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CURSO:
Arte y Arquitectura Republicana
DOCENTE:
La Riva Vegazzo, Iván
TEMA:
Las últimas corrientes
INTEGRANTES:
Gutierrez Zavaleta, Lucero
Peltroche Cruz, Yasmin
Villavicencio Correa, Camila
2018
Trujillo – Perú
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 2
ROCOCÓ NEOCLASICISMO Y EL ARTE DEL INTERIOR 4
-NOVEDADES Y ARCAÍSMOS 4
LA INTERPRETACIÓN CRIOLLA 7
-LA ENSAMBLADURA DEL ROCOCÓ 7
PINTURAS Y RETABLOS 10
LA ILUSTRACIÓN EN EL ARTE 12
-NEOCLASICISMO Y ACADEMÍA 21
FUROR ANTIBARROCO 23
-MATÍAS MAESTRO Y LA “REFORMA” NEOCLÁSICA 23
EL CASO DE AREQUIPA 29
-LA RESPUESTA ANDINA 29
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 34
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INTRODUCCIÓN
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PRESENTACIÓN
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En las décadas finales del Virreinato, la apertura hacia las novedades del
exterior fue cada vez mayor sobre todo en Lima. Con rapidez inusitada, la
capital fue asimilando las nuevas preferencias estéticas de la corte borbónica.
Primero fue el rococó, estilo de origen francés – surgido en la época de Luis
XV-, adoptado por la nueva dinastía reinante en España junto con otras
tendencias internacionales. El rococó constituía una versión más ligera,
intimista y cortesana del barroco, cuya preferencia por el motivo ornamental
denominado rocaille, o rocalla – de carácter asimétrico – dio nombre al estilo.
Acogido por los virreyes ilustrados y por las esferas oficiales, el rococó tuvo
mucha mayor repercusión en el arte Limeño que en el interior. Posteriormente,
el pensamiento ilustrado se identificaría con las ideas estéticas del
neoclasicismo, claramente contrapuestas a las tradiciones barrocas del arte
colonial. Por ello mismo, su imposición en Lima tuvo una faceta iconoclasta
muy intensa, mientras que en el interior se difundió escasamente, generando
un conjunto de respuestas originales – por lo general arcaizantes, como el
muralismo cusqueño- con las que se iniciaba un largo ocaso para las
tradiciones artísticas en el virreinato, las que hallarán continuidad en las artes
populares del siglo XIX.
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Entre los cuadros más logrados del ciclo mercedario figuran los de San Pedro
Nolasco partiendo a la guerra del Montserrat, ambos firmados por Bermejo. Es
también digna de mención la aparición de la Virgen en el coro de Barcelona,
obra de Jayo que recrea una conocida composición del siglo anterior, pero esta
vez ambientado la escena en medio de una encrespada sillería coral rococó.
Este pintor, descendiente de la nobleza indígena del valle del Rímac, se
mantuvo en actividad al menos hasta 1811, año en que firma el retrato de sor
Micaela Barba de Cabrera, abadesa de la Concepción. También retrató a fray
José Gómez (1793) en el convento de los Descalzos, entre otras obras de este
género.
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LA INTERPRETACIÓN CRIOLLA
LA ENSAMBLADURA DEL ROCOCÓ
El ocaso del barroco salomónico en Lima llegó después del terremoto de 1746,
mientras lentas obras de reconstrucción abrían paso a las novedades
aportadas por el estilo rococó. Obra significativa de esta etapa de transición es
el altar mayor de San Marcelo, trabajado en 1766. Aunque es todavía dorado y,
en líneas generales, conserva el abigarramiento decorativo barroco,
incorporada en sus columnas salomónicas las figuras de los cuatro
evangelistas a manera de atlantes en el primer cuerpo, mientras un nuevo
similar de cariátides invade el segundo.
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Sin duda, lo más interesante del periodo resulta de las versiones locales del
rococó preconizado por las esferas oficiales. Encarna esta tendencia el
ensamblador mulato Atanasio Contreras del Cid. En 1776, Contreras concluía
el retablo mayor de San Sebastián, verdadera obra maestra del periodo. Su
combinación cromática de marfil y oro, con algunos detalles figurativos
policromados, es característica de su tipo. También lo es el diseño de sus
columnas, hinchadas de follaje, que parecen estallar en forma de rocallas,
motivo asimétrico recurrente dentro del estilo.
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al igual que la base, con una sucesión de volutas que proliferan como si fuesen
formas orgánicas.
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PINTURAS Y RETABLOS
El gusto por el diseño rocaille se dejó sentir con menor intensidad en la región
andina. Un caso interesante de tales influencias se halla en el pintor cusqueño
Antonio Vilca o Huillca (en actividad entre 1778-1803), un continuador del estilo
iniciado por Marcos Zapata. Al igual que este, Vilca demuestra predilección por
los tipos humanos idealizados, así como por los colores rojo y azul. También
suele frecuentar la iconografía de exaltación mariana, aunque valiéndose de
modelos más avanzados. Así lo demuestran obras como las letanías
lauretanas en las iglesias de Zurite y Pujiura, inspirada en las estampas de los
hermanos Klauber. De este modo, Vilca introdujo el grabado dieciochesco
germánico y la decoración rococó en la región. Aún más escasas fueron las
repercusiones del estilo en la ensambladura de retablos. Apenas cabría citar el
altar de San Isidro Labrador, en la compañía –procede del templo desaparecido
de San Agustín – y el retablo situado a manera de transparente, detrás del altar
mayor de la catedral. Es obra de madera en blanco –Es decir, sin dorados ni
policromías– sostenida por medias cariátides y dotada de movida
ornamentación rocaille, excepcional en la ciudad.
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LA ILUSTRACIÓN EN EL ARTE
En 1771, por ejemplo, el virrey Amat mando a pintar a uno de los mejores
artistas de Lima un conjunto de lienzos sobre las mezclas raciales en el
virreinato peruano, que serían enviados al gabinete de Historia natural,
formado en Madrid por orden de Carlos lll. Estos cuadros de mestizaje —
actualmente exhibido en el Museo Antropológico de Madrid— representan con
gran detalle una serie de grupos familiares en los que se muestra la minuciosa
tipología racial existente en el lenguaje de entonces, asociada a los
estereotipos o prejuicios que se tejían en torno a cada de una de estas castas.
Más que una descripción objetiva, estas pinturas encierran un testimonio sobre
la ideología social de la época y el afán clasificador de la ilustración,
interpretados con el lenguaje de la cultura cuota de ese momento.
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Anónimo (Perú)
Título: Mestizo con
Yndia Producen Cholo
De la serie Los cuadros del
mestizaje del Virrey Amat
Fecha hacia 1770
Técnica: Óleo
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ESPAÑOLAS DE LUTO
ANÓNIMO
Data: 1785-1788
Acuarela sobre papel
41.70 x 32.00 cm
Fundación BBVA Continental
ESPAÑOLES MERENDANDO
ANÓNIMO
Data; 1785-1789
Acuarela sobre papel
41.70 x 32.00 cm
Fundación BBVA Continental
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ANÓNIMO
Data. 1785-1807
41.70 x 32.00 cm
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NEOCLASICISMO Y ACADEMÍA
Hubo intentos de formalizar las enseñanzas de las artes. Así, por ejemplo, el
pintor sevillano José del Pozo —Llegado a Lima en 1790 junto a la expedición
científica de Alejandro Malaspina — fundó una academia privada para la
enseñanza de dibujo y pintura en 1791 que se anunció en el Mercurio Peruano.
En realidad, el Pozo era un cultor del barroco tardío andaluz. A parte de los
numerosos retratos que realizó, se deben a del pozo la Apoteosis de Santa
Rosa, en el altar mayor de Santa Rosa de los padres, y dos lienzos sobre la
vida de San Diego de Alcalá, en la portería del convento de San Francisco. El
ambiente dieciochesco de estas pinturas contrasta con la Inmaculada
Concepción que Pozo realizó por encargo del Tribunal del consulado
(Colección del INC), en el que aparecen los retratos de antiguos priores a
manera de donantes. Basado en un modelo de Mateo Cerezo grabado por
Carmona, el pintor evoca aquí el claroscuro de los grandes maestros españoles
del siglo de oro. Después de la independencia de mantuvo activo y llego a
retratar a Simón Bolívar. La academia de el Pozo sólo funcionó un breve
tiempo.
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Años más tarde, este curso serviría de punto de partida para la Academia de
dibujo de Lima que funcionaría como tal hasta la muerte de Cortés en 1841. En
sus aulas se recibieron las primeras lecciones artistas como Ignacio Marino y
Francisco Laso, cuya generación asumirá a mediados del XIX, la ruptura
definitiva con las persistentes tradiciones artísticas coloniales.
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FUROR ANTIBARROCO
MATÍAS MAESTRO Y LA “REFORMA” NEOCLÁSICA
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Sala Capitular De
La Catedral De
Lima. Galería De
Retratos De Los
Arzobispos De
Lima.
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“VISIÓN DEL NIÑO JESÚS POR SANTA ROSA IGLESIA DE SAN PEDRO, ALTAR
DE LIMA”. MATÍAS MAESTRO. S. XIX- Óleo MAYOR. MATÍAS MAESTRO. Data.
sobre tela. 690.00 x 413.00 cm .Iglesia de Santo 1808
Domingo, Lima
Hacia 1800 labró las figuras de San Juan Evangelista, San Juan Bautista y dos
ángeles para el nuevo retablo de la Virgen de la O en la iglesia de San Pedro.
Los dos santos Juanes existen todavía, aunque ha desaparecido el retablo que
originalmente los albergaba. En trabajos como este, Portocarrero aparece
vinculado con Matías Maestro y con la “reforma” neoclásica del antiguo templo
jesuita.
Por su parte, José Voto es autor de un San Bernardo, labrado en 1807 para la
iglesia de la Merced, que ha podido identificarse gracias a un papel colocado
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EL CASO DE AREQUIPA
LA RESPUESTA ANDINA
Como en el caso del rococó, las ciudades andinas fueron más bien refractarias
con respecto a las nuevas maneras. En el Cusco, una de las pocas
realizaciones neoclásicas de importancia es el altar mayor de la Catedral, obra
patrocinada por el obispo Bartolomé María de las Heras en 1802. Se trata de
un gran templete clasicista íntegramente recubierto por planchas de plata.
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Catedral De Arequipa
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Tadeo
Escalante.
Gloria,
purgatorio e
infierno.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Archivo digital de Arte Peruano. “Pintura Colonial” Recuperado en:
http://www.archi.pe
Hilares L. Daniel. (2012): “Análisis Iconográfico de la Obra Titulada: "Mater
Inviolata" del Museo Histórico Regional de Cusco.” Instituto de
investigación en Turismo. Cusco, Perú. Recuperado en:
https://issuu.com/danielhilaresletona/docs/analisis_iconogr__fico_de_la_obra_t
Majluf, N. (2004): «Las últimas corrientes (1770-1820)». En: Enciclopedia
Temática del Perú. Arte y Arquitectura, XV. Lima: El Comercio.
Red digital de colecciones de Museos de España. «Cuadros de mestizaje de
la serie peruana». Museo Nacional de Antropología Madrid. Recuperado en:
http://ceres.mcu.es
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