No es bueno juzgar por las apariencias, pero hay personas que a
primera vista nos parecen peligrosas. En el siglo XIX, el científico Cesare Lombroso desarrolló una teoría que define a posibles delincuentes por algunos de sus rasgos físicos.
Cesare Lombroso, un criminólogo y médico italiano nacido en
1835, fue uno de los precursores de la criminología moderna en cuanto a que se puede nacer predispuesto a ser un criminal por causas biológicas. Su legado continúa presente, aunque sus estudios y publicaciones causaron y siguen causando bastante polémica.
Cesare Lombroso y sus aportes a la criminología
Este italiano, que durante su carrera publicó veinticinco libros
que combinan la ciencia biológica con la criminología, fue uno de los exponentes más importantes del positivismo criminológico.
Se trata de una corriente que, en vez de exponer sanciones para
determinado acto lo hace para un delincuente estudiando sus características, delito y forma de cometerlo, para luego buscar un castigo jurídico que se ajuste a cada caso.
Lombroso creía que la evolución humana y la forma en que el
hombre fue cambiando, eran las claves para estudiar los actos criminales y, de cierta forma, evitar que ocurrieran trabajando sobre el individuo. Sus estudios, lo llevaron a elaborar la llamada “teoría del criminal nato",” que describe características físicas y biológicas de aquellos que nacen pre-dispuestos a ser criminales.
Cesare Lombardo murió en 1909 y dejó un impresionante
legado, siendo quizá uno de los criminólogos más influyentes en las corrientes que buscan encontrar el origen del mal.
La teoría del criminal nato
Una de las enseñanzas y postulados más importantes de la
carrera de Cesare Lombroso, fue buscar aquellas señales que den con aquellas personas que, ya sea por causas biológicas o errores de la evolución, están predestinadas a ser criminales.
A esa teoría se le conoce como la del criminal nato o atávico.
Para Lombroso, los criminales natos son un error evolutivo que se saltó la selección natural y pertenece a etapas primarias del desarrollo humano.
Esos delincuentes por naturaleza, según Cesare, presentaban
una serie de signos no sólo físicos, sino que también de moralidad, comportamiento y socialización. Algunas de las características del llamado criminal nato, son:
Asimetrías en el rostro y cráneo de apariencia irregular,
con una frente chata. Sobre desarrollo de la mandíbula inferior. Orejas grandes y brazos más largos del habitual. Mayor fuerza en el lado izquierdo del cuerpo. Vista aguda. Menor sensibilidad al dolor y al tacto. Falta de capacidad de remordimiento, control de impulsos y vergüenza. Tendencia a los vicios como la bebida, tabaco y drogas.
La teoría del criminal nato fue evolucionando y lombardo llegó a
crear clasificaciones según el tipo de delito que tenían mayores posibilidades de cometer. Para él no existía remedio para el criminal nato adulto y lo mejor era encerrarlos en lo que llamaba defensa social, ya que se protegía a la sociedad de estas personas peligrosas.
Hoy en día no se juzga a alguien considerando la teoría del
criminal nato, pero existen estudios que demuestran, por ejemplo, la existencia del gen asesino y, los sociólogos y sicólogos son capaces de detectar a los sociópatas y psicópatas. 2- Elaboración de un cuadro comparativo con los enfoques de la
Escuela Clásica Y La Escuela Positivista. Utilizar como referencia
el libro de Sociología Jurídica de Jean Carbonnier, Capítulo I y la Web.
Entregar en físico al facilitador.
Lo que diferencia a la sociología jurídica de la ciencia del
derecho ó del derecho dogmático, es que el derecho dogmático estudia reglas de derecho en sí mismas, mientras que la sociología del derecho se esfuerza por descubrir las causas que las han producido y los efectos sociales que ellas producen”.
En consecuencia, entre el derecho dogmático y la sociología del
derecho la diferencia no se refiere al objeto. Es una diferencia de puntos de vista o de ángulo de visión. El mismo objeto que el derecho dogmático analiza desde dentro, la sociología del derecho lo observa desde afuera, y precisamente 22 porque lo observa desde afuera lo ve como fenómeno, como exterioridad, como apariencia.