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Ante todo hay que tratar del Espíritu septiforme que descansa
en Cristo. Espíritu de sabiduría: Cristo virtud de Dios y sabiduría
de Dios (1Co 1, 24). Espíritu de entendimiento: Te daré
entendimiento y te instruiré en el camino por donde andarás (Sal
31, 8). Espíritu de consejo: Y se llamará su nombre ángel del
gran consejo (Is 9, 68). Espíritu de fortaleza: Virtud o fuerza de
Dios y sabiduría de Dios (1Co 1, 24). Espíritu de ciencia: Por la
eminencia de la ciencia de Cristo Jesús (Ef 3, 19). Espíritu de
verdad: Yo soy el camino, la vida y la verdad (Jn 14, 6). Espíritu
de temor (de Dios): El temor del Señor es principio de la
sabiduría (Sal 110, 10)2
El Papa León XIII en la encíclica Divinum illud munus (publicada en el año 1897)
afirma:
1
digital, Vida nueva. «Siete dones del Espíritu Santo.» 2012.
http://www.vidanuevadigital.com/archivo/siete-dones-del-espiritu-santo/.
2
EWTN. «Los dones del espíritu santo son 7 o 9.» s.f.
https://ewtn.com/v/experts/showmessage.asp?Pgnu=1&Pg=Forum24&recnu=4&number=655105.
evangélicas, esas flores que ve abrirse la primavera como
señales precursoras de la eterna beatitud.3
Santo Tomás enseña que todos los dones del Espíritu Santo están vinculados
entre sí, de tal modo que se potencian mutuamente: el don de fortaleza, por
ejemplo, ayuda al de consejo, y éste abre camino al don de ciencia, etc. Y a su
vez todos los dones están vinculados con la caridad teologal.
INTRODUCCIÓN
DON DE LA SABIDURIA
El primer don del Espíritu Santo es la sabiduría. Pero no es una simplemente
sabiduría humana, la cual es fruto del conocimiento y la experiencia que va
obteniendo el hombre. En la Biblia se nos dice que Salomón, en el momento de
su coronación como Rey de Israel, había pedido el don de la sabiduría (véase 1
Reyes 3: 9). Y la sabiduría es poder ver cada cosa con los ojos de Dios.
La sabiduría es ver el mundo, ver las situaciones, las ocasiones, los problemas,
todo, con los ojos de Dios. Esta es la sabiduría. Algunas veces vemos las cosas
según nuestro gusto o según la situación de nuestro corazón, con amor o con
odio, con envidia... No, esto no es el ojo de Dios. La sabiduría es lo que obra el
Espíritu Santo en nosotros a fin de que veamos todas las cosas con los ojos de
Dios. Este es el don de la sabiduría.5
Todo esto proviene de esa relación intimidad que tenemos con Dios, cuanto
tenemos dicha relación el Espíritu Santo nos dota del don de la sabiduría
transfigurando nuestro corazón permitiéndole percibir toda su calidez y
predilección.
3
ibíd.
4
FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140409_udienza-generale.html.
5
ibíd.
El Espíritu Santo, entonces, hace sabio al cristiano. Esto no quiere decir que
tiene una respuesta para cada cosa, que lo sabe todo, sino en el sentido de
que «sabe» de Dios, sabe cómo actúa Dios, conoce cuándo una cosa es de Dios
y cuándo no es de Dios; tiene esta sabiduría que Dios da a nuestro corazón.6
Si una persona tuviese que oír dos proposiciones, una formada por la razón y
otra inspirada por Dios, podrá discernir entre ellas al momento, conociendo la
que viene de Dios por una cierta relación natural que tiene con su objeto. El
corazón del hombre sabio por lo tanto tiene el gusto y el sabor de Dios.
Este don es un regalo que Dios da a aquellos que se hacen dóciles al Espíritu
Santo, como sabemos el Espíritu Santo se encuentra dentro de nosotros; es por
eso, todos podemos aspirar a que este don enriquezca nuestra oración. Hay, sí,
una condición previa, la humildad de corazón, pues Dios se resiste a los
soberbios.
6
ibíd.
7
Católica, Liturgia. «Don de Sabiduría.»https://trinidad.home.xs4all.nl/dones/sabiduria.html.
8
ibíd.
Si escuchamos al Espíritu Santo, Él nos enseña esta senda de la sabiduría, nos
regala la sabiduría que consiste en ver con los ojos de Dios, escuchar con los
oídos de Dios, amar con el corazón de Dios, juzgar las cosas con el juicio de
Dios. Esta es la sabiduría que nos regala el Espíritu Santo, y todos nosotros
podemos poseerla. Sólo tenemos que pedirla al Espíritu Santo.9
9
Ibíd, pag 2.
10
Ibíd, pag 2.
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FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140430_udienza-generale.html
es bueno. Pero entender una situación en profundidad, tal como Dios lo entiende,
es el efecto de este regalo.
12
Ibíd.
13
Ferreirós, Alejandro. «Don del entendimiento .» s.f.
http://www.autorescatolicos.org/misc02/alejandroferreiros16.pdf.
14
Ibíd, pag 4.
DON DEL CONSEJO
Otro regalo del Espíritu Santo es el don del consejo, a través de este don es Dios
mismo, a través de su espíritu, quien ilumina nuestro corazón para hacernos
entender la manera correcta de hablar y comportarse y la forma de seguirlo.
Este Don lo recibimos en nuestro corazón y es el Espíritu Santo quien guía
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones según el
corazón de Dios; esto permite que nuestra que conciencia pueda hacer una
elección concreta en comunión con Dios, de acuerdo con la lógica de Jesús y su
Evangelio. De esta manera, el Espíritu nos hace crecer interiormente, nos hace
crecer positivamente, nos hace crecer en la comunidad y nos ayuda a no caer
en el egocentrismo y en nuestra forma de ver las cosas.
15
FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140507_udienza-generale.html
16
Ibíd.
esto y mi madre me dijo: ve a Nuestra Señora y ella te dirá lo
que debes hacer". Aquí hay una mujer que tuvo el don de un
abogado. Ella no sabía cómo ayudar a su hijo a salir de su
problema, pero indicó el camino correcto: ir a Nuestra Señora y
ella te lo dirá. Este es el regalo de un abogado. Esa mujer
humilde y simple le dio a su hijo el consejo más verdadero.17
DON DE LA FORTALEZA
El don de la fortaleza es una verdadera ayuda, nos da fuerza y también libera
nuestro corazón de la incertidumbre y de todos los temores que pueden
obstaculizarlo, para que la Palabra del Señor pueda llevarse a la práctica con
autenticidad y alegría.
También hay momentos difíciles y situaciones extremas en las que el don de la
fortaleza se manifiesta de una manera extraordinaria y ejemplar. Este es el caso
de quienes enfrentan situaciones particularmente duras y dolorosas que afectan
sus vidas y las de sus seres queridos.
17
Ibíd., pag 5.
18
FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140514_udienza-generale.html
19
Ibíd.
Muchas veces nos podemos sentirnos tentados a ceder a la pereza o, lo que es
peor, al desaliento, especialmente cuando nos enfrentamos a las dificultades y
las pruebas de la vida. En estos casos pidamos al Espíritu Santo para que,
mediante el don de la fortaleza, levante nuestro corazón y comunique nuevas
fuerzas y entusiasmo a nuestra vida.
DON DE LA PIEDAD
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FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140521_udienza-generale.html
21
Ibid.
este don no debe identificarse con tener compasión por alguien, sentir lástima
por el prójimo; más bien, indica nuestra pertenencia a Dios y nuestra relación
profunda con Él, un vínculo que da sentido a nuestra vida y nos mantiene sanos,
en comunión con Él, incluso durante los momentos más difíciles y
atormentadores.
Es un vínculo que viene desde adentro. Es una relación vivida con el corazón :
es nuestra amistad con Dios, que Jesús nos otorgó, una amistad que cambia
nuestra vida y nos llena de pasión, de alegría. Por lo tanto, el don de la piedad
despierta en nosotros sobre todo la gratitud y la alabanza. Esta es, de hecho, la
razón y el significado más auténtico de nuestra adoración Cuando el Espíritu
Santo nos permite percibir la presencia del Señor y todo su amor por nosotros,
calienta el corazón y nos mueve de manera muy natural a la oración y la
celebración. La piedad, por lo tanto, es sinónimo del genuino espíritu religioso,
con confianza filial en Dios, con esa capacidad de orarle con el amor y la sencillez
que le pertenecen a los que son humildes de corazón.
Muchos piensan que ser piadoso es cerrar los ojos y pretender ser santo, sin
embargo, este no es el regalo de la piedad:
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FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140604_udienza-generale.html
asegurarnos la felicidad y la vida eterna. Sin embargo, es
precisamente al experimentar nuestras propias limitaciones y
nuestra pobreza.23
El temor al Señor nos permite ser conscientes de que todo viene de la gracia y
que nuestra verdadera fuerza radica únicamente en seguir al Señor Jesús y en
permitir que el Padre nos otorgue su bondad y su misericordia. El Espíritu Santo
abre corazones para que el perdón, la misericordia, la bondad y la caricia del
Padre puedan venir a nosotros, porque como hijos somos infinitamente amados.
El Salmo 34 nos dice que recemos así: "Este pobre hombre lloró,
y el Señor lo escuchó, y lo salvó de todos sus problemas. El
ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los
libra 25
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FRANCISCO, PAPA. «AUDIENCIA GENERAL.» 2014.
http://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2014/documents/papa-
francesco_20140611_udienza-generale.html
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Ibíd, pag 9.
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Ibíd, pag 9.