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EL TRONO DE LA GRACIA

(Hebreos 4:16)
«Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y
hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.»

INTRODUCCIÓN
El tema de la oración es uno que muestra nuestra dependencia con DIOS. Por muy
independiente que el ser humano quiera ser, llega el momento cuando se puede notar que la
“fragilidad” humana rompe esa llamada “independencia”, mostrando que el ser humano
necesita a DIOS. Trataremos los siguientes puntos:
1. Trasfondo
2. La verdadera oración
3. Un Trono
4. Un remedio
5. Gracia y Misericordia
I. TRASFONDO. – EN EL CULTO DEL ANTIGUO TESTAMENTO, EL SACERDOTE
ERA UN “INTERMEDIARIO” ENTRE JEHOVÁ Y LOS SERES HUMANOS.
1. Entre los sacerdotes había uno que era el sumo sacerdote, y
solamente él podía entrar en el lugar santísimo del Templo, una
vez al año para ofrecer sacrificios por todo el pueblo, pero también
por él mismo, porque era un simple hombre.
2. Por eso debemos notar que el apóstol y autor de nuestra Epístola,
había estado hablando en los versículos anteriores del Sumo
Sacerdocio de CRISTO JESÚS, quien siendo Él mismo DIOS, ofreció
Su vida por los pecadores sin tener que ofrecer por Él mismo, como
lo hacían los sumos sacerdotes de Israel.
3. Hemos dicho todo eso para mostrar que nuestro SEÑOR
JESUCRISTO es nuestro SUMO SACERDOTE, y es por eso que
nuestras oraciones llegan al TRONO DE LA GRACIA por medio de
Él.

II. EL HOMBRE Y LA ORACIÓN. – La oración es conocida aun por los paganos


y los que profesan otras religiones quienes oran a sus falsos dioses. Esas
personas oran sin conocer al VERDADERO DIOS. Eso es porque el ser
humano tiene un deseo, o mejor dicho, una necesidad de comunicarse
con el Creador. Ese deseo o necesidad, ha sido puesta en el ser humano
desde la Creación de Adán y Eva, por el mismo DIOS, y muestra la
dependencia del hombre con DIOS.

III. UN TRONO. – (Salmo 45:6) «Tu trono, oh Dios, permanece para siempre;
el cetro de tu reino es un cetro de justicia.»
1. Este Salmo es “Mesiánico”, o sea, es un Salmo que está
PROFETIZANDO el reinado ETERNO de CRISTO JESÚS. El mismo
autor de la Epístola a los Hebreos, lo cita en referencia a JESÚS
(Hebreos 1:8).
2. Debemos notar que un “trono” es donde un monarca reina. En el
Trono de Dios encontramos que nuestras oraciones van dirigidas a
un MONARCA, o sea, el verdadero MONARCA del Universo quien
es DIOS.
3. Veamos DOS cosas:
1. La primera es que el hecho que podamos llegar
directamente al TRONO de DIOS, es por la Obra Redentora
de JESUCRISTO en la Cruz del Calvario como Sumo
Sacerdote.
2. La segunda es que el cetro, era la vara o el bastón que el
monarca usaba, y era un símbolo de su autoridad. Ahora
nuestro Salmo nos muestra que el cetro de DIOS, o sea, Su
AUTORIDAD, es uno de JUSTICIA. Su gobierno ETERNO, es
uno de JUSTICIA.

IV. UN REMEDIO. – (Hebreos 4:12) «Ciertamente, la palabra de Dios es viva


y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra
hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los
huesos,[f] y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.»
1. La Palabra de DIOS, la Biblia, es el único libro que no solamente es
“leído”, sino que también “lee” el interior del ser humano. Ella
muestra las intenciones engañosas y desasosegadas del ser
humano.
i. Por medio de la Palabra de DIOS, el ser humano puede
comprender que todos somos pecadores.
ii. Por medio de la Palabra de DIOS, el ser humano también
puede comprender que necesita a un Salvador.
2. Es por eso que podemos decir que de nada serviría si la Palabra de
DIOS revela nuestras intenciones, sin presentar un REMEDIO.
i. Ese remedio lo vemos en el siguiente punto:

V. GRACIA Y MISERICORDIA. – (Hebreos 4:15) «Porque no tenemos un


sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino
uno que ha sido *tentado en todo de la misma manera que nosotros,
aunque sin pecado.»
1. Nuestro Texto ahora nos muestra la COMPASIÓN de nuestro
SEÑOR JESÚS, quien habiéndose hecho hombre (Juan 1:14), fue
probado también y se compadece de nosotros.
2. Es por eso que el TRONO de DIOS es uno de GRACIA, o sea, GRACIA
es algo que el ser humano no merece. Es por eso que el ser
humano puede acercarse a DIOS, sin tener que hacer obras
meritorias, porque ninguna buena obra que el ser humano pueda
hacer, puede comprar el perdón y la misericordia de Dios.
3. Podemos acercarnos al TRONO DE LA GRACIA con toda
CONFIANZA, no en nuestra habilidad de poder hacer buenas
oraciones, sino en la GRACIA y MISERICORDIA de DIOS.
1. (Hebreos 4:16) «Así que acerquémonos confiadamente al
trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la
gracia que nos ayude en el momento que más la
necesitemos.»

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