Sei sulla pagina 1di 9

Tarea número 2.

Fecha de entrega: 12/ 09/ 2018


Integrantes: Alejandro Cervantes Varela, Rosario Itzel Contreras Ramírez, Víctor Alfonso
González Ceballos
Materia: Psicoterapia de pareja Docente: Ma. Alicia Moreno
Salazar

I- Amor pareja y posmodernidad. Félix Velasco Alva. (Resumen


crítico)

En este resumen crítico se cuestionarán algunas de las ideas del autor, así como algunas otras
se verán complementadas por nuestro pensamiento.

Introducción.
El amor está implícito en la mayoría de nuestras creaciones y actos sociales, y de manera
predominante en la vida de pareja, diada humana que, a pesar de los cuestionamientos a su
forma tradicional, centrada en la conyugalidad, continúa siendo una especie de gran matraz
donde se mezclan los ingredientes del amor y la agresión coma del erotismo o la locura, del
más profundo bienestar o la más dolorosa tristeza.
Sobre el amor y sus contradicciones.
Los puntos centrales que conectan a los estudiosos del tema del amor o sea sociólogos,
filósofos, antropólogos, literarios o psicoanalistas son el enamoramiento, el deseo, el
erotismo, la sexualidad y la ternura.
Se considera por el autor al sentimiento amoroso como un vínculo, un tipo complejo de
relación, conectado con estados de ánimo diversos y numerosos. Sin embargo, se acuerda
con el autor con el postulado de que el amor es una “tormenta” de emociones, se desacuerdos
que todo amor tenga que ser condición de una relación, se considera que este fenómeno puede
darse sin la necesidad de una relación, en otras palabras, un “amor unilateral”.
Si bien el amor puede crear la posibilidad de una serie de consecuencias que pueden enlistarse
como antónimos a los principios básicos del amor, los cuales se han conservado desde
culturas previas así como los que se han añadido en la actualidad como la libertad, el respeto,
la virtud, el asombro, la expresión genuina del ser , espontaneidad y plenitud, podemos
afirmar que el amor como construcción de un ser sano no implica la dicotomía que menciona
el autor como un atributo inamovible del amor, más bien se apunta desde nuestra perspectiva
a la dinámica de las relaciones y los fenómenos aparte del amor en si como los creadores de
estas “penurias” y “desgracias” psíquicas en las personas.
Por otro lado, se destaca el aspecto sexual de manera que una relación amorosa se consolida
y empieza a cambiar cuando se inicia el contacto físico y se despliegan una serie de
movimientos dirigidos por el deseo, que legitiman no sólo la existencia del otro sino también
la existencia de la pareja amorosa en una intensa interacción intersubjetiva que pretende
negar la finitud de la fusión. Entendemos la idea del autor contenida en este párrafo como
una construcción de la realidad que tomando como base de ambos individuos sus identidades
culturales y construcciones mentales previas sobre su acción que bajo tal interacción
empiezan a surgir, describiendo, creando y dando sentido así como continuidad y
renombrando el acto sexual que los termina definiendo como una pareja, que presa de sus
dinámicas psíquicas inconscientes pretenden fusionarse y a la vez formar una pareja, negando
la súbita separación y regreso a la individualidad que les incomoda fuera del acto sexual.
U Continúa el autor describiendo. Nos enamoramos de lo que el otro significa o representa
en un momento determinado de nuestra vida. El sentimiento amoroso tiene muchos
elementos contradictorios, es efímero, cambiante y está sometido a mucha influencia; además
se puede considerar una construcción eminentemente humana.
Algunas características del amor:
1. Es una experiencia subjetiva.
2. Es un sentimiento cambiante y dinámico.
3. Es una construcción humana.

Posmodernidad y vínculo amoroso.


Las parejas contemporáneas se encuentran en la incertidumbre sobre la duración del amor.
De esta forma hablando de parejas y familias se deben tomar en cuenta las características
sociales que impactan de manera importante nuestras ideas, mitos y prejuicios sobre el amor.
El autor retoma de Lyotard (1979), lo característico de la posmodernidad es “la pérdida de la
creencia”, el derrumbe de las viejas certezas, en donde la incertidumbre y la crisis parecen
ser el sello de la época actual.
Las principales diferencias entre la modernidad y la posmodernidad podrán verse resumidas
en sus premisas epistemológicas…
Modernidad: positivismo.
Posmodernidad: constructivismo y deconstrucción.
En la posmodernidad entonces se señala que la vida vale sólo en razón de su calidad de ser
gozada y su finalidad es proporcionar un placer rápido y fácil; la meta no está centrada ya en
la búsqueda de realizaciones, sino en dejar que transcurra el tiempo sin mayores
preocupaciones.
Asociado a la posmodernidad encontramos el consumismo. Fenómeno por el cual creemos
que nuestra sociedad se vuelve frívola, antipática, renuente a las trascendencias y reincidente
a las vanidades y las apariencias. Tener es sinónimo de ser, por lo tanto, si no tengo no soy
(los “pobres” por ejemplo dejan de existir hasta que se acercan a incomodar a los que no son
pobres, los “pobres” incluso se invisibilizan a sí mismos). El destino último del consumismo
en la transformación del ser es volverlo objeto, un bien o un servicio para poder existir en
nuestro sistema social actual (el neocapitalismo) en el que vales por poseer y así la gente
posee a otra gente, pero como sabemos un objeto no puede ser dueño de otro, por lo tanto,
nadie es de nadie y nada es de nadie y nadie es nada. Esto se refleja en la forma de relacionarse
en pareja de nuestros jóvenes, los cuales no saben que son y no se ponen “etiquetas”, así si
no saben que son pueden constantemente dejar de serlo cuando les incomoda ser eso que no
saben que son. Como expone Ortega y Gasset “no sabemos lo que nos pasa y eso es lo que
nos pasa”.
Continúa el autor. El hombre contemporáneo compra y acumula objetos como si se tratara
de una forma de llenar un vacío existencial. La posmodernidad ha producido una ética
hedonista con un fondo nihilista, se le da más importancia a la opinión mayoritaria,
consensual para tomar decisiones que involucran incluso valores fundamentales, dejando de
lado los principios tradicionales. Al hombre posmoderno no le interesa profundizar en las
teorías, tampoco en la exactitud de las cosas o en las concepciones personales. Nosotros
pensamos que el hombre contemporáneo al que se refiere el autor serían las personas
correspondientes a la “generación x”.
Y por otro lado la tecnología de la información está cambiando no sólo las pautas de
interacción humanas sino también las tradicionales pautas y rotos de cortejo y la conquista
amorosa presencial.
La pareja actual en México.
México ha sufrido gracias a la globalización el “contagio” de culturas anglosajonas, estos
contagios muestran sus síntomas entre tantos aspectos de la vida del mexicano, en sus
relaciones amorosas de pareja. Así de ser la relación amorosa y la procreación subsecuentes
fueron junto a muchos otros ideales se la modernidad, los objetivos centrales de muchas
parejas hasta antes de la mitad del siglo pasado.
La pareja eternamente joven, sin hijos, narcisista, preocupada por si belleza externa, prototipo
de la cultura anglosajona de las últimas décadas, compite y choca con el ideal de pareja
tradicional mexicana, fundada en tener hijos y formar una familia nuclear.
La maternidad ha dejado de tener vigencia y de ser el leit motive de muchas mujeres, que
ahora enfrentan nuevos dilemas.
Amor y pareja.
Una dificultad inicial en la pareja es la de formar un nuevo subsistema, ya que este se debate
por un lado entre la autonomía y la separación, y por otro, el deseo de fusión. Así pues para
tener un amor maduro deberíamos haber logrado la separación y haber resuelto nuestras
primitiva has incestuosas, lo cual también representa una contradicción que enfrentan las
parejas, y que en muchas ocasiones no se resuelve.
La identificación proyectiva logra que, de manera sutil e inconsciente, uno de los integrantes
envíe mensajes inconscientes para que el otro actúe un rol determinado. Si se confirma el rol
que da lugar y pone en marcha el proceso amoroso, va a requerir la constante confirmación
de los roles que se han asignado.
Cuando un miembro de la pareja o ambos, ya no actúan como un continente adecuado que
metabolice las representaciones que se depositan en el otro, lo cual representa una de las
hipótesis de por qué se acaba el amor.
Pareja y conflicto.
Generalizado de qué casarse y resuelve todos nuestros problemas y de que el matrimonio
será la continuación obligado a de la relación amorosa para toda la vida, es un ideal de la
modernidad que ha favorecido la dependencia y que conduce rápidamente al aburrimiento y
la rutina, así como a la patología.
Nuevos espacios que reactivan un mundo privado incluyen fantasías y deseos que no se
pueden compartir y que constituyen gradualmente un campo exclusivo, solitario, nutrido por
las motivaciones y las necesidades inconscientes de cada persona. Intimidad secreta que se
comparte, ahora con el “otro”, no con la pareja, a través del chat o el correo electrónico, que
se han convertido en medios fáciles y rápidos que con un simple clic comunican lo prohibido,
lo secreto y que sustituyen la frustración, la soledad y el vacío que ocasionan los avatares de
la vida conyugal actual.
A manera de conclusión.
También por concluir que el amor está íntimamente relacionado con el tema de la pareja,
sistema que se desorganiza con mucha facilidad por haberse originado en un modelo
simbiótico con la madre, en el que nace psicológicamente como individuo, para tener que
regresar a una nueva dependencia cuando se elige pareja. Está dicotomía entre la fusión y la
autonomía acompaña a la pareja durante todo su ciclo vital.
Si bien el autor expone un punto de vista psicoanalítico y se comprende que por esta razón
el análisis sobre el amor, pareja y posmodernidad sean limitados a su paradigma teórico (que
no es nada limitado), nosotros agregamos con cierta soltura y una perspectiva empírica más
que teórica, sin embargo, no nos alejamos de conocer otras perspectivas teóricas respeto al
tema.
El amor es un fenómeno que como bien comenta el autor está construido por la humanidad,
sin embargo, el enamoramiento que se considera un aspecto propio del fenómeno del amor
completo es en su mayoría biológico. Sin embargo, como seres humanos racionales y por lo
tanto sociales nos hemos alejado de nuestras raíces instintivas en una medida impresionante
(si bien nunca completamente) y construir una serie de conceptos que refieren a “lo
romántico”. En esta posmodernidad es necesario abordar las perspectivas sociológicas como
la teoría de la “modernidad líquida” de Zigmunt Bauman que nos permite explicar el
fenómeno del amor desde una posición más abierta. El amor y la pareja han vivido múltiples
cambio a través de la sociedad y a pesar de la incertidumbre de nuestra generación por las
relaciones de pareja y el compromiso, creemos que es el primer paso y la evidencia de este,
de que la humanidad por primera vez está experimentado una soltura para definir Una vez
más que es el amor y vivirlo desde la individualidad hacia la comunidad, la pareja, el grupo
familiar, un amor social en fin, que se forme por convicción y reflexión profundo, así como
por un deseo de trascendencia individual y no por un fenómeno que prometa la felicidad bajo
términos de subyugar la propia persona, individualidad y lo genuino del ser humano, más
bien que sea una expresión más de éste que le permita ser pleno.
II- Diferencia entre enamoramiento y amor

Cuando hablamos de amor en pareja son dos fases por las que se atraviesan, la primera, es el
enamoramiento. Todo es perfecto en esta fase, no existe persona con la que seamos más afín,
que nuestra pareja y nuestro único interés es amarla y que nos ame de regreso. La segunda
fase es el amor, que es lo que empezamos a sentir cuando termina la locura del
enamoramiento. Sin embargo, no todas las relaciones llegan al amor y no todas las que llegan,
necesariamente estuvieron enamoradas.
El enamoramiento apasionado tiene una duración de entre los primeros 6 meses a 3 años de
la relación. En este momento la química de nuestro cuerpo cambia. Comenzamos a producir
7000 veces más dopamina (considerada la hormona del enamoramiento y la ternura), que
alimenta la fantasía y la imaginación. Utilizamos a nuestra pareja como una pantalla en
blanco donde proyectamos todo lo que queremos ver. Nos sentimos entusiasmados y en
nuestro cerebro se bloquea la lógica y la razón. Es cuando creemos haber encontrado a nuestra
alma gemela, a nuestra media naranja. Al aumentar la dopamina, con ella aumenta también
la testosterona (considerada la hormona masculina, que también es producida por las
mujeres) y con ella el deseo sexual. Esta es la razón por la que los primeros años de la relación
las parejas son más activas sexualmente.
cuando los niveles de dopamina regresan a su producción normal es cuando dejamos de
fantasear con los infinitos atributos de nuestra pareja, es cuando nos enfrentamos con la
realidad y nos comienzan a irritar cosas de nuestra pareja como su personalidad o las cosas
que hace y deja de hacer. Existe mucha gente que pareciera adicta a los niveles altos de
dopamina y a los efectos que esto tiene en nuestro cuerpo, ya que en cuanto comienza a sentir
que las mariposas del estómago se apagan y que la persona que veían perfecta tiene más
defectos de los que recordaba. Entonces dan la relación por terminada.
Cuando comienza la segunda fase que denominamos como amor es el momento en el que la
locura e intensidad del enamoramiento son remplazadas por un sentimiento de paz, seguridad
y comodidad. Cuando comienza el amor, se da otro cambio químico en el cuerpo. Al
disminuir la producción de dopamina, aumentan los niveles de oxitocina (considerada la
hormona del apego) y vasopresina (considerada la hormona de la monogamia). A estas dos
hormonas se les considera las “hormonas de la satisfacción” u “hormonas del apapacho”. A
pesar de que hombres y mujeres producen ambas hormonas, la combinación de la oxitocina
con las hormonas femeninas tienen un efecto mayor en el amor, lo mismo sucede con la
vasopresina y las hormonas masculinas. Esta es la razón por la que se dice que la hormona
del amor en las mujeres es la oxitocina y en el hombre es la vasopresina.
Para Erick Fromm el amor genuino es el que se afirma en el deseo de seguir amando, en el
compromiso. El sentimiento puede difuminarse, pero la voluntad persistir. El amor no es un
asunto fácil, señala, sino una disciplina que supone centrarse en los cuidados, la
responsabilidad, el respeto y el conocimiento del otro. Para Fromm no existe el amor sin
compromiso. El amor rinde sus frutos: “el que ama se transforma constantemente. Capta más,
observa más, es más productivo, es más él mismo”.

III- ¿Qué es el Amor?


El amor es un sentimiento asociado con el cariño y el afecto, sin embargo, las formas de
comprender, expresar, definir y vivir ese “sentir amor” son construcciones socioculturales.
Existen varias definiciones de la palabra amor, entre una de ellas la de Humberto Maturana
que lo define como “la emoción que constituye las acciones de aceptar al otro como un
legítimo otro en la convivencia”.
La comprensión que tenemos sobre el amor ha cambiado notoriamente gracias a aportaciones
como la realizada en 1986 con la publicación del psicólogo Robert Sternberg, cuando explicó
la Teoría Triangular del Amor. Para Sternberg, las relaciones pueden tener una combinación
de tres elementos fundamentales (o podrían tener los tres): Intimidad (I), Pasión (P) y
Compromiso (C) que, siguiendo una metáfora geométrica, ocuparían los vértices de un
supuesto triángulo. El área del triángulo nos indica la cantidad de amor sentida por un sujeto
y su forma geométrica, dada por las interrelaciones de los elementos, expresaría el equilibrio
o el nivel de carga de cada uno de los componentes.
En la relación de pareja, cada miembro de la pareja puede percibir el nivel de los tres
componentes del amor del otro de un modo muy diferente a como uno mismo juzga su propio
nivel de implicación. Por lo tanto, pueden surgir discrepancias en un triángulo entre lo que
experimenta un miembro y lo experimentado por el otro. Además, a lo largo del tiempo, estos
tres componentes van evolucionando de modo diferente, de tal forma que la relación que
tenemos con nuestra pareja puede cambiar con el paso del tiempo. Cada uno de los tres
elementos básicos del amor tiene una evolución temporal diferente. La intimidad se
desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo,
aunque es un crecimiento más rápido en las primeras etapas. La pasión, por su parte es muy
intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele decrecer conforme la relación
avanza, estabilizándose en niveles moderados. El compromiso, por último, también crece
más lento que la intimidad al principio, y se estabiliza cuando las recompensas y costes de la
relación aparecen con nitidez. Hay que tener en cuenta que, en la mayor parte de las
relaciones amorosas, ninguno de los componentes se desarrolla aisladamente de los otros dos.
Los tres componentes básicos del amor:
Intimidad: Se refiere a los sentimientos dentro de una relación que promueven el
acercamiento, el vínculo, la conexión, y principalmente la revelación mutua. La clave de la
intimidad está en la autoexposición mutua de los miembros de la pareja, en salir de nosotros
mismos y mostrarnos tal como somos en proceso de confianza y aceptación mutua, sin
olvidar que, a la vez, es necesario fomentar el desarrollo de una personalidad autónoma e
independiente.
Pasión: Estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y
necesidades, gran deseo sexual o romántico, acompañado de excitación psicológica. No cabe
duda que la relación sexual plenamente satisfactoria, si bien no es la condición única para el
mantenimiento de la pareja, sí es un factor muy importante. En la pasión influye la química
del amor. La presencia en el cerebro de ciertas sustancias bioquímicas de diversa índole y
naturaleza explica el proceso emocional. La serotonina es un neurotransmisor responsable
del componente activo/agresivo de la actividad sexual. La dopamina es del deseo y la
feniletilamina, según algunos, produce los efectos altamente euforizantes del amor
romántico.
Compromiso: Es la decisión de amar a otra persona, serle fiel y compartir con ella muchas
actividades y bienes personales sin limitación temporal. Es el deseo de formar un “nosotros”
y poderlo manifestar a los demás. Todo esto implica la voluntaria aceptación de un cierto
número de obligaciones, evitando cualquier comportamiento que amenace la relación y otras
muchas más cosas.
¿Qué es amor platónico?
El término “amor platónico” hace referencia a la filosofía de Platón. En su diálogo El
banquete, Diótima (a quien Sócrates considera su maestra en el arte del amor) afirma que lo
que todos amamos es el bien, y queremos que las cosas buenas sean nuestras por siempre,
pero debido a nuestra condición mortal no lo podemos lograr.
El amor al que se aspira, entonces, impulsa el alma hacia la plenitud, y para ello reconoce
que hay que acercarse a la belleza física, en primer lugar, luego se debe ir ascendiendo a la
belleza de conducta y, por consiguiente, a la de los conocimientos, para terminar el camino
en el amor a la belleza universal, la que está hecha de todo lo que amamos pero que es infinita
e inmutable.
De acuerdo con esto, el amor para Platón es la oportunidad de estar en un orden de cosas
perfecto donde sólo cabe la contemplación pura de la belleza. No resulta tan complicado si
se entiende como un amor puro que ha superado, sin saltárselos, los peldaños físicos y
racionales para dedicarse a la contemplación de lo espiritual.
¿Qué es amor maduro/digno?
el amor digno se alimenta de aceptación y de comprensión, no de tolerancia ya que ésta hace
que el que tolera se ponga en una posición superior ante el otro, el que es tolerado.
Las relaciones fundamentadas en el amor digno eliminan las jerarquías y se convierten
en relaciones de tipo horizontal. De tal manera que no exista la sumisión, no
haya víctimas y victimarios.
Para amar dignamente hay tomar decisiones con la mente fría, de una manera inteligente y,
sobre todo, realista; buscando lo que los hace semejantes y lo que les interesa construir en
común, como pareja. Reconociendo, también, si existe una verdadera intimidad entre ambos
y si son capaces de mostrarse abiertamente, con sus cualidades y sus defectos. Si pueden
aceptarse tal como son, ser congruentes y asertivos al momento de expresar lo que piensan y
lo que sienten.
El amor maduro y digno es un verdadero compromiso de honestidad, autenticidad, de
comprensión y de disposición a renunciar o ajustar ciertas cosas o necesidades que son
importantes para cada uno por el bien del otro y el bien común, buscando siempre un
equilibro entre el dar y el recibir.
¿Qué es amor romántico?
El amor romántico, desde la etimología griega, coincidiría con el amor eros (enamoramiento,
amor pasional) y vendría definido por la “pasión amorosa” que, según William Jankoviak se
basa en cuatro elementos: idealización, erotización del otro, deseo de intimidad y expectativa.
El mito del amor romántico encuentra parte de su fundamentación o razón de ser en otro
mito, el del mito de andrógino. En “El banquete”, Platón narra la historia de unos seres duales,
seres que podían reunir características de ambos sexos, dando lugar a seres: hombre-hombre,
mujer-mujer o hombre-mujer. Estos seres, duales y completos en sí mismos, intentaron
invadir el Monte Olimpo cuando Zeus (haciendo manifestación de la ira de los dioses), lanzó
un rayo que hizo que cada ser se dividiera en dos mitades. Mitades incompletas y castigadas
eternamente a buscar su otra mitad. Por un lado, este mito daba explicación a la androginia
y la homosexualidad en la antigüedad. Por otro, asentaba las bases sobre las cuales Occidente
ha justificado históricamente un amor basado en los principios de universalidad y naturalidad.
Aunque el “amor romántico” como lo conocemos es histórico y heredero del amor cortés, el
amor burgués y el victoriano; se consolida en la dependencia entre hombres y mujeres,
encontrando justificación en esa supuesta necesidad de complementación psicológica entre
estos.
¿Qué es amor racional?
De acuerdo con Walter Riso un amor racional es aquel que se siente y también se piensa. Es
una manera de relacionarse, donde el “ser para sí” y el “ser para el otro” se integra en un
“nosotros” saludable. En el amor racional el sentimiento, por sí solo, no basta.
¿Qué es amor real/verdadero?
El amor posible y real está íntimamente emparentado con lo que en el lenguaje cotidiano
podríamos enunciar como “querer mucho a alguien”, y que simplificado se puede definir
como la sencilla y comprometida manifestación del “más puro interés que alguien es capaz
de sentir por otra persona”. En pocas palabras, amor verdadero es el sentimiento de afecto,
pasión, intimidad y compromiso genuino que una persona siente por otra.

IV- Ejemplos de tipos de relaciones


Relación simétrica:
Pareja que vive infidelidades. Uno/a engañó al otro/a y por despecho ella lo engaña, pero más
veces o con más personas. Devuelven el "golpe" pero más fuerte y la otra persona hace lo
mismo.
Relación complementaria:
Un ejemplo sería el caso clásico de machismo, el hombre decide el rumbo de la relación, así
como tomar la elección y la mujer obedece y” complementa” el papel del hombre.
Relación paralela:
Suceden cuando están casados/as y tienen un/una amante frecuente la/el cual piensa que en
algún momento se abandonará la vida matrimonial formal para dedicarse de lleno a la del
amante.

Potrebbero piacerti anche