La homonimia es un sustantivo en el que incumben dos o más palabras que
se escriben y escuchan igual, pero que su origen y etimología terminan contrastando; es interesante el cómo se implica en toda una frase u oración, porque, de no ser complementario no se lograría una locución. "Encajar" y "embonar" son términos relativamente similares; mientras que en el idioma español "encajar" alude a meter una cosa dentro de otra de forma apretada, o como verbo intransitivo se refiera a "coincidir o concordar", en algunas localidades hispanohablantes como México, Cuba y Ecuador la expresión "embonar" se asocia a unir una cosa con otra, ajustar y acomodar. Las palabras con las que enlazan directamente como sinónimos son: "empalmar o acoplar" (una cosa con otra.) Hay instrumentos que pueden acatar el precepto de los anteriores vocablos, ya sea, con ayuda de otros aparatos o por sí solos; el objetivo es que haya un sometimiento, en el cual, el objeto o uno de los objetos ceda a una función o a un mecanismo sin considerar la correspondencia o reciprocidad. Sin embargo, algunos de los utensilios a los que se les atañe la expresión "encajar" reaccionan a esa juntura, no necesariamente con la entrada una pieza saliente a un hueco, sino, que se bastan a sí mismos para realizar la faena, y que, contrariamente de unir, separan; extraen, extirpan, incrustan, perforan, cortan, amputan, queman, etc. Curiosamente, otro de los significados que tiene el verbo "encajar" es "dar un golpe o un tiro a alguien"; un tiro que no precisa de un arma de fuego para salir disparado, un tiro que puede ser ejecutado por un elemento que encaje con la idea anterior.