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Cómo Tratar a Niños Autistas:

23 Consejos Efectivos
Por
Yolanda Cristina Sánchez Sánchez

Aprender a tratar a los niños autistas de forma adecuada es


fundamental para su educación, su futuro y el bienestar y calidad de vida
de la familia entera. A continuación te damos 23 consejos prácticos.

Cuando una familia se entera de que su hijo tiene autismo, una de las
primeras preguntas que se les puede venir a la mente es la de cómo deben
tratarlo a partir de ese momento. Ya sea en sus cuidados, su forma de
comunicarse con él o incluso de educarle.

Es cierto que cada persona con autismo es diferente, pero en general


existen algunas pautas que podemos seguir que hará que nuestra relación
mejore y sea más positiva y enriquecedora para ambas partes.

23 consejos para tratar a niños autistas

1- Tener una vida regida por un horario

Los niños con autismo no son nada flexibles en su vida diaria, por lo que ésta
debe regirse por actividades que cumplan siempre el mismo horario, de lo
contrario despertaremos incomprensión y frustración.

Si seguimos esta metodología, el niño podrá anticipar todo lo que va a


realizar en el día reduciendo así su estrés y malestar. Una buena forma de
hacerlo es tener un horario grande en algún lugar de la casa sobre todas las
actividades que va a realizar durante la semana para que pueda consultarlo
siempre que quiera.
Aunque siempre realice las mismas actividades, es bueno que un día a la
semana se cambie la actividad. Si se le presenta con antelación podrá
interiorizar que hay un cambio y poco a poco haremos que sea algo más
flexible.

2- Evitar los enfados siempre que sea posible

A las personas con autismo les ocurre igual que a aquellas que no presentan
este trastorno. Lo que pase a su alrededor les afecta aunque algunos no
tengan la capacidad de demostrarlo o comunicarlo.

En el caso de que no hayan realizado algo correctamente o que su


comportamiento no haya sido adecuado, debemos de hacerle saber que nos
ha molestado. Todo ello de forma calmada y tranquila. Si lo hacemos de
forma agresiva podemos crearle ansiedad y ponerlos nerviosos a ellos
también.

3- No hablarles demasiado

En ocasiones, es posible que no quieran comunicarse con nadie. Como padres


y madres debemos respetar que nuestro hijo ese día no quiera hablar o
incluso que le hablen. Si le obligamos es posible que alteremos su
tranquilidad y podamos desencadenarle conductas agresivas.

Por otro lado, tampoco es recomendable hablarles demasiado deprisa ya que


algunos no tienen buenas habilidades de comunicación y al igual que en el
caso anterior, podemos crearles frustración y ansiedad.

4- Premiar lo que hace bien

Al igual que ocurre con las personas que no presentan este trastorno, les
encanta saber que han hecho las cosas bien. Nuestro deber como padres es
hacerles llegar ese mensaje premiando este comportamiento con algo que
sepamos que le gusta.

Lo mismo ocurriría en el caso de que no tuvieran un buen comportamiento o


no realizaran algo adecuadamente. En este caso, es recomendable que lo
castiguemos quitándole algo que sabemos que le gusta durante un tiempo
determinado.

Si le estamos enseñando a hacer algo, es normal que al principio le cueste


mucho. Incluso es posible que le lleve más tiempo del “normal”. Tenemos
que tener paciencia y no alterarnos pues podemos afectarle negativamente.

5- Ayudarles a comprender su alrededor

Debemos tener presente que le cuesta comprender el por qué las cosas se
hacen de una forma y no de otra. Las personas con autismo no comprenden
las cosas que son muy abstractas, como por ejemplo pueden ser las normas.

Por ello, como padres debemos apoyarles y hacer todo lo posible para que
asimilen e interioricen de alguna u otra forma el mundo que les rodea.

6- Respetar su espacio

Algo tan sencillo como hablarle de forma ascendente o darle un abrazo sin
que se lo espere, puede alterar a las personas con autismo de forma
excesiva.

Como familiares tenemos que respetar su espacio con el fin de no irritarle y


hacer su día a día más confortable, teniendo en cuenta que nunca debemos
dejarle solo.

7- Comprender su forma de comunicarse


Dependiendo de la persona que presente este trastorno, así como de otros
que pueda llevar asociados, existen personas con autismo que pueden
comunicarse tanto con ayuda como sin ayuda y otras que no son capaces de
articular palabra alguna.

Aunque no presenten las mismas habilidades comunicativas que nosotros, si


son capaces de comunicar cuando están mal mediante otras formas:
gritando, balanceándose, aleteando las manos, girando en círculo o hasta
autolesionándose.

Por ello, debemos de prestar atención a estos comportamientos para saber


exactamente qué es lo que necesita.

8- Pedirle lo que es capaz de hacer

Aunque pueda tener limitaciones o no haga algunas cosas adecuadamente,


tenemos que acentuar y valorar las cosas que sí sabe hacer. Una buena forma
es darle esa responsabilidad, por ejemplo si sabe poner las servilletas dejar
que las ponga y pídeselo.

9- Hablarles de forma clara

No todos tienen la capacidad de comunicarse correctamente ni tampoco de


comprender lo que le decimos. Hay que evitar frases complejas y utilizar un
lenguaje claro y sencillo.

Es recomendable que además acompañemos lo que decimos con gestos


visuales, esto le ayudará a entender lo que estamos diciendo.

10- Ver más allá de su trastorno


No podemos culparnos ni mucho menos tratarlo con lástima o pena. Tenemos
que ver que es una persona igual que cualquier otra y que tiene las mismas
necesidades que nosotros. Por lo que también quiere divertirse, disfrutar de
la familia, hacer cosas nuevas (dentro de sus posibilidades) etc.

11- Disfrutar de su compañía


Los niños con autismo pueden enseñarnos muchísimas cosas si prestamos
atención. Tenemos que aprovechar cada minuto que estemos con ellos e
intentar que esos momentos sean los mejores para ambas partes.

12- Aceptarlo tal y como es

Tenemos que aceptarlo tal y como es. Hay personas con este trastorno que
presentan muchas manías que pueden hacernos sentir mal en algunas
ocasiones y que incluso puedan llegar a convertirse en un problema familiar.

Tenemos que buscar la mejor solución para ambas partes sin afectar mucho
a la persona con autismo de forma calmada y sin alterarnos.

13- Ayudarlo a mejorar

Es importante que intentemos que mejore en aquellas limitaciones o


problemas que pueda presentar dándole las herramientas necesarias. Si
sabemos que no puede estar en un sitio donde hay mucha gente, nuestro
deber para que tenga una calidad de vida es ayudarle a que venza su estrés
y se enfrente a este tipo de situaciones.
14- Fomentar su autonomía

Como familiares no podemos sentirnos culpables de esta situación, debemos


ser fuertes y desde el primer momento darle las pautas necesarias para que
cuando crezca, en la medida de lo posible sea autónomo y pueda vivir sólo o
sin ayuda.

¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta


como padres?
Además de hacernos la pregunta de cómo debo tratar a mi hijo a partir de
ahora, también es posible que nos hagamos otras cuestiones. Aún así es
importante que, además de lo anterior, tengamos en cuenta los puntos que
aparecen a continuación:

15- Seguir trabajando en familia

Es importante que como familia se trabaje unida y más cuando tenemos a


una persona con este trastorno en ella. Seguir las normas será fundamental
para darle al niño la estabilidad que necesita.

Nuestro hijo podrá avanzar y mejorar si todos sus miembros trabajan con
ese fin y le dan ejemplo. De lo contrario, la familia será un impedimento en
su evolución.

16- Hablar con otros padres

El saber que existen otros padres con niños con autismo. Además de que nos
tranquiliza, también nos permitirá informarnos sobre cómo se organizan,
cómo tratan a su hijo y qué metodologías le funcionan y cuáles no.

También nos podrán ayudar sobre las terapias que existen, así como las
medicaciones que pueden funcionar mejor en el caso de que fuera necesario.
17- Mantener el sentido del humor

Es importante que tengamos buen humor y sepamos aceptar la realidad tal


y como es y cuanto antes mejor. Si no lo hacemos, podremos vernos
afectados nosotros mismos y a su vez podremos perjudicar a nuestro hijo de
forma negativa.

18- Planificar el futuro con tiempo

Como padres tenemos un ciclo finito, esto puede crear ansiedad dado que no
vamos a saber lo que va a pasar con nuestro hijo una vez que no estemos.
Por ello, es importante que nos organicemos para tenerlo todo preparado
para ese día y así reduciremos este sentimiento.

19- Ser conscientes de los progresos que realiza el niño


y la familia en general

Es importante que seamos conscientes de los avances que la familia está


teniendo, así como de los que realiza el niño. Esto ayudará a ver todo lo que
se ha avanzado y nos hará sentirnos mejor.

20- Estar tranquilos

Como referentes paternos, es importante que mantengamos la calma en todo


momento aunque en algunas ocasiones sintamos que las circunstancias nos
pueden sobrepasar. Si nos alteramos podemos afectar a nuestro hijo
negativamente y eso debe de ser lo último.

21- Organizarse

Como hemos mencionado anteriormente, las personas con autismo necesitan


tener una vida cuadriculada dada su poca flexibilidad. Tenemos que aprender
a organizarnos teniendo esto presente para darle la mejor calidad de vida a
nuestro hijo.
22- Informarse sobre el autismo

Es importante que conozcamos exactamente que trastorno tiene nuestro hijo


con el fin de entenderlo y ponernos en su lugar. Esto mejorará vuestra
relación así como vuestro trato hacia él.

23- Hablar con su hermano

En el caso de que vuestro hijo con autismo tenga un hermano tanto menor
que él o mayor, tenemos que explicarle qué es lo que le ocurre, así como las
normas que se deben de seguir de ahora en adelante en casa.

Éstas no sólo van a ser recomendables y necesarias para la persona con este
trastorno ya que también se pueden beneficiar de ellas todos los miembros
de la familia.

Conoce a tu hijo
Las pautas que hemos puesto tanto para tratar a tu hijo con autismo como
para la familia en general, pueden variar de un niño a otro así como de una
familia a otra. Quien mejor conoce a tu hijo eres tú mismo, por lo que es
importante que aunque sigas las normas generales que te recomendamos
formules las tuyas propias.

Cada persona con autismo es diferente y su comportamiento depende de


muchos factores entre ellos: la edad, el temperamento, si tiene
enfermedades asociadas… Por ello:

 Observa a tu hijo con detenimiento. Esto te ayudará a


comprender su comportamiento y saber cómo debes actuar así
como sus gustos y las cosas que le pueden molestar.
 Crea pautas nuevas. En base a las conclusiones que hayas sacado
durante la observación, crea tus propias pautas para tratar a tu hijo
con autismo para ver si obtienes los resultados que esperas.
 Ensaya y prueba tus propias pautas. La única forma de ver si
las pautas que has creado funcionan es probándolas en las
diferentes situaciones de la vida cotidiana que se puedan presentar
con tu hijo. En el caso de que no sea así tendremos que volver al
apartado inicial.
 Se coherente. Es muy importante que seas coherente con las
pautas que creas y que pretendes realizar con tu hijo. Por lo que,
debes pensar si es exactamente lo que quieres y si es lo mejor para
él.
 Mantenlas en el tiempo. Lo más complicado es mantenerlas en el
tiempo, puede ser algo muy agotador pero es importante para él y
para la familia en general que se haga de esta forma y no de otra.
 Ayúdate de profesionales. Los profesionales de la educación, así
como de la salud mental, pueden ayudarte con estos temas.
Siempre que lo necesites es bueno que pidas ayuda.

Conclusiones
Como hemos podido comprobar, tener a una persona con autismo en nuestra
vida puede ser un gran cambio. Sin embargo no podemos dejarnos llevar por
las emociones negativas y tenemos que aceptar la realidad tal y como es.

Al principio esto puede ser muy complicado, pero poco a poco se irá
aceptando y lo harás por el bienestar de tu hijo. No tengas miedo de buscar
ayuda para apoyarte o de incluso tener un mal día, es natural que te sientas
así.

Seguir estas pautas te ayudarán a mejorar tu día a día con tu hijo e incluso
con el tiempo seguirás las tuyas propias que te funcionen. Pues como hemos
dicho anteriormente, cada persona con autismo es diferente y aunque
hayamos puesto unas normas generales, es importante que conozcas a tu
hijo para saber exactamente que herramientas seguir.

Estrategias educativas para niños con autismo


Descubre algunas estrategias educativas para niños con autismo
Educar a un niño con autismo no es una tarea sencilla, requiere mucha
paciencia y dedicación. Y es que a medida que el niño comienza a crecer y
los síntomas se agudizan, la docilidad de los primeros años desaparece y en
su lugar surgen conductas más indiferentes y desafiantes. Por eso, es
importante tomar cartas en el asunto e implementar algunas estrategias
educativas que allanen el camino.

Principales estrategias educativas para niños con


autismo

1. Estructurar bien el entorno


Su principal objetivo es adaptar al niño a los diferentes espacios, según las
actividades que debe realizar en estos. En esencia, se trata de estructurar el
ambiente con diferentes materiales, en dependencia de las tareas que se vayan a
desarrollar. Por ejemplo, en el comedor puedes colocar la vajilla encima de
la mesa antes de que el niño entre, así como cuadros que hagan alusión al
acto de comer. Al contrario, debes evitar colocar objetos ajenos a la
actividad que se realiza en la habitación, como un televisor o un ordenador.
Con esta sencilla estrategia lograrás que el niño se adapte con mayor facilidad a
los diferentes entornos y comprenda qué actividad debe realizar en cada
uno. También puedes utilizar láminas identificativas cuando visitéis sitios
nuevos. De esta manera el niño comprenderá qué se espera de él.
2. Anticipar actividades y comportamientos
La mayoría de los niños con autismo se ensimisman en sus actividades
preferidas, por lo que se muestran ansiosos e irritables cuando se les conmina a
cambiar de tarea. Una estrategia muy sencilla para evitar este problema
consiste en anticipar las tareas diarias y el comportamiento que se espera
obtener. Para lograrlo, es conveniente recurrir a las imágenes ya que estos
pequeños suelen tener una excelente memoria visual y pueden recordar con
mayor facilidad las secuencias de tareas si se presentan a través de
imágenes.
Por ejemplo, puedes preparar un set de imágenes que representen las
actividades cotidianas y las tareas nuevas que debe realizar. Al inicio del
día, puedes mostrarle la secuencia de actividades que tendrá que hacer a lo
largo de la jornada y cada vez que termine una tarea, le explicas que la
actividad que hacía ha finalizado y que pasará a una nueva, en este
momento debes brindarle detalles sobre la nueva actividad y enseñarle las
imágenes. Está técnica de anticipación también es útil para indicar la
aproximación de un evento que le molesta o incluso de una circunstancia
nueva.

3. Introducir los cambios paulatinamente


Por lo general, los niños con autismo desarrollan una esfera de intereses muy
limitada que los motiva a enfrascarse solamente en determinadas
actividades. De hecho, no es extraño que se apeguen a las mismas rutinas y que
tengan rabietas o se comporten de manera inadecuada si se ven obligados a cambiar
sus hábitos. En muchos casos, esto conlleva a que los padres se encierren en casa,
volviéndose cómplices del aislamiento de su hijo. Sin embargo, existe una estrategia
para lograr progresos en la conducta social del niño.
La idea es que desde pequeño, le acostumbres al cambio. Se trata de que no
frecuentéis siempre los mismos lugares o que toméis rutas diferentes cada vez. Poco
a poco, introduce pequeños cambios en la rutina cotidiana, preséntale nuevos
juguetes y a nuevas personas. Por supuesto, no se trata de que le bombardees con
nueva información, porque será totalmente contraproducente, sino de que incluyas
pequeñas transformaciones que le permitan aceptar mejor el cambio cuando este se
produzca.
4. Dar instrucciones de acuerdo a su nivel de desarrollo
Enseñar a reconocer y ejecutar instrucciones sencillas es una estrategia básica
para la educación de un niño con autismo. Sin embargo, no se trata de una técnica
tan fácil como parece a simple vista. Primero debes comenzar con instrucciones
sencillas como: “Párate”, “Guárdalo” y “Toma”. Es probable que al inicio el niño no
responda a estas instrucciones pero si eres perseverante, terminará
comprendiéndolas y ejecutándolas.
No obstante, para no confundirle aún más, es mejor que le ayudes a seguir la
orden, en vez de repetirla verbalmente una y otra vez. También es aconsejable
esperar el momento propicio para darle las instrucciones porque si el niño está
enfrascado en otra actividad, es posible que no te preste atención. Lo ideal es que te
coloques de frente y, mirándolo a los ojos, le pidas lo que deseas.

5. Exigir normas de comportamiento


Muchos padres y cuidadores de niños con autismo suelen pasar por alto las normas
de convivencia. Sin embargo, es fundamental que los niños sigan las mismas normas
que el resto de sus coetáneos, aunque necesiten mayores niveles de ayuda para
lograrlo. La clave consiste en brindarles instrucciones sencillas, acordes a su
nivel de desarrollo.
El primer paso será exigirle que cumpla las mismas normas y límites que sus
compañeros o hermanos. Por supuesto, tendrás que hacer algunas concesiones y
explicarle varias veces de manera clara y sencilla qué debe hacer. Por ejemplo, si
quieres que aprenda a esperar su turno en una cola, puedes pedírselo directamente y,
aunque se muestre irritado o molesto, debes hacerlo esperar, sin enojarte pero
mostrándole que debe permanecer allí. Las primeras veces será difícil pero poco a
poco, el nivel de tolerancia del niño aumentará.

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