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Introducción a la teratología: Estudio de las malformaciones congénitas en medicina

veterinaria (1º parte)


Dr. Antonio E. Felipe
Médico Veterinario, Profesor en Ciencias Naturales, Magister Scientiae en Metodología de la
Investigación Científica, docente de Histología, Embriología y Teratología y de Biología del
Desarrollo Animal.
Resumen Las malformaciones o anomalías congénitas son alteraciones o defectos
estructurales o funcionales presentes en el momento del nacimiento y originadas en una falla
en la formación de uno o más constituyentes del cuerpo durante el desarrollo embrionario.
Todos los organismos se encuentran, durante su desarrollo prenatal, expuestos a la acción de
agentes externos o a fallas genéticas que pueden ocasionar anomalías.
Descripción En esta monografía se tratan aspectos generales de las anomalías congénitas en
los animales domésticos, estableciendo sus posibles causas y relacionando las mismas con los
mecanismos biológicos del desarrollo prenatal normal. Se efectúan referencias al diagnóstico
de enfermedades congénitas en los animales domésticos, los rasgos indicadores de
enfermedades hereditarias, las formas de detección de la teratogenicidad de un agente
ambiental y los tipos de estudios estadísticos de teratogenicidad.
Palabras clave: malformaciones congénitas, teratología, embriología, desarrollo embrionario.

1. Introducción
El proceso de reproducción es el que asegura la continuidad de la vida en la Tierra. Los
organismos poseen una gran complejidad estructural y funcional, una trama de interacciones y
regulaciones que les permiten vivir en un ambiente que varía continuamente. Esa complejidad
de los organismos multicelulares comienza a generarse durante el desarrollo embrionario
cuando, a partir de una única célula, la cigota, se construye un organismo compuesto por
millones de células que interactúan.
Parte del éxito de la supervivencia de los embriones durante su desarrollo depende de que
cuenten con la información genética adecuada y un ambiente óptimo, sin influencias nocivas.
Ante alteraciones en el material genético o la presencia de agentes nocivos, es probable que
ocurran alteraciones en el desarrollo o malformaciones congénitas. Algunas malformaciones
congénitas ocasionan la muerte embrionaria, otras no son diagnosticadas sino hasta el
nacimiento y muchas no se reconocen en los neonatos, sino que se descubren en etapas
posteriores de la vida.
La normalidad de un animal recién nacido depende de una correcta asociación entre sus tejidos
y de que éstos constituyan órganos con capacidad de desarrollar distintas funciones. Un
organismo normal es así una "sociedad multicelular" cuyos componentes son también normales
e interactúan correctamente. El origen de esa "sociedad", como ya estudiamos, es,
inicialmente, una célula única: la cigota. El desarrollo embrionario no es más que el paso desde
el estadio unicelular hasta un estadio multicelular, donde cada componente se ha
especializado.
El análisis de los mecanismos biológicos implicados en la diversificación de células y de tejidos
ha sido ya analizado al tratar los "mecanismos biológicos del desarrollo". Es necesario una
revisión de dicho tema, así como de las características y funciones celulares, puesto que la
embriogénesis normal y sus alteraciones pueden comprenderse a partir de esos contenidos.
¿Qué son las malformaciones o anomalías congénitas? Las malformaciones o anomalías
congénitas son alteraciones o defectos estructurales o funcionales presentes en el momento
del nacimiento y originadas en una falla en la formación de uno o más constituyentes del
cuerpo durante el desarrollo embrionario. El término "congénitas" se refiere a las características
adquiridas durante el desarrollo embrionario. Tales características pueden o no ser hereditarias.
Al decir "constituyentes del cuerpo", se hace referencia a diferentes niveles de organización,
desde el molecular al orgánico. La disciplina científica encargada del estudio de las
malformaciones congénitas se denomina Teratología. El término congénito indica condiciones
existentes en el nacimiento o antes que este ocurra. Excluye, por lo tanto, las anormalidades
morfológicas causadas por traumatismos para los cuales se utiliza la denominación de "lesión",
y los daños producidos por afecciones bacterianas o virales que se establecen una vez que el
órgano ya se ha formado. Por ejemplo, un animal puede nacer con hepatitis y su hígado
presentar las lesiones características. Se hablará entonces de una "enfermedad fetal" y una
"lesión fetal".
Teratógenos son aquellos agentes que pueden inducir o aumentar la incidencia de las
malformaciones congénitas cuando se administran o actúan en un animal preñado. Existe la
discusión sobre si toda anomalía presente al nacimiento es un "cambio teratogénico".
Tradicionalmente se han diferenciado como cambios teratogénicos a aquellos producidos
durante la organogénesis y cambios toxicológicos a aquellos que afectan sistemas total o
parcialmente formados. Además, las muertes intrauterinas y las reabsorciones no siempre son
incluidas como efectos teratológicos. Para abarcar a todas las afecciones que pueden ocurrir
durante el desarrollo se ha preferido la denominación de toxicología del desarrollo o
embriotoxicidad.

2. Clasificación de las malformaciones congénitas


El estudio de las malformaciones y la determinación de sus causas reviste importancia médica
y económica. Se ha establecido, por ejemplo, que entre un 10 a un 12 % de lechones y un 15%
de potrillos, mueren en las primeras 48 hs. de vida como consecuencia de anomalías
congénitas. La incidencia de anomalías congénitas al nacimiento puede ser del 1,2 al 5,9%.
El desarrollo embrionario y fetal puede ser alterado por diferentes factores externos
(radiaciones, calor, sustancias tóxicas, virus) o internos (alteraciones genéticas o
cromosómicas). También los defectos congénitos pueden ser el resultado de los dos conjuntos
de factores relacionados: el acervo génico (genoma) y los factores ambientales.
Malformaciones congénitas de origen genético y cromosómico
Las alteraciones en el material genético de un organismo pueden afectar a un gen
(malformaciones congénitas de origen genético o puntual), a varios genes (malformaciones
congénitas poligénicas), o a los cromosomas (malformaciones congénitas de origen
cromosómico).
Malformaciones congénitas de origen genético
Las propiedades de una proteína dependen de la cantidad, calidad y ordenamiento de los
aminoácidos que la constituyen. El orden de los aminoácidos en la molécula de proteína está
determinado por los tripletes de bases en el gen correspondiente. Muchos aminoácidos pueden
ser codificados por más de un triplete del ADN. Cada base puede ser sustituida por cualquiera
de las otras tres pudiendo ocurrir que:
 La sustitución determine la aparición de un triplete distinto al original pero que se
corresponde con el mismo aminoácido. En este caso la proteína mantendrá su
secuencia normal de aminoácidos y la modificación del código genético no se hace
evidente.
 La sustitución de una base determine la aparición de un triplete que codifica un
aminoácido distinto. La incorporación de ese nuevo aminoácido en la molécula proteica
puede no alterar sus propiedades o bien determinar su comportamiento anormal.
 Puede ocurrir que la sustitución de una sola base convierta al triplete que normalmente
se corresponde con un aminoácido, en un "triplete de terminación". En este caso, la
molécula proteica codificada por el gen alterado se transcribirá únicamente hasta el
lugar en que se ha formado el triplete de terminación anormal.
Errores congénitos del metabolismo
Existen muchas alteraciones ocasionadas en la presencia de anomalías enzimáticas de origen
genético. Todas se originan en la presencia de un gen anormal, que determina una falla en la
síntesis enzimática. Una de las alteraciones más comunes es la acumulación de una sustancia
que normalmente es degradada por una enzima, o la ausencia de un producto por
anormalidades en la enzima que cataliza su síntesis. La actividad enzimática depende de
distintos factores, entre ellos su estructura tridimensional, condicionada por la distribución de
aminoácidos a lo largo de la molécula.
¿Cómo pueden alterarse los genes?
Las anomalías genéticas aparecen como resultado del proceso de mutación. Una mutación es
un cambio en la secuencia de bases del ADN que puede determinar una modificación en los
caracteres de un organismo y, si la alteración afecta al ADN de las células germinales, puede
transmitirse a la descendencia (véase "radiaciones"). Existen distintas formas moleculares de
las mutaciones, entre las que cabe mencionar: el reemplazo de una base por otra, la deleción
de una porción de ADN, la inversión de una porción del mismo y la inserción de nuevas bases.
La causa fundamental en la producción de mutaciones son las radiaciones ionizantes (ver más
adelante), pero también muchas sustancias químicas son capaces de producirlas, como
también agentes biológicos. Un gen cuya presencia determina la muerte del organismo, en una
etapa temprana o tardía de su desarrollo, se denomina gen letal.
Las anomalías por causas genéticas han pasado a ocupar la atención de los veterinarios en los
criaderos ante la disminución de las enfermedades infecciosas, parasitarias y nutricionales
debido a los manejos y diagnósticos adecuados.
Malformaciones congénitas de origen cromosómico
Cada cromosoma está formado por numerosos genes y, como vimos, la simple sustitución de
una base en un gen puede tener efectos nocivos para el organismo. La alteración de todo un
cromosoma puede ser letal o causante de anomalías severas. Las alteraciones cromosómicas
pueden clasificarse en: 1.- alteraciones en el número de cromosomas; 2.- modificaciones en la
estructura; o 3.- mosaicos cromosómicos y quimeras.
Alteraciones en el número de cromosomas.
Las alteraciones numéricas de los cromosomas pueden implicar a los autosomas o a los
cromosomas sexuales.
Alteraciones en el número de los autosomas
Al fracasar la separación de los cromosomas homólogos durante la meiosis origina gametas, y
por lo tanto, cigotas, con cromosomas de más o de menos. Los organismos con un cromosoma
de más se denominan trisómicos y aquellos donde falta un cromosoma se llaman
monosómicos. Puede suceder que fracase la separación de un grupo completo de
cromosomas, originándose una gameta con el doble del número normal de cromosomas. Si tal
gameta se une con otra que contenga el número normal de cromosomas, el embrión resultante
tendrá tres grupos de cromosomas homólogos en lugar de dos, denominándoselo triploide. Si
se unen dos gametas con el doble del número normal de cromosomas, el embrión resultante
será un tetraploide (cuatro grupos de cromosomas homólogos).
Estos casos donde existen uno o más grupos adicionales de cromosomas, se conocen con el
nombre de poliploides.
Alteraciones en el número de cromosomas sexuales
Cuando la falta de disyunción afecta a los cromosomas sexuales, podemos encontrarnos con
machos cuya fórmula cromosómica sea "el número normal de autosomas XXY", en cuyo caso
serán estériles o con hembras con "el numero normal de autosomas X0" o "el número normal
de autosomas XXX". En ambos casos se trata de individuos generalmente estériles.
Modificaciones estructurales
Estas anormalidades pueden producirse durante los movimientos y cambios que sufren los
cromosomas durante la meiosis. Puede ocurrir la ruptura y pérdida de una porción del
cromosoma, denominada deleción. Las deleciones son así, alteraciones que consisten en la
eliminación de segmentos más o menos grandes de un cromosoma. Puede ocurrir también que
se duplique un segmento de un cromosoma y, por consiguiente, exista duplicación de los genes
que contiene, o se puede invertir un segmento, alterando el orden de los nucleótidos. Las
traslocaciones consisten en la unión de un cromosoma o de parte del mismo, a otro
cromosoma.
En muchos casos la presencia de una traslocación no produce anomalías fenotípicas en un
organismo, si la cantidad de material genético sigue siendo la misma. Estos casos se
denominan "traslocaciones balanceadas". Si el individuo tiene traslocaciones cromosómicas en
las células germinales, existe la posibilidad de que alguno de sus descendientes tengan una
trisomía del cromosoma traslocado.
Durante la formación de las células germinales por meiosis existen dos posibilidades. Una es
que el cromosoma normal se localice en una de las gametas y el traslocado en otra. La otra
posibilidad es que el cromosoma normal y el traslocado vayan a la misma gameta,
originándose después de la fecundación una trisomía.
Mosaicos cromosómicos
Existen individuos cuyas células no tienen todas la misma constitución cromosómica, a estos
casos se los denomina "mosaicos". Un ejemplo de individuos mosaicos se genera cuando
durante la primera segmentación embrionaria se produce una falta de disyunción. Los dos
blastómeros resultantes presentan distinto número de cromosomas, dándose lugar a dos
linajes o líneas celulares diferentes.
Mecanismos de producción de anomalías cromosómicas
En cualquiera de las dos divisiones que conforman la meiosis puede ocurrir una falla en la
separación de los cromosomas homólogos, resultando anormal la distribución de los mismos
entre las células hijas. Esta anormalidad se denomina "no-disyunción" o "no-separación". Por
ejemplo, si se produce no-disyunción en un cromosoma durante la espermatogénesis, el
resultado final será la producción de dos espermatozoides que carecen de ese cromosoma y
dos que lo contienen por partida doble. Si uno de los espermatozoides que posee el
cromosoma excedente fecunda a un ovocito normal, la cigota resultante será trisómica.
Las anomalías cromosómicas que ocurren después de la fecundación tienen una elevada
probabilidad de originar individuos con un mosaico cromosómico. La falta de separación de
cromosomas puede ocurrir en cualquiera de las divisiones mitóticas, por ejemplo durante la
segmentación. Es improbable que la anomalía ocurra en todas las células embrionarias o
blastómeros. Si afecta a algunas de ellas, pueden originarse tres líneas celulares distintas: las
normales, las trisómicas y las monosómicas. En muchos casos estas no son capaces de
sobrevivir, por lo que el embrión resulta ser un mosaico conformado por células normales y
trisómicas.
Las quimeras son embriones resultantes de la fusión de dos embriones de constitución
cromosómica distinta. Experimentalmente se ha logrado la fusión de blastocistos de mamíferos.
Estos embriones logran desarrollarse normalmente, aunque si uno de los componentes es XX y
el otro XY se presentan cuadros de intersexualidad.
En los terneros normales la identificación cromosómica de las hembras es 60XX y de los
machos 60 XY. Pero en algunas hembras, llamadas freemartin se encuentra una mezcla de
60XX en algunas células y 60XY en otras. Estos casos se han observado en hembras mellizas
de un macho cuando se han fusionado sus circulaciones placentarias. También se supone que.
En caso de gestación única, ocurrió fusión de embriones tempranos. Este tipo de quimeras se
han observado también en cerdos, cabras y ovejas.
Las causas de anomalías cromosómicas
Se ha establecido una correlación entre la edad de la madre en el momento de la concepción y
la aparición de algunas anomalías cromosómicas. En el caso de la especie humana se han
observado trisomías de los pares autosómicos 13 y 18 y de los cromosomas sexuales en
gametas o embriones de individuos mayores de 40 años.
La irradiación del organismo es otra causal de anomalías cromosómicas. Experimentalmente,
se han irradiado células in vitro durante la etapa G1 del ciclo y las mismas han desarrollado
anomalías al llegar a la fase M, es decir, cuando se dividen. Se supone que estas anomalías
reflejan alteraciones físico-químicas en los cromosomas, que impedirían su separación normal
durante la mitosis.
Las sustancias químicas que interfieren en la síntesis de ADN y alteran su estructura producen
también anomalías cromosómicas. Los virus son capaces de provocar rupturas de
cromosomas.
3. Causas ambientales de malformaciones congénitas
Se indicó anteriormente que las mutaciones pueden producirse espontáneamente o bien ser
inducidas. En este último caso, los agentes que provocan mutaciones se denominan
mutágenos y se clasifican en:
 agentes de tipo físico, como las radiaciones alfa, beta, gamma, X, ultravioleta, etc., los
cuales producen rupturas o lesiones cromosómicas.
 agentes de tipo químico, como algunas sustancias del humo del cigarrillo, drogas y
componentes vegetales.
 agentes de tipo biológico, como ciertos virus que afectan al material genético de la
célula a la que parasitan.
 agentes nutricionales y metabólicos.
 reacciones de autoinmunidad.
 factores asociados a la edad materna.
A los agentes productores de mutaciones y que se ubican u originan en el ambiente externo al
embrión se los denomina agentes teratogénicos ambientales.
Características de los agentes teratogénicos ambientales
1.- los agentes teratogénicos pueden afectar al embrión directamente, o hacerlo a través de
modificaciones en la madre o en la placenta.
La placenta es el órgano que vincula al organismo en desarrollo con la madre y, a través de
ella, con el ambiente exterior. El embrión se nutre y elimina los productos de su metabolismo
mediante el pasaje de moléculas por la placenta. Existen sustancias tóxicas que atraviesan la
barrera placentaria y actúan directamente sobre el embrión. También se han encontrado otras
sustancias que alteran la circulación placentaria y provocan alteraciones fetales sin necesidad
de ingresar en el cuerpo del organismo en desarrollo. Se ha postulado que algunos agentes
teratogénicos podrían afectar al embrión mediante la producción de alteraciones en el
metabolismo de la madre.
Los agentes teratogénicos ambientales pueden ser inocuos para la madre.
Muchos medicamentos no producen efectos indeseados en los adultos pero son teratogénicos.
La mayor susceptibilidad de los embriones a la acción tóxica de agentes ambientales se explica
sobre la base de dos mecanismos: 1- los embriones son más "inmaduros", desde el punto de
vista metabólico, que los adultos. Por ejemplo, sólo una fracción reducida de enzimas hepáticas
encargadas de eliminar drogas están presentes en los organismos en desarrollo. 2- una
alteración metabólica mínima, que en un adulto causa un malestar "pasajero", puede interferir
en el embrión con un mecanismo del desarrollo, causando un daño irreversible.
El período de desarrollo en que un agente teratogénico actúa sobre el embrión determina
cuáles son los órganos afectados.
Los mecanismos del desarrollo que participan en la formación de un organismo son similares y
dependen del metabolismo celular. Si una sustancia que bloquea caminos metabólicos
necesarios para la división celular es administrada durante un período del desarrollo, se
afectarán aquellos órganos para los cuales las mitosis, en ese momento particular, sean
imprescindibles. De esto puede deducirse que la mayor parte de los agentes teratogénicos
producen distintas malformaciones según el momento del desarrollo en que actúan.
Una misma malformación congénita puede ser producida por distintos agentes teratogénicos
ambientales.
Si un proceso metabólico es imprescindible para el desarrollo de un órgano embrionario,
cualquier agente ambiental que lo altere producirá una anomalía en ese órgano.
La teratogenicidad de un agente ambiental depende de la dosis administrada a la madre.
Experimentalmente se observa que cualquier droga, en dosis alta, produce malformaciones
congénitas.
La acción teratogénica de un agente ambiental depende de la "constitución genética" del
organismo sobre el que actúa.
Al administrarse una sustancia teratogénica en animales de laboratorio se comprueba que, en
determinadas dosis, ésta produce malformaciones sólo en el 50% de los embriones (dosis
teratogénica 50). Cuando se ensaya una droga teratogénica en distintas especies se observa
que la sensibilidad de la droga es diferente para cada una de ellas. Existen individuos con
deficiencias enzimáticas que los hacen particularmente susceptibles a los efectos de una
sustancia.
Los efectos de un agente teratogénico pueden pasar desapercibidos en el momento del
nacimiento.
Algunas malformaciones congénitas visibles exteriormente o que producen alteraciones
funcionales series, son detectadas al nacimiento. Muchas otras son diagnosticadas durante los
períodos posteriores. Por ejemplo, ciertas lesiones cerebrales se detectan en la madurez por
fallas en la conducta (maduración neurológica).
No existen períodos del desarrollo en que el embrión esté libre de ser afectado por agentes
teratogénicos.
El período más sensible a la acción de agentes teratogénicos se corresponde con las primeras
etapas del desarrollo y, principalmente, de la organogénesis. Sin embargo, algunas sustancias
son teratogénicas en las etapas más avanzadas.
Los agentes teratogénicos ambientales pueden producir fenocopias, es decir, anomalías
congénitas idénticas a las originadas por genes anormales.
Si una anormalidad en el gen A determina la ausencia de la enzima B, esta ausencia puede
causar una malformación a través de la falta de síntesis de la sustancia D, a partir de un
precursor C. la presencia de un agente capaz de inhibir a la enzima B produce igual efecto, a
pesar de que la enzima se haya formado normalmente.
Agentes teratogénicos ambientales
Radiaciones
Las radiaciones ionizantes se clasifican en dos categorías. La primera son las ondas
electromagnéticas (radiaciones gamma y rayos X), y la segunda son las corpusculares
(radiaciones alfa, los neutrones y las radiaciones beta). Se las denomina ionizantes porque, al
actuar sobre la materia, producen impactos en los átomos que la constituyen, expulsando de
los mismos protones o electrones, alterando así el balance de cargas que normalmente
mantiene a los átomos en un estado de neutralidad eléctrica. Cuando una radiación altera
alguno de los átomos que constituyen una molécula proteica, determina su ionización y la
molécula se vuelve extraña para la célula. Los efectos nocivos dependen de la cantidad de
radiación recibida. Si es baja, probablemente afectará a pocas proteínas y la célula pondrá en
acción mecanismos reparadores, siendo el daño reversible. Existe así un "umbral" que deberá
ser sobrepasado para que el daño sea irreversible. Otro tipo de molécula para cuya alteración
no existe un umbral es el ácido desoxirribonucleico (ADN). Si el impacto de la radiación
provoca la ruptura en un cierto lugar de la molécula, esta puede, en ciertos casos, repararse
completamente. Pero esa reparación puede producirse de manera errónea. Por ejemplo, que
las dos hélices se unan entre sí de manera cruzada, alterándose el código genético, lo que
implicará una alteración en la proteína codificada por ese segmento. Toda alteración en el
código lleva a la aparición de genes anormales.
La tríada clásica de las anomalías por radiación en los animales domésticos incluye: 1- retardo
del crecimiento intra o extrauterino, 2- muerte embrionaria, fetal o neonatal y 3- malformaciones
congénitas. El sistema nervioso central es la estructura más afectada en los mamíferos.
Agentes químicos
Los agentes químicos constituyen el grupo de teratógenos potenciales más amplios, tanto
como agentes terapéuticos como ambientales. En general, las dosis terapéuticas no ocasionan
alteraciones.
La exposición a sustancias tóxicas como el selenio, la toxina tetánica, las sulfonamidas
(antibióticos), producen aumento de anomalías congénitas. Existen vegetales que, al ser
consumidos por hembras gestantes, producen anomalías. Por ejemplo el Veratrum californicum
produce malformaciones craneales y cerebrales. En bovinos se han observado crías nacidas
con deformidades de la columna vertebral y de las articulaciones del carpo y del tarso como
consecuencia del consumo de cicuta (Conium maculatum) por sus madres entre los días 55 y
75 de gestación.
Agentes infecciosos
Los virus. Los virus pueden afectar a las células de dos maneras distintas. Por una parte,
pueden proliferar dentro de las células produciendo su ulterior ruptura y, por otra, incorporar su
información genética, determinando la síntesis intracelular de proteínas que conducen a una
alteración del metabolismo. Un requisito para que los embriones resulten afectados por los
virus es que en la madre se produzca una "viremia", es decir una generalización de la infección
por virus. Existen casos donde los virus no provocan alteraciones en la madre y, sin embargo,
afectan gravemente al embrión.
La determinación del origen viral de una alteración en los embriones puede hacerse
únicamente mediante aislamiento del virus de los tejidos embrionarios o por medio de estudios
serológicos.
Las infecciones parasitarias. El caso más conocido es el de la toxoplasmosis. Este parásito
ocasiona, al afectar a mujeres embarazadas, casos de retardo mental.
Factores nutricionales y endócrinos
La nutrición materna tiene un importante efecto sobre el desarrollo prenatal. La carencia de
vitamina A (avitaminosis A), genera labio leporino, defectos oculares, cardiovasculares,
urinarios y genitales en cerdo, ratas y conejos. La hipervitaminosis A, produce malformaciones
en hamster, conejo, cobayo, rata, ratón y cerdo. La deficiencia de vitamina D ocasiona
alteraciones esqueléticas y anormalidades dentarias.
La carencia de yodo en la dieta causa "cretinismo". La glándula tiroides comienza a acumular
yodo hacia mediados de la gestación. Ese mineral llega al embrión a través de la placenta y, si
su concentración es baja en la sangre materna por carencia nutricional, también será deficiente
en el embrión. Esto ocasiona carencia de producción de hormonas tiroideas que determinan
retardo mental y enanismo.
Muchas alteraciones en el desarrollo se encuadran dentro de las denominadas
"malformaciones de causa multifactorial". Esta denominación indica que no es un único gen o
un cromosoma alterados los responsables de su aparición, sino la acción conjunta de varios
genes diferentes sobre los que actúan factores ambientales desencadenantes.
Temperatura ambiental
La hipertermia en los animales domésticos preñados es causa de anomalías del sistema
nervioso central y del ojo. Entre las causas ambientales que conllevan hipertermia está el
encerrar a una hembra preñada en un auto expuesto al sol. Las enfermedades febriles durante
la preñez también constituyen un riesgo de embriotoxicidad.
La hipotermia experimental en ratas, ratones y hamsters gestantes ocasiona defectos en el
sistema nervioso central y el desarrollo esquelético.
La contaminación ambiental
La contaminación del ambiente producida por los residuos resultantes de procedimientos
industriales, acumulación de productos de combustión, uso indiscriminado de plaguicidas, etc.
Se está constituyendo en uno de los problemas principales para todas las especies. Si bien no
se ha determinado para la mayoría de los agentes contaminantes un efecto teratogénico, no es
ilógico suponer que lo tengan.
4. Mecanismos de producción de anomalías congénitas en los animales
En párrafos anteriores se han planteado las causas primarias que generan malformaciones,
señalándose a los factores genéticos, ambientales o su acción conjunta. Los mecanismos
mediante los cuales esos factores pueden alterar el desarrollo normal de un embrión son los
mismos que determinan dicho desarrollo. Como ya hemos estudiado, existen cinco
mecanismos básicos para la embriogénesis: inducción, diferenciación celular, muerte celular,
crecimiento y motilidad celular.
 Fallas en la inducción: muchos componentes embrionarios se desarrollan por la
acción inductora de estructuras preexistentes. El mecanismo de inducción puede fallar
de dos maneras, por carencia o por exceso.
 Ausencia o carencia de inducción: el nuevo componente (órgano) no se forma. A esta
alteración se la denomina agenesia. Cuando la falta de inducción no es completa,
puede ocurrir que el órgano inducido inicie su desarrollo, siendo una estructura parcial y
dando lugar a una disgenesia.
Ejemplo: normalmente, la notocorda ejerce un efecto inductor sobre el ectodermo
suprayacente, causando su transformación en neuroectodermo. La parte cefálica de
este neuroectodermo dará origen al encéfalo. Si está ausente la acción inductora de la
notocorda en el extremo cefálico del embrión, se producirá agenesia encefálica o
"anencefalia".
 Exceso de inducción: si el órgano o estructura inductora ejerce su acción de manera
exagerada o se presenta por duplicado, se produce una duplicación del órgano
inducido.
Ejemplo: existe un par de conductos, denominados conductos ureterales, que inducen a
un área del gononefrótomo a diferenciarse en los riñones (derecho e izquierdo). Si por
alguna razón, el conducto ureteral derecho se presenta doble, inducirá a la formación de
dos riñones de ese lado del cuerpo, generándose una "duplicación renal".
 Fallas en la muerte celular: la ocurrencia normal de muerte celular durante el
desarrollo es un mecanismo genéticamente programado denominado apoptosis.
Muchos conductos embrionarios presentan, en alguna etapa de su desarrollo, un
fenómeno de multiplicación de sus células de revestimiento interno, el cual conduce a la
obliteración o el cierre temporario de su lumen. Normalmente ocurre apoptosis de
muchas de las células que proliferaron y la luz del conducto reaparece. Una anomalía
es que la muerte no ocurra o lo haga de manera incompleta. En el primer caso, la luz
del conducto no reaparece, quedando éste obliterado totalmente y produciéndose una
malformación denominada atresia. Cuando la apoptosis es incompleta, la luz del
conducto es menor que la normal y a dicho estrechamiento se lo denomina estenosis.
Ejemplo: la luz del tubo intestinal de los embriones presenta áreas cerradas por la
proliferación celular que se reabren durante la gestación. Si la reapertura no ocurre se
genera una "atresia intestinal", y si la apertura es incompleta, una "estenosis intestinal".
 Fallas en el crecimiento: durante la morfogénesis de un organismo acontecen cambios
de forma y posición que pueden, primariamente, atribuirse a ritmos de divisiones
mitóticas diferentes para distintos grupos celulares. De esta manera ocurre un
crecimiento diferencial de los componentes del embrión. Pueden ocurrir alteraciones en
el crecimiento global de un órgano, conducentes a que el mismo sea demasiado grande
o pequeño. En el primer caso se antepondrá el prefijo "macro-", y en el segundo
"micro-".
Ejemplo: si la lengua crece exageradamente se habla de "macroglosia", y si es menor
que lo normal, se trata de "microglosia".
 Otra forma de alteración del crecimiento es una falla en la coordinación de la velocidad
en que ocurre. Ejemplo: el paladar se forma a partir de dos esbozos que crecen desde
los laterales de la región dorsal de la boca hasta fusionarse en la línea media del techo
de la boca. Si los esbozos crecen más lentamente que lo normal, el rápido crecimiento
del resto de la cabeza conduce a una falta de fusión en la línea media de los dos
procesos, resultando una malformación llamada "fisura palatina".
 Algunos cambios de posición de los órganos en el cuerpo se dan como resultado del
crecimiento diferencial de las regiones corporales. Si los órganos no ocupan el lugar
anatómico normal, se habla de ectopía. Ejemplo: los riñones se forman inicialmente en
la región pélvica y, por crecimiento diferencial de la región abdominal, terminan
ocupando una posición lumbar. Cuando falla su desplazamiento ocurre la "ectopía
renal".
 Fallas en la motilidad celular: el desplazamiento de grupos celulares durante el
desarrollo es un fenómeno común. Las células migrantes constituyen factores
inductores de los tejidos a los que llegan o de los órganos de los que son vecinas en su
posición definitiva. Cuando no ocurre la migración de células está ausente el
componente u órgano inductor, generándose una agenesia o una disgenesia. Ejemplo:
las células germinales primitivas o gonocitos (precursoras de las gametas) se originan
fuera del cuerpo embrionario, a nivel del endodermo del saco vitelino. Durante el
desarrollo migran hacia unas estructuras denominadas crestas genitales en el interior
de la cavidad abdominal y allí inducen a los tejidos circundantes a la formación de la
gónada. Si tal migración no ocurre, se presenta una anomalía llamada "agenesia
gonadal".
 Fallas en la diferenciación celular: los mecanismos biológicos de inducción, migración,
muerte celular y crecimiento son considerados como aspectos de la diferenciación
celular. Las fallas más notorias en la diferenciación celular son aquellas donde:
 Se ve alterado el funcionamiento celular. Tales serían los casos de células encargadas
de elaborar sustancias con función hormonal y que, por distintos motivos no elaboren o
no liberen al medio su producción.
 Se ve alterada la capacidad de respuesta celular. En estos casos las células que
deberían responder ante el estímulo de un agente inductor no lo hacen.
Ejemplo: en los testículos se presentan unas células (células intersticiales o de Leydig)
responsables de la elaboración de hormonas denominadas andrógenos. Las demás
células de la gónada y de los órganos accesorios deben responder a la acción inductora
de los andrógenos para diferenciarse correctamente. Si estas células son incapaces de
responder al estímulo hormonal, se presenta una anomalía conocida como "síndrome
del testículo feminizante".
5. Interacciones entre causas y mecanismos en las anomalías congénitas
Los factores genéticos y ambientales se pueden combinar para determinar la aparición de
anomalías. Por ejemplo, agentes ambientales como las radiaciones, la anoxia, las drogas
antimetabólicas, los virus y los anticuerpos producen la muerte de grupos celulares o interfieren
en el metabolismo celular, reduciendo las mitosis de las estructuras en crecimiento. Las
anomalías congénitas producidas por la interacción de genes anormales y agentes ambientales
perjudiciales se denominan "de causa multifactorial" o "multifactoriales".
Los factores genéticos actúan de manera más generalizada que los ambientales. Dado que los
genes controlan la síntesis de proteínas y a través de ellas gobiernan la vida celular, es
evidente que la alteración en uno o más genes habrá de interferir en cualquiera de los cinco
mecanismos biológicos del desarrollo. Por ejemplo, la síntesis de sustancias inductoras, la de
componentes estructurales para la diferenciación celular, los componentes metabólicos que
desencadenan la muerte celular, las características físico-químicas de las membranas que
dirigen la migración de células y las proteínas contráctiles que la facilitan, la duración del
período G1 de la mitosis, son todos aspectos de la actividad celular regulados por genes.
Alteraciones en el desarrollo de los animales domésticos asociadas con anomalías congénitas
Interrupción de la gestación o aborto: se denomina aborto a la expulsión del embrión o feto
durante el período del desarrollo en el que todavía no es viable. Cuando el feto es expulsado
en un período en que puede sobrevivir se habla de parto prematuro.
Los abortos espontáneos se producen generalmente en el primer tercio de la gestación y
suelen corresponderse con embriones o fetos que presentan malformaciones. También existen
factores ambientales que desencadenan abortos espontáneos, tales como traumatismos,
infecciones, deficiencias nutricionales y alteraciones endócrinas de la hembra gestante. Estos
factores pueden actuar directamente sobre el feto o alterando las condiciones necesarias para
su supervivencia (aporte de oxígeno, nutrientes, etc.).
Existen casos donde el embrión queda retenido en el útero por períodos más o menos largos.
En estos casos puede ocurrir que el feto y sus envolturas adquieran consistencia dura,
conformando una estructura denominada litopedion, o de aspecto laminar: feto papiráceo.
Diagnóstico de enfermedades congénitas en los animales domésticos
El veterinario debe resolver dos problemas principales en el terreno de las enfermedades
congénitas. El primero es determinar o diagnosticar si una enfermedad presente en un neonato
se debe o no a la transmisión de genes, y el segundo problema es lograr seleccionar a los
progenitores para reducir la frecuencia genética de la anomalía.
Cuando se examina una serie de casos de una enfermedad que son bastante semejantes
como para sugerir que tienen la misma causa, no es sencillo determinar en qué momento se
hace evidente que dicha causa es hereditaria, o al menos aseverarlo con exactitud.
Recordemos que muchas alteraciones congénitas pueden deberse a agentes ambientales y ser
semejantes o idénticas a anomalías hereditarias.
Sabemos ya que los genes condicionan la estructura y función de los organismos en diferentes
formas. Recordemos que:
 Si la alteración es estructural, se observan deformidades congénitas.
 Si la alteración es funcional, una o más funciones orgánicas se alteran aunque no se
observen o detecten inicialmente alteraciones morfológicas.
Formas menos "simples" que las anteriores implican los casos donde se presenta
susceptibilidad a padecer determinadas enfermedades. Así, en la raza de caballos árabes, los
potros pueden morir al contraer una neumonía viral, pero la causa real de la muerte es una
inmunodeficiencia heredada.
Rasgos indicadores de enfermedades hereditarias
1.- Aumento gradual de la cantidad de casos en un período de años, suponiendo que se
conservan los reproductores o sus descendientes.
2.- Aparición súbita de un nuevo padecimiento que acompaña a la introducción de un nuevo
reproductor.
3.- Nivel de parentesco en el grupo de animales. Los animales pertenecientes a una población
emparentada son más propensos a presentar anomalías hereditarias.
4.- Los animales pura sangre son los más frecuentemente afectados ya que su genoma es más
estandarizado. Por ejemplo en la raza Hereford se seleccionaron animales de cuernos cortos y
se dio lugar a enanismo.
5.- Identidad del defecto en varios animales. Aunque puede haber variación en la gravedad de
la lesión, las mismas lesiones deben estar presentes en todos los casos. Se presenta siempre
mayor variación cuando los defectos son por causas ambientales.
Detección de la teratogenicidad de un agente ambiental
Entre 1959 y 1962, se produjo en varios países, principalmente europeos, una "epidemia de
malformaciones congénitas" que afectaba principalmente a las extremidades. En 1959, en
Alemania, se produjeron 17 casos de focomelia; en 1960, 126 casos y en 1963, 477 casos. La
focomelia era, hasta entonces, una malformación poco común. Tras detallados interrogatorios a
las madres de los chicos malformados e investigación de sus registros farmacológicos, se
determinó que el 90% de ellas había consumido una droga denominada Talidomida. Las
autoridades sanitarias dieron el alerta y la droga fue retirada del mercado. Como se esperaba,
al año siguiente los registros de nacimientos
con focomelia disminuyeron a sus niveles históricos.
El "episodio talidomida" dejó una serie de enseñanzas en la medicina:
a.- La teratogenicidad de dicha droga no se detectó sobre la base de un aumento en el
conjunto de malformaciones congénitas, sino exclusivamente por la aparición frecuente de una
malformación rara.
Si la talidomida no hubiera producido anomalías en los miembros sino alteraciones auditivas,
intestinales, cardíacas, etc., es muy probable que su capacidad teratogénica no hubiera sido
descubierta. ¿Cuántos medicamentos capaces de producir malformaciones "comunes" se
utilizan en las prácticas médicas? ¿Cómo prevenir sus potenciales efectos nocivos?.
b.- la Talidomida era administrada a las mujeres embarazadas por sus médicos. Ningún médico
individualmente descubrió que las malformaciones en los recién nacidos podían atribuirse a la
droga en cuestión, sino que, al observarse en distintas ciudades el aumento estadístico de
malformaciones en los miembros se llevó adelante una investigación epidemiológica.
El episodio talidomida planteó la necesidad de ensayar en animales de laboratorio todos los
medicamentos, antes de utilizarlos en mujeres embarazadas. En algunos países, como
Estados Unidos e Inglaterra, se introdujeron reglamentaciones sobre el control de la industria
farmacéutica. Los estudios de detección de teratogenicidad que deben hacerse antes de
comercializar una droga exigen, en algunos países, su ensayo con al menos dos especies
animales distintas (ratones, ratas, cobayos, conejos y, en algunos casos, monos). La droga
debe administrarse durante el período de organogénesis propio de cada especie y los fetos
deben extraerse y efectuarse estudios morfológicos externos, viscerales y esqueléticos. En
algunos casos se incluyen estudios posnatales (desarrollo de reflejos y análisis de
comportamiento) y estudios de fertilidad en machos y hembras.
Se han postulado criterios sobre la base de los cuales se podrían extrapolar a la especie
humana los resultados obtenidos experimentalmente en animales de laboratorio. Algunos de
tales criterios son:
1.- si una droga no determina la producción de malformaciones congénitas cuando se la
administra a dos especies animales en dosis tóxicas para la madre, su utilización en la mujer
embarazada podría considerarse segura.
2.- si una droga determina la producción de malformaciones congénitas en dos especies
animales
cuando se la administra en dosis menores que aquellas que son tóxicas para la madre, no debe
ser utilizada durante el embarazo.
3.- el coeficiente teratogénico se define como la relación entre la "dosis letal 50" para la madre
y la dosis teratogénica para el feto. Si esta última es mucho menor que la dosis tóxica para la
madre, la droga no debe utilizarse. El valor máximo normal del coeficiente teratogénico se ha
establecido en 10 (significa que la dosis tóxica para la madre es 10 veces mayor que la dosis
teratogénica para el feto).
4.- no todas las especies responden igual ante una misma droga. Por ejemplo, la talidomida no
causa malformaciones en las ratas de laboratorio aún con dosis exageradamente altas. Así se
postula que los resultados obtenidos en una determinada especie son solamente válidos para
ésta, y que de ninguna manera pueden extrapolarse en forma absoluta (con el 100% de
certeza) a otra especie.
La teratología experimental no se limita a determinar si una droga produce malformaciones en
una o más especies animales, sino que también investiga los mecanismos a través de los
cuales se alteran los procesos de desarrollo.
Tipos de estudios estadísticos de teratogenicidad
Existen dos tipos de estudios estadísticos que pueden utilizarse para detectar la
teratogenicidad de agentes ambientales: los prospectivos y los retrospectivos.
1.- Estudios prospectivos. Consisten en administrar una determinada droga a hembras
gestantes y comprobar los efectos de la misma en los fetos, en los neonatos o durante la vida
adulta.
2.- Estudios retrospectivos: son utilizados para detectar si algún tratamiento ya aplicado en
hembras gestantes ha producido un aumento en la incidencia de malformaciones congénitas.
Estos estudios parten de un hecho consumado e investigan sus efectos en una población. En
este tipo de estudios se buscan pruebas acerca de las condiciones del ambiente durante el
período de gestación, a fin de determinar si alguna toxina, una deficiencia nutricional o una
infección pudo haber ejercido influencia durante la gestación.
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