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Las exigencias de una ética del conocer - M. L. Rovaletti
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biología que atiende esencialmente el acrecen- giosa en razón de los grandes cambios que pro-
tamiento del saber y la medicina que busca duce, de las expectativas que logra cumplir y
prevenir, curar, y cuidar o paliar(3). De este de los caminos que puede abrir constantemen-
modo, los actos con una dirección puramente te? La ciencia reemplazó a la ignorancia, y tam-
cognitiva de algún modo tienen que referirse bién la modestia. Todo un espectáculo comien-
a la salud humana. za cuando los camarógrafos y reporteros se pre-
cipitan en busca de una entrevista y una foto-
Esto anuda dos perspectivas en torno a grafía a los investigadores renombrados, cuan-
la investigación. Desde el punto de vista jurí- do los editores tratan de arrancarles sus ma-
dico, el sujeto enfermo está ligado al médico nuscritos mientras las empresas promotoras
por una convención que lo obliga a éste a dis- sueñan con sus éxitos.
pensarle sus cuidados conforme a los datos
obtenidos por la ciencia y reconocidos por la A su vez los intereses financieros suelen
sociedad. Desde el punto de vista ético, el mé- teñir a las investigaciones de algunas desvia-
dico en su tarea se dirige primariamente al in- ciones ajenas al interés cognoscitivo. Por ejem-
dividuo al que deberá informar adecuadamen- plo, los proyectos sobre biotecnología que re-
te de las acciones a recibir y, en este sentido, el presentan ya cuantiosas inversiones y que se
sujeto como objeto de tratamiento deja de ser irán multiplicando cada vez más, han hecho
un ser pasivo asociado a ese desolador status retroceder principios jurídicos respecto de las
de “cobayo” librado a misteriosas prácticas, y patentes de organismos vivientes. Los argu-
se constituye ahora en un colaborador de la in- mentos invocados son evidentemente genero-
vestigación. sos: es necesario aumentar los rendimientos de
la naturaleza para satisfacer las necesidades de
una demografía en crecimiento veloz, se pre-
Unas motivaciones equívocas cisan vegetales transgénicos, capaces de matar
sus propios parásitos, de gran resistencia y de
Las motivaciones humanas de investi- gran potencialidad proteica. Sin embargo, a
gación a menudo resultan cuestionables y lle- pesar de tanta ciencia, se ignoran las conse-
van a desconfiar de las eventuales aplicacio- cuencias de esta revolución prodigiosa. ¿Cómo
nes. La persona acepta riesgos para el bien de se comportarán las especies vecinas en con-
la colectividad, pues el altruismo está valori- tacto con organismos modificados? ¿Cómo re-
zado socialmente, sin embargo no siempre la accionarán los suelos? Las opiniones son di-
búsqueda cognitiva puede justificar moralmen- vergentes. Algunos dicen que las bacterias, los
te la aplicación de procedimientos de investi- vegetales, los insectos producidos en los labo-
gación o experimentación que puedan ser agre- ratorios y luego dejados en la naturaleza, se
sivos, arriesgados o indiscretos para el ser hu- eliminarán por el juego de la selección natural.
mano. Otros, más alarmados, consideran que invadi-
rán todos los medios sin discernimiento y con-
Suele ocurrir a menudo que el anhelo de ducirán a una debacle ecológica. Frente a estas
poder personal cambie insidiosamente el amor dudas, la codicia del interés financiero seguro
al prójimo en amor propio y arroje sus tentá- de sí mismo permanece en posición fuerte.
culos a las naturalezas predispuestas: del al-
truismo a la vanidad. ¿Cómo no sufrir la fasci- Por su parte la praxis médica ofrece tal
nación del poder en una época donde la medi- complejidad en sus procedimientos que sus
cina es, entre todas las ciencias, la más presti- consecuencias llevan a preocupar a la socie-
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Libido cognoscendi o libido dominandi sostiene. Por otra parte, están obligados a con-
denar el abuso de ciertas prácticas y ciertas as-
A pesar de la tan repetida objetividad, la pectos de la postura científica (9).
investigación aún no ha podido ser expurgada
de los elementos irracionales inherentes al Ahora bien, a pesar de todos estos
sujeto investigador. Este encubrimiento por cuestionamientos a la investigación, sus apli-
parte del científico que investiga, requiere caciones se difunden ampliamente. La
ahora ser también objeto de crítica “tecnociencia”, como expresión acentuada de
epistemológica para poner así fin a los mitos la voluntad de dominio del hombre moderno,
cientificistas de estos hombres sabios exige la disponibilidad y la utilidad pragmáti-
benefactores(7). ca de los conocimientos; más aún, ella ya no
puede ser comprendida sólo en términos de una
Son muchos los que arrojan actualmen- “lógica de los conocimientos” ya que está in-
te una sospecha sobre esta libido cognoscendi vadida por la competencia desenfrenada, la ren-
que ha devenido una libido dominandi, donde tabilidad industrial y la especulación bursátil.
se combinan la valorización legítima del po- El mundo de los descubrimientos biológicos y
der y la idolatría del progreso. El avance ace- de la innovación biomédica se ha convertido
lerado y constante de la ciencia inquieta y en- en un campo donde se habla cada vez más en
gendra una necesidad de seguridad ante la pro- términos de mercado, de portafolios de paten-
liferación de nuevos saberes y poderes. Serán tes, estrategias de grupos y alianzas a escala
las comisiones de ética, las que ejerzan un rol transnacional; hasta los eventos científicos pa-
tranquilizador que funcione como barrera de recieran constituir una buena ocasión para
contención ante esta ¨angustia cultural¨(3). orientar y hasta reorientar el tema de investi-
Mientras la comunidad científica se defina por gación de los científicos.
criterios de “excelencia”, no podrá lograse una
comunidad moral, y los científicos a falta de “Investigación científica y desarrollo
competencia ética siempre estarán expuestos a tecnológico sin trabas, por una parte, y su-
ser recusados a título diverso. Como bien mues- pervivencia humana del hombre por la otra,
tra Anne Rice: “El futuro es el tejido de posi- parecen constituir los polos de un conflicto
bilidades entrelazadas, algunas de las cuales social y plantean el problema de las relacio-
se convertirán en probabilidades, y unas po- nes entre ética y ciencia, hoy formulado en los
cas en inevitabilidades, pero hay sorpresas en- términos de neutralidad o compromiso
tretejidas en la trama y la urdimbre que pue- axiológico de la ciencia. Todo parecería indi-
den desgarrarlas”(8). car que las situaciones-límite a las que la hu-
manidad ha llegado introducen de manera dra-
En este sentido, Memmi considera que mática y compulsiva en la ciencia los valores
el discurso ético constituye el producto de una que ella, en nombre de su propia pureza, ha-
posición inconfortable de estos sabios bía expulsado de su seno”(2).
moralizadores -de los Comité Clínicos, Comi-
té de Investigación, Comisiones nacionales...- Como miembros de una comunidad
que se hallan tironeados entre dos fuegos. Por científica con intereses propios, se torna urgente
un lado, tienen que tener confianza en el pro- defender la autonomía de esta libido
greso y exaltar a la ciencia por su capacidad de cognoscendi frente a los decisores sociales en
resolver ella misma todas las cuestiones que la medida que de ellos dependen los recursos
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Referencias
9. Memmi D. Les gardiens du corps. Dix ans de magistère bioéthique. Paris: Editions de L´Ecole
des Hautes Etudes en Sciences Sociales; 1996.