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Sermón El hijo prodigo 1

Tema: El hijo prodigo


Asunto: el amor de Dios.
Palabra clave: recapacitación.
Texto base: Lucas 15:11-32

Introducción

Desde el capitulo catorce Lucas el historiador presenta una serie de parábolas y


continua en el capítulos quince en donde los fariseos seguían a Jesús, esperando una
equivocación, al comienzo del capítulo quince se presenta la actitud de los fariseos y
escribas, luego ante la murmuración de de estos dos grupos, Jesús cuanta una parábola
con tres ejemplos, esto son: la oveja perdida, la moneda perdida y la historia del hijo
prodigo. En donde la escena es muy similar a las dos primeras, terminando con la fiesta
al encontrar lo que estaba perdido. No importa la condición en la que pueda caer o a
caído el hombre, si reconoce su error y tiene la destreza de humillarse ante el Señor y
pedir perdón; él lo recibe, pues siempre esta esperándolo hasta que vuelva a su hogar.

El énfasis principal: Jesús narró esta parábola para enseñarles que no importa la
condición en la que caiga el hombre, si recapacita y vuelve; Dios siempre espera su
regreso y suplir sus necesidades.

I. Un padre reparte la herencia.


v. 11, Al inicio de esta sección, se presenta a dos hermanos, el menor de ellos le dice a
su padre: “dame la parte de la herencia que me toca…”
Según la historia, las tradiciones de la época censuran o no los permiten una actitud así.
Además la herencia se repartía después de la muerte del padre. Y al mayor le toca las
dos terceras partes y al menor le toca una tercera parte.

En casos especiales, solo el padre tiene la potestad para decidir en qué momento
repartir sus bienes con algunas condiciones específicas estas son: una de ellas es que el
heredero tiene la obligación de cuidar a sus padres y proveerles del sustento diario,
hasta que ellos mueran. No pueden disponer de ellos, hasta que el padre muera.

Lucas presenta algunas situaciones dentro de la parábola, estas son algunas: El padre
era dueño de muchos bienes, pues tenía muchos trabajadores a su cargo. Y los tenía en
muy buenas condiciones de vida.

Pero en este caso el hijo menor va y dice a su padre, “dame la parte que me toca…”
Este hijo menor le falto el respeto a su padre, además es como desearle la muerte, o
decirle “muérete” “¿Cuando te vas a morir?” pues la herencia se repartía después de la
muerte del padre.

Con estas palabras rompió con todas las normas de la época. Convenció a su padre pues
el texto dice que repartió sus bienes y le dio a cada uno la parte que le toca. . Al repartir
la herencia imaginamos que el padre llamo a los dos y les dijo, he pensado que ya es
tiempo de que sean responsables. No es la tradición, la ley no lo dice así, pero, quiero
repartir mis bienes, voy a darle a cada uno lo que le toca. Dijo al mayor: como eres el
primogénito te toca las dos terceras partes (66.67%). Al menor le dijo, como eres el
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menor te toca un tercio (33.33%). Tal vez les esópico a cada uno de ellos las
condiciones y la responsabilidad de cada uno de ellos hacia sus padres. Y los dos
dijeron, si lo haremos… su hijo menor le mintió y Días después lo junto todo, lo vendió
y se fue de la casa.

Este hijo no estaba satisfecho con el trato que le daba su padre y se fue lejos a
terminarlo todo con sus amigos, y prostitutas…
Se volvió un pobre hombre. Dejó su casa lleno de orgullo y dinero, determinado a vivir
su propia vida lejos de su padre y de su comunidad. Ahora vuelve sin nada, sin dinero,
salud, honor, dignidad, reputación... lo ha perdido todo. Ya sin dinero, se quedo sin
amigos, y comenzó a faltarle pues en aquel lugar vino una gran crisis.

II. Vino una gran crisis,


Verso14, Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella
provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella
tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.

Ya sin nada busco trabajo. Lo único que encontró es uno de los trabajos de más bajo
nivel para la época. Por la crisis de aquel lugar, este muchacho no le importo, y acepto ir
a cuidar a los cerdos.

Verso 16, Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero
nadie le daba.

(En medio de los problemas el hombre recapacita)


Pero él sabía la solución a su problema. No sabemos cuánto tiempo paso, desde el
entrara en razón.

Pero algo interesante es que a pesar de haber estado lejos no perdió su identidad,
aunque volvió hablando como un mendigo, no se había olvidado de que todavía es el
hijo de su padre. Y volvió precisamente cuando recordó y valoró el lazo que les unía.
Además conocía el carácter de su padre; por eso regreso y ensayo lo que le diría a su
padre. ¿Qué descubrimos con esto?

-2 tenía carácter para reconocer su error y enfrentar el desprecio de su padre. Aunque lo


perdido todo: dinero, amigos, reputación, dignidad, paz interior y alegría, todavía seguía
siendo el hijo de su padre.

-3 tenía esperanza de ser perdonado, no perdió su identidad.


Versos 17-19 Se dice a sí mismo: “¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen pan
de sobra mientras que yo aquí me muero de hambre!... me levantare y diré a mi padre:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame
como a uno de tus jornaleros.” El regreso del hijo menor se produce en el momento en
que estaba atravesando una crisis. Parece que el pródigo tuvo que perderlo todo para
entrar en lo profundo de su ser. Cuando se encontró deseando que le trataran como a un
cerdo, se dio cuenta de que no era un cerdo sino un ser humano, un hijo de su padre.

-4 conocía la solución a su problema, no sabemos cuánto tiempo paso hasta que el


recapacitara, tampoco sabemos cuánto tiempo paso después que el recapacitara,
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imaginamos que estaba deprimido, angustiado, imaginamos que lloró muchas veces a
causa del hambre. (El hambre hace actuar al ser humano de formas increíble) a veces
toma lo que no le pertenece con tal de saciar su hambre, en ocasiones se nota la actitud
de algunos en los basureros, “se comen los desperdicios de otros”. En los campos de
Sumpango Sacatepéquez se roban las mazorcas, se roban los aguacates desde la rama
de los arboles, etc. para saciar su hambre o vicios.

El hombre de la parábola, estaba dispuesto a comer la comida de los cerdos, pero no lo


hizo o tal vez si, “pero nadie se la daba”, o tal vez si logro quitarle alguna porción a los
cerdos. La escás era terrible, el hambre era insoportable, de tal modo que hizo
recapacitar a este hijo.

Este ejemplo, también permite que comprendamos las palabras de Salomón, cuando
dijo: “… no me des riqueza en abundancia al no ser que diga ¿Quién el Señor? …,
tampoco me des pobreza al no ser que robando blasfeme tu nombre…”. La abundancia
en ocasiones hace que el hambre se olvide de Dios, y la pobreza en extrema hace perder
el temor a Dios.

Desobediencia y actitud. Este hombre sabía la solución a su problema. A pesar de su


imprudencia y la mala administración de su herencia hay un detalle, importante digno
de ser imitado en este hombre; pues tuvo el valor de levantarse y dar la cara, para
buscar la solución del problema. El estaba dispuesto a recibir aun el trato que se le daba
a un jornalero en la casa de su padre. Pero cuál fue su sorpresa. ¡¡Su padre lo estaba
esperando!!

Su padre lo estaba esperando, y como el padre de la parábola representa el amor de


Dios, la gracia, de Dios, su compasión, su bondad, su paciencia, incluso nos muestra el
rostro maternal de Dios. Esta parábola muestra que Dios tiene planes para sus hijos.

Este es un punto importante en esta parte de la parábola, No importa la condición en la


que pueda caer o a caído el hombre, si reconoce su error y tiene la destreza de
humillarse ante el Señor y pedir perdón; él lo recibe, pues siempre esta esperándolo
hasta que vuelva a su hogar.

TAMBIÉN DEBEMOS CONSIDERAR OTROS DETALLES.


-1 aquel que se porta con desobediencia y hace lo que mejor le parezca aún sabiendo
que está mal, en algún momento tendrá que padecer las consecuencias de sus actos, y en
ocasiones tendrá que llorar amargamente, (no crean que es agradable darse cuenta que
toda la herencia lo traíamos en una maleta y después no tener ni para un desayuno.
Yo rompería en llanto, me lamentaría, y me diría ¿Por qué no me detuve lo que hice?
Imaginemos esto, salió con gran cantidad de dinero y se quedo sin nada.

-2 volvió sin nada, (sin dinero) solo la ropa que llevaba puesto. ¿Será que volvió a tener
la misma cantidad de bienes como cuando salió de casa? Imagino que no, y si volvió a
tenerlo, tuvo que trabajar muchos.

-3 el ejemplo para nosotros hoy.


El creyente que pasa a ser parte de la familia de Dios, aunque caiga en pecado, no
deja de ser creyente, pues siempre sabe que Dios existe, sabe que está el padre celestial
atento a nuestros actos, sabe que Dios es la solución a para el problema, (tiempo
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presente), “no se le olvida que Jesús vino y resucito por toda la humanidad” y que al
corazón contrito y humillado él no lo rechaza, pero hay una barrera y es que el hombre
en pecado no puede alabar al Señor. Un hombre en pecado no puede adorar, no puede
alabar al Señor con libertad. Pues su conciencia lo acusa, y le impide adorar a causa de
su desobediencia…

-4 Dios espera que el creyente vuelva. Al reconocer la necesidad de volver a estar en


la presencia del padre, (del Señor) y entrar en acción buscando su presencia, buscando
el rostro del Señor y empezar a caminar es cundo se encuentra con la sorpresa al
descubrir que el padre (Dios) siempre ha estado esperando su regreso. Y ha preparado
todo lo que el hijo necesita:
Amor par compartirlo con el hijo menor y con toda la familia.
Ropa de la mejor ¿era de su talla? Si, pues su hijo también es parte de su sangre.
Anillo. ¿Era de oro, que significa el anillo? Según algunos datos históricos el anillo
representaba la autoridad que el padre o señor de la casa le da al hijo. – cuando
volvemos al Señor, el nos da autoridad-.
Autoridad cuando volvemos a estar en emunción con el Señor es cuando nosotros
volvemos a disfrutar de su gracia. Verso 23 él hace fiesta, se alegra cuando uno de sus
hijos quien estaba perdido, alejado, muerto espiritualmente, vuelve a su presencia,
vuelve a la vida familiar, a este hijo no se le rechaza nuevamente le da autoridad.

III. ¿Quiénes son los actores, de la parábola?


1. El padre de familia.
Era un hombre con muchos bienes, (Lc. 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos
jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
vemos que el padre tiene muchos jornaleros y los trataba bien. En la narración, solo el
menor pidió su parte de la herencia, pero el papa, lo repartió entre los dos. Pues amaba
a los dos.

2. Los hijos
2.1. El mayor
Este es un hombre que está en casa, pero no disfruta de su estancia con la familia. Tiene
su parte de la herencia, pero no puede disfrutarlo. Se dice que el hijo mayor también
estuvo lejos de casa como un prodigo, se dedico a trabajar duro y a hacer bien su
trabajo.

Pero también es un hombre con falta de respeto; cuando se enteró de la fiesta en honor a
su hermano, se pelea con su padre, sale a luz su resentimiento y muestra el desprecio
que le tiene a su hermano. Las palabras “este tu hijo…” da a entender que ni siquiera
lo reconoce como a un hermano. Lleno de enojo y desprecio lo señala como a un
pecador y lo evalúa con su persona... se auto-nombra responsable y justo. “tantos años
te he servido y nunca te he desobedecido y no me has dado ni un cabrito para
divertirme…”

El hermanea mayor, era mentiroso, era ciego, o tonto… Su padre –para hacerlo
razonar- le contesta: “hijo todo lo que tengo es tuyo…”
Digamos que era ciego y no se daba cuenta que todo lo que veía le pertenecía. Si a los
dos se le dio su parte, todo lo que estaba a la vista, le pertenecía al hermano mayor….
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El mayor lleno de enojo, se resistía a la invitación de su padre, para entrar y participar


a la fiesta… no sabemos si el padre lo convenció a entrar y como actuó con su hermano,
pero, al negarse a entrar en casa se muestra que también era un hijo rebelde, pues el
padre era el anfitrión de la fiesta:
• Al negarse a entrar, pone en vergüenza a su padre delante de sus invitados.
• Con las palabras “he aquí…” está hablando con una voz imperativa, faltándole
el respeto a la autoridad del padre.
• Se puso a pelear con su padre… “He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote
desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis
amigos”. Este hijo mayor, lleno de enojo estaba acusando a su padre… su padre
le rogaba para que entrara en la fiesta y él se resistía…
• Con las palabras “este tu hijo…” está mostrando desprecio a su hermano
menor…

Vemos que el hermano mayor, a causa del trabajo y su afán de hacer bien las cosas, y
ser obediente, se aparto del amor paternal, también estaba fuera de casa lejos del amor
y la protección del padre. Igual que el menor, los dos estaban fuera de casa.

2.2. El menor…
Poco a poco se descubre a un hombre con estas características:
• Le falta al respeto a su padre, al pedirle la herencia.
• Carece de responsabilidad. vende todas sus pertenecías y lo gastarlo sin control.
• Abandono la protección del padre por las diversiones del mundo.
• Actitud, también tuvo actitud y humildad, cuando reacciono, regreso a su padre
y enfrento las consecuencias de su error.

3. Los trabajadores.
Verso 17, Imaginamos que este hombre tenía muchos empleados pues la palabra para
referirse a jornalero es: ( misthioi = jornalero, peón; y es un adjetivo,
nominativo Plural, masculino). Y es muy diferente que si se trataran de esclavos,
entonces el padre de la casa era un hombre que tenía muchos peones que dirigían a los
esclavos…

4. El dueño de los cerdos.


El texto dice que se fue a un país lejano otras, traducciones dicen que se fue a una
provincia lejana. Este hombre tenía su granja lejos, recordemos que los cerdos, para esa
época, eran impuros. Por lo tanto debían estar lejos de las ciudades

IV. ¿Cuál era el objetivo de Jesús al narrar esta historia?

Hacer ver a los maestros de la ley su error, pues ellos despreciaban a los pecadores, y
preferían a la gente de su mismo nivel social. (Recordemos que pecadores en la época
de Jesús incluía a los enfermos, a los desconocedores de la ley, a los que no guardaban
la ley, etc.).

Cuando Jesús los recibe y comparte con ellos, está mostrando su aceptación hacia
ellos. Pero, con esa convivencia Jesús no estaba aceptando su actitud pecaminosa, más
bien estaba aceptándolos pues los pecadores son el objetivo de su ministerio en la
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tierra, pues el vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Jesús dice: “Los sanos no
necesitan medico, y los enfermos sí”; con estas palabras Jesús estaba diciendo a los
maestros: “los pecadores necesitaban ser rencontrados y sanados de sus actos
pecaminosos, y ser reintegrados con aquellos que si cumplían la ley. Pero para cumplir
la ley, hay algunos requisitos que se deben realizar:

Primero, se debe conocer el contenido de la ley y lo que esto significaba.


Segundo, Si había personas que desconocían la ley, es porque los maestros no estaban
cumpliendo con su labor pastoral que es instruir a todo el pueblo para que aprenda a
cumplir la ley.
Tercero, era la obligación de los padres enseñar la ley a sus hijos, pues para poder
participar en las sinagogas a la edad de…….. 12 años, el examen era recitar la ley, esto
era lo que Jesús hiso cuando se perdió ante sus padres y cuando lo encontraron estaba
recitando la ley con gran conocimiento.
Cuatro, Jesús convivía y comía con los pecadores, y con esto estaba instruyendo, 1) a
sus discípulos; 2) a los que le seguían; 3) a escribas y fariseos. Enseñar la ley al pueblo
era el trabajo de los maestros.

V. El significado de la parábola para los oyentes de Jesús.

El hijo menor En esta historia, representa a la gente “pecadora” (el pueblo de Israel)
que estaba alejado del Señor, y vivía en pecado a causa de no conocer la ley, o por estar
lejos de Jerusalén. En este grupo entraban los enfermos, los endemoniados, los que no
cumplían el ritual de higiene, los que no conocían la ley, algunos por quedarse en el
exilio, se les olvido; otros adoraban a los dioses paganos. Otros por estar lejos de su
casa por el trabajo, como los pastores de ovejas que salían por temporadas largas.
Representaba a toda la gente que se había alejado de la presencia del Señor. El pueblo
de Israel, en toda su historia, insistió en alejarse del Señor, cuando volvieron del exilio,
algunos de ellos se quedaron en babilonia, y al paso del tiempo la adoración a Dios lo
mesclaron con los cultos paganos. Estos eran los pecadores.

El hermano mayor, representa a los fariseos que, se acercaban para observar y juzgar
lo que Jesús estaba haciendo, luego mostraban su inconformidad:

El hijo acusa a su padre Los fariseos acusan a Jesús


“este tu hijo, gasto tu fortuna con “este con los pecadores y publicanos
rameras” come”

Vemos que, los fariseos no comprendían que Jesús estaba enseñando al pueblo las
cosas del reino y acercándolos a Dios. Además estaba enseñándoles como encontrar el
perdón y que el camino para llegar y ser parte del reino de Dios.

Los fariseos y escribas, quienes se preocupaban para que todos cumplieran la ley,
literalmente. Estaban ocupados viendo en el cumplimiento del ritual de los sacrificios
y descuidaban la enseñanza.
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Los fariseos, querían que Jesús seleccionara su grupo de discípulos, al igual que ellos
que convivían solo con los de su mismo nivel social. Pero Jesús vino a salvar
principalmente a los que estaban enfermos espiritualmente.

El Padre, representa a Dios, Que en todo momento está esperando a que su hijo
perdido reconozca la necesidad de estar en comunión con él. Que ama a todos con el
mismo amor. Sean buenos o sean malos. El ejemplo muestra a Jesús quien recibía a
todos, maestros de la ley y pecadores todos podían estar cerca de Jesús.

VI. Que significa para nosotros hoy.

1. El hermano menor.
Representa a aquellas personas que son parte de la familia de Dios, son parte del pueblo
de Dios, son parte del cuerpo de Cristo, son parte del reino Dios en la tierra; pero que,
por alguna razón, se apartaron, tal vez vinieron pruebas o se dejaron influenciar por los
placeres del mundo y se alejaron; se fueron a un país lejano, lejos de la protección de
Dios.

Dejar el hogar (la familia de Dios) es mucho más que un simple acontecimiento.
Es la negación de la realidad espiritual de que pertenezco a Dios con todo mí ser, de que
Dios me tiene a salvo en un abrazo eterno y de que estoy escondido en sus sombras.
Dejar el hogar significa ignorar la verdad de que Dios me ha moldeado en secreto. Dejar
el hogar significa vivir como si no tuviera casa y tuviera que ir de un lado a otro
tratando de encontrar una.

Pero después de conocer el amor de Dios, su poder, su bendición, disfrutar de toda su


gracia y aun así estar lejos del Señor las consecuencias son amargas; imagino que es
angustioso, recordar las ocasiones cuando Dios nos dio la oportunidad de darle alabanza
a una voz con su pueblo. O recordar las ocasiones en que Dios nos utilizo como un
instrumento para hacer llegar su mensaje a alguien. Y de pronto vemos la realidad, y
descubrimos que estamos padeciendo, con hambre, desear llenarnos con su palabra, y
no encontrarlo. Imagino que es angustioso desear hablar con nuestro padre celestial
postrado en el altar y nos vemos llenos de problemas, a causa de la desobediencia y las
malas decisiones.

Un escritor decía:
Me identifico con el hijo menor, “Soy el hijo pródigo cada vez que busco el amor
incondicional donde no puede hallarse. ¿Por qué sigo ignorando el lugar del amor
verdadero y me empeño en buscarlo en otra parte? ¿Por qué sigo marchándome del
hogar donde soy tratado como un hijo de Dios, el amado de mi Padre? Estoy admirado
de cómo sigo cogiendo los regalos que Dios me ha dado -mi salud, mis dones
intelectuales y emocionales- y sigo utilizándolos para impresionar a la gente, para
reafirmarme, y para competir por el premio, en vez de utilizarlos para gloria de Dios”.

El hijo menor se hizo consciente de lo perdido que estaba cuando nadie a su alrededor le
demostró interés alguno. Le habían hecho caso cuando podían utilizarlo para sus
propios intereses. Pero cuando ya no le quedaba dinero que gastar ni regalos que
regalar, dejó de existir para ellos. Cuando la gente que rodeaba al hijo menor dejó de
considerarle un ser humano, entonces se sintió abandonado y solo.
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Esta historia podemos aplicarlo de muchas maneras, veamos algunas:


2. Yo mismo, me identifico con el hijo menor.
Pues de niño mi padre humano, me llevo a la iglesia y crecí junto a muchos niños
participando en la escuela dominical, en las actividades, me entregue al señor a corta
edad, pero, entrando a la adolescencia, me aleje. Pasaron años, y tome los ofrecimientos
del mundo y viví alejado de la protección de Dios. Luego vina la crisis, similar a la
situación que narra la parábola. Me sentí solo, pues estaba lejos de la protección de
Dios, en busca de respuestas y soluciones, mas me enredaba, caí en una gran depresión,
psicológica ya nada tenía sentido.

Al igual que el hijo prodigo, después de muchos habitando en un país lejano lejos de
casa, reaccione, volví a casa, y cuál fue mi sorpresa, mi padre celestial me estaba
esperando, y al igual que el pastor, me trajo al redil, me dio vestido nuevo, me dio un
nombre, he izo fiesta en mi honor. Es por eso que amamos a nuestro Señor, pues
cuando ya no valíamos nada ante el mundo, el nos dio de su amor, de su gracia.

3. El verdadero hijo prodigo según: H. Nouwen.


Pero esta parábola nos lleva aun más allá. El escritor del libro “el regreso del hijo
prodigo” H. Nouwen dice: Jesús es el verdadero hijo prodigo. Jesús se convirtiera en el
hijo pródigo para nuestra salvación.

a. Abandonó la casa de su Padre celestial.


Se marchó a un país lejano, dejó todo lo que tenía y volvió con su cruz a casa del Padre.
Todo lo que hizo, no como hijo rebelde, sino como hijo obediente, sirvió para llevar de
nuevo a casa a todos los hijos perdidos de Dios. El mismo Jesús, que contó la historia a
los que le criticaban por tratar con pecadores, vivió el largo y doloroso camino que
describe….
¿No es acaso el joven destrozado, arrodillado ante su padre el “cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29)?

b. Se hizo pecado por nosotros.


¿No es acaso Jesús quien se hizo pecado por nosotros, para que nosotros sintamos la
fuerza salvadora de Dios (2 Co 5,21)? ¿Acaso no es Jesús aquél que, “siendo de
condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios. Al contrario,
se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los
hombres”

(Flp 2,6-7)? ¿No es acaso él, el Hijo de Dios sin pecado que gritó desde la cruz: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27,46) Jesús es el hijo pródigo que
repartió todo lo que el Padre le había confiado para que yo pueda ser como él y vuelva
con él a la casa del Padre.

H. Nouwen dice: Cuando miro la historia del hijo pródigo con los ojos de la fe, el
“regreso” del pródigo se convierte en el regreso del Hijo de Dios que reúne a todo el
mundo en sí mismo y les conduce a la casa de su Padre celestial (Jn 12,32). Como dice
Pablo: “Dios tuvo a bien hacer habitar en él la plenitud y por medio de él reconciliar
consigo todas las cosas”…
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4. El hermano mayor,
Es parecido aquellos hombres cristianos, no disfrutan de su herencia en Cristo, la
palabra dice que somos coparticipes con Cristo de la gloria que Dios le dio. Y en vez de
alegrarnos porque alguien que estaba alejado vuelve a reunirse con el pueblo, se irrita,
le busca defectos. Y no quiere participar en la fiesta. Murmuramos, por lo que los
demás hacen, pero aun así, Dios el padre celestial también nos ama, no debemos
hacernos de rogar a la invitación que Dios nos hace para participar del gozo, y
participar en la fiesta.

¿Qué difícil es ser justo? Yo también me identifico con el hijo mayor. Pues en mi afán
de ser fiel a la palabra de Dios y obedecerle, me esfuerzo por ser útil en la iglesia. Un
escritor decía, al contemplar un cuadro pintado por “Rembrandt”.

“…el extravío del hijo mayor es mucho más difícil de identificar. Al fin y al cabo, lo
hacía todo bien. Era obediente, servicial, cumplidor de la ley y muy trabajador. La
gente le respetaba, le admiraban, le alababan y le consideraban un hijo modelo.
Aparentemente, el hijo mayor no tenía errores. Pero cuando vio la alegría de su padre
por la vuelta de su hermano menor, un poder oscuro salió a la luz. De repente, aparece
la persona resentida, orgullosa, severa y egoísta que estaba escondida, y que con los
años se había hecho más fuerte y poderosa.

Mirando en mi interior y mirando a las personas que me rodean, me pregunto qué hará
más daño, la lujuria o el resentimiento. Hay mucho resentimiento entre los “justos” y
los “rectos.” Hay mucho juicio, condena y prejuicio entre los “santos.” Hay mucha ira
entre la gente que está tan preocupada por evitar el “pecado.” El extravío del hijo
resentido es tan difícil de reconocer precisamente porque está estrechamente ligado al
deseo de ser bueno y virtuoso”.

Me identifico con el hijo mayor. Sin alegría.


“Cuando escucho las palabras con las que el hijo mayor ataca a su padre -palabras
farisaicas, autocompasivas y celosas- veo que hay una queja más profunda. Es la queja
que llega de un corazón que siente que nunca ha recibido lo que le corresponde.

Es la queja expresada de mil maneras, que termina creando un fondo de resentimiento.


Es el lamento que grita: “He trabajado tan duro, he hecho tanto y todavía no he
recibido lo que los demás consiguen tan fácilmente. ¿Por qué la gente no me da las
gracias, no me invita, no se divierte conmigo, no me agasaja, y sin embargo presta
tanta atención a los que viven la vida tan frívolamente?” Es en esta queja donde
descubro al hijo mayor que hay dentro de mí. A menudo me descubro quejándome por
pequeños rechazos, faltas de consideración o descuidos”.

4. La fiesta en la casa. (Para la iglesia de hoy)


Hay fiesta en los cielos, cada vez que alguien vuelve, Dios hace fiesta con sus ángeles;
hermanos, si hay fiesta en el cielo cuando uno de los que estaban lejos vuelve, también
nosotros debemos participar de esa fiesta en donde Dios es el anfitrión.

Entonces, si tienes algún familiar que está lejos del Señor, no pierdas la esperanza que
pronto vendrá a los pies del Señor, y sabes que es lo más emocionante, es que, Dios ya
ha preparado todo, si vemos el ejemplo con la actitud del padre de familia.
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5. El padre de familia,
Estaba esperanto el momento en que su hijo apareciera, Lucas 15:20 dice: “Y
levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido
a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”.

Así es nuestro padre celestial, siempre está listo a bendecirnos y darnos de su amor, y un
amor incondicional. Cuando el hijo menor volvió, el no lo desprecio, no lo acuso, no
rechazo.

Más bien lo abrazo, lo beso y no le importo la suciedad con que venía, lo mando a
bañarse, le puso ropa nueva, le dio calzado para sus pies, le puso anillo en su dedo, y lo
hiso fiesta en su honor; lo presento a sus invitados y a sus criados, y con el anillo en el
dedo, el hijo recobro su autoridad, este hijo estaba dispuesto a todo, hasta soportar el
desprecio de su padre como para verlo como a un jornalero mas, pero cuál fue su
sorpresa. Su padre siempre lo vio y lo tuvo como hijo.

Vemos acá el ejemplo de lo que Dios hace con todos nosotros. No seamos engañados
por los placeres del mundo, y atrapados por los vicios, o tentaciones que se presentan
en el trabajo, en la calle, con la mujer o con el hombre que no es el esposo o esposa,
El diablo es astuto, pues nos seduce con lo que es agradable a la vista, con lo que es
agradable a nuestros oídos y nos dice “solo es una pequeña alegría”. En ocasiones nos
dice: en la iglesia todo te prohíben, no te permiten divertirte, no te dejan ir a los bailes,
etc. etc. etc. pero todo es una mentira.

Lo que el diablo quiere es atraparnos, llevarnos al mundo, a un país lejano, y una vez
que el creyente se deja seducir por las mentiras del diablo, recibe una paga muy mala,
primero te impulsa a pecar, luego te acusa, Pablo dijo que: “el solo vino para matar
robar y destruir”; pero el mismo Pablo nos aconseja: “Someteos, pues, a Dios; resistid al
diablo, y huirá de vosotros” (Stg 4:7)

Si vemos que muchos de nuestros hermanos, son seducidos y atrapados, luego


arrastrados a un país lejano debemos hacernos esta pregunta: ¿el creyente de hoy
pierde su identidad? Si le han fallado al Señor y estamos viendo las consecuencias de
la desobediencia. Debemos saber estas cosas:

a. El creyente que se aleja sabe que Dios existe


El hombre que pasa a ser parte de la familia de Dios, aunque caiga en pecado, no deja
de ser creyente, pues siempre sabe que Dios existe, sabe que Dios es la solución a su
problema, tiempo presente, “no se le olvida que Jesús vino y resucito por toda la
humanidad” y que al corazón contrito y humillado él no lo rechaza, pero hay una
barrera y es que el hombre en pecado no puede alabar al Señor, no puede adorar. Pues
su conciencia lo acusa, y le impide adorar a causa de su desobediencia…

b. Dios no se olvida de nosotros.


Al reconocer la necesidad de volver a estar en la presencia del padre, (del Señor) y
entrar en acción para buscar su presencia, buscar el rostro del Señor y empezar a
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caminar hasta encontrarse con él; es en ese momento en que el Señor nos sorprende,
nos damos cuenta que él siempre ha estado esperando, él sabía que íbanos a regresar.
Sin embargo el estar lejos tiene sus consecuencias. La consecuencia de alejarse de la
protección de Dios, alejarse de su presencia, es muy predecible: El hijo menor se fue a
una tierra extranjera y allí lo perdió todo. Se parecía mucho a su padre y ahora tiene
peor aspecto que los criados que trabajan para él. Parece un esclavo.

Cuanto más me alejo del lugar donde habita Dios, menos soy capaz de oír la voz que me
llama “mi hijo amado”, y cuanto menos oigo esta voz, más me enredo en las
manipulaciones y juegos de poder del mundo. Lo que ocurre es algo parecido a esto: no
estoy seguro de tener un hogar, y veo a otros que parecen estar mejor que yo. Entonces
me pregunto cómo puedo llegar donde están ellos. Me empeño en agradar, en tener
éxito, en ser reconocido. Pero no lo logro, solo entonces reacciono y digo ¿Qué debo
hacer? En ese momento “El hijo menor Volvió en sí”, Estaba realmente perdido, y
fue precisamente eso lo que le hizo volver en sí. Se quedó conmocionado al darse
cuenta que estaba solo, comprendió que iba por un camino de muerte. Entonces se
dispuso volver a casa. Y cuál fue su sorpresa. El padre lo estaba esperando con Amor.

Si nos identificamos con el menor, sabemos que cuando volvimos a casa, el hizo fiesta,
había preparado todo lo que nosotros necesitábamos. Pues desde que llegamos nos ha
dado de su amor, y es un amor incomparable, incondicional. Si, así es, con el mismo
amor que nos ama a nosotros, con ese mismo amor está esperando a todos pues ha
preparado una fiesta en su honor.

c. Al que vuelve, le da vestido nuevo y pone anillo en nuestras manos.


La palabra dice que estábamos muertos en delitos y pecados, pero cuando él nos
encontró, y aceptamos venir a él, sano nuestras heridas, nos lavo, quito de nosotros las
inmundicias del pecado, nos hizo entrar en casa, pues estábamos muertos en delitos y
pecados, pero él nos dio vida nueva.

El anillo representaba la autoridad que el padre o señor de la casa le daba al hijo.


Cuando volvemos a estar en comunión con el Señor recuperamos nuestra autoridad de
hijo.

Verso 23: él hace fiesta, se alegra cuando uno de sus hijos quien estaba perdido,
alejado, muerto espiritualmente, vuelve a la vida.

Conclusión

¿Será necesario pasar todo ese proceso, al extremo de desear comer el alimento de los
cerdos, y que ni aun ellos te compartan su comida? Y llegar tan bajo; ser considerado
como a un pecador dentro de la sociedad, que los hombres te vean como alguien sin
valor.

¿Sera necesario volver a llorar al ver la destrucción que la desobediencia a Dios trae, y
estar entre los alcohólicos, adictos? Y se es mujer ¿Será necesario ser señalada y
humillada para reaccionar? O estar en escases por una mala decisión Y hasta entonces
Sermón El hijo prodigo 12

comprender que solo en la casa de papa es donde tenemos la seguridad de estar bajo su
protección y disfrutar de su amor.

Vale la pena serle fiel a Dios.

Pero, hay algo muy importante que debemos comprender, y es que hay muchos
hombres y mujeres que están allá afuera en busca de consuelo, en busca de amor, en
busca de la protección de Dios, en busca de alimento para su alma, y no saben cómo
encontrarlo.

Algunos de nosotros ya atravesamos ese proceso, nos identificamos con el hijo prodigo,
y sabemos que se siente estar lejos del Señor, y la angustia que se siente desear que
alguien te invite a una reunión para adorar y escuchar palabra de Dios.

Es aquí en donde los ejemplos de Jesús deben aplicarse a nuestra vida.

Debemos salir a buscar a los perdidos como el pastor de ovejas, buscar con diligencia y
conservar el talento que Dios nos dio, hasta encontrar al perdido y traerlo al redil,
encender nuestra lámpara que es símbolo de la presencia de Dios en nosotros, luego, no
despreciar a los necesitados como hacían este grupo de fariseos y escribas. A todos
aquellos que Dios envíe debemos recibirlos, restaurarlos, pues Dios no hace acepción
de personas.

Si Jesús mismo, simboliza al hijo prodigo quien abandono todo su reino, su riqueza, su
gloria, para padecer los desprecios, las burlas etc. para que todos nosotros podamos
estar en la presencia del Señor

Debemos mostrar amor por todos los que aun están lejos, de la familia de Dios. Es
nuestro deber, salir a buscarlos, con diligencia, luego traerlos al redil, y hacer fiesta,
pues Dios mismo hace fiesta con sus ángeles, cuando alguien más se integra a la casa.

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