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Universidad La Gran Colombia

Análisis de la decisión judicial

Alexander Gallego, Andrea Urrutia y Nataly Rojas.

Tema Línea Jurisprudencial : Derecho al agua potable

1. PROBLEMA JURÍDICO:

¿Procede la suspensión del servicio público domiciliario de acueducto en razón al incumplimiento


por falta de pago?

2. PRESENTACIÓN:

En la presente línea jurisprudencial se va tratar un tema de verdadera trascendencia constitucional,


pues contempla estudiar la contraposición de dos derechos superiores como lo son:

El derecho de las empresas de servicios públicos de suspender la prestación del servicio público de
acueducto a los usuarios incumplidos y el derecho fundamental de las personas a la continuidad en
la prestación de servicios públicos domiciliarios.

Se puede afirmar que uno de los aspectos que garantizan la dignidad de las personas es la
posibilidad de acceso al agua potable, dado que es considerado como un servicio público; y
siguiendo las teorías clásicas del Estado de Derecho -el acceso a los servicios públicos constituyen
parte de la soberanía del Estado-, se ve notoriamente que la Constitución Colombiana de 1991 ha
adoptado en su artículo 366 parte de esta doctrina cuando afirma que es deber inherente a la
finalidad del estado garantizar y promover el goce de ciertas necesidades propias de la personas,
entre las que se destaca “agua potable”, como fuente indiscutible del subsistir con vida.

La importancia del agua potable es evidentemente grande, pero a su vez existen ciertos límites al
disfrute ilimitado de este servicio, entre los cuales encontramos el debido y cumplido pago, pues
esta obligación también tiene rango constitucional y se fundamenta en el deber impuesto por el
preámbulo de la carta política en cuanto al principio de solidaridad, dado que el desembolso de
recursos económicos en contraprestación del servicio responde a la estabilidad financiera de las
empresas y esta solidez repercute en la calidad y cobertura del servicio a toda la población, por
esto si se deja de cumplir la obligación de pago perjudica a toda la comunidad.

3. JUSTIFICACIÓN Y PERTINENCIA:

En esta línea jurisprudencial se buscará hacer un seguimiento de las perspectivas y puntos de vista
que ha manejado la Corte Constitucional a través de los años en lo referente al derecho de los
ciudadanos de acceso al agua potable, junto a éste se podrán observar la importancia de otros
derechos como lo son el derecho a la salud y a la vida en virtud de la afectación que se puede
generar con la suspensión del servicio domiciliario de acueducto. De esta manera se evaluarán las
definiciones abarcadas por la Corte en materia de servicios públicos domiciliarios y su
contemplación y regulación dentro del ordenamiento jurídico, al igual que se analizará la
concepción y relevancia del derecho al agua potable y la continuidad en la prestación del servicio
como una garantía que permite la supervivencia de las personas, además de comprometer la
responsabilidad del Estado, bajo el entendido de que la prestación de servicios públicos es una
obligación estatal, ya que contribuye al interés general y al mejoramiento de la calidad de vida de
las personas como fines estatales consagrados en la Constitución Política.

En este sentido se puede verificar que el tema de la línea jurisprudencial versa sobre dos derechos
que se contraponen entre sí como lo es el derecho de acceso al agua potable y el derecho que
tienen las entidades prestadoras del servicio público domiciliario de suspender el servicio en virtud
del incumplimiento de pago por parte del ciudadano. De esta manera se esclarecerá el panorama
constitucional que ha establecido la Corte a través de sus providencias sobre este tema de gran
importancia nacional y la protección o garantías que ha generado para establecer un punto medio
entre estos dos derechos sin vulnerar los mandatos constitucionales ni los derechos de los
ciudadanos.

El estudio de esta temática se hace pertinente por varias razones; en primer lugar, se resalta la
importancia del derecho al agua potable, en la medida en que el acceso a ésta está íntimamente
relacionado con la posibilidad de supervivencia del ser humano. Al estar ligado a derechos
fundamentales como el derecho a la salud, a la vida y a la salubridad, la Corte lo ha señalado como
un derecho fundamental que permite el desarrollo humano bajo los parámetros de dignidad y
garantiza a las personas el goce efectivo de otros derechos.

De acuerdo con lo establecido en la sentencia T-381 de 2009, la Corte contempla el derecho al


agua con carácter fundamental cuando “está destinada al consumo humano, pues únicamente
entonces está en conexión con el derecho a la vida en condiciones dignas.”1En este sentido, se
establece que uno de los principales contenidos del derecho al agua es la necesidad de ésta para el
uso doméstico y la higiene personal, pues al faltar este servicio se genera un gran peligro para la
vida de las personas, ya que siempre se necesitará un mínimo de agua para poder preparar
alimentos y para el uso personal que garantiza condiciones de vida digna a las personas, es por
eso que además de la continuidad en el servicio se establece la necesidad de que el agua llegue en
buenas condiciones a los ciudadanos.

Ante esto la Corte ha establecido que se debe dar prelación al derecho al agua potable cuando a
falta de éste se vulneren derechos fundamentales; por lo tanto siempre se deben tener en cuenta
las posibilidades y las condiciones de vida de las personas afectadas con la suspensión del servicio
domiciliario de acueducto. Igualmente a lo largo de sus providencias establece diferentes medidas
que permitan la prestación del servicio sin afectar gravemente a la entidad prestadora del servicio.

En segundo lugar, se observa la posibilidad que tienen las empresas de suspender el servicio
público domiciliario de acueducto ante el incumplimiento en el pago desde dos perspectivas, ya que
en materia legal, la ley 142 de 1994 regula todo lo relacionado con los servicios públicos
domiciliarios. En este sentido se ha establecido que el contrato de prestación de servicios públicos
domiciliarios es oneroso de acuerdo al artículo 128 que establece que “es un contrato uniforme,
consensual, en virtud del cual una empresa de servicios públicos los presta a un usuario a cambio

1
Sentencia T-381 de 2009 citada en la Sentencia T-546 de 2009
de un precio en dinero, de acuerdo a estipulaciones que han sido definidas por ella para ofrecerlas
a muchos usuarios no determinados.”2

Igualmente la ley 142 de 1994, en su artículo 130, establece la obligación para la empresa de
servicios públicos de suspender el servicio público ante la falta de pago oportuno. Teniendo en
cuenta los dos artículos citados anteriormente se puede establecer que la posibilidad de suspensión
del servicio público domiciliario se puede ver desde dos perspectivas, ya que se constituye un
derecho de la empresa, en el sentido en que ésta está prestando un servicio por el cual debe recibir
una retribución al tratarse de un contrato oneroso, por lo tanto el poder suspender el servicio se
constituye en un derecho para que de esta manera se pueda imponer la obligación de pago al
beneficiario del servicio. A su vez la potestad de suspensión del servicio ante el incumplimiento
constituye un deber legal como se pudo observar anteriormente.

La Corte Constitucional ha establecido que a pesar de que la prestación de servicios públicos


domiciliarios cumple una función social, se entiende que requiere del pago oportuno por parte de
los ciudadanos para que se pueda sostener la empresa y de esta manera poder prestar el servicio a
todos los usuarios, es decir que en el tema de servicios públicos domiciliarios se involucra el
principio de solidaridad en virtud del cual los beneficiarios del servicio están obligados a pagar por
éste porque de esta manera se sostiene y se financia el sistema con lo cual se garantiza que se
pueda dar una prestación del servicio de forma uniforme, continua y en buenas condiciones a toda
la población.

De igual manera la Corte contempla las perspectivas de derecho y deber en cuanto a la suspensión
del servicio público domiciliario en relación al pago por el servicio, en virtud de la solidaridad, es
decir que se contempla como un deber por parte de la empresa el suspender el servicio ante el
incumplimiento por falta de pago porque el beneficiario debe pagar por el servicio ya que de lo
contrario se desestabiliza el sistema y se puede afectar la prestación del servicio para todos los
ciudadanos.

Es decir que la facultad de suspender el servicio se observa también como deber ya que es la forma
de proteger a los ciudadanos para que se les pueda prestar un servicio adecuado. En base a esto la
Corte ha sostenido que la potestad de suspensión del servicio no se queda en un ámbito privado y
particular en virtud de un contrato, sino que es regulado por el Estado y manejado de forma
pública porque involucra el bienestar general, como se puede apreciar en la sentencia T- 881 de
2002 según la cual, “al verse comprometida la prestación del servicio público en condiciones de
regularidad, calidad y universalidad, la situación patrimonial de las empresas de servicios públicos,
de la que depende la operatividad del sistema y la prestación del servicio, pasa de ser un asunto
exclusivamente patrimonial y privado a un asunto de extrema importancia pública y social.” 3

Sin embargo, se puede establecer que a pesar de que la Corte reafirma las dimensionen de derecho
– deber que tiene la facultad de suspender los servicios públicos domiciliarios, esto no quiere decir
que se puedan tomar estas medidas en detrimento de los derechos fundamentales de las personas
los cuales tienen relevancia y es por eso que se debe estudiar las condiciones de vida de las
personas que incumplen en los pagos del servicio antes de la suspensión del mismo.

2
Ley 142 de 1994
3
Sentencia T- 881 de 2002 citada en la sentencia T-546 de 2009
En tercer lugar, se relacionan los temas que se van a abarcar en la línea jurisprudencial, en el
sentido en que la prestación de servicios públicos domiciliarios debe ser garantizada por el Estado,
ya que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos y al bienestar general,
que de acuerdo al artículo 366 de la Constitución son finalidades de un Estado Social de Derecho.
Igualmente se le da la importancia constitucional a los servicios públicos ya que mediante estos se
logra satisfacer las necesidades esenciales de las personas para que puedan tener una vida digna y
puedan desenvolverse en igualdad de condiciones dentro de la sociedad.

Para concluir se hace énfasis en la necesidad de acceso al derecho al agua potable ya que como se
pudo ver anteriormente, el agua resulta un elemento esencial en el desarrollo de la vida de las
personas y al tener en cuenta que no es sustituible no se puede limitar de forma arbitraria, es por
esto que la Corte hace el estudio de del derecho al agua potable y del derecho de la entidad
prestadora del servicio público de suspender el servicio ante el incumplimiento, desde una
perspectiva social, en donde se le da relevancia a los aspectos que influyen en el interés general y
no se basa en las implicaciones en materia privada que puedan tener las empresas por el derecho
de suspensión del servicio público domiciliario, es decir que la Corte a pesar de conocer las
implicaciones que tiene el incumplimiento para empresa, no la protege en base al interés privado
sino que se basa en que todos los ciudadanos deben poder gozar del servicio de forma uniforme y
continua y en ese sentido se debe procurar la sostenibilidad de la empresa.

GRAFICAS:

T-034/2016

T-761/15 T-199/14 T-
348/13 T-573/13 T-
864/13 T-980/12
T- 740 /11 T-741/11
T-418/10 T-717/10
T-546 /09 T-370/09 T-701/09
T - 915/09 T-796/09
T-270/07 T-598/02 T-730/02 T-697/02
T-1016/1999
T-034/2016

 SEGUNDO NIVEL:
A. T- 418 DE 2010
B. T-270 DE 2007

C. T- 546 DE 2009
D. T- 740 DE 2011

E. T- 471 DE 2011
ACLARACIONES:

 Se señala con el color naranja la providencia T-270 de 2007 que es la sentencia


dominante
 Se señala con el color fucsia la providencia T-034 de 2016 que es la sentencia
arquimédica
 Se señala con el color azul claro la providencia T-1016 de 1999 que es la sentencia
fundadora de línea
 Se señala con el color verde claro las providencias T-796 de 2009, T-730 de 2002 y T-370 de
2009 que son las sentencias reconceptualizadoras
 Se señala con el color amarillo las providencias T-740 de 2011, T-471 de 2011, T-697 de
2002, T-915 de 2009, T-598 de 2002, T-701 de 2009, T-546 de 2009 y T-717 de 2010 que son
las sentencias consolidadoras
 Otras sentencias con respecto al tema: T-761/15, T 641/15,T-199/14,T-348/13,
T-573/13,T-864/13, T-980/12 , T-740 /11

SENTENCIAS:

1. Sentencia T-034/16
MP. Luis Guillermo Guerrero Pérez

Esta providencia cumple las características de una sentencia arquimédica pues es la más reciente
que se ha proferido sobre el tema, y, que además desarrolla el mismo patrón fáctico que se plantea
en el problema jurídico que se busca resolver.

En primer lugar, la Corporación expone porque la acción de tutela procede como mecanismo
efectivo para la protección de derechos fundamentales, y en el caso concreto, como medio alterno
pues existe una vía administrativa especial para dirimir los conflictos que se presenten entre los
usuarios y las entidades prestadoras de servicios públicos. Además, se desarrolla el alcance del
derecho fundamental al agua potable, y las obligaciones que establece la Constitución Política de
1991 para garantizar su efectividad.

Luego, se expone como la limitación al acceso al agua potable genera una grave vulneración de los
derechos fundamentales pues afecta el ejercicio de derechos como al bienestar físico en
condiciones dignas y justas, a la salubridad, a la dignidad humana, entre otros. Y tratándose del
caso concreto, la accionante dilsa elena sánchez Martínez y su nucleo familiar quienes por lo tanto
son sujetos de especial protección constitucional y quien se encuentra en una situación de debilidad
manifiesta pues no tiene la capacidad económica para cumplir con sus obligaciones. Así, dicho lo
anterior se concede la acción de tutela al accionante pues según lo reiterado por la Corte
Constitucional en providencias anteriores, las subregla de derecho que han sido formuladas son:
“De tal manera, no en todos los casos de incumplimiento de los usuarios en el pago de las
obligaciones facturadas es válido suspender los servicios públicos domiciliarios, pues si se
encuentra que (i) el incumplimiento es involuntario, insuperable e incontrolable; (ii) el inmueble a
que se destinan está habitado por personas que merecen una especial protección constitucional[1]
y, (iii) el servicio es de aquellos indispensables para garantizar otros derechos fundamentales como
la vida, la igualdad, la dignidad o la salud, en tales circunstancias, las entidades prestadoras de
servicios públicos domiciliarios están en la obligación de garantizar al destinatario el goce de unas
cantidades mínimas básicas e indispensables.”

Existiendo la Vulneración por suspensión completa del servicio de acueducto por no pago, sin tener
en cuenta que se encuentran sujetos de especial protección constitucional.
Por lo que, se ordena a la Empresa Prestadora de Servicios Públicos que restablezca el servicio de
agua potable en la vivienda de la señora garantizando por lo menos 50 litros de agua por persona
al día

y se realice un acuerdo de pago con el mismo, teniendo en cuenta su capacidad económica y con
tal de hacer efectiva la prestación del servicio sin vulnerar los derechos fundamentales a la vida, al
servicio de agua potable, al ambiente sano y a la dignidad humana.

2. Sentencia T-740 de 2011


MP. Humberto Sierra Porto

Debe catalogarse dentro del marco de una sentencia consolidadora.

La Corte Constitucional en esta sentencia hace un amplio estudio del derecho al agua evidenciando
la importancia y el carácter fundamental de este preciado líquido; como supuesto fáctico a
interpretar utiliza el caso en concreto donde aborda punto por punto las situaciones que vive la
accionante y el por que no ha podido cumplir con el deber constitucional de retribuir
monetariamente la prestación del servicio de acueducto.

La situación de hecho corresponde a que la señora María Isabel Ortiz adeuda a la Junta
Administradora del acueducto JUAN XXIII la suma de $521.719 por concepto de las facturas no
canceladas, razón por la cual esta entidad le suspendió el servicio aludiendo al deber impuesto por
la ley, sin tener en cuenta que la accionante es una madre cabeza de hogar con dos hijos menores
de edad e imposibilitada para poder trabajar por una enfermedad que padece.

El juez de única instancia respondió ante la solicitud de tutela que esta acción no esta diseñada
para que a través de ella la persona se sustraiga del cumpliento de obligaciones contractuales, por
tanto denegó la protección. La Corte Constitucional en revisión hace un analisis teorico de los
alcances del derecho al agua y se refiere a providencias anteriores donde ya han establecido ciertos
parámetros para resolver este tipo de conflictos, destacando los siguientes:

Las empresas prestadoras de servicio de acueducto deben “ (i) seguir ciertos parámetros
procedimentales que garanticen el debido proceso de los usuarios; (ii) abstenerse de suspender el
servicio cuando se trata de establecimientos de especial protección constitucional, como los son los
centros penitenciarios, las instituciones educativas o los hospitales o; (iii) cuando las personas
perjudicadas son sujetos de especial protección constitucional” 4

Respecto a la última causal la Corte precisó que se da sólo cuando se presenta un riesgo cierto e
inminente sobre derechos fundamentales, tanto el interés económico como el principio de

4
Sentencia T-740/11. MP. Humberto Sierra Porto
solidaridad, deben ceder en términos de oportunidad que no de negación, frente a los intereses
que involucran los referidos derechos5

Lo que se establece en el caso en concreto es que se debe formular un acuerdo de pago con las
personas que no cancelen el servicio, pero estos deben ser flexibles con el ánimo que se pueda
cumplir a cabalidad por los usuarios, en caso de que en verdad se demuestre la imposibilidad de
realizar un pago es necesario establecer una restricción de agua acorde con 50 litros por persona al
día mínimos según la OMS para vivir dignamente, esto con para garantizar el derecho fundamental
al agua.

Ante el incumplimento de parte de la entidad la Corte establece otra subregla de interpretación que
es la siguiente:

Si las empresas incumplen en realizar acuerdos de pago y finalmente no garantizan el mínimo


vital, la consecuencia es que deberá asumir el costo del servicio por el tiempo que esté la persona
en situación vulnerable.

Como la señora María Isabel es considerada como un sujeto de especial protección se revoca la
primera sentencia y concede protección bajo los parámetros explicados.

3. Sentencia T-471 de 2011


MP. María Victoria Calle Correa

Esta providencia se ubica en el marco de una sentencia consolidadora,

En esta providencia se reafirma subreglas de interpretación que la Corte Constitucional ha venido


creando en los últimos años, y que se constituyen en una forma objetiva de adoptar una decisión
judicial. El supuesto fáctico a estudiar por el máximo intérprete de la constitución es el siguiente:
La empresa de servicios públicos de fusagasugá ha retirado el servicio de acueducto a la señora
Ilce Ana Garavito Velasco, a sus tres hijos menores de edad y a su hijo mayor que está en
condiciones de discapacidad. (Nació con una malformación congénita llamada Mielomeningocele,
que fue tratada quirúrgicamente en el Hospital La Misericordia de Bogotá, quedando con una vejiga
neurogénica y colon neurogénico secundario a su enfermedad de base. En consecuencia es
necesario una gran cantidad de agua para su tratamiento)

El juez de primera y segunda instancia negaron el amparo pero por distintas razones, uno
aludiendo a la falta de importancia del supuesto y el otro adoptando los argumentos de la sentencia
Sentencia T-546 de 2009

La Corte en reiteradas ocasiones ha puesto de previsto dos supuestos para que no proceda la
suspensión del servicio de acueducto por falta de pago y son las siguientes: “ (i) o con violación de
las garantías del derecho al debido proceso o (ii) bajo el respeto del debido proceso, pero con la
consecuencia de: (a) suponer “el desconocimiento de derechos constitucionales de sujetos
especialmente protegidos”, (b) “impedir el funcionamiento de hospitales y otros establecimientos
también especialmente protegidos” o (c) “afectar gravemente las condiciones de vida de toda una
comunidad

En mérito de lo anteriormente expuesto es definitivamente inconstitucional la suspensión de los


servicios públicos que reúna tres condiciones: primera, que efectivamente recaiga sobre un sujeto
de especial protección constitucional; segunda, que tenga como consecuencia directa, para él, un
“desconocimiento de sus derechos constitucionales” y, tercera, que se produzca por un
incumplimiento no imputable a la voluntad del sujeto especialmente protegido o a quienes cuidan
de él.6

Finalmente la Corte declaró probadas las tres condiciones y concede protección a los derechos
invocados siguiendo las mismas subreglas ya expuestas en sentencias pasadas respecto a que se
debe hacer acuerdos de pago y si las personas no pueden cuplir se debe instalar un reductor de
agua para que suministre sólo 50 litros por persona.

4. Sentencia T-418 de 2010


MP. María Victoria Calle Correa

Esta providencia a pesar de no cumplir con los patrones fácticos que se analizan en el problema
jurídico, resulta pertinente analizarla pues realiza un recuento jurisprudencial sobre el derecho al
agua y el compromiso de las entidades del Estado de garantizar su prestación real y efectiva;
además indica la normativa internacional vigente relacionada con el derecho al agua potable y su
vital importancia con la protección y materialización de los demás derechos fundamentales.

Siendo así, la Corporación en este caso revisa diferentes subreglas de interpretación que se
relacionan con el derecho al agua para decidir en diversos casos concretos, en lo concerniente al
problema jurídico que está siendo analizado en esta línea jurisprudencial, la Corte Constitucional ha
señalado enfáticamente que la protección del derecho al agua en los casos en los que hay un
incumplimiento de pago, no puede entenderse como una promoción de la cultura del ‘no pago’,
sino que “sólo resulta improcedente la suspensión de los servicios públicos domiciliarios, en el
sentido de cortar totalmente el suministro de los mismos. Si el incumplimiento es involuntario u
obedece a una fuerza insuperable; si, además, el domicilio a que se destinan está habitado por
personas que merecen una especial protección constitucional; si el servicio es de aquellos
indispensables para garantizar otros derechos fundamentales como la vida, la igualdad, la dignidad
o la salud; y si, por último, se dan las condiciones establecidas en la ley para la suspensión, lo que
debe suspenderse es la forma de prestar el servicio público. Es decir, debe cambiar la forma en que
se suministra el servicio y ofrecerle al destinatario final unas cantidades mínimas básicas e
indispensables, en este caso, de agua potable.”

5. Sentencia 717 de 2010.


MP. María Victoria Calle Correa:
En este caso, se puede establecer que se trata de una sentencia hito consolidadora pues la Corte
expone de manera reiterada las subreglas de interpretación que proceden en los casos en que la
suspensión de servicios públicos domiciliarios afecte directamente a sujetos de especial protección
constitucional. Es a su vez, una sentencia hito reconceptualizadora pues la Corte introduce la
inversión de la carga de la prueba y argumentación a cargo de las empresas de servicios públicos,
de probar que no se cumplieron unos requisitos, o de justificar argumentativamente la interferencia
en el derecho de acceso a cantidades de agua potable para el consumo humano.

La providencia desarrolla dos casos distintos por sus presupuestos fácticos pero que tienen las
mismas exigencias contrapuestas, por un lado está la suspensión del servicio de acueducto y por
otro lado, el incumplimiento por falta de pago de los servicios públicos domiciliarios. Para resolver
los problemas jurídicos de los casos concretos, la Corte realiza un recuento jurisprudencial en el
que reconoce el derecho fundamental que goza toda persona de disponer y acceder a cantidades
suficientes de agua apta para el consumo humano, por lo que la suspensión o desconexión del
servicio público de acueducto debe ser justificada y racional. De otra parte, se describen las
obligaciones internacionales que ha adquirido el Estado Colombiano frente a la protección del
derecho fundamental al agua para garantizar a su vez la realización de otros derechos
constitucionales igualmente importantes como la vida, la salud, la dignidad humana entre otras.

Al evaluar los casos de las diferentes accionantes, la Corte encuentra que en ambos se ha realizado
una reconexión ilegal que generalmente causa la improcedencia de la acción de tutela para la
protección de derechos fundamentales. Sin embargo, cuando se ven implicados sujetos de especial
protección constitucional, se tiene derecho a seguir recibiendo agua potable sin perjuicio de hacer
responsables por su comportamiento ilícito a quienes realizaron la reconexión. Por lo tanto, en uno
de los casos resulta improcedente la acción de tutela pues, teniendo en cuenta las subreglas de
interpretación establecidas por dicha Corporación, no se logró cumplir adecuadamente la carga de
la prueba pues no se demostró que la mora en el pago de la contraprestación económica fuera por
motivos involuntarios, insuperables e incontrolables. Mientras que, del otro lado, en el otro caso fue
posible probar las tres condiciones establecidas por la Corte que eviten la suspensión del servicio
público de acueducto.

En este caso, se valoraron las siguientes subreglas de interpretación: la suspensión de los servicios
públicos domiciliarios no puede tener lugar, pese al incumplimiento sucesivo en el pago de los
servicios, si la suspensión se efectúa en cualquiera de dos clases de hipótesis: (i) o con violación de
las garantías del derecho al debido proceso o (ii) bajo el respeto del debido proceso, pero con la
consecuencia aneja de: (a) suponer “el desconocimiento de derechos constitucionales de sujetos
especialmente protegidos”, (b) “imp[edir] el funcionamiento de hospitales y otros establecimientos
también especialmente protegidos” o (c) “afect[ar] gravemente las condiciones de vida de toda una
comunidad”,7 en el caso concreto se probó la condición que se relaciona con los sujetos de especial
protección constitucional.

6. Sentencia T-546 de 2009


MP. María Victoria Calle Correa

En este caso, se puede establecer que se trata de una sentencia hito consolidadora pues la Corte
realiza un balance constitucional en donde recopila las subreglas de derecho que ha establecido a
través de sus providencias anteriores.

7
Ver Sentencia 717 de 2010, MP. María Victoria Calle Correa
En esta sentencia, la Corte realizó un recuento constitucional sobre el derecho fundamental al
consumo de agua potable estableciendo que recibe esta categoría al guardar una estrecha relación
con el disfrute de otros derechos como lo son la vida, la salud y la dignidad humana. A
continuación, realizó un análisis de los tratados internacionales en los que Colombia deviene parte,
y sobre los instrumentos internacionales que definen cómo se entiende el derecho fundamental al
agua y como los menores de edad resultan sujetos de especial protección constitucional. Se resalta
esta normativa internacional pues, en el caso concreto, la accionante Carolina Murcia Otálora contra
Empresas Públicas de Neiva vive en su domicilio con menores de edad por lo que resultan sujetos
de especial protección a los que se les debería garantizar el derecho al agua potable y el derecho a
una alimentación sana.

Es así como, el cuerpo colegiado ha consolidado las subreglas de derecho en las cuales se
manifiesta que no en todo caso de incumplimiento es válido suspender los servicios públicos
domiciliarios, en el sentido de cortar totalmente el suministro de los mismos. Estos son:

“1.Si el incumplimiento es involuntario u obedece a una fuerza insuperable

2. Si, además, el domicilio a que se destinan está habitado por personas que merecen una especial
protección constitucional

3. Si el servicio es de aquellos indispensables para garantizar otros derechos fundamentales como


la vida, la igualdad, la dignidad o la salud

4. Si se dan las condiciones establecidas en la ley para la suspensión, lo que debe suspenderse es
la forma de prestar el servicio público, es decir, debe cambiar la forma en que se suministra el
servicio y ofrecerle al destinatario final unas cantidades mínimas básicas e indispensables, en este
caso, de agua potable.”
Sin embargo, a pesar de que podría proceder la subregla número 3, en este caso, la Corte
considera que resulta improcedente la acción de tutela instaurada por la señora Carolina Murcia
Otálora con relación a su pretensión principal de renovar los acuerdos de pago realizados con la
entidad prestadora, pues pretendió apropiarse del servicio público domiciliario por vías ilegales, por
lo que no está legitimada para recibir la protección del juez constitucional. No obstante, esta
corporación le imparte la orden a la Empresa de Servicios Públicos de garantizarle el goce efectivo
de una cantidad mínima de agua potable que le permita a ella y a sus familiares, sujetos de
especial protección constitucional, vivir digna y sanamente.

7. Sentencia T-370 de 2009.


MP. Jorge Iván Palacio
Esta sentencia puede ser catalogada como reconceptualizadora

Esta providencia manifiesta los supuestos fácticos necesarios para hacer parte de esta línea
jurisprudencial, pues el accionante considera vulnerados sus derechos a raíz del incumplimiento del
pago del servicio público domiciliario de agua por parte de su arrendatario por cuantía de 88
factura, el sentido que la empresa prestadora no cumplió a cabalidad la normatividad y NO realizó
el debido corte; en consecuencia pretende que solo se le cobre las tres primeras facturas como lo
ha indicado en repetidas ocasiones la jurisprudencia pues, él accionante considera que se conjura
un perjuicio irremediable.
La Corte considera que no se cumplen los requisitos necesarios para que proceda la acción de
tutela para evitar un perjuicio irremediable, pues el señor propietario no agotó los recursos
administrativos ante la entidad accionada.

Sin embargo el órgano de cierre de la jurisdicción Constitucional establece la siguiente subregla de


interpretación:

“Ante la verificación de la improcedencia de la presente acción de tutela, la Sala no entrará a definir


si el contrato de arrendamiento presentado por el accionante ostenta o no validez para alegar la
ruptura de la solidaridad en este caso especifico; como tampoco entrará a resolver si las 69
suspensiones que la empresa Emdupar ESP- SA efectuó, se ajustan a lo regulado por Ley 142 de
1994. Por lo anterior, el actor deberá acudir a los mecanismos ordinarios de defensa para hacer las
reclamaciones correspondientes, de conformidad con las reglas y procedimientos previstos en el
régimen de los servicios públicos domiciliarios. Ello no obsta para que posteriormente, si considera
que en el ejercicio de tales mecanismos ordinarios se vulneran sus derechos, o en otras
circunstancias que lo ameriten, pueda eventualmente acudir a la acción de tutela para obtener la
protección constitucional.”8

8. Sentencia T-701 de 2009


MP. Humberto Antonio Sierra Porto.

En este caso, se puede establecer que la sentencia 701 de 2009, se cataloga dentro de la
clasificación de Diego López como una providencia hito consolidadora, en el entendido en que la
Corte además de hacer un recuento constitucional de las subreglas que ha manejado a través de
sus providencias respecto al derecho al agua, introduce una nueva subregla que permite establecer
un factor diferencial al momento de clasificar el derecho de acceso al agua como un derecho
fundamental.

En esta sentencia, la Corte inicia haciendo un recuento jurisprudencial en materia de derechos


fundamentales, es decir que da ciertas características que permiten clasificar los diferentes
derechos dentro de la categoría de fundamentales cuando éstos no están expresamente
catalogados como tal dentro de la Constitución. De esta manera, la Corte señala los elementos que
permiten identificar el derecho al agua como un derecho subjetivo, sin embargo establece que eso
no implica que sea fundamental, pues ésta característica solo se verifica en conexidad con la
dignidad humana, la cual tiene un papel relevante dentro del ordenamiento jurídico colombiano.

Una vez enunciados los elementos de los derechos fundamentales, el cuerpo colegiado se remite a
estudiar parte del tema del caso concreto, el cual trata de la solidaridad que promueve la ley en
cuanto al incumplimiento de pago de servicios públicos domiciliarios cuando hay una relación
jurídica entre arrendador y arrendatario y el que incumple en el pago es el arrendatario. Esto es
relevante en el caso concreto analizado en la providencia pues la empresa prestadora del servicio
público domiciliario de acueducto se niega a reconectar el servicio en virtud el incumplimiento
ocasionado por la anterior arrendataria del inmueble, situación de la cual la propietaria del
inmueble no tenía conocimiento.

8
Sentencia T-370/09, MP. Jorge Iván Palacio
De acuerdo a lo anteriormente planteado, la Corte declara improcedente la acción de tutela y
establece una nueva subregla de derecho la cual es relevante en el tema de la línea jurisprudencial,
pues establece que “en el caso concreto no se evidencia que se esté afectando el derecho al acceso
a los servicios públicos, puesto que el inmueble al que se le han suspendido los servicios públicos
de acueducto y alcantarillado es un local comercial.” 9 De este supuesto, se puede establecer que la
subregla es que al tratarse de un inmueble con destinación comercial no se ve afectada la dignidad
humana pues no se han afectado las condiciones de vida de la actora y solo se da un perjuicio en
sentido lucrativo ante la imposibilidad de arrendar el bien. Por lo tanto, la Corte establece que al
no afectar derechos fundamentales no tiene cobertura constitucional.

9. Sentencia T-915 de 2009


MP. Nilson Pinilla Pinilla

Esta sentencia se puede contemplar como una hito consolidadora. En este sentido, se establece
que la Corte recopila las subreglas de derecho más citadas en sus decisiones respecto al tema base
de esta línea jurisprudencial, ya que el caso concreto se enfoca en personas protegidas por el
ordenamiento jurídico como lo son los menores de edad.

En esta sentencia la Corte inicia un análisis frente a la legitimación en la causa que tiene el
demandante, ya que actúa por medio de la figura de agencia oficiosa, en el sentido en que solicita
el restablecimiento del servicio de acueducto para un jardín infantil de la comunidad llamado
“Hogar Comunitario Pequeñines”, sin ser representante de éste ni trabajar en el citado lugar.

Una vez estudiado este tema, la Corte habla del derecho al agua como derecho fundamental y
establece una subregla ya citada en muchas de sus providencias, basada en las personas de
especial protección que en este caso hace referencia a los niños que se ven perjudicados en el
hogar comunitario ante la ausencia del servicio público domiciliario de acueducto y confirma que
“las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios deben procurar que los esenciales,
como el agua potable, lleguen a los usuarios en las cantidades necesarias, más aún a los lugares
donde se encuentren menores de edad, tales como guarderías, jardines infantiles, centro
educativos, fundaciones, albergues y demás establecimientos donde suelan acudir o permanecer
niños, bajo el marco de un análisis de legitimidad en la suspensión, que pondere la afectación
sufrida en caso de suspensión.”10

La Corte en este caso habría ordenado la reinstalación del servicio público domiciliario para el hogar
comunitario, en el entendido de que se estaban viendo afectados menores de edad y que se
estaban viendo vulnerados sus derechos ya que considera que en este caso el derecho de acceso al
agua, es un derecho fundamental en conexidad con el derecho a la vida y la dignidad humana, ya
que los niños no estaban siendo bien alimentados y no se les estaban garantizando sus mínimos
vitales por la falta de agua en el hogar. Sin embargo, la Corte no se ve obligada a ordenar la
reinstalación del servicio de acueducto, ya que durante el análisis del caso se puede ver que se
trata de un hecho lesivo superado, es decir que antes de que se pronunciara el cuerpo colegiado,
ya se había reconectado el servicio y se había solucionado el hecho que dio lugar a la demanda.
Por lo tanto, la Corte se limita a revocar el fallo de primera instancia y a declarar la carencia del
objeto de la demanda, ya que se trataba de un hecho ya solucionado.

10. Sentencia T-796 de 2009


MP. Nilson Pinilla Pinilla.

Al realizar el análisis de la argumentación implementada por la Corte en este caso concreto se


puede establecer que se trata de una sentencia hito consolidadora, ya que a pesar de que
enfatiza y recopila ciertas subreglas anteriormente utilizadas, también expresa mejor el sentido de
la ley en cuanto al incumplimiento y el proceder las empresas prestadoras de servicios públicos en
cuanto a la suspensión del servicio.

En este caso el demandante actúa como agente oficioso de Enrique Robles Carrillo, ya que es una
persona de la tercera edad con problemas de salud al cual le suspendieron el servicio de acueducto
ante su incumplimiento en el pago. Una vez planteado el caso, la Corte revisa la institución de la
agencia oficiosa, al igual que examina el proceder de la acción de tutela cuando se trata de la
vulneración de derechos que a pesar de nacer de una obligación contractual son considerados
como fundamentales o están en conexidad con otros derechos considerados por el ordenamiento
como fundamentales. En este sentido la Corte establece que si se puede utilizar la acción de tutela
cuando se trate de derechos fundamentales, como es considerado el derecho de acceso al agua en
conexidad con derechos fundamentales como lo son la salud, la vida y la dignidad humana.

La Corte se remite a conceptos anteriormente tratados en otras providencias como la


caracterización del derecho al agua como un derecho fundamental, en la interpretación que a lo
largo de este trabajo se ha manifestado. Sin embargo, el caso tratado en esta sentencia se hace
relevante ya que la Corte falla a favor de la empresa prestadora del servicio público domiciliario,
que en este caso se trata de Metroagua S.A y ampara su derecho-deber de suspender el servicio
ante el incumplimiento.

De acuerdo a lo anterior, se establece en la providencia que el artículo 140 de la ley 142 de 1994
faculta a la entidad prestadora del servicio público domiciliario a suspender la prestación del mismo
ante el incumplimiento en el pago por parte del particular. Igualmente este artículo establece que
la suspensión se dará cuando se completen tres facturaciones con falta de pago, en el caso en que
la facturación sea mensual. Ante esto la Corte ha establecido una subregla de derecho, en el
sentido en el que la entidad prestadora del servicio debe ser diligente y efectuar la debida
suspensión del servicio al completar los tres ciclos de facturación incumplidos y no permitir que se
prolongue el incumplimiento para de esta manera evitar un perjuicio mayor tanto para la empresa
como para el particular. En ese sentido muchos casos en donde se prolonga el incumplimiento por
más de tres facturas por falta de diligencia de la entidad se le obliga al particular a pagar solo lo
correspondiente a la falta de pago de tres facturas, creando así una sanción para la empresa a la
cual no se le pagaran el resto de meses y tendrá que reconectar el servicio.

La Corte continua su evaluación del caso haciendo referencia al artículo 141 de la ley 142 de 1994
que contempla que si continua el incumplimiento, la empresa puede resolver el contrato y cortar
el servicio público domiciliario correspondiente. Ante esto la Corte ha establecido que la entidad
tiene la facultad de resolver el contrato, sin embargo no está obligada a hacerlo y en el caso de
llevarse a cabo se entiende que no se impide la posibilidad de reconexión, es decir que si se llega a
un acuerdo y el particular salda la deuda, la entidad prestadora del servicio está en la obligación de
reconectar el servicio.

Finalmente, la Corte concluye el caso concreto a favor de la empresa Metroagua S.A, ya que el
particular incumplió su obligación de pago y a pesar de haber llegado a un acuerdo de pago con la
empresa prestadora del servicio público, también incumplió el acuerdo y continuó en el
incumplimiento por un período de 21 meses. Ante esto la Corte establece la subregla según la cual,
ante el reiterado incumplimiento en la obligación de pago por parte del particular procede la
suspensión del servicio, sin perjuicio de que se llegue a un nuevo acuerdo de pago, en el que el
particular cumpla con sus obligaciones y se haga la reinstalación del servicio.

11. Sentencia T-270 de 2007.


MP. Jaime Araújo Rentería:

Resulta pertinente resaltar que esta es una sentencia hito dominante pues es la providencia más
reiterada a lo largo de la línea jurisprudencial por parte de la Alta Corte, en esta se resuelve
claramente el conflicto de intereses que se presenta frente al derecho-deber legal de la Empresa
Prestadora de Servicios Públicos Domiciliarios de suspender el servicio por falta de pago por parte
del usuario, y del otro lado, el derecho que tienen las personas de usar y gozar del servicio público
domiciliario.

Según los hechos del caso en cuestión, señala la Corporación que la situación de salud de la
peticionaria Flor Enid Jiménez de Correa en contra de las Empresas Públicas de Medellín pues
padece de insuficiencia renal crónica, y por lo tanto debe hacerse diálisis peritoneal ambulatoria en
su casa de habitación, lo que finalmente la ubica como un sujeto de especial protección para el
Estado por sus condiciones de debilidad manifiesta, pues no se encuentra en condiciones normales
para trabajar, lo que indicaría que se encuentra en condiciones de debilidad manifiesta, pues no
tiene los medios económicos para cumplir con la deuda adquirida con las Empresas Públicas de
Medellín y así obtener la reconexión de los servicios de agua y luz que son vitales para la
realización de su tratamiento.

A continuación, la Corte realiza un recuento jurisprudencial acerca de la continuidad en la


prestación de servicios públicos, y respecto a como se ve materializado el carácter solidario de los
servicios públicos al consagrarse que deben ser prestados indistintamente de manera
ininterrumpida para evitar que casos particulares resulten en la suspensión en la prestación del
servicio. Además, ha sido recalcado enfáticamente el punto de que el derecho a la vida no se
refiere exclusivamente a la vida biológica, sino que comprende también las condiciones de vida
correspondientes a la dignidad intrínseca del ser humano.

Finalmente, el cuerpo colegiado usa en el caso concreto las subreglas de interpretación siguientes,
“1.Si el incumplimiento es involuntario u obedece a una fuerza insuperable. 2. Si, además, el
domicilio a que se destinan está habitado por personas que merecen una especial protección
constitucional. 3. Si el servicio es de aquellos indispensables para garantizar otros derechos
fundamentales como la vida, la igualdad, la dignidad o la salud”. Es así como encuentra que en el
caso concreto de la señora Flor Enid no procede suspenderle la prestación del servicio, debido al
incumplimiento de pago, por lo que se le tutelan los derechos a la salud y a la vida en condiciones
dignas, y como se resaltaba anteriormente resulta un sujeto de especial protección constitucional
por estar en una condición de debilidad manifiesta.

12. Sentencia T-598 de 2002


MP. Manuel José Cepeda Espinosa

Según el Dr. Diego Eduardo López esta sentencia se podría catalogar como una sentencia hito
consolidadora.11

El trasfondo de esta providencia se basa en el siguiente argumento:

En un Estado Social de derecho la participación de las personas debe ser democrática, republicana,
dentro del marco constitucional y legal, por tanto cuando se cortan los servicios públicos ante el
prolongado y continuo incumplimiento en su pago es con el fín de que no se generalice, pues
podría en peligro la prestación de dichos servicios para el resto de la población. Toda persona,
todo ciudadano, tiene un deber de diligencia en el ejercicio de sus derechos de forma que evite su
abuso. La Constitución no admite los avivatos ( free riders) o los maximizadores de intereses
particulares en desmedro de los derechos de los demás. Tampoco promueve la cultura del no
pago, sino que erige en deber de las personas contribuir, entre otras, a la financiación de los
servicios públicos, para su ampliación a cada vez más sectores de población marginada y su
continuidad en la prestación.12

El supuesto fáctico sobre el cual recae esta interpretación es el siguiente:

El señor Jairo Morales manifiesta que durante los últimos tres años el servicio de acueducto ha
incrementado su valor en 85% más que el año inmediatamente anterior, por esta razón se ha visto
impedido para poder pagar dado que en el momento no tiene empleo fijo y solo esta trabajando
dos días en la semana -Noche-, sumado a esto su familia esta compuesta por dos hijos menores de
5 años y la esposa; el accionante dice que quitarle el servicio es ir en contra de la dignidad de las
personas.

Para la Corte Constitucional la situación de pobreza no es, en todos los casos, una razón válida
para dejar de cumplir los deberes de la persona y el ciudadano, en especial el deber de “contribuir
al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de los conceptos de justicia y
equidad”, precisamente según el cuerpo colegiado el bienestar general de la población no depende
de unos pocos, funcionarios o particulares, sino del esfuerzo y la contribución de todos los
miembros de la comunidad. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución,
conlleva un principio de responsabilidad mutua, por ello que los servidores públicos, en especial los
jueces de tutela, dentro de la esfera de sus funciones como protectores de los derechos
fundamentales, deben evitar el abuso de tales derechos mediante el desconocimiento de los

11
LÓPEZ, Diego. “El derecho de los Jueces” Ed. Legis. Bogotá, 2006

12
Sentencia T-598/02, MP. Manuel José Cepeda Espinosa
deberes sociales de los particulares.13

Otra situación que llevó a que la corte tomará esta posición respecto al caso es que el accionante
no tuvo deber de diligencia, pues se acercó a la entidad prestadora hasta que le cortaron el agua
para así tratar de hacer negociaciones y no lo hizo apenas percibió su incapacidad de pago;
después pretendió usar la tutela para proteger sus derechos, sin antes haber agotado todos los
recursos que la ley le otorga.

Según lo expuesto la Corte dice que debe hacerse una aplicación integra a la ley, “ pues las
mismas empresas de servicios públicos, en aras de garantizar la prestación del servicio a los demás
usuarios y de no imponer cargas desmesuradas a los propietarios de inmuebles arrendados ante el
incumplimiento en el pago de los servicios por parte de los arrendatarios, no solo pueden sino que
deben suspender el servicio cuando se ha incumplido el pago de tres facturas (artículo 140 de la
Ley 142 de 1994) y no está pendiente la resolución de una reclamación por parte del usuario.” 14

Otro fundamento que sostiene la Corte es que esas normas constituyen una regla de equilibrio
contractual en cuanto imponen a las empresas prestadoras de servicios públicos el deber de
suspender y cortar el servicio por incumplimiento en el pago de tres períodos de facturación. Ello
es así ya que esa suspensión evita que el valor de la facturación pendiente de pago se siga
incrementando de tal manera que pueda verse afectado.

Dice el máximo intérprete constitucional que en cuanto a la facturación de los servicios públicos
puede ser objeto de peticiones, quejas y recursos y que, como es elemental entenderlo, ellos
deben ser resueltos por las empresas prestadoras de tales servicios y ello es así al punto que no
procede ni la suspensión, ni la terminación, ni el corte del servicio hasta tanto no se hayan
resuelto tales peticiones, quejas o recursos.

Finalmente se confirma sentencia de instancia y deniega las peticiones de la tutela.

13. Sentencia T-730 de 2002


MP. Manuel José Cepeda Espinosa

De acuerdo a la clasificación de Diego López sobre sentencias hito, es posible afirmar que frente a
esta sentencia en particular, se está en presencia de una sentencia hito reconceptualizadora ya
que la Corte “revisa una línea jurisprudencial en su conjunto y la afirma, aunque introduce una
nueva teoría o interpretación que explica mejor”.

La Corte comienza con una explicación sobre la conexidad entre el servicio de agua y el derecho a
la vida digna donde afirma que, como ya se ha reiterado en varias ocasiones, “la determinación del
servicio público domiciliario las siguientes (…) c) El servicio público domiciliario está destinado a
satisfacer las necesidades básicas de las personas en circunstancias fácticas, es decir en concreto”.
A continuación hace un desarrollo sobre el principio de buena fe y confianza legítima en las
actuaciones realizadas por la administración donde expone que la Empresa accionada como
prestadora de un servicio público tiene función de vigilancia y es la competente de tomar medidas
para impedir el abuso del servicio, no obstante esta vulneró los derechos del accionado en la

13
Ibid
14
ibid
medida que este tenía una legítima expectativa en que iba a solucionar las irregularidades para que
no se viera perjudicado gravemente por las acciones de los tenedores de su bien, pero no hizo
nada respecto de lo declarado por el accionante dejando que el hecho irregular transcurriera por 44
meses más. Además la Corte ve el actuar diligente de este al informar a la Empresa.
Posteriormente analiza la Alta Corte lo tocante a la responsabilidad solidaria del pago de los
servicios públicos domiciliarios entre el propietario y los arrendatarios dispuesto en el artículo 130
de la ley 142 de 1994, haciendo una salvedad consistente en que aunque en principio el actor es
responsable solidariamente, esta responsabilidad no puede ser ilimitada cuando la Empresa
prestadora de servicios ha sido negligente ya que “...nadie puede derivar provecho de su propia
culpa ni traicionar la confianza legítima derivada del principio de buena”.

Sobre lo tratado por esta corporación se deduce que la subregla de derecho sería que en el caso en
que el usuario del servicio ante ciertas circunstancias actúe de manera diligente y en contraposición
la Empresa Prestadora del Servicio Público sea negligente en su actuar, no podrá invocar su propia
culpa como justificación de la desconexión del servicio de agua por falta de cumplimiento de pago
por parte del usuario.

14. Sentencia T- 697 de 2002


MP. Jaime Araújo Rentería

Siguiendo la clasificación de Diego López, es posible establecer que este caso se trata de una
sentencia hito consolidadora.

En este caso la Corte da inicio al análisis del caso recalcando la naturaleza jurídica del contrato de
prestación de servicios públicos domiciliarios, en el sentido en que a pesar de la privatización de las
empresas en esta materia se entiende que su regulación no es plenamente privada, ya que implica
materias importantes para la sociedad y se resalta que en virtud de la cláusula del Estado social de
derecho, es éste el encargado de controlar la prestación del servicio y de garantizarlo. En ese
sentido se entiende que tiene una regulación mixta tanto privada como pública y reglamentaria.

Una vez estudiado esto, la Corte establece que es una obligación de las empresas prestadoras de
servicios públicos domiciliarios dar la posibilidad a los usuarios de presentar peticiones, quejas y
reclamos e igualmente se establece como un deber de la entidad el garantizar un medio idóneo
para dar publicidad a los actos y facturas, en este sentido se debe especificar dentro de los
contratos como se harán esas publicaciones y formas de pago.

Finalmente la Corte no ve necesario dictar medidas frente al caso ya que dentro de los hechos se
puede verificar que se trata de un hecho superado, es decir que a la actora de la demanda ya se le
había reconectado el servicio por parte de la entidad. Igualmente establece que en el caso de
haber tenido que dar medidas habría favorecido a la entidad prestadora del servicio público puesto
que para garantizar el servicio a toda la comunidad es necesario que el Estado le garantice la
viabilidad comercial a la empresa para que ésta se pueda sostener y prestar el servicio de forma
eficiente a todos los usuarios.
En este sentido la subregla de derecho utilizada por la corte en este caso es que “cierto es que ella
asegura encontrarse junto con su esposo en unas condiciones de existencia calamitosas, pero
también lo es que los servicios públicos domiciliarios no gozan en Colombia del principio de
gratuidad bajo ninguna hipótesis; antes bien, según términos del artículo 367 superior el régimen
tarifario debe comprender los criterios de costos de solidaridad y redistribución de ingresos.” 15

15. Sentencia T-1016 de 1999


MP. Eduardo Cifuentes Muñoz

Conforme a lo expuesto en el texto del derecho de los jueces del doctor Diego López, esta
sentencia es hito fundadora de línea ya que la Corte “Estos son fallos usualmente proferidos en
el período inicial de actividad de la Corte...se aprovecha sus primeras sentencias de tutela o de
constitucionalidad para hacer enérgicas y muy amplias interpretaciones de derechos (u otros
institutos) constitucionales”.

En esta ocasión la Corte comienza haciendo un recuento sobre lo acontecido desde el momento en
que el conflicto inicia y termina con los fallos que tanto el Juez Municipal como el Tribunal Superior
dieron frente a este litigio en particular. Luego esta entra a estudiar si en este tipo de casos la
acción de tutela es procedente como mecanismos para solucionar problemas que surgen entre las
empresas prestadoras de servicios públicos y sus usuarios, a lo que responde lo siguiente “Sin
embargo, dado que la provisión de agua es absolutamente indispensable para poder sobrevivir,
esta Sala de Revisión comparte la opinión de que en estos casos se puede utilizar la acción de
tutela como mecanismo transitorio.”. A continuación el Cuerpo Colegiado se hace la pregunta si es
posible calificar de arbitraria la decisión tomada por la Empresa demandada en la medida en que la
actora era una arrendataria la cual acababa de ocupar el apartamento y que no podía gozar del
derecho fundamental agua, ya que el arrendador tenía una deuda con la accionada y además
después de tantos intentos de la actora de llegar a un acuerdo y que se tuviera en cuenta su
situación la Empresa decidió hacer denegar sus pretensiones. Cabe decir que en el proceso se
encontraba como coadyuvante el arrendador alegando que la Prestadora del servicio había hecho
uso de su posición dominante aprovechándose de ella y dijo también que esta actuó de tal forma
que incumplió con los deberes establecido por la ley en cuanto debía desconectar los servicios a la
3 falta de pago y no 8 facturas después. A esta pregunta la Sala responde que no se puede hacer
análogo un fallo anterior que pretendía hacer valer el coadyuvante ya a diferencia de este caso el
fallo que se quería pasar por análogo había sido de un caso en el cual un propietario tenía unos
arrendadores que fueron incumplidos y la Corte Suprema dijo allí que es difícil para el dueño del
inmueble asegurar que los arrendatarios cumplan con el pago de facturas e igualmente en este
caso si hubo arbitrariedad porque la Empresa Prestadora de servicio debió haber cortado el servicio
al tercer incumplimiento lo cual no hicieron aprovechando su posición dominante y por lo tanto no
podían después exigirle al propietario que pagara todo lo que se debía sino hasta la tercer factura,
mientras que en este el coadyuvante era consciente de todo y no hizo nada al respecto, se firmaron
con el acuerdo de pagos que además incumplió y por lo tanto la Corte Constitucional dice que no se
puede afirmar que se actuó de manera arbitraria frente al coadyuvante pero si frente a la nueva
arrendataria ya que el artículo 130 de la ley 142 hace referencia a solidaridad frente al propietario y
sus arrendatarios los cuales son los usuarios morosos. No obstante, dado que el coadyuvante era
consciente de lo que está sucediendo la corte confirma el fallo de segunda instancia, ya que la

15
Sentencia T – 697 de 2002
desconexión se dio por el incumplimiento del arrendador en razón a que para todo el edificio solo
llegaba una factura a nombre de este. La empresa mostró desde el principio el ánimo de llegar a
acuerdos, los cuales fueron incumplidos. Luego, aunque la Corte haya razón de inconformidad por
parte de la actora, el conflicto no debe ser con la demanda sino con su arrendador quien se obligó
por medio de un contrato a que la actora podría gozar de todos los servicio públicos. De esta
manera para la Corte no procede la reconexión del servicio, ya que hay un incumplimiento notorio
allí y conforme a las pruebas dadas por la Empresa ella no esperó todo ese tiempo para
desconectar, como afirmaba el coadyuvante.

De lo anteriormente expuesto y conforme a la argumentación dada por la Corte Constitucional, la


subregla que se encuentra en la sentencia es la siguiente “en el supuesto en el que el
usuario sea consciente del incumplimiento frente al pago del servicio de agua, la falta de
cumplimiento con los acuerdos efectuados y como consecuencia haya desconexión del
mismo, no podrá alegar que se le aplique por analogía el fallo que trata de la afectación
que traen los tenedores morosos al propietario, ya que se entiende para este caso que es
difícil para el propietario estar pendiente del pago de facturas y más cuando por medio del
contrato se estipuló que estos se encargarían del pago de las mismas y en consecuencia
frente a este caso en particular el propietario tiene derecho a la reconexión del servicio
pagando solo hasta la tercera vez en que se estuvo en incumplimiento, y la reconexión. Por
tanto al ser este un caso diferente, no podrá alegar que es injusta la desconexión en la
medida que la Empresa se encuentra autorizada legalmente para suspender el servicio
frente a un caso de incumplimiento”
6. GRÁFICA: ¿Procede la suspensión del servicio público domiciliario de acueducto
en razón al incumplimiento por falta de pago?

T-1016 de 1999
MP. E. Cifuentes

Si procede la suspensión T-598 de 2002 No procede la suspensión de


de servicio de acueducto MP. M. Cepeda servicio de acueducto en
en razón al incumplimiento razón al incumplimiento del
del pago porque no viola pago porque si viola
garantías constitucionales T-697 de 2002 garantías constitucionales.
MP. J. Araújo

T-730 de 2002
MP. M. Cepeda

T-270 de 2007
MP. J. Araújo

T-370 de 2009
MP. J. Palacio

T-546/2009
MP. V. Calle

T-701 de 2009
MP. H. Sierra

T-796 de 2009
MP. N. Pinilla

T-915 de 2009
MP. N. Pinilla

T-418 de 2010
MP. M. Calle
No procede la suspensión de
Si procede la suspensión servicio de acueducto en
de servicio de acueducto razón al incumplimiento del
en razón al incumplimiento T-717 de 2010
pago porque si viola
del pago porque no viola MP. M. Calle
garantías constitucionales.
garantías constitucionales
T-471 de 2011
MP. M. Calle

T-740 de 2011
MP. H. Sierra

T-980 de 2012

MP. N. Pinilla

T-034 DE 2016
MP. L. Guerrero

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