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UNIVESIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS


TERAPIA DEL LENGUAJE
COMUNICACIÓN HUMANA Y DESORDENES DEL LENGUAJE
IV SEMESTRE
DOCENTE: LICDA. IRMA VARGAS

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN NO. 1

Nombre Glenda María González González


Carné: 201219865
Fecha de Entrega: 07/08/2018
INTRODUCCIÓN
RETRASO DEL LENGUAJE EN NIÑOS, ADOLECENTES Y ADULTOS

El lenguaje es la herramienta que nos permite comunicarnos, nombrar el mundo,


vestimos nuestras ideas y pensamientos. En definitiva, con el dominio del lenguaje
el niño aprenderá a comprender y dominar su entorno. Aunque pueda parecer lo
contrario, es asombrosa la velocidad a la que conseguimos dominar un sistema tan
altamente sofisticado de comunicación. (Narbona J., 2001)
Un trastorno o alteración del lenguaje, cuando además de un retraso en el inicio del
habla sus primeras palabras no aparecen hasta los dos años o más, aparecen otros
problemas en el desarrollo del lenguaje.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE


En relación a la estructuración que presenta dicho lenguaje al momento de
comunicarnos, una persona con retraso en el mismo ó cualquier otra alteración
tendrá las siguientes características:
Fonológicos: Le cuesta pronunciar ciertos sonidos, habla como si fuera más
pequeño, omite de fonemas o de partes de la palabra. Si no se acompañan
de nada más, son problemas leves que suelen corregirse bien con logopedia.

Semánticos: El vocabulario está reducido a los objetos de su entorno y le


cuesta aprender conceptos abstractos. Colores, formas, conceptos
espaciales (adentro/ afuera, arriba/abajo), temporales (ahora, luego,
mañana, tarde).

Morfosintáctico: Las frases son telegráficas y cortas, sus componentes están


desordenados, les cuesta incorporar el uso de artículos, pronombres,
plurales y conjugan mal los tiempos verbales. No saben usar frases
subordinadas y las sustituyen por coordinadas unidas por la conjunción «y».

Pragmático: La intención comunicativa es escasa o está ausente. Aunque


puede aparecer cuando algo les interesa mucho y quieren conseguirlo.
Raramente usan el lenguaje para explicar lo que les ha pasado y cuando
están jugando lo hacen en silencio, no expresan lo que imaginan mientras
juegan.
No suelen hacer preguntas ni entablar conversaciones, tampoco se interesan
por las cualidades de los objetos como: color, forma, tamaño. En algunos
casos tienden a compensar con mímica y gestos la falta del habla.
Comprensión: Aunque es mejor que la expresión, suele mostrarse alterada
especialmente cuando los conceptos son abstractos. En general, si aparecen
estas alteraciones, habrá un riesgo más alto de que el niño presente
dificultades más adelante y problemas a largo plazo.
La persistencia de los trastornos del lenguaje depende de su gravedad y de la
presencia de otros problemas. Pero en general, si hay un trastorno del lenguaje, es
obligatorio tener en cuenta que puede ser debido a problemas serios de sordera,
retraso en otras áreas del desarrollo, trastorno específico del lenguaje o incluso un
trastorno en el espectro autista y debemos consultar siempre con una especialista.
(Mas, 2017)
El desarrollo del lenguaje depende críticamente de la plasticidad cerebral y la
maduración neurológica, por lo que los momentos iniciales de la vida son cruciales
para su adquisición.
Todo ello hace decisiva la intervención temprana. La detección precoz correcta de
los trastornos del lenguaje, su diagnóstico preciso, unas adecuadas orientaciones y
pautas de actuación para los padres y, en su caso, una intervención precoz del
logopeda u otros especialistas son críticos para un tratamiento adecuado del
problema.

LOS TRASTORNOS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE


Las alteraciones en el desarrollo del lenguaje pueden deberse a múltiples causas:
1. En primer lugar, pueden formar parte de un déficit cognitivo más amplio como
ocurre en el caso de la discapacidad intelectual, el autismo infantil primario y
otros trastornos generalizados del desarrollo (TGD).

2. Pueden ser debidos a una privación de estimulación como consecuencia de


un déficit sensorial, como es el caso de las sorderas e hipoacusias, o poli
sensorial como en la sordoceguera.

3. Los contextos sociales inadecuados pueden producir también retrasos de


lenguaje debidos a falta de estimulación o distorsiones, como en el caso de
trastornos asociados a contextos multiculturales o plurilingüismo.

4. Finalmente, hay un conjunto de trastornos para los que no existe una causa
específica evidente. Durante muchos años se han definido por exclusión:
cuando se produce una alteración en el desarrollo del lenguaje sin que exista
déficit sensorial o motor, déficit intelectual, lesión neurológica o falta de
estimulación social, es decir cuando el niño/a muestra un retraso y distorsión
en el desarrollo del lenguaje y no es sordo, deficiente mental o autista y se
desarrolla en un entorno sociocultural adecuado.

La causa más probable de estos trastornos es una disfunción neurológica de


algún tipo, pero no hay evidencia concluyente. También parecen intervenir
factores genéticos como ponen de manifiesto algunos estudios. El trastorno
prototípico de esta clase es el TEL (trastorno específico del lenguaje), al que
también se denomina más tradicionalmente disfasia funcional. Dentro de
esta categoría también se incluyen el retraso simple del lenguaje y los
trastornos de este tipo que afectan específicamente a la articulación, como
la dislalia fonológica o el retraso fonológico.
El criterio para mantener el diagnóstico es que las dificultades de lenguaje sean
significativamente mayores que las esperadas de acuerdo con el déficit cognitivo y
este no sea lo suficientemente amplio para ser determinante.

Disfasia Funcional expresiva: El trastorno afecta esencialmente a la


producción o expresión lingüística. La comprensión es en general buena.
Existen solo problemas en la comprensión de enunciados concretos que
requieren un procesamiento sintáctico específico y cuya estructura no
mantiene el orden canónico Sujeto-Verbo-Predicado (tales como pasivas
reversibles u oraciones de complemento focalizado, ej.: María es besada por
Juan. Al perro le persigue el gato). Estos problemas de comprensión solo se
observan con pruebas de evaluación específicas.

Disfasia Funcional receptiva o mixta: El trastorno afecta decisivamente a la


comprensión y, por tanto, también a la producción. Los problemas de
comprensión se observan en el intercambio comunicativo común.

Retraso simple de lenguaje (RL): Se entiende que existe retraso simple del lenguaje
cuando existe un retraso en el desarrollo del lenguaje con respecto a la edad
cronológica:
• Las producciones lingüísticas están por debajo de las esperadas para su edad
pero no puede hablarse propiamente de lenguaje distorsionado.
• El trastorno es siempre expresivo, no hay afectación de la comprensión.
• La afectación es más homogénea entre componentes y con otras habilidades.
• El lenguaje es en general inmaduro y es más comparable al de un niño de menor
edad, desarrollándose más normalmente que en el caso del TEL.
• Los enunciados con errores son inmaduros y cortos, no intencionalmente largos y
complejos.
• Las pocas palabras existentes están mal articuladas. Como criterio diferenciador
principal entre el RL y el TEL debe considerarse la discrepancia entre la complejidad
morfosintáctica de los enunciados y el tipo/cantidad de errores.
En el Retraso del Lenguaje, los errores aparecen en enunciados simples mientras
que en el Trastorno Específico del Lenguaje, los errores pueden aparecer en
enunciados intencionalmente complejos. Las diferencias específicas entre ambos
pueden se muestran a continuación en el siguiente cuadro.
EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO
En la determinación de los trastornos del desarrollo en general, las guías de buenas
prácticas indican una evaluación en varios niveles. En el primer nivel, propio de la
Atención Primaria o Temprana, se plantea un cribado de la presencia de un posible
trastorno.
Se considera que un niño está presentando un desarrollo anormal si se dan las
siguientes alteraciones o retrasos:
•Ausencia de balbuceo, señalar con el dedo u otros gestos a los 12 m.
•Ausencia de palabras sencillas a los 18 m.
•Ausencia de frases espontáneas de dos palabras (no ecolálicas) a los 24 m.
•Cualquier pérdida de lenguaje o habilidades sociales a cualquier edad. Como
puede observarse, la mayor parte de los indicadores de un trastorno del desarrollo
corresponden al área del lenguaje al ser este uno de los ámbitos más sensibles a la
presencia de varios tipos distintos de discapacidad (cognitiva, sensorial, motora…)
además del trastorno específico del lenguaje.
En este primer nivel, los procedimientos más adecuados son la utilización de
entrevistas o cuestionarios junto con la exploración del niño.
En un segundo nivel, cuando se sospecha alguna dificultad en el desarrollo del
lenguaje, puede aplicarse una evaluación más específica, también en el ámbito de
la Atención Primaria o Temprana. Existen diferentes indicadores de presencia de
trastorno específicamente del lenguaje, incluidos en los manuales generales de
Pediatría. No es posible hacer un diagnóstico preciso en 10-15 minutos de entrevista
con los padres con presencia o no del niño.
Sin embargo, puede obtenerse una impresión diagnóstica para aconsejar remitir o
no al especialista logopeda y orientar a los padres. Para considerar si existe un
trastorno debe tenerse en cuenta:
•El niño debe mostrar un retraso apreciable en su desarrollo del lenguaje. Esta es
condición necesaria pero no suficiente. Hay que tener en cuenta la enorme
variabilidad Inter sujeto que se da en el proceso de adquisición del lenguaje. Si bien
pueden establecerse unos hitos: balbuceo a los 6 meses, primeras palabras al final
del primer año, enunciados de dos elementos a los 2 años, etc., estos son solo
orientativos.
•El lenguaje del niño debe ser no cortas de sílabas o pseudopalabras
funcional, afectando a sus sencillas.
posibilidades de comunicación.
•Observar si hay heterogeneidad en el
•Si el retraso o las dificultades son de desarrollo del lenguaje.
comprensión y no hay déficit auditivo,
debe remitirse siempre al especialista. •El niño da la impresión de haberse
detenido en su desarrollo del lenguaje.
•Observar si existen alteraciones
fonológicas en la articulación: si las •Los trastornos del desarrollo del
palabras son ininteligibles más allá de lenguaje aparecen con mayor
la inmadurez articulatoria propia de su probabilidad en niños que en niñas en
edad de desarrollo. una proporción de cuatro a uno.

•Observar si existen dificultades para •Si hay antecedentes familiares de


nombrar. problemas de lenguaje las
probabilidades de que exista un
•Observar si existen dificultades para trastorno se incrementan. (Gallego
repetir de manera inmediata series López C, 2009)
CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE Y EPIDEMIOLOGÍA
La alteración del lenguaje en un niño puede tener causas muy diversas y
presentarse de forma heterogénea, por lo que es imprescindible utilizar guías o
clasificaciones que faciliten un abordaje práctico del diagnóstico diferencial.
Una clasificación práctica es la propuesta por Chevrie-Muller en Narbona en 2001,
y sus adaptaciones posteriores, debido a que se basa en criterios lingüísticos y tiene
en cuenta la etiología o el área que resulta disfuncional: instrumental, habla o
psicolingüístico. Además, permite entender la prevalencia de cada trastorno del
lenguaje en la población pediátrica.
El desarrollo del lenguaje puede venir retrasado en el 10-14% de los niños menores
de 6 años. De estos, dos terceras partes corresponden a retraso articulatorio y
retraso simple del lenguaje, que presentarán una remisión espontánea o tras
mínima terapia logopédica durante la etapa preescolar. Entonces, a partir de la
etapa escolar queda un 4% de niños con patología del lenguaje de naturaleza
diversa: el 0,3% tiene un déficit instrumental de audición o de los órganos
fonoarticulatorios, el 2,2% presenta discapacidad intelectual y/o trastorno del
espectro del autismo, y el 1,5% de esta población escolar tiene una disfasia.

TRASTORNOS SECUNDARIOS A DÉFICITS INSTRUMENTALES


DÉFICIT AUDITIVO LA HIPOACUSIA : es la principal causa orgánica de
trastorno en el lenguaje, por lo que es fundamental asegurarse de la
integridad auditiva. Las lesiones del aparato auditivo pueden tener su origen
en la etapa prenatal, perinatal o postnatal.

Entre las causas prenatales, se incluyen: la infección por citomegalovirus,


rubéola congénita, toxoplasmosis y posibles sustancias teratógenas.

Las causas perinatales más frecuentes son: el sufrimiento fetal, la


prematuridad, la anoxia y los traumatismos obstétricos.

Las causas postnatales más relevantes son: laberintitis y meningitis,


traumatismos acústicos y sustancias ototóxicas (aminoglucósidos), pero son
las ototubaritis repetidas y la otitis media serosa, las causas más frecuentes
de hipoacusia en general.

Entre los indicadores de riesgo asociados a hipoacusia, se deben explorar:


antecedentes familiares, infección de la madre durante la gestación,
malformaciones craneofaciales, peso al nacer menor de 1.500 g,
hiperbilirrubinemia grave, medicamentos ototóxicos, alcoholismo en la
gestante, meningitis bacteriana, accidente hipóxico-isquémico, uso de
ventilación mecánica prolongada más de 5 días, síndromes genéticos o
enfermedades asociadas a hipoacusia. Se debe tomar en cuenta que una
hipoacusia se puede manifestar inicialmente como un problema en el
comportamiento. Este puede presentarse de dos maneras opuestas: con
agitación, desobediencia, oposicionismo y agresividad; o con una conducta
excesivamente tranquila, con aislamiento e inhibición social, aunque
mostrando siempre algún grado de intencionalidad comunicativa, a diferencia
de un niño con autismo.

DÉFICIT MECÁNICO ARTICULATORIO

DISGLOSIAS: Este término se refiere a alteraciones articulatorias debidas


a las anomalías anatómicas de los órganos articulatorios: labio leporino,
fisura palatina, malposiciones dentarias, macroglosia, prognatismo,
retrognatia, etc. Pueden afectar de forma muy leve, por ejemplo: como una
fisura submucosa que produzca rinolalia o voz nasal.

La presencia de rinolalia y retrognatia, asociadas a mutismo selectivo y/o


retraso de aprendizaje escolar, debe hacernos sospechar un síndrome de
microdeleción 22q11.2, incluso en ausencia de cardiopatía congénita.

En el tratamiento intervienen: ortodoncia, cirugía maxilofacial y terapia


logopédica, que se adaptará al calendario quirúrgico y de desarrollo del
niño(8). Disartrias Son anomalías de pronunciación por afectación de las vías
motoras centrales, de los nervios craneales o de los grupos musculares de
la zona bucofaringo-laríngea.

La incontinencia salival o babeo es un problema frecuente y de gran


repercusión física y social. Puede llevar a la deshidratación en época de
calor, a esofagitis por falta de aclaramiento y a dermatitis mentoniana por la
humedad. Los efectos sociales son evidentes, sobre todo en aquellos
pacientes que presentan una capacidad de aprendizaje y comunicación
normales. El babeo puede estar asociado a la parálisis cerebral espástica, al
síndrome pseudobulbar por daño congénito o adquirido en ambos lóbulos
temporales (malformaciones corticales o tras encefalitis herpética) y a la
dispraxia verbal. En el manejo de la incontinencia salival, es esencial el
entrenamiento logopédico. Si no mejora, se puede recurrir a medicamentos
como el trihexifenidilo oral en dosis muy bajas o los parches transdérmicos
de escopolamina, vigilando los efectos secundarios. La aplicación de toxina
botulínica en glándulas salivales es muy eficaz, pero requiere manejo por
especialista y administración vía ecográfica, y repetir las dosis cada 4-6
meses.

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