escrito, y agregando libremente más textos de allí en rincón de Tierra Adentro?
adelante, pudiendo cada cual elegir la forma, la portada, el
Y para hacérmelo notar, Florencia, que escribe en su casa
nombre de “editorial”, etc. Llevo para mostrarles un “librito”
todos los días, me cuenta cómo lo hace: como tiene un pia-
que conservo, escrito a máquina por mí cuando tenía más o
nito de juguete, se sienta a tocar sus teclas, a jugar con los
menos la edad de ellos, y les leo uno de sus cuentos (pero
sonidos y así, cantando, hablando en voz alta, siguiendo el
ese cuento es quizá lo primero que yo haya escrito en mi
ritmo, va componiendo cuentos. ¿Es necesario que recuerde
vida… ¿no hay en este gesto, me pregunto ahora, algo más
aquí que en “Tierra Adentro” evoco la manera de hablar de
profundo que una intención pedagógica o de estimulación?
Calfucurá-Lautréamont: “al son de los kultrunes o de los acor-
Creo descubrir hoy en ello una intención mágica, entonces
des sobre el piano”?
ignorada por mí, pero que daría sus frutos…).6
Otra muestra para mí conmovedora de hasta qué punto
El efecto es inmediato, magnético. Al día siguiente, ya hay
cada chico ha partido al encuentro de su propio continente
“libros” comenzados. A partir de entonces, esta actividad va
interior es este poema que un día me da a leer Gilyun, una
a apoderarse del curso, sobrepasando cualquier expectativa
niña coreana, y que transcribo tal como ella lo escribió, en
mía y dando lugar a lo que, parafraseando a Aragon, llama-
su español recién aprendido:
ría “una ola de cuentos”. Cada día, en cuanto llegamos, me
asaltan uno o más preguntando: “¿Hoy podemos inventar un El cielo
cuento? ¿Hoy trabajamos en el libro? ¿Puedo leer el cuento Cielo es un mar
que escribí?”
un mar interminable y fresca.
La consigna es que cada texto pasado en “el libro” sea Nuves son botes.
leído en voz alta —por el autor o por otro— y compartido
El viento es ola
con los demás. Esto no sólo multiplica el entusiasmo —cada
lectura es una fiesta—, sino que la vida del grupo se transfor- se lleva el bote

ma, se carga de una densidad nueva: los personajes, palabras


FIN DE AÑO
o situaciones de los cuentos o poemas se convierten en una
presencia entre nosotros —algunos personajes se vuelven En la última semana de clase, hacemos una fiesta en el
famosos, le dan a su autor una pertenencia al grupo que aula. Le entrego a cada uno de mis alumnos y alumnas,
antes no tenía, revelan una personalidad oculta, se van como regalo de despedida, un breve texto escrito por mí y
transformando o reviven en chistes y juegos en el grupo; a protagonizado por ellos mismos o por uno de sus personajes.

S a l a m a n d r a 17 - 18 88
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

Recibo casi de inmediato, entre la gaseosa y las papas fri- cipio no hacía sino copiar cuentos o textos conocidos. Fue
tas, cantidad de cartitas, dibujos, corazones, etc. Pero entre un trabajo de meses de incansable insistencia lograr que “se
esas clásicas expresiones del cariño infantil, se alza para mí, soltara” de la repetición y se aventurara a inventar una his-
emocionante, el acróstico que María Marta me ofrece al final toria nueva. Logró finalmente hacerlo, pero siempre combi-
de su carta: nando, de manera transparente para mí, elementos, palabras
o situaciones de otros textos.
Sabe mucho, se
Inspira al Así, en su cuento puedo descubrir —como si analizara los
restos diurnos en un sueño— los otros mundos evocados.
Leer la
Dos días atrás, en una evaluación, yo había incluido un
Vida de los
texto que hablaba del modo en que los indios del Chaco
Indios, y nos hizo esperaban, ocultos en los pastizales, el paso de los animales
Aprender muchas cosas salvajes. Después, entre otros ejercicios, les pedía reponer
el sujeto correspondiente al predicado “se escondían entre
Al día siguiente, mi emoción va a duplicarse cuando otra
los pastizales”. Algunos habían escrito, como yo esperaba,
nena, María Paula, me regale el siguiente texto:
“los cazadores”, pero otros, con igual justicia, “los animales
Cuento salvajes”.
La maestra más buena del mundo se llamaba Silvia. Todos la
“Los pastizales” nombran pues, para mí, ese sitio en el que
llamaban princesa, y no por su hermoso nombre. Luego la prin-
el sujeto y el objeto se confunden.
cesa o sea Silvia corrió por los pastizales y se escapó. Luego de
6 semanas la princesa se encontró con los indios Diaguitas. Y Pero en el texto de María Paula ofician de frontera y
los indios la recibieron muy bien, y la llamaron Silvia. Y ella se ocupan el lugar de otra palabra, igualmente extraña para
sintió tan bien que se quedó a vivir con ellos. ella y fonéticamente similar: “empalizada”. Esta palabra
había aparecido meses atrás en un cuento que yo les había
Desde luego, no es sorprendente que las dos nenas consi-
leído y en el que efectivamente, una mujer huía. Se trata de
deren lo que aprendieron sobre los indios como algo signi-
la leyenda de la Maldonado, historia fascinante que cuento
ficativo del año que termina o de mi trabajo. Pero que me
a mis alumnos toda vez que puedo. ¿Cómo no la contaría
liguen a mí, mi persona, al mundo de los indios en términos
ahora en Salamandra? La digresión —que no es tal— vale
de inspiración, de identidad o incluso de destino, eso es un
la pena.
plus que sí me resulta, más que sorprendente, extraordinario.
Me habla de un reconocimiento más profundo, del que ellas La historia se remonta a la primera fundación de Buenos
no pueden ni tener conciencia, de una intuición de aquello Aires, al tiempo en que el capitán Don Pedro de Mendoza y
que más entrañablemente me ha ocupado todo el año y de un puñado de hombres levantan el primer fuerte a orillas del
lo que, desde luego, jamás hablé con ellas. Río de la Plata. No saben cómo procurar su alimento en esta
nueva tierra pero, al principio, los amistosos indios queran-
El texto de María Paula es incluso sugerente en sus
díes los abastecen generosamente de pescado. Hasta que un
“fallas”, en aquello que elide: porque ¿de qué, por qué se
día se cansan y los víveres dejan de llegar. Mendoza envía
escapa la princesa…?
unos hombres a reclamar, estos maltratan a los indios, los
A diferencia de María Marta, María Paula había tenido indios dan muerte a un español. Comienzan las hostilidades
enormes dificultades para escribir. Muy temerosa, al prin- y, a partir de entonces, sobre todo, el hambre. El Capitán

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EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

prohíbe, bajo pena de muerte, toda salida no autorizada más Pero hete aquí que en su cuento la princesa —Maldonado—
allá de la empalizada que rodea el fuerte. Pero el hambre tránsfuga soy yo —yo que, sin que ella pueda saberlo, he
que crece se cobra sus primeras víctimas. Y el Capitán, las pasado el año pensando en Tierra Adentro, releyendo las
suyas, en la persona de los desobedientes. Se sabe —véanse historias de tránsfugas refugiados en los toldos, evocando
los grabados de Ulrico Schmidt, que lo hasta aquí contado a Maldoror.
no es leyenda— que los cuerpos de esos ajusticiados alivian
Este cuento y ese acróstico me conmueven de modo sin-
en parte el hambre de otros desesperados...
gular. Me parece que —a la manera de esos relatos fantásti-
Hay en el fuerte una mujer, la Maldonado o Maldonada, cos en los que, al revelar la fotografía de un cierto objeto o
soldadera o esposa de soldado, que decide no morirse de lugar, el personaje ve aparecer, inesperadamente, una silueta
hambre. Una noche, cruza a escondidas la empalizada y huye. fantasmal, no percibida antes por él— ambas nenas, buscan-
Huye en pos de su vida, huye hacia lo desconocido, huye do expresar su cariño y dar cuenta de algunas cosas com-
hacia la noche, huye hacia la intemperie absoluta. Huye partidas, han dejado entrar además en el cuadro, sin saberlo,
dejando atrás el río: tierra adentro. Camina. Camina en la un más allá ignorado por ellas pero en el que yo he estado
oscuridad hasta caer desmayada de hambre en una cueva, a inmersa todo el año: me han retratado en Tierra Adentro.
orillas de un arroyo. Una hembra de puma llega, jadeante, a
Y sin duda es allí donde ha tenido lugar el encuentro del
punto de parir, con un pedazo de carne entre los dientes que
que ambos textos son fruto, el encuentro más extraordinario
deja caer, exhausta, junto a la mujer. La Maldonado come,
con un grupo de alumnos de todos mis años de maestra. Sí,
se reanima y ayuda al animal que sufre con un parto difícil.
en todos los sentidos de la expresión, un encuentro en Tierra
Desde ese día, los indios comienzan a ver a una mujer extra-
Adentro.
ña que recorre el arroyo junto con un puma y dos cachorros,
conviviendo con ellos. Le temen, la admiran, se estremecen Así lo habrá captado y querido expresar a su modo uno
ante su poder para comunicarse con las bestias. La llevan a de los varones, Leonardo, que poco después me obsequia
la toldería y la dejan vivir con ellos libremente. Pero un día en un poema en el que me (nos) sitúa “en la escuela de nunca
que los hombres de Mendoza llegan allí sin ánimo de guerra, jamás”.9
descubren a la tránsfuga, la apresan y la llevan al fuerte. Allí, EPÍLOGO
acusada de traición, es condenada a morir: será devorada
¿Y M, la señora Ducasse?
por las fieras. La atan en un poste, junto a un arroyo, y la
abandonan. ¿Haber luchado tanto para eso? Pero tampoco Vuelvo a verla recién a fin de año, en una cena de despe-
ahora morirá: su amiga puma viene a defenderla de las otras dida de los maestros de la escuela. Sin que yo alcance a pre-
bestias. Hallada increíblemente con vida cuando pensaban guntarle nada, se me acerca y me dice, con gran excitación:
encontrar su cadáver, la mujer es finalmente perdonada. —¡No sabés lo que pasó! ¡No quiero ni volver a nombrar a ese

Aquel arroyo lleva en adelante su nombre. Entubado, corre poeta! Mi cuñada tuvo un infarto…
actualmente debajo de la avenida Juan B. Justo, atravesando Azorada, ¿qué puedo decirle? (¿Pero qué es esa risa sarcás-
la ciudad (aquí, a cuatrocientos metros de este sitio en el tica que creo oír a lo lejos…?)
que vivo hoy).7
No he vuelto a ver a M.
Del recuerdo de esta mujer está hecha, estoy segura, la
imagen de la princesa que en el cuento de María Paula corre Nunca logré saber si ese parentesco era real, o aún posible.
por los pastizales y huye hasta encontrarse con los indios.8 Aunque algunos nombres en la familia de su marido repe-

S a l a m a n d r a 17 - 18 90
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

tían los de la familia de Isidore, existía una brecha de unas totalmente desconocidas por mí, que vienen de repente a engarzar-
décadas entre unos y otros —y esto sin contar que, en el 46, se con lo escrito más arriba.
Pichon-Rivière daba por extinguida a la familia. Tampoco sé
En la muy detallada introducción leo —y el corazón da un salto—
si eran ciertas las cosas que decía o si, astuta, fabulaba para
cuáles fueron los dos últimos proyectos de Bustos, previos al golpe
mí… De cualquier modo, ¿qué importancia tiene?
y a su secuestro: el primero de estos proyectos, en colaboración con
Si esta historia tuvo valor para mí, fue simplemente el su mujer Iris Alba, concernía la recreación de las leyendas de los pue-
de hacerme imaginar, por un momento, la agitación de la blos originarios de Argentina. Proyecto inconcluso, suspendido, para
legendaria capa negra en torno mío. el que Alba siguió durante mucho tiempo trabajando —realizando las
esculturas que acompañarían los textos de Bustos— en la agónica e
Un roce de su sombra.
incierta espera del retorno propia de la mujer de un desaparecido…
El otro proyecto se refería a adaptaciones de los antiguos cantares
SILVIA GUIARD
aztecas.
Como si no bastara esto para conmoverme, encuentro que el primer
Buenos Aires, mayo 2007 artículo periodístico publicado por Bustos fue, en el 70, un homena-
je a Lautréamont a los 100 años de su muerte. Y que al presentarlo,
NOTAS
la redacción de la revista Siete días describía a Bustos como el poeta
1. Ver Salamandra 15/16. que en Buenos Aires “encarna con mayor lucidez y originalidad el
mensaje de Lautréamont”, refiriéndose a él además como el poeta
2. Nacido en Buenos Aires en 1932, Miguel Ángel Bustos es secues-
“nacido en el barrio de Flores”.
trado por la dictadura el 30/05/76 y continúa desaparecido. A fines
de los 80 sus libros —en particular el último El himalaya o la moral 6. Toda “la capa azul” está, de hecho, cargada de intencionalidad
de los pájaros (1970)— sepultados durante años en los depósitos de mágica. Ya he dicho que entran en ella los recuerdos de infancia
las libreras devenidos en catacumbas, iniciaban el retorno que a él y los entrecruzamientos temporales. Agrego aquí, para acompañar
le estaba vedado, y como un sol que ha atravesado la muerte, subían este ingreso en escena de mi voz infantil, que, en enero del 90, junto
a las mesas de saldo. a mis elucubraciones sobre el origen de la capa azul ( Toyen, Bustos,
etc.), había anotado este fragmento de un poema escrito por mí en
3. Enrique Pichon-Rivière, El proceso creativo: del psicoanálisis a la
mi temprana adolescencia: “niña que fuiste y fui /cuando me duermo
psicología social (III), Buenos Aires, Nueva Visión, 1977.
/ por túneles azules me visitas / de la mano del sueño y de la luna”.
4. La intervención de Bustos es esencial ya que, como se ve, tras-
7. El arroyo Maldonado, cuyo nombre de mujer rebelde tanto evoca
pasa la piedra azul de Calfucurá a una figura femenina, en su doble
a Maldoror, suele desbordarse cuando llueve, inundando las calles
manifestación niña-mujer, asimilando además piedra azul=vestido
aledañas.
azul (=capa azul).
Inundado está también, curiosamente, el lugar que fue el centro
5. Una nota de último momento debe agregarse aquí: el 29/05/07, de la Capitanía de Salinas Grandes, centro operativo de la lucha de

estando ya terminado este artículo (pero aún no enviado a Madrid) Calfucurá y último bastión de su resistencia: la ciudad de Carhué.

concurro a la presentación del libro Miguel Ángel Bustos: prosa 8. María Paula especifica: indios Diaguitas. ¿Era este el pueblo que a
1960—1976, compilación de la obra periodística del poeta, reali- ella le había tocado investigar? No lo recuerdo. Es recién ahora que
zada y presentada por su hijo, el también poeta Emiliano Bustos. este dato me conmueve. La región de los Diaguitas es el Noroeste
Encuentro allí, apenas comienzo a leer, cosas hasta ese momento del actual territorio argentino. Tres años más tarde, cuando una cri-

91 S a l a m a n d r a 17- 18
EN TORNO Y A TRAVÉS DE TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

sis personal, fruto de una ruptura amorosa, me impulsó a alejarme espacio recuperado, para juntar fondos. Hay muchísima gente,
de Buenos Aires, mi destino fue el Noroeste. Sí, allí me recibieron oscuridad, música fuerte. En un momento de calma, se me acerca un
muy bien y el encuentro con las tradiciones ancestrales del lugar me chico muy joven y muy rubio y pregunta: —¿Vos sos Silvia? —Sí— me
permitió reconstituir mi energía. La idea de quedarme a vivir allá se sorprendo. —Yo fui tu alumno en 4º grado…
me cruzó algunas veces. No lo hice, pero escribí Quebrada. Inmediatamente reconozco a Leonardo... Emocionada de verlo,
y justo en ese sitio, pregunto por sus compañeros. Me entero de
9. En el año 2002, el azar me regala algo más. Se organiza ese
que muchos han seguido viéndose al correr de los años. ¿Y qué
año en Buenos Aires una coordinadora de apoyo a una comunidad
hace él?
guaraní de la provincia de Salta, desalojada por una multinacional.
Participo de las reuniones que se realizan en una antigua sinagoga —Hago títeres —dice— Estamos actuando en Kasa de las estrellas. Y
okupada: Kasa de las estrellas. Se decide hacer una fiesta en otro estudio filosofía. Pero lo que a mí me interesa, es escribir.

S a l a m a n d r a 17 - 18 92
E ncuesta sobre la poesía
por todos los medios
1) ¿Cómo se manifiesta en usted la poesía, es decir, cómo la experimenta y cómo la vive?
2) ¿Qué representa para usted la escritura del poema, lo escriba o no?
3)¿Considera que se establece alguna relación de contagio o interrelación, en la medida que sea, entre el lenguaje
poético que usted practica y/o lee y el lenguaje “corriente” que utiliza en su vida cotidiana, en su pensamiento y sus
relaciones habituales? ¿Cree que es posible y/o deseable esa relación? ¿Por qué medios podría fomentarse?
4) ¿Sirve la poesía a algún propósito; cumple alguna función considerando sus relaciones con el mundo?
5) ¿Considera usted que su poesía escrita es surrealista? ¿Por qué?

EUGENIO CASTRO
1. Eso que se llama poesía (entiéndase, en adelante, también original, sucediéndose en el tiempo con la pereza insobor-
lo poético) es, en principio, una de mis mayores incerti- nable del tiempo, perviviendo a todo intento (que parece ser
dumbres, en el sentido de que, siendo inapropiable (no me inevitable para el hombre) de representarla, de interpretarla,
pertenece, no me es orgánica, inicialmente es exterior a mí), de definirla también. Me exijo a mí mismo, para mantener
y difícilmente definible, me rodea desde siempre sin que yo con la poesía una relación no condicionante, instruirme en
lo sepa y sin que yo la conozca, “mostrándoseme” antes de una especie de vaciamiento intelectual como disciplina de
que yo pueda darle nombre (a una cierta intuición debo que fidelidad a la misma (y a mí mismo, de ser posible).
pueda “reconocerla”).
Por medio de esta actitud me propongo preservar, un poco
Está ahí y sólo por un encuentro con ese ahí, de intensidad distraídamente, mi propia actividad sensorial y mantenerla,
variable, pero siempre en un grado elevado, noto que algo tanto como pueda, emancipada de mi actividad conceptual
que me ha sobrevenido altera, significativamente, mi espíritu (caso de tenerla). En esta libertad primordial concibo mi rela-
y pone en tensión mi ser. Sobre ellos, ese algo penetra como ción real con la poesía, un real que no tiene por qué some-
un fuerte destello que me da a ver, pues me presenta bajo terse al dictado de lo social ni obedecer a sus prerrogativas,
ángulos imprevistos aquello que, manifiesto o latente, se me a lo que llega a desbordar porque la poesía se rebela y se
aparecía revestido con los ropajes de lo ordinario y todo el condensa como la violencia original que es, desplegando su
complejo de insignificancia, indiferencia, superficialidad y sombra profunda y larga por la que cae cualquier interés en
sopor con que lo ordinario se acompaña. Eso que está ahí, consumirla: como el amor, la poesía no se consume sino que
indeterminado, y que por tal encuentro ha llegado incluso se consuma como vida intemporal y asocial, ya que atraviesa
a ocuparme (y no necesariamente para atormentarme), lo todas las épocas y acarrea en su discurrir un ser en presente
recibo como una gracia que tiende a dignificar mi vida. A que se vivifica al contacto con el mundo incógnito en el que
eso arriesgo en llamarlo poesía porque la idea que me hago de nuevo adviene, sobre el que siembra el germen fecundo
de lo que así denomino me libra a una importante relación de su actualización.
inédita con el mundo (o por lo menos con el mundo sensible),
Sobre este suelo tembloroso se asienta mi relación con la
lo cual se me manifiesta con una simplicidad que no necesita
poesía, de ahí mi primera afirmación de que es una de mis
ser comprendida, aunque una operación de la conciencia
mayores incertidumbres; un suelo intrahistórico como tal,
(y más tarde del lenguaje) le confiere después una cierta
jamás privado a pesar de todo intento de la historia de bali-
legibilidad.
zarlo; en suma, una evanescente concreción como la línea
Sin embargo, esta dimensión preexistente que sugiero se del horizonte o una inconcreción como el sueño, inherentes
me impone hoy como la paradójica evidencia de que la poe- a la vida y no obstante irreductibles al discurso, al concep-
sía acaso sea indemostrable; o por lo menos —reduciendo to, a la instrumentación racional con que el hombre busca
este maximalismo— de que sólo puede ser en su ambigüedad protegerse.

93 S a l a m a n d r a 17- 18
Así es como se me manifiesta eso que yo intuyo que la poe- Por lo tanto, es el mirar lo que constituye la experiencia
sía es: amplitud y abismo en los que penetro y caigo y apre- en sí, y el documento resultante no puede valerme sino como
hendo unas potencias en principio indefinibles pero que se afirmación de esa experiencia real que es el mirar, y de que
encuentran con las mías en lo que tienen de desconocidas. al construir esa realidad se puede experimentar de nuevo lo
real. Y quisiera añadir que es justo porque el mirar precede al
A partir de ese encuentro adopto una nueva y sensible
acto de fotografiar por lo que se hace efectiva la experiencia
disposición con respecto a esa afectividad incalculable que
de lo real, ya que, el hallazgo en unos casos, o el encuentro
la poesía es, en tanto en cuanto deja de ser sólo ese suelo
en otros, lo desencadena. Esto se vuelve a producir cuando
conservado porque comienzo a mantener con ella una rela-
me topo con unas imágenes cuya función instrumental (la
ción vital que me hace experimentarla como materia de
del estricto documento periodístico) es socavada por la sim-
mis días. De este modo, no reprimo el deseo de producirla
ple acción de recortarlas y sacarlas de su contexto original, y
yo mismo en base de una construcción mental que me la
no para intervenir plásticamente en ellas sino para hacerlas
presente bajo sus formas más dispares. Me pido a mí mismo,
entrar en relación analógica con una frase, o un verso, de
en cualquier caso, que esa construcción se produzca en sus
naturaleza lírica, cuya sociedad crea realidad, una realidad
relaciones (dialécticas o no) con esa exterioridad o ese abajo
construida mediante una operación visual y verbal destina-
de los que hablaba más arriba; construcción mental que
da, aquí sí, a regalarme un conocimiento analógico que me
deriva de una actividad de espíritu que hace entrar en crisis
relacione con lo secreto del mundo.
el plano contemplativo al introducir en él un agente activo
que se inicia con la sola aprehensión, pero que se vuelve Varias circunstancias inherentes a la construcción del
más pujante cuando aspiro a tener esa experiencia, integral- objeto en su acepción surrealista —que es la que principal-
mente intensa, mediante un acto de creación que mantiene mente me importa— concurren para hacerme participar de
una profunda cortesía con el resto de mis actos cotidianos ese objeto como si se tratara de un precipitado de poesía
estimulados por el principio de placer. (fórmula que empleo correspondiendo a la de André Breton,
precipitado del deseo). Resumo de modo fragmentario esas
Me limito aquí a referir solamente dos de esos actos de
circunstancias con las que desearía aclarar el significado que
creación que me resultan particularmente demostrativos
otorgo a la expresión “precipitado de poesía”, que extraigo de
del sentido que, a través suyo, adquiere la poesía hecha
“El objeto surrealista: una poética de lo improductivo” (E. C.)
por otros medios, a la que me adhiero. Estos son, por una
parte, la construcción de objetos (ojo que no lo llamo poesía Hay en la construcción de un objeto un sentimiento muy
visual, denominación que no reconozco, como tampoco la agudo de una gracia original recuperada, del vértigo de una
de poema visual, aún cuando en un contexto laboral los use mirada despojada de condicionantes conceptualistas que
por “economía”); y por otra, la toma de fotografías como la mayoría de las veces condenan una obra de creación a
ejercicio documental de una mirada que por sí misma es la mayor opacidad. Ese vértigo es una pulsión primordial
acto de creación, ampliando aquí la acción de esa mirada a concreta, porque el objeto se anima de una reminiscencia
la elección de imágenes fotográficas extraídas de periódicos de infancia que le da su vida. No en vano, hay en la cons-
y revistas, en uso o en desuso, encontradas en la calle o en trucción de un objeto una rehabilitación de la transparencia
los rastros y rastrillos, como elementos de deshecho, como que acompaña a las relaciones del niño con el juego. En este
cosas abandonadas a su suerte. Esta práctica fotográfica no plano del afecto no calculado, principio de placer y principio
forma parte, en mi caso, de ninguna especialización (no soy de realidad dejan de ser antagónicos. Me atrevería incluso a
fotógrafo), sino que obedece al gusto continuo por un ins- pensar que el juego es el que se instituye como verdadero
trumento cuyo uso específico no me proporciona, necesaria- proceso realizador, el cual se sobrepone a lo preconcebido, y
mente, ni la evocación de un tiempo pasado ni la evidencia por el que, al menos a la altura de lo conseguido mediante
una operación de la conciencia, da frutos perturbadores,
de un tiempo congelado, ni tampoco la representación de
cuando no iluminadores.
una realidad “ausente”. Quiero pensar que su función especí-
fica me auxilia en dejar constancia, mediante el documento En este sentido, la acción de crearlo y el objeto creado
obtenido, de una acción real que en ese instante preciso coinciden con el juego en que ambos rinden al hombre al
construye realidad, esto es, de un mirar que ni la recrea ni la estado de inocencia (o por lo menos le restituyen una aguda
interpreta sino que la realiza. manifestación de inocencia).

S a l a m a n d r a 17 - 18 94
Otra de esas circunstancias es la de que ese objeto del sensación de una fuerte fisicidad. Esto no debe tomarse
que hablo desmiente el sacrosanto principio de identidad, como una perogrullada, pues la palabra se reserva esa cua-
en la medida en que su misma composición sólo es posible lidad por medio de la cual el poema se torna presencia. Esto
merced a la viva heterogeneidad de los elementos que lo tiene que ver con algo que me seduce fuertemente desde
constituyen, ninguno de los cuales suele ser la copia del hace ya un tiempo, lo que se me ha manifestado en distintos
otro, ninguno de los cuales favorecen el fetichismo del este- momentos de mi vida y ha marcado, con graciosa gratuidad,
reotipo. Al contrario, ese objeto contiene una polisemia de parte de mi discurrir, sea para agravarme y, paradójicamente,
lo real, poniendo bajo cuestión la noción de realidad de esta para aliviarme de ciertos lastres y pesadumbres y de algunos
civilización, según se desprende de los objetos que más la prejuicios. Como todo lo importante que sucede en la vida
afirman, sobre los que introduce un desplazamiento radical (eso creo), la escritura en general, y de modo muy particular
de su uso, poniéndolos a la fuga de su utilitarismo y de sus la del poema se me ha ido imponiendo sensible pero invo-
funciones productivistas. luntariamente como se me impone un lugar, ciertas horas del
día y de la noche, una mujer, una calle o un bar; quiero decir,
Por otra parte, el sentimiento de lo maravilloso en la cons-
que la escritura del poema se me presenta como una mani-
trucción de un objeto adquiere la forma de una experiencia
festación sin cálculo que me procura una intensa vivencia de
de lo maravilloso en lo que esta tiene de encuentro con un
lo inabarcable: más allá de mí mismo, es un encuentro con
hecho insólito que introduce en nuestros hábitos diarios una
un acto en el que posesión y desposesión se alternan y en el
ilusión capaz de suscitar por sí sola todos los mecanismos de
que puedo quedar fecundado o esterilizado, aunque un ejer-
la invención, una fabulación de la vida cotidiana a través de
cicio de voluntad me obliga a que sea siempre lo primero.
los objetos que ésta nos entrega. Existe en esto una cierta
semejanza entre la disposición de quienes se abren a esta Persigo encontrarme con la palabra en su propio límite,
relación con los objetos y las excelencias del hombre paleo- esto es, en la extrañeza de lo remoto que pueda haber en
lítico cuando, como él con el fósil, la concha, el guijarro, la ella, pues ese límite es un absoluto sin significado pero pleno
rama, la pluma, la corteza, el hueso, nos aventuramos hoy de una vida, manifiesta y latente, que se extiende inmensu-
por la ciudad y por la naturaleza al encuentro de todas esas rable e ignota a partir de sí mismo.
“ruinas” que poderosamente nos convocan, esos sedimen-
Pretendo que así sea mi relación con la palabra (añada-
tos (precipitados) que erosionan la fijación de la realidad
mos poética), un trato de desigualdad con el que reconocer
y simultáneamente reanuncian el retorno de lo animado.
su resistencia a ser totalmente comprendida, comunicada,
Pues esto es también el objeto, una erosión que modela la
administrada, recorriéndola en su interior y exterior turbu-
memoria de lo legendario (la memoria de una vida propia).
lencia, por la que yo no puedo ser igual a ella, por la que
Y no olvidemos que la erosión es un fenómeno que pone
me quedo, parcialmente y de buena gana, a merced de sus
en circulación, precisamente a través de sus vestigios, una
sacudidas, que muy fácilmente pueden anteceder a mi pro-
enorme potencia mágica que prefigura las cosas y reconoce
pósito de articularla.
y eleva su realidad.
Se anima así el poema con una promesa de abertura
Al afirmar todo lo precedente debería inferirse que no hay
posible separación entre experimentar y vivir la poesía, no hasta el punto de hacerse él mismo abertura. Espacio irre-
obstante los distintos modos que tiene de manifestarse, los presentable y física extrema que, como un confín, se vuelve
cuales son autónomos e intransferibles. Pero si hubiera de grandeza que reúne violencias: la violencia de un choque de
señalar, en última instancia, la manera en que esto se me palabras. Quiero decir con esto que la palabra poética —y
presenta, hasta el punto de su total solución, diría que es aquí el poema— se vuelve afuera que contiene su propio
durante el encuentro. No me extenderé sobre este hecho que acontecimiento; un acontecimiento indescriptible que libera
considero la piedra angular de todo lo que nombra a la poe- al poema de la servidumbre de la narración, de la descrip-
sía y que sustenta todo lo hasta ahora escrito por mí (aun- ción, de la representación, erigiéndose en cierre en el que
que seguramente esa palabra vuelva a salir a mi encuentro conquista su propia libertad.
durante el resto de mi respuesta.)
Pero como todo lo que ha llevado a cabo una conquista
2. Hay un hecho que le otorga a la escritura del poema una de libertad, se apodera de sí un celo por mantenerla intacta,
gran relevancia, y es que en éste la palabra proporciona la protegida incluso, que muy bien puede invertir ese valor

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soberano y devolver el objeto liberado a un nuevo confina- fuerza de la costumbre terminaría por indiferenciar y final-
miento. La alerta, para que esto no pase, es un ejercicio de mente sepultar. (Recuerdo que algo muy parecido ocurre con
disciplina al que hay que entregarse, justo en nombre de lo el sueño). Pienso, pues, que por estos resquicios, comunes
que no puede quedar encerrado bajo pretexto de virtud ni a todos, se libera una comunicación sensorial, emocional,
de inalterable ideal. En el poema, todo hallazgo formal no intuitiva, pre-conceptual, pre-textual no intelectualizada.
puede sino suscitar la conciencia de su falibilidad, convir- Y no es imprescindible verbalizar esa comunicación, pues
tiéndose en clave de su incesante cuestionamiento. Y esto basta que todo el aparato afectivo se estimule con su con-
porque la escritura del poema es inconcebible como ejercicio tacto para que la experiencia obtenida llegue a estimular
literario, pues es acción de espíritu que encuentra su propia una transformación verdadera de los comportamientos
manera de manifestarse en el cuerpo de la alteridad. Este es aceptados.
uno de los contagios capitales que puede procurar el poema
Lo poético que auxilia (que quiero pensar que es en sí
así concebido, vivido y realizado: total acabamiento de sí, se
mismo un lenguaje que se expresa de distintos modos), si es
consuma en su profunda verticalidad. Emboscado, el poema
capaz de contagiar, lo hace en la medida en que ello lo había
se concede una libertad desde la que rebelarse contra lo que
sido ya por aquello a lo que ahora devuelve su cortesía, su
quiera imponerle un orden cualquiera, una forma organizada
abundancia, su generosidad.
fija, un estado en el que la palabra perdería sin remedio su
don auroral, indistintamente albático y crepuscular. Me convenzo de que esto es así por mero empirismo, ya
3. El poema (la poesía) se carga con una extrañeza que que buena parte de mi vida está consagrada por ese contagio
contiene un profundo depósito de alteridad, ya que establece cuya elementalidad es tan incuantificable como insupera-
una relación con lo otro tanto antes de su concreción como ble, ya que los ámbitos que la conforman se nutren de las
después. Esa relación se da como corriente subterránea que diferentes intensidades que le prestan sus distintos interlo-
suscita con el eso una correspondencia que abre a un inter- cutores, que son aquellos con los que he llegado a relacio-
cambio simbólico con el mundo. El contagio al que se refiere narme sin premeditación, habiendo llegado a conseguir su
la pregunta estaba, pues, ya anticipado, en tanto en cuanto correspondencia. Y sí, hay una relación poética que ahí se
la palabra, como materia en sí misma, es siempre anterior a fragua, cuyo grado de expresión es cambiante, desde luego,
la escritura del poema. No existe, en este sentido, la sepa- pero significativamente alentador de una comprensión y de
ración que presupone la pregunta. Es más, añadiría que en una relación con el mundo que tiene por propósito rechazar
cada uno de nosotros, hombres y mujeres, no deja de latir toda servidumbre, relativismo y pusilanimidad moral, política
un cierto estado poético (de intensidad variable, es cierto, e intelectual que comprometan entre sus insuficiencias el
y por eso cualificable) sin el cual no se comprendería tener querer ser libre que lo poético estimula.
con la realidad una relación real; que algo en el tiempo ha Ahora bien, por alguna razón he llegado a sentir y a acep-
ido arraigando en uno hasta llegar a acompañarle como un
tar que no me bastaba mi propia suficiencia, ni que tampoco
extraño semejante que le da a ver por los ojos de lo que mira
lo quería. A esa intensidad que no desearía alienable debía
al menos con vislumbre parecido a como debería experimen-
corresponderle yo haciéndola participar de la de otros espí-
tarlo uno cuando mira por los propios ojos.
ritus que desearan poner en común sus respectivas aspira-
Sí, creo que a cada uno de nosotros, hombres y mujeres, ciones. Precisamente porque de esa manera, aún admitiendo
nos asiste una especie de sensible alteración interior (que el elevado grado de ineficacia que las actuales condiciones
suele llamarse en otro contexto “estado secundario” y que se prescriben, intuía yo que el roce entre ambos propósitos
suele aplicar a lo poético) que nos lleva a establecer con lo podría alcanzar, siempre idealmente, es decir como anhelo
otro unas relaciones, al menos en el plano de la percepción (lo cual disminuiría o anularía el deseo vano de una conse-
segunda, que inducen la experiencia de una vida que merece cuencia inmediata), un contagio por lo menos atmosférico
la pena ser vivida. El grado en que esto se nos manifieste, —genial y/o psicogeográfico— y ojala retrospectivo (entién-
y sobre todo la conciencia que de ello se tenga, es lo que dase aquí a escala de un estallido colectivo social), a sabien-
señalaría la diferencia para que esa sensible alteración sea das de que su incidencia sería posiblemente muy reducida.
un agente de conocimiento, un intensificador de vida o una De ese modo, la organización colectiva de la necesidad y el
simple rareza a la que apenas se presta atención y a la que la deseo como agentes de transformación radical del hombre,

S a l a m a n d r a 17 - 18 96
tanto en el plano mental como en el social, me parecía el para sus propios fines. Los profesionales de la política, de
mejor laboratorio en el que obrar, sobre un suelo poético, un la literatura y de la cultura en general, indistintamente
ensayo político y llevar lo conseguido afuera, exponiéndolo bajo una dictadura o una “dictocracia”, se han servido y lo
en sus diferentes instancias. Me refiero así a que la profundi- seguirán haciendo de la pusilanimidad y el desfallecimiento
zación colectiva en los hechos y en los fenómenos del estado de hombres y mujeres (entre ellos los así llamados poetas o
de cosas se llevaría a su puesta en acción en todos los ámbi- que una vez lo fueron), para reducir con su colaboración la
tos posibles y deseables de la actividad humana, según sus poesía a un programa que la rebaje, al contrario de lo escrito
propias capacidades, sin prejuicio de que esos se produzcan con anterioridad, a una comunicación de los dueños.
en los márgenes o en el centro. Es más, es preciso traer lo
Querer encontrarle a la poesía una funcionalidad práctica
que de radicalidad haya en los márgenes hasta el centro para
(por ejemplo: la poesía debe ser “revolucionaria”) es con-
infestarlo con su virus promisorio.
tribuir a potenciar lo que ya hemos llamado en otro lugar
Ese lenguaje poético que me atribuyo, por el simple hecho y momento “capitalismo de espíritu”. Se sabe muy bien la
de haberse topado con el de otros a quienes desconocía y perversidad que esto acarrea como para que su rechazo sólo
con quienes mantengo una relación que no se no comparti- pueda ser absoluto.
menta en planos (pongamos por caso intelectuales, persona-
Pretenderle a la poesía una finalidad práctica es volverla
les, amorosos, laborales, profesionales o poéticos), sino que
programática, domeñarla en una política de salarios, vanida-
es una relación de vida que se sucede a diario (no haciendo,
des e intrigas cuyo uso último lleva el nombre de miseria.
por lo tanto, de esos planos, una excepción), supone en mi
caso la asunción templada de una pequeña gran revancha Hacer practicable la poesía presupone haber accedido a
contra todo mecanismo desintegrador y atomizador que su enigma para convertirla en unidad didáctica; presupone
potencia el mal de la “dividuación” (Gilles Deleuze.) haber poseído la clave de su desciframiento para a continua-
ción desvelarla como ¿bien común?, ¿para el bien común?
De lo que se puede hablar, entonces, es de cómo la acción
No parece que nadie pueda ufanarse en revelar lo que “es”
colectiva de poner en común un lenguaje poético (una aven-
la poesía a una multitud que lo ignoraría. La poesía no es
tura de vida), puede generar una cierta y/o profunda simpa-
una materia, no es un género, no es una disciplina, no es
tía mediante unas prácticas experimentales que favorezcan
una ecuación. Acaso pueda llegar a creerse que la poesía es
un encuentro con lo otro que propague la conciencia de una
una inmanencia que hace que cada cual sea original en su
comunicación sin dueños. Esas prácticas son absolutamente
intransferible singularidad, que le hace ser origen. Y aquí,
deseables, justamente porque llegan a actuar como agentes
sí, es donde la poesía se hace común, pues el origen es lo
de contagio mediante los cuales, sobre distintas superficies
común.
y ámbitos, generar algo así como reservas de utopía concreta
asistidas por el genio de la pasión, unas prácticas experimen- Vuelvo a insistir en este punto porque me parece capital
tales inspiradas por una erótica de lo inútil, por una épica de para impedir que la poesía pueda convertirse, no sé muy bien
la errabundez sólo realizables en su imposibilidad bajo cuya bajo qué propósito, en propiedad parcelada (sea por privati-
admonición desconcertar, hostigar, irritar, desesperar los zación o por socialización). En este sentido, es inconcebible
mecanismos recuperadores del poder, arruinándolos median- toda esa retahíla de clasificaciones que atienden al nombre
te una disposición que haga coincidir la negatividad en el de “poesía del conocimiento”, o “metafísica”, o “de línea
discurso y la afirmación de un querer vivir como sempiterno clara”, o “irracionalista”, o “del silencio”, etc., que sirve en
drama de amor. nuestros días a la narcisista sustantivación del especialista
(con la torpeza y vejez añadidas de querer hacer pasar por
Ha de aspirarse, por lo tanto, a que ese contagio exceda
poesía, todavía, jerárquicamente, a la prosa poética o al
por propia generosidad el círculo de su origen y se desplace
poema.) Del mismo modo, no es concebible, en el marco del
a la vida diaria, al menos como ensayo experimental.
surrealismo, una poesía “surrealista” que sea la mimesis de
4. Buscarle a la poesía una funcionalidad que pueda ser un hallazgo reducido a estilo, rebajado a comodidad, con-
desarrollada en la vida práctica es endeudarla; es condenarla servándolo en su conformismo y en su conformidad (existe
a útil del que más tarde o más temprano se valdrían todos lo poético surrealista en el poema y fuera de él en la medida
los mercenarios del poder, todos los mercaderes del espíritu en que de un impulso se cumple a través, construyendo en

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el plano simbólico, como en el concreto, un sentido más alto por abajo todo intento de fijarla a un crónico valor de uso, a
de lo real.) un infame valor de cambio, a todo intento de volverla ideo-
lógica, venga ese intento de donde venga.
Apuntadas estas consideraciones, se me hace difícil pensar
que la poesía pueda servir a algún propósito más allá del que 5. Igual que existe en uno un cierto instinto de refracción
le encomiendan toda una serie (por seriados) de comendado- que obra como dispositivo contra la propia acomodación
res. La poesía se despliega y se repliega como propósito en al estado de cosas —en lo particular y en lo social— puede
sí misma, pues en tanto que abertura y cierre contiene en su que también exista en uno una disposición mental que le
finitud una inmensidad cuyo desconocimiento se presenta haga rebelarse contra un imaginario que terminaría por
como promisión (no obstante su terribilità.) Es esa inmen- constituirse, con el tiempo, en invariable (o disfrazadamente
sidad que hace presente lo desconocido la que vehicula variable). Este espíritu refractario debería interponerse entre
una potencia “política” porque atrae hacia ella al hombre ese imaginario consentido y la expresión que lo represente.
y lo dispone a restituirse en su nueva condición de hombre Es esta una actitud de alerta básica que actuaría contra el
despojado, y a reestablecer con su lengua una correspon- mal de sustantivo, impidiendo que se formase ese tipo de
dencia que le haga comprender que, por cada nuevo decir, osificación que atiende al nombre de estilo (y todo su cortejo
pone en juego un sentido total de la libertad, la suya y la de de farsas).
todo lo demás. Es aquí donde todavía el poeta (si persiste
en llamarse así) tiene un tarea política, como es deshacer Hasta donde llego a comprender, no hay estilo surrealista
el encantamiento negativo en el que ha podido caer —y el posible (pero procedimientos mentales surrealistas no hay
mismo hacer caer— el lenguaje —todos los lenguajes— y que pocos). De hecho, una ética surrealista debería encargar-
ha conducido a la reificación de sus sentidos y significados se de que esto no sucediera. Y aun admitiendo que en el
(en la palabra como en la imagen.) trabajo de cualquiera pudiera darse eso que se llama “un
mundo propio”, se me hace cada vez más incomprensible
Cabe aquí la posibilidad de decir que la poesía es revolu- que ese mundo propio se sustente siempre sobre un tipo
cionaria en tanto actúa de tal modo, trasladando la convul- de representación que termine siendo igual a sí mismo; de
sión de la acción revolucionaria al lenguaje, provocando un que se muestre y se exprese siguiendo la oscilación propia
levantamiento en sus estructuras y en sus usos; y porque de una rotación predeterminada. Este es uno de los hechos
como movimiento real del espíritu activa los mecanismos de que la mayoría de las veces termina por convertir (aun con-
una transformación radical de los hábitos que en el plano siderando las fases que van de uno a otro) un hallazgo en
mental sufren de estratificación. Pues si la poesía transforma un cliché, cuando no en una caricatura capaz de imponerse
el lenguaje es porque lo hace también con la vida (ella se al original y convertirlo en mera mueca; y asimismo la causa
instala en mis actos o los impulsa y en ellos se renueva o
de que aventuras creadoras, apreciables y emocionantes,
se corrompe.)
terminen siendo la sustancia grosera de una y propia cadena
Aquí es también donde se afirma, en un sentido general, de producción (quien quiera ver aquí, por oposición, una
lo poético surrealista de lo que hablaba más arriba. Y no es reclamación de la novedad la novedad, es un inepto).
necesario ponerle apellidos, pues si la reificación es el modo
El término surrealista hay que tomarlo con todo rigor. Para
más eficaz que utiliza el sistema en su objetivo de vaciar de
ello, habrá que comenzar por reconocerle la dimensión onto-
sentido a lo que lo tiene, se trataría entonces de desarrollar
lógica que lo pone en relación con el ser y con sus humores y
una labor de zapa sin mostrar la herramientas propias (y
que obre como dispositivo existencial que mida los vaivenes
aquí admito su dificultad), sin dejar de ser muy conscientes
y calmas que inciden de manera tan importante en la expe-
de que la poesía es un arma secreta. Y no me refiero a her-
riencia del mundo, así como en la experimentación mental y
metizar nada, sino a que un principio de libertad inalterable
práctica que hace mundo.
de la poesía reside en que sobrevive en su profunda noche,
no como destino impuesto por hombre o divinidad alguna Esas turbulencias cruzan la actividad de la imaginación
(por lo tanto, no como determinismo ninguno), sino como creadora y, junto con la intervención de una cierta voluntad,
cósmica materialidad en la que se sucede y acontece su vida en ocasiones perezosa, dificultan la fijación esterilizante y
absoluta. Así es como, en su negra libertad, la poesía socava favorecen la formación de nuevos climas.

S a l a m a n d r a 17 - 18 98
Esta climatología del espíritu, fundamentalmente emo- servando acaso algo su estructura interna). Y si he hablado
cional y pasional (que si no es ingobernable del todo sí lo con anterioridad de organismo, antes que de herramien-
es en sus movimientos más imprevisibles), influye en que la ta, es porque la palabra acarrea su propio ser —su propia
experiencia sensible del mundo no sea idéntica a sí misma, vida— cuya faz irreproducible, soberana, sólo puede ser
aún cuando una especie de bajo continuo ritme el hacer y severamente trastornada —que no transformada— por la vio-
el vivir de cada cual en el mundo y haga que se le parezca. lencia de un empirismo que, al modo quirúrgico, traumatice
Yo incluso la concibo como una fuerza que agrava mis sen- su principio de singularidad.
saciones así como organiza, extrañamente, algunos de mis
En este sentido, la escritura de la poesía surrealista no
actos. Climatología del espíritu que no se aleja de la idea
puede ser nunca más “surrealista” sin que esto no suponga
que me hago de lo que es un “estado de espíritu poético” y
ceder a las trampas de lo identitario. Sin embargo, y en
que también advierto en la expresión a través del poema en
sentido inverso, eso tampoco supone que se abandonen
verso o en prosa, pues la afectividad que libera en el plano de
las potencias reveladoras y libertarias de la analogía y la
la experiencia diaria, pura o no, la reconozco (con su distinto
metáfora poéticas tal y como han sido convocadas por el
grado de manifestación) en la afectividad que destina en el
surrealismo (por el que, estimo, han alcanzado una de sus
plano experimental. Este hecho, el cual considero que forma
aplicaciones más audaces y elevadas). Pues justamente es
parte de una “fenomenología surrealista”, daría razón, en como potencia —irrepetible y, por tanto, inclonable— por lo
una primera instancia, del por qué estimo que el poema y la que pueden seguir existiendo, asegurándose el valor de su
prosa poética son en mi caso surrealistas, pues participarían actualización en la intensidad y en la verdad de su encuentro
de lo que yo entiendo que es un estado poético surrealista con lo ser (una vez más: del abajo y del afuera).
que hace coincidir el materialismo de la experiencia (su
inmanencia) con la materialidad de lo experimental (lo expe- Ciertos procedimientos empleados hasta ahora por el
rimentado en su fisicidad y en su psiquismo). De este modo, surrealismo (la fórmula lautréamoniana, la otra de Reverdy,
tiendo a evitar la posibilidad de que la aventura poemática el automatismo, el espontaneísmo) me parecen viables como
de la que soy depositario se contemple en el espejo de sus iniciaciones en un proceso de liberación de la palabra de su
satisfacciones, pues la escritura del poema deja de ser un apropiación por el lenguaje de los dueños y el subsiguiente
ejercicio profesional (de escribiente o de poeta), salvador domeñamiento en sus prácticas aburguesadoras. Pero como
u ocasional al convertirse en propia fuerza experiencial y piedras angulares de la “operación de gran envergadura
asimismo experimental, en la medida en que impulsa la rela- sobre el lenguaje” (André Breton), se me presentan en nues-
ción y el trabajo con la palabra, indóciles a las empresas de tro tiempo insuficientes para hacer advenir, hasta el punto
apropiación y separación, vengan estas de donde vengan, ya de representarlo cualitativa y cuantitativamente, lo que late
que sólo puede sostenerse sobre la base de un intercambio en las honduras de la interioridad y de la exterioridad. Toda
la extrañeza que el mundo sensible nos susurra —manifiesta
simbólico emancipador (palabra emancipada y acción de
o latente— no puede terminar, para los surrealistas, en esos
escribirla como acto emancipado).
procedimientos, como no pueden ser su medio “más” propi-
Mas para que ese anhelo de que la palabra vehicule un ciatorio. La mismidad requiere otras atenciones, y la relación
principio emancipador del lenguaje y lo active (incluso con ella suscita, al menos, otras formas de representación, de
lo satisfaga), añadiría a la “climatología de espíritu” una recreación, al igual que la otredad. La visión se sucede entre-
morfología metamórfica de la palabra, en tanto en cuanto en-medio: lo maravilloso es tanto una “emanación profunda”
a una cierta escritura se le conferiría un nuevo estadio como un fulgor de lo concreto, una faceta ignorada de la vida
—una nueva conformación— que garantizase su libertad de mediata e inmediata; las afecciones del alma, en su expre-
devenir. Hablo de una metamorfosis de la palabra como del sión nacida de las entrañas del ser, con su dolor y su alucina-
proceso transformador que experimenta un organismo que ción, inducen probablemente el encuentro con una palabra a
nace bajo un aspecto y sensiblemente se cambia en otro que la vez desdeñada e ignota. Lo que pretendo sugerir, en suma,
acarrea la completa modificación del primero. Metamorfosis, es que son las potencias de la surrealidad las que hoy contri-
pues, como finitud, pues la palabra —como la imagen en su buirían, por pertenecer al que es su tiempo —otro—, a hacer
propio ámbito— ha de fenecer para reanunciarse en otra que real la existencia de una poesía surrealista escrita, más en su
jamás será idéntica a sí misma aunque se le parezca (con- morfología metamórfica que en sus formas prefijadas, huyen-

99 S a l a m a n d r a 17- 18
do su expresión de un modelo preconcebido y ahondando igual predisposición, que tanto equivale a la mecánica fabril
en sus posibilidades inéditas, que no dejarían de mantener (valga esto para cualquier actividad llamada de espíritu).
su correspondencia con los procesos experimentales propios Estimo que tal componente conceptual ayudaría, en sentido
del surrealismo. Esto es, al igual que se ha tratado siempre diametralmente opuesto, a la desmoralización de la indus-
de una experimentación formal, con igual intensidad puede trialización de ese acto de creación; a frenar la caída de la
desempeñarse hoy una experimentación conceptual que nos escritura surrealista del poema en el “trabajo cultural”, que
invite a superar a la primera siguiendo un procedimiento de como cualquier otro bien podría mimetizarse con lo enuncia-
profundización de una idea, de una intuición, llevándolas do por Rimbaud: “hay quienes confunden la pluma de escribir
tan lejos como sea posible en sus representaciones, reitero, con el arado” (póngase, si se prefiere, cualquier herramienta
inéditas (en el sentido, una vez más, de actualizadas: que de última hora, que en nada cambiaría el sentido).
actúan en su presente). Pues las representaciones mentales
En último término, algo de lo que expongo lo contemplo
de una experiencia, interna y externa, no se satisfacen a
como uno de los graves efectos que debería tener lo mani-
través de un solo lenguaje. E incluso puede llegar a creerse
festado por René Magritte —lo cual no me canso de recor-
que las representaciones mentales podrían disponer de sus
dar— cuando escribió que “la poesía no es un mero juego sin
propios mecanismos para encontrar el lenguaje que mejor
consecuencias”.
las representen. De este modo, a la importancia del carácter
visionario de la poética surrealista (en mi opinión, uno de Finalmente, la palabra de la que hablo —a causa de su
los más irreductibles, pues hace pasar a través suyo una cualidad inmanente— contiene y desplaza su propia potencia
inmensa libertad de imaginación —la cual podría ser llevada, de surrealidad. Y todo lo que intuyo que puede contener la
si fuera necesario, hasta el exceso—) yo no contemplaría imaginación y la representación que la transfigure, incidien-
contradictorio introducir ese componente conceptual (el do en la experiencia viva e insospechada de lo real y de lo
trabajo con la palabra y el encuentro, a través suyo, con imaginario, recibe por esa palabra la gracia de su pertinente
un cierto “inconsciente externo”) que, entrando en relación actualización. Lo contrario tiene el mayor parecido con un
dialéctica con la visión (en el plano particular afectivo y campo sembrado de sal.
sensitivo) contribuyera a ampliar el proceso experimental,
MANUEL CRESPO
mas no necesariamente, en un principio, por expansión, sino
por discriminación. Me explico: ese componente conceptual, 1. Experimento la poesía como el atisbo de la verdadera vida
que no es insensible, podría obrar como limitador de toda ausente, y soy consciente de que al emplear la fórmula de
arbitrariedad cuando ésta acabase por gustarse a sí misma, Rimbaud, ya bastante manida pero escasamente pensada,
redefiniendo el sentido de la poesía surrealista escrita, esto no digo nada nuevo, pero sí certero. La poesía es un arrebato
es, de la escritura de tal poesía. Menos paradójico de lo que íntimo, la exclamación absoluta. Hace aflorar un sentimiento
pudiera creerse, por ser resultado de su injerencia, esa discri- crucial que es, al tiempo, medular al hombre y ajeno e indi-
minación contribuiría a reevaluar la significación de la poe- ferente a él y que causa a sus ojos una transfiguración de
sía surrealista como agente de libertad, pues a partir suyo se lo existente y de sí. Para ello es imprescindible una mirada
podría esperar una restitución de su correspondencia con las atónita y deseante, decidida a escudriñar el reverso de la
palabras y las cosas que evitase el deslizamiento insensible realidad y hallar, en la singularidad de los seres que la con-
hacia la ortodoxia, participando, al contrario, de su fuerte forman, aspectos inéditos, valga decir maravillosos —pero
tensión dialéctica (la reflexión de René Magritte sobre las no mera quimera o fantasía sin suelo— que dejen abrir su
imágenes y las cosas, a causa de su completa vigencia, es seno extraño.
aquí preeminente en su traslación a la poesía escrita).
La poesía, para mí, no es únicamente el poema escrito,
En paralelo a lo expuesto hasta ahora, el acompañamien- sino todo aquello referido a la vida cotidiana capaz de
to de ese componente conceptual podría inducir a la toma instaurar en su flujo monocorde un sobresalto por el cual
de conciencia de un límite (de una ética) puesto sobre la es posible considerar la existencia como sorprendente y
producción de poesía surrealista. Cuando digo producción extraña, como un don singular que debemos apurar hasta el
no sólo me refiero a su fabricación compulsiva —y por tanto fondo. La poesía, entendida como poiesis, creación de mundo
insensible—; me refiero, asimismo, al hecho de publicarla con y sensibilización de lo que nos rodea proporciona una viven-

S a l a m a n d r a 17 - 18 100
cia inmediata, no intelectual sino anímica, desorientadora y Esta reflexión se aparta un poco del enunciado de la
por eso mismo, amplia. pregunta, no sé si también de su espíritu, pero he querido
introducirlo porque en poesía, a mi entender, no se trata tan
Evidentemente, es una afirmación y un grito que libera
sólo del lenguaje oral o escrito, pues esto me parece referido
del aspecto doméstico de la realidad, una manera de inmis-
a una especie de poesía “pura” que reflexionara acerca de
cuirse apasionadamente en el acontecimiento, un descenso
la potencia de la palabra y de cómo, mediante distorsión,
de lo general a lo particular —sea esto objeto o vivencia— y
podría acerarse y enriquecerse; una poesía autoreferencial
una sed de adornar los días con el gozo de lo imprevisible.
y ensimismada, tendente a la frialdad y cierta asepsia. Noli
Los síntomas, aunque no sé si este dato tendrá importancia, me tangere.
son el vértigo, la disminución de la personalidad, un descono-
Para mí, el lenguaje de la poesía es también físico, y me
cerse, sensación de ingravidez, cambios súbitos entre la eufo-
gustaría que hubiese una mención al acto poético, que es
ria y el miedo producidos por un hallazgo o una palabra.
quizás la manifestación atávica de la poesía y aquello para lo
No considero al poeta un ser privilegiado o distinto de los que, sin género de dudas, estamos capacitados todos.
demás, como cabría derivar de las sensaciones antes citadas.
Un caminar deseante, despojado y abocado al encuentro
Todos, de una u otra forma, ante unos hechos u otros, hemos
es poesía y su lenguaje es vértigo. Podremos después tra-
experimentado lo mismo. Ocurre que el poeta es quien se
ducir esa experiencia al papel, pero jamás reconstruirla con
deja ir, quien, a pesar de la angustia de notar cómo se dete-
exactitud. Siempre se trampea, no por mala intención, sino
rioran los asideros de una personalidad y un mundo familiar,
porque la dificultad es insalvable. Y lo mismo sucede con el
decide explorar esas comarcas fascinantes.
verso escrito.
2. La escritura o la lectura del poema instaura la lentitud,
Ciñéndome a lo que creo es en rigor la pregunta pienso
porque el verso es en sí mismo tiempo —lo contiene, lo alber-
que sí se produce contagio e interrelación entre “mi” len-
ga— es capaz de darlo y de exigirlo, y esto sucede porque la
guaje poético y el lenguaje de “los demás”, porque soy un ser
palabra poética es tensa, su significado tiende a superar su
poroso y no absolutamente ensimismado.
propia definición semántica, a trascenderse, a decir más de
lo que puede y dar cuenta de una ausencia, una pérdida irre- Debo reconocer que me molesta esta pregunta, me parece
parable en el tránsito desde la sensación, y el pensamiento, que tras ella se oculta una referencia al poeta como ser
al escrito. especial y especialista.

El lenguaje ya no abriga, ya no es utensilio sino yaci- Esta interrelación es imprescindible, so pena de estar
miento. usando una lengua distinta, culta, incomprensible para los
hablantes del latín vulgar o la “lingua franca”. Yo aspiro a
Asimismo, la poesía escrita, por estar sometida, en el
ser un poeta asequible. Nada me parece mejor destino que,
mejor de los casos, a una tensión y un rigor excesivo, solicita
como sucede con Antonio Machado, por citar un ejemplo,
del lector idéntica tensión y rigor. Todo lector de poemas es
sus cantares hayan sido recogidos por la gente y citados
poeta.
como si hubieran emanado popularmente. También me gus-
En cualquier caso, no le concedo importancia excesiva a la taría que mi implicación en una búsqueda de la vida poética
escritura en sí, sino a la manifestación de la poesía, ocurra fuera accesible a todos, y que cualquiera, como efectivamen-
por ese medio más ortodoxo o por otros. te así es, pudiera obtener sensaciones exaltantes con sólo
aceptar jugar guiado por el corazón.
3. Tal contacto se establece, siquiera sea porque mediante
el acto poético se designa a la cosa elegida por nosotros o Por lo demás, carezco de planes para mí mismo, de modo
elegida por sí misma para reclamar nuestra atención, y por- que desconozco modo alguno de influenciar en la sociedad.
que la poesía sucede en la vida corriente a pesar de ella. Tal Quizás el contagio pueda darse persona a persona, entre
vez por lo dicho en el párrafo anterior no quepa referirse a amigos, y esto sí me parece deseable, aunque sólo sea
un lenguaje, pero sí sin duda a una comunicación al menos porque mi persona está condicionada por esa necesidad de
sígnica. poetizar mis jornadas.

101 S a l a m a n d r a 17- 18
4. Afortunadamente, la poesía no puede urdirse para obe- un cuerpo ajeno —como es el lenguaje— buscando, paradóji-
decer a ninguna finalidad. La poesía se impone a cualquier camente, definir sus contornos de la manera más precisa. El
idea previa del poeta, se sirve de él. El poema es, acontece poema es un reto y un riesgo.
a través del poeta y del lector, a través de la acción que le
El poema permite captar por medio de relumbres aquello
ayuda a hacerse presente.
que de otra manera quedaría prosaicamente desapercibido.
No obstante, la poesía —hecha o escrita, leída o senti-
3. El lenguaje poético, la poesía en todas sus manifestacio-
da— sirve como frontera, como una línea que una vez cruzada
nes sensibles, forma parte inseparable de la vida cotidiana, y
impide, seguramente para siempre, retornar al estado aními-
como tal no se puede desligar de ella, salvo que se idealice o
co anterior. Ya no se es el mismo. Se ha visto. En este sentido,
absolutice ese mismo lenguaje. En sentido lato el lenguaje de
su actuación es trascendental para el individuo. Pero, una vez
la poesía, que implica la ruptura de ese continuum que es la
más, para que la poesía posea hay que querer ser poseído.
rutina de la vida corriente, y el lenguaje cotidiano que utili-
No concibo una poesía sin relación con lo existente. El zamos para mantenernos en esa rutina, no hay más relación
hombre es tan mundano como el cerdo y la nube. No sé que la puramente formal. Al ser la existencia en sí un flujo
cómo pensar en una poesía ajena al mundo, pues si no parte continuo, ello posibilita que la experiencia poética penetre lo
de una sensación, parte únicamente del propio lenguaje. Eso, cotidiano y viceversa. De hecho, la poesía significa siempre la
con toda la importancia que tenga, se aleja de mi vincula- asunción por la conciencia de lo cotidiano sin cotidianidad.
ción íntima con la vida. Es decir, no se trataría aquí de posibilitar una relación banal
y grotesca entre la poesía y la realidad hasta el punto de
JAVIER GÁLVEZ
transformar la poesía en lo que no puede ser: lo rutinario.
1. La poesía la experimento como la vivo, y la vivo de la
manera menos consciente posible, partiendo desde el punto 4. La poesía está desligada de toda funcionalidad. Ocupa
supremo de la experiencia que supone ese estado vital de el espacio al que el trabajo ya no puede acceder. La poe-
ansiedad y posibilidad que es la espera: lugar donde se sía permite al hombre mantenerse ligado integralmente a
conjugan en extraña correspondencia el sentimiento de todos los seres y a todas las cosas del universo. La poesía
angustia y el de alborozo. La espera como certeza de una es, sencillamente, la negación de todo valor inhumano, y la
incertidumbre, por lo tanto como una impotencia asumida afirmación desinteresada de una violencia: la de ver claro
como tal. Si el hecho de vivir en el mundo cotidiano supone con el ojo partido en dos.
una cadena de rutinas que permiten que la vida social sea,
JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ
la poesía como experiencia introduce una ruptura insensata,
en el sentido en que rompe una norma o ley que hay que 1. A nivel personal, la poesía es para mí, ante todo, una forma
mantener, se supone, incólume. En mi caso, esa ruptura no es de exploración. Me permite, en primera instancia, conocerme
premeditada ni supone una reflexión previa o condicionada, a mí mismo, o ciertos aspectos de mí mismo. En segunda ins-
sino que supone siempre la espera de un encuentro, que en tancia, conocer mis relaciones con el mundo. En una tercera
el fondo quiere siempre permanecer en esa espera, no consu- instancia, conocer el funcionamiento y los fundamentos más
marse. Cabría decir que la poesía se manifiesta más auténti-
íntimos de la lengua en la que escribo, investigar ese código,
camente en ese impasse o punto en tensión, que en la propia
y, dentro de su amplio espacio, crear mi lenguaje particular.
aparición concreta de ese algo esperado o encontrado
Estas tres instancias, obviamente, suelen seguir en la reali-
Por lo demás, podría hablar de la presencia en esa expe- dad un orden inverso al que yo he expuesto aquí por orden
riencia de la poesía de una dimensión ontológica: el ser de importancia para mí: uno empieza por el juego del len-
que se hurga avivando lo insospechado de sí para recuperar guaje y acaba en ese núcleo interior por completo inefable,
cierta unidad originaria; y una dimensión epistemológica es decir, uno va pasando progresivamente de lo decible a lo
negativa, en tanto en cuanto no aspira a un conocimiento indecible, de lo pronunciable a lo impronunciable. Entramos
científico de las cosas, sino a un conocimiento que persiste aquí en otro nivel distinto, el de la paradoja, que para mí es
en mantener el enigma exasperándolo. esencial en el ejercicio de la poesía: intentar nombrar aque-
2. El poema constituye una experiencia sensible converti- llo que no tiene nombre, o poner en palabras aquello que se
da en objeto. Aquí la experiencia se diluye ad infinitum en nos presenta como algo más allá del lenguaje. La experiencia

S a l a m a n d r a 17 - 18 102
personal e íntima de esa paradoja es parte esencial del hecho 2. Fundamentalmente, y como se deja vislumbrar por la res-
de escribir poesía, y parte fundamental de su encanto. Es puesta anterior, un momento de conocimiento o de explo-
también la paradoja de ser otros y otras cosas siendo a la vez ración dentro del lenguaje y dentro de uno mismo, y por ese
uno mismo. El tercer nivel de experiencia lo constituye lo que misterioso juego de ramificaciones hasta el infinito que es
podríamos denominar el goce del juego: el placer de jugar el universo, exploración del cosmos entero desde el mínimo
con las palabras y sus referentes, de navegar o sumergirse espacio del poema. Tampoco es de desdeñar otro factor
en los laberintos del lenguaje, y el deleite estético que su importante: el poema como actualizador del deseo. César
configuración en determinadas formas, estructuras y combi- Vallejo escribió en cierta ocasión: “Y mi madre me puso el
naciones —rítmicas, vocales, semánticas, morfológicas, etc.— abrigo no porque fuera a nevar sino para que nevara”. Ese
produce en el que la escribe y a veces, quizá, en el que la lee. elemento utópico es importante también a la hora de escri-
El último nivel —last but not least, el orden de enumeración bir, a veces: Quizá las cosas no sean así, pero son así en el
no significa aquí en modo alguno una prevalencia— lo cons- poema, en ese vaporoso espacio que yo he creado, y quizá
tituye el hecho de la comunicación. En un primer momento, puedan servir de elemento de comparación para la realidad.
es claro que uno escribe para uno mismo, en una especie
3. El lenguaje es un bien común, esto es un hecho irrebatible.
de diálogo-monólogo —de nuevo paradójico—, dándose una
Es creado por una comunidad entera, nunca por individuos
especie de comunicación interna o de comunicación con uno
concretos dentro de ella. En ese sentido, el lenguaje del
mismo. Pero es manifiesto que el poema ambiciona más, y que
poeta es el del hombre de la calle, y a la inversa. Para mí, las
busca comunicarse a otras personas, transmitirles ese momen-
vías de entrada y salida de uno a otro no están cerradas, sino
to de exclusiva e inalienable —nueva paradoja— experiencia.
todo lo contrario. Uno y otro se enriquecen mutuamente. La
Comunicar a otros es aquí sobre todo, querer compartir con
mejor manera de fomentar el flujo mutuo entre ambos es,
otros esa íntima experiencia existencial-lingüística-ontoló-
sencillamente, que el poeta sea un hombre corriente.
gica, en un rasgo de generosidad que para mí es inherente a
toda poesía que se precie. 4. Preguntar algo así es como preguntar si estar vivo sirve
para algo. En un sentido absoluto, seguramente no sirve
Obviamente, estos cuatro niveles se dan de manera sin-
para nada —como casi todo, por otra parte—, en un sen-
crónica en el acto mismo de escribir y prepararse a escribir:
tido relativo sirve para un sinnúmero de cosas. La poesía
la exploración, la vivencia de la paradoja, el placer del juego
puede servir a infinidad de propósitos, y entre los no más
y el acto de la comunicación se dan al mismo tiempo, se
inhabituales pueden encontrarse la vanidad personal, el
presentan como un todo, y como tal totalidad es vivida en el
exhibicionismo o el afán de notoriedad. Habría que tener en
momento de crear.
cuenta que el sentido o el propósito es un factor que se da
Habría aún un último elemento, difícil de rastrear muchas dentro de un sistema o microsistema que lo incluye. En ese
veces, pero presente siempre, quizá el más misterioso y sentido, se podría hablar de un propósito dentro de la vida
placentero de todos a la hora de escribir. Se trata de la sen- del que escribe, un propósito dentro de la vida del que lee, y
sación de trance o de entrada en trance que suele darse en a más largo, un propósito dentro de una sociedad o un grupo
muchas ocasiones y que desde su origen está en la experien- humano determinado. Que la poesía cumple una función o
cia del poeta. Se trata de la sensación de que uno no hace un propósito es algo obvio, pues de lo contrario nadie escri-
nada, no escribe, sino que otro escribe por uno, o por decirlo biría libros de poemas, ni los publicaría, ni pasarían de mano
de otra manera, que las palabras se agrupan, se desarrollan a mano en forma de venta, préstamo, regalo o dedicatoria.
y configuran y se escriben solas, independientemente de Cuál sea ese propósito no es claro: disfrute estético, voluntad
nuestra voluntad consciente. Tal sensación, en la que uno se de comunicación, deseo de juego, y muchas otras. Si lo que
siente instrumento de una fuerza superior, pero interna, o se quiere preguntar es si la poesía cumple, dentro de nuestra
en todo caso ajena, pero íntima, es familiar a cualquiera que sociedad, con una función equiparable a la de la actividad
escriba poesía, y a nivel personal, es una de las más hermo- política, la actividad sindical, la actividad humanitaria, la
sas y satisfactorias que pueden vivirse, y en ella se da uno actividad subversiva, la actividad económica o actividades
cuenta de que uno es otra cosa: la sensación de que uno es similares, creo que es comparar dos cosas que nada tienen
sólo el cauce de un río de palabras que fluyen solas y como que ver. Si alguien desea cambiar nuestra sociedad y nuestro
tales manan de nuestro cerebro. sistema económico y político, la vía de la poesía se mostrará

103 S a l a m a n d r a 17- 18
tan poco eficaz como querer matar a un mastodonte con un publicitarios o con titulares de periódicos seleccionados al
mondadientes. Hay otros instrumentos más eficaces y prác- azar. Pero todas estas actividades, creo, deben desarrollar-
ticos. Si lo que se desea es presentar una realidad alternativa se en un plano colectivo. Hablo del carácter colectivo del
a la que ahora existe, ahí la poesía sí tiene mucho que apor- poema, tan olvidado y denostado. Hablo de colectivizar
tar. Por decirlo así, y desde mi punto de vista, el potencial el poema. Acciones incluidas. Para ello se deben rechazar
pragmático de la poesía es nulo, pero su potencial utópico tajantemente conceptos como autoría, arte o genialidad.
es inmenso. Hasta ahora, en nuestra sociedad, el paso de
Repito: acciones incluidas.
lo utópico a lo pragmático ha sido imposible, y se ha visto
truncado en miles de ocasiones. Queda por ver si es posible He aquí unos buenos ejemplos de poesía en la vida coti-
o no, y cómo, un momento de la historia en que lo utópico diana: en 1953 André Breton es acusado de degradación
y lo pragmático se ensamblen, o se den juntos en las ideas de monumento histórico por haber frotado con el dedo
y en la vida de un grupo humano determinado. Si se llega a una pintura rupestre en la gruta de Cabrerets, tal vez con
ese punto, el potencial transformador de la poesía es gigan- la misma voluptuosidad con que hubiera acariciado una
tesco. Mientras lo utópico y lo pragmático permanezcan vulva femenina; el 8 de octubre de 1996, la casa okupada
escindidos, el propósito de la poesía seguirá siendo otro, que de la calle Lavapies de Madrid, fue desalojada por la policía.
podríamos definir así: intentar dar un claro nombre, y decir Algunos de los okupas que se resistían a salir, con ayuda
con bellas e idóneas palabras, aquello que uno desea decir. de unas máscaras blancas, se disfrazaron de fantasmas y
En el momento en que la esfera de lo pragmático llegue a ser accedieron a los tejados, mientras los policías registraban las
impregnada por la poesía, su función será otra: transformar habitaciones de la casa, ya vacía; el 5 de febrero de 1998, Bill
la vida. Este propósito, accesible actualmente a nivel indivi- Gates recibía los impactos certeros de cuatro tartas lanzadas
dual, no parece tan factible a nivel colectivo. por la Banda de los Tartazos, liderada por Noel Godin; en Las
Vegas, Nevada, un estadounidense de 46 años atraca unas
VICENTE GUTIÉRREZ
oficinas del Banco de América. Al salir a la calle, se detiene
Partiré de la siguiente afirmación: la poesía es realidad en en las puertas del edificio y empieza a reír a carcajada lim-
la medida en que construye realidad. La manera en que se pia, mientras se pone a repartir billetes de 100 dólares entre
lleva a cabo esta construcción guarda estrecha relación con los transeúntes. (Por cierto, la policía informó que la mayor
la siguiente afirmación: la realidad nos rodea y determina y, parte del dinero fue recuperado)
sin embargo, no está constituida, se experimenta como deseo.1
Repito: acciones incluidas. Sin periodistas que filmen.
Por lo tanto, es necesario considerarla como tal: bajo la pers-
pectiva cautivadora del deseo. 2. El poema, se trata ante todo de un fenómeno enriquece-
dor; es una de las circunstancias más relevantes que es pre-
1. La escritura del poema se me presenta como una emigra-
ciso tener en cuenta. Sólo desde la convicción del carácter
ción interior, una emigración interior que también apunta
positivo y enriquecedor de una realidad diversa, es posible
hacia fuera. En ese proceso, siempre le otorgo libertad abso- afrontar los temores y las resistencias al cambio que impiden
luta al pensamiento poético y a la consecución del poema. ofrecer una poesía adaptada a la variedad de lo real.
Entiendo el poema como afirmación de lo real, no como su
mera representación anecdótica. El poema es un asomo al Jorge Riechmann habla de escritura del poema como una
ascensión al desconocimiento, algo que Breton llamó “extra-
misterio, un palpar lo incomunicable, un decir lo que no se
ñeza de los sentidos”: “considero que es preciso no dudar ni
puede decir. Walter Benjamin hizo extensible este razona-
un instante en extrañar la sensación”.3 Benjamin Péret decía
miento al lenguaje en general: “Pues la lengua no es nunca
hace décadas que “el poeta combate para que el hombre
sólo comunicación de lo comunicable, sino también símbolo
alcance un conocimiento siempre perfectible de sí mismo y
de lo no comunicable”.2 del universo”
En lo referente a cómo la experimento, puedo decir que El poema también, entonces, conocimiento de la realidad,
vivo la poesía a diario, alterando la percepción que se supone y como realidad misma. Pero no el poema a solas, sino tam-
debiera ser esperable en mí, no sólo cuando la leo o escribo bién, a su manera, los materiales que conducen al poema; su
sino a la hora de relacionarme con otras personas, cons- proceso, el camino que conduce hacia él o que se aleja de él.
truyendo frases poéticas modificando, por ejemplo, letreros Y éstos están hechos de palabras no de contenidos.

S a l a m a n d r a 17 - 18 104
El poema surge cuando el lenguaje reclama su materia, dominio del principio del placer frente a cualesquiera otras
cuando éste se amolda a la realidad como una sábana consideraciones ideológicas o un supuesto yo ilusorio. Sobra
arrojada sobre un mueble. Pero también cuando la materia decir que esos procesos darían rienda suelta al impulso de los
reclama ser nombrada. Las cosas no aceptan permanecer instintos provocando una drástica transformación de la sen-
sensatamente como imágenes, decía Francis Ponge. El cómo sibilidad, de la que no sabremos su cercanía o alejamiento
nombrar y el qué nombrar se fusionan indisolublemente; más respecto de la minirrealidad espectacular que les rodea.
bien lo segundo pierde su sentido sin el primero. Para mí, no
Objetivar la percepciones subjetivas sigue desempeñando,
es importante qué se nombre, sino cómo se nombre. No es
pues, una función reveladora, pero ignoramos si esa subjeti-
necesario que el poema hable del hambriento, del indigente
vidad se haya invadida de huellas reaccionarias procedentes
o del explotado. Tengamos en cuenta que “el poema es pri-
del exterior. “La construcción surrealista ha permitido orga-
mordialmente ser de palabra (…) No ser de concepto, ni ser
nizar, a partir de la presente época, y alrededor de elementos
de pálpito moral”.4 Pero ¿qué ocurre cuando queremos escri-
subjetivos, las percepciones con tendencia objetiva. Estas
bir sin tener muy claro de qué queremos escribir? La poesía
percepciones, que en sí mismas tienden a imponerse como
aflora también cuando lo que se desea nombrar no está
objetivas, tienen una naturaleza trastornadora y revolu-
localizado. Cuando aparentemente no hay nada que nom-
cionaria, por cuanto dirigen una imperiosa llamada, en la
brar, lo desconocido puede adoptar la forma de lo deseado,
realidad exterior, a cualquier otra cosa que pueda responder-
de lo intuido o de lo temido. Y una voz nos susurra. Escribir
les”.5 Habría que preguntarse qué queda de transformador y
sin un contenido determinado, nos adentra en el misterio. El
revolucionario en esas percepciones, que no sólo beben del
supuesto y para muchos tan requerido contenido no es más
exterior sino que son devueltas a éste en fraternal animali-
que una ilusión generada por esa odiosa necesidad racio-
dad. En cualquier caso, los ejercicios destinados a profundi-
nalista de entender la poesía —y que presupone por tanto
zar en la subjetividad y el inconsciente pueden resultarnos
la existencia de unos capaces de hacerlo frente a otros que
útiles, no con el único fin de recrearnos en ellos, sino para
no—, de encontrar allí los cuatro o cinco temas confortables
además, cuando menos, descubrir el grado de contaminación
de siempre.
que sufrimos.
3. En mi vida personal, no encuentro diferencia entre el
Es evidente que la poesía crea conciencia crítica en tanto
lenguaje “corriente” y el lenguaje poético. Integro plena-
en cuanto cuestiona lo establecido y lo comúnmente acep-
mente la poesía en mi vida cotidiana, mi pensamiento y tado (por ejemplo, el lenguaje cotidiano o el proveniente de
mis relaciones habituales. Que exista una relación entre la publicidad), también por no someterse a ningún método ni
lenguaje coloquial de la vida cotidiana y lenguaje poético, ideología. Este cuestionamiento crítico florece en el mismo
es algo necesario. Es más, debería fortalecerse esta relación. instante en que el poema brota. Hay en él una soberanía
Siempre y cuando el lenguaje poético no se vea degradado, absoluta del inconformismo. Y ese estado peculiar en que
simplificado y reducido por el otro. Quizá el lenguaje poético nos sitúa la poesía además de compromiso y comunicación
sea el mecanismo de defensa más eficaz ante los abusos del con la realidad, nos ofrece conocimiento de ésta, así como
lenguaje publicitario, hoy en día, uno de los enemigos más de nosotros mismos.
poderosos y perversos y del que el lenguaje cotidiano de la
mayoría de la gente, se nutre sin darse cuenta. Lenguaje poético, pues, como crítica radical del lenguaje
“coloquial” miserabilista, que se traduce en una crítica de lo
En este contexto, el lenguaje poético proporciona una que nos rodea y conforma. Lenguaje poético que afirme la
representación mental para nada simplificadora. Este fenó- realidad que él mismo crea. No hay una intencionalidad clara
meno genera procesos muy complejos desarrollados en los más allá de esa maravillosa fusión de realidad y deseo que
lugares más recónditos del aparato psíquico. Detectar el conforma una conceptualización de la poesía muy distinta
grado de contaminación publicitaria, por ejemplo, que bucea de la comúnmente aceptada. Una poesía atareada en con-
en esos lugares del interior es una tarea esencial hoy en día, siderar la emergencia del deseo como factor determinante;
crear esa capacidad crítica, crear amor por aquello que se
ya que la palabra poética naufraga y respira en esos mismos
nombra.
procesos, allí donde se encuentren, provocando lo que André
Breton describió como un alejamiento del yo hacia el sí Escribir poesía conlleva, entonces, una actitud ética, de
mismo; ese sí mismo guardaría estrecha relación con un pre- compromiso con la palabra ante la manipulación informati-

105 S a l a m a n d r a 17- 18
va, ante la separación que la sociedad establece entre arte culo social radicalmente libre de enajenación y separación”.
y vida. En definitiva, lo que planteo es una ruptura con ese Y yo añadiría un quinto riesgo: la creencia de que escribimos
discurso proveniente del totalitarismo actual que parte de poesía para procurar en el otro una autonomía moral desde
“la tradición de la ruptura de las vanguardias”. Esta acción criterios culturalmente aceptables y no gratuitos. Es nece-
política de la escritura del poema no debería estar supedita- saria una clarificación que ponga de relieve dos cuestiones
da a ninguna doctrina ideológica concreta ni a ningún tipo importantes; a) la poesía no debe ser el vehículo de lo social
de estética. Es más, una poesía gratuita, descomprometida, y moralmente aceptable b) es, sin embargo, un compromiso
atareada en la afirmación de la realidad y de sus fisuras o del sujeto, que puede adoptar la forma política y social, pero
rupturas, está, a su manera, desarrollando también una con- es ante todo un compromiso con lo real.
ciencia social comprometida, siempre y cuando, como dije,
Hay un objetivo claro; un objetivo que entre otras consi-
no responda a un modo de actuar utilitarista. “Todo ensam-
deraciones se intuye que es inalcanzable: la emancipación
blaje casual de palabras toma maravillosamente la necesi-
absoluta del ser humano. En cualquier caso esa transforma-
dad de un sentido”,6 nos dice F. Alquié en su Philosophie
ción de la sociedad y sus vínculos requiere una transforma-
du Surréalisme. Una poesía conservadora y reaccionaria, en
ción del lenguaje. El cómo y cuando se desarrolle esa trans-
cambio, no admite liberación sino permanencia, repetición
formación es un debate aún abierto. Porque hay dos luchas
y simulacro.
que se solapan y se complementan. Dos luchas que suelen ir
Tengo predilección, por lo tanto, por una poesía que cree unidas pero que ahora, sólo ahora, me gustaría separar. Para
un lugar para la crítica por medio del lenguaje. Crítica que ha evitar confusión, no por otra cosa. Se trata de la experimen-
de desarrollarse en lo cotidiano, y en particular ha de trasla- tación mediante el uso del lenguaje y la lucha política que
darse al lenguaje cotidiano. La célebre afirmación “el surrea- persigue la liberación del ser humano como ser social.
lismo ha nacido de una operación de gran envergadura sobre
De momento partiré de la emancipación de la palabra
el lenguaje” de Breton cobra aquí especial significación.
como punto de partida. Esa lucha desarrollada en el terri-
4. No veo apropiado el implementar en el poema cualquier torio del lenguaje, se materializa en una resistencia de la
contenido del tipo social. La lucha social es la lucha social y palabra poética a devenir en mera herramienta sobre la que
la poesía es la poesía. Me gustaría señalar algunos riesgos en soportar cualquier supuesto alegato radical. Mi propues-
los que se puede caer al entrar en este terreno. ta pasa por afirmar la palabra poética como un fin en sí
mismo, cuya sola revelación ya lleva adherida una actitud
Jorge Riechmann en Poesía que no cede a la hipnosis7
crítica. Así, la palabra poética evidencia esos vínculos que
advierte de cuatro riesgos que yo considero muy extendidos:
se establecen en cualquier experiencia vital, sin pretensio-
el primero se plantea partiendo de la siguiente pregunta:
nes concretas más allá de su propia revelación. El carácter
”¿Poesía como vehículo de mensajes ideológicos? Es inade-
subversivo, indagador y desestabilizador de la escritura del
cuado —la poesía no debe reducirse a un papel instrumental,
poema impediría cualquier sometimiento, así como cualquier
auxiliar; ella es señora, no sierva— y además ineficaz (muy
imposición estética o ideológica. Por supuesto, el poema
poca gente lee poesía); y a menos gente todavía puede inte-
nada tiene que ver con esa obsesión de perdurabilidad que
resarles una tendenciosa poesía de tendencia civil. Frente a
muchos literatos quieren conquistar. Creo que la poesía no
todo esto, la poesía como práctica de indagación en todos
debería ser ni literatura, ni el inicio de ninguna obra.8
los ámbitos. Sin excluir lo social y lo político, por desconta-
do”; el segundo riesgo de la poesía política ”que me parece Es evidente que la realidad se articula en lenguaje y a su
patente es la justificación por el contenido”, se tiene la sen- vez, el lenguaje se infiltra en las profundidades más recóndi-
sación de que escribir poesía que persiga justicia social nos tas de la realidad. De ahí que la transformación del lenguaje
liberará de la pesada carga del cuestionamiento. El tercer y la transformación de la sociedad no pueden ir separadas. El
riesgo es “la tentación de sustituir la experiencia de otros”: uno pierde su sentido sin el otro; por un lado, es inconcebible
cada cual escribe desde su propia experiencia, ese material una nueva sociedad justa e igualitaria en la que se use un
vivido se revela además intransferible; el cuarto riesgo apa- lenguaje conservador, el lenguaje de los “amos”; por otro
rece en “los intentos de aproximar discurso poético y acción lado existe el riesgo de fracasar y de que esa transformación
política”, es la “suposición de que podemos alcanzar un vín- se estanque: “la mera transformación del lenguaje deviene,

S a l a m a n d r a 17 - 18 106
tarde o temprano, mero estilo literario. Pero como realidad y alteración sistemática del lenguaje se enfrenta a muchos
parte de la realidad que es, la transformación del lenguaje no obstáculos. Los patrones lingüísticos preexisten al individuo
puede limitarse a sí misma, permaneciendo milagrosamente y lo moldean, pero la suma de los cambios introducidos tras-
aislada de todo lo que la rodea. Por fuerza, ha de contagiar forman a su vez la realidad a ritmos diversos según las épo-
a otras realidades”. La palabra en libertad no cumple nin- cas y el esfuerzo colectivo ejercido para que se produzca la
guna función representacional ni utilitarista. Claro que por variación. Los obstáculos al cambio son de orden social pero
parte del poder, encontramos un rechazo absoluto hacia esa también de orden psíquico; de orden social porque la bur-
palabra en libertad, asignándole a la poesía un carácter uni- guesía tiende a mantener sus privilegios y de orden psíquico
versal obligado de inteligibilidad, porque “en el lenguaje, en porque las personas son socializadas, desde su nacimiento,
la vida social, en el corazón humano hay zonas de opacidad, por medio de diversas instituciones como la televisión, la
lagunas de sombra. La ambigüedad, el inconsciente, la con- escuela o la universidad, hasta adquirir el comportamiento
tigencia, el azar, la imprevisibilidad son componentes de la esperado en ellos, preescrito por la cultura dominante.
vida humana que ni siquiera deberíamos desear eliminar. En
La personalidad de cada individuo es moldeada en profun-
el fondo, ese requerimiento de inteligibilidad total es miedo
didad para adaptarse a los patrones lingüísticos predomi-
a la libertad.”9
nantes, tal que ese modo de usar el lenguaje pasa a formar
Al igual que rechazo un uso ideológico, tampoco creo parte de su forma de percibir el mundo, de su identidad, de
conveniente asignarle una inteligibilidad obligada al poema; sus respuestas frente a los estímulos externos. Pero existe
un individuo atareado en “no resultar” hermético, ya le está una relación dialéctica entre lenguaje y realidad, porque el
asignando un utilitarismo concreto a la palabra poética. Y individuo también altera el lenguaje a la hora de ponerlo
por lo tanto acotando gran parte de su potencialidad. Sobra en práctica. Es posible modificar algunos comportamientos
decir que en las últimas décadas las críticas al hermetismo lingüísticos. Lo que supone un esfuerzo muy costoso de
han apuntado en esa dirección. Creo que ya he dicho que reconstrucción y construcción de la propia identidad que, de
no me gusta pensar en la palabra poética como mera confe- todos modos, difícilmente llegará a ser completa.
sión. Prefiero una poesía que desestabilice las arquitecturas Llegados a este punto, nos encontramos ante la siguiente
del lenguaje, rehaciéndolo, reinventándolo. Sin olvidar el contradicción: la palabra poética, no puede transformar la
compromiso entre sonido y significado, entre ritmo y rup- realidad porque ella misma es realidad. Tal vez porque, como
tura. Claro. he explicado antes, no sea éste su cometido. Ahora bien,
No estoy diciendo que la poesía deba ser una herramienta ¿tiene algún sentido entonces el uso ideológico de la palabra
de la revolución. De la misma manera no estoy afirmando poética? Ya he expuesto que no se le debe asignar ese uso
tampoco que deba permanecer al margen de cualquier des- ideológico. “La palabra poética no es la síntesis de ningún
discurso que trate de justificar o consumar su ideología,
envolvimiento histórico y que por lo tanto no participe en
reduciéndola y deslomándola en la trilla de la laboriosi-
ningún proceso libertario de lucha social. Separemos por el
dad”.10 Resultaría complicado por lo tanto, describir el papel
momento poesía de lucha social. El lenguaje poético, por el
que el lenguaje poético desempeñaría en cualquier proceso
hecho de existir ya participa en esa liberación, pero a otro
revolucionario. Ignoro esos procesos, el andamiaje de causas
nivel, una liberación que por otra parte debe ser absoluta e
y consecuencias que enlazarían una etapa con otra. Además,
incondicional, fundamentada en una ética de acogida (descri-
es muy posible que, durante estos procesos sucesivos la poe-
ta por Clement Rosset) De hecho, su poder desestabilizador
sía termine por ser deglutida por el sistema. Tal vez haya que
atentaría contra cualquier sistema político que tenga la ten-
hondear la bandera blanca de la rendición. Ha ocurrido con
tación de domar, acotar y restringir. Parece que el conflicto
los medios llamados artísticos. El sistema recurre a estrate-
entre la palabra poética revelada y un supuesto contexto de
gias muy perversas y sofisticadas, para nada inocentes, con
lucha social, evolucionaría mediante una confusa resolución
las que defenderse. En el texto Tiempos de carnaval de José
dialéctica. La poesía tendría entonces un objetivo claro: la
Manuel Rojo, se describen esos procesos de “vacunación” a
resolución dialéctica de esta misma oposición.
los que recurre el sistema para desvalorizar los movimientos
Ahora bien, por desgracia, la posibilidad de cambio no revolucionarios que le son hostiles. La progresiva e imparable
significa que se trate de una transformación inmediata. Esta implementación de ciertas soflamas, consignas y lemas revo-

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lucionarios en la publicidad las convierten en una especie de momento recordar que aquélla tiene dos enemigos más en
anticuerpo o vacuna que neutraliza ya de entrada la eficacia la narración histórica y en la elocuencia”;13 4) “a fin de
de la crítica de esos movimientos. “La amenaza de la recu- conservar su libertad (…) debe considerarse exenta del deber
peración, siempre presente, se ha multiplicado en los últimos de fidelidad a las circunstancias, de modo muy especial a las
tiempos, de tal forma que parece que ya desde el principio, enajenantes circunstancias históricas”; 5) “de igual modo ha
desde el primer momento en que la palabra sacrílega se de evitar la preocupación de complacer o de convencer y,
pronuncia o el acto de rebelión se comete, ya están recupe- contrariamente a lo que ocurre en el caso de la elocuencia,
rados; como si todo aquello que se va a emprender contra el ha de mostrarse desligada de toda finalidad práctica”.14
sistema, ya se conociera y tuviera su respuesta, su antídoto.
Cabe preguntarse cuántas de estas recomendaciones
No cabe duda de que la publicidad, y los todopoderosos
siguen vigentes y cuánto puede aportarnos aún el lenguaje
medios de comunicación con los que dispone, cumple un
poético.
papel fundamental en esta recuperación contemporánea”.11
Quizá éste sea el principal obstáculo de la palabra poética; BRUNO JACOBS
la amenaza de la recuperación de las ideas y movimientos
1. En primer lugar, y de modo más y más claro, en la
revolucionarios por parte del mismo poder que se quiere des-
realidad física del mundo (realidad urbana o natural). Una
truir. Y el colmo de la desfachatez llega cuando esta recupe-
cierta especie de energía, de concentración (precisamente
ración empieza a serle útil al poder. “El mundo moderno ha
como el fenómeno de la vida), el encuentro o la fusión,
cubierto la ventaja formal que le llevaba el surrealismo. Las
dinámica o no, entre elementos a menudo difusamente
manifestaciones de lo nuevo en las disciplinas que progresan
complementarios a primera vista. ¿Dónde y cuándo? No
efectivamente (todas las técnicas científicas) toman una
se puede anticipar. La experiencia poética para mí hoy es
apariencia surrealista (...) Pero la realidad que domina esta
la avidez de las cosas mismas (y el resultado de una cierta
evolución es que, al no haberse hecho la revolución, todo lo
saturación de mi sensibilidad respecto a la poesía escrita),
que constituyó para el surrealismo un margen de libertad se
junto al deseo de un retorno a la mentalidad infantil y aún
ha visto recuperado y utilizado por el mundo represivo que
anímica y su abertura antes o fuera del lenguaje. Pienso hoy
los surrealistas habían combatido”.12
que si la poesía escrita tiene un papel importante, es como
El lenguaje poético accede a lo real, pero creando realidad. portadora de una larga experiencia, como reflejo de varias
El tipo de lenguajes propios de la propaganda y la publicidad manifestaciones del espíritu poético a lo largo del tiempo,
se oponen a la realidad, a las posibilidades imprevisibles de de un modo priviligiado de intervención —en el lenguaje— y
ésta por cuanto la simplifican y crean esquemas ilusorios. Y sobre todo, como introducción.
se convierten en poderosos mecanismos de control social. Se
2. Un esfuerzo por lo general bastante terrible con mucha
hace necesaria aquí una actitud defensiva, especialmente en
angustia que a menudo implica ciertas revelaciones como
el terreno de las llamadas artes. La palabra poética se me
consecuencia del esfuerzo y de las dudas.
presenta como el escudo más eficaz, entendida ésta como
lugar de afirmación de lo real, para defenderse del espectá- 3. Sí, hay una relación pero bastante subterránea, repen-
culo superando en la medida de lo posible cualquier intento tina, por lo menos a veces. Y en la medida en que escribo
exterior por establecer en ella una actualidad ilusoria. o trato de escribir poesía, siempre deseo incluir referencias
al lenguaje corriente (expresiones, términos especificos y
Ya en 1935 André Breton en su célebre texto Situación
aun lugares comunes pero en contextos que les dé una luz
surrealista del objeto. Situación del objeto surrealista enumeró
diferente, una nueva vida, por así decirlo. Los importantes
algunas recomendaciones para permitir e incitar a la palabra
escritos de Jean Paulhan todavía merecen atención al
poética a llevar a cabo invenciones siempre nuevas y evitar
respecto. Esa relación es crucial para contrarrestar la inercia
ser presa de posibles recuperaciones por parte del poder.
del lenguaje, pero también como reacción en contra de lo
Estas son algunas: 1) “es preciso conservar la libertad de
prentencioso, de la formalización o de la oficialización de un
la imaginación poética”; 2) “ha de procurar por todos los
cierto lenguaje poético y de la palabra en general.
medios recuperar la vitalidad concreta que las costumbres
lógicas del pensamiento le hacen perder”; 3) “la imaginación Practicamente todos los medios deberían ser aceptados a
poética tiene un enemigo mortal en el pensamiento prosaico mi juicio, sobre todo tras mezclar, perturbar o confundir el
y, en nuestros días, es más necesario que en cualquier otro carácter establecido de los medios dados (*).

S a l a m a n d r a 17 - 18 108
4. Ciertamente, tenemos la vanidad de los poetas y recor- el principio del placer. Allí donde el hombre se libera en la
damos las salubres palabras de Marcel Mariën sobre esto: libertad alcanzando el placer que desea (placer que se puede
“Piedras echadas en el agua; no tiene influencia”. concretar en el humor, en la belleza, en el lirismo, en el amor,
en el conocimiento, en la revuelta, etc.) allí reside, para mi,
Y sin embargo, el aspecto más fundamental de la poesía
la poesía. Y el intermediario entre estos dos polos, el camino
parece, a mi juicio, estar vinculado con lo que yo desearía
que lleva de uno a otro, no es otro que la imaginación. Por
llamar lo trágico de la existencia; como reacción, como
tanto, la poesía es también una lucha, un proceso activo de
revelación o actualización, como contraste preferentemente
tránsito hacia un estado ausente pero, de una forma u otra,
consciente. Una suerte de energía o cristalización frente a
ya intuido como posible. En todo caso, este placer deseado
lo inefablemente terrible del mundo que, por supuesto, no
del que hablo nunca debe ser entendido como un placer bur-
excluye bajadas a ello. En este aspecto sí, la poesía es Eros.
gués cuyo único fin sea el deleite, o como un placer espec-
Otro aspecto importante para mí es la tendencia de la tacular cuya culminación sea el embrutecimiento directo e
poesía —por lo menos implicitamente dialéctica— a poner instantáneo. La comprensión del horror, por ejemplo, y las
un contrapunto a lo establecido; frente a un mundo y consecuencias que esta comprensión pueden tener en la vida
una existencia hoy más y más virtuales y el espectáculo del que lee o escribe, de su aceptación y de la nueva relación
en general —¡incluida la poesía oficial!—, hacia la realidad con el mundo que de ello se deriva, también entran, a mi
física, la cosa misma, lo concretamente vivido. juicio, en este principio del placer.

La poesía por otros medios ofrece la inmensa ventaja de De esta definición se extrae por tanto que la poesía puede
ser imprevista, inmediata, concreta, incondicional, efimera darse en cualquier parte y de mil modos diferentes (entre
y fuera de los marcos establecidos o prejuicios de las los cuales el poema escrito no sería más que una de ellas,
convenciones y poder culturales. En este sentido sí, la poesía poseedor de unas condiciones propias características al des-
tiende a ser subversiva. envolverse en el ámbito del lenguaje), ya que su condición
no está restringida a una serie de condicionantes previos,
(*) Tal vez un pequeño ejemplo de “poesía involuntaria”
sino que puede utilizar cualquier condición previa, siempre y
utilizada por el grupo surrealista de Estocolmo como correo
cuando la subvierta para sus fines. Este proceso, no obstante,
electrónico mandado de modo anónimo a un centenar de
tiene poco que ver con la idea de facilidad. En ocasiones esta
contactos y personas, entre otras del mundo cultural y de
búsqueda puede acarrear una extraordinaria carga de dolor
prensa, era sacado de una muy breve publicidad televisada
al que la efectúa, al enfrentarse con la vida en todo lo que
—bastante oscura— sobre jabón que mostraba manos en
ésta puede tener de patética y aterradora. El principio de
varias situaciones cotidianas, seguidas del texto abrupto
realidad, por tanto, también está en la poesía como forma de
¿DONDÉ HAN ESTADO TUS MANOS HOY? Los efectos de
conflicto, siempre esperando ser superado, pero igualmente
esas palabras, aisladas de su contexto original, seguimos sin
manifiesto.
conocerlos, excepto un par de reacciones ofuscadas, ya que
nuestra dirección de remitente anónimo fue derogada muy En cuanto a la experimentación de la poesía en mi vida
rápidamente. concreta, la contemplo como una búsqueda de los estados
que hacen posible esta liberación. Si bien es cierto que
JULIO MONTEVERDE
estos estados, hoy por hoy, están condenados a aparecer en
1. Para mí, la poesía es una forma de estar en el mundo. continuo estado de excepción, mi propósito con respecto a
Es un modo de comportamiento humano mental, físico y ellos es el de crear las condiciones que me permitan expe-
relacional que sólo existe manifestándose. Rechazo instin- rimentarlos con la mayor frecuencia posible. En la práctica,
tivamente la idea de la Poesía. La poesía no está separada los condicionantes exteriores o interiores suelen hacer muy
en ningún momento de la existencia, no existe nunca más difícil la conquista de estos momentos. En la medida en
allá de ella. Esta inmanencia absoluta viene a concretarse que estos condicionantes cambiaran y permitieran una vida
en sus diferentes manifestaciones (que son, lo repito, su más profunda y verdadera, comprendo que el acceso a los
único medio de existencia), ya sean estas escritas, pensadas, instantes vividos sería más y más frecuente. Pero por ahora,
intuidas o actuadas. Y su concreción, aquello en lo que se se trata en primer lugar de no claudicar, pero también de
desarrolla, es en la búsqueda de la libertad finalizada en luchar, en la medida de nuestras posibilidades, para que esta

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situación esté lo más cerca posible. Dondequiera que exista tencia. La interrelación entre uno y otro se da explícitamente
la posibilidad de experimentar el comportamiento poético, desde el mismo momento en que ambos usan las palabras
se me hace pues necesario acercarme. El juego, las expe- para expresarse. El contagio, al menos en mi caso, se da
riencias del azar y lo maravilloso, la escritura poemática o en ambos sentidos. Pero lo que el poema aporta no lo hace
la transformación de la vida cotidiana en base a mis deseos tanto al lenguaje como a las estructuras sobre las que este
conocidos o por conocer (trasformación que tiene, como no se sustenta. Ahí es donde se produce uno de sus efectos más
puede ser de otra forma, una vocación política), represen- poderosos, ya que el poema no actúa sobre el vocabulario,
tan para mi el campo de acción en el que la poesía puede sino sobre la estructura mental que permite su elección y su
cumplir, hoy por hoy, sus objetivos manifiestos o latentes de puesta en juego.
forma directa.
Por otra parte, en lenguaje poético, cuando es complicado,
2. La escritura del poema contiene para mí dos vertientes. lo es porque su objeto es complicado, porque su carácter
La primera es el acto liberador en el cual reside su princi- problemático le obliga a ello. Para mi esta condición es poco
pio. Esto quiere decir que la acción de escribir un poema menos que insalvable. Se puede protestar contra ella, pero es
representa siempre, según yo lo veo, un desencadenamiento una protesta sin sentido. Desde el momento en que el poema
de aquello que me oprime. En todo poema que he escrito se adentra en lo desconocido ha de romper con lo conocido.
hay algo que se ha liberado. El siguiente paso, en el que Si se intenta modular su discurso se atenta contra su libertad
se basa la acción mucho más discutible de darlo a leer, es y se anulan sus poderes. No puedo entender que se emplee
en donde interviene una escrutación de lo que este poema el concepto “deseable” (con las comillas que se quiera), para
puede tener, o no, de liberador para otros. Este paso intento hablar de esto, pues no se trata de que se pueda intervenir en
llevarlo a cabo con el máximo rigor, aunque admito que la un sentido u otro. El poema es, su forma es parte de un todo,
tensión individual puede distorsionar en ocasiones el proceso así se manifiesta, así debe ser aceptado. No hay grados, sólo
(el rigor puede considerar múltiples variables, no todas expli- hay preferencias del lector en todo caso, pero estas prefe-
cables mediante conceptos, que pueden llevar en ocasiones rencias no se pueden imponer artificialmente al poema. Para
a la confusión). Sobre este punto me remito finalmente a mí, si el poema no es un espacio de libertad extensivo no
Bonnefoy cuando afirmaba que “no se trata de dar a leer, es nada. Y no debe olvidarse que existen otros medios para
sino de dar a vivir”. decir, medios muy loables y que están igualmente al alcance
de todos, dispuestos a ser utilizados en la forma que se con-
La segunda vertiente de este acto, que en mi opinión no
sideren convenientes. Por otra parte, tampoco creo que deba
se opone al anterior sino que lo multiplica, al introducirlo
subestimarse jamás el grado de comprensión del lector.
en el tiempo y en la totalidad, es la de reconquistar aquellos
momentos en los que la experiencia ha cobrado un sentido No admito bajo ningún concepto que a esta paradoja,
particular, se ha hecho más profunda y extensa. Esta labor, de la cual el poema se alimenta constantemente en su
que podría comentarse como una suerte de falsificación de movimiento, se le objete el problema de su alcance. Medir
estos estados, no tiene otro propósito que el de multipli- cuantitativamente el efecto de un poema, y de ello sacar
carlos en el tiempo. Por tanto, no se trata de elevar la vida conclusiones más o menos depreciativas, para mi, más tiene
a la literatura, sino de extender las consecuencias de estos que ver con la realpolitik con la verdadera liberación del ser
estados, de expandir sus efectos en el tiempo y las personas humano. Los efectos de un poema no pueden ser medidos
con el fin de que estas consecuencias promuevan la repeti- con la misma vara de medir que la tirada de un periódico. De
ción de estados análogos, estados que, en el caso del poema hecho, dudo mucho que, realmente, puedan ser medidos. En
escrito, tienden a concretarse principalmente en las formas todo caso, jamás podrán ser cuantificados.
del conocimiento que desencadenan una nueva relación,
4. Como ya he dicho, para mi el poema escrito (creo haber
más liberadora, entre el hombre y lo que le rodea.
especificado ya la función de la poesía entendida de forma
3. Personalmente, creo que la separación tajante entre el más general) provoca una liberación del lenguaje y, sobre
lenguaje corriente el lenguaje poético es abusiva. El lenguaje todo, de las estructuras mentales sobre las que se sustenta.
poético bebe (y debe beber siempre) de las mismas fuentes Para ello, al menos en mi caso, se nutre de las experiencias
de las que bebe el lenguaje cotidiano. Es decir: de la exis- de lo real para recogerlas y comunicarlas, con la intención

S a l a m a n d r a 17 - 18 110
de crear más. Esto me permite que el poema no se convierta emociones (alejándonos del aura sentimentalista y banal que
simplemente en una liberación del lenguaje en sí, sino intro- siempre ha rodeado a esa palabra) pueden ser tales como la
ducirlo en el tiempo y con ello acercarlo, en la medida de mis fascinación, el placer no físico, la nostalgia, el erotismo, la
posibilidades, a la totalidad vivible. tristeza, el miedo, la melancolía, la inquietud, la exaltación,
la angustia, la felicidad, etc. Es decir, lo poético es aquello
Actualmente considero esta labor como necesaria (si bien
con lo que, al entrar en contacto, produce una sensación
de ninguna manera suficiente). Los condicionamientos men-
que percibimos de una manera definitivamente diferente de
tales que se extienden sobre el hombre tienen uno de sus
lo que nos llega por la vía sensorial ligado exclusivamente
mayores aliados en el empobrecimiento del lenguaje humano
a una realidad material. Con esto no quiero dar a entender
y de su poder de enunciación. El poema, por sí mismo y sin
que creo que la existencia de una realidad inmaterial ni nada
ninguna necesidad de que sea dirigido por el que lo crea
que se le parezca: me refiero únicamente a lo sentido en un
(pues si el poema nace de la libertad, es fácil entender que
ámbito no directa y únicamente anclado a estímulos senso-
cualquier manipulación en contra de esta lo anula como
riales, aunque puede ser desencadenado por ellos.
poema), actuará así de resorte para quebrar los muros que
la experiencia encuentra en el empobrecimiento de aquello Partiendo de esta base, considero oportuno señalar que,
que, manifiestamente, sirve para entenderla. Si el mundo es como es obvio y no creo que haga falta poner especial hin-
aprehendido por el hombre a través del lenguaje, la libera- capié en demostrar, cualquiera puede acceder a ese contacto
ción del segundo no puede acarrear más que la liberación con lo poético por el mero hecho de ser persona. Es más,
del primero, por muy pequeña que esta pueda parecer a los lo raro (inaudito) sería que a alguien no le sucediera en la
ojos de los maximalistas, y no deja de tener un lugar junto vida: emociones tan universales como el amor o la angustia
a todos los demás medios de liberación con los que hoy por producen con mayor o menor intensidad ese afloramiento
hoy cuenta el hombre, y con los que están por venir. de lo poético (tal y como yo lo entiendo) en nuestro interior.
NOÉ ORTEGA Así, el llamado poeta sólo se diferenciaría de cualquier otra
persona en su capacidad de expresión de esas sensaciones
Para contestar a esta encuesta, abordando la tarea desde mediante el lenguaje.
un punto de vista reflexivo, me veo en la necesidad de
definir ciertos conceptos sobre los que sentar la discusión. Me parece también que es posible expresar las mismas
Reflexionar sobre ellos conlleva para mí de forma irreme- sensaciones mediante otros medios, de una forma más o
diable el enfrentamiento a cuestiones filosóficas bastante menos lograda, pero en ese caso dejamos la poesía para des-
cruciales que, si he de ser sincero, a día de hoy me desbor- plazarnos a campos como la pintura, la música, la escultura,
dan. Inevitablemente, mis respuestas a dichas cuestiones la danza, etc. Digo “puede realizarse”, porque no siempre en
son limitadas y parciales. Además, este texto es una síntesis los ámbitos mencionados se persigue este fin, pero existe la
(sintético), por lo que no puede más que reflejar (acaso) una posibilidad. Aquí debo decir, aún a riesgo de perder credibili-
parte de la verdad, y tener sólo una parte de la verdad es dad y parecer parcial (el que aquí escribe tiene pocas o nulas
también una forma de mentira. Si a esto se le añade mi con- aptitudes para la creación plástica o musical) que el lenguaje
vicción de que hablar de la poesía racionalmente es matarla, es la herramienta más adecuada para este cometido, por
igual que un biólogo debe matar y diseccionar a un animal encima de las otras (considero el lenguaje como muchísimo
para estudiarlo, se puede concluir que me encuentro en un más que una herramienta, pero por el momento vamos a
apuro. Con gran disgusto por mi parte, intentaré sedar a mantener esta consideración), y si es superior a los lenguajes
este animal no por mucho tiempo y usaré el bisturí lo menos
plásticos o musicales es porque respeta la naturaleza del
posible, para que vuelva a la vida tan pronto como termine
hecho poético tal y como se produce en nosotros. El lenguaje
la última línea.
musical, por ejemplo, aparece ligado a normas de armonía,
Una vez dicho esto, si tuviera que dar una definición de a ritmos marcados y a una sintaxis rígida. Estos inconve-
poesía, diría que es la expresión mediante el lenguaje de un nientes pueden ser sobrepasados mediante la improvisación
contacto con lo poético. Por lo poético entiendo aquello que y la irrupción de la creatividad en bruto, pero siempre será
es desconocido para nuestra razón, y que es capaz de hacer necesario poseer ciertos conocimientos y los instrumentos
surgir en nuestro interior sentimientos con un alto grado de adecuados para llevarla a cabo. A su vez, el lenguaje plástico
autenticidad, intensidad y profundidad. Estos sentimientos, o sufre, además de la técnica que generalmente se requiere,

111 S a l a m a n d r a 17- 18
el inconveniente de estar ligado a lo material y de requerir La experiencia poética es, por el hecho de ser algo que
un proceso de elaboración que apaga la impetuosidad del tiene lugar en la subjetividad, intransferible. En el momento
sentimiento. Estos factores, a mi modo de ver, restan espon- en que se produce un hallazgo, yo lo experimento como
taneidad, frescura y veracidad a lo que se trata de transmitir, una irrupción de lo enigmático en mí, que deriva en lo que
haciendo que en el resultado final lo poético aparezca más percibo como un verdadero desbordamiento en mi interior.
que apagado, porque se ha quedado atrapado en la rigidez Un desbordamiento que para mí es por un lado maravilloso
de estas vías de expresión. El lenguaje, sin embargo, tiene y pleno, pero por otro lado irremediablemente angustioso
unos límites mucho menos marcados, y permite que el pen- por varias razones. La primera de ellas, el desconocimiento
samiento poético fluya libremente, con una inmediatez y una total del origen y la naturaleza de lo que produce el desbor-
transparencia que no se pueden alcanzar por otros medios. damiento. La segunda, la incertidumbre que provoca el no
saber qué es lo que se ha desbordado en mi. Y la tercera, la
Pessoa escribió, en una carta dirigida a Simões, que “toda
incapacidad de poder expresar todo lo sentido. Es todo lo que
la emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no
puedo decir acerca de cómo experimento el contacto con lo
se da en ella”. Por ello, frente al lenguaje racional, surge
poético en mi vida.
el lenguaje poético, que intenta alcanzar la verdad en este
terreno, la expresión verdadera de lo sentido. No podemos La escritura del poema trata precisamente de superar la
llegar a un conocimiento exacto, a una expresión exacta: barrera y expresar dicha experiencia. Expresarla, pero no
la poesía será siempre una aproximación a lo poético, un necesariamente comunicarla. En esta pregunta reflexionaré
intento de describirlo, una búsqueda incesante de la verdad únicamente sobre el poema desde el punto de vista del que
poética en la vida, y posteriormente una búsqueda tam- lo escribe. Trataré las posibilidades comunicativas del poema
bién incesante de la forma de expresar esta verdad vivida. en la última pregunta.
Expresión que no llega a ser nunca completamente satisfac- Personalmente, en el momento de comenzar a escribir el
toria, completamente fiel a lo experimentado interiormente, poema pretendo plasmar en el papel una experiencia poética
y así nos embarcamos en una búsqueda inacabable en el plenamente vivida. Pero, en contra de lo que podría parecer,
lenguaje. Porque describir lo poético con palabras constituye la escritura del poema no se reduce meramente a una cons-
una tarea tan difícil (o tan fácil, según cómo se mire) como tatación de hechos sentidos, como si se tratara de un acta
representar un sonido con un color, por ejemplo. Se trata de escrita al zanjar una tarea. Más bien todo lo contrario. Al
crear sugerencias, explorar en las sensaciones, bucear en lo comenzar a escribir, se parte de la propia experiencia, pero a
más profundo del sentimiento. partir de ahí se desata una búsqueda, creándose una maraña
Llegados a este punto, creo que me encuentro en las con- de senderos posibles que aparecen y desaparecen fugazmen-
te en el acto de la escritura, se avanza, muchas veces sin
diciones mínimas para responder a las preguntas, aunque en
saber bien en qué dirección, se producen hallazgos dentro
su mayoría creo haberlo hecho ya de forma implícita.
del poema, quiebros, discontinuidades, saltos, y aparecen
1 y 2. Responderé a estas dos preguntas a la vez. La primera nuevas experiencias poéticas en esta tarea que pertenece
de ellas, “¿Cómo se manifiesta en usted la poesía, es decir, completamente al terreno de lo intuitivo y lo irracional. A
cómo la experimenta y cómo la vive?”, tendría que reformu- veces se encuentra una fisura, y la palabra se filtra por ella,
larla en “¿Cómo se manifiesta en usted lo poético, es decir, o se llega a un abismo y el poema se precipita, o se descubre
cómo lo experimenta y cómo lo vive?”, para ser coherente un camino hacia la nieve virgen, o el poema termina por
con la definición que di de poesía como expresión del con- desdibujarse entre la niebla. De esta forma, el contacto con
tacto con lo poético mediante el lenguaje. lo poético es a la vez origen y fruto de la escritura del poema.
Por ello, el acto de escribir, si bien no es imprescindible para
Me parece importante aclarar que para mí lo importante
poetizar la vida, es de gran ayuda como desencadenante de
es poetizar la vida, vivir constantemente en la búsqueda
nuevas experiencias poéticas.
de lo poético. De esta forma, considero que la escritura del
poema no es en principio indispensable. No obstante, esta 3. En principio establezco una separación absoluta entre
tarea tiene para mí una enorme importancia, además de una estos terrenos. El lenguaje y los mecanismos del lenguaje
gran complejidad y un valor intrínseco insustituible. utilizado en la vida cotidiana actual están completamente

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empobrecidos y puestos al servicio del sistema de una forma demás. Personalmente, creo que esto tiene consecuencias
humillante y degradante, mientras que el lenguaje poético importantes y alienta nuestros deseos de colectivizar la ver-
o el lenguaje utilizado poéticamente (porque al fin y al dadera vida. Estamos inmersos en una sociedad fosilizada, en
cabo lenguaje sólo hay uno, utilizado de una forma u otra) la que las mentes están anquilosadas y la creatividad enjau-
escapa de toda limitación y tiende hacia la libertad total, lada para que nada oponga la más mínima resistencia a la
constituyendo por sí mismo una forma de resistencia contra religión del capitalismo. El hecho de que sea posible fomentar
el miserabilismo y todas las formas de negación de la liber- la aparición de lo poético en la vida de los demás, significa
tad. Así que es completamente indeseable que la utilización poder crear una brecha, una vía de escape hacia un espacio
subordinante del lenguaje corriente contagie al uso poético abierto de libertad plena. Ésa es la única salvación posible.
del mismo, que no a la inversa.
5. Sí, y debo confesar que en parte me complace pensar
Ahora bien, siempre existe la posibilidad de fragmentar cómo esta afirmación podría contrariar a más de uno de los
el lenguaje cotidiano, romper sus mecanismos, liberándolo denominados críticos literarios. Si bien es cierto que en sus
y transformándolo en material lingüístico para la creación comienzos las creaciones surrealistas (no sólo en el terreno
de poesía. Así, sería necesaria una “operación a gran esca- de la poesía) se caracterizaron por una serie de señas de iden-
la sobre el lenguaje”, que conllevaría sus riesgos porque tidad, no hay que olvidar que es precisamente este hecho lo
cualquier intrusión de la miseria del sistema en el lenguaje que permitió su catalogación, asimilación y etiquetado como
poético ocasionaría su empobrecimiento y la anulación de la movimiento artístico de vanguardia, reduciéndolo a mera
única vía que tenemos para reconquistar nuestra libertad. corriente estética de cara a la versión oficial de la historia.
4. Hasta ahora se ha tratado la cuestión de la expresión de Pero como sabemos, el surrealismo es una forma de enten-
la experiencia poética. Tratándose de expresión, se entiende der y vivir el mundo, un estado del espíritu en permanente
que es siempre en un plano individual, así que esta cuestión
revuelta contra todo lo que suponga una negación de la
está tratada ya en la pregunta referente a la escritura del
libertad. El surrealismo existe siempre en el movimiento, en
poema. Pero de lo que no he hablado aún es de la comuni-
la búsqueda: no puede contenerse, no puede fosilizarse, no
cación de dicha experiencia. Habría que analizar ahora qué
puede medirse ni clasificarse de forma estática, porque no
influencia tiene el poema en los demás, si es que la tiene, y
es una actividad artística, sino un movimiento irreprimible
aquí entraremos en el terreno de la política.
del espíritu. En este contexto la poesía se revela como una
Como ya dije, la experiencia poética es en principio enérgica ampliación de las posibilidades de lo real, cons-
intransferible. Pero ahí aparece el poema. Una vez escrito, el tituyendo por tanto una pieza clave para la revolución del
poema es un testimonio, un terreno en el que han quedado espíritu imprescindible en la revuelta contra las estructuras
marcadas tanto la impronta de lo sentido como las huellas sociales opresivas.
de la senda recorrido al escribirlo. Huellas que cualquier
lector puede seguir, y que le irán conduciendo a lo largo del Automatismo, liberación del inconsciente, importancia
camino recorrido por el que lo escribió. Aquí es donde puede de lo onírico, exploración exhaustiva de la analogía y de las
producirse el destello: que se produzcan resonancias en el aproximaciones insólitas son características que han consti-
que sigue las huellas, llegando así de una forma sugerida al tuido buena parte del núcleo de las experiencias surrealistas
contacto con lo poético. Debo decir también que el poema en la poesía, pero siempre desde un afán de autosuperación y
no es el único medio de fomentar la experiencia poética en de evolución constante. En este sentido, la actividad surrea-
los demás: se pueden explotar otros medios como las accio- lista se manifiesta siempre como una inquieta superación de
nes, que tanto impacto suelen ocasionar en el observador. El barreras y de rechazo de cualquier tipo de confinamiento,
contacto del observador o del lector con lo poético no tiene sea éste social o mental. Por este motivo, el desenvolvi-
por qué producirse siempre, pero cabe la posibilidad, y ese miento del deseo en la poesía rebasa las convenciones que
margen de esperanza es suficiente.
puedan llegar a establecerse en un momento determinado
Así, suponiendo que el poema pueda conducir a más per- (no como consignas fijadas, pero sí como sedimentación en
sonas a la experiencia poética, tenemos que la poesía puede el tiempo). Así, todo intento de definir la forma de la poesía
tener efectos no solo en la propia vida, sino en la vida de los surrealista está condenado al fracaso desde el momento en

113 S a l a m a n d r a 17- 18
que surgen espíritus dispuestos a indagar en nuevas posibili- a una explicación racional y definitiva sería un acto terri-
dades del lenguaje en su relación con el mundo. blemente reduccionista y por lo demás inútil. La poesía
atraviesa —aunque encuentre sistemáticamente resistencias
No hay que buscar ningún motivo externo o de ideolo-
en muchísimos casos— la experiencia humana en todos sus
gía que produzca este movimiento: se trata simplemente
aspectos existenciales e históricos, individuales o colectivos,
del agotamiento de cada vía, y depende de una valoración
y en cada uno de ellos se manifiesta de una forma diferente.
puramente subjetiva. En este caso, como en cualquier otro
Pero creo que voy a arriesgarme a encontrar una definición
aspecto de la actividad, la cuestión fundamental es la hones-
lo suficientemente abierta: la poesía es el proceso que lleva
tidad del espíritu consigo mismo con respecto a la intensi-
a la autoconsciencia de la libertad inalienable a todo ser
dad de los hallazgos y de los deseos que encuentra en una
humano, la libertad que es núcleo de todo ser humano, que
determinada actividad. El punto de inflexión es, como digo,
se manifiesta en ese momento en que se siente libre no
el agotamiento, y depende de cada cual.
como proyecto o deseo, sino como realidad concreta y vivida,
Además, no hay que perder de vista el hecho demostrado por mucho que las circunstancias evidentes lo nieguen. Es
de que, en cuanto se vislumbran las características formales ese instante en que se siente libre y además sabe que en rea-
de algo, en seguida existe el riesgo de la autocomplacencia lidad nunca dejó de ser libre en ciertos niveles irreductibles.
y del surgimiento de impostores (como de hecho sucedió Con esto quiero decir que sean cuales sean las circunstancias
y sucede con el surrealismo, en el que un mínimo carácter hay un foco indestructible de libertad en el ser humano que
automático o alguna pincelada onírica de lo más endeble se fundamenta en el mismo hecho de que existe y participa
puede justificar la aplicación de dicho adjetivo para la creti- del mundo más allá de las condiciones materiales, sociales,
nizante crítica oficial). o de cualquier otro tipo. Se podrá achacar a esto que en
Así, me parecería inútil llegar a un dictamen de clasifica- Auswizchtz, por poner un ejemplo extremo, o en una fábrica,
ción de la poesía surrealista en función de su forma, como por poner un ejemplo más cotidiano, sea imposible esa auto-
muchas veces se ha pretendido. Por el contrario, considero consciencia de libertad que según yo es la experiencia poé-
que la poesía es surrealista si se produce como una actividad tica. Pero quizás sea en esos ámbitos de absoluta negación
del espíritu sinceramente asentado sobre la visión surrealista de libertad donde la poesía más fuertemente se manifieste
del mundo, y si coherentemente se proyecta en la dirección y donde más radicalmente pueda hacer relucir ese rescoldo
vertiginosa de la máxima intensidad reveladora, y en nin- inalienable de libertad que hay en cada uno de nosotros y
guna otra. Ambas condiciones por separado son necesarias, que puede acabar manifestándose en impulso de rebelión,
pero no suficientes. que de hecho es imprescindible para llegar a la rebelión.

Nada más lejos del surrealismo que el conformismo. Por Por supuesto, esta libertad no debe entenderse como la
ello mismo, así como por el hecho ya mencionado de que sola posibilidad de elegir o hacer lo que se desee (algo que
la poesía tiene la facultad de ampliar lo real y ensanchar el en realidad no suele ocurrir tal y como quisiéramos), sino
campo de lo posible, creo que la tarea del poeta nunca llega como la experiencia intensa y tangible de que todo está
a su fin, sino que su poesía siempre está tratando de autosu- por hacer, vivir y realizar en un mundo que siempre es un
perarse en el camino hacia la condición de verdadera poesía presente abierto al futuro y que fluye sin más abrazaderas
surrealista, así como en un plano más integral siempre se que las convenciones y las imposiciones que aceptemos,
está en el camino hacia la verdadera vida. pero que nosotros solemos vivir de otra manera, como algo
cerrado y siempre mediatizado. Por lo tanto, la poesía no es
ANTONIO RAMÍREZ
una experiencia alegre en si misma, bella o placentera, no
1. La poesía es en si misma experiencia, o mejor dicho, al menos en el sentido inocuo que se le suele dar a estos
resultado de una experiencia, por lo cual no existe fuera conceptos en nuestra sociedad. Sino que normalmente
de la vivencia y esta surge siempre en cuanto a nuestra resulta traumática y perturbadora y suele abrir un abismo en
relación e intervención con el mundo y sus fenómenos se nosotros mismos que solo puede salvarse mediante la acción
refiere. Por lo tanto la poesía no puede sino experimentarse, y el riesgo, en la intervención en las condiciones concretas
lo demás sólo es simulacro o un engañarse a uno mismo. que niegan esa libertad que sabemos quiere emerger. Así
De ahí mi deducción de que reducir la experiencia poética pues, la poesía nos planta en la cara la consciencia de

S a l a m a n d r a 17 - 18 114
nuestra libertad intrínseca al hecho de existir, pero a la vez que en su función subversiva el poema ha demostrado un
nos hace ver cuánto acallamos esta libertad, cuánto nos corto alcance, al menos en lo que se refiere a su impacto
amoldamos a las circunstancias que nos invitan a acallarla. en la vida colectiva, ahí donde un instrumento subversivo
Por lo cual, nada más lejano del acomodo o la tranquilidad tiene su razón de ser. En la práctica el poema surrealista
que la experiencia poética, que no es sino un rastro hacia ha quedado en hecho cultural e incluso artístico que no ha
el riesgo, hacia lo desconocido por vivir y experimentar —el logrado calar en la vida colectiva ni alterar en nada el devenir
mundo más allá del simulacro que normalmente llamamos de la sociedad, que de hecho ha sido recuperado a veces de
mundo— que se nos abre tras la plena consciencia de que formas más sutiles y anuladoras que con la imagen.
vivir verdaderamente es solo siendo conscientes y realizando
De una forma personal, íntima, puede ser de otra manera.
nuestra libertad.
Esto dice mucho, para mí, del verdadero carácter del poema y
En suma, la experiencia poética, para mi, es aquella que del mismo lenguaje humano. El lenguaje es una herramienta
nos sitúa en una plena vivencia e intervención en lo real, pues de conocimiento/descripción del mundo. A la vez que uno
este espacio que se abre ante nosotros cuando realizamos se describe el mundo lo va conociendo, lo malo es que
nuestra libertad —por muy breve que sea ese momento— se usamos fórmulas heredadas vinculadas a otras y a otras,
llena de realidad, vida, mundo, que debemos afrontar y donde que aceptamos como válidas. Por lo cual nos describimos el
habremos de intervenir de una forma diferente a como lo mundo usando descripciones ya establecidas, cerradas. Pero
hemos hecho hasta ese instante. Ahora bien, como bien sería una exageración decir que sólo el lenguaje construye el
sabemos el ser humano no es unidimensional y por tanto mundo a través de su descripción y sólo éste nos condiciona
esta intervención será de muy diferentes formas: desde la su vivencia, pues hay otras maneras de conocer el mundo
experiencia más subjetiva e intimista, cuando sentimos que son extra-lingüísticas y me arriesgaría a decir extra-
que el mero hecho de percibir o imaginar ya es participar simbólicas. El lenguaje se fundamenta en la auto-referencia,
en y con lo real, hasta la colectiva, donde en el estrato de de tal manera que una palabra lleva a otra palabra, un
la intersubjetividad pretendemos unirnos a los otros en una sentido construido con palabras a otro sentido construido con
vivencia del mundo en libertad. palabras, de tal manera que hemos terminado por olvidar que
hay una realidad fuera de las palabras, e incluso a defender
Por lo tanto tras la experiencia poética se oculta un
que sólo el uso de las palabras puede cambiar el mundo. Por
ejercicio de reconciliación y unificación con lo real en muchos
ello, en el momento de que por alguna razón rompemos el
niveles. La poesía es el desvelamiento de lo que hasta ése
orden establecido de las palabras —pero sin dejar de usarlas—
momento era lo extraño, lo exterior, lo otro, en ese momento
tenemos la sensación de estar descubriendo un mundo nuevo
de iluminación profana en que somos conscientes de que lo
y maravilloso. Los absurdos lingüísticos nos fascinan, nos
otro está íntimamente unido a nosotros, por mucho que las
atrapan, de la misma manera que escuchar o leer un idioma
circunstancias —o muchas veces nuestra interpretación de
desconocido nos desconcierta. La imagen que ha construido
éstas— tiendan a negarlo. El mundo está nosotros y nosotros
la palabra crea inmediatamente un sentido, puede que
en el mundo, nunca dejó de ser así.
maravilloso, único, inquietante, pero que tarde o temprano
2. No escribo poemas por muchas razones. Alguna vez he debemos afrontar por el lenguaje de siempre. El surrealismo
dicho que el poema es la sombra de la verdadera poesía. exploró un desordenamiento del lenguaje a través del poema
Y así lo sigo creyendo. El poema escrito ha cumplido una e investigó aquello que se abría en esa brecha. En mi opinión
función cultural, que en el caso del surrealismo fue su uso no encontró un mundo nuevo, o la certeza de que alterando
como herramienta de exploración y posible instrumento de el lenguaje también se alteraba la vida. ¿Adónde lleva al
subversión. Pienso que en su función de exploración el poema poema? A un universo siempre auto-referencial del lenguaje,
ha sido crucial para un conocimiento profundo —apasionado que pese a su desorden deja ver que es igual o más estricto si
y experimental más que científico— del lenguaje humano cabe que el lenguaje científico o las matemáticas, una auto-
o la relación de los símbolos con la imaginación y nuestra referencia que se quiere en libertad, o regido por el puro azar
percepción del mundo. También como impulso para llevar en el caso de algunos juegos poéticos. Pero por mucho que
esta exploración a otros ámbitos como fuera la imagen —al desordenemos un puzzle tendremos que rellenar los huecos
margen de cómo funcionara después— . Sin embargo, creo con piezas. El conjunto parecerá diferente, pero será el

115 S a l a m a n d r a 17- 18
mismo puzzle. Ahora bien, si vamos eliminando piezas iremos categorizar el poema por encima del lenguaje matemático o el
descubriendo aquello que sujeta el puzzle. Quizás sea esa una coloquial es caer en una trampa. Ambos lenguajes deben ser
meta a explorar. Es verdad que el poema a veces toca la flauta usados para nuestros fines, ambos son parte del ser humano,
y produce resonancias en nuestro interior, así como ciertos anteriores a cualquier imposición, ambos se interconectan y
descubrimientos sobre la naturaleza de las cosas, pero esto se necesitan para funcionar en nuestras mentes. Imposible,
sólo funciona sin salir del ámbito del lenguaje. Ahora bien, yo en realidad, delimitar estratos del lenguaje y menos hacerlo
opino que hay que desprenderse de la obsesión por liberar el con intenciones esencialistas, absurdas en todos los casos,
lenguaje, pues hasta ahora sólo se ha conseguido crear una pero más en esto del lenguaje. Pretender otra cosa es querer
especie de universo poético en el papel, lleno de maravillas un mundo flotante de las palabras “poéticas”, a las que
y portentos, pero en el papel, aunque sea en nuestro papel serviríamos como ídolos. Y deben ser ellas las que nos sirvan.
interior, esa pizarra mental y emocional donde las palabras Por lo cual, no creo que el lenguaje poético sea el ideal, pues
quedan escritas. El lenguaje, en mi opinión, puede hacernos ninguno es mejor o peor; o como intenté expresar más arriba,
un fundamental servicio si lo usamos como lo que es, una no nos libera en realidad más que otros. El lenguaje debe
mera herramienta, un medio y no un fin. En este caso, el servir para comprender la experiencia hasta cierto punto,
poema puede ser útil, pero no más que un texto en prosa en porque en definitiva sólo podemos hacerlo así, pero no al
sus muchas aplicaciones, el lenguaje hablado, el de los gestos, revés. No podemos amoldar nuestra vivencia del mundo a las
etc., es decir, todos los lenguajes simbólicos. Una puerta a palabras, meras herramientas que se derivan de éste. Sería
la experiencia es lo que debe ser, y no la experiencia en sí, como querer explicar un león por sus rugidos, o decir que el
un impulso al conocimiento, pero no el conocimiento en sí. león es producto de sus rugidos.
De todas maneras, al final siempre terminamos volviendo al
lenguaje formal, el que normalmente usamos para describir 4. La poesía no tiene un propósito en el sentido que yo la
el mundo, para explicarnos lo que sentimos incluso en lo entiendo. No es una meta, sino una consecuencia de nuestras
referente a aquello que versa sobre los efectos del supuesto relaciones con el mundo. Llamar libertad a nuestra verdadera
lenguaje liberado. Pero a la vez estamos en contacto con relación con el mundo, tal y como yo lo hago, es usar una
otra infinidad de lenguajes, como pueda ser el de los sonidos mera palabra, que creo puede expresar hasta cierto punto
naturales, o infinidad de signos corporales y otros muchos una vivencia que está más allá de las palabras, pero que no
que sentimos sin palabras e igualmente tienen un sentido por eso es menos real y que de hecho puede irrumpir en la
arrollador, imprescindible para llegar a la experiencia poética realidad en sus aspectos más tangibles y concretos. Ahora
de la que hablaba más arriba, esa reconciliación con el bien, nosotros podemos ver una función, pues tendemos a
mundo, y que de hecho suele ser malograda por el lenguaje adaptar todo a nuestras cualidades y peculiaridades como
más simbólico. especie. Un animal no necesita plantearse la función de la
Por tanto, debemos aprender a saber ver el lenguaje como poesía porque toda su experiencia ocurre en ese ámbito,
la herramienta que es, que sólo nos describe el mundo hasta que es el de la experiencia y participación en el mundo sin
ciertos niveles. Porque en mi opinión hay que buscar un limitaciones conceptuales y de cualquier tipo. Por su parte, el
hilo de conexión con el mundo que también prescinda de ser humano ha estado “usando” la poesía de muchas formas
las palabras —del tipo que sean— y del sentido que éstas y llamándolas de muchas maneras. Cada vez que se acercaba
construyen sobre él. Descubrir qué sujeta el puzzle de las o intuía ese punto de reconciliación ha debido elegir entre
palabras, y no desordenarlas simplemente. seguir ese camino —sea cual sea la consecuencia— o apartarse

3. Sin duda, lo ideal, deseable o como uno quiera expresarlo de él mediante la auto-represión o el simulacro, algo que,
sería que uno pudiera expresarse en lo cotidiano como se por ejemplo, fomentó la religión y después el arte —incluido
expresa con un poema, al menos eso podría decir uno en el lenguaje poético— como medios de sustitución de tal
un arrebato romántico. Una sociedad que lograra esto y experiencia (aunque a la larga hayan servido para intuirla y,
funcionara sería una sociedad que se acercaría a algo muy llegado el caso, buscarla activamente). La poesía asusta por
parecido a lo que el surrealismo siempre ha buscado. Pero no ser una puerta al misterio que hay en todos nosotros, que es
creo que esto sea posible, y llegado el caso creo que no haría una posibilidad de libertad a veces inimaginable porque no
falta. Como dije más arriba, el lenguaje es mera herramienta, sólo depende de las palabras.

S a l a m a n d r a 17 - 18 116
La poesía, por tanto, según lo veo y siento yo, no tiene sueño concreto y datable en el tiempo, de ahí su carácter
relaciones con el mundo, es el mundo en sí mismo cuando es enigmático) que se imponen a la conciencia con la fuerza
sentido como algo carnal e imaginal sin categorías, de forma afectiva y el valor objetivo de un verdadero recuerdo olvida-
indivisible a nosotros. do que de repente se recupera. Tal experiencia se enlazaría
con una sospecha (casi certeza) que es también poesía en sí
JOSÉ MANUEL ROJO
misma: que existen sueños que se continúan a lo largo de los
1. La poesía se manifiesta en ciertos momentos, estados o años, de modo que tal vez en alguna de esas experiencias de
sensaciones que sobresalen por completo del discurrir de la deja vu se manifiestan momentos temporalmente distintos
vida, y la exceden hasta volverla del revés. Y esto tanto por de un mismo sueño, como el desarrollo y evolución de un
su intensidad fuera de lo común, como por su trascendencia pensamiento a lo largo de los años: pero de un pensamien-
futura, en cuanto que han determinado y determinan mi vida to onírico. No hace falta decir que estos fenómenos están
en un grado mucho mayor que los acontecimientos que habi- acompañados por poderosas asociaciones sinestésicas, de
tualmente conforman una “biografía civil” (estudios, trabajo, las que Proust ya dijo todo lo que había que decir, cuando
etc). Estas manifestaciones de la poesía, por supuesto, no son menos como planteamiento de la cuestión.
en sí mismas inusuales o exclusivas, todo lo contrario, perte-
Podría añadir otras experiencias de la poesía, especial-
necen sin duda a la experiencia común, se reconozca o no, se
mente las relacionadas con determinadas ciudades, o rinco-
le conceda importancia o no: experimento la poesía cuando
nes de esas ciudades, etc. Pero sería extenderme demasiado,
sueño, aunque no en todos los sueños, sino en aquellos que
y quizás dar una falsa impresión. Porque yo experimento la
más tarde perduran en el estado de vigilia y se incorporan
poesía la inmensa mayoría de las veces y ante todo como una
a mi conciencia y memoria como otras tantas experiencias
ausencia: quiero decir, la experimento en contadísimas oca-
“diurnas” que en mi vida han podido dejar huella. En ciertos
siones, lo que me hace sentir una terrible nostalgia de ella el
encuentros o coincidencias que se dan en la vida cotidiana y
resto de tiempo casi vacío en el que no la experimento. De
que, siendo inexplicables según el criterio de la lógica causal,
la inmensidad de esa ausencia, del agujero negro que con-
alcanzan un poder de turbación, de conmoción, que los pone
centra en mi existencia, puedo llegar a calcular el valor de
por encima de la trivialidad habitual de ese tipo de sucesos,
la poesía, y las trampas y prohibiciones que esta realidad le
apenas curiosos, que engloba el concepto de “casualidad”.
tiende a cada instante y en todos los sentidos. De ahí que yo
Experimento sin duda la poesía en el amor, y en todo lo
experimente la poesía como aquello que generalmente falta
que a éste está asociado; desde luego, en la suspensión del
en mi vida y en la de todos, lo que por comparación la hace
espacio y el tiempo que es propio del deseo erótico y de su
miserable, y a la que a la vez justifica, en cuanto que esa vida
culminación. También, en esos momentos de exaltación y
no desista por completo y se empeñe en asegurar su utópico
comunión que se dan en la actividad colectiva, cuando la
triunfo y, algunas veces, saborear sus primicias.
preparación y realización de una acción determinada parece
contener en sí e inmediatamente el estado de cosas utópico 2. Hace ya algunos años que no escribo poemas, por lo que
que se quiere hacer realidad con esa acción. Soy también estoy en una mala posición para responder. Naturalmente,
muy sensible a las experiencias de deja vu, que son en sí se escriba o no, cualquiera está legitimado para responder
mismas muy difíciles de aprehender y más aún de definir y a esta pregunta, pero quizás, hasta cierto punto al menos,
explicar, pues cuando las experimento nunca estoy seguro si lo hace desde fuera de la experiencia del poema lo hará
de si se trata de un recuerdo de algo efectivamente vivido sólo en un plano intelectual, que puede ser teóricamente muy
en la realidad objetiva, o un falso recuerdo creado por el riguroso, pero también insuficiente. Exactamente igual que
inconsciente como compensación o liberación de quien sabe hablar del amor sin estar en ese momento enamorado, o peor
qué necesidad, deseo o represión psíquica, o una imagen aún, sin haberse enamorado nunca. Así pues, responderé
mental de algo que he leído o visto en una película, o (y esto mejor si acudo al recuerdo más o menos engañoso de lo que
me interesa más aún, pues se inscribiría en ese continuum sentía cuando escribía poemas, como apoyo de la misma
sueño-vigilia por el que abogo) ondas perdidas de la ola de reflexión. Yo entendía, o entiendo, la escritura del poema
sueños del océano nocturno en el continente de la vigilia, fundamentalmente como un medio de creación o de recrea-
esto es, recuerdos repentinos de fragmentos de sueños (pero ción de la poesía, un conjuro para que esta se manifieste en
sólo fragmentos, imposibles de situar correctamente en un un mundo que la niega; esto, que parece una perogrullada,

117 S a l a m a n d r a 17- 18
no lo es tanto si logro explicarme. Partiendo de la base de la poesía que por otros medios se dan —o deberían dar— en
la ausencia de la poesía de la que antes hablaba, el escribir la realidad. Sin embargo, no es menos cierto que el poema
poemas es una forma, puede que artificial e insuficiente pero puede llegar (muchas veces llega) a convertirse en una acti-
de todas formas grata y a veces eficaz, de procurar estados vidad separada y casi insignificante, sea porque el poema
“inspirados” o “de trance”, de exaltación psicológica y afec- pasa a ser un fin en sí mismo, por encima del impulso que lo
tiva, donde la poesía se muestre. Digo “escribir poemas”, es ha creado, como forma de comunicación u obra literaria (sin
decir, el momento y el proceso de la escritura del poema en connotaciones necesariamente negativas en este caso) para
el que la puesta a prueba de los límites del lenguaje y de sus los hipotéticos lectores, sea porque la esperanza (hasta cier-
sentidos dan la impresión de que se ha alcanzado un nuevo to punto legítima) que se había puesto en esa comunicación,
conocimiento que todo lo explica, y, quizás, un nuevo poder como forma de agitación o ariete de la utopía, se ha visto por
incontestable sobre los seres y las cosas. Que ese momento completo defraudada ante una recepción social meramente
sea fugaz, o ilusorio, poco importa, porque su importancia estética o tolerante, sea porque no cumple sus promesas al
está en lo que contiene de promesa, de vislumbre de otro no extender la felicidad que procura su creación al resto de
orden de realidad, de otra vida y de otra felicidad, y no en su la vida, sea, en fin, porque su escritura (y lectura) se reduzca
a una actividad resignada y claudicante en cuanto que la
valor “objetivo” (si esto es posible) en cuanto obra literaria
carga de poesía en potencia del poema consuele de la poesía
sujeta a un juicio estético. Nada más triste —e inútil—, por
total que una vez se deseó ver desplegada por el mundo
tanto, que releer el poema que se acaba de escribir, sombra
entero, de tal manera que la escritura del poema se confor-
de una sombra, retazo de una intuición, como el relato de
me consigo misma, se cierre sobre su propio esplendor como
un sueño comparado con la experiencia de ese sueño. Pero,
si protegiera un ecosistema supuestamente puro e intacto
igual que la degradación del recuerdo de un sueño no anula
más allá del cual empieza la descomposición, y es evidente
bajo ningún aspecto la experiencia del sueño y su tras-
cuanta ideología hay en semejante ilusión.
cendencia, el fracaso irremediable del poema (fracaso que
también abarca, por supuesto, el problema del poema como En la intersección de estos caminos a ninguna parte, y
medio de comunicación, es decir, el hecho de su lectura por de algunos otros, perdí yo el deseo de escribir poemas. Pero
una tercera persona) no llega a anular del todo la experien- todavía no el de la poesía.
cia de la escritura de ese poema, de la que no se sale indemne,
3. Para empezar, habría que diferenciar entre los diferentes
si realmente se ha escrito poesía, y no versos. Me refiero,
planos social e individual en los que se desenvuelve e inte-
claro está, a una poesía que, fuera de cualquier criterio de
ractúa el fenómeno del poema, del lenguaje poético y del
calidad y/o originalidad (que en este sentido — y sólo en
lenguaje en general al que ambos pertenecen.
éste— son indiferentes y hasta perjudiciales), de cualquier
cuestión de técnica o estética determinada, haya alcanzado, Respecto al primer aspecto, considero que por desgracia
o al menos acercado, a la tierra mental donde las palabras se no se establece una relación de contagio e interrelación en la
entregan a sus metamorfosis revelando el gran secreto de la inmensa mayoría de los casos, que sería totalmente deseable
red analógica que une las cosas, los seres, los pensamientos y pero no sé si posible. Y este es el mayor reproche que en lo
los deseos. Es evidente también que tal poesía, como toda la esencial se puede hacer al lenguaje poético y al poema “que
demás, participa del inconsciente (aunque no exclusivamen- se escribe y/o lee”: el problema de los vasos comunicantes
te), y si en ella se interroga al lenguaje es para saber hasta entre ese lenguaje liberado y experimental, que abre mil
donde llegan sus límites, y qué posibilidades esconde, límites mundos, y la lengua franca que hablamos todos los días, con
y posibilidades que son también los de la realidad. la que pensamos, imaginamos y decidimos actuar, que cierra
Se objetará sin embargo que esta es una manera artificial otros tantos mundos. Porque para demostrar una validez que
y separada de procurarse la poesía, lo que es en parte cierto vaya más allá de su mero placer estético o personal, deberían
en parte falso, en cuanto que el lenguaje, y la imaginación establecer una transformación aun a largo plazo del lenguaje
que este pone en juego y movimiento, son parte de la vida, “vulgar”, coloquial, callejero o como se quiera llamar. Y no
no esferas separadas, e incluso se podría esperar que la en un sentido formal (que la gente hable “poéticamente”),
creación del poema, por participar de la vida del lenguaje sino en las estructuras que contiene el lenguaje, de apertura
y de lo imaginario y en consecuencia de la vida en general, mental y ampliación de miras existenciales, porque es ahí
contribuye a su vez a reduplicar las otras manifestaciones de donde esa transformación del lenguaje terminaría operando,

S a l a m a n d r a 17 - 18 118
qué duda cabe, una transformación de los propios hábitos y nación y un sueño no menos teledirigidos y, a ser posible, sin
comportamientos cotidianos. Pero esa barrera entre los dos hilos. En la medida en que esto es imposible, por la punzante
lenguajes sigue ahí, y entonces me pregunto adónde van a carga de nostalgia de sí misma y malestar ante la realidad
parar las experimentaciones sobre la materia lingüística, los que la poesía sufre y hace sufrir al que la ha probado, y que
juegos verbales, la investigación poética, si parece imposible la impide conformarse con esos sucedáneos; en la medida
que puedan volcarse de una manera u otra sobre el lenguaje en que esa insatisfacción es compartida también por todo
común. Esa fue al menos la gran intentona del surrealismo hombre y toda mujer, la conspiración totalitaria no logra
en el campo del lenguaje: que es posible trastocarlo por cerrar todos los resquicios y tarde o temprano se condena al
completo, abrirlo al inconsciente y lo imaginario, y que sin fracaso, y esa es la victoria, aun póstuma, de la poesía.
embargo ese lenguaje tendría tal claridad, tal necesidad
En pocas palabras: la poesía es el modelo indiscutible, el
objetiva por su lógica y sencillez (otra lógica, otra sencillez),
programa máximo a seguir en la lucha por la verdadera vida
que se impondría sin dificultad sobre la viciada habla común
y la transformación del mundo, y a la vez la mejor vara de
ayudando a la liberación de quien la hablara.
medir, la que menos engaña, sobre los presuntos éxitos que
Respecto al lenguaje poético entendido como experiencia nos dicen que ya se han conseguido tanto en la vida como
personal del poeta que lo pone en práctica, considero que en el mundo. No hay falsificación que permanezca indemne
sí se establecen esas relaciones de contagio, aunque no ante sus ojos, ni conformismo mediocre que no se avergüen-
en la medida esperable, y desde luego muy por debajo de ce ante un rigor que desconoce el compromiso. Es el punto
las expectativas que plantea el momento inspirado de su supremo que nunca alcanzaremos, pero que por su sola
escritura. Pero se establecen, de tal forma que después de presencia prohíbe tanto desfallecer en su búsqueda, como
la práctica de la poesía, las estructuras mentales, la forma la vuelta atrás, que sólo puede ser interpretada como una
de sentir y de razonar ya no son las mismas, independiente- derrota histórica. Porque no hay otro sentido de la Historia
mente de que siga escribiendo o no: han quedado abiertas que éste: ya se ha dicho que “la desaparición de un iniciado
al pensamiento analógico de una vez para siempre. Que compromete todo el universo y la sensibilidad humana retro-
además esto tenga consecuencias prácticas sobre las otras cede la mañana que sigue a un crimen: el rostro olvidado, el
dimensiones y realidades de la persona, “ayudando a su libe- animal extinguido, la montaña profanada, lo que se dejó de
ración”, es otra cuestión donde se puede y debe permanecer acariciar”. Pero no retrocede para siempre. También en lo que
mucho más escéptico. Pero no incrédulo. a la poesía se refiere, todas las causas perdidas vuelven a
resurgir para plantar batalla una vez más en el campo abier-
4. La poesía sirve a un propósito y cumple una función fun-
to de su propio olvido. Y entre los soñadores del pasado y los
damental en el mundo, pero un propósito y una función que
soñadores del futuro, se extiende el mismo sueño siempre
ni son instrumentales ni tampoco pragmáticos, al menos en
interrumpido y siempre renaciente.
el sentido de rentabilidad inmediata y palpable que adora
esta época. De ahí la confusión fatal que la rodea, así como
sobre sus fines y sus medios. Pero la poesía, el sentimiento NOTAS
poético, la exigencia poética, señala siempre el punto máxi- 1. Miguel Casado: Hablar contra las palabras —Notas sobre poesía y
mo al que un ser humano puede aspirar en cuanto a la liber- política—. Revista Zurgai. Bilbao. Diciembre, 2003, p. 43.
tad, el amor y la felicidad, y por eso es tan inalcanzable como
fundamental para juzgar, desde su inflexible criterio, las 2. Walter Benjamin: Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje
de los hombres. En: Angelus Novus, Edhasa Barcelona, 1971, p. 164.
verdades, los sistemas y los poderes de este mundo. De ahí
que los regímenes totalitarios (y ya se sabe que la sociedad
3. André Breton: Situación surrealista del objeto. Situación del objeto
del espectáculo lo es también a su manera) odien la poesía,
surrealista. En: Manifiestos del Surrealismo; Visor Libros, Madrid,
y hayan intentado siempre suprimirla mediante un simulacro
2002, p. 195.
de superación que se ha plasmado en un arte y una litera-
tura de Estado, o, en la actualidad, en la reconstrucción de 4. Jorge Riechmann: Poesía que no cede a la hipnosis (sobre los tres
un imaginario tan omnipresente como vacío, de tal manera mundos, los cuatro riesgos y la fractura interior de las palabras). En:
que el triunfante pensamiento teledirigido desde fuera de la No doblar las rodillas: Siete proyectos críticos en la poesía española
persona al que asistimos se quiere completar con una imagi- reciente. Septiembre, 2002. p. 157. La primera versión de este texto

119 S a l a m a n d r a 17- 18
se publicó en la ciberrevista Amnesia número 3, invierno 2000-2001 11. José Manuel Rojo: Tiempo de carnaval. En: http://www.altedicio-
(www.amnesia.metropoli2000.net). nes.com/maldeojo/01006.htm.

5. André Breton: op. cit., p. 205. 12. Amarga victoria del surrealismo. En: Internationale Situationniste
1, 1958. Traducción extraída de Internacional Situacionista vol. I. La
6. Ferdinand Alquié: Filosofía del Surrealismo; Barral, Barcelona, 1974. realización del arte, Madrid, Literatura Gris, 1999.

7. Jorge Riechmann: op cit.


13. Es interesante traer aquí los intentos de Michel Foucault de eli-
minar cualquier gesto retórico del poema, con el fin de dotarle de un
8. Esta frase ha sido utilizada en algún texto teórico por el Grupo
lenguaje único que lo afirme, aislándolo del lenguaje procedente de
surrealista de Madrid.
la literatura que le rodea y de la historia en la que vive. El cómo se
articule una poesía de estas características equivaldría a hacerse la
9. Jorge Riechmann: Empeños. En: Revista Zurgai. Bilbao. Diciembre,
2003, p. 21. siguiente pregunta: ¿en qué consiste el lenguaje de la literatura cuan-
do se ha eliminado la retórica? En: Lenguaje y literatura. Traducción de
10. Paco Carreño, Eugenio Castro, Manuel Crespo, Jesús García Isidro Herrera Baquero. Paidós, Barcelona, 1996.
Rodríguez, Silvia Guiard, Miguel A. Ortiz Albero, José Manuel Rojo,
Finis Linguae. Prólogo de Indicios de Salamandra. Ediciones La Torre 14. André Breton: Situación surrealista del objeto. En: Manifiestos
Magnética. Zambucho Ediciones. Madrid, 2000. p. 11. del Surrealismo; Visor Libros, Madrid, 2002, p. 195.

S a l a m a n d r a 17 - 18 120
LABORATORIO DE LO IMAGINARIO
Grupo Surrealista de Madrid

L aboratorio de lo imaginario

T odo proyecto que se diga revolucionario ha de empren-


der la tarea, en el plano de la imaginación creadora, de
afrontar sin reservas una oposición radical al imaginario de
implacable de la colonización y enajenación del inconsciente
(y del consciente) humano por medio de la imagen, eso que
nosotros llamamos imagenación.
la dominación. Al mismo tiempo, ha de exigirse la afirmación
Es una falacia sin par seguir creyendo que en nuestro
de un imaginario propio, no sólo para responder a aquel, sino
tiempo el signo de lo que se conviene en llamar “creación”
como promisión utopista, es decir emancipadora.
lo proyecta el llamado, por sí mismo y por otros, “artista”.
Ceder al chantaje de la imagen espectacular es injuriar el Es una gran irresponsabilidad histórica siquiera mantener la
legado de la historia en forma de imágenes de la libertad; idea de artista y de creación asociada a tal figura disuelta en
es consentir en una especie de fatalismo sociologista, de la desmaterialización de la Economía. Y, además, una anti-
determinismo historicista a-dialéctico que conduciría a una gualla: cómo si el siglo XX no hubiera proporcionado pruebas
situación asfixiante; es conceder al lenguaje de los dueños de haber superado semejante vaguedad; o que la acción de
un presente victorioso alzándose sobre un pasado incum- concederse la elaboración de un objeto de orden “estético”
plido. Es, además, adoptar la táctica del avestruz ante una (y que nosotros llamaremos siempre poético) conforme a una
realidad amenazante que molesta afrontar porque rompe la solicitud interna de primera magnitud (la propia liberación
pereza ideológica que daba por clausurado el debate sobre la de las conductas inermes), quede en manos de lo que forma
creación mediante el expediente, supuestamente indiscuti- hoy parte de lo profesional, de lo ejecutivo, de lo fabril y
ble, de la muerte del arte y su realización histórica en la vida de lo administrativo. Dejemos, por tanto, al artista con su
cotidiana; y sin embargo, lo único cierto es que la economía exhibición de insuficiencias. La génesis de una producción
sigue produciendo imágenes que nos penetran por todos los poética (en el plano llamado plástico, visual o audiovisual,
poros, tomando el control de nuestros deseos y desposeyén- por poner unos ejemplos característicos), capaz de suscitar la
donos de la autonomía de nuestros propios sueños, sin que
posibilidad de un imaginario de libertad está en otra parte,
por otro lado se haya desplomado la institución del arte en
sin duda más común de lo que un grupo social mundano
tanto dominio separado del experto y adorno y muleta del
desearía.
poder. Por lo tanto, la tarea revolucionaria que ligue las
imágenes pretéritas de la libertad a las imágenes de la liber- Por un lado, Laboratorio de lo imaginario parte de la
tad de nuestra propia contemporaneidad, sigue siendo una conciencia de superación de lo denominado artístico como
tarea por hacer. Ahora bien, de aquí no puede desprenderse, paradigma de la creación, visiblemente caduco. En el lado
bajo ningún concepto, que la generación de estas imágenes opuesto, seguimos pensando que en la mente de todo ser
quede en manos de lo que hoy ya se confunde fácilmente humano persiste una potencialidad presta a manifestar su
con una labor de especialista (eso es el artista en nuestra promisión en el plano de la imaginación creadora: experi-
época). O que esa tarea se realice sin llevar a cabo una crítica mentar con toda la inspiración e intensidad de la que seamos

121 S a l a m a n d r a 17- 18
LABORATORIO DE LO IMAGINARIO
Grupo Surrealista de Madrid

capaces la posibilidad de alcanzar una liberación mental —especialmente—, con total alejamiento de su consideración
que tome forma en una representación deudora de lo que es como esfera de arte, y con total rechazo de sus anestesistas
imperiosamente necesario, sea por un deseo irreprimible, por epigonales.1 En tal sentido, no dudaremos en discriminar
desesperación, por mero juego —por pura gratuidad— o por todo aquello en lo que apreciemos un evidente principio de
un desdeñoso dandismo de espíritu. Eso es, verdaderamente, mimetismo, es decir, cuando se produzca una desproporción
lo que nos emociona y nos da a vivir. entre una elaboración experimental del mito personal y su
caída —consciente o inconsciente— en la construcción de
Proclamamos, pues, a los cuatro vientos, la abolición del
una “obra artística”, llegando a imponerse ésta sobre la
concepto de obra de arte —y de obra a secas— que de ningún
otra insensible o deliberadamente. Por el contrario, muy
modo puede confundirse, en el dominio de la acción creado-
relativamente nos importa el aspecto formal cuando esa
ra, con una exploración poética que elimina de su horizonte
pretensión se muestre inexistente, porque según el propósito
toda caída en la prisión de lo identitario. En nuestra propia
de Laboratorio de lo imaginario, esas representaciones, sean
aventura, manifestamos claramente que no creemos en un
unas “muñecas” de ocho centímetros que como auténticos
arte surrealista, pues solamente nos da confianza la idea de
“ex-votos” del delirio componen una teratología intemporal,
una poética del surrealismo.
sea un monstruo imposible sugerido por el azar y el sueño,
Estas consideraciones previas han de ser tomadas muy sean los objetos cotidianos que se sustancian en su sombra,
en cuenta para comprender lo que pretendemos con este han de ser el testimonio de una vida capaz de crear una
Laboratorio de lo imaginario. cosmogonía particular atravesada por una cualidad política
(común), propiciatoria de una emancipación de la alienación
Laboratorio de lo imaginario se fundamenta en la docu-
de las imágenes, y por tanto capaz de hacer cristalizar una
mentación visual de unos trabajos caracterizados por la
experiencia de libertad.
representación de lo que se parece, más que a ninguna otra
cosa, a la construcción de un mito personal que se confunde
en y con la misma vida cotidiana, única manera posible de GRUPO SURREALISTA DE MADRID
que aquello que por mera inteligibilidad llamaremos “obra”, NOTAS

pueda recuperar un verdadero valor de uso de lo maravilloso,


1. En este como en los demás aspectos, esta sección no pretende
más allá del cálculo mercantil y de la vanidad del artista. Las
sino profundizar en la crisis a todos los niveles de la imagen y de la
formas pueden variar desde el onirismo o el automatismo
imaginación, y de la imagen y de la imaginación surrealistas que ya
hasta lo simbólico o lo conceptual, pero en todos los casos
analizábamos en El falso espejo (véase Salamandra 11-12, 2001). Por
han de sostenerse, como prerrequisito indispensable, sobre supuesto, Laboratorio de lo imaginario tampoco pretende proponerse
la base de una potencia de surrealidad (esto no quiere decir como la salida definitiva de esa crisis, sino más bien como un tanteo
“surrealista"). Al fin y al cabo, planteamos esta aventura a ciegas que explora en la oscuridad. Como tal actividad experimen-
desde el surrealismo, pero del surrealismo como corriente tal, puede sin duda fracasar, derecho consustancial a la vida al que
inserta en las tradiciones revolucionarias del siglo XIX y XX tampoco deseamos renunciar.

S a l a m a n d r a 17 - 18 122
CÓMO NACIÓ EL JEMU
Katerina Pinosová

C ómo nació el Jemu


Ka teřin a Piňosová

9 DE JUNIO DE 2003, PENÍNSULA DE BOLÍVAR, TEXAS.


Como consecuencia de la rivalidad que le enfrenta a Seth, 13 DE JUNIO
Osiris es encerrado en una caja de madera cerrada con clavos y
He comprendido... Quiero comenzar la fabricación a partir
sellada con plomo... Osiris se asfixia. La caja es arrojada al Nilo
del día 15.
y arrastrada hacia el norte, hasta el delta del río, alcanzando
finalmente el mar. El asesinato tiene lugar el día diecisiete del 14 DE JUNIO
mes de Athor, es decir, cuando el sol se sitúa en la constelación Los trozos de madera cortada en el aserradero flotan sin
de Escorpión. Ese mismo día, Osiris había cumplido veintiocho interrupción. Es por la tarde, por primera vez en mi vida veo
años, o lo que es lo mismo, se cumplían veintiocho años de su un coyote. ¡Isis con cabeza de vaca! Athor corresponde al
reinado. En el lugar donde fue arrojada la caja que contenía el mes de noviembre. Hoy hay luna llena.
cuerpo de Osiris creció un brezo. Isis hizo transportar la caja
15 DE JUNIO
hasta Egipto, y después de abrirla, posó su rostro sobre el de
Osiris, hermano y esposo, muerto. Seth regresa para recuperar Los pensamientos no son pasos de cebra, sino garzas blan-
la caja y despedaza el cuerpo de Osiris en catorce trozos que cas y negras. Yo soy ese jorobado al que, después de mucho
dispersa por todo Egipto. Isis los reúne, y con ayuda de Anubis tiempo, busco en Vysehrad. A los coyotes y a los buitres les
conseguirá traer del reino de los muertos al dios de ojos múl- gustan las entrañas: el bosque del golfo de México, es decir
tiples, Osiris. los huesos de la tierra.

He pasado toda la mañana buscando trozos de madera que 16 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA A CREAR LAS PATAS
flotaran en el agua. Cuatro están preparadas. Hoy todo el mundo busca la luna,
pero yo no la he descubierto hasta las 23:30 —¡amarilla,
10 DE JUNIO
amarilla!—.
El cielo está atravesado de nubes, como si alguien descorrie-
17 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA AL ESQUELETO
se un decorado sobre un fondo azul claro. Han pasado cinco
horas desde el mediodía y tengo la impresión de que todavía El insecto tiene los huesos al revés: será una vaca-mariposa.
Hicieron falta una cantidad incalculable de clavos. El mons-
es por la mañana. He encontrado dos esqueletos incompletos
truo está recubierto de arpillera, parece una mosca. Tiene
de vaca, que me han procurado una excitación indescriptible.
también una cabeza con cuernos. Taladro, taladro y taladro.
He decidido otorgarles a esas vacas un osario. Mis amigos
me miraron de forma extraña mientras yo saltaba de alegría 18 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA A LA CARNE DEL CUERPO
y transportaba los huesos hasta el coche. Me he cruzado Los huesos son la carne. La puesta de sol es rojoanaranjada.
primero con una mujer que ha perdido uno de los dos pechos Es como si mis sentidos se hubieran separado, los colores, los
tras padecer un cáncer. Enseña yoga. olores, las sensaciones táctiles...

123 S a l a m a n d r a 17- 18
CÓMO NACIÓ EL JEMU
Katerina Pinosová

22 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA A LA PIEL DE UNA PATA Y DE UN ALA

Le doy forma. Ésta no se sujeta pero no puedo pararme. El


Jemu ya es estable.

23 DE JUNIO

Otro día consagrado a la piel de las patas y del cuerpo. La


palabra Honeymoon procede de la coincidencia entre la
posición de luna y la gran cantidad de miel producida en
las colmenas durante esa posición. Es hoy. Esta mañana
he rociado con ‘spray’ las cabras de Katherine. Tienen unas
pupilas increíblemente rectangulares.
19 DE JUNIO
24 DE JUNIO. ÚLTIMO DÍA DEDICADO A LA PIEL INTERIOR Y A LOS DOS
Antes de despertarme, corro como una loca. Quiero coger el PARES DE OJOS
avión de las 11:30 pero ha despegado a las 10:45. Corro a
través de las calles de Praga, ciudad que todavía no conozco. He soñado una vez más con Prostêjov. Estábamos en un
Más tarde, estoy de nuevo en Prostêjov, visito (como hago curso de química y teníamos que construir alguna cosa en
habitualmente) las casas en las que nunca he entrado. Esta el laboratorio. Mi colega ha dibujado todos los instrumentos
vez estoy situada junto a una caja de ahorros. Me encuentro en el interior de un círculo. Cada uno de los instrumentos
en una habitación donde, o eso me parece, vive un hombre tiene un nombre. A continuación hablo de sueños con un
mayor. El hombre entra en la sala y veo que está embaraza- grupo de personas. Cuando comienzo a evocar la manera
do. Lleva puesto una combinación, y de sus genitales crece en que la realidad está ligada al sueño, el grupo se sienta
un magnífico matorral verde que le recubre el vientre. Me formando un círculo alrededor de mí. Uno de los ejemplos
digo para mí misma, que si me quedara embarazada, yo que ha hecho reír a todo el mundo es el siguiente: “Después,
también haría crecer un matorral como ése —allí estaba la
más bella de las cosas—, ¡cómo es posible que nadie hubiera
pensado en ello todavía!

Hacer la piel con cemento. Yo, imbécil, he comprado cemen-


to con piedras cuando lo que necesito es cemento con arena.

Todavía no tengo relación con el Jemu. Creo que es un cor-


morán que juega a fingir que está herido. Divido la hamaca
con un gato blanco.

20-21 DE JUNIO

Prefiero trabajar sobre el dibujo de un animal-ciprés en el


que las ramas sostienen judías: amarillas, azules, rojas y
negras.

21 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA A LA PIEL QUE SE ARRASTRA HASTA EL


INFINITO

No, no y no. El fondo del animal-ciprés es naranja.

S a l a m a n d r a 17 - 18 124
CÓMO NACIÓ EL JEMU
Katerina Pinosová

cuando me pongo a nadar, he notado que tenía otra cabeza,


e iremos al cine hoy a las cinco”. Cuando trabajo en el Jemu
pierdo la noción del tiempo, me siento perdida... Es por la
tarde, el cielo aparece dividido en tres: rojo con un toque
de azul y gris.

25 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA AL NOMBRE Y A LA PIEL EXTERIOR

Cada día, la puesta de sol presenta otro color. La bahía está


sumergida en la niebla y tengo la impresión de no recono-
cerla. He coloreado la cabeza del Jemu. Parece una mariposa.
Mañana será el día de los pigmentos.

26 DE JUNIO. JORNADA DEDICADA A LOS PIGMENTOS Y LA PIEL EXTERIOR

Hemos encontrado a los padres del Jemu.

27 DE JUNIO

De 11:30 a 17:30 no tengo tiempo para nada, ¡sólo para este


animal! Es por la mañana, por tanto tengo poco tiempo para
nadar, el agua estaba más caliente que el aire, y los pelícanos
me muestran su vientre. El agua estaba verde. Los padres 28 DE JUNIO. VEINTIOCHO
adoptivos del Jemu le adoran. Es extraño, ¿qué se puede que-
rer en un monstruo semejante? Mañana, voy a darle vida. Fin del trabajo. He dejado de lado los grandes preparativos
para “la animación del Jemu”, simplemente tengo miedo. Al
menos será un animal silencioso y tranquilo.

29 DE JUNIO. EL TRANSPORTE:

Betty Wind (traducido al francés sería Elisabeth Vent. Ella


también ha perdido un pecho por culpa de un cáncer): la
madre adoptiva del Jemu, ha preparado para él una fiesta
de aniversario. Esta excentricidad me ha emocionado. Cinco
hombres han tenido muchas dificultades para levantarlo. A
continuación lo hemos transportado, muy lentamente, hasta
la casa de los Wind, los coches se detienen en la carretera.
Nadie ha visto una cosa parecida en la península de Bolívar.
Cuando llegamos al lugar, en el jardín de los Wind había al
menos veinte personas sentadas en sillas, también familias
con niños que tomaban refrescos de frutas. Atónitos, han
mirado a los cinco hombres cómo transportaban desde el
maletero del coche al Jemu, esa terrible vaca-mariposa de
ojos múltiples.

EXTRACTOS DEL DIARIO DE KATERINA PINOSOVÁ


Traducción del francés de Javier Gálvez

125 S a l a m a n d r a 17- 18
EL OBJETO SUSTANCIADO
Eugenio Castro

E l objeto sustanciado
E u g enio C a s t ro

…Y los objetos imaginarios constituyen la sola y única respuesta a la propia desorientación del espíritu.
Ahí reside, por lo demás, el secreto de su nacimiento convulsivo: surgen del vacío para dar forma al
vacío. Construcción provisional para caminar sobre la nada, construcción inventada para afrontar lo no
formulado, construcción interrogativa para encontrar el sentido. Los objetos imaginarios son siempre
construcciones de primera necesidad, corta-fuegos que el espíritu sitúa al borde de su propio abismo.
Annie Le Brun. Les châteaux de la subversion

L os objetos, las cosas, perviven en su propio misterio y


por él se “revelan”. Aunque ni siquiera cuando hemos
creído asistir a esa revelación puede decirse que el desvela-
modificar en absoluto su forma, pero otorgándoles una
disposición “inadecuada” en un contexto ordinario, les hacía
aparecer como una entidad desconocida hasta ese instante.
miento haya sido absoluto. Al contrario, una nueva profun- De ese choque nacía su manifiesto carácter enigmático.
didad, una nueva sombra asciende y lo reviste. En verdad,
Por su parte, André Breton mostraba una disposición (por
esta oscuridad lo “protege” y en ella se hace fuerte. A su vez,
elección, no por oposición), contraria, manifestando que era
parece que en ella se renueva.
la disponibilidad del hombre con respecto al objeto la que
Especialmente los objetos domésticos, lo más familiares, le hacía cambiar de función a sus ojos.
acaso los más funcionales y carentes de “gracia” sean los
No se trataría, en mi caso, de renunciar a ninguna de ellas,
que liberan su espectro reanunciándose a través de la som-
sino de incorporar a esas disposiciones una suerte de relieve
bra que los entorna y que requiere corporeizarse en ellos
conceptual que contribuyera a ahondar más en su crisis:
para mostrar su misterio latente. Pero también las cosas
al revestir con plastilina negra esos objetos domésticos,
más elementales, comunes o menos comunes.
familiares y ordinarios, no querría sino hacer visible su
Hay una sombra que irradia de un objeto que le confiere, fantasma sustanciado, como manera de advertir que en su
en determinadas circunstancias, su profunda extrañeza. mismidad reside la oscura potencia de su extrañamiento y
De Chirico vio maravillosamente este hecho cuando, sin de su maravilla.

S a l a m a n d r a 17 - 18 126
EL OBJETO SUSTANCIADO
Eugenio Castro

EUGENIO CASTRO

127 S a l a m a n d r a 17- 18
MÁS TARDE, ELLOS VIENEN...
Leti c i a Vera

M ás tarde, Ellos vienen...


Leti c i a Vera

S iguiendo los carteles que me indican donde se encuentra


el mundo, la isla es desbordada por un extraño viaje
hacia ninguna parte. En el isolat, los seres de metal acechan
y fetichistas que apuntan con su látigo oscuro. No hay nada que
hacer, salvo esperar más café descafeinado con galletas.

En los pasillos se oyen risas a las tres de la mañana. Fuera, un


con sus espirales brillantes y los individuos del metro quieren
concierto. La solución está en el acero tranquilizador, pero
matarme, pero yo dispararé primero.
allí no hay acero. No hay nada, nada me pertenece, no puedo
En la calle alguien acecha, son los malheridos. Me persiguen hacerlo. Perdió el sentido hace tiempo.
tocándose las uñas, masticando orugas, cada vez más cerca,
¿Qué es lo que ocurre? Hoy estoy en la calle sucia otra vez,
cada vez más cerca. Recurriré a la estación de la noche para caminando. Los escaparates son puñales, y la gente me mira.
crearme un baúl de la espera. Todos me están mirando, y yo no tengo a donde ir. Los refle-
jos en los charcos son entes que me observan atentamente,
—”Vámonos, esto no es para nosotros”—, me dice la Voz. Yo
mis tuertos preferidos, veo cientos de ellos por todas partes,
sigo a la Voz a todas partes, permanezco sentada horas con
estilizados, inmóviles. Permanecen por y para mí en los
ella conversando en el interior de la colina. A veces me insul-
bares, mientras me tomo la bebida roja que ellos me sirven
ta, me ultraja. Sé que lo hace por mi bien. Todo el mundo con sus largos brazos enguantados en encaje. Cada vez son
quiere mi bien, por eso estoy encerrada en el castillo de rejas más. Dependiendo de la posición de la Brújula de los Entes,
blancas, tomando café descafeinado y charlando con el Dios me piden que les dé vida, vida estúpidamente inmóvil, en un
del asiento de cuero que ni habla ni escucha, sólo escribe papel barato. Colores, pinceles y tinta. Desde que me visitan,
en papeles blancos como pastillas, miles de pastillas en la no creo en nada más que lo que ve mi Brújula. El resto, en su
lengua. Ahora duermo, ¿Qué más hay que hacer? Todos los mayoría, me es hostil.
lugares están habitados por pijamas con rayas azules y no Los transeúntes de mi vida juran que Nadie me mira, que sus
quiero desvestirme en presencia de guardianas gritándome preciosos guantes de encaje y su mirada penetrante son men-
que me dé prisa. También lo hacen por mi bien. En la sala tiras. ¿Acaso ellos no viven de mentiras? ¿Son mis mentiras
donde fumo cigarrillos larguísimos, debatimos acerca de la más irreales que las suyas? ¿Cómo era aquello? Sí, esquizofre-
mejor manera de morir y nos pellizcamos los unos a los otros, nia paranoide es igual a locura, y locura es igual a desconocido
en busca siempre de la carne y de la consciencia, pero allí no y amenazante. Tengo que mantener el secreto para no volver
hay más que humo y ojeras. al castillo de pasillos blancos y olor a desinfectante. Les deseo
buena vida, buenos coches, buen trabajo, buen ocio, buenas
Más tarde, Ellos vienen a despertarme. Casi siempre tienen un parejas y buenos hijos. Ellos desean mi silencio o mi expulsión.
solo ojo de plástico brillante. Hay muñecas eclécticas, siamesas Obviamente, sólo quieren lo mejor para mí.

S a l a m a n d r a 17 - 18 128
MÁS TARDE, ELLOS VIENEN...
Leti c i a Vera

LETICIA VERA

129 S a l a m a n d r a 17- 18
poesfla

Celebración
Vi cen te G u tiérre z

Aún nos queda cubrir la tarta de nata.


debería ser un día familiar, te caes de un caballo que cierra los ojos
siguiendo el rastro de baba de un caracol luminoso y lo siguiente que sé
o el de las hojas al rojo vivo que caen en el aljibe. es que tu cuerpo descansa desnudo
sobre un piano de cola
debería ser un día familiar. junto a un búcaro de flores recién cortadas.
con veinte niños de diez años gritando alrededor
y el payaso de labios encendidos que les hace sonreír ¿no sería más fácil extender los brazos
mostrándoles cabezas de langosta, perdigones usados antes de guardar la bicicleta
y el colmillo de un oso tintado de un rosa temible. en el hueco de la escalera?
sonaría una música distinta.

al aproximarme a la mesita de noche


(donde la luz es aún más tenue)
Le caes La luz de la mañana me doy cuenta de que el caballo respira con alivio.
tiene que parar en mí,

romper un rumor de lila en mí.


El cadáver de un gran pájaro calcinado
la prohibe ponernos en libertad.
Otro paisaje es este;
¿No ves latentes árboles
la ceniza contenta hombre-sueño, mariposa en reposo
desapareciendo? disfraces de todas las muertes.

Seda cruda sobre los codiciosos escalofríos.

S a l a m a n d r a 17 - 18 130
CELEBRACIÓN
Vicente Gutiérrez

poesfla
lo que vi a través del ventanal;
Luz para decir
el muñeco de nieve derritiéndose
nada canta ya
como si soportara el peso de millones de cosas.

¿Qué encarcela?
me sentí culpable de lo que equivaldría a su muerte.

Pétalos que respiran


entré en la cocina y encontré una jarra de agua sucia,
como desea el río.
busqué un vaso, lo hallé al subir al trineo
en donde ella manipulaba un bibelot;
Mariposa del oh que divide
si lo agitaba, los pájaros muertos que flotaban en el lago
regresaban al cielo en estampida.
y que acaricia
lamenté no haber insistido para que me llevara con ella.
delfines pintados más pequeños

antes de irse me dijo:


“hay que colocarlos bien, si no el viento los tira al suelo”

Es la rodilla del alma


la que perdura

Ahora ya mi hijo juega donde brilla


con el aire que lleva los sonidos lejos. vibra

Porque se tensa y emerge y en la altura


porque señaló bajo mi piel
y me sembró. hay recuerdos
de tu bella sangre
luchando

VICENTE GUTIÉRREZ

del libro Funerales celestes

131 S a l a m a n d r a 17- 18
poesfla

Canto de la migración
J e s ú s G arc í a Rod r í g u e z

Desde la fundación de la ciudad.....una tremulación de magnolios.


Todo final es un principio, y la migración de la vida nunca cesa. Siguiendo la voz de cobre
del viento, más allá de templos octogonales, embaldosados de piedras preciosas, más allá de
ciudades de nombres parecidos a corolas —nombres que evocan las planicies malvas y lisas,
pobladas de serpientes—, a través de polvorientas datileras, bajo el cielo fugitivamente azul, la
gran marcha continúa, la gran marcha de hombres rojizos montados sobre caballos de sangre
prestigiosa.
Escondiéndose de arbusto en arbusto, las hienas de pelo moteado, a las puertas de las ciudades
de áspero granito. Y allí, bajo la higuera de frutos bermejos, donde se reúne una mestiza raza
de pájaros heráldicos, una mujer recoge su túnica y, paciente, inicia un inmemorial pediluvio.
Ya quedan atrás las ciudades de nombre de encaje rojizo, iluminadas por el oro viejo de sus
sílabas sonorosas, quedan atrás los rústicos vitrales de esmalte azul oscuro de los templos,
los azulejos llenos de vaho de las termas profundas, los escalones de agua de las fuentes de
mármol, las anchas losas de piedra de las plazas esféricas. Todo queda atrás, siempre. Y en el
horizonte, ahora, tan sólo una vastedad de cielos y de arenas, los rojos desiertos donde los
pueblos desconocidos erigen sus bárbaros altares.
En el tempestuoso himno de la noche se pierde todo, ascendiendo como una esbelta columna
de alabastro y de humo. El mundo se abre como un fruto propicio, dejando un sabor espeso
a sangre y a higos maduros. Y es hermoso ver, de nuevo, a la caída de la tarde de otro día
excesivo, en medio del polvo tórrido de la estepa, los pétalos esféricos de las incandescentes
rosas de Timur.
Y a la noche, el pan cobrizo de mano en mano, y el vino tribal, rojo como el mundo. Tantas
vidas por venir, tantas vidas pasadas, como serrín de un tronco que fue robusto. Y el ahora, el
estremecido ahora, se abre en sus mil semblantes, como un bosque demasiado frágil, infinita-
mente claro y fecundo.

S a l a m a n d r a 17 - 18 132
CANTO DE LA MIGRACIÓN
Jesús García Rodríguez

poesfla
Y siempre habrá, más allá, ciudades de tapias engullidas por las dunas, altivas de terrazas
triangulares, tachonadas de pozos cegados por la arena. Allí, entre polvorientos palmerales,
los alarifes erigen las casas de adobe, las mujeres hilan la lana de camello en grandes esteras,
los orífices de la filigrana en oro tallan oscuros camafeos, y en las afueras, en las privilegiadas
almunias, se elevan, como ídolos ubérrimos, los esbeltos silos de barro.
Oh, bajo el cielo admirable el mundo va componiendo palabra a palabra, ritmo a ritmo, el vasto
y robusto friso del poema. Los guerreros de cimeras de acero, en forma de animales atroces,
tascan el freno de sus caballos y contemplan a lo lejos, como una ráfaga de hierro, la perezosa
ciudad de umbríos zaguanes. Y allí donde verdea la alheña y la menta aromática, frente a la
estatua de un dios pavoroso, los hombres conocen de pronto el temblor y el éxtasis.
En los límites está tu pulso, mundo de frágiles vuelos. Irrumpir es tu esencia, tu devastadora
tarea. En esta migración hasta tus bordes nos hacemos, nos transfiguramos. Y al llegar allí, al
doblar tu definitivo recodo, esa inmensidad total de tu mañana.
Migramos, migramos hacia nuestra respiración, donde está tu centro.
Dices : Mañana, y el corazón se llena de águilas blancas. Mézclate con el tumulto ya inconte-
nible, raptado por él, con las hordas fugitivas e impasibles que entran en la fecunda noche. La
carne es la plenitud del tiempo, y no debe ser temida. Y en ese desvanecerse exacto, resplan-
deciente, está tu gloria, tu firmamento. Que nada cese, que todo sea oro desapareciendo en la
sombra última, inacabable, vertiginoso. Y el enigma nunca descifrado se hace de pronto carne,
y voz, y pálpito, y cielo.
Tan hermoso porque es tan breve: en el infinito gris de los páramos, el viento se impacienta,
errabundo como una garza perdida. Hacia las torres de penumbra se alza un destello más blan-
co, más férvido, en un horizonte de sangre. Mundo invasor: en la gracilidad de tus pináculos,
azules como la dicha, todo renace, en una inmensidad de llamas y de fronda.
Porque la muerte es también mentira.

JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ

133 S a l a m a n d r a 17- 18
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

L os trastos arrumbados
(de la ciudad destripada a la ciudad pregnante)
E u g enio C a s t ro

U no de los panoramas que, particularmente en el último


decenio, violenta por un lado, y seda por otro, a la
ciudad y a un alto porcentaje de los ciudadanos de Madrid
hasta configurar un escenario grotesco y violento, como si
se tratara del resultado de una explosión. O quizá es que
se trata precisamente de eso, del dinamitado controlado
se encuentra en la imagen de una ciudad indistintamente de la ciudad, es decir de un acto de terror en contra suya y
destripada y drogada. Es un panorama que aturde agresi- de sus ciudadanos, a los que se bombardea siguiendo una
vamente los sentidos y el propio sistema nervioso de esos operación calculada que se lleva a cabo de forma sistema-
mismos ciudadanos. Y lo hace mediante la instalación de un tizada —aunque esto se haga, paradójicamente, de manera
ruido ambiental expansivo. Este ruido ambiental se mani- periódica— ya sea reventando de nuevo la misma calle que
fiesta de modo especialmente intolerable en contra del oído se había abierto tan sólo dos años antes, ya sea obrando con
y de la vista, pues es fundamentalmente acústico y visual. grandilocuencia titánica un desmantelamiento que alcanza
El caso es que al tormento de las taladradoras, excavadoras,
claros tintes faraónicos: tal es la megalomanía de quienes,
grúas y su percusión y estridencias obsesionantes, le sigue
so pretexto de urbanidad, actualizan un avasallamiento
la estampa, entre ridícula, neurotizante y pesadillesca de un
“posmoderno y vanguardista”1 de la población (y parte de
levantamiento, de una horadación y de un vallado generali-
ella muestra su oposición); una continua movilización y
zado de las calles, plazas y glorietas. Tampoco el gusto y el
congoja, tanto psicológica como fáctica, que se desdobla
olfato pueden escapar a este asedio perfectamente contro-
o multiplica, según los casos. En efecto, por una parte, es
lado e inoculado, pues se tiene la sensación de un profundo
preciso que el transeúnte experimente una sensación pro-
desagrado que se confunde ocasional y directamente con
gresiva de desasosiego, de interinidad, de transitoriedad. Por
el asco: emanaciones pestilentes, olor a requemado por la
acción de las radiales sobre el hormigón, el acero o cualquie- otra, hace falta inocular en él un sucesivo envilecimiento
ra que sea el material empleado en estos casos, retorcimien- emocional mediante la diaria reproducción de un ambiente
to de cables y otros conductos plastificados o encauchados. destinado a generar un sentimiento de precariedad vital.
Todo ello contribuye a acentuar ese ruido ambiental referido Se hace entonces necesario que esta situación no sea para
que finalmente conforma buena parte del paisaje urbano nada provisional, sino todo lo contrario, que se desarrolle
madrileño, una ciudad desventrada cuyos órganos y arterias siguiendo un patrón normativo y normalizador, de tal modo
quedan expuestos a la vista de todo transeúnte para su que se establezca como la situación segura, esto es, como un
inmerecida contemplación y disgusto. Órganos y arterias, estadio perfeccionado de la crispación e insensibilización, o
digo bien, entremezclándose con el retorcimiento de hierros si se prefiere, de un embotamiento, a la vez de la afectividad
y gomas, de adoquines y zanjas, de cavidades y alquitrán, y de la razón razonante.

S a l a m a n d r a 17 - 18 134
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

Por otra parte, no puede dejar de recordarse la nueva feu- él (el fantasma), que ha sobrevivido en su encierro latente
dalización que todo este tipo de operación sobre la ciudad a todas sus edades y ha lucido sus mejores galas cuando se
conlleva. Es tan fácil de reconocer, como indignante e ha encontrado con unos hombres y unos acontecimientos
insoportable es el tributo absolutamente abusivo que el que, incondicionalmente, parecían haberse convocado entre
ciudadano ha de pagar a esta nueva clase de sheriff puesto sí en otro tiempo que, en ese instante, pasaba a convertirse
al servicio de sus dueños y de nuestros esclavistas. (En este también en el suyo, un tiempo nuevo y radiante, de insubor-
punto cabe reclamarse de la objeción, por no decir de la dinación revolucionaria y, simultáneamente, de afirmación
insumisión, fiscal, y, en consecuencia, de la abolición de los utópica.
impuestos).
Lo cierto es que la estetización que se está realizando
Como se ve, la Economía (en mayúsculas, por concebirla sobre la ciudad a marchas forzadas,2 persigue prioritaria-
como la última deidad de una mente la liberalición total de
religión —la suya propia— que la mercancía, revistiéndola, eso
renueva bárbaramente la divi- sí, con los ropajes muy bien
sión de clases) dispone de los vistos de la “peatonalización”
mecanismos simbolizadores de los distintos centros históri-
propios de su particular régimen cos. Peatonalización que no sirve
de terror (como no podía ser de más que para la industrializa-
otra forma, tratándose como es ción turística de la calle, que si
el caso de un totalitarismo) que, bien parece despejar la polución
mediante ejemplos tan “demo- acústica del parque automovilís-
cráticos y civilizados” como el tico de una zona concreta (para
destripamiento de la ciudad, potenciarla en otra inmediata-
quedan al descubierto, aunque, mente cercana), instala la polu-
eso sí, ni siquiera ella misma ción acústica, asimismo infernal
pueda pagar hasta el punto de y desquiciante, de una cadena de
abolir ese plano simbólico que locales de “entretenimiento” de
la desenmascara. uso exclusivamente transitorio
en los que las relaciones están
sujetas a la sola ley del cambio
Pero la ciudad recibe también (entiéndase: de la consumición),
otro tipo de embate, en con- la única que tiene validez. Toda
sonancia con lo anterior, como esa operación de saneamiento3
lo demuestra la intervención del centro histórico vale, pues,
quirúrgica que se está llevando a cabo sobre la totalidad para la creación de avenidas liberales puestas al servicio de
de su cuerpo. Una cirugía estética, podría decirse. Aunque, la total liberalización de la Economía. La llamada peatona-
como se hace evidente, muchos de los implantes caducan lización se inserta en estas mecánicas, en la medida misma
al poco tiempo, tal vez porque su viejo cuerpo no tolera tan en que el propio caminar termina por ser un acto consumido
sofisticadas sustancias, acaso debido a que el fantasma de al obrar como mero tránsito por unos espacios expropiados
sus hechos históricos, seculares y contemporáneos —menos que han perdido su promesa de extravío, al dárseles una
recuperables y más irascibles— se rebela contra el intento utilización como conductos predirigidos hacia el consumo
patético de confinarlo tras la máscara de la transparencia: del propio aire libre, del verdadero tiempo libre, capturados

135 S a l a m a n d r a 17- 18
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

tras los escaparates de un sinfín de nuevos establecimientos dictadura de esta cirugía plástica que resulte, además, rever-
que ya no evocan los acuarios encantados de “El campesino sible, en el sentido de que sea de nuevo vendida al diablo de
de París” (sin posible encuentro con las ambiguas sirenas). una eterna juventud prefabricada y protésica.
Al contrario, esta higienización de las calles favorece una
Valga todo lo dicho para no perder conciencia de que, al
absoluta “flaneurización” de los individuos, al haber sido
final, es la memoria histórica, psicogeográfica, personal y
recalificado su espacio como terreno para la edificación
colectiva la que se quiere extirpar, de tal manera que la
de ese tiempo y ese aire libres, en adelante satélites de
posibilidad de transmitir experiencia se erradique; es más, de
un gran y absorbente “mall” donde ha sido extinguido el
que solamente se tenga una experiencia delegada, impropia,
encuentro incondicional. La que hasta ahora algunos venía-
y de que se ejecute así, con la violencia de una acción terro-
mos llamando vida comunal, construida por el trajín de una
rista —la de la Economía—, una
vida fundada en un intercam-
cesura irreparable entre pasado
bio simbólico no sometido a los
y futuro, puesto que el presente
mandamientos totalitarios de la
de la Economía ocuparía todos
Economía, parece dar, en este
los tiempos, instalando el reino
periodo de la historia, sus últi-
absolutista de su sola circula-
mos estertores. Y si se pretende
ción.
que lo expuesto cae del lado
de la nostalgia de una vida ya En contra de este rapto de la
pasto del estudio antropológico, experiencia no cabe sino alzarse
la respuesta no podría más que con armas y bagajes. El arma de
sí, que la nostalgia del pasado la crítica que se rebele contra
no emite, en nuestro presente, los mecanismos que autorizan
una señal que rehabilite las rela- tal atentado contra el alma del
ciones de fraternidad, e inclu- hombre (aquí somos todos Gaspar
so, una señal de “conservación” Hauser); y los bagajes de una
que signifique la pervivencia de experimentación que esa crítica
una memoria que no ha perdido no debe volver nunca secundaria,
su dimensión utópica, sólo sea sometiéndola a los prerrequisitos
porque todo futuro pasa por su de la hiperracionalidad analítica;
actualización en lo pretérito. El esto es, a un análisis que si se
fluido de la vida debe ser, por lo desea exhaustivo en su pasión
tanto, extraído de la ciudad por elucidadora y en su voluntad
parte de la Economía. Ésta debe radical, no podría jamás sofocar
quedar sin sangre, sin “arterías”, sustituidas una y otras por el campo incombustible donde la vida, refractaria a quedar
el goteo transparente del economismo global, un enorme en estado de extenuación por su intelectualización abusi-
conducto en el que se licuan las mercancías y se coagulan va y su “socialización dogmática”, clama por su absoluta
los afectos incalculables. soberanía. Esta soberanía es definitivamente contraria al
sistema perfeccionado de control que ejerce la dominación,
En adelante, debe tenerse la impresión de que toda la ciudad
uno de cuyos ejercicios más acentuados y eficaces consiste
parezca un quirófano en abierto (con el cuerpo sedado y en la fijación del estado de incertidumbre, en la inyección
anestesiado), pues la ciudad hoy no tiene que envejecer, no de un sentimiento de invariable imposibilidad que lleve al
tiene que cumplir años, sino que tiene que estar sujeta a la desánimo crónico, a la desmoralización general. En esto, la

S a l a m a n d r a 17 - 18 136
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

crítica radical de la que hablo —es decir, revolucionaria—, no los medios tecnológicos más sofisticados y sus aplicaciones
se puede contentar con esclarecer y analizar esos fenómenos más “vanguardistas”, tejiendo la Red de su expansión y
sin ofrecer las experimentaciones que en el plano mental y extendiéndose “rizomáticamente”: guiándose por la onda
práctico —inconsciente y consciente, subjetivo y objetivo, expansiva —subterránea— de su propio mecanismo de
colectivo e individual— induzcan a su superación y lleven a terror, la Economía hace brotar en sitios dispares y distantes
la restitución de la vida. Aquí, el surrealismo hace cristalizar, entre sí de la ciudad su flora intestinal urbana destripada y
una y otra vez, revisitándola, la célebre frase de Rimbaud “la expuesta sin pudor a la vista de cualquier viandante.
poesía ya no marcará el ritmo de la acción, sino que irá por
delante”. Queda así caracterizada una cualidad anticipatoria
de lo poético que tanto precede a su puesta en acción como Durante años me vienen asaltando toda una serie de trastos
a las virtudes de la exégesis. André Breton lo escribió de este arrumbados en la calle. Por lo general, se trata de enseres
modo que vuelvo a recordar: Sueltas ya las riendas del senti- domésticos, mobiliario diverso del que se han despren-
do común, un sentido dido para siempre
de otro orden, insis- sus propietarios.
tente y adivinatorio, Sin embargo, se da
conduce al hombre la circunstancia de
hacia donde quiere que a la hora de
ir sin saberlo. ¡Cada depositarlos en las
vez más lejos! En tal aceras, apoyarlos en
dirección a lo desco- las paredes o con-
nocido es necesario tra las fachadas, esa
que consienta en acción no se realiza
dejarse llevar antes ni con desprecio ni
que llevarse él mismo. con indiferencia. Al
Es preciso renunciar contrario, una orde-
a ese bien que por nación de los mis-
mucho tiempo fue mos se destaca en
considerado como la forma en que han
el más precioso de sido dispuestos. No
todos: la inteligencia crítica de sus actos. La lucidez es la gran pongo en duda que la forma de ubicarlos pueda deberse a un
enemiga de la revelación. Sólo cuando ésta ya se ha producido elemental principio cívico. No obstante, algo parece señalar
puede autorizarse a aquella a hacer valer sus derechos. (André otra intención, que extrañamente sólo a priori es de sentido
Breton. "Lo maravilloso contra el misterio", En La llave de los común: pareciera darse un cuidado ciertamente importante
campos, pág. 9. Editorial Ayuso, Madrid, 1976). por parte de los que abandonan estos trastos, al disponerlos
de un modo que parece evocar el último saludo de quien
Valga, por lo tanto, la modesta proposición que sigue como
se despide de sus últimos restos, preocupándose, en efecto,
afirmación de la anticipación de lo poético. Y de paso, sirva
de darles una despedida digna de la vida que se ha tenido
también para obstaculizar, sobreponiéndose a ellos, los dic- con ellos. Tal vez se trate de un ritual inconsciente que sea
tados de ese estado de incertidumbre generalizado del que reminiscencia de una memoria mágica, pues algo late en
he hablado, dislocando mediante su propia simbólica libera- este comportamiento que hace pensar en una ceremonia de
dora, la simbólica de la totalitarización que esas estrategias animismo: los enseres poseen la vida que sus poseedores les
de dominación liberan siguiendo las pautas progresistas de confirieron, y estos últimos han quedado impregnados por

137 S a l a m a n d r a 17- 18
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

la vida que les devuelven unos enseres que quizá llegaron a en el sistema de la emancipación mental), y que su puesta
alcanzar la categoría de fetiches. Tal vez un comportamiento en circulación forma parte de las dinámicas simbolizadoras
semejante sea también el gesto de una resistencia mágica, del surrealismo. Esto es suficiente para situarlo en oposición
seguramente inconsciente, en contra del desencantamiento clara a la señalética de la Economía.
programado, tanto del individuo como del mundo.
Además, a la consideración de Breton añadiría yo que se
trata asimismo de un precipitado de poesía, para sumar a la
característica de vida psíquica del primero (su origen oníri-
He hablado de ordenación. Ésta toma, en unos casos, la
co), la participación de la construcción del objeto surrealista
forma más convencional, al mostrarse esos enseres perfec-
de una experiencia de lo poético ligada a las actividades
tamente alineados. En otros, los elementos se juntan entre
cotidianas y a los actos de placer en su práctica mágica
sí, quedando bellamente ensamblados. En uno y otro caso —y
(transformación de la materia como transformación de la
en el segundo de modo más gráfico— me he sentido siempre
propia vida).
en presencia del “objeto surrealista”. Me hago cargo de que
la sola mención de “objeto surrealista” puede desactivar De todos modos, allí
parte de un propósi- donde un primer
to que tiene su punto encuentro entre esos
de partida en lo tes- trastos y el objeto
timonial, si bien se surrealista se produ-
desea introducir una
ce es en su valor de
fuerte carga simbó-
uso. Tal valor resi-
lica. Ello se debería,
de en una entrega
no a la mención en
común a la inutili-
sí, sino al poder de
dad económica, en
reificación que des-
plaza el lenguaje una acción antipro-
de la dominación. ductivista propia de
Pero no sólo a ésta, un último “rito de
sino también a la paso” (deshacerse
muy acusada pereza de los enseres); y en
mental (la crónica espigarlos y recons-
apelación al “objeto truirlos siguiendo
encontrado”) que tanto contribuye a hacer más pujante, en los dictados del deseo, del sueño, de la imaginación, lo que
este caso concreto, esa reificación, así como el abandono caracteriza una gratuidad de espíritu que es representativa
de la subjetividad al cuarto trastero de los análisis críticos de los afectos incalculables.
hiperracionalistas (en ocasiones tan entorpecedores), para
desempolvarla en función de estrategias mentales y discur- Sin embargo, ese encuentro resuena en otro hecho de pri-
sivas a veces colindantes con el funcionalismo de partido, lo mera importancia: tanto la acción de abandonar como la de
abstruso y la opacidad. encontrar y espigar conduce a un cierto tipo de involuntario
intercambio simbólico. En efecto, cabe esperar que éste se
Apenas me entretendré en afirmar que ese objeto del que suceda en la libre mediación que establecen, precisamente,
hablo tiene su origen en los precipitados del deseo deseante, los afectos incalculables del encuentro con tales cosas arro-
y por tanto liberador (un sueño de Breton lo hace gravitar jadas a su definitiva desprotección.

S a l a m a n d r a 17 - 18 138
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

No obstante, la impregnación de una vida vivida junto a esas Lo que sucede en el instante de este encuentro es que se
cosas, latente en su nuevo estado de abandono, coincidirá actualiza ese resto pnemotécnico, proporcionando la vívida
también con el objeto surrealista en que ambos introducen experiencia mediante la cual las relaciones entre lo imagi-
un elemento enaltecedor de la vida cotidiana, al estimular nario y lo real se renuevan. Mas ¿de qué modo lo hacen? En
una elevación del paisaje urbano en su relación con el pai- la forma de un encuentro inicialmente visual que tiene todos
saje mental. Quiero decir, que igual que la construcción de los rasgos de Eros, pues al menos en el plano simbólico ese
un objeto surrealista es una pulsión poética primordial no abrazo psico-físico ha excitado la libido mental que tiene
por efecto la erotización de lo real, o dicho en términos
abstracta sino concreta, pues ese objeto se anima de una
surrealistas, la restitución del principio de surrealidad en la
reminiscencia de la niñez por la que destella su capacidad de
vida corriente. La manera específica en que esto se mani-
asombro; que igual que se da en la construcción del objeto
fiesta es como enaltecimiento
surrealista una fabulación de
de la latencia poética de la vida
la infancia, en tanto que hace
cotidiana, de su carga poética
advenir su potencia ilusionante,
oculta, pues la recreación del
que cristaliza y se vuelve en
paisaje urbano a que condu-
él real, esos trastos arrumba- cen esos trastos arrumbados, al
dos son como un enlace con el entrar en consonancia con la
paisaje de la niñez, volviéndose afectividad intensamente sen-
rehabilitación de su fabulación.4 timental y emocional y con la
Y así como en la construcción imaginación pnemotécnica que
del objeto surrealista se produce suscitan, introducen en lo “real
un cierto estado de desprendi- devastado” (Lacan) un senti-
miento que lleva a una determi- miento de lo maravilloso que
nada —y emocionante— recrea- tiene los rasgos de la primera
ción del mundo (lo construye), mirada (que es una mirada ero-
el encuentro con esos trastos tizada en estado latente). Ese
suscita una reencantación de sentimiento de lo maravilloso
la vida inmediata, tanto en su supera lo real devastado, sobre lo
que deposita, por impregnación,
dimensión real como imaginaria,
un principio de lo real gozado.
que hace mundo. Dicho de otro
Este sentimiento es el que va a
modo, en su aleatoriedad, esos
persistir, quedando como estrato
trastos concentran una intensa
de una memoria psico-objetual
sensación de apertura al inducir
que tendrá su correspondencia
el ensanchamiento mental —y
emocional con la memoria de los sitios y las calles donde ese
en tal sentido vital— del escenario callejero. No en vano sus-
encuentro ha tenido lugar.
citan una especie de cortocircuito perceptivo que induce una
reacción sensorial que entra en coalescencia con la mental.
EUGENIO CASTRO
Por ellos adviene la memoria de una vida vivida que, al per-
sistir en el espíritu con su fuerte carga encantada, tiende a
reactivar la propia vida psíquica, trayendo a la esfera mental
el recuerdo de lo que una vez nos deslumbró.

139 S a l a m a n d r a 17- 18
LOS TRASTOS ARRUMBADOS
Eugenio Castro

NOTAS de saneamiento propio de una mentalidad fascista (tiene un claro


carácter blanqueador) tiende, en su más primaria ejecución, a
1. Remito al editorial que abre el número 17-18 de la revista
privar a aquellos hombres y mujeres que eran sus habitantes gene-
Salamandra, titulado La noche en blanco, la vida en negro y el régimen
racionales, de una libertad elemental definida como “la libertad de
de movilización total.
cambiar de domicilio (según su propio deseo y/o voluntad, añado
2. La La baratísima mano de obra actualiza los trabajos forzados yo), instalando una coacción en la que se encadena al hombre en
de todas las penitenciarías de la historia, sean estas carcelarias, una comunidad antinatural”. (Walter Benjamin, Dirección única, Ed.

mineras o campesinas, mano de obra “desagraviada” por el fraude Alfaguara, Madrid, 1987).

de su modernidad: la proliferación de un equívoco comercio popular 4. Con buen ojo Walter Benjamin se refiere a tal hecho en estos
ha abolido el intercambio simbólico, como es el caso flagrante de términos: …”la Tierra está repleta de los más incomparables objetos
las “neo-tabernas”, que han pervertido las relaciones de comunidad que se ofrecen a la atención y a la actividad infantiles (…) De hecho,
transformándolas en una “turistización” absoluta de los barrios los niños (…) se sienten atraídos por los desechos provenientes de la
populares y de la clase trabajadora, en beneficio de la circulación construcción, jardinería, labores domésticas y de costura o carpin-
“progresista” de la mercancía. Por otra parte, no debería olvidarse tería. En los productos residuales reconocen el rostro que el mundo
cómo se ha restablecido el esclavismo asalariado, tan bien disfra- de los objetos les devuelve precisamente, y sólo, a ellos (…) gracias
zado de hipermoderna multiculturalidad: tiendas abiertas, con los a lo que con ellos elaboran sus juegos. Los propios niños construyen
mismos empleados, doce horas al día; o bien haciendo turnos a así su propio mundo objetal, un mundo pequeño dentro del grande”.
costa de la vida. (Walter Benjamin, Dirección única, p. 25, Ediciones Alfaguara, Madrid,
1987). Yo mismo me recuerdo en ese periodo de la vida recorriendo
3. Falso saneamiento que además es excluyente y eugenista. Por estercoleros y sintiendo un gran júbilo de meterme en ellos y ver las
una parte, con esa operación se les extirpa a los centros históricos cosas amontonadas, desparramadas por su superficie; y me veo hoy
su vida pasada, que es más cruel con los centros históricos popu- mismo contemplando inútiles montones de tierra, sacos de cemento,
lares, al expropiar, primero, y extraterritorializar, después, a los residuos de plástico, de ramas, de papel tirados por aquí y por allí,
hombres y mujeres que al menos durante generaciones los habían en lugares urbanos y metropolitanos, experimentando una simpatía
habitado, cercenando de raíz la narración de las pequeñas historias —mas también un gozo— que reconozco heredados de aquel periodo,
que, así como se oponen a la historia de los amos, propician la y que mucho más tarde el objeto surrealista ha reencarnado, para mí,
reinvención de la historia de la libertad a través de su circulación con toda su potencial maravilla, restituyendo en el adulto que pueda
entre comunidades generacionalmente prolongadas. Este ejercicio haber en mí aquella mirada asombrada.

S a l a m a n d r a 17 - 18 140
DESUSOS
Javier Gálvez

D esusos
J avi er Gálvez

F ijado el rumbo hacia coordenadas en continuo despla-


zamiento, desaparecen las precauciones; y lo que los
números (los cálculos) han querido determinar como una
Desviarse: el mejor camino. Suenan los tambores del arpa,
nada más audible que este sonido de ciego.

sucesión inmutable ad infinitum, lo que se presenta como


el orden predestinado a resolverse en el uno más uno dos, Esperar está prohibido. Esperar no resulta productivo. Por
linealidad asegurada en un ininterrumpido cumplimiento de eso mismo la espera está justificada. La espera exige una
sí misma, ha sufrido un giro inesperado: bruscamente el cielo disponibilidad de vacío: la necesidad del encuentro, esa
se ha encapotado, el mar ha perdido su inabarcable centro tensión que soporta la espera, que no tiene más remedio
conforme al rigor de las mareas silenciosas: la poesía ha que soportar —lentos son los encuentros que ahondan—, no
dejado sin uso los instrumentos de navegación. permite más que un espacio vacío, una pantalla donde el
blanco parece a punto de estallar. Vacío que hay que llenar,
de todos modos, con ese movimiento sinuoso y callado
Doblemente refulgente, el número se dobla a sí mismo: que es la incertidumbre. La incertidumbre es ajena a toda
alejamiento de la univocidad que pretenciosamente la previsión, no admite ningún uso comercial, es la negación
aritmética pretende otorgarle: la fijeza de muerte se ha de la economía de la usura: la espera no pretende ningún
deslizado, y ese movimiento inesperado ha dejado al beneficio, es puro derroche de tiempo, tiempo muerto y a la
descubierto esa falacia llamada fatalidad. ¿Acaso no sabíais vez tiempo vivo, certeza de una posibilidad que se pierde, se
que los caminos marcados siguen sólo las indicaciones de agota de inmediato en caso de consumarse. La espera es la
los que, muy bondadosamente, creen elegir por nosotros afirmación de la lentitud, negación del tiempo subordinado
mismos aquello que llaman la felicidad? El espejo soy yo, y al orden social de la miseria y de la explotación. Tiempo ajeno
el reflejo del espejo es yo y es otro a la vez. Esa posibilidad al paso marcial de las agujas del reloj.
de desdoblamiento da inicio al primer movimiento de
autoconciencia, ese separarse de sí mismo para, desde la
distancia, percatarse de las cadenas que nos mantienen La poesía no es una cuestión puramente intelectual, referida
unidos al Uno —invariable, inmutable, perfecto—, dedicados al lenguaje, no al menos de manera exclusiva. Poesía y
con una paciencia ignara a cultivar su fatalidad feliz. palabra conforman un muro de opacidad translúcida. No

141 S a l a m a n d r a 17- 18
DESUSOS
Javier Gálvez

es suficiente. Todo lo que las palabras no pueden aferrar, para marcar la secuencia sucesiva de los portales de una
toda fisura abierta en el lenguaje deja escapar una parte del calle cualquiera, de repente pierden su carácter apático e
sustrato inasible, pero rigurosamente concreto, del que se inmaterial, su ilusión de soporte cabal y finito, su función
alimenta la poesía. Una nueva física, la física de la poesía de molde: fantasma que se puede tocar. Por un acto de
(ya preconizada por Paul Eluard en los años treinta del siglo mimetismo inagotable adquieren la consistencia de la piedra,
XX), debería tratar de esa parte al margen del decir. Al igual del ladrillo, de cualquier materia que les ayuda a permanecer
que la física atómica o cuántica tratan de desvelar las leyes sujetos a lo concreto, sólo para facilitar su desplome ante
y movimientos de la materia invisible a nuestros ojos, esta nuestros ojos (de igual modo las palabras se engalanan con la
nueva física se propondría descubrir los movimientos de filigrana de un papel, un cartón...) y denunciar su autonomía
la poesía más acá de la poesía: situarnos entre la palabra y su capacidad para cuestionar el orden que se nos quiere
y el significado, espacio privilegiado por donde circula el presentar como inamovible e irrevocable. Ahí tenemos
sentido. esos números que se desdoblan para crear una sombra de
Los números, como las palabras, son materia de un signo sí mismos, ¿quién es el espejo de quién?, allí surgen otros
visible, que permanece invisible hasta su emersión en signo: encabalgándose para romper la línea continua del contador.
ciertas relaciones ajenas a un uso puramente técnico, Y el número pi, que no es un número o es un número en
matemático, nos ponen sobreaviso de su capacidad para captar movimiento, que no termina de ser número y necesita, esa
el sentido de la poesía subsumida en la realidad cotidiana: pared, ese tejado, ese límite que nos impida caer en el
su disposición a perder cualquier arraigo, su insospechada vértigo, ese signo, físico, inmutable como el horizonte, pero
facilidad de perder pie. Esos números utilizados, por ejemplo, siempre en movimiento

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DESUSOS
Javier Gálvez

JAVIER GÁLVEZ

143 S a l a m a n d r a 17- 18
LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

L a noche es buen material conductor


de amor y disturbios
H u é r fa n o s S a lvaj es

Huérfanos Salvajes sólo es una contraseña secreta, la nuestra, en un juego del pilla-pilla
que existirá en todas las épocas y latitudes donde se ejerza poder. ¡Quizá no podamos ven-
cer… pero ellos a nosotros tampoco!
Comunicado nº 9 (nunca hecho público)

U n par de palabras. Nada más que eso es Huérfanos


Salvajes. Pero nadie sabe lo que puede una palabra.
Por debajo del campo de concentración al que el lenguaje es
nos hemos puesto un nombre. Esa es nuestra única particu-
laridad; por lo demás, nada especial: somos gente corriente
y bien puteada con vidas jodidamente aburridas.
sometido por el poder, las palabras hierven. Cuando el poder
Tenemos que arrebatar al espectáculo el monopolio de
no mira, dejan de trabajar. Se revelan, juegan, como ya dijo
los mitos. Tienen que comenzar a ser nuestros. Por ejemplo,
alguien antes, hacen el amor. Porque las palabras no son
nos gusta creer que Huérfanos Salvajes es parte de una
otra cosa que la dirección del amor y las manos, y el amor
leyenda. Como nos gusta creerlo, efectivamente lo es. Una
y las manos siempre tienen que ir más lejos, derramarse,
leyenda que habla de una conspiración de lo maravilloso
perderse de sí, porque queman y pesan y exigen. La derrota
contra el miserabilismo, tejida por el subsuelo de la historia,
diaria, cada noche, es cierto. Los amos poniendo todo su
que entra en funcionamiento allí donde se encuentre una
empeño y su policía para disciplinar el amor y las manos,
palabra colectiva que traduzca el placer sin nombre, que
para encaminarlos hacia el gesto muerto de la producción,
agrupe la alegría dispersa. Ha habido muchas expresiones
pero jamás conseguirán normalizar esta ciudad-holocausto.
de Huérfanos Salvajes distintas durante miles de años. Al
Conseguirán desnutrir el deseo hasta la pesadilla, desarticu-
fin y al cabo, sólo es el apodo de una actitud (aunque no
larlo como sucede de hecho, pero el deseo no es una de esas
caemos en el error idealista: sabemos que no todas las
enfermedades que la eugenesia espectacular pueda erradi-
épocas ofrecen las mismas posibilidades para el deseo y que
car. Por eso, aunque nuestras ideas no estén en todas las
nuestro proyecto de afirmación total está irremediablemente
cabezas, nuestras prácticas sí atraviesan todos los cuerpos:
ligado a las posibilidades materiales de nuestro tiempo, unas
un polvo en un parque, una gripe fingida de cara a un lunes,
posibilidades tan violentamente desaprovechadas que se han
caprichos que se vuelven hurtos y hurtos que se vuelven
podrido y se han vuelto mortales).
divertidos, un parquímetro reventado, el sabor de las uvas
blancas. La vida siempre ha estado ahí, presionando desde Como el punto de encuentro en un parque de atracciones,
abajo, desde detrás, provocando ahí delante. Ahora cada vez así funciona Huérfanos. No se trata de una organización
más clandestina. Es el rumor de una erupción, una guerra política ni de un colectivo definido en el que se pueda
incesante. Y es nuestra guerra. Para no olvidarnos de ella ingresar o militar. Es más bien una focalización de prácti-

S a l a m a n d r a 17 - 18 144
LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

cas liberadoras, una invitación al placer contagiosa, que se sólo es el impulso vital de romper la claustrofobia de la
irradia desde ningún centro y que en ocasiones implica a rutina lo que permite que Huérfanos exista. Sin menospre-
mucha más gente de la que nadie hubiera previsto. Incluso el ciar la necesidad de las herramientas teóricas, somos una
término grupo de afinidad es injusto y reificante. Realmente prueba entre miles de que la práctica del deseo precede y
no sabemos bien quienes formamos parte de esto, pero desde es independiente del discurso sobre el mismo, algo que en
luego sabemos que siempre funcionamos con los nuestros. gran medida tiene que celebrar cualquier proyecto que se
Reivindicamos la complicidad, el conocimiento mutuo pro- pretenda revolucionario de la vida cotidiana.
fundo, en definitiva, la amistad, que es vibrante e informe. La
¿Y, con todo esto, exactamente qué? Cualquier cosa, sin
comunicación auténtica se da entre amigos o no se da. Una
renunciar a ningún fin, sin prescindir de ningún medio, sin
comunidad, pero no construida desde un proyecto previo,
priorizar. La capacidad de encuentro reconquistada, por
como la que efectivamente (y por suerte) emerge incluso en
muy parcial y frágil que sea, actúa como una suerte de
los grupúsculos más ideológicos, sino venida espontánea-
fórmula alquímica. Todo lo que toca lo recarga de energía
mente del roce cotidiano.1 Nos movemos en lo más concreto,
y posibilidades. Resultaría un error terrible delimitarnos.
más allá incluso del nombre propio: en el nivel del mote y
La experiencia nos ha enseñado que los grupos políticos
del olor corporal. Esto tiene sus implicaciones. Nos vuelve han sido siempre demasiado militantes, los grupos poéticos
pudorosos, celosos de nuestra intimidad. Desengañados demasiado artísticos, los grupos teóricos demasiado intelec-
de cualquier forma de propaganda, siempre ahogada en el tuales y la espontaneidad, con frecuencia, demasiado dócil.
estruendo informacionista del espectáculo, desde el principio Todos manteniéndose fieles a su papel de trozo de cerámica
estamos vueltos hacia nosotros mismos, para bien o para desparramada, entorpeciendo la síntesis desde sus respec-
mal. La endogamia como estrategia de reproducción a riesgo tivos guetos. Con nuestras contradicciones y límites, que
de taras y malformaciones. Y pensamos que en parte es un son muchos, nosotros intentamos el camino opuesto. Una
logro. Puede que lo que más haya faltado en la práctica de práctica condensada, algo así como una poética unitaria,
los revolucionarios de la vida cotidiana sea la conciencia de pero incluso la palabra poética connota una especialización
la escala vida cotidiana: es pequeña, colindante, carente de y una estrechez en la que no queremos caer. Un estar en el
gesto histórico. Si todavía nos leemos los unos a los otros mundo unitario puede que se aproxime más. La verdad es
sin conocernos es porque hemos fracasado, y la abundan- que nunca hemos intentado definirlo, pero conocemos de
cia pasional a la que aspiramos no es más que fraseología qué se trata: imaginad el libro de cocina anarquista amplia-
ideológica.2 No obstante, a veces hemos tentado la difusión, do con poemas, instrucciones de juegos y masajes, posturas
porque a veces se nos da por pensar que algo de lo que sexuales excitantes, cuentos de miedo para contar alrededor
hacemos puede inspirar a otra gente, ayudar a explotar de hogueras, pasos de baile y recetas de cocina auténticas
su potencialidad cohibida, pero la difusión siempre nos ha y deliciosas. Nosotros procuraríamos el ejercicio práctico de
supuesto demasiado esfuerzo y poco estímulo. Hemos escrito este libro en su conjunto y de manera simultanea.
poco y nada se ha dado a conocer. Y si hoy publicamos en
Por ejemplo, nos encanta jugar. Hay muchos tipos de
Salamandra es porque entre bastidores se cuecen también
juego posible. Atestar una ciudad con una frase descon-
otros asuntos. Entretejiéndonos, intentando sentir Madrid
certante, cortocircuitando la normalidad. Sembrar el terror
como un tablero de encuentros prohibidos y un puzzle-com-
colocando espantapájaros asesinos en los parques y darnos
plot a medio hacer. Así sí tiene sentido.
cuenta que habría sido estúpido morir sin haber fabricado
Tampoco estamos amparados por una cobertura teórica al menos un espantapájaro con nuestras propias manos.
específica. Hay gente que conoce la práctica del anarquismo, Otras maneras de jugar exigen un poco más de silencio. Y
hay gente que ha podido oír campanas del surrealismo, la no siempre tenemos que jugar con el resto de la sociedad.
Internacional Situacionista o Hakim Bey, pero finalmente También nos bastamos nosotros mismos. Un amigo invisible

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LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

de regalos robados, un taller en el que nos contemos los sue- no podemos olvidar (la memoria es implacable) que, por lo
ños. Es igual de importante mantener la conexión, a nuestra menos, no tenemos que darla como inevitable, próxima o
forma, con el movimiento libertario como acompañar cada asequible. Puede que ciertos insurreccionalistas italianos
reunión de Huérfanos con comida exquisita para comer con tuvieran razón al decir que los problemas sociales no son
las manos. Explorar formas de divertirnos ajenas al ocio solucionables y que el conflicto, más que una batalla defini-
teledirigido que nos pretende hámsteres girando sin parar en tiva, es una especie de pulso. Nosotros no lo sabemos, pero
la rueda de la mercancía. Dar peso a nuestras microtradicio- la urgencia de vivir ahora nos exige movernos como si esto
nes orales, consistencia al entramado colectivo de nuestras fuera así. En el terreno de la escaramuza, del rifi-rafe, de la
subjetividades, retroalimentarlo. Nuevos ritos, como colocar esquizofrenia social del día a día imponiéndonos tolerar un
un poemita en un parque por cada recuerdo o festejar la status quo que aspiramos a destruir, obligándonos a ejercer
gravedad y sus consecuencias. En definitiva, urdirnos. Para la esta destrucción de manera infantil, como si no hubiéramos
solidaridad y la alegría. Para hacer más fácil la ruptura de ese sido nosotros. Operaciones bélicas de baja intensidad, pero
“estar atormentadamente al margen” que es el espectáculo y no reducidas al teatro de guerra de una religión sociológica
colocarnos, durante algún tránsito, en el centro del mundo. de octavillas y escenografía revolucionaria. Nuestro teatro
Para descodificarnos y sorprendernos. Para abrir el futuro y de guerra es la vida en su conjunto, desde el amor al sabor,
convocar lo inesperado, permitiéndonos el lujo de un poco desde la poesía vivida a la incorporación del tiempo. Esa es
de devenir y un poco de imprevisible, aunque sea en for- nuestra ambición, tan desmesurada que parece humilde. Ahí
mato cata y aunque el banquete quede siempre cruelmente ponemos el acento.
postergado. Por supuesto la conquista del cielo, el tercer asalto pro-
Y con todo lo que implica esto, que no es sino la inten- letario a la sociedad de clases, la abolición del Estado y la
sificación del gran rechazo. La enorme contraindicación de mercancía, la realización de la poesía y la comunicación, los
la experimentación con el deseo es que vuelve el trabajo consejos obreros, la anarquía. No renunciamos al reto de la
más insoportable e inhumano de lo que ya es. La libertad historia. Pero tampoco lo volvemos fetiche. Una concepción
es algo parecido a la forma física. Entrenándola se forti- demasiado abstracta de estas cosas es más alienante que
fica. Y una libertad fortalecida es mucho más resistente a una ausencia de concepción. Y más en una de las peores
la cadena de montaje en la que han convertido nuestros épocas posibles para la rebeldía, profundamente desarti-
días que una libertad y un deseo atrofiados por la inercia. culada, atomizada, voluntarista hasta el peligro. Tomar la
ideología demasiado en serio implica hoy dos posibilidades:
Moviendo para perder, lo que por supuesto es un dolor, pero
la parálisis o la tragedia. Y tal y como está el panorama
este dolor es parte de la apuesta. Si no problematizáramos
tampoco nos olvidamos de los presos. La posibilidad represi-
la reintegración que viene después del clímax, si no se nos
va siempre cercará cualquier proyecto que pretenda la vida
hiciese difícil volver a la vida normal después de jugar,
porque la vida se ha vuelto progresivamente delincuente.
nuestros juegos serían inofensivos. No se trata de evadirse,
Pero, desde luego, el apoyo a presos no puede (salvo en
o al menos no sólo de evadirse, se trata de generar tensión.
cuestiones técnicas como la financiación ante un juicio)
Con nosotros mismos frente a nuestro policía interno; con
rebajarse a esa relación burocrática e ideológica entre mili-
el orden capitalista que, además de matarnos poco a poco
tantes que muchas veces es. Debe ser una continuidad del
en el trabajo nos mata también desviando nuestro deseo y
amor preexistente entre amigos.
vendiéndonoslo en alguna de sus tenebrosas formas de pla-
cer envasado al vacío. Desestabilizar el equilibrio de fuerzas Dicho lo dicho, precaución. Las palabras alimentan las
del presente, ¿acaso no ha sido siempre eso la conflictividad ilusiones en progresión geométrica. Dos o tres buenas expe-
social, una vez despojada de su milenarismo perennemente riencias de poesía por otros medios o dos o tres instantes de
fracasado? Porque nosotros queremos la revolución, pero triunfo sobre la lógica de la mercancía no debe incitarnos a

S a l a m a n d r a 17 - 18 146
LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

entonar ningún canto de victoria. Este sigue siendo el peor Salvajes aunque Huérfanos muy posiblemente naciera de su
de los escenarios posibles para el deseo y nosotros seguimos impulso).
siendo poco más que números en gráficas elaboradas por
imbéciles. Cualquier triunfalismo supondría el inicio de la La noche del 3 al 4 de Octubre del año 2004 Móstoles fue
claudicación y evitar la autocrítica una garantía de derro- bendecida por una plaga enorme y sin precedentes: la mis-
ta. Pero tampoco vamos a dar al poder la satisfacción de teriosa frase “¿Qué coño te pasa con mis vacas?” apareció
desmerecernos. Algunos de nuestros intentos son valiosos. masivamente escrita, de muy diversas formas, por todos los
Tenemos que ir tomando nuestra medida con las cosas, una ángulos de la ciudad, desde rincones y pliegues hasta espa-
medida que es pequeña y frágil, pero es, y tiene capacidad cios de gran tránsito público:
para intervenir, golpear, construir. Uno de los mayores logros
del poder ha sido hacernos creer que es monolítico. Ante su Una pintada descomunal en la plaza de toros situada en
consistencia la subversión se siente impotente. Pero la natu- la entrada de la ciudad, una vaca de cartón tamaño real que
raleza del poder, que no es otra que su ejercicio, es profunda- pastó durante dos días en un césped frente a la Biblioteca
mente porosa, mucho más permeable de lo que normalmente Municipal, una estatuilla de vaquita sagrada rodeada de
pensamos. El ámbito de la ley no es uniforme. Contiene fisu- velas que amaneció en la puerta del Ayuntamiento, 12000
ras, debilidades, capas pegatinas, más de
con un grosor tan fino 1200 carteles de múl-
en las que es posible tiples modelos (que
romper y salir ilesos. fueron posterior obje-
Después del día super-
to de coleccionismo de
visado llega la noche,
adolescentes de la ciu-
y no son tantos los
dad), manchas de vaca
coches patrulla que
en los pasos de cebra,
la guardan. La noche,
que es buen material globos con forma de
conductor para amor, ubre, dos docenas de
disturbios y gatos pancartas situadas en
traviesos que enre- los puentes de salida
dan en el borde de de la ciudad y otros
los problemas con sus puntos neurálgicos,
pequeños pasitos de diversas plantillas que
peso. La noche, “que facilitaron cientos de
siempre cae desde lo graffitis…
alto, con todas las respuestas a contratiempo y la juventud
que envejece”. Para coger al presente in fraganti y sin ropa. 41 personas divididas en 8 grupos que se repartieron la
Para ejercitar la intifada de la vida cotidiana. Ni mártires ni ciudad como un botín estuvieron detrás de esto, 41 perso-
espectadores ni especialistas, sólo ludópatas del juego de nas sin ningún vínculo orgánico ni ideológico más que el
reconquistarnos. Porque todo nos es debido, divirtámonos. compartir una existencia plana y previsible y tener ganas
Hasta convertirnos en problema de Estado.
de volcarla, al menos, por un sábado. Una noche como una
ACCIONES DOCUMENTADAS cacería instaurada, con 8 hordas callejeando simultánea-
mente la ciudad y dejándose llevar por las disposiciones
1) ¿Qué coño te pasa con mis vacas?
del terreno, contaminando el espacio de la mercancía con
(Esto sucedió meses antes del nacimiento de Huérfanos su delirio, buscando algo que nadie sabia bien qué era. Una
Salvajes y no se trata por tanto de una acción de Huérfanos noche para acostarse sobrecogidos. Como se ha dicho de

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LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

forma insuperable, una “noche-relámpago capaz de iluminar repetida la frase “Los espantapájaros se te vienen a comer a
toda una vida”. tus hijos”, aunque también hicieron presencia otros modelos
alternativos de carteles en los que se veía un espantapájaros
2) Suicidio masivo de juguetes abandonados
que decía simplemente: “os vamos a comer”
La tarde-noche del domingo 27 de Febrero del 2005
La mañana del 9 de Octubre descubrió en las inmediacio-
Huérfanos Salvajes hizo aparecer en puntos diversos de nes de la Biblioteca Municipal 8 aterradores espantapájaros
Móstoles medio centenar de muñecos y juguetes ahorca- junto con una pancarta en la que se podía leer claramente
dos con notas de suicidio de lo más variopinto, otorgando “Los espantapájaros se te vienen a comer a tus hijos”. Es
a la ciudad un estilo Jonestown bastante siniestro, que posible que aquella mañana la alarma y la pesadilla se fil-
ponía en entredicho la funesta normalidad de la rutina traran en la asepsia burguesa como en los tiempos del viejo
capitalista. Diversos rumores apuntan a causas de suicidio topo, o que al menos, la mañana de domingo del viandante
colectivo ritual, tales como el prototipo dejara de ser una mala
asqueamiento generalizado que reposición del domingo ante-
produce un mundo de trabajo rior y la normalidad tuviera un
y tiendas, o la desazón de los pequeño ataque de pánico o
juguetes ante niños y adultos éxtasis. Nuestra normalidad (la
que se han olvidado de jugar. de H.S) sí lo tuvo.
Las notas de suicidio apuntan a
4) Sugerencias Huérfanos
ello, aunque aportaban en cada
Salvajes para cuerpos vibrantes
caso particularidades interesan- saturados en paz y cultura:
tes ("volvió a salir el sol y me
dio miedo su calor", "la muerte Convertir un parque abandona-
mata", "tú tienes la culpa", "no do por la política municipal en
existe el cielo para nosotros ser- un poema-jardín; asustar a un
viles criaturas", "me expulsaron barrio colocando carteles que
anuncian el peligro de algo suel-
de la I.S" etc…). Paralelamente,
to que come y muerde (una pitón,
dos falsos artefactos explosi-
el chupacabras); establecer la
vos fueron colocados en las
práctica del regalo generalizado
puertas del Ayuntamiento y del
(con periódicos juegos del amigo
Conservatorio municipal con
invisible no mercantil: regalos
sendas amenazas. La primera
robados, objetos encontrados,
anunciaba la posibilidad de dejar
manualidades, recuerdos de la
de ser un despertador-gallo y
infancia…); rebautizar los nom-
volverse una bomba; la segunda bres de plazas y calles cambian-
obligaba a la readmisión de los no admitidos en la elitista do las placas; crear nuevos mitos a la altura del entramado
institución. de subjetividades de cada comunidad como peregrinaciones
3) Los espantapájaros se te vienen a comer a tus hijos. a lugares donde sucedieron acontecimientos fantásticos
(ejemplo: la caída del helicóptero de la Bescam); disfrutar de
Durante todo el mes de Septiembre y la primera semana de forma auténtica de los centros comerciales y de ocio (hurtos
Octubre del 2005, cientos de carteles y pegatinas anunciaron lúdicos, despertar los valores de uso de las mercancías, jugar
por toda la ciudad de Móstoles la venida de unos espan- al escondite, dejarse mensajes por equipos, ligar con mucha
tapájaros antropófagos terribles. Concretamente, apareció cortesía); llenar una catedral con carteles eróticos en los que

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LA NOCHE ES BUEN MATERIAL CONDUCTOR DE AMOR Y DISTURBIOS
Huérfanos Salvajes

se lea claramente Dios es amor; fundar un taller de sueños las relaciones políticas y su realización como parte central de un
y un depósito comunitario de documentos maravillosos; si proyecto radical de transformación social.
se tiene el valor suficiente, atracar un banco y entregarse al 2.Cuando hablamos de la sociedad sin clases y la realización de
nomadismo; rituales de purificación, que purguen el pasado la poesía, ¿realmente nos damos cuenta de las profundas impli-
personal mediante la quema en el fuego (si la época lo per- caciones de este proyecto? Una consecuencia de la vertiginosa
mitiese, sería interesante un gran ritual de purificación con exuberancia de expresiones y juegos que traería la realización de la
hogueras en las que se quemaran obras de arte, documentos poesía en la vida cotidiana de las masas sería un hundimiento brutal
de propiedad, relojes, dinero, policías, fábricas, la ropa de de la posibilidad de reconocimiento y comunicación cuantitativa
verano y el viejo mundo en su conjunto). compensada por una potencia de comunicación cualitativa hoy en
día inimaginable. En una sociedad así el radio de participación de
las experiencias poéticas tendría que ser necesariamente de corto
HUÉRFANOS SALVAJES
alcance, pues al tratarse de algo generalizado se anularían unas a
NOTAS otras si pretendiesen ir más allá. Hoy en día cualquier relevancia
social, tanto individual como colectiva no es sino expresión de la
1.La convivencia entre revolucionarios ha pecado generalmente de
debilidad y la derrota de nuestra utopía. No podemos olvidar que
una cierta artificialización y pobreza provocada por el peso de lo estamos luchando por la normalización de lo maravilloso sin dejar
ideológico en sus relaciones. Paradójicamente, en las reuniones de de ser maravilloso y ello implica el final de todas las auras sociales,
los grupos políticos siempre sale a flote el anhelo de comunidad a la desaparición de la posibilidad de ser socialmente interesantes.
través de esas “charlas de bar” que constantemente entorpece el Sin embargo, a veces nos mantenemos demasiado cerca del modelo
trabajo de asambleas y comités, sobre todo en asambleas y comités paupérrimo espectacular del predestinado que tiene algo que decir,
funcionales en tiempos donde el conflicto está ausente. Nosotros cosa por otra parte lógica pues tenemos que operar en el espectá-
reivindicamos la amistad sin condiciones como forma suprema de culo, pero que no por ello debe relajarnos.

149 S a l a m a n d r a 17- 18
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

L a nueva argonáutica
Fra n k l i n Ros em o n t

E n ese glaciar enloquecido conocido como civilización


occidental, todo lo humano está descartado de antema-
no. Todo el mundo sabe, por ejemplo, que los niños —todos
(o mejor surutilitarios). Fue Benjamín Paul Blood quien nos
advirtió: “El Podenco del Cielo sigue su propio rastro, y el
rastro atrae todavía el olor de una conclusión inevitable”.1 La
ellos poetas y soñadores— son “madurados” en robots obe- conclusión puede ser inevitable pero sus implicaciones son
dientes, o por lo menos en mediocres golfistas, cajeros de trascendentales. La considerable influencia que la disposi-
banco, burócratas. Los niños saben qué es lo maravilloso sin ción de unos objetos en una habitación tiene sobre la mente
preguntar su definición, pero no pasa mucho tiempo antes (un fenómeno bien conocido por los psiquiatras) nos lleva a
de que las palas de hierro de un ascetismo ridículo se hundan deducir que la influencia ejercida por ordenamientos mucho
indiferentemente en sus costillas. Así la vida cotidiana se ve más complejos y vastos —una ciudad, por ejemplo— debe
obligada a entregar, poco a poco, cada vestigio de paraíso y ser incomparablemente más grande, no sólo para la sensi-
de cuento de hadas, y finalmente se transforma en un estéril bilidad individual sino para la colectiva. El objetivo que nos
escenario donde estériles apologistas de la alienación repiten proponemos es nada menos que la determinación y análisis
sus estériles pantomimas. Las carreteras de las buenas inten- de toda la red represiva en todas sus múltiples dimensiones
ciones están pavimentadas con este balbuceante infierno de y a través de todas sus mutaciones camufladas. Sólo así,
evasivas, cada una más escuálida que la anterior. desenmascarando el mecanismo en su totalidad, podemos
Por supuesto hay accidentes, intrusiones, perturbaciones. descubrir sus áreas menos protegidas, sus eslabones más
¿Cómo se podía esperar que el espíritu poético, orgulloso e débiles; y sólo así podemos ayudar decisivamente a romper
incansablemente inventivo (se entenderá que el espíritu poé- toda la cadena.
tico y el espíritu humano son fundamentalmente indistingui- Pero este problema no sólo nos interesa, y ni siquiera
bles) soporte insultos y ultrajes sin maquinar su polifacética
principalmente, desde el ángulo meramente crítico. Cuando
venganza? Desde el punto de vista de la revolución de la
Rimbaud observó que la “verdadera vida” estaba “ausente”,
vida cotidiana, difícilmente se podría aplicar más provecho-
impulsó a los exploradores de la poesía a prestar atención
samente el pensamiento crítico que en la sistematización e
a cada manifestación, por muy efímera que fuera, de su
interpretación de estas audaces y (quizás sólo aparentemen-
te) discontinuas erupciones de lo Maravilloso. Digo “aplicar presencia. Rimbaud mismo, como es sabido, se mostró poco
más provechosamente”, aunque es obvio que tales erupcio- dispuesto o incapaz de seguir su propio programa. Después
nes exigen la elaboración de unos modos de aprehensión de él tenemos unas pocas indicaciones de Jarry, O. Henry,
y unos marcos de referencia completamente no utilitarios Apollinaire, Mayakovsky, Saint-Pol-Roux y unos pocos más;

S a l a m a n d r a 17 - 18 150
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

debemos dar un crédito especial a Freud, cuyas Interpretación privilegios y obtiene toda la gloria. Los otros, los espectado-
de los sueños y Psicopatología de la vida cotidiana facilitaron res —y merece la pena considerar por un momento lo que
en gran medida estas experiencias. En un campo de investi- quiere decir espectadores— sólo tienen el dudoso honor y
gación completamente distinto, Charles Fort, especialmente placer (?) de pagar por cada porción de su propia pasivi-
en su Lo! y Wild Talents, llamó la atención sobre una vasta dad y alienación forzosas. La parodia narcisística universal
gama de sucesos “inexplicables” a los que se aproximó con del ciego guiando a otros ciegos esconde una multitud de
un considerable rigor teórico intensificado por un consuma- derviches mareados, todos al final de sus cuerdas. Lo único
do sentido del humor (cuando el canadiense Ambrose Small que se puede hacer es dejar los campos de juego oficiales a
desapareció algunos años después de que Ambrose Bierce sus especialistas vicarios y continuar en otra parte a toda
desapareciera en el México revolucionario, Fort se preguntó: máquina, en cualquier lugar fuera del sistema. Esta diver-
“¿Alguien está coleccionando Ambrosios?”). Sin embargo, gencia consciente y voluntaria de los caminos trillados es
sólo en 1928, con la publicación de Nadja de André Breton, un prerrequisito para el descubrimiento de una serie sin
se contó con un enfoque apropiado para acercarse a ciertos fin de tentadoras improbabilidades líricas provocadoras de
encuentros convulsivos e irreductibles en los que las series ensueños dignos por fin de ese nombre —ensueños que des-
reales e ideales de acontecimientos componen un solo deñados e incluso despreciados en una sociedad gobernada
momento continuo de “verdadera vida” en un inspirado e por el fetichismo de la mercancía, tendrán sin embargo su
inspirador movimiento dialéctico basado en “el funciona- amanecer, poniendo en nuestras manos la llave de los conti-
miento real del pensamiento”, girando sobre “la materia de nentes perdidos, los valles ocultos, las cavernas secretas, las
la que están hechos los sueños”, e implicando, a cada pulga- antiguas ciudades, los nuevos planetas. Confieso que vivo
da del camino, la completa reconstrucción de las relaciones por entero para esos momentos de insaciable misterio en
humanas y la transformación total del mundo. los que las explosiones imprevistas blanden su casa de fieras
automáticas y anuncian que la corriente ha cambiado, que
Por supuesto, la cuestión no es recubrir la realidad con
desde ahora, y sin ironía, el placer será todo nuestro. Porque
sueños sino más bien desvelar la continuidad de la actividad
me parece que tales momentos abarcan las únicas “solucio-
onírica ocultada por la realidad detrás de sus vergonzantes
nes” que son realmente capaces de salvar algo. Creo que se
rubores tecnológicamente perfectos. La realidad, después
me permitirá hablar de una espiral ascendente que lleva de
de todo, en el sentido más corriente del término, es sólo un
la ensoñación a la revolución, del sueño de la acción a la
repugnante chantaje extorsionador, una sumisión que se ve
actualización del sueño (la revolución es, en cierto sentido,
ejemplificada por los fatalistas encogimientos de hombros
el equivalente colectivo de un sueño individual en busca de
y las frases hechas intolerables como “las cosas son como
su cumplimiento). El camino de la revolución permanente es
son”. Como muchos otros fraudes, la realidad está hecha
también el camino de la ensoñación permanente.
con espejos, cada uno reflejando un vacío inmenso en el
que el transeúnte apresurado proyecta su angustiosa bús- Siguiendo este camino es de capital importancia tener en
queda de sentido. Actualmente se pueden encontrar estos cuenta, cada vez más de cerca, las solicitaciones aparen-
callejones sin salida en cualquier esquina. Hace pocos días temente inexplicables que se levantan como un ave fénix
me enteré de que el estadio de baloncesto de los Cubs está de las cenizas del aburrimiento, la distracción, los estados
embellecido con numerosos carteles que dicen “No se per- hipnagógicos o la ansiedad, y que se fusionan en una serie
mite a los espectadores entrar o arrojar objetos o jugar en el luminosa de asociaciones que nos parecen inquietantes en
campo de juego”. Aquí tenemos, como sólo un comic podría tanto que, en el estado actual de nuestros conocimientos,
mostrar, todo el berenjenal resumido en pocas palabras. Un debemos admitir que es fútil tratar de sacar conclusiones,
puñado de personas se pone toda la ropa “especial”, juega excepto como cuando se saca un revólver —esto es, como un
todo el partido, se lleva todo el dinero, disfruta de todos los desafío. Fenómenos como éstos suceden incesantemente, y

151 S a l a m a n d r a 17- 18
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

es más que nunca necesario buscar sus leyes. Este esfuerzo, fuego heraclitiano guiará nuestra marcha durante un largo
a cambio, requiere en primer lugar romper con las leyes trecho. No se puede caminar dos veces por la misma calle
excluyentes del positivismo y barrer las trampas gastadas del porque nunca es la misma calle. De un momento a otro es
sentido común, de tal forma que se pueda entrar en la lucha cuatro, cinco, seis, mil calles diferentes. Y sin embargo, en
de una realidad volátil con una sola exigencia: lo deseable, el plano afectivo, todo depende de unas pocas tentaciones
conocido por sus enemigos como lo imposible. saludables, tiradas aquí y allá como si fueran dados, pero que
no vacilamos en calificar como permanentes: unos pocos e
Es innecesario señalar que son precisamente los detalles
irrebatibles postes de señales de la eternidad mágica, inter-
excepcionales del comportamiento cotidiano bajo la influen-
secciones estratégicas de la necesidad interior y exterior
cia del automatismo psíquico puro (impulsos sexuales,
que nos hacen saber, en la práctica, que vamos por el buen
orgasmos, sueños, actos fallidos, juegos, instintos criminales,
camino, que algo trascendentalmente decisivo va a ocurrir,
poluciones nocturnas, etc), los que con mayor efectividad
y que depende de nosotros que ocurra, de una manera toda-
siegan la hierba bajo los pies de los acartonados ideólogos
vía oscura y perturbadora. Estas señales desafiantes que se
del racionalismo humanista. Es verdad que la elucidación de
ofrecen durante el paseo transmiten la certeza de que están
tales sucesos excepcionales no ha impedido que estos ideó-
hechas sólo para nosotros. Son señales de “algo más”, luces
logos sigan profesando su “fe” en todas las nociones insos-
trémulas de lo que será percibido oscura y azarosamente a
tenibles de “responsabilidad” —detrás de la que se esconden,
través de las grietas y fisuras de la represiva estructura de
podemos sin duda estar seguros, una legión de policías, curas
la vida cotidiana.
y otros agentes de la ley y el orden capitalistas. Pero esta
es la razón más importante por la que es hoy indispensable Es destacable cómo tales destellos, que son imprevisibles
fijar nuestra atención, cada vez más, con mayor o menor e incontrolables, y que normalmente dan muestras de su
rigor maniaco y una verdadera indiferencia obsesa a las existencia para retornar al olvido en menos tiempo que el
consecuencias, en las configuraciones singulares, omisio-
que se tarda en echar una moneda al aire, se instalan pese a
nes brillantes, yuxtaposiciones inverosímiles, anacronismos
todo sólida e instantáneamente en el fértil suelo del ojo de la
explosivos y otros accidentes sintomáticos cuyo rechazo
mente, estableciendo audaces puestos de avanzada con los
intrínseco de cualquier complicidad con la "irremediable tris-
que debe contar, más tarde o más temprano, todo aquello
teza mental que ningún accidente de la imaginación podría
desviar hacia forma alguna de lo sublime" (por parafrasear a que se relacione con el destino de la imaginación. Por esta
La Caída de la Casa Usher de Poe), les lleva en efecto a gritar razón, esas trémulas luces, que exigen que se las lea como
en un tono profético inconfundible. Por eso me considero a un libro (pero de palabras indescifradas), se han convertido
mí mismo afortunado por tener como amigos sólo a aquellos en los asombrados y asombrosos estandartes de una causa
que, si se tropezaran con una magnífica revelación, todavía decisiva que ya está organizando peligrosos viajes a los rin-
poseen la suficiente cantidad de un sentido de la vida muy cones más lejanos de lo desconocido.
poco común (un sentido que generalmente desaparece con
Y en esos viajes, pase lo que pase, hay que seguir el camino
el final de la infancia) para poder mirarla directamente a los
ojos. Sin duda esta es la razón por la que, en las diversas hasta llegar al final.
expediciones por la ciudad, no faltan quimeras efímeras
apareciendo de repente con una palabra incomprensible o
una mirada insondable. Me complazco en el sentimiento de Durante algún tiempo, he intentado registrar los incidentes
que, cuando salimos a la calle, ninguno de nosotros tiene la que se daban en estos viajes; es de esta documentación que
menor idea de adonde nos dirigimos —sin embargo nuestros han sido extraídas las siguientes anotaciones. He incluido
pasos son seguros, y nuestra confianza suprema. El puro todas las notas de un periodo de tres semanas, para ilustrar

S a l a m a n d r a 17 - 18 152
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

las intrincadas interrelaciones y superposiciones que se dan a temas muy distintos, pero que, como Penélope comentó
en el despliegue de esos acontecimientos. al verlos, tenían unas portadas con imágenes inconfundibles
de Stonehenge. Siempre me había fascinado el grabado
21 DE FEBRERO DE 1973
de Stonehenge de la Jerusalén de Blake, por lo que volví a
Por la tarde, Penélope y yo hemos estado en el centro de admirarlo una vez más.
Chicago, haciendo algunos recados cotidianos sin importan-
27 DE FEBRERO
cia, y después hemos intentado cenar en un restaurante ale-
mán, el Berghoff, en el nº 17 de West Adams Street (nunca Penélope y yo viajamos en avión a Florida, un viaje que ella
habíamos cenado allí juntos antes). Pero al llegar al restau- había decidido hacer hace ya tiempo, pero al que decidí
rante nos lo encontramos cerrado, por lo que nos dirigimos unirme impulsivamente en el último momento. Cuanto
al Miller´s Pub, al final de la calle (otro lugar donde tampoco más imprevisto e improbable era un viaje, más perfecto me
habíamos cenado nunca). Allí, siguiendo la terminología parecía. Allí —en Cayo Largo, donde vimos estrellas de mar,
peculiar del lugar, pedí un filete “Diamond Jim Brady”, y buscamos corales y conchas, y estuvimos continuamente
Penélope un filete “Lillian Rusell”. rodeados de pelícanos, garcetas, garzas reales, gaviotas y
A la mañana siguiente, a causa de circunstancias que centenares de otras especies de pájaros; y más tarde, en los
escapaban a mi control, fui a la librería Stein´s, en el 526 Everglades, a lo largo del Anhinga Trail, donde todas estas
de la South State Street. Ya había estado allí una vez, hace maravillas alcanzaron un crescendo que excedía de lejos mis
algunos años. En esta ocasión me enteré de que esta librería más grandes esperanzas—, allí experimenté un intensísimo y
es también la sede de la Stein Publishing Company, editores prolongado sentimiento de júbilo. Tuve el sentimiento de que
de algunos curiosos libros de sueños y manuales de magia, al habíamos entrado en lugar privilegiado justo en el momento
igual que de una extraña obra titulada Pow-Wows, the Long más oportuno.
Lost Friend, de la que Joseph Jablonski me había enviado
Con el tiempo, ciertos incidentes del viaje a Florida reapa-
una copia desde Pensilvania un año antes. En esta librería
recieron con gran fuerza en mi conciencia, a su tiempo y
Penélope compró tres viejas postales alemanas de la Torre
conservando su luz especial. Yo estaba buscando informa-
de Agua de Chicago, que siempre había estado entre nues-
tros edificios favoritos de la ciudad. Pregunté a la librera ción sobre un pirata poco conocido, Henri Caesar, conocido
por algunos viejos volúmenes que estaban en la habitación como el “César Negro”, un ex-esclavo que había luchado
trasera. Ella buscó algunos que le parecían bastante raros, en la revolución dirigida por Toussaint L´Ouverture, para
y como prueba me enseñó un álbum de recortes lleno de hacerse pirata más tarde y desaparecer en 1820. Visité la
viejos carteles de estrenos y reseñas de obras teatrales. Al ir librería de Cayo Largo en busca de libros sobre los piratas
a coger el libro se me cayó abierto por una página ilustrada de Florida, pero no encontré casi nada: sin embargo, en un
con una foto de Lillian Rusell. Esa misma tarde, al retomar supermercado conseguí un folleto de edición local, Piratas
un trabajo que había empezado unos días antes, consulté
y tesoros enterrados en la Costa de Florida, que incluía una
cinco libros para verificar algunos datos que había dado en
breve semblanza del “César Negro”.
mi introducción a una antología de textos de André Breton,
que estaba terminando por esa época. Entre ellos estaba el Entre el puñado de libros que me había llevado a Florida
Ojo Cosmológico de Henry Miller, donde, en la página 164, estaba la Autobiografía de Benjamin Franklin, que todavía
me encontré el nombre de Diamond Jim Brady. no había leído. Me quedé completamente sorprendido al leer
En esa época Penélope estaba leyendo el libro Stonehenge que Benjamin Franklin había visitado Stonehenge, una reve-
Decoded, de Gerald S. Hawkins. Recordé que cuando traje lación que hacía sin darle importancia, pero que bastó para
este libro a casa tres años antes, compre otros dos dedicados provocar toda una serie de inquietantes meditaciones.

153 S a l a m a n d r a 17- 18
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

En nuestro último día en Florida fuimos al Circus Hall of tiempo de aproximadamente diez minutos, y las dos veces en
Fame de Saratosa. Como teníamos que volver a Chicago esa contextos especialmente “extranjeros”; en una tienda japo-
misma tarde, no había mucho tiempo para ver todas las nesa en Diversey, y en la Librería Europa de la calle Clark.
obras expuestas, pero nos sentíamos especialmente atraídos
por una de las piezas dedicadas al Wild West Show de Búffalo
Bill. El mismo Búffalo Bill —asesino de los Indios, diezmador 16 DE MARZO
de los rebaños de búfalos, comerciante repulsivo e intrigan- Aproximadamente a las 1.00 a.m. me distraía pensando en
te— difícilmente nos podía interesar por sí mismo, aunque la peculiar manera en que ciertos amigos expresan su cólera.
su leyenda (tal y como se ha desarrollado en incontables Mientras consideraba este problema, tres disparos sonaron
noveluchas y después en el cine) merece ciertamente una fuera en la calle, y muy cerca a juzgar por su volumen.
atención crítica. En efecto, una investigación de la “mito- Desde la ventana observé algunos coches de policía y las
logía popular” que incida sobre todo en estos personajes, habituales señales de conmoción. El periódico de la mañana
mediocres pero “famosos”, podría revelar muchas cosas de siguiente explicó que habían disparado a dos turistas alema-
los mecanismos más profundos que actúan en el “sueño nes que habían estado cenando en un restaurante alemán,
americano”. Pero lo que hizo que nos demoráramos en la el Munchner-Hof. Uno de ellos murió inmediatamente; más
exposición no fue tanto Búfalo Bill como un gran y encanta- tarde me enteré que el otro murió después en el hospital.
dor retrato de Annie Oakley, la celebrada pistolera conocida Así, empezando en la calle en un restaurante alemán y
como Little Sure Shot. alcanzando un clímax violento en otro, avanzando a través
de un verdadero laberinto de contingencias de signo con-
7 DE MARZO
trario, y obedeciendo las leyes de la simetría que dan a todo
Volvemos a Chicago. Casi inmediatamente Penélope encon- este conjunto de incidentes el carácter de un ciclo autosufi-
tró en el periódico un largo artículo sobre Cayo Largo y el ciente, estos encuentros nos ofrecen una evidencia, sea cual
arrecife de coral que habíamos visitado. Pocos días más sea, que nunca será barrida debajo de la alfombra. Es impor-
tarde, ella llamó mi atención sobre un anuncio de periódico tante que subrayemos, como apunte técnico, el rol necesario
del estreno en Chicago de una película llamada Black Caesar, de la dislocación (el viaje inesperado al centro de Chicago,
acerca de un gángster del Harlem. y más tarde a Florida) para facilitar la toma de conciencia
de los encuentros descritos más arriba. Esta constatación
11 DE MARZO refuerza la hipótesis de J. W. Dunne, en su Experimento con
el Tiempo, en relación con el sueño profético, en el sentido
Por la tarde estuve leyendo un panfleto de la I.W.W. escrito
de que sólo se puede reconocer la intrusión del futuro si se
por T. Bone Slim, Starving Amidst Too Much. Mientras tanto
altera frecuentemente el marco en el que esas intrusiones
Penélope, sin saber lo que yo estaba leyendo, hojeó el suple-
se manifiestan. Todo parece ser una cuestión de enfatizar
mento literario del Chicago Tribune, donde, en la página 3,
los contrastes que tantas veces quedan difuminados en el
encontró una crítica de una biografía de Buffalo Hill: "Annie turbio claroscuro de la rutina diaria. Aquella persona cuya
Oakley nunca pudo explicar a Sitting Bull por qué en medio existencia consiste en la habitual repetición de las mismas
de la abundancia los niños morían de hambre". actividades monótonas e inútiles no puede, con una sensibi-
lidad tan marchitada, estar en armonía con estas intrusiones
15 DE MARZO
disonantes que, por esta misma razón, pasan delante de ellos
Durante un paseo con Penélope me topé dos veces con la en silencio. Es posible, en efecto, hablar del culto deliberado
misma fotografía de Marilyn Monroe, en un periodo de de estas intrusiones, de desarrollar la susceptibilidad de cada

S a l a m a n d r a 17 - 18 154
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

persona hacia ellas, de atraerlas fuera del crepúsculo. Esto vez más grande vértigo objetivo del “acontecimiento-sorpre-
no supone una mera recapitulación del conocido “desarreglo sa”. En este vértice cataclísmico de intersubjetividad inspi-
sistemático de los sentidos” de Rimbaud. Ya no es una cues- rada, donde la negación recíproca, tanto del hombre como
tión de pura y simple agitación introspectiva sino también de de la mujer, de la separación del otro les permite a ambos
una acción sobre el mundo exterior. Como ha dicho Joseph superar los límites más remotos del interior de sus galaxias
Jablonski, es "la capacidad inmediata de considerar cualquier individuales, las colisiones generativas y calentadas al rojo
cosa desde una nueva perspectiva, radicalizando el signi- vivo del amor —el amor que es siempre excesivo y ajeno a
ficado mediante la aplicación de las yuxtaposiciones", un todas las leyes menos a la suya propia—, nos ofrecen indicios
esfuerzo que requiere por encima de todo que nos pongamos inequívocos de los medios concretos por los que lo irracio-
a nosotros mismos, incondicionalmente, a disposición de las nal se transforma en un vehículo de acción revolucionaria.
posibilidades del sueño de la libertad. Dentro de la soledad eruptiva y el silencio erosivo de una
mirada única y especial o un abrazo inesperado, el amor res-
Esta dislocación estratégica sin duda presupone, a su
taura la visión andrógina y la voz oracular. Al mismo tiempo,
vez, una sensibilidad más determinante y universal capaz
otorga ese gesto inconfundiblemente lírico, esa sugestiva
de integrarla, sensibilidad que no puedo concebir de otra
flexibilidad magnética que es esencial a aquellos momentos
manera que fundamentalmente erótica. Los ejemplos ante-
que son exclusivamente trascendentales, aquellos momentos
riores de mi propia experiencia me parecen de una natura-
que valen por todos los demás.
leza tal como para confirmar una vez más la regla de que
los encuentros más decisivos de la vida se agrupan, por Todo nos conduce a creer que estas transformaciones
una preferencia indefectible, bajo el signo del amor. Sólo moleculares, todavía aisladas y relativamente discretas,
allí, donde la flora y la fauna más salvajes de la mente están conduciendo a algo histórico e irreversible: una explo-
impugnan el principio mismo de la domesticación, el aire es sión de la conciencia de la que el anticuado mundo “real”
verdaderamente respirable; sólo allí la vida llega a ser por y “racional” nunca podrá recobrarse. Hay muchas razones
fin luminosamente soportable. Sólo el amor puede aplastar para esperar que es precisamente entre las líneas de esta
las bochornosas decisiones construidas bajo la repugnante investigación donde quizás desenredaremos los tentadores
tiranía de lo monótono y de lo habitual; sólo el amor per- misterios de la inspiración, la intuición, el sueño profético, el
mite a todos y cada uno de los intratables golpes de suerte deja-vu, la telepatía, los misticismos varios, el mismo genio.
el florecer más allá del campo de acción del mero rechazo Los sinuosos senderos por los que los variados “temas del
para echar los cimientos de un nuevo terreno emocional en día” influyen y se filtran en la materia prima de la noche son
el que la imaginación pueda movilizar sus fuerzas con una los mismos senderos por los que la materia prima de la noche
libertad cada vez más grande; sólo el amor puede inmuni- impone su corriente alterna sobre los posteriores temas del
zarnos contra las innumerables distracciones infecciosas que día. Aquí estamos tratando con “cargas” de una magnitud
pasan por ser la “Cultura”, esa mercancía absoluta que reina y duración inverificables, pero que no podemos ignorar por
triunfalmente sobre el imperio del aburrimiento. más tiempo. Junto a la brújula, el conjuro, la linterna o la
espada, ahora tenemos un instrumento de conocimiento que
A los objetos e imágenes de uso cotidiano, demasiado
debemos desarrollar.
superficialmente definidos, en los que la miseria de la con-
dición humana queda más agonizantemente reflejada y a la Resulta muy llamativo observar cómo el reloj del azar deja
vez perpetuada en una charada sin fin presidida por la hidra atrás, por decirlo así, a sus propias manecillas en la cancela-
de la desesperanza, el amor opone una miríada de esferas de ción de todos los momentos excepto del “único y exclusivo
luz negativa y eclipses transparentes, todavía insistentemen- momento”. Benjamin Paul Blood, en una carta dirigida a
te indefinibles en su misma interrelación, de las que emergen William James, escribió: "Siempre siento la presencia del
sin cesar nuevos objetos e imágenes impelidos por el cada misterio cuando el reloj se para por sí solo". La eterna nave-

155 S a l a m a n d r a 17- 18
LA NUEVA ARGONÁUTICA
Franklin Rosemont

gación del azar objetivo puede seguramente ser entendida entre aquellos que conocen desde dentro la zona libre del
como una confirmación explícita, o mejor dicho como una azar objetivo, que solamente estos latidos de lo Maravilloso
generalización explícita, de la tesis agresiva de Blood, en pueden definir el ritmo de la verdadera vida. Todo lo que
su Anaesthetic Revelation (1874), acerca de la “ascensión”, queda por hacer —una gran tarea, seguro que sí, pero de las
esto es, que "en suma, sólo fuera de la cordura puede darse que hacen que todas las tareas rivales parezcan ridículas— es
la vida desnuda".1 Afortunadamente, ya no estamos confi- renovar sistemáticamente, en términos alquímicos, la “mate-
nados, como Blood pensaba, al óxido nitroso como el único ria superflua” que impide la proliferación universal de esta
camino de acceso a esa “vida desnuda”. Más aún, estoy grandeza infinita.
convencido de que es precisamente para este mismo domino
Un día, antes de lo que pensamos, la hegemonía de tales
que la dialéctica ha reservado sus más imponentes, elegan-
momentos meteóricos abolirá el tiempo tal y como lo cono-
tes y resonantes estallidos de humor, que no pueden dejar de
cemos, y nos conducirá a la edad de oro del espíritu, en el
trabajar a nuestro favor.
que, como los antiguos griegos, beberemos de la desmedida
copa del amor y bailaremos con la música de las esferas.

Las insípidas nociones de éxito y fracaso sólo son polvo


en los ojos de los tímidos y falsificados iconos de los fal-
FRANKLIN ROSEMONT
sos testimonios. Completamente apartado de las cansinas
coartadas de la teleología, el mito del “destino” resuelve sus
ecuaciones para remover los obstáculos que frenan el libre
Traducción del inglés de José Manuel Rojo
desarrollo de la imaginación, única instancia que da, a los
“acontecimientos-sorpresa” descritos más arriba, todo su
significado exaltante.
NOTAS
Cuando las calles empiecen a soñar; cuando las cosas
1. El filósofo y poeta norteamericano Benjamin Paul Blood (1832-
empiecen a jugar; cuando las Bastillas de la costumbre y del
1919) describió en su The Anaesthetic Revelation and the Gist of
remordimiento sean asaltadas y arrasadas; cuando el viento
Philosophy una serie de trances visionarios y experiencias místicas,
del lirismo de alas a cada palabra; cuando las apariencias
provocadas por la inhalación del gas de la risa u óxido nitroso
retrocedan ante la insolencia desencadenada; cuando las
durante una visita al dentista. La experimentación con este gas y
criaturas grandes y pequeñas, del bosque, la selva, la jungla, con el éter le llevó a desarrollar una filosofía del pluriverso (o universo
el desierto y el mar transformen la latitud y longitud de lo no mecanicista que integra todas las realidades) y una visión poética
que puede ser; cuando la vida cotidiana, en efecto, comience del mundo por las que ha sido considerado como "uno de los más
a estar a la altura de nuestras legítimas expectativas, enton- importantes precursores americanos del surrealismo" (F. Rosemont:
ces —y sólo entonces— tendremos una vida que en todos los Introducción a la lectura de Benjamin Paul Blood, publicado en la revis-
sentidos será digna de ser vivida. Ya no hay discusión posible, ta Arsenal nº 3, Chicago 1976, p. 73). (N de T).

S a l a m a n d r a 17 - 18 156
UNA INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES
Merl

U na introducción al
Festival Surrealista Internacional de Londres
M erl
el Festival Surrealista Internacional de Londres
se celebrará del 16 al 29 de julio de 2007
en cementerios, solares y lugares abandonados
en pubs, bares y cafés,
en edificios vacíos, oficinas silenciosas y casas encantadas,
en fábricas y barrios bajos,
en calles, bosques y desiertos,
en los dopelgängers de Londres,
en los atoposes, distoposes y utoposes,
en tu cabeza y en tu corazón,
en todas partes y en ninguna…
en el sitio donde menos te lo esperas
SLAG

D urante las dos semanas de mediados de julio de 2007


tuvo lugar el segundo Festival Surrealista Internacional
de Londres, organizado como el del año anterior por el
hasta demencial, de unir al mundo en una erupción de poesía
simultánea y deliberada.

Una vez tomada la decisión, después de seleccionar


Grupo de Acción Surrealista de Londres. Este Festival, que
algunos juegos y concretar varias fechas, nos pusimos en
se celebró “en el sitio donde menos te lo esperas” según
contacto con el resto de grupos e individualidades surrea-
afirmaba su texto de presentación,1 empezó en el 2006
listas o cercanas al surrealismo para invitarles a participar.2
como una broma puesto que SLAG acababa de fundarse, y
Pero puesto que el Festival se basa en la filosofía anarquista
los pocos miembros que lo integraban no podían garantizar
el éxito de la empresa. Sin embargo, fue precisamente la del “hazlo tú mismo”, se indicó que todos los participantes
magnífica hubris que nos arrastraba, junto con la perspectiva podían (casi debían) enviar sus propias sugerencias de juegos
de la colaboración de nuestros camaradas del movimiento y otras actividades, que serían a su vez reenviadas al resto
surrealista, lo que nos pareció suficiente motivo como para por medio de nuestra lista de correos. Con todo el material
intentarlo. En efecto, un objetivo principal era estimular la recopilado se han publicado dos álbumes, uno por cada edi-
colaboración surrealista y centrarla en una actividad colec- ción realizada, que se han distribuido exclusivamente entre
tiva a escala internacional; el énfasis, característico de todas los jugadores y colaboradores, puesto que ni el Festival de
las actividades de SLAG, estaba puesto en el juego como Londres como tal ni el álbum resultante estaban pensados
expresión de un utopismo concreto y de una revolución lle- para ser consumidos pasivamente por los que no han partici-
vada a la práctica en la vida cotidiana, y en la participación pado. Por otro lado, aunque cada álbum recoge documentos
activa dentro de una ‘praxis’ surrealista opuesto al consumo y testimonios de muy distinta índole, entre los que abundan
pasivo o estético de sus propios resultados; por último, no los dibujos automáticos, fotografías, poemas y objetos, etc,
podía faltar la ambición desmesurada, puede que cómica y es evidente que el fin del Festival no era de ningún modo

157 S a l a m a n d r a 17- 18
UNA INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES
Merl

crear textos e imágenes por sí mismos, sino provocar la pero en particular a mujeres jóvenes, a las que trataba de
experiencia poética y el juego. Como explicaba el comunica- desgarrar los vestidos. Según todos los testimonios, a prime-
do de presentación del Festival de 2007, ra vista parecía ser un hombre normal, pero inmediatamente
sus víctimas descubrían con el rabillo del ojo que se trataba
El Festival Surrealista Internacional de Londres es una invitación
de Spring-Heeled Jack:
al juego. Juego por todos los medios: poesía, libertad, amor,
erotismo, utopía, lo maravilloso, la aventura, lo desconocido. El … Se quitó la ropa que lo cubría y, acercando a su pecho la vela
juego es una revolución en la vida cotidiana en su sentido más encendida, mostró el más odioso y repugnante aspecto, al mismo
profundo, el principio fundador de la civilización surrealista, y un tiempo que exhalaba una llama azul y blanca por su boca y
regalo del potlach que los posibles futuros nos brindan a nosotros sus ojos semejaban bolas de fuego
mismos y a los otros. En cierto enrojecidas...
modo, el Festival es completa-
mente innecesario. El juego es la …pudo observar que llevaba un
esencia del surrealismo, y la cons- casco puntiagudo; y sus hábitos,
trucción de la utopía una acti- perfectamente adheridos al cuerpo,
vidad cotidiana: no necesitamos le parecieron de una piel aceitosa.
ningún acontecimiento especial, Sin decir una palabra se lanzó sobre
pretexto o coartada para realizar ella, y, atrapándola por sus vestidos
cualquiera de las actividades que y por la nuca, colocó su cabeza
proponemos.3 por debajo de uno de sus brazos,
comenzando a desgarrarle la ropa
por medio de sus garras, que ella
En efecto, lo que se buscaba no
aseguraba que eran de una cierta
era sino afirmar nuestro com-
sustancia metálica.
promiso con el materialismo
poético como práctica surrealis- Estos ataques fueron conside-
ta basada en la actividad poética rados lo suficientemente graves
concretada en la vida cotidiana. como para que el alcalde londi-
Los juegos que se ofrecen a con- nense declarara a Spring-Heeled
tinuación, seleccionados entre Jack “una amenaza pública”, y el
los muchos realizados en los dos duque de Wellington se involu-
Festivales,4 son solo ejemplos, crase en la persecución del cul-
tan representativos y oportunos pable. Las apariciones tuvieron
como cualquier otro, de tal acti- su apogeo entre 1837 y 1838,
vidad y de tal compromiso. Objeto encontrado de julio de 2006 por Paul Cross
pero su presencia en Londres y
sus alrededores persistió al menos
hasta los años 20. Peter Ackroyd ha sugerido que Spring-
SPRING-HEELED JACK:
Heeled Jack era "una simbolización o representación del
Juego para dos o más personas propuesto por SLAG, julio
mismo Londres", pero considerarlo simplemente como una
de 2006.
metáfora de la ciudad significaría al mismo tiempo una
Spring-Heeled Jack apareció en las calles de Londres hacia idealización de Londres y una negación de la carga erótica
1830. Se le llamaba así por su capacidad de saltar verti- de Spring-Heeled Jack. Es evidente que Spring-Heeled Jack ha
calmente hasta 30 pies, cayendo desde los muros de los nacido como un egrégoro, conjurado accidentalmente por
edificios sobre carruajes y peatones. Atacaba a ambos sexos los sueños y deseos de los londinenses de 1830.

S a l a m a n d r a 17 - 18 158
UNA INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES
Merl

El juego consiste en invocar su presencia en un lugar par- que sea tu propia casa. Marca los lugares que tengan la
ticular, y al hacerlo de este modo conjurar o concebir una mayor carga erótica potencial. La próxima vez que vayas a
parte del Londres surrealista, independientemente de la ubi- trabajar, experimenta de alguna forma ese potencial erótico
cación geográfica literal de los participantes. En este sentido, al menos en uno de los lugares marcados.
el Londres surrealista es una ciudad fantasma, un egrégoro
EL GOLEM
psicogeográfico que puede ser conjurado no importa cuando
Juego individual o para grupo pequeño propuesto por Paul
ni por quienes. El juego tiene dos partes, la invocación y la
Cowdell, julio de 2007.
búsqueda de los rastros, ambas muy simples. Para la invo-
cación, escoged un lugar donde Elige cualquier estatua o una
penséis que Spring-Heeled Jack escultura que desees que obe-
pudiera aparecer, muy tarde en dezca tus órdenes. Tienes que
la noche. Construid un trans- crear un amuleto mágico que al
misor/receptor para invocarlo, ser puesto en la estatua la con-
de una manera completamente vertirá en un golem (en el caso
espontánea e improvisada, uti- del golem de Praga, se trataba
lizando todos los materiales que de un estrella de David colocada
estiméis apropiados en forma en su pecho). Por ultimo, escribe
de imágenes, mensajes, ofrendas, unas instrucciones para que el
relicarios…Por último, registrad golem las lleve a cabo.
la escena, el transmisor/receptor,
Después de insertar el amuleto
y/o el proceso de fabricación de
este último de la manera que y dejar las instrucciones, vuelve
juzguéis más conveniente, por al día siguiente para compro-
medio de fotografías, dibujos, bar los efectos de tu hechizo.
textos automáticos compuestos Dependiendo del éxito obteni-
en el lugar, etc. En cuanto a la do, se pueden dejar distintas
búsqueda de los rastros, volved órdenes para el resto de noches
al lugar del transmisor/receptor, del Festival, pero recuerda que
preferentemente dentro de las siempre necesitarás el amuleto
primeras 48 horas, y siempre con para activar el golem.
los mismos compañeros. Buscad
las señales, rastros y mensajes Objeto encontrado el 3 de julio de 2006 por Kathleen Fox REBELIÓN EN LA GRANJA
dejados allí por Spring-Heeled Juego colectivo propuesto por
Jack, registrando cada prueba de la mejor manera que Tobias Major, julio de 2007
encontréis. ¡Y vigilad si os sigue hasta vuestra casa!
Cada jugador elegirá un animal mirando al azar las fotogra-
fías de un libro de zoología. Después estudiará y adoptará las
¡TRABAJADORES DEL MUNDO EXCITAOS!
Juego individual o con compañero de trabajo propuesto por características, el tipo de pensamiento y las percepciones del
Merl, julio de 2006. animal elegido. Por último, los jugadores saldrán a la calle a
dar un paseo, interpretando todo lo que vean desde el punto
Dibuja un mapa de tu lugar habitual de trabajo, indepen-
de vista del animal de su elección.
dientemente de que se trate o no de trabajo asalariado, o

159 S a l a m a n d r a 17- 18
UNA INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES
Merl

MASS-OBSERVATION En segundo lugar, la organización y el éxito del Festival


Juego individual o colectivo propuesto por Bruno Jacobs, implicaban también su presencia pública, lo que no dejaba
julio de 2007. de ser peligroso. Especialmente en 2007, cuando coincidió
con una serie de despreciables muestras “surrealistas” en
El objetivo de este juego es aplicar el método de Mass- Londres, incluyendo la “temporada Dalí” en la Tate Modern
Observation al tema de la utopía.5 y la exposición Cosas del surrealismo en el Victoria and Albert
Museum.7 Estas exposiciones, con la consecuente riada de
Las reglas son muy simples: tira una flecha sobre un mapa
peticiones de entrevistas periodísticas invariablemente
y durante una hora estudia y observa en la zona elegida todo
rechazadas, renovó nuestra preocupación colectiva por
lo que pueda tener relación con
el problema de la ocultación
el tema propuesto. Puedes tomar
del surrealismo, debatiendo
fotografías relevantes y notas, así
intensamente dentro del grupo y
como recoger objetos en forma con otros compañeros de ruta. Por
de pruebas. otro lado, un evento así no habría
sido posible sin el uso de un blog
y de los correos electrónicos para
A la hora de extraer unas difundir los comunicados, solicitar
conclusiones siquiera provisionales, propuestas, distribuir invitaciones
lo primero sería destacar que en las y recopilar resultados. Pero si la
dos ediciones fuimos sobrepasados comunicación electrónica permite
por el volumen y la variedad del algunas formas de colaboración
material que recibimos, de tal modo surrealista más fácilmente que
antes, también es cierto que hace
que los contenidos de los álbumes
vulnerables algunos aspectos del
son solamente una fracción de los
juego surrealista a los comentarios
juegos, sueños y aventuras poéticas
malintencionados, a la distorsión
que se dieron por todo el mundo o la recuperación. ¿Eran tan
bajo los auspicios del Festival de grandes los riesgos inherentes
Londres. En efecto, las dos semanas a los medios electrónicos que
que han durado los festivales han no deberíamos haber intentado
supuesto una oportunidad para de ningún modo realizar el
jugar a una escala colectiva y a un festival? Al menos uno de los no
Spring-Heeled jack en Londres
nivel internacional aún mayor, y participantes así lo creía, y en un
si en la introducción al álbum de hace dos años dejé escrito acalorado debate por mail en la primavera de 2007 criticaba
que nuestra iniciativa “permitiría jugar a juegos surrealistas
con placer que algunas personas habían entrado en contacto
a cualquier internauta despistado que pasase revoloteando
por vez primera con el surrealismo organizado, o incluso
por allí”. Pero como el mismo corresponsal señalaba en el
con la actividad surrealista misma, ya no fue una sorpresa
transcurso de la discusión, cualquier acto de comunicación
que el festival de 2007 atrajera a nuevos visitantes, algunos
surrealista corre siempre el riesgo de ser distorsionado o
de los cuales sabemos que continuarán su incursión en la recuperado, o simplemente malinterpretado. Lo fundamental
poesía y lo maravilloso, bien formando parte del movimiento no es intentar evitar completamente los riesgos —sólo posible
internacional organizado, bien como compañeros de viaje.6 cayendo en la inactividad y el silencio—, sino reconocerlos,

S a l a m a n d r a 17 - 18 160
UNA INTRODUCCIÓN AL FESTIVAL SURREALISTA INTERNACIONAL DE LONDRES
Merl

identificarlos, desarrollar al mismo tiempo tácticas para NOTAS


enfrentarse a ellos, y estar dispuestos a alterar esas mismas
1. En el cartel del 2006, se precisaba que en cualquier caso siempre
tácticas tanto como sea necesario.
sería “fuera de un museo, galería o sala de conferencias”.
En definitiva, la ocultación del surrealismo, en una época 2. El hecho de que evidentemente no todos vivieran en Londres no
como la nuestra saturada de medios de comunicación, supuso ningún problema, ya que se podía jugar en cualquier lugar
debería ser redefinida como el rechazo total a una experiencia siempre que fuera dentro del plazo marcado.
poética mediatizada. De ahí, la firme decisión de SLAG de
3. “Compendio de sugerencias y propuestas”, SLAG, julio de 2007.
priorizar la participación sobre el consumo, puesto que en
un mundo donde la espontaneidad y el juego están siendo 4. Como SLAG es consciente de que nuestros amigos y camaradas no
rutinariamente aplastados por su mercantilización como viven en Utopía, y que las obligaciones de la vida cotidiana pueden
“ocio”, el juego surrealista es genuinamente revolucionario. hacer difícil o incluso imposible llevar a cabo los juegos colectivos
Es un rechazo de la mercancía, y una afirmación de las más complejos, se propuso una lista de juegos personales sencillos
posibilidades utópicas: una negación dialéctica, gloriosa y para realizar a lo largo del Festival. En el de 2006, por ejemplo, se
invitó a que los jugadores “intentaran encontrar un objeto durante
desafiantemente “inútil”, tanto del “trabajo” como del “ocio”.
los 14 días del evento. Al final del mismo, los hallazgos se utilizarán
Precisamente por eso el Festival no sucedió en un blog o en
para crear un poema-objeto como imagen de tus experiencias”.
un intercambio de mails; sucedió en las calles, en los parques,
en camas, edificios, bosques, casas particulares y lugares 5. Mass-Observation fue un colectivo inglés de los años 30, inte-
públicos donde todos nosotros hicimos que existiera; donde, grado por antropólogos, surrealistas y militantes revolucionarios,
de hecho, podemos seguir haciendo que suceda, día y noche, que realizó una investigación etnológica de la cultura y mentalidad
todo el año, y sin necesidad de una previa organización o con de la clase obrera mediante la participación activa de los propios
interesados (relatos de sueños, diarios, testimonios…). Consultar
el pretexto de montar un festival. En palabras de Benjamin
Mass-observation o la antropología de lo cercano, Lurdes Martínez,
Péret:
en Salamandra 11-12, 2001 (N. de T.)
Lo maravilloso mientras tanto nos rodea por todas partes, oculto
6. Muchos de ellos se han convertido en participantes asiduos y
a las miradas vulgares pero siempre listo a explotar como una
activos del surrealismo, y de hecho, SLAG ha crecido y se ha expan-
bomba. [...] Lo maravilloso, lo vuelvo a decir, está por todas
dido como consecuencia de ello.
partes, en todo momento. Es, o debería ser, la vida en sí, mien-
tras que esa vida no sea deliberadamente sórdida como lo es 7. El juego de ‘detornamiento’ de SLAG llevado a cabo dentro del
esta sociedad tan hábilmente con sus escuelas, su religión, sus museo durante la exposición, es una de las actividades del festival
juzgados, sus guerras de ocupación y liberación, sus campos de cuyos resultados no se incluyen en el álbum.
concentración y su horrible pobreza material y mental.
8. Nos complace anunciar que ya se ha convocado el 3º Festival
Y eso es, en una palabra, el maldito meollo del asunto.8 Surrealista Internacional de Londres, que entre el 18 y el 31 de
agosto se celebrará no sólo en esta ciudad sino en todo el mundo,
allí donde haya poetas de la vida cotidiana, surrealistas o no. Para
MERL
más información, o para proponer “juegos, investigaciones, encues-
tas, derivas y experimentos”, consultar: http://robberbridegroom.
Traducción del inglés de José Manuel Rojo
blogspot.com/.

161 S a l a m a n d r a 17- 18
ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946
Michael Löwy

A ndré Breton y la revolución de 1946


M i c h a e l Löw y

I. ANDRÉ BRETON Y LA CONSTELACIÓN NEGRA DEL CARIBE.


“ANTROPOLOGÍA DE LA MAGIA”

F ue a iniciativa de su amigo Pierre Mabille, autor de una


asombrosa obra de inspiración surrealista —El espejo
de lo Maravilloso (1940)— y que acababa de ser nombrado
una relación privilegiada con las fuentes más profundas del
espíritu humano, una relación aún no contaminada por la
alienación capitalista que predomina en los “avanzados”
agregado cultural de Francia en Haití, que André Breton fue países occidentales... De hecho, para Breton y los surrealis-
invitado en septiembre de 1945 a dar una serie de conferen- tas, los dos aspectos están estrechamente ligados: una de las
cias en Puerto Príncipe. razones, y no la menor, de su anticolonialismo estaba preci-
samente en la admiración por la cualidad humana y poética
Si el autor de los Manifiestos del Surrealismo aceptó la
de las culturas de los pueblos colonizados, y la indignación
invitación, fue porque la cultura negra del Caribe le inte-
ante la tentativa de las potencias occidentales de imponer
resaba en su más alto grado. Y eso concierne evidente-
—por la acción combinada de sus militares, de sus misioneros
mente a los artistas surrealistas por los que sentía la más
y de sus hombres de negocios— la civilización capitalista
viva admiración: los poetas Magloire Saint-Aude, Aimé y
“moderna”, y de borrar o destruir la de los “indígenas”.
Suzanne Césaire, el pintor Wifredo Lam. Breton había cono-
cido al matrimonio Césaire durante su estancia en la Isla de Esto es lo que dijo a este respecto en una entrevista —que
Martinica en 1941: de este caluroso encuentro da cuenta tuvo una gran repercusión en la isla— al poeta haitiano Réné
el libro Martinica, encantadora de serpientes (1948), en el Bélance, publicada en Haiti-Journal el trece de diciembre de
que celebra el Cuaderno de un retorno al país natal del poeta 1945: “El surrealismo ha marchado conjuntamente con los
martiniqués como “el mayor monumento lírico de nuestro pueblos de color, primero porque siempre ha estado a su
tiempo”.1 Saint-Aude será objeto, un poco más tarde, de lado contra todas las formas de imperialismo y de bandidaje
un soberbio homenaje: "hayamos en sus poemas, escribe blancos, como testimonian los manifiestos publicados en
Breton, la piedra filosofal o casi, la nota inaudita que doma París contra la guerra de Marruecos, contra la exposición
el mundo, el diente único donde la rueda de angustia se colonial, etc; segundo, porque existen las más profundas
engrana al éxtasis”.2 afinidades entre el pensamiento llamado “primitivo” y el
pensamiento surrealista, ambos aspiran a suprimir la hege-
Pero hay también una motivación más amplia, al mismo
monía del mundo consciente, de lo rutinario para dirigirse a
tiempo política, cultural y poética: no sólo la simpatía del
la conquista de la emoción reveladora”.
militante anticolonialista hacia los “pueblos de color”, sino
también, y sobre todo, la convicción, profundamente anclada Breton retomará esta cuestión, bajo diversas formas, en
en el surrealismo, de que las culturas llamadas “primitivas” sus conferencias, comenzando por la primera, durante su
—tanto la de los indios Hopi, que había visitado en Arizona encuentro con los poetas haitianos en el Hotel Savoy (5 de
en agosto de 1945, como la de los negros haitianos— tienen diciembre de 1945): “no temo afirmar que los hombres lla-

S a l a m a n d r a 17 - 18 162
ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946
Michael Löwy

mados de color han gozado siempre en el surrealismo de un En su intervención en el Hotel Savoy, tan radicalmente
favor y un prestigio excepcionales. Hay en ello una excelente contraria al racismo blanco, al eurocentrismo occidental, al
razón: (...) mis amigos y yo pensamos que son ellos los que paternalismo colonial o la “compasión” misionera, Breton
han permanecido más PRÓXIMOS A LAS FUENTES, y que, expresará el sentido profundo que él atribuía a esta visita,
en esta marcha esencial del surrealismo que consiste en que era para él, a semejanza de la de los Hopi, una suerte
ponerse a la escucha de la voz interior que habita en cada de viaje iniciático, a través del cual él llegó a Haití no sola-
hombre tomado aparte, hemos acertado al restablecer de mente para aportar sus ideas y conocimientos, sino también
inmediato los lazos con el pensamiento llamado “primitivo”, para escuchar y aprender: una actitud que contribuyó sen-
que a ustedes les resulta menos extraño que a nosotros y siblemente a crear, entre él y sus interlocutores haitianos
que, además, se muestra sorprendentemente vigoroso en el —poetas, artistas, estudiantes o simplemente espíritus curio-
vudú haitiano”. En efecto, el pensamiento llamado “primiti- sos— una relación de confianza, un vínculo de complicidad
vo” —Breton no utiliza este término sino con reservas— no es amistosa del que dan cuenta todos los testimonios. Se podría
exclusivo de tal o cual etnia: para él designa una instancia decir también que se desarrolló entre ellos un proceso de afi-
espiritual común a toda la humanidad, despreciada y deva- nidad electiva, en el sentido alquimista de la palabra —más
luada por Occidente.3 tarde reformulado por Goethe en su célebre novela Las afi-
nidades electivas— es decir, una atracción recíproca a partir
¿De qué fuente escondida en las profundidades más ínti- de íntimas analogías entre el espíritu y los sentimientos (los
mas del espíritu humano se trata? Me parece que se trata llamados “átomos curvados”).5
de la magia, es decir, del encantamiento del mundo que se
manifiesta en los ritos, las palabras, los gestos, las danzas, II. EL SURREALISMO COMO DESTELLO INCENDIARIO. EL DISCURSO DEL HOTEL
los mitos, las imágenes y los objetos, que inspira tanto la SAVOY
cultura negra como la de Oceanía, o la de los indígenas de Sin embargo, lo que hace único este encuentro, tanto en
América. Hay en Breton, en Péret, en Leiris, más tarde en la historia del surrealismo como en la historia del país de
Vincent Bounoure, una suerte de antropología de la magia Toussaint Louverture, es la “coincidencia” entre la visita de
—que es al mismo tiempo una antropología del deseo— que Breton y la eclosión de la revuelta de enero de 1946, que derriba
les permite construir vasos comunicantes entre el hermetis- el régimen dictatorial del presidente Lescot. Ciertamente, se
mo, el romanticismo, el surrealismo y las culturas llamadas podría comparar esta convergencia o conjugación activa
“primitivas”.4 El discurso de Breton en Haití se sitúa dentro del entre surrealismo y revolución con los acontecimientos de
hilo conductor de ese espíritu surrealista de simpatía —en el mayo del 68 en Francia, aunque la influencia del surrealismo
sentido etimológico de la palabra: un pathos compartido— por en estos últimos aparece más difuminada debido a la mayor
las culturas salvajes, que han mantenido algo de esa unidad visibilidad de una rama disidente: el situacionismo. Si la
mágica originaria, y que han sabido resistir al ácido disolven- vocación revolucionaria del surrealismo no se pone en duda,
te del valor de cambio capitalista. la constelación que se crea en Haití en ese momento, entre
la palabra surrealista y la acción subversiva, constituye un
La referencia al vudú en el discurso de Breton no es acci-
acontecimiento singular, sin precedentes ni equivalentes.
dental. Se corresponde con un interés profundo del poeta por
este culto mágico popular, del cual, sin duda, tenía conoci- Sabemos que el discurso de André Breton en el Hotel
miento por medio de Pierre Mabille. Es gracias a su amigo Savoy fue publicado en primera página en la revista de los
que él podrá participar, durante su breve estancia en Haití, jóvenes poetas y revolucionarios, La Ruche. Bien, la confisca-
en ocho sesiones de este ritual secreto, una experiencia ción de esta publicación por la autoridad, seguida del arresto
inolvidable que años más tarde recordará en un prefacio a la de sus redactores, ha sido, por así decir, la chispa que inició
reedición del libro de Mabille, El espejo de lo maravilloso. el fuego. En unos pocos días se desencadena una huelga de

163 S a l a m a n d r a 17- 18
ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946
Michael Löwy

estudiantes, seguida de una huelga general de los trabajado- Hay tres cuestiones en esta intervención que probable-
res y de movilizaciones de masa contra el régimen detestado mente encontraron un eco particularmente poderoso entre
del presidente Lescot. Después de esos días, conocidos en la los auditores:
historia de Haití como los “Cinco Gloriosos” —el 7, 8, 9, 10 y
I. La afirmación, hecha desde el surrealismo, de una “fe sin
11 de enero de 1946— ¡el poder de Lescot es derribado por
límites en el genio de la juventud”. Después de haber recor-
el pueblo! Será reemplazado por una junta militar obligada
dado el ejemplo de los adolescentes o individuos muy jóvenes
a convocar elecciones.
de los que el surrealismo se reclama —Saint-Just, Novalis,
¿Cúales fueron, pues, las palabras de Breton, en ese dis- Rimbaud, Lautréamont— el orador no duda en proclamar: “El
curso del 5 de diciembre —también en las pronunciadas surrealismo, cuando tenga cien años, seguirá manteniendo
en los días siguientes— que pudieron contribuir, directa o que es en la juventud donde reside la lucidez tanto como el
indirectamente —en todo caso, involuntariamente, puesto verdadero poder”. Pero, más allá de este homenaje, había,
que el autor de El amor loco nunca tuvo la intención de en el discurso del Savoy, una llamada, un imperativo: “es
provocar un motín— a los acontecimientos de comienzos absolutamente necesario que la juventud se libere de su
del mes de enero de 1946? Sin querer exagerar en absoluto complejo de inferioridad, en sumo grado paradójico, que
su importancia, y sabiendo pertinentemente que los jóvenes desde hace siglos ha hecho lo imposible por mantenerse en
marxistas haitianos disponían de proyectos insurrecciona- ella”. No será más que desembarazándose de ese fardo que
les antes de la llegada de Breton, no hay duda de que las la juventud “conseguirá concederse una voz preponderante
intervenciones del poeta surrealista aportaron algo a la y hacer prevalecer sobre la rutina las soluciones audaces que
gestación —en el caso de los estudiantes, de los jóvenes y son las suyas”.
de algunas clases populares más cultivadas— de un cierto
estado de espíritu, de un clima, de una atmósfera tormen- Es evidente que una llamada semejante no podía más que
tosa favorable a un gran impulso emancipador. Resumiendo, alentar a los jóvenes —especialmente a aquellos vinculados
André Breton fue, no el único, pero sí ciertamente junto a los con La Ruche, aunque no sólo a ellos— que soñaban, pre-
jóvenes poetas revolucionarios de Puerto Príncipe, uno de los cisamente, con hacer prevalecer, en Haití, sus soluciones
mensajeros de la tormenta de enero de 1946. O mejor dicho, audaces: la revolución social.
uno de los hechiceros que, como los hougans del vudú, tiene II. El homenaje rendido al pasado revolucionario de Haití: esa
el don sagrado de pronunciar las palabras encantadas que “bella palabra... que evoca en seguida, si no para todos los
desencadenan el rayo...
acontecimientos precisos de vuestra historia, al menos una
Según los recortes de prensa y los testimonios, el encuen- voluntad de emancipación que no ha sido nunca desmenti-
tro del Hotel Savoy fue una suerte de cita mágica entre da”, esa “pequeña palabra dinámica, del pequeño nombre de
Breton por un lado, y los poetas y la juventud haitiana por los que parten HACIA DELANTE”.
otro. La intervención del invitado suscitó reacciones de
Allí también, para aquellos que pensaban que hacía falta
entusiasmo y de fervor de los que dan cuenta, más de medio
llevar hacia delante la voluntad de emancipación del pueblo
siglo después, sus participantes. Este es el testimonio del
haitiano, el mensaje estaba claro.
poeta Paul Laraque: “Con las primeras palabras del Mago, la
atmósfera se electriza y pronto ayudarían a hacer estallar las III. Para concluir su discurso, el orador citó un pasaje de
minas en poder de los jóvenes revolucionarios de La Ruche, la novela poética “Gouverneurs de la Rosée” del escritor
a los que el encuentro con Breton en el Savoy, a comienzos Jacques Roumain (muerto en agosto de 1945): “Somos
de diciembre de 1945, hizo transformar nuestro banquete pobres, somos desdichados, es verdad, somos miserables, es
en una encrucijada de la poesía y en un lugar para velar verdad. Pero, ¿sabes por qué, hermano?, por culpa de nuestra
armas.” ignorancia: no sabemos todavía que somos una fuerza, una

S a l a m a n d r a 17 - 18 164
ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946
Michael Löwy

sola fuerza; todos los habitantes, todos los negros compade- del orden dado, son difícilmente comparables a nuestro caso,
cidos y tristes juntos. Un día, cuando hayamos comprendido que ve a un poeta dirigirse a un grupo de jóvenes para expli-
esta verdad, nos levantaremos por todo el país y formaremos carles las aspiraciones emancipatorias del surrealismo.
la asamblea general de los gobernadores de lo rosado, el
Breton mismo tenía una visión extremadamente modesta
gran convite de los trabajadores de la tierra para desbrozar
sobre su presunto papel en los acontecimientos de 1946;
la miseria y plantar la nueva vida”.6
durante una entrevista algunos meses más tarde, se le
¿Cómo esos jóvenes, adeptos a la vez al surrealismo y dis- planteó la cuestión siguiente: “Parece que usted ha tenido
cípulos de Jacques Roumain, podían permanecer insensibles algo que ver con la revolución de Haití. ¿Podría precisarnos
al pasaje citado por Breton, verdadera llamada a un levanta- lo ocurrido?”. Esta es su respuesta, que pone el acento más
miento general, “por todo el país”, de los miserables, de los bien sobre la gravedad social, las tradiciones revolucionarias
condenados de la tierra? y el papel jugado por la juventud rebelde: “No exageremos.
A finales de 1945, la miseria, y en consecuencia la paciencia
Se puede, pues, plantear la hipótesis de que el discurso
del pueblo haitiano, había llegado al límite. (...) Esta situa-
del Savoy creó entre el poeta francés y la vanguardia de la
ción es más desgarradora aún puesto que el espíritu haitia-
juventud haitiana una suerte de campo magnético, imantado
no, como ningún otro, continúa milagrosamente sacando
por la poesía. Sus palabras, y en particular su conclusión,
su savia de la revolución francesa, puesto que la historia
pueden fácilmente interpretarse como una llamada a la
haitiana es aquella que, tomando el atajo más sobrecogedor,
juventud y a los pobres a revelarse, a reencontrar el camino
nos presenta el conmovedor esfuerzo de llevar al hombre
de la emancipación, a plantar las semillas de otro porvenir.
desde la esclavitud a la libertad (...) En una primera confe-
Publicando su discurso en su revista, esos jóvenes le otorga-
rencia sobre el surrealismo en Haití, intenté (...) determinar
ban una legitimidad a su camino contestatario y preparaban
el decurso surrealista en relación con el decurso secular del
el terreno para la acción subversiva. La represión del régimen
campesino haitiano. (...) El periódico La Ruche, órgano de la
aceleró las cosas...
joven generación, que me dedicó su número del día siguien-
Es difícil juzgar respecto a la eventual influencia de Breton te, calificaba mis palabras de electrizantes y decidió tomar
sobre el levantamiento de enero de 1946. ¿Cuál es el poder un tono insurreccional. Su embargo y suspensión fulminan-
de la palabra de un hombre? ¿En qué medida puede inspi- te provocaron de inmediato la huelga de los estudiantes,
rar efectivamente la acción social? La leyenda quiere que seguida, en cuarenta y ocho horas, de una huelga general.
Bakunin atravesara, en el curso de la revolución de 1848, el Algunos días más tarde, el gobernador estaba en prisión”.7
norte de Alemania en una calesa; intrigado por una muche- En otra entrevista, aparecida en junio de 1946, abunda en
dumbre que rodeaba un castillo señorial sin saber qué hacer, el mismo sentido, reconociendo sobre todo el carácter único
Bakunin desciende de la calesa y les dirige la palabra; par- y sorprendente de la experiencia que había vivido: “Sería
tiendo algunos minutos más tarde, tiene el placer de ver, al absurdo decir que yo mismo provoqué la caída del gobierno
tomar una curva del camino, el castillo en llamas... Muchos (...) Tomé parte en un cúmulo de circunstancias que sólo se
historiadores de la revolución rusa están de acuerdo en dan una vez en la vida”.8
reconocer en los discursos de León Trotsky, orador carismá-
MICHAEL LÖWY
tico, sobre todo durante los discursos a las masas del Circo
Moderno de Petrogrado, un papel especial en la preparación Traducción del francés de Javier Gálvez
del clima revolucionario de octubre de 1917. Pero esos ejem-
plos, que conciernen a dirigentes revolucionarios animados
por el objetivo de suscitar la revuelta social y la subversión

165 S a l a m a n d r a 17- 18
ANDRÉ BRETON Y LA REVOLUCIÓN DE 1946
Michael Löwy

NOTAS
1. André Breton: Œuvres Complètes III, pp. 403. Breton también philosophique" (1970), Le surréalisme et les arts sauvages, Paris,
dedicará un poema en prosa «para la señora Suzanne Césaire» (p. L’Harmattan, 2001, p. 46.
382).
5. Como observa muy bien Michael Richardson, "Los haitianos que
2. André Breton: Magloire Saint-Aude (1953), en La clé des champs, entendieron a Breton descubieron una afinidad con los objetivos
Paris, 10/18, 1967, p. 171. Breton también rendirá homenaje a Aimé del surrealismo experimentando un reconocimiento colectivo que
Césaire en su libro Martinique charmeuse de serpents. confirmaba su propio manera de ser". Michael Richardson: Refusal
of the Shadow, p. 21.
3. Este argumento ha sido sugerido por Michael Richardson, en su
introducción a la antología: Refusal of the Shadow. Surrealism and 6. André Breton: "Discours au Club Savoy de Port-au-Prince",
the Caribbean, Londres, Verson, 1996, p. 23. Œuvres Complètes, pp. 146-149.

4. Benjamin Péret fue el primero de los surrealistas en interesarse 7. André Breton: "Interview avec Jean Duché", 5 de octubre de
por las culturas afroamericanas, publicando en Brasil, en 1931, un 1946, en Entretiens, Paris, Gallimard/Idées, 1969, p. 246-247.
estudio pionero sobre el "Candomblé y el Makumba". Sobre una
antropología del deseo, es decir, sobre Eros, en oposición al mundo 8. Jean Bedel: "Comment sans le vouloir André Breton fit une revo-
capitalista occidental " donde reinan la muerte y la acumulación de lution à Haïti", La Minerve, 7 de junio de 1946, citado en las notas
riquezas", consultar el libro de Vincent Bounoure: "Anthropologie de las Œuvres Complètes, vol. III, p. 1217.

S a l a m a n d r a 17 - 18 166
RECOMPONER LA SUBVERSIÓN
Pepe Arias

R ecomponer la subversión
Pep e A ri a s

A B.S.R

N o merecen el recuerdo, o cuanto menos no permanecen


en la memoria de los vivos más que como dos rostros de
estatua desfigurados. Se encuentran insertadas en la memo-
blicanos liberales de la FEU les impusieron la vieja consigna
revolucionaria de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que más
tarde se confirmaría de manera trágica. Y es que aparte de
ria colectiva de Compostela como imagen codificada de un su popularidad, ellas participaban activamente, como tres
pasado ocultado de forma consciente, dando a entender que de sus hermanos, en el Movimiento Libertario.3 Después del
su locura fue un estado permanente en ellas. Son detalles golpe militar perdieron su solvencia económica, ya que los
falsificados para los turistas, negocio para algunos, pero el clientes no se atrevían a comprar en su pequeña tienda de
componente subversivo de estas mujeres dista mucho aún confección para no verse señalados por las autoridades.
de haberse apagado para siempre. Recientemente han pro- Se vieron sin trabajo. Se aprovecharon en primer lugar de
ducido un documental con sus vidas, una nueva losa de acero la solidaridad de sus propios camaradas, pero cuando la red
contra su memoria, que ha merecido los aplausos de la crítica de solidaridad libertaria se rompió, no tuvieron más remedio
y de la prensa. Su encanto necesita ser desconectado. que sobrevivir mediante la solidaridad de la familia del perio-
La historia de Maruja y Coralia se separa de los cauces dista Diego Bernal, que se encargó personalmente de que no
lógicos en el mismo momento en el que el franquismo llega a les faltase de nada, conocedor de toda su historia. Una de las
mentiras lanzadas de forma interesada en contra de ellas es
sus vidas. Hasta ese momento eran respetadas por sus coetá-
neos. Apenas hay algún artículo sobre la etapa anterior al 18 que vivían de la caridad. Otra —opinión que los encargados

de julio de 1936,1 etapa sin demasiadas fuentes como para del turismo difunden mediante las visitas guiadas— es que
ejercían la prostitución. También falso. Lo que sí es verídico
hacer un cuadro fiable. Parece ser que ya eran muy cono-
cidas: tres hermanas que caminaban al “ganchillo”, vestían —y no es pronunciado por ninguno de los “especialistas”

de forma idéntica y coqueteaban con los jóvenes no era una sobre el tema— es que en al menos una ocasión una de ellas
fue violada por la Guardia Civil.
estampa fácil de encontrar. Estamos hablando de los años
20, tiempo de relativa calma, donde el dominio conservador En la locura encontraron el amparo que necesitaban, una
y católico se ciñe y castra a los habitantes de una ciudad de fórmula de rebeldía que fueron construyendo poco a poco,
clérigos y de pequeños comerciantes. Los universitarios les ya que las imágenes de ese tiempo nos revelan un maquillaje
pusieron como mote “las tres en punto”,2 debido a su imagen llevado al límite. Transformando su cara en una careta car-
especial y su recta disciplina de costumbres, ya que dentro navalesca blanca, elaborada mediante polvo de arroz acom-
de ese nombre, aparte de referirse a su condición, juega pañada de unos marcados labios rojos. Todo contrastaba con
el factor de unos horarios muy rígidos. Los universitarios unos ojos muy negros. En el casco histórico —marcado por
católicos las denominaron Fe, Caridad y Claridad. Los repu- unas calles oscuras de una ciudad esencialmente tradicio-

167 S a l a m a n d r a 17- 18
RECOMPONER LA SUBVERSIÓN
Pepe Arias

nal— andaban estas dos siluetas débiles, vestidas de la forma Su historia es parte de esa realidad paralela que desde hace
más extravagante posible, combinando en su vestimenta los tiempo intuyo, que corresponde evidentemente a una ciudad
colores más vivos, los que ellas mismas encontraban y que desconocida, a la evidencia silenciada, a la naturalidad con
daban forma cada cierto tiempo, utilizando sus dotes de la que se silencia lo maravilloso y se hace apología de una
modistas. No dudaban en satisfacer sus deseos provocando modernidad que posee en sí misma las claves que anuncian
a los hombres. Los nuevos universitarios, por aquella época su final. Compostela ha de ser reinterpretada, y no como
la mayor parte de ellos eran los hijos de los oligarcas del vivencia ni como mero espacio de fabulaciones noveladas. Su
Régimen, solían insultarlas, zarandearlas e intimidarlas. parámetro trasciende las fronteras de la vida, ya que en sus
Pero no consiguieron ni por un momento que continuasen piedras graníticas guarda los recuerdos que forjará la comu-
navegando por las calles, dando nidad cuando decida despertar
bolsazos a la primera mujer de su hibernación. Por ahora,
que tuviese la impertinencia de sus recorridos no pasan funda-
mirarlas a la cara, ya que ellas mentalmente de planos simples,
sabían muy bien lo que querían, de experiencias, de fragmentos.
y detestaban la competencia. Hemos de saber encontrarnos en
Este deambular comenzó, según ella para así hacerla salir de
apuntan las crónicas, sobre sus propias cenizas, observar al
1950. En ese momento el cerco moribundo y recomponerlo desde
se estrechó, pues su hermano nuestra propia subjetivización.
escapado entró en la cárcel, y Fotografiarla por otros medios,
un tercero murió en ella. Es en explicar lo pagano que reside en
ese momento cuando comienza un punto tan destacado y emi-
el delirio después de un largo nente como es éste para el cato-
agotamiento. Hasta finales de licismo o rescatar a personajes
los años 70 Compostela encon- olvidados y marginales para darle
tró en ellas un icono, una ima- su propio contenido histórico son
gen que explicar a los visitantes herramientas fundamentales de
desorientados, un símbolo de la las que no nos estamos dotando
resistencia pasiva. La historia de manera efectiva. En este caso
seguía su rumbo, y ellas pro- el interés primaba por un cierto
testaban de la forma que mejor olvido sometido a las arbitrarie-
podían sobre ese desarrollo que dades de sus defensores, ya que
no podían controlar, oponiéndose a él y presentándose como muchos ven con buenos ojos una imagen profundamente
una incomodidad manifiestamente rupturista, y ajena a impertinente, que no plasma ni la fortaleza ni obedece a
cualquier moda. Despojadas de libertad, con la esperanza de la verdad, una imagen que sin duda alguna permanecerá
materializar sus deseos, decidieron ser libres y romper, por ahí vejada por los viandantes, que no ven en ella otra cosa
siempre jamás hasta su muerte, unas reglas impuestas que que estupidez, colores absurdos, falta de ningún contenido
no les agradaban. Este hecho las hace ser símbolo vivo de la que le otorgue vida. Y es que la estatua en sí hace que
subversión, imagen incendiaria, síntoma de insatisfacción, pierdan fuerza sus pasos, no es otra cosa que simbología al
esperanza y sufrimiento mezclados para siempre. servicio del propio sistema, carece de materia iconoclasta;

S a l a m a n d r a 17 - 18 168
RECOMPONER LA SUBVERSIÓN
Pepe Arias

es antihistórica en tanto que traslada a día de hoy colores nada menos que al escritor falangista Torrente Ballester para que
evidentes y formalmente reglados —y mercantilizados— en hablase de su memoria
los escaparates de ropa. 3. El poder republicano no armó a la población, a la espera de

Formas anormales en las sombras, delirio de colores que los sublevados decidieran deponer las armas, hecho que no se
produjo. Tampoco las organizaciones proletarias asaltaron los cuar-
superpuestos a la oscuridad militarizada de unos tiempos
teles de forma masiva, al contrario que en otros lugares en donde
infames que no permiten que se muestren como fueron en
el gobierno se comportara de manera tan ineficaz como en Galicia.
esencia, cautivas en las garras cuneiformes del fascismo. Sus
Los obreros, desarmados y enfrentados, construyeron barricadas en
imágenes recuerdan en parte a la experiencia vital de Maruja
Vigo, donde los anarquistas fueron dueños de la situación apenas
Mallo, coetánea en el tiempo, los disfraces con algas que
unas cuantas horas. En todo el territorio, sobretodo en las zonas
esgrimía sólidamente, el hecho de renegar del sombrero de marítimas, en las que la presencia anarcosindicalista era impor-
niña bien y ganar concursos de insultos en las peores tascas tante, la represión fue más fuerte, más sangrienta. Al contrario que
de Madrid.4 Los tentáculos ultrajan las maravillas puestas en otros lugares, aquí los asesinatos fueron selectivos. No hubo
a relieve, con el firme convencimiento de que podrán pasar grandes enfrentamientos armados entre dos bandos, es por eso que
—suerte de encantamiento maligno— por nuestro pasado y no se puede hablar nunca de guerra. Se generó un terror colectivo
someterlo. Ya no les basta con robarnos, ahora necesitan sin precedentes en la historia. Los métodos facciosos facilitaban la
despojarnos de nuestro imaginario para que así renunciemos parálisis de una población desarmada, abandonada por los que se
a nuestro carácter humano en beneficio de la megamáquina decían sus legítimos gobernantes, creando reducidos focos de opo-
publicitaria. Pero los brujos nunca estarán a su lado… Las sición armada real y de apoyo mutuo. Despertar marítimo, sindicato
llaman locas, cuando en realidad ellas sabían perfectamente de la CNT de los trabajadores portuarios de Coruña, organizó fugas
mediante barcos que dejaban a los escapados en Asturias y Euskadi,
lo que estaban haciendo, eran dueñas de la consciencia y
menos en Inglaterra o Francia. Así consiguieron escapar muchos
autoras materiales de todos los golpes que propinaron.
cenetistas, así como personalidades políticas de la República, que
se aprovecharon de la infraestructura y de la solidaridad de éstos.
PEPE ARIAS Los que escapaban para Portugal encontraban inmediatamente la
persecución policial de Salazar. Repatriados, encontraban la muerte
NOTAS después de ser cazados. Algunos optaron, tiempo después, por
1. Hablo del artículo de Borobó titulado “O namorado da esquecida cobijarse en el monte para establecer guerrillas. Pasados los años se
María”. perdió la esperanza puesta en que los Aliados realizasen una inter-
vención armada. Esto, unido al desgaste, a la represión y al deseo de
2. Normalmente este nombre tiende a confundir ya que la estatua la cúpula del PCE de terminar con el movimiento guerrillero, generó
la forman dos mujeres, que son de las que se dispone material que los últimos ejemplos de este combate fueran dados por indivi-
gráfico. Una de ellas murió antes del levantamiento, no vivió todo duos solitarios, en los primeros años de la década de los 50.
lo después. Así popularmente se cambió su nombre por el de “las
Las biografías de sus tres hermanos pueden ser consultadas en O
dos en punto”, asociado a su momento de paseo. Correspondiente
anarquismo na Galiza de Dionísio Pereira y Eliseo Fernández. Edicións
a una segunda humillación en toda regla, tuvo su punto álgido en
Positivas, 2004.
el acto conmemorativo y la colocación posterior de una estatua
por el ex-alcalde Xerardo Estévez. Este señor trajo nada más y 4. Carme Vidal: Maruxa Mallo, Edicións A nosa Terra, 1999.

169 S a l a m a n d r a 17- 18
poesfla

Encarnación de la llama
J ulio Mon teve rd e

No hay dónde ir.

El aire que regresa del espasmo


atraviesa la superficie del espejo
en densas oleadas calientes.

Apenas salida de la noche,


la última lluvia de la tarde
se desprende de su fuego
y entra en la oscuridad sin esperanza.

Las manos se cierran entonces


sobre este espacio de furia
en el que las edades del hombre
pasan sucesivas sobre las horas idénticas.

Y no hay dónde ir.

Se despliegan las comarcas extrañas.


Se recogen todos los suspiros.
En la espera inacabable
del sufrimiento de los seres responsables.

Habían allí largas sombras trepadoras sobre los muros y el calor era
sofocante. Tú pasabas de un lado a otro, en un tiempo desenrollado y
abierto sobre todos los relojes del mundo. ¿Cómo se descifraba eso?
¿cuál era la llave de entrada en su significación profunda?

Esta es la guerra de las construcciones.


Y nosotros miramos todas las paredes
con la palabra destrucción entre los labios.

S a l a m a n d r a 17 - 18 170
ENCARNACIÓN DE LA LLAMA
Julio Monteverde

poesfla
Mientras el tiempo de la dicha se consume
atravesado de cables al rojo.
Y acariciamos los hombros del mañana
a modo de llamada para los lobos.

Y no hay dónde ir,


pues la noche no es consciente de sí misma.

Pero entonces tus pasos,


el sonido de tus pasos,
desborda el pensamiento por el lado del placer.

¡Ah, los ojos variables de la esperanza!


me retienen fijos en las montañas del amor-en-proyecto.
Y tu mano sobre mi frente
es el principio del alba, no más que el principio,
pues en ella se despiertan los ruidos inexplicables de la tarde,
los gritos, las puertas que se cierran.

La iluminación viene primero. Después es la visión directa de las


cosas. Y ahora que en tu espalda he logrado recomponer las partes
dispersas del mensaje, te comunico mi intención de marchar hasta
el fondo del amor para observar el agua más oscura de la aniquila-
ción. Escúchame bien: mis labios ya no son para esa ley.

(Este es el punto en el que yo debería deslizarme hacia la muerte.


Para bien o para mal, eso ya no es posible.
La parte de oscuridad que habita tus ojos ha confundido el camino)

Pues no hay dónde ir.


Y así nos hundimos en un lecho habitado por criaturas sin edad.

171 S a l a m a n d r a 17- 18
ENCARNACIÓN DE LA LLAMA
Julio Monteverde
poesfla

Con los ojos brillantes


y las estrellas del corazón
golpeando las ventanas del amanecer.

Palabras de sombra
aceleran la vibración del amor.
Te adoro para la nueva vida,
allí donde nuestros ojos preparan
la marcha hacia el territorio nunca visto
de las maravillas del hombre.

¿Pues no hay dónde ir? Sobre la luz de la imaginación, un personaje


borroso atrae nuestra atención con furiosos movimientos. Su cabello
es negro, ahora lo veo bien. Con un bastón remueve las cenizas. Y
sobre las cabezas del mundo despliega su mensaje para todos los que
sueñan con viajar hacia el fuego.

“Yo soy la que anda entre las ruinas.


Yo soy el que se esfuerza en despertar”.

El viento del sur arremete contra el cielo.


Los llamados se marchan.
Unos han comprendido, otros no.

Bajo el manto de la mañana,


los espectros de la carne
organizarán una salida.
Alimentados en su furia
por la llama que renace bajo los escombros.

JULIO MONTEVERDE

S a l a m a n d r a 17 - 18 172
ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
Grupo Surrealista de Madrid

E ncuesta de las infraestructuras inútiles


G r u po Surre alis ta d e M a dri d

A pesar de todas las amarguras, de todas las aparien-


cias y realidades que insistían en su imposibilidad, el
camino de la revolución estuvo durante dos siglos muy claro
discutir si hay que volver al trabajo duro pero dignificador,
y a la autosubsistencia escasa pero en armonía con la natu-
raleza de las sociedades preindustriales, dando la espalda a
y despejado para los revolucionarios: quizás sería difícil y la abundancia material y a la sociedad del ocio que, pese
doloroso el proceso que llevaría a la liquidación social del a la experiencia concreta y directa de tantos millones de
viejo mundo, pero una vez conseguido el asalto al cielo, personas, la ideología dominante dice que tenemos; o si se
se trataba tan sólo de heredar la capacidad productiva podrían mantener ciertas “conquistas de la técnica”, par-
del enemigo dándole un sentido y dirección nuevos, de tal tiendo de la base de que si la forma capitalista de la técnica
forma que lo que ayer fue opresión y miseria, mañana sería ha creado su propio contenido podrido que se expresa en
abundancia y libertad. Pues los efectos perjudiciales de la el progresismo productivista, una forma no capitalista de
industrialización, que los obreros conocían desde luego de cierta tecnología podría, a su vez, generar otro contenido
primera mano, no eran sino las consecuencias lógicas de la bien distinto que respondiera no a las falsas necesidades del
forma capitalista que deformaba tanto a la máquina como consumismo, sino a los verdaderos deseos del individuo y de
a su infeliz servidor. Bastaría con la colectivización de los la comunidad.1 Para empezar, el deseo de no recaer en la
medios de producción, y de sus beneficios, así como con la alienación tradicional del hombre por la Naturaleza, con tal
transformación de los sistemas y formas de trabajo según los de liberar a esta de la alienación técnica que amenaza con
deseos y necesidades de los trabajadores, libremente acorda- adulterar su identidad, y la nuestra de paso, por medio de la
dos por ellos mismos, para que, como decía Emile Pouget en artificialización generalizada.2
El Sabotaje, “la máquina (…) se convierta en una amiga que
Sea como fuere, lo que está fuera de toda discusión es el
abrevie el trabajo, en lugar de ser como hoy, la enemiga, la
carácter pernicioso de la inmensa mayoría de las infraes-
ladrona de pan, la asesina de los trabajadores”. Todo estaba
tructuras e instalaciones de la sociedad industrial, en las que
por hacer, pero todo estaba, también, disponible.
forma y contenido se igualan en el mismo desastre sin futu-
No hace falta decir que semejante optimismo, como tan- ro. Como decíamos a propósito del Nuevo Teatro Olimpia del
tas otras cosas, ha caducado para siempre. Pues no hoy, sino barrio madrileño de Lavapies, “nada podremos hacer con él
hace ya bastante tiempo, que sabemos que el mapa estaba tampoco en un futuro liberado del capitalismo y del Estado.
equivocado, y no conducía a la tierra de la leche y la miel ni Como las centrales nucleares, las autopistas, los aeropuertos,
al país de cucaña, sino a las arenas movedizas del marasmo los estadios deportivos, los grandes almacenes y megacen-
industrial y la vida robotizada, y hasta al precipicio del cam- tros de ocio dirigido, la agricultura industrial…tal aberración
bio climático. Dejando esto bien sentado, sin duda se puede arquitectónica es insalvable, irrecuperable e inutilizable para

173 S a l a m a n d r a 17- 18
ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
Grupo Surrealista de Madrid

la verdadera vida”.3 Pues el problema no es la reapropiación que despierte la escala de Richter, el futuro que aguarda a
de semejantes engendros, sino cómo hacerlos desaparecer nuestra civilización al toparos con una de esas viejas casas
en el menor tiempo y con los menores daños posibles. De ahí desahuciadas que sólo conservan la fachada, mientras que
que la campaña publicitaria del Ayuntamiento de Madrid, en el solar han crecido la maleza y los árboles cuyas ramas se
¿Qué pasaría si nunca pasase nada?, tan típica de estos tiem- asoman por las ventanas y sobresalen por el espacio vacío de
pos terminales en su glorificación desmedida de la moder- lo que un día fue el tejado? A este respecto, el invernadero
nización a toda costa y caiga quien caiga, apareciera para de la antigua Estación de Atocha es la mejor metáfora de lo
muchos madrileños como un verdadero programa mínimo que podría ser una infraestructura industrial liberada de sí
del urbanismo que necesitamos: las fotografías de la ciudad misma: un jardín tropical, lugar de fábula y de ensueño, ha
de principios de siglo XX, a la que se quería mostrar como sustituido a los trenes y raíles, encarnando así el espíritu del
atrasada y miserable, mostraban por comparación el atraso viaje en su condición más justificable, aquella que apelaba a
y la miseria de esa metástasis de ladrillo, asfalto, acero y la imaginación y al deseo, a la vez que se hace materialmente
plasma que todavía llaman Madrid. Así pues, ahora sabemos imposible el transporte de mercancías, animadas o inanima-
que la deconstrucción, tomada en su sentido literal, debe das tanto da, que moviliza la economía. Y es evidente que
llevar a alguna parte. este ejemplo nos sirve también para dejar claro el campo
Queda, sin duda, un enorme trabajo destructivo por hacer de operaciones que queremos proponer, que no es sino el
para que la vida vuelva a un punto de partida lo suficiente- de la imaginación revolucionaria que debe aplicarse urgen-
mente despejado que permita, otra vez y con mejores planos, temente y desde ya a este problema. Para ello, afirmamos
reiniciar el viaje a la tierra prometida. Pero la tarea es tan que el aparente delirio de lo imaginario, en su excedente
desmesurada que el ánimo desfallece y la razón duda, se des- utópico que rompe el tiempo programado, puede arrojar, si
concierta y termina por claudicar. Nada se puede conseguir, no más, sí una luz distinta sobre los deseos de una época,
el enemigo es demasiado poderoso y el daño que ha infligido y sobre sus limitaciones, miedos, mediocridad y miseria,
se ha extendido demasiado. Por otro lado, él mismo se ha así como socavar los mitos intocables y sacrosantos de la
condenado a muerte, y quizás bastaría con esperar sentados religión de la ciencia y el progreso técnico que sostienen
su colapso final provocado por el agotamiento del petróleo a la dominación, y que esta propaga por todos los medios,
para ver pasar su cadáver. Lo malo es que ese cadáver es el conscientes e inconscientes. De manera análoga, nos arro-
de todos nosotros; lo malo es que se trata de un no muerto gamos el derecho a confiar en que ciertas proposiciones
que bien podría resucitar, de la dominación capitalista una que hoy pueden parecer meramente utópicas e imposibles,
vez que se demuestre ya agotada, a una nueva forma de puedan, gracias a la secreta dialéctica entre la realidad y el
despotismo y de explotación que todavía no podemos vis- deseo que asegura que la poesía precede a la acción, ter-
lumbrar ni nombrar. Y si la industrialización se hizo a costa minar contagiando la transformación del mundo, entrando
de los campesinos y de los artesanos, la desindustrialización, a formar parte de los materiales con los que reconstruirá
la transición a otro sistema económico más “sostenible”, la la vida liberada.
adaptación a la catástrofe ecológica o-lo-que-sea, se hará
Imaginación revolucionaría, utopía, poesía: damos por des-
sobre las espaldas de sus descendientes proletarios de la
contado los resquemores y críticas del sentido común que
fábrica, la oficina, la circunvalación y el adosado. Pues para
considerará inútil y hasta dañino semejante procedimiento,
la clase dominante no existe el fin del mundo, a no ser que
y hasta cierto punto los comprendemos, pues nada tene-
sean los dominados los que terminen con su mundo.
mos contra el menos común de los sentidos, siempre que
Pero ya la misma Naturaleza, ayudada por el azar, nos no pretenda erigirse en el único posible dictando la ley del
marca el camino a seguir. ¿Nunca habéis sentido, como pensamiento crítico, de la acción práctica y de la experiencia
el pájaro siente el primer vagido del terremoto antes de sensible. Pero habría que insistir en que lo que llamamos

S a l a m a n d r a 17 - 18 174
ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
Grupo Surrealista de Madrid

“movimiento revolucionario” se ha debatido siempre entre Péret señala aún mejor, en sus respuestas nada pragmáticas,
el principio de realidad y el principio de placer, o (dicho de la dirección destructiva que se corresponde mejor con las
otro modo) entre el Principio Responsabilidad y el Principio preocupaciones de nuestro tiempo, y en este sentido alcan-
Esperanza, y que el uno sin el otro se condenan a la inanidad y za una intensidad radical que quizás en su época pasaría
al fracaso, y viceversa, ya que, como apuntaba Michael Löwy, desapercibida.5 De su inspiración, que por otra parte realiza
“lejos de ser contradictorios, los dos principios están pues lo que en su día quedó en latencia, se deduce esta sencilla
estrechamente unidos, inseparables, mutuamente depen- pregunta que da lugar a la Encuesta de las Infraestructuras
dientes, dialécticamente complementarios. Sin el Principio Inútiles:
Responsabilidad, la utopía sólo puede ser destructora, y sin el
Principio Esperanza, la responsabilidad no es sino una ilusión Dado que suponen un horror para la vista, un insulto a la
conformista”.4 Ahora bien, hoy la balanza en la que se dirime inteligencia y una amenaza gravísima a la vida sobre este
tal debate eterno y necesario se ha inclinado aparatosamen- planeta, ¿en qué le gustaría transformar las siguientes infraes-
te hacia uno de los dos principios, y así, en un mundo cada tructuras de forma inmediata para atenuar el daño que ya han
vez más irreal, dicta su ley opaca como nunca lo ha hecho hecho, y propiciar de paso la crisis de conciencia que se necesi-
el exceso de realidad, mientras que la utopía desaparece de ta para despedir definitivamente a esta civilización terminal?
la escena mental, moral y política sin dejar rastro, y sin que
1. LA M 30 Y/O LA M 40
por cierto sea necesario que nadie se moleste en señalar su
inoportunidad y decretar su fin. Al fin y al cabo, a sueño 2. EL AEROPUERTO DE BARAJAS
muerto gran lanzada… pues ya se ha encargado la economía
3. LOS TÚNELES DE MADRID
de difuminar el anhelo utópico tras su maraña de fantas-
magorías tecnológicas y promesas científicas, consiguiendo 4. LOS ESTADIOS DE FÚTBOL DEL BERNABEU, CALDERÓN, ETC
lo nunca visto: que la inmensa mayoría de la población sea
5. LOS GRANDES CENTROS COMERCIALES, TANTO DEL CENTRO DE MADRID COMO
incapaz de imaginar un orden social distinto del realmente
DE SU PERIFERIA
existente, a pesar (o a causa de) la inflación demencial de la
ciencia-ficción, las lamentables fantasías de espada y bruje- 6. EL RASCACIELOS QUE MÁS ODIE, COMO LAS TORRES KIO, LAS “CUATRO
ría, las ocurrencias de los profetas de la antropología cyborg TORRES BUSINESS AREA” DEL PASEO DE LA CASTELLANA, O CUALQUIER ENGEN-
y los paraísos artificiales de Internet. Las consecuencias de DRO PARECIDO
este hecho deprimente para las energías revolucionarias,
7. LOS MUSEOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO
o siquiera para cualquier movimiento que pretenda hacer
frente al ciego despropósito en el que nos hundimos, no han Etcétera. La lista podría ser casi infinita, pero por razones
escapado a los espíritus más avisados. de eficacia práctica conviene reducirlas a una terna más o
Por otro lado, siendo partidarios tanto del juego entendido menos emblemática, que desde luego no pretende ni agotar
como método de conocimiento, como de la puesta en común el tema ni postularse como canónica, cerrada y definitiva,
del pensamiento, parecería que una encuesta colectiva sería de los horrores del urbanismo. Por eso mismo, quien eche
el modelo experimental más idóneo para lo que nos propo- en falta esta o aquella infraestructura, que en su opinión
nemos. Contamos para ello, claro está, con los precedentes merece ser escarnecida más que las otras, seguramente
surrealistas y situacionistas que en su momento propusie- tendrá razones que no entraremos a discutir.6 De la misma
ron ciertas transformaciones de los edificios de París para manera, el carácter “local” de los ejemplos elegidos no
“embellecer”, racional o irracionalmente, las calles de esta limita en nada la realización del juego: nada más fácil que
ciudad. Pero, más concretamente, el juego “Encuesta sobre el encontrar otros ejemplos análogos, pues el mal es el mismo
conocimiento irracional del metro” formulado por Benjamin en todas partes.

175 S a l a m a n d r a 17- 18
ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
Grupo Surrealista de Madrid

Insistimos en que en esta encuesta todo sentido común, todo por qué proponer nada, ni forzar sus posibilidades buscando algo
pragmatismo, todo posibilismo está de más. Pues a veces, más que lo evidente: estos agujeros negros deben ser, simplemente,
parafraseando a Franklin Rosemont, para que la razón renaz- borrados del mapa. La razón lo sabe, y el deseo lo ansía.
ca es necesario que la locura venga a rescatarla.
RESPUESTAS A LA ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
NOTAS
PEPE ARIAS
1. El mismísimo William Morris lamentaba que “esas máquinas
maravillosas que en manos de hombres justos y previsores habrían 1. El Periférico es una de las últimas grandes construccio-
sido utilizadas para aminorar el trabajo repulsivo y para conceder nes de Compostela. Es una vía de comunicación —esto es,
placer —o, en otras palabras, incremento de vida— a la raza humana, traslado masivo de mercancías y tránsito uniformizado de
han sido usadas, por el contrario, de tal modo que han llevado a los personas— que une diferentes barrios con el centro, los
hombres a una precipitación frenética y a la prisa, y con ello han centros comerciales y el parque industrial. Podríamos doblar
destruido todo placer, es decir, toda vida, por todas partes” (“Arte
las grandes farolas que ahora le dan luz y unirlas todas ellas
y socialismo”, en Arte y sociedad industrial, p. 115, Fernando Torres
mediante un puente colgante, para que así el paseo tuviese
Editor). De lo que se deduce que, entre todas las oportunidades
perdidas de la Historia que ha cancelado la industrialización capi- un nuevo ángulo, más completo y reforzado. Las partes más
talista, estaba paradójicamente esta: la aparición y evolución, a un bajas se inundarían, creando islas dispersadas que facilitasen
ritmo humano y no económico, de una industria no capitalista. reuniones nocturnas de amantes. Los niños encontrarían
unas explanadas ideales para realizar cualquier tipo de
2. Obsérvese que hablamos de “alienación tradicional”, pues la eco-
nomía no ha conseguido liberarnos de la alienación de la Naturaleza, deporte, siendo la propia geografía inestable del terreno
sino que simplemente nos ha precipitado en otra distinta a la vez —con curvas, pequeñas elevaciones, etc— el espacio ideal
que la alienaba también a ella: los azotes del cambio climático y para romper toda reglamentación. Así ellos podrían inventar
de una naturaleza que, no por estar dramáticamente alterada, deja sus normas, imaginar otros juegos, disfrutar plenamente de
de existir como el afuera que limita y determina nuestra propia su libertad.
existencia, demuestran cómo la supremacía del hombre politécnico
no es sino otra ilusión de una ideología pródiga en ellas, y anuncian 2. Hasta que pisé sus entrañas no podía imaginar un lugar
la derrota de la tecnociencia en su propio terreno de dominación tan inhóspito, lejano de cualquier tipo de humanismo. Las
y soberbia. grandes escaleras mecánicas se separaban entre sí por mam-
3. Aviso para la próxima demolición del Teatro Olimpia, Salamandra paras enormemente gruesas que impedían cualquier tipo
15-16, p. 4, 2005. de comunicación con otras personas. Escaleras mecánicas
que te trasladaban por superficies planas; grandes tiendas
4. El Principio Esperanza de Ernst Bloch frente al Principio
Responsabilidad, Salamandra 15-16., p. 184. y cafeterías parecían ser los únicos lugares de socialización
posibles, en donde la mercantilización de las vidas se hacía
5. A la pregunta de “¿Cómo se bajará al metro?”, Péret se contesta a
más evidente. Independientemente de todo el contenido
sí mismo “deslizándose de culo por un tobogán”. Y a la de “¿Qué le
subversivo latente que tiene de por si la vida cotidiana de
faltan a los vagones”, responde “piscinas donde poderse bañar”. Hay
que señalar que este juego, que dataría de mediados de los años 50, cualquiera, edificaciones como esta generan una especie de
estaba pensado para ser jugado de forma colectiva, pero por alguna “miedo” por los semejantes que contribuye en gran medida
razón quedó inédito (Les jeux surréalistes, Archives du surréalisme nº a un proceso continuado de disolución de la comunidad. En
5, Actual, p. 199). una sociedad liberada, los restos del pasado que expresen
6. Puede sorprender, por ejemplo, que se hayan descartado man- lo miserable de este mundo sólo tienen un fin, como los
siones del horror tan aborrecibles como la cárcel, o las centrales responsables que los generan, esto es, desaparecer. El único
nucleares. Es que ante tanta ignominia la imaginación no tiene final posible para la T-4 es su demolición. Bajo sus ruinas,

S a l a m a n d r a 17 - 18 176
ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
Grupo Surrealista de Madrid

con el tiempo, se generará un jardín salvaje en el cual los lizar (esto es, hacerlos entrar en acción) a ciertos personajes
seres humanos no tendrán miedo de perderse, y de no volver que pertenecen a esa mitología, y hacerlo única y exclusi-
jamás. vamente a través de la voz. Esos personajes son: Alonzo, el
fabuloso lanzacuchillos con los pies de la película Garras
4. Quitaría el césped, los asientos, todo. Y sobre las gradas
humanas, el personaje fatídico de la película La torre de los
crearía un gran tobogán, por el cual pudiesen deslizarse, y
siete jorobados, Maldoror, que visitó esta ciudad al comienzo
que tendría diferentes tipos de balones, objetos extraños
de su andadura, Melmoth, cuyo rastro incógnito enloquece,
puestos al azar, etc. Dentro de las instalaciones se permitiría
y Matilde, cuya risa y cuya carne vertebrarían la ceremonia
mover los objetos de un lado a otro —trofeos incluidos— para
de los conjurados.
que cualquiera que apareciese por ahí pudiese divertirse.

5. Las furias insurrectas los saquearán, los objetos inservi- Durante un periodo de tiempo convenido, se les escucharía
bles que guardan en su interior alimentarán el fuego de las una y otra vez pronunciar sus palabras más audaces, más
barricadas. El más grande de cada ciudad será un museo del instigadoras, entre el dolor y el éxtasis, que se acompañarían
pasado capitalista, una especie de casa de los horrores. Se con la inundación calculada de los túneles en los que se les
escenificarán las rutinas del pasado; los colegiales pasearán oyera. Esta inundación sería llevada a cabo mediante una
llorando diciendo que se aburren, sus padres (aterrados) les canalización matemática de los túneles, como se hace con
comprarán varios juguetes, también habrá robos, y guardias las acequias, y por la misma razón, el agua sería de nuevo
jurado gordinflones jamás cogerán a los vándalos… evacuada. Cuando esto sucediera, volverían a aparecer las
voces de aquellos. Y así hasta que una nueva celebración
6. Entre ellas se quemarán objetos inservibles, creando una
de sus voces diera lugar a nuevos enunciados y se ampliara
llama que tardará décadas en apagarse. Entre las dos torres
la complicidad entre los enajenados y los borrachos en sus
se pondrá un gran columpio, en donde los jóvenes adoles-
nupcias con la noche.
centes que acaben de perder la virginidad puedan apreciar el
calor y el bienestar del infierno. 4. Son espacios adecuados para rehabilitar la memoria de
los bosques. Efectivamente, desahuciados, exentos del uso
EUGENIO CASTRO
que hoy tienen, sus conservadores actuales mantendrían
1. Que creciera la hierba en ellas, las raíces de los árboles sus puestos, pero ahora para hacer crecer en ellos los más
las atravesasen cardinalmente, que lentamente, como la frondosos bosques de abetos. Naturalmente, se retirarían
casa Usher, fueran descomponiéndose, y esto porque se todos los elementos superfluos que hoy les son consus-
agrietarían de soledad. ¿Qué quiere decir esto? Que se abrían tanciales: sus nombres, sus tiendas, la numeración de los
abolido los coches y la tierra se rebelaría contra el alquitrán
asientos, etc. Todas las puertas estarían abiertas. Las gradas
que la sepulta y volvería a salir a la superficie. Lo primero,
irían adquiriendo dignidad a medida que su uso y desuso las
entonces, abolir los coches, y ocupar ese espacio fantasmal
envejeciese. Y habría ceremonias, incluso catárticas, con un
siguiendo los dictados de la desacción.
carácter contrario al que tiene lugar hoy en esos coliseos.
2. Proyectar en todas sus dependencias, a todas horas, la Celebraciones sin fecha, que fueran exclusivo producto de
seria televisiva titulada “Los langoliers”. Incluir gafas en tres la imaginación improductiva, y por tanto inútil. Por ejemplo:
dimensiones en las que, conforme al avance de las nuevas el grito sin destino, el silbo gomero, la pronunciación susu-
tecnologías, se proyectase en sus pantallas. Los pilotos esta- rrante y continuada del nombre de un amor, la celebración,
rían obligados a llevarlas durante la navegación. Los aviones
un día y una sola mañana, de la aparición de Gaspar Hauser.
irían vacíos. ¿Dónde quedarían los aeropuertos?
Esta celebración se llevaría a cabo con estricta fidelidad a
3. Deben de ser el conducto ideal para que se instaure una esa aparición: los celebrantes quedarían de pie sobre las
tradición gótica en Madrid. Para ello, se hace preciso actua- gradas, quietos, mirando hacia el bosque de abetos.

177 S a l a m a n d r a 17- 18
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Que por espontaneidad, este tipo de celebración produjera de mantenimiento de sus dependencias. Esos edificios que-
un cierto contagio que fuera alcanzando sin propósito pre- darían abiertos de por vida, en ese nuevo estado, en los que
concebido un cierto tipo de ritual, sería justo experimentarlo, entrarían todos los seres vivos que por deseo y necesidad
precisamente como experiencia. De lo que se trata es de quisieran hacerlo. Solamente un equipo de limpieza de cris-
devolverse una vida perdida, en el sentido en que en la infan- tales realizaría una función útil, que consistiría en mantener
cia teníamos esa vida perdida —ese extravío— por delante, el vidrio de las ventanas y de las puertas exteriores limpio,
como verdadera ganancia. por dentro y por fuera. Hasta nueva orden, así quedarían
estos edificios.
5. Desgaste cero de energía e imaginación con ellos: arra-
MANUEL CRESPO
sarlos. Que la tierra se devuelva su lugar y la hierba su
expansión. Y ocupación total de sus ruinas por los niños, 1. Convertiría la autopista en un circuito cerrado, en el que
los enamorados, los erotómanos, por los ociosos del mundo los coches entraran una mañana para no volver a salir. Tras
unidos. la confusión, los conductores atrapados en el atasco termi-
narían por comprender la obligación de abandonar el vehí-
6. Desmontar, uno a uno, todos los componentes que las
culo. Es fácil intuir el desgarro que a muchos propietarios
revisten hasta dejarlas en su esqueleto. Hacer lo mismo
causaría tal decisión. Lentamente, como discurre la vida, el
con la otras “Cuatro Torres”. Borrarles el nombre. No darle tiempo haría su trabajo. Imagino que al principio acudirían
ningún nombre nuevo. Impedir que se depauperen. Aislarlas. los curiosos, y que pronto el desguace se olvidaría, quedan-
Inventar un mecanismo que permita que, desde su máxima do para los juegos infantiles, el sexo, las noches. Partes de
altura, haga caer una muy fina cascada de arena de río que motores y carrocerías desaparecerían. Entre el asfalto crece-
cubra toda la superficie del suelo que las rodea, hasta que ría la hierba. Al fin, la herrumbre acabaría por convertir las
su acumulación las tape a la altura de un metro y medio. máquinas en metal retorcido.
Mantenerlas en ese estado esquelético. Cuidar que manten-
2. Paneles móviles, desplazados a voluntad, crearían dis-
gan siempre su estado de aridez, para lo que sería necesario
tintos ambientes. En algunas zonas, los altavoces emitirían
que hubiera un servicio de mantenimiento regular. Potenciar
ruidos selváticos, música de baile, tañidos de campanas, los
así su delirante espectralidad.
jadeos de los actos sexuales... Las cintas deslizantes cam-
7. Tarea prioritaria: reunir un número abundante de hombres biarían de velocidad y dirección caprichosamente. Las salas
y mujeres con la mejor disposición a jugar duro y realizar más grandes se emplearían como invernadero. Entre otras
una operación de desvío de primera magnitud. Consistiría especies también placenteras para los sentidos, las plantas
en destruir a mazazos las inhumanas plazas duras que de marihuana estarían a disposición del visitante. Habría,
entornan esos edificios, no para hacer más bellos estos, sino seguramente, gente que se instalaría a vivir, de modo que se
darían nuevas formas de convivencia.
para permitir que el suelo respire (¡Pero no se dan cuentan
de que asfixian la tierra! Álvaro Martín). A continuación, los 3. Los túneles tendrían la bóveda azul, iluminada desde abajo
escombros, los cascotes producidos, serían introducidos en el gracias a focos muy tenues colocados en el suelo a bastante
interior de los museos, ocupando todas sus salas y pasillos, distancia unos de otros. En los laterales penumbrosos habría
todos sus espacios. Esta acumulación de restos y polvo no camas con sábanas negras, del mismo color que la moqueta
supondría el vaciamiento de esos museos (ni de su mobiliario que alfombra todo el suelo. Instalaría una colonia de gatos
ni de sus obras). Se mantendrían sus colecciones y se exhi- blancos. Para mayor disfrute del efecto, se rogaría a los visi-
tantes blancos que vistieran de negro o que fueran desnudos,
birían tal cual, pero ahora acompañadas eternamente por
y a que los negros invirtieran la proposición.
esas montañas de granito, hormigón, hierro o de cualquiera
que fuera el material con el que se hubieran construido 4. Seguramente respetaría el terreno de juego, poniéndolo a
esas plazas duras. En este caso, no habría ningún servicio disposición del público. Bastaría con reservar hora con cierta

S a l a m a n d r a 17 - 18 178
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antelación. Cubriría todo el estadio de césped. Suelo, pare- de este modo en pasajes para el desarrollo del resto de sen-
des, asientos. Se eliminarían todas las vallas y fosos. tidos corporales. Los túneles se acondicionarían de tal modo
que el tacto, el oído, el olfato y el gusto pudieran desarrollar
5. En todos los locales de los centros comerciales se podría
todas sus capacidades asociadas al goce sensorial.
beber gratis. Las galerías se compartimentarían con grandes
telones de terciopelo y rocas. Los músicos tocarían en los 4. Los grandes estadios deportivos ya no albergarían compe-
pasillos. Las escaleras mecánicas serían substituidas por ticiones a muerte (muerte simbólica) entre equipos o indivi-
toboganes. Los cines darían sesiones de 24 horas y se mez- duos; ahora serían espacios dedicados a grandes derroches
clarían las bobinas de varias películas. eróticos.

6. Ese enorme falo que es la torre Agbar de Barcelona sería 5. Los grandes centros comerciales habría que reformarlos,
desmontado pieza a pieza. Con los paneles de vidrio, el terra- los que así lo requieran, y convertirlos en grandes lucernas
zo y los focos de colores crearía un laberinto, con entrada en a base de estructuras acristaladas. Todo el entramado de
el lado montaña y cuya salida estaría en la playa. Las luces, escaleras y ascensores estaría realizado igualmente con
al incidir sobre las paredes de cristal y algunos tabiques materiales translúcidos con la intención de permitir llevar
ciegos contribuirían a la desorientación. El suelo sería de a cabo estudios profundamente aleatorios sobre el paso del
arena. Todos los pasadizos tendrían altavoces que emitirían tiempo a través de una nueva ciencia: la podometría.
el rumor del mar.
6. Los grandes rascacielos, una vez desalojados de todo su
JAVIER GÁLVEZ mobiliario de oficina, se transformarían en establecimientos
Partiendo de la base de que las infraestructuras se asientan para la toma de baños de viento: un ascensor muy disciplina-
en fundamentos estrictamente económicos, y que la econo- do, permitiría elevar a cualquier persona hasta la azotea del
mía moderna tiene como paradigma la distribución de las rascacielos para disfrutar de un gratificante baño de viento,
mercancías lo más rápidamente posible y en las mayores desacondicionando las cualidades del aire.
cantidades posibles, propongo la transformación de seme-
VICENTE GUTIÉRREZ
jantes mecanismos de circulación económica en elementos
radicalmente improductivos. 1. Serán lugares de defecación masiva. Los individuos
liberados acudirán allí para defecar. Sólo se me ocurre esa
1. Las grandes vías de circulación automovilística de las
utilidad.
ciudades estarían destinadas a satisfacer las necesidades
de circulación de mercancías de los grandes prebostes de la 2. Se escribirán frases en las pistas de despegue, con pintu-
economía liberal. Así, subidos en sus flamantes vehículos, y ra de diversos colores. Serán el nuevo soporte de la nueva
a pequeña escala, permitiríamos que durante el tiempo que poesía.
ellos desearan, se dedicaran a hacer circular mercancías de
todo tipo en un movimiento incesante de noria sin paradas, 3. Serán un lugar para abandonar los objetos sobrantes de
pues respetaríamos su pasión por transportar lo más rápido esa última fase decadente de la civilización actual: televi-
posible su pensamiento económico. siones, ordenadores, automóviles, teléfonos móviles… A lo
largo de esos túneles, libremente, cada ciudadano irá aban-
2. Dado que en una sociedad no economicista la velocidad
donando objetos y recogiendo otros. Serán lugares no sólo
carecería de todo sentido existencial o comercial, los aero-
destinados para fabricar objetos surrealistas, sino también
puertos harían honor a su sentido etimológico y funcionarían
para compartirlos. El interior se iluminará con velas, aunque
como puertos de aire.
habrá zonas totalmente oscuras que servirán para que la
3. Los túneles, carentes de iluminación, permitirían compen- interacción ciega potencie sentidos como el del tacto o el
sar la prevalencia actual del sentido de la vista, y convertidos del olfato.

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ENCUESTA DE LAS INFRAESTRUCTURAS INÚTILES
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4. Serán lugares para realizar ensueños cooperativos —lo que en el pato gigante desde el cual el iracundo personaje de
los Senoi denominaban el trance del acuerdo—; un punto El Pingüino, de la película Batman de Tim Burton, arrollaba
de encuentro en el que además de experimentar el sueño desaforadamente todo a su paso.
mutuo, se realizará una puesta en común —por turnos— de
2. Pondría “patas arriba” este y todos los aeropuertos. En
cada sueño. Éstos serán sometidos en consejo a debate y a
unos se daría la vuelta completa a los aviones, de manera
la consideración de los demás individuos. De esta forma los
que el fuselaje quedara apoyado sobre su parte superior
individuos serán alentados a reorganizar en sueños su expe-
y las ruedas del tren de aterrizaje dispuestas hacia arriba,
riencia acumulada. Lo que fomentará un tipo de interacción
semejando máquinas enrabietadas o insectos que dan sus
social más fortalecido.
últimas boqueadas. En otros aeropuertos se podrían dispo-
5. Siempre ha brotado en mí —tanto en sueños, ensueños ner las aeronaves en simétricas hileras a ambos lados de las
como en la pura vigilia— la siguiente imagen: cientos de pistas de despegue y aterrizaje, empinadas sobre sus colas,
animales salvajes, de diversas especies, destrozando el inte- formando avenidas semejantes a las de los templos antiguos,
rior de un centro comercial. Los animales liberados de los que desembocarían en las terminales desiertas, tan solo ocu-
zoológicos, serán soltados allí dentro para que den rienda padas por las maletas abiertas de los pasajeros.
suelta a sus más aletargados instintos. Los rinocerontes y
3. Convertiría estos espacios de tránsito, de paso y de cir-
elefantes arremetiendo violentamente contra las estante-
culación constante, en lugares “para estar”. Para ello sería
rías; los orangutanes y chimpancés dando saltos, lanzando
imprescindible un acondicionamiento previo. Para tal fin, se
por los aires, rompiendo o devorando los objetos que antes
saquearían los museos de pintura (el Prado o el Thyssen en el
estaban a la venta; jaurías de tigres mordiendo a los seres
caso de Madrid) con objeto de cubrir el cemento de las pare-
humanos que huyan despavoridos; buitres observándolo todo
des y los techos con fastuosos cuadros de historia, sensuales
desde los focos de los techos; leones machos copulando con
telas de temática mitológica o de desnudos, en una opera-
leones hembra en los lugares menos esperados; cocodrilos
ción de auténtica democratización del arte. El frío asfalto
recorriendo a dentelladas los montones de objetos arrojados
del piso se taparía con cálidos y mullidos tapices igualmente
al suelo que serán mezcla de alimentos, televisiones, cajas de
expoliados de la Real Fábrica de Tapices, por ejemplo. Velas
juegos de videoconsola…
y antorchas colgarían de techos y paredes sustituyendo la
6. Que ardan, sólo se me ocurre que ardan. Sé que es poco desagradable iluminación eléctrica. Bandas de acordeonis-
original, pero me da igual. Desde las esperanzadoras imáge- tas, cantantes de melancólicos fados, rancheras o boleros,
nes del edificio Windsor en llamas, no me quito de la cabeza contribuirían al bienestar acústico. Decorados así, los nuevos
esa imagen multiplicada por cien. Da igual que las llamas espacios subterráneos serían lugares ideales para el reposo
consuman el edificio en pocos días. Que ardan… El placer infructuoso, la conversación amena, el encuentro amoroso o
estético que aportarán será de agradecer. Además, propor- el regocijo erótico/sexual.
cionarán calor durante el invierno.
4. Pondría en funcionamiento, esta vez de manera literal, esa
LURDES MARTÍNEZ práctica ridícula de los hinchas de fútbol de “hacer la ola”
durante los partidos: olas gigantes originadas de manera
1. Estas vías, que un día sirvieron de tiovivo siniestro a
artificial, a modo de tsunamis deportivofóbicos, arrasarán sin
frenéticos automóviles, serían inundadas por tumultuosos
piedad estos monstruos de la alienación de masas.
desfiles de juguetes mecánicos de cuerda, muñecos diabó-
licos tipo Chuqui, o estajanovistas “conejitos duracell”, que 6. Estos templos de la artificialidad absoluta, símbolos de
abordarían las circunvalaciones por sus diferentes vías de la técnica al servicio de la erección falócrata, serían ideales
acceso. Cabrían todas las formas y tamaños imaginables de para organizar la gran venganza del mundo natural. Si fue
juguetes para ridiculizar las paradas automovilísticas. Pienso la civilización tecnológica, representada por el Empire State

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Building, la que finalmente se impuso sobre King Kong, lle- debería hacerse siempre con antorchas, puestas a disposición
garía ahora el turno de que hordas de monos, orangutanes y de los que se internen por ellos. Su uso reiterado, permitiría
chimpancés liberados de zoos públicos y privados, se toma- la creación toda una serie de estancias dedicadas a los más
ran la revancha y asaltaran las “Cuatro Torres Business Area” diferentes fines. Los túneles más propicios para los amantes
del paseo de la Castellana, estableciendo en ellas su hábitat. estarían decorados con toda clase de refinamientos aporta-
El paso del tiempo y la acción de los simios acabarían crean- dos por los mismos paseantes. La costumbre de dejar una
do un paisaje en el que los rascacielos adquirirían el aspecto impronta en ellos, ya sea de algún objeto o de una pintura
de los grandiosos y elevados peñascos calcáreos que un día alusiva, sería de rigor.
fueron el refugio del Gran Mono en la selva.
4. El césped se dejaría crecer hasta los dos metros de altura.
JULIO MONTEVERDE Después se crearían laberintos que servirían para que los
niños, a modo de rito iniciático, se perdieran al menos una
1. En París, en la plaza Henry Galli, junto al Pont de Sully, se
vez en la vida por ellos. Una brigada de voluntarios se encar-
pueden ver algunos restos de la Bastilla, expuestos al público
garía de preservar su viaje. Las gradas estarían igualmente
como tales. Nosotros no nos concederemos esa flaqueza. La
recubiertas de vegetación salvaje.
M-30 no dejará ningún vestigio reconocible como tal. Los
restos deberían ser eliminados totalmente o, si la idea es 5. La tarea de recuperar los centros comerciales se hace
suficientemente interesante, dados a una nueva actividad muy difícil para la imaginación. ¿Acaso podría tener alguna
completamente diferente. Así por ejemplo se podrían utilizar utilidad algo que está construido hasta en sus más míni-
los pilares que sustentan algunas de sus circunvalaciones mos detalles para responder al capitalismo que aspiramos
para transformarlos en bellos Moais que se distribuirían por a liquidar? No obstante, los locales y sus corredores bien
puntos precisos de la ciudad, (por ejemplo, en el mirador del podrían servir de lugar de acogimiento y de encuentro de
templo de Debod en Madrid). los extranjeros venidos a participar, según las enseñanzas de
2. En las pistas del aeropuerto, grupos de aficionados se Charles Fourier, en la Batalla de los pastelillos de crema o en la
dedicarían a crear una fila de fichas de dominó que estu- Cruzada faquírica de los zapateros remendones de Occidente.
viera perpetuamente cayendo, de un lado a otro de la pista. 6. De acuerdo con las enseñanzas sensibles que dejó el
De la continuidad de este movimiento dependería, en gran
incendio del edificio Windsor, todos esos rascacielos serían
medida, la salud de los habitantes de la ciudad, los cuales
quemados de forma similar, aproximadamente desde la
serían informados periódicamente de los avances de estas
mitad hacia arriba. Su efigie catastrófica dominaría la ciu-
construcciones, cada vez más refinadas y constantes. Sería
considerado un gran honor participar, al menos una vez dad. Luego serían abandonados, permitiéndose siempre la
en la vida, en la construcción de estas figuras. La Terminal visita, o incluso la permanencia.
serviría de lugar de residencia y refugio de los constructores, NOÉ ORTEGA
así como de los visitantes de la construcción, habilitándo-
se lugares de preparación y enseñanza de la técnica de la 1. Mi propuesta para ambas circunvalaciones es instalar en
caída de la fichas de dominó para los futuros aficionados. ellas un sistema mecánico de bancos–plataformas móviles.
Los grandes espacios vacíos serían el punto de ubicación de El principio básico de funcionamiento consistiría en que una
grandes construcciones dedicadas al desarrollo de la idea persona cualquiera se acomodaría en una de las plataformas,
del movimiento continuo o, si se prefiere, de la revolución y a partir de ese momento se abandonaría al movimiento
permanente.
automatizado de la misma. Las diferentes plataformas se
3. Los túneles estarían abiertos todo el año. Señalizados irían cruzando unas con otras, encontrándose y alejándose,
convenientemente desde la superficie. El paso por ellos existiendo entre ambos procesos un breve periodo de tiempo

181 S a l a m a n d r a 17- 18
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durante el que se podría abandonar la plataforma propia las zonas afectivas, y que las personas ocupasen asimismo
para subirse a otra que nos atraiga espontáneamente por las partes del aeropuerto ocupadas por los testimonios de
cualquier motivo, a saber: la visión de un objeto abandonado los hallazgos cotidianos.
en ella, la presencia de una persona enigmática… El movi-
3. Cerraría sus accesos mediante un sistema de entrada
miento de las plataformas seguiría una dinámica aleatoria,
formado por dos o tres puertas consecutivas, de forma que
según la cual nunca fuese posible la repetición de una misma
la entrada de luz fuese imposible. Estos túneles permanente-
trayectoria a partir del mismo punto de partida. Además, la
mente oscuros cumplirían la función de pozo de los secretos.
evolución del sistema variaría según diferentes parámetros,
Cualquiera podría acudir allí y, una vez dentro, y siempre en
como la temperatura, la dirección del viento, el número de
el más absoluto de los silencios, proceder a escribir sobre las
personas en una determinada zona de la circunvalación, etc.
paredes del túnel aquello que le atormenta. Dicha operación
Por último, cabría considerar la opción de instalar una serie
se realizaría en principio con cualquier medio: una tiza, un
de bancos camuflados en el centro de la ciudad, de modo
spray, un rotulador, o lo que fuere, en función de las prefe-
que si alguien se sentase en ellos se viera súbitamente arras-
rencias de cada cual. También sería posible depositar en el
trado hasta la periferia, entrando así a formar parte de esta suelo papeles escritos. Más allá de las limitaciones físicas,
cadena de encuentros fortuitos. no existiría ningún impedimento en cuanto al número de
2. Lo convertiría en un lugar de exaltación de los hallazgos personas que pueden estar dentro del túnel a la vez, así
cotidianos. El motivo es que, en la actualidad, la enorme como al tiempo de permanencia en él. El interior nunca sería
extensión del aeropuerto es una enorme y fría infraestructu- limpiado ni iluminado.
ra de paso hacia lugares lejanos supuestamente exóticos que 4. Sin lugar a dudas, los convertiría en jardines botánicos
actualmente se postulan como la solución a la vida empo- realizados de forma conjunta y desinteresada. Para ello,
brecida imperante. Frente a esto, propongo que sus pasillos, el primer paso sería extraer el césped convencional, apor-
terminales de espera y comercios, se llenen de objetos tando a continuación toda la base de tierra necesaria para
encontrados, de pequeños antídotos azarosos contra la apa- el futuro desarrollo de las raíces. Esta tierra también sería
tía, de fotografías de detalles asombrosos de lo más cercano, dispuesta, en la medida de lo posible, sobre las gradas. Una
de lo más cotidiano, siempre haciendo referencia al lugar vez establecido el terreno, cualquiera podría plantar allí lo
donde se produjo el encuentro para que estos testimonios que le viniera en gana. Partiendo de esta situación, sería
alimenten el deseo de vivir la ciudad en toda su intensidad. ideal que dicho estadio remodelado fuese derivando, según
Además, sustituiría las puertas de embarque por una especie la dinámica del deseo, en un nuevo jardín de las delicias.
de “zonas afectivas específicas”, de manera que en las gran- Así, resultaría sumamente agradable que la gente acudiese
des pantallas del aeropuerto podrían leerse correspondencias a plantar sus semillas en estado de total desnudez, física y
como “ganas de jugar: puerta 29”, “silenciosos: puerta 3”, anímica, o en su defecto, con la piel cubierta por una capa
“buscando amantes: puerta 54”, “puesta de sol: puerta 12”. de barro. En todo caso, la planta descalza de los pies juega
Por supuesto, sería deseable la ruptura espontánea de estas un papel fundamental. Además, podría llevarse allí animales,
clasificaciones, con la irrupción de personas diferentes en y la creación de lagos y flujos de agua también resultaría
zonas afectivas que no corresponden a su estado anímico muy reconfortante. De hecho, la inclusión de una fuente
en ese momento. Adicionalmente, y continuando con esta en el centro del estadio, alrededor de la cual abandonarse
difuminación de los límites, resultaría muy enriquecedor que a los placeres cotidianos más sencillos, posibilitaría que el
los objetos encontrados se depositasen también dentro de encendido de los focos del estadio diese lugar a un sinfín de

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arco iris que se elevarían sobre la ciudad, indicando en todo rentes módulos de oficinas, y puedan acudir allí a hacer el
momento la situación de cada uno de los jardines. amor sin ningún impedimento, aunque realmente sería una
opción desesperada. Además, habilitaría ambas azoteas para
5. La idea que más me atrae es realizar en ellos una construc-
dar cobijo a todo tipo de nidos de aves, aunque habría que
ción colectiva de laberintos. Cada centro comercial sería un
contar con que el entorno urbano sigue resultando bastante
laberinto totalmente único, y todos ellos estarían conectados
hostil para ellas.
a través de una serie de galerías subterráneas que pondrían
en comunicación las salas centrales de cada uno de los labe- ANTONIO RAMÍREZ
rintos. Huelga decir que su construcción sería un proceso
Con la idea de dignificar el acto de suicidio y dar un espacio
regido únicamente por el principio de placer, y esta fuerza
apropiado a las personas que opten por esta vía propongo
poética irrefrenable precipitaría de forma natural su evolu-
convertir algunos parques urbanos en “parques de los sui-
ción continua. En función de lo que desearan sus creadores
cidas”. Para ello sería necesario reconvertir los parques en
espontáneos, podría haber infinidad de laberintos: uno donde
intrincados laberintos, en cuyos pasillos habrán dispuestos
predominase lo onírico, y por sus pasillos vagasen personas
(situados al azar) diferentes tipos de trampas letales como
en estado hipnótico, y en las pequeñas salas intermedias se
pueden ser minas antipersonales o zanjas camufladas del
tendieran unos junto a otros para compartir la lluvia encen-
tipo que se usan para cazar animales grandes. Entre la
dida del sueño; otro donde lo táctil cobrase protagonismo, y
arboleda corriente podría cultivarse todo tipo de especies
las paredes se construyesen con cristales rotos, tela de saco
vegetales que sean altamente venenosas. Así mismo podrá
rasgada, hielo, espuma, y los pies descalzos sintieran el suelo
invitarse a todo psicópata asesino (dispuesto a morir el
completamente cubierto por granos de pimienta; el laberinto
también) a pasearse por el laberinto a la espera de alguna
de los gritos desaforados, el laberinto de la humedad, el
solícita presa.
laberinto de los cabellos vegetales, el laberinto marino, el
laberinto de las piedras ensangrentadas, etc. Creo que es necesario restablecer cierta noción del juego
infantil que por acción de las nuevas tecnologías (ordenado-
6. Utilizaría las Torres Kio como lugar de lanzamiento de
res, videoconsolas, teléfonos móviles, etc) se está perdiendo
objetos odiosos. Por ejemplo, se podría acudir allí con el
irremisiblemente. Los niños deben palpar con sus manos
televisor, y subir en ascensor hasta un piso proporcional al
aquello con lo que juegan, ensuciarse, hacer el cafre tangi-
odio acumulado contra el objeto en cuestión. Desde allí, se
blemente, si es necesario con toda la irresponsabilidad del
arrojaría por la ventana para disfrute propio y de todo aquel
mundo. Para ello propongo poner a su disposición la Red
que pudiera observar el resultado de la operación desde el
Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE), con la intención
exterior. Propongo que los objetos sean lanzados desde la
de recuperar el viejo entretenimiento de jugar a los trene-
fachada orientada hacia la zona que se encuentra entre las
citos, especialmente en su modalidad del choque. Es decir,
dos torres, de forma que esta zona pueda ser delimitada para
dejar que un determinado número de chicos de ambos sexos
evitar que estos objetos, antes de terminar sus días, puedan
y edad máxima de 10 años, elegidos por sorteo cada cierto
ocasionar un último daño a algún desprevenido. Habría que
tiempo, programen los recorridos, semáforos, pasos a nivel,
tener en cuenta que, por lo general, se tenderá a lanzar los
paradas y demás pormenores que gobiernan la red de trenes
objetos desde los pisos superiores. Por lo tanto, sería acon-
de nuestro país.
sejable emplear de algún modo los pisos inferiores, así como
el resto del espacio de los superiores. Una posibilidad es que Para acabar de una vez con la plaga de gimnasios y
las parejas que lo deseen acondicionen a su gusto los dife- centros de fitness que padece nuestra sociedad, propongo

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transformar estos lugares de culto al esfuerzo y el gasto 4. Convertiría el terreno de juego en un hoyo rectangular
estúpido de energía corporal en centros de placer sexual. lo más profundo posible, de manera que no se pudiera ver
Para ello deberían reaprovecharse sus aparatos de gimna- el fondo desde arriba. En los graderíos, decenas de miles de
sia de forma que sirvan para practicar posturas sexuales estatuas de Francisco Franco, traídas desde todos los pun-
complicadas o para que se adapten a las exigencias de los tos del triste país que fue su cárcel, contemplarán el puro
fetichistas de todo tipo. Aquellas salas grandes con acoge- vacío. Puesto que somos demócratas, no nos oponemos a
dores suelos de parquet serán perfectas para las orgías y las que al Caudillo le acompañen los caudillitos de la monar-
saunas serán provistas de grandes ventanales para satisfacer quía parlamentaria; los museos de cera nos podrán surtir
a los voyeurs. sin duda de réplicas de Suárez, Calvo-Sotelo, González,

JOSE MANUEL ROJO Aznar, Zapatero…

1. Reconvertiría la M-30 en una pista de carreras de cara- 5. No haría con ellos nada en absoluto. Su destino y con-
coles, a celebrar preferiblemente en los días tormentosos. dición son los mismos que las mercancías que albergan: la
Por las noches, un manto de luciérnagas cubriría su calzada obsolescencia programada. Por esto, la mera indiferencia de
como un anillo de luz que protege a la ciudad. En cuanto una sociedad libre permitirá su rápida descomposición, y su
a la M-40, haría de ella un santuario de los maniáticos del paso al estatuto de lamentable ruina. No es imposible, como
deporte: se les dejaría en libertad para correr, saltar y brincar demuestran las fotografías de un decrépito mall estadouni-
a lo largo y ancho de la misma, pero en sus márgenes habría dense tomadas por Eric Bragg, que una belleza nueva pueda
campos de minas para que tan peligrosos idiotas no regresa- nacer de tales ruinas, redimiendo así, siquiera en parte, todo
ran nunca jamás a Armonía. el daño que hicieron en vida.

2. En primer lugar el aeropuerto sería herméticamente cerra- 6. Respecto a las “Cuatro Torres” del Paseo de la Castellana,
do al exterior. Después abriría unos pequeños agujeros en los la primera será destechada y vaciada por completo, dejando
techos de las terminales (el de la T-4 se presta especialmente tan sólo las cuatro fachadas; después enjambres de pájaros,
a ello), diseminaría semillas de plantas tropicales por el suelo preferiblemente cuervos negros y buitres leonados, harán de
(lianas, plantas carnívoras, flora lujuriosa), y esperaría a que ese lugar un gigantesco y sombrío nido. La segunda torre
la naturaleza hiciera su trabajo: en poco tiempo la vege- será también vaciada, pero se tapiarán las ventanas para
tación se adueñará de mostradores y terminales, y Barajas hacer de ella un recinto impermeable que recoja el agua
se habrá convertido en el jardín comeaviones que profetizó de lluvia, convirtiéndose en cisterna para los años secos, o
Max Ernst. Mientras tanto, las pistas se llenarán de miles de pozo abismal para los suicidas. La tercera torre será a su vez
pajaritas de papel con mensajes escritos en tinta simpática vaciada e impermeabilizada, para ser rellenada después y
que el viento arrastrará a ninguna parte, o a todas, con la por completo de cera de vela; en la cúspide, una minúscula
consecuencia imprevista pero gozosa de que Internet des- mecha arderá eternamente, pero su luz no podrá ser vis-
aparecerá superado por tan ventajoso procedimiento.
lumbrada por nadie. En cuanto a la cuarta torre, se utilizará
3. Llenaría los túneles con una masa de canicas, de tal como nuevo camposanto o “torre del silencio”: inspirándose
forma que ni el aire pudiera entrar ni salir de ellos, siendo en los ritos funerarios de los celtas y de los mazdeístas, las
también imposible cualquier deslizamiento de una sola familias depositarán los restos de sus deudos en el techo de
canica. Metáfora perfecta del movimiento perpetuo hacia la torre para que los buitres los devoren, retornando así al
ninguna parte. viento y a la luz.

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7. Propongo devolver el Museo Reina Sofía a sus legítimos La tarea a desarrollar será la de subir por las escaleras con
dueños: los gatos callejeros que un día pulularon por las un ordenador a cuestas y desde la cumbre tirarlo. De no
venerables estancias del antiguo Hospital de San Carlos. ofrecer claras muestras de felicidad y alivio al hacerlo, el
Para ello, el Museo será clausurado y sus puertas tapiadas, sujeto deberá bajar de nuevo y repetir la tarea. La basura
excepto unas rendijas por las que entrarán y saldrán los obtenida será retirada por sus jefes aún a riesgo de sufrir
gatos. Respecto a las obras allí guardadas, se dejarían tal y algún accidente.
como están, colgadas en las paredes, a merced del capricho
Etapa de redescubrimiento: los centros comerciales serán
felino y sus garras afiladas. Exactamente cien años después
el lugar idóneo para la recuperación sensitiva e imaginativa
las puertas serán abiertas de nuevo, y sin duda nuestros feli-
debido a la ausencia de contacto con el exterior. Se elimina-
ces descendientes podrán contemplar la exposición artística
rán las estructuras de las tiendas y restaurantes aunque se
más asombrosa de todos los tiempos. En cuanto al añadido
mantendrán las separaciones a modos de salas de diferentes
postizo de Jean Nouvel, será desmontado por completo, y sus
tamaños. Teniendo en cuenta la hipervaloración del sentido
pedazos se utilizarán para confeccionar los brazaletes y los
de la vista, el lugar deberá carecer de cualquier iluminación
collares de cuentas de los nuevos niños salvajes.
a fin de desarrollar diferentes juegos con los que recuperar
MARÍA SANTANA el resto de sentidos. Somos conscientes de la posibilidad de

Se podría ofrecer con estas infraestructuras un pequeño que este espacio se vaya convirtiendo progresivamente en
catálogo de prácticas educativas para forjar al nuevo ser una alocada orgía, al fin y al cabo trataremos de despertar
humano, pues consideramos que es imprescindible estar los sentidos menos intelectuales y más animales.
preparados para el día después de la catarsis destructora
Etapa de distensión revolucionaria: el túnel y las M-30 o
que se avecina. La ingente tarea habrá de ser realizada con
M-40 permitirán confeccionar un gigantesco tren de la bruja
una combinación de dulzura y firmeza a fin de obtener la
para solaz de grandes y pequeños.
absoluta liberación, pero, también, el necesario castigo. Se
dejarían abiertas todas las posibilidades de rehabilitación y Una vez desarrolladas todas estas etapas emergerá un ser
arrepentimiento. El título del programa sería: recuperación y humano liberado que tendrá el mundo a su disposición.
reeducación de los despojos ciudadanos.
ÁNGEL ZAPATA
Primera etapa de penitencia: los estadios de fútbol. En ella
participarían de forma obligada los prohombres de nuestra Las tareas urbanísticas de la próxima sociedad revolucionaria
sociedad (empresarios grandes y pequeños). Se verán obli- habrán de ser tan ingentes, que iniciarlas hoy mismo sería ya
gados a revivir durante una larga temporada la humillación estar perdiendo el tiempo.
de Sísifo que habían impuesto a sus trabajadores. Se dotará
En este sentido, la M-30/M-40 tendrá que transformarse
para ello de sendas cucharillas de postre y se les obligará
a raspar de sol a sol el hormigón de las estructuras. Con la en un río infestado de pirañas, con abundante vegetación
arenisca que vaya cayendo a sus pies sus hijos e hijas harán tropical en las dos orillas. (Igualmente, se invitará a los
esculturas como modo de reeducación con el tema: el nuevo colectivos que así lo deseen a repoblar esta pequeña franja
ser humano. Se utilizarán los medios coercitivos necesarios selvática, adoptando los usos y costumbres de las tribus
hasta la conversión del sujeto empresario en persona. jíbaras)

Segunda etapa de penitencia: los rascacielos en los cuales El aeropuerto de Barajas no tiene remedio. Apuesto directa-
se encerrarán a los buenos trabajadores para su reeducación. mente por la demolición, la tierra quemada y ese tipo de cosas.

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Alguno de los túneles de Madrid podría reconvertirse en Algún centro comercial podrá reutilizarse como Museo de
una casa del terror, como las que había en las antiguas ver- la Barbarie Capitalista, con figuras de cera que reproducirán
benas. El resto hay que cegarlos; y de este trabajo tendrán —tan fielmente como sea posible—, el panorama de debilidad
que ocuparse personalmente (bajo la supervisión de los con- mental, sumisión, castración, abyección, tristeza, miseria
sejos populares y sin más herramientas que cubos, palas y sexual y devastación de la vida humana que hoy se respira
rastrillos de plástico) los mismos elementos antisociales que en esos mismos espacios. El museo dispondrá de un equipo
se han lucrado con su construcción. de terapeutas voluntarios para atender a los visitantes más
impresionables.
Con esos monumentos al bestialismo, la imbecilidad y la
barbarie que son los estadios de fútbol tampoco hay mucho Los rascacielos, en cambio, sí son útiles. Mediante un meca-
que hacer. Sugiero remodelarlos convenientemente; y con- nismo adecuado, todas estas torres emitirán continuamente
vertirlos en centros de difusión de la vida natural —con ter- señales de humo, en las que podrán leerse pasajes escogidos
mas y solarios nudistas—, y espacios aptos para la formación del marqués de Sade. Por esta vía, la gente aprenderá de nuevo
en bailes étnicos, ritos de iniciación a la vida sensible y todo a vivir con la cabeza levantada, y mirar al cielo se convertirá
tipo de bacanales. en una actividad instructiva y altamente inspiradora.

S a l a m a n d r a 17 - 18 186
Defensa de la inactualidad
a n a - c r ó n i c a s

GHERASIM LUCA, EL INVENTOR DE TODO


Vicente Gutierrez

Gherasim Luca, el inventor de todo


Vi cen te G u tiérrez

e n España, Gherasim Luca es, aún hoy, un que les acompaña en la edición francesa, actividades. Por suerte esta edición bilingüe
personaje en apariencia desconocido. Gilles de José Corti. de El Inventor del Amor y La Muerte muer-
Deleuze dijo de él que “había sido el mejor Pero adentrémonos en la trayectoria de ta cuenta con una certera introducción
poeta francés del siglo XX” (sic), y tuvo este personaje. Gherasim Luca nació en del surrealista inglés Krzysztof Fijalkowski,
que reconocer que Luca fue el primero Bucarest en 1913. Era hijo de un sastre titulada Gherasim Luca: Reinventar todo,
en enunciar la teoría del Anti-edipo, que judío. A partir de 1938 comenzó a viajar que sitúa históricamente estos dos libros
después él desarrollaría. A pesar de eso, son con frecuencia a París, en donde tomó y aporta claves esenciales para su mayor
muy escasas las traducciones al castellano contacto con el grupo surrealista de Breton. comprensión. El Inventor del Amor es un
de su obra. Dos poemas, Herméticamente Fundó en Bucarest el Grupo surrealista largo poema que plantea la erotización sin
abierta y Suspiro-trampa, traducidos por rumano (1945-1947) —más desconocido límites del proletariado, la objetivación del
Aldo Pellegrini, se encuentran en su exce- que el parisino, pero extraordinariamente amor y su perpetua reinvención, basada
lente “Antología de la poesía surrealista”. activo y fecundo en su corta existen- ésta en la superación de ciertos comple-
Y en nuestro país, algunos de sus poemas cia— junto con Gellu Naum, Paul Paun, jos fatales como el complejo de Edipo, el
han aparecido de forma puntual en cier- Virgil Teodorescu y Dolfi Trost. Pero el trauma natal o el complejo de castración.
tas revistas. Afortunadamente, el primer aislamiento causado por la Segunda Guerra Para Gherasim Luca, esta superación forma
gran paso para introducir en España a Mundial y el posterior régimen estalinista parte no solo de una liberación individual,
un personaje de esta categoría ya está lo llevan a abandonar Rumanía en 1952. sino también colectiva del proletariado.
dado: la editorial La Poesía, señor hidalgo, Marchó a París, donde trabajó entre otros De este modo enfrenta el amor objetivo al
acaba de publicar en un mismo tomo dos con Jean Arp, Paul Celan, François Di Dio, amor idealista. Y lo hace en estos términos:
de sus más importantes libros: El Inventor Jacques Hérold, Max Ernst y Piotr Kowalski “y nada me hará creer / que el amor pueda
del Amor y La Muerte muerta publicados produciendo numerosos objetos (el Objeto ser otra cosa / que una entrada mortal / en
en Bucarest, originalmente en rumano, en Objetivamente Ofrecido es una singularidad lo maravilloso / en los peligros lascivos /
1945, en prosa. La traducción corre a cargo de Luca) y cubomanías. Y hay que añadir, en sus afrodisíacos subterráneos / caóticos
de Eugenio Castro. Hay que decir que del a partir de 1967, sus célebres puestas en / donde lo nunca encontrado y lo nunca
primer poema ya existía una traducción escena y lecturas públicas, en lugares como visto / tienen el carácter habitual / de una
de Jesús García Rodríguez, publicada en el Estocolmo, Amsterdam, Oslo o Nueva York. sorpresa incesante”.
número 11/12 de Salamandra. Intervención Desde entonces, como su compatriota La Muerte muerta es otro de sus libros
surrealista. Imaginación insurgente. Crítica Tzara y otros, produjo su obra en francés, fundamentales. En él se relatan cinco ten-
de la vida cotidiana, consultada por el tra- a pesar de que también hablaba yiddish y tativas de suicidio: por estrangulación, con
ductor del libro. Pero es la primera vez que alemán. revólver, con cuchillo, por envenenamiento
se publican en castellano los dos poemas en Como puede apreciarse, la vida de y por asfixia. Luca intenta, esta vez desde la
un solo volumen, seguidos del “Apéndice” Gherasim Luca es tan densa como rica en individualidad de su habitación y haciendo

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a n a - c r ó n i c a s

GHERASIM LUCA, EL INVENTOR DE TODO


Vicente Gutierrez

gala de un humor muy negro, vencer a la / sobre esa Paralítica General Absoluta / los poetas ya no tienen lugar”. Más tarde,
muerte mediante su negación dialéctica; que es la muerte” se asoma a la baranda del Pont Marie
transformándola en un espacio de libertad Otros libros de Luca que urge traducir sobre el Sena y salta, como hiciera otro
y deseo. Después de cada intento fallido, son Héros-limite, que es el relato de la de sus compatriotas, Paul Celan, catorce
hace algunas anotaciones inmediatas. En construcción de 16 objetos, editado en años atrás. Luca había escrito en uno de
el intento de suicidio por estrangulación 1953 y escrito en prosa, y Le Vampire sus célebres intentos de suicidio: “Si no
con ayuda de una corbata, por ejemplo, Passif. También en estos dos textos su doy señales de «vida» / durante un mes
termina observando: “hace como ocho poesía avanza hacia los límites de la
/ que sepas que se muere como se pudre
años que no usaba corbata”. En toda la lengua, hacia la pura experimentación en
/ una cebolla, una silla, un sombrero”.
obra de Luca está presente este afán de el lenguaje y en la vida cotidiana (azar
Curiosamente su cuerpo aparece un mes
superación del trauma de la muerte, de la objetivo). Esperemos que estos y otros
después. La traducción al castellano de sus
que afirma, sin ambages: “Hace ya varios libros, aún pendientes de ser traducidos al
obras, por desgracia, mucho más tarde.
días que llevo a cabo / algunos intentos castellano, dejen de estarlo muy pronto.
de suicidio / que no son sólo / una conse- Todo va a terminar el 9 de febrero de
cuencia lógica / de mis decepciones, de mi 1994 en la Isla Saint Louis, primero en el Vicente Gutiérrez

saturación / y de mi desesperación subjeti- mostrador de uno de los bares de la isla,


va / sino la primera victoria real / y virtual en donde escribe: “este mundo en el que

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UNICA ZURN O LA DIALÉCTICA DE LA LOCURA


Guillermo Castellano

Unica Zurn o la dialética de la locura


G ui l l er m o C a s t e l l a n o

Sentía que la Edad de la Razón estaba completamente asentada a


nuestro alrededor, en detrimento de la Edad de Oro.
Mimi Parent

a la hora de ilustrar la relación entre locura


y cordura, entre caos y orden, podemos
espacio y de la mente que nada se nos pre-
senta como sobrehumano, creemos haber
provocado por la degeneración mental, sino
que nace ante la imposibilidad de retomar la
considerar que el Antiguo Egipto es una de desterrado hasta la última parcela de terre- vida cotidiana una vez que hemos entrado
las civilizaciones que mejor se presta a este no vetado. Sin embargo, esta racionalización en contacto con lo prohibido. Esto se veri-
fin. Cuando se instalan en la curva de Qena, extrema, que genera un ensalzamiento de fica en la propia vida de Unica, para quien
las comunidades prehistóricas emigradas del lo cotidiano, hace que todos los elementos el encuentro con el pintor surrealista Hans
corazón de África se encuentran frente a espontáneos sean considerados aparte, o, Bellmer supone una ruptura definitiva con el
un medio altamente contrastado: así como incluso, rechazados en tanto que pertur- modo de vida que ha obtenido frecuentando
las tierras más próximas al Nilo constituyen baciones del orden. Existen innumerables altos mandatarios del III Reich, y la adentra
un oasis fértil y relativamente sencillo de variables que, por escapar al código binario en ese universo poético que busca desde sus
acondicionar, las tierras que se extienden que caracteriza nuestra cultura, se exponen primeros escritos.
a apenas medio kilómetro del mismo son a una serie de prohibiciones tácitas no tan Aunque, cuando se defenestra en 1970,
llanuras en proceso de desertificación ron- diferentes a cuantas pesan sobre el Valle de sus amigos la recuerdan como a la extraor-
dadas por animales salvajes. Esta facilidad los Reyes. dinaria escritora de anagramas que, en
para distinguir lo hostil de lo favorable Hablo de un más allá que, al oponerse a la 1959, participa en la Exposición Surrealista
desemboca en una mentalidad dual, según supuesta racionalidad que guía nuestra ruti- Internacional dedicada a Eros, treinta años
la cual lo cuadrangular va a representar la na, resuena en el inconsciente colectivo como antes es una mujer de la alta burguesía
tierra cultivada y la protección otorgada por las inconcebibles promesas del alquimista o alemana que vive al margen del horror nazi.
los límites fronterizos, frente a lo informe, los cascabeles del loco. De la misma manera Una suerte de desconexión se produce en la
que expresa la idea de un mundo exterior que la montaña tebana marca el umbral que mente de Unica al escuchar, en una emisora
desconocido, violento, ingobernable conduce de lo aprehensible a lo inaprensible, de radio clandestina, un reportaje acerca
Este más allá resulta angosto porque este sonido sugiere la entrada a un mundo de los campos de concentración, instante a
escapa a la racionalidad o, dicho de otra situado encima de lo real, a un mundo partir del cual cuestiona toda su existencia
manera, porque en él se congregan las donde lo real se nos va a mostrar maximi- y comienza a aproximarse al denominado
fuerzas de la naturaleza que el hombre zado a cambio de deshacernos para siempre “arte de vanguardia”, exponiendo sus obras
no es capaz de transformar y, en última de nuestra cordura. Ésta es la idea que en la galería Le Soleil dans la Tête, por men-
instancia, de comprender. Motivo por el subyace en El hombre jazmín. Impresiones de cionar un ejemplo. Ya no es la misma perso-
cual va cobrando connotaciones sagradas, una enfermedad mental (Siruela, 2006), una na que ha sido antes de la Segunda Guerra
místicas, tal y como se desprende del hecho suerte de autobiografía escrita en tercera Mundial y su relación de pareja con Bellmer
de que sea elegida como emplazamiento persona a través de la cual Unica Zürn nos no hace otra cosa que adentrarla aún más
para esa necrópolis que es el Valle de los relata su estancia en diferentes manicomios en ese nuevo mundo que se despliega ante
Reyes, la ladera oriental de la montaña y nos ofrece reflexiones como la siguiente: sus ojos, como ella misma reconoce al hacer
tebana. A la postre de los márgenes que “Si alguien le hubiera dicho que había que de su amante el personaje que presta su
la realidad cotidiana delimita, los antiguos volverse loca para tener esas alucinaciones, nombre a El hombre jazmín.2
egipcios reconocen una realidad fundada en especial la última, no habría tenido incon- Algo similar le ocurre a la beat gen-
sobre lo maravilloso adonde se acude para veniente en enloquecer. Sigue siendo lo más eration retratada por Allen Ginsberg en el
no regresar jamás.1 asombroso que ha visto nunca”. poema Aullidos, donde los beatniks guardan
Esta concepción fragmentaria del entorno La locura se nos muestra bajo la forma de el aspecto de jóvenes desenfrenados con-
parece superada a día de hoy; habiendo un tributo que debemos pagar por acercar- sumidos por la droga y los sueños, de seres
alcanzado tal grado de racionalización del nos a lo poético; no se trata de un estado enloquecidos cuya existencia se tambalea

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UNICA ZURN O LA DIALÉCTICA DE LA LOCURA


Guillermo Castellano

a imagen de un funambulista que hubiera muy interesante, ya que nos recuerda a posee, primero, un marcado carácter esté-
perdido el equilibrio y ya no esperase con- esa emisión radiofónica que desvió para tico, en cuanto ciertos pasajes de El hom-
cluir su travesía. siempre el rumbo de Unica. bre jazmín constituyen una muestra muy
El poeta padece una revelación divina La pregunta retórica que cierra el libro lograda de escritura automática y de juego
que lo introduce en una fase irreversible se comporta como una apertura que nos con el lector. Unica Zürn se ve impelida a
de delirio, he aquí un planteamiento clara- invita a poner en tela de juicio nuestro liberar el discurso para dar cuenta de la
mente platónico. ¿Significa esto que con- propio conocimiento de la realidad. Debo libertad que acompaña sus momentos de
templo al loco lúcido como a un emisario destacar, además, que la autora no sigue locura, del mismo modo que, en Nadja,
expedido por el mundo de las ideas con el por los planteamientos escépticos o solip- André Breton sólo consigue expresar cuán
propósito de aportar la verdad al mundo de sistas que suelen guiar el discurso de maravilloso resulta su encuentro con la
lo material? Nada más lejos de mi inten- quienes cuestionan la validez de nuestra mujer que da título a dicha obra, después
ción. El loco soñado por Platón plantea percepción; lejos de argumentar que la de haber retirado al lenguaje los grilletes
una contradicción entre lo que pensamos verdad es inalcanzable o que las cosas impuestos por la lógica.
y lo que somos; contradicción que, en todo no existen más que en uno mismo, Unica Esta adopción de las formas surre-
momento, no deja de ser ficticia, pues desarrolla lo que he venido a llamar una alistas implica, por encima de todo, “la
cuanto pensamos viene condicionado por dialéctica de la locura. Si Marx localiza incorporación del aspecto más esencial y
el lugar que ocupamos en las relaciones de una contradicción entre la naturaleza revolucionario del programa surrealista: la
producción. Mientras tanto, el loco del que comunitaria del ser humano y la natura- concepción de que lo poético va más allá de
estamos hablando plantea una contradic- leza alienada del trabajo que se da en el la escritura concreta del poema y afecta a la
ción entre lo que somos y lo que podemos marco de una sociedad de clases, ella trata vida misma”, en palabras de Cristina Piña.3
ser. En vez de otorgar un valor desmesu- de mostrarnos la contradicción existente Mientras que muchos artistas y literatos
rado a las ideas, evidencia, mediante su entre la naturaleza incontrolable de la se dejan influir por el Surrealismo como
inadaptación, que nuestra manera de apre- poesía y la naturaleza ultra-racionalista de quien sigue un dogma de fe o una moda,
hender la realidad ha originado una sepa- nuestra sociedad. la adhesión de Unica a cuanto Breton
ración entre lo cotidiano y lo maravilloso. Y La principal regresión de esta última plantea en los célebres Manifiestos es de
que, por consiguiente, hemos sido privados respecto del Antiguo Egipto radica en que orden existencial: ella ha comprendido que
de nuevos estímulos para conservar una no concibe la complementariedad de lo la causa de la poesía es también la causa
reconfortante sensación de cordura. irracional poético y de lo racional cotidi- del ser humano y que una revolución social
Llegados al desenlace de El hombre ano. Para los egipcios, en efecto, el buen permanecerá incompleta si su programa
jazmín, el alter ego de la autora logra monarca ha de manifestar tanto los atribu- no contempla devolver a las personas la
superar su última crisis esquizofrénica y tos de Horus —idea del cultivo, la paz, la creatividad, el amor loco y el placer que
se pregunta hasta qué punto le compensa abstinencia— como los de Seth —idea de nace de lo inesperado.
tal reinserción involuntaria en la nor- lo árido, la violencia, el exceso—; ha de ser
malidad. “Lo que importa es darse cuenta de comedido y cruel al mismo tiempo. En este Guillermo Castellano
que el ‘ping’ se produce cuando una mujer sentido, no resulta descabellado establecer NOTAS
desconocida e insignificante lava los platos una analogía entre la escritura de Unica y
y que los nueve martillazos son necesarios ese arte nubio que eleva a Seth a la altura 1. Para más información sobre la relación
para que los albañiles partan una piedra…, del dios-halcón. entre el medio-ambiente y la ideología en
¿es esto una liberación?” Durante el resto de Conforme a esta voluntad de compensar el Antiguo Egipto, léase Barry J. Kemp: El
la narración, este sonido agudo y metálico, un desequilibrio inicial, El hombre jazmín antiguo Egipto. Anatomía de una civiliza-
que ella se ve forzada a aceptar como un no es otra cosa que un nuevo elogio de ción, Crítica, Serie Mayor, Madrid, 1992.
fenómeno anodino, marca el inicio de sus la locura. Elogio que está, sin embargo, 2. Penelope Rosemont: Surrealist women:
hermosas alucinaciones; es la seña de exento de pretensiones erasmistas; se va an international anthology, University of
algo desconocido que viene a introducir la a desarrollar, por el contrario, desde una Texas Press, The Surrealist Revolution
poesía en la sórdida pensión donde habita, óptica surrealista, pues la autora que nos Series, Austin, 1998.
y, por esto mismo, se trata de una señal ocupa encuentra en el Surrealismo un 3. Cristina Piña: Alejandra Pizarnik, Planeta,
amistosa y deseada. El hecho de que se clamor a favor de la vida poética, de la Colección Mujeres Argentinas, Buenos
presente como un sonido resulta, además, poesía integrada. Su filiación surrealista Aires, 1991.

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EGRÉGORES O LA VIDA DE LAS CIVILIZACIONES


José Manuel Rojo

Egrégores o la vida de las civilizaciones


José M an u el Rojo

l
a publicación por Octaedro de Egrégores matemáticas, física o arqueología, ocultista “la realidad es una palabra sin contrario”, y
o la vida de las civilizaciones, escrita por influido por Pierre Piobb, estudioso atento la analogía (u homología), la llave que abre
Pierre Mabille en 1936, supone un gesto del psicoanálisis que desarrolla la teoría del las cerraduras de las falsas barreras que
valiente y una feliz sorpresa que confirma, doble inconsciente,1 dialéctico consumado intentan parcelarla. Es esa llave la que va
entre otras cosas, que “ha llegado la hora de y marxista tan convencido como hetero- a esgrimir en Egrégores para introducirse
sacar a Pierre Mabille de su sombra y devol- doxo…y surrealista. Amigo íntimo y médico en el enigma de las realidades colectivas o
verle su puesto en el Surrealismo”, como personal de muchos surrealistas, y miembro civilizaciones.
decía Saranne Alexandrian en su ensayo Le activo después al encontrar en el surrealis- ¿Por qué las civilizaciones? No pre-
Surréalisme et le Rêve. Y quien dice surrea- mo “el clima sensible en el que se ponían cisamente por afán de saber abstracto,
lismo, dice pensamiento del siglo XX, y más en cuestión los fundamentos mismos de sino porque el fracaso revolucionario que
concretamente pensamiento revolucionario: la cultura”. Se inició así una colaboración, observaba en los años 30, a pesar de la
por eso, para que no quede ninguna duda frustrada sólo por su muerte prematura esperanza de la revolución anarquista en
sobre el sentido de este libro prodigioso e en 1952, que se manifestaría no sólo en España, le imponía la necesidad de estudiar
inspirador como pocos, en la primera pági- multitud de artículos e intervenciones des- la naturaleza de las civilizaciones para
na aparece una dedicatoria a “los revolu- parramadas por las revistas del movimiento diagnosticar si existía alguna ley general
cionarios españoles aplastados por el peso antes y después de la II Guerra Mundial,2 que dictara su evolución y su ruina, cono-
de un mundo de muerte. Primeros vivientes sino también en los escritos más ambiciosos cimiento necesario para los revolucionarios
de corte teórico entre los que destaca, sin
de la gran Leyenda donde ha de fundirse la que deseaban abolir la civilización cristiana
duda, El espejo de lo maravilloso: una ver-
nueva conciencia humana”. Toda la obra dominante, principal objeto de estudio de
dadera deriva espiritual a través del tiempo
de Mabille será fiel a esta promesa, que es este libro, construyendo en su lugar otra
de lo imaginario por un torbellino de textos
también la del surrealismo. muy distinta. Para ello, Mabille define en
de muy distinta procedencia, desde un
Pero, ¿quién es Pierre Mabille? ¿Un “hom- primer lugar al egrégoro que funda toda
ritual masónico a una carta de un obrero
bre de gran consejo, de gran conjetura, de estructura social: es un “grupo humano
norteamericano, desde un fragmentos del
gran secreto y de las grandes fraternida- dotado de una personalidad diferente de la
ciclo artúrico a una proclama luddita o
des”, como le definió Breton? ¿O un “psi- de los individuos que la forman”, un grupo
los rumores de la muerte de Hitler. Con
cogeógrafo por la colección de maravillas”, cohesionado por un sistema de valores que
este material heteróclito, Mabille analiza
como dijo Debord? Dejando a un lado que daría sentido al hombre, la vida y el mundo,
el fenómeno de lo maravilloso situándolo
pocas personas contemporáneas a Breton y a partir de un ideal más o menos sagrado,
en las antípodas de la fantasía pueril o el
Debord tuvieron el honor de ser alabados mítico y/o religioso. En su origen estarían
consuelo místico: como aspiración del ser
por ambos, fue todo eso y mucho más. los factores económicos, técnicos, raciales
humano que “expresa la necesidad de supe-
Cirujano jefe de la Clínica de la Facultad o geográficos, pero el primordial sería el
rar los límites impuestos” y está a la vez
de Medicina, antropólogo que imparte cla- choque emotivo, pues “el vínculo que une
fuera y dentro de él. Porque para Mabille
ses en la Sorbona, erudito versado en a los pueblos, aparte de la necesidad inme-

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EGRÉGORES O LA VIDA DE LAS CIVILIZACIONES


José Manuel Rojo

diata, corresponde en mucho mayor grado cuanto al segundo, Mabille insiste en que proporcionan aquí algunos materiales des-
al campo de la sensibilidad y de la emo- el nuevo egrégoro tiene que fundarse en tinados a una nueva construcción social”.
ción”.3 Aclarado su origen y nacimiento, la destrucción de las antinomias para que Materiales no perecederos, materiales
Mabille estudia al egrégoro como si fuera el ser humano encuentre su lugar en el eternos para que esa lucha “muy dura
un ser vivo, siguiendo la teoría del ciclo universo, y la única forma es “la toma de y muy dolorosa” concluya en ese nuevo
vital que compartían otros autores de la conciencia total de la realidad por medio egrégoro de “la Rebelión humana perma-
época como Arnold Toynbee. Desde este de lo imaginario”. En este punto, el libro nente”, del deseo y de la poesía.
punto de vista, el egrégoro nace, crece y entra de lleno en las propuestas concretas,
muere, y esto es lo que interesa a Mabille que Mabille, como no podía ser menos, José Manuel Rojo
en última instancia: cuándo y cómo muere extrae de la “crítica de la realidad” ejercida NOTAS

una civilización, para prever su caída por el surrealismo: el azar objetivo, que
1. Según Mabille, existiría un inconsciente
acelerándola si es posible. Para ello tendrá permitiría intuir que la relación macrocos- visceral del individuo y otro del olvido
en cuenta la relación entre la sociedad mos-microcosmos no es una quimera, y el similar al inconsciente colectivo de
y el cosmos por medio del movimiento “ejercicio del estado de gracia poético”, al Jung, pero con una diferencia sustancial:
de precesión de los equinoccios, teoría de alcance de todos y liberado de todas las los arquetipos no son eternos, pueden
inspiración ocultista que le permitió cal- rémoras del misticismo y del racionalismo desaparecer con el tiempo, de tal manera
cular una duración de veinte siglos a cada estrecho, que socava el conformismo con- que “un hombre diferente puede y debe
egrégoro, por lo que al cristiano-capita- génito del individuo en una práctica de lo nacer” (Thérèse de Lisieux, 1937).
lista ya le quedaría bien poco…Se puede maravilloso que cobraría así una inespe- 2. En efecto, Mabille colaboró en Minotaure
pensar lo que se quiera de la racionalidad rada dimensión ética y política. Pues en (“El ojo del pintor”, “Espejos”), VVV (“El
Paraíso”), N.E.O.N…firmando igualmente
de semejante “astrología social”, pero hay efecto, “en lo que concierne a las civiliza-
las declaraciones colectivas que en la
que reconocerle un mérito: que pone en ciones, la acción eficaz es la que alcanza la
posguerra marcaron la línea política
su sitio natural al hombre soberbio de la sensibilidad, creando necesidades y deseos
surrealista (Ruptura Inaugural, A la perrera
tecnociencia, que se creía a salvo de las nuevos. La hora del legislador sigue con
los que ladran a Dios, Libertad es una palabra
influencias y límites de la Naturaleza.4 retraso a la del poeta”. Gran lección para vietnamita, etc). Varios de estos textos han
Sea como fuere, toda decadencia lleva los legisladores, y para los moralistas que sido editados por Etcétera en su colección
aparejada la reconstrucción, y para ello querrían emularles… de cuadernos.
Mabille reflexiona sobre el papel del mito Por último, aunque Egrégores aborda la 3. Por eso el ejemplo mínimo de un egrégoro
y la provocación de un nuevo choque emo- filosofía de la Historia desde una perspec- sería la pareja amorosa, “realidad nueva
tivo que dé lugar al egrégoro revoluciona- tiva determinista, sería un grave error pen- que transforma a cada individuo”.
rio. Respecto al primer aspecto, no sólo sar en ese determinismo como un grimorio 4. Algunas predicciones de Mabille son por lo
distingue con acierto entre mito y religión, fosilizado de pronósticos categóricos, una menos inquietantes: “un signo fundamental
sino que insistirá en que criticar a esta no negación de la libertad, y sobre todo una de la decadencia de una civilización puede
observarse en el abandono del esfuerzo a
basta, pues hay que superarla partiendo coartada para la pasividad del que confía
favor de la colectividad. Todas las técnicas
de la base de que la religión ha manipu- que la salvación venga por los astros, o
que estaban reunidas en una disciplina
lado el miedo a la muerte y el deseo de por la dialéctica. Estamos más bien ante
única en vistas a una obra conjunta se
lo maravilloso inherentes al ser humano; un pensamiento que opera y se despliega
disocian (…) el periodo de agotamiento
por eso, el proyecto revolucionario debe entre analogías y metáforas, y que, por eso lo ocupan disturbios incesantes, guerras
dar respuesta a ese miedo y a ese deseo mismo, puede inspirar y liberar al nuestro y crisis de todo tipo. El malestar crónico
desde una posición materialista que hace más allá del acierto o no de algunos juicios domina la escena. Una guerra pone fin a la
del mito una facultad natural del hombre, determinados. A esto y no a otra cosa se existencia de una colectividad totalmente
en vez de un delirio o una ideología. En refería Mabille cuando advierte que “se podrida”. Al paso que vamos…

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UN DÍA TODAS LAS ZANAHORIAS DEL MUNDO SERÁN NUESTRAS


Andrés Devesa

Un día todas las zanahorias del mundo serán nuestras


A n drés D eves a

c onfundido en la maraña del arte moderno, bles para la revolución, los surrealistas de revolución social que acabará con la discri-
el surrealismo, después de su etapa gloriosa Chicago añaden nuevas prácticas y, sobre minación y el racismo eliminando aquello
a finales de los años veinte y principios de todo, nuevas perspectivas de lucha en una que los hace posibles y necesarios para la
los treinta del pasado siglo, sobrevivía en sociedad que tras largos años de indolencia perpetuación de lo existente: el capitalismo
las décadas posteriores como un vestigio se revuelve de nuevo y enarbola la ban- y su modo de vida.
de tiempos mejores. Breton y los suyos dera negra de la revolución. La editorial En su apoyo a la lucha de las mujeres,
continuaban su labor incansable, pero no Pepitas de calabaza publica en 2008 ¿Qué el surrealismo recoge su tradición ante-
podían evitar que el surrealismo fuese que- hay de nuevo viejo? Textos y declaracio- rior en este sentido (con especial énfasis
dando poco a poco reducido a su vertiente nes del Movimiento Surrealista en Estados en el contenido revolucionario y liberador
más pobre: la de mera expresión artística Unidos (1967-1999). Podemos rastrear aquí del amor, aunque en ocasiones toma un
y literaria. A ello contribuyeron, sin duda, lo mejor del surrealismo, influido ahora por carácter demasiado idealista) y la amplía
muchos de sus desertores, que abandona- los nuevos movimientos que surgen en los con nuevos presupuestos tomados de la
ron su pretensión de cambiar el mundo y se años sesenta y posteriores, pero que tam- lucha feminista de los años sesenta, aunque
limitaron a una pose estética, pero también bién influirá en cierto modo en ellos o al crítico con algunos de sus aspectos, porque,
hay que mencionar el anquilosamiento del menos en algunos de sus actores (se puede al igual que en la lucha de los negros,
propio grupo surrealista, pese a las incorpo- mencionar entre ellos a los Motherfuckers o los surrealistas no conciben la igualdad y
raciones de muchos jóvenes en esos años, y a Rebel Worker). la libertad sin derribar esta sociedad, no
su complacencia con su propio pasado. Entre los textos incluidos se encuentran desean una igualdad fundada en la clau-
En 1965 una pareja de norteamericanos, varios en los que se defiende la lucha de dicación (disfrazada de reconocimiento de
Franklin y Penelope Rosemont acudieron a los negros por su liberación (“En defensa de la igualdad) de la mujer ante esta sociedad
París y entraron en contacto con el Grupo Huey Newton”, “En defensa de los Panteras creada por hombres, sino su destrucción
surrealista. El Grupo surrealista de Chicago Negras”, “Propuesta para un manifiesto del y la creación de una nueva sociedad que
hacía su aparición, que se concretaría un Poder Negro”). En los Estados Unidos de los tenga unos fundamentos muy distintos. Así
par de años después con la públicación años sesenta la lucha de los negros supone lo vemos en los artículos de Nancy Joyce
de su primer texto: Situación del surrea- uno de los principales desafíos al orden Peters “Amor, revolución y liberación de la
lismo en los EE.UU. Y estos surrealistas establecido y los surrealistas norteameri- mujer”, “Poesía y psicoanálisis en la lucha
norteamericanos serán los que darán un canos apoyan tanto en la teoría como en la contra el patriarcado” y “De los gnósticos
impulso nuevo al surrealismo, renovándolo práctica esa lucha, aunque ese apoyo a la al surrealismo: el amor como fuerza revo-
profundamente y haciendo que disfrute de lucha de los negros va más allá de las peti- lucionaria” (textos de los que por desgracia
una segunda juventud. Al contenido tradi- ciones de mera igualación en derechos con sólo se incluyen unos fragmentos en esta
cional del surrealismo y su defensa de la los blancos, concibiéndola como algo más, edición). Esta surrealista ataca muchos de
poesía, del amor y de lo maravilloso como en el mismo sentido de los Panteras Negras los lugares comunes del feminismo como
armas no sólo utilizables sino imprescindi- (al menos en sus comienzos), como una la liberación sexual, poniendo de relieve la

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UN DÍA TODAS LAS ZANAHORIAS DEL MUNDO SERÁN NUESTRAS


Andrés Devesa

nueva esclavitud que se impone al redu- mercancía, sólo entonces podrá existir una rístico a la acción revolucionaria puede
cirse esta liberación al marco que imponen auténtica libertad sexual, sólo entonces que no sea siempre fácil, pero supone
las relaciones mercantiles del capitalismo, hombres y mujeres podrán ser plenamente un punto de partida indispensable […] El
con lo cual no sólo se conjura un peligro, libres. surrealismo interviene precisamente en
sino que se crea un nuevo mercado, una En este libro puede también encontrarse este punto. Nuestro objetivo, parafrasean-
nueva esclavitud; la verdadera liberación un precedente de la lucha por la liberación do a Marx, es crear una situación cómica
sexual, la verdadera liberación de la mujer animal: “El paraguas del oso hormiguero. que no permita volverse atrás». Entre los
no puede llegar sino con la liberación de Una contribución a la crítica de la ideo- textos recogidos en el libro destaca por
todos y todas, con la abolición del capi- logía de los zoos”, donde se afirma: «Si ese sentido del humor con un potencial
talismo, del patriarcado en su conjunto y la esclavitud empieza con la humanidad, subversivo uno sobre el conejo más irre-
de la mediación y las falsas necesidades debe acabar con la liberación simultánea verente de todos los tiempos, Bugs Bunny,
que impone la dictadura de la mercancía. de los humanos y de los animales del yugo contraponiéndolo a su gran enemigo Elmer
Nancy Joyce Peters defiende el carácter del fetichismo de la mercancía y de las «ese calvo, lerdo, temperamental y tímido
revolucionario del surrealismo también efusiones narcisistas. El brutal confina- pequeño burgués».
en este aspecto y desenmascara a una miento de los animales sirve en última ins- También destacan varios textos que
parte del feminismo (fundamentalmente tancia para separar a hombres y mujeres muestran el potencial utópico de lo mara-
en su encarnación académica posmoder- de sus propias potencialidades, volviéndo- villoso que aún queda en el mundo y que
na) que ve en la mujer la suma de todos se víctimas de su propia e insidiosa barba- es un instrumento para la superación del
los valores pero que, sin embargo, lejos de ridad.» De nuevo nos encontramos ante la miserabilismo impuesto, mostrando una
aspirar a algo más, lo único que ansía es misma posición: derribemos el capitalismo puerta abierta a una vida que sea algo
su cuota de poder en este mundo: «Ellas y su fetichismo de la mercancía y entonces más que el trabaja-y-consume del capi-
trabajan contra los intereses de las muje- cabrá la posibilidad de que todos y todas talismo, permitiéndonos experimentar lo
res reforzando las divisiones de sexo, y su seamos libres. que podría ser la vida si cayesen todas las
participación en la alta competición para El humor siempre ha sido un arma barreras que la contienen y haciéndonos
sumar puntos en el juego de la opresión contra los poderosos. Esto lo ha tenido aspirar todavía y pese a todo a trans-
solamente sirve a quienes sacan beneficio siempre presente el surrealismo. Como en formarla radicalmente. Y porque todavía
del confinamiento de la rebeldía en fac- el cuento del traje nuevo del emperador aspiramos a ello es por lo que este libro es
ciones y grupos aislados». Justifican así de Andersen, los poderosos no soportan útil y necesario.
su propio dominio sobre otros hombres y que se rían de ellos porque saben que en
mujeres, enmascarándolo bajo la ideología el momento en que alguien entona una Un día los Elmers serán vencidos.
barata que afirma que cuando las mujeres carcajada frente a su solemne estupidez Un día todas las zanahorias del mundo
mandan las cosas van mejor. Lejos de ese muchos otros les pueden seguir, cayendo serán nuestras
tópico, Peters defiende la liberación total así el velo y dejando ver la inmensa farsa
y absoluta de hombres y mujeres tanto de su realidad. En palabras de Franklin Andrés Devesa
del yugo del patriarcado como del de la Rosemont: «Traducir este impulso humo-

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EXENCIONES
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 PEGARLE FUEGO A LA REALIDAD pensando en apearnos, en abandonar  MOTINES QUE HACEN ESTALLAR UN
ENTERA el miedo que paraliza para el sabotaje TREN O TRENES QUE ESTALLAN EN UN
nuestros cuerpos: aquí y ahora; más MOTÍN: NECHAEV VISITÓ MADRID
El espectáculo se ha entremezclado con tarde ya veremos.
toda realidad (...) no existe ya nada, ni
Como Lautréamont, hemos recibido la
vida como una herida y hemos prohibido
l a idea propuesta por Camus no puede
en la cultura ni en la naturaleza, que no tener hoy mayor vigencia: “Yo me rebelo,
al silencio que cure la cicatriz. Queremos
haya sido transformado y contaminado por lo tanto existimos”. Así lo han enten-
que el creador contemple, en cada hora
conforme a los medios y los intereses de dido cientos de ciudadanos anónimos
de su eternidad, la grieta abierta. Es el
la industria moderna. Incluso la genética que, bajo el tejido de una ciudad que
castigo que le infligimos; es nuestra
se ha vuelto plenamente accesible a las no duerme jamás, están expresando su
lucha.
fuerzas dominantes de la sociedad rechazo. Y todo ello en un comienzo
“La acción subversiva de la poesía —dice
GUY DEBORD, COMENTARIOS SOBRE LA SOCIEDAD de siglo que, de forma aparente y apa-
Aldo Pellegrini— se manifiesta al ofre-
cernos la poesía la imagen de un uni- rentemente presentado por los media,
DEL ESPECTÁCULO
verso en metamorfosis, en oposición al proclama no haber ya causas justas y que
a mar, pensar, luchar: son verbos nece- universo rígido que nos imponen las sus abanderados han sucumbido ante la
sarios, acciones, actos para una gramáti- convenciones. La imagen poética en desaparición de los conflictos de clase o
ca de la subversión. Desde el vacío pal- todas sus formas actúa como desinte- de otro tipo.
pable de un movimiento real de crítica, gradora de ese mundo convencional, En Madrid, los parones, retrasos e inci-
trataremos de buscar —como Platón— la nos muestra su fragilidad y su artifi- dencias en el metro, sobre todo en la
verdad, el bien y la belleza; o no. Tal vez cio, lo sustituye por otro palpitante Línea 6, se cuentan por decenas desde
gritemos y gimamos como si los perros y viviente que responde al deseo del hace ya muchos meses. Pero la trayecto-
de la noche llevaran nuestro nombre hombre (...) Pero indudablemente la ria de este conflicto, lejos de decrecer, ha
entre dientes. Tal vez dejemos, de una poesía, al introducirnos en el misterio ido en aumento, en la misma proporción
vez por todas, de complacernos artísti- de lo real, nos descubre una vasta zona que el hartazgo de aquellos que pompo-
camente en las formas (espectaculares) de peligro, una región inquietante y samente son llamados “sus usuarios”. El
y seamos “como condenados que son turbadora. Muchas veces lo poético clima de insubordinación quedó perfec-
quemados vivos y hacen signos desde la [esto es, cuando cadx unx de nosotrxs tamente plasmado hace varias semanas
hoguera” (A. Artaud); pero ojo: no para comprende que nuestras vidas yacen mediante el plante de varias decenas de
contentarnos como Narciso en su reflejo presas] toma la forma de un acto de usuarios del metro que se negaron a des-
o con la aurora de una revolución en violenta provocación y aparece como alojar un vagón. Los incidentes comen-
soledad y solipsista, sino para aprehender antipoético, como negador de la crea- zaron cuando en la estación de Usera,
dónde estamos y escapar cuanto antes y ción”. por “una avería técnica”, según Metro,
por todos los medios de tanta miseria. La poesía —tal y como entendemos—, los pasajeros tuvieron que bajarse de
Para humedecer, en fin, un ansia poético ahora que la hegemonía del mercado
los vagones y esperar en el andén a que
que pueda acabar desbordándose en ha colonizado por completo nuestros
llegase el siguiente convoy. Éste ya venía
nuestra relación con lxs otrxs, con los anhelos y nuestro movimiento, ahora
lleno, así que los nuevos pasajeros se api-
objetos y los fenómenos. que el régimen democrático-especta-
ñaron como pudieron y el tren continuó
En este peculiar détournement tal vez cular retrata e informa de un mundo
el viaje. Al llegar a la estación Conde de
nos preguntemos ¿qué es el hombre? virtual hermoso pero que aniquila la vida
Casal se produjo otra avería: el sistema
Tal vez nos preguntemos también ¿qué en su versión real, no es ni mucho menos
puedo saber? Y menos, espero, ¿qué debo un divertimiento o un lujo “pequeño de cierre de puertas falló. Por megafonía
hacer? (moral), y, nunca, ¿qué cabe espe- burgués”, sino una necesidad del mismo Metro anunció a los pasajeros que, de
rar? (religión): el pensamiento no puede calibre que lo es el respirar o el compartir nuevo, tenían que bajarse de los vagones.
complacerse tan fácilmente; postergar la vivencias con espíritus afines. La poesía Fue entonces cuando la gente empezó
necesidad de transformación al futuro “... es al mismo tiempo palanca y resultado a protestar. Los centenares de viajeros,
que ha sido nuestra ilusión toda la vida y (causa y efecto) de una politización radi- que ya venían enfadados por el parón
que falta todo por hacer” (La estrategia cal de la vida. anterior, ignoraron el aviso de megafonía
del caracol), y quedar atrapado en la Amar, pensar, luchar: pegarle fuego a la y se negaron a moverse de los vagones.
pregunta ¿qué es posible? realidad entera; está todo por hacer. Sin ser apenas conscientes de ello, con
El nuestro, de tener alguno, no es el este gesto cruzaron la delgada línea que
papel de profetas. Y si hablamos de ZUMBIDOS, 11-3-2006, los convirtió en “okupas”, tal y como los
revolución no lo hacemos pensando en zumbidos@no-log.org calificó la empresa de transportes. Los
el porvenir. Lo hacemos, en todo caso, guardias de seguridad de la compañía,

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ante la imposibilidad de desalojarlos, En una época que ha vivido la desinte- rastros de lo que algún día se denomi-
optaron por llamar a agentes de policía gración casi absoluta del viejo proleta- nó como “entrañable” y que ahora es
y antidisturbios que, ante la sorpresa riado, los dominados —repartidos en las contemplado como un lenguaje en des-
general, bajaron a la zona de los andenes ciudades en angostos apartamentos y uso. Los vecinos, por otro lado, expresan
parapetados y cargaron. Varios agentes colmenas— están comprendiendo que el su desprecio hacia las autoridades que
de la Policía se ensañaron con un joven empobrecimiento de sus vidas se visibi- acometen destrucciones para convertir
en la estación de Conde de Casal, el cual, liza cotidianamente bajo la crudeza de estos barrios en sucursales del centro
a pesar de llevarse varios golpes, fue la insoportable vida en las ciudades. Ni capitalino y con su misma apariencia. De
denunciado por un delito de resistencia las prestaciones de éstas, ni tampoco los hecho, la protesta contra los parquíme-
a la autoridad. Los testimonios de otros miles de fetiches y gadgets que se les tros revela un profundo deseo aún más
viajeros hablan por sí solos: “Eran 10 ofrece, pueden ser suficientes para cal- hondo y radical, todavía sólo visible en
o 12 policías contra un chico joven. mar eso que ya intuyen: el deseo salvaje, su superficie espectacular (las marchas
Le dieron una paliza brutal: puñetazos, ahora alienado. Acostumbrémonos pues y los comunicados), pero que sorprende
patadas...” (…) A una mujer embarazada a las regulares explosiones de violencia o por la autoorganización extraparlamen-
la sacaron del vagón a rastras, peor que de insubordinación en los aspectos más taria, la asamblea y la acción directa. De
a un animal, y a otra casi le rompen un íntimos de nuestras vidas y asumamos sus actos se puede continuar, citando a
brazo. Se había agarrado a una barra de que los viejos esquemas ya no nos sir- Camus, que “aparentemente negativa,
sujeción y gritaba que le iban a romper el ven porque el último postromanticismo puesto que nada crea, la revuelta es pro-
brazo mientras varios policías intentaban (el genuinamente sesentayochista) no fundamente positiva, pues revela lo que,
sacarla del vagón”, relató otra pasajera.
volverá a producirse bajo las formas de en el hombre, debe ser defendido siem-
Al salir de la estación, varios viajeros
antaño. Muchos son los que, a su mane- pre”. A sus detenidos se les confiere el
indignados se señalaban y autoinculpa-
ra, aún quizás tosca, están expresando calificativo de “represaliados”, mientras
ron como autores de lo que definieron
esta insoportable vida en la metrópo- casi una decena de vecinos se enfrentan
como un “motín”. Las perspectivas de
li. Bajo la superficie de estos hechos, a cargos de daños por la destrucción de
futuro plantean un escenario aún más
pasados de forma casi inadvertida entre los parquímetros o el acoso contra los
dramático, toda vez que mientras este
las páginas de los diarios o contempla- vigilantes del Ayuntamiento. Las últimas
texto es escrito llegan nuevas noticias de
dos pasivamente, subyace un malestar noticias son las de artefactos caseros que
heridos por averías y violentas maniobras
ampliamente sentido cuyos destellos son han sido introducidos en los mecanismos
de los trenes o más retrasos.
capaces de despertar la solidaridad de para hacerlos saltar por los aires. De un
Las imágenes que nos conducen hacia
aquellos que se ven como acompañan- lado u otro, a la derecha y a la izquierda,
una obligatoria vida en la escasez de
tes obligatorios. Y todo ello puesto que partidos, sindicatos y medios de comuni-
estímulos positivos y de sensaciones que
las armas de las que la propaganda del cación se echan las manos a la cabeza.
defiendan nuestro derecho a ser libres
Estado hace uso deben luchar dentro del “Los bárbaros han vuelto”, parecen decir.
encuentran su mejor escenario entre el
traqueteo del metro —lugar forzoso de campo de lo moral: difícilmente puede En el caso de los sucesos en el metro
encuentro de los individuos en tránsito alguien defender la inmoralidad de los madrileño, una vez más, el discurso de
hacia la esclavitud asalariada— y que viajeros hartos de los retrasos y que deci- los jefes y la bofia apunta hacia una
reafirma esa saturación de imposicio- den destruir el vagón o amotinarse. oscura mano negra. Nechaev ha estado
nes. En definitiva, “lo que odiamos en Al igual que en la masiva protesta veci- visitando Madrid, parecen insinuar. De
nosotros mismos es nuestro exceso de nal contra los parquímetros, la represión pronto, los retrasos y averías son resul-
realidad” (Baudrillard), y ese “exceso” penal y el control policiaco no han sido tado de distintos sabotajes cuyos autores
el metro lo multiplica cada día. Pero capaces de inhibir los deseos de frenar lo son los trabajadores. A día de hoy, todo
en el mundo moderno, arrogantemente que consideraban, acertadamente, como parece apuntar que estas afirmaciones
impuesto bajo la promesa de una como- una progresiva pérdida de la identidad son gratuitas, meras cortinas de humo
didad extrema y una felicidad garan- en los barrios populares de Madrid. En que hacen que miremos el dedo y nos
tizada gracias a la técnica, la chusma mayor medida, su protesta es un intento perdamos la luna. En último termino,
ha comenzado a ser consciente de que por conservar el presente, aunque dete- nadie será responsable, mientras se agita
ya nunca podrá ser feliz. Ha asumido riorado y devaluado, como si fueran los la mano negra señalando al terror ácrata,
que su mayor aspiración vital pasa por únicos restos de una ciudad perdida o de a Nechaev o al corpulento Sr. Jueves de
una vida fragmentada, separada y de un sueño colapsado. Plantean su miedo al la novela de Chesterton. Miedo.
supervivencia. Ha renunciado a ser feliz, futuro desde el plano del progreso, pero No obstante, todas estas transforma-
porque ya tan sólo puede pretender sen- no miran al pasado. Su revuelta es contra ciones son la micropolítica capaz de
tirse contenta. la Historia, aquella capaz de borrar los encender los ánimos. Si desde un punto

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de vista cualitativo estas formas de conflicto se vuelve social y, por lo tanto, huelga es violenta, que el usuario sufre
protesta y sus razones aparentes pudie- político. Lo interesante, en este orden las consecuencias, que nuestros derechos
ran parecer parciales, no lo son los de cosas, no son los resultados (nuestra como consumidores del mejor transporte
cambios que producen en quienes son historia es la de las derrotas o las revo- público del mundo están siendo lesio-
sus protagonistas ni la fuerza de la luciones inacabadas), sino los procesos nados. Y nosotros miramos a nuestro
puesta en práctica de la desobediencia. de toma de contacto con ese “exceso de alrededor y asentimos, pues estamos
No dudamos que la señora que tuvo la realidad” que sufren sus protagonistas acostumbrados a creer en las palabras
determinación necesaria para destruir los y las transformaciones que se producen sensatas y razonables de los que más
parquímetros, con sus propias manos y a en éstos. Ni tan siquiera la última gran saben. Y no nos importa no saber.
plena luz del día, ahora comprenderá un revuelta en suelo europeo, la que se Por otro lado, ¿qué pide esta gente?
poco mejor el cómo y el por qué de otros produjo en la periferia de varias ciudades ¿De qué se quejan? ¿Acaso no tienen
tantos actos diarios que son proscritos francesas, despertó el interés de ese
un empleo, con todo el paro que hay?
bajo la calificación de “vandalismo”. Ello sector del ambiente contestatario porque
Quieren, entre otras cosas, un mismo
no implica, por supuesto, que nos con- los salvajes carecían de banderas rojas
sueldo para todos los que hacen el mismo
formemos o que esto sea suficiente. Este o negras, y no mostraban emblemas ni
trabajo independientemente de la empre-
no es nuestro caso, ni mucho menos. bellas proclamas. Ellos éramos nosotros.
sa que les (sub)contrate o de su catego-
Por ahora, estos modos rebeldes tan Su ira era nihilista, porque la superación
sólo apuntan los síntomas de una enfer- ría profesional, estabilidad y contratos
del nihilismo pasa por la destrucción de
medad que empieza a ser fácilmente indefinidos, una jornada de 35 horas
la actual sociedad sin conservar rastro
reconocible. Son el escaparate de algo, laborales, subida de sueldo que la vida
alguno de sus instituciones y “verdades”.
una dialéctica existente que se impone Aunque la realidad nos estalle en la está muy cara y un plus de peligrosidad
como factible y, por lo tanto, válida, en cara, la ruptura con las condiciones de más que justificado, y precisar qué tipo de
un periodo de reflujo en la lucha. Y todo vida será espontánea y sin previo aviso tareas pueden hacer o no las trabajadoras
ello cuando parecía imposible, a pesar de “oficial”. Sin lugar a dudas, superará a embarazadas. Sí, claro, y también la luna.
los constantes esfuerzos por invisibilizar las organizaciones, porque éstas siempre A ver quién disfruta de esas ventajas, a
la angustia, el hastío y el rechazo tras las tratan con modelos proyectados desde ver quién, entre todos los que cogemos
vallas publicitarias, los luminosos o los la nostalgia y porque el tiempo juega en el metro cada mañana, tenemos un tra-
anuncios de rebajas. Sin embargo, algo nuestra contra. Todos, en cierta medida, bajo fijo y estable, y subidas de sueldo, y
está pasando. seremos, a priori, superados. Una buena una Tabla Salarial única para todos los
Mientras tanto, un sector del ambiente actitud en este tablero de ajedrez tan compañeros, cuando muchas veces no
revolucionario más ortodoxo actúa como cambiante es la anticipación, que no la sé quien es el que está mi lado, ni qué
si la aventura por la abolición total de la videncia, porque la emancipación de los empresa le paga, ni por cuanto tiempo
sociedad fuese a estudiar matemáticas. dominados será obra de ellos mismos. y en qué condiciones. ¡Y 35 horas a la
No obstante, este sector no está, ni semana, con la que está cayendo! Y lo de
mucho menos, imposibilitado para ver PIERRE LOEB, COLECTIVO DE TRABAJADORES las embarazadas… mejor que se queden
lo evidente. Ni quieren ni desean ver. Su CULTURALES LA FELGUERA calladitas, no vaya a ser que las despidan.
fe está del lado de los libros de historia MARZO 2007 Porque en mi trabajo lo hacen, ¿no?, yo
sin que sean acaso conscientes de que el
lo he visto, y yo no llego ni a mileurista,
escenario ha cambiado y que el propio
 ENSUCIAR EL TRABAJO PARA LIMPIAR y trabajo más de 40 horas y llego tarde a
tiempo los ha superado a ellos mismos.
LA VIDA casa y a veces pringo los fines de semana
Cada cierta época, esperan la señal de
(En apoyo de la Huelga de Limpieza y casi no tengo vacaciones, y no me quejo.
una futura revuelta en las fábricas, exhi-
de Metro) ¿Por qué tienen que hacerlo estos, y enci-
biendo a un obrero rescatado de la lucha
y tontamente paseado por distintos foros ma fastidiando al resto?
de la capital como si fuera una visita al como el Metro está muy sucio y da asco, Pero la vida también está muy sucia y
zoológico. Así, aquellos aspirantes a ser nos dicen que tenemos que enfadarnos da aún más asco, y sin embargo nadie
“perfectos obreros” pueden oler, sentir y con los huelguistas y pedir el fin de la nos dice que nos enfademos por ello, ni
expresarse igual que ese extraño sujeto huelga, pues somos clientes y el cliente siquiera que tomemos conciencia de esa
que se aparece ante ellos. En aquellos siempre tiene la razón. Nos lo dicen los suciedad y de esa podredumbre. Porque
lugares en los que explotan conflictos periódicos, la televisión, los tertulianos todos hemos visto un montón de veces
obreros, habrá que apostar por la supera- y Nuestra Señora Esperanza Aguirre: nos el video de la señora que se resbala por
ción de su propio ámbito de actuación: el dicen que estas no son maneras, que esta el aceite, ¿verdad?, pero el video de los

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obreros que diariamente se estrellan en la semejante panorama, que es también des de 2007-2008. Por razones obvias de
obra que no tiene medidas de seguridad, el nuestro y por eso nos revienta cual- discreción y eficacia se prefirió mantener
o que les aplasta la máquina que sin ape- quier cosa que se salga de la norma y el anonimato utilizando un nombre falso.
nas preparación les han puesto entre las que levante la cabeza y que se atreva a Así mismo, algunos compañeros decidieron
manos, ese video no lo ponen en televisión, plantar cara a los que nos pisotean en distribuir el texto, convenientemente modi-
ni en ningún lado. Tampoco hemos visto el trabajo, o cuando buscamos vivienda, ficado para la ocasión, en la huelga de auto-
buses de Barcelona del invierno pasado.
el video de una jornada cualquiera de los o cuando compramos toda la mierda
limpiadores del metro, esos que al parecer imbécil e inservible que nos venden a
 CARTA AL DIRECTOR DEL MUSEO DE ARTE
no tienen derecho a hacer huelga, si es precio de oro y que desde luego no nos
CONTEMPORÁNEO ESTABAN VICENTE Y AL COMI-
una huelga de verdad: no hemos visto, cura ni del aburrimiento ni de la tristeza,
por ejemplo, cómo pasan horas y horas, porque cada vez estamos más locos y más
SARIO DE LA EXPOSICIÓN "VASOS COMUNI-
CANTES"
en palabras de uno de ellos, “respirando desesperados, y también más solos; ante
aire viciado, utilizando productos quími-
cos en la limpieza de estaciones, vías y
este panorama contra el que casi nadie
hace nada y prácticamente todos aga-
nos llega la información de la exposi-
trenes, recogiendo basuras varias... excre- chamos la cabeza como hacemos en el ción titulada “Vasos comunicantes”. Lee-
mentos, periódicos, klinex con sus mocos, metro para no tener que vernos las caras, mos en las primeras líneas de la nota de
pañales de niños, botellas de cristal, la que nadie se extrañe que por una vez una prensa remitida que la misma se cele-
mayoría de las veces rotas.... limpieza huelga no sea una huelga limpia, es decir, bra “con motivo del V Centenario de la
general de cualquier tipo de manchas, decorativa e inútil, sino salvaje, decidida Muerte de Cristóbal Colón”, contribu-
orines, esputos en una amplia variedad y a por todas. Si no, ¿para qué hacerla? yendo a la organización de la misma —o
de colores y en cualquier superficie, pare- ¿Se trata de caer simpáticos, o de sacar presentándola— “la Sociedad Estatal de
des, cristales, suelos... vaciado de pape- algo en claro peleando? ¿El esclavo debe Conmemoraciones Culturales y la Junta
leras donde encuentras cucarachas de sonreír al amo, o morder su zarpa? de Castilla y León con la colaboración del
todos los tamaños a las que apartas para A lo mejor es que esta gente tiene razón, Museo de Arte Contemporáneo Esteban
no llevártelas en la bolsa de recogida, y la televisión y los periódicos y los polí- Vicente”. Al título elegido se añade
etc...”. Y la televisión tampoco nos cuen- ticos y las empresas no. el subtítulo siguiente: “Vanguardias
ta quiénes son las pobrecitas empresas A lo mejor no es que pueda y deba Latinoamericanas y Europa, 1900-1950”.
que consideran “inasumible” el aumento acordarme de eso que se llamaba soli- Por otra parte, el “comisario” de la expo-
de sueldo, como Ferroser y Eurolimp, daridad, y apoyar su lucha, sino que sición no oculta la procedencia del título:
filiales de Ferrovial, que mueve más de podría empezar a imitar sus métodos para efectivamente, el título de uno de los
10.000 millones de euros en la Bolsa, o aplicarlos allí donde más me duele, en mi libros más determinantes de André Breton
CLECE, que pertenece nada menos que propio trabajo, allí donde nace todo ese en la elucidación de un sentido moderno
al ACS-Dragados del Florentino Pérez y resentimiento y toda esa rabia que luego de la poesía que vincula, por igual, y sin
su galaxia de lucro y avaricia, o Valoriza, descargo sobre los que sólo tienen la posible separación y confusión, el acto de
que depende de Sacyr Vallehermoso, cuyo “culpa” de no resignarse, y de luchar por creación (que se confunde con el hecho
dueño, Luis del Rivero, se deja fotogra- sus derechos. de vida) y la acción revolucionaria (en lo
fiar desvergonzadamente delante de su A lo mejor hay que empezar a ensuciar mental y en lo social).
colección de Hispano Suizas, Jaguars y la oficina, y la fábrica, y las aulas, y las Basta con enunciar estos prerrequisi-
Mercedes (ese seguro que nunca va en calles, y la ciudad entera para limpiar tos del pensamiento de Breton para no
metro…), mientras que presume de inver- la vida. encontrar comprensión alguna en la uti-
tir en Libia, Francia o la Conchinchina. A lo mejor hay que empezar, simplemen- lización del título de su libro para esta
No, nunca veremos en televisión una de te, a dejar de tener tanto miedo. Y de exposición que resulta ser una reificación
sus juntas de accionistas, cuando deciden reconocer como compañeros a los que ya total de su sentido.
los despidos y se reparten los beneficios han dejado de tenerlo.
Añadimos, además, que el uso de ese
y blindan las indemnizaciones y las stock A lo mejor hay que empezar a vivir.
titulo (esto es, del pensamiento revolu-
options de sus ejecutivos, no, eso no lo
cionario de su autor) al lado de la cele-
ve nadie, no vaya a ser que uno se pare L@S LOC@S DE LA LÍNEA 5*
bración del “V Centenario de la Muerte
a pensar y compare su vida y la de sus
de Cristobal Colón” delata un desfa-
explotadores, porque ya se sabe que las *Este texto fue redactado y distribuido por
llecimiento moral e intelectual en tal
comparaciones son odiosas, y peligrosos algunos miembros del Grupo Surrealista de
Madrid durante la huelga de limpieza del grado que el asombro de su “maridaje”
los malos pensamientos.
Metro madrileño de las pasadas navida- se vuelve demoledora decepción y, por
Que nadie se extrañe entonces que ante

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qué no manifestarlo, indignación: ¿uno de la exposición, es contribuir a la expan- contra la globalización, es pura antigualla,
de los mayores emancipadores del pensa- sión de una tendencia revisionista de la además de barrer a golpes de estudios la
miento equiparado a uno de los mayores historia bajo el signo de la más absoluta tradición del proletariado (occidental o no).
colonizadores del mismo? ¿En nombre del mixtificación de sus personajes, de su Y así están las cosas. O peor. Como demues-
“arte”? ¿En nombre de la “cultura”? pensamiento y de sus actos reales. Este tra el ultimo libro, por ahora, de Estrella
Sugerimos al “comisario”, y a los orga- parece ser uno de los signos de los de Diego. Contra el mapa. Disturbios en la
nizadores de esta exhibición, que echen tiempos. Sin embargo, los signos no son geografía colonial de Occidente (Madrid,
un vistazo a la declaración colectiva intercambiables. Ediciones Siruela, 2008).
surrealista internacional, redactada con Manifestamos, de este modo, nuestra El opúsculo de la Sra. de Diego se inscribe,
motivo de los fastos del “V Centenario del protesta absoluta en contra del uso de en ultima instancia, tal vez en primera, den-
Descubrimiento de América”, y firmada la expresión “Vasos comunicantes” aso- tro de los llamados estudios «decoloniales»,
por los grupos surrealistas de Australia, ciada al libro de André Breton para y por ello debe olvidarse todo estudio que
Buenos Aires, Dinamarca, Chicago, Gran vincularlo con lo que él más odió y tratase el tema particular en que ahora
Bretaña, Madrid, París, Países Bajos, contra lo que destinó gran parte de sus ella hinca el diente para referirse (citar)
Praga, Sao Paulo y Estocolmo, para que fuerzas: la explotación del hombre por solamente a aquellos «estudiosos» que están
puedan contrastarla con su propuesta de el hombre, como así sucedió con todo lo en la órbita. Y procediendo de esta manera
relacionado con Cristóbal Colón. tan científica, el grupo de geógrafos, eco-
“unificación” y liquidación de la historia.
nomistas, politólogos, etc., reunidos en París
El título de aquella declaración era “... En
GRUPO SURREALISTA DE MADRID alrededor de la revista Herodote, dirigido
tanto los viajeros ocupen el lugar de los
por Yves Lacoste, no existen para la nueva
videntes...”. Se abría con la siguiente cita Diciembre 2006
estudiosa de los mapas. El, por ahora, insus-
de Breton: “En tanto que unos exploten
tituible libro de Lacoste, La geografía: un
a los otros, sin que ello les produzca un  SOBRE MAPAS DE ESTRELLA DE DIEGO
arma para la guerra (Anagrama, 1977), no
placer apreciable -el dinero es el tirano que
esclaviza a unos y otros, el dinero es la ser- todos lo saben y es profecía, escribió en le suena, ¿quizás porque Lacoste todavía
no ha sido «pulido» por ninguna universidad
piente que se muerde la cola, y una mecha un memorable poema el poeta catalán J.
americana? De ahí que sea capaz de escribir
de la bomba- (...) en tanto que los viajeros V. Foix. Foix se refería al nacimiento del
(p. 29-32): «en los últimos quince años se ha
ocupen el lugar de los videntes en el curso famoso niño-dios, pero sus palabras se
abierto un debate, animado entre otros por
de la noche negra...” pueden aplicar a lo que ahora se conoce
el citado Brian Haley, quien (...) ha puesto
Y el comienzo de la declaración rezaba lo como french theory. Un revoltijo que, nacido
en tela de juicio la naturaleza imparcial
siguiente, lo cual no dejaba dudas sobre de en París, creció en las universidades norte- de los mapas». Si no se hubiese apresurado
lo que los surrealistas pensaban -y siguen americanas e inventó –la industria cultural, tanto, si hubiese leído el citado libro de
pensando- del célebre Descubrimiento rama universitaria, es incansable–, entre Lacoste, sabría que la imparcialidad de los
y de su Almirante: “El descubrimiento/ otros enredos conceptuales, los estudios mapas había sido puesta en tela de juicio
invasión/conquista de las Américas se «culturales» y los llamados estudios des- ya a principio de los 70 –porque, como
inscribe en la lógica del proceso histórico colonialistas. Estos últimos, con el pretexto recuerda Lacoste, los primeros mapas fueron
expansionista de la llamada civilización de someter a severo juicio el liberalismo, el elaborados, en primer lugar, por militares y
“occidental”, proceso que se inicia en humanismo y el racionalismo occidentales, para militares.
1492 con la llegada de Cristóbal Colón y llegan a escribir cosas tan maravillosas La Sra. de Diego inicia su opúsculo contra
continuará durante siglos con la opresión, como «El viejo y obsoleto paradigma mar- el mapa echando mano del famoso «Mapa
explotación, persecución y destrucción de xista de infraestructura y superestructura es del mundo en la época de los surrealistas»,
los pueblos y culturas indígenas, así como sustituido por una perspectiva heterogénea publicado en la revista belga Variétés en
de la inmensa naturaleza salvaje en la histórico-estructural, o una heterarquía, es 1929 y que ya dio pie a un frustrado y rabio-
que aquellos pueblos vivían y en la que decir, una articulación de múltiples jerar- so panfleto de Jean Clair: Du surréalisme
desarrollaban su cultura”. quías, en la cual la subjetividad y el imagi- consideré dans ses rapports au totalitarisme
Queremos decir con esto que, bajo la égida nario social no son epifenómenos derivados e aux tables tournantes: contribution à une
de las “vanguardias”, poner directamen- de las estructura sino constitutiva del siste- histoire de l’insensé (2003). Contrariamente
te a Breton (antivanguardista confeso), ma-mundo» (Ramón Grosfoguel). Por estos a Clair, de Diego ve en este détournement
mediante la usurpación del título de su nuevos caminos se puede llegar a lo fácil- de los mapas por parte de los surrealistas un
libro y la tergiversación de su sentido, en mente imaginable: la lucha de clases, frente disturbio en la geografía colonial de occi-
relación con el propósito “globalizador” a la lucha de los pueblos «descolonizados» dente, de la cual cosa nos alegramos, mas

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como la figura de André Breton no entra formas a través de las cuales dicho mundo estratégicas: el ejemplo, hasta el absur-
dentro de sus parámetros («incontinente se representa antes nuestros ojos, también do, de los mapas soviéticos, deformados
y obcecado en su megalomanía») resulta a través de los mapas –de ahí la radicalidad o voluntariamente erróneos para engañar
que el mapa debió ser obra de los surrea- del proyecto surrealista en su propuesta de al adversario que, gracias al espionaje y
listas belgas capitaneados por Paul Nougé trastocamiento del orden cartográfico». Es la teledetección, disponía de excelentes
y enfrentados a los surrealistas parisinos. decir, ese trastocamiento, esa radicalidad, mapas mientras que los ciudadanos del
Evidentemente, pruebas al apoyo por parte no puede partir de Breton, que no entiende país de los soviets debían servirse de los
de la señora de Diego, ninguna. Acaba reco- nada, sino de los surrealistas belgas. falsos. Mentiras ideológicas para valorizar
nociendo: «el origen francés del proyecto Acabáramos.
la potencia y la gloria de estados e imperios
podría ser una explicación verosímil para El opúsculo de la Sra. de Diego, como bien
(en el mapa climatológico de TVE Canarias
ese protagonismo de París en la cartografía dicen los editores, «plantea el uso de los
está cerca de la península Ibérica, península
de Vairetés», pero «la mano de los belgas se mapas entre los artistas actuales como
de la cual desaparece Portugal, como si se
muestra nítida en algunas pequeñas joyas un arma arrojadiza contra las narrativas
hubiese hundido en el mar. El del diario
salpicadas a lo largo del monográfico». Y impuestas y sus trampas». «Potser si, potser
El País, está completamente blanqueado,
para acabar de remachar, aunque tácti- no», dicen en Cataluña. Lo que no hace,
como un sepulcro). Mentiras contemporá-
camente lo dice al principio, «ya se sabe en ningún momento, la Sra. de Diego, es
que con frecuencia Breton no terminaba explicar qué es un mapa. Porque, ¿qué es neas, más sutiles, más científicas, con hábil
de verlo claro. Caso de haber sido capaz, un mapa? ¿Simplemente, como define manipulación de las estadísticas, el juego de
hubiera podido adivinar que esos años vein- el diccionario de la RAE: «Representación las clasificaciones y de las representaciones,
te del 1900 Bélgica era un continente que geográfica de la Tierra o parte de ella en que, eventualmente, permiten decir todo y
también incluía París», lanza otra de sus una superficie plana»? O, más bien, ¿la pro- su contrario. Y, también, producto industrial
hipótesis: «el mapa del mundo en la época yección gráfica de una imagen de la Tierra, producido industrialmente, con riquezas de
de los surrealistas debía estar aludiendo a una creación intelectual, un artefacto que información sin límite, ya que usa toda la
la política colonial que Francia había esta- refleja una mirada del espíritu más que una potencia de los ordenadores para tratar los
blecido desde finales del siglo XVIII y que realidad inasible por la mirada sensorial? Y, datos, toda la ciencia mediática y semio-
seguía vigente en 1929». Puede ser, mas también, ¿un «plan de ocupación del suelo», lógica para asegurar las representaciones.
olvida la Sra. de Diego otras opciones artís- un «discurso de imágenes»? El mapa puede Mas, a pesar de todo, los mapas, el poder de
ticas y políticas del movimiento surrealista considerarse como construcción racional, los mapas, si bien escapa al ciudadano de a
que pudieron conducir a la «manipulación»: como espacio rigurosamente definido de pie, al turista que los usa en países y ciuda-
fascinación por las artes y civilizaciones saber; pero también como lugar de enso- des, está controlado, y, no lo olvidemos: los
primitivas, adhesión a la revolución social ñaciones y de seducción imaginaria, como mejores mapas están hechos por los servi-
encarnada por la Unión Soviética, rechazo expresión de la memoria afectiva y de la
cios topográficos de los ejércitos. Por lo que
de la civilización de Occidente fundada en memoria cultural de los que lo hacen y de
afirmar que «saber que el mapa no puede
los valores Dios-Patria-Familia y que con la aquellos para quienes está hecho. Mas un
jamás acabar de nombrar ni dibujar, porque
Gran Guerra había generado una monstruo- mapa, no hay que olvidarlo tampoco, sólo
el mapa, intento absurdo por ordenar el
sa carnicería, etc. es una representación de la realidad y, por
espacio, que es tanto como decir el mundo,
Pero, puede preguntarse, ¿por qué la Sra. de lo tanto, una deformación de la realidad.
que es tanto como decir el sujeto (...), nunca
Diego enfrenta a Breton con los surrealistas Deformación que tiene sus reglas, como
está terminado», es olvidarse, adrede o por
belgas –que se enfrentaron muchas veces, una gramática: la escala, la proyección los
mas no en ese preciso instante– aportando símbolos. El mapa puede (lo hace) pro- descuido, que la «clase poseedora», que
como pretexto el famoso mapa? La yectar mentiras por torpeza, descuido o decían los olvidados clásicos, es generado-
explicación, involuntaria, la entrega la negligencia: como el error, es humano. ra perpetua de desorden, y de ahí que su
autora en las pp. 29-30: «está claro que Mentiras para engañar: mapas publicitarios, ordenación del espacio sea, simplemente,
buena parte de nuestra imagen mental para planificar, o para seducir deformando un desorden.
del mundo deriva de la manera y de las y manipulando. Puede proyectar mentiras XESÚS GONZÁLEZ GÓMEZ

201 S a l a m a n d r a 17- 18
EDICIONES DE LA TORRE MAGNÉTICA
Salamandra 15-16 (2005-2006) Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana. 196
paginas. 8 euros.
Aviso para la próxima demolición del Teatro Olimpia - En el lugar del accidente- Humo - Ni de vuestra vida ni de vuestra muerte - La
piel de la sombra - La ciudad funciona con gasolina - La experiencia arruinada - Apertura al juego del fragmento- Reflexiones sobre
la permeabilidad de los techos -Entre en medio - Introducción al juego de la toponimias - Íntima intemperie- El lenguaje velado - El
principio de una visión - Extrañamiento en el centro comercial - El arcano del diablo -Órdenes son órdenes -Yo -200 años - Tierra
adentro - Lugares poéticos - Garraf -El surrealismo frente al multiculturalismo - Miradas sobre la servidumbre contemporánea -
Benjamín Mendoza y Amor o el magnicida - El edén y el átomo -Juego de las etimologías - Recorriendo la ciudad amnésica- El principio
de esperanza de Ernst Bloch frente al principio de responsabilidad - La ciudad bajo cuerda, trazada y cuarteada - A propósito de las
máquinas- Manifiesto -No trabajo luego existo.

Salamandra 13-14 (2003-2004) Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana. 180
paginas. 7 euros.
La guerra de las ilusiones - La ciudad y la utopía - Mutaciones en la ciudad descentrada - Lugar común - Impasse angelique - El viaje
inmóvil - La presencia del vacío - Litoral: oráculo - Parcelas de una isla calcinada - Fragmentos para una antropología de la religión
económica - Relojería y métrica del deseo - Otésanek - Las conquistas de las malas ideas de la carne - Impreso en el tiempo - Otra
casa poco sólida - H oro - Está la calle hecha todo un poema - Regreso al subterráneo, o el erotismo reconquistado - Manifiesto
erótico - Información, comunicación, cuadrículas y ratoneras - La búsquede del Tekeli-li (una exploración en el poema) - Las tenazas
de la enunciación - Aventura de la imagen - Cinco fragmentos para no escribir una poética - En el reverso de la lengua, el anverso de
la euro-lengua - Es un hombre o una piedra o un árbol el que ha sido extinguido - Contagios de belleza en Hanna-bi - Esta revolución
no tiene rostro - El suicidio y el canto.

Salamandra 11-12 (2001-2002) Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana. 180 pagi-
nas. 7 euros.
El falso espejo - Fogonazos - Cautivar la mirada, diferir lo abierto - La radio y la rosa - Olfatismo ocular - Claros de alteridad - El
romanticismo negro de Guy Debord - Consecuencias de un mal uso de la electricidad - Liturgias de la ingravidez - Dossier Gehrasim
Luca - ¡Más realidad!: H - Mass-observation o la antropología de lo cercano - La piña es bastante hermafrodita - Finis linguae - La
ilusión del origen - Sobre el mestizaje de los orígenes - Defensa de la inactualidad: Anacrónicas - American Beauty - La vigilias de
Bonaventura - Ceremonial de la memoria - Exenciones: La ordalía necesaria- A los viejos escandalizados - ¿Hay vida después de la
Alameda? - Cuando el cielo cae sobre nuestras cabezas.

Salamandra 10 (1999). Comunicación surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana. 132 páginas. 6
euros.
Los desconocidos hablan el oro del tiempo - Neocapitalismo, publicidad y placer y placer alienado - El principio de realidad virtual - El
sentimiento de lo gótico en la arquerología industrial - Apotillas a Walter Benjamin - Cinegéticas de la apariencia - Geografía sideral
- Quebrada - Kafka y el socialismo libertario - ¡Más realidad! Emblemas de la magia cotidiana - Textos psicogeográficos del Grupo
Surrealista de Estocolmo - Genealigía del intercambio - El olor del dinero - Inversages - La destrucción del lenguaje - Monográfico Jan
Svankmajer... Poemas, pintura, dibujos, esculturas, objetos, fotografías y fotografismo.

VV.AA.: Situación de la poesía (por otros medios) a la luz del surrealismo, Traficantes de sueños, La Torre Magnética, Fundació
d´Estudis Llibertaris y Anarcosindicalistes, Colectivo de Trabajadores Culturales La Felguera, Madrid 2006. 208 páginas. 12
euros.
‘La poesía no es únicamente el poema escrito, sino todo aquello referido a la vida cotidiana capaz de instaurar en su flujo monocorde un
sobresalto por el cual es posible considerar la existencia como sorprendente y extraña, como un don singular que debemos apurar hasta
el fondo. La poesía entendida como poiesis, creación del mundo y sensibilización de lo que nos rodea, proporciona una vivencia inmediata,
no intelectual sino anímica, desorientadora y por eso mismo, amplia...‘
Intervenciones de: Julio Monteverde, José Manuel Rojo, Manuel Crespo, Lurdes Martínez, Javier Gálvez, Antono Ramírez, Servando Rocha,
Jesús García Rodríguez, Noé Ortega, Paul Hammond, Vicente Gutiérrez, Eugenio Castro.
Carlos Trujillano: Ritual del Humo, (Poesía 1988-1977), Ediciones de La Torre Magnética, Madrid, 2005.
136 páginas. 7 euros. Poemas.

VV.AA.: Indicios de Salamandra. La Torre Magnética- Zambucho Ediciones, Madrid, 2000. 116 páginas. 6 euros.
‘La persistencia de surrealismo en la problemática de la lengua consiste en reanimar en el hombre una conciencia de la alteridad
que lo ligue otra vez a la tradición de pensamiento de lo no separado, a restituir en su inteligencia y en su corazón la gracia
de la correspondencia, el principio de la analogía universal. Y ello, en la medida misma en que la palabra es, anticipadamente,
continente de lo otro y corriente alterna’.
Poemas de P. Carreño, E. Castro, M. Crespo, J. García Rodríguez, S. Guiard, M.A. Ortiz Albero y J.M. Rojo.

VV.AA.: El sentimiento poético de la realidad como crítica del miserabilismo. La Torre Magnética- Traficantes de
sueños, Madrid, 2000. 47 páginas. 3 euros.
Textos correspondientes al ciclo de charlas organizado por el Grupo Surrealista de Madrid en la Fundación Aurora Intermitente
del 25 al 28 de septiembre de 1997, con la participación de Industrias Micuerpo: El pensamiento poético como insurrección del
pensamiento (J. García Rodríguez)- Ruido de cadenas. El sentimiento gótico en la arqueología industrial (J.M.Rojo) - Sólo las
horas (E. Castro) - La percepción del entorno como obra de arte revolucionaria (L. Navarro).

El Rapto. Observatorio del sonambulismo contemporáneo. Nº2 Diciembre 2007. 0,50 euros.
Grupo Surrealista de Madrid: La quimera del inquilino - Andrés Devesa: De la miseria humana en el medio publicitario - Oficina
de Crítica y Acción para encender las Llamas: Intervención - Javier Gálvez: Los nuevos establos - Pepe Arias: Servilismo a la
bestia muerta - Eugenio Castro: Principio de insolación (las plazas duras) - Vicente Gutiérrez, Noé Ortega: En apoyo a Patxi
Ibarrondo - Oda a los proletarios * Noé Ortega: Los objetos suicidas - Eugenio Castro: La falsa palabra. Desprogramar el lenguaje
- Lurdes Martínez: Dialéctica antípoda - Emancipación de un pato nenúfar - Huecos de sociedad - Aún hay otra historia.

Pedidos: Giro postal o contrareembolso a nombre de:


José Manuel Rojo. C/ Miguel Servet, nº10, 4º B. 28012 Madrid.
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LITERATURA GRIS
Internacional Situacionista: Internacional Situacionista. Textos completos en castellano de la revista 'Internationale
Situationiste' (1958- 1969) 3 vols. Literatura Gris. Madrid.
volumen 1. La realización del arte. ‘Internationale Situationiste’ nº 1-6. Segunda edición, traducción revisada. 240 páginas, + de 100 imágenes
B/N Imitación fascimil. 10 euros.
volumen 2. La supresión de la política. ‘Internationale Situationiste’ nº 7-10. Segunda edición, traducción revisada. 240 páginas. 10 euros.
volumen 3. La práctica de la teoría.‘Internationale Situationiste’ nº 11-12 Segunda edición, traducción revisada. 240 páginas. 10 euros.
Contacto: www.altediciones.com. altediciones@altediciones.com

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La Felguera. Anti art - Activism - Punkrock Culture. nº 12. 5 euros
Nihilismo Contemporáneo. Acerca de la inocencia organizada - Entrevista: Raoul Vaneigem “Un cambio radical está a nuestro alcance - Mitos
de la Televisión - Policías, ladrones y el caso Mesrine - El terror en la cultura global - Alguien hizo estallar Estados Unidos - The Pop Group:
los tigres furiosos son más sabios que los caballos de instrucción.
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