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Universidad Anáhuac Mayab

Persona y trascendencia

Tema:

“La inaudita pretensión de Cristo”

Integrantes:

Celina Anaid Victorín Mendoza

Mirna Nohemí Díaz Arias

Rafael Chim Yam

Carlos Alberto Alpuche López

Silvana Martin Viera

Docente:

Carmen Veronica Arjona Gutierrez

Mérida, Yucatán; septiembre 2018.


La inaudita pretensión de Cristo

De acuerdo con el principio de causa-efecto, Aristóteles plantea la existencia de

una realidad que no es causada, o un ser que se mueve pero no movido. ¿Porqué?

Porque si hay una regresión infinita de causas, entonces por definición el proceso

entero nunca podría comenzar.

Si en algún momento no existía nada, entonces nada hubiera podido existir. Por

eso siempre tuvo que haber existido algo, y ese es Dios (Aristóteles y Candel

Sanmartín, s.f.).

“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era

Dios.” (Juan 1:1). Dios es eterno, él es desde antes del espacio y tiempo.

Podemos ver a través de la historia que el hombre ya conocía a Dios como un

ser poderoso y creador. El hombre pensante y racional siempre buscó a Dios pero no

sabía nada de él. Por eso Dios mandó a Cristo para que el ser humano conociera a ese

Dios amoroso que busca la salvación del hombre y la vida eterna.

Los Evangelios incluyen elementos que históricamente parecen improbables, como los

milagros; caminar sobre el agua, resucitar muertos. Estas cosas, dicen ellos,

simplemente no suceden. Eso es naturalismo, que dice que para todo efecto en el

mundo natural o físico existe una causa natural.

El cristianismo hace ciertas afirmaciones acerca de Jesús que simplemente son

difíciles de creer, por lo que causa alegria tener una evidencia increíblemente solida

para demostramos que son verdaderas.


Los eruditos van más allá y dicen que nunca hay que hacerlo. Ellos hacen lo

siguiente: descartan la posibilidad de lo sobrenatural de antemano y luego dicen: "Ahora

traigan la evidencia acerca de Jesús". ¡No es sorpresa que obtengan estos resultados!

Generalmente los historiadores operan con el peso de la prueba sobre el historiador

para probar la falsedad o la desconfianza, dado que las personas por lo común no son

mentirosos compulsivos. Sin esa suposición, sabríamos muy poco de la historia antigua.

Si una fuente se considera confiable (y sostengo que hay abundantes razones para

creer que los Evangelios son confiables) se la debería considerar creíble, aun si no se

puede confirmar mediante otras fuentes (Strobel, s.f.).

Un enfoque adoptado por los eruditos naturalistas ha sido el de buscar paralelos

entre Jesús y otras figuras de la historia antigua como una manera de demostrar que

sus alegaciones y sus hechos no eran completamente únicos.

Cuanto mayor sea la proximidad a los hechos, menor será la probabilidad del desarrollo

de leyendas, de errores, o de que falle la memoria.

Otra cosa es que tenemos cuatro Evangelios corroborados por Pablo que se pueden

verificar hasta cierto punto con autores no bíblicos como Josefo y otros (Strobel, s.f.).

¿Quién es Cristo?

Cristo​ viene de la traducción griega del término hebreo "Mesías" que quiere decir

"ungido". ​Cristo, es el Mesías esperado por Israel y consagrado por Dios. Él ha sido

ungido por el Espíritu Santo para cumplir la misión redentora, la salvación del pueblo de

Dios. Del nombre de Cristo viene el nombre de cristianos (Iglesia de Dios en Cristo)

(Catecismo de la Iglesia Catolica, 1999),


Algunos piensan que Jesús era un revolucionario político, otros que era un

fanático religioso, otros un obrador de milagros, otros un feminista, otros un igualitario,

subversivo. Sin embargo, hay una imagen con la que todos están de acuerdo: en primer

lugar Jesús debe ser un Jesús naturalista. Es decir, no importa lo que se diga de él,

Jesús fue un hombre como tú y como yo. Quizás fue un hombre extraordinario, quizás

se acercó a nuestro potencial inherente de una forma que jamás nadie logro pero no

era sobrenatural. Así que dicen que Jesús y sus primeros seguidores no lo veían como

Dios o como el Mesías, y no vieron en su muerte un significado especial (Strobel, s.f.)

Dios se revela a través de Cristo

Por amor a los hombres, y en cumplimiento de la promesa de salvación, Dios

bajó del cielo. En Jesucristo, Dios ha reconciliado al mundo consigo y ha liberado a los

hombres del pecado. “Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito” (Jn

3,16). Dios asumió la vida humana mortal en Jesús (Encarnación), comparte los

sufrimientos y muerte del hombre, se hizo humano, excepto en el pecado (​Kasper,

1978).

Jesús recibe el título de Cristo

Jesús​ quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el

ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa su identidad

y su misión (eliminar la muerte y entregar la vida eterna). Ya que "¿quién puede

perdonar pecados, sino Dios?", quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará

a su pueblo de los pecados". En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la

salvación en favor de los hombres (YOUCAT, 2012)


​ n
Como se mencionó en la primera para, Cristo y Mesías significa ​Ungido. E

Israel eran ungidos reyes, sacerdotes y profetas. Los Apóstoles experimentaron que

Jesús está ungido con la fuerza del Espíritu Santo (Hch 10,38). Tiene poder de curar el

cuerpo y el alma, ya que Dios está en Él (​Kasper, 1978).

El área de la teología cristiana enfocada en la identidad, vida, enseñanzas y

obras de Jesús se conoce como Cristología ​(​Kasper, 1978).

Jesucristo, Hijo de Dios

Es cierto que no hay título que baste para expresar quién es Jesús. Es el hombre

rompe todos los esquemas. Para expresar este significado incomparable en el nuevo

testamento se implementó un nuevo título, que era más adecuado y más fructífero:

Jesús, el hijo de Dios​. El apóstol Pablo puede resumir todo su mensaje: “Evangelio de

Dios sobre su hijo” (Rom 1, 3- 9). Por eso, sin profesión en Jesucristo como el hijo de

Dios no puede existir la fe cristiana (Kasper, 1978).

Jesucristo no es únicamente la auténtica imagen de Dios, sino, al mismo tiempo,

la verdadera definición del mundo y el hombre. Puesto que en él se ha alcanzado la

plenitud trascendental del tiempo, en Él se manifiesta el sentido total de la realidad.

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Pues

en él fue creado todo en el cielo y sobre la tierra, lo visible y lo invisible,

tronos y dominaciones, principados y potestades; todo se croo por él y

para él. El existe antes de toda la creación, todo subsiste en él.

(Col 1, 15-17)
Witherington y muchos otros eruditos han seleccionado cuidadosamente la

evidencia temprana sobre Jesús y han llegado a las mismas conclusiones.

Craig escribió:

Aquí hay un hombre que se concebía como el Hijo de Dios en un sentido

único, que decía obrar y hablar con autoridad divina, que se mostró como

obrador de milagros, y que creía que el destino eterno de cada persona

dependía de creer o no creer en él.

¿Creía Jesús que él era el Hijo de Dios, el ungido de Dios? La respuesta

es sí. ¿Se veía como el Hijo del hombre? La respuesta es sí. ¿Se veía

como el Mesías definitivo? Sí, esa era la forma en la que se veía. ¿Creía

que cualquiera menor a Dios podía salvar al mundo? No creo que lo creía.

Y es aquí donde la paradoja se vuelve lo más intrincada posible: la forma

mediante la cual Dios iba a salvar al mundo era a través de la muerte de

su Hijo. La más humana de todas las acciones humanas: morir.

Ahora bien, Dios, por su naturaleza divina, no muere. Entonces ¿cómo iba

a lograr esto? ¿Cómo iba a ser Dios el Salvador de la humanidad? Tenía

que venir como ser humano para llevar a cabo la tarea. Y Jesús creía que

él era quien lo haría.

Tengo la autoridad para hablar por el Padre; tengo el poder para obrar por

el Padre; si me rechazan a mí, rechazan al Padre." (Strobel, s.f.)


Jesucristo: Señor y Maestro para los cristianos

Jesús​ ​fue un Gran Maestro, viajaba de lugar en lugar enseñando lo que había

aprendido de su padre cuando estaba en el cielo. Porque fue el único que nació en el

cielo antes de nacer en la Tierra. Así como él amaba a los adultos también amaba a los

niños, “dejad que los niños se acerquen a mí”, les dedicaba tiempo para la enseñanza

(Marcos 10:13, 14). Jesús buscó diversas maneras para hacernos entender que Dios

nos cuidaba de muchas formas, solo que nosotros debíamos dejarnos cuidar

(​Wol.jw.org., 2003).

Jesucristo : Milagros, autoridad y relación

El puro carácter central de lo sobrenatural en la vida de Jesús no tiene paralelo

alguno en la historia judía. En primer lugar, la naturaleza radical de sus milagros lo

distingue.

No llovió simplemente cuando él oró para que lloviera; estamos hablando de la

sanidad de la ceguera, la sordera, la lepra y la escoliosis, la detención de una tormenta,

la multiplicación de panes y peces, la resurrección de hijos e hijas. Esto supera

cualquier paralelo.

En segundo lugar, el mayor distintivo de Jesús es como hizo milagros basado en

su propia autoridad. Él es quien dice: "Pero si expulso a los demonios con el poder de

Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el reino de Dios" se está refiriendo a sí

mismo. Dice: "Me ha ungido para libertar a los cautivos." Sí le da el reconocimiento a

Dios por lo que hace, pero uno nunca lo encuentra pidiéndole a Dios el Padre que lo

haga; él lo hace en el poder de Dios el Padre. Y para eso simplemente no hay paralelo.
»y esto se complementa con la forma distinta en la que Jesús hablaba de sí mismo: "se

me ha dado toda autoridad","hónrenme como honran al Padre", "el cielo y la tierra

pasarán, pero mis palabras jamás pasarán". Uno no encuentra rabinos que hablen así

en ningún lugar.

Él no es como otros obradores de milagros que hacen prodigios sorprendentes

pero luego la vida sigue igual que siempre. No; para Jesús, sus milagros son indicio de

la llegada del reino de Dios. Son una anticipación de lo que será el reino de Dios. Yeso

distingue a Jesús.

Jesús ve sus milagros como algo que desencadena un hecho sin precedentes, la

llegada del dominio de Dios.

No se ve simplemente como un obrador de milagros; se ve como el único en

quien y a través de quien se cumplen las promesas de Dios.Y esa es una afirmación de

trascendencia no muy velada.

En el judaísmo uno necesitaba el testimonio de dos testigos de modo que el

testigo A pudiera atestiguar acerca de la veracidad del testigo B y viceversa. Sin

embargo, Jesús atestigua acerca de la veracidad de sus propias palabras. En lugar de

basar sus enseñanzas en la autoridad de otros, habla con autoridad propia.

»Por lo tanto, es alguien que se consideraba que tenía una autoridad superior a la de

los profetas del Antiguo Testamento. Él creía que poseía no solo inspiración divina, al

igual que el Rey David, sino también autoridad divina y el poder de expresión divina

directa. »Además de emplear la frase «Ciertamente les aseguro» en sus enseñanzas

Jesús usaba el término «abba» cuando se relacionaba con Dios (Strobel, s.f.).
Conclusión

La verdad teológica está basada en la verdad histórica. Esa es la forma en la que

habla el Nuevo Testamento. No hay ninguna manera de descubrir al Jesús de la fe,

porque el Jesús de la fe no está arraigado en la historia, Jesús no es un símbolo a

menos que esté arraigado en la historia.

Tenemos que preguntar: ¿Por qué no hay otro judío del siglo I que tenga

millones de seguidores hoy día? ¿Por qué no hay un movimiento de Juan el Bautista?

¿Por qué, de todas las figuras del siglo I, incluyendo a los emperadores romanos,

todavía se adora a Jesús hoy día, mientras que los demás se han derrumbado en el

polvo de la historia?. Porque este Jesús, el Jesús histórico, es también el Señor

viviente. Ese es el porqué. Porque todavía está en medio de nosotros, mientras que los

otros desaparecieron hace tiempo.

Lo mismo es enamorarse de Jesús. Tener una relación con Jesucristo va más

allá del conocer los hechos historicos acerca de él pero está arraigada en los hechos

historicos acerca de él. Se cree en Jesús con base de la evidencia historica, pero la

relacion personal con Jesús va más allá de la evidencia. Tener confianza en él y

caminar con él día a día.

“Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no

creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca

lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay alguien, tendré

que dar cuenta de mi actitud de rechazo.” (​ Blaise Pascal)


Referencias

Aristóteles y Candel Sanmartín, M. (s.f.). Tratados de Lógica (Organon).

Madrid: Gredos. Recuperado el 5 de septiembre de 2018 de http://filosofiapuntes.

blogspot.com/2015/08/aristoteles-organon-o-tratados-de_12.html.

Catecismo de la Iglesia Católica (CIC)(1999). ​CATECISMO DE LA IGLESIA

CATÓLICA​. Editorial San Pablo. Recuperado el 6 de septiembre de 2018 de

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c2a2_sp.html#II%20Cristo.

Kasper, W. (1978). J​ esús el Cristo (2a ed.). Salamanca: Ediciones Sígueme.

Papa Benedicto XVI - (prólogo). (2012). ​Catecismo joven de la Iglesia Católica:

Youcat español latinoamérica​ (2a. ed.). Buenos Aires: Encuentro.

Strobel, L. (s.f.). ​The case for Christ​. Editorial Vida.

Wol.jw.org. (2003). ​Por qué fue Jesús un Gran Maestro.​ BIBLIOTECA EN LÍNEA

Watchtower. Odtenido de: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1102003021#h=13

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