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Celadores del Servicio
Extremeño de Salud
(SES)
Temario Específico
Autores
ÁLVARO GARDÓN FERNÁNDEZ MANUEL ALÉS REINA
TÉCNICO ESPECIALISTA. CELADOR DIPLOMADO UNIVERSITARIO EN ENFERMERÍA
Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio
o procedimiento sin la autorización por escrito del editor.
Presentación
En este libro se desarrollan los temas 1 al 11, ambos inclusive, de la parte específica
del Programa para la preparación de las pruebas selectivas dirigidas a cubrir plazas de
Celadores del Servicio Extremeño de Salud.
Para facilitar la labor de estudio del opositor se han incluido una serie de recursos
didácticos:
Para potenciar el estudio de los temas le serán muy útiles los libros de test y simulacros
de examen, indispensables para autoevaluar el aprendizaje de cada uno de los aspectos
estudiados. Contienen preguntas similares a las propuestas en estas pruebas selectivas.
www.mad.es/serviciosadicionales
donde encontrará información muy útil para esta convocatoria.
Sólo nos queda animarle para que obtenga de este material el mejor aprovechamiento
posible y pueda, así, acceder al puesto de trabajo deseado.
Índice
Tema 1. Nociones básicas de la asistencia sanitaria I: la Atención Primaria: la
Zona Básica de Salud, los Equipos de Atención Primaria y el Centro de Salud. La
actuación del Celador en los Equipos de Atención Primaria .......................................................... 11
Tema 7. Actuación del Celador en relación con los pacientes fallecidos. Actuación
en las salas de autopsias y los mortuorios ...................................................................................................... 299
En los servicios de Atención Primaria el usuario halla respuesta a sus problemas más
habituales de salud y enfermedad, y sólo cuando el diagnóstico y tratamiento lo requieran
y ya no pueda ser atendido con los medios de ese primer nivel, será derivado a la Atención
Especializada. Dicho ello en líneas muy generales: será remitido desde los servicios de
Medicina General propios del nivel primario a los servicios de Medicina Especializada pro-
pios del nivel secundario o especializado, ya sea en Hospitales u otros centros dependientes
de éstos.
La Atención Primaria se desarrolla al principio de la década de los ochenta, como una re-
acción en contra del sistema sanitario básicamente hospitalario y curativo, especializado, cos-
toso, tecnificado, y alejado del individuo, con la finalidad última de hacer efectivo el derecho
de protección a la salud de todas las personas, tomando como base unos nuevos principios.
– Investigación y Docencia.
– Coordinación con los demás servicios sanitarios, tanto de Atención Especializada como
de Atención Primaria de otros ámbitos geográficos.
6.1.3 Consejos generales sobre desarrollo del niño, hábitos nocivos y estilos de vida
saludables.
6.1.4 Educación sanitaria y prevención de accidentes infantiles.
6.1.5 Orientación anticipada para la prevención y detección de los problemas de
sueño y de esfínteres.
6.1.6 Detección de los problemas de salud, con presentación de inicio en las distin-
tas edades, que puedan beneficiarse de una detección temprana en coordinación
con atención especializada, a través de las actividades encaminadas a:
a) Detección precoz de metabolopatías.
b) Detección de hipoacusia, displasia de articulación de cadera, criptorquidia,
estrabismo, problemas de visión, problemas del desarrollo puberal, obesi-
dad, autismo, trastornos por déficit de atención e hiperactividad.
c) Detección y seguimiento del niño con discapacidades físicas y psíquicas.
d) Detección y seguimiento del niño con patologías crónicas.
6.2 Servicios de atención a la adolescencia.
6.2.1 Anamnesis y consejo sobre hábitos que comporten riesgos para la salud,
como el uso de tabaco, alcohol y sustancias adictivas, incluyendo la prevención de
los accidentes.
6.2.2 Valoración y consejo en relación a la conducta alimentaria y a la imagen corporal.
6.2.3 Promoción de conductas saludables en relación a la sexualidad, evitación de
embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
6.3 Servicios de atención a la mujer.
6.3.1 Detección de grupos de riesgo y diagnóstico precoz de cáncer ginecológico y
de mama de manera coordinada y protocolizada con atención especializada, según
la organización del correspondiente servicio de salud.
6.3.2 Indicación y seguimiento de métodos anticonceptivos no quirúrgicos y ase-
soramiento sobre otros métodos anticonceptivos e interrupción voluntaria del
embarazo.
6.3.3 Atención al embarazo y puerperio:
a) Captación de la mujer embarazada en el primer trimestre de gestación y de-
tección de los embarazos de riesgo.
b) Seguimiento del embarazo normal, de manera coordinada y protocolizada
con atención especializada, según la organización del correspondiente ser-
vicio de salud.
c) Educación maternal, incluyendo el fomento de la lactancia materna, la pre-
vención de incontinencia urinaria y la preparación al parto.
d) Visita puerperal en el primer mes del posparto para valoración del estado de
salud de la mujer y del recién nacido.
20 6.3.4 Prevención, detección y atención a los problemas de la mujer en el climaterio.
NOCIONES BÁSICAS DE LA ASISTENCIA SANITARIA I [[[[\
8º. Atención a la salud mental en coordinación con los servicios de atención especializada
Incluye:
8.1 Actividades de prevención y promoción, consejo y apoyo para el mantenimiento de
la salud mental en las distintas etapas del ciclo vital.
8.2 Detección, diagnóstico y tratamiento de trastornos adaptativos, por ansiedad y de-
presivos, con derivación a los servicios de salud mental en caso de quedar superada la
capacidad de resolución del nivel de Atención Primaria.
8.3 Detección de conductas adictivas, de trastornos del comportamiento y de otros
trastornos mentales y de reagudizaciones en trastornos ya conocidos, y, en su caso, su
derivación a los servicios de salud mental.
8.4 Detección de psicopatologías de la infancia/adolescencia, incluidos los trastornos
de conducta en general y alimentaria en particular, y derivación en su caso al servicio
especializado correspondiente.
8.5 Seguimiento de forma coordinada con los servicios de salud mental y servicios so-
ciales de las personas con trastorno mental grave y prolongado. 23
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
En la ZBS desarrollan las actividades sanitarias los Centros de salud, centros integrales de
Atención Primaria (art. 62 LGS).
Una Zona Básica de Salud está constituida por la totalidad o parte de un territorio munici-
pal, o la agrupación de barrios, localidades, entidades no municipales, etc.
La Zona Básica de Salud delimita una Zona Médica, y está constituida por un solo Partido
Médico, sin separación en distritos. Cuando la Zona de Salud esté constituida por varios mu-
nicipios se fijará un municipio cabecera cuya ubicación no será distante del resto de los muni-
cipios un tiempo superior a treinta minutos con los medios habituales de locomoción, y en el
que se ubicará el Centro de Salud. La atención sanitaria quedará asegurada en todos los muni-
cipios afectados mediante los correspondientes Centros de Atención Primaria (Consultorios).
Delimitación territorial
La delimitación del marco territorial que abarcará cada Zona de Salud se hará por la
Comunidad Autónoma, teniendo en cuenta criterios demográficos, geográficos y sociales,
conforme a las siguientes reglas:
a) Como norma general, la Zona Básica de Salud abarcará a una población comprendida
entre los cinco mil y los veinticinco mil habitantes.
b) Excepcionalmente, y cuando las circunstancias demográficas así lo aconsejen, podrá
abarcar a una población superior a los veinticinco mil habitantes.
c) Asimismo, podrán determinarse Zonas cuya población sea inferior a cinco mil habitan-
tes, cuando la dispersión geográfica u otras circunstancias lo aconsejen.
En la delimitación de las zonas básicas deberán tenerse en cuenta (art. 62 LGS):
– Las isocronas o las distancias máximas de las agrupaciones de población más alejadas de
los servicios y el tiempo normal a invertir en su recorrido usando los medios ordinarios.
– El grado de concentración o dispersión de la población.
– Las características epidemiológicas de la Zona.
– Las instalaciones y recursos sanitarios de la Zona.
Composición
Integran el Equipo de Atención Primaria:
a) Los Médicos de Medicina General (actualmente denominados Médicos de Familia)
y Pediatría-Puericultura de Zona, Ayudantes Técnicos Sanitarios o Diplomados en
Enfermería y Practicantes de Zona y Auxiliares de Clínica (de Enfermería), adscritos a la
Zona.
b) Los Funcionarios Técnicos del Estado al Servicio de la Sanidad Local, adscritos a los
Cuerpos de Médicos, Practicantes y, en su caso, Matronas titulares, radicados en la
Zona.
c) Los Farmacéuticos titulares radicados en la Zona colaborarán con el Equipo, de acuerdo
con criterios operativos y fórmulas flexibles en la forma en que se determine.
d) Los Veterinarios titulares radicados en la Zona podrán integrarse en el Equipo de
Atención Primaria, aplicando criterios operativos y de colaboración en la forma en que
se determine.
e) Los Trabajadores Sociales o Asistentes Sociales.
f ) El personal preciso para desempeñar las tareas de administración, recepción de avisos,
información, cuidados de mantenimiento y aquellos otros que se estimen necesarios
para el mejor funcionamiento del Centro.
g) En la medida en que la propia dinámica de implantación y desarrollo de los Equipos lo
hagan preciso, y las disponibilidades presupuestarias lo permitan, podrán incorporarse
a los mismos otros profesionales.
Los Equipos de Atención Primaria son elementos organizativos de carácter y estructura
jerarquizados, bajo la dirección de un Coordinador Médico.
Funciones
Son funciones de los Equipos de Atención Primaria:
a) Prestar asistencia sanitaria, tanto a nivel ambulatorio como domiciliario y de urgencia,
a la población adscrita a los Equipos en coordinación con el siguiente nivel asistencial.
b) Realizar las actividades encaminadas a la promoción de la salud, a la prevención de la
enfermedad y a la reinserción social.
c) Contribuir a la educación sanitaria de la población.
d) Realizar el diagnóstico de salud de la Zona.
e) Evaluar las actividades realizadas y los resultados obtenidos.
f ) Realizar actividades de formación pregraduada y posgraduada de atención sanitaria,
así como llevar a cabo los estudios clínicos y epidemiológicos que se determinen.
g) Participar en los programas de salud mental, laboral y ambiental.
h) Aquellas otras de análoga naturaleza que sean necesarias para la mejor atención de la
población protegida.
i) La realización de aquellos programas sanitarios que específicamente se determinen, de
acuerdo con el diagnóstico de salud de la Zona. 27
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
El trabajo en equipo obliga a que cada uno de sus miembros participe en el estudio, eje-
cución y evaluación de las actividades comunes. Todos los profesionales integrantes del EAP
realizarán las anteriores funciones coordinadamente en todas las actividades dirigidas al de-
sarrollo de las tareas encomendadas.
Directrices de actuación
El Equipo de Atención Primaria desarrollará sus actividades con arreglo a las siguientes
directrices:
a) Garantizar la atención continuada e integral de la población mediante:
– Desarrollo de métodos preventivos de investigaciones epidemiológicas.
– Educación sanitaria de la población.
– Determinación de diagnóstico y tratamiento temprano de las enfermedades.
– Asistencia curativa y rehabilitadora de procesos patológicos que no precisen de
hospitalización y los que se encuentren en periodo de post-internamiento tanto a
nivel ambulatorio como a través de la visita domiciliaria.
– Aplicación de métodos de diagnóstico y tratamiento para evitar hospitalizaciones
innecesarias.
– Vigilancia sanitaria del medio.
– Utilización sistemática de la historia clínico-social individual y familiar.
b) Trabajo en equipo a través del establecimiento de objetivos comunes y de la colabora-
ción mutua entre los miembros del Equipo de Atención Primaria.
c) Planificación de las actividades y programas de salud y evaluación de sus resultados,
que se plasmará en un informe de actividades y resultados que deberá presentar cada
Equipo de Atención Primaria con la periodicidad que se determine.
d) Coordinación con los servicios sanitarios y sociales del ámbito geográfico de su Área
Asistencial.
e) Participación de la comunidad en la gestión de los Servicios Sanitarios en el cuidado de
su salud.
f ) Canalización de usuarios hacia Centros de nivel de Atención Especializada o, cuando
tenga que recibir atenciones singulares con el fin de que éstos se presenten en fases
avanzadas en su proceso patológico.
g) Coordinación de las actividades de los Centros de Atención Primaria con los Centros del
nivel de Atención Especializada correspondientes.
Régimen de Personal
A) Jornada de trabajo
La dedicación del personal sanitario del EAP será de cuarenta horas semanales, haciéndose
cargo de la asistencia ambulatoria y domiciliaria, sin perjuicio de la mayor dedicación que pudie-
ra corresponderle por su participación en los turnos para la asistencia continuada de urgencia.
La dedicación del personal no sanitario será la correspondiente en cada momento para
28 este personal en las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social.
NOCIONES BÁSICAS DE LA ASISTENCIA SANITARIA I [[[[\
Asimismo, se establecerán turnos rotativos entre los miembros del Equipo para la asisten-
cia continuada de urgencia, que en general, se centralizarán en el Centro de Salud durante
todos los días de la semana.
B) Dotación del Equipo
El número de profesionales sanitarios y no sanitarios que integrarán cada EAP estará en fun-
ción de la población a atender y de las características y necesidades de su Zona Básica de Salud.
Cada profesional asistencial, médicos y enfermeras de EAP, será responsable de la asisten-
cia a la población que le sea adscrita. El número máximo de población adscrita a cada Médico
de Familia, Pediatra-Puericultor y en general a cada miembro del Equipo, se establecerá en las
disposiciones de desarrollo que al efecto se dicten.
La población atendida podrá ejercer el derecho a la libre elección de Médico dentro de la
Zona de Salud, en los términos establecidos en las disposiciones normativas.
prevención, curación y rehabilitación de la salud, tanto individual como colectiva, de los habi-
tantes de la Zona básica; a cuyo efecto, serán dotados de los medios personales y materiales
que sean precisos para el cumplimiento de dicha función (art. 63 LGS).
En el Centro de Salud desarrolla sus actividades y funciones el Equipo de Atención Primaria.
Funciones generales
Los Centros de Salud tienen las siguientes funciones (art. 64 LGS):
– Albergar la estructura física de consultas y servicios asistenciales personales correspon-
dientes a la población en que se ubican.
– Albergar los recursos materiales precisos para la realización de las exploraciones com-
plementarias de que se pueda disponer en la zona.
– Servir como centro de reunión entre la comunidad y los profesionales sanitarios.
– Facilitar el trabajo en equipo de los profesionales sanitarios de la zona.
– Mejorar la organización administrativa de la atención de salud en su zona de influencia.
Funciones asistenciales
Las funciones asistenciales de los Centros de Salud son prestar una atención continuada e
integral en régimen ambulatorio, domiciliario y de urgencia, que incluye:
a) Asistencia preventiva de enfermedades.
b) Actividades de promoción de la salud en el área de la Salud Pública y participación de
la Comunidad en la gestión de los servicios sanitarios.
c) Asistencia curativa y rehabilitadora con derivación de pacientes al núcleo especializado
de atención cuando éstos lo requieran.
d) Educación Sanitaria de la población.
e) Vigilancia sanitaria del medio.
f ) Salud Laboral.
g) Salud Mental.
h) Funciones docentes de formación continuada y de formación pregraduada y postgra-
duada, tras la acreditación correspondiente.
i) Tareas de investigación clínico-epidemiológica y administrativa en la Zona de Salud y
en colaboración con el nivel de Atención Especializada.
j) De forma sistemática funciones administrativas, de planificación, organización y eva-
luación de los servicios sanitarios a nivel de la Zona Básica todas aquéllas de registro,
notificación y certificación derivadas de su servicio profesional dentro del marco gene-
ral de la ordenación de los servicios sanitarios en la Comunidad Autónoma.
Reglamento del Centro de Salud
Cada Comunidad Autónoma aprobará un Reglamento General de Organización y
Funcionamiento de los Centros de Salud en el que se regularán al menos los siguientes aspec-
tos: órganos, régimen de los centros de salud, unidades funcionales, horario de funcionamien-
to y consultas, recepción, información y reclamaciones, sistema de citas, régimen asistencial,
30 régimen de personal y régimen de usuarios.
NOCIONES BÁSICAS DE LA ASISTENCIA SANITARIA I [[[[\
Consultorios
Con carácter general, la Zona Básica de Salud contará con un Centro de Salud, por lo que
no todas las localidades y demarcaciones de la Zona de Salud dispondrán de Centro de Salud.
Por ello, en el medio rural, las poblaciones incluidas en las Zonas que no dispongan de
Centro de Salud podrán contar con Consultorios locales y, en el medio urbano, podrán dispo-
ner de instalaciones diferenciadas (Consultorios auxiliares), dependientes en uno y otro caso,
del correspondiente Centro de Salud.
Todos los Centros de Salud actuarán como consultorio del núcleo de población donde se
encuentren ubicados y de aquéllos que se les asigne.
Tendrán como ámbito de actuación geográfica y poblacional la Zona Básica de Salud sien-
do centro de referencia de los Consultorios donde el Equipo de Atención Primaria desarrolla
sus funciones.
4. Atención de Urgencias
La atención de urgencia es aquella que se presta al paciente en los casos en que su situa-
ción clínica obliga a una atención sanitaria inmediata. Se dispensará tanto en centros sanita-
rios como fuera de ellos, incluyendo el domicilio del paciente y la atención «in situ», durante
las 24 horas del día, mediante la atención médica y de enfermería, y con la colaboración de
otros profesionales.
31
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
B) Contenido
La cartera de servicios comunes de la prestación de atención de urgencia com-
prende:
B.2. La evaluación inicial e inmediata de los pacientes para determinar los riesgos para su
salud y su vida y, en caso de ser necesaria, la clasificación de los mismos para priorizar
la asistencia sanitaria que precisen. La evaluación puede completarse derivando a
los pacientes a un centro asistencial si fuera necesario, para la realización de las ex-
ploraciones y procedimientos diagnósticos precisos para establecer la naturaleza y el
alcance del proceso y determinar las actuaciones inmediatas a seguir para atender la
situación de urgencia.
B.7. Una vez atendida la situación de urgencia, se procederá al alta de los pacientes o a su
derivación al nivel asistencial más adecuado y, cuando la gravedad de la situación así
lo requiera, al internamiento hospitalario, con los informes clínicos pertinentes para
garantizar la continuidad asistencial.
32
NOCIONES BÁSICAS DE LA ASISTENCIA SANITARIA I [[[[\
33
2
Nociones básicas de las
asistencia sanitaria II:
la Atención Especializada
De ese modo el Médico Especialista del Ambulatorio pasa a ser Facultativo Especialista
del Área de actuación hospitalaria, integrándose en el Hospital, desarrollando sus funciones
tanto en el Hospital como en el Centro de Especialidades (Ambulatorio) de origen.
Se consigue con ello una máxima coordinación, ya que el diagnóstico y tratamiento de
todo el proceso es realizado tanto dentro como fuera del Hospital por el mismo Médico o
Equipo Médico. Asimismo, en vez de tener que desplazarse el paciente a las Consultas Externas
del Hospital, es el Médico quien se desplaza al Centro de Especialidades.
– Cirugía Pediátrica.
– Cirugía Plástica y Reparadora.
– Cirugía Torácica.
– Neurocirugía.
– Obstetricia y Ginecología.
– Oftalmología.
– Otorrinolaringología.
– Traumatología y Cirugía Ortopédica.
– Urología.
c) Servicios generales clínicos:
– Análisis Clínicos.
– Anatomía Patológica.
– Bioquímica Clínica.
– Farmacia Hospitalaria.
– Farmacología Clínica.
– Hematología y Hemoterapia.
– Medicina Nuclear.
– Microbiología y Parasitología.
– Radiodiagnóstico.
– Rehabilitación.
– Radiofarmacia.
– Medicina Familiar y Comunitaria.
– Medicina Preventiva y Salud Pública.
presente una inestabilidad clínica que pudiera suponer un riesgo en su evolución, el servicio
de salud podrá optar por la hospitalización a domicilio. Incluye:
4.1. Valoración integral de las necesidades del paciente, previa al alta, que asegure la con-
tinuidad de la atención tras el alta.
4.2. Establecimiento de un plan de cuidados que incluya medidas preventivas, instruccio-
nes para el correcto seguimiento del tratamiento, recomendaciones higiénico-dieté-
ticas, control de los síntomas y cuidados generales. Asimismo se deben establecer los
mecanismos que aseguren la continuidad y seguridad de la atención.
4.3. Acceso a los exámenes y procedimientos diagnósticos no realizables en el domicilio
del paciente.
4.4. Realización y seguimiento de los tratamientos o procedimientos terapéuticos que ne-
cesite el paciente.
4.5. Indicación y, en su caso, administración de medicación, nutrición enteral o parenteral,
curas, material fungible, ortoprótesis y otros productos sanitarios que sean precisos.
4.6. Información y asesoramiento a las personas vinculadas al paciente, especialmente al
cuidador/a principal.
c) Radiología ósea.
d) Densitometría, conforme a los programas de los servicios de salud.
5.2.2.2. Mama:
a) Mamografía.
b) Intervencionismo de mama.
5.2.2.3. Radiología convencional con contraste.
5.2.2.4. Ultrasonidos:
a) Ecografía.
b) Ultrasonidos doppler.
5.2.2.5. Tomografía computarizada (TC).
5.2.2.6. Resonancia magnética (RM).
5.2.3. Radiología intervencionista diagnóstica y terapéutica.
5.2.4. Hemodinamia diagnóstica y terapéutica.
5.2.5. Medicina nuclear diagnóstica y terapéutica, incluida la tomografía por emisión
de positrones (PET), y combinada con el TC (PET-TC), en indicaciones oncológi-
cas de acuerdo con las especificaciones de la ficha técnica autorizada del co-
rrespondiente radiofármaco.
5.2.6. Neurofisiología.
5.2.7. Endoscopias. La capsuloendoscopia se incluye sólo en la hemorragia digestiva
de origen oscuro que persiste o recurre después de un estudio inicial de endos-
copia negativo (colonoscopia y/o endoscopia alta) y previsiblemente localiza-
da en el intestino delgado.
5.2.8. Pruebas funcionales.
5.2.9. Laboratorio:
5.2.9.1. Anatomía patológica.
5.2.9.2. Bioquímica.
5.2.9.3. Genética.
5.2.9.4. Hematología.
5.2.9.5. Inmunología.
5.2.9.6. Microbiología y parasitología.
5.2.10. Biopsias y punciones.
5.2.11. Radioterapia.
5.2.12. Radiocirugía.
5.2.13. Litotricia renal.
5.2.14. Diálisis. 49
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Los Servicios jerarquizados de Especialidades que por sus características deban prestar
asistencia sanitaria a más de un Área de Salud se denominarán «Servicios de referencia».
Funciones
Los hospitales tendrán como funciones primordiales las de: prestación de asistencia espe-
cializada, promoción de la salud, prevención de las enfermedades, conforme a los programas
de cada área de salud e investigación y docencia.
El hospital complementará sus actividades con las desarrolladas por la red de Atención
Primaria del Área correspondiente.
Director de Enfermería
A) Funciones. Corresponde al Director de Enfermería el ejercicio de las siguientes funciones:
a) Definir y desarrollar los objetivos de la Enfermería del Hospital y Centros adscritos,
siendo responsable ante el Director Gerente del funcionamiento de las Unidades de
Enfermería, coordinando y evaluando las actividades de sus integrantes.
b) Asegurar el desarrollo del Programa de Actividad y Control Asistencial, así como la or-
ganización de la docencia e investigación de Enfermería.
B) Áreas de actividad. Quedan adscritas a la División de Enfermería del hospital las actividades
de enfermería en las siguientes áreas: salas de hospitalización, quirófanos, unidades espe-
ciales, consultas externas, urgencias y cualquier otra área de atención de enfermería que
resulte precisa.
Director de Gestión y Servicios Generales
A) Funciones. Corresponde al Director de Gestión y Servicios Generales el ejercicio de las si-
guientes funciones:
a) Definir y desarrollar los objetivos que deben alcanzar los servicios económicos y de
administración en orden a controlar y administrar los recursos económicos del Hospital
responsabilizándose ante el Director Gerente del correcto funcionamiento de tales
Servicios, de su coordinación, y de la evaluación de las actividades de sus integrantes.
b) Definir y desarrollar los objetivos que deben alcanzar los servicios técnicos de mante-
nimiento, los de hostelería y cuantos servicios auxiliares no sanitarios sean necesarios
para apoyar la propia atención sanitaria, responsabilizándose en los mismos términos
ante el Director Gerente.
c) Planificar y ejecutar la adquisición de suministros y materiales necesarios para la ópti-
ma dotación de los almacenes, asegurando su permanente revisión y estableciendo los
sistemas de organización y control necesarios para conocer y asegurar, en cada caso,
sus existencias.
d) Desarrollar las funciones de gestión de personal.
e) Proporcionar al resto de las Direcciones el soporte administrativo, técnico y subalterno
para el cumplimiento de sus objetivos.
B) Áreas de actividad
Quedan adscritas a la División de Gestión y Servicios Generales las siguientes áreas de
actividad: gestión económica, presupuestaria y financiera, gestión administrativa en gene-
ral y de la política de personal, suministros, hostelería, orden interno y seguridad y obras y
mantenimiento.
Lo establecido para las áreas de actividad de las distintas Divisiones podrá ser objeto de
adaptación a las condiciones específicas de cada hospital y a las necesidades del área de sa-
lud, del número, composición y denominación de los diferentes servicios y unidades de cada
División.
Subdirectores de División
Cuando las necesidades de la gestión así lo aconsejen, podrán crearse los puestos de
Subdirector Gerente y Subdirectores de División. 55
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
El Director Gerente, a propuesta del Director Médico, organizará las guardias médicas te-
niendo en cuenta los recursos y necesidades del Área de Salud, estableciendo los criterios
funcionales que se consideren oportunos y utilizando las modalidades que se requieran de
presencia física, localizada o mixta.
Siempre que las necesidades asistenciales lo permitan, el Director Gerente podrá aceptar
la renuncia expresa de la obligación de hacer guardias para los facultativos con edad superior
a los cuarenta y cinco años. Los responsables de los servicios y unidades podrán ser excluidos
de turnos de guardia del hospital, cuando así lo soliciten y las necesidades asistenciales lo
permitan.
3.3. Hospitales
3.3.1. Definición
Los Hospitales son las Instituciones Sanitarias de asistencia especializada por excelencia, y
en ellas se presta no sólo asistencia en régimen de internamiento sino también ambulatorio,
de urgencias e incluso domiciliario.
Han tenido múltiples denominaciones: Instituciones cerradas, Residencias, Centros, Ciudades
Sanitarias, Sanatorios, etc. Pero sea cual sea su denominación, se consideran Hospitales, según
el art. 1 de la Ley 37/62 «los establecimientos destinados a proporcionar una asistencia médico
clínica, sin perjuicio de que pueda realizarse en ellos, además, en la medida que se estime con-
veniente, medicina preventiva y de recuperación, y tratamiento ambulatorio».
La Organización Mundial de la Salud define al Hospital como «Una parte integrante de
la organización médico-social, cuya misión consiste en proporcionar una asistencia médico
sanitaria completa, tanto curativa como preventiva, y cuyos servicios externos irradian hasta
el ámbito familiar; el Hospital es también un Centro de formación de personal sanitario y de
62 investigación médico-social».
NOCIONES BÁSICAS DE LAS ASISTENCIA SANITARIA II [[[[\
Según la LGS (art. 65) el Hospital es el establecimiento encargado tanto del internamiento
clínico como de la asistencia especializada y complementaria que requiera su zona de influen-
cia. En ellos se desarrollarán, además de las tareas estrictamente asistenciales, funciones de
promoción de la salud, prevención de enfermedades e investigación y docencia, complemen-
tando las actividades de la Red de Atención Primaria (art. 68).
Cada Área de salud estará vinculada o dispondrá de al menos de un hospital general con
los servicios que aconseje la población a asistir, la estructura de ésta y los problemas de salud.
En todo caso se establecerán medidas adecuadas para garantizar la interrelación entre los
diferentes niveles asistenciales.
En definitiva, el Hospital, junto a sus correspondientes Centros de especialidades, consti-
tuye la estructura sanitaria responsable de la Atención Especializada programada y urgente,
tanto en régimen de internamiento, como ambulatorio y domiciliario de la población de su
ámbito territorial, desarrollando, además, funciones de promoción de la salud, prevención de
la enfermedad, curación, rehabilitación y docencia e investigación, en coordinación con la
Atención Primaria.
3.3.2. Clasificación
– Ya se ha indicado que la Orden Ministerial de 7 de julio de 1972, actualmente derogada
en lo referente a los Hospitales, distinguía:
a) Por razón de su ámbito:
* Ciudades Sanitarias, complejos con varios Hospitales: una Residencia General
y otros Especiales, de ámbito regional.
* Residencias Sanitarias con servicios Regionales: Hospitales generales con al-
gunos o más servicios de carácter regional.
* Residencias Sanitarias Provinciales: Hospitales generales básicos de ámbito
provincial.
* Residencias Sanitarias Comarcales: Hospitales locales básicos de ámbito co-
marcal.
b) Por razón del destino asistencial:
* Residencias Generales: con oferta de especialidades médicas básicas.
* Hospitales Especiales: con determinadas especialidades o acciones terapéuti-
cas concretas.
– La Ley 37/62 cataloga a los hospitales, en razón a los siguientes motivos:
a) Por sus funciones: hospitales generales y especiales.
b) Por su ámbito: hospitales nacionales, regionales, provinciales y locales;
c) Por su nivel asistencial se tendrán en cuenta las exigencias de una hospitalización
adecuada, atendidas las características del local, instalación, personal y material;
d) Por su carácter patrimonial según sea el Organismo, la Entidad o persona a quien
corresponda o pertenezcan.
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NOCIONES BÁSICAS DE LAS ASISTENCIA SANITARIA II [[[[\
.../...
CLÍNICA LOS NARANJOS, S.A. CLIDEBA
Enrique Segura Otaño, 12 Eladio Salinero de los Santos, 6
06004 - BADAJOZ 06011 - BADAJOZ
Tlf.: 924235000/Fax: 924243920 Tlf.: 924257762/Fax: 924257029
Finalidad Asistencial: General Finalidad Asistencial: General
.../...
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.../...
CLÍNICA DE MEDICINA Y CIRUGÍA SOQUIMEX IBÉRICA DE DIAGNÓSTICO Y CIRUGÍA, S.A.
Avda. Jose Antonio, 22 (H.STA.JUSTA-RECOLETAS) - Concepción, 24
10600 - PLASENCIA - CÁCERES 06700 - VILLANUEVA DE LA SERENA - BADAJOZ
Tlf.: 927418484/Fax: 927418484 Tlf.: 924840746/Fax: 924845690
Finalidad Asistencial: General Finalidad Asistencial: Quirúrgico
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La atención al usuario
de las Instituciones
Sanitarias
5. Empatía: ofrecer acceso fácil para el ciudadano; entender sus necesidades; mantener
una comunicación constante en un lenguaje claro y sencillo.
En primer lugar, el profesional debe centrarse en el factor más importante para el ciudada-
no: el cumplimiento. Todos solicitamos servicios con la finalidad de recibirlos a tiempo y en
la forma correcta.
En opinión del ciudadano, atención y servicio no es lo mismo, como se demuestra en esta
analogía, enfocarnos en mejorar la atención al público o la imagen de los elementos tangibles
(modernizar las instalaciones, uniformar al personal, etc.) no nos ayuda a que el ciudadano
perciba un servicio de calidad si no hay cumplimiento de ejecución del servicio.
Aunque cumplir los objetivos del servicio debe ser la regla en todas las organizaciones,
más de la mitad de las quejas y problemas que experimentan los ciudadanos se derivan del
incumplimiento de los mismos.
Atención y servicio no son lo mismo; el ciudadano evalúa un servicio con base en los
cinco factores mencionados anteriormente y, de entre estos, el cumplimiento es el más impor-
tante, pues representa más de la mitad de la evaluación.
Por eso, enfocarse en el cumplimiento permitirá a la Institución Sanitaria mejorar inicial-
mente el servicio y su usuario quedará satisfecho.
Los factores para lograr que una estrategia de relaciones con el usuario sea exitosa son los
siguientes:
1. La gestión de relaciones con el ciudadano debe de ser lo más eficaz posible.
2. Se debe definir hasta dónde se desea llegar en la atención al público.
3. Siempre hay que recordar que el ciudadano desea negociar con quien le conozca, que
comprenda lo que necesita y que satisfaga sus necesidades. Gestionar la relación con
él significa asegurarse de disponer de la información para realizarla.
4. Las mejores herramientas no son necesariamente las de más alta tecnología. Son
aquellas que permiten recopilar y preservar información para la organización y para el
ciudadano.
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\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
4. Derecho a ser tratado con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios al
servicio de la Administración.
5. Derecho a conocer, en cualquier momento, el estado de la tramitación de los procedi-
mientos en los que tenga la condición de interesado, y a obtener copias de los docu-
mentos contenidos en ellos.
6. Derecho a obtener copia sellada de los documentos que presente, a la devolución de
los documentos originales y a no presentar documentos no exigidos por las normas o
que ya se encuentren en poder de la Administración.
7. Derecho a formular alegaciones y a aportar documentos, en los términos legalmente
establecidos, que deberán ser tenidos en cuenta por la Administración al resolver.
8. Derecho a que la Administración dicte resolución expresa ante sus peticiones, solicitu-
des o reclamaciones, y a que le notifique dicha resolución en los términos establecidos
legalmente.
9. Derecho a acceder a los archivos y registros de la Administración, con los límites legal-
mente establecidos.
10. Derecho a presentar sugerencias y quejas en relación con el funcionamiento de los
servicios públicos y los órganos y unidades de la Administración.
Además, los rasgos de personalidad, junto con otros factores “ambientales” (características
educativas, económicas, sociales, etc.), determinarán las motivaciones que llevan al usuario a
requerir un servicio.
Tradicionalmente se han distinguido los siguientes tipos de usuarios más habituales:
– Usuario prepotente. Cree saberlo todo y es dominante. La actitud correcta respecto al mis-
mo será: no discutir, demostrarle interés por sus asuntos, y pedirle su consejo y su opinión.
– Usuario desconfiado. Duda de todos y de todo, rechaza hasta los argumentos más ló-
gicos y es susceptible. La actitud correcta respecto al mismo será: no contradecirle, res-
petar sus ideas, buscar puntos comunes y no afirmar nada que no podamos demostrar.
– Usuario discrepador. Quiere discutir, no importa sobre qué cosa. Es polémico y agre-
sivo. Buscará algún punto discordante, el que sea, para generar polémica. La actitud
correcta respecto al mismo será: con educación y respeto no polemizar, dar servicio
prescindiendo de sus provocaciones y argumentar a partir de sus propias palabras.
– Usuario indeciso. Nunca está seguro. No sabe lo que le conviene. Se decide y retrocede.
Impreciso en sus argumentos. La actitud correcta respecto al mismo será: darle argumentos
aclaratorios y tomar la decisión por él, poniendo las ventajas de una opción sobre la otra.
– Usuario agresivo. Hay situaciones donde los pacientes o sus familiares pierden la cal-
ma ante una situación límite relacionada con su enfermedad. La actitud correcta res-
pecto al mismo será: intentarlo calmar, escuchándole, transmitiéndole comprensión y
razonándole la situación.
Como vemos, las tipologías aquí recogidas reflejan bastante bien lo que nos podemos
encontrar cuando atendemos a un usuario. Lógicamente existirán muchas más, y la princi-
pal misión del celador será identificar las principales pautas de su comportamiento, sus mo-
tivaciones y necesidades, y así adaptar su comportamiento para atenderle de la manera más
satisfactoria.
pañero. El primero deberá asegurarse con absoluta certeza que ha sido correcta su
orientación, y el segundo, debe atender con suma cortesía al usuario, de manera que
perciba un mismo nivel de atención en ambos, sin fisuras.
– Necesidad de sentirse cómodo, de estar bien instalado. La sensación de bienestar provie-
ne de un conjunto de elementos: local, mobiliario, materiales, temperatura, espacio, luz
y sobre todo de la limpieza y orden que encuentre.
Para cubrir adecuadamente las necesidades de atención al usuario, debemos atenderle
transmitiendo:
– Seguridad: emitiendo confianza sobre el servicio que ofrecemos y en lo que decimos
sobre el mismo.
– Eficacia: trabajando rápido y bien.
– Amabilidad: tratando con agrado al usuario y siendo considerados.
– Cortesía: siendo respetuosos y educados.
– Discreción: en el manejo de la información interna y de los usuarios.
– Profesionalidad: asesorando con honestidad a los ciudadanos y conociendo con detalle
el servicio.
En general se usarán fórmulas sociales de cortesía habituales en nuestra cultura, tanto en
la comunicación oral como en la escrita, siendo absolutamente respetuosos.
Uno de los puntos principales de la atención al público es el de las relaciones con el usua-
rio satisfecho o insatisfecho.
El usuario satisfecho es aquel que encuentra el servicio que necesita y ha sido atendido
de la forma que esperaba. Los usuarios satisfechos, sobre todo los asiduos, comentan a sus
conocidos el servicio recibido, e incluso animan a otros a visitar el organismo. Un usuario sa-
tisfecho es el mejor indicador de calidad que existe, ya que publicita el buen servicio de forma
desinteresada.
Pero hay que tener en cuenta el lado contrario, pues un ciudadano que considere que se le
ha atendido mal, por muy bueno que sea el servicio que ofrecemos, no hablará bien de nues-
tro departamento, y seguramente dará malas referencias de nosotros a la gente de su entorno.
Es de suma importancia proporcionar una buena atención y servicio a los usuarios, solucio-
nando todas sus quejas y objeciones a fin de evitar su insatisfacción.
Por otra parte, el comportamiento del celador ha de ser el de un profesional, y esto implica
respetar la regla de oro de la organización de calidad:
Las autoridades y profesionales tienen el deber general de tratar con respeto y deferencia
a los ciudadanos, facilitándoles la atención precisa para el ejercicio de sus derechos y el cum-
plimiento de sus obligaciones.
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\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Emisor Receptor
aprovechamiento (tenga utilidad), equilibrio (no lo discrimine de otros), moderación (la es-
trictamente necesaria y lo más concisa posible), difusión (llegue a otros) y evaluación (revisar
y perfeccionar con el fin de mejorar).
También es importante mantener una relación de confianza con los pacientes, respetando
su intimidad, para que la comunicación sea fluida y sincera. Es importante animar, fomentar y
favorecer las relaciones sociales para que realice actividades que le mantengan ocupado.
El proceso de comunicación utiliza el modelo de comunicación de Shannon y Weaver basa-
do en la “teoría de los códigos”. Existiendo dos tipos de códigos:
– Código lingüístico: aquel que utiliza letras o grafos (para formar lexemas).
– Código no lingüístico: el que no utiliza grafos. Puede ser:
* Código no lingüístico visual: aquel que se utiliza en las señales, carteles, etc. (mediante
dibujos, fotografías, etc.) o el que se hace mediante gestos y signos (código semió-
tico). Para captar el mensaje, el receptor debe ver la señal que el emisor le envía. No
debemos confundir ver con leer. Si bien es cierto que el código lingüístico escrito
también hay que verlo, más cierto es que no sólo basta con eso, sino que también hay
que saber leer y conocer el idioma para entender el mensaje. En cambio, cuando nos
comunicamos con el código no lingüístico visual, sólo basta con ver.
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LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
1.2.3. Actitudes
La actitud es una disposición estable de la personalidad para reaccionar ante ciertas situa-
ciones mediante conductas sistemáticas y uniformes.
Otros autores definen la actitud como una forma organizada y duradera de pensar, sentir y
reaccionar hacia un objeto, situación o persona. Teniendo en cuenta lo anterior, se establecen
tres aspectos a considerar en las actitudes:
– Objeto: es todo aquello frente a lo cual el sujeto puede reaccionar (personas, objetos,
situaciones, etc.).
– Dirección: las actitudes se relacionan con el estado afectivo de la persona y pueden
oscilar entre una aceptación total o un rechazo total, pasando por todas las situaciones
intermedias posibles.
– Intensidad: las actitudes varían según la fuerza o intensidad con que se vive el fenómeno. 81
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
– El celador debe ser consciente de que su actitud general, forma de presentación ante
los pacientes y/o familiares, aspecto físico y forma de vestir, expresión corporal y mí-
mica influyen de manera favorable o desfavorable en la comunicación con el paciente.
Manifestar una actitud positiva.
– Los familiares y el paciente no deben percibir, en ningún caso, en los celadores desin-
terés por su situación, bien sea porque se trata de un proceso habitual, por prisas, falta
de empatía, etc.
– El celador debe evitar emitir cualquier juicio de valor u opinión sobre el proceso del
enfermo, tanto al propio enfermo como a la familia. Tiene que ofrecer soluciones no
nuevos problemas.
– El tono de voz debe adecuarse a cada paciente y circunstancia y las expresiones cor-
porales y mímicas deben ser mínimas, ya que se trata de un lenguaje ambiguo, poco
preciso y susceptible de valoraciones muy subjetivas.
– Descubrir la importancia que tiene entender al paciente como persona teniendo en
cuenta sus necesidades (fisiológicas, de autorrealización, religiosas y culturales, de au-
toestima, de afecto, etc.).
– Adecuarse, en la medida de lo posible, al tipo de paciente (quirúrgico, psiquiátrico, geriátrico,
pediátrico, etc.), teniendo en cuenta la clase y características de la enfermedad que padece.
Por parte del paciente y los familiares:
– Deben conocer la carta de derechos y deberes del paciente, ya que tienen derecho a
recibir cuanta información deseen sobre aspectos de las actividades asistenciales que
afectan a su proceso de tratamiento y situación personal.
– Los familiares deben conocer las horas de atención que el hospital tiene establecidas
para poder hablar con el médico responsable.
Las relaciones interpersonales son deficientes cuando producen: frustración (no se consi-
gue lo que se esperaba), ansiedad (produce inquietud, zozobra, agitación), enojo (origina ira
contra alguien), agresividad (provoca respuesta violenta, desproporcionada), actitud negativa
(provoca repulsa) y deserción (provoca desamparo o abandono).
El enfermo, casi siempre, se encuentra deprimido por los problemas que la enfermedad
acarrea a su familia y para esta es un momento muy difícil, la preocupación por su estado de
salud, por saber cuándo recibirá los primeros cuidados, quién va a ocuparse de él, etc.; en estas
circunstancias, enfermo y familiares se hacen más susceptibles y detectan con mayor facilidad
los pequeños detalles; una desatención por parte del celador al entrar en el hospital es sufi-
ciente para crear un estado de desánimo. 87
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
88
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
2. Respecto del tiempo de vigencia del secreto, se debe tener presente que ni la muerte
del enfermo descarga al profesional de la obligación contraída.
3. Respecto del tipo de actuación profesional comprende cualquier acto profesional por
el que se accede a la información que se ha de guardar en secreto; por lo que resultan
afectados los actos no asistenciales tales como las actuaciones periciales, de inspec-
ción, de investigación, docencia, etc.
2.1.2. Naturaleza
Se trata de un secreto confiado mediante el cual el profesional se obliga a mantener ocul-
tas todas aquellas confidencias que reciba en el ejercicio de su profesión.
El secreto profesional tiene una condición moral y otra jurídica.
– Desde el punto de vista moral, existe el de-
ber de guardar el hecho conocido cuando éste
pueda producir resultados nocivos o injustos
sobre el paciente si se viola el secreto.
– En el ámbito legal existen diversas normas que
imponen al profesional tanto el deber legal de
guardar secreto como el de revelarlo en deter-
minados casos.
2.1.4. Objeto
Son objeto de secreto profesional todas las circunstancias y situaciones conocidas por el
profesional en el ejercicio de sus funciones: todo aquello que el paciente le haya confiado, lo
que haya visto, haya deducido y toda la documentación producida en su ejercicio profesional,
y procurará ser tan discreto que ni directa ni indirectamente nada pueda ser descubierto.
En el caso de los celadores están comprendidas en el secreto profesional; las enfermeda-
des y demás circunstancias conocidas durante la realización de las actividades propias de su
curso (traslado de documentos, etc.) o por manifestación espontánea o provocada del pacien-
te y cuya divulgación pueda ocasionar perjuicio al paciente o a su familia.
Se incluyen además de los datos sobre salud y enfermedad del paciente todos los datos
que se conocen por causa del trabajo realizado con o sin autorización y consentimiento del
paciente, todas las confidencias que proceden o deriven del entorno del paciente y cualquier
otra circunstancia sobre la que éste desee guardar el secreto, aunque su conocimiento no
parezca que pueda acarrear daños objetivos.
Artículo 197.
(...)
2. Las mismas penas [prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses] se
impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en perjuicio de tercero,
datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros
o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o re-
gistro público o privado. Iguales penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por
cualquier medio a los mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos
o de un tercero.
(...)
5. Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a datos
de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen racial o vida
sexual, o la víctima fuere un menor de edad o un incapaz, se impondrán las penas previstas
en su mitad superior.
Artículo 199.
1. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o
sus relaciones laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de
seis a doce meses.
2. El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva, divulgue los se-
cretos de otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, multa de doce
a veinticuatro meses e inhabilitación especial para dicha profesión por tiempo de dos a seis años.
También es posible quebrar el secreto debido a la empresa.
Artículo 200.
Lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere datos re-
servados de personas jurídicas sin el consentimiento de sus representantes, salvo lo dispuesto
en otros preceptos de este Código.
– Cuando reconozca a un cadáver que se sospeche que ha podido morir como conse-
cuencia de algún acto delictivo.
– Los casos de mala praxis, aunque esta denuncia es inusual dado el corporativismo exis-
tente en ciertas profesiones.
2.2.2. Antecedentes
– Aunque en la literatura científica médica el concepto “Informed Consent” es citado en
nueve ocasiones entre 1930 y 1956, fue utilizado como tal por vez primera en la le-
gislación en 1957 en un recurso judicial en California. Varias sentencias posteriores en
Estados Unidos hicieron que el Consentimiento Informado se convirtiera en un dere-
cho de los pacientes y un deber de los médicos.
– En España, ya en 1972, el Reglamento General de Gobierno y Servicio de las Instituciones
Sanitarias de la Seguridad Social establecía que los enfermos tenían derecho a autori-
zar –directamente o a través de sus allegados– las intervenciones quirúrgicas y actua-
ciones terapéuticas que implicaran riesgo notorio previsible, así como a ser advertidos
de su gravedad.
– En 1976, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó un documento en
el que se hacía un llamamiento a los Estados miembros para que tomaran medidas
de forma que los pacientes estuvieran completamente informados, y recomendaba
la armonización de los derechos de los pacientes, entre ellos el derecho básico del
Consentimiento Informado.
– Pero es con la Constitución de 1978, cuando en España el concepto de consentimiento
informado comienza a tener auténtico sentido e importancia, a partir de la defensa que
en ella se hace del libre desarrollo de la personalidad sobre la base de la libertad, y del
reconocimiento, en su artículo 43, del derecho a la protección de la salud.
– En 1986, el Instituto Nacional de la Salud puso en marcha un plan de humanización de
la atención sanitaria, con la implantación de una Carta de Derechos de los Pacientes.
– Basándose en los principios recogidos en la Carta Magna, la Ley 14/1986, General de
Sanidad, reconoce para todos el derecho al consentimiento y a la información en los
apartados 5 y 6 del artículo 10.
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\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
2.2.3. Concepto
A lo largo de su corta historia el Consentimiento Informado ha sido definido de múltiples
formas:
1. El “Manual de Ética” de 1984 de la Asociación Médica Americana dice que el
Consentimiento Informado consiste en “la explicación, a un paciente atento y mental-
mente competente, de la naturaleza de la enfermedad, así como del balance entre los efec-
tos de la misma y los riesgos y beneficios de los procedimientos terapéuticos recomendados,
para a continuación solicitarle su consentimiento para ser sometido a esos procedimientos.
La presentación de la información al paciente debe ser comprensible y no sesgada; la cola-
boración del paciente debe ser conseguida sin coerción; el médico no debe sacar partido de
su potencial dominancia psicológica sobre el paciente”. En nuestra opinión, todo lo referi-
do en la definición anterior debe aplicarse también a los procedimientos diagnósticos.
2. Hoy es comúnmente aceptado que el consentimiento informado es un proceso gradual
y verbal en el seno de la relación médico-paciente, en virtud del cual, el paciente acepta,
o no, someterse a un procedimiento diagnóstico o terapéutico, después de que el médico
le haya informado en calidad y cantidad suficientes sobre la naturaleza, los riesgos y be-
neficios que el mismo conlleva, así como sus posibles alternativas. El formulario escrito
de consentimiento representa el soporte documental que verifica que el paciente ha
recibido y entendido la información facilitada por el médico.
4. La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, de Autonomía del paciente, define el consen-
timiento informado como la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente,
manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir la información adecuada,
para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud (art. 3).
5. En consecuencia, se entiende por consentimiento informado el que presta el paciente
para que se lleven a cabo en su persona determinadas terapias o intervenciones no exentas
de ciertos riesgos para su vida, una vez que se le ha suministrado la información adecuada
y la necesidad y el riesgo de aquéllas.
buscando el bien del otro, por el que el médico, siguiendo su exclusivo criterio personal, era
quien decidía por el paciente. La creciente complejidad de la estructura sanitaria, los avances
en la tecnología sanitaria, el número de nuevas técnicas sanitarias, la aparición de nuevas y
complejas enfermedades, junto con el reconocimiento de que el paciente no sólo es un pa-
ciente sino una persona con unos derechos y libertades fundamentales (y unas emociones,
sentimientos, pensamientos, valores y deseos propios), han provocado un salto a un nuevo
tipo de relación médico-paciente, basado fundamentalmente en la autonomía y en la capa-
cidad de decisión del paciente.
Los fundamentos éticos se estructuran hoy en dos niveles:
1. El primero es de obligado cumplimiento, cuyos contenidos suelen estar recogidos en
las leyes de los países democráticos y hacen referencia a:
– La no maleficencia (principio que exige que todas las personas sean tratadas con el
mismo respeto y consideración en los órdenes físico y psíquico).
– A la justicia (que exige que todas las personas sean tratadas con el mismo respeto
y consideración en el orden social).
2. El segundo nivel no es de obligado cumplimiento si la ley no lo menciona explícita-
mente, pero constituye un objetivo al que los profesionales de la salud, como personas
civilizadas, deben tender, y está relacionado:
– Con la beneficencia (que supone la obligación de hacer el bien tal y como cada uno
lo entiende, procurando siempre minimizar los riesgos previsibles).
– Con la autonomía (que defiende la necesidad de considerar a todos los seres hu-
manos capaces de tomar decisiones por sí mismos en relación con todo lo que afec-
ta a su modo de vida).
Por resumirlo, podemos afirmar que los profesionales sanitarios tienen el deber ético de:
– Evitar el mal.
– Actuar con justicia y sin discriminación.
– Buscar el bien de los pacientes.
– Respetar su autonomía, su voluntad y sus decisiones.
97
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
.../...
Regla general
– El consentimiento informado se desarrolla en el Capítulo IV, dentro del respeto a la auto-
nomía del paciente, en los siguientes términos: “toda actuación en el ámbito de la salud de
un paciente necesita el consentimiento libre y voluntario del afectado, una vez que, recibida la
información comprensible y adecuada a sus necesidades, haya valorado las opciones propias
del caso” (art. 8.1). “El paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, después de recibir
la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles” (art. 2.3.).
– Como regla general el consentimiento será verbal. Sin embargo, se prestará por escrito
en los casos siguientes: intervención quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéu-
ticos invasores y, en general, aplicación de procedimientos que suponen riesgos o incon-
venientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud del paciente.
– Todo paciente o usuario tiene derecho a ser advertido sobre la posibilidad de utilizar
los procedimientos de pronóstico, diagnóstico y terapéuticos que se le apliquen en
un proyecto docente o de investigación, que en ningún caso podrá comportar riesgo
adicional para su salud.
– El paciente puede revocar libremente por escrito su consentimiento en cualquier momento.
La renuncia del paciente a recibir información está limitada por el interés de la salud del
propio paciente, de terceros, de la colectividad y por las exigencias terapéuticas del caso.
b) Actuación en el paciente sin su consentimiento
Existen determinados casos en los que los facultativos pueden llevar a cabo las inter-
venciones clínicas indispensables en favor de la salud del paciente, sin necesidad de
contar con su consentimiento:
– Cuando existe riesgo para la Salud Pública a causa de razones sanitarias estableci-
das por la Ley. En todo caso, una vez adoptadas las medidas pertinentes, de confor-
midad con lo establecido en la Ley Orgánica 3/1986, se comunicarán a la autoridad
judicial en el plazo máximo de 24 horas siempre que dispongan el internamiento
obligatorio de personas.
– Cuando existe riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del
enfermo y no es posible conseguir su autorización, consultando, cuando las cir-
cunstancias lo permitan, a sus familiares o a las personas vinculadas de hecho a él.
c) Actuación en el paciente con el consentimiento de su representante
Se otorgará el consentimiento por representación en los siguientes supuestos:
– Cuando el paciente no sea capaz de tomar decisiones, a criterio del médico responsa-
ble de la asistencia, o su estado físico o psíquico no le permita hacerse cargo de su
situación. Si el paciente carece de representante legal, el consentimiento lo presta-
rán las personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho.
– Cuando el paciente esté incapacitado legalmente.
– Cuando el paciente menor de edad no sea capaz intelectual ni emocionalmente de
comprender el alcance de la intervención. En este caso, el consentimiento lo dará
el representante legal del menor después de haber escuchado su opinión si tiene
doce años cumplidos. Cuando se trate de menores no incapaces ni incapacitados,
pero emancipados o con dieciséis años cumplidos, no cabe prestar el consenti-
miento por representación. Sin embargo, en caso de actuación de grave riesgo, se-
gún el criterio del facultativo, los padres serán informados y su opinión será tenida
en cuenta para la toma de la decisión correspondiente.
La práctica de ensayos clínicos y de técnicas de reproducción humana asistida se rige por
lo establecido con carácter general sobre la mayoría de edad y por las disposiciones especia-
les de aplicación (modificación aportada por la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud
sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo).
La prestación del consentimiento por representación será adecuada a las circunstancias y
proporcionada a las necesidades que haya que atender, siempre en favor del paciente y con
respeto a su dignidad personal. El paciente participará en la medida de lo posible en la toma
de decisiones a lo largo del proceso sanitario.
Si el paciente es una persona con discapacidad, se le ofrecerán las medidas de apoyo per-
tinentes, incluida la información en formatos adecuados, siguiendo las reglas marcadas por
el principio del diseño para todos de manera que resulten accesibles y comprensibles a las
personas con discapacidad, para favorecer que pueda prestar por sí su consentimiento.
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LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
Instrucciones previas
La Ley reconoce el derecho a que se respeten los deseos expresados anteriormente en el do-
cumento de instrucciones previas: “Por el documento de instrucciones previas, una persona
mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que ésta
se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de
expresarlos personalmente, sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el
fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo” (art. 11).
Regla general
– Una intervención en el ámbito de la sanidad sólo podrá efectuarse después de que la
persona afectada haya dado su libre e informado consentimiento.
– Dicha persona deberá recibir previamente una información adecuada acerca de la finali-
dad y la naturaleza de la intervención, así como sobre sus riesgos y consecuencias.
– En cualquier momento la persona afectada podrá retirar libremente su consentimiento.
Situaciones de urgencia
Cuando, debido a una situación de urgencia, no pueda obtenerse el consentimiento ade-
cuado, podrá procederse inmediatamente a cualquier intervención indispensable desde el
102 punto de vista médico a favor de la salud de la persona afectada.
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
103
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
2.2.7.1. Preámbulo
En esta parte figuran el nombre o nombres de las personas que son informadas y deben
consentir, así como el del facultativo responsable, los testigos y representantes, en su caso.
2.2.7.2. Cuerpo
Recoge la información que suministra al usuario. Esta variará según el acto médico, la in-
tervención el procedimiento, etc., de que se trate. En todo caso la información debe ser «ade-
cuada» (art. 2.2. Ley 41/2002) y comprender «como mínimo la finalidad y la naturaleza de cada
intervención, sus riesgos y sus consecuencias» (art. 4.1.).
A título de ejemplo se expone el contenido de la información a transmitir en el caso de una
intervención quirúrgica o técnica exploratoria:
– Técnica quirúrgica a seguir o procedimiento exploratorio que va a llevarse a efecto.
– Riesgos o peligros que conlleva la intervención quirúrgica o exploratoria, enumerando
los más frecuentes y los más importantes: si la muerte estuviera entre ellos, sería preci-
so indicar su incidencia.
106
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
2.2.7.3. Aceptación
Recoge la manifestación de conformidad del usuario de acogerse a la intervención o el
procedimiento, debiendo suscribirla con su firma o la de su representante.
En esta parte el usuario manifiesta que ha sido informado por el facultativo, que ha enten-
dido lo que ha dicho y que consiente en acogerse a la actuación médica propuesta.
También firmarán el facultativo y los testigos o representantes que, en su caso, proceda.
Tal y como establecen distintas leyes autonómicas, el documento formulario de consen-
timiento informado debe contener, además de la información del procedimiento diagnóstico
o terapéutico, los siguientes datos mínimos:
– Identificación del centro.
– Identificación del procedimiento.
– Identificación del paciente, representante legal, familiar o allegado que presta el
consentimiento.
– Identificación del médico que informa.
– Consentimiento del paciente o del familiar, allegado o representante legal que autoriza.
– Declaración del paciente de que conoce que el consentimiento puede ser revocado en
cualquier momento sin expresión de la causa de la revocación.
– Lugar y fecha.
– Firmas del médico y persona que presta el consentimiento.
– Apartado para la revocación del consentimiento.
107
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Sin embargo, el derecho a la información, como derecho del ciudadano cuando demanda
la atención sanitaria, ha sido objeto de diversas matizaciones y ampliaciones por Leyes y dis-
posiciones de distinto tipo y rango, que pusieron de manifiesto la necesidad de una reforma y
actualización de la normativa contenida en la LGS.
En este sentido, la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de
Carácter Personal, califica los datos relativos a la salud de los ciudadanos como datos espe-
cialmente protegidos, estableciendo un régimen singularmente riguroso para su obtención,
custodia y eventual cesión.
La defensa de la confidencialidad queda patente en la Directiva comunitaria 95/46, de 24
de octubre, que defiende los derechos y libertades de los ciudadanos europeos, y en especial
el derecho a la intimidad relativa a la información relacionada con la salud, y apunta la presen-
cia de otros intereses generales (como los estudios epidemiológicos, las situaciones de riesgo
grave para la salud de la colectividad, la investigación y los ensayos clínicos) que, si quedaban
incluidos en una norma nacional con rango de Ley, podrían incluso justificar una excepción
motivada a los derechos del paciente.
La Directiva comunitaria 95/46, de 24 de octubre, apunta una concepción comunitaria del
derecho a la salud, en la que, junto con el interés singular de cada individuo, como destina-
tario por excelencia de la información relativa a la salud, aparecen también otros agentes y
bienes jurídicos relativos a la salud pública, dignos de protección.
Por tanto, el transcurso del tiempo y sobre todo la intervención de diversas
Organizaciones Mundiales, de la Unión Europea y del Consejo de Europa, exigían una
adaptación de la Ley General de Sanidad con el objetivo de aclarar la situación jurídica
y los derechos y obligaciones de los profesionales sanitarios, de los ciudadanos y de las
instituciones sanitarias.
En este marco se aprueba la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la
autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documen-
tación clínica –en adelante, Ley 41/2002–, que trata de ofrecer en el terreno de la información
y la documentación clínica las mismas garantías a todos los ciudadanos del Estado, fortale-
ciendo con ello el derecho a la protección de la salud que reconoce la CE.
Por su parte, y en desarrollo de la Ley 41/2002, la Comunidad Autónoma de Extremadura
de acuerdo con el contenido del artículo 8.4 de su Estatuto de Autonomía, aprobó la Ley
3/2005, de 8 de julio, de Información Sanitaria y Autonomía del Paciente. Esta Ley surgió de la
necesidad de elaborar una norma con rango de Ley que:
– Proporcione una clara definición de los derechos y obligaciones de los ciudada-
nos, usuarios y profesionales, así como de los centros, establecimientos y servicios
sanitarios de la Comunidad Autónoma de Extremadura en materia de información
concerniente a la salud, documentación clínica y autonomía de la voluntad del
paciente.
– Actualice y complete la regulación contenida en la Ley 10/2001, de 28 de junio, de
Salud de Extremadura sobre esta materia, extendiendo su ámbito de aplicación a to-
dos los centros, establecimientos y servicios sanitarios de la Comunidad Autónoma de
Extremadura, tanto públicos como privados, y regulando aspectos no recogidos en la
legislación autonómica existente.
112
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
Por su parte, el Capítulo III está dedicado al consentimiento informado, entendido como
un proceso de comunicación e información que se desarrolla en el seno de la relación sa-
nitario/paciente; proceso que culmina con la aceptación o negación por parte del paciente
competente de un procedimiento diagnóstico o terapéutico, después de conocer los riesgos,
beneficios y alternativas, para poder implicarse libremente en la decisión.
El Título V recoge las garantías necesarias para el adecuado respeto de los derechos relati-
vos a la documentación sanitaria por parte de los centros, establecimientos y servicios sanita-
rios, destacando la importancia de la historia clínica como elemento central en el ámbito de
la documentación sanitaria.
Se introduce un Título VI, en el que se prevé la creación, con objeto de dilucidar aspectos
de carácter ético relacionados con la atención sanitaria, de un Consejo Asesor de Bioética de
ámbito autonómico y Comités de Ética Asistencial, de carácter consultivo e interdisciplinar, y
cuya composición y funciones serán establecidas reglamentariamente.
Asimismo, el Título VI prevé la creación del Comité Ético de Investigación Clínica Autonómico
y sus correspondientes Comités Locales, con el fin de ponderar los aspectos metodológicos,
éticos y legales de los ensayos clínicos y estudios post-autorización para medicamentos de
uso humano, que se vayan a realizar en Extremadura.
Finalmente, el Título VII regula el régimen sancionador aplicable en caso de incumplimien-
to de lo dispuesto en la norma.
En la parte final, se recogen diversas previsiones que, por razones de técnica legislativa, no
se consideran susceptibles de inclusión en los títulos anteriormente aludidos, teniendo espe-
cial relevancia las referidas en materia de historias clínicas en el régimen transitorio previsto.
Recordemos que la Ley 41/2002 tiene la condición de básica, de conformidad con lo esta-
blecido en:
– El art. 149.1.1 de la CE, que dispone que el Estado tiene competencias exclusivas sobre la
regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españo-
les en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales.
– El art. 149.1.16 de la CE, que dispone que el Estado tiene competencias exclusivas sobre las
bases y coordinación general de la sanidad (disposición adicional primera de la Ley 41/2002).
La Ley 41/2002 tiene por finalidad completar las previsiones de la LGS, reforzando el derecho
a la autonomía del paciente de acuerdo con el criterio establecido en el Convenio de Oviedo.
En todo caso, el Estado y las Comunidades Autónomas –en adelante, CC AA– adoptarán,
en el ámbito de sus respectivas competencias, las medidas necesarias para la efectividad de la
Ley 41/2002 (disposición adicional primera de la Ley 41/2002).
Asimismo, el Estado y las CC AA, dentro del ámbito de sus respectivas competencias, dictarán
las disposiciones precisas para garantizar a los pacientes o usuarios con necesidades especiales,
asociadas a la discapacidad, los derechos en materia de autonomía, información y documenta-
ción clínica regulados en la Ley 41/2002 (disposición adicional cuarta de la Ley 41/2002).
Por otra parte, la información, la documentación y la publicidad relativas a los medicamen-
tos y productos sanitarios, así como el régimen de las recetas y de las órdenes de prescripción
correspondientes, se regularán por su normativa específica, sin perjuicio de la aplicación de
las reglas establecidas en la Ley 41/2002 en cuanto a la prescripción y uso de medicamentos
o productos sanitarios durante los procesos asistenciales (disposición adicional quinta de la
114 Ley 41/2002).
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
Por su parte, la Ley 3/2005, de 8 de julio, de Información Sanitaria y Autonomía del Paciente,
de la Comunidad Autónoma de Extremadura tiene la finalidad de garantizar el derecho a la
protección de la salud con pleno respeto a los derechos fundamentales de información, honor
e intimidad consagrados constitucionalmente y al principio de autonomía de la voluntad del
paciente, en un marco que potencie la participación activa de los ciudadanos, de los profe-
sionales y de las instituciones sanitarias para la consecución de una mejora continua en la
atención sanitaria.
– Paciente: la persona que requiere asistencia sanitaria y está sometida a cuidados profe-
sionales para el mantenimiento o recuperación de su salud.
– Servicio sanitario: la unidad asistencial con organización propia, dotada de los recursos
técnicos y del personal cualificado para llevar a cabo actividades sanitarias.
– Usuario: la persona que utiliza los servicios sanitarios de educación y promoción de la
salud, de prevención de enfermedades y de información sanitaria.
Por tanto, se distingue una doble titularidad del derecho a la información sanitaria:
A) Titularidad originaria
Es la que corresponde al paciente, como dispone, con rotundidad y en términos inequívo-
cos, la proposición primera de la Ley 3/2005, al afirmar que “el titular del derecho a la informa-
ción es el paciente”. Dicha titularidad presenta los caracteres siguientes:
a) Esencial: forma parte del entramado de la relación médico-paciente y se erige en el pre-
supuesto del cual derivan algunos otros derechos del paciente y, particularmente, el de
la prestación de un consentimiento informado, como venía exigiendo la jurisprudencia.
Desde la perspectiva del médico, la información ha sido calificada como “un deber mé-
dico fundamental”, especialmente en supuestos, como el analizado en la STS 31 de julio
de 1996 –operación dirigida a eliminar protusión discal cervical de la que se deriva un
tetraparesia y una tetraplejía espinal dorsal– en los que la operación presentaba un alto
riesgo y en las que, según afirmaciones de la parte recurrente (médico traumatólogo),
estaba estadísticamente acreditado que en un 2% de las operaciones se producía un
resultado negativo.
Y, desde la perspectiva del paciente, ha sido calificado como un “derecho humano
fundamental”.
b) Primaria: es una titularidad anterior incluso a la Ley básica en la materia. En el contexto
de la relación médico-paciente, y aun cuando la Ley otorga sustantividad al derecho a
la información sanitaria, tal derecho, aun sin plasmación positiva, corresponde al pa-
ciente por el solo hecho y desde el mismo momento de requerir asistencia sanitaria,
esto es, simplemente por ser usuario del servicio de la sanidad. En este sentido había
sido reconocido, con anterioridad, en cartas de derechos de pacientes.
c) Originaria: con la autorización, expresa o tácita, del paciente, la información se puede
facilitar a personas vinculadas con el paciente o al representante legal.
d) Limitada: por razones de necesidad terapéutica, se permite al médico la actuación sin
la previa información al paciente, en los supuestos legalmente tasados.
e) Renunciable: en los supuestos en los que el paciente manifiesta y se acoge a su derecho
a no saber, esto es, a no recibir información sanitaria. Sin embargo, la renunciabilidad
al derecho a la información sanitaria también es limitada y existen supuestos en que se
impone ex lege el deber de la información.
Así, por citar algunos ejemplos, a la persona que va a someterse a una operación de tras-
plante de órganos o a una técnica de reproducción asistida, en los que la información previa
aparece como un requisito ineludible de la propia intervención médica.
Esa titularidad originaria se extiende también a los pacientes “en caso de incapacidad”, con
los matices que señalaremos a continuación.
B) Titularidad derivada
Es la que corresponde a personas distintas del paciente. Más precisamente, a las personas
vinculadas con el paciente y al representante legal. A diferencia de la titularidad originaria, el
120 titular de la información no es el propio paciente, sino una persona vinculada con el mismo –
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
por razones familiares, de hecho o simplemente por exigencias legales–, a quien, el legislador,
previa concurrencia de una serie de requisitos, erige en sujeto titular de la información. Se
trata de una titularidad:
a) Delegada: en el supuesto de las personas vinculadas al paciente, éste debe autorizar,
expresa o tácitamente, la información.
b) Complementaria: la existencia de ese otro sujeto (persona vinculada al paciente o re-
presentante legal) no exonera al médico responsable de cumplir su deber de informa-
ción con el paciente, titular originario del derecho a la información asistencial.
c) Compartida: por las mismas razones, la persona vinculada al paciente o el representan-
te legal es cotitular de la información conjuntamente con el paciente.
A su vez, dentro de la titularidad derivada podemos distinguir dos supuestos:
– Supuesto 1.º: las personas vinculadas con el paciente. La vinculación con el paciente se
establece con un doble parámetro: “razones familiares o de hecho” y sin acotar el grado
de proximidad.
– Estas personas vinculadas con el paciente serán titulares del derecho de información bien
cuando exista una autorización, expresa o tácita, del propio paciente, bien cuando, a crite-
rio del médico responsable, el paciente no esté en condiciones de entender la información.
– Supuesto 2.º: el representante legal. Será el titular del derecho a la información, con-
juntamente con el paciente, en el supuesto de incapacidad de éste. El art. 5.3 de la Ley
exige que, en los supuestos de paciente incapaz, la información se trasmita tanto al
propio incapaz cuanto a su representante legal.
El artículo 6 de la Ley 3/2005 contiene una garantía de información institucional cuando
dispone que:
En todos los centros, establecimientos y servicios sanitarios debe asignarse al paciente un
médico, que será su interlocutor principal con el equipo asistencial y, en su caso, un enfermero
o enfermera responsable de coordinar su plan de cuidados, cuya identificación debe darse a
conocer a los destinatarios de la información asistencial.
En el ámbito hospitalario, se deberá procurar que la asignación e identificación del médico
y el enfermero o la enfermera responsables tenga lugar en el menor intervalo de tiempo posi-
ble tras el ingreso del paciente.
En ausencia de estos profesionales responsables asignados, el centro, establecimiento o
servicio sanitario garantizará que otros profesionales del equipo asuman las responsabilida-
des de aquéllos.
El médico responsable del paciente le garantizará el cumplimiento de su derecho a la in-
formación, al igual que los profesionales que le atiendan durante el proceso asistencial o le
apliquen una técnica o un procedimiento concreto, con la debida implicación del enfermero
o la enfermera responsable en cuanto a su proceso de cuidados.
También se prevén en la Ley determinadas excepciones al deber de informar, ya que se
regulan estados de necesidad terapéutica de no informar, al disponer que cuando en los cen-
tros, establecimientos y servicios sanitarios se produzcan casos excepcionales en los que, por
razones objetivas, el conocimiento de su situación por parte de una persona pueda perjudicar
de manera grave a su salud, el médico asignado podrá actuar profesionalmente sin informar 121
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
antes al paciente, debiendo en todo caso informar a su representante legal o a personas vincu-
ladas al paciente por razones familiares o de hecho y dejar constancia razonada en la historia
clínica de la necesidad terapéutica existente.
En función de la evolución de dicha necesidad terapéutica el médico podrá informar de
forma progresiva, debiendo aportar al paciente información completa en la medida en que
aquella necesidad desaparezca.
De igual forma, en situaciones de urgencia vital, o ausencia de personas vinculadas al pa-
ciente por razones familiares o de hecho, el médico podrá adoptar las decisiones más ade-
cuadas y proporcionadas, para actuar en interés del paciente, dejando asimismo constancia
razonada en la historia clínica.
El artículo 9º de la Ley 3/2005 regula aspectos relativos a la Información sanitaria en el ámbito
del Sistema Sanitario Público y de la Sanidad Privada de Extremadura, cuando dispone que:
Los ciudadanos de la Comunidad Autónoma de Extremadura tienen derecho a recibir infor-
mación general referente al Sistema Sanitario Público y de la Sanidad Privada de Extremadura,
así como información específica en las siguientes materias:
a) Programas y acciones del Sistema Sanitario Público y de la Sanidad Privada de
Extremadura en materia de prevención, promoción y protección de la salud.
b) Servicios y unidades asistenciales disponibles, sus características asistenciales, cartera
de servicios y requisitos de acceso.
c) Derechos y deberes de los ciudadanos relativos a la salud.
d) Mecanismos de garantía de calidad implantados en los centros, establecimientos y ser-
vicios sanitarios del Sistema Sanitario Público y de la Sanidad Privada de Extremadura,
e igualmente la información de la evaluación de la calidad de la asistencia prestada en
todos los centros, establecimientos y servicios sanitarios.
A fin de facilitar el derecho regulado en el apartado anterior, todos los centros, esta-
blecimientos y servicios sanitarios del Sistema Sanitario Público y de la Sanidad Privada de
Extremadura deberán disponer de una guía de información al usuario en la que se especifi-
quen sus derechos y deberes, los servicios y prestaciones disponibles, requisitos de acceso a
las mismas, las características asistenciales, las dotaciones de personal, instalaciones y medios
técnicos, así como los procedimientos de reclamaciones y sugerencias.
Asimismo, los centros, servicios y establecimientos sanitarios del Sistema Sanitario Público
y de la Sanidad Privada de Extremadura proporcionarán información a los usuarios relativa a
la libertad de elección de médico, centro y servicio, tanto en la atención primaria como en la
atención especializada, así como sobre el derecho a obtener una segunda opinión médica, en
las condiciones previstas en la normativa específica que en cada caso resulte de aplicación.
La autoridad sanitaria velará por el derecho de los ciudadanos a recibir la información prevista
en este artículo de forma veraz, clara, fiable, actualizada, de calidad y basada en el conocimiento
científico actualizado, que posibilite el ejercicio autónomo y responsable de la facultad de elección
y la participación activa del ciudadano en el mantenimiento o recuperación de su salud.
Así visto, podemos deducir que el contenido del derecho a la información tiene un triple ámbito:
a) Contenido ordinario: “toda la información disponible”, siguiendo en este particular las
directrices del Convenio relativo a los derechos humanos y la biomedicina, de 4 de
122 abril de 1977, que sienta que «toda persona tendrá derecho a conocer toda informa-
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
Respecto al respeto a la autonomía del paciente, dispone la Ley 3/2005 que las actuaciones
de carácter sanitario se someterán, salvo en los casos exceptuados expresamente en la misma,
al principio de autonomía del paciente.
Sobre la base de la adecuada información a que se refiere la Ley 3/2005, todos los centros,
servicios y establecimientos sanitarios incluidos en su ámbito de aplicación deben respetar las
decisiones adoptadas por las personas sobre su propia salud y sobre las actuaciones dirigidas
a la promoción, prevención, asistencia y rehabilitación de ésta.
El respeto a las decisiones a que se refiere el párrafo anterior lleva aparejado el favoreci-
miento y respeto de los derechos relativos a la libertad para elegir de forma autónoma entre
las distintas opciones que presente el profesional responsable, para negarse a recibir un pro-
cedimiento de diagnóstico, pronóstico o terapéutico, así como para poder en todo momento
revocar una anterior decisión sobre su propia salud.
Además de lo dispuesto en el apartado anterior, el principio de autonomía alcanza su
máxima expresión, en la presente Ley, a través de:
a) La expresión anticipada de voluntades.
b) El consentimiento informado.
Las decisiones de los menores no emancipados sobre su propia salud, determinadas por
su competencia intelectual y emocional para comprender el alcance de las intervenciones
sobre su salud, deberán ser respetadas en los términos previstos en la legislación vigente.
Los centros, establecimientos y servicios sanitarios respetarán las decisiones de los pacien-
tes sobre su propia salud en los supuestos legales de interrupción voluntaria del embarazo,
ensayos clínicos y práctica de técnicas de reproducción humana asistida conforme a lo esta-
blecido con carácter general por la legislación civil sobre la mayoría de edad y emancipación
y por la normativa específica que sea de aplicación.
Se establecen unos límites en el artículo 16, al decir que el respeto a las decisiones adopta-
das sobre la propia salud no podrá en ningún caso suponer la adopción de medidas contrarias
a las leyes. A estos efectos, todos los centros, establecimientos y servicios sanitarios obser-
varán con especial diligencia las previsiones contenidas en la legislación relativa a medidas
especiales en materia de Salud Pública, así como las previsiones legales que regulen las inter-
venciones clínicas indispensables en supuestos de riesgo inmediato y grave para la integridad
del paciente.
c) Domicilio.
d) En su caso, designación del representante indicando su nombre, apellidos, DNI y firma.
e) Nombre, apellidos y DNI de los testigos, o en su caso nombre y apellidos del notario
ante el que se formaliza el documento, y firma de los mismos.
f ) Situaciones sanitarias concretas en que se quiere que se tengan en cuenta las
instrucciones.
g) Instrucciones y límites concretos en la actuación médica ante decisiones previstas, so-
bre todo cuando se tiene información de probabilidades evolutivas.
h) Otras consideraciones, como objetivos vitales, valores personales, decisiones sobre la
donación de órganos, etc.
i) Lugar y fecha.
j) Firma del otorgante del documento.
Será aceptado como válido cualquier documento escrito que, cumpliendo los requisitos
expresados en el artículo anterior, contenga la información regulada anteriormente, y esté
debidamente inscrito en el Registro de Expresión Anticipada de Voluntades de la Comunidad
Autónoma de Extremadura.
El documento de expresión anticipada de voluntades puede ser modificado, sustituido por
otro o revocado en cualquier momento por la persona otorgante, siempre que concurran los
mismos requisitos exigidos para el otorgamiento, expresados anteriormente.
En estos casos, se tendrá en cuenta el contenido del último documento otorgado correcta-
mente, quedando los anteriores automáticamente revocados.
La expresión de los objetivos vitales y valores personales tiene como fin ayudar a interpretar
las instrucciones y servir de orientación para la toma de decisiones clínicas llegado el momento.
Las instrucciones sobre las actuaciones médicas pueden referirse tanto a una enfermedad
o lesión que la persona otorgante ya padece como a las que eventualmente puede sufrir en
el futuro, e incluir previsiones relativas a las intervenciones médicas acordes con la buena
práctica clínica que desea recibir, a las que no desea recibir y a otras cuestiones relacionadas
con el final de la vida.
En la expresión anticipada de voluntades, la persona interesada puede también designar
un representante que será interlocutor válido y necesario con el médico o el equipo sanitario.
Debe existir constancia fehaciente de que el documento se ha otorgado en las condiciones
expuestas en los apartados anteriores. A estos efectos, la expresión anticipada de voluntades
debe formalizarse por escrito y mediante alguno de los siguientes procedimientos:
a) Ante notario.
b) Ante tres testigos mayores de edad y con plena capacidad de obrar, de los cuales dos,
como mínimo, no deben tener relación de parentesco hasta el segundo grado ni estar
vinculados por relación matrimonial, de hecho o patrimonial con el otorgante.
Asimismo, en el documento de expresión anticipada de voluntades podrá hacerse constar
la decisión respecto a la donación total o parcial de sus órganos con finalidad terapéutica,
docente o de investigación. En este caso, no se requerirá autorización para la extracción o
128 utilización de los órganos donados.
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
Cuando la decisión del representante legal pueda presumirse contraria a los intereses del
menor o incapacitado, deberán ponerse los hechos en conocimiento de la autoridad compe-
tente en virtud de lo dispuesto en la legislación civil.
En los supuestos de sustitución de la voluntad del afectado, la decisión e intervención
médica debe ser la más objetiva y proporcionada posible a favor del paciente y de respeto a
su dignidad personal, procurándose que el paciente y, en su caso, sus familiares o allegados,
participen todo lo posible en la toma de decisiones y quedando reflejado todo ello de forma
motivada en la historia clínica.
Las autoridades sanitarias de la Comunidad Autónoma de Extremadura, velarán por la
efectividad de este criterio y, especialmente, cuando se vean afectadas personas mayo-
res, personas con enfermedades mentales o personas con discapacidad física, psíquica o
sensorial.
Pero el consentimiento informado tiene ciertos límites, ya que el respeto a las decisiones
adoptadas por el paciente sobre su propia salud no podrá en ningún caso suponer la adop-
ción de medidas contrarias a las leyes.
Son situaciones de excepción a la exigencia del consentimiento:
a) Cuando existe riesgo grave para la salud pública a causa de razones sanitarias de acuer-
do con lo que establece la legislación reguladora de esta materia.
b) Cuando existe riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del paciente
y no es posible conseguir su autorización, consultando, cuando las circunstancias lo
permitan, a sus familiares o a las personas vinculadas de hecho a él.
En los supuestos citados en el apartado anterior se pueden realizar las intervenciones in-
dispensables desde el punto de vista clínico a favor de la salud del paciente.
Características de la información previa al consentimiento:
1. La información se comunicará al paciente por el médico responsable de su asistencia
o por el que practique la intervención o aplique el procedimiento, antes de recabar su
consentimiento.
2. La información se facilitará normalmente de forma verbal, a excepción de los casos
previstos en el apartado 1 del artículo 24 de Ley 3/2005 (intervención quirúrgica, pro-
cedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, procedimientos que
impliquen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre
la salud del paciente) para la prestación del consentimiento por escrito, en los que la
información se comunicará asimismo por escrito.
3. Se facilitará con la antelación suficiente para que el paciente pueda reflexionar con
calma y decidir libre y responsablemente, y en todo caso, al menos 24 horas antes del
procedimiento correspondiente, siempre que no se trate de actividades urgentes o que
no requieran hospitalización.
4. En ningún caso se le proporcionará cuando esté adormecido ni con sus facultades
mentales alteradas, ni tampoco cuando se encuentre ya dentro del quirófano o la sala
donde se practicará el acto médico o el diagnóstico. En estos casos la información se
facilitará a su representante legal o a personas vinculadas al paciente.
132
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
c) Datos sociales:
– Informe social, si procede.
d) Anotaciones subjetivas de los profesionales sanitarios. A los efectos de lo dispuesto en
esta Ley y en sus disposiciones de desarrollo, se entenderán por anotaciones subjetivas
las impresiones de los profesionales sanitarios, basadas en la exclusiva percepción de
aquéllos, y que, en todo caso, carecen de trascendencia para el conocimiento veraz y
actualizado del estado de salud del paciente, sin que puedan tener la consideración de
un diagnóstico.
Los apartados a.7, b.2, b.9, b.10, b.12, b.16 y b.17 sólo serán exigibles en la cumplimenta-
ción de la historia clínica cuando se trate de procesos de hospitalización o así se disponga.
La cumplimentación de la historia clínica, en los aspectos relacionados con la asistencia
directa al paciente, será responsabilidad de los profesionales que intervengan en ella.
En las historias clínicas hospitalarias en que participen más de un médico o un equipo
asistencial, deben constar individualizadas las acciones, intervenciones y prescripciones reali-
zadas por cada profesional y la identificación de los mismos.
General de Sanidad, y demás normas de aplicación en cada caso. El acceso a la historia clínica
con estos fines obliga a preservar los datos de identificación personal del paciente, separa-
dos los de carácter clínico-asistencial, de manera que como regla general quede asegurado
el anonimato, salvo que el propio paciente haya dado su consentimiento de no separarlos.
Se exceptúan los supuestos de investigación de la autoridad judicial en los que se considere
imprescindible la unificación de los datos identificativos con los clínico-asistenciales, en los
cuales se estará a lo que dispongan los jueces y tribunales en el proceso correspondiente. El
acceso a los datos y documentos de la historia clínica quedará limitado estrictamente a los
fines específicos de cada caso.
El personal de administración y gestión de los centros sanitarios sólo podrá acceder a los
datos de la historia clínica relacionados con sus propias funciones, y en todo caso queda suje-
to al deber de guardar secreto de los mismos.
El acceso por otras personas distintas al paciente a la información contenida en la historia
clínica habrá de estar justificado por la atención sanitaria de éste, debiendo quedar constancia
en la historia clínica de las personas que han tenido acceso a la misma y de su expreso com-
promiso por escrito de guardar reserva de la información a que han tenido acceso.
En todos los casos quedará plenamente garantizado el derecho del paciente a su intimidad
personal y familiar, por lo que el personal que acceda a esta información guardará el corres-
pondiente secreto profesional.
Las infracciones de la Ley 3/2005 que veremos a continuación se calificarán como muy
graves, graves y leves, atendiendo a criterios de riesgo para la salud, grado de intencionalidad,
afección directa a un colectivo de personas especialmente protegido, gravedad de la altera-
ción sanitaria y social producida, generalización de la infracción y reincidencia.
Régimen sancionador
Las infracciones previstas anteriormente estarán sometidas al régimen sancionador regulado
en el Título IV de la Ley 10/2001, de 28 de junio, de Salud de Extremadura, sin perjuicio de la respon-
sabilidad civil o penal y de la responsabilidad profesional o estatutaria procedentes en derecho.
y las aplicaciones que las traten deberán permitir que la lectura y comprobación de los datos
sea técnicamente posible en todo el territorio del Estado.
Código de identificación personal del Sistema Nacional de Salud
Regulado por dicho Real Decreto 183/2004, dispone la norma que la asignación del código
de identificación personal del Sistema Nacional de Salud se realizará en el momento de inclu-
sión de los datos relativos a cada ciudadano en la base de datos de población protegida por
el Sistema Nacional de Salud, desarrollada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, y actuará
como clave de vinculación de los diferentes códigos de identificación personal autonómicos
que cada persona pueda tener asignado a lo largo de su vida.
El código de identificación personal del Sistema Nacional de Salud tendrá carácter irrepeti-
ble y será único a lo largo de la vida de cada persona, independientemente de la Administración
sanitaria competente en su atención sanitaria en cada momento.
Dicho código de identificación facilitará la búsqueda de la información sanitaria de un pa-
ciente que pueda encontrarse dispersa en el Sistema Nacional de Salud, con el fin de que
pueda ser localizada y consultada por los profesionales sanitarios, exclusivamente cuando
ello redunde en la mejora de la atención sanitaria, con pleno respeto a lo dispuesto en la Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal y en la Ley
41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos
y obligaciones en materia de información y documentación clínica, garantizando asimismo la
confidencialidad e integridad de la información.
Base de datos de población protegida del Sistema Nacional de Salud
Con el fin de proceder a la generación del código de identificación personal del Sistema Nacional
de Salud, el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través del Instituto de Información Sanitaria, de-
sarrollará una base de datos que recoja la información básica de los usuarios del Sistema Nacional
de Salud, así como el fichero histórico de las situaciones de aseguramiento y de la adscripción de
la persona, en su caso, a diferentes Administraciones sanitarias a lo largo de su vida.
Para facilitar la gestión de la población protegida, su movilidad y el acceso a los servi-
cios sanitarios, dicha base actuará como un sistema de intercambio de información entre las
Administraciones sanitarias. La información que recoja deberá posibilitar la coherencia de los
datos de aseguramiento, evitar la adscripción simultánea a distintos servicios de salud y obte-
ner la mayor rentabilidad posible en los cruces de datos entre los ficheros oficiales necesarios
para su correcto mantenimiento.
La base de datos de población protegida del Sistema Nacional de Salud será mante-
nida por las Administraciones sanitarias emisoras de la tarjeta sanitaria individual. Dichas
Administraciones serán las competentes para la inclusión en aquélla de las personas prote-
gidas en su ámbito territorial. Del mismo modo, serán las responsables del tratamiento de los
datos, actuales e históricos, de su población protegida.
Dicha base de datos respetará el modelo de funcionamiento y de gestión de las bases de
datos de tarjeta sanitaria individual de cada Administración sanitaria.
La base de datos incorporará información del sistema de Seguridad Social y del mutualis-
mo administrativo, con el fin de suministrar a las Administraciones sanitarias datos permanen-
temente actualizados que permitan la correcta gestión de las situaciones de las personas res-
pecto a altas, bajas, cobertura de prestaciones y movilidad de pacientes en la Unión Europea,
144 de acuerdo con los reglamentos comunitarios vigentes en esta materia.
LA ATENCIÓN AL USUARIO DE LAS INSTITUCIONES SANITARIAS [[[[\
5.1. Definiciones
La tarjeta sanitaria individual constituye el documento identificativo y acreditativo de cada
ciudadano como usuario del Sistema Sanitario Público de Extremadura que le garantiza el
acceso a la atención sanitaria en condiciones de igualdad en el ámbito del Sistema Nacional
de Salud, y que incorpora los datos relativos a cada usuario procesados por el sistema de in-
formación regulado en el presente Decreto.
El Sistema de Información Sanitaria Gestión Poblacional y de Recursos Sanitarios de
Extremadura Civitas, es un sistema de información de base poblacional, que recogerá los da-
tos normalizados de los ciudadanos de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Estos datos
147
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
serán los necesarios para realizar una gestión eficiente y equitativa de los recursos sociosani-
tarios en su ámbito de aplicación.
El Código de Identificación Personal se define en los términos previstos en el Real Decreto
183/2004, de 30 de enero, por el que se regula la tarjeta sanitaria individual.
El Código de Identificación Personal Autonómico constituye la identificación unívoca e inalterable
del ciudadano dentro del Sistema Sanitario Público de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
del centro de salud, teléfonos del centro de salud y de urgencias. Leyenda que informa
de su validez en todo el Sistema Nacional de Salud: Esta tarjeta le permite el acceso a los
servicios de todo el Sistema Nacional de Salud.
La tarjeta sanitaria dispondrá de un dispositivo para almacenar la información básica relati-
va al titular de la misma, de conformidad con lo establecido en el Real Decreto 183/2004, de 30
de marzo, por el que se regula la tarjeta sanitaria individual. Este dispositivo deberá permitir la
lectura de los datos básicos en todo el territorio del Sistema Nacional de Salud.
149
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
152
4
El personal subalterno:
funciones del celador
Los pediatras se regían por el Estatuto Los celadores se regían por el Estatuto
Jurídico del Personal Médico de la de Personal no Sanitario al servicio
Seguridad Social de las Instituciones Sanitarias de la
Seguridad Social
154
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
Estos tres Estatutos son: el estatuto de personal médico, el estatuto de personal sanitario
no facultativo y el estatuto de personal no sanitario de tales centros e instituciones.
Como comentamos al principio del tema, estos fueron publicados hace más de 30 años,
por lo que cuando se publicó la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de
la Función Pública, en su disposición transitoria cuarta se establecía que, el personal regulado
por estos tres Estatutos citados, se regirían por la legislación que al respecto se dictare.
Así, la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, man-
tuvo vigente en su totalidad el régimen estatutario de este personal.
Asimismo, la Ley 14/1986, General de Sanidad, determina que los profesionales se regirán
por lo establecido en el Estatuto Marco que tendría que aprobar el Gobierno, así como los
diferentes Reales Decretos sobre reestructuraciones del Ministerio responsable de sanidad y
sus correspondientes Órdenes de delegación de las atribuciones, han ido detallando las com-
petencias que en materia de personal tienen los diversos Órganos del Departamento.
Una vez aprobada la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, se regula este personal estatutario.
En este nuevo Estatuto Marco las funciones de los celadores no vienen recogidas, pero en la
disposición transitoria sexta de la Ley 55/2003 se da validez a las antiguas funciones (Estatuto
Personal no sanitario de las Instituciones sanitarias de la seguridad social) mientras no se desa-
rrollen normas nuevas.
12. Tendrán a su cargo el traslado de los enfermos, tanto dentro de la Institución como en
el servicio de ambulancias.
13. Ayudarán, asimismo, a las Enfermeras y
Ayudantes de planta al movimiento y trasla-
do de los enfermos encamados que requie-
ran un trato especial en razón de sus dolen-
cias para hacerles las camas.
14. Excepcionalmente, lavarán y asearán a los en-
fermos masculinos encamados o que no pue-
dan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las
indicaciones de las Supervisoras de planta o
servicio o personas que las sustituyan legal-
mente en sus ausencias.
15. En caso de ausencia del peluquero o por ur-
gencia en el tratamiento, rasurarán a los en-
fermos masculinos que vayan a ser someti-
dos a intervenciones quirúrgicas en aquellas
zonas de su cuerpo que lo requieran.
16. En los quirófanos auxiliarán en todas aquellas labores propias del Celador destinado en estos
servicios, así como en las que les sean ordenadas por los Médicos, Supervisoras o Enfermeras.
17. Bañarán a los enfermos masculinos cuando no puedan hacerlo por sí mismos, siempre
de acuerdo con las instrucciones que reciban de las Supervisoras de plantas o servicios
o personas que las sustituyan.
18. Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda éste ser mo-
vido sólo por la Enfermera o Ayudante de planta, ayudará en la colocación y retirada de
las cuñas para la recogida de excretas de dichos enfermos.
19. Ayudarán a las Enfermeras o personas encargadas o amortajar a los enfermos falleci-
dos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.
20. Ayudarán a la práctica de autopsias en aquellas funciones auxiliares que no requieran
por su parte hacer uso de instrumental alguno sobre el cadáver. Limpiarán la mesa de
autopsias y la propia sala. 157
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
21. Tendrán a su cargo los animales utilizados en los quirófanos experimentales y laborato-
rios, a quienes cuidarán, alimentándolos, manteniendo limpias las jaulas y aseándolos,
tanto antes de ser sometidos a las pruebas experimentales como después de aquéllas
y siempre bajo las indicaciones que reciban de los Médicos, Supervisoras o Enfermeras
que les sustituyan en sus ausencias.
22. Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos
sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos,
y mucho menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre
orientar las consultas hacia el Médico encargado de la asistencia del enfermo.
23. También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las anteriores
que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específica-
mente reseñadas.
El personal cuyas funciones a realizar no hayan sido objeto de especial desarrollo en el
Estatuto, las efectuarán en consonancia con las características propias de su especialización.
159
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Estas funciones de asistencia suponen el desempeño en los centros sanitarios de las si-
guientes tareas por parte de los celadores:
1. Ayuda en el aseo de los pacientes hospitalizados.
2. Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda éste ser
movido sólo por la Enfermera o Ayudante de planta, ayudará en la colocación y retira-
da de las cuñas para la recogida de excretas de dichos enfermos.
3. Ayudarán, asimismo, a las enfermeras y ayudantes de planta al movimiento y traslado
de los enfermos encamados que requieran un trato especial en razón de sus dolencias
para hacerles las camas. La responsable de la acción será siempre la enfermera.
4. Prestar ayuda al personal técnico superior en la realización de placas realizadas con
material portátil.
5. En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a los enfer-
mos masculinos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas zonas
de su cuerpo que lo requieran. En el resto de los casos (siempre que no haya peluquero) y
en áreas donde no exista un celador lo hará la auxiliar de enfermería o la enfermera.
6. Acompañar al personal de enfermería cuando traslada niños ingresados fuera de las
unidades infantiles.
7. Tramitarán o conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos, corres-
pondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como habrán de tras-
ladar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario que se requiera.
8. Pasar a las parturientas a la mesa de paritorio (potro ginecológico), colocándole las
perneras si es preciso.
9. Ayudar en los casos en que haya que practicar a la parturienta anestesia epidural.
10. Ayudar a situar a los pacientes en las mesas de exploraciones, de placas radiográficas, etc.
11. Ayudar al personal de enfermería cuando tiene que medicar o curar a pacientes que no
colaboran (niños, encamados, enfermos mentales...). Su ayuda estará siempre dentro
de sus funciones sin extralimitarse en ellas (traer el carro de curas, sujetar al paciente,
colocarlo en determinada postura, etc.).
12. Ayudar al personal médico en pruebas que requieran la sujeción de niños: punciones
lumbares, extracciones, etc.
13. Ayudar a los pacientes al aseo e inmovilización de enfermos recién operados cuando
aún se encuentran en la sala de despertar/reanimación.
160
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
14. Ayudar a colocar los pacientes que van a ser intervenidos en la mesa de quirófano.
15. Colaborar en las maniobras de reducción de pacientes psiquiátricos agitados.
16. Acompañar a los pacientes y el personal de enfermería en los paseos de los enfermos
psiquiátricos.
17. Inmovilizar o practicar sujeción mecánica a los enfermos mentales agitados que lo
requieran, a indicación del personal sanitario.
18. Sujetar a los pacientes a los que se les va a realizar lavados gástricos o suturas.
19. Ayudar al personal sanitario en la colocación de yesos en pacientes traumatizados,
cuando se le requiera.
20. Ayudar al personal sanitario en la preparación de cadáveres.
21. Ayudar a mover de posición a los enfermos ingresados que por su estado lo requieran.
2.2.1. Concepto
Para que pueda considerarse como un grupo a un
número de personas, es preciso que concurran una se-
rie de elementos o circunstancias:
– Decisión voluntaria y consciente por parte de
los que lo forman, de conseguir la obtención de
un fin común, que será el propio del grupo.
– Perfecta integración de todos sus miembros de
modo que estén atemperados los caracteres de
los mismos, para que resulten lo más homogé-
neos posibles.
– Existencia propia, esto es, tener personalidad
propia distinta a la de sus miembros.
En consecuencia, puede definirse al grupo como «conjunto de individuos que actúan in-
tegrados hacia la consecución de un fin común».
2.2.2. Funcionamiento
La dinámica o funcionamiento de un grupo de trabajo puede estudiarse desde dos puntos
de vista:
– Subjetivo: desde el cual se incluirían los factores tales como: procurar la adecuación de
carácter con los demás miembros para una mejor integración; identificación total con
el fin del grupo al que se pertenece; capacidad y eficacia en la ejecución del trabajo; y
entusiasmo ante los obstáculos y resistencia ante la frustración.
161
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
– Objetivo: que exige las siguientes características de la actividad: determinación del fin
a obtener de modo transparente y conocido para todos sus miembros; descripción de
soluciones mediante la utilización de las sugerencias y soluciones expuestas por los
miembros; decisión por el superior, teniendo en cuenta los niveles de sugerencias ex-
puestos por los miembros; ejecución, a través de las funciones de cada miembro, e in-
tentando evitar todo conflicto entre los mismos.
Todos los equipos son grupos, pero no todos los grupos son equipos.
un tipo de trabajo se necesita más cualificación que para realizar otro, pero para el trabajo en
equipo es importante comprender que es necesaria la intervención coordinada de todos ellos
y que todos se necesitan para poder actuar.
La salud de la población es un fenómeno complejo que no puede ser entendido sólo desde
el punto de vista de un profesional: médico, enfermero, farmacéutico, psicólogo, fisioterapeuta,
auxiliar de enfermería, celador, etc.; son necesarias diferentes perspectivas en los análisis y las
intervenciones. La noción de equipo implica, por un lado, una visión global que se aporta desde
diferentes puntos de vista y, por otro, el aprovechamiento del talento colectivo, producido por
cada persona en su interactuación con las demás.
Todos los miembros de los equipos de salud tienen como objetivo último la mejora de la
salud de la población y en esta aspiración, son en gran medida interdependientes los unos de
los otros y cada uno de ellos debería apreciar el valor de los conocimientos y las habilidades
de los demás. El espíritu del equipo al enfrentar cada nuevo problema sería: “todos nosotros
contra el problema, y no los unos contra los otros”. Es por esto que la decisión de trabajar en
equipo va más allá de ser una “imposición de la institución” y tiene necesariamente que ser
compartida por cada uno de los integrantes.
La utilidad del funcionamiento en equipos está fuera de toda duda, y aporta beneficios que
pueden ser constatados:
– Disminuye la carga de trabajo, ya que varias personas colaboran.
– Se desarrolla el respeto y la escucha.
– El trabajo, la reflexión y la discusión conjunta producen mejores resultados que los
aportes individuales.
– Permite organizarse de una manera mejor.
– Mejora la calidad de los resultados. Con una mayor satisfacción percibida por el pacien-
te y su familia.
– Optimización de recursos materiales y humanos.
– Aumenta la motivación de los profesionales.
Pero para que un equipo pueda ser eficiente debe cumplir con determinadas características:
– Complementariedad. Los diferentes miembros deben dominar todas las parcelas del
164 proyecto que aspiran a realizar.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
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EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
2.3.3.6. Autoevaluación
Los equipos más eficaces son aquellos capaces de realizar su propia autocrítica. Un equipo
necesita examinarse periódicamente y revisar su proceder. Las reuniones de autoevaluación
deben estar incluidas dentro de la planificación de actividades grupales. Se debe remarcar
equilibradamente lo positivo y lo negativo, sin ignorar ninguno de los dos aspectos.
2.3.5. Roles
Al margen de la distribución oficial de funciones, que vendrá determinada prioritariamen-
te por la categoría profesional de cada uno de los miembros, en todos los equipos podemos
encontrar diferentes roles (entendidos como funciones o papeles que alguien cumple dentro
de un grupo humano, sin haberle sido asignados), que en ocasiones pueden ser de mucho
interés para el grupo y en otras dificultar el normal funcionamiento.
Cada uno de los miembros del equipo, tiene tendencia a desarrollar más un tipo de rol que
otro, aunque una misma persona puede desarrollar en el tiempo roles diferentes e incluso
168 antagónicos. Este cambio de roles puede producirse incluso durante una misma jornada.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
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EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
La capacidad para dirigir se pone de relieve en la consecución de los objetivos de orientar, mo-
tivar y guiar a los subordinados. Los esfuerzos que realice el directivo para influir en el comporta-
miento del individuo o del grupo tendrá éxito en la medida en que éstos respondan a sus intentos.
Si el individuo responde por el líder, este habrá tenido éxito, y el liderazgo será eficaz ya
que el individuo responderá dado que deseará ganar algo por su actividad y esfuerzo.
Para lograr los objetivos reseñados, el líder ha de ocupar una posición de autoridad legítima,
pues en caso contrario su papel podría llegar a distorsionar los objetivos globales de la organización.
La autoridad legítima debe ir acompañada de unos conocimientos técnicos que sustenten
y respalden su tarea directiva, así como el estar dotado de un poder coercitivo y premiador
que, en definitiva, le permita apoyar la actividad dirigida a los objetivos de la organización.
Por último, el líder debe ser una persona atenta a los intereses del grupo y a sus preocupacio-
nes, capaz de conseguir y de aproximarse a los objetivos individuales de los miembros del grupo.
3. Funciones de vigilancia
3.1. Consideraciones generales
Una de las funciones de los celadores es la vigilancia tanto de las entradas de la institución,
como el acceso y estancias de los familiares y visitas de los enfermos, al igual que el compor-
tamiento de los enfermos y visitantes dentro de la institución. 171
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
El celador de puerta (ya sea del hospital general como el de urgencias) recibirá con pronti-
tud y cortesía a los visitantes que accedan a la institución dispuesto a atender y contestar las
preguntas que puedan formularle y estén dentro de su competencia. Con carácter general, no
se permiten las visitas de niños menores de 12 años.
Informará de las consultas externas, indicando lugar, día y hora de las mismas. Controlará
así mismo la entrada de toda persona prohibiendo el paso a toda aquella que no vaya provista
del correspondiente justificante. Cuidarán para que no deambulen por los pasillos más de lo
necesario para llegar al lugar concreto donde esté el paciente.
El celador podrá también desempeñar la misión de vigilancia nocturna interior y exterior del edi-
ficio (en muchos hospitales estas funciones han sido delegadas a guardias de seguridad), cuidando
que las puertas de los servicios complementarios queden bien cerradas, el control de las luces, tanto
interiores como exteriores y dar parte a sus superiores de cualquier anomalía que observe.
En cuanto a las funciones sobre control de entrada y salida de personas ajenas a las de-
pendencias, tales como trabajadores de reparto de objetos adquiridos, mensajeros, etc., o de
usuarios o administrados que vengan a efectuar gestiones administrativas, procederá a con-
trolar la identificación de dichas personas. Las visitas externas programadas sin relación con
los pacientes suelen portar un pase especial emitido por la dirección del centro.
La labor de vigilancia conlleva también el control sobre la apertura y cierre de los accesos
a la misma, su iluminación, etc. Siempre que se les solicite, por parte de alguna persona de la
institución (médicos, jefes de servicios, etc.), que dejen abierta alguna puerta, deben ponerlo
en conocimiento del Jefe de Personal Subalterno.
Tomarán también las medidas necesarias en aras a la seguridad de los edificios, locales o
espacios confiados, anotando y dando cuenta a sus superiores de las anomalías e incidencias
que observen. En los casos en que alguna anomalía pueda ocasionar peligro inminente a los
usuarios (un extintor en el suelo, una cornisa a punto de caer, un ascensor con la puerta abier-
ta sin la cabina dando paso al foso, etc.) y el celador no pueda solucionarlo permanecerá allí
hasta que pueda comunicárselo a alguien.
El celador, con la necesaria prudencia y buen criterio, deberá comprobar si las personas
que están en el interior de los locales han sido debidamente autorizadas para ello, no permi-
tiendo la presencia de quienes no lo estén. Así mismo prohibirá la entrada a toda persona que
presente muestras de suciedad, promueva alborotos o vaya embriagada.
Tampoco permitirá la entrada de personas que lleven comida o bebida, obligándoles a
dejar ésta en la portería para su posterior entrega a la salida de la Institución. Si observara al-
guna persona fumando le recordaría la prohibición de fumar en toda el área hospitalaria (Ley
28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la
venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco).
El celador vigilará la salida de los enfermos, quienes deberán acreditar el alta o autoriza-
ción para abandonar la Institución. En el caso de no tener la acreditación se pondriá en cono-
cimiento de los inmediatos superiores.
Como se deduce de lo anteriormente expuesto, es esta una función extremadamente de-
licada en donde se ponen en juego los «valores humanos» de la persona del celador, ya que
debe informar, permitir o prohibir accesos, vigilar, inspeccionar, impedir comportamientos o
acciones, etc., y a veces pueden parecer contradictorios con los derechos de los usuarios de
172 los servicios de salud.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
173
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Mientras hacen labores de control y vigilancia pueden encontrar o les pueden hacer llegar
algún objeto que se haya olvidado en la institución; en ese caso el celador lo entrega en la
unidad destinada a objetos perdidos, o en su defecto a su inmediato superior.
Otro supuesto que puede encontrarse un celador mientras hace sus funciones de vigilan-
cia es encontrar a alguien haciendo fotos sin permiso dentro de la institución (alguna persona
ingresada de relevancia social, fotos de las instalaciones, etc.), la actuación del celador sería no
permitir que saque más fotos y avisar al Jefe de Personal Subalterno.
Por último, hay que añadir que este personal controlará visualmente la salida de las visitas,
procediendo cortésmente a su despedida y, en su caso, recogiendo los correspondientes pa-
ses de visita emitidos. Al finad de cada jornada elaborará un parte de incidencias.
Cuando por obras u otra causa, alguna dependencia precise dar salida a un considerable
volumen de objetos o material, deberá participarlo al personal de control de entrada y salida
para su debido control.
Si la persona afectada por estas comprobaciones se negase a facilitarlas, se le identificará
y retendrá dando cuenta al responsable de seguridad en la unidad respectiva, quien se perso-
nará inmediatamente en el lugar de los hechos resolviendo lo procedente.
Si se tratase de un individuo al servicio del propio organismo, el mismo podrá solicitar
la presencia de su Jefe inmediato para que informe o esté presente en las comprobaciones
necesarias y en tanto se produce la presencia de dicho Jefe y del de Seguridad, el interesado
podrá ausentarse dejando en depósito los objetos o paquetes sospechosos, de los que se le
dará recibo.
ceder a la ocupación temporal, incluso de las que se llevan con licencia o permiso y de
cualesquiera otros medios de agresión, si se estima necesario, con objeto de prevenir la
comisión de cualquier delito, o cuando exista peligro para la seguridad de las personas
o de las cosas.
c) Limitación de permanencia en lugares públicos. Los agentes de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad podrán limitar o restringir, por el tiempo imprescindible, la circu-
lación o permanencia en vías o lugares públicos en supuestos de alteración del orden,
la seguridad ciudadana o la pacífica convivencia, cuando fuere necesario para su res-
tablecimiento. Asimismo, podrán ocupar preventivamente los efectos o instrumentos
susceptibles de ser utilizados para acciones ilegales, dándoles el destino que legalmen-
te proceda.
Para el descubrimiento y detención de los partícipes en un hecho delictivo causante
de grave alarma social y para la recogida de los instrumentos, efectos o pruebas del
mismo, se podrán establecer controles en las vías, lugares o establecimientos públi-
cos, en la medida indispensable a los fines de este apartado, al objeto de proceder a
la identificación de las personas que transiten o se encuentren en ellos, al registro de
los vehículos y al control superficial de los efectos personales con el fin de comprobar
que no se portan sustancias o instrumentos prohibidos o peligrosos. El resultado de la
diligencia se pondrá de inmediato en conocimiento del Ministerio Fiscal.
d) Identificación de personas. Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad po-
drán requerir, en el ejercicio de sus funciones de indagación o prevención, la identi-
ficación de las personas y realizar las comprobaciones pertinentes en la vía pública o
en el lugar donde se hubiere hecho el requerimiento, siempre que el conocimiento
de la identidad de las personas requeridas fuera necesario para el ejercicio de las
funciones de protección de la seguridad que a los agentes encomiendan la Ley de
Protección de la Seguridad Ciudadana y la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.
De no lograrse la identificación por cualquier medio, y cuando resulte necesario a los
mismos fines del párrafo anterior, los agentes, para impedir la comisión de un delito o
falta, o al objeto de sancionar una infracción, podrán requerir a quienes no pudieran
ser identificados a que les acompañen a dependencias próximas y que cuenten con
medios adecuados para realizar las diligencias de identificación, a estos solos efectos y
por el tiempo imprescindible.
A) Funciones
Las funciones en Admisión de Ingresos son:
1. La gestión de las camas de hospitalización, según la ordenación establecida por
la Dirección del Hospital:
– Asignación de cama: cuando sea precisa una cama, tanto solicitada de urgencias,
consultas externas o lista de espera, admisión se encarga de localizar y adjudicar
dicha cama (todo ingreso o consulta en el hospital se realizará siempre a través del
Servicio o Unidad de Admisión).
B) Actividades
Las actividades más relevantes en Admisión de Ingresos son:
– Registro de datos administrativos, tanto en soporte manual como informático: libro de
ingresos-altas, historia clínica, ficha u hoja de ingreso-alta, libro de ambulancias, etc.
– Localización en archivo de Historia Clínica de ingreso anterior, en los reingresos.
– Confección diaria y actualización constante de la «Planilla» (o «Planning») de situación
de enfermos. El censo diario de pacientes ingresados se referirá a una única hora censal,
normalmente a las 00:00 horas de cada día, independientemente de la hora real a la
que se realice.
– Recuento diario de movimientos para proceder al «cuadre» de datos sobre camas dis-
ponibles, ocupadas, libres, en relación con los ingresos, altas y traslados.
– Impresión de listados diarios de ingresos y altas (gestión por ordenador).
– Confección y entrega de pases de visita. Entrega de documentación o folletos infor-
mativos sobre los servicios del hospital e información de la existencia del servicio de
información al usuario.
A) Funciones
Son funciones específicas de Admisión de urgencias:
1. Recepción y registro de los pacientes: se registrarán los siguientes datos, tanto en los
soportes manuales como mecanizados de que disponga la Unidad (libro de urgencias,
HC de urgencias, etc.):
– Número de orden.
180 – Nombre y apellidos del paciente.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
B) Actividades
Las principales actividades en Admisión de urgencias son:
– Registro de datos administrativos, tanto en soporte manual como informático: libro de
urgencias, HC de urgencias, libro de ambulancias, etc.
– Avisos al servicio de ambulancias.
– Cumplimentación de partes por lesiones al Juzgado de Guardia o partes de defunción.
– Cumplimentación de modelos estadísticos básicos.
– Todas las derivadas de las funciones de Admisión de hospitalización en los horarios en
que urgencias funcione como unidad central de Admisión en noches y festivos.
4.2.1. Funciones
1. Orientación al usuario durante su estancia en el centro sanitario, referida al pro-
pio centro:
– Ubicación de los servicios y unidades del centro.
– Horarios de los distintos Servicios.
– Información a los pacientes sobre las horas de visita y consulta para la información
médica.
– Referida a servicios ciudadanos ajenos al centro:
* Medios de transporte.
* Hospedería para familiares.
2. Procurar una mayor colaboración entre los usuarios y el personal que trabaja a su
servicio.
3. Tutelan el cumplimiento de los derechos de los/as pacientes y usuarios/as.
4. Atención personalizada a familiares:
– Disminuir la preocupación de los familiares.
– Información a los familiares sobre la planta o servicio en el que se encuentran los
pacientes, incidencias, tiempos de espera, traslados, etc.
– Localización de familiares por el servicio de megafonía para traslado de avisos, in-
formación o llamadas telefónicas del exterior. 183
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
4.2.2. Actividades
Las principales actividades que se desarrollan en el SIU/SAP son:
– El servicio de atención al paciente estará a disposición de atender personalmente al
mismo, o a sus parientes próximos, representantes o acompañantes.
– En particular proporcionar información a los pacientes y a sus familiares sobre la organiza-
ción del hospital, servicios disponibles, horarios de funcionamiento y de visitas y otras acti-
184 vidades que puedan contribuir a ayudarles, facilitarles y mejorar su estancia en el mismo.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
– Las reclamaciones a que hubiere lugar se tramitarán por escrito a través de este servicio,
siendo estas sometidas a los responsables de la división que corresponda, debiendo dar-
les respuestas por escrito, firmada por el Director Gerente, o persona en quien delegue.
– Coordinar la atención a la persona maltratada.
– Transmisión inmediata de la información solicitada.
– Recepción y aviso de llamadas telefónicas.
– Elaboración de informes referidos a las reclamaciones.
– Coordinación con otros servicios y unidades del centro.
– Elaboración de estadísticas:
* Nivel de satisfacción de los usuarios.
* Motivos de queja o reclamación.
* Tipo de información solicitada.
– Mantenimiento y actualización de la cartelería de Información.
– Lencería de cama.
– Ropa para el paciente: pijama, camisón, bata, etc.
– Mesita individual. Al lado de la cama y accesible por parte del paciente.
– Silla o sillón para la persona enferma y silla o sillón para el acompañante. Colocado en
lugares que no corten el paso a la cama ni al baño.
– Vaso.
– Caja para guardar las prótesis.
– Palangana.
– Cuñas o botellas.
– Lámpara de luz indirecta.
– Piloto o luz de emergencia. Luz que permanece encendida por la noche para entrar en la habi-
tación sin molestar al paciente o en los casos que el paciente necesite levantarse por la noche.
– Timbre de alarma. Actualmente se utiliza un sistema de luces para evitar los ruidos.
– Toma de oxígeno y toma de vacío.
– Pie para suero.
– Escabel.
– Armario ropero.
– Biombo o cortinillas para asegurar la intimidad del residente.
– Útiles para el aseo personal (jabón, peine, esponja, etc.).
– Material para movilizaciones: silla de ruedas, muletas, andador, etc.
La habitación debe ser lo suficientemente amplia como para que quepa todo el mobilia-
rio con holgura, y estar ordenada de manera que la limpieza sea fácil.
El mobiliario debe ser blanco o de color claro para poder ver fácilmente la suciedad. El material
del que esté hecho debe ser lavable.
La silla o sillón para el enfermo debe estar al lado contrario de la mesita de noche, cerca de la
cabecera de la cama, de manera que al paciente le resulte fácil sentarse sin tener que desplazarse.
186
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
5.1.2. Características
El celador debe conocer las características mínimas que debe reunir la habitación del
enfermo, cuidando de manera especial de que las condiciones sean las mejores posibles.
Estas son:
– Espacio suficiente.
– Debe recibir luz directa del sol, a ser posible.
– De fácil ventilación.
– Tranquila y a poder ser sin ruidos.
– Pintada en tonos claros, sin manchas ni deterioros importantes en las paredes.
– Temperatura adecuada.
– A poder ser con baño incorporado o posibilidad de acceder a un baño próximo.
– Con mobiliario adecuado.
5.1.2.1. Espacio
La habitación debe tener el espacio suficiente para que los cuidados al paciente puedan
hacerse de la mejor manera posible. Además, si es amplia, permite al paciente sentirse más
cómodo y confortable.
En las habitaciones de dos o más camas debe existir el espacio suficiente entre cada dos,
siendo el mínimo espacio aconsejado de 1,20 m.
Entre la cama y la pared lateral también debe existir un mínimo de 1,10 m.
La altura de los techos mínima debe ser de 2,50 m.
La puerta de entrada a la habitación debe tener el ancho suficiente que permita el paso de
carros, camillas, camas, aparatos para exploraciones, etc.
5.1.2.2. Iluminación
La luz natural es un elemento indispensable en las
habitaciones de los enfermos. La luz del sol influye po-
sitivamente en el estado de ánimo de los pacientes y
favorece su recuperación.
La entrada del sol directamente en las habitacio-
nes es también un agente desinfectante importante
(agente antituberculoso).
No siempre es posible en la habitación conseguir
una iluminación natural de intensidad suficiente para
favorecer el estado de ánimo. Cuando ello no sea así
debe complementarse con la iluminación artificial, cuya
intensidad debe estar bien calculada.
187
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
5.1.2.3. Ventilación
Cuando el hospital no disponga de aire acondicionado habrá que ventilar abriendo la venta-
na de la habitación (10-15 minutos día). En otras bibliografías consultadas indican que se debe
abrir las ventanas en espacios cortos de tiempo y alternativamente. En definitiva, para que el aire
no esté viciado, debe renovarse todos los días, ya sea por aire natural o de aparato acondicionado.
Hay que procurar que, cuando se abra la ventana, el aire que entre no incida directamente
sobre el enfermo, evitando así cambios bruscos de temperatura en el aire que respira, sobre
todo en invierno.
En los hospitales modernos, con circuito cerrado de aire acondicionado, no deben abrirse
las ventanas para ventilar. El aire se renueva constantemente y, además, si se abre, el circuito
se descompensa.
5.1.2.5. Sonorización
Las habitaciones deben ser tranquilas y sin ruidos, ya que un excesivo ruido ambiental
puede provocar trastornos nerviosos a los pacientes. Los modernos hospitales son construi-
dos teniendo en cuenta la necesidad de un aislamiento acústico de las habitaciones.
El personal sanitario utilizará calzado con suela de goma, para que no haga ruido.
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EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
Los aparatos de radio y TV en las habitaciones deben tener el volumen muy bajo. La con-
versación con los enfermos debe hacerse también en tonos bajos.
A las horas del descanso, el celador/a debe bajar las persianas para evitar una gran intensi-
dad de luz, o apagar las luces y velar porque no se produzcan ruidos.
5.1.2.7. Humedad
Definimos la humedad como la cantidad de agua que permanece en el ambiente. Los lími-
tes que se consideran aceptables oscilan entre 40-60%, si bien, existen patologías que requie-
ren una disminución del grado de humedad.
Como norma general entendemos que el calor se hace más insoportable con un grado de
humedad alto y una temperatura elevada, ya que se ralentiza la evaporación a través de la piel.
5.1.2.8. Mobiliario
Es imprescindible que en toda habitación exista: cama, mesita de noche, armario, silla y/o
sillón, baño incorporado si es posible y si no fuera así un lavamanos, toma de oxígeno, toma
de aspiración e interfono.
La cama y el mobiliario en general debe estar adaptado a las características de los pacientes.
Así, por ejemplo, el Servicio de traumatología debe disponer de camas ortopédicas, entre otros.
5.1.2.9. Baño
El baño está incorporado a las habitaciones y consta de todas las piezas de un baño com-
pleto. Además presenta barras de seguridad en sanitario, ducha, bañera para evitar accidentes.
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EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
Otro de los dispositivos con los que está equipada esta cama es de ruedas para su
transporte, además de un sistema de frenado.
– Cama metálica de somier rígido. Es una variación de la anterior pero no permite la
movilidad por segmentos, presenta el inconveniente de no poder colocar a los pacien-
tes en determinadas posiciones anatómicas importantes como, por ejemplo, Fowler.
– Cama ortopédica, traumatológica o de Judet. Está indicada para pacientes que
sufren fracturas o parálisis de las extremidades. Posee un marco, marco de Balkan,
cuya finalidad es la de sujetar las poleas y el resto del equipo de tracción, que cuelga
de él.
El equipo de tracción mencionado anteriormente tiene por finalidad aplicar fuerzas
sobre un hueso, músculo o articulación para alinear fracturas, evitar deformidades o
disminuir el dolor.
– Cama libro. Es una variedad de la cama articulada con la particularidad de que permite
la angulación lateral. En cuanto a su utilidad se reserva a personas que deben permane-
cer largos periodos de tiempo inmovilizadas.
– Cama de levitación. Utiliza un flujo continuo e inten-
so de aire que permite que el paciente permanezca en
suspensión, de esta forma se evita el contacto con cual-
quier accesorio de la cama. Se emplea en unidades de
grandes quemados.
– Cama roto-test. Es una cama que mantiene en un giro
continuo al paciente, por lo que es considerada un mag-
nífico mecanismo para la prevención de úlceras por
presión (UPP), ya que produce una disminución de los
puntos de roce en el cuerpo del enfermo.
– Camillas. Son camas ampliamente utilizadas en los
ámbitos sanitarios, principalmente para traslados de
pacientes o bien en consultas para exploración. Las hay
rígidas y articuladas.
192
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
La cama ocupada se debe realizar entre dos auxiliares (o un auxiliar y un celador) que se
colocarán cada uno a un lado de la cama, de forma que mientras uno hace su parte de la cama
el celador sostiene al enfermo.
Técnica
1. Explicar el procedimiento al paciente y pedir su colaboración si es posible.
2. Lavarse las manos.
3. Preparar la ropa de lencería.
4. Retirar la ropa superior, a excepción de la sábana, doblando el borde superior hacia el
inferior y luego en cuartos.
5. Colocar la ropa sucia en la bolsa destinada para ello.
6. Colocar al enfermo en decúbito lateral y retirar por el lado libre de la cama la bajera, el
hule y la entremetida, enrollándolo todo hacia el centro de la cama procurando que no
entren en contacto con el enfermo.
7. A continuación se procederá a extender la sábana bajera limpia y sobre ella el hule y la
entremetida.
8. Posteriormente se colocará al paciente en la otra posición de decúbito lateral, para en-
tonces retirar, por el lado de la cama que queda ahora libre, la ropa sucia y colocar
luego correctamente la limpia.
9. Una vez realizado el paso anterior, proceder a la colocación de la ropa superior como se
describió anteriormente, procurando extender la sábana encimera desde la cabecera
hacia los pies.
10. Eliminar la bolsa de la ropa sucia según la política del centro.
11. Por último proceder al lavado manos y al cambio de guantes, para evitar la transmisión
de microorganismos.
c) La tercera forma consiste en tirar del extremo de la ropa de cama hacia los pies, hasta
que quede descubierta la mitad de la cama, y después volver a doblar hasta llegar al
final de la cama.
Cama quirúrgica
Antes de proceder a abrirla hay que realizar una especie de embozo o dobladillo a los pies
de la cama. A partir de aquí la cama quirúrgica se puede abrir de dos maneras diferentes:
a) En triángulo o pico. Para conseguir este tipo de apertura tenemos que coger los ex-
tremos de cada embozo y unirlos de tal forma que a la altura de la mitad de la cama
obtengamos el pico del triángulo que se ha formado. A continuación se coge el pico del
triángulo y se comienza a plegar en abanico hasta el lado opuesto de la cama.
b) En abanico lateral. Para ello tenemos que tirar de los extremos de los dos embozos y
plegarlos en abanico hacia el lateral de la cama.
– Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que encon-
traren en la limpieza y conservación del edificio y material. Si detectaran que algún ar-
tículo del mobiliario (cortinas, persianas, mesilla, sillón, etc.) de la Institución estuviera
dañado lo pondrían en conocimiento de sus superiores.
– Vigilarán el acceso y estancias de los familiares y visitantes en las habitaciones de los
enfermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas, cuidando que
no introduzcan más que aquellos paquetes expresamente autorizados por la Dirección.
– En el momento de la visita médica se encargarán de desalojar a las visitas de las habi-
taciones, incluso las que dispongan de pase permanente (una excepción a esta función
es el caso de los pacientes pediátricos ya que se les permite estar al familiar con pase
permanente). No olvidemos que el acceso y las estancias de los familiares está condi-
cionado a las necesidades asistenciales.
– Vigilarán el comportamiento de los enfermos y visitantes, evitando que estos últimos
fumen en las habitaciones (está prohibido fumar en todas las instituciones sanitarias),
traigan alimentos o se sienten en las camas y, en general, toda aquella acción que per-
judique al propio enfermo o al orden de la Institución.
– Cuidarán que los visitantes no deambulen por los pasillos y dependencias más que lo
necesario para llegar al lugar donde concretamente se dirijan.
– Tendrán a su cargo el traslado de los enfermos.
– Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos masculinos encamados o que no
puedan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de los Supervisores de
planta o servicio o personas que los sustituyan legalmente en sus ausencias.
– Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el enfermo no pueda éste ser
movido sólo por el enfermero o el auxiliar de enfermería, ayudarán en la colocación y
retirada de las cuñas para la recogida de excretas de esos pacientes.
– Ayudarán al personal Sanitario o personas encargadas a amortajar a los enfermos falle-
cidos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.
La piel sucia de orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse. Por eso se
explica igualmente la importancia de los cuidados de limpieza y la necesidad de aseo en los
genitales varias veces al día (todas las veces que sea necesario).
Con un correcto aseo del paciente se pretende:
– Conservar el buen estado de la piel, eliminando la suciedad y el sudor (con este proce-
dimiento eliminamos también el mal olor). Sólo con una buena limpieza e higiene se
consigue que la piel realice sus funciones con normalidad y no se produzcan infeccio-
nes, etc.
– Estimular la circulación sanguínea, al estar el paciente mucho tiempo acostado se dis-
minuye el retorno venoso.
– Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre, si se realiza el baño o ducha con
agua fría.
– Refrescar al paciente, para que sienta sensación de confort y bienestar aumentando así
su autoestima.
Trátese del aseo completo o del aseo de una zona del cuerpo, debemos referirnos a los
mismos principios que se abordan en el cuidado del enfermo, la técnica y el material.
6.3.1. El enfermo
– Tener en cuenta el pudor de la persona, pues a nadie le gusta mostrar su desnudez en
esas circunstancias y ante personas extrañas. Para minimizarlo se cubre al paciente con
202 una sábana de forma parcial.
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
6.3.2. La técnica
Se actuará con metodología durante el aseo. Se limpiará cada zona del cuerpo una a una.
La secuencia del procedimiento seguirá este orden:
1. Preparación del material antes del procedimiento, que se instalará al alcance de la mano.
2. Informar al paciente del procedimiento a realizar y pedir su ayuda si es posible.
3. Posición sistemática del enfermo, la más cómoda posible, reduciendo al máximo sus
movimientos.
4. Protección del enfermo y de la cama.
5. Evacuación de las aguas, ropas sucias, etc.
6. Volver a poner todo en orden.
7. Los cuidados se administrarán desde la derecha, a excepción del lavado, que se hará
desde arriba hacia bajo.
6.3.3. El material
– Los elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.
– Los elementos de lavado: toallas, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema hi-
dratante, jarra, etc.
– Los elementos de recambio: ropa del enfermo,
ropa de cama.
– Los elementos de evacuación: orinal plano o cuña,
bolsa para la ropa sucia o cubo, etc.
– El aseo diario es aquel que se realiza todos los días, pero de una manera más simplifica-
da, es decir, todos los días no se lavan los cabellos, etc.
– Jabón desinfectante.
– Jarra con agua.
– Alcohol.
– Gasas y pinzas de Kocher y de Duval.
– Cuña.
– Tijeras de punta roma para uñas.
– Pasta de dientes, cepillo y seda dental para la boca.
– Champú, peine, cepillo y secador para el pelo.
206
EL PERSONAL SUBALTERNO: FUNCIONES DEL CELADOR [[[[\
6.4.3.3. Procedimiento
Para hacer el baño en cama, completo, se procede de la siguiente manera:
– El celador debe lavarse las manos previamente.
– Informar al paciente del procedimiento a realizar.
– Paciente en decúbito supino, retirar la colcha y la manta de la cama. Tapar al enfermo
con una manta de baño, destapando sólo las partes que vayamos a lavar.
– El aseo se realiza por partes, haciendo enjabonado, enjuague y secado antes de pasar a
la zona siguiente.
– En todos los pasos a seguir se colocará la toalla de forma que proteja la almohada o la
cama.
– El orden de lavado es el siguiente:
* Cara, cuello y orejas. Se moja una torunda en el agua, cogiéndola con las pinzas
para limpiar los párpados (una para cada ojo); seguidamente el pabellón auricular y
posteriormente el contorno de la boca y aletas de la nariz. Finalmente cara y cuello,
secándolos con otra toalla.
* Brazos y manos. Se coloca una toalla debajo y se lava de arriba hacia abajo. Meter
las manos del paciente en un recipiente con agua caliente, para facilitar la limpieza
y el cortado de las uñas. Se lavan las axilas.
* Tórax. En las mujeres lavar y secar bien el pliegue submamario. Para limpiar la zona
pectoral hay que tenerla descubierta el menor tiempo posible o bien hacerlo por
debajo de la toalla que la cubre.
* Abdomen. Proceder igual que en todas las partes descritas.
* Extremidades inferiores. Se le coloca el pie en un recipiente con agua como
ocurría con la mano. Primero se lava un miembro siempre de arriba hacia abajo y
después se hace lo mismo con el otro. Se prestará especial atención a la limpieza
entre dedos.
Hay que secar muy bien los pliegues interdigitales (entre los dedos) para evitar
complicaciones como la maceración, esto nos llevaría a edemas y rotura de la piel
provocando la aparición de úlceras.
La humedad también facilitaría la aparición de hongos precursores de enfermeda-
des micóticas.
* Espalda y nalgas. Colocar al paciente en decúbito lateral con una toalla extendida
a lo largo de la espalda. El lavado se hace también de arriba hacia abajo.
* Genitales externos (región perineal). Se le coloca una cuña debajo del periné con
las piernas separadas y flexionadas.
La higiene de los genitales se hace siempre en la dirección de genitales a región
anal y nunca a la inversa. Se trata de evitar el arrastre de gérmenes del ano hacia los
genitales, sobre todo en las mujeres.
Se hace con agua y un antiséptico no irritante, en lugar de jabón.
207
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
209
5
El Celador en su relación
con los enfermos:
traslado y movilidad
de los mismos
1. Conceptos fundamentales
2. Movilización de pacientes
3. Principios de mecánica corporal para la correcta manipulación de personas
inmovilizadas
4. Técnicas de movilización de pacientes con importantes limitaciones de movilidad
5. Traslados
6. Deambulación del paciente
7. Actuación del celador en el servicio de rehabilitación
5
8. Actuación en la UCI
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
1. Conceptos fundamentales
Dos de las funciones más importantes de los celadores de Instituciones Sanitarias son el
traslado de los enfermos, en camilla o en silla de ruedas, a las consultas o dependencias de
la institución (también en el servicio de ambulancias) y la participación junto con otros pro-
fesionales en la movilización de pacientes. Para llevar a cabo este cometido el celador debe
conocer una serie de conceptos, que ayudarán a realizar su labor correctamente.
– Cuadrantes medios: vacío renal derecho, vacío renal izquierdo y zona periumbilical.
– Cuadrantes inferiores: fosa ilíaca izquierda, fosa ilíaca derecha e hipograstrio en el
centro.
a. Abducción b. Adducción
– Supinación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia delante o hacia arriba.
a. Pronación b. Supinación
b) Posición de Fowler.
c) Posición de Sims o semiprona.
d) Posición ginecológica o de litotomía.
e) Posición mahometana o genupectoral.
Los cambios frecuentes de postura en los pacientes encamados tienen como finalidad:
– Evitar la aparición de isquemia en los llamados puntos de presión, debido a la acción de
la gravedad y al propio peso.
– Evitar que la ropa que cubre la cama roce la piel y llegue a producir lesiones.
– Prevenir la aparición de úlceras por presión (anteriormente denominadas úlceras por
decúbito).
– Proporcionar comodidad al paciente.
Para ello el celador debe prestar atención a que:
– Las sábanas estén limpias, secas y bien estiradas.
– Las zonas de mayor presión corporal estén protegidas.
– Las piernas estén estiradas y los pies formen ángulo recto con el plano de la cama.
Para realizar los cambios posturales se necesitan los siguientes materiales:
– Almohadas y cojines.
– Férulas.
– Ropa limpia para cambiar la cama.
– Protectores de protuberancias si fueran necesarios.
Las tres posiciones son fundamentales para los enfermos encamados, ya que los cambios
posturales realizados frecuentemente (cada 2-3 horas) evitan la aparición de úlceras por pre-
sión, al evitar una presión excesiva, mantenida durante mucho tiempo sobre una parte o zona
corporal.
217
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Los enfermos con patologías cardiacas, digestivas como la hernia de hiato y respiratorias (en-
fermedades pulmonares obstructivas crónicas –EPOC–), tales como el asma, enfisema, bronqui-
tis crónica, etc., prefieren esta posición para estar en la cama, puesto que facilita la respiración.
Se utiliza para cambios posturales y exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oídos, nariz (oto-
rrinolaringología), garganta (ej. cambios de cánula traqueal) y pecho. Es una posición usada
muy frecuentemente en los traumatismos costales.
En esta postura hay que colocar a los pacientes con shock hipovolémico, desmayos, lipoti-
mias para intentar restablecer y salvaguardar el riego sanguíneo cerebral.
219
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Posiciones no quirúrgicas:
– Posiciones decúbito:
* Posición decúbito dorsal, supino o anatómica.
* Posición de decúbito lateral izquierdo y derecho.
* Posición de decúbito prono.
– Posición de Fowler.
– Posición de Sims.
Posiciones quirúrgicas:
– Posición de litotomía o ginecológica.
– Posición de Trendelenburg.
– Posición genupectoral.
– Posición de Morestin.
2. Movilización de pacientes
Definimos movilización como el desarrollo de un programa de ejercicios encaminado a
conseguir el restablecimiento de las funciones disminuidas por la enfermedad.
Hay dos tipos de movilización:
– Activa: las realiza el propio paciente bajo la supervisión del profesional. Consiste en la
movilización de los segmentos corporales que quiera ejercitar por medio de los mús-
culos y articulaciones de esos segmentos.
220 Se puede realizar con resistencia o contrarresistencia (poleas, manos, etc.).
EL CELADOR EN SU RELACIÓN CON LOS ENFERMOS: TRASLADO Y MOVILIDAD DE LOS MISMOS [[[[\
– Pasiva: son realizadas sobre los distintos segmentos corporales del paciente por fisio-
terapeutas. Se trata de pacientes que, por su incapacidad o bien por indicación médica,
no pueden realizar el esfuerzo que requiere el ejercicio.
La inmovilidad se define como la disminución o interrupción de la capacidad para desem-
peñar las actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones motoras o también como
la incapacidad para desplazarse de forma independiente en su espacio vital.
Causas físicas
Dentro de las causas físicas se encuentra el envejecimiento fisiológico, el cual es responsa-
ble de una disminución de las facultades físicas y psíquicas y, como consecuencia de ello, po-
drá llegar la inactividad del anciano. El otro gran grupo de causas físicas que son productoras
de inmovilidad tenemos que relacionarlo con determinadas enfermedades:
– Enfermedades musculoesqueléticas: son responsables de dolor y rigidez (osteopo-
rosis, artrosis, fracturas, etc.) y es una de las causas más frecuentes de invalidez.
– Enfermedades neurológicas: las más frecuentes son la enfermedad de Parkinson,
los accidentes cerebrovasculares, las neuropatías, etc.
– Enfermedades cardiorrespiratorias: insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, vasculopatías periféricas, cardiopatía isquémica, etc.
– Alteraciones de la marcha y el equilibrio: hipotensión ortostática, caídas, síndrome
postcaída, problemas podológicos, etc.
– Pérdidas sensoriales auditivas y de visión: presbiacusia, tapones de cera, presbicia,
cataratas, glaucoma, etc.
– Enfermedades endocrinometabólicas: diabetes mellitus, hipotiroidismo, deshidrata-
ción, hiponatremia, etc.
– Enfermedades agudas: traumatismos, fracturas, posoperatorio, etc.
Causas psíquicas
Dentro del conjunto de causas psíquicas que pueden desencadenar un síndrome de in-
movilismo se encuentran: la depresión, las demencias y los estados confusionales. Además
de estos grandes grupos reseñados como elementos clave en el síndrome de inmovilismo, no
debemos desmerecer la repercusión que tienen otros elementos como los que se citan a con-
tinuación: las recomendaciones erróneas de reposo, el consumo de determinados fármacos,
la hospitalización, las barreras arquitectónicas en el domicilio y en el exterior, la ausencia de
ayudas técnicas, la falta de apoyo social y la soledad y el aislamiento. 221
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
3. Proteger la espalda:
– No doblarla incorrectamente.
– Hacer uso de los músculos de las piernas para moverse y levantarse. De este modo
el levantamiento estará a cargo de los músculos más grandes y fuertes (abdomina-
les y glúteos) que no se fatigan tan rápidamente como los pequeños.
– Considerando exclusivamente la fuerza, el ángulo de tracción óptimo para cual-
quier músculo es de 90 grados.
4. Contraer los músculos abdominales y glúteos para estabilizar la pelvis antes de mo-
vilizar un objeto. Esto protege los ligamentos y articulaciones contra la tensión y las
lesiones. Espirar en el momento de la fuerza.
5. Reducir al mínimo la fricción o el roce entre el objeto en movimiento y la superficie en
que está siendo movida. Esto requerirá menos energía.
Poner a favor del cuidador la fuerza de gravedad, a ser posible no trabajar en contra de ella.
6. Hacer que alguien le ayude o usar un medio mecánico, cuando se tenga alguna sospe-
cha de que la carga resulte demasiado pesada o difícil.
7. Colocar correctamente el pie en dirección hacia donde debe hacerse el giro para no
hacerlo con la columna.
8. Utilizar el contrapeso del propio cuerpo para aumentar la fuerza aplicada al movimiento.
9. Ayudarse con puntos de apoyo exteriores.
10. Siempre es mejor empujar o deslizar un objeto que tirar.
11. Trabajar, si es posible, a una altura adecuada. Demasiado alto: hipertensión lumbar.
Demasiado bajo: espalda doblada.
12. Antes de mover a un enfermo es necesario saber qué enfermedad o lesión tiene, si se le
puede mover y por dónde se le puede coger.
13. Explicarle lo que se le va a hacer y buscar su colaboración. 223
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
c) El celador debe colocar sus brazos por debajo de las caderas del paciente.
d) Pedirle que haga fuerza con sus pies y brazos intentando elevarse. En ese momento los
brazos del celador deben ayudarle a subir hacia la cabecera.
e) En la posición anterior puede desplazarse incluso sólo si se encuentra ágil. 225
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
c) Colocarla al paciente por debajo, de forma que llegue desde el hombro hasta el muslo.
d) Se enrolla la sábana por los laterales sujetándola cada persona fuertemente, pudiendo
mover al paciente hacia cualquier lado de la cama.
5. Situar un brazo debajo del hombro más alejado del paciente, de forma que la cabeza
de éste descanse en el antebrazo manteniendo el codo doblado. Poner el otro brazo
debajo de la curvatura lumbar del paciente.
6. Tensar los músculos glúteos y abdominales, para de esta forma prepararlos para el mo-
vimiento y proteger a la vez a los órganos internos de lesiones.
7. Tirar de la cabeza, hombros y tórax del paciente hacia el lado que se quiere mover, ba-
lanceándose hacia atrás y cambiando el propio peso al pie trasero.
8. Para mover la zona de los glúteos del paciente, poner un brazo debajo de la cintura de
éste y el otro debajo de los muslos. Repetir los pasos 6 y 7 tirando de los glúteos.
9. Para mover los miembros inferiores del paciente, situar un brazo debajo de los muslos
y el otro debajo de las piernas. Repetir los pasos 5 y 6 tirando de las piernas.
227
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
5. Situar el brazo del paciente que se encuentre más cerca lo más próximo a ti que pue-
das y fuera de su cuerpo. Realizando esta maniobra se impedirá que el paciente rue-
de sobre él.
6. A continuación flexiona el otro brazo del paciente sobre su tórax y coloca la pierna más
alejada sobre la más cercana. Al tirar hacia adelante del brazo y de la pierna más aleja-
dos se facilita que el paciente se vuelva hacia este lado.
7. Tensa tus músculos glúteos y abdominales y flexiona tus rodillas.
8. Coloca una mano sobre el hombro más alejado y la otra sobre la cadera más alejada.
9. A continuación gira al paciente hacia ti balanceándote hacia atrás y cambiando el peso
hacia el pie trasero a la vez que flexionas tu rodilla y bajas la pelvis.
10. Finalmente proceder a la alineación correcta del paciente y a la colocación de la ropa
de la cama.
Primer Procedimiento
Se emplea cuando los enfermos no cooperan, lo cual implica que se necesitan para llevarlo
a cabo dos celadores. Los diferentes pasos a seguir son:
1. Explicar al paciente el procedimiento.
2. Quitar la almohada.
3. Cada uno debe de colocarse a un lado de la cama con el cuerpo girado ligeramente
hacia la cabecera de la cama, con el pie más cercano a la cabecera de la cama mirando
en esa dirección y con las rodillas flexionadas.
4. A continuación cada celador colocará su brazo más cercano al hombro del paciente por
debajo de éste mientras que el otro lo colocarán debajo de los muslos del paciente.
5. Finalmente, proceder a levantar y mover al enfermo manteniendo las rodillas rectas.
No debemos olvidar que el grupo de músculos que interviene de forma decisiva en el
levantamiento del paciente es el de los miembros inferiores.
Segundo Procedimiento
Tiene la misma indicación que el anterior pero se lleva a cabo con la sábana de arrastre.
Para su ejecución es necesaria también la presencia de dos celadores.
1. Desnudar la cama, dejando únicamente cubierto al enfermo con la sábana encimera.
2. Cada uno se situará a un lado de la cama.
3. Para la colocación de la sábana se pondrá primero al paciente a un lado de la cama y
por el lado que queda libre se colocará la sábana doblada por la mitad. A continuación
se volverá al paciente hacia el otro lado de la cama y el celador que ahora queda libre
228 terminará de colocar la sábana.
EL CELADOR EN SU RELACIÓN CON LOS ENFERMOS: TRASLADO Y MOVILIDAD DE LOS MISMOS [[[[\
4. Coger la sábana entre los dos celadores y, a la vez que se levanta al enfermo, moverlo
hacia arriba.
5. Retirar la sábana siguiendo el mismo procedimiento que se ha empleado para colocarla.
Tercer Procedimiento
Se ejecuta cuando el enfermo coopera. Se requiere sólo una persona.
1. Utilizar el procedimiento del entrecruzamiento de brazos para levantar al paciente y así
poder retirar la almohada.
2. Acostar al enfermo de nuevo e indicarle que flexione las rodillas apoyando los pies en
la cama y que se agarre al cabecero de la cama con las manos.
3. Seguidamente pasar el brazo que se encuentra más cercano al hombro del paciente por
debajo del cuello de éste, mientras que el otro brazo lo situamos debajo de sus muslos.
4. Una vez que se esté preparado, se le indica al paciente que tire con sus manos hacia la
cabecera, a la vez que se le ayuda moviendo su cuerpo hacia la misma.
5. Por último, se le coloca la almohada y se le arregla la cama.
Primer Procedimiento
1. Incorporar al paciente aplicando el procedimiento de entrecruzamiento de brazos.
2. A continuación proceder a girar las piernas del enfermo hacia nosotros, dejándolas caer
por el borde de la cama.
3. Una vez que el enfermo se encuentra sentado en el borde de la cama, debemos colocar
un pie delante de los pies del enfermo y el otro a un lado. Seguidamente le metemos
por debajo de la axila la mano que tenemos libre.
4. El siguiente movimiento consiste en doblar nuestras rodillas para así obtener la fuer-
za necesaria para levantar de forma suave y rítmica al enfermo. Para facilitar aún más
la movilización le indicaremos al enfermo que, mientras nosotros realicemos el movi-
miento, se apoye en nuestro hombro.
Segundo Procedimiento
1. Colocar al paciente en decúbito lateral (el tipo de decúbito lateral debe coincidir con el
lado hacia el cual se va a levantar al paciente).
2. Elevar el segmento superior de la cama hasta conseguir un ángulo comprendido entre
45º y 60º. De esta forma la movilización requerirá menos esfuerzo y resultará más fácil. 229
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
3. A continuación nos colocamos en la posición opuesta a las caderas del paciente. Esta
posición mejora el equilibrio y previene la torsión de nuestro cuerpo.
4. El paso inmediato es pasar nuestro brazo más cercano a los hombros del enfermo por
debajo de ellos, mientras que el otro brazo lo colocamos sobre el muslo más lejano.
Con este movimiento prevenimos que el paciente se caiga hacia atrás cuando esté
sentado.
5. Girar hacia la pierna de detrás de forma que las piernas del paciente se columpien hacia
adelante y nuestro peso cambie a la pierna de atrás.
6. Una vez que el enfermo está sentado en el borde de la cama, proceder como en el pri-
mer procedimiento.
Tracción cutánea
Para controlar los espasmos musculares e inmovilizar una zona antes de la cirugía.
– En caso de pacientes tetrapléjicos, para realizar su higiene no se les debe girar hacia la
posición de decúbito lateral, sino levantarlos en bloque para llevar a cabo la higiene
posterior.
– Al movilizar pacientes con fracturas en las extremidades inferiores y que como medida
terapéutica las tienen enyesadas se sostiene la extremidad respetando su posición.
231
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
– En la sala de reanimación con pacientes recién operados que tengan prescrito por el
cirujano una movilización precoz, se pondrá especial atención en acomodar al pacien-
te, alinearlo y el movimiento/levantamiento se hará por fases. Al comienzo se harán
movilizaciones simples donde se precise menor ayuda del paciente.
– Para proceder a la movilización de un paciente asistido por ventilación artificial debe
estar presente un DUE/ATS que vigile los sistemas y conexiones del respirador, así
como los tubos y cánulas, de manera que en ningún momento se altere o interrumpa
la ventilación.
5. Traslados
En las instituciones sanitarias los traslados constituyen una práctica diaria; son muy comu-
nes los desplazamientos de pacientes de unas áreas a otras (generalmente a servicios como:
radiología, quirófanos, etc.). En el Estatuto de Personal No Sanitario se recoge que los celado-
res “tendrán a su cargo el traslado de los enfermos, tanto dentro de la Institución como en el
servicio de ambulancias”.
Cuando el celador es requerido para trasladar un paciente a un determinado lugar
del hospital, debe hacerlo con profesionalidad, proporcionando a la persona seguridad y
bienestar.
El traslado es la movilización del paciente de una zona a otra dentro del Hospital; para ello
el celador debe cumplir una serie de normas:
– Cuando un celador va a recoger a un paciente para trasladarlo a algún servicio del
hospital se presentará a la supervisora o persona delegada de esta explicándole su
misión.
– Una vez que explica al paciente el propósito del traslado se comienza con este. Desde
ese momento el celador es el responsable del paciente y de la documentación que le
acompañe.
– Si no es un traslado urgente y el paciente está estable el traslado se hará proporcionan-
do seguridad y bienestar al paciente y sin prisas.
– Una vez llegado al destino el celador, y si el paciente se queda allí, se volverá cuando la
persona responsable se haga cargo de él.
Hay dos medios habituales para el traslado de los enfermos: la silla de ruedas y la camilla.
Se realiza el transporte en un medio u otro según sea el estado físico del paciente.
De igual forma se hace cuando se cruza una puerta de hojas elásticas (volverá la silla y pa-
sará el celador antes que el paciente, caminando hacia atrás) o se baja una rampa (el celador
camina hacia atrás).
Otros supuestos que ocurren muchas veces a lo largo de la jornada laboral de un celador
(sobre todo en urgencias) son:
– El acompañar a un paciente en silla de ruedas hacia un vehículo cuando es dado de
alta. Aquí se coloca la silla paralela al coche, frenada con los reposapiés levantados y se
sigue el mismo procedimiento.
– Levantar a un paciente del suelo (desmayo, lipotimia, etc.) para colocarlo en una silla
de ruedas; para ello situamos la silla detrás del paciente y lo cogemos por las axilas le-
vantándolo y llevándolo hacia atrás hasta sentarlo. Si el paciente está consciente puede
colaborar sujetando los hombros de los que le van a sentar.
Forma de hacerlo:
– Uno de los celadores coloca uno de sus brazos por debajo de los hombros del paciente
y el otro brazo por debajo de la espalda.
– El otro celador debe colocar uno de sus brazos bajo la región sacra del paciente (nalgas)
y el otro debajo de las rodillas. Si fuera necesario una tercera persona se encargaría de
cogerle a la altura de los pies.
Los tres al unísono deben levantar al paciente y colocarlo en la camilla.
– Se cubre el cuerpo del paciente con la ropa de la camilla.
– Si el paciente llevase una sonda colocada o un gotero de perfusión, la tercera persona
se encargará de atenderlo, mientras que los dos celadores restantes harían el traslado.
En este caso el primer celador colocaría uno de sus brazos bajo los hombros del paciente
y el otro brazo bajo la cintura.
El segundo celador colocaría uno de sus brazos debajo de la región sacra y el otro debajo
de los muslos.
Todos los hospitales con servicio de rehabilitación disponen, al menos, de una o varias
consultas médicas, donde pasarán consulta los diferentes especialistas (médico rehabilitador,
foniatra, psicólogo, etc.) Y una o más áreas de fisioterapia, además de las áreas administrativas.
− También serán misiones del celador todas aquellas funciones similares a las anteriores
que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específica-
mente reseñadas.
Es también importante estar pendiente de las reacciones adversas que produce ese posi-
cionamiento (por ejemplo, una incorporación o verticalización puede inducir mareos o vérti-
gos por hipotensión ortostática).
Sillas de ruedas
Constan de diferentes elementos cuya correcta conservación y mantenimiento favorecen
la comodidad y la alineación corporal adecuada en sedestación (posición sentada), la seguri-
dad, las transferencias y el desplazamiento.
Hay que considerar la idoneidad de: la anchura del asiento, la altura a la que está del suelo,
la altura del respaldo y de los apoyabrazos y la longitud de los apoyapiés.
– Ruedas: hay que comprobar el buen estado de las cubiertas así como de los aros ma-
nuales (si posee) para realizar el autoimpulso.
– Frenos: los frenos han de trabar correctamente el giro de las ruedas. Esta es una ma-
niobra básica para realizar cualquier traslado o transferencia. Los frenos deben soltarse
fácilmente y permitir el giro de las ruedas.
– Apoyabrazos: la altura del apoyabrazos ha de ser 2,5 cm más alta que la distancia entre
el asiento de la silla y el codo del paciente. Los apoyabrazos se han de poder retirar con
facilidad para poder despejar el campo de acción en los traslados y transferencias y así
poder actuar con mayor seguridad.
– Apoyapiés: para las transferencias es importante que éstos sean móviles y giratorios.
Si posee un soporte para apoyar las piernas, ha de evitarse la compresión sobre el hueco
poplíteo (parte posterior, de la rodilla), posicionando este soporte 2,5 cm inferior a éste.
Hay que evitar que el paciente se incline hacia delante para evitar las caídas. Si al paciente
se le cae un objeto hay que instruirle para que sobrepase ese objeto y que para recogerlo se
incline hacia un lado de la silla de ruedas.
En los casos de amputaciones bilaterales se lastrarán ambos apoyapiés para corregir el
desequilibrio.
En el caso de amputación por debajo de las rodillas, para prevenir el flexo de rodillas se
utilizará una tabla almohadillada para favorecer la extensión de la rodilla.
244
EL CELADOR EN SU RELACIÓN CON LOS ENFERMOS: TRASLADO Y MOVILIDAD DE LOS MISMOS [[[[\
* Fabricada en madera laminada con sección que disminuye en los extremos para
deslizar suavemente la tabla por debajo del paciente. Con orificios asidera en am-
bos extremos para facilitar su agarre y transporte.
* De forma curvada para salvar fácilmente la rueda grande de las sillas de ruedas. Sus
cantos redondeados y superficie lisa permiten deslizarse cómodamente sobre la
tabla. De plástico macizo y reforzado, resiste al agua y al astillado. Las almohadillas
antideslizantes de los extremos de la parte inferior aumentan la estabilidad durante
la transferencia.
8. Actuación en la UCI
8.1. Actuación del celador en la UCI/UVI
La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), también conocida por Unidad de Vigilancia Intensiva
(UVI), es un servicio altamente especializado en la asistencia, vigilancia y control de los pacientes en
estado crítico. En algunos hospitales las UCI son pequeñas unidades hospitalarias totalmente equi-
padas dentro del mismo, disponiendo de servicio propio y exclusivo de Laboratorio, Radiología,
Esterilización, etc. Se ocupa de pacientes con una patología que haya alcanzado un nivel de grave-
dad tal que suponga un peligro vital actual o potencial, susceptible de recuperabilidad.
Por todo ello, se puede definir como un área específica del hospital en la que, de una manera
adecuada, se puede monitorizar, realizar los procedimientos diagnósticos, ayudar de forma con-
trolada al mantenimiento de las funciones vitales, y administrar el tratamiento definitivo a aquellos
pacientes cuya vida se encuentra en peligro a causa de enfermedades potencialmente reversibles.
UCI/UVI
UCI/UVI neonatal
± Cirugía general.
± Politraumatizados.
± Grandes quemados, etc.
± Además de estas zonas de hospitalización poseen un almacén de farmacia, almacén
de lencería, vestuarios, despachos de administrativos y médicos, almacén de apara-
tos, etc.
Son salas muy especializadas donde existen gran cantidad de aparatos, muchos de los
cuales no se encuentran en otros servicios del hospital, entre los que se pueden citar: desfi-
249
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
En los supuestos de traslado del paciente de UCI a servicios de diagnóstico (TAC, Ecografía,
etc.), el celador que acompañe al mismo permanecerá constantemente junto al equipo de
dicho traslado hasta la finalización del mismo.
– Dolor.
– Problemas psicológicos.
– Alteración de los patrones de sueño.
– Problemas en el autocuidado.
Hipervolemia
– Restringir los líquidos y el sodio.
– Valorar la presencia de edema periférico, sistémico o pulmonar.
– Pesar al paciente. En una hipervolemia suele aparecer un aumento agudo de peso.
8.2.6. Cuidados en pacientes que presentan alteraciones de los patrones del sueño
– Informar al paciente de la importancia del sueño para la recuperación de su patología.
– Mantener un entorno tranquilo y sin ruidos.
– Informar al paciente de que la mayor parte del sueño debe realizarlo a la misma hora
que lo hacía en su domicilio.
– Informar al paciente de que los ejercicios y la música son productores de sueño.
– Apagar las luces por la noche y durante los períodos de reposo.
– Limitar el horario de las visitas a las necesidades específicas de cada paciente.
– Colocar al paciente de la forma que se encuentre más cómodo para dormir.
255
6
Normas de actuación en
los quirófanos
1.3.1. Instalaciones
El bloque quirúrgico suele situarse en una zona del hospital tranquila y con poco tránsito,
aunque bien comunicada con el resto de las unidades.
Atendiendo a las normas de asepsia y antisepsia, se divide en varias áreas con diferente
tipo de restricciones en lo referente a la circulación de personal, enfermos y material:
– Área de intercambio. Aquí encontramos el área de recepción de pacientes, los despa-
chos, los vestuarios y la sala de estar del personal:
* Los almacenes, en el bloque quirúrgico existen diversos almacenes para guardar el
material quirúrgico, aparatos, sueros, camillas, farmacia en general, etc.
* La zona de descanso del personal está compuesta por salas acondicionadas para el
descanso del personal entre cada intervención.
* Los vestuarios son zonas de intercambio, poseen dos puertas, una por la que se ac-
cede con ropa de calle y otra de salida al pasillo de quirófano, una vez uniformado
o vestido con el traje de quirófano. Existen vestuarios para los profesionales que
forman el quirófano y otros para los pacientes que llegan en régimen ambulatorio.
* La zona de recepción de pacientes es la sala donde se instala y permanecen los enfer-
mos que vienen en cama o camilla hasta que se les pasa a la camilla quirúrgica para
ser operados, también denominada transfer o zona de transferencia de camas. La
cama vacía se deposita en la esclusa.
– Área limpia. Para esta área es necesario el uso de gorro y “papis”. A este espacio perte-
nece el pasillo limpio y el almacén de material estéril.
– Área estéril o aséptica. En esta área será necesario el uso de gorro, papis o calzas y
mascarilla, incluso cuando no se esté realizando ninguna intervención. Está formada
por los quirófanos, la zona del lavado quirúrgico y las áreas de preparación del instru-
mental estéril:
* La sala de lavado de manos quirúrgico es la sala anexa al quirófano, donde el per-
sonal estéril (el cirujano, sus ayudantes y la enfermera instrumentista), realizará el
260 lavado quirúrgico de manos, para así, proceder al acto quirúrgico.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
264
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
3. Las mesas cubiertas con paños se consideran estériles sólo en la superficie. Cualquier
objeto que pase del extremo de la mesa se considera contaminado y no puede ser co-
locado otra vez sobre ésta.
4. Las superficies estériles deben contactar sólo con otras superficies estériles. Las perso-
nas lavadas deben mantenerse cerca del campo estéril y, si cambian de posición, deben
girar cara a cara o espalda contra espalda.
5. Los extremos de un paquete o contenedor estéril se consideran no estériles (los límites
de lo estéril no están siempre bien definidos).
6. El campo estéril debe crearse lo más cerca posible del momento en que va a ser utili-
zado. El grado de contaminación es proporcional al tiempo que permanecen sin tapar
las cosas. Las zonas estériles deben estar siempre a la vista, y una vez que se abren los
paquetes de cosas que se van a utilizar, alguien debe permanecer en la habitación para
asegurar la esterilidad.
Riesgo de lesión relacionado con el uso de material eléctrico
La cirugía y la anestesia dependen en gran medida de los equipos eléctricos como moni-
tores, lámparas de cabeza, microscopios, equipo endoscópico, mesas de quirófano eléctricas y
bisturíes eléctricos, aparatos que suponen una amenaza para la seguridad del paciente.
Los peligros eléctricos más frecuentes son el fuego, la descarga eléctrica y las quemaduras.
Las chispas provocadas por las averías de los equipos, la electricidad estática o el uso de
láseres y bisturíes eléctricos son posibles focos de ignición. Ya no se emplean gases anestési-
cos explosivos, pero el uso de oxígeno a altas concentraciones para la anestesia incrementa el
riesgo de fuego.
Existe la posibilidad de que se produzcan quemaduras eléctricas y térmicas, que pueden
deberse al contacto con conductores eléctricos o al paso de la corriente a través del organis-
mo no bien aislado.
La protección frente a los peligros eléctricos obliga a un uso y mantenimiento adecuados
de todos los equipos quirúrgicos, y al aislamiento y toma de tierra del paciente cuando se
utiliza el bisturí eléctrico.
Riesgo de lesión relacionado con el uso del láser
Cada vez es mayor la frecuencia con que se utilizan distintos tipos de láser en la asistencia
a los pacientes, sobre todo en las técnicas quirúrgicas. El láser sirve para cortar, vaporizar, coa-
gular y soldar tejidos.
El haz del láser libera energía directamente a los tejidos, lo que se traduce en temperatu-
ras extraordinariamente elevadas. Sus peligros, tanto para el paciente como para el personal
sanitario, consisten en lesiones directas de la piel y los ojos por el haz del láser, la inhalación
de humos y partículas de material y el fuego. Todo el personal de quirófano y los pacientes
conscientes deben utilizar protección ocular frente al láser.
Riesgo de lesión relacionado con la posición del paciente
Durante la intervención, en especial mientras se mantienen los efectos de la anestesia, el
paciente no puede protegerse a sí mismo frente a ningún posible peligro, por lo que el perso-
266 nal de quirófano debe ayudarle para prevenir las lesiones.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
267
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Concentrado de hematíes
Técnica de rasurado
a) Material. Para efectuar el rasurado se necesita el siguiente material:
– Guantes desechables.
– Batea.
– Esponja, compresa o gasa.
– Jabón.
– Maquinilla de afeitar desechable.
– Palangana con agua caliente.
– Toallas, empapadores.
– Esparadrapo ancho.
– Tijeras o rasuradora eléctrica, en caso necesario.
b) Procedimiento.
– Preparar el material.
– Lavado de manos y empleo de guantes.
– Explicar al paciente el procedimiento a realizar.
– Colocar al paciente en función de la zona a rasurar. Respetar la intimidad del pa-
ciente y aislarlo del entorno, si fuera necesario.
– La zona a rasurar debe estar limpia; en caso contrario se debe lavar con agua y
jabón.
– En intervenciones de neurocirugía, cuando el cabello sea largo, recortar previa-
mente con tijeras.
– El rasurado debe efectuarse en el sentido de crecimiento del vello. Es decir, nunca
se debe rasurar a contrapelo, para evitar cortes o lesiones cutáneas que favorece-
rían la infección.
– Para evitar que queden restos de pelo en la cama del paciente, es conveniente
colocar empapadores, sabanillas o toallas.
– Enjabonar y enjuagar la zona de rasurado y a continuación afeitar con cuidado
con la maquinilla, evitando dar tirones y producir cortes o lesiones en la piel.
– Secar la zona con una toalla limpia.
– Es conveniente pasar un trozo de esparadrapo ancho por la zona rasurada para
que no queden pelos sueltos.
– Aplicar algún antiséptico, si es necesario.
– Recoger el material empleado.
269
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Todas las posiciones quirúrgicas, aunque algunas más que otras, pueden ser potencial-
mente peligrosas a causa de sus efectos sobre la respiración, la circulación, los nervios peri-
féricos y la piel. Una colocación segura debe tener en cuenta las alteraciones fisiológicas pro-
ducidas por la anestesia y por la ubicación. Los cambios de postura de los pacientes aneste-
siados deben hacerse de forma lenta, para permitir que el aparato circulatorio se adapte a los
cambios de la distribución de la sangre. Bajo los efectos de la anestesia, pueden superarse las
limitaciones del paciente, como las limitaciones de la movilidad articular, causando lesiones
o dolores postoperatorios. Las limitaciones o restricciones de los enfermos deben valorarse
antes de inducir la anestesia.
Las posiciones más usadas en las diversas intervenciones quirúrgicas son:
– Decúbito supino: plano sobre la espalda con los brazos a un lado, las palmas hacia
abajo y las piernas rectas con los pies ligeramente separados. Es la posición utilizada
con más frecuencia, usándose para intervenciones de hernias, laparatomía explorado-
ra, colecistectomía, resección intestinal y gástrica, y mastoidectomía.
– Decúbito prono: el paciente yace sobre el abdomen con la cara girada a un lado, los
brazos a los lados con las palmas pronadas, los codos ligeramente flexionado y los pies
elevados sobre la almohada para prevenir la flexión plantar. El paciente se anestesia
en decúbito supino, luego se pasa a prono. Se utiliza para cirugía de la espalda, espina
dorsal y área rectal.
– Trendelenburg: la cabeza y el cuerpo se bajan hasta colocarse a un nivel por debajo
de las piernas y pies. Se sujeta al paciente con apoyos en los hombros y las rodillas se
doblan por medio de una mesa vasculante. La expansión respiratoria está disminuida
por el desplazamiento hacia arriba de las vísceras; se utiliza para cirugía del abdomen
270 inferior y pelvis.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
– Litotomía o ginecológica: el paciente yace sobre la espalda con las nalgas en el ex-
tremo de la mesa; los muslos y las piernas se colocan simultáneamente sobre estribos
para prevenir la lesión muscular; la cabeza y los hombros se sujetan para prevenir lesio-
nes. Se utiliza para cirugía perineal rectal y vaginal.
– Decúbito lateral: el paciente yace sobre el costado; la mesa puede estar doblada por
la mitad. Se utiliza para cirugía renal.
– Posición de Roser o Proetz: paciente tumbado sobre su espalda con el cuello en hipe-
rextensión. Se emplea en exploraciones, intervenciones quirúrgicas de las vías respira-
torias, intubación endotraqueal, etc.
La almohada
Faja de sujeción protege cadera
e ingle
La almohada
protege la oreja
La almohada Abrazadera de
protege pies, Mesa quebrada seguridad
rodillas, piernas a nivel de la cadera
– Posición de laminectomía, el paciente se coloca boca abajo sobre la mesa con el tron-
co sobre un soporte especial que eleve el tronco sobre la mesa (trineo). Se emplea
sobre todo en intervenciones de la columna torácica o lumbar (laminectomías).
271
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Abrazadera
de seguridad
La almohada
protege la rodilla
La almohada
protege las piernas
Nota: existe una clasificación clásica que refiere que las posiciones quirúrgicas básicas
son litotomía o ginecológica, Trendelenburg, genupectoral y Morestin.
Este tipo de ropa se utiliza para evitar que el personal entre con la ropa de la calle o desde
otras dependencias del hospital a la zona quirúrgica. El uniforme incluye: guantes, mascarillas
(evita el paso de gérmenes del aparato respiratorio al paciente), batas, calzas y gorro (el pelo
contiene gérmenes que pueden afectar al paciente).
El orden de la colocación de estas prendas son: calzas, gorro, mascarilla (en el caso del
equipo estéril aquí es donde se procede al lavado quirúrgico), bata estéril y guantes estériles.
El celador, al entrar en quirófano, llevará gorro, mascarillas y calzas.
2. Normas de higiene
2.1. Conceptos generales
2.1.1. Asepsia
Se habla de asepsia para referirse a un conjunto de técnicas que garantizan la ausencia de
materia séptica o microorganismos infecciosos, tanto en superficie como en profundidad, de
los materiales expuestos o de los seres vivos.
Utiliza agentes físicos como medio para conseguir matar y eliminar los microorganismos.
El calor seco y húmedo son los más utilizados.
En la práctica clínica la asepsia se refiere al empleo de material estéril (no posee nin-
gún tipo de microorganismo, ni siquiera sus formas de resistencia) y su protección contra la
contaminación.
Las principales técnicas de asepsia que se emplean en clínica son:lavado de manos, utili-
zación de guantes, limpieza de instrumental, desinfección, esterilización, etc.
2.1.2. Antisepsia
Consiste en utilizar productos químicos para intentar destruir los microorganismos
contaminantes.
En la práctica, la antisepsia consiste en el uso de desinfectantes. No se consigue la esterili-
zación, es sinónimo de desinfección.
2.1.3. Infección
Se conoce como infección la invasión y entrada
en el organismo humano de agentes extraños vivos,
ya sean bacterias, virus u hongos.
No siempre que hay una infección se produce
una enfermedad infecciosa, dado que el organismo
dispone de mecanismos de defensa capaces de lu-
char contra el agente agresor. Bacteria en el torrente circulatorio
Cuando el agente infeccioso vence a los mecanismos de defensa, crece y prolifera inva-
diendo tejidos y células a los que lesiona. Aparecen signos y síntomas (fiebre, malestar gene-
ral, erupciones cutáneas, etc.) y se habla de enfermedad infecciosa.
Se habla de Infestación cuando la agresión se produce por parásitos, como es el caso del
274 plasmodium, tenias, helmintos, ascaris y oxiuros.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
2.2. Desinfección
Consiste en suprimir los microorganismos patógenos existentes en la habitación del enfer-
mo, ropa, manos, piel, etc. No elimina todos los microorganismos ni sus formas de resistencia
(esporas). Es un procedimiento de antisepsia.
Para conseguir la desinfección hay que:
– Hacer un cepillado y lavado con agua y detergente del objeto que se quiere desinfectar.
– Utilizar sustancias químicas con acción desinfectante o antiséptica.
Se denominan desinfectantes los productos químicos usados para la desinfección de ob-
jetos y materiales clínicos. Son de uso frecuente la lejía, jabón, formol, etc. Los desinfectantes
son bactericidas, es decir, capaces de matar los microorganismos.
Clasificación de los desinfectantes
– Aquellos que desarrollan su acción sobre la pared y las membranas celulares.
– Aquellos que desarrollan su acción sobre las proteínas (fenol, alcohol, etc.) y las enzi-
mas (cloro, yodo, etc.).
– Aquellos que desarrollan su acción sobre el núcleo celular (aldehídos).
Se dice que un buen desinfectante es aquel que tiene amplio espectro, no es tóxico ni
corrosivo, es de bajo costo, olor agradable, biodegradable y se puede usar diluido en agua o
alcohol.
Se denominan antisépticos aquellos productos químicos utilizados para la desinfección
de piel, heridas y cavidades del organismo. Son de uso frecuente la tintura de yodo, agua oxi-
genada, alcohol 70º, clorhexidina, mercurocromo (cada vez menos utilizado), etc. Impiden o
retardan el crecimiento de los microorganismos.
Pueden ser bactericidas (matar) o bacteriostáticos (inhiben en el crecimiento) de las bacterias.
Un material desinfectado no está esterilizado; la desinfección no elimina a todos los micro-
organismos y sus formas de resistencia (esporas). Pero un material que ha sido sometido a la
esterilización está por ende desinfectado, puesto que se ha eliminado cualquier forma de vida
o resistencia de las bacterias, virus, etc.
En una desinfección de alto nivel para material de riesgo (semicrítico), el tiempo de actua-
ción del desinfectante será de 20-30 minutos. Para la desinfección de bajo nivel, es suficiente
con 10 minutos.
Una vez conocidos los niveles de desinfección existentes, hay que tener en cuenta varios
conceptos:
² Desinfección final: es aquella que se realiza cuando se ha producido el alta del pacien-
te y las circunstancias lo indican (ej.: paciente que presentaba infección por Neisseria
meningitidis).
– Desinfección concomitante o concurrente: es aquella que se realiza cuando el pa-
ciente está ingresado.
Pasteurización
Esta técnica consiste en calentar el producto durante 30 minutos a una temperatura de
68 ºC, produciéndose posteriormente un enfriamiento rápido del producto. Con este proce-
dimiento se suele tratar la leche, zumo de frutas, etc.
Existe una diferencia importante entre la leche pasteurizada y la leche esterilizada y con-
siste en que la primera no contiene gérmenes patógenos y la esterilizada no contiene ningún
tipo de germen.
La leche esterilizada es la que más se utiliza actualmente, ya que es más cómodo y sencillo
realizar la esterilización, consiguiéndose así un mayor tiempo de conservación.
Una técnica similar a la pasteurización es la uperización, que consiste en calentar la leche
a 130-140 ºC durante 1-2 segundos. Cuando el calentamiento de la leche es a 110-115 ºC du-
rante 30 minutos hablamos de la leche esterilizada.
Rayos solares
Por medio de la acción de los rayos ultravioletas. Estos rayos son uno de los muchos tipos
de radiación producidos por la luz solar.
Son rayos que tienen una cierta acción bactericida, pero sólo a una determinada longi-
tud de onda. Actualmente se utilizan lámparas de rayos ultravioletas en quirófanos, salas de
prematuros y, en especial, en el tratamiento de la tuberculosis; la luz ultravioleta se usa en las
habitaciones de aislamiento de tuberculosos para disminuir la posibilidad de contagio.
Este tipo de radiación tiene como inconvenientes que puede llegar a producir cáncer de
piel (melanoma) y daños en la conjuntiva (conjuntivitis).
Ultrasonido
Se trata de ondas ultrasónicas producidas por la alta velocidad de giro del aparato. Estas
ondas actúan destruyendo las paredes de las bacterias.
Fenol y derivados
El fenol como tal es poco usado en la actualidad al haber sido sustituido por los metil-
fenoles en la limpieza de superficies. El hexaclorofeno, debido a su eficacia antimicrobiana
limitada, no se recomienda su uso para el lavado quirúrgico o la preparación de los pacientes.
Los alcoholes más utilizados en clínica son el isopropílico y el etílico. El alcohol etílico de
70° es un potente bactericida, mucho mayor que el de 90°. Se usa en la desinfección de la piel.
Aldehídos
El formaldehído es un importante bactericida. Se usa para la esterilización de material de
goma, caucho, etc.
El glutaraldehído 2% es también un bactericida muy potente capaz de destruir también
esporas, hongos y virus. Se usa en desinfección por inmersión durante 10 minutos y en este-
rilización durante 10 h.
La limpieza del instrumental debe hacerse lo antes posible, para evitar que las manchas
biológicas (sangre, heces, pus, restos de tejidos, etc.) se sequen y adhieran al mismo. Además
se limpiará también el material que no ha sido utilizado, pero sí seleccionado en un acto
quirúrgico.
3. La esterilización
Es un procedimiento empleado para la destrucción de todos los microorganismos y formas
de resistencia de los mismos (esporas). Los métodos utilizados deben garantizar la destruc-
ción total de cualquier forma de vida, ya sea tanto en la superficie como en la profundidad del
objeto a esterilizar.
Todo objeto esterilizado está desinfectado, pero ningún objeto desinfectado está esterili-
zado, al menos por principio. Cuando un objeto está esterilizado se dice que es aséptico.
Esto se explica porque en la desinfección sigue habiendo microorganismos en el material des-
infectado. Sólo se han eliminado los patógenos que son los más sensibles a los agentes utilizados.
Cuando se ha sometido el objeto a la esterilización se eliminan los microorganismos pató-
genos y además los saprofitos o no patógenos. Por eso se dice que un objeto esterilizado está
siempre desinfectado.
281
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
7HPSHUDWXUD 7LHPSR
121º 15-20 minutos
126º 10 minutos
134º 5-7 minutos
Mechero Bunsen
B) Incineración
Consiste en el uso de hornos crematorios (horno de Pasteur) para quemar el material de
un solo uso (jeringas, guantes, catéteres, agujas, etc.), así como otros materiales contaminados
biológicamente.
C) Estufa Poupinel
– Utiliza únicamente el calor seco.
– El calor seco es bactericida (mata las bacterias) y actúa por oxidación física o por coagu-
lación de las proteínas bacterianas debido a la acción exclusiva del calor.
– Hay que tener en cuenta que el calor seco en forma de aire caliente es de difícil control
y su penetración en los materiales es lenta y desigual, no llegando uniformemente a
todas las partes. Para conseguirlo hay que exponer el material a la acción del calor du-
rante largos períodos de tiempo.
282
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
7HPSHUDWXUD 7LHPSR
180 ºC 30 minutos
170 ºC 60 minutos
160 ºC 120 minutos
150 ºC 2 h 30 minutos
140 ºC 3 h.
120 ºC Más de 6 h
Su acción esterilizante se debe a su toxicidad que altera las proteínas de los microorganis-
mos. Se dice que es bactericida porque es capaz de matar las bacterias presentes en el medio.
Su acción bactericida depende de: la concentración del gas, la temperatura de exposición,
la humedad relativa existente en la cámara de exposición y el tiempo de exposición.
La temperatura idónea del gas, para que pueda impregnar mejor los objetos a esterilizar,
es de 55-60 ºC. Aunque a partir de los 30 ºC ya puede ser efectivo.
La humedad es necesaria para que actúe sobre las formas de resistencia de las bacterias (es-
poras). En condiciones adversas las esporas están deshidratadas y en ese estado no pueden ser
atacadas. Debe haber una humedad del 50% dentro de la cámara y nunca podrá ser inferior al
30%. Se necesitan de 3 a 8 horas de esterilización, dependiendo de la humedad y la temperatura.
El óxido de etileno es un producto muy utilizado en los hospitales a pesar de los grandes
inconvenientes que presenta:
– Es un gas muy inflamable (explosivo).
– Puede producir intoxicaciones agudas y crónicas (por sus condiciones de uso el tóxico
penetra fundamentalmente por la vía cutánea y respiratoria):
* Agudas; exposición única caracterizada por irritación de las mucosas, alteraciones
gastrointestinales, alteraciones respiratorias, alteraciones cardiacas y alteraciones
neurológicas.
* Crónicas; exposición repetida a lo largo del tiempo y que se caracteriza por el dete-
rioro cognitivo y neuropatías.
– Existen estudios que revelan que puede ser cancerígeno, teratogénico y productor de abortos.
Además de los inconvenientes anteriormente expuestos existe otro, ya que algunos de los
materiales esterilizados con óxido de etileno deben ser aireados para evitar que los restos de
este gas produzcan efectos negativos en el paciente.
La aireación se puede realizar de dos maneras:
– Aireación normal: dejando el objeto en el ambiente hasta que desaparezcan los restos de gas.
– Aireación forzada: se realiza en unas cámaras especializadas (10-12 horas) introducien-
do aire a presión para hacer desaparecer el óxido de etileno.
Los materiales que se pueden esterilizar con óxido de etileno son: material de goma, plástico,
caucho (guantes, sondas, etc.), antibióticos, etc.
Los riesgos derivados del trabajo pueden ser generales o específicos. Entre los riesgos ge-
nerales destacan por su frecuencia las caídas, las heridas, cortes y abrasiones. Las caídas pue-
den estar producidas por diversas situaciones, como son:
– Falta de iluminación en algunas áreas.
– Mala distribución del mobiliario, objetos e incluso de las personas.
– Falta de adherencia del suelo; esto sucede cuando se utiliza un material inadecuado
para la solería o bien el profesional emplea un calzado resbaladizo.
La prevención de este tipo de accidentes se basa en una rápida actuación sobre los facto-
res anteriores: limpieza correcta del suelo, organización del mobiliario, correcta ubicación de
personas, iluminación adecuada en todas las áreas del servicio, etc.
Las heridas, cortes, abrasiones y contusiones se producen generalmente por el material
empleado y por el tipo de trabajo que se realiza. Estos riesgos se minimizan con información
sobre las actividades a realizar, utilización de guantes, separación de los objetos punzantes y
cortantes de los que no lo son, etc.
Los riesgos específicos son los derivados del material utilizado así como de las características
propias del servicio; se pueden clasificar según la naturaleza del agente que los produce, en:
– Riesgos físicos:
* Quemaduras: se suelen producir al sacar el material que se ha esterilizado. Una co-
rrecta información de los tiempos, así como el uso de guantes, evita en gran medida
estos accidentes.
* Calor excesivo: en la central de esterilización hay una gran cantidad de aparatos que
generan calor, por lo que una deficiencia en los sistemas de ventilación provocan
una alteración del bienestar en el trabajador.
* Cansancio visual: la iluminación de los servicios de esterilización, al estar situados
normalmente en sótanos, plantas bajas, etc. tiene que ser artificial, por lo que es
importante estudiar correctamente la distribución de la luz para disminuir el riesgo
de caídas.
* Descargas eléctricas: procedentes de los aparatos allí utilizados; un correcto
mantenimiento y una adecuada instalación disminuyen estos riesgos.
* Levantamiento de pesos: con la utilización de medios de transporte adecuados se
evitan lesiones musculares y articulares.
* Ruidos: los aparatos en su funcionamiento emiten ruidos y vibraciones. La utiliza-
ción de un paño verde debajo de los aparatos minimiza estos efectos perjudiciales;
también es importante un ajuste correcto de los mismos.
* Incendios: conocimiento del plan de emergencia.
– Riesgos químicos:
* Óxido de etileno: este gas es un producto muy tóxico produciendo alteraciones res-
piratorias y dermatológicas principalmente, además de transformación tumoral y
alteraciones cromosómicas. Los efectos perjudiciales de este gas se pueden evitar
con una adecuada instalación, aireación forzada, detector ambiental, sistemas de
286 ventilación y formación adecuada del personal que lo maneja.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
3.4.1. Almacenamiento
Para que la conservación del material estéril sea la más adecuada el almacén debe reunir
los siguientes requisitos:
– Las paredes deben ser lisas, sin rugosidades, para facilitar su limpieza.
– El lugar donde se ubicará el almacén debe tener un acceso restringido.
– Las condiciones climáticas ideales para el mantenimiento son: ventilación (6 renovacio-
nes 1 hora), temperatura (15 ºC-25 ºC) y humedad: 40%-60%.
El procedimiento a seguir, una vez esterilizado el producto, para proceder a su almacena-
miento es el siguiente:
– El material se dejará enfriar una vez esterilizado para evitar condensaciones.
3.4.2. Transporte
Cuando se transporta material esterilizado a los distintos servicios del hospital, se tiene
que hacer de manera que se garantice la integridad del envoltorio. Se suele utilizar para su
transporte:
– Material voluminoso o carros herméticos.
– Material pequeño o bolsas de plástico cerradas.
El material que se vaya a almacenar en las plantas debe ser utilizado en 24-48 horas y se
288 colocará por orden de caducidad.
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
3.4.3. Caducidad
La caducidad de un material esterilizado está estrechamente relacionada con las condicio-
nes del envasado y almacenamiento. Este tiempo de caducidad garantiza la viabilidad de la
esterilización.
289
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Recomendaciones
1. Indicaciones para el lavado y la antisepsia de manos:
A. Cuando las manos están visiblemente sucias o contaminadas con material proteico o
están visiblemente sucias de sangre u otro fluido corporal, deben lavarse las manos con
agua y jabón antimicrobiano o no antimicrobiano, indistintamente. 293
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
B. Si las manos no están visiblemente sucias, usar soluciones alcohólicas para la frotación
de manos para la descontaminación rutinaria de las manos en todas las situaciones clí-
nicas descritas en el apartado 1 de C a J. Como alternativa y en las mismas situaciones,
pueden lavarse las manos con agua y jabón antimicrobiano.
C. Descontaminar las manos antes de tener un contacto directo con pacientes.
D. Descontaminar las manos antes de ponerse los guantes estériles cuando se haya de
insertar un catéter intravascular central.
E. Descontaminar las manos antes de insertar un catéter urinario transuretral, un caté-
ter vascular periférico u otro instrumento invasivo que no requiera un procedimien-
to quirúrgico.
F. Descontaminar las manos antes del contacto con la piel sana del paciente (Ej.: para
tomar el pulso o la presión arterial o levantar el paciente).
G. Descontaminar las manos antes del contacto con fluidos corporales o excrementos,
membranas mucosas, piel no intacta y apósitos de heridas si las manos no están visi-
blemente sucias.
H. Descontaminar las manos si se desplaza desde una zona del cuerpo contaminada hacia
una zona del cuerpo limpia durante el cuidado del paciente.
I. Descontaminar las manos después del contacto con cuerpos inanimados (incluyendo
equipo médico) en las proximidades del paciente.
J. Descontaminar las manos después de sacarse los guantes.
K. Antes de comer y después de usar el baño, deben lavarse las manos con agua y jabón
antimicrobiano o no antimicrobiano, indistintamente.
L. Las toallitas impregnadas con una solución antimicrobiana pueden ser consideradas
como una alternativa al lavado de manos con agua y jabón no antimicrobiano. Por no
ser tan efectivas en la reducción del número de colonias sobre las manos del personal
sanitario como las soluciones alcohólicas para la frotación de manos o lavarse las ma-
nos con agua y jabón antimicrobiano, no son un sustituto al uso de soluciones alcohó-
licas para la frotación de manos o al lavarse las manos con agua y jabón antimicrobiano.
M. Deben lavarse las manos con agua y jabón no antimicrobiano o agua y jabón antimicro-
biano si se supone o se ha probado que ha existido una exposición al bacillus Anthracis.
La acción física de lavado y enjuague en estas circunstancias es recomendable porque
los alcoholes, la clorhexidina, los iodóforos y los otros agentes antisépticos tienen poca
actividad contra las esporas.
N. No se puede hacer ninguna recomendación con relación al uso rutinario de soluciones
no alcohólicas para la frotación de manos para la higiene de manos en centros sanita-
rios. Tema no resuelto.
2. Técnicas del cumplimiento de la higiene de manos:
A. Cuando se descontaminan las manos con soluciones alcohólicas para la frotación de
manos, aplicar el producto sobre la palma de una mano y frotar las manos juntas, cu-
briendo toda la superficie de manos y dedos, hasta que estén secas. Seguir las reco-
mendaciones del fabricante con relación a la cantidad de producto a usar.
294
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
B. Cuando se laven las manos con agua y jabón, mojar primero las manos con agua, apli-
car la cantidad de producto recomendada por el fabricante y frotar las manos juntas
vigorosamente durante al menos 15 segundos, cubriendo toda la superficie de las ma-
nos y los dedos. Enjuagarse con agua y secarlas detenidamente con una toalla desecha-
ble. Usar una toalla para cerrar el grifo. Evitar usar agua caliente porque la exposición
repetida al agua caliente puede incrementar el riesgo de dermatitis.
C. Las presentaciones líquidas, en pastilla, hojas o polvo son aceptables para lavarse las
manos con agua y jabón no antimicrobiano. Cuando se use la forma de pastilla, se debe
usar una jabonera con rejilla para facilitar su secado y pastillas pequeñas de jabón.
D. El uso de toallas multiuso de tejido, en forma colgante o rollo, no son recomendables
para los centros sanitarios.
3. Antisepsia quirúrgica de manos:
A. Quitarse los anillos, relojes, brazaletes, etc., antes de empezar el lavado quirúrgico de
manos.
B. Limpiar bien por debajo de las uñas usando un limpiador de uñas apropiado debajo del
agua corriente.
C. En la antisepsia quirúrgica de manos se recomienda el uso indistinto de un jabón an-
timicrobiano o de una solución alcohólica para la frotación de manos, con actividad
remanente, antes de ponerse los guantes estériles para las intervenciones quirúrgicas.
D. Cuando se proceda a la antisepsia quirúrgica de manos utilizando un jabón antimicro-
biano, frotar las manos y los antebrazos durante el tiempo recomendado por el fabri-
cante, normalmente entre 2 y 6 minutos. Frotaciones de largo tiempo como 10 minutos
no son necesarias.
E. Cuando se proceda a la antisepsia quirúrgica de manos utilizando una solución alco-
hólica para la frotación de manos con actividad remanente, seguir las instrucciones del
fabricante. Antes de aplicar la solución alcohólica, prelavar completamente las manos
y los antebrazos con agua y jabón no antimicrobiano. Después de la aplicación de la
solución alcohólica como se recomienda, dejar secar detenidamente las manos y los
antebrazos antes de ponerse los guantes.
4. Selección de agentes para la higiene de manos:
A. Se debe proporcionar al personal productos eficaces para la higiene de manos, con un
débil potencial de producir irritaciones, especialmente si estos productos se usan una
multitud de veces por turno. Esta recomendación se aplica a los productos usados para
la antisepsia de manos antes y después del cuidado del paciente en zonas clínicas y a
los productos usados para la antisepsia quirúrgica de manos por parte del personal de
quirófano.
B. Para maximizar la aceptación de los productos de higiene de manos por parte del per-
sonal sanitario, solicitar la opinión de estos empleados respecto al tacto, la fragancia y
la tolerabilidad dérmica de todos los productos en consideración. El coste de los pro-
ductos de higiene de manos no debe ser el factor principal que influencie en la selec-
ción de producto.
C. Cuando se seleccione un jabón no antimicrobiano, jabón antimicrobiano o soluciones
alcohólicas para la frotación de manos, solicitar información a los fabricantes respecto 295
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
a las interacciones conocidas entre los productos utilizados para la limpieza de manos,
cuidado de las manos y todo tipo de guantes que se usen en el centro sanitario.
D. Antes de tomar la decisión de compra, evaluar los sistemas de dispensación de los dife-
rentes fabricantes o distribuidores de productos para asegurarse que los dispensado-
res funcionan correctamente y suministran el volumen apropiado de producto.
E. No añadir jabón en un dispensador medio vacío. Esta práctica de “rellenar” dispensado-
res puede provocar la contaminación del jabón.
5. Cuidado de la piel:
A. Proporcionar a los profesionales sanitarios las lociones y cremas de manos necesarias
para minimizar la aparición de dermatitis irritativas de contacto asociadas tanto con la
antisepsia como con el lavado de manos.
B. Solicitar información a los fabricantes con relación al efecto remanente de estas locio-
nes, cremas o antisépticos alcohólicos de manos que pueden tener sobre los jabones
antimicrobianos usados también en el centro.
6. Otros aspectos de la higiene de manos:
A. No llevar uñas artificiales o extendedores cuando se tenga que tener contacto directo
con pacientes de alto riesgo (Ej.: en UCI o quirófanos).
B. Asegurarse que la longitud natural de las uñas no sobrepasa 1/4 –inch (NT: equivale a 0,6
cm)–.
C. Llevar siempre guantes cuando pueda haber contacto con sangre u otro material po-
tencialmente infeccioso, membranas mucosas o piel no intacta.
D. Quitarse los guantes después del cuidado del paciente. No llevar el mismo par de guan-
tes para el cuidado de más de un paciente, en técnicas diferentes sobre un mismo pa-
ciente y no lavar los guantes entre pacientes.
E. Cambiar los guantes durante el cuidado de un mismo paciente si se tiene que despla-
zar desde una zona contaminada a una zona limpia.
F. No hay una recomendación respecto al uso de anillos en centros sanitarios. Tema no
resuelto.
7. Programas para la educación y motivación de los trabajadores sanitarios:
A. Como parte de un programa global para la mejora de las prácticas de higiene de manos
de los trabajadores sanitarios, se debe educar al personal respecto a las actividades de
cuidado de pacientes que pueden conllevar la contaminación de las manos y las venta-
jas e inconvenientes de los diversos métodos de limpieza de manos.
B. Monitorizar el cumplimiento por parte de los trabajadores sanitarios de las prácticas de
higiene de manos recomendadas y proporcionar información al personal respecto al nivel
alcanzado.
C. Motivar a los pacientes y a sus familiares para que recuerden a los trabajadores sanita-
rios que deben descontaminar sus manos.
8. Medidas administrativas:
A. Hacer que la adhesión a la mejora de la higiene de las manos sea una prioridad institu-
cional y proporcionar el soporte administrativo y financiero apropiado.
296
NORMAS DE ACTUACIÓN EN LOS QUIRÓFANOS [[[[\
297
7
Actuación del Celador
en relación con los
pacientes fallecidos
Principios básicos
El confort y la calidad de vida de los enfermos terminales deben ser alcanzados utilizando
de forma correcta los instrumentos básicos de los que disponen los cuidados paliativos:
1. Control de síntomas. Es necesario saber reconocerlos, evaluarlos y tratarlos de la for-
ma más adecuada. Mientras algunos podrán ser controlados, como por ejemplo el do-
lor, otros deberán ser asumidos por el paciente, de modo que sea capaz de adaptarse a
ellos, por ejemplo la debilidad.
2. Apoyo emocional y comunicación con el
enfermo, la familia y el equipo terapéutico.
3. Cambios en la organización que permitan
el mejor desempeño del equipo de profesio-
nales encargados del cuidado del enfermo, y
que a su vez, faciliten la adaptación a los ob-
jetivos cambiantes en la fase terminal.
300
ACTUACIÓN DEL CELADOR EN RELACIÓN CON LOS PACIENTES FALLECIDOS [[[[\
4. Equipo interdisciplinar. Este equipo estará formado por distintos profesionales, cada
uno de los cuales darán su propia visión a las diferentes necesidades que demanden el
enfermo y/o su familia en esta etapa de la enfermedad.
5. La asistencia debe ser realizada según unos principios básicos que resulten aceptables
de modo universal, sea cual sea la referencia cultural, moral o ética de cada individuo.
Es importante saber escuchar todo lo que el paciente dice e incluso lo que no dice o
dice entre líneas. Asimismo es importante saber manejar los silencios e identificar si
son silencios de elaboración (el paciente está siguiendo una cadena de pensamientos)
o silencios de bloqueo (porque algo que va a decir le produce tanta angustia que le
reprime).
3. Empatía
Es la capacidad para comprender, aceptar y compartir los sentimientos del paciente.
Es importante que éste reconozca a alguien a quien le importa lo que siente: temores,
alegrías, etc. Esto favorecerá el diálogo y creará una relación basada en la confianza que
favorecerá la apertura de sus sentimientos.
Cuidados a administrar
El apoyo a la familia del paciente terminal incluye la realización de una serie de cuidados,
como son:
– Facilitar por parte del médico a la familia la mayor cantidad de información posible
sobre el estado del paciente. Proporcionar información sobre lo que ha ocurrido, lo que
está ocurriendo y, según los casos, lo que se espera que suceda. La falta de información
y la no participación en los cuidados por parte de la familia hace que ésta genere mie-
dos y ansiedades.
– El personal de enfermería explicará a todos los miembros de la familia que es benefi-
cioso para el paciente la participación de ellos en los cuidados. Repartir el trabajo entre
todos para que no existan sobrecargas.
– Si existe un familiar al cual el enfermo no desea ver o experimenta sentimientos nega-
tivos hacia él, debemos evitar en la medida de lo posible que visite al paciente.
– Estimular a la familia a que pase el mayor tiempo posible con el paciente, ya que la
presencia de seres queridos hace que se sienta más tranquilo y además se favorece la
interrelación paciente-familia.
– Aconsejar a la familia que exprese sus sentimientos y hable sobre la persona perdida.
– Facilitar a la familia un ambiente tranquilo y agradable para que puedan desahogarse
hablando sobre sus temores y esperanzas para el futuro.
– Proporcionar a la familia apoyos religiosos y consejos espirituales, poniéndola en con-
tacto con el sacerdote.
– Informar a la familia de la existencia de grupos de apoyo que pueden ser de gran ayuda. 305
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
1.5.3. Negociación
Esta fase no siempre es detectable, suele asociarse de forma alternante, con los periodos
de rebeldía y depresión. El enfermo trata de negociar la situación que lo amenaza con la ex-
pectativa próxima de muerte, lanzándose a conseguir, a pactar con cualquier medio una solu-
ción desesperada que le permita un indulto o el cambio de su destino. En la práctica ésta ne-
gociación se puede llevar directamente con la divinidad o bien para obtener la mejor atención
posible a través de nuevos tratamientos, intervención quirúrgica, etc.
1.5.4. Depresión
A medida que el paciente toma conciencia gradual de que va a morir y no puede hacer
nada para evitarlo, aparece un estado de depresión. A menudo, un factor externo que com-
plica las cosas, es el hecho de reconocer que los últimos días en el hospital contribuirán a las
dificultades económicas de la familia, lo que aumenta el estado depresivo del enfermo.
La Dra. Kübler-Ross identifica dos periodos de depresión:
– El primero lo denomina depresión reactiva. Durante esta etapa el paciente se concen-
tra en cosas del pasado que ha perdido. Se preocupa por su familia, cómo se las arreglará
sin él, quién lo reemplazará, etc.
En estos momentos es probable que el enfermo exprese verbalmente sus sentimien-
tos, y el personal sanitario puede ayudarlo convirtiéndose en un atento interlocutor.
También puede solicitar los servicios de una trabajadora social para tomar medidas
prácticas de ayuda, como lograr que alguien preste atención a los hijos pequeños, etc.
307
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Aun cuando el paciente no manifieste deseos de comunicarse, conviene que el personal sani-
tario pase algunos momentos a su lado, aunque no le hable, sobre todo al terminar el día. Este sim-
ple acto le demostrará que existe preocupación por él y que no se le ha abandonado a su suerte.
La actuación de los celadores en relación con los pacientes fallecidos, según el Estatuto de
Personal No Sanitario, se centrará en ayudar a las enfermeras o personas encargadas de amor-
tajar a los enfermos fallecidos, corriendo a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio.
Sobre esta función conviene destacar dos aspectos, en primer lugar nos habla de una cola-
boración o ayuda al personal sanitario relativa a la movilización y aseo del paciente fallecido
para que el personal sanitario proceda al amortajamiento. La segunda parte de esta función
establece una función exclusiva del celador del servicio correspondiente como es el traslado
del cadáver hasta el mortuorio (si fallece en urgencias será el celador de urgencias quien tras-
lade el cadáver al tanatorio).
La situación que se produce entre los familiares cuando el paciente agoniza y especial-
mente en el momento del óbito es muy particular, por lo tanto es necesario prestar especial
atención a dichas personas. En dicho momento se debe tranquilizar a la familia, pedirles sere-
nidad y silencio y, con cierta amabilidad, que se retiren a otras dependencias.
Ante cualquier pregunta de los familiares relacionada con la muerte del paciente, causas,
patología, etc., el celador les remitirá al facultativo responsable.
311
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
313
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Todas las incisiones cutáneas que se le realizan al cadáver deben ser lineales y perpendi-
culares a la superficie del cuerpo, para facilitar su posterior recomposición mediante el cosido
de la piel.
No debe olvidarse que el cuerpo que está en la mesa de autopsias era un paciente vivo y
que se tiene que tratar con suavidad y respeto, en un ambiente de estudio científico y eficacia
silenciosa. No se debe permitir la entrada a la sala de personal que no vaya a trabajar con el
cadáver.
Existen varias técnicas de autopsia, pero sus variaciones radican en el orden y forma de
disección:
a) Técnica de Virchow: consiste en la disección de los órganos por separado, comenzan-
do por la cavidad craneal, y siguiendo por el cuello, cavidad torácica y abdomen. Es la
más frecuente, realizada en los hospitales.
b) Técnica de Ghon: consiste en extraer los órganos en tres bloques, cuello y tórax, abdo-
men y retroperitoneo, realizándose la disección separada de cada bloque.
c) Técnica de Letulle: se trata de la extracción en un solo bloque de todas las vísceras. La
disección se realiza fuera del cadáver.
– Preparar el cadáver para realizar la autopsia, así como efectuar los movimientos del
mismo que fueran necesarios para su práctica.
– Auxiliar al médico durante la autopsia en aquellas prácticas instrumentales no específi-
cas de profesionales titulados.
– Cualquier otra misión de carácter auxiliar que le fuere encomendada por el personal
médico en relación con la práctica de autopsias y las actividades habituales de anato-
mía patológica (pesaje de órganos, anotaciones, almacenamiento de órganos, etc.).
– Limpieza externa e interna del cadáver, rellenando los huecos viscerales (generalmente
con papel de celulosa).
– Recomponer y asear el cadáver una vez efectuada la autopsia.
– Volver a amortajar y colocar el cadáver en el mortuorio, cuidando del aspecto externo
del difunto.
– Limpiar la mesa, la sala y el material de autopsias.
– Vigilar que no acceda a estas dependencias más que el personal autorizado para ello.
– Introducir en cubos herméticos restos humanos para su traslado e incineración por una
empresa autorizada.
– Entregar las muestras orgánicas (las biopsias serán trasladadas al laboratorio de
Anatomía Patológica donde serán procesadas y archivadas por un Técnico Superior en
Anatomía Patológica y Citología) o de otro material en los servicios correspondientes.
– Además le corresponde el traslado de comunicaciones verbales, documentos y obje-
tos, que le sean confiados por sus superiores.
321
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
c) La mesa deberá estar diseñada con unos parámetros determinados: 2,10 m de longi-
tud por 0,75 m de anchura para que pueda albergar cadáveres de todas las tallas. Uno
de sus lados puede estar graduado en centímetros para facilitar la lectura de la talla.
d) Constará de: conexión eléctrica, lavabo ahondado para la apertura intestinal, conexión
para aspirador, destinado a la extracción de líquidos y limpieza de cavidades del cuer-
po, sistema de balanza ubicado en una mesa contigua, para la pesada de vísceras…
e) Mesita anexa para colocar los distintos objetos que se van a necesitar en el curso de
la autopsia, cuyo tablero sea de metal o de cristal para facilitar su limpieza. También
es aconsejable disponer de otra para practicar los cortes de las vísceras.
– Equipo de dictado accionado por pedal.
– Equipo fotográfico.
– Equipo de rayos X.
– Campana extractora para eliminación de olores desagradables.
– Congelador.
– Sierra.
– Balanza.
– Microscopio de disección.
– Depósito de formol.
– Caja de instrumental.
– Pila con agua.
– Estantes.
9. Tijeras de disección:
– Con las dos puntas romas que permitirán hacer disecciones sin dañar ningún órgano.
– Con una punta roma y una aguda.
10. Enterótomo; tijera especial que se utiliza para apertura de intestinos, estómago o trá-
quea. Para cortar con el enterótomo, se mete por el orificio por el que salga luz la punta
redondeada y con el filo de la punta aguda corta. Este instrumento se utiliza para no
dañar las paredes de los órganos.
11. Sonda metálica; su diámetro oscila entre 1 y 4 mm
de diámetro. Sirve para explorar el conducto de la
uretra, el conducto cístico, las arterias coronarias y el
útero.
12. Costótomo; es una especie de tijera muy grande
que corta los cartílagos costales. Sus dos puntas son
agudas.
13. Sistema de aumento (lupas estáticas, lentes de
dentista, microscopio de disección, etc.).
A todos estos materiales imprescindibles deben aña-
dirse utensilios de limpieza (gasas, esponjas, etc.), jeringas
y agujas estériles para extracción de líquidos para cultivo,
material portaagujas de sutura, recipientes de distintos ta-
maño para depositar los órganos y diferentes líquidos de
fijación según las necesidades. 323
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
2. Batas
Las batas que se suelen usar son desechables, es decir, de un solo uso. Con la correcta
colocación de las batas se impide que existan salpicaduras de sangre que alcancen al tronco
o a las extremidades.
Las batas actuales son perfectamente impermeables por lo que la seguridad es mucho mayor.
3. Mascarillas y gafas
Las mascarillas y las gafas, al igual que las batas, se utilizan para prevenir las salpicaduras
de los fluidos corporales. Asimismo existen enfermedades que se transmiten por las vías respi-
ratorias (tuberculosis, etc.). Ante estas situaciones se recomienda el uso de mascarillas de alta
resolución para evitar el contagio.
4. Lavado de manos
El procedimiento del lavado ordinario de manos es uno de los pilares básicos para evitar la
contaminación a través de microorganismos.
– Yodo. Este sí está catalogado como un desinfectante potente (el que más sobre piel
no lesionada) y de acción rápida, pero presenta el inconveniente de que es muy
neutralizable.
– Fenoles. El fenol puro no se usa ya como antiséptico, lo que se emplean son sus deri-
vados. El más utilizado de todos ellos es el hexaclorofeno. Se emplea sobre todo en el
lavado quirúrgico.
– Biguanidas. La forma de utilización más conocida es la Clorhexidina (Hibitane®, Alco-
Aloe©). Esta última se puede emplear en solución acuosa o en solución alcohólica al
0,5-1-2%. Se usa para el lavado quirúrgico y para la desinfección de objetos pequeños,
sobre todo de caucho y polietileno.
7. Instrumental
El instrumental, siempre que se pueda, será desechable y, en caso de que no lo sea, se
procederá de la siguiente forma:
– Utilizar guantes para su limpieza.
– El material se lavará previamente antes de enviarlo al departamento de esterilización.
– Aclarar con abundante agua corriente.
– Envío al departamento de esterilización.
8. Levantamiento de carga
Las lumbalgias suelen ser problemas habituales en personas que levantan cargas. El traba-
jo en los servicios de tanatorios y autopsia se desarrolla en parte manipulando cadáveres, por
lo que las técnicas correctas de manipulación deben ser conocidas.
327
8
Unidades de
psiquiatría: la
actuación en relación al
enfermo mental
1. Introducción
2. Concepto de Psiquiatría y Salud Mental
3. Recursos asistenciales en Salud Mental
4. Principales patologías en Salud Mental
5. La actuación del celador en relación con el enfermo mental
6. Actuación del celador ante una urgencia psiquiátrica
7. Internamiento del enfermo mental
8
8. Traslado psiquiátrico
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
1. Introducción
Con la Ley General de Sanidad en el año 1986 (Ley 14/1986, de 25 de abril) se produjo la
plena equiparación del enfermo mental con los demás pacientes y usuarios que requieren
servicios sanitarios y sociales, sobre la base de la plena integración de las actuaciones relativas
a la Salud Mental en el sistema sanitario general (art. 20 LGS).
Como consecuencia, en el ámbito de la Salud Mental, las Administraciones Sanitarias com-
petentes adecuarán su actuación a los siguientes objetivos:
– La atención a los problemas de salud mental de la población se realizará en el ámbito
comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y los sistemas
de hospitalización parcial y atención a domicilio, que reduzcan al máximo posible la
necesidad de hospitalización.
– Se considerarán de modo especial aquellos problemas referentes a la psiquiatría infan-
til y psicogeriatría.
– La hospitalización de los pacientes por procesos que así lo requieran se realizará en las
unidades psiquiátricas de los hospitales generales.
– Se desarrollarán los servicios de rehabilitación y reinserción social necesarios para una
adecuada atención integral de los problemas del enfermo mental, buscando la necesa-
ria coordinación con los servicios sociales.
– Los servicios de salud mental y de atención psiquiátrica del sistema sanitario general
cubrirán, asimismo, en coordinación con los servicios sociales, los aspectos de preven-
ción primaria y la atención a los problemas psicosociales que acompañan a la pérdida
de salud en general.
En aplicación de estos objetivos:
1. La Salud Mental se aborda desde la Atención
Primaria y de la Atención Especializada, para
ello se han creado múltiples dispositivos
en ambos niveles asistenciales que asisten
al enfermo mental en el ámbito extrahos-
pitalario.
2. Han ido desapareciendo los Hospitales
Psiquiátricos o Manicomios que aislaban al
«loco» de la sociedad y del resto del sistema
sanitario.
En efecto, la red de Hospitales Psiquiátricos
constituía un subsistema sanitario propio y
excluido del Sistema de la Seguridad Social
hasta la Ley General de Sanidad. El propósito
de la LGS es integrar al enfermo mental en el
sistema general de asistencia sanitaria.
3. Se han creado, en los Hospitales Generales, Unidades de Psiquiatría/Salud Mental de
pacientes agudos como una unidad asistencial especializada más del Centro para in-
330 gresar a los enfermos mentales que, finalmente, requieren hospitalización.
UNIDADES DE PSIQUIATRÍA: LA ACTUACIÓN EN RELACIÓN AL ENFERMO MENTAL [[[[\
Hasta hace poco tiempo, toda la atención sanitaria estaba centrada en la enfermedad; ac-
tualmente, el énfasis se sitúa cada vez más en la promoción y prevención de la salud. La defini-
ción de la OMS sobre la salud deja claro que el estado mental forma parte de la idea de salud
de las personas y de las sociedades.
Según la OMS, se define la salud como el estado completo de bienestar físico, psíquico y
mental, y no solamente la ausencia de enfermedades. Y la salud mental como la capacidad
para conseguir unas relaciones armoniosas con los demás y para participar o contribuir de
manera constructiva a la modificación del medio social o físico.
¿Es posible tener un adecuado nivel de salud sin salud mental?, la respuesta es claramente
negativa. A pesar de ello, la sociedad sigue marcando unas líneas de comportamiento y de
pensamiento, unos elementos culturales que sistemáticamente excluyen esta parte del ser
humano relegándola a lo marginal.
La asistencia psiquiátrica ha estado segregada del resto de la atención sanitaria, hasta que
la Ley General de Sanidad lo recuperó en la red asistencial general.
a) Dispositivos sanitarios.
– Separación del entorno sociofamiliar, por ser negativo para el paciente o vicever-
sa, cuando la enfermedad del paciente no puede ser atendida en condiciones por la
familia.
– Evaluación y proceso diagnóstico.
– Desintoxicación.
– Enfermedad física que se agrava con patología psíquica.
333
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
4.2. La ansiedad
El temor y la ansiedad son una experiencia universal. Se siente ansiedad desde el naci-
miento, y los métodos que se aprenden para combatirla forman la base de la personalidad. La
ansiedad no se puede considerar por sí sola como un estado patológico. Se podrá considerar
como tal cuando su duración e intensidad sean excesivas.
La ansiedad es un trastorno neurótico cuando se caracteriza por cansancio mental, alte-
raciones de la personalidad, estado intenso de la ansiedad, pensamientos obsesivos y actos
compulsivos, que producen sentimientos de angustia y sufrimiento desproporcionados a la
realidad de la situación.
336
UNIDADES DE PSIQUIATRÍA: LA ACTUACIÓN EN RELACIÓN AL ENFERMO MENTAL [[[[\
Psicopatología
Alteraciones de la sensopercepción
.../... 337
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
.../...
Errores sensoriales
– Ilusiones: percepciones reales alteradas (en síndromes encefálicos agudos y psico-
sis). Se falsifica la percepción del objeto.
– Alucinaciones: percepciones sin objeto real. El paciente tiene el convencimiento
absoluto de que se trata de algo real. No es voluntario. No se debe confundir con
delirios, que constituyen trastornos del pensamiento. Pueden ser visuales, acústi-
cas, gustativas olfativas...
Alteraciones del pensamiento
Según el curso del pensamiento
– Fuga de ideas: se observa en los estados maníacos; se nota porque el paciente
empieza a hablar sin parar, pasando de un tema a otro. El individuo presenta dis-
traibilidad por las cosas de alrededor, lo cual conduce a que se aparte del tema que
estaba tocando y prosiga con otro totalmente diferente.
– Inhibición del pensamiento. Va ligado a cuadros depresivos; el sujeto tiene dificul-
tad en el curso del pensamiento, que se ve enlentecido y con poca verbalización.
Predominan los monosílabos. El paciente no tiene interés por la charla, puesto
que tiene gran dificultad para cambiar de pensamiento, centrándose en uno solo.
Todas las ideas son pesimistas, tristes, desagradables y desgraciadas.
– Destrucción del caudal del pensamiento. El sujeto presenta disminución de la
cuantía de conceptos, por lo que cuando quiere utilizarlos no los encuentra o pre-
sentan olvido. Aparecen dos síntomas muy habituales:
* Perseveración. La respuesta de la primera pregunta que se le formuló permane-
ce en todas las preguntas. Es incapaz de cambiar el sentido de la respuesta. Se
da una repetición persistente de palabras o ideas.
* Confabulación. La respuesta no guarda relación con lo preguntado, se rellenan
las lagunas con lo primero que se le ocurre.
– Pensamientos en conceptos no elaborados y próximos a lo sensorial. Se da en cua-
dros oligofrénicos donde faltan las ideas que no están ligadas a lo próximo y sen-
sorial. No poseen la inteligencia necesaria para transmitir pensamientos alejados
de lo sensorial.
– Disgregación del pensamiento. Es la dificultad del esquizofrénico para articular sus
pensamientos, ya que hay un desbordamiento de la canalización de los mismos
produciéndose asociaciones imprevisibles que los dispersan.
– Pensamiento inconexo. Es típico de las psicosis agudas orgánicas donde surge un
estado confusional.
Según el contenido del pensamiento
– Ideas sobrevaloradas y obsesivas: ligadas a vivencias personales que ocupan el primer
plano del pensamiento del sujeto. No se ven como inexactas; destaca la permanencia
de estas ideas en el sujeto: ideas de inferioridad, prejuicios, machismo, racismo, etc.
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UNIDADES DE PSIQUIATRÍA: LA ACTUACIÓN EN RELACIÓN AL ENFERMO MENTAL [[[[\
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Alteraciones de la consciencia
– Confusión. El sujeto no recuerda lo que percibe, es incapaz de integrarlo en el pen-
samiento. Es una pérdida del control voluntario sobre las facultades intelectuales.
Por lo tanto hay desconexión de los tres procesos psíquicos: percepción, recuerdo
y pensamiento.
– Delirio. Son trastornos de curso rápido que están unidos a trastornos sensopercepti-
vos (alucinaciones) y a la configuración que se hace de ellos (ideas delirantes). El pen-
samiento es incongruente o inconexo y casi siempre hay un sustrato orgánico que lo
justifique: delirium tremens (alcoholismo), delirios causados por fiebres altas…
– Estados crepusculares. El crepúsculo se presenta como una situación borrosa donde
las percepciones están dificultadas; se falsean las situaciones, es como si se recordara
en sueños. Su aparición es repentina y su desaparición también, y son estados cortos
en el tiempo. Suelen aparecer en enfermedades orgánicas (lesiones cerebrales, reac-
ciones exógenas agudas, etc.), en cuadros histéricos y en la epilepsia.
– Hipervigilia. Sensación subjetiva de claridad mental, que no se relaciona con una
mayor atención real y que puede acompañarse de distraibilidad.
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Alteraciones de la memoria
Alteraciones cuantitativas
– Hipermnesia. Aumento anormal de la capacidad de recordar en determinadas
situaciones.
– Amnesia. Incapacidad para el recuerdo de forma total o parcial. Puede ser:
* Retrógrada (respecto al período previo a la aparición del trastorno).
* Anterógrada (comprende el período siguiente a la aparición del trastorno).
* Lagunar (respecto a un período concreto).
* Afectiva (ciertos factores afectivos y emocionales hacen que la persona olvide
acontecimientos determinados de su vida).
Alteraciones cualitativas
– Paramnesia. Lo constituyen los falsos recuerdos, las distorsiones y los errores am-
nésicos patológicos. Puede referirse al recuerdo y al reconocimiento.
– Paramnesia del recuerdo. Se trata de una distorsión del recuerdo que la persona
hace respecto a situaciones ya vividas.
– Paramnesia del reconocimiento. El sujeto distorsiona el reconocimiento de lo vivi-
do, quizá por una codificación errónea.
Alteraciones de la afectividad
– Tristeza patológica. La persona se siente abatida y triste, con una disminución de
su autoestima. Se acompaña de aislamiento, inhibición psicomotriz, tendencia al
llanto, etc. Es característica de la depresión.
– Angustia patológica. La angustia es un estado de inquietud que el sujeto no puede
concretar; es una situación de miedo que tiene la característica de la expectativa, y
que mantiene al paciente en estado de alarma, a la espera de que algo le suceda.
– Alegría patológica. El paciente se siente eufórico, enérgico, optimista, hiperactivo y con una
alta autoestima. Se acompaña de expresividad, desinhibición, atención fugaz, hiperactivi-
dad motora, verborrea, etc. Es característica de episodios maníacos. Pero también puede
aparecer en cuadros hipomaniacos cuando va acompañado de esquizofrenia o neurosis.
– Labilidad afectiva. Variabilidad en la afectividad del paciente, que se manifiesta por
cambios súbitos que no guardan relación con los estímulos externos. Suele apare-
cer en los estados demenciales.
Psicopatología de la psicomotricidad
– Estereotipia. Es la repetición continua e innecesaria de un movimiento simple (ras-
car, flotar) o complejo (alisarse el cabello). Determinados movimientos se estereo-
tipan y el sujeto los ejecuta de manera repetitiva, perdiendo finalmente el sentido
que tenían en un momento determinado.
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Psicopatología de la inteligencia
– Retraso mental. Funcionamiento intelectual por debajo del promedio, que aparece junto
a déficit de adaptación, y que se manifiesta durante el período de desarrollo. Coeficiente
Intelectual; menor 69 (deficientes), entre 70 y 79 (borderline o de inteligencia límite), en-
tre 90 y 109 (inteligencia normal), entre 110 y 119 (superdotado) y mayor de 140 (genio).
un carácter casi ritual con el fin de aliviar la ansiedad. Las tentativas para desechar los pensamientos
que no son aceptados pueden conducir a una lucha interna más acentuada con ansiedad intensa.
Se caracteriza por la incapacidad de resistir la intrusión de pensamientos o ideas persistentes,
irracionales e incontrolables, o temores contrarios a la forma de ser de la persona. Suele aparecer
después de la adolescencia, originándose temor, sentimientos de culpa y anticipación del castigo.
El tratamiento se puede basar en la psicoterapia para descubrir los temores básicos y para
ayudar al enfermo a distinguir los peligros objetivos de los imaginados.
Esquizofrenia
La OMS la definió como (1958) grupo de psicosis en las que se presenta una deformación
fundamental de la personalidad, una distorsión característica del pensamiento, una sensación de
ser dominado por fuerzas extrañas, delirios que pueden ser extravagantes, percepción perturbada,
anormalidades en el aspecto y que no se ajustan a la situación real y autismo. Sin embargo, se
mantiene usualmente una consciencia clara y una capacidad intelectual intacta.
Es una psicosis de inicio precoz, de curso crónico, que se caracteriza por una gran
distorsión de la realidad, con trastornos del lenguaje y la comunicación, aislamiento so-
cial y desorganización y fragmentación del pensamiento, la percepción y las reacciones
emocionales.
Con frecuencia hay también apatía y confusión, delirios y alucinaciones, formas del len-
guaje peculiares con evasividad, incongruencias y ecolalia, conducta extraña y labilidad emo-
cional. Este trastorno puede ser leve o requerir una hospitalización prolongada. No se conoce
su etiología (origen), aunque, por lo general, se invocan factores genéticos, bioquímicos, psi-
cológicos, interpersonales y socioculturales.
El tratamiento consiste en la administración de tranquilizantes y antidepresivos junto con
ansiolíticos.
La terapia ambiental y la psicoterapia de grupo pueden resultar muy útiles para conseguir
un ambiente adecuado en el cual el paciente pueda ponerse en contacto con la realidad, au-
mentar su capacidad de comunicación y aprender a adaptarse al estrés.
4.5.1. Alzheimer
“Proceso degenerativo con cuatro estadios de gravedad y dependencia. De curso crónico.
Inicio insidioso (pérdida de memoria) hasta alcanzar un estadio máximo incapacitante”.
Demencia presenil caracterizada por confusión, inquietud, agnosia, alteraciones del len-
guaje, incapacidad para realizar movimientos intencionados y alucinaciones. El paciente pue-
de caer en hipomanía, rechazar los alimentos y perder el control de la función esfinteriana. Los
hallazgos patológicos son las placas miliares de la corteza y la degeneración fibrilar en las cé-
lulas piramidales ganglionares. No existe tratamiento para la curación, pero el mantenimiento
de una nutrición adecuada puede retrasar la progresión de la enfermedad.
Etiología
La etiología de tipo Alzheimer es desconocida aunque algunos estudios apoyan que es de
transmisión genética. Las investigaciones demuestran que en familias con esta demencia, más
de un miembro está afectado.
Otros estudios señalan que los agentes virales, desórdenes metabólicos, y los pesticidas
son causa de esta demencia, pero estos estudios no son concluyentes.
Clínica
Período inicial o estadio inicial (leve)
En esta etapa temprana la actividad social y laboral está alterada pero se mantiene la capaci-
dad para el autocuidado. Este estadio tiene una duración aproximada de 2-4 años y se observan:
– Pérdida lenta y progresiva de la memoria, incapacidad de asimilar nueva información,
pérdida de la capacidad de abstracción.
– El paciente en esta fase se encuentra apático y desinteresado.
– Comienzan las alteraciones del lenguaje (afasia). Tiene dificultad para nombrar perso-
nas y cosas (agnosia).
– Desorientación espacial, no reconoce bien el lugar donde está.
– Cambios de humor y síntomas de depresión.
345
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
En esta etapa el paciente es capaz de mantener una conversación, comprende bien y utili-
za los aspectos sociales de la comunicación.
Fase confusional o estadio II (moderado)
Este período puede comprender de dos a diez años. Surgen problemas de orientación tem-
poro-espacial, pérdida de comunicación interpersonal, la motilidad espontánea disminuye.
Comienzan los trastornos apráxicos: “incapacidad de vestirse si se altera el orden de las ropas”.
También existe agnosia y problemas de cálculo simple.
Dentro de las alteraciones del lenguaje, en esta fase encontramos:
– Ecolalia: repetición de palabras que se le dirigen.
– Palilalia: repetición de palabras que él mismo dice.
– Logoclonía: repetición de la última sílaba.
Es descuidado en su higiene personal. Como compensación a su falta de memoria, a veces
confabula o dice reconocer lo que realmente no reconoce.
Aparecen signos psicóticos, como alucinaciones e ilusiones.
Es necesaria la ayuda de un cuidador.
Fase terminal o estadio III (severo)
En esta fase el paciente tienen importantes deterioros tanto psíquicos como orgánicos.
Hay rigidez generalizada, posición fetal y crisis epilépticas.
Los pacientes se muestran profundamente apáticos, perdiendo las capacidades automáti-
cas adquiridas como lavarse, vestirse, andar o comer.
Presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.
La pérdida de peso es importante. El enfermo presenta incontinencia y es totalmente dependiente.
Los pacientes terminan encamados, con alimentación asistida y suelen fallecer por neu-
monía, septicemia u otra enfermedad accidental.
La principal acción es impedir las conductas que obligan a utilizar las sujeciones mecáni-
cas, este debe ser siempre el último recurso.
6.3.2. Indicaciones
1. Conducta violenta de un paciente que resulte peligrosa para él mismo o para los demás.
2. Agitación no controlable con medicamentos.
3. Representan una amenaza para su integridad física debido a la negación del paciente a
descansar, beber, dormir, etc.
4. En situaciones de riesgo que no puede ser controlado de ninguna otra manera, pueden
contenerse temporalmente, para recibir la medicación, o durante largos periodos, si
no se pueden administrar los fármacos o no le hacen el efecto esperado y continúan
siendo peligrosos.
Es frecuente que los pacientes sujetos se calmen después de transcurrido algo de
tiempo.
5. A nivel psicodinámico, estos pacientes incluso pueden recibir con satisfacción el con-
trol de sus impulsos, pero deben estar indicados terapéuticamente.
8. Traslado psiquiátrico
El celador es el personal encargado de acompañar al paciente psiquiátrico en su traslado
tanto a unidades del mismo centro como a otras instituciones (ambulancia).
Son pacientes que presentan especiales dificultades en el manejo previo y durante el
traslado. En los casos de agitación psicomotriz será preciso la contención física y, en muchas
ocasiones, la administración de fármacos que procuren la sedación suficiente, sin olvidar, en
ningún momento, la utilización de habilidades comunicativas y otro tipo de intervenciones
de tipo psicológico.
No debería, en ningún caso, iniciarse el traslado de un paciente agitado hasta que se ofrez-
can las garantías de seguridad imprescindibles para su realización.
354
9
La actuación del
Celador en unidades
de urgencias y
emergencias
A) Descripción
Todo hospital debe garantizar la asistencia en todo momento a cualquier tipo de urgencia
médica, tanto interna como externa, bien de forma completa o bien parcial, para, una vez
asistida, poder remitirla a otro centro de nivel superior.
Según los servicios que sea capaz de ofertar el Servicio de Urgencias de un hospital, pode-
mos distinguir hospitales de:
– Nivel 1. Es el de menor especialización.
– Nivel 2. Aumenta el número de especialidades médicas con respecto al anterior.
– Nivel 3. hospitales de referencia en los que se atienden urgencias de todas las especia-
lidades médicas.
B) Plan de Urgencias
Los fines y objetivos de la unidad de Urgencias se plasmarán en el Plan de Urgencias, en el
que se tendrán en cuenta los fines y objetivos generales del hospital, según el nivel que este
ocupe en la estructura sanitaria de la Comunidad Autónoma.
El Plan de Urgencias del hospital se integrará en el Plan General hospitalario, e incorporará
las propuestas del Servicio de Medicina Intensiva y de Urgencias, al que se adscribe el Área de
Urgencias, y de las demás unidades médicas y de enfermería.
En cuanto a la organización, el Plan de Urgencias deberá incluir una descripción detallada
de la unidad. Contemplará, al menos, los siguientes apartados:
– Organigrama, personal de la unidad y recursos materiales.
– Funciones, competencias y responsabilidades del personal.
– Programas sobre procedimientos y cuidados a realizar, así como sus responsabilidades
y limitaciones.
– Protocolo de asistencia sanitaria de urgencias. 357
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
– Circuito administrativo.
– Circuito asistencial.
– Historia Clínica.
– Programa de formación continuada del personal.
– Sistemas de control y evaluación de resultados.
C) Zonas diferenciadas
En la unidad de Urgencias se distinguen las siguientes zonas y áreas de trabajo:
– Área de admisión de enfermos.
Sala de observación
F) Dependencia
La unidad de Urgencias hospitalaria depende del Servicio de Cuidados Críticos y
Medicina Intensiva del hospital (también denominado cuidados críticos y urgencias en otras
Comunidades Autónomas).
G) Personal
a) Responsables:
– Un coordinador médico de urgencias.
– Una supervisora de enfermería.
– Un jefe de personal subalterno.
b) Personal facultativo:
– Facultativos no especialistas:
* Médicos de urgencias hospitalarias.
* Médicos generales/de familia de hospital.
Son los llamados «médicos de puerta». Prestan sus servicios exclusivamente en el
Servicio de Urgencias del hospital. Su tarea fundamental es prestar a los pacientes
la primera asistencia médica y derivarlos, en su caso, al médico especialista que co-
rresponda. Tratan y resuelven la mayoría de las urgencias.
– Facultativos en formación:
Son los llamados MIR (médicos internos residentes) que están recibiendo formación
de especialistas en el hospital durante varios años. Entre los distintos servicios en
que se han de formar se encuentra urgencias.
– Facultativos especialistas del hospital:
Son los facultativos especialistas de área y médicos adjuntos que realizan guardias
médicas (de presencia física o localizadas) en la unidad de urgencias del hospital y
en otras unidades hospitalarias. Atienden las urgencias que les remiten los médicos
de puerta.
c) Personal sanitario no facultativo:
– Enfermeros (ATS/DUE).
– Técnicos especialistas.
– Auxiliares de enfermería.
– Como responsable de enfermería habrá un enfermera Supervisora de Urgencias.
d) Personal administrativo:
En admisión de urgencias.
e) Otro personal no sanitario:
Celadores de urgencias.
360
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
A) Descripción
Son los dispositivos que prestan asistencia sanitaria de urgencias no especializada entre
las 17 h y las 9 h del día siguiente, así como 24 horas los domingos y festivos, hasta las 9 h
del día siguiente. Se ubican en instalaciones propias o en los Centros de Salud y Centros de
Especialidades (Ambulatorios) a partir de las 17 horas.
1. Los servicios Especiales de Urgencia cubren la asistencia de las poblaciones más impor-
tantes (capitales de provincia y grandes núcleos de población) contando con mayores
recursos humanos y materiales.
2. Los Servicios Normales de Urgencias cubren la asistencia de las poblaciones que cuen-
tan con ambulatorios y otras que, con un alto volumen de población, cuentan sólo
con consultorios. Con la integración de los servicios sanitarios de las Corporaciones
Locales en el Sistema Nacional de Salud, operada por la Ley General de Sanidad a partir
de 1986, muchas de las «Casas de Socorro» de los Ayuntamientos se convirtieron en
Servicios Normales de Urgencias.
En las poblaciones de ámbito rural sin cobertura de urgencias por los SNU/SEU (ni por los
nuevos Centros de Salud) son los propios Médicos Generales de los consultorios los que se
encargan también de la asistencia sanitaria urgente, ambulatoria y domiciliaria, entre las 17 y
las 9 h, mediante rotación por turnos.
En su momento llegó a haber en España varios SEU y hasta 227 SNU. No obstante hoy se
pueden considerar como un dispositivo sanitario a extinguir al incluirse la asistencia sanitaria
de urgencias en los Centros de Salud, y ante la creación de nuevos dispositivos de urgencias
como los Servicios de Urgencias y Emergencias del 061/112/SAMU.
B) Asistencia
La asistencia de los SNU y de los SEU comprende:
– Asistencia ambulatoria, en el propio centro sanitario.
– Asistencia domiciliaria, en el domicilio del paciente.
No incluye, pues, asistencia en régimen de internamiento, que sólo se presta en los
hospitales.
Para la asistencia a domicilio los SNU/SEU cuentan con su propia flota de transpor-
te: ambulancias de distintas características o vehículos no ambulancias conducidos por
celadores–conductores.
361
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
C) Personal
Aparte de la estructura directiva y administrativa, el personal de los SNU y los SEU lo
conforman:
– Médicos generales/de familia.
– Enfermeros (ATS/DUE).
– Celadores, conductores o celadores–conductores.
El personal de los SNU/SEU pertenece a un dispositivo sanitario propio y no al ambulatorio
o consultorio en donde pueden desarrollar su labor. De este modo, la población protegida por
dichos centros sanitarios es atendida tanto en la asistencia ambulatoria ordinaria como en la
domiciliaria y la urgente por el médico general y resto del personal de dicho centro, hasta las
17 horas. Pero a partir de las 17 horas, y hasta las 9 del día siguiente se garantiza la asistencia
sanitaria permanente por el personal del SNU/SEU.
El régimen horario es muy peculiar: realizan una jornada de 16 horas (de 17 a 9 h) cada
cuatro días.
A) Descripción
Los Centros de Salud estarán abiertos al público como mínimo de 9 a 17 horas e inclu-
yen su prestación de urgencias. Prestarán además el resto de las horas atención continuada
o de urgencias en coordinación con otros Centros o Servicios de la Zona de Salud o Sectorial
correspondiente.
La asistencia continuada de urgencias se prestará por el personal de los Equipos de
Atención Primaria de la Zona de Salud, del Centro de Salud, en turnos rotativos.
362
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
B) Asistencia
La asistencia de urgencias comprende tanto la que se presta en el propio centro como la domiciliaria.
Como Centros de Atención Primaria que son, las urgencias de los Centros de Salud no in-
cluyen régimen de internamiento, sino sólo ambulatorio y domiciliario.
C) Personal
El personal que presta servicios en urgencias de los Centros de Salud es el propio personal
del Equipo de Atención Primaria de la Zona de Salud:
– Médicos generales/de familia.
– Enfermeros y otro personal de enfermería.
– Personal no sanitario (celadores, entre ellos).
Los servicios prestados fuera de la jornada establecida para la atención de las urgencias en
los Centros de Salud, se retribuyen como complemento de atención continuada.
Como se observa, la organización de las urgencias de los Centros de Salud es análoga a la
de los SNU/SEU.
La progresiva implantación de Centros de Atención Primaria con Puntos de Atención
Continuada y la cobertura por éstos de las urgencias, implica la desaparición de los SNU/SEU,
por lo que ya hoy se consideran un dispositivo a extinguir que permanece como dispositivo
sanitario no reconvertido (en la nueva organización de la Atención Primaria).
Además de las funciones generales de los celadores, en las unidades de urgencias ex-
trahospitalarias se encargan de funciones administrativas (dado que no existe este personal
en los SUAP/APC). Dentro de estas funciones están:
– Tomar los datos del paciente, así como reflejar el motivo de la consulta.
– Verificar los datos de la tarjeta sanitaria.
– Recogerá vía telefónica los avisos que se producen para atención médica domiciliaria.
– Velará por el buen funcionamiento del servicio.
– Hablará con los pacientes explicando la situación del equipo sanitario (si están aten-
diendo a un paciente de gravedad los demás pacientes deben esperar).
– Facilitará la hoja de reclamaciones a usuarios que no estén de acuerdo con la atención recibida.
– No abandonará su puesto cuando esté solo en el servicio por ausencia del equipo sani-
tario (bien por atención de urgencia vital o por aviso domiciliario).
– Podrá derivar urgencias a otros dispositivos sanitarios (061/112) en situaciones de
máxima emergencia.
* Servicios Diagnósticos.
* Cualquier unidad del hospital a la que haya que remitir al enfermo para la realiza-
ción de pruebas.
Los pacientes serán trasladados a pie, en camilla o en silla de ruedas, según lo requiera
su estado.
– Traslado de parturientas a Paritorio o zona de Urgencias de Tocoginecología.
– Traslado de pacientes encamados para ingreso en Planta de hospitalización llevando la
documentación del ingreso que realiza Admisión.
– Traslado de pacientes a quirófano de urgencias, así como la historia clínica del mismo.
– Revisar las balas de oxígeno que se emplean en los traslado para que estén en perfecto
estado cuando vayan a ser utilizadas.
– En caso de no haber cama para un paciente que deba ingresar, el celador deberá traer
una desde la unidad del hospital en que se localice.
– Avisar a los allegados de los pacientes que ingresan en Planta para que los acompañen.
– Traslado de documentos:
* Hojas de interconsulta.
* Cursar analíticas, mediante traslado de petición.
* Pedidos de almacén, fungibles, lencería, farmacia, etcétera.
* Partes de mantenimiento.
– Trasladar a Urgencias determinado material desde el Servicio de Lencería (almohadas, mantas).
– Trasladar al Servicio de Mantenimiento Electromédico la instrumentación médica ave-
riada, y traslado a Urgencia de la instrumentación médica ya reparada.
– Colaborar en la inmovilización y sujeción mecánica de los enfermos mentales agitados.
– Sujeción de pacientes a los que se les realiza lavado gástrico o cosido de suturas (en
especial niños).
– Ayudar al personal sanitario en la colocación de férulas de yeso y yesos en general a los
pacientes, cuando por alguna circunstancia se les requiera.
– Ayudar al personal sanitario en el lavado de pacientes (en Sala de Observación) y en
la realización de determinadas pruebas (por ejemplo, las punciones lumbares que se
realizan a los pacientes encamados en Observación).
– Ayudar al personal sanitario en la realización de placas radiográficas, bien portátiles en
Sala de Observación, bien normales en el Servicio de Radiología.
– Ayudar al personal sanitario de Observación a la preparación de los cadáveres.
– Traslado de fallecidos (exitus) desde Urgencia hasta el Tanatorio del hospital, y coloca-
ción de los cadáveres en las cámaras frigoríficas.
– Hay ocasiones en los que se notifica al celador que en las afueras del hospital hay al-
gún individuo que, aquejado por alguna patología, puede necesitar ayuda urgente
(por pérdidas de consciencia, desmayo, parada cardiorrespiratoria, etc.), en este caso
el celador se cerciorará de los hechos e informará de inmediato al personal sanitario,
366 siguiendo sus instrucciones para movilizar al paciente.
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
Podemos hacer una primera clasificación de los tipos de transporte, dependiendo de:
– El carácter del transporte: primario, secundario o terciario.
– La urgencia vital: emergente, urgente o demorable.
– Según el medio de transporte: terrestre aéreo o marítimo.
Transporte primario
Transporte secundario
Es el que se realiza entre dos centros sanitarios. Admite muchas variantes y por lo tanto los
medios empleados también pueden cambiar mucho.
– El enfermo puede dirigirse desde el centro donde se encuentre a otro, para recibir un
tratamiento o cuidados específicos, o bien para realizarle una prueba diagnóstica de la
que carezca el centro emisor.
– Puede trasladarse al centro sanitario de la zona geográfica que le corresponda. Un se-
ñor que tenga un accidente en Barcelona mientras está de vacaciones, pero que ha-
bitualmente vive en Almería, probablemente una vez estabilizado querrá estar en la
ciudad donde reside.
– Puede trasladarse a otro centro, concertado o privado, en el que por cualquier motivo,
considere que se encontrará mejor.
Transporte terciario
El que se lleva a cabo dentro del propio centro hospitalario. Por ejemplo, desde una planta
de medicina interna hasta la sala de ecografías.
Es, sin duda, el más habitual, pues se realiza miles de veces al día, dentro de cada centro
sanitario, pero sin embargo, probablemente, es el que esté aún menos protocolarizado y re-
quiera de un personal menos específico, aunque debe hacerse con profesionalidad, propor-
cionando a la persona seguridad y bienestar. Ya existen sin embargo en algunos centros, equi-
pos destinados únicamente, a la tarea de mover enfermos dentro de sus propias instalaciones,
sobre todo teniendo en cuenta, las dimensiones de algunos macrohospitales.
Transporte emergente
El transporte de emergencia se realiza con pacientes que necesitan atención sanitaria in-
mediata, por encontrarse en situación de riesgo vital inminente, por lo tanto, se ponen en
368 marcha sin demora y con prioridad absoluta, en el momento en que se da el aviso.
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
Transporte urgente
Se realiza con pacientes con patologías que pueden entrañar riesgo vital o disfunción or-
gánica grave, pero en los que en principio no se supone que de forma inmediata esté en peli-
gro la vida, o la aparición de secuelas invalidantes.
El traslado debe realizarse con prontitud, pero puede demorarse unas horas pues se realiza
tras el establecimiento de una indicación diagnóstica o terapéutica precisa y una vez estabili-
zadas las funciones vitales del enfermo.
Transporte demorable
En general se denomina transporte demorable a todos aquellos que no precisan una acti-
vación inmediata de los sistemas de transporte.
A su vez se subdividen en no urgentes y programados:
– Transportes no urgentes son todos aquellos que se realizan con pacientes en situación
clínica estable: los que se trasladan a otros centros a recibir un tratamiento o realizarse
una prueba diagnóstica, los que ya retornan a su centro de origen, los que se trasladan
a centros de otros puntos geográficos por razones sociales o familiares, los que han
sido dados de alta pero necesitan ser trasladados hasta su domicilio…
– Los transportes programados son aquellos que se realizan a centros sanitarios de una
manera periódica: hemodiálisis, radioterapia, rehabilitación…
Transporte aéreo
Los medios aéreos que pueden emplearse son el helicóptero, el avión sanitario, o bien el
avión de línea regular adaptado para alojar al enfermo.
El transporte en helicóptero es más costoso que en ambulancia e implica unas buenas
condiciones climáticas y de visibilidad para su uso. Se suele emplear en emergencias primarias
en las que el centro de destino esté a más de 150 km. 369
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Son especialmente importante los efectos de los ruidos (en torno a los 100 dB), que impe-
dirán una auscultación correcta o detectar las alarmas sonoras de los equipos.
Las turbulencias durante el vuelo y las vibraciones, provocan sacudidas bruscas, que obliga-
rán a fijar al enfermo, personal y equipo con cinturones de seguridad. Es por esto que los flui-
dos a administrar deben estar contenidos en envases de plástico, empleando para su perfusión
bombas de infusión alimentadas con baterías, ya que el conteo de gotas se hace imposible.
Los efectos de la altura pueden provocar la disminución parcial de oxígeno, pero pueden
ser minimizados si se vuela por debajo de los 1000 metros. Puede ser conveniente la reduc-
ción del volumen a administrar en los pacientes conectados a ventilación asistida debido a la
expansión de los gases con la altura.
A pesar de la creencia generalizada, no se ha demostrado que existan interferencias reales
entre el uso del desfibrilador y el instrumental de vuelo, por lo que la desfibrilación cardiaca
debe realizarse siempre que sea necesaria con la única precaución de avisar al piloto del mo-
mento en que se realice.
Transporte marítimo
Barco-hospital 371
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Son los menos habituales porque, por un lado, el número de accidentes en el mar es mu-
cho menor que en tierra firme y, por otro, en numerosas ocasiones, aun ocurriendo el acciden-
te en el mar, se emplean transportes aéreos para trasladar a los enfermos.
En el transporte marítimo con embarcación rápida, que sólo se emplea para cubrir cortas
distancias, hay que hacer referencia a la importancia de la fijación del paciente y del material
a la estructura de la embarcación para evitar accidentes.
– Documentos obligatorios:
* Registro de desinfecciones del habitáculo y del equi-pamiento.
* Libro de reclamaciones.
B) Célula sanitaria
a) Lunas translúcidas. En el caso de los vehículos de transporte colectivo podrán optar por
otro dispositivo que asegure eventualmente la intimidad del paciente.
b) Climatización e iluminación independientes de las del habitáculo del conductor.
c) Medidas de isotermia e insonorización aplicadas a la carrocería.
d) Revestimientos interiores de las paredes lisos y sin elementos cortantes y suelo antides-
lizante, todos ellos impermeables, autoextinguibles, lavables y resistentes a los desin-
fectantes habituales.
e) Puerta lateral derecha y puerta trasera con apertura suficiente para permitir el fácil ac-
ceso del paciente.
f ) Armarios para material, instrumental y lencería.
g) Cuña y botella irrompibles.
Junto a las anteriores exigencias, cada una de las distintas clases de ambulancia deberá
cumplir las condiciones que específicamente se señalan en la norma UNE-EN 1789:2007 y A1:
2010 (esta norma especifica que todas las ambulancias serán pintados de color amarillo, con
estándares específicos de color, como el color del cuerpo principal. El color amarillo fue esco-
gido principalmente porque sigue siendo visible a casi todas las personas en todas las condi-
ciones de iluminación, incluida la mayoría de las personas con daltonismo).
Las ambulancias asistenciales deberán contar, además, con dispositivos de transmisión de
datos y localización GPS con su Centro de Coordinación de Urgencias (CCU).
Deberá garantizarse en todo momento la comunicación de la localización del vehículo
con el Centro de Gestión del Tráfico correspondiente, bien por comunicación directa desde el
vehículo o bien desde el citado centro.
La disposición de camilla será opcional en las ambulancias de clase A2.
Sin perjuicio de lo establecido en los apartados anteriores, los vehículos de transporte sa-
nitario deberán cumplir con las exigencias en materia de homologación de vehículos estable-
cidas conforme a la Directiva 2007/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de sep-
tiembre, por la que se crea un marco para la homologación de los vehículos a motor y de los
remolques, sistemas, componentes y unidades técnicas independientes destinados a dichos
vehículos, así como la normativa nacional dictada en España para su transposición.
374
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
A) Ambulancias Asistenciales
1.º Instalación fija de oxígeno, aislada eléctricamente, con tomas rápidas en las paredes
convenientemente rotuladas. Dos botellas con capacidad total mínima de 2.000 litros,
con caudalímetros que permitan un flujo de 15 litros por minuto, humificadores y ma-
nómetro de control de presión. La estación de oxígeno estará localizada en un compar-
timiento fácilmente accesible y donde no se almacene ningún otro tipo de material.
2.º Respirador que permita una función respiratoria de 10-40 ciclos por minuto y un aporte de O2
al 50 por 100 y al 100 por 100.
Caudalímetro, manómetro de control de presión y válvula de sobrepresión (sólo para
ambulancias que vayan a prestar soporte vital avanzado).
3.º Ventilador manual tipo balón, válvula unidireccional y posibilidad de ventilación con
FiO2 mediante conexión a fuente de O2 (adulto y niño).
4.º Equipo de aspiración eléctrico fijo o portátil con reservorio.
5.º Juegos de tubos endotraqueales adulto, niño y lactante.
6.º Laringoscopio con palas de adulto y niño.
7.º Mascarillas de ventilación adulto y niño.
8.º Material fungible de apoyo a la ventilación.
9.º Maletines de resucitación cardiopulmonar diferenciados para adulto y niño, que permi-
tan su utilización en el exterior de la ambulancia asistida, con el material adecuado.
10.º Monitor-desfibrilador: de tipo portátil con autonomía, provisto de palas o parches ad-
hesivos, que sirvan como electrodos de ECG y para desfibrilar, con los accesorios nece-
sarios. Generador externo de marcapasos, con funcionamiento fijo y a demanda con
posibilidad de regulación de intensidad de estímulos. Registrador de electrodos de un
solo canal con posibilidad de conexión a monitores que permitan 12 derivaciones (sólo
para ambulancias que vayan a prestar soporte vital avanzado).
11.º Dispositivo para suspensión de soluciones de perfusión intravenosa.
12.º Material fungible para punción y canalización percutánea venosa.
13.º Esfigmomanómetro, fonendoscopio y linterna de exploración.
14.º Material que permita la inmovilización integral del paciente, así como la inmovilización
de miembros superiores, inferiores y columna y juego de collarines cervicales.
15.º Material quirúrgico.
16.º Material de cura.
17.º Equipos de sondaje y drenaje estériles y desechables.
18.º Recipiente frigorífico o isotermo con capacidad suficiente.
376
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
B) No asistenciales convencionales
1.º Sistema de oxigenoterapia con depósito de oxígeno de, al menos, 800 litros, con mas-
carillas para adulto y niño.
2.º Sistema de ventilación manual con mascarillas para adulto y niño.
3.º Sistema de aspiración de secreciones para adulto y niño.
4.º Dispositivo para suspensión de soluciones de perfusión intravenosa.
5.º Maletín de primeros auxilios y material de soporte vital básico.
1.4.1. Neonatos
Posiblemente el traslado más diferenciado sea el traslado de niños recién nacidos, para los
que se hace preciso el empleo de una incubadora.
Las características que diferencian la estabilización del neonato durante su traslado com-
prenden los siguientes aspectos:
– Ruido excesivo. Un sonido permanente superior a 80 dB puede incrementar especta-
cularmente la desaturación de oxígeno en la sangre arterial del neonato.
– Vibración. La vibración durante el transporte del neonato tiene un efecto incierto so-
bre él, pero puede dificultar en gran medida su observación.
– Temperatura ambiental variable. Las condiciones ambientales pueden influir, nota-
blemente, en la temperatura de los neonatos, haciendo indispensable el control rigu-
roso de un ambiente térmico neutro.
Conocidos los inconvenientes que subyacen al transporte del neonato en situación crítica,
se impone el empleo de estrategias que reduzcan al mínimo el impacto de estas dificultades:
– Estabilizar cuidadosamente al neonato antes de transportarlo, empleando para ello el
tiempo y los medios necesarios. 381
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
1.4.3. Embarazadas
En el caso de mujeres gestantes, lo importante en el traslado es asegurar la comodidad de
la paciente; para traslados por patologías de carácter general, se atenderá, de forma general a
instalarla en función de su patología, pero si el traslado sobreviene como consecuencia de su
embarazo, la colocación de la gestante en la camilla seguirá las recomendaciones expresadas
en la siguiente tabla:
Elevación de la cabeza.
Parto inminente.
Flexión máxima de las piernas.
El segundo operador colocará el collarín cervical (en caso de traumatismo). Alineará los
miembros superiores e inferiores y se situará de rodillas junto al enfermo en el lado hacia el
que se vaya a realizar el giro.
Siempre bajo la dirección del primer operador que estará permanentemente al cuidado
de la columna, el segundo y tercer operador introducirán sus manos por el lado del paciente
opuesto al que se vaya a realizar el giro, el segundo sujetará a la altura de los hombros y cade-
ra, el tercero a la altura de las caderas, haciendo un cruce de brazos con el segundo y sujetan-
do a la altura de la espinilla, para poder rotar el tronco hacia sí mismo.
Con el cuerpo semirrotado, se introducirá la primera mitad de la camilla, dejando nueva-
mente al enfermo en la posición original.
383
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
A continuación se realiza la misma operación pero desde el lado opuesto, con lo que ten-
dremos situado al enfermo sobre la camilla.
En la última parte de la operación, cerraremos los anclajes superiores e inferiores de la ca-
milla y sujetaremos al enfermo a ella al menos con tres correas (existen muchos modelos en el
mercado con diferente número de correas de afloje rápido, siendo los modelos con 4 correas
los más utilizados).
a) Tronco semiincorporado
Es como la posición de Fowler o semifowler (dependiendo de los grados de inclinación)
y se utiliza sobre todo para trasladar enfermos con patologías respiratorias (asma, enfise-
ma, bronquitis crónica, edemas de pulmón, etc.), y para los que han sufrido un traumatismo
craneoencefálico.
b) Decúbito supino
Sobre todo se emplea para trasladar a enfermos en los que se sospeche un posible trau-
matismo medular.
d) Posición antishock
Pacientes con hipoglucemia. Hipotensión.
Cumple la misma función que la posición de Trendelenburg, pero es más cómoda para el
traslado. Se emplea, al igual que esta, para los pacientes que han sufrido un síncope o puedan
realizar un shock hipovolémico por pérdidas hemáticas, a fin de intentar restablecer y salva-
guardar el riego cerebral.
e) Posición antitrendelenburg
Esta posición requiere sujeción axilar y pélvica y se emplea en posibles TCE y fracturas de
columna.
385
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
nitario en las mismas tareas que le corresponde respecto de los pacientes encamados
del hospital; por ejemplo, mover a los que lo necesiten: ayudando en el movimiento y
traslado de los enfermos encamados que requieran un trato especial.
– RCP: es un término muy amplio que significa el acto de intentar lograr la restauración
de circulación espontánea. La RCP es un acto: puede ser básica o avanzada.
– Reanimación Cardiopulmonar básica (RCP- B): es el intento de restaurar circulación
eficaz usando compresiones torácicas externas e insuflación de los pulmones con aire
espirado. Los reanimadores pueden facilitar la ventilación a través de dispositivos para
la vía aérea y protectores faciales apropiados para su uso por inexpertos. Esta defini-
ción excluye la bolsa con válvula-mascarilla, técnicas invasivas de mantenimiento de
vía aérea, como la intubación y cualquier otro dispositivo para la vía aérea que sobre-
pase la faringe.
– Reanimación Cardiopulmonar avanzada (RCP-A): realización de maniobras invasi-
vas para restablecer la ventilación y circulación efectivas. El manejo de la vía aérea en
RCP-A incluye la ventilación con bolsa-mascarilla, la intubación endotraqueal (IET), la
punción cricotiroidea, etc. La ayuda circulatoria en RCP-A incluye la administración de
medicación por vía traqueal o venosa, el uso de desfibriladores, etc.
– Soporte Vital: es un concepto más amplio que el de RCP, al integrar, junto a las ma-
niobras clásicas, contenidos referidos a la prevención de las PCR y la difusión a toda
la población de estos conocimientos. El reconocimiento de la situación, la alerta a los
servicios de emergencia, la intervención precoz o los programas de difusión de estos
conocimientos, son contenidos propios del Soporte Vital. Se habla además de SV bási-
co o SV Avanzado, dependiendo del material que empleemos y de los conocimientos
de los que lo ejecuten.
– Masaje cardíaco externo (MCE): son las compresiones torácicas realizadas por un re-
animador o mediante dispositivos mecánicos durante la RCP para intentar restablecer
la circulación espontánea.
– RCP por espectadores o primeros intervinientes: cuando la RCP se inicia por per-
sonas que no forman parte del sistema sanitario de emergencias. En general, será la
persona que presenció el paro. En algunas ocasiones, pueden ser personal sanitario,
pero que no forman parte del sistema sanitario de emergencia.
– Personal de emergencias: son individuos que responden a una emergencia sanita-
ria, de manera oficial, formando parte de un sistema de respuesta organizado. Según
esta definición, médicos, enfermeras o técnicos que presencian un paro cardíaco en un
lugar público e inician RCP, pero que no han respondido al suceso como parte de un
sistema organizado de respuesta, no son personal de emergencia.
– Ritmo desfibrilable o no: se refiere al ritmo inicial monitorizado; que cuando requie-
re choque eléctrico se subdivide en fibrilación ventricular (FV) o taquicardia ventricu-
lar sin pulso (TVSP); y cuando no lo requiere se subdivide en asistolia y disociación
electromecánica.
– Desfibriladores externos automáticos o semiautomáticos (DEA / DESA):este térmi-
no, genérico, se refiere a desfibriladores que analizan el ritmo en el electrocardiograma
de superficie del paciente, para detectar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular
rápida. Los automáticos (poco frecuentes) producen la descarga al detectar la altera-
ción, mientras que los DESA avisan de la alteración pero requieren de la intervención
del operador para efectuar su descarga.
– Recuperación de la circulación espontánea (RECE): recuperación de la circulación
espontánea, comprobada por la existencia de respiración, tos o movimientos. Para el 389
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Tráquea
Esófago
Tráquea
Obstrucción
Responde
COMPROBACIÓN (Contesta o se mueve)
DE LA CONSCIENCIA (Consciente) • Dejar como está
Oiga ¿qué le pasa? • Pedir ayuda
COMPROBACIÓN
DE LA RESPIRACIÓN
Para valorar la ventilación del paciente, se debe colocar a la víctima en decúbito supino
y realizar la apertura de la vía aérea (maniobra frente-mentón), acercando a continuación la
mejilla a la boca-nariz de la víctima, para de esta forma oír y sentir la respiración del paciente,
así como ver los movimientos ventilatorios de la caja torácica.
VER, OÍR y SENTIR durante 5 a 10 segundos (máximo de 10 segundos), es la manera de
comprobar si el paciente está respirando con normalidad.
− Traccionar del brazo del paciente más alejado a nosotros, cruzándolo sobre su tórax y
colocando la palma de la mano sobre el hombro contrario (foto 3).
395
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
− Levantar la pierna del paciente más alejada a nuestra posición, dejándola con la rodilla
levantada y el pie apoyado en el suelo (foto 4).
− Con una mano en la rodilla levantada y la otra en el hombro del mismo lado, tirar con
fuerza para girar a la víctima sobre su costado (foto 4).
− Colocar la pierna que ha quedado encima, de forma que la cadera y la rodilla estén
dobladas en ángulo recto (foto 5).
− Inclinar la cabeza asegurándose de que la vía aérea permanezca abierta (foto 6).
396
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
− Ajustar la mano bajo la mejilla para mantener la cabeza inclinada (foto 6).
− Retirar cualquier objeto que pueda molestar al paciente.
Una vez el paciente se encuentra en PLS, se debe pedir ayuda si aún no se ha hecho y re-
gresar a su lado, para comprobar periódicamente que mantiene sus funciones vitales.
COMPROBACIÓN DE LA RESPIRACIÓN
• Abrir vía aérea (maniobra frente mentón) Respira
• Retirar objetos extraños • Poner en posición lateral de seguridad
• Buscar ayuda
• Ver, oír y sentir
No respira
• Pedir ayuda
• Comenzar maniobras de RCP
(Dependiendo del caso se hará antes una cosa u otra)
397
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Oiga, Responde
¿Qué le (Contesta
pasa?
COMPROBAR o se mueve) – Dejar como está
(Consciente)
LA CONCIENCIA – Pedir ayuda
– Evaluar
periódicamente
No responde
(Inconsciente)
En traumatismos
– Pedir ayuda cervicales, abrir la vía aérea,
– Abrir la vía aérea mediante la maniobra
Maniobra Frente-Mentón de tracción mandibular
Ver Respira
COMPROBAR Oír
Sentir
LA RESPIRACIÓN
Ver, oír y sentir
(No emplear más
de 10 segundos) – Poner en posición
lateral de seguridad
NO Respira – Buscar ayuda
398
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
399
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Para evitar el excesivo cansancio del reanimador será importante la altura desde la
que realicemos el masaje, siendo en ocasiones conveniente ayudarnos de un taburete o
similar.
El objetivo debería ser, comprimir hasta una profundidad de al menos 5 cm (pero no más
de 6 cm) y a una frecuencia de al menos 100 compresiones/min (pero no más de 120 compre-
siones/min), permitiendo el retroceso completo del tórax, y reduciendo al máximo las inte-
rrupciones de las compresiones torácicas.
ADULTOS
30 compresiones torácicas
/ 2 ventilaciones
Con el masaje cardiaco externo se consigue un suficiente soporte circulatorio, tanto por la
presión ejercida directamente sobre el corazón (Bomba Cardíaca), como por la realizada sobre
el tórax (Bomba Torácica). A modo de esponja, durante las compresiones se expulsa sangre
del corazón y los pulmones hacia los diferentes órganos, que volverá en el momento de la
descompresión.
B) Respiración boca-boca
Tras realizar las 30 compresiones torácicas, daremos dos ventilaciones de rescate.
Despejaremos la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón y comprobaremos que no
hay ningún cuerpo extraño que pueda obstruir la vía aérea (alimentos, prótesis dentales...). Si
hay algún objeto extraño que veamos, lo retiramos con nuestros dedos, pero no es oportuno
realizar barrido digital a ciegas.
400
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
Con la vía aérea despejada, taponaremos los orificios nasales, con los dedos pulgar e ín-
dice de la mano colocada en la frente, mientras sellamos con nuestra boca la de la víctima, e
insuflamos aire.
Haremos una inspiración normal (no profunda) y durante
aproximadamente 1 segundo insuflaremos aire, comprobando
cómo se eleva el tórax. Debe ser aire suficiente para hacer que el
pecho de la víctima se eleve, pero evitando respiraciones rápidas
o enérgicas.
Al retirarnos para que el accidentado pueda espirar, compro-
baremos con nuestra mirada el movimiento de descenso de la
caja torácica.
El tiempo total empleado en dar las dos respiraciones no de-
biera exceder de 5 segundos.
En caso necesario se puede insuflar el aire a través de la nariz o del estoma de traqueoto-
mía, tapando siempre el orificio por el que no se insufla.
Debe evitarse insuflar muy rápidamente o con mucha cantidad de aire, para evitar que se
desvíe hacia la cavidad gástrica, lo que por una parte no tendría ninguna utilidad, y por otra,
facilitaría la aparición de vómitos, aumentando el riesgo de broncoaspiración.
Las maniobras de reanimación deben continuar con la misma cadencia, hasta que el en-
fermo se recupere, llegue ayuda con equipo especializado o se produzca el agotamiento de
los reanimadores.
Paciente consciente
Mientras el paciente está consciente, daremos 5 golpes in-
terescapulares con el sujeto ligeramente inclinado hacia ade-
lante, para que, si conseguimos movilizar el cuerpo extraño,
salga hacia el exterior. Es posible que esta maniobra resuelva la
situación pero, si no es así, continuaremos realizando 5 compre-
siones abdominales (Maniobra de Heimlich).
El reanimador se sitúa por detrás de la víctima, rodeando con
sus brazos el abdomen de ésta. Una de las manos, cerrada y con el
pulgar hacia dentro, se sitúa en el epigastrio, alejado de la apófisis
xifoides y del reborde costal. La otra mano agarra a la primera,
para realizar de esta forma una fuerza mayor.
Se realizan compresiones enérgicas del abdomen hacia arri-
ba y hacia adentro.
En embarazadas y en pacientes muy obesos se puede realizar la maniobra de modo similar,
pero abrazando el tórax del paciente (tercio inferior torácico, alejado de la apófisis xifoides,
coincidiendo con el área de masaje cardiaco) en lugar del abdomen.
Estas maniobras se repetirán hasta la expulsión del cuerpo extraño o hasta la inconsciencia
del paciente, alternando 5 palmadas interescapulares y 5 compresiones abdominales.
Paciente inconsciente
Si la obstrucción no se resuelve en poco tiempo, el paciente perderá la consciencia. En este
caso, trataremos de que no sufra daño en la caída y con el paciente en posición de decúbito
supino, comenzaremos las maniobras de RCPb. Procederemos exactamente igual que en los
casos de paciente inconsciente sin respiración, repitiendo la secuencia de 30 compresiones
torácicas y 2 ventilaciones.
Algoritmo de actuación en adultos, en los casos de asfixia por obstrucción de vía aé-
402 rea, por un cuerpo extraño
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
EVALUAR LA OBSTRUCCIÓN
¿Oiga qué le pasa ?
Contesta
Habla, tose, respira NO Contesta
CONSCIENTE INCONSCIENTE
– 5 Palmadas interescapulares – Maniobras RCP b
– 5 compresiones abdominales
– Reevaluar
Cánulas de Guedel
Dependiendo del fabricante, existen diversos modelos, pero todos están construidos en
PVC semirrígido (o material similar) y poseen un refuerzo al principio de la misma, para evitar
que, una vez colocada, se obstruya al morderla el enfermo.
Tienen un tamaño que oscila entre 5 y 12 centímetros y que se identifica por una numera-
ción y, en algunos modelos, también por un color diferente.
Dependiendo del paciente al que se destine, se seleccionará la longitud adecuada, que
debe ser igual a la distancia que existe entre la comisura de los labios y el lóbulo del pabellón
auricular. Lo correcto, antes de colocarla, es medir la cánula adecuada a cada paciente.
La cánula de Guedel se coloca introduciéndola en la boca del afectado, con la concavidad
hacia el paladar para, una vez metida hasta aproximadamente la mitad, rotarla 180º, mientras
se termina de introducir hasta la faringe.
Una vez colocada, la parte más dura de la cánula debe quedar entre los dientes del pacien-
te, de esta manera, evitaremos posibles obstrucciones si la mordiese.
404
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
Desfibrilador manual
405
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
407
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Tenga presente que cuanto más se demore en realizar la desfibrilación, menor es la proba-
bilidad de éxito.
Si no dispone de un DEA, comience con las maniobras de RCP hasta disponer de uno de
estos dispositivos o hasta la llegada de los equipos especializados.
El de los adultos, suele tener un volumen aproximado de 1.600 ml, siendo menor en el
pediátrico, al objeto de evitar barotraumas.
Pueden emplearse con mascarilla o directamente sobre el tubo endotraqueal (u otro de los
dispositivos para aislar la vía aérea).
Poseen una toma de oxígeno y como accesorio se suele acompañar de un reservorio con
el que se pueden alcanzar concentraciones de oxígeno cercanas al 100%.
Hay que prestar especial atención a la limpieza y correcta colocación de la válvula. Un error
en esa comprobación, puede anular la funcionalidad del dispositivo.
A pesar de su aparente sencillez, es un dispositivo difícil de usar correctamente. Es necesa-
rio sellar la mascarilla sobre la cara y presionar el balón al mismo tiempo, lo que exige cierto
entrenamiento.
408
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
El reanimador se coloca por detrás de la cabeza del paciente, la extiende hacia atrás, coloca
una cánula orofaríngea (Guedel) y aplica la máscara sobre el rostro con la mano izquierda co-
locando los 2-3 últimos dedos sobre la mandíbula y los demás sobre la mascarilla. Se exprime
la bolsa con la mano derecha y se observa el tórax para comprobar cómo tiene lugar la venti-
lación pulmonar.
Si hay dos reanimadores, uno puede realizar las 30 compresiones y el otro las 2 insuflacio-
nes mediante el resucitador manual.
2.2.1. Introducción
En el niño, a diferencia de lo que ocurre en el adulto, la parada cardiorrespiratoria (PCR) de
origen cardiaco es poco frecuente, siendo el principal motivo las disfunciones respiratorias
(obstrucciones agudas, neumonías, depresión respiratoria...) seguido del fallo circulatorio por
sepsis o hemorragias. La PCR también puede afectar a niños sanos por los accidentes (sobre
todo domésticos) o por muerte súbita.
Cuando el pronóstico se compara con el del adulto, suele ser peor, debido a que en la
mayoría de los casos el niño lleva en hipoxemia un periodo prolongado de tiempo, antes de
producirse la PCR, con la consecuente lesión de diversos órganos, en tanto que en el adulto la
PCR se suele producir de forma brusca sin hipoxia previa.
La maniobra de elección es, como en el adulto, “la maniobra frente – mentón” (extender la
cabeza y elevar la mandíbula) y solo cuando esta no funciona, se puede probar con la manio-
bra de elevación mandibular (con los dedos pulgar e índice de cada mano, detrás de cada lado
de la mandíbula del niño y empújela hacia delante).
Después de abierta la vía aérea se debe comprobar si el niño respira, observando si existen
movimientos respiratorios, escuchando su ventilación y, con la mejilla del reanimador junto a
la boca del niño, sintiendo la salida del aire (ver, oír, sentir) durante un máximo de 10 segundos.
Si el niño no respira hay que pedir ayuda e iniciar la ventilación manteniendo abierta la vía
aérea. Si es un lactante, la boca del reanimador se debe aplicar abarcando la boca y la nariz
del niño. Si se trata de un niño mayor de un año se puede utilizar la técnica boca a boca de
forma similar a como se hace en los adultos. La técnica dependerá no tanto de la edad, como
del tamaño del niño.
El volumen correcto de aire en cada ventilación será aquel que haga que el tórax se ele-
ve. Es importante insuflar aire solamente hasta que empiece a subir el pecho para evitar una
dilatación gástrica que podría provocar regurgitación del contenido del estómago. También
podríamos provocar barotrauma.
2.2.5. Circulación
Una vez abierta la vía aérea y realizadas las 5 insuflaciones, el reanimador debe comprobar
si el niño permanece arreactivo o si aparecen signos de que hay circulación, para valorar la
necesidad de iniciar las compresiones cardiacas.
Hay que buscar durante un máximo de 10 segundos signos de vida: movimientos, tos…
incluso si se está cualificado, se puede comprobar el pulso (el femoral en todos los caos, o el
braquial en los lactantes o en los niños mayores de un año el carotideo).
Si el niño continúa arreactivo y sin signos de circulación, tras las 5 insuflaciones co-
menzaremos con las compresiones cardiacas con una cadencia de 15 compresiones y 2
ventilaciones.
Las compresiones se realizan siguiendo un eje perpendicular y con la fuerza suficiente para
comprimir el tórax al menos un tercio de su diámetro.
En los niños, al igual que en los adultos, las compresiones deben durar el 50% del ciclo,
permitiendo en la segunda parte de éste, la relajación del tórax. La frecuencia de las compre-
siones debe ser de al menos 100 por minuto (sin pasar de 120).
412
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
– Pedir ayuda
– Abri r la vía aérea Respira P. Lateral Seguridad
COMPROBACIÓN DE LA Reevaluar
RESPIRACIÓN
NO Respira
5 Ventilaciones de rescate
No reacciona
No signos de circulación
MANIOBRAS RCP b
15 compresiones / 2 ventilaciones
– Shunt.
– Anomalías de la difusión.
415
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
3.5. Oxigenoterapia
El oxígeno (O2) es un gas incoloro, inodoro, explosivo y altamente inflamable, por lo que su
manejo en oxigenoterapia requiere importantes medidas de seguridad.
La oxigenoterapia consiste en la administración de oxígeno gaseoso (mezcla de aire enri-
quecida con oxígeno) a un paciente, con la finalidad de establecer la tasa normal de oxígeno
en sangre. La administración de oxígeno se realiza en situaciones de hipoxia.
La administración de oxígeno puro mantenida por periodos prolongados, es peligrosa
puesto que produce lesiones en el pulmón y cerebro además de ser un irritante de las muco-
sas. Su uso en estado puro está desaconsejado y muy restringido.
La oxigenoterapia está indicada en todas aquellas personas que sufren hipoxia, acom-
pañada o no de hipercapnia (asfixia, elevaciones a grandes alturas donde desciende la Pp
de O2, intoxicaciones por gases que bloquean la hematosis normal, insuficiencia respiratoria,
lesiones del Sistema Nervioso Central que afectan al centro regulador de la respiración y alte-
raciones del transporte de oxígeno en sangre como en grandes hemorragias, intoxicaciones
por monóxido de carbono etc.).
La importancia de este tema para el celador es máxima; a menudo realizan traslados de
pacientes que estén sometidos a esta técnica y deben conocer todo el sistema para actuar
ante cualquier incidencia.
Es importante durante el traslado valorar el aspecto y el estado del paciente para detectar
situaciones de hipoxia que indicarían, o bien, un empeoramiento del cuadro o un mal funcio-
namiento de los sistemas de administración de oxigenoterapia.
Bala de oxígeno
– Manómetro. Todo tanque está provisto de un manómetro que mide la presión de oxí-
geno en el interior de la bala. El manómetro consta de un reloj con una circunferencia
graduada expresada en l, mm de Hg, atmósferas, etc. y una aguja que expresa en cada
momento la presión existente en la bala.
Vaso y caudalímetro
Cuando el paciente está en coma o inconsciente y tiene dificultades para respirar por sí
solo, debe hacerse una intubación endotraqueal que facilita la administración de oxígeno.
Si está lúcido y colabora deben utilizarse los otros métodos (sonda o catéter nasal, gafas
nasales, etc.).
Gafas nasales
Cada mascarilla presenta una numeración: Ej: 24/2. Esto significa que para conseguir una
concentración de oxígeno del 24% hay que administrar un flujo de 2 litros por minuto.
Las concentraciones de oxígeno que se alcanzan son superiores a las conseguidas con la
sonda nasal pero, al igual que la anterior, se usan cuando se requiere administrar concentra-
ciones bajas de oxígeno.
Mascarilla oronasal
Además del anterior hay varios modelos en el mercado, con características peculiares:
– Mascarilla con bolsa reservorio, para administrar concentraciones superiores; 60% de
oxígeno.
– Mascarilla de traqueotomía.
– Mascarilla oronasal de no reinhalación, la que produce una concentración de oxígeno
más alta (90-95%).
– Material necesario:
* Sonda de calibre adecuado.
* Esparadrapo hipoalérgico.
* Lubricante.
* Gas y cremas para el cuidado de la nariz.
* Sistema completo de administración de oxígeno.
* Guantes estériles.
* Material para la higiene bucal.
– Técnica para instalarlo:
* Hay que calcular los cm de sonda que hay que introducir. Para ello se mide la distancia nariz-oreja-cuello.
* Colocarse guantes estériles.
* Lubricar la sonda en su extremo distal.
* Colocar al paciente con la cabeza en hiperextensión (Roser).
* Introducir la sonda despacio, sin forzar, hasta que llegue a la altura de la úvula.
* Fijar la sonda con el esparadrapo, a un lado de la cara, procurando que quede fijada a la altura de la oreja.
* Conectar la sonda al sistema de administración de oxígeno.
* Calibrar el flujo de salida de oxígeno.
* Cambiar la sonda de fosa nasal cada 48 h aproximadamente. A veces es necesario hacerlo antes.
* Hacer la higiene bucal.
* Cuidados de las fosas nasales (limpieza y aplicación de cremas).
* Vigilar su funcionamiento.
– Material:
* Mascarilla nasal u oronasal, del calibre adecuado, y con la concentración y flujo de oxígeno adecuado
(24/2, 28/4, 35/6, etc.).
* Gasas.
* Sistema de administración de oxígeno.
* Material para la higiene de la boca y nariz.
– Técnica para instalarla:
* Colocar la mascarilla sujetándola con la goma por detrás de las orejas.
* Hay que tener la precaución de que al instalarla el oxígeno no llegue a los
ojos para evitar irritaciones.
* Regular el flujo de oxígeno que hay que administrar.
* Conectar la mascarilla con el sistema de administración.
* Abrir la llave de paso.
* Vigilar su funcionamiento.
422
LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN UNIDADES DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS [[[[\
Respirador de presión
BIPAP
3.5.3. Aerosolterapia
La aerosolterapia es un tratamiento habitual en los servicios de ORL, pediatría, neumología
y alergología, aunque también se vienen utilizando en Atención Primaria. La aerosolterapia es
la forma de tratamiento que utiliza aerosoles de manera que éstos son pulverizados para ser
empleado por inhalación.
El fármaco más utilizado es el salbutamol, que es un agonista beta-adrenérgico de los re-
ceptores E2. Este fármaco en aerosol es utilizado en el tratamiento del asma bronquial y del
broncoespasmo asociado a EPOC, bronquiectasia o infecciones pulmonares.
Como reacciones adversas del salbutamol destacan la taquicardia, palpitaciones, temblor,
ansiedad y cefaleas.
425
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
3.5.4.2. Traqueostomía
Denominamos la traqueostomía como técnica quirúrgica mediante la cual se abre un ori-
ficio entre el segundo o tercer anillo traqueal, cuyo objetivo es el paso de aire entre la tráquea
y el exterior, para permitir la respiración, por medio de una cánula.
La traqueostomía se practica en los casos de perturbación grave de la función ventilatoria,
de forma que asegure la entrada de aire en el árbol traqueobronquial.
Dichas perturbaciones pueden ser debidas a:
– Obstrucción respiratoria a nivel de orofaringe, laringe o tráquea, secundaria a: edema
local (infección, alergia o reacción a tóxicos), traumatismos, tumores, malformaciones,
disfunciones neurológicas o cuerpos extraños.
– Intubación prolongada.
– Retención de secreciones con aspiraciones frecuentes y neumonía de repetición.
– Reducción del espacio muerto en la insuficiencia respiratoria crónica.
Se puede dar el caso de que ante una disnea severa, en la que no sea posible la intubación
y se prevea una parada cardiorrespiratoria, haya que realizar una traqueotomía de urgencia. 427
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Además de la traqueotomía reglada o la urgente, existen otras formas para permitir la en-
trada de aire por la tráquea:
– Traqueotomía percutánea, menos cruenta, reduciendo el riesgo de estenosis tra-
queal y disminuyendo la incidencia de infecciones, pudiéndose además realizar en la
cama del paciente.
– Traqueotomía translaríngea, aunque al igual que la anterior también puede realizar-
se en la cama del paciente, tiene un menor uso por su complejidad, riesgos y medio de
abordaje (desde el interior de la tráquea).
428
10
El traslado de
documentos y objetos
c) Ciudadanos: contendrá información sobre sus derechos y deberes y los riesgos para la
salud, facilitará la toma de decisiones sobre su estilo de vida, prácticas de autocuidado
y utilización de los servicios sanitarios y ofrecerá la posibilidad de formular sugerencias
de los aspectos mencionados.
d) Organizaciones y asociaciones en el ámbito sanitario: contendrá información sobre las
asociaciones de pacientes y familiares, de organizaciones no gubernamentales que ac-
túen en el ámbito sanitario y de sociedades científicas, con la finalidad de promover la
430 participación de la sociedad civil en el Sistema Nacional de Salud.
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
Actual:
– Nombre de la empresa.
– Profesión.
– Mutuas de accidentes.
Anteriores:
3. Antecedentes familiares: referidos a padres, hermanos, etc., sobre todo los referidos a
IAM, ACV, HTA, diabetes, dislipemia, cáncer, e. renal.
6. Hábitos tóxicos:
A. Primaria A. Hospitalaria
Centro
HABITACIÓN CAMA
• •
• •
• •
Profesión ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Entidad colaboradora---------------------------------------------------------------------------------------------
DIAGNÓSTICO
Cód 55 13 12
435
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
436
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
– Curso Clínico.
– Listado de problemas.
– Informe de analítica.
– Petición de estudios complementarios.
– Hoja Clínico-Estadística.
3. Al alta del paciente: informe de enfermería e informe médico.
La Historia Clínica tendrá como finalidad principal facilitar la asistencia sanitaria, dejando
constancia de todos aquellos datos que, bajo criterio del facultativo, permitan el conocimien-
to veraz y actualizado del estado de salud.
El contenido mínimo de la Historia Clínica será el siguiente:
a) La documentación relativa a la hoja clínico-estadística.
b) La autorización de ingreso.
c) El informe de urgencia.
d) La anamnesis y la exploración física.
e) La evolución.
f ) Las órdenes médicas.
g) La hoja de interconsulta.
h) Los informes de exploraciones complementarias.
i) El consentimiento informado.
j) El informe de anestesia.
k) El informe de quirófano o de registro del parto.
l) El informe de anatomía patológica.
m) La evolución y planificación de cuidados de enfermería.
n) La aplicación terapéutica de enfermería.
ñ) El gráfico de constantes.
o) El informe clínico de alta.
En todo caso, la autorización de ingreso, el informe de urgencia, el consentimiento infor-
mado, el informe de anestesia, el informe de quirófano o de registro del parto, el gráfico de
constantes, y el informe clínico de alta, sólo serán exigibles en la cumplimentación de la
Historia Clínica cuando se trate de procesos de hospitalización o así se disponga (art. 15.2.
de la Ley 41/2002).
La cumplimentación de la Historia Clínica, en los aspectos relacionados con la asistencia
directa al paciente, será responsabilidad de los profesionales que intervengan en ella
(art. 15.3. de la Ley 41/2002).
La Historia Clínica se llevará con criterios de unidad y de integración, en cada institución asis-
tencial como mínimo, para facilitar el mejor y más oportuno conocimiento por los facultativos de
los datos de un determinado paciente en cada proceso asistencial (art. 15.4. de la Ley 41/2002).
En algunas Comunidades Autónomas hay desarrollos normativos sobre la Historia Clínica,
como por ejemplo en Castilla y León por el Decreto 101/2005 de 22 de diciembre.
Usos de la Historia Clínica
La Historia Clínica es un instrumento destinado fundamentalmente a garantizar una
asistencia adecuada al paciente. Los profesionales asistenciales del centro que realizan el
diagnóstico o el tratamiento del paciente tienen acceso a la Historia Clínica de éste como ins-
438 trumento fundamental para su adecuada asistencia (art. 16.1. de la Ley 41/2002).
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
Cada centro establecerá los métodos que posibiliten, en todo momento, el acceso a la
Historia Clínica de cada paciente por los profesionales que le asisten (art. 16.2. de la Ley 41/2002).
– Servicio sanitario: la unidad asistencial con organización propia, dotada de los recur-
sos técnicos y del personal cualificado para llevar a cabo actividades sanitarias.
– Usuario: la persona que utiliza los servicios sanitarios de educación y promoción de la
salud, de prevención de enfermedades y de información sanitaria.
– Informe clínico de alta. Lo redacta y firma el médico del Servicio encargado del pa-
ciente. Es una especie de resumen de su Historia Clínica en el que se recogen los ante-
cedentes personales y familiares, motivo de ingreso, diagnóstico, tratamientos médi-
cos y quirúrgicos aplicados, y recomendaciones terapéuticas para el médico de familia.
– Impreso de alta voluntaria. Al igual que el anterior lo rellena el médico encargado del pa-
ciente. Se hace a petición del propio paciente y debe ser firmado por él o quien lo represente.
1.4. Archivo
El archivo es el lugar donde quedan almacenadas y ordenadas todas las Historias Clínicas de los
pacientes que son atendidos por un centro sanitario. Las funciones generales del archivo son la con-
servación de los documentos, acceso a la documentación, sistematización del archivo, información,
educación… Las historias se ordenan según el número que se les asignó cuando se abrieron.
El celador es el responsable del traslado de las Historias Clínicas y documentación com-
plementaria desde la unidad hospitalaria correspondiente al archivo central. La periodicidad
en la recogida de Historias Clínicas por el celador será fijada por el Jefe del Archivo Central de
Historias Clínicas.
La información clínica de un paciente puede quedar almacenada de la siguiente manera:
– En un fichero. En él van a quedar archivados únicamente los datos esenciales del enfermo.
Este fichero podemos encontrarlo en todas las consultas y salas de un centro sanitario.
– En el archivo de consulta o de planta. En él permanece guardada la Historia Clínica
del enfermo mientras está siendo tratado de su enfermedad. En el caso de que el pa-
ciente fuera ingresado dicha ficha pasaría a planta.
– Archivo central. En él quedan almacenadas todas las historias del centro una vez que
se han cerrado, es decir, cuando el enfermo ha sido dado de alta o ha fallecido. En este
446 archivo permanecen almacenadas durante años.
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
– Libro de urgencias. En él van a quedar registrados los datos más esenciales de todo
paciente que requiere de una atención urgente. Dichos datos serán: los datos de identi-
ficación del paciente, la hora a la que acude al servicio de urgencia, si es traslado a otra
unidad y a cuál, el juicio clínico y la hora en la que es dado de alta o, en último caso, la
hora a la que ha fallecido.
Funciones principales
Estas funciones se desarrollan de la siguiente forma:
– Tramitación de comunicaciones verbales
Los celadores han de transmitir a sus compañeros, superiores, subordinados o público
las comunicaciones verbales (instrucciones, mensajes, información, etc.) que les indi-
quen sus superiores (médicos, personal de enfermería, Jefe de Personal Subalterno,
etc.) o profesionales autorizados, por delegación de éstos.
– Traslado de documentación clínica y documentos
El celador trasladará las Historias Clínicas y documentación complementaria desde la
unidad hospitalaria correspondiente al archivo central de la Institución.
Trasladará las historias junto con los pacientes cuando se traslade a los mismos o cuan-
do se le solicite.
Es importante conocer que el celador solo deberá acceder a los datos de la Historia
que le sean imprescindibles para realizar las funciones encomendadas (Nombre,
habitación, cama, etc.). Además el celador no esta autorizado para facilitar el acce-
so a una Historia Clínica, si alguien se lo solicita le indicará los pasos a seguir para
solicitarlo.
Tradicionalmente el documento ha sido el «escrito con que se prueba, acredita o se
hace constar una cosa». Modernamente es «todo soporte de información que trata de
enseñar algo a alguien» o «todo elemento de información fijado sobre un soporte ma-
terial o toda expresión de pensamiento fijada materialmente y susceptible de ser utili-
zada para consulta, estudio o prueba».
El concepto de documento abarca, pues, mucho más que el documento escrito. Así,
distinguimos los siguientes tipos de documentos:
1. Según su forma, hay documentos:
– Gráficos: manuscritos, Historias Clínicas.
– Tipográficos: libros, impresos, fotocopias. 447
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
– Trabajo en oficinas. Los celadores que trabajen en oficinas del hospital dependerán
del área de Gerencia y de Dirección , y se encargarán del:
* Traslado de correspondencia. Reparto de correspondencia (cartas, impresos, revistas
y correo externo o interno, en general) dentro del centro, franqueo de las corres-
pondencia que se emita al exterior, devolución al remitente cuando el destinatario
448
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
En caso de haber peones en la plantilla del Hospital (categoría creada por el Real Decreto
Ley 3/1987, de 11 de septiembre), habrá que delimitar las funciones entre éstos y los celadores
en esta función de traslado de aparatos y mobiliario.
450
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
El modo en que los superiores «confían» a los celadores el traslado de documentos, co-
rrespondencia, objetos, aparatos y mobiliario no ha de ser siempre mediante una orden
verbal directa. Lo habitual es asignar por escrito los deberes que corresponden a los cela-
dores de cada servicio y su ejecución puede realizarse por iniciativa del propio celador o a
petición de otros profesionales, aunque no sean sus superiores, y, por supuesto, por orden
de aquéllos.
Otras funciones
Aparte de lo ya indicado, se recogen a continuación algunas de las tareas más frecuentes
de los celadores de las Instituciones Sanitarias relativas a esta función de traslado de docu-
mentos y objetos:
– Entrega de avisos verbales y escritos a los compañeros, superiores o público.
– Tramitar los pedidos al almacén, recogiendo el material cuando esté dispuesto, y tras-
lado del mismo a la unidad correspondiente.
– Traslado de Historias Clínicas entre el archivo y las unidades del hospital: consultas,
servicios diagnósticos, plantas de hospitalización.
– Traslado de portafirmas desde las unidades administrativas a asistenciales hasta las
Direcciones o Jefaturas correspondientes para que los escritos sean firmados y/o regis-
trados, en su caso, y posterior devolución a las Unidades.
– Reposición de colchones, trasladando los viejos al almacén y recogiendo de allí mismo
los nuevos.
– Reposición de determinado material de lencería, haciendo lo mismo que con los col-
chones (almohadas, fundas de colchón).
– Los celadores adscritos a servicios de almacén se encargarán del traslado del material
dentro del mismo.
– El celador de quirófano transportará los aparatos del área quirúrgica que le requiera el
personal sanitario.
2. Almacén de Farmacia
2.1. El servicio de farmacia hospitalaria
La custodia, conservación y dispensación de medicamentos de uso humano corresponde-
rá exclusivamente:
a) A las oficinas de farmacia abiertas al público, legalmente autorizadas.
b) A los servicios de farmacia de los hospitales, de los centros de salud y de las estructuras
de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud para su aplicación dentro de dichas
instituciones o para los medicamentos que exijan una particular vigilancia, supervisión
y control del equipo multidisciplinar de atención a la salud.
En la mayoría de los Hospitales existe un Servicio de Farmacia que dependerá de la
Dirección Médica. En un Hospital la farmacia es un servicio centralizado (servicio central) al
que tienen acceso todas las unidades hospitalarias. 451
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
2.2. Definiciones
– Medicamento de uso humano: toda sustancia o combinación de sustancias que se
presente como poseedora de propiedades para el tratamiento o prevención de en-
fermedades en seres humanos o que pueda usarse en seres humanos o administrarse
a seres humanos con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas
ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, o de establecer un
diagnóstico médico.
– Medicamento de uso veterinario: toda sustancia o combinación de sustancias que se
presente como poseedora de propiedades curativas o preventivas con respecto a las
452 enfermedades animales o que pueda administrarse al animal con el fin de restablecer,
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
valencia con el medicamento de referencia haya sido demostrada por estudios adecua-
dos de biodisponibilidad.
– Producto intermedio: el destinado a una posterior transformación industrial por un
fabricante autorizado.
– Fórmula magistral: el medicamento destinado a un paciente individualizado, prepa-
rado por un farmacéutico, o bajo su dirección, para cumplimentar expresamente una
prescripción facultativa detallada de los principios activos que incluye, según las nor-
mas de correcta elaboración y control de calidad establecidas al efecto, dispensado en
oficina de farmacia o servicio farmacéutico.
– Medicamento en investigación: forma farmacéutica de un principio activo o placebo,
que se investiga o se utiliza como referencia en un ensayo clínico.
– Medicamento homeopático, de uso humano o veterinario, es el obtenido a partir de
sustancias denominadas cepas homeopáticas con arreglo a un procedimiento de fabrica-
ción homeopático descrito en la Farmacopea Europea o en la Real Farmacopea Española o,
en su defecto, en una farmacopea utilizada de forma oficial en un país de la Unión Europea.
– Medicamentos biológicos, llamados así porque son sustancias producidas por un or-
ganismo vivo mediante técnicas de biotecnología. Ejemplos de estos compuestos son
las vacunas, inmunosueros, antígenos, etc.
– Producto de higiene personal: sustancias o preparados que, sin tener la considera-
ción legal de medicamentos, productos sanitarios, cosméticos o biocidas, están desti-
nados a ser aplicados sobre la piel, dientes o mucosas del cuerpo humano con finalidad
de higiene o de estética, o para neutralizar o eliminar ectoparásitos.
– Radiofármaco: cualquier producto que, cuando esté preparado para su uso con finali-
dad terapéutica o diagnóstica, contenga uno o más radionucleidos (isótopos radiactivos).
– Farmacovigilancia: es la actividad de salud pública que tiene por objetivo la identifica-
ción, cuantificación, evaluación y prevención de los riesgos del uso de los medicamen-
tos una vez comercializados, permitiendo así el seguimiento de los posibles efectos
adversos de los medicamentos.
– La Real Farmacopea Española: es el código que establece la calidad que deben cum-
plir los principios activos y excipientes que entran en la composición de los medica-
mentos de uso humano y veterinario. Se actualizará y publicará periódicamente.
– Preparado o fórmula oficinal: es aquel medicamento elaborado y garantizado por
un farmacéutico o bajo su dirección, dispensado en una oficina de farmacia o servicio
farmacéutico, enumerado y descrito por el Formulario.
454
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
3. Área de farmacotecnia
En esta zona se preparan dosis especiales de ciertos medicamentos según las pautas es-
tablecidas por la comisión de farmacia. La preparación y manipulación de estos fármacos ha
de realizarse en condiciones de higiene y asepsia para evitar riesgos sanitarios. En esta zona
también se preparan fórmulas magistrales, para lo cual el servicio de farmacia cuenta con
un laboratorio equipado con el material preciso. Las fórmulas magistrales son preparados no
normalizados que un médico solicita para una circunstancia especial que sufre el paciente.
4. Área de nutrición artificial
Es la zona destinada a la preparación de las soluciones de nutrición artificial enteral o paren-
teral, para cubrir el aporte de nutrientes en aquellos pacientes que por su patología lo requieran.
Nutrición enteral: es la administración de sustancias nutritivas a través de una sonda que
estará alojada en el tubo digestivo. Normalmente se aplica a través de una sonda nasogástrica.
Nutrición parenteral: es una técnica que se realiza cuando no es posible una adecuada ali-
mentación por vía oral o por sonda. Consiste en aportar por vía endovenosa todos los cons-
tituyentes de una dieta completa como son agua, hidratos de carbono, líquidos, electrolitos,
vitaminas, aminoácidos y oligoelementos. La preparación de la nutrición parenteral se realiza
en una zona estéril bajo cabinas de flujo laminar garantizando la composición, esterilidad y la
estabilidad del preparado.
5. Áreas de citostáticos
Los citostáticos son sustancias farmacológicas que impiden o retardan la división celular.
Se utilizan en el tratamiento contra el cáncer.
En el área de preparación de medicamentos citostáticos se preparan medicamentos cuya
manipulación inadecuada puede ser peligrosa para la salud. El manejo de este tipo de prepa-
rados debe garantizar su composición, estabilidad y la seguridad del manipulador y del medio
ambiente. Esta área dispone de una zona estéril donde existe una campana de flujo laminar
vertical de alta seguridad biológica con salida de aire filtrado al exterior. En ella se realiza la
dosificación y preparación de medicamentos citostáticos. 457
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Esta zona debe reunir una serie de características mínimas, tales como:
– Área o zona aislada físicamente del resto del servicio en la que no se realicen otras
operaciones.
– Sin recirculación de aire ni aire acondicionado ambiental.
– Habitación separada con presión negativa.
– Campana de flujo laminar vertical.
– Acceso limitado solamente al personal autorizado.
– El suelo del recinto donde se encuentra ubicada la cabina no se barrerá y se limpiará
con una fregona de uso exclusivo y lejía.
Protección del manipulador. El personal responsable de la preparación de mezclas de citostáticos
deberá usar el siguiente equipo de protección individual: guantes, bata, mascarilla, gafas y gorro.
Transporte de productos citostáticos en el hospital. Los celadores efectúan el traslado de los
citostáticos desde el Servicio de Farmacia hasta la unidad peticionaria (normalmente Hospital
de Día o Plantas de Oncología).
Para dicho traslado se deben usar contenedores específicos que deben reunir las siguien-
tes características:
– Resistencia al transporte.
– Contener exclusivamente productos citostáticos.
– Etiquetado adecuado. En el exterior del paquete se debe hacer constar la naturaleza
del contenido y paciente destinatario.
– Aislante térmico para el necesario mantenimiento de la temperatura.
Tratamiento de contaminaciones accidentales. En las zonas donde se manipulen este tipo
de medicamentos deben existir procedimientos escritos de actuación para saber en todo mo-
mento cómo se debe actuar ante una contaminación accidental.
Si el agente citostático contacta directamente con la piel de la persona que lo manipula, se
lavará inmediatamente la zona afectada con agua y jabón, durante unos 10 minutos. Si la piel
se encontrara irritada, deberá ser examinada por un especialista.
Si el agente citostático salpica los ojos se enjuagará el ojo afectado con agua o solución
isotónica durante al menos 15 minutos y luego acudir al especialista (oftalmólogo).
Se debe aplicar el antídoto específico según el agente citostático.
Los derrames accidentales se pueden producir en cualquier proceso en que esté presente un
medicamento citostático (almacenamiento, preparación, transporte y/o administración), por lo
que deberán estar previstos los procedimientos y materiales necesarios para realizar la recogida.
2.5.2. La unidosis
En la actualidad en los hospitales el suministro de medicamentos desde el Servicio de
Farmacia se realiza mediante la fórmula o método de “unidosis” o dosis única, es decir, en
envases individualizados por paciente (dispensación individualizada de medicamentos). Los
medicamentos que han de ser administrados a éstos son solicitados desde las diferentes
unidades hospitalarias por los supervisores o por los enfermeros a la Farmacia, mediante el
correspondiente documento (orden médica) firmada por el médico correspondiente especifi-
cando la medicación diaria por paciente que se ha de suministrar.
En el Servicio de Farmacia se prepara la medicación individual en su correspondiente bolsa
o envase que será trasladada por el celador hasta el Servicio peticionario.
Es un sistema más racional en cuanto a la preparación
y distribución de los medicamentos.
Entre las ventajas de este método para el Sistema
Sanitario están:
– Conservación del medicamento en mejores condi-
ciones higiénicas.
– Las soluciones orales e inyectables se dosifican
con mayor precisión logrando un mayor aprove-
chamiento del medicamento.
– La distribución individual por paciente y día au-
menta la seguridad y la calidad terapéutica.
– Se reduce el tiempo empleado por el personal de
enfermería en la preparación de la medicación.
459
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
se lleve a cabo con ocasión del Inventario general que anualmente o con otra perio-
dicidad se realice en la farmacia con el mismo objeto de conocer la existencia real del
material almacenado.
El almacén es un elemento vivo e influyente en la actividad de un centro sanitario, por ello, el lograr
un control preciso del mismo, se hace una tarea importantísima para el desarrollo de toda actividad.
Para poder controlar las existencias de un almacén, de una forma precisa, se necesita cono-
cer no sólo el número de entradas y salidas de las mercancías, sino también y muy importante,
desde el punto de vista logístico, de la ubicación de las mercancías en el interior del almacén
y de la disponibilidad de espacios en el mismo.
1. Previsión de aprovisionamientos
Como su nombre indica, consiste en prever las necesidades de materiales de todo tipo que tenga
la Institución Sanitaria. Es el necesario primer paso en el proceso de adquisición de los suministros.
Esta actividad, al igual que las demás, está directamente relacionada con las prestaciones
de la institución de que se trate y está encaminada a que éstas sean posibles mediante el es-
tudio de los medios necesarios para ello.
2. Planificación de adquisiciones
Como tarea intermedia, entre la previsión de aprovisionamientos y el procedimiento ad-
ministrativo de contratación, está la planificación de adquisiciones, la cual hace referencia a
una necesaria adecuación, de los medios con que es posible contar, a los servicios que han de
prestar las Instituciones.
4. Petición de Material
Una vez gestionada la compra, se procede a la petición del material por la sección admi-
nistrativa de suministros.
5. Recepción/revisión de mercancías
La primera tarea de la unidad de suministros, nada más recibir un pedido, es registrarlo.
La recepción de las mercancías se divide en tres apartados básicos:
1.º Recepción simple de la mercancía.
2.º Revisión de la mercancía.
3.º Control de calidad. 465
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
6. Guardado de la mercancía
Con posterioridad a la recepción ha de procederse al almacenamiento de la mercancía.
Éste ha de llevarse a cabo siguiendo criterios de clasificación que faciliten la localización cuan-
do los productos sean solicitados, los flujos de entradas y salidas, que vengan ordenados por
el tamaño de los productos, accesibilidad, caducidad, uso clínico, etc. Normalmente a todos
los productos se les asigna un código que servirá para facilitar esta labor.
Dicha disposición debe evitar la acumulación innecesaria de éstos, para una mejor racio-
nalización del gasto.
Dependiendo de las dimensiones del almacén y del volumen y peso de las mercancías, el
guardado de las mismas deberá reunir una serie de características propias, tales como:
– Posibilidad de formar palets de manera automática o manual.
466 – Debe permitir el uso de diferentes tecnologías.
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
7. Mapa de almacén
La definición del mapa del almacén pasa por una necesaria clasificación de zonas, a saber:
– Recepción/revisión.
– Pulmón de entrada.
– Zona de estanterías de almacenaje/preparación.
– Zona de apilado en bloque.
– Zona de preparación exclusiva.
– Zona de «drive-in».
– Zona de rotos.
– Zona de expediciones.
– Pulmón de salida.
8. Gestión de stock
La gestión de stock, es, quizás, la labor más impor-
tante de todo el sistema, ya que el buen o mal fun-
cionamiento del mismo significará o no la disponibi-
lidad de un stock físico fiable y de los controles que lo
garanticen.
Deberá garantizar la plena integridad referencial, es
decir, la posibilidad de comunicación de cualquier ac-
tualización del stock en tiempo real. Al mismo tiempo,
deberá disponer de la posibilidad de efectuar un cierre
de inventario a voluntad del usuario y de obtener histó-
ricos de movimiento del stock.
467
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Es básico este control de las existencias de cada artículo para evitar situaciones de desa-
bastecimiento que darían lugar al incumplimiento de la labor asistencial encomendada a la
Institución. Para evitar esto se debe tener siempre un determinado stock de cada artículo que
variará en función del uso de éstos. Así, las existencias de jeringuillas desechables, por ejem-
plo, será siempre mayor que la de sondas nasogástricas.
Asimismo se debe llevar un control de los artículos que consume cada servicio o unidad
para evitar consumos indebidos.
468
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
470
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
ANEXO
Riesgos derivados de la manipulación manual de cargas
La carga
Entenderemos por carga cualquier objeto susceptible de ser movido. Pero también inclui-
mos el traslado de personas (como los pacientes de un hospital) y el transporte de animales
(en una granja o similar).
Son, además, cargas los materiales que se manejen por medios mecánicos como grúas y
similares, y que precisen, durante la operación de manipulación, el esfuerzo humano para su
acomodación o colocación.
472
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
– Mesas elevadoras: como las anteriores, existen numerosas clases, permiten subir y bajar
las cargas situándolas a la altura idónea sin necesidad de esfuerzo manual.
– Cajas y estanterías rodantes: por su característica de ir sobre ruedas, facilitan el empuje
y tracción.
– Carros de plataforma elevadora: unen las ventajas de las carretillas y carros con las de las
mesas elevadoras.
B) Factores de riesgo
La manipulación manual de una carga puede presentar un riesgo, en particular dorsolum-
bar, en los casos siguientes:
a) Debido a las características de la carga:
– Cuando la carga es demasiado pesada o demasiado grande.
– Cuando es voluminosa o difícil de sujetar.
– Cuando está en equilibrio inestable o su contenido corre el riesgo de desplazarse.
– Cuando está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a distancia
del tronco o con torsión o inclinación del mismo.
– Cuando la carga, debido a su aspecto exterior o a su consistencia, puede ocasionar
lesiones al trabajador, en particular en caso de golpe.
b) Debido a las características del individuo que realiza la acción:
– La falta de aptitud física para realizar las tareas en cuestión.
– La inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales que lleve el trabajador.
– La insuficiencia o inadaptación de los conocimientos o de la formación.
– La existencia previa de patología dorsolumbar.
c) Debido a las características del movimiento que debe ser realizado:
– Cuando el esfuerzo sea demasiado importante.
– Cuando la acción no pueda realizarse más que por un movimiento de torsión o de
flexión del tronco.
– Cuando la acción pueda acarrear un movimiento brusco de la carga.
– Cuando se realiza mientras el cuerpo está en posición inestable.
– Cuando se trate de alzar o descender la carga con necesidad de modificar el agarre.
– Esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados en los que intervenga en
particular la columna vertebral.
– Período insuficiente de reposo fisiológico o de recuperación.
– Distancias demasiado grandes de elevación, descenso o transporte.
– Ritmo impuesto por un proceso que el trabajador no pueda modular.
d) Debido a las características del medio de trabajo:
Las características del medio de trabajo pueden aumentar el riesgo, en particular dor-
solumbar, en los casos siguientes:
– Cuando el espacio libre, especialmente vertical, resulta insuficiente para el ejercicio
de la actividad de que se trate.
– Cuando el suelo es irregular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o bien es res-
baladizo para el calzado que lleve el trabajador.
– Cuando la situación o el medio de trabajo no permite al trabajador la manipulación
474 manual de cargas a una altura segura y en una postura correcta.
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
pulación, es decir, en una postura adecuada para el manejo (carga cerca del cuerpo, espalda
derecha, sin giros ni inclinaciones), una sujeción firme del objeto con una posición neutral de
la muñeca, levantamientos suaves y espaciados y condiciones ambientales favorables.
No obstante, si la población expuesta son mujeres, trabajadores jóvenes o de edad avan-
zada, no se deberían manejar cargas superiores a 15 Kg.
En general 25 kg 1 85 %
b) El tamaño de la carga
– Si la carga es demasiado alta puede entorpecer la visibilidad, haciendo tropezar al tra-
bajador con objetos que están en su camino.
– Si es demasiado ancha le obligará a mantener posturas forzadas de los brazos, lo que
no permitirá un agarre adecuado de la carga.
Además no será posible levantarla del suelo en una postura segura, ya que no puede
ser acercada al cuerpo y por lo tanto mantener la espalda derecha.
– Si la carga es demasiado profunda, aumentará la distancia horizontal, siendo mayor la
fuerza compresiva en la columna vertebral.
Tamaño máximo recomendable
de una carga
60 cm
50 cm
60 cm
476
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
c) La superficie de la carga
No debe tener elementos peligrosos que puedan provocar lesiones en quien la transporte.
En caso contrario se deberán usar guantes apropiados.
Dichos elementos peligrosos pueden ser: bordes cortantes, carga resbaladiza (en sí misma
o por algún derrame externo), carga demasiado caliente o demasiado fría, etc.
Las cargas deberán tener el centro de gravedad fijo y centrado, en la medida de lo posible. Si
no fuera así, se deberá advertir en una etiqueta o informar de ello al trabajador. Las cargas con
el centro de gravedad descentrado se manipularán con el lado más pesado cerca del cuerpo.
Siguiendo la norma UNE-EN ISO 780:2000 Envases y embalajes. Símbolos gráficos para la ma-
nipulación de mercancías (ISO 780:1997), para indicar el centro de gravedad de la carga –cuando
no es idéntico al centro de gravedad sugerido por la forma del embalaje–, se utilizará el símbolo 477
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
que aparece en la figura anterior, que indica dónde se halla situado el centro de gravedad real,
siendo éste el punto de interacción de tres ejes determinados por el emplazamiento de los sím-
bolos. Dichos símbolos deben ir colocados sobra cada una de las caras de la carga.
13 kg 7 kg
20 kg 12 kg
V
Altura de media pierna
14 kg 8 kg
478
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
Cuando se manipulan cargas en más de una zona se tendrá en cuenta la más desfavorable,
para mayor seguridad.
El mayor peso teórico recomendado es de 25 Kg, que corresponde a la posición más favo-
rable de la carga, es decir, pegada al cuerpo, a una altura comprendida entre los codos y los
nudillos.
Por ejemplo, si un trabajador debe manipular una carga que se encuentra en una mesa y la
debe colocar en un estante que se encuentra elevado, el peso teórico recomendado sería de
7 Kg, puesto que la zona más desfavorable de manipulación está comprendida entre la altura
de la cabeza y la altura del hombro del trabajador, y separada del cuerpo.
Para la manipulación de cargas en postura sentada, no deberían manipularse cargas de
más de 5 Kg, siempre que sea en una zona próxima al tronco, evitando manipular cargas a
nivel del suelo o por encima del nivel de los hombros, o hacer giros e inclinaciones del tronco.
Ello es debido a que la capacidad de levantamiento, mientras se está sentado, es menor
que cuando se manejan cargas en posición de pie, ya que no pueden ser utilizadas las piernas
en el levantamiento, el cuerpo no puede servir de contrapeso y el esfuerzo mayor recae en los
músculos, más débiles, de los brazos y tronco.
Además la curvatura lumbar está modificada en esta postura y ello aumenta el riesgo de
lesiones.
Para la manipulación en equipo hay que tener en cuenta que las capacidades individuales
disminuyen debido a la dificultad de sincronizar los movimientos y obstaculización de la vi-
sión de unos a otros. En general, la capacidad de levantamiento es dos tercios de la suma de
las capacidades individuales cuando son dos personas, y la mitad de la suma de las capacida-
des cuando son tres personas.
Tronco Tronco
derecho inclinado
Dicha inclinación puede deberse tanto a una pésima técnica de levantamiento como a una
falta de espacio, fundamentalmente vertical.
La postura correcta al manejar una carga es con la espalda derecha.
SÍ NO
e) El agarre de la carga
Pueden producirse problemas en el agarre de la carga si ésta es redonda, resbaladiza o sus
agarres son deficientes. Podemos encontrar tres posibilidades:
– Si tienen buenos agarres como asas u otro tipo con formas y tamaños que permitan
que la mano se asiente en ellos confortablemente, permaneciendo la muñeca en posi-
ción neutral, sin desviaciones ni posturas incómodas.
480
EL TRASLADO DE DOCUMENTOS Y OBJETOS [[[[\
– Si sus agarres son mediocres, con asas o hendiduras no tan cómodas como en el caso
anterior. O también cargas sin asas que pueden sujetarse flexionando la mano 90º alre-
dedor de la carga.
90º
f) La frecuencia de la manipulación
Si se hace muy frecuente la manipulación manual de cargas nos vamos a encontrar con
que el trabajador experimentará una elevada fatiga física y, consecuentemente, una mayor
probabilidad de sufrir un accidente ya que los músculos no responderán de modo eficiente
al esfuerzo.
En estos casos el trabajador deberá ocupar el resto de su tiempo laboral en la realización
de actividades que no impliquen la utilización de los mismos grupos musculares.
g) El transporte de la carga
En un turno de 8 horas, los límites de carga acumulada diariamente, en función de la dis-
tancia de transporte, no deben superar los de la siguiente tabla:
Hasta 10 m 10.000 Kg
Más de 10 m 6.000 Kg
k) La inestabilidad de la postura
Si la tarea es realizada en una postura inestable, nos encontramos con la posibilidad de
pérdida de equilibrio, de tensiones en músculos y articulaciones con el consiguiente riesgo
para el trabajador.
b) El espacio insuficiente
Las restricciones de espacio darán lugar a giros e inclinaciones del tronco muy peligrosas
por el riesgo de lesión.
f) La iluminación deficiente
La falta de visibilidad apropiada durante el traslado de material puede aumentar el riesgo
de que se produzcan tropiezos o accidentes, al no calcular adecuadamente la posición y dis-
tancia debido a deficiente iluminación o posibles deslumbramientos.
g) Las vibraciones
Pueden producir molestias, dolores y hasta lesiones en la columna vertebral, fundamen-
talmente, pero también en otras articulaciones del cuerpo. Si el traslado y manipulación del
material se realiza sobre superficies que estén sometidas a vibraciones, el riesgo para la zona
dorsolumbar aumenta considerablemente.
i) El calzado
Debe ser antideslizante, con protección adecuada del pie contra la caída de objetos, esta-
ble y no debe provocar caídas.
Tareas peligrosas
a) Tareas peligrosas para personas con problemas de salud
Se deberán evaluar los riesgos si el trabajador es especialmente sensible por sus caracterís-
ticas personales o su estado biológico, tales como molestias o lesiones de espalda.
C) Postura de levantamiento
– Doblar las piernas manteniendo la espalda recta y el mentón metido. No flexionar de-
masiado las rodillas.
– No girar el tronco ni adoptar posturas forzadas.
D) Agarre firme
Sujetar firmemente la carga empleando ambas manos, mantener la carga pegada al cuer-
po. El mejor agarre es probablemente el agarre de gancho, aunque esto depende de cada
trabajador, lo importante es que sea seguro.
Cuando se deba cambiar el agarre, hacerlo suavemente o apoyando la carga en alguna
superficie, con mucha atención ya que ello puede crear situaciones de peligro.
E) Levantamiento suave
Alzarse con suavidad, por extensión de las piernas, manteniendo la espalda derecha. No
dar tirones a la carga ni moverla bruscamente.
F) Evitación de giros
No realizar giros, es preferible mover los pies para colocarse en la posición adecuada.
H) Deposición de la carga
– Si el levantamiento es desde el suelo hasta una postura importante de altura, por ejem-
plo la altura de los hombros o incluso más, apoyar la carga a medio camino para poder
cambiar el agarre.
– Depositar la carga y después ajustar su posición, si fuera necesario.
– Realizar levantamientos con paradas durante el mismo.
486
11
Ley 8/2011, de 23 de
marzo, de Igualdad
entre Mujeres y
Hombres y contra la
Violencia de Género en
Extremadura
2. Disposiciones generales
3. Integración de la perspectiva de género en las Políticas Públicas
\[[[[ CELADORES DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD (SES)
Por otro lado, en esta Ley se contemplan los instrumentos necesarios para prevenir y erra-
dicar la violencia de género, dotados de eficacia y exigibilidad, asegurando la gratuidad en el
acceso a los servicios públicos que al efecto se establezcan. Igualmente, se crea la red de aten-
ción y recuperación integral para las mujeres y menores que sufren violencia de género, for-
mada por un conjunto de recursos y servicios públicos para la atención, asistencia, protección
y recuperación. Al tiempo, se asegura la especialización de todos los colectivos profesionales
que intervienen en la atención, asistencia, protección, recuperación y reparación destinadas a
las mujeres y demás víctimas de violencia de género.
Entre otras medidas, la Ley contiene un catálogo de derechos de las mujeres víctimas de vio-
lencia de género y de sus hijos e hijas, complementario de los derechos constitucionalmente
reconocidos. La misma aspira a evitar la victimización secundaria de las mujeres, estableciendo
medidas que impidan la reproducción o la perpetuación de los estereotipos sobre las mujeres y la
violencia de género y asume el compromiso activo de los poderes públicos para garantizar la pri-
vacidad de los datos personales de las mujeres en situación de violencia, así como de las demás
personas implicadas o de los testigos, de acuerdo con la legislación aplicable.
Estructura
Esta Ley contiene 106 artículos y se estructura en un Título Preliminar, seis Títulos, dos disposicio-
nes adicionales, una disposición transitoria, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales.
El Título Preliminar establece los conceptos esenciales en materia de igualdad de género
y los principios generales que han de presidir la actuación de los poderes públicos en relación
con la igualdad entre mujeres y hombres. La igualdad que esta Ley promueve es una igualdad
en sentido amplio, referida no solo a las condiciones de partida en el acceso a los derechos,
al poder y a los recursos y beneficios económicos y sociales, sino también a las condiciones
para el ejercicio y control efectivo de aquéllos. Asimismo, es una igualdad respetuosa con la
diversidad e integradora de las especificidades de mujeres y hombres, que corrija la tendencia
actual a la imposición y generalización del modelo masculino. Se trata, en suma, de que mu-
jeres y hombres sean iguales en la diferencia. Se pretende así evitar la comparación sin más
entre la situación de las mujeres y de los hombres, que muchas veces plantea implícitamente
una jerarquía en la que la situación de los hombres es la deseable y a la que las mujeres han de
amoldarse renunciando a sus valores, deseos y aspiraciones.
Los poderes públicos de Extremadura, para lograr las finalidades establecidas en esta Ley
asumen el compromiso con la efectividad del derecho de no discriminación de las mujeres.
Consideran el carácter estructural y la naturaleza multidimensional de la violencia de géne-
ro, en especial en cuanto a la implicación de todos los sistemas de atención y recuperación.
Adoptan medidas de carácter integral, que tienen en cuenta todos los daños que las mujeres,
los menores y las menores sufren como consecuencia de la violencia de género, también los
daños sociales y económicos y los efectos de esta violencia en la comunidad.
El Título I regula las competencias, funciones, la organización institucional, la coordinación
entre las Administraciones Públicas de Extremadura y la financiación. Las competencias y fun-
ciones se establecen en el Capítulo I. El Capítulo II regula la organización institucional, la coope-
ración, coordinación y consulta entre las administraciones públicas de Extremadura e instaura
los órganos para asegurar los objetivos de la Ley. Se trata de la Comisión Interinstitucional para
la Igualdad, la Comisión Interdepartamental para la Igualdad, el Observatorio de la Igualdad,
el Consejo Extremeño de Participación de las Mujeres, la Comisión de Impacto de Género en 489
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2. Disposiciones generales
Vienen recogidas en el Título Preliminar la Ley, en sus artículos 1 a 4.
derando sistemáticamente las prioridades y necesidades propias de las mujeres y de los hom-
bres, teniendo en cuenta su incidencia en la situación específica de unas y otros, al objeto de
adaptarlas para eliminar los efectos discriminatorios y fomentar la igualdad de género.
los posibles impactos negativos que se detecten sobre las mujeres y los hombres, así como a
reducir o eliminar las diferencias encontradas promoviendo de esta forma la igualdad entre
los sexos.
tica del acceso a tales beneficios durante seis meses, a aquellas empresas sancionadas por
resolución administrativa firme por acciones u omisiones de discriminación tipificadas en la
indicada Ley (artículo 31).
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