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Principios Fundamentales

El principio de no discriminación
Todos los seres humanos deben tener acceso a la educación, tanto de derecho como de hecho. El
principio de no discriminación está formulado en el inciso b) del párrafo 2 del Artículo I de la Constitución
de la UNESCO. Guiada por su misión de alcanzar gradualmente “...el ideal de la igualdad de
posibilidades de educación para todos, sin distinción de raza, sexo ni condición social o económica
alguna”, la UNESCO aprobó en 1960 the Convention against Discrimination in Education (en inglés).
Esta Convención representa un hito en la tarea de crear una base jurídica para el derecho a la
educación. La Convención fue el primer tratado internacional que se aprobó específicamente sobre la
educación. En otros instrumentos elaborados por la UNESCO y las Naciones Unidas también figura este
principio. Por ejemplo, el Artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos prohíbe toda
forma de discriminación.
En el Artículo 1 de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la
Enseñanza, el concepto de “discriminación” abarca toda distinción, exclusión, limitación o preferencia,
fundada en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, las opiniones políticas o de cualquier otra
índole, el origen nacional o social, la posición económica o el nacimiento, que tenga por finalidad o por
efecto destruir o alterar la igualdad de trato en la esfera de la enseñanza.

Igualdad de oportunidades y de trato


La primera mención de la “igualdad de oportunidades” que figura en un tratado internacional sobre la
educación aparece en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO (“los Estados Partes en la
presente Constitución, persuadidos de la necesidad de asegurar a todos el pleno e igual acceso a la
educación...”)

El Articulo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama algo análogo, aunque lo


formula de manera algo diferente, al estipular que “el acceso a los estudios superiores será igual para
todos, en función de los méritos respectivos”.
Tanto la Convention against Discrimination in Education 1960) (en inglés) como la (Convención sobre
los Derechos del Niño 1989) mencionan el principio general de “igualdad de oportunidades”. De hecho,
la Convención de 1960 se concibió, en parte, con el fin de promover este principio (“procurar la igualdad
de posibilidades y de trato para todas las personas” en la esfera educativa), e incluyó el Artículo 4 que
trata del tema con este fin específico
La Convención sobre la Enseñanza Técnica y Profesional (1989) reconoce también “el derecho a la
igualdad de acceso a la enseñanza técnica y profesional”.
El acceso universal a la educación
El acceso universal a la educación es la piedra angular del derecho a la educación. Este principio se
encuentra en la mayoría de los instrumentos que la UNESCO ha elaborado en la esfera de la educación,
traducido en contenidos normativos.

El principio de solidaridad
El principio de la “solidaridad intelectual y moral” de la humanidad, consagrado en la Constitución de la
UNESCO, es una fuente de inspiración en la tarea de hacer realidad el derecho de todos a la educación.
Este principio, que figura en la Declaración Mundial sobre la Educación para Todos (1990), animó el
espíritu del Foro Mundial de Educación, en el que la comunidad internacional afirmó que “ningún país
que se comprometa seriamente con la educación para todos se verá frustrado por falta de recursos en
su empeño por lograr esa meta”.

1. El principio de integralidad Debemos tener en cuenta y recordar siempre a los alumnos y


alumnas, que los derechos humanos son un todo integrado e indivisible. ellos han surgido
históricamente de las luchas que muchas personas, como usted y como yo, han sostenido en favor
de los otros y las otras, en el proceso de desarrollo de personas y naciones y de la interacción
entre ellas y grupos en permanente cambio. En este sentido, el nivel de interés o desinterés por la
educación en derechos humanos depende en gran parte de las vivencias que se dan en la familia,
la escuela o la sociedad en general. Si tomamos en cuenta el sistema educativo escolarizado,
pueden utilizarse simultáneamente dos caminos para llevar a los alumnos y alumnas al
conocimiento y valoración de los derechos humanos: • asignándole a este estudio un espacio
educativo específico, • buscando que los profesores y profesoras sepan aprovechar todas las
circunstancias de interacción de cada estudiante con su grupo escolar, su familia o la sociedad, así
como con el ambiente natural. Esta es, fundamentalmente, la forma más provechosa. A pesar de
la integralidad de los derechos humanos, pensamos que su aprendizaje puede darse de manera
transversal en muchas asignaturas del currículo educativo, basándose siempre en actividades con
resultados valorativos. 52 Las grandes categorías en que se pueden agrupar los derechos humanos
son: Cada uno de ellos es interdependiente de los demás y a la vez mantiene su independencia.
Por ejemplo, sin la vigencia de los derechos civiles y políticos, es decir de la libertad entendida en
su sentido más amplio, los otros derechos empobrecerían su sentido y significación. Del mismo
modo ¿de qué nos sirve la libertad con hambre? 53 Derechos civiles Derechos políticos Derechos
económicos Derechos sociales Derechos culturales y Derechos de los pueblos

2. El principio de participación La participación es fundamental para la comprensión, aprendizaje


y aplicación de los derechos humanos. En las relaciones humanas que correspondan al ámbito
escolar, el diálogo abierto debe ser el instrumento por excelencia en todo trabajo o actividad
referida a los derechos humanos en la escuela. Esto quiere decir igualmente que la comunicación
debe ser fluida, permanente y sin imposiciones entre el profesorado y el alumnado, y debe tener
como fin el cultivo, mediante actividades y hábitos, de valores como la libertad, la solidaridad, el
respeto a la persona humana, la responsabilidad, la honradez, la tolerancia, etc. Siguiendo con
este principio de participación, una manera de propiciar la puesta en práctica de los derechos
humanos es orientar al alumnado para que se organice en grupos especiales que los represente,
tipo club escolar, municipalidad escolar o gobierno estudiantil y que participen en la formulación
de sus propios reglamentos. En estas pequeñas agrupaciones creadas, se propiciará el tratamiento
y análisis de temas vinculados con los derechos humanos. Para esto los alumnos y alumnas
observarán, analizarán e interpretarán hechos de la vida diaria, sus connotaciones valorativas
referidas a los derechos humanos y, por último, presentarán alternativas de solución. Los
resultados de estas reuniones podrán darse a conocer por medio de un periódico mural o de algún
boletín de información que el club, con el apoyo de las autoridades del centro educativo, pueda
editar de manera muy simple. Esto redundará en la difusión y defensa de los derechos humanos
entre los profesores y profesoras, autoridades y alumnado del colegio respectivo. 54

3. EL principio de la conciencia crítica ¿Qué le sugiere a usted este principio? Para comprender las
realidades, tanto personales como sociales, es necesario un proceso que implica el desarrollo de la
libertad personal y el despertar de la libertad de conciencia de la persona frente al mundo; pero
este despertar y la comprensión de la realidad del sujeto y de su grupo no puede hacerse sin la
ayuda de la razón crítica. Esta es importante en los procesos de análisis e interpretación de hechos
relacionados con los derechos humanos. Sin este elemento de criticidad, el nivel de conciencia y
comprensión de los problemas se mantendría en un plano superficial intuitivo, sin capacidad de
penetrar en la trama de causas. Así, gracias al razonamiento teórico-práctico de orden normativo,
la conciencia es capaz de superar la aprehensión simplista de las cosas y comprender mejor la
realidad. Esto es importante, desde un punto de vista valorativo, porque una opción racional y
critica para tratar lo referente a los derechos humanos, motiva al sujeto para comprometerse en
beneficio de el mismo, de su grupo social o de su nación, pero haciéndolo en función de la realidad
y no de estereotipos, prejuicios o temores. 55 Este compromiso, además, no es sólo mental o
racional. Es también existencial, en el sentido que implica una intervención práctica del sujeto,
cuyo modo de existencia es "vivir con los otros" en un mundo concreto, pero también con
abstracciones como el barrio, la sociedad, la nación y el estado que se expresan en un orden
jurídico. Pensando en términos educativos, una participación racional y crítica por parte de
profesorado y alumnado en el análisis y discusión de temas referidos a los derechos humanos,
exige la libre acción entre educando o educanda y educador o educadora, el diá- logo de las
personas y la estimulación permanente de la creatividad del sujeto. Significa, también, que no se
pueden admitir los esquemas verticales, los mecanismos de simple transferencia de contenidos
completamente elaborados y sin apertura intelectual. En este orden

El principio de respuestas positivas Existe una tendencia a presentar los derechos humanos desde
una óptica eminentemente problematizadora Pues bien, si es cierto que en América Latina la
constante es la violación de algunos derechos humanos, el enfoque problematizador debe ser
sensato y ecuánime porque, asimismo, existen múltiples instancias sociales en las cuales se
plasman valores positivos. Se multiplican organizaciones populares y sociales que rescatan valores
como la solidaridad, la pacificación, la asistencia mutua, la cooperación. Siguiendo con este
principio se debe orientar a los alumnos y alumnas para que descubran, investiguen y conozcan
iniciativas de este tipo, sus formas de trabajo, su capacidad de irradiación, sus realizaciones, y los
derechos humanos que plasman. Esto debe llevarlos a presentar informes, reportajes, testimonios
vitales de líderes sociales que se encuentran ausentes en los medios de comunicación. Dicho de
otra manera, de lo que se trata es de interiorizar y aplicar la idea de que las sociedades tienen
constantemente respuestas y soluciones a sus problemas, íntimamente ligados con la realización
de los derechos humanos. Estas respuestas no son unívocas sino heterogéneas, propias de los
pueblos de América.

ENFOQUE EN LA GESTION ESCOLAR

IMPLICACIONES DE LA EDUCACION PARA LA PAZ

 La educación para la regulación pacífica de los conflictos.

Dicha educación debe atender no sólo la enseñanza y el aprendizaje de las


estrategias de regulación de aquellos conflictos que se dan en el interior de las
instituciones educativas, sino favorecer espacios de participación y diálogo en
nuestras relaciones sociales para enfrentar adecuadamente los desafíos como
ciudadanos.
 La educación en valores y el aprendizaje de una ciudadanía democrática.

La cultura democrática es la base indispensable para hacer viable la misma


democracia, no como una forma de gobernar, sino como una forma de vida. Es por
ello que esta educación, cuyos principales beneficiarios son los jóvenes e
indirectamente todos los miembros de la comunidad educativa, debe promocionar
también los valores y las prácticas democráticas en cada una de las esferas en los
que se ejerce la ciudadanía: familia, medios de comunicación, instituciones...

 La educación para la paz y la comprensión internacional.

Como resultado de la creciente globalización, la paz entre los países, a través de la


cooperación, la solución de los conflictos por la vía pacifica de la negociación y el
respeto por el derecho internacional, depende en gran medida del grado de
interdependencia y comunidad de intereses socioeconómicos, geográficos y
políticos entre los Estados. Si esta tesis es válida, la educación debe también
priorizar la promoción- en los diferentes niveles del sistema educativo de cada uno
de los países- del estudio de otros pueblos y de otras culturas, incluidas las
aportaciones realizadas para la construcción de la Cultura de paz.

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