Casa de Oración Iglesia del Nazareno

Tema 24: Cosas “imposibles”

Base bíblica: Marcos 9:23
Introducción
La Biblia es un recuento de imposibles. Si, así como lo está leyendo. El mar se abrió en dos
para que el pueblo pasara en seco, el burro habló, el mudo cantó y el cojo saltó; todos
estos, son veredictos del gran poder de Dios.
Esas y otras cientos de historias, aparecen registradas como grandes hazañas del Señor
en el cual usted ha creído. La vida cristiana también es una larga historia en la que ocurren
cosas que el mundo considera imposibles. Perdonar a quien nos ofende, amar
desinteresadamente, servir a Dios en las más difíciles circunstancias, y otras más, son
narraciones que parecen no tener sentido, pero todas tienen un propósito, prepararlo para
que lo imposible ocurra en su vida.
No se encierre, use la fe. Dios sigue haciendo cosas imposibles en éste tiempo. Si usted ha
perdido las esperanzas, recuerde hoy que Dios puede hacer lo extraordinario en su vida.
Aquí algunos consejos para que su fe se fortalezca:
1. Piense en la grandeza de Dios
Dios tiene diversos atributos. Él es santo, Él es perfecto, pero además, es todopoderoso.
Dicho atributo se conoce como “omnipotencia”. Eso significa que Él todo lo puede. A esto
se refería el profeta Jeremías cuando inspirado por Dios afirmó: He aquí que yo soy
Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí? Jeremías 32:27. Vivir
consciente del poder absoluto de Dios, le ayudará a ver las circunstancias como desafíos y no
como problemas.

Usted ha creído en un Dios todopoderoso. Las circunstancias no pueden definir lo que su fe

debe concluir. Si usted se dedica a observar únicamente las circunstancias, entonces
perderá de vista el gran poder de Dios que puede cambiarlas. Es por eso que usted debe
mantener el enfoque. Debe contemplar a Dios y mientras lo hace, su fe se alimentará.
2. Considere las “pocas” probabilidades
Después de un examen médico o de una intervención quirúrgica, el profesional de la salud
tiene la responsabilidad de comunicar al paciente o a los familiares, su apreciación
científica sobre el estado del paciente y las esperanzas que éste tiene. En ocasiones, las
probabilidades que da sobre el éxito de los procedimientos, son mínimos. Sin embargo,
frente a esas realidades que ofrecen el mínimo de probabilidades, usted debe aprender a
creer en ellas.
Aférrese a esas pocas probabilidades. Mire, por esa “pequeña ventana” que está abierta,
puede entrar una medida incalculable de gloria. La diferencia no la hará el reducido
porcentaje que de opciones que tiene, sino, la dimensión de su fe. Usted es un discípulo de
Cristo, por tanto, debe interiorizar el estilo de Dios: cuando Lázaro tenía 4 días de muerto,
Jesús lo levantó de entre los muertos. Piense cuáles eran las posibilidades de Lázaro.
Ninguna ¿verdad? Si Jesús hizo un milagro con “0” probabilidades, cuanto más no lo hará
con las probabilidades que usted cuenta.
3. Hable y actúe como una persona de fe
Si usted cree, pero su vocabulario y acciones no son coherentes con ella, su fe entonces,
no es completa. La fe es una experiencia diaria que consiste en enfrentar los más difíciles
tramos de la vida con una actitud vencedora y una confianza absoluta en Dios. Si usted
espera un milagro, entonces hable y viva como quien desea que llegue, y no como quien
duda.
Jesús hablaba y actuaba en coherencia con la fe que tenía. Sus palabras y sus acciones
nunca desentonaron con su fe. Incluso, cuando estaba en el huerto de Getsemaní, Él
prefirió confiar en la resolución del Padre antes que en la suya: “Padre, si quieres, pasa de
mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Lucas 22:42. Amado, que las
circunstancias no asfixien su fe. Puede que haya dolor y que las presiones que está
experimentando sean intensas, pero siga confiando en el Señor y no se atreva a tomar el
control, hable y actúe consciente de que alguien lo tiene, ese es Dios.
Conclusión
Use su fe creyéndole a Dios. Distíngase por su capacidad de creer, al hacerlo, usted
honrará a Dios y le aseguro que verá su gloria.