Sei sulla pagina 1di 17

rreo electrónico

Diferencias entre el robo con muerte subsecuente y el asesinato para facilitar u ocultar
otro delito

El autor analiza los alcances del Acuerdo Plenario 03-2009/CJ-116, que


aborda no solo la distinción entre el robo con muerte subsecuente, sino
que establece el tratamiento de las lesiones ocasionadas en el delito de
robo simple. Ambas cuestiones son materia de análisis por parte del
autor, quien se desempeña como magistrado superior en la Corte de
Ayacucho
POR

JELIO PAREDES INFANZÓN

ENERO 5, 2018

1166


El Acuerdo Plenario N° 03-2009/CJ-116, expedido en el V Pleno


Jurisdiccional Penal del año 2009; precisa, esclarece y hace las
diferencias que existen entre los tipos penales de robo agravado con
subsecuente muerte y el asesinato para facilitar u ocultar otro delito.
Además, establece el tratamiento de las lesiones ocasionadas en el
delito de robo simple, artículo 188 del Código Penal, las lesiones a la
integridad física o mental de la víctima, artículo 189 segunda parte inciso
1), y las lesiones graves a la integridad física o mental contempladas en
la parte in fine del artículo 189 del Código Penal.
Sumilla: 1. Introducción. 2. Análisis jurídico del Acuerdo Plenario 03-
2009/CJ-116. 2.1. Planteamiento del primer problema. 2.1.1. Análisis del
primer caso. 2.2. Planteamiento del segundo problema. 2.2.1. Análisis del
segundo caso. 3. Conclusiones.

Sumario [Ocultar]
 1. Introducción
 2. Análisis jurídico del Acuerdo Plenario 03-2009/CJ-116
o 2.1. Planteamiento del primer problema
 2.1.1. Análisis del primer caso
o 2.2. Planteamiento del segundo problema
 2.2.1. Análisis del segundo caso
 3. Conclusiones

1. Introducción

El Acuerdo Plenario N° 03-2009/CJ-116, expedido en el V Pleno


Jurisdiccional Penal del año 2009, precisa, esclarece y establece las
diferencias que existen entre los tipos penales de robo agravado con
subsecuente muerte y el asesinato en la modalidad «para facilitar u
ocultar otro delito». Además, fija el tratamiento de las lesiones
ocasionadas en el delito de robo simple (artículo 188 del Código Penal),
las lesiones a la integridad física o mental de la víctima (artículo 189,
segunda parte, inciso 1), y las lesiones graves a la integridad física o
mental (parte in fine del artículo 189 del Código Penal).
Lea también: Un problema de configuración y otro de persecución en
el delito de lesiones culposas

2. Análisis jurídico del Acuerdo Plenario 03-2009/CJ-116

2.1. Planteamiento del primer problema

En el referido Acuerdo Plenario se aborda los alcances del tipo penal del
delito de robo agravado con muerte subsecuente, tipificado en el artículo
189 in fine del Código Penal, y el delito de asesinato por conexión con
otro delito, tipificado en el artículo 108, inciso 1, del Código Penal, a fin
de determinar las diferencias entre ambos tipos penales y establecer en
qué casos son de aplicación uno del otro. Debemos resaltar que
ambos tipos aluden a la muerte de una persona en conexión con la
comisión de otro delito. Se trata de los artículos 108 (sobre el delito de
asesinato) y 189 (sobre el delito de robo con agravantes)[1].

Conforme se indica en el referido Acuerdo, ambos tipos penales han


originado divergentes interpretaciones judiciales, que han calificado los
hechos como homicidio calificado o robo con muerte subsecuente.
Es por ello que, en los fundamentos jurídicos, se llega a precisar cuándo
los hechos conllevan un delito u otro.

En el Código Penal los delitos indicados se configuran así:

Robo
Asesinato
agravado

Artículo 189.- Robo


Artículo 108.- Homicidio agravado (…) La pena
Calificado – Asesinato (…) será de cadena
Será reprimido con pena perpetua cuando el
privativa de libertad no agente actúe en
menor de quince años el calidad de integrante
que mate a otro de una organización
concurriendo cualquiera de delictiva o banda, o si,
las circunstancias como consecuencia
siguientes: (…) 2. Para del hecho, se produce
la muerte de la
facilitar u ocultar otro víctima o se le causa
delito (…). lesiones graves a su
integridad física o
mental.

2.1.1. Análisis del primer caso

a) Robo con subsecuente muerte: delito preterintencional

Conforme al fundamento 7 del Acuerdo Plenario se tiene que, en el delito


de robo agravado, se configura la circunstancia agravante si “como
consecuencia del hecho, se produce la muerte de la víctima”. Esta
se configura cuando el agente en el uso de la violencia para apoderarse
del bien mueble, ocasiona o produce la muerte de la víctima. El agente
busca apoderarse del bien mueble con violencia física contra la víctima,
sin embargo, por los mismos efectos de la violencia le causa la muerte a
esta, “resultado que no quiso causar dolosamente pero pudo prever y
evitar. Se trata, pues, de un típico supuesto de homicidio
preterintencional donde el resultado sólo se puede atribuir al agente a
título de culpa (…). El citado dispositivo regula, entonces, un caso de
tipificación simultánea, dolosa, culposa, pero de una misma conducta
expresamente descrita”[2].

Lea también: Casación 912-2016, San Martín: Puede variarse de


lesiones a homicidio culposo si víctima fallece antes de acusación
fiscal (doctrina jurisprudencial vinculante)

En este caso el agente (sujeto activo), al momento de cometer el acto


ilícito de robar, ocasiona la muerte de otros (sujeto pasivo).

Gálvez Villegas y Delgado Tovar[3], comentando esta agravante,


refieren que se configura cuando el agente, como consecuencia de los
actos propios del uso de la violencia para lograr el apoderamiento o para
vencer la resistencia de quien se opone a la sustracción y
apoderamiento de los bienes, ocasiona o produce la muerte de la
víctima. Esto es, la violencia desencadenada para sustraerle los
bienes es de tal magnitud que causa la muerte del propio
agraviado (titular de los bienes materia de apoderamiento), de la
persona encargada del cuidado de los mismos o de un eventual tercero
que pretende impedir la sustracción y apoderamiento de una persona
especialmente vinculada al titular de los bienes.

La conducta descrita supone, entonces, que el agente dentro de su plan


criminal no haya planificado deliberadamente la muerte de su víctima,
aunque debería haberlo previsto como una posibilidad, pues dicho
homicidio es viable a partir del momento en que la violencia ejercida
contra la víctima no resultó suficiente para poder realizar debidamente
el apoderamiento. Claro está que la intensidad de la violencia e incluso la
intensidad de la intimidación son evaluadas por el sujeto activo, en el
momento en que ejecuta el esquema delictivo del robo agravado[4].

DELITO PRETERINTENCIONAL

AGENTE QUE ROBA + EJERCICIO DE VIOLENCIA A LA


VÍCTIMA = MUERTE (dolo) + (culpa)

En cuanto a la pena a imponerse, la cadena perpetua, en el delito de


robo con subsecuente muerte, ha generado críticas la posición asumida
en el Acuerdo Plenario:

Finalmente, si nos atenemos al criterio de la preterintencionalidad en el


robo con subsecuente muerte, caeríamos en el absurdo de sancionar un
delito preterintencional (mucho menos grave) con una pena mucho
mayor que la que corresponda a un delito gobernado por el dolo directo o
eventual (el que es en realidad mucho más grave).

Esto es, se sancionaría con cadena perpetua al agente que, como


consecuencia del ejercicio de violencia contra la víctima del robo,
le causa la muerte, pese a que no quiso causarla (solo se le atribuye la
muerte a título de culpa). Contrariamente, se sancionaría con penas
menores cuando el agente dolosamente causa el deceso de la
víctima. En ese caso, se podrá imponer solo siete años de pena privativa
de libertad, por la muerte dolosa y la sustracción violenta de los bienes;
pues, este hecho solo calificaría como un concurso de homicidio
simple y hurto simple.

En igual sentido, solo se impondrá 9 años si el hecho califica como


homicidio simple y hurto agravado, y 16 años si califica como asesinato y
hurto simple; 27 años si califica como asesinato y robo agravado; y
finalmente, 35 años, si se califica el hecho como un concurso de
asesinato con robo agravado (con agravante de segundo grado). Como
puede verse, nunca se impondrá cadena perpetua a estos hechos
doblemente dolosos; en cambio, siempre se impondría la cadena
perpetua si se califica como delito preterintencional (robo con
consecuente muerte).

La magistrada Vargas Oviedo[5], comentando el robo con subsecuente


muerte se pregunta: ¿por qué en un caso que aparentemente se
presenta como menos grave que otro que sí tiene elementos que le
dan cierta magnitud de gravedad, la pena es más severa?

Consideramos que no guarda proporcionalidad la imposición de la pena


de cadena perpetua con un delito preterintencional, como es el delito
de robo con muerte subsecuente, al contrario de un delito doloso
(asesinato) en donde la pena es menos grave.

Lea también: R.N. 1482-2014, Cusco: Inaplicación del delito de


violación con muerte subsecuente

b) Asesinato para facilitar u ocultar otro delito

En el fundamento 8 del referido Acuerdo, en cuanto al delito de asesinato


para facilitar u ocultar otro delito, tenemos:

Asesinato para facilitar Asesinato para ocultar otro


otro delito delito

 Implica  El delito
una previamente
relación cometido o el
demedio- que está
fin, en que ejecutándose.
el  El delito para
homicidio ocultar puede
es ser doloso o
del delito- culposo, es la
medio, causa del
cometido comportamiento
por el homicida del
agente con agente.
el  Ejemplo: el
propósito agente es
de hacer sorprendido en
posible la el acto del robo
ejecución y, para evitar su
del delito- captura, dispara
fin. contra su
 Es perseguidor o
siempre contra quien
doloso, trata de impedir
situación su fuga.
muy
frecuente,
en los
delitos
contra el
patrimonio.

Peña Cabrera Freyre[6], comentando esta circunstancia, señala que «ha


de corresponderse con la denominada “vinculación delictiva”, que se
revela en la esfera anímica del autor, quien para allanar, elimina los
obstáculos existentes en su plan criminal de perpetrar otro hecho
punible o para cubrir de impunidad uno que ha cometido, decide eliminar
la vida de su congénere».

Facilitar otro delito, supone allanar cualquier obstáculo que, de forma


fáctica, impide, de cierto modo, al agente cometer un determinado hecho
punible[7].

Un ejemplo de asesinato para facilitar otro delito, sería cuando Juan mata
a Raúl, para que este pueda robar todos los muebles de la víctima.

Peña Cabrera Freyre[8], refiriéndose al ocultamiento de otro delito,


señala que, habiéndose cometido otro delito (antecedente), se perpetra
el homicidio (consecuente); agrega que un ejemplo es la muerte del
vigilante de una tienda, al verse descubierto el autor, apropiándose de
una serie de objetos donde aparece el delito inicial (hurto), a fin de que
no sea descubierto, desencadena la decisión criminal del asesinato.

Así, tendríamos:

ASESINATO PARA FACILITAR OTRO


DELITO

SE MATA + SE ROBA

(Homicidio delito-medio) (Ejecución del


delito-fin)

ASESINATO PARA OCULTAR OTRO


DELITO

SE ROBA + SE MATA

(Delito previo) (Para evitar el


descubrimiento)
Gálvez Villegas y Delgado Tovar[9] señalan críticas respecto al
Acuerdo Plenario:

Gran cantidad de muertes dolosas subsecuentes al robo, que con


criterios de la Corte Suprema, no se encuadrarían en esta agravante,
tampoco se encuentran en el supuesto ‘para facilitar u ocultar otro
delito’, como cuando ‘el homicidio resulta motivado por el robo o se
produce en ocasión de meterlo’ (se mata a la víctima dzurante la
realización de la acción del robo), o también cuando se trata de muertes
cometidas con dolo eventual durante el desarrollo del robo (no ha
existido un plan preconcebido de matar); en estos casos, se descartaría
el asesinato. A la vez, la violencia ejercida solo se tendría que considerar
para el delito de homicidio, no así para el robo, pues la violencia que
desencadeno en la muerte no puede evaluarse doblemente, para calificar
dos delitos distintos, afectándose el ne bis in ídem. Consecuentemente,
estos hechos solo podrán calificarse como un concurso real de delitos
entre un homicidio simple y un hurto simple (eventualmente estos
supuestos pueden ser calificados-agravados-, si se presentara alguna
otra circunstancia agravante). En tal caso, la pena mínima a imponerse
en este concurso, con la sumatoria actual, sería de 7 años de pena
privativa de libertad (el mínimo de homicidio simple, 6 años, y del hurto
simple, 1 año). Como puede verse, se trata de un supuesto sumamente
grave, que si se lo calificaría como robo con subsecuente muerte, se le
aplicaría la pena de cadena perpetua, sin embargo, por ceñirnos a
la simple formalidad o ‘pureza’ y corrección dogmática(propuesta por
la doctrina y jurisprudencia en cuestión) generamos una total
incongruencia penalógica; pues, si aplicamos un razonamiento podemos
imponer cadena perpetua y si aplicamos otro, solo 7 años. Con ello,
evidentemente estamos dejando de lado la exigencia político criminal
preventiva que subyace en la última parte del artículo 189 del CP y
defraudando las expectativas que exigen una reacción severa frente a
estos actos.

Lea también: ¿En qué momento se consuma el delito de robo?


2.2. Planteamiento del segundo problema

En el fundamento 9 del Acuerdo Plenario N° 03-2009-CJ/116, se abordan


los problemas que suceden cuando se producen laslesiones a la
víctima por parte del agente, que pueden encuadrarse en lesiones
ocasionadas por uso de la violencia contra la víctima, que tipifica el
artículo 188 del Código Penal (robo simple):

El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmente


ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se
encuentra, empleando violencia contra la persona o amenazándola con
un peligro inminente para su vida o integridad física.

Cuando se ha cometido, conforme al artículo 189 segunda parte, inciso


1, del Código Penal «La pena será no menor de veinte ni mayor de
treinta años si el robo es cometido: 1. Cuando se cause lesiones a la
integridad física o mental de la víctima». O las lesiones graves a su
integridad física o mental, causadas a la víctima por el agente, cuya pena
es de cadena perpetua, conforme a la parte in fine del artículo 189 del
Código Penal.

2.2.1. Análisis del segundo caso

La violencia es causa determinante del desapoderamiento y está


siempre orientada a neutralizar o impedir toda capacidad de
actuación anterior o de reacción concomitante de la víctima que pueda
obstaculizar la consumación del robo. Ahora bien, cualquier género o
intensidad de la violencia física vis in corpore –energía física idónea para
vencer la resistencia de la víctima– es penalmente relevante. Además,
ella puede ejercerse antes o en el desarrollo de la sustracción del bien
mueble, pudiéndose distinguir entre la violencia que es utilizada para
conseguir la fuga y evitar la detención –que no modifica la naturaleza
del delito de apoderamiento consumado con anterioridad–; y la violencia
que se emplea para conseguir el apoderamiento y la disponibilidad, la
que convierte típicamente un aparente delito de hurto en robo.
Cabe precisar que, en el primer de los casos mencionados, no hay
conexión instrumental de medio a fin entre la violencia y la
sustracción, pues esta ya se había producido. No obstante, el medio
violento se aplica antes de que cese la acción contra el patrimonio y el
aseguramiento del bien en la esfera de dominio del agente vía el
apoderamiento[10]. Por su parte en el fundamento 11 del referido
Acuerdo, se indica que es potencial al ejercicio de violencia física en
la realización del robo, que el afectado resulte con lesiones de diversa
magnitud.

Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la República, en el


Acuerdo 03-2009-CJ/116, llegan a precisar todos los supuestos de las
lesiones ocasionadas por el delito de robo simple, artículo 188 del
Código Penal, la que es ocasionada por el segundo párrafo inciso 1) del
artículo 189 del Código Penal, la parte in fine del artículo 189 y el artículo
441 del mismo cuerpo legal. Veamos cada una de ellas.

a) Lesiones graves a la integridad física o mental

La misma está señalada en la parte in fine del artículo 189 del Código
Penal, en el delito de robo agravado:

La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad


de integrante de una organización delictiva o banda, o si, como
consecuencia del hecho, se produce la muerte de la víctima o se le
causa lesiones graves a su integridad física o mental.

Debemos precisar que conforme al artículo 121 del Código Penal, se


consideran lesiones graves:

1. Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima.


2. Las que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hacen
impropio para su función, causan a una persona incapacidad para el
trabajo, invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguran de
manera grave y permanente.
3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la
salud física o mental de una persona que requiera treinta o más días
de asistencia o descanso, según prescripción

Lesión en el sentido jurídico-penal amplio, es el daño causado a la


integridad somática o a la salud física o mental de una persona, sin
ánimo de matar[11].

Las lesiones graves, remiten al requisito de que el perjuicio producido


sea grave, es decir, que afecte con cierta magnitud la salud de otra
persona.

Lea también: Modifican Código Penal: Lesiones leves por violencia


familiar se castigarán con pena efectiva

Afanador C.[12] refiriéndose a la integridad física y mental, señala:

El derecho a la integridad personal o a la incolumidad se entiende como


un conjunto de condiciones físicas, psíquicas y morales que le permiten
al ser humano su existencia, sin sufrir ningún tipo de menoscabo en
cualquiera de esas tres dimensiones. La integridad física hace referencia
a la plenitud corporal del individuo; de allí que toda persona tiene
derecho a ser protegida contra agresiones que puedan afectar o lesionar
su cuerpo, sea destruyéndola o causándole dolor físico o daño a su salud
(…). La integridad psíquica y moral se concreta en la plenitud de
facultades morales, intelectuales y emocionales; la inviolabilidad de la
integridad psíquica se relaciona con el derecho a no ser obligado,
constreñido o manipulado mentalmente contra su voluntad. El derecho a
la integridad psicofísica y moral no puede desligarse del derecho a la
vida.

Gálvez Villegas y Delgado Tovar[13], comentando esta agravante,


señalan.

Se sostiene sólo se podrá aplicarse la agravante, cuando las lesiones se


hubiesen ocasionado a la víctima del delito de robo, descartándose la
agravante cuando estas se causan a terceros, como el vigilante o
custodio de los bienes, un tercero que sale en defensa de la víctima del
robo, o terceros especialmente vinculados al titular de los bienes
sustraídos, lo cual obviamente no resulta correcto, debiendo resolverse
esta confusión aplicando los criterios (…) esgrimidos para el caso de
robo con muerte subsecuente (..) En tal sentido, solo pueden
considerarse como configurativas de la presente agravante, las lesiones
dolosas, causadas en ocasión de la sustracción y apoderamiento de los
bienes, sea que se trate de dolo directo, dolo de consecuencias
necesarias o dolo eventual; aun cuando no resulta fácil asimilar en todos
los casos de dolo eventual.

Es necesario tener presente, que se debe acreditar el actuar del


agente por un dolo de robo agravado, y a consecuencia de ello
lesionar gravemente en su integridad física o mental a la víctima.

Por consiguiente, la producción en la realización del robo de esta


clase de lesiones determinará la aplicación del agravante.

b) Lesiones a la integridad física o mental de la víctima

Conforme al Acuerdo Plenario, se considera que el supuesto agravado


del inciso 1) de la segunda parte del artículo 189 del Código Penal,
comprende toda clase de lesiones, con excepción de las lesiones
graves por estar referida taxativamente al último párrafo del artículo 189
in fine del Código Penal.

Es así que tendremos lesiones-falta, tipificadas en el artículo 441 del


Código Penal, lesiones dolosas leves, conforme al artículo 122 del
Código Penal. En estas dos disposiciones, la diferencia en la intensidad
del daño a la salud del sujeto pasivo, se establece en base a
indicadores relacionados con la incapacidad generada por la lesión o
con el tiempo de descanso de asistencia facultativa.

 Lesiones falta: Si éstas requieran hasta 10 días de asistencia o descanso


según prescripción facultativa, siempre que no concurran medios que den
gravedad al hecho.
 Lesiones leves: Si las lesiones requieren más de 10 y menos de 30 días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa.

Señala el Acuerdo, que en el caso del delito de robo simple, en donde se


requiere para su tipificación el ejercicio de violencia física sobre la
persona, los daños personales que esta pueda ocasionar forman parte
necesariamente de esa figura delictiva; es decir no se puede
contemplar robo y lesiónindependientemente.

Es así que concluye el Acuerdo respecto a las lesiones ocasionadas en


el delito de robo.

Robo que cause Robo que cause


lesiones (inc. 1 de lesiones graves
Robo (artículo
la segunda parte (párrafo in
188 del CP)
del artículo 189 fine del artículo
del CP) 189 del CP)

Si las lesiones
corresponden
con las referidas
en el artículo
121 del CP
(lesiones dolosas
Si las lesiones graves) que son
Si las lesiones
corresponden aquellas lesiones
corresponden con
con las referidas que ponen
las referidas en el
en el artículo en peligro
artículo 122 del CP
441 del CP inminente la
(lesiones dolosas
(lesiones vida de la
leves), requieren
falta), que víctima, les
más de 10 y menos
requieren hasta mutilan un
30 días de
10 díasde miembro u
asistencia o
asistencia o órgano principal
descanso según
descanso según del cuerpo o lo
prescripción
prescripción hacen impropio
facultativa.
facultativa. para su función,
causan
incapacidad para
el trabajo,
invalidez o
anomalía
psíquica
permanente o la
desfiguran de
manera grave y
permanente, o
infieren
cualquier otro
daño a la
integridad
corporal, o a la
salud física o
mental de una
persona, que
requiera 30 o
más días de
asistencia o
descanso, según
prescripción
facultativa.

Finalmente, veamos lo que se precisa en el fundamento 13 a propósito


del artículo 441 del Código Penal:

Artículo 441.- El que, de cualquier manera, causa a otro una lesión


dolosa que requiera hasta diez días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de cuarenta a sesenta jornadas, siempre que no concurran
circunstancias o medios que den gravedad al hecho, en cuyo caso
será considerado como delito.

Fundamento 13:

Es necesario señalar que el artículo 441 contiene un requisito de


validación respecto a la condición de faltas de las lesiones causadas, y
que es distinto del registro meramente cuantitativo –hasta 10 días de
asistencia o descanso–. Efectivamente él está referido a que no
concurran circunstancias o medios que den gravedad al hecho, en cuyo
caso será considerado como delito.
Con relación a ello, cabe aclarar que en el delito de robo no es de recibo
aceptar como supuesto de exclusión las “circunstancias que dan
gravedad al hecho” respecto a la entidad de las lesiones ocasionadas a
la víctima. Es obvio que una vis in corpore, en un contexto de
desapoderamiento patrimonial, constituye una circunstancia que da
gravedad al hecho, pero para definir su eficacia agravante en el robo lo
relevante será, siempre –con exclusión de las circunstancias de su
empleo–, el nivel de afectación a la integridad corporal de la víctima
que ella produjo.

Distinto es el caso de los medios utilizados. Estos inciden en la propia


entidad de la lesión que se ocasione a la víctima, y revelan un mayor
contenido de injusto especifico, que es del caso resaltar, desde su
calificación jurídico penal. No se trata de amedrentar a la víctima sino
de atacarla y afectar su integridad, más allá del desapoderamiento
patrimonial perseguido. Es más, la propia ley da autonomía agravante,
por ejemplo, al hecho de robar “a mano armada”.

3. Conclusiones

a) El Acuerdo Plenario 03-2009-CJ/116 fija las diferencias que existen


entre los tipos penales de robo agravado con subsecuente muerte y el
asesinato en la modalidad «para facilitar u ocultar otro delito».

b) El referido Acuerdo establece también el tratamiento de las lesiones


ocasionadas en el delito de robo simple (artículo 188 del Código Penal),
las lesiones a la integridad física o mental de la víctima (artículo 189,
segunda parte, inciso 1) y las lesiones graves a la integridad física o
mental (partein fine del artículo 189 del Código Penal).

[1] Acuerdo Plenario 3-2009/CJ-116. Fund. 6.

[2] Fundamento 7° del Acuerdo Plenario N° 03-2009-CJ/116.


[3] Gálvez Villegas Tomás Aladino y Delgado Tovar, Walther
Javier. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II. Lima: Jurista Editores,
2011, p. 192.

[4] Bravo Llaque, César William. ”El delito de robo agravado con muerte
subsecuente”. En Gaceta Jurídica. Lima. 2013, pp. 125-128.

[5] Vargas Oviedo, Haydee. “La proporcionalidad de la pena en el delito


de homicidio calificado y robo agravado con subsecuente muerte en el
Código Penal peruano”. Revista Judicial Veredicto. Año I, N° 1, agosto
2015, Corte Superior de Justicia de Apurímac, p.16.

[6] Peña Cabrera Freyre. Alonso. Delitos contra la vida, el cuerpo y la


salud. Gaceta Jurídica, Lima, julio 2017, p. 62.

[7] Peña Cabrera Freyre. Alonso. Op.cit., p. 63

[8] Peña Cabrera Freyre. Alonso. Op.cit. p. 64.

[9] Gálvez Villegas Tomás Aladino y Walther Javier Delgado Tovar. Op.
cit., pp. 820-824.

[10] Fundamento 10. Acuerdo Plenario N° 03-2009-CJ/116.

[11] Paredes Infanzón, Jelio. Ob.cit., p. 200.

[12] Afanador C. María Isabel. El derecho a la integridad personal.


Elementos para su análisis. Para ver click aquí.

[13] Gálvez Villegas Tomás Aladino y Walther Javier Delgado Tovar. Op.
cit., pp. 830-831.

Potrebbero piacerti anche