Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El soporte material de la globalización es la profundización de la división internacional del trabajo, donde el predominio
corresponde a un puñado de países altamente desarrollados. Los avances de los países más atrasados están
determinados por la presencia del capital extranjero en sus economías, el cual ha ido perfeccionando un esquema de
inserción apendicular, donde las decisiones estratégicas son tomadas desde afuera por las empresas transnacionales y
sus países de origen. En estas condiciones, cualquier posibilidad de desarrollo independiente es cada vez más difícil.
En términos de crecimiento existen, al igual que en otras variables estrechamente relacionadas con éste como el
comercio y la inversión, dos momentos claramente diferenciados: el periodo entre 1990 y 1997, y el que va desde 1998
hasta nuestros días. Los años noventa han sido testigos de una evolución muy favorable de la región latinoamericana,
como resultado de las estrategias liberalizadoras y las reformas puestas en marcha por estas economías. Así, y en un
esfuerzo de síntesis, se observa una importante recuperación del nivel de actividad en la región: el PIB de América
Latina creció a una tasa promedio anual del 3,3% en el período 1991-1997, alcanzando en 1997 un 5’2%, la mayor tasa
de los 25 años anteriores. Este crecimiento positivo responde en gran medida a la continua expansión de las
exportaciones así como a la intensificación de las entradas de capital, en ambos casos gracias a las políticas de apertura
y a otros factores anteriormente comentados.
En segundo lugar cabe señalar, por una parte, que la volatilidad financiera es una característica permanente de los
mercados financieros internacionales, lo que puede interpretarse como un síntoma de debilidad general de los mercados
mundiales de capital. Por otra parte, las crisis han puesto de manifiesto que la volatilidad de los flujos
de capital es excesiva y que las entradas y salidas de capital se producen con demasiada rapidez.
Una tercera conclusión es que las perturbaciones de un mercado se transmiten más fácilmente a otros aumentando
así el riesgo sistémico. Entendemos por éste la posibilidad de que la crisis de uno o varios intermediarios o de un
segmento de mercado o determinados circuitos financieros se extienda de forma generalizada a otros
intermediarios, segmentos de mercado o circuitos.
EFECTOS DE INTEGARACION ECONOMICA
El estudio de este proceso de integración económica ha producido una abundante literatura teórica, especialmente sobre
uniones aduaneras. En esta sección se examinan las principales contribuciones de esa literatura para explicar el origen
y evolución de los programas de integración regional en los que participan los países latinoamericanos.
Hay un claro consenso en reconocer que el comienzo de esta rama de la teoría del comercio internacional se halla en
el estudio pionero de Viner (1950), que mostró que no es posible generalizar acerca de las
consecuencias de bienestar de una unión aduanera. Viner aceptaba que la formación de una
unión aduanera aumentaba el comercio entre los países miembros tras la eliminación de sus
aranceles recíprocos, pero argumentaba que no se podía emitir un juicio general sobre si ese
incremento en el
comercio mejoraba o empeoraba el bienestar, ya que ello dependía del origen de ese mayor
comercio. Viner distinguía entre dos posibles casos: la creación y la desviación de comercio.
En el primer caso se asiste a una sustitución de la producción nacional de alto coste por las
importaciones de menor coste procedentes de un país socio y por lo tanto, se produce una
ganancia de bienestar. En el segundo caso la sustitución es de las importaciones de bajo coste
procedentes de un país no miembro por las importaciones de mayor coste de un país socio, y
el bienestar se reduce. Por consiguiente, el efecto
neto de una unión aduanera sobre el bienestar depende de la incidencia relativa de la creación y desviación de comercio.
En este contexto se pusieron en marcha cuatro proyectos de integración subregional, que abarcaron a la mayoría de los
países latinoamericanos: la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) creada en 1960 y convertida en
la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) en 1980; el Mercado Común Centroamericano (MCCA) también
establecido en 1960; la Asociación de Libre Comercio del Caribe (Caribbean Free Trade Association, CARIFTA) formada
en 1968 y transformada en la Comunidad del Caribe (Caribbean Community, CARICOM) en 1973; y finalmente, el Pacto
Andino (PA) establecido en 1969.
Las uniones aduaneras latinoamericanas –el MCCA, la CARICOM y el PA– formadas para impulsar el desarrollo de las
industrias sustitutivas de importaciones estaban condenadas a ser inicialmente desviadoras netas de comercio y por lo
tanto, reductoras de bienestar. Ello era debido a que estas industrias iban a atender una demanda regional previamente
satisfecha por las importaciones del resto del mundo.
El crecimiento y el desarrollo vistos integralmente, no sólo desde la perspectiva económica, no deberían ser procesos
excluyentes, sino favorecedores de todas las personas, sin discriminación, consultando la justicia social y la igualdad de
oportunidades, y en particular la equidad o justicia en los casos concretos. Sin embargo, globalización, disminución de
la o eliminación de la pobreza, desarrollo y equidad, no son conceptos armónicos dentro de las políticas públicas y dentro
de la agenda socioeconómica y política mundial.
Para los ciudadanos en general, para la gente de Iglesia en particular y en ella especialmente para los laicos, el Evangelio
y la Doctrina Social de la Iglesia son iluminadores de primer orden a la hora del compromiso y de aportar en las dinámicas
caóticas suscitadas en la construcción de lo público en la democracia, así sea desde orillas políticas distintas.
La pobreza, esa explosión de carencias en medio de tantos recursos naturales, sociales y culturales como los que
tenemos y de un capital humano tan extraordinario y tan dispuesto a trabajar para sacar adelante nuestras sociedades.
Nos aquejan un alto grado de desigualdad o concentración de la riqueza y del ingreso y la falta de infraestructura, de
investigación, de ciencia, de tecnología y de innovación en los niveles que necesitamos para impulsar el crecimiento y
el desarrollo.
En el año 2002 el número de latinoamericanos que vivía en la pobreza llegó a la escandalosa cifra de 220 millones de
personas, de los cuales 95 millones son indigentes, lo que representa el 43,4% y 18,8% de la población respectivamente.
Las alternativas ni siquiera deben ser un modelo específico como el que tanto se ha buscado en América Latina, quizás
abstracto y quimérico, sino que deben intentarse soluciones propias y novedosas, como por ejemplo a partir del
cooperativismo, de empresas mixtas, de modelos verdaderamente inclusivos, con amplia participación de la ciudadanía.
A pesar de que la revolución tecnológica está produciendo unas elevadísimas tasas de desarrollo y creando muchísima
riqueza, sin embargo la pobreza y el subdesarrollo se mantienen y hasta se incrementan- en gran parte del planeta,
hasta el punto de que casi la mitad de la población mundial sigue siendo pobre.
Resulta útil distinguir entre tres grados de pobreza: extrema (o absoluta), moderada y la relativa. Pobreza extrema
significa que las familias no pueden hacer frente a necesidades básicas para la supervivencia: padecen hambre crónica,
no tienen acceso a la asistencia médica, no tienen servicios de agua potable ni de saneamiento, no pueden costear la
educación de sus hijos y carecen de elementos rudimentarios para proteger sus viviendas un techo que evite la entrada
de la lluvia en la choza o una chimenea para evacuar el humo de la cocina- y de artículos básicos, como los zapatos. A
diferencia de la pobreza moderada y relativa, la pobreza extrema sólo se da en países en vías de desarrollo. El concepto
de pobreza moderada se refiere, por lo general, a unas condiciones de vida en las cuales las necesidades básicas están
cubiertas, pero sólo de modo precario. La pobreza relativa se interpreta habitualmente como un nivel de ingresos
familiares situado por debajo de una proporción dada de la renta nacional media.
En cuanto al subdesarrollo, tampoco es fácil ponerse de acuerdo, siendo Frecuente que se entienda por países
subdesarrollados aquéllos cuya renta per cápita es inferior a un determinado número de dólares anuales Sin embargo,
lo que es más importante, para que un país sea considerado subdesarrollado debe tener al menos estas características:
No cabe duda de la necesidad urgente de humanizar la globalización. Por eso hay que impulsar el desarrollo humano
como alternativa al actual ordenamiento mundial, buscando un mayor equilibrio socioeconómico y político, con
sostenibilidad, pensando en la calidad de vida de las generaciones futuras.
En la última década, América Latina se ha visto fortalecida en su crecimiento económico por el proceso mundial de la
globalización. Sin embargo, este proceso no ha tenido un impacto significativo en la reducción de la pobreza en la
población de esta región. Examinemos esta contradicción.
La pobreza relativa en que se encuentra la mayoría de la población de América Latina tiene características peculiares,
que se traduce en alto desempleo, alto subempleo, ingresos precarios que no cubren las necesidades básicas por lo
que deben buscar trabajo todos los miembros de la familia, incluyendo los menores de edad. En los países con un índice
medio de desarrollo humano, que es el caso de la mayoría de países de América Latina, del total de Población
Económicamente Activa, en promedio, el 30% tiene empleo estable; el 62% está subempleado; y el 8% está en total
desempleo. Esta última tasa, que en los países desarrollados recibe una ayuda económica del Estado, en la región
Latinoamérica son los miembros de la familia que tienen ingresos los que ayudan en la supervivencia de los
desocupados.
Globalización para afuera y pobreza estática: El proceso de globalización ha incorporado a los países de América
Latina en la economía mundial, pero internamente la economía de estos países no favorece a la mayoría de la población;
por el contrario se mantiene estáticas las tasas de empleo, subempleo y desempleo, el consumo y los salarios. Estos
índices de pobreza no disminuyen significativamente.
Globalización y pobreza, en América Latina, son procesos que al parecer marchan separados, no son interdependientes.
Si esta interpretación es correcta, los economistas tienen un reto para explicar científicamente este proceso y diseñar
políticas económicas que ayuden a los gobiernos a enfrentar las tendencias de pobreza en la economía de los países
en el marco de la globalización.
En este sentido, la población de los lugares donde se concentran las empresas multinacionales que explotan los recursos
nacionales percibe la actividad de estas empresas, y la globalización, como perjudicial para ellos y para el país; en
consecuencia se movilizan en oposición a las actividades de estas empresas.
Es importante observar que los países de América Latina con mayores Índices de Desarrollo Humano, según las
Naciones Unidas, tienen gobiernos de tendencia socialista: Uruguay, Chile y Argentina. Estos países incluso están
considerados en el grupo de países de mayor Desarrollo Humano del mundo. Esto se explicaría por el gran contraste
entre ricos y pobres existente en estos países.
Se han identificado algunas tendencias, pocas pero importantes, en el ámbito empresarial que, en mi concepto, llevaron
a la productividad a cambios dramáticos en las estrategias y aproximaciones presentes y futuras.
Empresarial.
Ampliar los límites de la empresa como “sistema”. La interacción de la empresa con su contexto es expresada
fundamentalmente en términos de intercambios colectivos de valores financieros. Los esfuerzos que se necesitan
refieren a la ampliación del alcance de las herramientas analíticas para cubrir las consideraciones de aspectos sociales
y físicos del desarrollo empresarial sustentable como sistema.
Incorporar, en el sistema de administración productiva, la preocupación por el desarrollo sustentable. Los programas
que consideran la extensión de la productividad como un proceso de cambio total en la administración, dan como
resultado mejoras significativas y continuas.
Crear un sistema nuevo de medición de la productividad. Las consideraciones sobre la sustentabilidad debe ser incluidas
en la “estimación” de la productividad y en el análisis de opciones de manera que provean indicadores acerca de los
impactos sociales, económicos y físicos sobre el medio ambiente.
tamaño del mercado nacional del país;
crecimiento esperado del mercado en el país;
habilidad de repatriar el capital y remitir ganancias;
productividad y hábitos de trabajo de los trabajadores;
infraestructura
Tanto el avance tecnológico como el aprendizaje organizacional se necesitan para escalar el desarrollo industrial. El
progreso requiere una base empresarial dinámica, políticas de apoyo estatales y calificaciones mejoradas, y salarios
más altos en la fuerza de trabajo. Las naciones del Tercer Mundo han utilizado en décadas recientes varias estrategias
para mejorar sus posiciones globales.
Un efecto importante es la imposición, por parte de organismos como el FMI y el Banco Mundial, (bajo el comando de
las transnacionales), de políticas de ajuste estructural de las economías dependientes, tales como una mayor apertura
a la competencia externa, privatización de las empresas estatales y extranjerización de las privadas nacionales,
flexibilización jurídica para que haya una mayor afluencia de inversiones extranjeras, flexibilización laboral, para
garantizar un marco jurídico de explotación del recurso humano local en condiciones ventajosas.
Otra de las “ recomendaciones” de estos organismos es el recorte del gasto público, que se traduce, en la práctica, en
el desmejoramiento de la seguridad social, la prestación de servicios públicos, la educación y la salud, entre otros.
Se argumenta que con los “ ajustes adecuados” , los países en desarrollo podrán insertarse exitosamente en la
economía internacional, es decir, globalizarse. Sin embargo, los resultados de más de una década de ajustes han
demostrado que la pobreza y las desigualdades sociales y territoriales, en vez de disminuir aumentan (Toussaint, 2002).
Rasgo característico de la fase actual del desarrollo capitalista mundial es la profundización de la tendencia general
hacia el parasitismo económico, representado por el predominio del capital financiero especulativo sobre la circulación
de mercancías. Esta situación afecta directa o indirectamente a las naciones menos desarrolladas, expuestas a las
oscilaciones de los mercados financieros internacionales.
La democracia, en tanto forma básica de vida comunitaria, constituye para la ALIDES uno
de los aspectos centrales del desarrollo sostenible y, en ese contexto, los objetivos políticos de la
ALIDES son los siguientes:
Medio ambiente y el desarrollo sostenible es una de las cuatro áreas de trabajo del PNUD. La Estrategia de Igualdad de
Género 2008-2013 “Empoderadas e iguales” plantea el enfoque de trabajo en esta área y las principales metas en este
periodo, El PNUD (Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo) al también es miembro de la Alianza Global de
Genero Climatico (GGCA).
En América Latina y el Caribe, el PNUD ha planteado como una prioridad para este periodo la incorporación de la
igualdad de género en la promoción de medidas de adaptación al cambio climático, la movilización de financiación para
la protección del medio ambiente y el acceso a los recursos naturales y energéticos. La estrategia del PNUD rescata las
recomendaciones elaboradas desde la Plataforma de Beijing + 5 y la Cumbre de la Tierra, o Cumbre de Río, en las que
se exhorta a contar con la participación plena de las mujeres para lograr el desarrollo sostenible; su acceso a la
información y nuevas tecnologías; medidas para reducir los riesgos de peligros ambientales y; mecanismos para la toma
de decisiones. Y concreta estas recomendaciones en seis áreas prioritarias: gobernabilidad eficaz del agua; acceso a
servicios energéticos sostenibles; gestión sostenible de la tierra para combatir la desertificación y degradación;
conservación y uso sostenible de la biodiversidad; el apoyo a políticas nacionales y sectoriales y; planificación de control
de emisores de sustancias que disminuyen la capa de ozono (ODS por sus siglas en inglés) y de contaminantes
orgánicos persistentes (POP por sus siglas en inglés).
En relación a la gestión de riesgos, destaca la necesidad de incluir a las mujeres y sus necesidades en la planificación
de medidas para la gestión del riesgo y en los procesos de toma de decisiones relacionados.
– Todo esto se concreta en el trabajo que se está haciendo a nivel regional y en los diferentes países de la región. Visita
nuestro mapa de iniciativas para ver los proyectos que se están llevando a cabo en este tema en los diferentes países
– A nivel regional, el Área Práctica de Género del PNUD está enfocando sus esfuerzos a:
* Gestion de riesgos y Cambio climático
La Globalización en América Latina ha tenido de todos estos factores y eso ha sido bueno ya que nos ha traído nuevas
cosas de los países más desarrollados e industrializados porque nos obliga a capacitarnos para poder estar a la
vanguardia y mejorar nuestros conocimientos. El tener una exigencia eso hace que las naciones piensen en crecer,
mejorar y querer llegar a ser cada vez mejores, eso es muy positivo. Por otro lado al tener información se tiene el poder
porque el que sabe puede llegar más lejos y eso ha traído la globalización a América Latina, bastante nuevo conocimiento
que algunos países no lo han sabido aprovechar mientras que otros sí.
En América Latina hay varias culturas que están en crecimiento y desarrollo como hay otras que están un poco quedadas
viéndose pobreza y altos niveles de desempleo pero así y todo el progreso poco a poco ha ido llegando a estas naciones,
hay gente trabajando fuerte en estos aspectos, aunque desafortunadamente hay otras que van en contra, es por esto
que se dan dos pasos adelante y uno hacia atrás en estos temas tan delicados e importantes, por esta razón es que no
hemos podido unirnos.
Analicemos otro aspecto y es como nos ven los países desarrollados, desafortunadamente no nos ven como sus aliados
económicos o como aquel país al cual queramos sacar de su subdesarrollo sino al contrario nos ven como la nación
conveniente que nos puede ayudar a ser mas grandes es por esto que la Globalización da más de ganancia a los países
grandes que a los países en desarrollo, aparte de eso nuestra cultura es muy diferente a la de ellos y eso hace que
nuestro crecimiento sea más lento. Hay mucha cultura corrupta, se piensa más en si mismo que en conjunto y equipo,
no soy seguidor ni admirador de El Che Guevara pero encontré una frase que me llamo la atención “SI FUERAMOS
CAPACES DE
UNIRNOS QUE HERMOSO Y QUE CERCANO SERIA EL FUTURO “esa frase es muy cierta, si los países latino
americanos pensáramos en conjunto como un todo podríamos llegar a ser una potencia más grande que la misma UE,
ya que tenemos muchas riquezas y somos países que nos encontramos ubicados estratégicamente en el mapa, por
algo es que los países desarrollados nos tienen en la mira, debe ser que algo tenemos que a ellos les sirve, además la
mano de obra que se tiene es la más apetecida.
En conclusión la Globalización en América Latina ha servido, ha traído tecnología, nuevos productos, conocimiento de
nuevas culturas, pero desafortunadamente no ha dado el resultado esperado, desafortunadamente veo que la
Globalización en América Latina es algo muy superfluo mas de recibir pocos beneficios que una verdadera unión así
como lo es la UE por esto digo que este sueño de verdadera Globalización es un sueño difícil de realizar en un futuro
muy cercano.
OTRO PUNTO DE VISTA
Los procesos de cambio en la acción social, soportados por los avances tecnológicos, permiten cada vez más la des
localización de la acción humana y con ella la interacción a distancia
La línea de continuidad entre lo local, lo nacional, lo regional y lo global tiene potencia en u futuro abierto e incierto,
donde solo una gestión adecuada.
Las innovaciones tecnológicas para acentuar la desigualdad y la diferencia con los dependientes. Las clases
hegemónicas “aprovechan la re-conversión industrial para reducir la ocupación de los obreros, recortar el poder de los
sindicatos, mercantilizar bienes, entre ellos los educativos y culturales, que históricamente eran de servicio público”.
Ha influye de diferente manera tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo: en los
países desarrollados,
Muchos países se ven restringidos económicamente a elegir entre desempleo con altas normales de seguridad social
de la calidad de servicios públicos y salarios reales altos, y empleo con bajos salarios y pobres servicios públicos.
Los nuevos descubrimientos del hombre, las innovaciones tecnológicas cambian nuestra forma de ver el mundo, creando
un impacto a nivel mundial, en donde el objetivo central es convertir todo el planeta en un gran mercado.