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VIII CURSO DIOCESANO DE VERANO PARA COORDINADORES

PARROQUIALES DE CATEQUESIS
Chilchota Michoacán, México del 23 al 27 de junio de 2014

Mi alegría esté en ustedes


(Jn 15,11)
Comisión Diocesana de Evangelización y Catequesis
Diócesis de Zamora
Tel. 351 512 01 17 Correo electrónico: catequesiszamora@hotmail.com
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I. CONCEPTOS BÁSICOS DE EVANGELIZACIÓN

1.- EVANGELIZACIÓN

OBJETIVO
Reafirmar el conocimiento de que la misión de la Iglesia es evangelizar, para
llevar a cabo el Ministerio de la Catequesis con alegría y con la conciencia de
que catequizar es evangelizar.
Escuchamos el Evangelio:
Lc 1,28 Mc 16,15-20
Mc 1,15 Mt 28,19-20
Mc 3,14
 La Encarnación de Dios, va precedida de una alegría, el Motivo de la
Alegría es que Dios está con María, ESTÁ CON NOSOTROS.
 Lo primero que dice, lo que anuncia el Señor Jesús es el Evangelio,
Evangelio es la BUENA NOTICIA, una Buena Noticia implica
necesariamente la alegría. La Buena noticia es QUE DIOS ESTÁ YA
CON NOSTROS, ¡EL TIEMPO SE CUMPLIÓ! ¡YA ESTÁ AQUÍ!
 El Señor Jesús llama a los que ÉL quiere y los llama para estar con ÉL y
para evangelizar. Es la razón de la llamada: Que anuncien, que transmitan
lo recibido. Hay pues una finalidad determinada por la cual Jesús llamó a
discípulos y por la cual forma la Iglesia, para predicar, para anunciar el
Evangelio, para proclamar la Buena Nueva. Y ESTO IMPLICA LA
ALEGRÍA DEL MENSAJERO, no se puede dar una buena noticia y estar
tristes.
 Por la proclamación del Evangelio, según san Mateo, los hombres y las
mujeres han de ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, significa que Dios es nuestro Padre, es nuestro hermano y
en nosotros habita. No estamos solos, Dios está con nosotros todos los
días hasta el fin del mundo, si Dios está con nosotros no podemos estar
tristes, hemos de estar alegres porque Dios está con nosotros y eso hay que
trasmitirlo con alegría.
El verbo evangelizar, dicho de otra manera, la palaba evangelizar tiene su
origen en la palabra evangelio, esta palabra, evangelio, es una palabra griega
que significa buena noticia. En el tiempo de Jesús, y aun antes, se utilizaba esta
palabra, evangelio, para dar buenas noticias.

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En la fe cristiana esta palabra se usará para manifestar la GRANDE BUENA
NOTICIA: DIOS ESTÁ CON NOSOTROS. El Evangelio es la Buena Noticia:
Dios está con nosotros.
Posteriormente Evangelio se usó para designar los Cuatro Libros: Evangelios,
que narran el mensaje salvífico de Jesús, su Evangelio, es decir, los hechos y las
palabras del Señor.
Evangelizar es un verbo que se deriva del Evangelio, evangelizar es, entonces,
realizar la acción de proclamar el Evangelio, esto es los hechos y las palabras de
Jesús, su vida. La finalidad de evangelizar es que haya una conversión y se
reciba el Bautismo por la fe, ya que el Señor dice: conviértanse y crean (Mc 1,14-
15).
Lo que nos enseña el Magisterio de la Iglesia sobre la misión de la Iglesia es:
En la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi (1975) el Papa Pablo VI nos
enseña que evangelizar es la misión esencial de la Iglesia, su “dicha y vocación
propia, su identidad más profunda” (EN 14) y, define esta misión de la
siguiente manera evangelizar es “Llevar la Buena Nueva a todos los
ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro,
renovar a la misma humanidad” (EN 18). Es decir, para poder vivir felices,
tener dicha, tener alegría hay que evangelizar, esa es la manera.
EVANGELIZAR ES UN PROCESO RICO Y COMPLEJO
Entonces, evangelizar, es algo de mucha importancia. Anunciar a la Santísima
Trinidad requiere tiempo, planeación, dedicación, entrega y oración.
Evangelizar es un proceso que comprende etapas, momentos y secuencia.
El Papa beato Juan Pablo II nos enseña en la Exhortación Apostólica Catechesi
Tradendae (1979) que Evangelizar es una sola acción sin división, es un
proceso rico y complejo (CT 18).
Esta riqueza y complejidad se manifiesta en que evangelizar comprende un
conjunto de elementos constituyentes:
1. La renovación de los hombres y mujeres
2. La evangelización de la vida concreta de los hombres y mujeres
3. El testimonio de los cristianos
4. El primer anuncio de Cristo el Salvador
5. La conversión y adhesión del corazón a Jesús y su Evangelio
6. La entrada en la comunidad
7. La acogida de los sacramentos
8. La promoción del desarrollo humano
9. El ejercicio de la caridad (EN 17-24)
Todos estos elementos son complementarios y mutuamente enriquecedores.
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EVANGELIZAR ES UN PROCESO DINÁMICO
Además, la evangelización, es un proceso dinámico que se despliega en tres
etapas que están en mutua relación (DGC 64), son complementarias y se
integran en un conjunto que son mucho más que la suma de todas ellas.
- Primera: EL KERIGMA o primer anuncio, también llamado misionero.
Es la etapa en la que se llama a la fe y se suscita la conversión. Es el
momento en el que se invita que se crea en Jesucristo y creer en ÉL es
creer en el Padre y en el Espíritu Santo. En el kerigma se da la alegría
por el encuentro con Jesús, vivo y resucitado.
- Segunda: LA CATEQUESIS, en donde se madura la fe inicial. Lo que
en un primer momento fue invitación y fue suscitar, ahora es cuestión de
profundizar en la fe en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu santo. Es el
momento que fundamenta toda la vida cristiana. Esta etapa tiene un
carácter de fundamentación y sistematización; El objetivo de esta etapa es
la conversión radical a Jesucristo como sentido de la vida. Es en la
catequesis en donde la alegría se vuelve plena, completa.
- Tercera: LA ACCIÓN PASTORAL. Es donde se comparte la fe y
donde se alimenta la fe de la comunidad cristiana. Esta etapa pastoral
educa de manera permanente en la fe y en la comunión fraterna. La fe en
la Santísima Trinidad se ha de compartir, transmitir que Dios es Padre y
vivir como hijo de Dios; que Dios es Hijo y vivir como hermano de
Jesucristo y que Dios es Espíritu Santo y vivir como templo-casa de Dios.
La acción pastoral es el momento en el que se comparte la alegría.

2.- LA CATEQUESIS
OBJETIVO
Presentar el significado de catequesis para que se adquiera una noción clara
de lo que es catequesis.
La palabra catequesis procede del verbo catequizar y significa: Hacer eco,
resonar, instruir.
CATEQUESIS EN LA SAGRADA ESCRITURA
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
La expresión catequesis no la encontramos como tal en el Antiguo Testamento,
pero si está presente en toda la Historia de la Salvación la acción de enseñar y
educar. El mejor ejemplo lo encontramos en la Torá, la Torá nosotros la
conocemos comúnmente como la Ley, pero en sentido pleno Torá designa una
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enseñanza dada por Dios a los hombres para reglamentar su conducta.
Etimológicamente Torá significa “instrucción” o “enseñanza”. La finalidad de
la Torá es fundamentalmente educar al pueblo. La Torá es la enseñanza de
Yahveh. Pues ÉL es el Maestro del Pueblo, algunos ejemplos son:

Oseas 11,3-4 Sal 25, 4-5


Sal 119,12 Sal 71,17
EN EL NUEVO TESTAMENTO
En el Nuevo Testamento encontramos que a Jesús le llaman Maestro, ÉL mismo
se auto nombra Maestro y una de sus acciones cotidianas es enseñar. En el
Santo Evangelio se nos revela una constante actividad del Señor Jesús como
Maestro, es decir, enseña en todo momento, circunstancia u ocasión. Ofrece su
enseñanza a la gente en general, a los a los dirigentes judíos y obviamente a los
discípulos. Por esta constante actividad de enseñar lo llaman Maestro, así le
dicen los discípulos (Mc 4,38; 10,35; 13,1), la gente (Mc 5,35; 9,38) e incluso
sus adversarios (Mt 12,38; 22,15-17). Y, también, Jesús se auto nombra a sí
mismo Maestro (Mc 14,14; Mt 10,24-25; Jn 13,13-14). Especialmente dedicó
tiempo a para enseñar a los discípulos pues los llamó para que estuvieran con
ÉL (Mc 3,14), les enseñaba algunas cosas de modo particular (Mc 4,10-20) y
los envió para que enseñaran lo que ÉL les había enseñado (Mt 28,20).

CATEQUESIS…
En el Nuevo Testamento encontramos el verbo katejein, con el significado de
“contar”, “instruir de viva voz” (sentido figurado, derivado del sentido físico:
“resonar”). Buscar en la Biblia los siguientes textos que nos traducen el verbo
catequizar:

Hch 21, 21-24 1 Cor 14, 19


Rm 2, 17-21 Hch 18, 25
Gal 6, 6; Lc 1, 4
El Nuevo Testamento no dice nada sobre la forma en que se realizó esta
instrucción. El empleo del verbo subraya únicamente el aspecto oral, y cómo
la comunidad vive de la transmisión de lo recibido. En cuanto al contenido, la
catequesis abarca todo el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento mismo es
una catequesis.
El término catequesis es empleado por primera vez por san Clemente de
Roma (fue martirizado en el año 97) para designar la instrucción fundamental
dada a los candidatos al Bautismo. El Bautismo tiene como catequesis
~5~
fundamental instruir en la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y vivir de
acuerdo a esa fe.
Unas definiciones de catequesis son las siguientes:
- Instrucción catequética cuyo fin es que la fe, ilustrada por la doctrina, se
torne viva, explícita y activa tanto en los niños y adolescentes como en los
adultos” (ChristusDominus No. 14)
- La catequesis es un momento esencial en la única misión de la Iglesia que
es evangelizar (Evangelii Nuntiandi No. 14)
- La catequesis es un proceso dinámico, gradual y permanente de educación
en la fe (Documento de Puebla No. 984)
- La catequesis de manera general se puede considerar como educación de
la fe de los niños, jóvenes y adultos, que comprende especialmente una
enseñanza de la doctrina cristiana dada generalmente de modo orgánico y
sistemático, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana”
(Catechesi Tradendae No. 18. Año de 1979).
Puntos a resaltar:
- La catequesis es para la iniciación global a la vida cristiana.
- Es la enseñanza de la fe.
- La catequesis como educación en la fe y como iniciación integral de la
vida cristiana (Catecismo de la Iglesia Católica No. 5).
- DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS (1997)

No tiene una definición de catequesis, pero nos ofrece una visión más que
definición y además, anota que la catequesis tiene como finalidad la intimidad,
la comunión con Jesucristo (DGC 80) y esta finalidad se expresa en la
profesión de fe en el único Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo (DGC 82). La
catequesis lleva por tanto a que se profese la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo.

 Ubica la catequesis dentro del proceso total de la evangelización y la


vincula al primer anuncio.
 Hace distinción entre catequesis de iniciación y catequesis
permanente.
 La catequesis cumple su finalidad cuando lleva a la persona a que
profese la fe en Dios Padre, Hijo y espíritu Santo.
El DGC nos define a la catequesis CON CARÁCTER INICIÁTICO,
FUNDANTE Y ESTRUCTURANTE
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- Inicia a la fe
- Fundamenta la Conversión
- Estructura la adhesión personal a Jesucristo
- Pone los cimientos de la vida cristiana del creyente
- Conduce a la profesión de fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
El Papa Juan Pablo II nos da una definición:
La catequesis es un proceso de formación en la fe, la esperanza y la caridad que
informa la mente y toca el corazón, llevando a la persona a abrazar a Cristo de
modo pleno y completo, introduce más plenamente al creyente en la experiencia
de la vida cristiana que incluye la celebración litúrgica del misterio de la
redención y el servicio cristiano a los otros (Ecclesia in America No 69. Año de
1999).
3.- FINALIDAD DE LA CATEQUESIS
OBJETIVO
Establecer de manera clara y concisa la finalidad de la catequesis para que
siempre, en cada sesión de catequesis, sea el eje de la catequesis.
Leer los siguientes textos de la Sagrada Escritura: San Marcos 3,14-15; san Juan
15,1-8 y san Mateo 28,19-20.
Hacemos énfasis a partir de estos textos sagrados que Jesús nos llama para estar
con ÉL, estar unidos íntimamente unidos a ÉL.
El Directorio General para la Catequesis nos enseña que la finalidad de la
catequesis es:

“EL FIN DEFINITIVO DE LA CATEQUESIS ES PONER A UNO NO


SÓLO EN CONTACTO, SINO EN COMUNIÓN, EN INTIMIDAD CON
JESUCRISTO” (DGC 80)

La finalidad de la catequesis se expresa en la profesión de fe en el único Dios:


Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La catequesis es esa forma particular del ministerio de la Palabra que hace


madurar la conversión inicial hasta hacer de ella una viva, explícita y operativa
confesión de fe: « La catequesis tiene su origen en la confesión de fe y conduce
a la confesión de fe, la profesión de fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
(DGC 80-81).

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PERO…un catequista que no está con Cristo, que no está apasionado por Cristo,
¿podrá conseguir que otros si lo esté?

Porque el Papa Francisco recordó a toda la Iglesia en la Exhortación: La alegría


del Evangelio que La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera
de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son
liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con
Jesucristo siempre nace y renace la alegría (EG 1).

Y el mismo Pontífice dijo a los Obispos mexicanos el pasado 19 de mayo, en su


Visita ad limina les decía: En la hora presente, en la que las mediaciones de
la fe son cada vez más escasas, la pastoral de la iniciación cristiana
adquiere un relieve especial para facilitar la experiencia de Dios. Para ello
es necesario que cuenten con catequistas apasionados por Cristo, que,
habiéndose encontrado personalmente con Él, sean capaces de cultivar una
fe sincera, libre y gozosa en los niños y en los jóvenes.
La finalidad de la catequesis se alcanza realizando las tareas de la catequesis,
son 4 las tareas fundamentales y 2 las relevantes:
Las tareas 4 tareas fundamentales de la catequesis son (DGC 84-86):
1-. Propiciar el conocimiento de la fe
El que se ha encontrado con Cristo desea conocerle lo más posible y conocer el
designio del Padre que ÉL reveló, animado por el Espíritu Santo. El
conocimiento de los contenidos de la fe viene pedido por la adhesión a la fe. Ya
en el orden humano, el amor a una persona lleva a conocerla cada vez más. La
catequesis debe conducir, por tanto, a la comprensión paulatina de toda la
verdad del designio divino.

2.- La educación litúrgica


Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. La
comunión con Jesucristo conduce a celebrar su presencia salvífica en los
sacramentos y, particularmente, en la Eucaristía. La Iglesia desea ardientemente
que se lleve a todos los fieles cristianos a aquella participación plena, consciente
y activa que exige la naturaleza de la liturgia misma y la dignidad de su
sacerdocio bautismal. Para ello, la catequesis, además de propiciar el
conocimiento del significado de la liturgia y de los Sacramentos, ha de educar a
los discípulos de Jesucristo para la oración, la acción de gracias, la penitencia, la
plegaria confiada, el sentido comunitario, la captación recta del significado de
los símbolos... ; ya que todo ello es necesario para que exista una verdadera
vida litúrgica.
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3.- La formación moral
La conversión a Jesucristo implica caminar en su seguimiento. La catequesis
debe, por tanto, inculcar en los discípulos las actitudes propias del Maestro. Los
discípulos emprenden, así, un camino de transformación interior en el que,
participando del misterio pascual del Señor, pasan del hombre viejo al hombre
nuevo en Cristo. El sermón del Monte, en el que Jesús, asumiendo el decálogo,
le imprime el espíritu de las bienaventuranzas, es una referencia indispensable
en esta formación moral, hoy tan necesaria. La evangelización, que comporta el
anuncio y la propuesta moral, difunde toda su fuerza interpeladora cuando, junto
a la palabra anunciada, sabe ofrecer también la palabra vivida. Este testimonio
moral, al que prepara la catequesis, ha de saber mostrar las consecuencias
sociales de las exigencias evangélicas.
4.- Enseñar a orar
La comunión con Jesucristo lleva a los discípulos a asumir el carácter orante y
contemplativo que tuvo el Maestro. Aprender a orar con Jesús es orar con los
mismos sentimientos con que se dirigía al Padre:
 Adoración  Confianza filial
 Alabanza  Súplica
 Acción de gracias  Admiración por su gloria.
Estos sentimientos quedan reflejados en el Padre Nuestro, la oración que Jesús
enseñó a sus discípulos y que es modelo de toda oración cristiana.
Las 2 tareas relevantes son:
5.- La educación para la vida comunitaria
La vida cristiana en comunidad no se improvisa y hay que educarla con
cuidado. Para este aprendizaje, la enseñanza de Jesús sobre la vida comunitaria,
recogida en el evangelio de san Mateo, reclama algunas actitudes que la
catequesis deberá fomentar:
 El espíritu de sencillez y humildad: Si no se hacen como niños... (Mt
18,3)
 La solicitud por los más pequeños: El que escandalice a uno de estos
pequeños... (Mt 18,16)
 La atención preferente a los que se han alejado: Ir en busca de la oveja
perdida... (Mt 18,12)
 La corrección fraterna: Amonéstale a solas tú con él... (Mt 18,15)
 La oración en común: « Si dos se ponen de acuerdo para pedir algo... (Mt
18,19)
 El perdón mutuo: Hasta setenta veces siete... (Mt 18,22)

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 El amor fraterno aglutina todas estas actitudes: Ámense unos a otros como
yo los he amado (Jn 13,34)
6.- La iniciación a la misión
La catequesis está abierta, igualmente, al dinamismo misionero. Se trata de
capacitar a los discípulos de Jesucristo para estar presentes, en cuanto cristianos,
en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social. Se les preparará,
igualmente, para cooperar en los diferentes servicios eclesiales, según la
vocación de cada uno.
Las actitudes evangélicas que Jesús sugirió a sus discípulos, cuando les inició en
la misión, son las que la catequesis debe alimentar:
Buscar la oveja perdida; anunciar y sanar al mismo tiempo; presentarse pobres,
sin oro ni alforja; saber asumir el rechazo y la persecución; poner la confianza
en el Padre y en el apoyo del Espíritu Santo; no esperar otro premio que la dicha
de trabajar por el Reino (Mt 10,5-42 Lc 10,1-20).

INTRODUCCIÓN A LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA LA ALEGRÍA


DEL EVANGELIO (EVANGELII GAUDIUM)
En nuestras manos tenemos un escrito que nos dado el Papa Francisco. Al
tenerlo en nuestras manos, conviene hacernos algunas preguntas:
 ¿Qué es una Exhortación Apostólica?  ¿Por qué trata el tema de la alegría?
 ¿De dónde surge?  ¿Cómo está organizado el
 ¿A quiénes se dirige? documento?
 ¿Por qué se llama así?
El Magisterio de la Iglesia
El depósito sagrado (1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12-14) de la fe (depositum fidei),
contenido en la Sagrada Tradición y en la Sagrada Escritura fue confiado por los
Apóstoles al conjunto de la Iglesia. Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano
entero, unido a sus pastores, persevera siempre en la doctrina apostólica y
en la unión, en la eucaristía y la oración, y así se realiza una maravillosa
concordia de pastores y fieles en conservar, practicar y profesar la fe
recibida.
El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escritura, ha
sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en

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nombre de Jesucristo, es decir, a los Obispos en comunión con el sucesor de
Pedro, el Obispo de Roma.
El Magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio,
para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la
asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente,
lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone
como revelado por Dios para ser creído.
Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus Apóstoles: "El que a ustedes
escucha a mí me escucha" (Lc 10,16; cf. LG 20), reciben con docilidad las
enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas.

LAS FORMAS COMO EL PAPA EJERCE EL MAGISTERIO

Los Documentos Pontificios son todos importantes ya que todos tienen


como autor al Papa.

 Cartas Encíclicas  Cartas Apostólicas


 Epístola Encíclica  Bulas y Breves
 Constitución Apostólica  Motu Proprio
 Exhortación Apostólica
Cartas Encíclicas

Del Latín Literae encyclicae, que literalmente significa "cartas circulares". Las
encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su
enseñanza en materia de gran importancia. Pablo VI definió la encíclica como
"un documento, en la forma de carta, enviado por el Papa a los obispos del
mundo entero".

Las encíclicas se proponen:

 Enseñar sobre algún tema doctrinal o moral


 Avivar la devoción
 Condenar errores
 Informar a los fieles sobre peligros para la fe procedentes de
corrientes culturales, amenazas del gobierno, etc.

Por definición, las cartas encíclicas formalmente tienen el valor de enseñanza


dirigida a la Iglesia Universal. Sin embargo, cuando tratan con cuestiones
sociales, económicas o políticas, son dirigidas comúnmente no solo a los
católicos, sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Esta práctica
la inició el Papa Juan XXIII con su encíclica Pacem in terris (1963). En algunos
~ 11 ~
casos, como el de la encíclica Veritatis splendor (1993) de Juan Pablo II, el
Papa solo incluye en su saludo de apertura, a los Obispos, aunque él pretenda la
doctrina de la encíclica para la instrucción de todos los fieles. Esto tiene su
razón de ser en el hecho de que los Obispos son los Pastores que deben enseñar
a los fieles la doctrina.

Debido al peso y la verdad que contienen, todo fiel debe concederle a las
encíclicas asentimiento, obediencia y respeto.

El título que se le da a la encíclica se deriva de sus primeras palabras en latín.

Constitución Apostólica

Estos documentos son la forma más común en la que el Papa ejerce su autoridad
"Petrina". A través de estas, el Papa promulga leyes concernientes a los fieles.
Tratan de la mayoría de los asuntos doctrinales, disciplinares y administrativos.
La erección de una nueva diócesis, por ejemplo, se hace por medio de una
Constitución Apostólica.

Mientras que al principio, dichas constituciones enunciaban normas legales y


continúan siendo principalmente documentos legislativos, tienen ahora
frecuentemente un fuerte componente doctrinal. Pertenecen al magisterio
ordinario del Papa.

Ejemplos:

 Sacrae disciplinae (1983), del Papa Juan Pablo II, en la


promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico.
 Pastor bonus (1988), del Papa Juan Pablo II sobre el ministerio
y organización de la curia romana.
 Fidei depositum (1992), del Papa Juan Pablo II, en la
promulgación del Catecismo Universal de la Iglesia Católica.

Exhortación Apostólica

Estos documentos generalmente se promulgan después de la reunión de un


Sínodo de Obispos o por otras razones. Son parte del magisterio de la Iglesia.

Exhortaciones apostólicas post-sinodales son:

 Evangelli nuntiandi (1975) del Papa Pablo VI, sobre la


Evangelización del mundo moderno.
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 Catechesi tradendae (1979) del Papa Juan Pablo II, sobre la
catequesis.
 Familiaris consortio (1984) del Papa Juan Pablo II, sobre el
papel de la familia cristiana.
 Reconciliatio et paenitentia (1984) del Papa Juan Pablo II,
sobre la reconciliación y la penitencia en la misión de la
Iglesia.
 Redemptoris custos (1989)del Papa Juan Pablo II, en la persona
y misión de San José en la vida de Cristo y la Iglesia.
 Verbum Domini (2010) del Papa Benedicto XVI Sobre la
Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia.

Carta Apostólica

Estos documentos son cartas dirigidas a grupos específicos de personas. Estas


también pertenecen al Magisterio Ordinario.
Cartas Apostólicas son:
Carta apostólica a los jóvenes del Mundo, Juan Pablo II (1985).
Carta Apostólica a las Mujeres, Mulieris dignitatem, Juan Pablo II (1988).
Carta Apostólica a las familias, Juan Pablo II (1994).
Carta Apostólica Tertio milenio adveniente, Juan Pablo II (1994), sobre la
preparación del Jubileo del año 2000.
Carta Apostólica Dies Domini, Juan Pablo II (1998), sobre el Día del Señor.

Bula
Historia:
Desde el siglo sexto en adelante, la cancillería papal usó un sello de plomo o de
cera para autentificar sus documentos. La bula era inicialmente un tipo de plato
redondo que se aplicaba a los sellos metálicos que acompañaban ciertos
documentos papales o reales.
Alrededor del siglo XIII, empezó a significar no solo el sello en sí mismo, sino
el documento mismo. Desde ahí hasta el siglo XV, la bula era un término
amplio que designaba la mayoría de los documentos papales.

Motu Proprio
Son documentos papales que contienen las palabras "Motu proprio et certa
scientia". Significa que dichos documentos son escritos por la iniciativa
personal del Santo Padre y con su propia autoridad.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM, LA ALEGRÍA
DEL EVANGELIO
¿Qué es una Exhortación Apostólica?
Primero. Significado de la palabra exhortación.

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Una exhortación es la acción de exhortar. Exhortar es una plática o sermón
familiar breve. El significado de la exhortación es invitar, mover a alguien con
razonamientos a que crea o a que haga algo.
La Exhortación Apostólica es un documento emitido por el Papa (por eso es
apostólica, porque la exhortación la hace el Papa, sucesor de san Pedro, cabeza
de los Apóstoles), para invitar a la Iglesia a poner énfasis en un aspecto
específico de la vida de fe y por consiguiente a hacer algo concreto a partir de la
fe.
¿De dónde surge?
Una Exhortación Apostólica es parte del Magisterio de la Iglesia y se promulga
generalmente después de la realización de un Sínodo de Obispos. En el caso de
la Exhortación, La Alegría del Evangelio, fueron los días del 7 al 28 de octubre
de 2012, en Roma, cuando fue el Sínodo de los Obispos con el tema “La nueva
evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.
¿Y qué es un Sínodo de Obispos?
El Sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas
regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la
unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayuda al Papa con sus
consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y
fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se
refieren a la acción de la Iglesia en el mundo.
Así, pues, de las conclusiones de los Obispos celebrado en el año 2012, el Papa
Francisco nos ha dado a toda la Iglesia, el 23 de noviembre de 2013, esta
Exhortación: La Alegría del Evangelio.
¿A quiénes se dirige?
La Exhortación Apostólica es un documento emitido por el Papa, dirigido a los
Obispos, a los Presbíteros y a los Diáconos, a las personas consagradas y a los
fieles laicos. Esto indica que es dirigida a toda la Iglesia, a todos los bautizados.
Por tanto nadie estamos exentos de la Exhortación que nos da el Papa.
¿Por qué se llama así?
El título que se le da a un documento del Papa, viene de sus primeras palabras
en latín. Por tanto Evangelii Gaudium son las primeras palabras de la
Exhortación del Papa Francisco y su significado en español es: La Alegría del
Evangelio.
¿Por qué trata el tema de la alegría?
Cada una de las exhortaciones de los Papas, tratan un tema especial y la
finalidad de abordar el tema es porque hay una necesidad o una urgencia de
poner atención en eso que la Exhortación trata.

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Aquí una lista de algunas Exhortaciones en los últimos 40 años.

III Asamblea Evangelii nuntiandi


"La evangelización en el 27 de septiembre-26 de
General
mundo moderno" octubre de 1974
Ordinaria
IV Asamblea Catechesi tradendae
"El catecismo de nuestro 30 de septiembre-29 de
General
tiempo" octubre de 1977
Ordinaria
V Asamblea Familiaris consortio
26 de septiembre-25 de
General "La familia cristiana"
octubre de 1980
Ordinaria
VI Asamblea Reconciliatio et
"La penitencia y el perdón 29 de septiembre-29 de
General paenitentia
en la misión de la Iglesia" octubre de 1983
Ordinaria
VII Asamblea "La vocación y la misión Christifideles laici
General de los laicos en la Iglesia 1-30 de octubre de 1987
Ordinaria y en el mundo"
VIII Asamblea "La formación de los Pastores dabo vobis
30 de septiembre-28 de
General sacerdotes en las
octubre de 1990
Ordinaria circunstancias actuales"
"Encuentro con Jesucristo Ecclesia in America
I Asamblea vivo, camino para la
12 de noviembre-12 de
Especial para conversión, la comunión y
diciembre de 1997
América la solidaridad en
América"
"El Obispo: servidor del Pastores Gregis
X Asamblea
Evangelio de Jesucristo 30 de septiembre-6 de
General
para la esperanza del noviembre de 2001
Ordinaria
mundo"
XI Asamblea "La Eucaristía: fuente y Sacramentum
General cumbre de la vida y de la 2-23 de octubre de 2005 Caritatis
Ordinaria misión de la Iglesia"
XII Asamblea "La Palabra de Dios en la Verbum Domini
General vida y en la misión de la 5-26 de octubre 2008
Ordinaria Iglesia"
XIII Asamblea "La nueva evangelización Evangelii Gaudium
General para la transmisión de la 7-28 de octubre de 2012
Ordinaria fe cristiana"

Cada uno de estos temas han sido abordados por la necesidad de poner atención
en cada uno de ellos y por la necesidad de vivirlos en la Iglesia.
¿Cómo está organizado el documento?
La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium está organizada en una
introducción y 5 capítulos en 288 números.

~ 15 ~
Introducción
I. Alegría que se renueva y se comunica
II. La dulce y confortadora alegría de evangelizar
Una eterna novedad
III. La nueva evangelización para la transmisión de la fe
Propuesta y límites de esta Exhortación

Capítulo primero. La transformación misionera de la Iglesia


I. Una Iglesia en salida
Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar
II. Pastoral en conversión
Una impostergable renovación eclesial
III. Desde el corazón del Evangelio
IV. La misión que se encarna en los límites humanos
V. Una madre de corazón abierto

Capítulo segundo. En la crisis del compromiso comunitario


I. Algunos desafíos del mundo actual
No a una economía de la exclusión
No a la nueva idolatría del dinero
No a un dinero que gobierna en lugar de servir
No a la inequidad que genera violencia
Algunos desafíos culturales
Desafíos de la inculturación de la fe
Desafíos de las culturas urbanas
Tentaciones de los agentes pastorales
Sí al desafío de una espiritualidad misionera
No a la acedia egoísta
No al pesimismo estéril
Sí a las relaciones nuevas que genera Jesucristo
No a la mundanidad espiritual
No a la guerra entre nosotros
Otros desafíos eclesiales
~ 16 ~
Capítulo tercero. El anuncio del Evangelio
I. Todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio
Un pueblo para todos
Un pueblo con muchos rostros
Todos somos discípulos misioneros
La fuerza evangelizadora de la piedad popular
Persona a persona
Carismas al servicio de la comunión evangelizadora
Cultura, pensamiento y educación
II. La homilía
El contexto litúrgico
La conversación de la madre
Palabras que hacen arder los corazones
III. La preparación de la predicación
El culto a la verdad
La personalización de la Palabra
La lectura espiritual
Un oído en el pueblo
Recursos pedagógicos
IV. Una evangelización para la profundización del kerygma
Una catequesis kerygmática y mistagógica
El acompañamiento personal de los procesos de crecimiento
En torno a la Palabra de Dios
Capítulo cuarto. La dimensión social de la evangelización
I. Las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma
Confesión de la fe y compromiso social
El Reino que nos reclama
La enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales
II. La inclusión social de los pobres
Unidos a Dios escuchamos un clamor
Fidelidad al Evangelio para no correr en vano
El lugar privilegiado de los pobres en el pueblo de Dios
Economía y distribución del ingreso
Cuidar la fragilidad
III. El bien común y la paz social
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El tiempo es superior al espacio
La unidad prevalece sobre el conflicto
La realidad es más importante que la idea
El todo es superior a la parte
IV. El diálogo social como contribución a la paz
El diálogo entre la fe, la razón y las ciencias
El diálogo ecuménico
Las relaciones con el Judaísmo
El diálogo interreligioso
El diálogo social en un contexto de libertad religiosa
Capítulo quinto. Evangelizadores con Espíritu
I. Motivaciones para un renovado impulso misionero
El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva
El gusto espiritual de ser pueblo
La acción misteriosa del Resucitado y de su Espíritu
La fuerza misionera de la intercesión
II. María, la Madre de la evangelización
El regalo de Jesús a su pueblo
La Estrella de la nueva evangelización

LA ALEGRÍA,
ASPECTO FUNDAMENTAL EN LA VIDA DEL SER HUMANO

ACTIVIDAD INICIAL:

INSTRUCCIONES: De manera personal y privada, realiza una lista de las 10


cosas que te han hecho sentir alegría intensa durante tu vida:

1. ________________________ 6. _____________________________
2. ________________________ 7. _____________________________
3. ________________________ 8. _____________________________
4. ________________________ 9. _____________________________
5. ______________________ 10. _________________________

~ 18 ~
Ahora contesta las siguientes preguntas:
¿Para ti qué es la alegría?
________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________
¿Cómo nos damos cuenta cuando una persona es alegre?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
¿Cómo nos damos cuenta cuando una persona es feliz?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Se dice que la alegría está relacionada de manera directa con la felicidad, desde
tu punto de vista, ¿esto será cierto? SI ______ NO____
Describe, ¿qué cosas haces tú para ser una persona alegre y feliz?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Escribe, ¿cómo puedes tú influir en la alegría y la felicidad de otras personas?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

¿Qué es la alegría?
La palabra alegría deriva del latín alicer o alecris, que significa "vivo y
animado". Es una de las emociones básicas, junto con el miedo, la ira, el asco,
la tristeza y la sorpresa.
Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos
niveles de energía y una poderosa disposición. La alegría es una emoción, la
acción constructiva, que puede ser percibida en toda persona, siendo así que
quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos. La
tristeza es la emoción contraria.
También se puede definir como el estado de ánimo más confortable por el cual
se puede pasar, la tristeza es un factor importante, ya que sin ella no se podría
sentir la alegría y según estudios médicos la alegría ayuda al mejoramiento de la
salud.
La alegría también para muchos se compara con optimismo o placer, porque si
hay alegría hay placer y optimismo.

~ 19 ~
¿Cuál es la fuente más importante de la alegría?
Los seres humanos conocemos muy bien el sufrimiento y el dolor, y quienes
han perdido a un ser querido lo han experimentado en toda su profundidad.
Bien, pues así como el ser humano conoce el dolor y el sufrimiento, es capaz de
tener las sensaciones opuestas: bienestar y… ¿Felicidad? Sí, felicidad.
Sin embargo la alegría es distinta del dolor, pues el dolor generalmente tiene
causas externas: un golpe, un acontecimiento trágico, una situación difícil, una
enfermedad, etc. Y la alegría es exactamente al revés, proviene del interior.
Desde el centro de nuestra mente, de nuestra alma, hay un bienestar, una paz
que se reflejan en todo nuestro cuerpo: sonreímos, andamos por ahí cantando o
silbando una tonadita, nos volvemos amables… El cambio es realmente
espectacular, tanto, que suele contagiar a quienes están alrededor de una persona
así.
La alegría surge, en primer lugar, de una actitud, la de decidir cómo
afrontamos las cosas que nos rodean. Quien se deja afectar por las cosas
malas, elige sufrir. Quien decide que su paz es mayor que las cosas externas,
entonces se acerca más a la alegría. Una alegría que viene desde adentro.
Es importante hacer notar que la alegría no depende de las circunstancias
externas: tener más dinero, que las cosas me salgan bien, tener éxito social o
poseer muchas cosas o cualidades. La alegría surge de cómo cada ser humano se
ve a sí mismo, es decir, aunque una persona no tenga una casa propia, o no
tenga trabajo, puede estar alegre, ¿de qué? de estar vivo y sano, o tantas otras
cosas que un ser humano puede descubrir por lo cual estar alegre y agradecido.
En resumen: La felicidad está más determinada por un estado mental que
por los acontecimientos externos.

A continuación se expresará mejor este punto, al realizar la lectura de reflexión.


LECTURA DE REFLEXIÓN
INSTRUCCIONES: En equipo, lean detenidamente el siguiente texto.

LA MENTE QUE COMPARA

¿Qué define nuestra percepción y nivel de satisfacción?


Esas sensaciones están fuertemente influidas por nuestra tendencia a comparar.
Al comparar nuestra situación actual con nuestro pasado y descubrir que
~ 20 ~
estamos mejor, nos sentimos felices. Eso sucede cuando nuestros ingresos
saltan, por ejemplo, de $5,000 a $10,000 pesos mensuales; pero no es la
cantidad absoluta lo que nos hace felices, como descubrimos en cuanto nos
acostumbramos a los nuevos ingresos y comenzamos a creer que nuestra
felicidad estará en lograr ganar $15, 000 pesos mensuales. Miramos también a
nuestro alrededor y nos comparamos con los demás.
Por mucho que ganemos, tendemos a sentimos insatisfechos si el vecino está
ganando más. Los atletas profesionales se quejan de ganar sólo uno, dos o tres
millones de dólares cuando se citan los ingresos superiores de un compañero de
equipo.
Vemos, pues, que nuestros sentimientos de satisfacción dependen a menudo de
tales comparaciones. Naturalmente, también las establecemos respecto a otras
cosas. La comparación constante con quienes son más listos, más atractivos y
obtienen más triunfos que nosotros tiende a alimentar la envidia, la frustración y
la infelicidad.
Pero también podemos utilizar esta actitud de una forma positiva; es posible
intensificar nuestra sensación de satisfacción vital comparándonos con aquellos
que son menos afortunados y apreciando lo que poseemos.
Los investigadores han llevado a cabo una serie de experimentos que
demuestran que el nivel de satisfacción vital se eleva al cambiar simplemente la
perspectiva y considerar situaciones peores. Durante un estudio se mostró a un
grupo de mujeres, imágenes de las condiciones de vida extremadamente duras
que vivían las personas hace 100 años, o se les pidió que imaginaran y
escribieran sobre hipotéticas tragedias personales, como resultar quemadas o
desfiguradas. Después de esto, se pidió a las mujeres que calificaran la calidad
de sus vidas. El ejercicio tuvo como resultado un incremento de satisfacción en
su juicio.
En otro experimento, se pidió a los sujetos que completaran la frase «Me siento
contento de no ser un...». Tras haber repetido cinco veces este ejercicio, los
sujetos experimentaron un claro aumento de su sensación de satisfacción vital.
Los investigadores pidieron a otro grupo que completara la frase «Aún no puedo
tener...». Esta vez, el experimento dejó a los sujetos más insatisfechos con sus
vidas.
Estos experimentos, que muestran que podemos aumentar o disminuir nuestra
sensación de satisfacción cambiando nuestra perspectiva, indican con claridad el
papel preponderante que juega nuestra actitud mental.

REFLEXIÓN: Comenten en el equipo:


1. ¿Qué sucede si sólo nos comparamos con personas mejores que nosotros?
2. ¿Qué sucede si nos comparamos con personas menos afortunadas que nosotros?

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3. ¿Por qué es importante darnos cuenta de los efectos que trae al ser humano el
compararse con otros?
“No es malo comparar, lo malo es comparar sólo contra lo mejor.
La comparación sana es aquella que mira hacia ambos lados”.
Si nos hiciéramos el propósito de enumerar una serie de motivos para no estar
alegres, encontraríamos: levantarse todos los día a la misma hora para ir al
trabajo, a la escuela o para reiniciar las labores domésticas; convivir con las
personas que no son de nuestro agrado; enfrentarse a un jefe que no nos aprecia;
preocuparnos por ajustar nuestro presupuesto para solventar las necesidades
primordiales y además pagar las deudas; estar pendientes de la seguridad y
bienestar de la familia; trabajar exactamente en lo mismo que hicimos ayer, y
todo aquello que de alguna manera se parece a la vida rutinaria. Esto sería lo
mismo que llevar una vida fría y con un gran toque de amargura.
Pocas veces pensamos en el hecho de estar alegres, pues en algunos momentos
la alegría surge de manera espontánea por diversos motivos: una mejor
oportunidad de trabajo, la propuesta para emprender un negocio, el ascenso que
no esperábamos, un resultado por encima de lo previsto en los estudios… y
dejamos que la vida siga su curso, sin ser conscientes que a la alegría no
siempre se le encuentra, también se le construye.
Tampoco es válido pensar que la solución consiste en tomar con poca seriedad
nuestras obligaciones y compromisos para vivir tranquilamente y de esta
manera estar alegres. La persona que busca evadir la realidad tiene una
alegría ficticia, mejor dicho, vive inmerso en la comodidad y en la búsqueda
del placer, lo cual dura muy poco.

¿Qué se debe hacer para vivir el valor de la alegría?


Lograr la satisfacción interna
A veces parece como si toda nuestra cultura, se basara en la compra; nos
hallamos rodeados, bombardeados por anuncios referidos a los objetos que
deberíamos comprar, el último modelo de coche, etcétera. Resulta difícil no
dejarse influir por eso. Hay muchas cosas que deseamos y que es imposible
lograr cumplirlas, por lo cual aparece la sensación de insatisfacción.
Es por eso que debemos distinguir entre dos tipos de deseos: los deseos sanos y
positivos que nos ayudan a crecer y ser mejores personas, y los deseos
insensatos o insanos, que nos llevan a tener una sensación de eterna
insatisfacción, por lo tanto nos llevan a la infelicidad.
El deseo de felicidad, por ejemplo, es un deseo absolutamente sano. El deseo de
paz, de vivir en un mundo más armonioso, más acogedor. Ciertos deseos son
muy útiles. En cambio, el deseo de poseer más y más cosas, de tener poder y
~ 22 ~
autoridad, el deseo de fama y belleza perfecta, pueden ser deseos insanos o
enfermizos.
Para distinguir entre deseos sanos, y deseos insanos, es necesario realizar una
pregunta: ¿esto que deseo, lo necesito realmente?
Un ejemplo muy concreto lo tenemos en una persona que desea comprarse un
coche, este deseo, surge de la necesidad de transportarse a sí mismo y a su
familia, de manera más cómoda, rápida y efectiva, esto traerá como
consecuencia menos estrés para sus seres queridos, hasta aquí, este deseo es
totalmente sano, si se enfoca el deseo a encontrar la manera de mejorar la vida;
por supuesto el carro que debe comprar es uno que sirva para transportar a las
personas, no importa el color, tamaño o forma. Pero el deseo de comprar un
carro último modelo, carísimo, para demostrarles a todos los vecinos que me
está yendo bien, es un deseo insano.

CUENTO: “EL NIÑO ENVIDIOSO”


Había una vez un chico picapedrero que se pasaba largas horas picando con su
martillo en las rocas que estaban junto al mar, transformándolas en pequeñas
piedras. Se cansaba mucho y hacía tanto calor que no paraba de sudar. El niño
miraba al cielo cada día y envidiaba al sol:- Si yo fuera el sol sería el hombre
más fuerte del mundo, nadie podría conmigo y…¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! De
repente el niño se transformó en el sol. En el cielo enorme, con sus poderosos
rayos, el niño-sol se dedicaba a calentar y calentar la tierra, dominando el
mundo y disfrutando con su poder. Pero cuando más contento estaba siendo el
sol, vio una nube que se acercaba y que, de repente, se puso delante de él y le
tapó toda la cara.- Esto no puede ser. ¿Cómo es posible? Si esta nube es capaz
de taparme a mí, que soy el sol, quiere decir que la nube es más fuerte que yo.
Yo quiero ser esa nube que está delante de mí y…¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! De
repente el niño se transformó en una nube. Siendo una nube, el niño se sentía
feliz. Le gustaba pasearse por el cielo con total libertad. Muchas veces se ponía
delante del sol y se daba cuenta del poder que tenía, porque la gente se
marchaba de la playa al ver que el cielo se nublaba. Pero de pronto un día se
desencadenó un vendaval, un viento tremendo que lo comenzó a arrastrar todo:
las plantas, los árboles, las olas del mar, y hasta a la propia nube. El niño deseó
ser el viento y tener su poder y de repente…¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! Se
transformó en viento. - ¡Qué estupendo, ahora si soy el más fuerte! El viento se
paseaba por el cielo moviendo su larga cola, violento y poderoso. Parecía que
no va iba a parar nunca. Hasta que un día empezó a llover, primero poquito pero
poco a poco se transformó en una enorme tormenta, en un poderoso diluvio. El
cielo se enfureció y cayó una cortina de agua que hizo que el viento
desapareciera. - Bueno, bueno, ahora veo que tengo que ser lluvia, dijo el chico
y… ¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! De repente se convirtió en lluvia. ¡Ahora sí que
~ 23 ~
se divertía! Lo iba mojando todo, convirtiendo los caminos en ríos y pensando:-
Ahora es la mía, voy a ser el más fuerte de todos, seguro.¡¡Ah!! Pero el chico no
sabía… No sabía que el mar no se asustaba ante nada. Ya podía llover agua
durante horas y horas, que el mar seguía en su sitio, tranquilo. - Claro…, dijo el
chico. El mar es el más fuerte de todos, ahora me doy cuenta de que es el mejor.
Sí, quiero convertirme en mar, y con mis olas golpearé las rocas y las convertiré
en granitos de arena, asustaré a los nadadores, nadie podrá conmigo…. Y de
repente… ¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! El niño se transformó en mar. Al cabo de
algunos días empezó a aburrirse de hacer siempre lo mismo, de no poder salir
del agua, ni de día ni de noche. ¿Qué podía hacer? Estaba pensativo y triste
cuando, de repente, allá a lo lejos, vio a un chico sentado cerca de las rocas que,
muy contento, se comía un bocadillo, bebía agua, cantaba, silbaba y después
cogía un martillo y… tac, tac, tac, picaba la roca convirtiéndola en piedras muy
pequeñas. Y así un día y otro día, siempre contento. El pobre chico convertido
en mar pensó:- ¿Por qué he sido tan tonto? No me he dado cuenta de lo feliz que
estaba antes, con mi familia, mi trabajo, descansando tan tranquilo en mi casa
los días de fiesta y arrancando piedrecitas de las rocas los días de trabajo.
¿Cómo no me he dado cuenta antes? ¡Cómo me gustaría volver a ser el chico
picapedrero que era y no volver a envidiar nunca nada más! Y de
repente…¡¡¡Ohhh…!!! ¡¡¡Chaaas!!! Se convirtió de nuevo en el chico que
picaba la roca, pero con una pequeña diferencia… ¡Ahora le encantaba su
trabajo y se pasaba el día silbando y cantando de lo contento que estaba!

Reflexiona:
1. ¿Cuántas veces has pensado que los demás no sufren tanto como tú?
2. ¿Cuántas veces no has apreciado lo que tienes hasta que lo ves perdido?
3. ¿Cuántas veces te ha sucedido que escuchas a una persona que hace que te
des cuenta de lo afortunado que eres?

Importante: El hecho de señalar el estado mental como el factor fundamental


para alcanzar la felicidad no significa negar que debemos satisfacer nuestras
necesidades físicas básicas de alimentación, vestido y cobijo. Pero, una vez
satisfechas esas necesidades, el mensaje es claro: no necesitamos más dinero, ni
más éxito o fama, no necesitamos tener un cuerpo perfecto ni una pareja
perfecta... en este momento tenemos ya una mente con todo lo imprescindible
para alcanzar la completa felicidad.

¿Qué se debe hacer para vivir el valor de la alegría?


Amar
La fuente más común, más profunda y más grande de la alegría es el amor, el
amor no sólo al prójimo, y a lo que nos rodea, sino el amor a sí mismo. El amor
~ 24 ~
rejuvenece y es una fuente espontánea y profunda de alegría. Ese amor es,
efectivamente, el principal combustible para estar alegres. Quien no ama, no ríe.
Y es por eso que el egoísta sufre, y nunca está alegre.
Toda la humanidad tiene hambre de amor, pero la verdadera alegría no surge de
ser amado surge de amar, por lo que es más importante amar a quienes nos
rodean y amarnos a nosotros mismos. El amor no es un «sentimiento» es un
acto, libre y voluntario que implica acción. Según Erich Fromm, los cuatro
elementos fundamentales del amor son: conocimiento, respeto y aceptación
incondicional, responsabilidad y cuidado.
Imagina a una persona que comienza por amarse a sí misma, ¿cómo será su
conducta y su estado de ánimo si, se conoce, se respeta, se acepta tal cual ella
es, es responsable de sí misma y de sus emociones, y además se cuida en su
salud física y mental?
Imagina, además, que esta persona que se ama a sí misma, ama a quien está
cerca de ella, conociéndolos, respetándolos, aceptándolos tal cual son y
cuidándolos.

REFLEXIÓN FINAL:
Lo que necesito comenzar a hacer para ser feliz todos los días, es:
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Psic. Rosario Fátima Diz Ramírez
fatimadiz13@hotmail.com

LA ALEGRÍA EN LA SAGRADA ESCRITURA


Presento en estas notas algunas de las ideas que guiarán la exposición del
miércoles 25 de junio, en el VIII curso de catequesis en Chilchota.
"Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor,
alegría y paz, magnanimidad, afabilidad,
~ 25 ~
bondad y confianza, mansedumbre y
temperancia". (Gal 5, 22)
La alegría es uno de los frutos del Espíritu Santo. Aparece entre los numerados
en el capítulo 5 de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas
ESTADÍSTICAS
La palabra "alegría" aparece 269 veces en la Biblia. 206 veces en el Antiguo
Testamento y 63 en el Nuevo Testamento. Todo el Evangelio es invitación a la
alegría, es "Buena Noticia" Dios se hace uno de nosotros.
ETIMOLOGIA
La Biblia no da una definición, filosófica o psicológica, de la Felicidad, pero
contiene los elementos suficientes para saber en qué consiste y cuáles son los
medios para obtenerla.
El término griego que hoy traduce felicidad, eudaimonía, que significa
literalmente buen demonio, no se encuentra en los evangelios. En ellos, en
cambio, está presente makários (en hebreo 'asréy) que se refiere también a la
felicidad o dicha, poniendo el acento en lo gratuito más que en lo azaroso.
Antiguo Testamento: a. Sujeto de la felicidad.
El A. T. hebreo emplea principalmente el término 'asréy (44 veces) para indicar
quién es el hombre «feliz». El A. T. griego expresa la misma idea con los
vocablos makários (17 veces): Tob 13,14 (3 veces); 13,16; Sap 3,13; Bar 4,4;
Ecclo 14,1.2.20; 25,8.9; 26,1; 28,19; 31,8; 34,15; 48,11; 50,28; makarízein (8
veces): Sab 2,16; 18,1; Ecclo 11,28; 25,7.23; 31,9; 37,24; 45,7; y makaristós
que aparece una sola vez (2 Mac 7,24).
Constatamos, además, que las versiones griegas antiguas suelen traducir casi
siempre el término hebreo 'asréy y el verbo 'asar «felicitar», «declarar a uno
feliz», que aparece 9 veces (Gen 10,13; Salm 41,3; 72,17; Prov 3,18; 31,18; Job
29,11; Cant 6,9; Mal 3,12.15), por alguno de esos tres vocablos griegos
mencionados.
El N. T. continúa utilizando los mismos vocablos y en el mismo sentido que el
Antiguo, sólo que en vez de makaristós aparece tres veces makarismós (Gal
4,15; Rom 4,6.9).

~ 26 ~
Feliz en general es quien está exento de dolor físico o moral. En el A. T., y
luego también en el Nuevo, la felicidad o makanismo es de por sí una alabanza
admirativa.
GÉNERO LITERARIO
Después se convierte en un término técnico de un género literario que consiste
en alabar o felicitar a una persona por la dicha que le ha cabido en suerte,
poniendo al mismo tiempo de relieve el motivo de esa dicha.
Este género literario es propio, y podemos decir casi exclusivo, de los libros
sapienciales.
En el N. T. lo emplean sobre todo los Sinópticos para presentar la predicación
escatológica de Jesús.
En el A. T. aparece 2 veces en Job (5,17; 29,11), 27 veces en los Salmos, 10
veces en los Proverbios, una en el Cantar de los Cantares (6,9), una en el
Eclesiastés (10,17), 3 en la Sabiduría (2,16; 3,13; 18,1), 17 en el Eclesiástico y
una en Baruc (4,4).
En los restantes libros del A. T. sólo se encuentra esporádicamente: Gen 30,13;
Dt 33,29; 1 Rey 10,8; 2 Cron 9,7; Tob 13,14.16; 2 Mac 7,24; Is 3,10
(conjetura); 30,18; 32,20; 56,2; Dan 12,12; Mal 3,12.15.
La felicidad en la Biblia siempre se predica de las personas, nunca de las cosas
o de las situaciones. La única excepción se encuentra en Ecclo 10,17, donde se
declara «dichosa la tierra, cuyo rey es hidalgo»; pero en este caso es evidente
que el autor no se refiere directamente al país en cuanto tal, sino a los súbditos
del rey.
EJEMPLO BIENAVENTURANZAS DEL ECCLO 25,7-11

 Mi corazón guarda nueve bienaventuranzas y mi boca proclamará la


décima:
 Dichoso el que se alegra con sus hijos, el que no tiene que servir a un
inferior;
 dichoso el marido de mujer sensata, el que no tiene que arar con buey y
asno;
 dichoso el que vive para ver la derrota de sus rivales, y el que no
resbala con la lengua;
 dichoso el que encuentra un amigo, y el que no habla a oídos sordos;
~ 27 ~
 qué grande es quien alcanza sabiduría, pero nadie como quien respeta al
Señor;
 el respeto del Señor lo supera todo, el que lo posee es incomparable.
LA FELICIDAD ENTRE LOS GRIEGOS
En contraposición a lo que sucede en la literatura griega, en la cual a los dioses
se les llama «los felices» (makares), porque están exentos de la muerte, de las
preocupaciones y los trabajos de la vida, y el hombre en tanto es feliz en cuanto
posee en el más allá un estado dichoso semejante al de los dioses,
LA FELICIDAD ENTRE LOS JUDÍOS
La Biblia nunca llama a Dios «feliz», excepto en dos textos de la 1 Tim 1,11 y
6,15, en donde san Pablo, siguiendo el uso lingüístico de Filón y de los filósofos
estoicos, proclama a Dios feliz (makários), puesto que a él solo le compete la
felicidad suprema en virtud de su eternidad e incorruptibilidad.
Para Filón, es Dios el único del que se puede decir propiamente que es feliz.
DIFERENTES CONCEPTOS DE DIOS
Los dioses griegos, que gozan de su felicidad sin preocuparse de los humanos
Los dioses babilónicos, «cuando crearon a los hombres, los destinaron a la
muerte, reservándose ellos la vida en sus manos».
El Dios de la Biblia se complace en hacer felices a los hombres,
comunicándoles su vida, su gracia y su gloria, y con ellas todos los bienes.
CONTENIDO DE LA FELICIDAD.
El fundamento de la felicidad es muy variado. Globalmente la felicidad consiste
en la plenitud de vida, de una vida que durante algún tiempo parece identificarse
con la existencia terrena, y fundamentalmente se realiza en la tierra. La
revelación posterior irá abriendo horizontes y declarará que la verdadera y plena
felicidad sólo se alcanzará en la vida futura.
LAS BIENAVENTURANZAS DEL A. T.
EJEMPLO BIENAVENTURANZAS DEL ECCLO 25,7-11

 Mi corazón guarda nueve bienaventuranzas y mi boca proclamará la


décima:

~ 28 ~
 Dichoso el que se alegra con sus hijos, el que no tiene que servir a un
inferior;
 dichoso el marido de mujer sensata, el que no tiene que arar con buey y
asno;
 dichoso el que vive para ver la derrota de sus rivales, y el que no
resbala con la lengua;
 dichoso el que encuentra un amigo, y el que no habla a oídos sordos;
 qué grande es quien alcanza sabiduría, pero nadie como quien respeta al
Señor;
 el respeto del Señor lo supera todo, el que lo posee es incomparable.
Detallan y especifican los bienes que Dios da a los suyos y que constituyen su
felicidad aquí en la tierra: tener un rey digno de este nombre (Ecclo 10,17), una
mujer juiciosa (Ecclo 25,8), una posteridad numerosa (Gen 30,13; Ecclo 25,7),
belleza corporal (Cant 6,9), abundancia de bienes, riqueza, prosperidad,
honorabilidad, sabiduría y prudencia (Ecclo 25,8-10; lob 29,1-11. 21-25; Is
32,20), longevidad y tumba gloriosa (Job 29, 18-20; 21,30-33).
La descripción mejor y más completa de los bienes y males que pueden
sobrevenir al hombre en esta vida se encuentra en el libro de Job, donde se
contraponen las dos tesis de la prosperidad del malvado y de la desgracia del
justo. Job expone su experiencia presentando para el malvado los mismos
cuadros de dicha tranquila, paz doméstica, abundancia material, posteridad
numerosa y larga vida que los tres interlocutores atribuyen al justo como
recompensa de su virtud (Job 21,7-13.16-21. 23-33).
Al fin estas descripciones corresponden sustancialmente a las que se encuentran
en la literatura babilónica. La muerte prematura, la inseguridad en la vida, junto
con la enfermedad, son los grandes flagelos que, según la teología babilónica,
utilizan los dioses para castigar a la humanidad pecadora.
Todo el interés del hombre babilónico se centra en la vida presente. Una
venerable ancianidad, la ausencia de enfermedades y el bienestar material eran
la suprema aspiración del hombre y el don más excelso que los dioses le podían
regalar: «Que tu cuerpo esté harto, que día y noche goce del placer. Procura
estar diariamente de fiesta; pasa día y noche en danzas y algaradas. Mira al niño
que va cogido de tu mano y a la mujer que se deleita en tu seno» (cfr. O. García
de la Fuente, La prosperidad del malvado..., o. c. bibl., p. 613; ANET, p. 90, lín.
6-13).
~ 29 ~
EL A. T. CRITICA Y SUPERA ESTE CRASO MATERIALISMO.
Entre los bienes que constituyen la felicidad el A. T. menciona con insistencia la
sabiduría (Prov 3,13; Ecclo 14,20; 25,9; 37,24; 50,28), la prudencia, la
moderación y la piedad, que son dones de Dios y condiciones previas para la
dicha (Mal 3,12.15; Bar 4,4.)
Por eso, para comprender el valor y el sentido de ciertas máximas de sabiduría
que no superan la perspectiva terrena y que parecen suponer una concepción
interesada y hedonística de la retribución moral (cfr., p. ej., sal 1,1; 41,2.3;
106,3; 119;1.2; 128,1; Prov 14,21; 20,7; 29,19), hay que situarlas en el contexto
religioso que las vio nacer.
En el interior mismo del A. T. se advierte una clara profundización en el tema.
Detrás de las apariencias externas de prosperidad y bienestar puede ocultarse
una mala conciencia y el pecado (Mal 3,15), y entonces naturalmente no puede
hablarse de verdadera felicidad (Ecclo 14,1-2).
Además, la experiencia demuestra que no hay que juzgar de la felicidad de un
hombre demasiado de prisa; en todo caso, nunca antes de la hora de su muerte
(Ecclo 11,28), ya que sólo entonces se puede proclamar verdaderamente feliz a
quien ha sido justo (Sab 2,16).
EN EL LIBRO DE LA SABIDURÍA
Aclarada ya la dimensión ultraterrena de la vida humana, la virtud adquiere un
valor superior al de los bienes externos en orden a apreciar la felicidad de un
hombre: las estériles y los eunucos serán felices si han vivido sin mancha(Sap
3,13-15).
A través de estas afirmaciones y de otras anteriores en el tiempo se descubre en
qué consiste la verdadera felicidad y por qué el hombre debe afanarse en
conseguirla. Es feliz quien teme a Dios, le ama, le busca y espera en él (sal 2,12;
34,9; 40,5; 84,13; 112,1; Prov 16,20: 28,14; Ecclo 34,15; Is 30,18; Tob 13,14).
Es feliz el pueblo de Israel, porque ha recibido de Dios la Revelación, mantiene
con él una Alianza, ha sido elegido, predestinado y salvado (Dt 33,29; sal 33,12;
65,5; 84,5.6; 89,16; 114,15; 146,5). Son felices quienes han recibido el perdón
de sus pecados (sal 32,1.2), quienes tienen la conciencia tranquila, porque no se
han deslizado con la lengua, fuente de tantas culpas (Ecclo 14, 1-2; 25,8; 28,19).

~ 30 ~
La felicidad en último análisis reside en la comunión con Dios y en Dios en
persona (sal 73,25). El justo tiene la certeza de que hasta en las aflicciones y en
el dolor, y especialmente en el martirio, se puede ser feliz (Dan 12,12; 2 Mach
7,24.36-37).
El sufrimiento es una prueba de Dios y como tal la ven y la aprecian los justos;
por eso, no es de extrañar que se proclame feliz a quien acepta la corrección de
Yahwéh (Job 5,17; sal 94,12; Tob 13,16).
LA LITERATURA APÓCRIFA
Desarrolla estas ideas, viendo en los sufrimientos y en la muerte de los mártires
la suprema felicidad (cfr. 4 Mac 6,11; 7,15; 10,15; 12,1).
NUEVO TESTAMENTO.
La novedad que aporta la revelación de Cristo al concepto de felicidad consiste
principalmente en dos cosas:

 en el hecho de que con la venida de Cristo ya están virtualmente presentes


todos los bienes que constituyen la verdadera felicidad,
 y en que la felicidad adquiere un sentido eminentemente religioso y
espiritual, cuyo fundamento es el derecho a la salvación en el Reino de los
cielos o la participación efectiva en esa salvación.
JESÚS, HOMBRE FELIZ
La felicidad al tiempo de Jesús
Puede causar más infelicidad la exclusión social derivada de ciertas
enfermedades que el hecho mismo de estar enfermo.
Según los códigos culturales de la época, podía llegar a ser más desgraciado
quien ha perdido el honor que a quien le han amputado un miembro de su
cuerpo, o quien ha perdido una persona querida.
Según los códigos culturales de la época, podía llegar a ser más desgraciado
quien ha perdido el honor que a quien le han amputado un miembro de su
cuerpo, o quien ha perdido una persona querida.
Leídos en positivo, estos códigos indican que la felicidad depende en buena
medida de la aceptación del entorno y del cumplimiento de las expectativas
sociales relativas al género, la edad, el estatus y la moral.

~ 31 ~
Expectativas sociales sobre la felicidad de Jesús, varón israelita
En función de las expectativas culturales, sociales y religiosas Jesús cumpliría el
perfil de un hombre feliz en la medida en que conservara (y aumentara) el honor
de su familia de nacimiento (honor dependiente del pasado) y de su familia
propia (honor dependiente del futuro)
Según su edad, en torno a los 30 años, este honor supone su condición de casado
con una mujer de su mismo estatus, y una prole, de varones especialmente, que
lo respetasen.
Debía gozar de salud física pues ésta se interpretaba como bendición de Dios y
garantía de integración normalizada dentro de su entorno.
Jesús tendría un oficio que le permitiría vivir con el mínimo de dignidad él y su
familia;

 acudiría regularmente a la sinagoga,


 respetaría las tradiciones de sus mayores
 y observaría la Torah oral y escrita.
Las alteraciones de estos patrones pondrían en peligro la estabilidad y armonía
social y no garantizarían el perfil de felicidad correspondiente.
Junto a los rasgos típicos de la cultura existen otros, básicos, afirmados por el
derecho universal (la carta de derechos humanos) y la psicología moderna, que
se encuentran presentes en todas las épocas y culturas aunque contengan
pequeñas variaciones.
Condiciones transculturales de felicidad
Así, encontramos los relativos a la seguridad. El sentimiento de seguridad
(confianza básica) permite que el cuidado y los apegos primarios modelen los
afectos y ciertas condiciones físicas y sociopsicológicas sin los cuales el ser
humano, desprotegido como se encuentra al nacer, no puede desarrollarse
armónicamente ni tener acceso a la felicidad sean cuales sean los contenidos
dictados por su cultura.
En Israel (también en el ámbito cultural helenista) esta importancia recaía en la
figura del padre al que toca reconocer al hijo varón, social y jurídicamente. La
conciencia de la dignidad individual y social del hijo depende de este
reconocimiento y éste, a su vez, depende mucho del entorno.

~ 32 ~
Esta dignidad afecta y queda afectada por la cuestión del honor. Todo lo
deshonroso afecta a la propia conciencia de dignidad (al nombre)
Se considera que la felicidad va unida al sentimiento (la conciencia) del propio
poder, es decir, de la realización creadora de las propias potencialidades.
El perfil feliz de Jesús
La figura de Jesús presentada por el relato de Marcos, muestra un rostro feliz a
pesar de que no parece acomodarse a muchas de las premisas compartidas por la
sociedad y cultura de su tiempo.
Citemos algunas.
• Jesús no aparece referido a ningún padre terreno del que haya recibido
el reconocimiento y la propia dignidad.
• Más bien parece que en sus orígenes hubiera algo poco normalizado
que lleva a sus paisanos a recelar de él apelando a su familia cuando
dicen despectivamente ¿no es el hijo de María? (Mc 6,3) omitiendo el
nombre del padre que se supone hacía honorable dicho origen.
• Sus relaciones con la propia madre muestran una distancia y un
conflicto que más bien apunta a problemas antiguos relacionados
justamente con la propia cultura (cf Mc 3,31-35)
• Tampoco es presentado como un hombre observante de todas las
tradiciones, sino, por el contrario, contestado por las autoridades que
las legitiman (cf Mc 3, 21-30).
• Según lo presenta el narrador Jesús no parece haber formado familia
propia con lazos biológicos y jurídicos a través de la cual él mismo, su
pueblo y sus tradiciones podrían perpetuarse...
• Sus acciones, especialmente sus transgresiones, le acarrean una
creciente hostilidad por parte de los poderes políticos y religiosos que,
a la postre, acabará con su vida.
Cualquier varón de su tiempo, lugar y edad que estuviera en sus condiciones no
presentaría un perfil de felicidad y mucho menos podría proponerse como
modelo y ejemplo de la misma.
Y sin embargo el perfil que va trazando el evangelio muestra a Jesús como
alguien feliz que persigue sus objetivos y los va realizando en compañía de otra
gente que tampoco responde a lo esperado convencionalmente.

~ 33 ~
¿cómo es posible que Jesús sea feliz contraviniendo las expectativas de su
entorno sobre sí y sobre su proyecto, dado el grado de dependencia del sujeto
respecto a su entorno?
ELEMENTOS QUE POSIBILITAN ESTA FELICIDAD
• a) el papel de Dios como aquel que reconoce, valora e impulsa la
realización humano-religiosa de Jesús. Se trata de su experiencia de
confianza básica
• b) Su capacidad para percibir y disfrutar de los gozos de la vida y su
libertad unida a la victoria sobre el miedo.
• c) Su concepto y experiencia del Reino de Dios.
a) El Padre Dios de Jesús.
En el evangelio de Mc, Jesús tiene una experiencia iniciática religiosa que
cambia el rumbo de su vida. La palabra de Dios reconoce a Jesús en toda regla,
tanto en sentido jurídico (filiación) como afectivo (el amado), en un plano
evaluativo y valorativo pre - ético y religioso (en ti me complazco)
El relato del bautismo no incluye más público que el mismo Jesús y el lector/a.
Nada se cuenta sobre los sentimientos que acompañan esta experiencia, pero
cuanto tiene lugar a continuación muestra los efectos de alguien que disfruta de
una sencilla felicidad, la de ser reconocido y valorado por el propio padre
(Padre) como hijo varón.
b) El gozo y disfrute de la vida.
Nada más comenzar el evangelio Jesús rompe con la tradición ascética del
bautista.
El lector espera que saliendo de las filas de Juan Jesús permanezca en su línea,
ascética en el vivir, pesimista ante un mundo ya acabado, de conversión y
confesión de los pecados a la vista de la ruina de un mundo que se desmorona.
El tono catastrofista del Bautista cambia radicalmente en el anuncio de Jesús de
la Buena Noticia de Dios.
La conversión (metanoia) implica el perdón gratuito e incondicional de Dios y
un proyecto de mundo y de vida que llama Reino.

~ 34 ~
Esta predicación aparece luminosa, optimista y vitalizante, propia de alguien
que, feliz, contagia felicidad como se traduce inmediatamente en sus acciones
liberadoras de las trabas que, sobre todo socialmente, impedía a la gente más
tirada alcanzar la felicidad (la integración, la dignidad...)
c) Contraste con el Bautista por la experiencia del reino
Jesús aparece en seguida como alguien que come, bebe y disfruta de la
compañía de personajes mal vistos en el entorno (cf Mc 2,13-17)
Es un personaje que libera sus emociones más profundas (se le removieron las
entrañas) impulsoras de salud y restauradoras de la dignidad (cf Mc 1,41)
Jesús, como hacían los sanadores populares, se vale de su cuerpo físico para
trasmitir la salud: toca, utiliza la saliva, se deja tocar, mira, escucha, habla...
Los sucesivos relatos de la historia van dando cuenta de un personaje al que le
gusta la compañía de gente diversa con la que come y habla, que patea los
caminos, se encuentra con la gente más humilde y se enfrenta con las
autoridades que cuestionan la fuente de su poder.
La victoria sobre el miedo de quien es feliz
Expresan miedo Herodes, la hemorroísa, el Sumo Sacerdote, Pilato, los
ancianos, las mujeres en el sepulcro, el mismo Jesús... El miedo es, según Jesús,
fuente de alteraciones opresivas para los humanos, fuente continua de
infelicidad, una actitud que se opone a la fe y a la libertad, de las que, en
cambio, brota la felicidad porque restauran la dignidad.
Jesús desafía las fronteras creadas y preservadas por el miedo. El miedo crea y
controla la distancia entre persona y persona, entre lo humano y la divinidad.
La felicidad subversiva de Jesús
Jesús para ser feliz no necesita obtener el reconocimiento de las autoridades
sociopolíticas y religiosas (los padres de Israel), en particular cuando ponen en
entredicho su identidad y autoridad.
En cambio disfruta con el reconocimiento de la multitud que despierta en él
fuerza y vitalidad.
Tampoco le es imprescindible para ser feliz someterse ciegamente a las normas
tradicionales, éticas y rituales de su pueblo y religión, pues prefiere la salud, la

~ 35 ~
integración, el bienestar, la liberación de otras personas que implica la
recuperación de una dignidad injustamente arrebatada.
Jesús parece ser feliz cuando puede hacer felices a otros. En esta actividad
desarrolla sus potencialidades y va realizando sus objetivos existenciales y
religiosos.
Como hombre feliz es un crítico del sistema y de la precariedad de las
condiciones de felicidad para la mayoría de sus contemporáneos. El modelo de
su tiempo no brinda felicidad.
Felicidad insuficiente en su tiempo
Las corrientes religiosas contemporáneas no son Buena Noticia para la mayoría.
Su propia experiencia personal de Dios le lleva a proclamar e inventar ese Reino
para todos y todas que crea nuevas condiciones de posibilidad para la felicidad
de una mayoría.
JESUCRISTO Y LA FELICIDAD
La predicación de Cristo opera un cambio radical en el mundo de las ideas sobre
felicidad y desgracia. Su venida deja tras de sí una estela de hombres felices y
desgraciados
Son infelices quienes pasan de largo sin aceptar la buena nueva del evangelio, p.
ej., las ciudades incrédulas (Mt 11,21), los escribas y fariseos que con su
casuística y su apego a las tradiciones de los padres hacían imposible la
observancia de la Ley y ellos mismos la violaban bajo capa de piedad (Mt
23,13-31), el traidor Judas, que entregó al Hijo del Hombre (Mt 26,24).
Son felices, por el contrario, quienes reconocen la suprema intervención de Dios
que por medio de Jesucristo salva a los hombres y se apropian la salvación con
sus obras y su fe:,

 quienes escuchan la palabra de Dios (Le 11,28),


 quienes creen sin haber visto (Jn 20,29),
 quienes no se escandalizan de Jesús (Lc 7,23; Mt 11,6);
 los ojos que han visto a Cristo (Mt 13,16);
 la Madre del Mesías, por haber dado a luz al Salvador del mundo (Lc 1,48;
11,27) y
 haber creído en las promesas divinas (Lc 1,45);

~ 36 ~
 Simón Pedro, porque el Padre le reveló que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios vivo (Mt 16,17);
 los que en el periodo de prueba permanecen vigilantes, esperando la
llegada del Señor (Lc 12,37-38; Apc 16,15);
 los siervos fieles y prudentes (Mt 24,46; Lc 12,43);
 quienes practican la caridad con los necesitados (Lc 14,14) y
 son humildes y serviciales con los hermanos (Jn 13,17);
 quienes han soportado la prueba con generosidad y se han hecho
acreedores a la recompensa divina en la lucha por la fe (Sgo1,12.25; 5,11;
1 Pe3,14; 4,14)
Contenido de la felicidad, en los Evangelios
Todo esto se encuentra maravillosamente recapitulado en las Bienaventuranzas,
proclamación solemne de los requisitos para la felicidad cristiana (Mt 5,3-12;
Lc 6,20-26), y en los correspondientes ayes (Mt 23,13-32; Lc 6,24-26).
Las Bienaventuranzas evangélicas señalan el comienzo de una nueva era, una
visión nueva de las cosas, una concepción nueva de la escala de los valores.
Frente a las apariencias falaces del mundo, que promete una felicidad que no
puede dar, Cristo proclama su mensaje de felicidad y nos da su promesa acerca
de dónde se encuentra la verdadera dicha.
Se trata de un cambio radical de los valores tradicionales, de una inversión
paradójica del modo de pensar establecido por los hombres, pues Cristo dice
que no son felices, como pregona el mundo, los ricos, los hartos, los poderosos,
los que ríen, sino los pobres, los afligidos, los perseguidos.
La felicidad que promete será colmada en la eternidad, pero ya desde ahora y
desde aquí comienza su realización en la paz y el gozo del Espíritu. El cristiano
es ya feliz en la esperanza, y aún no se ha manifestado cuánto más lo será
cuando vea a Dios tal como es (1 Jn3,2-3). No se trata, pues, de una vana
esperanza, sino de una consoladora realidad
LAS BIENAVENTURANZAS
Las Bienaventuranzas que transmite S. Lucas son cuatro, las de S. Mateo ocho;
pero no existe entre ellas una diferencia sustancial de contenido. Lucas añade
cuatro maldiciones (6,24-26), que Mateo omite.

~ 37 ~
Las Bienaventuranzas de Lucas parecen anunciar una inversión de situaciones,
sufrimiento en esta vida, gozo en la otra (cfr. Lc 16,25); las de Mateo trazan un
programa de vida virtuosa y recalcan la relación entre la conducta virtuosa y la
recompensa escatológica.
Mateo presenta el discurso de Jesús en tercera persona, Lucas en segunda. En
Lucas Cristo proclama felices a los pobres, a los hambrientos, a los que lloran y
a los perseguidos (Lc 6,20-22); en Mateo, a los pobres, a los mansos, a los que
lloran, a los hambrientos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los
pacíficos y a los perseguidos (Mt 5,3-12).
Lucas inculca con energía la primacía absoluta de la vida eterna y la
instrumentalidad de la vida terrena con todos sus bienes; una sola cosa es
necesaria, todo lo demás se ha de ordenar como un instrumento a la consecución
de este valor; así se comprende que la felicidad mayor del cristiano es sufrir por
Cristo: «Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los
cielos» (Lc 6,23).
Mateo recalca en las Bienaventuranzas un carácter más espiritual; los pobres
felices no son los pobres a secas, sino los pobres «en (o de) espíritu»; los
hambrientos son los que tienen hambre «de justicia», no de pan. En Lucas
predomina la dimensión social: la felicidad futura es una recompensa por las
miserias actuales. Mateo apunta más a la actitud interior, se fija en el ideal de la
pobreza.
Pero ambas dimensiones, la interior y la social o externa, están estrechamente
relacionadas; es lógico que, si existe un verdadero espíritu de pobreza,
conducirá necesariamente al desprendimiento efectivo de la riqueza.
LO COMÚN DE LAS BIENAVENTURANZAS
Las Bienaventuranzas comunes -pobreza, hambre, llanto, persecución- ponen de
relieve la felicidad del cristiano que acepta su condición de pobre -el hambre y
las lágrimas son consecuencias de la pobreza y un tributo de la misma- con fe,
esperanza y amor, y ya es por eso mismo ciudadano del Reino de Dios Reino
que ahora se encuentra en situación de lucha, pero que será Reino de felicidad
eterna en la gloria, y ponen de relieve también la felicidad del cristiano
perseguido, que no sólo tiene que aceptar los rigores de una existencia dura y
pobre, sino soportar la opresión y la persecución de los enemigos de Dios y de
la religión, como tuvieron que soportarla el pueblo de Israel, los profetas y sobre
todo Jesucristo.
~ 38 ~
Desde que Cristo murió en una cruz, antes de ser glorificado, padecimiento y
gloria, persecución y dicha son ya realidades inseparables.
La pobreza, el hambre y las lágrimas, lo mismo que la persecución, son
situaciones de privilegio para entrar en el Reino de los cielos. Es feliz quien
acepta todos estos males por Cristo y con Cristo; sin que ello signifique una
actitud pasiva, o fatalista, ante los males
Bienaventuranzas propias de Mateo
Las cuatro Bienaventuranzas propias de Mateo -mansedumbre, misericordia,
pureza de corazón y paz- subrayan otras varias disposiciones necesarias, cuya
posesión procura la verdadera felicidad del cristiano.
La mansedumbre se opone a la violencia y a la severidad excesiva (cfr. Mt
11,28-30; 23,4).
La misericordia, que se concreta en practicar obras de caridad con los
desgraciados, asegura la compasión del juez supremo (Mt 25,31-46).
La pureza de corazón es una disposición del alma, no un conjunto de actos
externos, efecto de unas abluciones rituales (Mt 23,25-28).
Los pacíficos son los que, además de poseer en sí mismos la paz, hacen obra de
pacificación entre los hermanos por su actitud conciliante
SAN PABLO hombre feliz
“Estén siempre alegres, oren sin cesar y
den gracias a Dios en toda ocasión; esta
es, por voluntad de Dios, su vocación de
cristianos” (1 Tes 5, 16- 18).
¿Pablo era feliz?
Entendiendo por felicidad, el estado de ánimo que se complace en la posesión
de un bien, la satisfacción, estar contento, alegre.
Carta a los Filipenses: Carta de la Alegría
Nota característica de la Carta a los Filipenses es la alegría: “Alégrense en el
Señor” (Flp 3,1), la fuente de ésta alegría es Jesús, por eso la carta insiste
diciendo:

~ 39 ~
“Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la
bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está
cerca” (Flp 4,4-5).
San Pablo hace pocas afirmaciones sobre el tema de la felicidad, pero las que
hace tienen una gran importancia teológica. Recogiendo un texto del A. T.
La razón de esta alegría es la presencia de Jesús entre nosotros, así se puede
sostener la lucha cotidiana contra la adversidad exterior y las inquietudes
interiores, porque “el Señor está cerca”.
Nuestra seguridad es que Cristo nos concede su paz, que conserva nuestros
corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús. Porque la alegría y la felicidad es
una experiencia profunda que el hombre hace de Dios en Jesús.
La vida cristiana es una vida de libertad vivida con alegría, porque con la venida
de Cristo la ley ha sido superada por la gracia.
Entre los frutos del Espíritu encontramos la alegría en Gálatas. Vemos que está
en segundo lugar, como una de las tres virtudes de la vida interior, luego de la
caridad y la paz.
Pablo nos enseña a aceptar las dificultades de la vida como una realidad que
contribuye al progreso espiritual del cristiano.
Aunque prisionero, cuando escribe la Carta a los Filipenses y con todo lo que le
ha sucedido, Pablo puede todavía alegrarse en el Señor. Llegando al final de la
carta nos dice: “Mientras tanto, hermanos míos, alégrense en el Señor” (Flp 3,1)
y después dice el motivo de esa alegría en el Señor: “Nosotros, en cambio,
somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como
Salvador el Señor Jesucristo” (Flp 3,20).
La espera de la venida del Señor Jesús y la transformación de nuestro cuerpo en
un cuerpo glorioso semejante al suyo es para los cristianos un motivo para
mantenernos llenos de esperanza y alegría.
Así, el mensaje de la Carta a los Filipenses puede sintetizarse en este núcleo
central: estén alegres, y nos invita a vivir una gran alegría.
(Salm 32,1-2), Pablo afirma que es feliz quien ha recibido el perdón de sus
pecados, y la felicidad que le atribuye es una dicha profunda que nace del
saberse uno en posesión de la justificación, es decir, de una pacificación total
con Dios (Rom 4,7-9).
~ 40 ~
En otra ocasión declara feliz a quien no tiene que hacerse a sí mismo ningún
reproche por las decisiones que ha tomado en conciencia en asuntos morales
dudosos (Rom 14,22).
Finalmente, Pablo juzga más feliz a la viuda que no contrae nuevas nupcias,
para poder dedicarse más fácilmente al servicio del Señor, que a la que se casa
otra vez (1 Cor 7,40).
LA TEOLOGÍA DE LA ALEGRÍA CRISTIANA.
La invitación urgente de Pablo a la alegría (cf Flp 3,4) no es una expresión
emotiva suya, una especie de deseo o de felicitación; es un imperativo basado
en un contexto teológico muy concreto.
El punto de partida es la experiencia del AT: cuando uno se acerca a Dios, lo
hace siempre en un contexto de gozo. En Pablo se trata de la cercanía de Cristo,
del contacto con él; allí está el imperativo de su alegría.
Se trata de una cercanía doble. En primer lugar, la escatológica, que relativiza la
vida respecto a la manifestación final de Cristo; en esta perspectiva, la alegría
va unida a la esperanza, y casi se trata de dos palabras sinónimas.
Pero hay además una cercanía inmediata, una concomitancia de Cristo respecto
a la vida que lleva el cristiano: el Cristo acogido por el cristiano tiende y hace
revivir, purifica continuamente de los residuos de pecaminosidad que son los
elementos de la antialegría, mediante la aplicación de la virtualidad de su
muerte.
Además, al hacernos participar activamente de la vitalidad de la resurrección,
Cristo nos da la posibilidad de amar gratuitamente, de "ser para"; y el amor da
gozo
En este contexto, los mismos sufrimientos cambian de signo: se trata de
compartir entonces los sufrimientos de Cristo, con su mismo valor soteriológico
(cf F1p 3.10); y así constituyen, paradójicamente, un don de gracia (cf F1p 1,29).
Animado por este coraje de la alegría, el cristiano sabrá exponer sus
preocupaciones a Dios, en vez de encerrarlas dentro de sí mismo o encerrarse él
en ellas (cf Flp 4,6). La participación en la vitalidad y en el amor de Cristo
resucitado lo impulsará a mirar con una apertura gozosa y constructiva todo el
horizonte de su realidad, sabiendo descubrir y valorar en ella los elementos
positivos (cf Flp 4,8).
~ 41 ~
• El Apocalipsis: Alegría de un pueblo que sufre
El Apocalipsis contiene siete bienaventuranzas y catorce maldiciones que
completan el cuadro que hace el N. T. de la felicidad del cristiano.
– El libro se abre ya proclamando feliz a quien guarde las palabras que
en él se contienen (1,3) y se cierra con una aseveración semejante
que corrobora la primera (22,7).
• Los cinco macarismos o bienaventuranzas restantes se refieren:

 a los muertos que mueren en el Señor, pues descansan ya de sus


fatigas y sus obras buenas les acompañan (14,13);
 a los cristianos que han permanecido vigilantes durante su vida y
han procurado llenarla de buenas obras (16,15);
 a los invitados al banquete de bodas del Cordero, ya que será
grande su felicidad al verse salvados (19,9; cfr. Lc 14, 15; 22,30;
Mt 26,29);
 a los que participen en la primera resurrección, pues así se verán
libres de la muerte eterna (20,6);
 y a los que hayan lavado sus vestidos en la sangre del Cordero, es
decir, a los que se hayan apropiado los efectos de la Redención,
porque así entrarán en la gloria celestial (22,14).
RESUMEN FINAL
La felicidad en los textos más antiguos del A. T. tiene un carácter más material
y terreno, se apunta más a la felicidad en la vida presente.
Con el progreso de la Revelación se amplía el horizonte; los textos más
recientes del A. T. señalan también la felicidad en la otra.
Y siempre la felicidad está en el amor o unión a Dios, en la sabiduría, en la
justicia o santidad de vida.
El N. T. es todo él Buena Nueva, Alegre Noticia (Evangelio);
Con una invitación a la felicidad saluda el ángel a María en la Anunciación:
«Ave (alégrate), llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc 1,28); y también con
una invitación a la alegría anuncia el ángel el nacimiento de Cristo a los
pastores: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el

~ 42 ~
pueblo; os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador, que es el Cristo
Señor» (Lc 2,10).
La felicidad es la salvación que trae Jesucristo y la salvación consiste en la
identificación con Él, ya en esta vida; ésa es la voluntad de Dios: la perfección o
santidad, que es unión con Dios, caridad, que inicia la felicidad del hombre en
esta vida y se consuma en el cielo.
La felicidad no es, pues, sólo futura, en la otra vida para los que en ésta han sido
desgraciados, sino que es también presente, pero supone esfuerzo y dolor.
De modo que la felicidad eterna en el cielo es sólo para los que son también
felices en la tierra en medio de la lucha y el dolor; el hombre es responsable de
su felicidad, del cumplimiento o no de su vocación
CONCLUSION
En la Anunciación-Encarnación, el ángel invita a María a vivir la alegría
mesiánica: "Alégrate, llena de gracia..." (Lc 1, 28).
María se llena de gozo en el Señor pues el Mesías nacerá de Ella por obra del
Espíritu Santo.
El cántico del Magníficat es una hermosa expresión de alegría humilde, limpia,
transparente, profunda.
María exulta de gozo "en Dios mi salvador porque ha hecho en mí grandes
maravillas" (Lc 1, 47.49).
Cuando María y José presentan al niño en el templo, tanto el anciano Simeón
como Ana se gozan en el Espíritu ante la presencia del Reconciliador (Lc 2, 29-
38).
La alegría es fruto de la presencia de Dios que llena el corazón de la persona por
eso debe de ser una de las características de la vida del cristiano:

 al saber que Dios no está lejos, sino cercano;


 que no es indiferente, sino compasivo;
 que no es ajeno, sino un Padre misericordioso que nos sigue con cariño
en el respeto de nuestra libertad: este es motivo de una alegría
profunda: ¿Cómo no estar alegres si Dios es nuestro Padre y nos ama?
La alegría auténtica nadie nos la puede quitar. Es la alegría de los mártires y de
todos los santos. Si vivimos en el Espíritu tenemos ya, anticipadamente, los
~ 43 ~
primeros frutos de la felicidad del cielo, aun en medio de las tribulaciones. El
cristiano tiene pruebas y sufrimientos en este mundo. Sufre también porque es
solidario con el sufrimiento de otros. Pero ese dolor no puede quitarle el gozo
profundo de saber que Cristo ha triunfado. Cristo venció el pecado y la muerte.
Ha resucitado y nosotros resucitaremos con El. Para los que están en Cristo, las
pruebas son purificación. Somos podados para después dar mas frutos.
• Para profundizar
Motivos de la alegría cristiana: Dt 16,14-15; Dt 26,11; 1Sam 2,1-2; Sal 5,12-
13; Sal 16(15),7-11; Jer 15,16; Lc 2,10-11; Lc 10,20; Lc 15,6-7; Lc 15,32.
La alegría es signo del cristiano: Sal 33(32),1; Hch 5,41; 1Tes 5,16-18.
Dinámica del dolor-alegría: Jn 16,22; Rom 5,3-5; 2Cor 1,3-5; Col 1,24; 2Tim
1,11-12; Heb 10,32-36; Heb 12,1-4; Stgo 1,2-4; Stgo 1,12; 1Pe 1,6-7; 1Pe 3,13-
14; 1Pe 4,12-14; Ap 7,14-17.
Pbro. Felipe Vega Salcido

CATEQUESIS EN LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO


PRIMERO LO HUMANO
Con quienes estoy?
3 rasgos de este grupo
Que prevalece: juventud o experiencia
Coordinadores
Datos o experiencias significativas de esta Sem
Que no quieres que se repita, qué hay que evitar
OBJETIVO GENERAL
Ofrecer un espacio de formación a los catequistas, para que sigan transmitiendo
el Evangelio con alegría
OBJETIVO DE ESTE DÍA
Lugar que tiene la catequesis en la Exhortación del Papa Francisco y, en
consecuencia, la alegría en el perfil del catequista parroquial.
ACLAREMOS CONCEPTOS
¿QUÉ HAN ENTENDIDO QUE ES LA ALEGRÍA?
Sentimiento de placer producido normalmente por un suceso favorable que
suele manifestarse con un buen estado de ánimo, la satisfacción y la tendencia a
la risa o la sonrisa.
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Es una de las emociones básicas, junto con el miedo, la ira, el asco, la tristeza y
la sorpresa.
Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos
niveles de energía y una poderosa disposición. La alegría es una emoción, la
acción constructiva, que puede ser percibida en toda persona, siendo así que
quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos. La
tristeza es la emoción contraria.
¿Actitud (voluntaria) o regalo (parte de nuestro ser)?
La fe de la Iglesia y la experiencia de los santos enseñan que la gracia es la
fuente de alegría y que la verdadera alegría viene de Dios. En María, como en
los cristianos, el don divino es causa de un profundo gozo.
“Alégrate llena de gracia el Señor está contigo” Lc 1,26
De qué se tenía que alegrar.

“Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y


tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos
poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos
serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de
los Cielos. Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con
mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque
su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los
profetas anteriores a ustedes”.
Mt 5, 1-12

DIAGNOSTICO
Califica a tus catequistas… alegres o momias?
¿Por qué es importante la actitud de la alegría en la Iglesia, en los catequistas?
Has visto bostezar al pueblo de Dios?
Has visto bostezar a los evangelizadores?
Síndrome de la amargura
Es un sentimiento prolongado de frustración o resentimiento, es algo fuerte y
pesado que punza hasta lo más profundo del corazón; la amargura es un estorbo;
y la persona amargada, contamina a los demás. es una de las peores clases de
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sentimientos y emociones, que el ser humano puede experimentar, las personas
que no han podido salir de su amargura, nunca experimentan felicidad, ni paz,
ni amor, ni gozo, ni ninguna fuente de deseo por ser feliz; de hecho, las
personas se alejan de ella.

EVANGELII GAUDIUM

Ideas fundamentales de la exhortación apostólica Evangelii


Gaudium.
ANALICEMOS
¿EL EVANGELIO PRODUCE ALEGRÍA?
CUANDO SÍ PRODUCE QUÉ ALEGRÍA ES, SE MANIFIESTA?
CUÁL ES EL PROBLEMA NO LO ESCUCHAN, O NO SABEN SER
ALEGRES

I. Alegría que se renueva y se comunica

“LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que
se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del
pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre
nace y renace la alegría.
Dice el Papa, “Quiero dirigirme a los fieles cristianos, para invitarlos a una
nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la
marcha de la Iglesia en los próximos años”.
El gran riesgo del mundo actual, con su variada y fuerte oferta de consumo, es
una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la
búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada… Los
creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y
se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una
vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en
el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado”.
“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a
renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar
la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”.
“El Evangelio, que es Buena Noticia, invita insistentemente a la alegría. Bastan
algunos ejemplos: ‘Alégrate’ es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita
de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc
1,41). En su canto María proclama: ‘Mi espíritu se estremece de alegría en Dios,
mi salvador’ (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama:
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‘Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud’ (Jn 3,29). Jesús mismo ‘se
llenó de alegría en el Espíritu Santo’ (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo:
‘Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea
plena’ (Jn 15,11). Él promete a los discípulos: ‘Estarán tristes, pero su tristeza
se convertirá en alegría’ (Jn 16,20). E insiste: ‘Volveré a verles y se alegrará su
corazón, y nadie les podrá quitar su alegría’ (Jn 16,22). Después ellos, al verlo
resucitado, ‘se alegraron’ (Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles
cuenta que en la primera comunidad ‘tomaban el alimento con alegría’ (2,46).
Por donde los discípulos pasaban, había ‘una gran alegría’ (8,8), y ellos, en
medio de la persecución, ‘se llenaban de gozo’ (13,52). Un eunuco, apenas
bautizado, ‘siguió gozoso su camino’ (8,39), y el carcelero ‘se alegró con toda
su familia por haber creído en Dios’ (16,34).
Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de
vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué agarrarse… No me
cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro
del Evangelio: ‘No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran
idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un
nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva’. Ese encuentro –
o reencuentro– con el amor de Dios se convierte en feliz amistad, nos saca de
nosotros mismos y nos lleva a los demás para compartir con ellos nuestra
alegría de haber encontrado a Jesús”.

II. La dulce y confortadora alegría de evangelizar


“La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los
otros. En eso, en definitiva, consiste la misión. Por consiguiente, un
evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y
acrecentemos la alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre
lágrimas
Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, una nueva alegría en la fe y una
fecundidad evangelizadora. En realidad, el centro y la esencia del anuncio es
siempre el mismo: el Dios que manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y
resucitado. Él hace a sus fieles siempre nuevos; Él es siempre fuente constante
de novedad. Cada vez que intentamos volver a los orígenes y recuperar la
frescura del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas
de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado
para el mundo actual.
“La verdadera novedad es la que Dios mismo misteriosamente quiere producir,
la que Él inspira, la que Él provoca, la que Él orienta y acompaña de mil
maneras. En toda la vida de la Iglesia debe manifestarse siempre que la
iniciativa es de Dios, que «Él nos amó primero» (1 Jn 4,19) y que «es Dios
quien hace crecer» (1 Co 3,7).
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Las cosas no pueden seguir igual. Dicho de otro modo, se precisan cambios. Ya
no nos sirve conformarnos con lo logrado. Hay que colocarse en un ‘estado
permanente de misión’. Son ya muchos los llamados en los últimos años a pasar
de una pastoral de mantenimiento a una pastoral de misión.
“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las
costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se
convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual.

Esta renovación ha de llegar a la parroquia para que siga siendo “la misma
Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas. Esto supone que
realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se
convierta en una compleja estructura separada de la gente o en un grupo de
selectos que se miran a sí mismos.

III. Desde el corazón del Evangelio


“Cada verdad se comprende mejor si se la pone en relación con la armoniosa
totalidad del mensaje cristiano, y en ese contexto todas las verdades tienen su
importancia y se iluminan unas a otras. Cuando la predicación es fiel al
Evangelio, se manifiesta con claridad la centralidad de algunas verdades y
queda claro que el compromiso moral cristiano es ante todo respuesta al Dios
amante que nos salva, reconociéndolo en los demás y saliendo de nosotros
mismos para buscar el bien de todos”.
Esta relación entre el mensaje y nuestro comportamiento nunca se debe perder.
Nuestro comportamiento cristiano, antes que una obligación, es la respuesta de
amor a la escucha del mensaje y a la experiencia de sentirnos profundamente
queridos por Dios. Es la experiencia del amor que Dios nos tiene lo que nos
impulsa a responderle, a amarle a Él. Y eso lo hacemos a la manera que Él
mismo nos enseñó: amando a los demás.

IV. La misión que se encarna en los límites humanos

Por ello, cabe recordar que desde una actitud evangelizadora, todo
adoctrinamiento ha de realizarse desde la cercanía, el amor y el testimonio para
que pueda despertar la adhesión del corazón. La evangelización tiene como
punto de partida el testimonio, tanto personal como comunitario, y ha de
hacerse desde la cercanía y el cariño.

V. Una madre de corazón abierto


La Iglesia ‘en salida’ es una Iglesia con las puertas abiertas. No quiero una
Iglesia preocupada por ser ella misma el centro.
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Capítulo segundo
En la crisis del compromiso comunitario
No a una economía de la exclusión. Para que nadie cambie y para no
comprometernos se trabaja una globalización de la indiferencia: así es la vida y
se puede hacer nada. Nos hacemos personas insensibles e incapaces de
compadecernos de los demás.

II. Tentaciones de los agentes pastorales


Hoy se puede advertir que, en ocasiones, “la vida espiritual se confunde con
algunos momentos religiosos que brindan cierto alivio pero que no alimentan el
encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión evangelizadora.
Así, pueden advertirse en muchos agentes evangelizadores, aunque oren, una
acentuación del individualismo, una crisis de identidad y una caída del fervor.
Son tres males que se alimentan entre sí”.

“Cuando más necesitamos un dinamismo misionero que lleve sal y luz al


mundo, muchos laicos sienten el temor de que alguien les invite a realizar
alguna tarea apostólica, y tratan de escapar de cualquier compromiso que les
pueda quitar su tiempo libre. Hoy se ha vuelto muy difícil, por ejemplo,
conseguir catequistas capacitados para las parroquias y que perseveren en la
tarea durante varios años”.

“El problema no es siempre el exceso de actividades, sino sobre todo las


actividades mal vividas, sin las motivaciones adecuadas, sin una espiritualidad
que impregne la acción y la haga deseable. De ahí que las tareas cansen más de
lo razonable, y a veces enfermen”.

El deseo de ver frutos inmediatos “hace que los agentes pastorales no toleren
fácilmente lo que signifique alguna contradicción, un aparente fracaso, una
crítica, una cruz”.

Cuando la vida del creyente no se vive iluminada por la fe, ésta se va


desgastando, aparecen la tristeza la desgana y la desilusión y los cristianos se
convierten en “momias de museo”. Por todo esto me permito insistir: ¡No nos
dejemos robar la alegría evangelizadora!
“Una de las tentaciones más serias es la conciencia de derrota que nos convierte
en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre. Nadie puede
emprender una lucha si de antemano no confía plenamente en el triunfo.
Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir
adelante sin declararse vencidos, y recordar lo que el Señor dijo a san Pablo: ‘Te
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basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad’ (2 Co 12,9). El
triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es
bandera de victoria, que se lleva con una ternura combativa ante los empujes del
mal. El mal espíritu de la derrota es hermano de la tentación de separar antes de
tiempo el trigo de la cizaña, producto de una desconfianza ansiosa y
egocéntrica”.

“Hoy se nos plantea el desafío de responder adecuadamente a la sed de Dios de


mucha gente, para que no busquen apagarla en propuestas alienantes o en un
Jesucristo sin carne y sin compromiso con el otro. Si no encuentran en la Iglesia
una espiritualidad que los sane, los libere, los llene de vida y de paz al mismo
tiempo que los convoque a la comunión solidaria y a la fecundidad misionera,
terminarán engañados por propuestas que no humanizan ni dan gloria a Dios”.
No a la mundanidad espiritual
“La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad
e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria
humana y el bienestar personal. Es un modo sutil de buscar ‘sus propios
intereses y no los de Cristo Jesús’ (Flp 2,21).

En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio


de la Iglesia, pero sin preocuparles que e
“El testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas es
siempre una luz que atrae. Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas
comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas
formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos
de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa. ¿A quién vamos a
evangelizar con esos comportamientos? El Evangelio llegue realmente a
conectar con la vida de las personas y la realidad de la historia. En otros, la
misma mundanidad espiritual se esconde detrás de una fascinación por mostrar
conquistas sociales y políticas, o mostrarse como alguien que lleva una vida
social muy intensa, llena de salidas y reuniones, pero en el fondo se va uno
buscando a sí mismo, lejos del estilo de Cristo encarnado, crucificado y
resucitado, que quería vida para todos y por eso buscaba a los perdidos”.

Persona a persona
“Hay una forma de predicación que nos compete a todos como tarea cotidiana.
Se trata de llevar el Evangelio a las personas que cada uno trata. Es la
predicación informal que se puede realizar en medio de una conversación. Ser
discípulo es tener la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y

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eso se produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en
el trabajo, en un camino.

Una catequesis kerygmática y mistagógica


“La educación y la catequesis están al servicio de este crecimiento”.
“En la catequesis tiene un rol fundamental el primer anuncio o «kerygma», que
debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora... En la boca del catequista
vuelve a resonar siempre el primer anuncio: ‘Jesucristo te ama, dio su vida para
salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte,
para liberarte’.
Toda formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma. La
centralidad del kerygma demanda ciertas características del anuncio que hoy son
necesarias en todas partes: que exprese el amor salvífico de Dios previo a la
obligación moral y religiosa, que no imponga la verdad y que apele a la libertad,
que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad, y una integralidad
armoniosa que no reduzca la predicación a unas pocas doctrinas a veces más
filosóficas que evangélicas. Esto exige al evangelizador ciertas actitudes que
ayudan a acoger mejor el anuncio: cercanía, apertura al diálogo, paciencia,
acogida cordial que no condena”.
Es bueno que toda catequesis preste una especial atención al ‘camino de la
belleza’. Anunciar a Cristo significa mostrar que creer en Él y seguirlo no es
sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar la vida de un
nuevo resplandor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas… Es
bueno que los evangelizadores sean vistos como alegres mensajeros, custodios
del bien y la belleza”.

Capítulo quinto: Evangelizadores con Espíritu


“Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que se abren sin
temor a la acción del Espíritu Santo.

13.00 – 2.00 LAS FASES DEL CATEQUISTA ALEGRE


LAS FASES DEL EVANGELIZADOR FELIZ
¿Cuáles son las razones que pueden hacer que el catequista sea alegre?
¿Se trata de sonreir?
La sonrisa: puede ser auténtica / educada / necesaria / falsa / de protocolo
Cuáles son las fases de la sonrisa
• Durante las últimas fases de la vida del feto, el niño empieza a sonreír. La
sonrisa fetal no es una actividad consciente, sino un reflejo automático que
ejerce el músculo risorio (presente en los hombres y ausente en animales).

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• A la segunda semana de vida, el recién nacido expresa con la sonrisa el
estado de bienestar por la satisfacción de sus necesidades elementales.
• Durante la quinta o sexta semana, el bebé empieza a sonreír a una serie de
estímulos externos, como la voz de la mamá, un sonido o la cara de
alguien que se le acerca.
• Después de los tres meses, aparecen las primeras risas en voz alta.
• Hacia el quinto mes de vida, el niño empieza a diferenciar entre una cara
familiar y una cara extraña.
• Al octavo mes, ya es capaz de negar la sonrisa a las personas que no
conoce.
Un bebé ríe o sonríe 50 veces en un día. Un adolescente, unas 30 veces, y un
adulto unas 10-20 veces al día.
¿El catequista cuántas veces?
La sonrisa como sacramento: signo que indica una gracia
Hagamos la definición, primero en personal y luego en equipos de 4
La alegría con Amor te ayuda a ver a Dios en todo, sin Amor te hace un bufón.

NO PUEDE ESTAR TRISTE UN CORAZÓN QUE AMA A CRISTO….


PASOS DEL TALLER:
QUÉ HAY QUE VENCER QUE ME IMPIDE SER FELIZ
EN QUÉ ME VOY A APOYAR PARA SER FELIZ
CÓMO LOGRAR SER FELIZ AHORA MISMO
CÓMO COMPARTIR ESA ALEGRÍA A LOS DEMÁS
QUÉ SIGNO SE LES ENTREGA COMO ESFUERZO PERMANENTE
1. QUITAR O ASUMIR LO QUE TE AVINAGRA: REFLEXIONA
2. TENER UN ENCUENTRO PROFUNDO CON CRISTO DESDE SU
PRESENCIA AMOROSA Y CONFORTADORA QUE NOS INVITA A
UNA VIDA CREATIVA, RESPONSABLE, FELIZ Y PLENA.
3. EJERCICIO – SER PARA EL OTRO EL ROSTRO ALEGRE Y
AMOROSO DE CRISTO
4. EXPRESAR EN UN DIBUJO O CARTA TODO LO QUE TE HACE
FELIZ SIN DEJAR DE SONREIR
5. SIN DEJAR DE SONREIR COMPARTIRLO EN UN EQUIPO DE 6
El llamado de Dios es a la felicidad y a la plenitud, es abrirse al querer y la
voluntad de Dios. A sea lo que sea. Lo que Dios quiera.

Pbro. Ernesto Guízar Godínez

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