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EDUCACIÓN, CORRUPCIÓN

Y VALORES
EDUCACIÓN, CORRUPCIÓN Y VALORES

EDUCACIÓN, CORRUPCIÓN Y VALORES

DOCUMENTO INICIAL

PRESENTACIÓN

Nos complace comunicar a los asociados, asociadas y amigos de Foro Educativo que el
martes 4 de abril se realizó la
tertulia sobre “Educación,
Corrupción y Valores" con un
alturado y alto nivel de diálogo,
teniendo como invitado a
Gerardo Távara, Secretario
General de Transparencia.

El tema ha sido tan importante


que varios participantes han
pedido que Foro Educativo
desarrolle toda una línea de
trabajo que lleve al
delineamiento de propuestas
viables y estrategias específicas.

En tal sentido, el presente documento inicial ha sido elaborado sobre la base de la grabación
de la tertulia y llevará a la conformación de un grupo de trabajo y a la realización de un
conversatorio con mayores alcances, esta vez, en la sede de Transparencia.

REFLEXIÓN

Se adelanta una reflexión que nos


ha suscitado el tema:

Sobre la base de la excelente


presentación de Gerardo Távara
quien enfocó en términos
concretos el engranaje de la
corrupción desde los cimientos
de la organización estatal,
gobiernos locales y gobiernos r
egionales, poniendo como
ejemplo el movimiento político
"Chim Pum Callao" que se

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organiza cívica y
políticamente para llegar al
poder y se aprovecha de las
debilidades institucionales
como la falta de control y
mecanismos de
contrabalance y arma un
tejido de corrupción para
beneficio propio y de
terceros, logra bajo el manto
ideológico de una
descentralización efectiva,
mantener su hegemonía y
gana reiteradamente las
elecciones.

La impunidad, la permisividad y la indiferencia ciudadana convierten l os hechos de


corrupción en un telón de fondo de "naturalidad" y convivencia pasiva porque son pocos
los brotes de indignación ciudadana, castigo moral en las votaciones y esfuerzos por poder
parar las prácticas de complicidad.

Lo peor de todo es que el ejemplo del Callao es sólo una muestra de lo que está pasando en
general porque de los 25 gobiernos regionales 14 están comprometidos con delitos de
corrupción, 3 han sido sentenciados (Ayacucho, Ancash y Moquegua), 2 son procesados y
9 investigados por la fiscalía y si tenemos en cuenta a los ex-gobernadores, 6 están presos
y 5 están enjuiciados. Irónicamente sus sucesores en primera, segunda y tercer orden
también están procesados con graves denuncias.

Ante tamaña realidad ¿qué hay que hacer? ¿Cómo Foro Educativo puede contribuir a
atacar este grave problema y reducirlo a su mínima expresión?

¿Basta con revalorar la


Educación Cívica? ¿La
Educación Ciudadana?

¿Con promover una cultura


anti-corrupción?

¿Con promover la
ejempleridad moral de los
maestros?

APORTES

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En la tertulia hubieron
aportes muy
enriquecedores que han
ido desde el imperativo
moral, el enfoque ético, la
construcción ético-moral
de la identidad hasta
llegar a las prácticas
educativas, a los cambios
de las prácticas socio-
culturales tan arraigadas
y que profundizan el
mundo de la imprevisión
e informalidad, pasando
por revisar el curriculum,
hacerlo más crítico y con
mayor alcance intercultural.

Pero claramente el desafío es muy grande, no podem os estar ajenos a sus retos desde la
óptica educacional, de hecho Foro Educativo desde sus inicios ha estado presente en el
tema de la descentralización educativa, es uno de los puntos que más se ha trabajado y se
han hecho diferentes publicaciones al respecto pero claramente no es suficiente. ¿Esta
corrosión del aparato estatal sólo es un efecto no deseado? ¿Comprende efectos perversos
del modelo? ¿Cuál modelo?

Como se apreciará el tema da para mucho más, tiene que haber una regeneración de la
política, una "reverberación" o un “reverdecimiento” como se dijo de los valores éticos y
morales ciudadanos y republicanos y hay que atacarlo en todo sus frentes no solamente en
forma normativa con
cambio de leyes y
reglamentos o de
modelos. Amerita
toda una
movilización social y
un gran compromiso
para hacer
realmente una
descentralización
sostenida que
fortalezca la
democracia. Un
despertar cívico y
social y una gran
responsabilidad
institucional que ha sido y se mantiene felizmente en el espíritu de Foro Educativo para
contar con herramientas educativas claves que contribuyan a darle un nuevo rostro al Perú.

VALORES

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Los valores, la Educación


en valores, los valores
ciudadanos, republicanos y
de construcción
democrática representan
un núcleo temático
consustancial a los
fundamentos y
perspectivas de Foro
Educativo. La Educación
Cívica, la Educación del
ciudadano, la Educación de
la responsabilidad
ciudadana ha sido
últimamente muy poco
tratada, incluso forman una parte mínima en los documentos de Transparencia

La falta de solidez en la formación ética hace que se confundan planos y no se secuencien


los mismos valores de orden, tolerancia, honestidad, rectitud, buen hacer, buen trabajo,
rendición de cuentas, transparencia, veracidad y confianza

Partir del imperativo categórico Kantiano, de la moral integral e integrada para secuenciar
valores éticos, culturales y sociales que se conviertan en actitudes, conductas y
comportamientos cotidianos

Pero los valores no son sólo individuales son también colectivos de convivencia ciudadana,
de colaboración, de ayuda mutua, de reciprocidad, de solidaridad

Nuestra sociedad está en crisis, eso significa que ¿hay crisis de valores?

En un mundo tan cambiante, de quita


y pon, de institucionalidad débil, es
posible que haya una relativización de
los valores pero los hechos lo
contradicen, por ejemplo, frente a las
huaicos e inundaciones se ha
experimentado una gran ola de
solidaridad ciudadana, de ayuda al
vecino, de colaboración inmediata
Entonces, estamos frente a la gran
tarea de recomposición moral de
nuestra sociedad, de construcción
democrática con ética ciudadana, de
hacer que la ética empiece con nosotros mismos, no que los que incumplen son “los otros”
cuando tenemos que revalorar “el nosotros”, el “sentido de lo colectivo”, “el sentido de lo
público”, “el sentido de la política”

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Y aquí surge la relación de


la corrupción con el tema
de la identidad colectiva,
que todavía es precaria,
con la auto-estima, con la
valorización de uno frente
a los demás, con las
fronteras entre lo público
y lo privado y la falta de
ubicación social y cultural.
Aún estamos en transición.

HERRAMIENTAS

De lo dicho en la Tertulia
se desprende que hay varios planos en los que se debe actuar con una férrea conclusión:
que la actuación tiene que ser simultánea

Destacan entre los planos el NORMATIVO, el cambio de normas, de leyes, de reglamentos,


de directrices, de prohibiciones, de colocar topes, cupos, de contrabalanceos, de
incrementar las penas, de ser más rígidos, más estrictos, más exigentes, de luchar contra la
permisividad, de cortar las complicidades. En una palabra de superar la figura que para que
haya corrupción se necesita: el corruptor + el corrupto + el silencio cómplice

Todo esto es una tarea “legislativa” no sólo del Congreso de la República sino de la
responsabilidad y vigilancia de la Sociedad Civil

Pero hay que tener cuidado de no caer en los formalismos, de sólo quedarnos en la
reingeniería normativa, de cambiar estructuras formales por otras formales, de quedarnos
en el ropaje y laberinto normativo. De hecho un gran campo de cultivo de la corrupción es
justamente que ha sabido adornarse y vestirse de formas legales directas

Otro plano es el CULTURAL, las costumbres de desidia, de informalidad, de “criollismo”, de


“no importa venderse”, de falta de rigor, de pasividad, de no respetar, de discriminación, de
“avasallar”, de impuntualidad, de intolerancia a secas

Esta es una tarea aún más compleja y está centrada más en el campo de la Sociedad Civil
que en el propio Estado, requiere de una re-articulación entre ambos y de un trabajo de
filigrana a nivel socio cultural y educativo

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El otro plano es el
EDUCATIVO, desde las
prácticas educativas en el
hogar, la escuela, el barrio,
las instituciones y en las
propias movilizaciones
sociales. Aquí de lleno
incumbe hacer propuestas
concretas como el
revalorar la Educación
Cívica, promover
“habilidades
democráticas”, despertar
conciencia sobre la ética
social con ejemplos y
experiencias de rectitud y
transparencia, de cambiar el curriculum, haciéndolo más crítico, que trate más
sustantivamente los valores, con cambios en los Planes de Estudio con fomento y ejercicio
de prácticas de “hacer ciudadanía” , de saber analizar los hechos, del análisis crítico de los
problemas, de promover “criticidad” y fomentar “lo correcto”, de actuar con transparencia,
sin miedos ni temores, de “alzar la voz” cuando se vean inmoralidades e injusticias, de
compañerismo bien entendido no de complicidad, de cooperación, de solidaridad, de
ejercicio de saber defender las causas justas, de pacificación y capacidad de indignación
ciudadana

Se requieren nuevos enfoques, nuevos textos, nuevos materiales, nuevas herramientas y


nuevas formas de participación ciudadana tanto en la Educación Formal como y tal vez con
mayor fuerza en la Educación No Formal, la Educación comunitaria, la Educación de la
propia sociedad

No quedarse en el sólo proceso de aprendizaje, ir más allá, ir a la convulsa realidad social y


desentrañar las herramientas sociales que la dinámica social ofrece y proponer
mecanismos y políticas viables tocando simultáneamente todos los planos

Hasta ahora, llevados por el derecho canónico el peso de las propuestas está en lo punible,
en elevar los castigos y poner más candados pero falta una dimensión práctica de rescatar
los activos, de poder conseguir los montos robados, de recuperar lo que se han robado por
corrupción, de resarcir materialmente el daño realizado, de recobrar lo máximo que se han
llevado

Las mismas herramientas educativas tienen que tener utilidad y perspectiva social que
ayuden a convertir en oportunidad los campos de corrupción y de esa forma ayudar a una
democratización y movilización social con mayores recursos

Lima, 09 de Mayo de 2017

LGG/17

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Algunas Medidas para Combatir la corrupción


(Educación)

1. Distinguir tipos de corrupción.

Si le creemos al recordado
historiador Alfonso W. Quiroz,
los males de la corrupción han
infestado el Estado peruano
desde su creación y no ha
habido sistema de control que
nos proteja bien de ellos. Un
primer paso para hacerlo es
identificar algunos tipos
precisos que encontramos bajo
el término general de
corrupción; en ese sentido hay:

1) La corrupción mayor del alto funcionario, desarrollada individualmente o en


pequeño grupo, normalmente por algunos o muchos millones de soles o dólares

2) La corrupción menor, la corrupción hormiga que día a día esquilma a los ciudadanos
en ámbitos que en lo formal están a su servicio; es la corrupción que pide un poco
de plata, o una botella de algún licor, o favores sexuales, o el primer sueldo de un
nombramiento, o cualquier cosa que se le ocurra al funcionario que tiene la
discrecionalidad de dar o facilitar el servicio. De paso, eso convierte el derecho del
ciudadano o ciudadana en un privilegio, algo que no le corresponde sino que se le
concede.

3) El sentido común de la gente incluye a veces –creo que injustamente- como


corrupción el simple cobro de los sueldos u honorario s de los empleados y
funcionarios públicos cuando considera que estos son muy elevados.

Debe haber muchos otras posibilidades –corrupción presidencial, por ejemplo-, pero por
ahora propongo discutir estos “casos”; tengo la seguridad de que los dos primeros tipos–
más el segundo que el primero por el número de los que caen en él- cubren la inmensa
mayoría de los hechos de corrupción en el Perú, y que el tercero en realidad es un resultado
de la percepción masiva de los dos primeros: si la gente ve que los altos funcionarios roban
dinero del Estado y que funcionarios bajos roban su dinero, y les dan un servicio mediocre
no hay manera de justificar una remuneración que se percibe elevada. Para efectos de estas
sugerencias propongo quedarnos con los dos primeros tipos.

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2. Distinguir sistemas de combate a la corrupción. Patrullas Y Alarmas De


Incendios

Concentrémonos en los dos


primeros tipos de corrupción.
¿Qué se puede hacer frente a
ellos? Un par de politólogos
americanos, Matthew
McCubbins y Thomas
Schwartz, vienen en nuestra
ayuda: Ellos en 1984, año con
tantas resonancias respecto al
tema de la vigilancia,
acuñaron una distinción entre
dos formas de monitoreo que
se puede emplear para ejercer
la supervisión sobre el trabajo del poder ejecutivo: a una de las formas la llamaron
“vigilancia tipo patrullaje policial” (police patrol oversight) y a la otra “vigilancia tipo
alarma de incendios” (fire alarm oversight), muy en el estilo coloquial americano, poco
ampuloso.

¿Cuál es la distinción entre unas y otras? La metáfora que usaron no fue escogida al azar:
una patrulla policial recorre un barrio o un distrito, puede variar su ruta periódica o
aleatoriamente, pero sus procedimientos son típicos, se fija más o menos en las mismas
cosas siempre; su personal y equipo generan costos, puede tardar en llegar y, como es la
experiencia de mucha gente en el Perú, puede agrandar el problema en vez de resolverlo.
El costo social mayor en un sistema de este tipo, más que sueldos o patrullas, es la propia
existencia de la agencia (la policía) con sus posibles deformaciones.

Por otro lado, un sistema de “alarma de incendios” puede distri buirse por toda la ciudad,
basta con que haya un teléfono a disposición, puede ser operada por cualquiera, y, si hay
un sistema eficiente de respuesta, puede resolver problemas; no tiene los costos del
patrullaje ni la posibilidad de deformarse, pero en cambio puede ser abusada por falsas
alarmas. Además, respecto a la corrupción, puede haber desde incentivos y beneficios hasta
temores y amenazas para no hacer sonar la alarma.

Por dar un ejemplo, la Contraloría es un sistema de patrullaje (quitemos la palabra policial


para ahorrarnos las connotaciones) mientras que una Oficina de Quejas es un equivalente
del sistema de alarmas (de incendios). Aunque McCubbins y Schwartz plantearon su
distinción específicamente para la forma como el poder legislativo vigila al ejecutivo, y
tenían una preferencia muy fuerte hacia los sistemas de “alarma”, nosotros podemos

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extenderla a cualquier actor


concernido; si queremos
vigilar y controlar la
corrupción podemos usar
sistemas de patrullaje o
alarmas de incendios sin
necesidad de ser
congresistas.

El Patrullaje, como su
nombre lo indica, vigila la
marcha de las instituciones
del ejecutivo y los problemas
en la implementación
siguiendo sus planes y
programas, haciendo notar en cada punto cada paso que no se cumpla como establecen los
procedimientos. Requiere siempre un sistema centralizado bajo alguna forma
institucionalizada. Reposa en procesos de investigación largos, audiencias, estudios por
consultoría, etc.

Las Alarmas se activan en cambio cuando ciudadanos, organizaciones de ellos o grupos de


interés, reaccionan a la forma en que se les brinda servicios, cuando los medios exponen el
abuso de los ciudadanos, o el desperdicio de recursos; en estos casos los ciudadanos al
reportar sus problemas, muestran fallas en los servicios, sean estas ocasionales,
accidentales o propias del diseño o de la implementación. Esto funciona de modo no
centralizado, reposa en la posibilidad de que cualquier actor haga sonar la alarma, y está
mucho más ligado a los resultados que obtiene la gente del servicio que a los
procedimientos internos para brindarlo.

En uno de los tipos, el Patrullaje, es un cuerpo especial vigilando uso de recursos,


procedimientos, etc. mientras en el otro, la Alarma, toman la palabra los ciudadanos y sus
organizaciones para manifestar que algo no funciona bien, obviamente sobre la base de
ciertas reglas y procedimientos que los habilitan a hacerlo.

E insistimos, no decimos que un método sea mejor que el otro, dependiendo del caso se
puede escoger una forma u otra de vigilancia o una combinación de ambas según se
necesite.

3. Establecer un sistema de control para altos funcionarios.

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En concreto, parece razonable


creer que los niveles de
corrupción baja, lo que se
denomina acá Hormiga, puede
manejarse con un esquema del
tipo Alarma. ¿Por qué? Los
ciudadanos son quienes lo
sufren directamente y están muy
informados respecto a sus
detalles, saben quiénes les piden
coimas, quienes los chantajean,
quienes los presionan para
obtener recursos indebidos. La
detección es fácil, si al ciudadano se le escucha y responde en su queja se hará oír, pero el
sistema tiene que estar listo para responder a este tipo de denuncia rápida y efectivamente
a la demanda, llamado o alarma activada por los ciudadanos.

Un sistema así tiene requerimientos indispensables: responder en serio y no desechar las


denuncias de los ciudadanos, sancionar ejemplar y drásticamente a quienes entran en
asuntos turbios, cuidar al denunciante. Por esto la tarea de respuesta debería ser función
de un sistema que se encargue de cuidar la calidad de los servicios que ofrece el estado. Ese
sistema sería mucho más interesante en términos de combatir a la corrupción y mejorar el
bienestar de los ciudadanos que, por ejemplo, el seguimiento detallado, necesario, de la
papelería interna de las instituciones supervisadas. Y una buena noticia: cada institución
puede crear o reforzar su propio servicio de mejora de la calidad y la satisfacción del
usuario sin esperar a que venga una agencia central a vigilar cada uno de sus pasos. En
cambio, desde la centralidad del estado se podría supervisar los avances de estos sistemas
de calidad y mejora del servicio. Disminuir la corrupción en este nivel debería tener una
correlación directa con la sensación de las personas respecto a su satisfacción en el uso de
estos servicios.

4. Establecer un sistema de calidad de la atención al usuario que priorice las


denuncias de corrupción y les ofrezca un canal protegido.

Respecto a la corrupción mayor, ¿funcionaría un esquema tipo Alarma? Creemos que no,
más bien sus características sugieren emplear el Patrullaje, un sistema centralizado que
vigile la actividad financiera de un conjunto relativamente pequeño de altos funcionarios,
digamos de directores generales para arriba, en el gobierno central unas quince mil
personas. Esa vigilancia nuevamente tiene algunas condiciones: renuncia al secreto
bancario, financiero y de compras e inversiones personales y de su entorno cercano, por
un periodo de años a determinar. Si bien los seres humanos preferimos mantener algunas

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cosas en secreto, un funcionario pagado aceptablemente, que quiere servir a su país y que
además no tiene voluntad de delinquir podría aceptar estas condiciones si en cambio se le
asegura que se le evaluará por los resultados de su trabajo, por encima de cualquier
omisión administrativa menor y menos aún del ejercicio de su conocimiento técnico, como
se intenta hacer ahora.

Esta labor, el “Patrullaje” de los funcionarios públicos, suena muy drástica, pero responde
a la situación actual, en la que la corrupción parece inundar el país. Estas labores no se
parecen a lo que hoy hace contraloría, y está más cercano de las tareas que cumple la
Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca y Seguros, sólo
que esta última instancia no se concentra en los funcionarios del Estado pues cubre un
universo más amplio. Especializar una rama de esa entidad, la UIF, o separarla y darle
autonomía, podría ser la solución a los (pocos, en proporción al total de ellos) funcionarios
públicos que vemos enriquecerse repentinamente.

Esta incidencia de los tipos de corrupción puede representarse en la tabla siguiente; el


mayor volumen de la corrupción hormiga requiere eficientes sistemas de Alarma que
puede tomar la forma de mejorar de la calidad del servicio; el volumen de la corrupción de
altos funcionarios requiere en cambio un sistema de Patrullaje de funcionarios.

Tipo de “Patrullaje” “Alarma”


Corrupción

X x
Alta
x X
Hormiga

Estas dos propuestas permitirían una mejor manera de enfrentar el tema de la


corrupción.

5. Otros agentes.

Complementariamente, se podría optar por la inclusión de privados en funciones de


control. En ese marco, Fe y Alegría por ejemplo, podría tener un rol en la vigilancia del tema
de infraestructura educativa. Me dirán: qué saben esos sacerdotes-profesores de construir
escuelas? Pues la central de Fe y Alegría, además de orientar pedagógicamente y conseguir
la congregación que dirija el colegio, sabe conseguir fondos para construir escuelas y tiene
una división especializada en vigilar con toda seriedad y nivel técnico el trabajo de las
empresas que construyen para ellos. Aunque por modestos y por conocer y administrar
bien sus fuerzas no se promocionan, deberían pedirles que tomen un rol en este proceso.
Es un ejemplo.

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6. El largo plazo, la formación de ciudadanos.

Normalmente se espera que desde la educación se proponga cursos de formación en


valores, educación cívica e incluso instrucción pre militar para combatir la crisis moral de
los países; en realidad es un punto de vista ingenuo y casi siempre conservador, en el
sentido de que añora un supuesto tiempo ideal en que las cosas funcionaban bien, sin
consciencia de que la añoranza se refiere a épocas de sociedades menos complejas que la
actual. Dicho esto, sí es tarea de los Estados y las sociedades en general la construcción y
ejercicio de una ciudadanía ética. En este empeño se exige a las instituciones de la
educación básica y superior que desarrollen en sus currículos competencias de aprendizaje
impregnadas de valores y actitudes. Lo cual implica que la escuela desarrolle una formación
integral que permita a los estudiantes interiorizar y poner en práctica la solidaridad,
responsabilidad, tolerancia, justicia, libertad y veracidad, pero también honestidad y
honradez. Se trata de que los educandos aprendan a ser virtuosos, probos y transparentes.

Para tal fin, entre otras acciones curriculares, se promueve la tutoría, la convivencia y la
disciplina escolar, donde cualquier infracción a las normas debe tener la sanción respectiva,
ya sea punitiva o recuperadora en un marco apropiado de proporcionalidad. Sin embargo,
es recurrente ver que desde los espacios públicos y privados se producen faltas y delitos de
los adultos que no siempre son castigados. Estos actos son discordantes y bloquean la
enseñanza ciudadana y cívica en los colegios.

Teniendo en cuenta que los escolares se informan cotidianamente de actos deshonestos de


empresarios, funcionarios y autoridades públicas del más alto nivel gubernamental, sería
un grave error que observen que prevalece la impunidad. La justicia para corruptos y
corruptores debe ser oportuna y rigurosa. No olvidemos que la educación es tarea de todos
y que hay que desarrollarla con el ejemplo de manera convergente.

En esa medida, los espacios escolares son lugares de aprendizaje durante toda la jornada
escolar, se trata de convertirlos en espacios libres de corrupción; el elemento discursivo
intra clases solo puede complementar un esfuerzo diario que sanciona y evita la corrupción,
no al revés. En ese sentido el nuevo currículo nacional avanza en una propuesta interesante
que analiza la escuela como institución y no solo como un agregado de clases en las
diversas áreas académicas.

7. Aval político.

Este tipo de cambios solo pueden desarrollarse con el impulso desde las autoridades más
altas del sistema; tanto el sistema de control de altos funcionarios como mejorar de la

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calidad de la atención son objetivos que no se pueden cumplir si los poderes intermedios
no se subordinan a una gran voluntad política concentrada en combatir la corrupción.

8. Estrategia de comunicación en 3 y 4.

Para ambos sistemas es indispensable crear estrategias de comunicación, masivas en un


caso, selectivas en otro, desde el inicio de actividades; la improvisación es el peor enemigo
de las políticas públicas en el terreno de la comunicación y en el tema de corrupción su
efecto es devastador.

Recomendaciones
 Identificar los tipos de corrupción existentes: nivel en el que ocurren, víctimas si las hay,
afectan directamente recursos públicos o a usuarios del sistema, agentes que los cometen,
“beneficiarios”, facultades y funciones que facilitan su realización. El trabajo debería culminar
en el desarrollo de modelos de funcionamiento de la corrupción y propuestas para su control y
eliminación, por lo que debería ser un mecanismo vivo y que constantemente explora nuevas
formas de corrupción.

 Las condiciones generales incluyen el Aval político a las acciones anticorrupción; este tipo de
cambios solo pueden desarrollarse con el impulso desde las autoridades más altas del sistema
y no se pueden cumplir si los poderes intermedios no se subordinan a una gran voluntad
política concentrada en combatir la corrupción.

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 Es necesario crear estrategias de comunicación, masivas o selectivas, dependiendo de la


naturaleza de la medida; la improvisación es el peor enemigo de las políticas públicas en el
terreno de la comunicación y en el tema de corrupción su efecto es devastador.

En el corto plazo:

 Crear un sistema de supervisión de la calidad de atención en todos los servicios abiertos al


usuario que incluya como parte de sus tareas la protección del usuario que denuncia formas
de corrupción y el desarrollo de investigaciones no sesgadas en casos de este tipo.

 Implementar un sistema de control de altos funcionarios (los que están en posibilidad de


decidir el destino de fondos), los cuales suspenden su secreto bancario y el de su entorno
familiar. En compensación, no corresponde abrir procesos por error material que no afecten
recursos públicos.

 Transparencia en las alternativas de tercerización del sistema como las APS y las OxI; en
concreto, en el campo de la infraestructura, el ministerio debería contar con un catálogo de
módulos educativos pre diseñado, tomando en cuenta características del entorno.

 Inclusión de otros agentes por la vía de la vigilancia ciudadana en los procesos de adquisición e
implementación de recursos educativos.

 Combinar fórmulas de convenio marco y subasta inversa abierta, dando oportunidad a los
postores de hacer ofertas sobre la base de conocer las de sus competidores.
Complementariamente, debe sancionarse drásticamente las ofertas que en la práctica se
demuestran incumplibles.

 Complementar la medida anterior con fórmulas de pre competición por plazos quinquenales o
más, que permitan el flujo de las adquisiciones. Cooperación internacional podría colaborar en
afinar estos mecanismos pues son los que usan en sus países de origen.

En el largo plazo

Parte del trabajo de las instituciones educativas es lograr que los estudiantes se constituyan en una
ciudadanía que respeta el marco legal republicano y democrático. En el largo plazo el sistema
educativo debe ser preventivo de la corrupción. En ese sentido se propone:

 La implementación del nuevo currículo nacional (versión 2016 con modificaciones realizadas en
la gestión de Marilú Martens, 2017), el cual asigna por primera vez y declara prioritarias las
responsabilidades a la dirección de las II.EE. en el desarrollo de los siete enfoques transversales
del currículo, que permiten el desarrollo de actitudes y valores correspondientes a una agenda
ciudadana moderna en la actividad cotidiana de la institución, escuela, colegio y su entorno y
no solo en las clases impartidas en las aulas, Los siete enfoques son el enfoque de derechos, el
enfoque intercultural, el enfoque de género, el enfoque ambiental, el enfoque inclusivo o de
atención a la diversidad, la orientación al bien común, y la búsqueda de la excelencia.

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Los espacios escolares son lugares de aprendizaje durante toda la jornada escolar, se trata de
convertirlos en espacios libres de corrupción; el elemento discursivo intra clases solo puede
complementar un esfuerzo diario que sanciona y evita la corrupción, no al revés. En ese sentido
el nuevo currículo nacional avanza en transformar a la escuela como institución, alienándola a
las expectativas del país.

 Complementariamente, en el largo plazo, dado que otra forma de corrupción en el sistema es


la creación de plazas, se deberá ordenar territorialmente el sistema, estableciéndose un número
de puestos de trabajo correspondientes a cada demarcación. Esto incluye el personal
administrativo, el cual debe densificarse en los próximos años

PRONUNCIAMIENTO

POR LA DEMOCRACIA CON VERDAD Y JUSTICIA

En estos días aciagos para la República en donde está en juego la gobernabilidad


democrática y se revela un gran malestar ciudadano contra la dirigencia política, FORO
EDUCATIVO hace un llamado a la ciudadanía a manifestarse por el respeto a los valores
éticos y republicanos, la transparencia, la defensa del estado de derecho, la separación de
poderes, la estricta observancia del debido proceso y la aplicación de la justicia sin
privilegios ni discriminaciones.

Para que nuestra promesa republicana se haga realidad efectiva, es necesario superar
esta crisis con la fibra moral que aporta la sociedad civil organizada, por eso su presencia
y participación es indispensable y urgente. Si bien esta crisis desnuda nuestras
debilidades institucionales, también es una oportunidad para demostrar nuestras
virtudes como nación capaz de sobreponerse a los problemas más agudos mediante su
acción colectiva.

En tal sentido, invocamos a la ciudadanía a defender nuestra democracia e instamos a la


movilización social para:

Aunar esfuerzos en la lucha contra la corrupción en todo su espectro y respaldar un


sistema de justicia autónomo, que sancione a todos los culpables.

Impedir que intereses corruptos marquen la agenda del país.

Garantizar la vigilancia ciudadana en el cumplimiento de las reglas democráticas.

Hacer de la sociedad un espacio educativo que refuerce el ejercicio de las prácticas


democráticas.

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Fortalecer la Educación Democrática en todos los niveles y modalidades del sistema


educativo peruano.

La movilización para evitar golpes a la democracia también es una manera de Educar.

Lima, 19 de Diciembre de 2017

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