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8 LA VANGUARDIA TR!

OIJA • MARTES, 2 DE DICIEMBRE DE 1980

- -• Nervio de la histría

La justa. de
:r.e’L,i1..høn, ‘ms,s’
‘dI VOFÍÁS he hecho el eta- histórica por ellas alanda
g19 de’.Ortega y Gasset. Le grupo de hombres no siempre salí- •
en un ‘cr-zAn nienal “ma han torturadó al’ ronda apartabaa aquellos de estos! plrituat’mente anistócráticas. Es for..
corer d los añó! Y no sólp en
ha juzgado siempre la mente dps de su seno, no sieñ’t,preh’onestos aldeas, veces muy cercanas en su Las masas cristianas rebeldes frente zoso olaborar con ellas para evitar
al pasado eran guiadaspor hombres
‘más aguda de laspaña tJ& sjg!o XX. y desinteresados y raísi.ma vez su- exisllr dinio al de anoestrales remo muchos codos inferiores. a los pen qui se roduzcah crisisparejasa las
He adn*ado cu enornie cultura, la periores intelectuaL y moralmente a tísimo’ antepasadosde vida casi sadores rectores de I aristocracia que pdece desde hace muchasdé-
b&Ieza de su estilo literario y el en- hbían rebelado; ‘ ,
,
profundidad de su. pensamiento. la ls aristocracias contra las que’se ‘ préhistrica. O en ‘barrios míseros espiritual del que podríamos’lama
‘ ‘
cadas la EuropaOriental. Quizásen-
raizadas en la torpezade quienesno
d grandesiudades. en alojamientos viejo régimen. Y sin embargo. • . supieron,thiciar. a tiempo el develar
oanto de, su plaba. fo regateé su ‘Pero mi general aseñtimiento a la óolectivos pobrísimos, en los que . ¿Es siempre justificable el oris
tira•mbo cuandoa su muerte le de-‘ tisis de Orte’gá‘ no ‘me fuerza a toda inóomodidad teflía su asiento tocraticismo, el rechazoorgullóso, él de la necesaria novación
diqué aunas páginas. Me he sen sqguirle en todaa sus conjeturas y y ‘en ,I’os‘que muchos, muchos no juicio advetsode la rebelió•de Ia iLe rebeliónde las masaspor Or
ti40 siempre inclinado a aceptar sus . a ‘aceptar todas sus conclusiones. • sabfan ápenas leer. masas por los grandes pensandores tega señalada! Una más de las regia-
teorías. sus .hjpóte&, sus premoni Urfa ‘idea’ceótral Surge en el camino. , consagraeíóhal estudio y a la
ciones.. Y le Fe considerado como de’ mi disidencia. i,Un’a?’Quizás más investigación de la historia social de de hoy? ¿Pero qué e una aristocre , tradaé en el curso de la historia y
un maestro desde mi lejana juven de una. He enoabeado estas rafia-:‘ . áicas’ tejanas del ñiedioevo, ‘me h tico? ¿Qué cia? 140sentimiento aristocrá no seré la última. ¿Solucionesal pro-
Se puede ser aristócrata espi blema? Como camino para crear una
tud. No todos sus contemporáneos xiores transformando• el, ‘título orte •, descubieo; admás, la infrahumana ritualmente —-admitamoéla coojun sociedad nuévayo soñé en tiempos
le han preciado. igual reverencia:A guiano. El gran ‘maestro llamó asu’ situación eoon6niica y jurídica a lo
y no alarmarse ni rasgarse . con la unidadde Europacomocante-
øtgún jeraroa de a Repúblicaie oí obra simplemente La rebelión de largo de muchos siçjlos‘ de la gran ción—.--
decir: Está que muerde el filoso- las masas» ¿Estará ustficadó. mi’ ‘áyoría da los moradoresen campos mass. Recordemos las vestiduras ante la rebelión de las ra para construir el edificio del ma-
el contraste en- ñana. Y expusemi pensamientoen un
fazo’. Y a un ensayista que se crela arrojp al titular este ensayo «La ‘y ciudadés. La,curvatura contínua de tes recordado de los primeros siglos cónclave romaño.Yo no era empero
un genio y superior s todos: No es- justa rebeliónde las masas»? , os mismos ante su explotación. ‘por nadie y mis palabraé cayeron en el
toy dispuesto aque Orte9a me trate Ho, comó siempre o ‘quizás más un puñado de’ poderosos nobles y de nuestra era. ‘ vacío. Depués. . la guerra y sus te-
como un fe1pudo’. Sempre, siem gúe npnca, los pueblos,la humanidad, por algunas .instituciores ‘religiosas. Muchas veces la rebelión de las rribles Óoletazos.Las masasno pu-
pre le he escuchado y e he leído necesitan minorías espirituales ca- ‘ ello no excepcionalmenteen ésta’ masas ha sírio inicialmente vencida y diéron rebelarse, pero la misma a
con- reverencia y le he supueto a peces de pilótear a los ‘hombres en la ‘otra región;‘ por doquier e ha triunfado después. ¿Qué ocurrirá tástrefe masificó a muchas, muchas
muchos codos de altura sobre mí. ‘ las torjnenta que les amenazanen inluso’ en tiempos no demasiados mañana? Es evidente —lo era ya geñte. Y hoy... es decir mañana
Esareverenda discipular nome ha estas 1oras .—iba a decir apocalípti- iejanos. cuando Ortega y Gasset escribió su —quñ’ no adivina gravessombras
forzado. •empero, e asentir. a todas cas per’phuyamosde los calificativos ‘La’história ha presenciadol for obra, hoy lo es mucho más— que en elfuturo?—, lo inteligenteno es
sas teorías. He disentido de sus jui superlatjvos— en las horas difíciles las masas se dan a veces caudillos rasgarselas vestidurasante la ingra
aloe sobre a historia de España y que el ‘más‘torpe observador puede’ ‘ cojeo de esas masas,a veces Servi de mentes no demasiado lúcidas y te perpectlva çon una ménte sature-
aun sobre oiros problemas hístóri descubri’r en el mañana. Si, hoy les jur{,Iicamente pero siempre eco- de conducta no demasiado honesta da de autocraticismo desdeñoso. Es
quizás como nunca, necesitamOsmi- nómicamente serviles, por romper
cos Y nóa SUSespaldas,en murmu norias alerte y geniales y a la par sus grilletes históricos. La rebelíón y que están a veces obnubiladospor encauzar la torrentada que a la hora
raiones de tórtulias; pluma en ns deseosde venganza—no fue éste.el de’hoy lo inundatodo.
generosas de sí mismas. Pero para de las masasnb es un fenómeno de caso de los tempranos conductores
tre y llevando a su conocimientomis prestar los servicios que de ellas ayer, de los días ‘de Ortega y de los de las masas cristianas—, quede di- Es seguro que muchos,a un lado y
opinio•nes.adversas a sus tesis, jus precisamos, para cumplir su misión míos. Ha constituido el nervio de la otro de ls barricadas, se burlarán
tificando mi disidencia en páginas histórica, esas minorías tienén más historia y no sólo en Occidente.Oran cha de paso.Perocomo tales rebelio de mi creencia,muchasvecesreitera
que le ofrecía inéditas y que él me que otrora el deber, no sólo de tema para un gran historipdor el de nes han estado y están ahí, en el da de que la humanidadha avanzado
honraba ptbIicándlas en óu revista. auscultar los latidos del corazón marcar el curso, a veces acelerado, cogollo del mundo, las inteligencias a s&os’eso sí, a través de milenios
Y. registra—estósrealidades para que de las naciones; pesa sobre ellas la , de ese proceso zigzagueante,en el preclaras de nuestros días más que hacia el triunfo del reino de Dios en-
no se incriminen mis palabras de sacra obligáni’ón de deponer orgu- que se sucedíantriunfos y fracasos alarse orgullosrs ante esas relida tre los hbmbres. Hacia la ‘igualdady
hoy trayendo a capítulo la frase clá lbs; justificdos cuando excelsos y en el que se ‘entremezclabanviiidi-’ dea deben procurar encauzarlaspa- la fraternidad de los mismosen pIe-
Sica: ‘A moro muerto, gran lanza- pensadores se enfrentan con las caciqnes sociales y económicascori re salvar los valores espirituales de na . libertad. ¿En plena libertad? Si,
da’. • . las sociedadesde hoy y de ‘meñana.
miopías y las torpezas de las masas ínipetus de liberación ‘espiritual y cJe porque’ la libertadestá en la base do
He asentidoamuchas de susideas pero que les enajenan el asenti- jerarquizaciónd,elas mismas. ¿Soluciones al problema? «Docto- las relaciones del hombre con la di-
que expuso en su obra «La rebelión miento de quienes viven a ras de A veces pieno que el avance ini- res tiene la Santa Madre lglesia me vinldad. En ese camino nos quedan
de las masas. Es evidente hoy esa tierra por triste herencia de su ayer. del —inicial?— buenodigamos sim- atrevo a decir con frase vulgar. No por andaraún largasjornadaspero...
rebelión y lo ra cuando Ortega pu- Por nacimiento, por educación,por plemente el avance del cristianismo me niego a discurrir sobre el tema.
blicó. sil libro. •Suscribo su afirma- mi formación mental, por mis estu- fue en parte un auténtica rebelión’ Pero quede dicho que en ningún ca- ¿Aristocraticismo? Superémoslo. Y
ción de que las masas nunca han se- dios, ‘por‘mi consagracióna la inves- de las masas.inferiores de la socia- So debe cerrarse el paso a la aleo- claro está’ que np aludo sino a pro-
bido ni podido regirse a sí mismas tigación histórica y a la meditación dad, ‘sufrida durante siglos por las tricidad que desencadenanlas rebe . blema del espíritu. Cniprendarnos y
y que si?mpre han delegado el po- sobra, el ayer, por el curso de mi minorías directrices rectoras, de las banes de •masas. Es forzoso encau excusemóslas’torpezasy los gestos
der por ellas adquirido tras su re- vivir diario nunca me he considerada tierras ribereñasdel Mediterráneo.Esa sarta, controlarla, utilizarla inteligen no elegañtes de quienes en Tasdéca
. bailón en conductoresque a la pos- como’ hombte masa. Las andanzas i-eb’efióntuvo sus conductores, sus temente para poner en marcha’ la das ‘últimas han ascendido por do-
tre constituían una nueva minoría, de mi da . desde mi niñez —no doctrinas y sus mitos liberatorios, turbind de la Historie. quien de statuseconómicos pero que
con frecueiicia inferior a la por ellos juzgo necesario,dtallarlas—, me han así en la tierra coma en el cielo». tienen aún muy cerca su antañón
desplazada. . ‘puesto, erópero,con frecuencia frente ayee. Encaucemosla rebelión, la justa
Pero no voy a perderme en’ la re- rebelión de las masas. Aspero cami
a la . tris’tó. realídad del más triste
¿Sin demasiada hipérbole podría- existir de las masas. Y no pocas seña de todas las rebeliones de ma-


mos considerai-a esa minoría como veces he sentido como un trallazo sas que Occideate ha conocido.¿Las . . ,: nuevo, E preciso
prenderque
comenzar
Sino elrepetición
proceso
pornocon
no. Muchoszig zags en perspectiva.
es Los histor3adoes
una nueva arístocracia? Ouizá sí. en, el rostro al comparar mi status masas han elegidosiempre torpe- caracteres diferentes —la’ historia es a los zigzagueosdel devenirhistóri
estamoshabituados
¿Qué es una aristocracia?Segúncon- intelectual y vital con los de gentes, mente sus caudillos?¿Nohabránsido siempre movimiento; yo he hablado co. Diosnos ayude.En todo‘casolos
testemos a esta pregunta podremos con los de muchas gentes, que no a veces los pensadoresrectores es- muchas veces de la espiral de la his anistáqr5tas del pensamiento deben
juzgar legítimo o no el título que a sólo materialmente vivían una mísera pirítualmente de la sociedadde otro- toria— de antañonasrebeliones. No , estaral servicio de la escensión his
vuela pluma he. otorgado a las mino- exi ste’ncLa. ra en algún aspecto— ¿moralmente? es inteligente ni oportuno lapidario tórica-epiritual y material de las ma-

N
rías surgidas cónio conductoras de ¿Inferiores a los caudillQsde la rabo- críticamente; hablar con demasiado sas, y procurar facílitara y encau
las masas rebeladas contra los vie lión de las máas? Comparemosa desdé0 de los nuevós conductores zarla. ,
jos. pensadores.Pero el nombre no lis vivido sieml)o en los o’l’rigentesde la vida cultural del que las masas eligen; y cuidado; que
hace al caso; Es evidente que las una torro de marfil, ni en una Imperio Romanodurante los primeros al ‘habar de masas estoy muy lejos
. masas en ruptura coli su estatus an
tenor hanclelegado,aunquego íern
gran ciudad junj a burgueses siglos de nuestra era con los pobres de referirme sólo a las que suelen
cultos o a corteses aristócratas. conductores de rs oleadaascensional calificarse de tales. Aludo claro está a
ClaudioSANCHEZ
pre de buen talante, la hueva fuerza iCuántaS estampas de pobreza y de del cristiansnio. Qué‘ enorme dife cuantos no integran las minorías es- ALBORNOZ

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