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Elisabeth Lukas Logoterapia La busqueda de sentido Titulo original: Lehrbuch der Logotherapie Originalmente publicado en aleman, en 1998, por Profil Verlag, Munich y Viena Traduccién realizada a partir de la edicin original ampliada en 2002 Traduccién de Héctor Piquer Cubierta de Diego Feijoo ‘Quedan rigurosamente prohibidas, sin Ia autorizacién escrita de los titulares det coppright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total © parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la eprografiay el tratamiento informatico, y la distribucién de ejemplares de ell mediante alquiler 0 préstamo piiblicos © 1998 Profil Verlag GmbH © 2003 de la traduccién, Héctor Piquer © 2003 de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidos Ibérica, S.A. Mariano Cubi, 92 -08021 Barcelona y Editorial Paidés, SAICF, Defensa, 599 — Buenos Aires http://www.paidos.com ISBN: 84-493-1461-5 Depésito legal: B. 33.166/2003 Impreso en Hurope, S.L. Lima, 3- 08030 Barcelona Impreso en Espafia — Printed in Spain 10 LOGOTERAPIA EI problema de la ignorancia: el individuo atrin- cherado en la indiferencia ...............45- 3. Reflexiones sobre una «retérica del amor» . Elemento de estilo de conversacién 1: revaluar a la POTIONS csiecrsers os aos emma sa we emeommNN 8 Elemento de estilo de conversaci6n 2: contribuir a TPGIATIdAaM cise tos cearsinecenein. ee 08 tamer oH Elemento de estilo de conversaci6n 3: j ternativas .... Elemento de estilo de conversacion huellas del sentido ............4+ 4. Los métodos de la logoterapia ............+.++ Los grupos de neurosis segtin Viktor E. Frankl ... EI origen de las neurosis de ansiedad ... . La curaci6n de las neurosis de ansiedad Jaque al caracter neurético obsesivo Un poco de falta de amor: la histeria .. Salvaci6n mediante renuncia ..........-.0 000 Un esbozo multidimensional contra las adicciones Trastornos de la conducta alimentaria: un complejo problematico con dos raices .......-...0.055 Evitar las lesiones iatrégenas - El acompanamiento de enfermos somatégenos/ ENdOgeNnOS . 6... cece eee eee eee Dominar los golpes del destino Neurosis y depresiones noogenas Salir del vacio existencial Cémo se generan los trastornos del suefio y las disfunciones sexuales .. 2.6.0.6... eee eee ee Una receta contra el egocentrismo Prevencion y seguimiento Sobre los valores de lavida ............0+ eee 5. La evolucion de la logoterapia ................ Pax y logos: rasgos fundamentales de la terapia fa- miliar centrada en el sentido .............-4. 101 104 108 112 17 7 126 132 143 153 162 169 174 178 186 197 206 213 221 228 236 242 251 SUMARIO i Dejar una huella dorada: una manera muy distinta de autoconocimiento .. .. 262 Correspondencia de las directrices clinico-diag- nosticas de la CIE-10 con la terminologia logote- WAPEUUGA acessceciaze sus exeamnssnnceeee we asreestnenn sen 8 © 270 Fuentes 291 Libros de la autora 295 PROLOGO «La clave para reconocer la esencia de la vida conscien- te del alma se halla en la region del inconsciente.» Carl Gus- tav Carus (1789-1869) empez6 con esta frase su libro sobre el alma (Psyche, 1846). Hoy leemos a menudo que Sigmund Freud (1856-1939) descubrio el inconsciente para la psico- logia y la psicoterapia. Sin embargo, en realidad hay que re- montarse hasta los inicios de la historia del pensamiento pa- ra que, en la contemplacion reflexiva del individuo, se «vea» y reconozca como hecho indudable la existencia de un area privada de nuestra conciencia no iluminada por su cono de luz. De hecho, esta area se ha descrito de distintas maneras utilizando nuestras palabras: o bien se piensa o se pensaba mas en un entorno del inconsciente —contiguo, subordina- do o superior a él—, o bien se habla también de una «pro- fundidad> en el interior del alma, de un algo «existente» tras los contenidos conscientes que se da a conocer en sus in- fluencias sobre la conciencia psiquica. Siempre que hablamos del interior del individuo, nos referimos a la base inconsciente principal donde radica el alma y al nticleo de lo propiamente humano. Fuera de la conciencia hay una base fundamental activa de procesos biolégicos que sdlo llega a un ambito muy reducido de nuestra experiencia consciente, pero que desencadena co- 14 LOGOTERAPIA rrientes y oscilaciones susceptibles de ser captadas por la conciencia que, en determinadas circunstancias, influyen enormemente en nuestra experiencia. A ello se afiade el te- soro incalculable de las impresiones ajenas a la conciencia, de los recuerdos y desenganos, que también ejercen su in- fluencia en el hecho consciente. Pero todavia quedan los distintos supuestos de capacidades creativas y fecundas que «dormitan en nosotros»: las fuerzas del espiritu. Todo esto —y mucho mas, en detalle— forma parte de nuestro in- consciente. En él también reside siempre lo esencial, aque- llo de lo que esta hecho el misterio del hombre, el enigma de la esencia individual, asi como lo propiamente humanum, es decir, la naturaleza de nuestro ser y de nuestra humanidad. Nuestras reivindicaciones de derechos humanos y el compro- miso por una dignidad humana se justifican verdaderamente porque existe lo humanum, lo humano en el individuo, y s6- lo porque éste existe. El establecimiento de valores religio- sos también es una forma de ver en este humanum lo «divino en el hombre». ¢Por qué citamos aqui estos puntos de vista? La intencion es allanar el camino hacia el concepto de espiritu y aclarar todo lo que engloba el concepto de inconsciente. La teoria del inconsciente de Sigmund Freud no es un descubrimien- to «en» el hombre, sino una invencién «de» Freud. En pri- mer lugar, hay que aclarar que Freud invent6 o ideé su mo- delo de las pulsiones, su teoria del aparato psicolégico, su teoria del desarrollo de la libido, especialmente su comple- jo de Edipo, y también su concepto de narcisismo. Mientras estas invenciones y experiencias psicoanaliticas —por tanto, «hallazgos» evidentes—, sirvan de base, se tratara tnica- mente de recortes, aspectos parciales o situaciones indivi duales que ni por aproximaci6n justifican ninguna reivindi- caciOn universal o ningdn pathos (pseudo) cientifico, tan de moda, con los que se defiende todavia hoy la teoria psicoa- nalitica. A pesar de ello, su difusién se ve favorecida por los vientos cientificopopulares y periodisticos que soplan a su favor. El método psicoanalitico degenera casi siempre en PROLOGO, 15 simples movimientos de cabeza afirmativos y pierde com- pletamente el profundo respeto por el ser humano que ya profesaban los antiguos expertos en almas anteriores a Ca- rus. A ello se afiade el hecho de que Freud se consideraba «uno de los peores enemigos de la religion», demostrando asi claramente las carencias humanas de su teoria. Al fin y al cabo, Freud interpreta todas las dimensiones de la experi- mentacion de valores desde la dinamica de las pulsiones. El extraordinariamente «reduccionista» (restrictivo 0, en todo caso, recortado) concepto del inconsciente que te- nia Freud necesita ser completado o ampliado con las areas de las fuerzas inconscientes que, como tales, se agitan en lo mis interior del individuo y acttian en sintonia con las pul- siones. En lo mas profundo del alma se pueden experimen- tar muchas y muy distintas «pulsiones primitivas» y emocio- nes que conforman y mantienen viva la sintonia siempre conflictiva, mas 0 menos antagonista, pero también amplia- mente autorreguladora, entre la vida y la elaboracién de la experiencia. El hecho de que la situacién interna del alma desemboque 0 no en un desarrollo acertado y feliz, o mas bien fracasado y, dependiendo de las circunstancias, hasta tragico, depende, por un lado, de muchos factores del des- tino (internos y externos), pero también, por otro lado, de las fuerzas autonomas de la organizacién de la vida y del do- minio del destino. En toda sujecion de nuestras pulsiones y necesidades a la naturaleza, los caminos que conducen a una satisfaccién humana (y digna del hombre) de las nece- sidades siempre conectan con un campo de accion de liber- tad. Pero para encontrar el camino correcto «en libertad», hay que prestar atenci6n a aquellos procesos internos que se hacen conscientes en forma de remordimientos y emo- ciones. Ademis, se trata también de escuchar lo que nos «dice» nuestra raz6n, con sus escalas de comprensié6n de la vida y de nosotros mismos, para llegar a conocer toda la fuer- za vital de aquello que Frankl, ya en 1949, situ6 en el centro de su vision psicoterapéutica y que denomino poder de obsti- nacion del espiritu y voluntad de sentido. Se trata de la orienta- 16 LOGOTERAPIA cién hacia un horizonte de valores, de la libertad individual inherente a la conciencia de responsabilidad. Sin embargo, nose trata de creencias ni de misiones religiosas. No se tra- ta de salvar almas, sino de curarlas, si bien ambas intenciones no son excluyentes, sino, en el mejor de los casos, incluso complementarias. Cuando la vida pone en aprietos, cuando se llega a esta- dos de sufrimiento interior aparentemente insoportable, cuando domina la angustia o el malestar, cuando el indivi- duo cae en situaciones exteriores de dolor y ya no puede do- minar los golpes del destino, entonces hay que prestar una ayuda reveladora para que las fuentes cegadas u ocultas de la autorregulacién se hagan no sélo visibles, sino también realmente utiles, «en lo mas profundo» de la propia alma. No se trata aqui de hacer un anialisis del destino pulsional desde la perspectiva del pasado, sino ante todo de conseguir una fijacién prospectiva de objetivos, una reorientaci6n in- terior y, con ella, una satisfaccién provechosa de la vida y el sentido. La comprensién de un sentido en nuestras vidas se ha perdido. La «frustracion existencial», asi llamada por Frankl, podria ser la causa de sufrimiento mas extendida en nuestro tiempo. Mucha gente sufre simplemente por el hecho de vi- vir o porque la vida le desafia. Por otro lado, cualquier pro- blema en la vida se puede ver como una crisis en la compren- sién del sentido. Quien tiene problemas sexuales, no sélo ha perdido la mayoria de las veces su naturalidad, sino que, a me- nudo, también ha perdido lo esencial de una comprensién del sentido en su vida. Quien se extravia en los callejones sin salida de las neurosis o busca una salida en el alcohol o las drogas, ha perdido, sin duda, algo de su comprension del sen- tido y de la vida. Otros sufren menos en su desvario, pero no por esta raz6n resulta mas facil ofrecerles apoyo. Sin em- bargo, si se busca consejo y ayuda, el pensamiento de Viktor E. Frankl es util y beneficioso. En la situaci6n psicoterapéutica actual, una perspectiva fundada sobre estas bases supone un avance esencial, inclu- PROLOGO 17 so si, desde el punto de vista hist6rico, muchas cosas no han sido mAs que redescubrimientos. Lo que en aras de un do- minio de la vida y del sufrimiento han expresado a lo largo de la historia de la Humanidad extraordinarios pensado- res, ya sea mediante certeros aforismos, imagenes sugestiva- mente ilustrativas o exquisitas obras intelectuales, se puede integrar sin limites en el marco aqui trazado de una com- prension del individuo y «adaptarlo» también a la practica terapéutica cotidiana. Mucho de lo que han dicho y escrito los grandes educadores del género humano, desde los es- toicos a Friedrich Nietzsche o Martin Buber y desde los fun- dadores de las religiones a los poetas clasicos, sobre el ser humano, sobre el sufrimiento de su alma y sobre las posibi- lidades de superarlo, esta en completa sintonia con la ima- gen del hombre y los métodos psicoterapéuticos que Viktor E, Frankl plasm6 en sus escritos e ilustr6 con una extensa casuistica. Frankl concibié su proyecto teérico también co- mo un «analisis existencial». En la practica, se puede hablar de una psicoterapia centrada en el sentido, de una ayuda para la busqueda de sentido o de una apertura de las fuen- tes de la comprensi6n del sentido en el propio individuo. Con ello, por tanto, se adquiere el conocimiento de que la persona, a pesar de ser esclava de sus instintos y presa de sus miedos y premuras, dispone de la libertad de encontrar el camino hacia una integraci6n razonable de todo lo huma- no. En este sentido, humanos son también los instintos y los miedos, siempre que no provengan de una enfermedad psi- cética. Hay que superar la «psicologia sin espiritu», enfrentarse a las limitaciones racionalistas de la imagen del hombre en la psicoterapia, volver a valorar al individuo como persona- lidad moral y espiritual y, simultaneamente, enfrentar el su- frimiento humano y los estados de sufrimiento del alma con la fuerza de lo que se entiende estrictamente como espiri- tual, con el «poder de obstinaci6n del espiritu». Desde aqui quisiera recomendar al lector que se confie a las claras explicaciones de Elisabeth Lukas, a su discurso 18 LOGOTERAPIA comprensivo a la par que comprometido con la persona. Si lo hace, tendra la oportunidad de conocerse mejor a si mis- mo y al ser humano. Al final, descubrira caminos que pue- den resultar adecuados y Utiles para salir de callejones sin salida neuroticos, de fijaciones psicopaticas, de actitudes re- signadas o de estados de vacio interior con la certeza de que también su vida tiene (otra vez) sentido. Colonia, enero de 1986 PAUL H. BRESSER Doctor en filosofia y medicina Profesor de la Universidad de Colonia (+) Capitulo 1 LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE El lugar de la logoterapia La logoterapia, fundada por el psiquiatra y neurdlogo vienés Viktor E. Frankl (1905-1997), se puede ubicar en el abanico actual de tratamientos terapéuticos desde dos pun- tos de vista: 1. Segtin W. Soucek, la logoterapia es la «tercera escue- la vienesa de psicoterapia», con lo cual hay que considerar el psicoandlisis de Sigmund Freud la «primera» y la psicolo- gia individual de Alfred Adler, la «segunda». Existe una sen- cilla regla mnemotécnica que ayuda a recordar las particu- laridades de estas tres orientaciones: Sigmund Freud se ocupé6 de la «voluntad de placer», Alfred Adler de la «vo- luntad de poder» y Viktor E. Frankl de la «» es la base de su imagen del hombre y determi- na sus fundamentos antropolégicos. La «voluntad de senti- do» es el eje y punto de partida de su ciencia médica y atra- viesa la totalidad de su obra psicoterapéutica. Finalmente, el «sentido de la vida», es decir, la creencia en la existencia de un sentido en la vida humana otorgado incondicional- mente bajo cualquier circunstancia, forma parte de la ima- gen logoterapéutica del mundo, de su filosofia. En el presente manual trataremos la logoterapia principal- mente como ciencia médica, Sin embargo, para utilizar sus mé- todos es indispensable conocer, al menos a grandes rasgos, su imagen del hombre, de la misma manera que también es im- prescindible introducir su visi6n del mundo en la prevencién y en el seguimiento. Debido a ello, antepondremos a las expli- LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE 25 caciones sobre el tratamiento logoterapéutico un breve estu- dio sistematico de los fundamentos antropolégicos de la logo- terapia, para finalizar con una mirada a su sistema filos6fico. Antes de empezar, cabria mencionar una observaci6n re- lativa a una pregunta frecuentemente planteada: ¢cuan cien- tifico puede ser un sistema conceptual que descansa sobre dos columnas que rechazan la fuerza demostrativa del empi- rismo, tal como hacen los pilares 1 y 3? Ciertamente, cada forma de psicoterapia tiene una base axiomitica especifica, e incluso la ciencia general de la medicina necesita una «co- lumna» que justifique su existencia: la de la creencia en que merece la pena preservar la vida humana. Sin este axioma, no existiria ningtin motivo para ofrecer asistencia médica a un enfermo u operarlo, y se podria incluso dejarlo morir. No es cientificamente demostrable que el hecho de preservar la vida de un enfermo tenga cualquier tipo de ventaja, maxime teniendo en cuenta la superpoblacion de nuestro planeta. Lo mejor seria no poner en cuesti6n una idea que resuena desde nuestro interior, la idea de que la vida humana esta en principio Ilena de valores, y que en la logoterapia se amplia con el componente de la existencia de sentido. Algo mas cuestionado se presenta el problema de la li- bertad de voluntad. Pero también a este respecto toda psi- coterapia deberia convenir, por lo menos en sus supuestos basicos, en que un paciente es capaz de cambiar. Evidente- mente, sin esta suposici6n el esfuerzo terapéutico resultaria desatinado desde el principio. Pero tal capacidad de cambio no tiene que demostrarse y, si se hace, s6lo es posible a pos- teriori. Cierto es que la logoterapia y el andlisis existencial parten de la practica clinica; pero ello no permite sustraerse al hecho de que ambos desembocan en una teoria metaclinica, de la misma manera que ésta se halla implicitamente en la base de cualquier psicoterapia, y teoria significa vision, es decir, vi- sién de una imagen del hombre. De esta manera, el circulo s6- lo se cerrara en la medida en que la practica clinica esté siem- 26 LOGOTERAPIA pre ampliamente determinada e influida por una imagen del hombre que el médico traslada a su paciente, incluso si se ha- ce de forma poco controlada y consciente. Efectivamente, toda psicoterapia se desarrolla bajo un horizonte aprioristico. La psicoterapia siempre ha estado basada en una concepcién antropolégica, por muy poco consciente que ésta siga siendo. (Frankl, 5) El esbozo de la ontologia dimensional Viktor E. Frankl present6 su imagen del hombre en el esbozo de su Cuerpo Animales, personas > Cuerpo, psique Personas + Cuerpo, psique, espiritu Como vemos, el plano espiritual (que no tiene nada que ver con la inteligencia o la raz6n) es el propiamente huma- no, la dimensi6n «especificamente humana», también llama- da en logoterapia «dimensi6n noética», a partir de la palabra griega néos (espiritu, inteligencia). Los otros dos planos que el hombre comparte con los animales, es decir, las dimen- siones somatica y psicosocial (porque, hasta cierto punto, Elevacion sobre lo psicofisico en lo noético Reunién de las dos dimensiones noéticas en lo psicofisico Dimensi6n noética Dimensién somatica 28 LOGOTERAPIA los animales también tienen emociones y cogniciones), se engloban en logoterapia dentro de la «psicofisica» o bien se denominan «dimensiones subnoéticas». Como la logoterapia se aplica principalmente en la di- mension noética del ser humano, Frankl formulé, entre otras, la siguiente frase para describirla: «La logoterapia es una psicoterapia desde lo espiritual hacia lo espiritual». A este respecto, la logoterapia contrasta con las otras escuelas psicoterapéuticas, las cuales se inclinan mas por la dimen- sion psiquica del hombre al dedicarse a dilucidar el caracter pulsional subliminal o el historial evolutivo y de aprendiza- je de la persona. La logoterapia nunca pone en duda los re- sultados obtenidos por las otras escuelas, y menos los com- probados empiricamente, pero los localiza precisamente en el nivel bidimensional. El mérito de Frankl consistié en ha- ber integrado los aspectos especificamente humanos del ser de la persona en la psicoterapia tradicional, que hasta en- tonces habia sido, literalmente, una psicoterapia «sin espi- ritu». Dentro de nuestro esquema dimensional, se desprende de la tridimensionalidad del hombre que lo propiamente hu- mano solo puede aflorar cuando nos atrevemos a entrar en la dimension de lo espiritual. El hombre sélo se percibe como hombre en tanto que incluimos esta «tercera» dimensién en su contemplacion: sdlo entonces divisaremos al hombre co- mo tal. Es decir, mientras la vida vegetativa de la persona aun se explique sin mds dentro de la dimension de lo cor- poral y su vida animal, con ciertas reservas, dentro de la dimension de lo psiquico, la existencia humana como tal, la existencia espiritual personal no se desprenderd de esta bidimensionalidad ni entraré en este «plano» de pura psi- cosomitica: como maximo, el Homo humanus puede pro- yectarse hacia este plano bidimensional. De hecho, esto con- forma la esencia de lo que llamamos proyeccion: siempre hay una dimension que se sacrifica (siempre se proyecta ha- cia la dimension inmediatamente inferior). LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE 29 Tal proyeccion tiene dos consecuencias: la aparicién de 1) ambigiiedades y 2) contradicciones. En el caso 1), la consecuencia esté motivada por la siguiente circunstancia: lo distinto se reproduce de igual modo en una tinica y mis- ma proyeccién; en el caso 2), el motivo es el siguiente: una tinica y misma cosa se reproduce de distinto modo en dis- tintas proyecciones. (Frankl, 6) La psicoterapia, con sus muchas y distintas orientacio- nes, no esta precisamente yerma de ambigtiedades y contra- dicciones. Refiriéndonos a las palabras de Frankl, podemos suponer que la psicoterapia sigue padeciendo las conse- cuencias de proyecciones improcedentes. Lo mas humano del hombre, como su sistema de valores 0 su anhelo innato de sentido, no se puede perder en la jungla de las interpre- taciones psicoldgicas. La logoterapia se esfuerza por evitar estos errores percibiendo lo espiritual como la dimensioén propia —y verdadera, aunque no tnica— del ser humano y tratando de responder a la pregunta de si la influencia de lo espiritual en las otras dos dimensiones puede aprovecharse para fines curativos. Debido a ello, no desprecia lo psicoso- cial ni lo somatico, sino que se fija un objetivo de investiga- cion dirigido a explorar hasta qué punto las fuerzas espiri- tuales del hombre se pueden movilizar para a) eliminar frustraciones espirituales, b) corregir trastornos psiquicos, c) aliviar dolencias (psico)somiaticas. Y para ello, la logoterapia es capaz remontarse a mas de 70 aiios de investigaci6én que han proporcionado resultados de elevada trascendencia. Alli donde la psicologia tradicio- nal descubre esencialmente «dependencias psiquicas», la logoterapia saca a la luz «independencias espirituales», y alli donde la psicoterapia convencional analiza «acuerdos neur6- ticos», la logoterapia registra «compromiso existencial». Es un complemento unico, un avance adicional como el que, en 30 LOGOTERAPIA otras circunstancias, s6lo consigue la cura de almas pastoral, si bien ésta sdlo llega a un grupo de personas creyentes y vinculadas a una confesién. Es obvio que al paciente hay que ayudarle en el plano de su existencia donde ocurre el trastorno. De ahi la necesidad de medicamentos (incluso psicofarmacos) 0, si es necesario, electroshocks en el plano somatico, alivios catarticos, ejerci- cios de terapia conductista o estrategias cognitivas de resolu- cién de problemas en el plano psiquico, y «procedimientos intermedios», como técnicas de relajacion (entrenamiento autégeno, yoga) y procedimientos de sugestién en el area de transicién psicosomatica. Pero para prepararse para un tra- tamiento integral, también se necesitan métodos curativos que penetren en la dimension noética del ser humano; es- tos huecos los lena la logoterapia, que, por otro lado, se puede combinar satisfactoriamente con las ayudas en el ni- vel subnoético, por no citar sus extraordinarias posibilida- des de combinaci6n al «mismo» nivel con la ya mencionada cura de almas pastoral 0 con todas las formas de terapia ar- tistica y cursos de formaci6n. De lo dicho hasta ahora se desprende claramente la im- portancia de poder diferenciar la dimension psiquica del hombre de la dimension espiritual, y de no mezclar la una con la otra (la confusi6n es menor con respecto a la dimen- si6n somatica). Quien quiera estudiar a fondo la logoterapia debera familiarizarse con la asociaci6n de ideas logoterapéu- tica del «antagonismo noopsiquico» que tan claramente ca- racteriza, en virtud de sus tesis, la existencia humana. Se tra- ta, nada menos, que de la oportunidad de un enfrentamiento fructifero entre «psique» y «espiritu» dentro de la persona. El hombre representa una interseccién, una encrucijada de tres capas del ser: la corporal, la psiquica y la espiritual. Es imposible separar estas tres capas existenciales con la sufi- ciente nitidez. Sin embargo, seria incorrecto decir que el hom- bre es un compendio de cuerpo, psique y espiritu: al contrario, el ser humano es unidad y totalidad. Pero dentro de esta uni- LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE 31 dad y totalidad, la parte espiritual del ser humano se enfren- ta con su parte corporal y psiquica. Esto constituye lo que lla- mé una vex el antagonismo noopsiquico. Asi como el parale- lismo psicofisico es obligado, el antagonismo noopsiquico es facultativo: siempre es posibilidad, pura potencia; pero es una potencia a la que siempre se puede apelar, y es precisamente el médico quien debe hacerlo: siempre hay que hacer una llama- da al «poder de obstinacién del espiritu», tal como yo lo llamo, contra la aparentemente tan poderosa psicofisis. (Frankl, 7) Por tanto, segun el antagonismo noopsiquico, las dimen- siones psiquica y espiritual del ser humano no se limitan sim- plemente a coexistir de cualquier manera, sino que se rela- cionan mutuamente y, a veces, incluso se contradicen. Por ello, en los capitulos siguientes miraremos con lupa algunos criterios que nos ayuden a diferenciar los dos planos para mostrar claramente las enormes posibilidades de su «poten- cia antagonista» para la psicoterapia. Se trata de cuatro cri- terios distintivos: destino y libertad, propensi6n a enfermar y constituci6n intacta, orientacion al placer y orientacién al sentido y caracter y personalidad. Alli donde se hace caso omiso de estos criterios y, en cambio, se reducen todos los fe- nomenos espirituales a lo psiquico (lo que equivale a una proyecci6n de la tercera dimensi6n a la segunda), aparecen caricaturas criticas del ser humano, contra las que Frankl previene debidamente. Estas son las caricaturas: Pandeterminismo — Quien niega la libertad del hombre, debe definirlo en consecuencia como un ser abandonado a su destino. Psicologismo > Quien pierde de vista la invulnerabilidad de la existencia espiritual, pronto ve en el hombre un sim- ple aparato psiquico propenso a enfermar. Reduccionismo — Quien ignora la orientaci6n al sentido del ser humano, cae en la tentaci6n de interpretar cual- 32 LOGOTERAPIA quier motivo como la causa de una necesidad instintiva (oculta). Colectivismo — Quien ignora la personalidad del indivi- duo, tiende rapidamente a juzgarlo s6lo por su tipo de ca- racter. El cometido de la antropologia logoterapéutica es im- pedir estas faltas, porque son, por asi decirlo, «pecados con- tra el espiritu» de los que nada bueno puede surgir. El retroceso 3* dimension equivocado de la 3* 2 dimension de la de la persona: ala 2* dimension persona: «psique» «espiritu» conduce a: A Destino Libertad Pandeterminismo B | Propensiéna Constitucién | Psicologismo enfermar intacta Cc Orientaci6n al Orientaci6n al | Reduccionismo placer sentido D Caracter Personalidad Colectivismo La dialéctica del destino y la libertad La joven disciplina cientifica de la psicoterapia empezé a principios del siglo xx con la idea de que la calidad de la infancia influye y predetermina irremediablemente la vida de una persona. Las causas de esta concepcién determinista deben buscarse en el naturalismo de finales del siglo xix, una corriente que proporcioné a las personas (mayormente del ambito cultural europeo) un sentimiento de abandono. En aquel entonces se llev6 a cabo un gran nimero de descubri- LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE 33 mientos que hicieron germinar este sentimiento de depen- dencia y «pequenez». Los avances astronémicos habian de- jado patente la infinitud del Universo, donde la Tierra se asemeja a un insignificante grano de arena. Los conocimien- tos sobre las relaciones de las jerarquias sociales y las es- tructuras socioeconémicas habian hecho que el individuo se presentara como un diminuto engranaje de una maqui- naria imparable. El rapido desarrollo de la técnica impuls6 ese sentimiento de abandono y aparecieron modelos de pen- samiento robotizado con los que las personas se identifica- ron. E] hombre se consideraba «programado», controlado por influencias almacenadas automaticamente. Como reacci6n a este movimiento surgié la filosofia existencial, aunque dividida en dos campos: uno optimista frente a la vida y otro mas bien pesimista. La filosofia exis- tencial concebia al hombre como un ser «arrojado a la vida» que debe hallar por si mismo su propia esencia, pero que puede reconquistar, por asi decirlo, el principio de accién. La logoterapia tiene sus raices tedéricas en la filosofia exis- tencial, especialmente en la forma optimista. De entre los pioneros de la psicoterapia, s6lo con Frankl se volvié a reconocer el elemento de la libertad espiritual del hombre. Naturalmente, no era una libertad «de» algo, estar libre de una influencia cualquiera, sino una libertad «para» algo, ser libre para adoptar una postura frente a to- das las influencias existentes, para afirmarlas o negarlas, pa- ra seguirlas o resistirse a cllas. No negamos en modo alguno la vida instintiva, el mundo de las pulsiones humanas. Igual que no negamos el mundo exterior, tampoco negamos el mundo interior. [...] Pero lo que subrayamos es el hecho de que el hombre, como ser espiritual, no sélo se halla confrontado al mundo —tanto al interior como al exterior—, sino que adopta una postura frente a él; insistimos en que el hombre siempre puede «presentarse» de alguna manera, «comportarse» de alguna manera, y que este comportarse es, precisamente, li- 34 LOGOTERAPIA, bre. En cada momento de su existencia, el hombre adopta una actitud respecto al entorno natural y social, al medio exterior y al mundo interior psicofisico vital. (Frankl, 8) Consideremos el concepto logoterapéutico de libertad de la mano de tres ejemplos. Ejemplo 1: Angustia La angustia —no incluimos aqui la preocupaci6n amo- rosa por alguien o algo importante en el mundo— es un de- sagradable sentimiento psiquico de amenaza propia. Este trastorno «toma asiento» en la segunda dimensi6n y esta es- trechamente asociado a sintomas vegetativos de la primera dimension (somatica), tales como palpitaciones, palidez o temblores. El lugar donde se «asienta» 0 aparece la angustia no se puede escoger en el momento de su aparicién, lo que significa que es «fatidica». Sus causas podran ser evitables 0 no, pero cuando el sentimiento de angustia sobreviene a al- guien, ya no podra gobernarlo con facilidad. En cambio, es en la tercera dimension (la espiritual) donde corresponde decidir como se reacciona ante esta an- gustia: tomandola en serio o pasandola por alto, escapando por su culpa o perseverando en la situacién a pesar de ella. Aqui si hay donde escoger, aqui existe un poco de libertad. Como vemos, no estamos libres «de» angustia, sino que so- mos libres «a pesar de» la angustia... Ejemplo 2: Infancia dificil Las personas que han padecido una infancia infeliz no estan libres de sus efectos, pero son libres para adoptar pos- turas distintas frente a ella. Algunos padres dicen: «A mi me han educado a golpes, por ello me salen las bofetadas. Cuan- do monto en célera, también pego». Otros padres afirman: «Como a mi me pegaron de pequeno, quisiera que mis hijos no lo pasaran mal. Por ello no los educo a golpes». LA IMAGEN LOGOTERAPEUTICA DEL HOMBRE 35 La educacién es, sin duda, un factor influyente, pero no omnipotente. A partir de cierto grado de madurez, cada persona tiene la libertad de educarse a si misma. Entonces, el acto de la autoeducacion dependera cada vez menos de la «voluntad de los padres» y mas de un «deber que se experi- menta como propio» (Frankl), Ejemplo 3: Actos instintivos Un animal no puede obrar en contra de sus instintos. Si, por ejemplo, tiene hambre y avista una presa, «debera» aba- lanzarse sobre ella y devorarla. En cambio, una persona puede estar hambrienta (ése es su «destino») y, sin embar- go, ofrecer su tiltima rebanada de pan a un compafiero que quizas la necesita con mas urgencia que é] (ésa es su «liber- tad»). En la primera dimension, la somatica, el estomago le hard ruido y el descenso del nivel de azticar en la sangre le causara malestar. En la segunda dimension, la psiquica, el deseo del pan y las imaginaciones de comida le torturaran. Este es el «paralelismo psicofisico» del que habla Frankl, donde los dos primeros planos estan sincrénicamente en- tretejidos. Pero en la tercera dimension, la dimensién noé- tica, la persona se desprende del acontecimiento del ham- bre y decide, siempre que por algtin motivo de sentido asi lo quiera, pasar soberanamente por encima de la presién psi- cofisica. Asi pues, el ser humano se muestra como aquél que puede responder a sus condiciones fatidicas desde la li- bertad y que, al hacerlo, debe hacerse también responsa- ble de sus respuestas. La vision no determinista de la logo- terapia trae consigo la readmisién de la responsabilidad y la posibilidad de culpa en la imagen psicoterapéutica del hombre. Alli donde en un determinado momento no hay posibili- dad de elecci6n, no puede haber culpa. Por ejemplo: como no tenemos ninguna posibilidad de cambiar nuestro pasado, tampoco podemos convertirnos en culpables con respecto a 36 LOGOTERAPIA él. (Esto no dice nada respecto a si nos hemos convertido en culpables en él, esto es, cuando todavia tenfamos posibilida- des de elegir.) Por otro lado, alli donde existen posibilidades de elegir, hay que hacerse responsable de la eleccion hecha. Y puede suceder que la elecci6n sea mala o incorrecta. No es facil definir las parejas de términos «bien o mal», «correcto o incorrecto»; por ello, en logoterapia se sustituyen por los conceptos «mas o menos Ilenos de sentido», es decir, se ajus- tan al sentido concreto de cada situaci6n de la vida. Por tan- to, la culpa sera «la eleccion en contra del sentido». Destino Libertad (Pasado, condiciones biolégicas, (En la 3* dimensi6n: actos psicologicas y sociolégicas; voluntarios y actitudes interiores, en la 2* dimension: toma de posicién frente al pasado instintos, sentimientos pulsionales, y frente a las condiciones ‘estado de dnimo) bioldgicas y sociolégicas) En un momento determinado En un momento determinado no hay ninguna posibilidad hay posibilidad de eleccion de eleccién Ninguna responsabilidad Responsabilidad No se puede hacer ninguna Se puede hacer una elecci6n «incorrecta» eleccion «incorrecta» Inocencia Posibilidad de culpa Actualmente la humanidad ha llegado a un maximo de conciencia —de saber, de ciencia— y a un maximo de responsabilidad; pero, al mismo tiempo, a un minimo de conciencia de responsabilidad. El hombre de hoy sabe mu- cho —mds que antes— y también es responsable de mucho —de mas que antes—; pero sobre qué sabe menos que antes, eso es su responsabilidad. (Frankl, 9)

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