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UNIVERSIDAD DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES

PROGRAMA ACADEMICO DE CONTABILIDAD Y


AUDITORIA

“HECHO HISTÓRICO ECONÓMICO: LA


DESACELERACIÓN Y LA CAÍDA DE LAS
EXPORTACIONES”

DOCENTE: MARTHA MARINA CASAS

CURSO: MACROECONOMÍA

ALUMNA: CANO HUAYTALLA, LIA FIORELLA


CONTEXTO
El 8 de agosto de 1990 el gobierno de Alberto Fujimori –que encontró un país quebrado tras la
primera y desastrosa gestión de Alan García– anunció el ajuste económico más dramático de
nuestra historia.

El 8 de agosto de 1990 el gobierno de Alberto Fujimori –que encontró un país quebrado tras la
primera y desastrosa gestión de Alan García– anunció el ajuste económico más dramático de
nuestra historia. De un día para otro los peruanos descubrieron que su dinero casi no tenía valor.
Este es un recuento de cómo se vivieron esos días aciagos.

La mañana del 9 de agosto de 1990, al día siguiente del paquetazo que hoy todos recuerdan como
el ‘fujishock’, la ciudad amaneció triste y vacía. Mucha gente deambulaba por Lima sin saber qué
hacer. No había buses de transporte público, los mercados y tiendas estaban cerrados, y los
pocos negocios abiertos no atendían porque no sabían aun cuánto cobrar. Al trabajo se podía ir en
camión compartiendo la tolva con decenas de personas, y también podía verse a soldados
patrullando las calles.

Para entonces, a despecho de la frase "Que Dios nos ayude" lanzada en la víspera por el ministro
de Economía Juan Carlos Hurtado Miller, millones de peruanos andaban pensando en estrategias
para enfrentar la crisis. Los diarios contaban historias de supervivencia: una fue la de Tiburcia
Gabino, presidenta de un comedor popular en el barrio El Trébol, en Huachipa. "Hemos duplicado
el número de socias para completar la olla del almuerzo con sus aportes", contó. Casos parecidos
abundaban por toda la ciudad.

CAUSAS
 Si el fujishock hoy pertenece a la memoria colectiva del país, hay que decir que tuvo
como precedente la más grande crisis económica peruana. Antes del fujimorismo, el
gobierno encabezado por Alan García había empezado con grandes expectativas, pero
terminó con una hiperinflación que hacía variar los precios casi de un día para otro.
 El primer error de García: "En su discurso inaugural de 1985, (anunció) que limitaría el
pago de la deuda externa (…) al 10% del valor anual de las exportaciones. Su rebelión,
que despertó vanas esperanzas de marcar una tendencia a ser seguida por otros líderes
latinoamericanos, le costó mucho al Perú. El país fue declarado ‘inelegible’ para recibir
préstamos en el futuro". Y mientras García dejaba de pagar, los intereses de la deuda se
multiplicaban y la inversión extranjera se extinguía.
 En 1987 García intentó estatizar la banca, pero no pudo ante la férrea resistencia de los
banqueros. El intento incluso dio origen al Movimiento Libertad, que encabezó Mario
Vargas Llosa y que llamó la atención sobre el sesgo autoritario del proyecto. Al finalizar
el año 1987, la crisis era evidente: la inflación empezó a galopar (114% en diciembre), la
producción se estancó y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo negativo". La
inflación se convirtió en hiperinflación y el voluntarioso presidente debió aceptar un
‘paquetazo’ que su ministro Abel Salinas hizo efectivo en 1988.

CONSECUENCIAS
 El aumento del desempleo y la caída del ingreso. En los dos últimos años del gobierno
aprista no hubo cambios: se despidió con niveles de inflación de 50% al mes. Un desastre.
En esa coyuntura llegó el cambio de gobierno.
 Las alzas fueron brutales: la lata de leche que costaba 120 mil intis subió a 330 mil; el
kilo de azúcar blanca que estaba 150 mil intis se elevó a 300,000; el pan francés que
costaba 9 mil intis subió a 25,000. La gasolina pasó, de un solo cocacho, de 21 mil intis
el galón a ¡675 mil intis! Treinta veces más. La variación de precios era simplemente
alucinante. Un kilo de bistec costaba 1 millón 200 mil intis y hasta este diario tuvo que
reajustar su precio: pasó de costar 25 mil intis a 100 mil.
 Todos sufrieron la pérdida de su capacidad adquisitiva y, en los días siguientes, muchos
más perdieron su trabajo, su negocio o sus estudios. Una revista reseñó el caso de Abel
Vega, despedido de un taller de metalmecánica porque no tenían cómo pagarle. Y también
la historia de 15 obreros de una empresa de cerámicas que quedaron en la calle.
"Trabajamos varios años en la empresa, pero nos han despedido y no nos dieron ni la
bonificación de julio", contó uno de ellos. Fábricas grandes como Inresa o Cuvisa
despidieron o dieron vacaciones forzadas a decenas de operarios.
 Incertidumbre provoca alza de precios y del dólar en el Perú: Mientras la economía
permanece paralizada en
medio de una tensa espera de
las medidas, los exportadores
han suspendido sus
operaciones previendo una
inminente devaluación y los
ahorristas se refugian en la
moneda estadounidense
 Las tres caídas: de la
Producción, del Empleo y de
los Salarios.
CONCLUSIONES
 El Perú que recibe el gobierno de Alan García requería de un tratamiento de la inflación
acumulada del gobierno pasado. Decepcionado por los intentos “ortodoxos” del pasado para
solucionar este fenómeno, se aplicó una solución “heterodoxa”: la reactivación económica a
través de la expansión de la demanda interna y el congelamiento de precios. Sin embargo,
esta medida causó cuatro desajustes que dieron rienda suelta a la hiperinflación con la que
debió tratar el siguiente gobierno: un creciente déficit fiscal, un tipo de cambio prestable a
la corrupción, una tasa de interés contraproducente a los bancos y el subsidio a las empresas
que venden por debajo de sus precios. Por lo tanto el planteamiento heterodoxo no fue una
solución viable para la inflación heredada en 1985, pues al largo plazo resultó
contraproducente, generando aún más inflación de la que hubo antes de la reactivación
 La reactivación económica de García implicó la decisión de no pagar la deuda externa
con más del 10% de las exportaciones peruanas, pues se planteó invertir la capacidad
excedente y las reservas nacionales e internacionales en la producción nacional. Como
consecuencia, frente a la negativa del gobierno a cooperar con la Comunidad Financiera
Internacional, el Fondo Monetario Internacional calificó al país como “inelegible” para un
préstamo y el Banco Mundial canceló 19 proyectos de infraestructura nacional al denegar el
desembolso de 400 millones de dólares.
 Con la recesión que implicó la crisis, el PBI retrocedió a valores similares a los del año
1960, y se contrajo el sector agropecuario, de pesca, minero, manufacturero, de gobierno y
terciarios (electricidad, agua, gas y comercio). Sin embargo, el sector de construcción tuvo
un crecimiento de 10% para el último año del gobierno de García, debido a la inversión del
capital nacional en proyectos como el riego agroindustrial de Chavimochic y el tren eléctrico.
 La década de los 80’ destaca por la aparición del grupo terrorista Sendero Luminoso,
que pretendió llegar al poder a través de la ideología comunista, que no usó uniformes para
distinguir a sus miembros y que amenazó a los pobladores a través de su “regla de oro”: el
castigar a todo aquel que delate o permita que delaten a algún camarada al ser atrapados
por el bando enemigo.
 Los niveles de pobreza y pobreza extrema peruana se elevaron 73.7% entre los años
1985 y 1991, quedando el Perú, para la “CEPAL en América Latina” como el segundo país con
mayor problemática de precariedad económica e indigencia, sólo superado por Guatemala;
asimismo, en el año 1990, el 23% de la población peruana se encuentra en condición de
pobreza extrema.
 En términos macroeconómicos, fueron varias las necesidades principales del país:
estabilización de la moneda, tratamiento del déficit fiscal, instauración de estricta disciplina
fiscal, reducción de la hiperinflación, reinserción a la Comunidad Financiera Internacional,
priorización del gasto público, reforma tributaria, unificación de un tipo de cambio único y
competitivo, liberalización comercial y financiera, entre otras reformas de nivel estructural
para consolidar la estabilización y abrir la economía al libre mercado. Sin embargo, el Plan
de Estabilización se encargó únicamente del control inflacionario a través de la eliminación
del déficit fiscal, el control monetario, la unificación y liberalización del tipo de cambio y la
estabilización y corrección de precios públicos. En ese sentido, el “shock” tuvo carencias
incluso en el tema económico, pues no abarcó la reinserción a la CFI, la reforma tributaria,
la priorización del gasto público, la liberalización comercial-financiera, ni las demás reformas
estructurales de las que debió encargarse la administración de Carlos Boloña; quizá una de
las razones por las que tuvo estas ausencias fue por el relativo corto tiempo en el que se
planteó la medida, o porque la aplicación de estas debió ser de mediano o largo plazo,
mientras que la naturaleza del plan fue de corto plazo.
 El año de 1990 registró en promedio una inflación de 7481,7%, fruto de las distorsiones
fiscales y los paquetazos de García, a los que se sumó la inflación correctiva del Plan de
Estabilización, la cual fue de 397% entre 1991 y 1990. Sin embargo, para finales del año 1992,
la inflación sólo fue de 56.7%, habiéndose reducido 7425% en solo dos años. Por lo tanto, el
“shock” tuvo excelentes resultados respecto a la reducción del fenómeno inflacionario, y,
debido a su inflación correctiva, fue el “punto de quiebre” del aumento de precios
nacionales, los cuales, a partir de este, se fueron reduciendo a pasos agigantados.

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