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Universidad de El Salvador – Facultad de ingeniería y arquitectura - EIQIA

Herramientas de Evaluación de Sostenibilidad Ambiental


Docente: MI e Ing. Alba Marisela Saravia Cortez
Alumno: Br. Efraín Enrique Peraza Salguero PS14006

Semana de las políticas públicas con base a evidencia.


El cumplimiento de los ODS en América Latina: avances y desafíos.
La Organización de las Naciones Unidas, estableció en consenso de 189 países la
visión del mundo de cara al milenio, en la que se comprometían a erradicar la pobreza
extrema para el año 2015. Para ello se plantearon 8 objetivos y 21 metas, de los cuales los
países, sobre todo los más desarrollados, cumplieron con erradicar la pobreza para el año
2015 a través de la provisión de agua, energía y creación de empleos, junto a estos abonaron
para encaminar a un medio ambiente sostenible. Luego de haber finalizado el plazo de las
proyecciones realizadas, se procedió el 25 de septiembre de 2015 a iniciar una nueva etapa
de 15 años, en los cuales se esperaría generar una mayor integración de los países afiliados,
sobre todo de los menos desarrollados. Se fijan 17 objetivos y 169 metas de las cuales El
Salvador se une para alcanzar dichas metas y contribuir a la medición de los indicadores que
permitan conocer el progreso. Cabe destacar que el termino Desarrollo Sostenible no es
nuevo, pero lo que se renueva y se crean con el pasar del tiempo son los acuerdos y
compromisos que cada país declara para definir la línea hacia el desarrollo.
Un punto central que vale la pena recalcar, y que es de vital importancia es la
generación de evidencia sistemática que respalde el progreso de cara al cumplimiento de los
Objetivos del Desarrollo Sostenible, asimismo, el desarrollo de evaluaciones, las cuales no
deben ser concebidas en ningún momento como un gasto superfluo, sino como una inversión
necesaria para medir el desarrollo.
El PNUD, presenta un dato alarmante, pero a la vez alentador: La desigualdad se
ajustará para el año 2100. Esto según las proyecciones realizadas por el PNUD tomando de
base el coeficiente de Gini, el cual otorga un valor numérico a la desigualdad de un país.
Desigualdad, que en El Salvador a un no muestra resultados esperanzadores puesto que no
se están cumpliendo y realizando el progreso esperado en estos 3 años que se lleva de haber
adquirido el compromiso de los ODS de cara al año 2030. Para que se puedan desarrollar los
compromisos de la mejor manera es necesaria una sinergia entre la inclusión social,
desarrollo económico y protección ambiental, así mismo los países deben regirse bajo un
trade-off que implica desarrollar objetivos contrapuestos e integrarlos de manera
complementaria.
Sin lugar a duda, El Salvador logrará progresar en el cumplimiento, pero dependerá
en gran parte de que se halla realizado una gestión en busca de respaldar los indicadores con
evidencias medibles y verídicas que fortalezca el camino a seguir y que solvente las
oportunidades de mejora.
CARPE DIEM

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