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ARQUIDIÓCESIS DE GUADALAJARA
INSTITUTO DE TEOLOGÍA
“SAN CRISTÓBAL MAGALLANES”
AFILIADO A LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD LATERANENSE
EXAMEN DE BACHILLERATO
MINISTERIO ORDENADO
0
MINISTERIO ORDENADO
1. Describe porqué Jesucristo es sacerdote y cuál es la significación neo
testamentaria de dicho término.
A diferencia del sacerdocio del AT que fue en su conjunto fiel a su misión: con sus liturgias,
sus enseñanzas y la redacción de los libros sagrados, mantuvo de edad en edad la vida religiosa del
pueblo de Dios. “Los presbíteros del NT por su vocación y orientación son segregados del pueblo
de Dios; no para estar separados del pueblo, sino para consagrarse totalmente a la obra para la cual
el Señor los llama” (PO 3). Jesús nunca se atribuye el titulo de sacerdote, y era evidente que no era
un sacerdote judío, no pertenecía a la tribu de Leví, ni jamás reivindicó una pertenencia a
semejante sacerdocio, sin embargo, podemos constatar que no cesó de actuar como sacerdote. Para
definir su misión utiliza términos sacerdotales, sobre todo cuando habla de su muerte como
sacrificio. Se revela como tal por la ofrenda de su sacrificio y por el servicio de la palabra 1. El
sacerdocio de Jesús consistía en una determinada manera de vivir su existencia humana (Ex 29; Lev
8-9).
Analíticamente desde la lectura del Nuevo Testamento se afirma que Cristo es sacerdote por
lo mismo que es enviado, con lo que la misión y el sacerdocio predicados de Jesucristo coinciden.
1
A. GEORGE. Sacerdocio, en X. LEÓN, Vocabulario de teología Bíblica, Barcelona Herder, 1980. p. 818.
2
J. HERNÁNDEZ ROJO; J., El sacerdote, pastor y oveja, San Pablo, México 2000. p. 10.
3
Ibid. p. 12.
1
2. Analiza las distintas participaciones del sacerdocio de Cristo
Siendo que el sacerdocio en general, ha sido establecido para los hombres en el servicio de
Dios, por lo que su función especifica es el asegurar la mediación entre Dios y los hombres. El
sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque se distinguen
esencialmente, se ordenan el uno al otro, pues cada uno participa de forma peculiar del único
sacerdocio de Cristo.
Por tanto, todo el pueblo de Dios es sacerdotal, en virtud del bautismo que le incorpora a
Cristo y son instituidos por este sacramento como sacerdotes, profetas y reyes, ya que los
bautizados son consagrados como casa espiritual ,y sacerdocio santo y regio por la regeneración y
por la unción del Espíritu Santo, para que por medio de todas las obras del cristiano ofrezcan
sacrificios espirituales y anuncien las maravillas de quien los llamó de las tinieblas a su luz
admirable para ser ahora el pueblo de Dios (Cf. l Pe 2, 9-10). Esta responsabilidad del cristiano-
sacerdote se puede expresar en acciones concretas: ofrecer a Dios sacrificios de justicia, elevar
oraciones al Padre, el anuncio del reino con la proclamación de la Palabra de Dios, nuestro
testimonio de nuestra incorporación al sacerdocio de Cristo que perdura eternamente.
1. “Es común a todos los que son del pueblo de Dios (toda la Iglesia forma una unidad viviente.
Cada uno de sus miembros participa de este sacerdocio común, solidariamente con todos los
demás5).
4
Ibid. p. 83.
5
COSTE R., El hombre sacerdote, Herder, Barcelona, 1969, p 81.
2
2. Es también sacramental puesto que viene por el Bautismo.
Por tanto, el sacerdocio ministerial, lo desempeñan ministros de Cristo, esto es, servidores,
vicarios y representantes de Él, que en persono y en nombre de Cristo realizan el sacrificio y los
Sacramentos y pregonan su mensaje. Este sacerdocio, es solo de algunos, de aquellos que han
recibido por el sacramento del orden la consagración ontológica del carácter y de la potestad
sacerdotal. El sacerdote recibe un sacramento que imprime carácter por lo que quedan sellados por
toda la eternidad.
La diferencia esencial entre estos dos tipos de sacerdocio consiste en que el sacerdocio
común es una dignidad sacerdotal que tiene colectivamente el pueblo de Dios formado por
miembros que le son incorporados por el bautismo, mientras que el sacerdocio ministerial es el que
individualmente por la ordenación tienen los sacerdotes como ministros para ofrecer al Padre, en
representación de Cristo, el mismo y único sacrificio de su Cuerpo y Sangre, Sacerdocio que lleva
consigo la potestad de santificar, enseñar y gobernar a los fieles con su subordinación a los obispos 6.
La especie del sacerdocio viene dada por la especie de la oblación o de la acción sacrificial; y es de
especie distinta en el sacerdocio común y en el sacerdocio ministerial. “El sacerdocio ministerial
difiere esencialmente del sacerdocio común de los fieles porque confiere un poder sagrado para el
servicio de los fieles” (CEC 1592).
2. Consagración y participación en el ser y en el obrar de Cristo, por medio del sacramento del
orden.
El sacerdote:
1. Se configura con Cristo y actúa en nombre de Cristo cabeza; al servicio de Cristo Maestro,
Sacerdote y Pastor, y para la edificación de todo el pueblo de Dios (Cf. PO 1-3), es un
“instrumento vivo de Cristo” (PO 12).
5. Prolonga la oración de Cristo; a ejemplo de Cristo de quien toda su vida fue un amoroso
dialogo con el Padre; una oración continua con Dios Padre, debe prolongar la obra de Cristo
en la oración, en el contacto con el Padre, en comunicación con El.
El fin que persiguen los presbíteros con su ministerio y vida es procurar la gloria de Dios en
Cristo. Esta gloria consiste en que los hombres reciban consciente, libre y agradecidamente la obra
7
Cf.. HERNÁNDEZ ROJO, J. Op. cit. p 38.
8
COSTE René, “El hombre sacerdote”, Herder, Barcelona 1969. p. 70.
4
de Dios, acabada en Cristo y la manifiesten en su vida entera 9, ya que todo sumo sacerdote es
tomado de entre los hombres, para ponerlo a favor de los hombres, en las cosas que miran a Dios
(Cf. Hb 5,1).
c. Dar testimonio; el pastor debe procurar que sus fieles sean motivados a ejercer una
vida más cristiana en virtud de un buen ejemplo, viviendo y actuando rectamente a
fin de que de igual forma que él lleguen a ser admiradores e imitadores de Cristo y
no se desvíen.
2. LITÚRGICA: Dios consagra a los presbíteros, por medio de los obispos, para que
participando de una forma especial del sacerdocio de Cristo, en la celebración de las cosas
sagradas, obren como ministros de quien por medio de su Espíritu efectúan continuamente
por nosotros su oficio sacerdotal en la liturgia. Todos los sacramentos, al igual que todos los
ministerios eclesiásticos y las obras del apostolado, están con la Eucaristía, hacia ella se
ordenan. Es pues la celebración eucarística el centro de la congregación de los fieles que
preside el presbítero (Cf. PO 5). Los Presbíteros ofrecen al Padre, en el sacrificio de la Misa,
la divina víctima y ofrecen junto con ella la oblación dé su propia vida. De igual manera,
tarea del presbítero es enseñar a los fieles a participar en las funciones de la sagrada liturgia,
de manera que también en ellos susciten una cada vez más sincera y perfecta oración según
las gracias y necesidades de cada uno.
9
Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros. No. 2.
5
5. Distingue el triple grado del ministerio ordenado y la naturaleza de cada uno.
5.1. Episcopado
Puesto que la divina misión encomendada por Cristo a sus apóstoles ha de durar hasta el fin
de los tiempos (Cf. Mt 28,20), ya que el evangelio que ellos deben trasmitir en todo tiempo es el
principio de la vida para la Iglesia. Por lo cual, los apóstoles en esta sociedad jerárquicamente
organizada tuvieron cuidado de establecer sucesores (Hch 20,28). Estos han confiado legítimamente
la función de su Ministerio en diversos grados a diversos sujetos en la Iglesia (Cf. LG 28; CIC
1562). Entre los diversos ministerios que existen en la Iglesia ocupa el primer lugar el ministerio de
los obispos, que a través de una sucesión que se remonta hasta el principio, son los trasmisores de la
semilla apostólica (Cf. LO 20: CEC 1555). Por la consagración episcopal se recibe la plenitud del
sacramento del orden. De hecho se le llama, tanto en la liturgia de la Iglesia como en los Santos
Padres “Sumo sacerdocio” o “cumbre del ministerio consagrado” (Cf. LG 21; CEC 1557).
La consagración episcopal confiere la plenitud del sacramento del Orden, por esto se llama
en la liturgia de la Iglesia y el oficio de santificar, confiere también el oficio de enseñar y regir, los
cuales, sin embargo, por su naturaleza, no pueden ejercitarse sino en comunión con la cabeza y
miembros del Colegio Episcopal (Cf.. LO 21). Por tanto, “el obispo es el fundamento visible de la
unidad en la Iglesia particular y en su presbiterio” (Cf., LG 23; PO 7.8). La preocupación del obispo
por sus sacerdotes, compartiendo con ellos toda su existencia y su forma de vivir, es imprescindible
para la construcción de la comunidad y familia sacerdotal del presbiterio. Tares del obispo con su
presbiterio será: 10
Atención pastoral al matrimonio y a la familia: ya que en ellas están los futuros éxitos o
fracasos de la sociedad, es urgente esta tarea, ya que, será una buena sociedad si los padres educan a
los hijos en los valores humanos y cristianos, tarea que deben apoyar los pastores, para que la
familia sea una comunidad de amor; formadora de una comunidad de personas, servicio a la vida,
participación en el desarrollo social y la participación en la vida y misión de la Iglesia.
Nueva evangelización; para formar una comunidad es necesaria una nueva evangelización
en su ardor, en sus métodos y en su expresión.
5.2. Presbiterado
Los presbíteros, en el ejercicio de su potestad dependen de los obispos (son sus
cooperadores). Unidos a ellos en el honor del sacerdocio y en virtud del sacramento del orden, han
sido consagrados como verdaderos sacerdotes, según la imagen de Cristo, sumo y Eterno Sacerdote
(Hb 5,1.10; 7,24), para predicar el evangelio y apacentar a los fieles y para celebrar el culto divino.
Participando, en el grado propio de su ministerio del oficio de Cristo, único Mediador (1 Tim 2,5).
Anuncian a Todos la divina palabra, pero su oficio sagrado lo ejercitan, sobre todo en el
culto eucarístico o comunión en el ministerio de la reconciliación y alivio. El presbítero como
colaborador del obispo, como ayuda e instrumento suyo llamado a servir al Pueblo de Dios, forman
junto con su obispo, un presbiterio (Cf. LG 28).
10
Cf.. HERNÁNDEZ ROJO J., Op cit. p 143-150.
6
El sacerdote representa a Cristo cabeza y Pastor, en esto se basan los elementos
constituyentes del sacerdocio ministerial. Con tres ejes resaltados por el Vaticano II:
1. SACRAMENTALIDAD:
3. RELACIONALIDAD:
b. El presbítero, ser relacional con sus vertientes o direcciones: relación con Cristo, con
el sacramento, con la Iglesia, con el ministerio apostólico y con la comunidad. El
servicio del presbiterado, a favor de la totalidad de la Iglesia11.
5.3. Diaconado
En el grado inferior de la jerarquía están los diáconos, que reciben la imposición de manos
no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio. Así, confortados con la gracia sacramental,
en comunión con el Obispo y su presbiterio, sirven al pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia
de la palabra y de la caridad. Participan de una manera especial en la misión y gracia de Cristo (Cf.
LG 41). El sacramento del orden los ha marcado con un sello (carácter) que nadie puede hacer
desaparecer y que los configura con Cristo que se hizo «diácono». Su oficio propio es la
administración del bautismo, el observar y distribuir la Eucaristía, el asistir y bendecir los
matrimonios en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la sagrada escritura a
los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles. Con el
consentimiento del Romano Pontífice este diaconado se podrá conferir a hombres de edad madura
11
SÁNCHEZ CHAMOSO ROMÁN, Ministros de la Nueva Alianza, CELAM – CEM, México, 1990.
7
aunque estén casados, o también a jóvenes idóneos; pero para estos debe mantenerse firme la ley
del celibato.
El sacerdote pastor sabe que su trabajo es el mismo que el de Cristo el Buen pastor. Aquel
que conoce a sus ovejas una a una, que ofrece su vida por ellas y que quiere congregar a todos “en
un solo rebaño y en un solo pastor” (Jn 10, 11.16). “Es el pastor que ha venido no para ser servido,
sino para servir” (Mt 20,28). Por tanto, la razón de ser de los pastores, esta vinculada al derecho de
todo seglar de recibir con abundancia de sus sagrados pastores, los bienes espirituales de la iglesia,
ante todo, los auxilios de la palabra de Dios y de los sacramentos; y han de hacerles saber con
aquella libertad y confianza digna de los hijos de Dios y de los hermanos en Cristo, sus necesidades
y sus deseos.
Los pastores deben: alimentar, fortificar a los laicos, servirles gustosamente, escucharlos
caritativamente, promover su dignidad, reconocer su propia dignidad y su propia responsabilidad,
escuchar gustosamente sus consejos, dejarles espacio y libertad para actuar, darles animo para que
asuman responsablemente sus tareas y considerar con amor de Padre, las iniciativas, las peticiones y
los deseos que propongan13 Todo ello llevado a cabo bajo los más cristianas actitudes; actitud de
misericordia, de amor, de compasión de búsqueda, de compromiso, de continuo servicio fraterno,
actitud de quien tiene plena conciencia de ser pastor, actitud preferencial (hacia los más
necesitados), no buscando los intereses personales14.
1. Se cerrarían las puertas a la vida religiosa, ya que la eucaristía, que es el culmen de la vida
cristiana, no la podría tener el pueblo, al igual que el sacramento de la penitencia.
Cristo fundó su Iglesia cimentada en él mismo y en sus apóstoles como sus columnas, por
tanto, el Sacerdote, como colaborador de quien es sucesor directo de los apóstoles, por su
sacerdocio ministerial es signo personal de Cristo Sacerdote y Buen Pastor, a modo de “Instrumento
vivo” (Cf.. PO 2), debe servir a la comunidad eclesial, como principio de unidad de todas sus
12
COSTE, R., Op. cit. p. 137
13
HERNÁNDEZ ROJO, J., Op cit. p. 44
14
Ibid p 75-81.
15
Ibid p. 40.
8
vocaciones, ministerios y carismas (Cf. PO 6.9). Para que en ella se prolongue la misión de Cristo
(Jn 20,21). Por esto la Iglesia existe para evangelizar (EN 14). Aquí radica la importancia del
sacerdocio ministerial.